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DE
MEDIACIÓN
1
ÍNDICE PÁGINA
RESUMEN 4
INTRODUCCIÓN 5
PREÁMBULO 8
LA LÓGICA DE LA INTERSUBJETIVIDAD 40
2
LA RELACIÓN ENTRE POSICIONES EN UNA SITUACIÓN CONFLICTIVA 88
ANEXOS:
3
RESUMEN
4
INTRODUCCIÓN
Tomando por referencia algunas ideas extraídas de las “Tesis del Nuevo
Humanismo”, comenzaremos nuestro estudio destacando la relevancia de esa
característica capacidad de ampliación temporal, tan exclusiva del psiquismo
humano, que nos permite responder en diferido a numerosos estímulos del
medio.
5
mediación, muy sistemático y sencillo, organizado en torno al objetivo esencial
de desbloquear el canal empático que conecta a las partes entre sí. Simplificando
aún más el mencionado procedimiento alcanzamos incluso a elaborar, casi a
modo de receta, una estrategia que nos coloca en situación de resolver también
esas típicas tiranteces cotidianas sin necesidad alguna de intervención de
terceros impidiendo así que se desarrollen y den lugar a episodios más
lamentables.
6
en los que la actividad humana se desarrolla e intentar expandir al máximo su
influencia con arreglo a nuestras particulares posibilidades.
7
PREÁMBULO
8
comprometieron firmemente con esta corriente. Otros representantes algo más
periféricos fueron Galileo, Leonardo da Vinci y el mismísimo Maquiavelo. 1
1 Un desarrollo más exhaustivo de esta cuestión lo podemos encontrar en la conferencia pronunciada por
Silo en la Universidad de Bellas Artes en México D.F. el 7 de julio de 1991 denominada “Humanismo y
Nuevo Mundo” y en la obra “Interpretaciones Históricas del Humanismo” de Salvatore Puledda.
2
Mario Luis Rodríguez Coboss (Mendoza, 6 de enero de 1938 – Mendoza, 16 de septiembre de 2010), fue
un escritor argentino, impulsor de la corriente de pensamiento denominada “Nuevo Humanismo” y fundador
del Movimiento Humanista. Conferenciante activo, escribió libros, cuentos, artículos y estudios relacionados
con política, sociedad, psicología, espiritualidad y otros temas.
9
colectivas, todo ello orientado, a su vez, hacia la posibilidad de impulsar
profundas transformaciones sociales. Los basamentos teóricos en los que se
apoya esta metodología, se recogen íntegramente en esta suerte de simbiosis
entre filosofía y sensibilidad especial que se constituye a partir de una conjunción
de postulados fundamentales expresados a modo de tesis 3 de las que
extraeremos, por su importancia en relación a la cuestión que nos interesa, una
serie de ideas, desarrollándolas a lo largo de este esperanzador planteamiento
metodológico que aspira a instaurarse como una herramienta útil, intentando,
con ello, configurar una estrategia coherente de cómo afrontar una adecuada
gestión y prevención del conflicto, tendente a alcanzar su completa superación,
restableciendo y mejorando las condiciones originales y, quizás de un modo en
exceso pretencioso, impulsar así una necesaria transformación social
encaminada a erradicar, en un futuro lo más próximo posible, todo vestigio de
violencia vinculada al devenir humano que, cual siniestro legado, nos acompaña
como lacra desde tiempos inmemoriales.
10
Tal vez la mediación en general, dado su carácter innovador, deba demostrar
aún un grado de eficacia mayor para resultar del todo confiable y, por esa razón,
es posible que su campo de aplicación se vea todavía restringido a operar
exclusivamente como alternativa complementaria frente a las limitadas
capacidades de otras metodologías que, pese a sus frustrantes y reiterados
fracasos, son asumidas oficialmente como válidas. Probablemente, existirá un
momento posterior en el que, al considerar que esa estrategia diferente es capaz
de cosechar éxitos allá donde otras metodologías no alcanzan a zanjar
definitivamente proceso alguno, se valorará la posibilidad de rescatarla de esa
característica marginalidad de lo incipiente, equiparándola finalmente como
opción principal, ampliando progresivamente su ámbito de aplicación y
admitiendo incluso la posibilidad de que su firme implantación generalizada
pudiera suponer la semilla, que con el tiempo, desencadenase una auténtica
revolución que afectase en profundidad estamentos tales como la justicia, la
política, la educación y, tal vez también, la economía o las relaciones
internacionales, entre otros.
11
seriamente la filosofía del acuerdo consensuado dentro del protocolo habitual
legislativo en lo referente a la toma de decisiones.
Por otro lado, las contradicciones que resultan de aunar la aceleración del
fenómeno homogeneizante de la globalización creciente, motorizada por la
revolución tecnológica en el campo de las telecomunicaciones, con la
interculturalidad impuesta por los movimientos migratorios, consecuentes del
incremento de las injustas desigualdades, están generando escenarios sociales
nuevos donde la mediación se va a ir perfilando como una herramienta
absolutamente decisiva a la hora de afrontar el reto de mantener un necesario
grado, mínimamente aceptable, de cohesión social en poblaciones cuya
estructura compositiva varía rápidamente. Aparte de encajar las piezas del crisol
multicultural subsiguiente, cuya nefasta gestión pudiera dar lugar al resurgir de
comportamientos neofascistas, ha de trabajar también asumiendo las
situaciones derivadas de la necesidad de incorporación de las generaciones
sucesivas. El peaje de no saber manejar adecuadamente estas situaciones
supone afrontar después fenómenos de radicalización que, según el sustrato
social sobre el que se desarrollen, poseerán manifestaciones diferentes tales
como el pandillaje o el fanatismo islámico, entre otras.
12
la enseñanza. En cualquier caso, hoy en día, las actitudes arbitrariamente rígidas
no son asumidas por el alumnado con la sumisión de antaño y son rechazadas,
por el contrario, con comportamientos rebeldes que el profesor en cuestión
malinterpreta como falta de respeto, dejándole una vaga sensación de pérdida
de control y autoridad. Sin embargo, implantar la metodología de la mediación
ahí, exige protocolos ágiles y sencillos de actuación que puedan ser asimilados
por personas que no poseen una extensa formación al respecto y que nos
permitan incluso resolver rápida y eficazmente situaciones disruptivas cotidianas
a través del diálogo, evitando así recurrir a caducos modelos para imponer cierto
orden.
13
FUNDAMENTOS TEÓRICOS GENERALES DEL MODELO
14
inevitable referente ideológico dado que cualquier supuesto intento por objetivar
lo humano, negando su verdadera esencia, constituye, en sí, una estrategia
encubierta de apropiación de la voluntad ajena, al tratar de imponer, en realidad,
una subjetividad distinta y portadora, lógicamente, de una intención diferente.
Constatamos que, pese a todo, la intercomunicación es factible gracias al
mecanismo de la empatía y es esa consecuente colectiva intersubjetividad la
única posibilidad que aceptamos a la hora de plantearse construir una arbitraria,
funcional, transitoria y sucedánea “realidad”. La ausencia de consentimiento
mutuo o consenso genera dificultades en esa elaboración conjunta derivada de
esa generalizada tendencia a usurpar la voluntad ajena, deshumanizando al otro,
que se manifiesta mediante roces interpersonales o conflictos y, en mayor grado,
en forma de violencia, en sus diferentes manifestaciones.
15
LA AMPLIACIÓN DEL HORIZONTE TEMPORAL COMO SINGULARIDAD
DEL HECHO HUMANO
16
reflexiones, cotejos y conclusiones previas, escapando, de ese modo, a la tiranía
automática impuesta por la inmediatez del momento.6
6 Síntesis elaborada a partir de la conferencia pronunciada por Silo en Tortuguitas – Buenos Aires
(Argentina) el 1 de mayo de 1983, titulada “Acerca de lo humano”.
17
No obstante, este enfoque teleológico del psiquismo humano no es acogido,
de una manera ya precisa, hasta la llegada de Descartes, dado que, en general,
el estudio de la conciencia, hasta ese momento, despertaba escasa
preocupación debido probablemente a que ningún pensador, antes que él,
alcanzó a cuestionar, con seriedad, la posibilidad o no de acceso directo a la
realidad circundante. Descartes, al plantearse esa disyuntiva, se propone, como
táctica, tal vez inspirado por Avicena, el evitar los datos perceptuales,
desconfiando de ellos, por proceder de los sentidos y termina apoyándose en el
registro mismo del pensar que, consideraba, era lo único asequible sin que medie
intervención alguna, como si la sensación del razonar no fuese, en definitiva, un
elemento sensorial más.7
7 De ese planteamiento deriva su famosa afirmación: “Cogito ergo sum”; “Pienso, luego existo”.
18
Simultáneamente, otro sucesor de Husserl, Heidegger, aporta el trascendental
concepto de “ser-en-el-mundo”, especificando que esa estructura conciencia-
mundo establecida mediante la intencionalidad no permanece encerrada en sí
misma y, por el contrario, se halla abocada irremediablemente hacia el medio.
