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SEMANA 2.

“10 VECES MÁS NUEVOS”

Objetivo: Poder identificar y romper cualquier cadena que esté atando


tu vida; que seas libre del pecado; que seas libre de cualquier dolencia
física o emocional y que seas libre de la esclavitud financiera.

Consideremos que la obra que el Señor Jesús hizo en la Cruz fue


completa desde el Getsemaní hasta su resurrección. Jesús pagó un
precio muy alto (Su sangre) para que nosotros fuéramos
completamente libres del pecado y de todas sus consecuencias. De
este modo, podemos vivir una total transformación. ¡Somos hechos
completamente nuevos!

El día lunes Ayuno: solo con agua. Puede ser hasta las 3:00 o
hasta las 6:00. Procurar que sea hasta las 6:00 pm.

Devocional: Esta semana será diferente, pues vez de tener un estudio


para toda la semana, cada día nos enfocaremos en un aspecto sobre la
obra redentora de Jesús para ser “10 veces más Nuevos”,
contestaremos algunas preguntas y memorizaremos tres versículos y
las cinco confesiones.

Lunes: La Redención es Completa.

La obra en la cruz fue perfecta. El Señor no derramó Su sangre para


que fuéramos libres en algunas áreas de nuestra vida y esclavos en
otras. Jesús nos hizo completamente libres. Responde las siguientes
preguntas:

Faraón hizo dos ofrecimientos a Moisés para que salieran de Egipto.


¿Cuáles fueron? Éxodo 10:9-11/Éxodo 10:24.

¿Qué respondió Moisés ante esta oferta?

Si una persona quisiera ser libre, ¿Podría comprar su libertad por sus
propios medios? Salmo 49:7-8.

Jesús no soportó el látigo romano porque sí. Hay cuatro razones por
las cuales Jesús decidió hacerlo. ¿Cuáles son? Isaías 53:4

Moisés no aceptó salir de Egipto sin las familias completas; tampoco


aceptó salir sin sus ganados (finanzas). Jesús derramó su sangre para
hacernos libres de la rebelión y del pecado, para darnos paz y sanidad
física. Identifica en qué áreas de tu vida tienes ataduras. ¿Hay algún
pecado que no puedas dejar? ¿Tienes vicios o cosas que haces
inconscientemente? ¿Pierdes el control ante algunas situaciones?:
¿Tienes deudas? ¿Hay miembros de tu familia que no conocen a Jesús?
¿Padeces de alguna enfermedad crónica?

Intercesión: Cuando identifiques esas ataduras, ten un tiempo de


oración para cortarlas, aplica la sangre que Jesús derramó de su
cuerpo por causa del látigo romano y confiesa que Jesús pagó con Su
sangre para que fueras completamente libre.

Memorizar Isaías 53:4-5 “Ciertamente llevó él nuestras


enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos
por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados”

Martes: “La Pascua”

La pascua fue un momento clave para el pueblo de Israel, pues marcó


un antes y un después. Fue lo que los hizo salir de Egipto de la
esclavitud y de su anterior manera de vivir. Después de la Pascua todo
fue completamente nuevo. Responde las siguientes preguntas:

¿Qué iba a suceder en Egipto? Éxodo 11:5-6

Dios mandó al pueblo de Israel a que celebraran la pascua para que


sus primogénitos no murieran con los Egipcios, por lo que debían
sacrificar un cordero sin defecto. ¿Qué debían hacer con la sangre del
cordero? Éxodo 12:22

¿Qué efecto tenía marcar las puertas con la sangre del cordero? Éxodo
12:22.

¿Qué hubiera pasado si una familia sacrificaba el cordero, pero


olvidaba untar con su sangre los postes y los dinteles de la casa?

Apocalipsis 12 habla de una batalla espiritual en la cual los hijos de


Dios obtuvieron la victoria contra el enemigo. ¿Cuáles fueron las tres
armas con las cuales vencieron? Apocalipsis 12:11.

¿De qué manera debemos menospreciar nuestras vidas hasta la


muerte? Romanos 6:11-14.

Cuando entendemos la naturaleza del pecado y lo que produce en


nosotros, responderemos ante él como Dios: lo aborreceremos por
completo. Nuestra pascua comienza con un verdadero
arrepentimiento. Tenemos que aborrecer nuestra antigua naturaleza y
dejarla por completo.

