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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud [OMS] (2001), los trastornos

mentales y comportamentales se consideran afecciones de importancia clínica,


caracterizadas por alteraciones en los procesos de pensamiento, de la afectividad
(emociones) o del comportamiento; no son solo variaciones dentro de la normalidad,
sino fenómenos claramente anormales o patológicos. Para clasificarse como trastornos,
estas anomalías deben ser duraderas o recurrentes, y deben causar alteraciones del
funcionamiento en una o más facetas de la vida del individuo.

Ansiedad y miedo. A menudo se ha definido la ansiedad como una emoción cercana al


miedo o como un subtipo de miedo. Uno de los criterios para diferenciar ‘ansiedad’ y
‘miedo’ es el de proporcionalidad. Según esta clave estimativa, el miedo seria una
reacción más proporcionada al peligro real que la ansiedad. Sea como fuere, Miguel-
Tabal y Casado (1999) consideran que ‘ansiedad’ y ‘miedo’ son sinónimos en la mayor
parte de los casos, aunque constatan en la literatura psicológica una preferencia por un
termino u otro en función de la “peligrosidad real del estimulo”, ponderación esta, por
otro lado, harto compleja, toda vez que la reacción personal depende más de la
percepción subjetiva que de la amenaza objetiva.

Por mi parte, y sin pasar por alto la complejidad discriminativa, considero, de acuerdo a
una posición ampliamente extendida, que la palabra ‘miedo’ debe reservarse para
designar la reacción emocional de temor ante un peligro concreto, real y preciso. El
termino ‘ansiedad’, en cambio, se refiere al temor que se experimenta de forma
indeterminada, sin presencia de objeto. El miedo es estado timérico de objeto y la
ansiedad de sujeto.

Ansiedad y angustia. Hay autores que diferencian entre angustia y ansiedad. A grandes
rasgos, la angustia seria el estado emocional caracterizado por el sobrecogimiento, la
inhibición y el predominio de los síntomas somáticos y viscerales, mientras que la
ansiedad se distingue por el sobresalto, la inquietud y la mayor riqueza psíquica. Mas
como bien dicen Miguel-Tabal y Casado (1999), en nuestros días al hablar de ansiedad
se hace referencia tanto a síntomas psíquicos o cognitivos como a físicos y
conductuales, que antaño se atribuían con preferencia a la angustia. Hoy más bien se
separan ambos conceptos según las orientaciones psicológicas. El termino ‘ansiedad’ es
utilizado sobre todo por la psicología científica y el vocablo ‘angustia’ por la psicología
humanista y el psicoanálisis.

Ansiedad y estrés. Entre ansiedad y estrés hay muchos elementos comunes, lo que hace
especialmente difícil su diferenciación. Creo, no obstante, que estamos en condiciones
de utilizar el termino ‘ansiedad’ para referirnos a la experiencia interior de inquietud y
desasosiego carente de objeto. En la ansiedad el temor es difuso, vago. El termino
‘estrés’, en cambio, puede reservarse para designar la sobrecarga emocional que se
produce por una fuerza externa prolongada que pone al sujeto al borde del agotamiento,
no obstante como lo leen , existen grupos de trastornos en los que se da consentimiento
de ansiedad o pánico tan frecuentemente que dificultan la vida cotidiana .

Dentro de esa patología según el DSM-5 MANUAL DE DIAGNOSTICO


PSICOLOGICO existen unos ítem o criterios para el diagnostico y así explicar al
paciente cuales son los efectos físicos de la ansiedad ; la activación de la respuesta de
lucha o huida por parte del cuerpo , tiene efecto generalizados en el cuerpo . esta
respuesta suele desaparecer cuando el estrés remite . dentro de esa patología nombrada
anteriormente existen una de las mas comunes en la población como lo es la fobia ya
que se considera un trastorno cuando el miedo irracional y persistente a determinadas
cosas , actividades o situaciones sociales impide llevar a cabo la vida cotidiana , es decir
, es un miedo persistente que el individuo presenta . durante el transcurso de los anos las
investigaciones y grandes pensadores han dado un aporte a este tema ; hay muchas
fobias distintas pero se les pueden clasificar en dos tipos esenciales : sencillas y
complejas . las sencillas son aquella la cual el individuo presenta el miedo a objetos o
situaciones especificas , como por ejemplo las arañas (Aracnofobia ) o los espacios
cerrados ( Claustrofobia). Las fobias complejas son mas generales e implican varias
modalidades de ansiedad : agorafobia pueden implicar las fobias a multitudes y espacios
públicos o por ejemplo viajar en un avión .

Los diferentes estudios que se han practicado en esta patología, se dice que existen las
fobias mas habituales dentro de la población, en el cual cada día afecta a cada individuo
y por no consultar a un profesional, la patología cada vez mas coge resistencia en el
paciente .
Fobias habituales :

 Astrofobi  Carcinofo  Claustrofo  Cinofobi


a : miedo bia : miedo bia : miedo a: miedo
a los al cáncer . a los a los
rayos y espacios perros .
relámpag cerrados .
os .
 Misofobi  Necrofobia  Nosofobia :  Nictofob
a : miedo : miedo a la miedo al ia :
al muerte y a desarrollar miedo a
contagio los una la
por cadáveres . enfermedad oscurida
gérmenes . d.
.
 Ofidiofob  Tripanofo  
ia : miedo bia : miedo
a las a las agujas
serpientes e
. inyecciones
.

Trastorno de estrés postraumático

Los sucesos traumáticos generan terror e indefensión, ponen en peligro la integridad


física o psicológica de una persona y dejan con frecuencia a la víctima en tal situación
emocional que es incapaz de afrontarla por sí misma. Cualquier acontecimiento de este
tipo (una agresión sexual o la violencia machista, por ejemplo) supone una quiebra
profunda en el sentimiento de seguridad de una persona (Echeburúa, corral y Amor,
2014; picó-Alfonso, Echeburúa y Martínez, 2008).