Finalmente, Sartre, define ese ineludible impulso intencional establecido por
Heidegger en términos de libertad afirmando que el ser humano “está condenado
a ser libre”. Esta idea conduce, a su vez, a Ortega a cuestionar ese concepto tan
extendido, hasta entonces, de que es el medio quien moldea al hombre,
planteando que, en realidad, “vivir es una operación que se hace de dentro a
fuera”.9 Sin embargo, este humanismo actual, que hemos ubicado como
referente ideológico de nuestro trabajo, alcanza también esa misma idea, pero
no a través de una estrategia de carácter racional o filosófico, sino mediante
ejercicios reiterados y sistemáticos, de carácter disciplinario, consistentes en
establecer una suerte de meditación personal, inicialmente similar a la reducción
fenomenológica, en términos de atención reflexiva ejercida sobre el funcionar de
los elementos fundamentales de la propia conciencia en relación al mundo.10 La
conclusión que se alcanza mediante dicha metodología, en lo que a nuestro
interés respecta, podría sintetizarse mediante la frase: “La conciencia es el "acto"
del mundo y el mundo el "objeto" de la conciencia”.
9Un desarrollo más amplio de todo este tema de los orígenes del concepto de intencionalidad lo podemos
encontrar en el libro “Pedagogía de la Intencionalidad” de Mario Aguilar y Rebeca Bize.
10Para más información al respecto consultar el libro de H. Van Doren “Meditación Trascendental: Cuatro
conferencias dictadas por Silo” del año 1972
19
en el campo de la Física Cuántica empiezan a trasladar, al campo de lo científico
lo que, hasta ahora, era exclusivo del ámbito filosófico y con ello, este problema
que nos surge a la hora de intentar diferenciar el observador del suceso. El
experimento de la “doble rejilla”11 evidencia que una de características básicas
de cualquier sistema cuántico es la capacidad de existir en múltiples opciones a
la vez hasta que la conciencia de un observador atiende a esa onda de
posibilidades provocando que se materialice o colapse en un suceso concreto.
Este hecho se verifica al constatar que incluso la simple medición afecta al
experimento en cuestión. En tal sentido el físico cuántico Amit Gostwami llega a
afirmar al respecto que, “la naturaleza de la realidad es la conciencia” y, sin
embargo, es ahí, en lo más recóndito de ella donde reside arraigada la idea de
que hay una realidad objetiva. Ese esquema mental, trasladado al concepto
tiempo, es precisamente el que nos induce a pensar en la existencia de un
gigantesco reloj que determina su transcurrir, siempre a la misma velocidad y
cuya vigencia se extiende a cada rincón del Universo. De tal modo que cuando,
en la famosa paradoja, nos hablan de como un gemelo envejece más
rápidamente que su hermano, no alcanzamos a entender cómo es posible tal
cosa. Aun frente a la evidencia de los hechos, nos seguimos aferrando a esa
premisa, pase a que el mundo entero, tal y como lo conocemos, se desmorone
20
a nuestro alrededor. Tal es el grado de fascinación que poseemos al respecto
que, aunque incorrecta, nos resistimos con todas las fuerzas posibles a
abandonar lo que constituye la base misma de nuestro razonar.
Por supuesto, tal y como hemos señalado, nos hallamos en presencia de uno
de los fundamentos esenciales de esa corriente de pensamiento que sustenta
este estilo diferente de trabajar con el conflicto que tratamos de organizar aquí.
Esta cuestión de la subjetividad, de entrada, colisiona frontalmente, por ejemplo,
con las bases fundamentales de una utilitaria mediación de carácter lineal12 que
establece, por el contrario, la existencia de una realidad objetiva entre sus
principios esenciales. En nuestra opinión, aunque cabe la posibilidad de rescatar
elementos interesantes de dicho modelo, su espíritu se aparta bastante de ese
propósito de transformación social y personal que promueven otros protocolos
que, entendemos, debe guiar la acción mediadora y que coinciden más con
nuestra manera de entender este asunto.
12En alusión al modelo de mediación tradicional desarrollado por diversos teóricos del asunto relacionados
con la Universidad de Harvard.
21
De igual modo, los conceptos de neutralidad e imparcialidad, tan importantes
en el campo de la mediación, han de ser necesariamente reconsiderados frente
a la posibilidad de abandonar la idea de la existencia de una “realidad” objetiva
en sí, más allá de considerarla un mero artificio mental o un simple
convencionalismo social.
22
respecto, reivindicando dicho proceder, cuanto menos dudoso, como una praxis
pulcramente correcta.
13
El rol al que estamos aludiendo es próximo al del sombrero azul de Edward De Bono y constituye el
elemento significativo diferencial del modelo estratégico de mediación de Rubén A. Calcaterra. En nuestra
opinión, lo ideal sería ejercer una mediación pura sin invadir parcialmente lo que se podría considerar ya
una conciliación. No obstante, el grado de inmadurez general existente en estas cuestiones obliga a actuar,
de momento, con cierta flexibilidad al respecto en momentos en los que el proceso pudiera bloquearse.
23
Igualmente, dado que la inherente subjetividad humana, derivada de su
condición intencional, nos impide atender sin prejuicio alguno, quizás resulte
conveniente redefinir proactivamente el concepto mismo de imparcialidad
empleando el término de “multiparcialidad”, ya mencionado por algunos teóricos
de la mediación14, con el consiguiente compromiso, por parte del mediador, de
orientar el proceso desde un emplazamiento simétrico, equilibrado y equitativo,
escuchando activamente las diferentes opiniones, enfoques, y puntos de vista,
otorgando a todos un idéntico grado de legitimidad. Es decir, involucrarse
igualmente con todas las posiciones en vez de intentar, probablemente en vano,
no influir ni ser influido por ninguna. No será preciso esforzarnos demasiado, en
ese sentido, dado que, desde esta perspectiva humanista, en cierto modo
relativista, resulta absurdo pretender enjuiciar con demasiada severidad
cualquier posición, al carecer ya de un molde ideal fidedigno con el cuál
contrastarla.
14Entre ellos Javier Alés; Abogado mediador y Profesor de Derecho en la Universidad Loyola de Andalucía
y Director de la Escuela Sevillana de Mediación.
24
modo asertivo de expresión que permitirá un mejor intercambio entre ellos y una
posible transformación personal y de enfoque respecto a la situación objeto de
resolución. El hecho de haber constatado la ineludible subjetividad de todo juicio
nos conduce, con precisión, hacia lo que debería ser un modo adecuado de
comunicación. Plantear un estilo conversacional honesto, franco y sugerente,
que abra el margen de opinión ante el otro para que así pueda expresarse sin
reserva alguna, exige una estrategia útil, en ese sentido, que consistirá en
erradicar cualquier reducto de objetividad a la hora de formular algo tan
inequívocamente particular como nuestros enfoques personales. Al igual que el
feminismo impulsó el uso del lenguaje inclusivo y no sexista, nosotros/as,
preocupados/as por establecer las mejores condiciones para que el diálogo sea
posible y, en coherencia con todo lo expuesto, deberíamos promover, a su vez,
la necesidad de emplear siempre una comunicación de carácter subjetivo a la
hora de expresar públicamente nuestros puntos de vista. Fórmulas tales como:
«Lo lógico es...», «Indiscutiblemente...», «Lo normal es...», «Hay que...», «Lo
ideal sería...», «No cabe duda...», , «Hemos de...», «Cometeríamos un error
si...», «No seamos ingenuos...», «Como todo el mundo sabe...», «Lo mejor
sería...» o «Lo razonable es...», entre otras muchas, se constituyen, tal y como
advertimos en un principio, en blindajes tramposos para presentar opiniones
particulares eludiendo cualquier cuestionamiento posible, al camuflar tales
afirmaciones estrictamente personales, cubriéndolas con una capa de
pseudobjetividad. Tendemos muchas veces a presentar nuestras ideas con
afirmaciones absolutas elevando a la categoría de principios universales lo que
en realidad son meras impresiones íntimas. Exponer nuestras opiniones en
primera persona nos impedirá olvidar que carecen de un carácter plenamente
universal. Es nuestro punto de vista y no la realidad misma... No es algo
categórico... Se trata tan sólo de un singular enfoque tan válido como otro
cualquiera. Si yo digo: «Lo normal sería...» doy por sentado que cualquier otra
posibilidad no resultaría del todo normal. Estoy convirtiendo tácitamente mi
particular parecer en un axioma absoluto e indiscutible. Si en vez de hablar así,
25
dijese: «Opino o creo que lo normal sería...»15 estoy matizando de manera
personal tal juicio. Es importante atender a la forma en la que habitualmente nos
expresamos si aspiramos a que la mediación transcurra por los cauces más
oportunos para así alcanzar sus objetivos. Todo este asunto nos lleva a
reflexionar sobre la conveniencia o no, a su vez, de reformular o reencuadrar lo
expuesto por las partes cuando intentamos aligerar la carga emocional negativa
que pudieran portar tales explicaciones. Entendemos que sugerir o propiciar
cambios de actitud, de comunicación o de perspectiva, siempre que no los
forcemos, cae aún dentro de los límites del respeto a la subjetividad ajena y son,
además, enteramente consecuentes con esa aludida transgresión necesaria de
una neutralidad platónica, con la que algunos pretenden encorsetar el margen
de maniobra del mediador. Fórmulas tales como: “Considero que no es menos
cierto que…” u “Otra forma de expresar algo parecido sería…” siguen siendo
coherentes con el modo de comunicación propuesto y si, finalmente, validamos
tales intervenciones requiriendo y verificando la conformidad de las partes al
respecto, no sólo resultarán convenientes sino, en numerosas ocasiones,
necesarias e, incluso, imprescindibles.
