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Universidad del Valle de Atemajac

Omar Ramírez Torres

Teorías y Sistemas en Psicología

Prof. José Arturo Porras Valdivia

Reporte de Lectura 6

Fecha de entrega: 31 de mayo de 2018


Watson y el Conductismo

1. La Psicología como ciencia de la conducta


En la década de 1920 surgió una aproximación estadounidense al aprendizaje
llamada conductismo, que se basó en el trabajo de Pavlov y Thorndike. Afirmaba
que la psicología debía limitarse a estudiar las conductas observables (como las
presiones de la palanca, la salivación y otras acciones físicas observables) y evitar
las referencias a eventos mentales internos que no eran observables y con
frecuencia estaban mal definidos (como la conciencia, el propósito y el
pensamiento). Los partidarios de este enfoque, llamados conductistas, querían
distanciarse de los filósofos y los psicólogos que reflexionaban acerca de las
funciones internas de la mente por medio de la introspección personal y la
observación anecdótica. Los conductistas deseaban que la psicología se tomara en
serio como una rama rigurosa de las ciencias naturales, y que no se considerara
inferior a la biología o a la química.
Al contrario de lo sucedido con la psicofísica, el conductismo ha alcanzado un
puesto de primer orden entre los adeptos a la psicología. En efecto, su carácter
científico parece irreprochable y, por si fuera poco, los resultados obtenidos en el
intento de modificación de conducta han sido superiores a los de cualquier otra
corriente.
La idea central del conductismo (cuyo origen remoto está en Pavlov, su fundador es
Watson y su máximo representante es Skinner) consiste en enfocar toda la
investigación en los estímulos y las respuestas observables empíricamente. Por
tanto, aunque niega la existencia de fenómenos internos (psíquicos, diríamos
nosotros), los descarta en su metodología científica, que pretende la objetividad de
lo observable, repetible y mensurable. La psicología conductista queda reducida
pues, a un registro y generalización de la relación entre un estímulo externo, recibido
por el organismo, y la emisión de conducta externa observada en ese mismo
organismo.
¿Qué es lo que sucede en el interior de una persona cuando modifica su conducta?
El conductismo lo ignora y, además, pretende que ése no es un tema de carácter
científico por la aparente imposibilidad de verificar y medir esos fenómenos internos.
Objeto de estudio de la psicología: los hechos de la conducta (las respuestas) en
función de elementos precedentes (estímulos).

2. Los primeros conductistas


2.1 John Watson
Desenvuelto, ambicioso y triunfador por derecho propio, a John Watson (1878 –
1958) se le considera el fundador del conductismo. Nació en Greenville, Carolina
del Sur, de un padre perezoso que abandonó a la familia cuando Watson tenía 13
años. Aunque fue mal estudiante en la escuela, peleó por una entrevista personal
con el rector de una universidad local y suplicó por la oportunidad de demostrar que
era capaz de trabajar a los niveles universitarios.
El rector aceptó darle una oportunidad y la apuesta valió la pena. Watson no sólo
concluyó la universidad, sino que ingresó a la escuela de posgrado donde se dedicó
a investigar el aprendizaje en ratas. En esos estudios Watson colocaba a una rata
a la entrada de un laberinto y la recompensaba con comida si encontraba entre los
pasillos el camino hacia la salida.
Al principio, una rata ingenua (es decir, no entrenada) podía pasar media hora
vagando al azar por el laberinto hasta llegar a la salida. Sin embargo, después de
30 ensayos de entrenamiento el roedor podía atravesar el laberinto en menos de 10
segundos. Para averiguar qué impulsaba el desempeño de la rata, Watson descartó
de manera sistemática varias posibilidades. Primero, entrenó a las ratas a recorrer
el laberinto en condiciones normales. Luego las cegó o ensordeció quirúrgicamente
o les extirpó las vibrisas (bigotes, que las ratas usan como yemas de los dedos para
sentir su camino).
Ninguno de esos tratamientos afectó el desempeño de las ratas. Al suponer que
podían estar usando el olfato para encontrar el camino, Watson hizo hervir los
laberintos para eliminar cualquier olor, pero las ratas seguían encontrando su
camino. Los roedores sólo mostraron una pérdida significativa en su habilidad para
orientarse en el laberinto cuando éste se rotaba o cuando los pasillos se acortaban
o se alargaban. A partir de esos estudios Watson sostuvo que las ratas habían
aprendido un conjunto automático de hábitos motores para moverse por el laberinto
y que esos hábitos motores eran en gran medida independientes de cualquier señal
sensorial externa.
Los experimentos de Watson fueron muy admirados por sus colegas científicos. Por
desgracia, la acogida en la prensa popular no fue tan buena. Los medios
describieron a Watson como un cruel torturador de animales y se le amenazó con
demandas judiciales. Los investigadores que realizan estudios con seres humanos
están sujetos a un escrutinio ético adicional para asegurar la protección de los
derechos, la privacidad y la seguridad de los participantes. Sin embargo, en la época
de Watson esas consideraciones éticas se dejaban en gran medida a discreción del
investigador.
De acuerdo con Watson, la psicología debería ser vista como una “rama
experimental, puramente objetiva, de las ciencias naturales. Su meta teórica es la
predicción y control de la conducta”. Un componente importante del enfoque
conductista de Watson fue la integración de los estudios de aprendizaje animal y
humano. Watson era un firme empirista que compartía la creencia de Locke en la
abrumadora influencia de la experiencia (crianza) en oposición a la herencia
(naturaleza) en la determinación de nuestras conductas y capacidades.
En una vehemente afirmación del principio de la pizarra en blanco de Aristóteles,
Watson escribió: “Denme una docena de niños sanos, bien formados y mi propio
mundo para educarlos y les garantizo que tomaré cualquiera al azar y lo educaré
para convertirlo en cualquier tipo de especialista que decida -médico, abogado,
artista, comerciante, jefe e incluso mendigo o ladrón-, independientemente de los
talentos, inclinaciones, habilidades, vocaciones y la raza de sus ancestros”.
A principios de la década de 1920 el conductismo se había convertido en la
aproximación dominante a la psicología del aprendizaje, sobre todo en Estados
Unidos.

