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CONCEPTO:

La escolástica (aquel que pertenece a la escuela’) es una


corriente teológica y filosófica que utilizó parte de la filosofía
grecolatina clásica para comprender la revelación
religiosa del cristianismo.
La escolástica fue la corriente teológico-filosófica dominante del
pensamiento medieval, tras la patrística de la Antigüedad tardía, y se
basó en la coordinación entre fe y razón, que en cualquier caso
siempre suponía una clara subordinación de la razón a la fe
(Philosophia ancilla theologiae ‘la filosofía es sierva de la teología’).
Dominó en las escuelas catedralicias y en los estudios generales que
dieron lugar a las universidades medievales europeas, en especial
entre mediados del siglo XI y mediados del XV.
Su formación fue, sin embargo, heterogénea, ya que acogió en su
seno corrientes filosóficas no solo grecolatinas, sino
también árabes y judaicas. Esto causó en este movimiento una
fundamental preocupación por consolidar y crear grandes sistemas sin
contradicción interna que asimilasen toda la tradición filosófica antigua.
Por otra parte, se ha señalado en la escolástica una excesiva
dependencia del argumento de autoridad y el abandono de las
ciencias y el empirismo.
Alta escolástica
Se denomina «alta escolástica» la que tuvo lugar durante los
siglos XI y XV, periodo caracterizado por las grandes cruzadas, el
resurgimiento de las ciudades y por un centralismo del
poder papal que desembocó en una lucha por las investiduras.
De ahí se pasó a una segunda fase en que existía la conciencia de
que la razón y la fe tenían solo una zona en común.
Por último, ya a fines del siglo XIII y comienzos del siglo XIV, en una
tercera fase, la separación y divorcio entre razón y fe fueron mayores,
así como entre filosofía y teología.

FILOSOFIA Y CRISTIANISMO:

Aristóteles.

Uno de los primeros puntos que deben tenerse en cuenta es la


influencia que filósofos como Aristóteles y Platón han tenido en la
formación de las ideas fundamentales del cristianismo, tanto en el
pensamiento desarrollado durante los primeros siglos de esta era por
los Padres de la Iglesia, como en el apogeo de su filosofía con la
escolástica, en el periodo comprendido entre los siglos XI y XIII.
Siglos IX al XII: la cuestión de los universales
 Anselmo de Canterbury
La figura más descollante de esta época fue san Anselmo de
Canterbury (1033-1109)..
 Pedro Abelardo
Pedro Abelardo (1079-1142) renovará la lógica y la dialéctica y creará
el método escolástico de la quaestio —un problema dialecticum— con
su obra Sic et non.
 Escuela de Chartres
En el siglo XII, la Escuela de Chartres se renueva con las figuras
de Bernardo de Chartres (muerto en 1124), Thierry de
Chartres, Bernardo Silvestre y Juan de Salisbury.
Siglo XIII: apogeo de la escolástica
El apogeo de la escolástica coincide con el siglo XIII, en que se fundan
las universidades y surgen las órdenes
mendicantes(dominicos y franciscanos, mayormente), de donde
procederán la mayoría de los teólogos y filósofos de la época.
 Dominicos y franciscanos
Los dominicos asimilaron la filosofía de Aristóteles a partir de las
traducciones e interpretaciones islámicas de Avicena y Averroes. Los
franciscanos seguirán la línea abierta por la patrística, y asimilarán
el platonismo, que era mucho más armonizable con los dogmas
cristianos.
 Alberto Magno
Alberto Magno fue el primero en introducir y articular con la fe los
textos aristotélicos. Fue profesor de Santo Tomás de Aquino. Alberto
nació alrededor del año 1206 en Lauingen (hoy, Alemania), cerca
del Danubio; hizo sus estudios en Padua y en París.
 Tomás de Aquino
Sin duda, el máximo representante de la teología dominica y en
general de la escolástica es santo Tomás de Aquino (1225-1274). En
su magna obra Summa teologica o Summa Theologiae aceptó
el empirismo aristotélico y su teoría hilemórfica y la distinción entre dos
clases de intelectos. De la filosofía árabe, Avicena tomó la distinción
(ajena a los griegos) entre ser de esencia y el ser. Dios se hace
comprensible únicamente a través de una doble analogía.
Siglo XIV: separación de la filosofía y de la teología
En el siglo siguiente los franciscanos cobran importancia. De este
período sus máximos representantes son Juan Duns Escoto llamado
Doctor Sutil, y Guillermo de Ockham, para quien la inteligibilidad del
mundo y, principalmente, la de Dios, serían firmemente cuestionadas;
misma línea de pensamiento que sería continuada por sus sucesores
y que daría por resultado la decadencia de la escolástica.
 Juan Duns Escoto
Juan Duns Scoto (1266-1308), franciscano de origen escocés, llega a
la idea de Dios: el Ser Infinito, como una noción alcanzada por vía
metafísica; esta, entendida por el franciscano en su estricto sentido
aristotélico como la ciencia del ser en cuanto ser.
 Guillermo de Ockham
Pero será Guillermo de Ockham (1290-1349) el que lleve más lejos
este desarrollo. Su famoso principio de economía, denominado
«navaja de Ockham», postulaba que era necesario eliminar todo
aquello que no fuera evidente y dado en la intuición sensible: «El
número de entes no debe ser multiplicado sin necesidad».