Así cuando Husserl, siguiendo los pasos de Descartes, trata de evitar las
sensaciones, que suponen, en el fondo, una deformación ilusoria de la “realidad”
y empieza a manejarse exclusivamente con los datos inmediatos o directos, todo
15 Algún día seremos capaces incluso de dar un paso más y expresarlo diciendo: “Me conviene opinar o
creer que...”
26
lo existente queda inmediatamente enclaustrado en él mismo y se le plantea el
problema de cómo relacionarse, desde ahí, con el resto del mundo y, sobre todo,
que es lo que más nos preocupa, con otras conciencias diferentes.16 Retomando
el proceso de la reducción fenomenológica antes mencionada, recordemos que
nos dejaba completamente aislados y sumergidos en nuestra propia
subjetividad. Desde ahí, realizando un gran esfuerzo, resultaría factible admitir,
incluso, la presencia objetal del otro, pero: ¿Cómo es posible conectar fielmente
con esa subjetividad ajena asociada? En otras palabras: ¿Cómo puedo conocer
la interioridad del otro de modo fidedigno? Porque sin llegar a “suspender”17 el
mundo, tal y como hace Husserl, ya el otro, en principio, es percibido por
nosotros siempre de un modo parcial o incompleto y así recibimos, como
información directa, únicamente la capa más periférica de su quehacer,
permaneciendo el resto cautivo en su fuero interno, con la ventana de Johari18
correspondiente completamente entornada. Por consiguiente, en una primera
instancia, la profundidad ajena constituye para nosotros una incógnita a
despejar.
16
Una explicación especialmente didáctica y pedagógica de este problema la podemos encontrar en el ya
mencionado “Meditación Trascendental” de H. Van Doren.
17Concepto netamente fenomenológico traducción del “epoge” original. Alude a una especie de estrategia
en el razonar consistente en dejar pendiente de valoración o análisis una determinada cuestión o elemento.
18 La Ventana de Johari es un esquema desarrollado por los psicólogos Joseph Luft y Harry Ingham para
exponer los procesos de interacción humana. Este modelo se utiliza generalmente en grupos de autoayuda
y en ejercicios corporativos de dinámica de grupo. Consta de una matriz que combina las características:
conocer o desconocer y otros o yo generando así cuatro regiones o zonas.
19El término fue acuñado en 1909 por Edward B. Titchener en un intento de traducir la palabra alemana
"Einfühlungsvermögen", con respecto al análisis de Theodor Lipps.
20Término empleado por Husserl en su intento por trascender la mónada fenomenológica concluyente de
su reducción mediante la noción de empatía a través de la cual indaga sobre la conciencia intencional ajena.
27
a afirmar: “Es el comportamiento del cuerpo ajeno, el proceder bajo gobierno, las
conductas corporales indicativas de sensaciones y de estados anímicos como,
por ejemplo, el estar colérico, triste, alegre, nostálgico, ensimismado, pensativo,
todos los cuales van mentando la existencia de un “alter ego” que es
comprensible a partir de mis propias cogitaciones”.21
En esa misma línea, “Silo” comenta al respecto: “La intención que advierto en
mí aparece como un elemento interpretativo fundamental del comportamiento de
los otros y así como constituyo al mundo social por comprensión de intenciones,
soy constituido por él. Desde luego, estamos hablando de intenciones que se
manifiestan en la acción corporal. Es gracias a las expresiones corporales o a la
22 Extraído del libro de Sartre “El Existencialismo es un Humanismo” escrito en el año 1946. Ese ensayo
fue una versión levemente modificada del texto de la conferencia que, sobre el mismo tema, diera en el
Club Maintenant en París.
28
percepción de la situación en que se encuentra el otro, que puedo comprender
sus significados, su intención.”23
29
Es decir, la intersubjetividad es posible mediante el proceso descrito y este
mecanismo, definido por Husserl como “concordancia”, es conocido en las
esferas más coloquiales bajo la denominación de “empatía”, proceso mental, a
su vez, recientemente validado neurofisiológicamente, gracias al descubrimiento
de las denominadas “neuronas espejo”. El equipo de neurocientíficos de
Giacomo Rizzolatti, de la Universidad de Parma (Italia), constató, en ese sentido,
que estamos biológicamente equipados para sentir lo que sienten los otros
gracias al descubrimiento de las neuronas espejo.24
24 El equipo de Rizzolati realizó este hallazgo cuando estaban estudiando en monos un área de la corteza
cerebral asociada al movimiento. Para ello habían conectado de forma permanente una serie de electrodos
en la cabeza de los animales de tal modo que cuando cogían o movían objetos, el monitor emitía un
chasquido que significaba que las neuronas estaban trabajando. Un buen día, los científicos descubrieron
con sorpresa que los chasquidos no sólo aparecían cuando el propio animal recogía cacahuetes y los abría,
sino también cuando veía a otro mono o incluso a los investigadores hacerlo. Es decir, que para su cerebro
era lo mismo llevarse el “maní” a la boca o que otro lo hiciera. Es más, los investigadores comprobaron que
el sonido de abrir el cacahuete era suficiente para que las neuronas, más tarde denominadas espejo, se
pusieran en marcha. Las técnicas de imagen confirmaron más tarde que los humanos también disponen de
un sistema de espejo, pero más sofisticado aún ya que no se detiene en los movimientos, sino que también
refleja aspectos más sutiles del comportamiento, como son las emociones. Es decir, las neuronas espejo
demuestran que verdaderamente somos seres sociales conectados entre nosotros al conformar una gran
red invisible que une a todos los seres humanos. En otras palabras, estamos biológicamente preparados y
plenamente adaptados para romper las barreras que nos separan de los demás.
30
y morales que, al no poseer un origen dogmático, sino existencial, merecen el
calificativo de universal, dado que ha dejado rastros en toda cultura, religión o
filosofía a lo largo de toda la historia. Su extensa validez nos lleva a suponer que,
independientemente de los fenómenos que procese, la estructura de la
conciencia en todo ser humano es básicamente idéntica y gracias a ello, es
posible la intersubjetividad.25 Por ese motivo, al igual que se vale de objetos o
prótesis para desplegar su intencionalidad en el mundo, produce también
estructuraciones en forma de signos y símbolos, emocionalmente cargados, para
así intercambiar ideas y experiencias con otras conciencias impulsando un
proceso que adquiere ya, en él, un carácter social e histórico.
25
Los mayas cuando se encontraban se saludaban diciendo: “IN LAK’ECH”, que significa “yo soy otro tú”,
a lo que contestaban: “HALA KEN”, que significa: “tú eres otro yo”.
31
una teoría del conflicto explicando su origen en función de la existencia ocasional
de una situación de bloqueo empático entre dos o más personas. Al fin y al cabo,
estamos simplemente obrando de un modo similar a como hizo, con anterioridad,
C. Rogers26 en el campo de la psicología.
26
Psicólogo estadounidense, precursor junto a Abraham Maslow del enfoque humanista en psicología. La
terapia rogeriana contrasta con las perspectivas psicológicas freudianas y las sociales de Alfred Adler y de
Albert Bandura, por el uso preferente de la empatía para lograr el proceso de comunicación entre el cliente
y el terapeuta o, por extensión, entre un ser humano y otro.
32
simplemente en dicha necesidad sin más. Yo puedo, por ejemplo, pensar en
ubicarme frente al otro con empatía, pero eso no es empatizar.
33
que necesitamos averiguar para, a partir de ahí, establecer nuestro “alter ego”
con respecto a él. Tal vez en ese sentido, merecería la pena redefinir el término
empatía aclarando que no se trata tanto de “ponerse en el lugar del otro” como
de “reconocerme yo en el otro gracias a rememorar en mí su conducta”.
27
Según se deduce a partir de la clasificación realizada al respecto por Greet Vanaerschot. En nuestra
opinión, la conceptual constituye una mera interpretación especulativa, la imaginativa, aparte de arrancar
necesariamente desde un difuso recuerdo, asume el gran riesgo de caer en proyecciones personales si no
se enfoca con precisión y la resonante es proclive a fenómenos de identificación.
28
Laura Rice fue la creadora del “reflejo evocativo” en las investigaciones que realizó junto a Carl Rogers.
