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I.

INTRODUCCIÓN - CONCEPTO DE LEASING 1


Es de buena práctica metodológica comenzar conceptualizando el objeto que tenemos bajo estudio. Sin embargo, en
este caso, quisiera advertir al lector que no existe en nuestro derecho un concepto único de leasing que sirva para
abarcar todas las modalidades que pueden presentar estos contratos. 2
El término leasing, deriva del verbo inglés to lease, que significa alquilar, arrendar, dar en arriendo.
Ya desde los primeros estudios que se hicieron en nuestro país sobre el contrato de leasing, los autores observaron las
dificultades que presentaba la utilización del término foráneo y/o su traducción literal y propusieron su reemplazo por
otras denominaciones tales como "arrendamiento financiero" o "locación financiera" 3. No obstante, terminó
prevaleciendo el uso del término "leasing", y esto dio lugar algunas confusiones.
En 1981, en un asunto que versaba sobre cuál debía ser la interpretación correcta del negocio que las partes habían
celebrado, se dijo: "La denominación de "leasing", especialmente en el mercado financiero y, particularmente en el de la
venta de automotores, se aplica para designar distintas operaciones que van, desde el "alquiler puro y simple" hasta las
modalidades más avanzadas en las que aquél se presenta como un alquiler, con opción de compra, o, con la facultad de
realquilar el vehículo bajo nuevas condiciones, o, con otras variantes más sofisticadas." 4 En igual sentido se expidió la
misma sala en mayo de 1988.5

1
Este tema lo desarrollé más extensamente en "Leasing", Zeus, Tomo 93.
2
Hablar de modalidades no significa adherir a la teoría que identifica modalidades con
subtipos. Así también lo interpretan FRESNEDA SAIEG MÓNICA L., FRUSTAGLI
SANDRA A. Y HERNÁNDEZ CARLOS A., ("Leasing", Ed. Depalma, Bs. As., 2002, p. 27),
que en referencia al art. 5 de la ley 25248 sostienen "los supuestos que ... se enuncian
como diferentes modalidades de elección del bien en el contrato de leasing, en
realidad, vienen a conformar diversos tipos de leasing ligado cada uno de ellos a una
función económico-social propia". En contra -y, en mi opinión, erróneamente-
CALEGARI de GROSSO, LYDIA E., ("El contrato de leasing", Ed. Abeledo-Perrot, Bs. As.,
2001, p. 297/8), en referencia al mismo artículo dice que la ley habla de modalidades y
no de tipos "siguiendo a la mejor doctrina que, de manera más correcta, se refiere a
modalidades o subtipos antes que a tipos de leasing." (...) "El leasing, ... antes de
conformar dos o más tipos, como estiman algunos autores, constituye un solo tipo: el
leasing, simple y llanamente, con varios subtipos: leasing internacional, mobiliario,
inmobiliario, lease-back, etcétera."
3
LINARES BRETÓN SAMUEL F., ("El contrato de locación financiera. Leasing", LL,
139-999, año 1970, p. 999 y 1001), "Leasing, traducido literalmente del inglés, significa
locación, pero entendemos que no podemos adoptar esa traducción para nominar a esta
operación en el mercado nacional porque no refleja su función de financiamiento, y más
vale, es equívoca e insuficiente. Por ello consideramos apropiado llamarlo "locación
financiera" y luego se refiere a la locación financiera como "un acto jurídico complejo
integrado por dos contratos típicos, compraventa y locación que se ejecutan en forma
complementaria."
VARANGOT CARLOS JORGE, ("Arrendamiento financiero. Leasing", ED-50-603, año
1973, p. 604), expresa que "a este contrato se lo identifica con distintos nombres:
Leasing, en EE.UU. e Inglaterra, crédit-bail en Francia, locatio-financement en Bélgica,
arrendamiento financiero en España. Nosotros optamos por el nombre del epígrafe, es
decir arrendamiento financiero."
También: ARGERI SAÚL A., ("Contrato de "leasing". Arriendo financiero", LL-1978-C, p.
1090); HOUSSAY LEOPOLDO J., ("El leasing: un contrato de locación financiera", LL-
1975-A, p. 1187), quien en p. 1196 publica su Proyecto de Regulación del Régimen del
Contrato de Locación Financiera; MARZORATI OSVALDO J., ("El leasing como forma de
inversión extranjera" , RDCO, Año 6, Nros. 31 a 36, Ed. Depalma, Bs. As., 1973, p. 715);
NOACCO JULIO CÉSAR, ("El contrato de locación financiera o leasing" JA-Doctrina,
1973, p. 120); ROVIRA ALFREDO L., ("Contrato de "leasing" o locación financiera.
Necesidad de legislarlo", JA-Tomo IV-1976, p. 633).
4
CNCom, sala B, 27/7/81, Lama S. A. Construcciones c. Ford-Finanfor S. A. Cía.
Financiera, LL-983-A, 79 y ED-102-679.
5
CNCom, Sala B, 31/5/88, IBM Argentina S. A. c/ Astilleros Neptuno S.C.A., ED-133-
572.
1
A partir del dictado de las leyes 24.441 y 25.248, la cuestión, que debió haberse simplificado, ya que para alcanzar el
concepto de leasing debería ser suficiente la remisión al texto de la ley, no ha dejado de ser motivo de debate.
La ley 24.441, definió al leasing en su art. 27, como un contrato de locación de cosas al que se le agrega una opción de
compra a favor del tomador, y que debía reunir además ciertos requisitos. En este art. la ley se refería al leasing
financiero. En su art. 28 ampliaba la facultad de celebrar contratos de leasing en calidad de dador a otros sujetos, y
establecía bajo qué requisitos, dando cabida de este modo al llamado leasing operativo. 6 La ley mereció críticas
fundamentalmente por la asimilación del leasing con el contrato de locación, por su tratamiento indiscriminado del leasing
financiero y el leasing operativo y por algunas fallas de su redacción, entre otras. 7
Además, la regulación legal no impidió que el término leasing siguiera siendo utilizado para referirse a otros contratos
que quedaban fuera de su normativa.
Así se ha dicho en la jurisprudencia: "No escapan a mi valoración las particularidades del convenio de autos, que lo
diferencian del instituto consagrado en la ley 24.441. Tal es el caso, por ejemplo, de que la dadora no es una entidad
financiera, ni tampoco una entidad que tenga por objeto la realización de este tipo de contratos. Otro tanto ocurre con el
objeto del leasing de autos. Ello por cuanto se ventila en la especie un leasing sobre derechos." 8. En realidad, si el
contrato no encuadraba en la normativa de la ley 24.441, lo correcto hubiese sido calificarlo directamente como atípico y
no como un contrato de leasing sin regulación legal, ya que el término leasing no es, o no debería ser, un término de
aplicación subsidiaria a todas las relaciones atípicas que tengan algún rasgo de similitud con la compraventa o la
locación.
En la regulación legal vigente, la ley 25.248 en su art. 1 define al leasing como el contrato en el cual el dador confiere al
tomador la tenencia de un bien cierto y determinado para su uso y goce, contra el pago de un canon y le confiere una
opción de compra por un precio. En relación a este artículo reconocidos autores que han afirmado que "El concepto
abstracto de leasing definido en la ley, e integrado por unos pocos rasgos que servirán para determinar la subsunción de
un negocio concreto dentro del mismo, es criticable desde que, ... se aparta de la verdadera figura del leasing, es decir,
del leasing financiero."9

6
Ley 24.441, ART. 27.- Existirá contrato de leasing cuando al contrato de locación de
cosas se agregue una opción de compra a ejercer por el tomador y se satisfagan los
siguientes requisitos:
a) Que el dador sea una entidad financiera, o una sociedad que tenga por objeto la
realización de este tipo de contratos;
b) Que tenga por objeto cosas muebles individualizadas compradas especialmente por
el dador a un tercero o inmuebles de propiedad del dador con la finalidad de locarlas al
tomador;
c) Que el canon se fije teniendo en cuenta la amortización del valor de la cosa,
conforme a criterios de contabilidad generalmente aceptados, en el plazo de duración
del contrato. No rigen en esta materia las disposiciones relativas a plazos máximos y
mínimos de la locación de cosas;
d) Que el tomador tenga la facultad de comprar la cosa, mediante el pago de un precio
fijado en el contrato que responda al valor residual de aquélla. Esa facultad podrá ser
ejercida a partir de que el tomador haya pagado la mitad de los períodos de alquiler
estipulados, o antes, si así lo convinieron las partes.
Ley 24.441, ART. 28.- También podrán celebrar contrato de leasing los fabricantes e
importadores de cosas muebles destinadas al equipamiento de industrias, comercios,
empresas de servicios, agropecuarias o actividades profesionales que el tomador utilice
exclusivamente con esa finalidad. Serán aplicables a este contrato las disposiciones de
los incisos b), c) y d) del artículo anterior y, en lo pertinente las demás disposiciones de
este título. En este contrato no serán válidas las renuncias a las garantías de evicción y
vicios redhibitorios.
7
BARREIRA DELFINO EDUARDO, ("Categorización jurídica del leasing", JA-1998-II, p.
988). En comentario a la ley 24441 dice: "La figura del leasing es uniformemente
considerada en el derecho comparado como una técnica moderna y novedosa de
financiación ... En nuestro país –principalmente luego de la desacertada regulación
intentada por la ley 24441- el leasing ha desembocado en una maraña de confusión que
conspira contra su adecuado encuadramiento jurídico, (...) Más aún, esta incertidumbre
jurídico-conceptual sobre el leasing, resiente sus posibilidades de difusión en el país y
en el ámbito del Mercosur."
8
Del dictamen del Fiscal de Cámara. CNCiv, Sala H, 12/3/99, Lanfranco de Beckford c.
Ianello, ED-182-455.
9
FRESNEDA SAIEG Y OTROS, Op. cit., p. 27.
2
Para finalizar. Pareciera ser que lo más correcto y acorde con lo propuesto por la doctrina que más ha avanzado sobre el
tema, es utilizar el término "leasing" sin aditamentos para referirse al leasing financiero, reservando para los demás
contratos (leasing operativo, lease-back, etc.) la denominación compuesta, pero hoy la actual regulación no permite ese
tratamiento y el tema sigue siendo motivo de conflicto.

