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ESTRUCTURA DE UN SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL EN FINCAS

IMPLEMENTACION DE BUENAS PRÁCTICAS AGROPECUARIAS IBPA

INSTRCUTOR

FREDDYS DE JESUS ELIAS AREVALO

APRENDIZ

ROMULO JOSE SIERRA BERMUDEZ

SENA-CAA

FONSECA LA GUAJIRA
Hoy por hoy, se ha ganado terreno con respecto a involucrar el tema ambiental en
la administración general de la empresa; muchas de ellas manejan los asuntos
Ambientales en forma reactiva para cumplir con los requisitos legales que le
aplican y así evitarse problemas sancionatorios; otras empresas, actúan
Proactivamente o competitivamente, e involucran a nivel administrativo este
Componente como parte de su actividad diaria, la gestión ambiental se traduce en
un aporte en la disminución de costos operativos y administrativos. La gestión
ambiental en la agricultura, cubre varios aspectos de importancia que son
imprescindibles a la sustentabilidad de la actividad en el corto, mediano y largo
plazo, en especial para lograr alimentar a una población global del planeta.

“Un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) es un ciclo continuo de planificación,


implementación y revisión de las actividades que realiza una empresa, para
mejorar su desempeño ambiental, es decir, tiene por objeto perfeccionar la
realización de las actividades de la empresa que eventualmente signifiquen un
impacto negativo al medio ambiente, con el fin de minimizarlos”.

EL SECTOR AGRÍCOLA

En su mayoría es ajeno a esta realidad, y dada la estrecha vinculación de sus


actividades con el medio ambiente y el uso de los recursos naturales, es esencial
que la empresa agrícola sin importar su tamaño, busque minimizar el impacto
adverso que eventualmente causa, con un manejo sustentable del patrimonio
forestal, los recursos naturales y suministrando un sentido de conservación al
consumo de agua y energía en cual ejercen su mayor acción. Una vía integral de
respuesta a este desafió para la empresa agrícola, es la puesta en marcha de un
Sistema de Gestión Ambiental, orientado al manejo agrícola sostenible. Durante el
diseño de un SGAA se determinan y califican varias maneras de ahorrar en uso de
energía agua o insumos agrícolas, lo cual es un beneficio colateral que retribuirá
con creces la inversión que se realiza al adoptar un SGGA. Huelga decir que la
adopción de un SGGA proteje contra posibles multas por incumplimiento de la
legislación a la vez que mejora la relación con clientes, proveedores y terceras
partes interesadas y aumenta la competitividad en el mercado interno y productos
similares importados.
LA AGRICULTURA COMO ELEMENTO CONTAMINANTE DEL AMBIENTE.

La preocupación por los daños generados al ambiente por la agricultura y la


ganadería surgió a finales del siglo pasado, esto, es totalmente comprensible pues
la naturaleza es tan poderosa que ella misma se encargaba de metabolizar todo el
flujo de desechos generados por estas actividades hasta que el volumen supero la
tasa de recuperación y comenzó la fase de “contaminación” lo cual aconteció con
el vertiginoso crecimiento de la población durante el siglo pasado. Debemos
aclarar, para estos efectos, que cualquier sustancia pasa a ser contaminante en el
momento en que rebasa la capacidad de la naturaleza para procesarla.
Dicho lo anterior, podemos decir que las actividades agrícolas producen impactos
sobre el suelo, agua, aire, flora, fauna y paisaje sin olvidar que socialmente puede
hacerlo de forma positiva o negativa. Trataremos a continuación ir describiendo las
acciones que están al alcance de cualquier agricultor, pequeño mediano o grande
para contribuir a mitigar muchos de estos impactos en tres aspectos principales:
Suelo, Agua y Aire.

Gestión Ambiental en la Agricultura del Recurso Suelo.

El primer impacto generado por la agricultura es sobre el suelo pues este es


removido, arado, volteado, desinfectado, fertilizado y a veces sobrecalentado por
la acción de la quema de rastrojos. Todas estas acciones realizadas por el hombre
son impactantes sobre el suelo y pueden y deben ser atenuadas y corregidas en
las labores diarias de cultivo. Cada tipo de suelo tiene sus propias características y
de acuerdo a ellas debe ser elaborado el plan de conservación y manejo del
mismo; si bien, valen las siguientes recomendaciones generales:

Realizar laboreo con aparatos mecánicos solo cuando sea estrictamente


necesario y por una vez, con la finalidad de evitar labores más rápidas y más
agresivas que actúan pulverizando los agregados del suelo, disgregándolos y
deteriorando así la estructura del mismo. La actividad de laboreo mecánico
continuado puede causar el apelmazamiento o compactación (sellado) del suelo
con sus consiguientes inconvenientes para el crecimiento normal de los cultivos.

Se recomienda ampliamente el uso de tratamientos económicos con herbicidas de


baja peligrosidad y sin efecto residual. Esta sustitución permite dejar sobre el
suelo los rastrojos del cultivo anterior lo cual resuelve en gran parte el problema de
la erosión, conserva mejor la humedad del suelo, y aumenta la fijación de dióxido
de carbono en la materia orgánica del suelo.
El uso del rastrojo como un recurso para proteger el suelo del impacto de la
precipitación (lluvia) erosiva y la consiguiente escorrentía es altamente
recomendable.

Gestión Ambiental en la Agricultura del Recurso Agua.

Otro de los recursos para la agricultura con el cual debemos ser altamente
cuidadosos en su uso y conservación es el agua, para ello:

Se debe tener cuidado en no sobreexplotar las fuentes de suministro tales como


lagunas, pozos profundos, etc. Uso racional mediante técnicas modernas de riego
y de mínimo gasto como por ejemplo el riego por goteo manejado de acuerdo a las
necesidades específicas de cada cultivo. Evitar la contaminación de acuíferos por
exceso de fertilizantes inorgánicos agregados al suelo y/o uso de Agroquímicos.
Hay que tener siempre presente que: fertilizantes, estiércol y plaguicidas son las
principales causas de contaminación del agua.
Gestión Ambiental en la Agricultura del Recurso Aire.

La contaminación del recurso Aire en agricultura es muy fácil de cometer y aun así
no darse cuenta de ello, por ejemplo, al utilizar indiscriminadamente fertilizantes
de base inorgánica fuente antropogénica dominante de amoníaco. Recordemos
que la principal fuente de contaminación de aire debido a la agricultura es el
amoníaco que al volatilizarse se convierte en uno de los principales agentes de la
“lluvia acida”. Existen factores que contribuyen a esta volatilización tales como
Clima, Suelo y Manejo. Este último es el factor susceptible de gestionar ya que
está referido a sistema de labranza, dosis y forma de aplicación del fertilizante. La
quema de biomasa proveniente de la agricultura genera una gran cantidad de
dióxido de carbono, uno de los compuestos responsables del “efecto invernadero”.
Destaca en este punto la quema de la caña de azúcar antes de la cosecha y la
nefasta técnica de deforestar quemando el bosque para ahorrar trabajo.

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