 Neoescolástica
Artículo principal: Neoescolástica
En el siglo XIX se produce un resurgimiento de la escolástica
denominado «Neoescolástica» y en el siglo XX surgirá un
«neotomismo», cuyas figuras más representativas fueron Jacques
Maritain y Étienne Gilson. Ambos contribuyeron a difundir el tomismo
en la cultura laica. Merecen destacarse también Désiré Joseph
Mercier, Desiderio Nys, A. Farges, Tomasso Zigliara, Fernand van
Steenberghen, Leo Elders, M. Grabmann, Armand Maurer, Charles de
Koninck, James A. Weisheipl, Jean-Pierre Torrell, Josef Pieper, Pierre
Mandonnet, A. D. Sertillanges, Reginaldo Garrigou-Lagrange, Odon
Lottin OSB, Gallus M. Manser, Cornelio Fabro, John F. Wippel, etc.
 INFLUENCIA DE SANTO TOMAS DE AQUINO
Tomás de Aquino[editar]

Sin duda, el máximo representante de la teología dominica y en general de


la escolástica es santo Tomás de Aquino (1225-1274). En su magna obra
Summa teologica o Summa Theologiae aceptó el empirismo aristotélico y
su teoría hilemórfica y la distinción entre dos clases de intelectos.2 De la
filosofía árabe, Avicena tomó la distinción (ajena a los griegos) entre ser
de esencia y el ser. Dios se hace comprensible únicamente a través de
una doble analogía.3

Elaboró así una fusión platónico-aristotélica, el tomismo, que con sus


argumentos cosmológicos para demostrar la existencia de Dios: las cinco
vías ha sido la base fundamental de la filosofía cristiana durante muchos
siglos. La demarcación entre filosofía y creencia religiosa llevada a cabo
por Tomás de Aquino iniciará el proceso de independencia de la razón a
partir del siglo siguiente y representará el fin de la filosofía medieval y el
comienzo de la filosofía moderna.

Santo Tomás de Aquino (1225-1274) se le conoce también con el nombre de


Doctor Angélico. Estudió las artes liberales en Nápoles y en esta misma
ciudad tomó el hábito de Santo Domingo.

Escribió un gran número de obras entre las que destacan: Suma teológica,
Suma contra los gentiles, Compendio de Teología.