2.2 Edwin Guthrie


La teoría de la contigüidad de Edwin Guthrie (1935, 1942) es similar a la perspectiva
de Watson, en tanto que considera las conexiones entre estímulos y respuestas
como la base del proceso de aprendizaje. El principio de aprendizaje básico según
Guthrie es el siguiente:
“Un estímulo al que sigue una respuesta determinada tenderá, cada vez que se
repita, a ser secundado por esta misma respuesta. Esta conexión E-R alcanza su
máxima potencia en un único ensayo”.
En otras palabras, si un organismo responde a un estímulo determinado de una
manera específica en una ocasión, entonces el organismo producirá la misma
respuesta la próxima vez que se encuentre con el mismo estímulo; de esta manera
se formarán los hábitos. Guthrie afirmaba que el factor determinante en el
aprendizaje es la contigüidad, esto es, la ocurrencia más o menos simultánea entre
el estímulo y la respuesta. También compartía la creencia de Watson de que la
recencia resulta esencial para el aprendizaje: un organismo responderá a un
estímulo de la misma manera como haya respondido al mismo la última vez.
La noción de Guthrie de aprendizaje en un ensayo, esto es, el establecimiento de
una conexión entre el estímulo y la respuesta tras una única asociación, constituyó
una propuesta radical en su época. La mayoría de los conductistas de entonces
consideraban que las conexiones entre el estímulo y la respuesta sólo podían
adquirirse de manera gradual, fundamentalmente a través de la práctica. Guthrie
explicaba la apariencia de aprendizaje progresivo de las conductas complejas
sugiriendo que dichas conductas se componen en realidad de muchas pequeñas
conexiones entre estímulo y respuesta; tras cada ensayo se forman cada vez más
conexiones de este tipo, lo que conduce a esos cambios lentos y progresivos que
se observan de manera general.
La parsimonia de la teoría de Guthrie, basada en su propuesta de que la base del
aprendizaje radica en la contigüidad entre el estímulo de la respuesta, resulta
ciertamente atractiva. Sin embargo, este autor apenas apoyó sus ideas de manera
empírica, y la investigación posterior arroja dudas sobre la idea de que el
aprendizaje sea algo tan simple como él sugirió. En cualquier caso, en la actualidad
continuamos utilizando en la práctica educativa y terapéutica tres técnicas para
romper la asociación E-R, que están basadas en su teoría.