29Para más información sobre ese concepto se puede consultar el libro “Encuentro con la Sombra” de Carl
Gustav Jung, Se trata de un concepto equivalente al inconsciente freudiano adaptado a su particular
perspectiva del psiquismo humano, entendido como uno de sus arquetipos principales constituido a partir
de todos esos elementos negativos que nos negamos a aceptar como propios.
34
otros. A su vez, para cubrir al otro con tales prejuicios, es requisito indispensable
el dejar de empatizar con él y es así como deshumanizar al otro me deshumaniza
a mí mismo y viceversa, dado que, con este proceso recíproco, me distancio de
su humana interioridad a la par que me alejo de la mía propia. Si el abismo
abierto es lo suficientemente amplio, la dimensión del hueco permitirá entonces
la entrada del rencor, el resentimiento y la venganza. Parafraseando al maestro
“Silo” diremos al respecto que: “ni aún lo peor del criminal me es extraño y si lo
reconozco en el paisaje, lo reconozco en mí”.30 Resulta, pues, imperiosamente
necesaria una cierta reconciliación también con uno mismo y con todo lo que uno
ha hecho hasta ahora, advirtiendo decididamente que, en el fondo, todas esas
supuestas miserias, con las que nos negamos a convivir 31, forman parte, en
realidad, de nuestro evolutivo aprendizaje y que sin tales “desvíos” no habría
sido posible saber lo que ahora sabemos, porque, a veces, se aprende más de
los errores que de los propios aciertos.
Por otro lado, plantear refractantes objeciones sobre esta cuestión nos
llevaría a preguntarnos entonces: ¿Cómo sé que el otro se comporta así si yo,
supuestamente, jamás he actuado de una manera parecida y, por lo tanto, no
poseo experiencia previa al respecto? Una manera elegante de sortear tan
incómodo interrogante consistiría en formular de otra manera la pregunta
reflexionando sobre: ¿Qué tendría que ocurrir para que llegásemos a
comportarnos de ese modo? Al plantear así la cuestión reducimos posibles
tensiones morales que pudieran bloquear contenidos íntimos relacionados con
ese tipo de circunstancias, planteando una supuesta ficción que, al final, se
elaborará de todas formas con elementos biográficos personales.
31 Resulta harto evidente la relación existente entre tal situación y el concepto cristiano de “pecado” pero
no desarrollaremos esta cuestión aquí para no desviarnos en exceso de nuestro hilo conductor principal.
35
frialdad o que caiga en interpretaciones muy superficiales o erróneas sobre sus
auténticas pretensiones.
Imaginemos, por ejemplo, que alguien nos está relatando que el origen de un
conflicto tuvo que ver con que el otro día increpó a un anciano porque circulaba
demasiado lento con su coche. Tal vez nuestra primera reacción sea reprocharle
muy severamente, con irritación y frialdad, el hecho de tratar así a una persona
mayor que, en realidad, merece todo nuestro respeto.
36
fraguar virtudes humanas se refiere, aun admitiendo cierta tendencia o
predisposición al respecto. Así, cuando analizamos las habilidades necesarias a
desarrollar en un correcto ejercicio de la mediación, más que de cualidades
innatas, deberíamos hablar primero de destrezas a desarrollar. No obstante,
antes incluso que reflexionar sobre pericia alguna, el hecho intencional de la
condición humana nos conduce de lleno a observar, en primer lugar, los
comportamientos a establecer, expresándonos más en términos de actitud que
de aptitud y entendiendo que todo se puede aprender, entrenar y cultivar hasta
el extremo de considerar seriamente la posibilidad de incluir tales aspectos
dentro de la formación misma que, mínimamente, todo buen mediador debería
adquirir.
32 Para una mejor comprensión de ese proceso recomendamos la lectura de “Apuntes de Psicología” de
“Silo”.
37
bastante menos. Pesarán mucho mis opiniones y mis necesidades, pero no así
las de los demás. Así en un proceso de mediación yo puedo también ubicarme
como en el eje del mismo y desde ahí poseerá mucha importancia el posible
éxito o fracaso de mi labor, mi prestigio profesional, la impresión que esté
causando en las partes o lo que puedan pensar sobre mí, que no quede en
entredicho lo que voy haciendo o diciendo, el alcanzar cuanto antes un
acuerdo… Etc. Sin embargo, colocado de esa manera, lo que le ocurre a cada
uno de los mediados, lo que sienten o creen antes, durante o después del
proceso, las posibles transformaciones en su relación interpersonal que pudieran
generar un clima más favorable entre ambos, la satisfacción de lograr eso tras
una hábil metodología que culmine con un acuerdo de su completo agrado… Etc.
Todo eso y más… Carecerá de interés para mí salvo que me sitúe de otro modo
frente a la tarea de mediar en ese conflicto.
38
permanentemente en nuestra conciencia, será muy improbable que no le
escuchemos de un modo activo eludiendo cualquier valoración peyorativa en
función de lo que nos esté explicando. Pero además, cuando nos dirijamos a él,
empleando lógicamente un modo de comunicación subjetivo, lo haremos, a su
vez, con un nivel de asertividad más que aceptable dado que existe también una
íntima conexión entre empatía y comunicación no violenta, por lo que expresar
sentimientos y opiniones con cierto grado de agresividad, arrojándoselos al otro
a la cara en vez de manifestarlos sin reproche o carga moral alguna, suele estar
asociado, casi siempre, a un bloqueo empático significativo previo con la
consiguiente anestesia emocional aparejada. Por consiguiente, tal y como
estamos apuntando, al abordar estratégicamente la práctica de la mediación de
una manera excesivamente descriptiva, se concluye casi siempre con amplios
muestrarios de cuestiones a considerar, a la hora de llevar adelante un proceso
de tales características, y que, en la práctica, resultan ser escasamente útiles,
sobre todo, si aspiramos además a que esta eficiente estrategia de resolución
de conflictos se implante, germinando de manera generalizada, más allá de un
coyuntural ejercicio meramente profesional y terminar paulatinamente
extendiéndose por doquier como una nueva cultura basada en el diálogo y la
comprensión mutua. Todas esas importantes habilidades tales como la empatía,
la escucha activa, el pensamiento lateral, que después analizaremos en detalle,
o la asertividad, forman entre sí, tal y como hemos señalado ya, una estructura
que tiene que ver, en esencia, con un modo consciente, flexible, centrífugo y, en
definitiva empático de colocarse en el mundo.
39
LA LÓGICA DE LA INTERSUBJETIVIDAD
34La cita exacta es: "Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los
dos piensa por ambos."
40
Es decir, plantear las divergencias, de manera reiterada, desde una
perspectiva protodialéctica y abortar, desde ahí, todo un proceso sintetizándolo
prematuramente, eligiendo, de entre ellas, aquella que supuestamente mejor se
acomoda a un modelo ideal de “realidad” determinado, que suele coincidir con
un paradigma provisional instaurado, constituye, en nuestra opinión, una miope
estrategia al no considerar la necesidad de establecer una relación posterior
entre ellas y una conclusión final consecuente, como requisito previo en la
elaboración de cualquier verdadero método, mínimamente aceptable que nos
facilite una aproximación válida a los hechos y que colme nuestro anhelo por
comprender todo aquello que nos rodea. En dicho proceder subyace la premisa
de la existencia de una verdad objetiva en sí que se supone corresponde con
uno sólo de los enfoques posibles. Probablemente este punto de vista inspiró las
primeras respuestas frente a la necesidad de gestionar los conflictos y de ahí
surge la vía judicial y algunas alternativas al respecto posteriores, coetáneas de
la mediación, tales como la conciliación o el arbitraje. Pese a poseer todas un
origen similar, la mediación se distingue de entre todas ellas por ese intrínseco
carácter holístico y consensual, absolutamente convergente con nuestra manera
de pensar.
41
verdaderas al mismo tiempo.35 En contraposición a esta manera de entender la
cuestión, Heráclito afirma, sin embargo, que lo opuesto podría constituir en
realidad su complemento y no algo totalmente distinto.36 Avanza un poco más al
respecto y cuestiona incluso la existencia misma de algo sin un contrario que lo
complete. Este planteamiento alcanza gran influencia salpicando las filosofías de
autores occidentales tan diversos como Spinoza, Wittgenstein o Hegel, que con
su particular dialéctica establece que la contradicción, lejos de ser rechazada o
negada, ha de ser plenamente asumida y reconciliada. Para Hegel, una de las
tareas fundamentales de la razón es la de reconocer que la oposición entre
conceptos opuestos se supera y se resuelve en una unidad superior que contiene
a ambos (la síntesis). Ésta a su vez está en relación con una nueva negación
determinada (la antítesis) y así siguiendo.37 Posteriormente, este planteamiento
alcanzará gran influencia en el desarrollo del “materialismo dialéctico” marxista.