II. LEASING FINANCIERO


El leasing financiero es el contrato que tiene por finalidad la financiación de bienes, y por el cual, la parte dadora, previa
adquisición de un bien conforme instrucciones recibidas del tomador, lo cede a éste para su uso y goce, por un plazo
determinado, mediante el pago de un canon.
Generalmente al tomador se le concede la facultad de optar, a la finalización del plazo previsto, por adquirir el bien en
propiedad, mediante el pago de su valor residual.
En un principio se lo consideró un contrato dirigido a proveer bienes de equipamiento o de capital a empresas
comerciales o industriales o a profesionales que requieran de los mismos para el ejercicio de su actividad, pero luego se
admitió la utilización del leasing para la adquisición de bienes de consumo personal.
La principal función que cumple el leasing es permitir al tomador acceder a la utilización de un bien de su elección,
obteniendo financiamiento por el monto total de la operación y sin tener que otorgar garantías especiales, ya que es el
mismo bien el que, por quedar en propiedad del dador, garantiza el cumplimiento del contrato.
Tenemos entonces que este contrato forma parte de una operatoria en la que intervienen tres sujetos celebrando dos
contratos distintos: compraventa, entre vendedor y dador de leasing, y leasing, entre dador y tomador. Ambos contratos
se ejecutan en forma complementaria constituyendo un "acto jurídico complejo", conforme lo explicaba Linares Bretón, o
también podemos decir que ambos contratos son autónomos pero conexados, según la interpretación de la doctrina más
moderna.10
Entre las definiciones más aceptadas y difundidas por la doctrina se encuentran la de Marzorati para quien "El leasing es
una operación financiera consistente en facilitar la utilización de equipos y maquinarias, a quien carece de capital
necesario para su adquisición, merced a una financiación a largo o mediano plazo, coincidente con el término de
amortización del bien en cuestión y garantizada con el bien objeto de ella, cuyo dominio se reserva, mediante el pago
periódico de un alquiler o canon, con la posibilidad de adquirirlo a su conclusión por un valor determinable." y agrega "Se
trata de una operación financiera, puesto que quien habitualmente reviste la calidad de lessor o locador es una entidad
de tal carácter, que adquiere bienes que le son solicitados especialmente por el futuro locatario. Es decir, no se trata de
un fabricante que extrae de su stock un bien de su propiedad y lo da en locación o lo vende garantizando su calidad y
funcionamiento."11
También la contenida en el art. 1 del Real Decreto Nro. 55 de Bélgica de 1967, que en nuestro país fue fuente del
Proyecto de Reformas al Código Civil de 1993, y que caracteriza al leasing como el "contrato de financiación por el cual
un empresario toma en locación de una entidad financiera un bien de capital, previamente adquirido por ésta a tal fin a
pedido del locatario, teniendo este arriendo una duración igual al plazo de vida útil del bien y un precio que permite al
locador amortizar el costo total de adquisición del bien durante el plazo de locación, con más un interés por el capital
adelantado y un beneficio. Facilitando, asimismo, al locatario a adquirir en propiedad el bien al término de la locación
mediante el pago de un precio denominado valor residual." 12
Y, en una definición menos descriptiva que las citadas, Nicolau dice que leasing es "el negocio jurídico bilateral, contrato,
celebrado por una entidad denominada dadora, que con el fin de otorgar financiamiento a su cliente, denominado
tomador, adquiere un bien por indicación del mismo, entregando a éste su uso y goce, por un precio en dinero, durante
un plazo determinado, a cuyo término podrá optar el tomador por adquirir el dominio, previo pago de su valor residual" 13.
La Convención de Unidroit sobre Leasing Financiero Internacional, Ottawa, 1988, refiere al leasing financiero como una
operación en la cual: el usuario (lessee) especifica el bien y elige al vendedor, y la adquisición del bien incumbe al
arrendador financiero (lessor) en virtud de un contrato de leasing concluido o a concluir entre el arrendador financiero
(lessor) y el usuario (lessee), del cual el vendedor tiene conocimiento. Por el contrato de leasing celebrado entre dador y
tomador, el dador le concede al tomador el derecho a utilizar el bien a cambio del pago de cánones o cuotas. Con esta
descripción se tipifica al leasing financiero como un negocio tripartito que se integra con dos contratos. Para la
Convención la inclusión de opción de compra no es requisito esencial. 14
II.1. LEY 25.248
En la ley 25.248 encontramos la referencia al leasing financiero en los inc. a), b), y c) del art. 5. La ley trata al contrato
como una "modalidad en la elección del bien". Aunque no se entiende qué quiere decir la ley con ese epígrafe, es fácil
reconocer que en su art. 5 en realidad refiere a distintos contratos de leasing, correspondiendo los incisos a), b) y c) al
leasing financiero.
10
LINARES BRETON, Op. cit., p. 1001; CALEGARI DE GROSSO, Op. cit., p. 31 y 289.
11
MARZORATI, Op. cit., p. 715.
12
MARTORELL ERNESTO E., "Tratado de los contratos de empresa", Tomo I, Ed.
Depalma, Bs. As., 1993, p. 364.
13
NICOLAU NOEMÍ LIDIA, "El leasing. Algunos aspectos jurídicos. Su problemática en
el ámbito inmobiliario" LL-1987-B, p. 958.
14
La Convención de Unidroit sobre Leasing Financiero Internacional, Ottawa, 1988
trata exclusivamente el leasing financiero mobiliario internacional. A la fecha son
estados parte: Francia, Italia, Nigeria, Panamá, Hungría, Letonia, Bielorrusia,
Federación Rusa y Ouzbekistán. Argentina no la ha ratificado.
3
La ley reconoce la estructura tripartita de la operatoria, derivada de la necesaria celebración de dos contratos:
compraventa y leasing, y en el art. 6 sobre responsabilidades, acciones y garantías, le da un tratamiento diferenciado y
exclusivo. Sin embargo, cabe recordar que ningún momento a lo largo de su articulado, la ley utiliza la denominación
leasing financiero.
De la lectura de sus disposiciones, podemos decir que, para la ley, leasing financiero es el contrato por el cual el dador
conviene transferir al tomador la tenencia de un bien cierto y determinado para su uso y goce, y confiere al tomador una
opción de compra por un precio. (Art. 1). El bien objeto del contrato es adquirido por el dador a persona indicada por el
tomador, o conforme instrucciones recibidas del tomador (Art. 5 inc. a, b y c), y con la adquisición del bien, el dador
cumple su obligación. El dador puede liberarse convencionalmente de las responsabilidades de entrega y de las
garantías de evicción y vicios redhibitorios y el tomador puede reclamar del vendedor, sin necesidad de cesión, todos los
derechos que emergen del contrato de compraventa. (Art. 6)
Como contraprestación por el uso y goce del bien, el tomador se obliga a abonar al dador un canon (Art. 1).
Lo primero que se puede señalar es que si la ley conceptualizó al leasing en su primer artículo, y dijo que la obligación a
cargo del dador era "transferir la tenencia de un bien cierto y determinado para su uso y goce, contra el pago de un
canon", no resulta luego acertado modificar esa prestación, basándose en una presunta modalidad de elección de los
bienes y disponer que la prestación a cargo del dador es adquirir el bien, pudiendo eximirse de la responsabilidad por la
entrega.
En el leasing financiero la obligación a cargo del dador es conceder el uso y goce de un bien que ha adquirido con
anterioridad, pero no adquirir el bien y así habrán de interpretarse los arts. 1, 5 inc. a), b) y c), y art. 6 de la ley.
El tema de la obligación del dador se vincula directamente con la contraprestación debida por el tomador. Si la obligación
fuera solamente de adquirir el bien, la contraprestación del tomador sería la de abonar el canon, aún cuando no se le
hubiese entregado el bien en uso y goce.
Nuestra jurisprudencia, en oportunidad de tener que expedirse sobre el tema, en un caso en el cual el vendedor no había
cumplido con la obligación de entrega del bien, dijo: "No existen dudas de que la carga de entregar la aludida máquina
pesa sobre la vendedora y de que la locadora ninguna responsabilidad asume por las demoras en la ejecución de la
prestación. Lo dicho, empero, no significa que los alquileres deban pagarse, sin más, medie o no entrega de la
cosechadora. Una cosa es desligarse de responsabilidad por los daños que pueda ocasionar el tardío cumplimiento del
deber prometido y otra cosa bien distinta es pretender fundar en esa estipulación el derecho a percibir el arriendo sin
haber sido entregado el objeto debido." ... "No resulta exigible el pago del precio de la locación, sin haberse entregado el
objeto debido, puesto que una comprensión basada en los principios de buena fe (art. 1198, Cód. Civ.) autoriza a concluir
que el pago del canon previsto está condicionado a la disponibilidad de uso de la cosa." 15
La Convención de Unidroit, en su art. 12 faculta al usuario a resolver el contrato en los casos de falta o defecto en la
entrega, y a retener los pagos en concepto de cánones.
A la luz de la ley 24.240 de Defensa del Consumidor (arts. 14 y 37), ha dicho la doctrina que la cláusula por la cual el
dador se exime de responsabilidades, admitida por el art. 6 de la ley 25.248, merece ser considerada nula y abusiva, por
cuanto comporta una renuncia o restricción de los derechos que desnaturaliza el vínculo contractual. 16
La amplitud con que la ley autoriza al dador a exonerarse de responsabilidades, se atempera con la facultad concedida
al tomador de ejercer acción directa contra el vendedor del bien a fin de exigir el cumplimiento de las obligaciones
emergentes del contrato de compraventa, sin necesidad de cesión. 17
No obstante la regulación legal aparece como insuficiente, ya que además de no resolver el conflicto entre falta o defecto
en la de entrega y obligación de abonar el canon, no se ocupa del supuesto de resolución del contrato de compraventa
por incumplimiento del vendedor. Así, según surge de la ley, el tomador deberá seguir abonando los cánones sin poder
reclamar nada al dador ni pedir resolución del contrato de leasing, teniendo solamente acción por daños y perjuicios
contra el vendedor. Esta solución hace que el contrato de leasing regulado en la ley se parezca más a un préstamo con
garantía, que a un verdadero leasing.
Sobre el tema, señala Weingarten que: "En materia de leasing, las soluciones jurisprudenciales extranjeras han superado
la valla del efecto relativo de los contratos, admitiendo la repercusión de la resolución de la compraventa sobre el
contrato de leasing, estableciendo que "la resolución de la compraventa tiene por efecto privar de causa al contrato de
leasing que, de este modo, debe ser declarado resuelto" (sentencia de la 1ª. Sala Civ. de la Cour de Cassation de París
del 11/12/85)." La doctrina española se orienta en similar sentido. ...". 18
II.2. LOS SUJETOS
II.2.1. EL DADOR
Normalmente se consideró que el dador en un contrato de leasing debía ser una entidad financiera o sociedades que
tuvieran como objeto exclusivo la realización de ese tipo de contrato. Este criterio era sustentado por quienes veían al

