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PLAN EDUCATIVO

Mes del corazón: Aprendo y me cuido.

Internos:

Rocio Bruggink Osorio

Bastian Riveros Vasquez

Docentes asistenciales:

Patricia Loyola Muñoz

María Antonieta Rojas Rocco


Título de la actividad educativa: ‘’ Mes del corazón: Aprendo y me cuido’’

Grupo destinatario: Pacientes de la sala de espera CECOSF Lo Figueroa y PSR Corinto.

Escolaridad: Variada.

Lugar: Sala de espera CECOSF Lo Figueroa y PSR Corinto. Fecha: jueves 29 de agosto 2019 Tiempo: 25 minutos

Técnica
Actividad Objetivo educativo Recursos audiovisuales Evaluación Tiempo
educativa
Educación Los pacientes aumentarán Grupal expositiva Imágenes alusivas al tema. Los pacientes nombraran 10
patologías conocimientos sobre las al menos dos formas de
cardiovasculares, principales patologías Folleto. prevenir patologías
complicaciones y cardiovasculares y sus cardiovasculares.
prevención. complicaciones, también
aprenderán a cómo
prevenirlas.
Alimentación Los pacientes aumentarán sus Grupal expositiva Imágenes alusivas al tema. Los pacientes describirán 10
saludable y recetas conocimientos sobre habitos al menos una receta.
saludables alimenticios saludables, y Folleto.
conocerán recetas.
Actividad Los pacientes conocerán Grupal -- -- 5
recreativa posibles ejercicios que podrán demostrativa,
desarrollar en su hogar. demostración de
los ejercicios.
Contenido

Las enfermedades cardiovasculares permanecen como la principal causa de muerte en Chile y en el mundo, a expensas principalmente del ataque
cerebrovascular y del infarto agudo al miocardio.
Los factores de riesgo de infarto agudo al miocardio para América Latina fueron evaluados en sub-análisis de estudio internacional INTERHEART,
que incluyó 6 países de latinoamericanos, entre ellos Chile. En dicho estudio, se encontró que los factores más relevantes que aumentan el riesgo de
padecer un infarto agudo al miocardio son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el tabaquismo, la dislipidemia y la obesidad abdominal.
Entre las estrategias preventivas impulsadas destaca el Examen de Medicina Preventiva, que permite detectar personas con factores de riesgo o
enfermedades en etapas asintomáticas, y el Programa de Vida Sana.
¿Cuáles son los factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares?
Según los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (en inglés, CDC), esos comportamientos son: Las causas principales de las
enfermedades cardiovasculares son el consumo de tabaco, la inactividad física y un régimen alimentario no saludable.
• Uso de tabaco: El fumar cigarrillos causa que se forme una placa en las paredes interiores de las arterias. Es un importante factor de riesgo y los
fumadores tienen dos veces más probabilidades de desarrollar las enfermedades cardiovasculares en comparación a quienes no fuman.
• La falta de actividad física: Los individuos que no hacen suficiente actividad física también tienen dos veces más probabilidades de desarrollar
enfermedades cardiovasculares en comparación a quienes se mantienen físicamente activos. La inactividad física también te puede predisponer a la
obesidad y a la diabetes.
• Hábitos de alimentación: Los individuos que tienen sobrepeso corren mayor riesgo. Se calcula que solamente el 18% de las mujeres y el 20% de los
hombres consumen las cinco porciones recomendadas de frutas y verduras por día.
¿Cómo se puede prevenir?
 Deje de fumar y evite la exposición pasiva al humo de tabaco.
 Reduzca el consumo de alimentos con un contenido alto de grasas saturadas, azúcar y sal Cocine sin agregar sal. (Reemplácela por perejil, albahaca,
tomillo, romero y otros condimentos). Aumente el consumo de frutas y hortalizas.
 Realice al menos 30 MINUTOS diarios de actividad física de manera continua o acumulada: use escaleras, camine, baile, ande en bicicleta, etc.
 Limite el consumo de alcohol.
El tener una historia familiar de enfermedades cardiovasculares también puede ser un factor de riesgo. Recuerda, un factor de riesgo no es causa de la
enfermedad, pero está asociado con su desarrollo. En el caso de las enfermedades cardiovasculares, tú puedes ayudar a reducir el riesgo al mantener o
adoptar comportamientos saludables.
Las enfermedades cardiovasculares permanecen como la principal causa de muerte en Chile y en el mundo, a expensas principalmente del ataque
cerebrovascular y del infarto agudo al miocardio.
Los factores de riesgo de infarto agudo al miocardio para América Latina fueron evaluados en sub-análisis de estudio internacional INTERHEART,
que incluyó 6 países de latinoamericanos, entre ellos Chile. En dicho estudio, se encontró que los factores más relevantes que aumentan el riesgo de
padecer un infarto agudo al miocardio son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el tabaquismo, la dislipidemia y la obesidad abdominal.
Entre las estrategias preventivas impulsadas destaca el Examen de Medicina Preventiva, que permite detectar personas con factores de riesgo o
enfermedades en etapas asintomáticas, y el Programa de Vida Sana.
¿Cuáles son los factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares?
Según los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (en inglés, CDC), esos comportamientos son: Las causas principales de las
enfermedades cardiovasculares son el consumo de tabaco, la inactividad física y un régimen alimentario no saludable.
• Uso de tabaco: El fumar cigarrillos causa que se forme una placa en las paredes interiores de las arterias. Es un importante factor de riesgo y los
fumadores tienen dos veces más probabilidades de desarrollar las enfermedades cardiovasculares en comparación a quienes no fuman.
• La falta de actividad física: Los individuos que no hacen suficiente actividad física también tienen dos veces más probabilidades de desarrollar
enfermedades cardiovasculares en comparación a quienes se mantienen físicamente activos. La inactividad física también te puede predisponer a la
obesidad y a la diabetes.
• Hábitos de alimentación: Los individuos que tienen sobrepeso corren mayor riesgo. Se calcula que solamente el 18% de las mujeres y el 20% de los
hombres consumen las cinco porciones recomendadas de frutas y verduras por día.
¿Cómo se puede prevenir?
• Deje de fumar y evite la exposición pasiva al humo de tabaco.
• Reduzca el consumo de alimentos con un contenido alto de grasas saturadas, azúcar y sal Cocine sin agregar sal. (Reemplácela por perejil,
albahaca, tomillo, romero y otros condimentos). Aumente el consumo de frutas y hortalizas.
• Realice al menos 30 MINUTOS diarios de actividad física de manera continua o acumulada: use escaleras, camine, baile, ande en bicicleta,
etc.
• Limite el consumo de alcohol.
El tener una historia familiar de enfermedades cardiovasculares también puede ser un factor de riesgo. Recuerda, un factor de riesgo no es causa de la
enfermedad, pero está asociado con su desarrollo. En el caso de las enfermedades cardiovasculares, tú puedes ayudar a reducir el riesgo al mantener o
adoptar comportamientos saludables.