De manera aún más explícita aflora también en la psicología de Jung e, incluso,
en la física de Bohr38. Sin embargo, es en el universo cultural oriental donde
resultó predominante de la mano de Lao Tse39, en China y de los brahmánicos40,
en la India. Considerando que el lenguaje es fiel reflejo de la manera de pensar,
podemos observar, en ese sentido, como infinidad de palabras chinas poseen
una esencia paradójica. Así, por ejemplo, el ideograma chino de la palabra
"crisis" (weiji) se construye con la suma de otros dos; "peligro" (wei) y
"oportunidad" (ji).
35 «Es imposible que una misma cosa simultáneamente pertenezca y no pertenezca a la misma cosa y en
el mismo sentido, sin perjuicio de otras determinaciones que podrían agregarse para enfrentar las
objeciones lógicas. Este es, entonces, el más cierto de todos los principios...»
37 Para un mayor detalle se puede consultar el libro “Interpretaciones Históricas del Humanismo” de
Salvatore Puledda.
38 «Una verdad superficial es un enunciado cuyo opuesto es falso; y una verdad profunda es uno cuya
opuesto es otra verdad profunda».
40 «Yo soy los dos, la fuerza vital y el material vital, los dos a la vez.»
42
Finalmente, cabe destacar que ese tratamiento proposicional aristotélico
termina, no obstante, penetrando con firmeza en el psiquismo colectivo de
occidente, auspiciado primero por la escolástica medieval y después por el
positivismo filosófico de Comte y otros, impregnándolo todo a través de la
supremacía adquirida por el método científico, cuyo marcado carácter analítico
le hace ser especialmente proclive a este tipo de planteamientos. Quizás por esa
razón nuestra mente, en exceso disociativa, está especialmente dotada para
desmenuzar la “realidad” pero encuentra enormes dificultades cuando se trata
de relacionar todas esas partes entre sí y trascender las aparentes divergencias.
En un proceso de mediación, sin embargo, no es de nuestra incumbencia el
averiguar quién posee o no razón sino intentar articular un acuerdo, legitimando
cualquier posición previa. Tal vez, la mejor manera de ilustrar este tipo particular
de lógica paradojal, coherente con la noción de intersubjetividad, sea apelar al
cuento del sufí persa del siglo XII Muhammed Jalal Al-din Rum, historia a su vez
reelaborada por Fromm en una de sus conocidísimas obras.41
El primero en llegar junto al elefante chocó con su ancho y duro lomo y dijo:
«Ya veo, es como una pared».
43
El cuarto extendió su mano hasta la rodilla, palpó en torno y dijo: «Está claro,
el elefante, es como un árbol».
El quinto, que casualmente tocó una oreja, exclamó: «Aún el más ciego de
los hombres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico».
El sexto, quien tocó la oscilante cola acotó: «El elefante es muy parecido a
una soga».
Y así, los sabios discutían largo y tendido, cada uno excesivamente terco y
violento en su propia opinión.»
42 El término fue originariamente acuñado por Schopenhauer en 1819. No obstante, en 1964 Marcuse
expresó un concepto muy parecido que él mismo denominó “pensamiento unidimensional”, Finalmente, tal
noción ha sido reintroducida en la última década por el periodista español Ignacio Ramonet. Nosotros
aludimos a la cuestión mediante el calificativo único o unidimensional indistintamente porque entendemos
que se trata, básicamente, de lo mismo.
44
Cualquiera de tales afirmaciones se constituye mediante una perspectiva
personal y, mientras está subjetividad resulte evidente, no existirá conflicto
alguno.
45
A la pregunta de: ¿Cómo lo describiríamos?...
Obrar así, tal y como venimos advirtiendo, supone elevar un punto de vista
particular a la categoría de realidad misma, iniciando de ese modo una más que
probable controversia. En la situación que describimos tal confusión resulta casi
inevitable ya que aparentemente sólo existe un enfoque posible. Ello es
consecuencia de la manera de operar de nuestra conciencia ya que, como
hemos comentando anteriormente, su funcionar es intencional y, por
46
consiguiente, organizador del medio el cual estructura a partir de una
determinada perspectiva que se establece a partir de un interés propio concreto.
No obstante, tal propósito no necesariamente deriva de una “libre” elección por
nuestra parte. Existen patrones interpretativos o antepredicativos que
inercialmente tienden a establecer enfoques mecánicos previos que pueden o
no corresponder con nuestras aspiraciones personales. Ordenar el mundo
consiste, en la práctica, en establecer una escala de valores particular y así
consecuentemente los sentidos se focalizarán sobre el objeto que, para
nosotros, posee una mayor importancia, situando al resto de elementos en
copresencia con respecto al mismo. En el caso que nos ocupa relativo al dibujo
de las flechas, es evidente que no poseemos un marcado interés, ni predilección
alguna, por cualquiera de las estructuraciones posibles, pero como
habitualmente empleamos hojas de color blanco, nuestra conciencia se ha
acostumbrado a entender lo negro como figura y lo blanco como fondo. Por ese
motivo una de las interpretaciones nos resulta más evidente que cualquier otra
hasta el punto de considerarla como la única posible.
47
la hora de ser asimilada por otros, comienza a producirse cierta
unidimensionalidad en la manera de pensar,
48
habilitar el “modo diálogo” exige, por nuestra parte, que reiniciemos dicho
sistema seleccionando el programa “atención”.
49
formas más ingenuas y “naturales” a formas más complejas: de autoconciencia,
razón y espíritu. Hegel reconstruye la distintas “figuras” del conocimiento parcial
por las que pasa la conciencia en su evolución. Cada una de ellas se transforma
en su negación, a la que sigue una síntesis, una conciliación entre opuestos, que
a su vez constituye el punto de partida para una nueva etapa, para un saber más
completo que incluye el precedente. 44
44Para más información al respecto se puede consultar el libro “Interpretaciones Históricas del Humanismo”
de Salvatore Puledda.
45 Existe, a su vez un más que interesante vínculo entre tales “memes” o “atractores” y el concepto de
“núcleo de ensueño” desarrollado como eje central de la psicología del nuevo humanismo. Sin embargo,
ahondar en ello nos apartaría en gran medida de nuestro principal cometido.
50
a las mentalidades particulares, modulándolas y elevando a la categoría de
leyes, lo que sólo son enfoques concretos. Si consideramos además que todas
esas figuras mentales de la “realidad” coexisten en un momento dado y que ello
se debe a la particular incapacidad, manifestada por amplios sectores de la
población, a integrar las aparentes contradicciones que tales modelos presentan
entre sí, atascándose en alguna de ellas y deteniendo, con ello, toda evolución
posible, hallaremos ahí una inagotable fuente de conflicto. Es decir, tales
macroperspectivas constituyen intentos sucesivos de modos de adaptación
creciente de la conciencia en el mundo que operan mediante síntesis
integradoras de supuestas contradicciones iniciales y que coexisten guardando
una estrecha relación con la diversidad humana, lo que explica buena parte de
las polémicas globales existentes. Los grandes paradigmas que orientan el
conocimiento científico evolucionan también de ese modo y así una determinada
cosmovisión se ve, en ocasiones, desplazada por otra que, en esencia, no
supone sino un simple cambio de enfoque. La astronomía geocentrista por la
heliocentrista o la física newtoniana por la relativista son claros ejemplos de todo
ello. El mundo en definitiva no ha cambiado demasiado y lo que verdaderamente
sufre profundas modificaciones es la manera en que lo organizamos nosotros
mentalmente.
Si, por otro lado, tenemos en cuenta que, tal y como hemos mencionado
anteriormente, toda idea preconcebida se halla fijada irremediablemente a un
interés, encontramos aquí una manera muy eficaz de manipular sociedades
enteras ya que, si alguien desea que otros «empujen» en una determinada
dirección, bastará con que confundan la perspectiva asociada a tal propósito con
la realidad misma.
51
estereotipo instintivo se avanzó hacia un animismo que mezclaba lo mágico con
lo natural dando lugar, cuando se separó lo divino de lo mundano, a un teísmo
antropomórfico que se transformó en idealismo, gracias a que el existencialismo
humanista nos elevó hasta los cielos convirtiendo nuestra ciencia y nuestra razón
en la nueva teología. Desde ahí, se arribó a un inerte mecanicismo y un frío
materialismo posterior que resultaba ya completamente inevitable, tanto como
desembocar al final en ese pragmatismo al que aludíamos y que nos condujo a
un nihilismo que nos oscureció completamente.
46Un esbozo explicativo de cómo operar con el mencionado método se incluye en el presente trabajo como
anexo al mismo.
52
Todo lo afirmado en el sentido descrito, genera la necesidad, por nuestra
parte, de definir con precisión un método, coherente con nuestro pensamiento,
que nos permita acercarnos al estudio y comprensión del medio en general, y
del conflicto como fenómeno en particular. Un método puede ser entendido en
general como un conjunto de procedimientos encaminados a la consecución de
un fin concreto que, en este caso, sería simplemente el de ordenar nuestras,
inicialmente caóticas, experiencias al respecto.