15
CNCom, Sala C, 20/10/82. Bullrich S.A. de Inversiones Cía. Financiera c. Yunes
Alfredo y otra, ED-103-499.
16
WEINGARTEN CELIA, "Leasing: Ley 25.248. Contratos conexados y reparación de
daños.", LL-2000-E, p. 1242; FRESNEDA SAIEG Y OTROS, Op. cit., p. 62-3.
17
Coinciden en que es acción directa FRESNEDA SAIEG y otros, Op. cit., p. 58 y
CALEGARI de GROSSO, Op. cit., p. 290. En opinión contraria WEINGARTEN, Op. cit.,
p. 1245, que la califica de subrogatoria.
18
WEINGARTEN, Op. cit., nota 10 en p. 1244.
4
leasing como un contrato que, por su naturaleza, debía encuadrarse dentro de las operaciones financieras que sólo esas
entidades o personas autorizadas podían realizar.19
En nuestra legislación, las primeras referencias al contrato de leasing se encuentran en la ley 18.061 de Entidades
Financieras, que en sus artículos 17 inc. m), 18 inc. i) y 20 inc. k) autorizaba a los bancos de inversión, a las compañías
financieras y a los bancos comerciales a "dar en locación bienes de capital adquiridos con tal objeto". Las posteriores
modificaciones a la ley 18.061, no introdujeron variaciones de consideración al tema y la actual ley 21526 mantiene igual
regulación en sus artículos 21, 22 inc. j) y 24 inc. k).
Si bien la ley 18.061 no regulaba el contrato de leasing, sino que sólo refería a la posibilidad de que determinadas
entidades celebren ese tipo de contrato, parte de la doctrina vio en sus disposiciones una limitación en cuanto a la
calidad que debía revestir el sujeto dador, entendiendo que no era posible su extensión a otros sujetos distintos a los que
ley mencionaba.
Sin embargo, para otro sector, las disposiciones de la ley 18.061 no significaban una prohibición para que otros sujetos,
que operan fuera del ámbito de aplicación de la ley, pudieran constituirse en dadores en un contrato de leasing. 20
La ley 24.441 en su art. 27 inc. a) establecía que el dador en un contrato de leasing financiero debía ser una entidad
financiera, o una sociedad que tenga por objeto la realización de este tipo de contratos. La ley eliminó el requisito de
objeto exclusivo para las sociedades dadoras de leasing, que contemplaba el art. 1145 del Proyecto de Reformas al
Código Civil de 1993 y en lo demás mantuvo su redacción.
La ley 25.248, al igual que lo hacía el Proyecto de Código Civil y Comercial de 1998, no establece ningún requisito ni
limitación para ser dador de un contrato de leasing. En el Mensaje de Elevación se expresó que: "Con el fin de flexibilizar
la figura de modo tal que el leasing sea una respuesta concreta a las necesidades reales existentes en la actualidad, el
proyecto habilita a cualquier persona con capacidad suficiente a ser tomador o dador".
II.2.2. EL TOMADOR
Se consideraba, en los primeros estudios sobre este contrato, que el tomador debía ser una empresa, atendiendo a la
función de financiación de activos empresarios que se le asignaba al leasing. 21 No obstante, había quienes entendían
que era posible la extensión a los particulares, sin que por eso se viera alterada la naturaleza del contrato.
La ley 24.441 nada disponía en referencia al tomador de un leasing financiero, por tanto se entendía que podían ser
tanto las personas jurídicas como físicas. De igual manera la ley 25.248, no establece limitaciones ni requisitos para ser
tomador en los contratos de leasing financiero, permitiéndose así su utilización en todos los ámbitos, incluido el de
consumo personal.
II.2.3. EL PROVEEDOR
El proveedor o vendedor es el sujeto indicado por el tomador al dador, para que adquiera de éste el bien que luego el
tomador recibirá en leasing.
El proveedor no es parte en el contrato de leasing, si bien no se lo considera totalmente ajeno a la operatoria.
La Convención de Unidroit, al estructurar al leasing como un negocio trilateral integrado por dos contratos, establece que
tanto el dador, como el tomador y el proveedor son partes del mismo. (Art. 1)
En nuestro derecho, el proveedor es parte del contrato de compraventa que celebra con el dador del leasing, pero
tercero respecto al contrato de leasing que se celebra entre dador y tomador. No obstante, en virtud del contrato de
leasing el tomador podrá reclamarle el cumplimiento de las obligaciones que surgen del contrato de compraventa
celebrado con el dador, sin necesidad de cesión. (Art. 6 de la ley 25.248).
II.3. OBJETO
En primer lugar, y a fin de no detenerme en consideraciones acerca de lo que debe entenderse por objeto de los
contratos, cuestión que aún hoy sigue generando debates, diré que de lo que aquí se trata es de determinar qué bienes
pueden ser dados en leasing, esto es, pueden ser objeto (mediato) de un contrato de leasing.
El tema de los bienes que pueden ser dados en leasing, había motivado distintas opiniones doctrinarias que iban desde
quienes sostenían que únicamente podían ser objeto de este contrato los bienes de capital o de producción hasta
quienes consideraban que, al no haber disposición que lo prohibiera o lo regulara, cualquier bien, con excepción de las
cosas consumibles y fungibles, podía ser objeto del contrato. 22
Establece la ley 25.248 en su art. 2 que pueden ser objeto del contrato cosas muebles e inmuebles, marcas, patentes o
modelos industriales y software, de propiedad del dador o sobre los que el dador tenga la facultad de dar en leasing.
Superando las discusiones que en torno al tema se habían planteado en la doctrina, la ley admite en su enumeración no
sólo a las cosas muebles e inmuebles, sino también a bienes inmateriales. En su art. 7 autoriza además a incluir en el
contrato a los servicios y accesorios necesarios para el diseño, la instalación, puesta en marcha y puesta a disposición
de los bienes dados en leasing.
Así, la única restricción estaría dada por el art. 1 que, al disponer que el bien deber ser "cierto y determinado", reafirma
que las cosas consumibles y fungibles, por su propia naturaleza, no resultan susceptibles de ser objeto de leasing.