Un suceso traumático genera un cuadro clínico solo cuando el acontecimiento supera en


una persona el umbral para el trauma e interfiere negativamente en su vida cotidiana. Es
decir, el trauma viene definido por la respuesta traumática, no por el suceso traumático
en sí mismo. A su vez, el alcance del daño psicológico está mediado por la gravedad del
suceso, la mayor o menor vulnerabilidad de la víctima, la posible concurrencia de otros
problemas actuales (a nivel familiar y escolar/laboral, por ejemplo) y pasados (historia
de victimización), el apoyo social existente y los recursos psicológicos de afrontamiento
disponibles. Todo ello configura la mayor o menor resistencia de la víctima al estrés
(Echeburúa, 2010).

El cuadro clínico más frecuentemente asociado a un suceso de este tipo es el trastorno


de estrés postraumático (TEPT). Los criterios diagnósticos del TEPT en el DSM-5
(American Psychiatric Association, 2013) difieren considerablemente de los expuestos
en el DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994). En concreto, en el DSM-5,
respecto a su versión anterior, los estresores se exponen de forma más explícita, sin
tener en cuenta la reacción subjetiva genérica de la víctima (criterio A), y se señalan
cuatro núcleos de síntomas (a diferencia de los tres de la versión anterior): re
experimentación, evitación conductual/cognitiva, alteraciones cognitivas/estado de
ánimo negativo, que no figuraban explícitamente en el DSM-IV, y aumento de la
activación y reactividad psicofisiológica, que se amplía para incluir también las
conductas de riesgo o autodestructivas. Asimismo se debe especificar ahora si se
presentan adicionalmente síntomas disociativos, se indican los síntomas específicos en
niños menores de 6 años y se elimina la distinción entre el TEPT agudo y crónico
(Bovin, Marx y Schnurr, 2015; Echeburúa, Salaberría y Cruz-Sáez, 2014; Keane et al.,
2014) .
La tasa de prevalencia de este cuadro clínico puede oscilar entre el 0.5% y el 3.5% de la
población adulta, según el DSM-5. En concreto, el TEPT puede estar presente en el
15%-30% de quienes sufren un suceso traumático, con una incidencia más baja en los
supervivientes de una catástrofe o accidente y más alta en el caso de las víctimas de
hechos violentos. Así, las tasas más elevadas se han descrito entre las víctimas de
violencia o de agresiones sexuales, que pueden alcanzar hasta el 50%-70% de las
personas afectadas (Miller et al., 2013; Wittchen, Gloster, Beesdo, Schönfeld y
Perkonigg, 2009)

El TEPT requiere una evaluación cuidadosa. La naturaleza misma de los síntomas -


especialmente la evitación por parte del paciente de cualquier estímulo o referencia
asociados al trauma experimentado-, así como la existencia de fenómenos disociativos,
pueden inducir al terapeuta a no ver la conexión entre los síntomas actuales -ansiedad,
depresión, irritabilidad, consumo abusivo de alcohol, etcétera- y la experiencia del
trauma y, en último término, a no ofrecer el tratamiento adecuado (Echeburúa, corral y
Amor, 2002; McDonald y Calhoun, 2010; Stewart, Tuerk, Metzger, Davidson y Young,
2016)

Un estudio permitió identificar diferencias funcionales y estructurales entre el trauma


craneoencefálico (TCE) y el trastorno por estrés postraumático (TEPT), dos condiciones
difíciles de distinguir debido a la similitud de sus síntomas, que incluyen ansiedad,
depresión, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad y alguna fallas cognitivas, y
cuyo tratamiento es muy diferente.
Los investigadores obtuvieron imágenes con tomografía de emisión de fotón único
(SPECT, por su sigla en inglés) en pacientes con una o ambas condiciones, y los
compararon con imágenes de controles sanos, la sintomatología y tratamiento se
pueden desarrollar justo después de un suceso traumático o no parecer en meses ,
incluyen recuerdos o pesadillas que desencadenan el mismo miedo que se sintió
entonces , así como embotamiento emocional , incapacidad de disfrutar con actividades
de ocio , problemas de memoria , hipervigilancia , sobresaltos , problemas para dormir e
irritabilidad.

Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

Conocido como el toc , el trastorno obsesivo compulsivo se caracteriza por


pensamientos recurrentes que causan ansiedad y la necesidad incontrolable de realizar
actos repetitivos o rituales en un intento de aliviar esa ansiedad , aunque precisamente la
necesidad exacta del toc no se conoce , se cree que se debe a una combinación de
factores y que pueden tener causas diferentes en función de los pacientes , además , El
trastorno obsesivo-compulsivo en general incluye obsesiones y compulsiones. Sin
embargo, también es posible tener solo síntomas de obsesión o solo síntomas de
compulsión. Puedes darte cuenta o no de que tus obsesiones y compulsiones son
excesivas o no razonables, pero te consumen muchísimo tiempo e interfieren en tu
rutina diaria y en tus actividades sociales o laborales. Además de diferentes trastorno o
síndromes que al pasar el tiempo atacan la humanidad se ha convertido para las ciencias
de la salud u otras objeto de estudios en gran precisión para así obtener resultados en
mayor precisión y poder realizar intervención .

Después de haber realizado el resumen de este articulo se ha confirmado la importancia


que ha cobrado actualmente las diferentes patologías existente y así poder llevarlas a un
conocimiento mas preciso de ellas . Además, el espectacular avance en los
conocimientos y en los tratamientos que la ciencia ha traído consigo una forma distinta
de entender a los trastornos mentales y en definitiva, a la psiquiatría.

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