47Un desarrollo más exhaustivo de la cuestión del método en general podemos encontrarla en “Teoría y
Práctica del Método Estructural Dinámico” de Jorge Pompei y colaboradores
53
parte de una perspectiva concreta del ser humano, todo encuadre teórico o
filosófico, incluido el que nos da soporte a nosotros, avanza a través de un
método determinado. Así el “nuevo humanismo” o “humanismo universalista”
emplea un método exhaustivo formulado mediante leyes y principios
denominado “Método Estructural Dinámico” cuya exposición extensa aquí nos
apartaría de nuestro interés primordial que es el conflicto. Por consiguiente, nos
va a interesar específicamente, el estudio de las confrontaciones cotidianas con
la intención de adquirir una comprensión más nítida del problema concreto a
resolver.
En un primer momento, tal y como hemos señalado ya, el mundo que nos
rodea se nos antoja como homogéneo y sin organización alguna. De ese modo,
cuando debatimos conjuntamente al respecto, tal y como venimos observando,
aparecen distintas opiniones que, en algunos casos, resultan ser tan
aparentemente contradictorias que pareciera que estamos en presencia, incluso,
de “realidades” diferentes. De acuerdo con lo que hemos sostenido
anteriormente, no es, obviamente, nuestro propósito hallar la “verdad” esencial
de las cosas, sino ordenar el mundo al objeto de entenderlo mejor. Como ya
sabemos, nuestra conciencia organiza el mundo siempre de acuerdo con una
intención por lo que a la hora de plantear un método útil de aproximación al medio
hemos de preguntarnos, antes que nada, acerca de cuál es nuestro interés. A
partir de ahí surgirá cuál es el objeto de estudio dado que, como venimos
afirmando interés y objeto forman entre sí una estructura coherente. No es
posible formular un propósito determinado sin que quede asociado
inmediatamente a un objeto concreto y, viceversa, no cabe atender a un objeto
dado sin que exista alguna inquietud precisa con respecto a él.
54
supuestamente contrapuestas puedan llegar a un acuerdo común sin que
ninguno de ellos renuncie a sus pretensiones iniciales? El objeto, por
consiguiente, serán los “posicionamientos personales”. A partir de haber definido
cuál es nuestro objeto de interés, debemos, a continuación, encuadrarlo en el
seno del plano del cuál forma parte. En ese sentido diremos que los
posicionamientos se dan en ámbitos donde existen agrupaciones de individuos
como pueden ser la familia, el trabajo, la escuela, una asociación determinada…
Etc. Ahí pasamos a analizar las distintas maneras en que los diversos
posicionamientos se relacionan entre sí, constatando que, en la práctica, los
posicionamientos no permanecen enclaustrados en el interior de cada individuo
y, por el contrario, suelen interaccionar con otros posicionamientos ajenos. En
los conflictos se produce una particular relación entre posicionamientos cuyas
actitudes mutuas asociadas se estructuran retroalimentándose entre sí, dando
lugar a las escaladas típicas que forman parte de su posterior evolución, tal y
como desarrollaremos más adelante. En general el modo en que las diferentes
posturas interaccionan entre sí, varía desde la mutua exclusión, en el caso de
estructuras mentales muy dogmáticas, pasando por una más o menos férrea
intransigencia hacia la aceptación de la existencia de posturas diferentes,
avanzando mediante cierta tolerancia descompensada y algo chovinista hasta
finalmente despersonalizarse y desembocar en un respeto mutuo que ya
fácilmente culmina con una simbiosis respectivamente integradora, que propicia
el surgimiento de planteamientos ya de carácter más global, en donde las
diferentes posiciones son acogidas y complementadas entre sí sin ningún atisbo
ya de conflicto. Esas posibles soluciones mediadas que se puedan plantear
frente a cualquier conflicto, a tenor de su necesario carácter consensual, caerán,
con toda probabilidad, fuera de las fronteras impuestas por lo evidente y de ahí
la extremada importancia de que un buen mediador posea la capacidad
imaginativa suficiente como para saber jugar libremente con las ideas, a fin de
sabiamente combinarlas. El desarrollo pleno de esa habilidad se halla
relacionado con la facultad de orientar a las partes a alcanzar acuerdos creativos,
completamente ecuánimes y con un satisfactorio grado de aceptación mutua.
Este modo de proceder, antítesis del “pensamiento único” se conoce como
55
“pensamiento lateral o creativo” y lo único que acota esa manera inspirada de
razonar son los límites que nosotros mismos imponemos al pensar, merced a las
estrecheces anteriormente mencionadas. Resulta en extremo curioso comprobar
cómo nada frena tanto la libertad de pensamiento como la autocensura derivada
de la acriticidad de nuestros propios prejuicios y supuestos.
56
Intentar resolver el problema eliminando cualquier idea preconcebida no
parece ser, de todas formas, una buena solución a tenor de esa imperiosa
necesidad de la conciencia por estructurar el mundo, completando carencias y
eludiendo cualquier posible incertidumbre que la pueda desestabilizar. Sucede
que; admitir que nuestros particulares enfoques son parciales frente a una
supuesta «realidad» lo suficientemente compleja como para resultar ambigua,
nos desorienta de tal modo que nos resistimos con todas nuestras fuerzas, a
asumir tal hecho. Muy al contrario, tendemos entonces a conducirnos
habitualmente suponiendo que lo que percibimos sólo puede entenderse de un
modo único y absoluto. Por tal motivo, solemos emplazarnos en una actitud de
permanente certeza, con respuestas inmediatas para todo. No obstante, lo
anterior, nada determina que, por el contrario, debamos aferrarnos a cualquier
premisa como si de un auténtico fetiche se tratase. No podemos evitar que
constantemente surjan creencias y expectativas, pero sí es factible relativizar
todo ese proceso con el fin de que un excesivo apego, por nuestra parte, no
genere rigideces que entorpezcan luego la libre expresión de la diversidad
48 Lord Kelvin dijo al respecto que “Las máquinas voladoras más pesadas que el aire son imposibles”
57
Existe, a su vez, un extendido mito o leyenda urbana que se burla de la gran
cantidad de recursos humanos y materiales que la NASA dedicó a desarrollar un
bolígrafo que funcionase correctamente en condiciones de ingravidez hasta que
observó a los cosmonautas soviéticos escribiendo con lapiceros. Leyenda o
realidad, lo cierto es que está historia nos ayuda a comprender en profundidad
todo este asunto.
En esa misma línea, cuentan, por ejemplo, que en cierta ocasión una
conocida empresa de productos lácteos se vio en serios problemas debido a que
algunos cartones de leche llegaban vacíos a los supermercados. Ello generaba
una muy mala imagen que redundaba, a su vez, en una pérdida significativa de
beneficios. Reunidos todos los ingenieros de la fábrica debatían con el jefe
acerca de cómo resolver ese fallo de calidad mediante algún dispositivo
mecánico. Uno de los presentes comentó la idea de colocar una pequeña
báscula conectada a un brazo mecánico que retirase los envases que pesasen
menos de lo debido. Mientras todos asentían convencidos de que la única
posible solución iba en esa dirección, el encargado de barrer las instalaciones
escuchó accidentalmente el debate y afirmó: «Jefe… Yo con treinta euros lo
arreglo». Ante tal manifestación de ingenuidad y simpleza todos rieron y el jefe,
extrayendo unos billetes del bolsillo, se los extendió diciendo: «¡Ahí tienes!...
¡Resuélvelo!». El protagonista en cuestión apoyó la escoba contra la pared y
salió raudo de las instalaciones, regresando al cabo de unos minutos con un
ventilador en la mano. Depositó el artefacto junto a la cinta trasportadora situada
antes del empaquetado final y dijo: «Cualquier cartón vacío que pase por delante
del ventilador saldrá despedido por la corriente de aire y jamás llegará a las
tiendas».
58
ellos a las personas supuestamente más inteligentes o mejor preparadas. 49 En
vez de eso, se tiende a confiar en los más cualificados en lugar de pensar en
qué cualidades o destrezas alternativas puede aportar esa persona respecto de
las que ya dispone el grupo. Asegurarse de que el equipo es lo suficientemente
diverso ayuda a reducir los «puntos ciegos», o sea, aquellos aspectos relevantes
de un problema que puedan obviarse si la compositiva es excesivamente
homogénea. En otras palabras, la diversidad promueve el pensamiento lateral o
creativo, ingrediente indispensable si se pretende alcanzar la mejor de las
conclusiones posibles.
Otro ilustre ejemplo de todo esto lo hallamos en una anécdota en la que unos
alumnos se vieron enfrentados a un complejo examen de física. Una de las
preguntas era:
49Entre ellos destacamos el de Reynolds y Lewis publicado en el portal Harvard Business Review y el
desarrollado por Gonzalo Sánchez Gardey en 2008 para la Universidad de Cádiz
59
«Si dejamos caer el barómetro desde lo alto del edificio y medimos el tiempo
que tarda en llegar al suelo, podríamos así calcular la altura del edificio ... Pero
se rompería barómetro.»