19
LINARES BRETÓN, Op. cit., p. 999; MARTORELL, Op. cit., p. 391; ROVIRA, Op. cit.,
p. 635; VARANGOT, Op. cit., p. 609.
20
MARZORATI, Op. cit., p. 717; MARTORELL, Op. cit., p. 390; ROVIRA, Op. cit., p. 635.
21
ARGERI, Op. cit., p. 1090; HOUSSAY, Op. cit., p. 1194.
22
CASTRO MADERO FERMÍN O., "Distintos aspectos del leasing inmobiliario en la
Argentina", LL-1995-D, p. 1566; LINARES BRETÓN, Op. cit., p. 1002; VARANGOT, Op.
Cit., p. 610.
5
Esta amplitud en cuanto a los bienes que pueden ser objeto de leasing, se armoniza con la posibilidad de que cualquier
sujeto pueda ser dador o tomador del contrato y responde a la intención del legislador de flexibilizar la figura, a fin de
facilitar la celebración de estos contratos.
Con relación a la ley anterior, 24.441, la ley 25.248 representa una novedad por la incorporación de bienes inmateriales.
II.4. PLAZO
Las prestaciones de las partes en el contrato de leasing se cumplen necesariamente a lo largo de un período más o
menos prolongado en el tiempo, perteneciendo a la categoría de los contratos denominados de tracto sucesivo o
ejecución continuada.
El plazo entonces es un elemento esencial del contrato de leasing y su duración debe estar determinada en el contrato.
Su fijación se vincula directamente con el bien objeto del leasing, con el período de vida útil del mismo y con los
intereses de las partes, es decir, el tiempo durante el cual el tomador estima necesario disponer de los bienes, y el
tiempo que resulte suficiente para que el dador recupere la inversión con más un beneficio.
La ley 25.248 no refiere al plazo en forma expresa, pero tácitamente surge que éste deberá ser pactado por las partes,
disponiéndose en su art. 26 que son inaplicables los topes legales de plazos máximos y mínimos previstos para los
contratos de locación de cosas.
II.5. PRECIO (CANON)
El precio o canon es elemento esencial del contrato de leasing, por tratarse de la principal obligación a cargo del
tomador. Tanto su monto como su periodicidad deben encontrarse previstos en el contrato.
En relación al monto, por tratarse de una operación financiera su determinación se hace tomando en consideración el
costo del dinero, y comprende la amortización del capital invertido por la entidad financiera en la adquisición del bien, los
intereses, gastos y margen de beneficio de ésta.23
La ley 24.441 en su art. 27 inc. c) establecía que el canon debía fijarse teniendo en cuenta la amortización del valor de la
cosa, conforme a criterios de contabilidad generalmente aceptados, en el plazo de duración del contrato. Esta referencia
a cómo debía integrarse el canon del leasing mereció críticas por incompleta, ya que no es solamente la amortización del
bien lo que debe ser tenido en cuenta, y por imprecisa al remitir a "criterios de contabilidad generalmente aceptados".
En la ley 25.248, el canon es elemento esencial del contrato (art. 1) y el monto y la periodicidad del mismo quedan
sujetos a lo que las partes acuerden (art. 3). Asimismo se dispone que podrán incluirse en el canon los importes
correspondientes a servicios y accesorios. (Art. 7).24
II.6. OPCIÓN DE COMPRA
Hasta antes de la regulación legal no había acuerdo en la doctrina y en la jurisprudencia, acerca de si la opción de
compra era un requisito esencial del contrato de leasing (financiero).
Por un lado, estaban quienes consideraban que podía celebrarse válidamente un contrato de leasing sin incluir opción de
compra. Para esta postura la característica esencial para la configuración del contrato de leasing es la compraventa y
locación (financiera) ejecutadas en forma complementaria, es decir, la celebración del contrato de compraventa con
vistas al futuro leasing; en consecuencia, es irrelevante la inclusión o no de cláusula de opción. 25
En opinión contraria, estaban quienes sostenían que por ser el leasing un contrato celebrado por el tomador con miras a
la adquisición del bien en propiedad, era esencial la inclusión de la opción de compra. 26 Las críticas que se le pueden
hacer a esta posición es que descuida el supuesto en que la opción de compra no fuera ejercida y ni siquiera fuera del
interés del tomador quedarse con el bien, ya que por ejemplo, pudo haberlo adquirido en leasing para un trabajo
temporal o con intención de sustituir el bien, por uno de tecnología más avanzada a la finalización del plazo pactado 27
En el derecho comparado, tanto la ley francesa (64-455 de 1966, modif. por ordenanza 67-837) como la ley belga
(decreto real 55 de 1967), que sirvieron de antecedentes en nuestro derecho, disponen la obligatoriedad de la inclusión
23
LAVALLE COBO JORGE y PINTO CARLOS A., "El contrato de leasing. Su naturaleza
jurídica y los efectos de la quiebra entre las partes", LL-1981-D, p. 800, BONEO
VILLEGAS EDUARDO J. y BARREIRA DELFINO EDUARDO A., "Contratos bancarios
modernos", Ed. Abeledo-Perrot, Bs. As, 1994, p. 122.
24
MALUMIÁN NICOLÁS, DIPLOTTI ADRIÁN y GUTIÉRREZ PABLO, ("Nueva ley de
leasing: principales aspectos legales y fiscales", IMP-LVIII-B, Año 2000, p. 2111); "Las
disposiciones citadas (art. 27 inc. c) Ley 24441) conllevaban la existencia de dudas en
torno a contratos de leasing que tuvieran cánones de valor decreciente (calculados por
sistema alemán y no por sistema francés), cánones de valor variable, o pagos iniciales
por valores mayores al de los cánones (denominados ballon payments), o cualquier otra
posibilidad que se adaptara a las condiciones de financiación más adecuadas a la
transacción. La nueva ley de leasing disipa cualquier duda al establecer que el monto y
la periodicidad de cada canon se determina convencionalmente, existiendo entonces
libertad para determinar la mejor solución financiera para las partes."
25
LAVALLE COBO y PINTO, Op. cit., p. 803.
26
FOIGUEL LÓPEZ HÉCTOR JORGE, "Leasing: Figura contractual múltiple", Revista
del Notariado del Col. de Escribanos de Cap. Fed., Año LXXX, Nro. 752, 1977, p. 284;
ROVIRA, Op. Cit., p. 636; BONEO VILLEGAS y BARREIRA DELFINO, Op. cit., p. 105.
27
LL-983-A, 79 y ED-102-679. "No puede aceptarse que en todos los casos el contrato
de "leasing" busca la adquisición del bien por parte del locatario."
6
de la cláusula de opción de compra. En el derecho norteamericano, la inclusión es facultativa. 28 Para la Convención de
Unidroit, la opción de compra no es elemento esencial (art. 1).
Estas diferentes posturas se vieron también reflejadas en la jurisprudencia nacional. Así se dijo que la opción de compra
no es esencial al contrato de leasing.29 Pero también se sostuvo que "Si bien la concesión al tomador del uso de un bien
de capital asemeja al contrato de leasing prima facie con la locación, la diferencia esencial reside en que -precisamente
en el leasing- se incorpora una "opción de compra", según la cual a la finalización del contrato el tomador no se
encuentra constreñido a la restitución de la cosa a su dueño, sino que puede optar por adquirir su dominio." 30
En relación a ésta última cita es oportuno aclarar que si bien la inclusión de opción diferencia al leasing de la locación, no
por eso el leasing sin opción de compra debe ser asimilado a la locación. Si bien sobre el tema se han dado opiniones
diversas, entre las más aceptadas por la doctrina está la de Lavalle Cobo y Pinto para quienes el leasing es un contrato
sui generis que instrumenta una operación financiera, distinto a la locación, y que no requiere por su naturaleza opción
de compra.31
Finalmente se dijo: "Con anterioridad a la sanción de la ley 24.441, no era esencial al contrato de leasing la inclusión de
opción de compra. Si el legislador consideró que debía incluirse como elemento esencial del contrato a la opción de
compra fue porque durante el sistema legal anterior esa era una cuestión indefinida o indeterminada." 32
La ley 24.441 (Art.1) calificó a la opción de compra a favor del tomador como elemento esencial del contrato de leasing, y
la actual regulación (ley 25.248) mantiene el mismo criterio (Art.1).
Acerca de la naturaleza jurídica, la cláusula de opción es considerada una oferta irrevocable de venta concedida por el
dador al tomador.33 Un sector minoritario en la doctrina ve en la opción un contrato preliminar unilateral. 34 Las diferencias
entre ambos son que mientras en el contrato de opción la sola aceptación del tomador perfecciona el contrato de
compraventa, en el contrato preliminar la aceptación del tomador hace que las partes se encuentren obligadas a celebrar
el contrato definitivo, en este caso la compraventa.35
La jurisprudencia ha entendido que: "La cláusula de opción por la que se le concede el derecho al tomador de elegir de
manera unilateral y dentro de un período determinado la concreción de la venta, constituye una oferta irrevocable de
venta unilateral de parte del dador, que sólo puede ser retirada cuando se agote el término fijado para que el locatario
opte por comprar o desistir de ello. Por lo tanto no constituye un contrato preliminar, ya que no concurren a conformar la
opción la voluntad de las partes, sino que sólo es vertida la aceptación del usuario dentro del plazo que se le otorga para
manifestar su voluntad de adquirir el equipo."36
El momento en el cual el tomador puede ejercer la opción, conforme lo dispone el art. 14 de la ley, será una vez que
hubiese pagado tres cuartas (3/4) partes del canon total estipulado, o antes si así lo convinieran las partes. La ley habla
de un momento, pero no fija el plazo durante el cual se puede ejercer la opción, por tanto serán las partes las que
deberán pactar el período durante el cual el tomador gozará de la facultad de manifestar válidamente su aceptación.
En los arts. 16 y 26 la ley regula los efectos del ejercicio de la opción. En el art. 16 dice: "El derecho del tomador a la
transmisión del dominio nace con el ejercicio de la opción de compra y el pago del precio del ejercicio de la opción
conforme a lo determinado en el contrato. El dominio se adquiere cumplidos esos requisitos, salvo que la ley exija otros
de acuerdo con la naturaleza del bien de que se trate, a cuyo efecto las partes deben otorgar la documentación y
efectuar los demás actos necesarios.", y en el art. 26: "Ejercida la opción de compra y pagado su precio se aplican
subsidiariamente las normas del contrato de compraventa."
De la lectura de los artículos parecería que para la ley no es suficiente con la manifestación de la aceptación por parte
del tomador para que se tenga por perfeccionado el contrato de compraventa, sino que además es necesario el pago del
precio.
En comentario a estas disposiciones, señalan Fresneda Saieg, Frustagli y Hernández que "debe rechazarse la
interpretación literal de ambas normas atento el carácter consensual que la compraventa tiene en nuestro derecho, (art.
28
LINARES BRETÓN, Op. cit., p. 1000.
29
CNCom, Sala D, 28/12/84, Cía. Financiera de Concesionarios Ford Finanfor S. A. c.
Vicente Montañape S.R.L. (del voto del Dr. Rivera), JA-1985-IV, p. 281 y LL-1986-A-536,
S-37282.
30
CNCom, Sala D, 28/9/82, Roberto Di Pietro S.A., ED-104-377.
31
LAVALLE COBO y PINTO, Op. cit., p. 803 y 806; Sobre las diferencias entre leasing y
locación: BARREIRA DELFINO, Op. cit., p. 1002.
32
CNCom, Sala D, 21/5/97, Nuevo Bco. Santurce S.A. s. Liquid. por BCRA s/ Incidente
de opción de compra de contrato de leasing financiero por Crédito Dinámico S.A.
(Dictamen del fiscal de Cámara), IJ Nro. 251924.
33
HOUSSAY , Op. cit., p. 1195 MARTORELL, Op. cit., p. 398; FRESNEDA SAIEG y
otros, Op. Cit., p. 91.
34
NICOLAU, Op. cit., p. 960, sostiene que la opción de compra es un contrato
preliminar unilateral.
35
FONTANARROSA RODOLFO O., "Derecho Comercial Argentino", Tomo II, Ed.
Zavalía, Bs. As., 1992, p. 82.
36
CNCom, Sala A, 27/6/97, Grupo Líder Asesores de Seguros S.A. c. Didefón S.A., LL-
1998-E, p. 382. En igual sentido, CNCom, Sala B, 11/12/92, Dixer S.A. c. Nueva Escuela
Argentina 2000 S.R.L., JA IJ Nro. 241415.
7
1323 Cód. Civ), razón por la cual la entrega de la cantidad de dinero convenida como precio pertenece al momento de
ejecución del contrato y no al de su formación."37
II.7. VALOR RESIDUAL
El valor residual es el precio de adquisición del bien que debe abonar el tomador en caso que opte por la compra. El
precio es elemento esencial y debe fijarse al momento de la celebración del contrato.
Para su determinación se toman en cuenta factores referidos al bien de que se trate, tales como su probable valor en el
mercado a la finalización del plazo previsto, el nivel de obsolescencia, su vida útil. También se consideran los cánones
abonados, en tanto incluyen parte de la amortización del capital invertido por el financista, y los intereses.
Es posible que las partes pacten financiación para el pago del valor residual. En este caso, pese a la redacción de los
arts. 16 y 26 de la ley 25.248, queda claro que la adquisición del dominio del bien se perfecciona con el ejercicio de la
opción de compra y no con el pago total de su precio.
El precio de la opción por un importe nominal o simbólico, donde la única elección razonable para el tomador, es adquirir
el bien mediante el ejercicio de la opción, es decir que desde el punto de vista económico, puede advertirse que no se
encuentra verdaderamente contemplada la opción de restitución del bien a la finalización del contrato, lleva a presumir
que el contrato que se ha celebrado es de compraventa a plazos y en consecuencia así deberá calificarse. De
admitírselo como leasing siendo compraventa, se estaría validando una venta con reserva de dominio –prohibida en
nuestro derecho para las cosas muebles (arts. 1374 y 1376 Cód. Civ.) o una venta garantizada con el mismo bien objeto
del contrato no admitida en nuestro ordenamiento por configurar un supuesto de garantía real atípica (art. 2503 del Cód.
Civ.).38
La ley 25.248 refiere al precio del ejercicio de la opción en el concepto de leasing que da en el art. 1 y en el art. 4 donde
dice que: "El precio de ejercicio de la opción de compra debe estar fijado en el contrato o ser determinable según
procedimientos o pautas pactadas". Al no hacer referencia al valor residual, será cuestión de interpretación determinar si
el precio convenido por las partes, se ajusta a un contrato de leasing o lo asimila a una compraventa.
La ley 24.441 establecía que el precio de la opción debía corresponderse con el valor residual del bien. (Art. 27 inc. d).