Una dieta y un estilo de vida saludables son las mejores armas para luchar contra la enfermedad cardiovascular (CV).
Los nutrientes de la dieta influyen en la salud CV, en general, las grasas saturadas elevan la Colesterol total y el Colesterol-LDL; las grasas trans son
aún más aterogénicas (elevan el Colesterol LDL y reducen el Colesterol HDL). Además, el consumo elevado de sodio se asocia con una mortalidad
CV mayor. Los Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 modifican positivamente el perfil lipídico, la tensión arterial, la función cardiaca, presentando
además efectos antiagregantes plaquetarios y antiinflamatorios. Un consumo adecuado de frutas y verduras (cinco raciones/día), de pescado (40- 60
g/día), de pescado azul (dos raciones/semana), el consumo frecuente de frutos secos (no salados ni fritos) y el consumo de aceite de oliva virgen son
medidas protectoras del riesgo CV.
El primer paso en el plan terapéutico de un paciente con hiperlipemia (prevención primaria) es modificar sus hábitos alimentarios, practicar actividad
fisica, recuperar el peso saludable y abandonar el tabaco y el alcohol si correspondiese.
En tanto, las medidas dietéticas relacionadas con la Hipertensión Arterial (HTA) pasan por recuperar un peso adecuado, reducir el consumo de sal,
aumentar el consumo de frutas, verduras y hortalizas, moderar el consumo de alcohol y reducir el consumo de grasas totales y saturadas.
Los objetivos del tratamiento dietético en la diabetes incluyen el logro de un peso adecuado, con el mantenimiento de los niveles de glucosa lo más
próximos al rango de normalidad, y la mejoría del perfil lipídico y de la presión arterial; todo ello teniendo en cuenta las preferencias personales y
culturales de los pacientes. Puesto que el 80% de los diabéticos tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad,
se debe considerar en primer lugar si el paciente precisa una dieta hipocalórica. El alto consumo de azúcares añadidos, especialmente en bebidas y
jugos azucarados, productos de pastelería, snacks y dulces y su alto impacto negativo en la salud, ha llevado a la OMS a replantearse las actuales guías
que consideran como aconsejable una ingesta máxima del 10% de las calorías totales diarias, reduciéndolos a un 5%. Entre los azúcares añadidos, la
alta cantidad de fructosa, un azúcar normalmente presente especialmente en las frutas (pero también en el azúcar de mesa), ingerida mayoritariamente
a través de bebidas y jugos endulzados con jarabe de maíz de alta fructosa, ha centrado la atención de los investigadores por sus efectos diabetogénicos,
obesogénicos y aterogénicos, entre otros
En el momento actual, aun con los tratamientos farmacológicos de los que se disponen (estatinas, resinas, ácido nicotínico, fibratos, ezetimiba), la dieta
demuestra reducciones adicionales del Colesterol LDL y de los Triglicéridos cifradas en un 5%-20% (152). La dieta es la piedra angular en la que se
sustenta la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, junto a la práctica de un estilo de vida saludable, que reducirá el coste del
tratamiento farmacológico y el número de individuos que lo requieren.
El estudio DASH ha demostrado que una modificación de los hábitos dietéticos, con un incremento de la ingestión de frutas, vegetales, pescado azul,
cereales integrales y frutos secos, y con una reducción de la de grasa, carne roja y dulces, es capaz de disminuir la presión arterial en pacientes
normotensos, y de forma similar a la que se logra con una monoterapia antihipertensiva en pacientes hipertensos.
El colesterol se encuentra únicamente en alimentos de origen animal, como carnes, vísceras, embutidos, lácteos enteros (leche, queso, mantequilla),
huevos, pescado y marisco. Puesto que muchos de estos alimentos también contienen grasas saturadas en su composición no es aconsejable consumirlos
en exceso. Las legumbres, los cereales integrales, las frutas y las verduras constituyen la principal fuente de fibra dietética, que también interfiere en la
solubilización de colesterol en el aparato digestivo, de tal forma que también se reduce de modo marginal su absorción y sus concentraciones séricas.
Chile por su topografía, clima y hábitos alimentarios, como por su abundante variedad de pescados, frutas, verduras y ahora último por su gran
producción de aceite de oliva, posee todas las ventajas para facilitar el seguimiento de una patrón alimentario similar a la Dieta Mediterránea. En
síntesis, la reducción de la morbimortalidad por enfermedad cardiovascular es posible e involucra una serie de cambios de estilos de vida, los cuales
pueden ser resumidos de una manera general en seguir una alimentación equilibrada tipo Dieta Mediterránea, realizar actividad física regularmente y
mantener el peso corporal dentro de lo normal.