«Si el edificio tuviera escaleras de emergencia externas, sería más fácil subir
por ellas, marcar en la pared su altura en tamaños de barómetro y luego sumar
todas las marcas.»
Ésta historia ilustra como ninguna otra en qué consiste eso del pensamiento
lateral, flexible o creativo que constituye la antítesis misma del pensamiento
único o unidimensional expuesto anteriormente y es un elemento imprescindible
si aspiramos a superar el umbral del conflicto donde parece detenerse toda
50Anécdota ficticia, inventada por Alexander Calandra, publicada en su libro “The Teaching of Elementary
Sciense and Mathematics”.
60
divergencia, precipitando pobres, cortas y miopes conclusiones. Aproximarse a
cualquier intercambio de ideas de una manera poco convencional,
desidentificándose con puntos de vista personales o socialmente admitidos,
propicia, a su vez, la apertura de inesperadas posibilidades que en un
intercambio competitivo y dialéctico difícilmente quedarían expuestas.
61
negociación plantean siempre serias dificultades a la hora de reconstruir la
amistad previa existente ya que, bloqueando la complementación de enfoques
imprescindible para un compromiso consensuado, tal acuerdo se fragua, sin
embargo, a partir de actitudes respectivas de carácter competitivo y su resultado,
más forzado por las eventuales coyunturas que libremente consentido, no
supone estrictamente un beneficio para ambas partes, más allá de sortear una
solución aún peor. Nos hallaríamos, por consiguiente, inmersos en un proceso,
en realidad, de negociación asistida. No obstante, todo ello nos conduce a la
polémica disyuntiva de establecer si un proceso de negociación intermediado,
en determinadas circunstancias, cabe ser circunscrito, o no, dentro de la
ortodoxia que supone una mediación.
52 Paramás información al respecto consultar el libro “Sí... ¡de acuerdo! Cómo negociar sin ceder” de Fisher,
Ury y Patton
62
mero pulso persuasivo sutil, basado en la “fuerza” del poder de convicción que
empuja a las partes a un pacto de mínimos frente a la posibilidad de que, el
naufragio mediador y la deriva jurídica posterior, les acarree aún peores
consecuencias. Conformarse no es lo mismo que quedar por entero satisfecho y
el peaje emocional consecuente no ayuda precisamente a restablecer las
relaciones entre las partes, por lo que, más que una resolución plena del
conflicto, nos encontramos ante una especie de sucedánea gestión que nos evita
males mayores, propósito, por otro lado, muy característico de otras
metodologías diferentes a la mediación tales como el arbitraje o la conciliación.
63
restablecimiento pleno de las maltrechas relaciones, zanjando definitivamente
toda polémica, sin tener que consolarse con un chapucero apaño parcial.
64
que otros, no obstante, opinan que no resultaría prudente otorgar tanto poder
vinculante a documentos firmados, en muchas ocasiones, por personas con
escasa preparación jurídica. De hecho, en la legislación española, el Proyecto
de Ley previo que debía regular el ejercicio de la mediación en el ámbito civil y
mercantil, equiparaba los acuerdos de mediación con las sentencias o laudos
arbitrales en detrimento, incluso, de la escritura pública. Finalmente,
considerando con seriedad los argumentos de los detractores al respecto, se
procedió a rectificar tal circunstancia en la redacción definitiva de la Ley 5/2012,
de 6 de julio, señalando ya claramente, en dicho texto legal, la necesidad de
elevar ante notario cualquier acuerdo adoptado para dotarle así de plena
capacidad ejecutiva. Lógicamente la preocupación por el nivel de compromiso
adquirido por este tipo de resoluciones emana de la incertidumbre de si serán o
no acatadas con posterioridad. Lo cierto, sin embargo, es que el elevado grado
de cumplimiento alcanzado normalmente por este tipo de arreglos se debe
principalmente, no a su peso legal específico y sus probables efectos coercitivos
derivados de tal hecho, sino, por el contrario, a que es asumido, por ambas
partes, con total consentimiento. Es decir, el resolver la controversia de manera
consensuada constituye, en la práctica, la mejor garantía de respeto a dicha
decisión conjunta, más allá del posible temor a consecuencias posteriores de
carácter punitivo.
Por otro lado, tal y como venimos afirmando, el interés por cómo quedarán
las relaciones personales tras el acuerdo forma parte esencial de la idiosincrasia
típica de los procedimientos de mediación. Por consiguiente, más allá incluso
que cuestionar una posible vulneración del principio de voluntariedad, al
incorporar, de manera algo incoherente, elementos que obligan a cumplir algo,
que supuestamente ha de ser asumido y aceptado libremente, merece una cierta
reflexión, por nuestra parte, en el sentido de considerar cómo repercutiría, en la
recién restablecida amistad entre las partes, el abrir la posibilidad de que ese
consenso alcanzado pueda ser luego torticeramente empleado por uno de ellos
como medida de presión contra el otro. ¿No sería un poco como regresar a esa
65
condición adversarial original que, en el fondo, trata de trascender la práctica de
la mediación?
66
niegan, todo lo que podrán hacer será condenarlos a un cargo menor por un solo
año.
TÚ CONFIESAS TÚ LO NIEGAS
Él sale libre
ÉL CONFIESA Ambos son condenados a 3 años.
Tú eres condenado a 10 años.
Él es condenado a 10 años
ÉL LO NIEGA Ambos son condenados a 1 año.
Tú sales libre.
Valorando que nuestro cómplice podría confesar o, por el contrario, negar los
hechos, desde una perspectiva estrictamente individualista, confesar es lo que
más nos convendría. Si el otro confiesa, lo mejor que podemos hacer es confesar
también y si lo niega, confesar sigue siendo nuestra mejor opción. Esta mediocre
solución nos conduce a lo que se conoce en Teoría de Juegos como «Equilibrio
de Nash». La negociación en base a principios o estilo tradicional lineal de
mediación descansa precisamente sobre esta perspectiva. No obstante, existiría
una posibilidad alternativa y más beneficiosa, incluso desde un punto de vista
totalmente egoísta, que conllevaría, sin embargo, que ambos colaborasen entre
sí negando los hechos. A esta otra variación se la conoce como el «Óptimo de
Pareto». La mediación, desde un punto de vista escrupulosamente ortodoxo,
participa, sin embargo, de este otro planteamiento.
67
el conocido como efecto Pigmalión.53 Frente al dilema en cuestión, nosotros, en
principio, no deseamos traicionar a nuestro compinche, pero finalmente solemos
hacerlo ante la posibilidad de que él si lo haga. Así, al extenderse la idea de que
el ser humano posee una cierta «naturaleza» egoísta junto con ese otro absurdo
concepto darwinista, sueño húmedo del neoliberalismo, de que la competencia
es un sistema mucho más productivo que la colaboración mutua, todos
acabamos salvaguardando nuestras particulares necesidades, por encima
incluso del interés común, al considerar que se encuentran permanente
amenazadas por las de los demás, validando así la hipótesis inicial mediante un
irracional bucle pseudológico. Si, por ejemplo, entendemos como una verdad
irrefutable el que la violencia posee un origen genético o instintivo, jamás
consideraremos cualquier opinión que contemple la posibilidad de avanzar hacia
su superación. De hecho, consecuentemente con ello, no podríamos siquiera
reprobar dicho comportamiento al ser supuestamente inevitable.
53
El efecto Pigmalión, describe cómo la expectativa que se posee sobre algo puede influir en el resultado
final al respecto. Debe su nombre al mito griego de Pigmalión, un escultor que se enamoró de una estatua
que había tallado, convirtiéndose posteriormente en mujer. En nuestra opinión, todo está sujeto a este
efecto y, como descubriremos después, existe una componente muy importante en la formación y escalada
de los conflictos que guarda una estrecha relación con este hecho. A modo de aforismo, “Silo” mencionaba
aquello de: “los pensamientos producen y atraen acciones” y, desde un enfoque cuántico, se podría afirmar
incluso que las creencias son, en cierta manera, ondas de probabilidad que colapsan después en hechos
consumados.
68
siempre habrá...", "... es innato y nunca se podrá cambiar" se fijen como
auténticas tautologías impidiendo explorar según que líneas de pensamiento, sí
que supone un serio problema al obstruir el libre fluir de las ideas, condenando
al ostracismo a determinados posicionamientos u opiniones.
54 Fue acuñada por el lingüista Alfred Korzybski, quien fue el primero en utilizar el concepto de
neurolingüística. Del mismo modo que una palabra no es el objeto que representa, el conocimiento que
poseemos del mundo está limitado por la estructura de nuestra conciencia. No experimentamos el mundo
directamente, sino por medio de representaciones, que configuran los mapas mentales con los que
entendemos la realidad. Como cada uno tiene su propio mapa mental, resulta absurdo discutir para ver
quién tiene la razón Cada uno tiene su propia verdad (o su propio mapa mental). Por ello, en cualquier
discusión de este tipo el objetivo es buscar un acuerdo común, no confrontar para ver quién sale victorioso.