Su filosofía, que se convirtió en la doctrina oficial (tomismo), está apoyada en


San Agustín y muy influida por el aristotelismo, representa una conciliación
entre el cristianismo y el aristotelismo.
– Relación entre razón y fe
Para Santo Tomás hay una neta distinción entre razón y fe, cada una tiene
objetos, métodos y criterios distintos y por tanto es autónoma y autosuficiente
en su campo: la razón lo es en la Filosofía, y la fe, en la Teología. Santo
Tomás afirma que la contradicción entre razón y fe no puede existir puesto
que tanto la verdad adquirida por la razón como la verdad revelada tienen su
origen en Dios, y Dios no puede contradecirse a sí mismo. En caso de que la
razón contradiga a la fe, es la razón la que debe quedar en entredicho.
– Existencia de Dios
La existencia de Dios necesita ser demostrada puesto que no es directamente
evidente. Para su demostración, Santo Tomás de Aquino utiliza las pruebas a
posteriori, es decir, partiendo de los caracteres de las realidades con las que
inmediatamente nos encontramos, las realidades de la experiencia, se llega a la
existencia necesaria de otra realidad con caracteres diferentes sin la cual las
anteriores no existirían.

Santo Tomás recoge cinco de estas pruebas llamadas las cinco vías: 1. De la
existencia del movimiento y del cambio infiere la existencia de un ser inmóvil
e inmutable. 2. De la existencia de realidades causadas deduce la existencia de
una causa incausada. 3. De la contingencia de los seres llega a un ser
necesario. 4. De los distintos grados de perfección de los seres deduce un ser
perfecto. 5. Del orden del universo demuestra la existencia de una inteligencia
ordenadora.

Ahora bien, el ser inmóvil, causa incausada de todo, necesario, perfecto y


suprema inteligencia, es indudablemente Dios.
– Esencia de Dios
Santo Tomás propone tres vías para llegar al conocimiento de la esencia de
Dios:
– Vía de negación, por la que se niegan de Dios todas las limitaciones e
imperfecciones de los seres o las cosas.
– Vía de afirmación por la que se atribuyen a Dios las perfecciones de las
cosas.
– Vía de eminencia por la que se eleva al grado máximo cualquier perfección
del universo para atribuírsela a Dios.
La propiedad esencial de Dios y de la que se derivan todos los demás atributos
consiste en ser el mismo y pleno ser subsistente (ipsum esse subsistens).
– El mundo: creación de Dios
El mundo ha sido creado libremente por Dios de la nada y por ello necesita de
su acción conservadora, si no volvería a la nada. Dios creó el mundo conforme
a las ideas que preexistían en su mente.

Según Santo Tomás de Aquino, la realidad creada se ordena jerárquicamente


conforme a la cercanía al puro existir de Dios. De esta forma, en la cúspide de
la creación están los ángeles, que son formas puras sin materia. Le siguen los
seres corpóreos que están compuestos de alma que es la forma sustancial y
cuerpo, que es la materia. El estado natural del alma es estar unida al cuerpo.
Entre los seres corpóreos se encuentra el hombre.

El hombre es el resultado de la unión sustancial de cuerpo y alma, ninguno


de estos elementos puede existir por separado.

El alma del hombre es formalmente racional e intelectiva, pero es virtualmente


sensitiva y vegetativa. Por esto, además de poseer las facultades locomotiva,
vegetativa y sensitiva posee el entendimiento y la voluntad o apetito
intelectual del bien.

El entendimiento está por encima de la voluntad pero a veces la voluntad es


más importante que el entendimiento, por ejemplo en el caso de Dios, es más
importante amar a Dios que cono cerle.

– El conocimiento
Al igual que Aristóteles, Santo Tomás considera que el conocimiento sigue un
proceso de abstracción hasta su perfección. En un primer momento actuaría el
conocimiento sensible por medio del cual percibimos las cosas sensibles, de
las que proceden las formas inteligibles (conceptos). Luego el conocimiento
sensible da la materia para que actúe el entendimiento agente y produzca las
formas inteligibles que puedan ser recibidas por el entendimiento pasivo.

Pero las formas inteligibles no son el objeto propio del conocimiento


intelectual sino el medio por el cual conocemos las cosas representadas en
ellas. El objeto del entendimiento es la esencia de las cosas, no se puede decir
que se ha entendido una cosa sin saber lo que es. Pero saber lo que es una
cosa, es poseer la verdad que es la perfección de conocimiento.

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