 Folleto 1:
 Folleto 2:
 Cartel 1:
 Cartel 2:
Bibliografía
1. MINSAL, mes del corazón, 2018, sitio web visitado: 22/08/2019 a las 14:15hrs, link: minsal.cl/mes-del-corazon-2018/
2. Organización Panamericana de la Salud: Salud en las Américas, 2007, sitio web visitado: 22/08/2019 a las 14:00hrs, link:
https://www.paho.org/chi/index.php?option=com_content&view=article&id=172:enfermedades-cardiovasulares&Itemid=1005
3. Organización Mundial de la Salud, Enfermedades cardiovasculares, 2019, sitio web visitado: 22/08/2019 a las 14:30hrs, link:
who.int/cardiovascular_diseases/about_cvd/es/
4. MINSAL. (2018, enero). Guía de Práctica Clínica Tratamiento Farmacológico de la Diabetes Mellitus tipo 2. Recuperado 25 agosto, 2019, de
https://diprece.minsal.cl/wrdprss_minsal/wp-content/uploads/2018/01/DIABETES-MELLITUS-TIPO-2-1.pdf
5. Izquierdo, J. Q. (2012, mayo). Nutrición y enfermedad cardiovascular: hiperlipemias, hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca congestiva. Recuperado 25
agosto, 2019, de https://www.kelloggs.es/content/dam/europe/kelloggs_es/images/nutrition/PDF/Manual_Nutricion_Kelloggs_Capitulo_20.pdf
6. Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). (2014, 28 agosto). Nutrición y salud cardiovascular. Recuperado 25 agosto, 2019, de
http://nutricionyvida.cl/nutricion-y-salud-cardiovascular/
7. Meco, J. F, & Pascual, V. (2007). GUIA DE ALIMENTACION CARDIOSALUDABLE EN ATENCION PRIMARIA. Recuperado 25 agosto, 2019, de
http://www.se-arteriosclerosis.org/assets/alimentacion-cardiosaludable-en-atencion-primaria-guia-instituto-flora.pdf

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