III. LEASING OPERATIVO


Los primeros autores que estudiaron el leasing (financiero) en nuestro país, en una forma de hacer más claras sus
explicaciones, agregaban a sus comentarios una referencia acerca del contrato denominado operating leasing, conocido
y utilizado en EE.UU.39
Se trata del contrato por el cual el fabricante, o proveedor de un bien, en su calidad de propietario, lo cede en uso y goce
a la otra parte y le garantiza el funcionamiento y mantenimiento, por un plazo determinado y mediante el pago de un
canon o alquiler periódico.
Según la doctrina sus principales características son:
- El locador se obliga no sólo a conceder el uso y goce del bien, sino también a mantenerlo en buen estado de
funcionamiento. Normalmente la prestación de mantenimiento se cumple a través de los departamentos de servicio
técnico de la misma empresa. Es decir, la prestación a cargo de la locadora consiste básicamente en un servicio
combinado de alquiler y asistencia técnica.40
- El plazo del contrato es más breve que el plazo de duración económica o de la vida útil del bien. 41
- El precio del canon se calcula teniendo en cuenta la vida útil del bien y las posibilidades de que pueda continuar siendo
objeto de futuros arrendamientos.

37
FRESNEDA SAIEG y otros, Op. cit., P. 96; en igual sentido ORELLE JOSE MARIA R.,
ARMELLA CRISTINA N. y CAUSSE JORGE R., "Financiamiento de la vivienda y la
construcción. Ley 24.441", Ed. Ad-hoc, Bs. As., 1995, p. 359.
38
HIGHTON ELENA I., "El leasing en el common law y traslación de la noción al
derecho argentino" en Revista de Derecho privado y comunitario Nro. 3: Contratos
modernos, Ed. Rubinzal Culzoni, Sta. Fe, 1993, p. 287; BONEO VILLEGAS y BARREIRA
DELFINO, Op. cit., p. 124; y Conclusiones de las IV Jornadas Bonaerenses de Der. Civil,
Comercial y Procesal, Junín, 1990, Comisión 5, citadas por ARMELLA, Op. cit., p. 407.
39
Así ARGERI, Op. cit., p 1093, nota 16: "Junto a esta modalidad, denominada leasing
financiero (finance-leasing), se conoce también el llamado “leasing” operativo
(operating leasing) que en realidad no se diferencia sustancialmente de un negocio
normal de arrendamiento"; ROVIRA, Op. cit., p 633: "cuando el mismo fabricante
destina un bien de su propiedad para darlo en locación garantizando su calidad y
funcionamiento. Esta forma contractual también ha sido denominada en el derecho
americano como "operating leasing" para contraponerla al "financial leasing";
FOIGUEL LÓPEZ, Op. cit., p. 283: "Los dos tipos básicos del contrato son los
siguientes: a) Operativo: es el contrato que se celebra entre el usuario o interesado en
poseer determinado equipo y la empresa que lo fabrica, y b) Financiero: Este es el
verdadero contrato de leasing"; HOUSSAY, Op. cit., p. 1190.
40
HOUSSAY, Op. cit., p. 1187.
41
MARTORELL, Op. cit., p. 371, HOUSSAY, Op. cit., p. 1190.
8
- El beneficio se obtiene de la renovación de los alquileres y no de la venta de los productos.
Como ejemplo de esta operatoria normalmente se citan los arrendamientos de fotocopiadoras llevados a cabo por la
empresa Xerox, o de sistemas telefónicos de la Bell Telephone, donde este contrato se presenta como una modalidad de
comercialización de sus bienes y productos.42
Para la mayoría de los autores el leasing operativo no contempla opción de compra a favor del locatario. Así Houssay 43
"Nunca puede haber opción de compra por parte del usuario."; Rovira 44 "Esta forma contractual ha sido denominada en
el derecho americano como “operating leasing” ... y una de sus características salientes es que no existe la posibilidad
de opción de compra."; Martorell45 "En el leasing operativo o coyuntural ... el arrendatario nunca tiene la opción de
compra"; Boneo Villegas y Barreira Delfino 46 "El leasing operativo no reconoce opción de compra a favor del locatario",
Nicolau47 "la opción de compra nunca se incluye".
También se ha dicho en la jurisprudencia: "Debe distinguirse el leasing financiero del leasing operativo o coyuntural,
porque en éste último nunca puede haber opción de compra." 48
Vemos entonces que el "operating leasing" del derecho anglosajón, es para nuestro derecho un contrato de locación. En
consecuencia, resulta ser perfectamente aplicable la normativa que rige la materia sin necesidad de que sea sometido a
una regulación especial.
Para otro sector de la doctrina el leasing operativo puede tener opción de compra. 49 Estos autores no hacen ningún
análisis sobre la cuestión ni sobre la normativa aplicable a la figura según tenga o no la cláusula de opción. Simplemente
admiten que este contrato de locación, puede o no contener opción de compra a favor del locatario para que, a la
finalización del período pactado, opte por adquirir el bien.
Finalmente encontramos quienes sostienen que el leasing operativo necesariamente para ser tal, debe contener opción
de compra 50, y esta es la postura adoptada por nuestra actual ley 25.248.
Los primeros antecedentes jurisprudenciales sobre el tema analizaron dos cuestiones. Por un lado, si era válida la
inclusión de una cláusula de opción de compra en un contrato de locación y, en segundo lugar, cuál debía ser el
contenido de la cláusula.
Las opiniones fueron diversas. En el caso "Compañía Singer c. Chacra" el Dr. Casares (voto en minoría) 51, calificó al
contrato celebrado por las partes como una locación con opción de compra, y dijo: La promesa de venta que acompaña
una locación es una "modalidad que no desnaturaliza el carácter sustancial de la primera, y que no es dable prohibir

