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COPPOLA, Guillermo Esteban s/apelación -impuesto a las ganancias

TRIBUNAL FISCAL DE LA NACION, Sala/Juzgado B

21 de Agosto de 1998

Buenos Aires,

TEMA

PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO-AFIP-JUEZ ADMINISTRATIVO-CONSTITUCIONALIDAD

TEXTO

En Buenos Aires, a los 21 días del mes de agosto de 1998, se reúnen los miembros de la Sala "B" Dres. Agustín
Torres (Vocal Titular de la Cuarta Nominación), Carlos A. Porta (Vocal Titular de la Quinta Nominación) y Juan
Pedro Castro (Vocal Titular de la Sexta Nominación) a fin de resolver la causa: "COPPOLA, Guillermo Esteban
s/apelación -impuesto a las ganancias-". Expte. N° 15.720-I,-El Dr. Agustín Torres dijo:

I.- Que a fs. 21/37 el actor apela la resolución dictada por la Dirección General Impositiva el 28 de noviembre
de 1997 por la que se determina su obligación en el impuesto a las ganancias por los años 1990, 1991 y 1992
imponiéndosele la obligación de ingresar la suma de $ 76.618.45 como diferencia entre el impuesto ajustado y el
declarado para dichos períodos, con más la suma de $ 131.863,38 en concepto de intereses resarcitorios y se le
aplica una multa de $ 53.632,91, equivalente al 70% del impuesto omitido. Plantea en primer término la nulidad
de la resolución apelada. Expresa que el 14 de julio de 1997 se publicó en el Boletín Oficial el dto. 618/97 que de
acuerdo a su último considerando fue dictado en virtud de lo dispuesto por el art. 99, punto 3, de la Constitución
Nacional, o sea que, opina, debe calificarse jurídicamente como un decreto de necesidad y urgencia que regula la
materia tributaria y que, por lo tanto, debe ser considerado de nulidad absoluta e insanable, así como también las
resoluciones que como la apelada han sido firmadas por funcionarios cuyas facultades para actuar como Jueces
administrativos se han fundado en razón de tal disposición. Analiza las disposiciones del Dto. 618/97.
Subsidiariamente alega sobre la cuestión de fondo, pide costas y deja planteado el caso federal.

Que a fs. 53/9 la representación fiscal contesta el traslado conferido exponiendo los hechos y argumentos de
derecho en que sustenta su pretensión. En cuanto a la nulidad impetrada por su contraria aduce la limitación
jurisdiccional que impone a este Tribunal el art. 185 de la ley de rito. Empero, añade que el Poder Ejecutivo hizo
uso de las facultades que le competen en atención a las circunstancias de urgencia aludidas en los considerandos
del propio decreto. Cita precedentes, doctrina y el fallo del Más Alto Tribunal in re "Peralta Luis Arsenio". Agrega
que el decreto 618/97 constituye un ordenamiento de los textos legales preexistentes referidos a competencias,
facultades, derechos y obligaciones del organismo encargado de la administración impositiva, aduanera y de
recursos de la seguridad social. Por lo que pide se rechace nulidad, con costas, alega sobre el fondo pidiendo la
confirmación del acto y hace reserva del caso federal.

Que a fs. 60 se fija la nulidad articulada por la actora como de previo y especial pronunciamiento.

Que a fs. 63 se elevan los autos a la Sala y a fs. 64 pasan a sentencia.


II.- Que la nulidad planteada no puede prosperar porque el art. 185 de la ley 11.683 (t.o. en 1998) establece una
clara restricción jurisdiccional en orden a declarar la inconstitucionalidad de leyes o decretos del Poder Ejecutivo
Nacional.

Por ello voto en el sentido de rechazar la nulidad planteada, con costas.

El Dr. Carlos A. Porta dijo:

Que sin perjuicio de lo que dispone el art. 185 de la ley 11.683, t.o. en 1998, no existe obstáculo a que este
Tribunal se pronuncie sobre los agravios de la actora relativos a la inconstitucionalidad alegada en la excepción
opuesta.

Que el art. 99, inciso 3 de la Constitución Nacional veda al Poder Ejecutivo "emitir disposiciones de carácter
legislativo".