2.3 Clark Hull


Clark Hull, quien nació en una granja cerca de Akron, Ohio, dedicó su carrera al
desarrollo de ecuaciones matemáticas para describir las relaciones entre los
factores que influyen en el aprendizaje. En la época de Hull, la nueva doctrina del
conductismo afirmaba que todas las conductas podían entenderse como un simple
mapeo de los estímulos a las respuestas. Cuando los perros de Pavlov escuchaban
la campana, salivaban (campana = salivación); cuando las ratas de Watson
entraban en el laberinto realizaban una serie de hábitos motores (entrada al
laberinto = girar a la izquierda, girar a la derecha etc.). A esta forma de aprendizaje
se le llama aprendizaje estímulo respuesta, que se abrevia aprendizaje E-R, para
destacar la importancia de este mapeo. Por supuesto, los conductistas reconocían
que la realidad es complicada y que otros factores influyen en la respuesta. Por
ejemplo, los perros de Pavlov sólo salivarían ante la campana si estaban
hambrientos.
Con todo, los conductistas creían que, si se pudieran especificar todos los factores
existentes, debería ser posible predecir con precisión cuándo un estímulo
provocaría que el animal realizara una respuesta. Hull se fijó la meta de desarrollar
un modelo matemático exhaustivo del aprendizaje animal que predijera con
exactitud lo que aprenderá un animal en cualquier situación dada.
Hull esperaba encontrar, al igual que Einstein, una ecuación poderosa que
relacionara todos los factores clave que contribuyen a una experiencia de
aprendizaje. Las variables que Hull introdujo en su ecuación incluían el número de
ensayos de aprendizaje, la frecuencia de la recompensa, el espaciamiento entre los
ensayos, la intensidad de las señales de estímulo, la motivación del animal por la
recompensa y el valor del incentivo (lo deseable) de la recompensa. Hull llevó a
cabo un programa intensivo de investigación acerca del aprendizaje en animales y
seres humanos en un intento de probar y perfeccionar sus modelos matemáticos.
En la actualidad ya no se considera que sus detalles sean relevantes. Los modelos
de Hull fueron abandonados, en parte, porque los psicólogos modernos perdieron
la esperanza de reducir todos los factores que rigen el aprendizaje a una sola
ecuación, como Hull esperaba hacer.

2.4 B. F. Skinner
La investigación de Skinner se enfocó en ampliar y perfeccionar las técnicas de
desarrolladas por Thorndike para estudiar la forma en que los animales aprenden
nuevas respuestas. Desarrolló un aparato de aprendizaje automatizado que fue
adoptado de manera general por otros investigadores que lo llamaron “la caja de
Skinner”.
Objeto de estudio de la psicología: la conducta operante (aquella con la que el
animal interviene en el medio y tras la que alcanza situaciones que le influyen,
positiva o negativamente), con el propósito de identificar sus causas. La conducta
operante es función de los elementos que siguen al comportamiento y no de
elementos precedentes (como sin embargo ocurría con el condicionamiento
clásico).
El objetivo de la psicología: predecir y controlar la conducta.
Conductismo radical: Interpretación filosófica de los datos que resultan de aplicar
el análisis experimental de la conducta. El conductismo radical considera que para
entender la conducta no hay que referirse a actividades mentales o fisiológicas, ni
a constructos hipotéticos referidos a las mismas.
La conducta es función del contexto en el que ocurre del mundo físico y social
en el que tiene lugar. Habrá que estudiar las relaciones funcionales entre la
situación estimular de ese contexto y la conducta misma. Por ello el nivel explicativo
está en términos ambientales, y no en lo que supuestamente pueda ocurrir en el
interior del organismo.
Método: Análisis experimental de la conducta: descripción rigurosa y precisa de las
relaciones entre variables ambientales y conductuales. Rechazo de toda entidad
mental. La conducta no es otra cosa que el producto de la historia de reforzamientos
(registro acumulativo) y de la susceptibilidad genética al reforzamiento, con lo que
se rechaza la intervención de voluntades, intenciones o eventos mentales como
posibles causas de las conductas. El análisis experimental de la conducta utiliza un
fuerte control experimental en la investigación, empleando la famosa “caja de
Skinner”.
Bibliografía

GUTIÉRREZ SÁENZ, Raúl


Psicología
Naucalpan Edo. De México
Editorial Esfinge, 1ª edición
330 páginas.

GLUCK, Mark A.
Aprendizaje y Memoria
México D.F.
Editorial Mc Graw Hill, 2a edición
680 páginas.

Marcelo Berríos Pizarro


Escuelas de la Psicología
Marcelo Berríos Pizarro
https://lexcem.files.wordpress.com/2008/05/escuelas-de-la-psicolog.pdf
30 de mayo de 2018.

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