42
HOUSSAY, Op. cit., p. 1187; LINARES BRETÓN, Op. cit., p. 1001 in fine.
43
HOUSSAY, Op. Cit., p. 1190.
44
ROVIRA, Op. cit., p. 633.
45
MARTORELL, Op. cit., p. 371.
46
BONEO VILLEGAS y BARREIRA DELFINO, Op. cit., p. 135; y BARREIRA DELFINO,
Op. cit., p. 990.
47
NICOLAU, Op. cit., p. 962.
48
CNCom, Sala D, 8/2/82, Trafe S.A., LL-1982-C, p. 62.
49
DEL PINO MIGUEL, ("El contrato de leasing según la ley 24441", LL-1995-C, p. 930),
"por lo general no prevé opción de compra"; ITURBIDE GABRIELA A., ("Regulación del
contrato de leasing en la ley 24.441", LL-1997-B, p. 936), "el usuario no tiene por lo
general la opción de compra"; ALLENDE LISANDRO A. y HOFFMANN MÓNICA, ("El
ahora nominado contrato de leasing", LL-1996-A, p. 1512), "no siempre existe una
opción de compra"; ARMELLA, Op. cit., p. 315, "frecuentemente carece de opción de
compra"; GUASTAVINO ELIAS P., ("Fideicomisos, leasing, letras hipotecarias y otros
aspectos de la ley 24.441", LL-1995-B, p. 1073), "por lo general carece de opción de
compra".
50
VAISER LIDIA, ("El leasing: Graves derivaciones de un incumplimiento contractual",
ED-176-477) "Leasing operativo, coyuntural o true lease ... aparece usualmente
concertado entre el fabricante de ciertos productos y sus adquirentes, quienes durante
un plazo determinado abonan un canon locativo por el uso o aprovechamiento de los
bienes y se tornan beneficiarios de una opción de compra al final del período
contractual"; ZAGO JORGE ALBERTO, ("El contrato de leasing en la ley 24.441", JA-
1995-II, p. 739), "El operativo es el celebrado por el propietario-productor directamente
con respecto al bien que produce o le pertenece, en la forma de contrato de locación
con una opción de compra."; MAFFÍA OSVALDO J. , "Leasing y quiebra. (1ª. parte)", LL-
1992-B-1081, p. 1083/4.
51
CCom de Cap. Fed., 15/11/13, JA-32-373. En el contrato celebrado por las partes se
establecía que si el locatario pagaba todas las mensualidades, quedaba convertido en
comprador y dueño de la máquina. En la sentencia prevaleció el criterio de la mayoría
que calificó al contrato como de venta a plazos. (Voto de los Dres. Méndez, Castillo y
Estévez).
9
dentro de dicho acto jurídico desde que no lesiona la moral, ni ataca al orden público y está, en consecuencia, amparada
por la libertad para pactar convenciones que es principio dominante en la materia. (Art. 1197 del Cód. Civ.)."
Por su parte el Dr. Estévez, que calificó al contrato como de compraventa a plazos, refirió: "puede darse en locación una
cosa mueble con promesa de venta, pero no puede convenirse en que las sumas percibidas como precio de locación se
convertirán a voluntad del locatario en precio de venta."
En tercería promovida por The National Paper and Type Co., en Stocker y Cía. c. Kuperschmid, donde la Cámara calificó
al contrato como de locación con pacto de venta, se dijo: "El tercerista dio en arrendamiento al ejecutado una máquina
linotipo, por un alquiler mensual y por un tiempo determinado. Se estipuló también entre las partes contratantes que el
documento importaba además un boleto de opción de compra, es decir que llenadas ciertas condiciones sobre el pago
del alquiler y el precio de la cosa, el ejecutado podría adquirir su propiedad. Se arguye que sus cláusulas son desusadas
en el contrato de locación, pero ello no es razón suficiente para determinar la nulidad del contrato, puesto que, mientras
no se convengan hechos imposibles, ilícitos, contrarios a las buenas costumbres o prohibidos por la ley, las partes gozan
de una amplia libertad de contratación, de acuerdo con el precepto legal del art. 1197 del Cód. Civ. (Del voto en mayoría
del Dr. Matienzo)." Sin embargo, el Dr. González Gowland, en su voto en minoría, calificó al contrato como compraventa
"porque de los término en que aparece redactado el contrato se deduce indubitablemente que la intención de las partes
fue la de pactar una compraventa de cosa mueble." 52
A su vez la doctrina, basándose en antecedentes del derecho comparado, dio los siguientes lineamientos: Si la opción
permite al locatario convertirse en propietario del bien sin contraprestación, o por una contraprestación nominal o
simbólica, el contrato es una compraventa en cuotas que se encubre en una locación a fin de que el vendedor consolide
un derecho de garantía que de otro modo no obtendría, por estar prohibido en nuestro derecho. Es decir que si lo que se
prevé en el contrato es que el locatario una vez cumplimentado el pago total de los alquileres adquiere la calidad de
propietario de la cosa locada, el contrato no será de locación sino de compraventa. En el segundo de los supuestos, si el
precio de la opción de compra resulta ser un valor nominal o un importe que desde el punto de vista económico permita
determinar que la única opción lógica y razonada para el locatario es optar por adquirir el bien, la operación también
deberá ser calificada como de compraventa.53
Con posterioridad la jurisprudencia modificó la tendencia de considerar a la locación con opción de compra un contrato
asimilable por su naturaleza a otros contratos nominados Así en "I.B.M. c/ Astilleros Neptuno S.C.A." la Cámara Nacional
Comercial sostuvo por primera vez que el contrato celebrado por las partes (un leasing operativo) era un contrato de
locación especial que debía ser calificado como atípico, al que le eran aplicables las normas de la locación hasta el
momento del ejercicio de la opción de compra y luego quedaba sujeto al régimen de la compraventa. En definitiva, por
encontrarse el contrato en la etapa locativa, ya que no se había llegado al momento de ejercicio de la opción, se le
brindó el mismo tratamiento que a un contrato de locación. 54
La ley 24.441 (Art. 27), bajo la denominación leasing, reguló distintos contratos a los que caracterizó como locación con
opción de compra. En su art. 28 refería al contrato celebrado entre fabricantes e importadores de cosas muebles
destinadas al equipamiento de industrias, comercios, empresas de servicios, agropecuarias o actividades profesionales
que el tomador utilizara exclusivamente con esa finalidad. Este artículo reproducía textualmente al art. 1146 del Proyecto
de Reformas al Código Civil de 1993, en cuya nota se expresaba: "De este modo se regula el denominado leasing
operativo en el cual no intermedia una entidad financiera o sociedad de leasing, sino que el contrato es celebrado
directamente entre el fabricante o el importador con el usuario."
Así, para la ley la calidad del dador, la calidad del tomador y el destino de los bienes, eran requisitos tipificantes del
denominado leasing operativo.
En cuanto a la opción de compra la ley la en su art. 27 inc. d), establecía que el tomador debía tener la facultad de
comprar la cosa, mediante el pago de un precio fijado en el contrato que responda al valor residual de aquélla.
III.1. LEY 25.248
En la ley 25.248 encontramos que: En su art 1 la ley conceptúa al leasing como el contrato en el cual el dador conviene
transferir al tomador la tenencia de un bien cierto y determinado para su uso y goce, contra el pago de un canon y le
confiere una opción de compra por un precio.
En el art. 5 inc. d) establece que el bien objeto del contrato puede ser de propiedad del dador con anterioridad a su
vinculación contractual con el tomador;
Y en su art. 6 que: En los casos del inciso d) del artículo anterior, así como en los casos en que el dador es fabricante,
importador, vendedor o constructor del bien dado en leasing, el dador no puede liberarse de la obligación de entrega y de
la garantía de evicción y vicios redhibitorios.
No se establecen en la ley límites o requisitos especiales para ser tomador o dador. El monto y periodicidad del canon se
determina convencionalmente (Art. 3) y el precio de la opción de compra se debe fijar en el contrato o ser determinable
por pautas o procedimientos pactados (Art. 4). En cuanto a la forma y registración está sujeto a los dispuesto por los arts.
8, 9 y 18 de la ley.
De esta caracterización surge que el contrato regulado en la ley se distingue de una locación por la inclusión de la opción
de compra por un precio, elemento al que la ley considera esencial, al igual que lo hacía la ley 24.441. Así, todo contrato
en el que se conceda el uso y goce de un bien, contra el pago de un canon (locación) al que se le agregue una opción de
compra por un precio, queda sometido a su normativa.

52
CCom de Cap. Fed., 4/12/29, JA-32-362.
53
KELLY JULIO, "La interpretación del negocio según la realidad económica
subyacente", ED-102-679, p. 681 y ss. Ver también supra II.7: Valor residual.
54
CNCom, Sala B, 31/5/88, I.B.M. c/ Astilleros Neptuno S.C.A., ED-133-578.
10
Cabe tener presente que la ley regula un contrato que denomina "leasing", sin aditamentos, y no brinda otros elementos
que identifiquen al contrato de leasing operativo, como lo hacía la ley 24.441, ya que no fija pautas en cuanto a los
sujetos ni limitaciones en cuanto al destino que deben tener los bienes objeto del contrato.
Por tanto, es dable concluir que si un contrato de leasing operativo tiene opción de compra, será un leasing y por tanto le
serán aplicables las disposiciones de la ley 25.248, y si no contiene opción de compra su calificación será locación y ésa
será la normativa aplicable.
En cuanto al precio de la opción, la ley lo deja librado a lo que acuerden las partes (Art. 4). A falta de toda regulación, a
los fines interpretativos deberá estarse a los criterios doctrinarios y jurisprudenciales a fin de determinar si el contrato es
realmente un leasing o encubre una compraventa con garantía prohibida. 55
Hubiera sido conveniente que la ley delimitara con un poco más de precisión estos aspectos de la figura para
proporcionar solución a las dificultades interpretativas que seguirán presentando, sin dudas, las cláusulas contractuales
sobre el pacto de opción.