Hay un poder sobrenatural en la confesión de pecados. El apóstol Juan


escribió que “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). Por tanto, si
tienes en tu vida pecados sin confesar, no recibirás perdón.

Intercesión: Ten un tiempo en el que confieses a Dios tus


pecados, clama por Su misericordia y determínate a dejar el
pecado por completo.

Miércoles: “El Poder de la Confesión”

Apocalipsis 12:11 dice “Y ellos le han vencido por medio de la sangre


del cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron
sus vidas hasta la muerte”. El día Martes nos enfocamos en la tercera
parte del verso, ahora en las dos primeras.
Nosotros contamos con la sangre de Jesús, el cordero de Dios sin
mancha ni defecto. Pero, así como el pueblo de Israel no le servía
tener la sangre en un recipiente, sino que tenían que untarlas en las
puertas para ser completamente libres, nosotros también tenemos que
aplicarla. ¿Cómo? Con la palabra de nuestro testimonio, es decir,
confesando con nuestros labios lo que la Biblia dice que la Sangre de
Jesús hizo por nosotros.

Nuestras confesiones actúan como el hisopo que el pueblo de Israel


usó para untar la sangre de la pascua. Por eso, a partir de hoy, cada
día confesaremos lo que hizo esa sangre por nosotros y así derrotar
definitivamente a nuestro enemigo. Antes éramos esclavos, sujetos a
lo que nuestro amo (el enemigo) quisiera hacer con nosotros. ¡Jesús
nos libró y nos llevó a vivir a Su casa!

Escribe algunas características de quienes habitan en la casa de Dios


Salmo 91.

Confiesa y Memoriza: “Por la sangre de Jesús he sido redimido del


poder del enemigo, Satanás nada tiene en mí, porque habito en la
casa de Dios”

Si eres atacado por el enemigo, recuerda que ya no eres su esclavo y


que él ya no tiene ningún control sobre tu vida. Así quiera lastimarte,
no lo logrará.

Memorizar Efesios 1:7 “En quien tenemos redención por Su


sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”.

Jueves: “El Poder del Perdón”


Una de las armas, : favoritas del enemigo es la culpa. Nos hace creer
que lo que hicimos es demasiado grave, y aunque oremos, esa marca
quedará para siempre en nosotros. Sin embargo, la Biblia enseña otra
cosa: Jesús no solo nos redimió, sino que también perdonó nuestros
pecados (Efesios 1:7).

Si el juez de todo el universo no recuerda tus pecados, ni el enemigo,


ni tú, ni nadie tiene derecho a hacerlo. La sangre de Jesús es tan
poderosa que puede limpiar por completo la mancha de cualquier
pecado que hayas cometido.

Responde las siguientes preguntas:

¿Qué hizo Jesús con el acta de los decretos (lista de pecados) que
había en nuestra contra? Colosenses 2:14.

¿Qué hace Dios con nuestros pecados después de perdonarnos?


Hebreos 10:17

En la parábola de los dos deudores, un hombre debía mucho a su


señor. ¿Qué hizo el señor con él? Mateo 18:27.

¿Qué esperaba el señor que este hombre hiciera con su consiervo que
le debía un poco de dinero? Mateo 18:32-33.

¿Qué pasó con el siervo que no quiso perdonar? Mateo 18:34-35.

Si tú no estás dispuesto a perdonar sinceramente a quienes te han


lastimado, Dios no perdonará tus pecados. Haz una lista de las
personas que te han ofendido y que no hayas perdonado. En una
oración perdónalos genuinamente y, si tienes la oportunidad, búscalos
y reconcíliate con ellos. Si Dios no recuerda tus pecados ni te recrimina
por ellos, tú no tienes ningún derecho de recordar ni recriminar a
quienes te han ofendido o lastimado.

Confiesa y Memoriza: “Por la sangre de Jesús todos mis


pecados han sido perdonados y no hay cuenta pendiente por
cobrar contra mí”.

Si alguien intenta acusarte por tus antiguos pecados, recuerda que esa
deuda ya está saldada. ¡Eres completamente libre de toda culpa!

Viernes: “Somos Luz”

La marca de todas nuestras relaciones con nuestros hermanos debe


ser el amor. Si no nos amamos genuinamente, estamos en tinieblas. Si
estamos en tinieblas, la sangre de Jesús no nos limpia. Responde las
siguientes preguntas:

La palabra enseña que la Sangre de Jesús nos limpia de todo pecado,


pero hay una condición para eso. ¿Cuál es esa condición? 1 Juan 1:7

¿Qué significa “andar en la luz”? 1 Juan 2:9-11.