Que es evidente que ello no ha significado solamente emitir "leyes" ya que ello sería absurdo sino que ha querido
referirse a los supuestos en que existe reserva y exclusividad de las facultades para ciertas cuestiones, en favor del
Poder Legislativo.

Que ello concuerda perfectamente con el tercer párrafo de la misma norma en tanto estatuye:"Solamente cuando
circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para
la sanción de las leyes ... podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia...".

Que como ya se ha dicho en este párrafo se reitera que los supuestos a que se hace referencia son aquellos que
indefectiblemente necesitarán "seguir los trámites ordinarios previstos por la Constitución..." casos que,
evidentemente, deben ser relativos a supuestos en que la intervención del parlamento es ineludible.

Que en ese sentido también deben interpretarse las limitaciones que a las facultades acordadas al Poder
Ejecutivo, fija dicho tercer párrafo en tanto le impide el uso de las mismas en "materia penal, tributaria, electoral
o el régimen de partidos políticos".

Que en cuanto a la materia tributaría ha sido tradicionalmente interpretada que la reserva de ley se ha
referido a la creación de contribuciones, así como a que en la respectiva norma se establecieran los elementos
esenciales que hacen a la obligación tributaria, sin posibilidad, en esta materia de efectuar delegaciones.

Que así ello debe entenderse que la Constitución en tanto prohibe los decretos de necesidad y urgencia en
"materia tributaria" no ha hecho más que respetar los principios fijados en artículos tales como el 4, 9, 17, etc. de
la Constitución Nacional.

Que la interpretación que efectúa la actora relacionando la materia tributaria a que hace referencia la
Constitución con la "rama jurídica tributaria", peca por efectuar una identificación total entre ambas en cuanto a
lo que aquí interesa, ya que es sabido y la actora no puede negarlo, dentro de la "rama" tributaria existen zonas de
reserva de ley y otras donde ello no se da, como puede observarse en la parte "formal" de la rama tributaria,
siguiendo su léxico, donde la presencia legal se da en forma mediata.

Que el criterio de la apelante pareciera llegar a inhibir las facultades acordadas por el art. 99, inc. 10 al Poder
Ejecutivo y el art. 100 inc.7 al Jefe de Gabinete ya que en su recurso, fs. 24 vta. admite la naturaleza
tributaria de los reglamentos del Poder Ejecutivo.
Que ese no puede haber sido el sentido de sus expresiones ya que son evidentes las facultades acordadas al
Poder Ejecutivo y al Jefe de Gabinete, en materia recaudatoria, con total independencia del Poder Legislativo y
nunca el art. 99 inc. 3, relativo a los decretos de necesidad y urgencia, pudo limitar tales facultades, ya que la
norma, por lo contrario, tiende a ampliarlas aunque sea con carácter excepcional y sometidas a control.

Que por otra parte, según el maestro Luqui la actividad recaudatoria "...implica tanto crear y organizar
dependencias y oficinas como estatuir procedimientos, lo que importa creación de reglas procesales a las cuales
deben someterse los contribuyentes y los funcionarios encargados de la recaudación" (Luqui, Juan Carlos, Derecho
Constitucional Tributario, pág. 337, Depalma, Bs. As. 1993), materia que, como se ve es perfectamente excluible
del ámbito de reserva legal y sobre la que, quizás, sin necesidad de acudir al decreto de necesidad y urgencia
pudiera haberse expedido el Poder Ejecutivo en virtud de las posibilidades que le acuerda la Constitución Nacional
y habida cuenta de las cuestiones tratadas en el decreto de necesidad y urgencia 618/97 que se impugna.

Por ello voto por rechazar la excepción opuesta, con costas.

El Dr. Juan Pedro Castro dijo:

Que adhiere al voto del Dr. Torres.

A mérito de la votación que antecede, SE RESUELVE:

Rechazar la excepción de nulidad articulada por la apelante, con costas.

Regístrese, notifíquese y firme que quede vuelvan los autos al Vocal Instructor para proseguir con el trámite de
la causa.

Referencias Normativas:

 Decreto Nº 618/1997
 Constitución de 1994

FIRMANTES

JUAN PEDRO CASTRO - CARLOS ANTONIO PORTA - AGUSTIN TORRES.

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