IV. LEASE-BACK
El denominado lease-back, o leasing de retorno, es quizás una de las figuras más controvertidas dentro de las variantes
que presenta el leasing. Se trata de la operación en la cual el propietario de un bien, lo transfiere por medio de un
contrato de compraventa a una entidad dadora de leasing, que a su vez se lo vuelve a ceder en uso y goce a través de
un contrato de leasing, concediéndole opción de compra para que a la finalización del plazo pactado el tomador adquiera
el bien mediante el pago de un precio
En la operatoria no hay entrega efectiva de la cosa, ya que el vendedor en ningún momento pierde el derecho de utilizar
el bien, configurándose el supuesto previsto en el art. 2462 inc. 3 del Cód. Civ. El negocio se estructura como una
relación bilateral integrada por dos contratos: compraventa y leasing. En esto se diferencia del leasing financiero donde
los contratos de compraventa y leasing que lo conforman, generan entre los sujetos intervinientes una relación trilateral.
De los estudios y las caracterizaciones hechas de este contrato se advierte que siempre se lo ha considerado como una
operatoria propia del ámbito de los contratos de empresas.
La finalidad principal del lease-back está en la obtención de dinero que aumente la liquidez de la empresa, a partir de la
enajenación de bienes y, al ser inmediata la celebración del leasing, la empresa no pierde el derecho a recuperar los
bienes cuya propiedad ha abandonado, ya que oportunamente podrá ejercer la opción de compra y reintegrar a su
patrimonio los bienes afectados al negocio.
La figura del lease-back, antes de la regulación legal ha sido motivo de opiniones divergentes en cuanto a su
conveniencia y licitud dentro de nuestro derecho.56
A favor de la figura básicamente se ha sostenido que es acorde con las nuevas concepciones económicas que indican
que es más importante la posibilidad de utilización de los bienes que su propiedad. Es decir, es el uso de los bienes lo
que permite obtener ganancias, por tanto es conveniente la adopción de medios como éste, que proporcionan una buena
rentabilidad, aún cuando ello importe hacer abandono del derecho de propiedad.
Otro argumento a favor del lease-back es que a través de la venta o movilización de activos físicos, y sin que éstos
queden fuera del esquema de organización de la empresa, se accede a la financiación necesaria para el desarrollo de la
empresa.
Quienes han cuestionado la introducción de este contrato en nuestro derecho, han analizado la figura desde otra
perspectiva advirtiendo que la finalidad del lease-back se aparta de la figura del verdadero leasing, ya que no procura el
equipamiento de la empresa, ni tiende a aumentar su capacidad productiva, sino que por el contrario, significa una
pérdida de activos en procura de obtención de fondos. Por otra parte se ha dicho que permitir la celebración de este tipo
de contratos, podía provocar la concentración de empresas en poderosos agentes financieros, lo cual sería lesivo para
los intereses de la industria.57
Por otra parte se ha visto en la figura la configuración de una venta con pacto de retroventa, prohibida en nuestro
derecho para las cosas muebles. (arts. 1366 y 1380 del Cód. Civ.) 58
También se ha sostenido que el lease-back refleja una insoslayable función de garantía, al punto de asimilarlo a un
mutuo con transferencia de propiedad en garantía, hecho que hasta antes de la regulación legal generaba dudas acerca
de su licitud ya que quien otorgaba el préstamo, al pasar a ser propietario del bien, ante el incumplimiento del tomador no
necesitaba promover juicios para lograr la ejecución de los bienes del deudor, "violándose en consecuencia todos los
principios de los derechos de garantía, en un régimen que como el nuestro, impide pactos comisorios y la apropiación
directa de la cosa por parte del acreedor."59 (Arts. 3222 Cód. Civ.; 588 Cód. Com.; 36, Ley de Prenda con Registro).
No hay ninguna duda que el lease back, además de su función de financiación, tiene una importante función de garantía,
integrando el elenco de las denominadas garantías autoliquidables, en tanto el dador mantiene la titularidad del activo,
con la obligación de liberar dicho dominio contra el total cumplimiento del pago del precio. Así, ha señalado Paolantonio
que se trata de una monetarización de activos no dinerarios que utiliza la transmisión de la propiedad como un
mecanismo de garantía del acreedor financiero, cuya validez no puede negarse apriorísticamente mediante una
aprehensión formalista de algunas disposiciones del Código Civil. 60
La ley 24.441 no hizo mención al lease-back, dejándolo fuera de su normativa. En la nota al art. 1145 del PRCC93, cuyo
inc. 2 la ley reproduce sin mayores variaciones en su art. 27 inc. b), se dice que: "se excluye de esta regulación al lease-
55
Sobre la opción de compra y el precio de su ejercicio ver supra II.6 y II.7.
56
FARGOSI HORACIO P., "Esquicio sobre el lease-back", ED-144-959, Año 1991, p. 958.
57
LINARES BRETÓN, Op. cit., p. 1004.
58
FARGOSI, Op. cit., p 958; HIGHTON, Op. cit., p. 268.
59
HIGHTON, Op. cit., p. 270-271.
11
back, desde que se exige que las cosas a alquilar hayan sido compradas a un tercero; de todos modos, ello no importa
hacer ilícita esta figura".
Así, durante la vigencia de esta ley, el lease-back siguió siendo un contrato atípico.
Sin embargo, el decreto 837/97 que reguló los aspectos tributarios del leasing, se refirió a las operaciones de lease-back
en su título IV, art. 12 bis, entendiendo por tales aquellas que tengan por objeto inmuebles de propiedad del dador,
adquiridos a tal fin a quienes resulten tomadores de los mismos.
IV.1. LEY 25.248
En la ley 25.248 el lease-back, se encuentra regulado en el art. 5 inc. e) que refiere a los casos en que el bien objeto del
contrato sea adquirido por el dador al tomador, por el mismo contrato o con anterioridad.
Se entiende configurada así la operatoria del lease-back, donde la compraventa entre dador y tomador es
necesariamente precedente al contrato de leasing.
La ley no trata al lease-back como un contrato de empresa, permitiendo que cualquier clase de sujetos y aún con fines
de consumo celebren el contrato. Esto ha merecido críticas de la doctrina, ya que "la amplitud con que es admitida su
utilización, resulta demasiado generosa en comparación con la tendencia en el derecho extranjero donde se lo admite
como contrato de empresa."61
La admisión del lease-back como contrato típico a partir del dictado de la ley 25.248, pone fin a los cuestionamientos que
veían en la operatoria una violación a la prohibición de pacto comisorio en materia de garantías o un supuesto de venta
con pacto de retroventa prohibido en nuestro derecho para las cosas muebles.
Sin embargo, la falta de mayores precisiones legales en la configuración del contrato, dificultarán la tarea de determinar
si realmente las partes han celebrado un lease-back, o si en realidad se trata de simular un mutuo con transferencia de
propiedad de un bien, en garantía.
Al respecto, conforme lo señalan Fresneda Saieg, Frustagli y Hernández, es interesante destacar la serie de elementos
que la Suprema Corte de Italia individualiza como indicativos de que el lease-back ha sido empleado con una función
distinta a la venta con fines de leasing. (sentencia 10.805 del 16/10/95).
Estos elementos serían:
a) Ausencia de algunos de los elementos objetivos o subjetivos que caracterizan al esquema negocial, como ser:
ausencia del fin inmediato de liquidez, que los bienes enajenados no sean instrumentales en el desarrollo de la actividad
empresaria del tomador, ausencia de interés del tomador en la utilización del bien, presencia de cláusulas que dejen el
bien a disposición material del dador;
b) Dificultades económicas de la empresa vendedora que avalasen la sospecha de un aprovechamiento de las
condiciones de debilidad del deudor; y
c) La concreta valoración económica del negocio, en relación a la adecuada proporcionalidad de las prestaciones
correlativas. Esto es: la correspondencia entre el precio de venta del bien y su valor de mercado, si el monto de los
cánones a pagar por el tomador se adapta a las técnicas propias de su determinación en el leasing, etc. 62
En cuanto a las responsabilidades del dador, la ley en su art 6, en concordancia con la estructura negocial del lease-
back, establece que en los casos del inciso e) del mismo artículo, el dador no responde por la obligación de entrega ni
por garantía de evicción y vicios redhibitorios, salvo pacto en contrario.
IV.2. LEASE BACK DE PROVEEDOR O FABRICACIÓN
Dentro del contrato del lease back, encontramos esta modalidad denominada lease back de proveedor o de fabricación.
Se trata de una operación por la que el fabricante de un bien lo vende a una empresa dadora de leasing para
posteriormente recibirlo de ésta cedido mediante leasing y a su vez cederlo a otra en leasing también. El fabricante
llegado el término deberá ejercitar obligatoriamente la opción de compra a fin de poder transmitir la propiedad a su
cliente usuario. La particularidad de este contrato, reside en que el tomador del lease back (el fabricante), no utilizará el
bien.