¿De qué manera debemos amar a nuestros hermanos? Mateo 22:39.

Piensa en los miembros de tu célula, en tus líderes, pastores y


consiervos. ¿Hay alguno por quien no tengas amor genuino? ¿Serías
capaz de entregar tu vida por todos ellos? Si no es así, pide a Dios que
te enseñe a amar a las personas como Él nos ama. Pide que puedas
conocer a Dios, porque Él es amor, y así puedas mostrar su amor a
todos, aunque no lo merezcan.

Si tienes que restaurar tu relación con algún hermano, llámalo y pídele


que se reúnan para que puedan hacerlo. ¡No dejes que pase de hoy!
Las relaciones con tus hermanos en la fe deben estar caracterizadas
por un amor genuino.

Confiesa y Memoriza: “Por cuanto ando en la luz y tengo comunión con


mis hermanos, la Sangre de Jesús me limpia ahora y continuamente
de todo pecado”.

Memorizar 1 Juan 1:7 “Pero si andamos en luz, como Él está en


luz, tenemos comunión unos con otros, y la Sangre de
Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado”

Sábado: “Justificados”

La sangre de Jesús también nos justifica, es decir, nos hace justos,


rectos. Podemos recuperar todo lo que perdimos a causa de nuestros
pecados. Dios nos ve completamente justos, como ve a Jesús que
jamás pecó.

¡Tenemos paz con Dios! Podemos acercarnos a él confiadamente. No


tenemos que sentir vergüenza por nuestro pasado. Nuestra relación
con Dios puede volver a ser perfecta. ¡Podemos ser uno con Dios!
Responde las siguientes preguntas:

¿Qué otra cosa dice la Biblia que la sangre de Jesús hizo por nosotros?
Romanos 5:9.

¿Qué produjo el pecado en nosotros? Isaías 59:2.

¿Qué cosas suceden a los justos? Romanos 5:1

Separa un tiempo el día de hoy para adorar a Dios, tan largo como
puedas (si puede ser de más de una hora, mucho mejor). Dedícate
exclusivamente a alabarlo y adorarlo –en otra ocasión puedes
presentar todas las peticiones que tengas–, simplemente adóralo y
disfr

[7:52AM 8/5/2019] Los Amo, Son Lo Mejor : disfruta de Su presencia.


Recuerda que Jesús restauró la relación con Dios y que por Su sangre
puedes tener estos tiempos de intimidad con Dios.
Confiesa y Memoriza: “Por la Sangre de Jesús soy justificado,
hecho recto y Dios me ve como si nunca hubiese pecado”

Domingo: “Santos y Separados”

La palabra santo se deriva de una palabra griega que quiere decir


diferente. Jesús nos santificó, es decir, nos hizo diferentes de este
mundo. Somos Su pueblo especial, como ningún otro. Como somos
santos (diferentes), Dios espera que vivamos y actuemos de una
manera diferente a las demás personas.

Dios nos apartó del mundo con una misión y un propósito claros. Ya no
somos esclavos del pecado, nuestras vidas le pertenecen a Dios y
somos instrumentos en sus manos para hacer Su voluntad. Responde
las siguientes preguntas:

¿Qué otra cosa dice la Biblia que la sangre de Jesús hizo por nosotros?
Hebreos 13:12.

¿Para qué nos santificó Dios? 1 Pedro 2:9.

¿Cómo debemos comportarnos? 1 Pedro 2:11-12

Piensa en las cosas en las que debes ser diferente de las personas
inconversas. Por ejemplo, en la música que escuchas, en las cosas que
lees, en la manera en que hablas, en las cuentas que sigues en tus
redes sociales, en los lugares que frecuentas, etc. Determínate a ser
diferente, ¡determínate a vivir para Dios!

Confiesa y Memoriza: “Por la Sangre de Jesús soy santificado,


separado para Dios”.

Recomendaciones: Perdonar, haciendo una lista de las personas a


quienes debes pedir perdón y de las personas que debes perdonar.
Limpia tus redes sociales, borrando las páginas y personas que no son
buena influencia para ti. Cuida tus palabras, pues hay un poder
sobrenatural en lo que confiesas.

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