V. CUESTIONES COMUNES A LOS CONTRATOS EN LA LEY 25.248


Más allá de los particularidades que presenta cada uno de los contratos, y que ya han sido descriptas, se encuentran en
ley 25.248 algunas disposiciones que resultan de aplicación en todos los casos.
V.1. FORMA Y REGISTRACIÓN
La ley 24.441 nada dijo acerca de la forma del contrato, pero suscitó algunas dudas el exigir, en su art. 30, la registración
de los contratos a los efectos de su oponibilidad frente a terceros.
La ley 25.248, poniendo fin a las diversas interpretaciones, dispone en su art. 8 que el leasing debe instrumentarse en
escritura pública si tiene como objeto inmuebles, buques o aeronaves y en los demás casos puede celebrarse por
instrumento público o privado; elevando así al contrato a la categoría de acto formal no solemne. 63
60
PAOLANTONIO, MARTIN E., "Régimen legal del leasing. Ley 25.248", Rubinzal-
Culzoni, Santa Fe, 2000, p. 21; citado por MOLINA SANDOVAL CARLOS A., "Régimen
jurídico del Sale and lease back", LA LEY 16/02/2005, 1 - LL-2005-A.
61
FRESNEDA SAIEG y otros, Op. cit., p. 45.
62
FRESNEDA SAIEG y otros, Op. cit., p. 49.
63
En esta categoría la forma exigida por la ley es requisito para la existencia del acto.
Sin embargo, no observada la forma, el acto es susceptible de conversión (arts. 1185 y
1188 del Código Civil). Se diferencian de los actos formales solemnes en cuanto éstos
son nulos y por tanto no producen efectos (vgr. art. 1810, Cód. Civ.). FONTANARROSA,
Op. cit., p. 103-107.
12
La ley prevé además la inscripción del acto en el registro que corresponda según la naturaleza de los bienes, a efectos
de su oponibilidad frente terceros. (Art. 8 y 11)
Para el caso de cosas muebles no registrables (debiendo entenderse por tales aquellos bienes que no tuviesen
determinado con anterioridad a la ley un registro especial) o software, la inscripción se hará en el Registro de Créditos
Prendarios del lugar donde se encuentran las cosas o, en su caso, donde la cosa o software se deba poner a disposición
del tomador.
Con relación al momento en el cual deberá formalizarse la inscripción dice la ley que: "La inscripción en el registro podrá
efectuarse a partir de la fecha de celebración del contrato de leasing, y con prescindencia de la fecha en que
corresponda hacer entrega de la cosa objeto de la prestación comprometida."
Como se advierte la ley no establece ningún plazo para llevar a cabo la registración, por tanto resultan de aplicación las
disposiciones legales y reglamentarias correspondientes a la naturaleza de los bienes. (art. 9). 64
Cumplida la entrega del bien, la ley determina un plazo de cinco días hábiles para proceder a la registración, a los fines
de resultar oponible frente a terceros. Este plazo se entiende debe ser computado a partir de la entrega del bien, sin
tener en cuenta la fecha de celebración del contrato.
En cuanto a la vigencia de la inscripción la ley dispone que: "En el caso de inmuebles la inscripción se mantiene por el
plazo de veinte (20) años; en los demás bienes se mantiene por diez (10) años. En ambos casos puede renovarse antes
de su vencimiento, por rogatoria del dador u orden judicial."
Acerca de la cancelación de la inscripción dispone el art. 18 que: "La inscripción del leasing sobre cosas muebles no
registrables y software puede cancelarse:
a) Cuando así lo disponga una resolución judicial firme dictada en proceso en el que el dador tuvo oportunidad de tomar
la debida participación;
b) Cuando lo solicite el dador o su cesionario;
c) Cuando lo solicite el tomador después del plazo y en las condiciones en que, según el contrato inscrito, puede ejercer
la opción de compra. Para este fin debe acompañar constancia de depósito en el banco oficial o el que corresponde a la
jurisdicción del registro de la inscripción, del monto de los cánones totales no pagados y del precio de ejercicio de la
opción, con sus accesorios, en su caso. Debe acreditar haber interpelado fehacientemente al dador ofreciéndole los
pagos y solicitándole la cancelación de la inscripción, concediéndole un plazo mínimo de quince (15) días hábiles, y
haber satisfecho las demás obligaciones contractuales. El encargado del registro debe notificar al dador por carta
certificada dirigida al domicilio constituido en el contrato. Si el notificado manifiesta conformidad se cancela la inscripción.
Si el dador no formula observaciones dentro de los quince (15) días hábiles desde la notificación, el encargado procede a
la cancelación si estima que el depósito se ajusta al contrato, de lo que debe notificar al dador y al tomador. En caso de
existir observaciones del dador en el término indicado o estimarse insuficiente el depósito, el encargado lo debe
comunicar al tomador, quien tiene expeditas las acciones pertinentes.
V.2. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES
V.2.1. EL TOMADOR
El tomador puede usar y gozar del bien objeto del leasing conforme a su destino, pero no puede venderlo, gravarlo ni
disponer de él. (Art. 12). La venta o gravamen consentido por el tomador es inoponible al dador. (Art. 17)
El tomador puede arrendar el bien objeto del leasing, salvo pacto en contrario. (Art. 12)
Los gastos ordinarios y extraordinarios de conservación y uso, incluyendo seguros, impuestos y tasas que recaigan
sobre los bienes y las sanciones ocasionadas por su uso, son a cargo del tomador, salvo convención en contrario. (Art.
12)
En ningún caso el locatario o arrendatario puede pretender derechos sobre el bien que impidan o limiten en modo alguno
los derechos del dador. (Art. 12)
El tomador no puede sustraer los bienes muebles del lugar en que deben encontrarse de acuerdo a lo estipulado en el
contrato inscrito. Sólo puede trasladarlos con conformidad expresa del dador, otorgada en el contrato o por acto escrito
posterior, y después de haberse inscrito el traslado y la conformidad del dador en los registros correspondientes. Se
aplican los párrafos primero, segundo, quinto, sexto y séptimo del artículo 13 de la Ley de Prenda con Registro (t.o. por
decr. 897/95). (Art. 10)
La responsabilidad objetiva emergente del artículo 1.113 del Código Civil recae exclusivamente sobre el tomador o
guardián de las cosas dadas en leasing. (Art. 17)
V.2.2. EL DADOR
El dador tiene acción reivindicatoria sobre la cosa mueble que se encuentre en poder de cualquier tercero (Art. 13),
pudiendo obtener el inmediato secuestro del bien (art. 21 inc. a), sin perjuicio de la responsabilidad del tomador.
El dador siempre puede ceder los créditos actuales o futuros por canon o precio de ejercicio de la opción de compra. A
los fines de su titulización puede hacerlo en los términos de los artículos 70, 71 y 72 de la Ley 24.441. Esta cesión no

64
LUVERA MIGUEL ANGEL, ("Nueva Ley de leasing. Registración Inmobiliaria", Zeus,
4/5/01, p. 4) En el ámbito inmobiliario "será de aplicación efectiva lo normado por los
arts. 5, 6 y siguientes y concordantes de la ley 17.801, y en el ámbito de la Provincia de
Santa Fe tiene plena vigencia lo preceptuado en los arts. 8, 9 y siguientes y
concordantes de la ley registral 6435. En consecuencia, Las escrituras públicas que se
presenten dentro del plazo de cuarenta y cinco días contados desde su otorgamiento, se
considerarán registradas a la fecha de su instrumentación. (t.o. Ley 20.089)."
13
perjudica los derechos del tomador respecto del ejercicio o no ejercicio de la opción de compra o, en su caso, a la
cancelación anticipada de los cánones, todo ello según lo pactado en el contrato inscrito. (Art. 19).
Cuando el objeto de leasing fuere una cosa mueble, ante la mora del tomador en el pago del canon, el dador puede:
a) Obtener el inmediato secuestro del bien, con la sola presentación del contrato inscripto, y demostrando haber
interpelado al tomador otorgándole un plazo no menor de cinco (5) días para la regularización. Producido el secuestro,
queda resuelto el contrato. El dador puede promover ejecución por el cobro del canon que se hubiera devengado
ordinariamente hasta el período íntegro en que se produjo el secuestro, la cláusula penal pactada en el contrato y sus
intereses; todo ello sin perjuicio de la acción del dador por los daños y perjuicios, y la acción del tomador si
correspondieren; o
b) Accionar por vía ejecutiva por el cobro del canon no pagado, incluyendo la totalidad del canon pendiente; si así se
hubiere convenido, con la sola presentación del contrato inscripto y sus accesorios. En este caso sólo procede el
secuestro cuando ha vencido el plazo ordinario del leasing sin haberse pagado el canon íntegro y el precio de la opción
de compra, o cuando se demuestre sumariamente el peligro en la conservación del bien, debiendo el dador otorgar
caución suficiente. En el juicio ejecutivo previsto en ambos incisos, puede incluirse la ejecución contra los fiadores o
garantes del tomador. El domicilio constituido será el fijado en el contrato. (Art. 21)
Cuando el objeto del leasing son cosas inmuebles el incumplimiento de la obligación del tomador de pagar el canon da
lugar a los siguientes efectos:
a) Si el tomador ha pagado menos de un cuarto (1/4) del monto del canon total convenido, la mora es automática y el
dador puede demandar judicialmente el desalojo. Se debe dar vista por cinco (5) días al tomador, quien puede probar
documentalmente el pago de los períodos que se le reclaman o paralizar el trámite, por única vez, mediante el pago de lo
adeudado, con más sus intereses y costas. Caso contrario, el juez debe disponer el lanzamiento sin más trámite;
b) Si el tomador ha pagado un cuarto (1/4) o más pero menos de tres cuartas partes (3/4) del canon convenido, la mora
es automática; el dador debe intimarlo al pago del o de los períodos adeudados con más sus intereses y el tomador
dispone por única vez de un plazo no menor de sesenta (60) días, contados a partir de la recepción de la notificación,
para el pago del o de los períodos adeudados con más sus intereses. Pasado ese plazo sin que el pago se verifique, el
dador puede demandar el desalojo, de lo que se debe dar vista por cinco (5) días al tomador. Dentro de ese plazo, el
tomador puede demostrar el pago de lo reclamado, o paralizar el procedimiento mediante el pago de lo adeudado con
más sus intereses y costas, si antes no hubiese recurrido a este procedimiento. Si, según el contrato, el tomador puede
hacer ejercicio de la opción de compra, en el mismo plazo puede pagar, además, el precio de ejercicio de esa opción,
con sus accesorios contractuales y legales. En caso contrario, el juez debe disponer el lanzamiento sin más trámite;
c) Si el incumplimiento se produce después de haber pagado las tres cuartas (3/4) partes del canon, la mora es
automática; el dador debe intimarlo al pago y el tomador tendrá la opción de pagar dentro de los noventa (90) días,
contados a partir de la recepción de la notificación lo adeudado reclamado más sus intereses si antes no hubiere
recurrido a ese procedimiento o el precio de ejercicio de la opción de compra que resulte de la aplicación del contrato, a
la fecha de la mora, con sus intereses. Pasado ese plazo sin que el pago se hubiese verificado, el dador puede
demandar el desalojo, de lo que debe darse vista al tomador por cinco (5) días, quien sólo puede paralizarlo ejerciendo
alguna de las opciones previstas en este inciso, agregándole las costas del proceso;
d) Producido el desalojo, el dador puede reclamar el pago de los períodos de canon adeudados hasta el momento del
lanzamiento, con más sus intereses y costas, por la vía ejecutiva. El dador puede también reclamar los daños y
perjuicios que resultaren del deterioro anormal de la cosa imputable al tomador por dolo, culpa o negligencia por la vía
procesal pertinente. (Art. 20)
V.3. CONCURSO Y QUIEBRA
En caso de concurso o quiebra del dador, el contrato continúa por el plazo convenido, pudiendo el tomador ejercer la
opción de compra en el tiempo previsto. (Art. 11)
En caso de quiebra del tomador, dentro de los sesenta (60) días de decretada, el síndico puede optar entre continuar el
contrato en las condiciones pactadas o resolverlo. En el concurso preventivo, el deudor puede optar por continuar el
contrato o resolverlo, en los plazos y mediante los trámites previstos en el artículo 20 de la Ley 24.522. Pasados esos
plazos sin que haya ejercido la opción, el contrato se considera resuelto de pleno derecho, debiéndose restituir
inmediatamente el bien al dador, por el juez del concurso o de la quiebra, a simple petición del dador, con la sola
exhibición del contrato inscrito y sin necesidad de trámite o verificación previa. Sin perjuicio de ello el dador puede
reclamar en el concurso o en la quiebra el canon devengado hasta la devolución del bien, en el concurso preventivo o
hasta la sentencia declarativa de la quiebra, y los demás créditos que resulten del contrato. (Art. 11).
V.4. PRÓRROGA DEL CONTRATO
El contrato puede prever su prórroga a opción del tomador y las condiciones de su ejercicio. (Art. 15)
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