55 Los Zuñi, los Iroquois, los inuit, y algunos grupos indígenas africanos, como los Ba Tonga de los Bantú
69
ponen de manifiesto la importancia de la componente cultural y educativa en el
comportamiento colaborativo y, por otro lado, los experimentos desarrollados por
David W. Johnson y Roger Johnson, que demuestran que cooperar es más
provechoso que competir, terminan, ambos, por desmentir completamente tal
falacia.56
mayor detalle, consultar el artículo: “¿Es la competencia eficiente?”, publicado en la web “La quimera
56 Para
70
sin cuestionar siquiera la posibilidad de modificar tales emplazamientos resulta,
cuanto menos, sospechoso.
71
explicarlo diciendo que una desagradable sensación tiñe la manera que tengo
de ver las cosas e impulsa, en mí, la necesidad de fijar un propósito que la
compense y, para ello, establezco una actitud y un comportamiento acordes con
el mismo. En realidad, todos los elementos compositivos mencionados,
integrantes esenciales de cualquier posicionamiento, actúan en estructura
72
culpabilidad tal que no cesaba de justificarse, mientras al jefe le invadía la
desesperación.
73
enfoque único e integrador. Todos esos peculiares elementos se organizan
conformando una estructura compacta y la importancia de esos componentes
conectores radica, tal y como hemos afirmado, en que cualquier variación que
deseemos impulsar se ha de realizar a través de ellos. Es decir, es posible diluir
cualquier conflicto tratando de acercar las respectivas posturas, modificando las
actitudes y comportamientos de las partes, promoviendo emplazamientos más
activos, centrífugos, solidarios y colaborativos, o ampliando la escala de
observación mutua respecto de lo sucedido, De ese modo, encontramos que
cada uno de los tres estilos principales de mediación (lineal, narrativa o
transformativa) inciden prioritariamente en cada uno de esos elementos.
74
distintas explicaciones de los hechos y, con ello, reestructurar las mutuas
interpretaciones con respecto al conflicto, acarrea lógicamente consecuencias
en lo referente al modo en que responderán todos los implicados, a partir de
entonces, ante situaciones similares y evidencia, con meridiana claridad, como
será la relación entre los implicados estipulada a través del acuerdo final.
Finalmente, posicionarse de una manera proactiva frente al conflicto, con la
finalidad de que les sirva a los mediados para acometer cambios radicales que
incrementen su resiliencia no será factible sin que paralelamente sean capaces
de reacomodar sus respectivos puntos de vista iniciales hasta converger en un
acuerdo consentido. Los diferentes modos establecidos para desarrollar una
mediación no son compartimentos estancos y sus respectivos propósitos no se
hallan aislados unos de otros, existiendo numerosas e importantes implicaciones
entre todos ellos. Por lo tanto, entendemos que plantear estilos puros o en parte
desequilibrados de mediación no resulta en modo alguno recomendable ya que,
considerando el carácter estructural de tales constituyentes, trabajar seriamente
con cualquiera de ellos ha de potenciar y favorecer necesariamente el desarrollo
del resto. Se impone pues, a nuestro modo de ver, la necesidad de diseñar
protocolos de mediación tendentes a actuar de una manera más global en los
conflictos, potenciando la transformación de todos los componentes implicados.
75
Sólo si se restablece la conexión empática, bloqueada inicialmente, se abrirá
el suficiente espacio intersubjetivo como para articular, entre sí, los diferentes
puntos de vista, al modificar completamente esa actitud competitiva previa,
asociada a todo conflicto, estableciendo, de ese modo, un nuevo emplazamiento
cooperativo mutuo, que afianzará el vínculo original existente entre las partes,
convirtiendo esa incómoda polémica inicial en un elemento pedagógico esencial.
76
incongruente, una parte de mi «tira» en una dirección, pero otra me «empuja»
en sentido contrario.
Siento, por ejemplo, que quiero hacer aquello, pero, a la vez, pienso o creo
que me resultará imposible porque el otro, de alguna manera, me lo impide o
piensa, oponiéndose, que no debería hacerlo y, en cambio, pese al otro, no
puedo dejar de hacer eso que sé que me perjudica seriamente. Defiendo o hago
cosas, a veces, apoyándome en ideas que, en el fondo, no siento, pero que otros
comparten, dejándome llevar por lo que otros pudieran pensar acerca de mí. En
otras ocasiones, me obsesiono tanto con algún objetivo que desatiendo todo lo
demás, fuerzo la amistad de otros chantajeándolos emocionalmente o me
sacrifico yo mismo, supuestamente por otros y dejo de disfrutar de aquello que
tanto me gustaba hacer. Otras veces, sin embargo, intento eludir alguna
incómoda responsabilidad, dejando que el otro actúe, postergando una
respuesta por mi parte, mientras la situación se complica, o bien actúo
impulsivamente y sin pensar en las consecuencias que para otros pudieran tener
mis actos, buscando una salida rápida de allí.
77
de subestimar tales tiranteces, eludiendo así superarlas definitivamente en algún
momento posterior, lo que contribuiría incluso a estrechar lazos.
59Los Principios de la Acción Válida fueron expuestos en una charla por “Silo” en el año 1973 y después
publicados íntegramente en el libro “Humanizar la Tierra”
78
general de convivencia del ámbito en cuestión. De tal análisis inferimos que o,
bien, intentamos resolver toda polémica que pudiese aflorar en un momento
dado, contribuyendo a cohesionar entre sí a los distintos individuos integrantes
de esas agrupaciones descritas, zanjándolos definitivamente o, por el contrario,
tales conjuntos humanos se irán desestructurando progresivamente.
79
Por consiguiente, un conflicto no ha de ser necesariamente algo perjudicial para
nosotros y puede, perfectamente, convertirse en una ocasión espléndida para
superarnos y aprender. Al igual que el dolor como registro es útil para advertir
que nos estamos haciendo daño, la existencia de un conflicto nos señala la
posibilidad de crecimiento propio en el sentido de mejoramos como seres
humanos en desarrollo que somos o, cuanto menos, aspiramos a ser. De hecho,
es una experiencia muy habitual constatar que, cuando se trasciende una
situación conflictiva, la relación entre ambos "contendientes" se fortalece
después.
Pese a las sensibles diferencias existentes entre los diversos intentos por
definir el término “conflicto”, prácticamente todos los autores coinciden en
relacionarlo con situaciones en las que se plantean posiciones, asociadas a
intereses, necesidades, propósitos u objetivos, en cierta medida irreconciliables
o, cuanto menos, excluyentes entre sí de algún modo. Con alguna salvedad, la
mayor parte de tales acotaciones semánticas presentan una buena dosis de
ambigüedad respecto a la cuestión de si dicha incompatibilidad es real o
subjetiva.60 Es posible que, a la mayoría de los teóricos que se ocupan de estas
cuestiones, el clarificar tal distinción les genere escaso interés. Tal vez ello se
deba a que reconocer su autenticidad impide su resolución y reivindicar su mera
apariencia negaría su real existencia. En lo que a nosotros respecta, al hilo de
todo lo expuesto, diremos simplemente que dicha disyuntiva, como todo lo que
al ser humano se refiere, posee un carácter intersubjetivo y eso precisamente es
lo que nos permite además transformarlo, más allá de plantearnos una posible o
no ontología objetiva al respecto. Pero más allá de toda esta polémica, nosotros
no estamos del todo de acuerdo con situar la diversidad de posicionamientos
como eje central del conflicto. De hecho, esa libertad consustancial a la condición
60
Como excepción que confirma la regla es de destacar la definición de Smith y Mackie; “El conflicto es la
percepción que tienen las partes en interacción sobre la incompatibilidad de las metas, de tal forma que lo
que quiere una de las partes, es considerada por la otra como perjudicial”.
80
humana, que venimos defendiendo, no puede sino desembocar en todo un
abanico de opciones. Por consiguiente, el supuesto problema no emana
necesariamente de la diversidad, frente a la cuál poco cabe hacer, sino de cómo
manejemos esa situación.
61 Conferencia pronunciada por Silo en Tortuguitas – Buenos Aires (Argentina) el 1 de mayo de 1983,
titulada “Acerca de lo humano”.
81
de todo conflicto y, por extensión, de toda violencia. No obstante, el deseo de
“usar” al otro implica un indispensable acto mental previo de deshumanización
que nos permita, a tal efecto, transformarle de sujeto a objeto. Por esa razón, en
cualquier disputa lo primero que suele manifestarse es un característico bloqueo
empático mutuo tendente a eliminar el contacto con esa componente íntima y
humana que, en última instancia, es lo único que nos impide cosificarnos
recíprocamente y, cuya pérdida registrada como distanciamiento, genera en
todos nosotros una profunda insatisfacción. Desde ahí solemos malinterpretar el
propósito ajeno que es lo que, en numerosas ocasiones, origina toda
controversia, más allá de lo que el otro hace o deja de hacer. Sin esa pieza
esencial nuestra comprensión de su conducta, en términos de intención, se torna
excesivamente especulativa y sujeta al establecimiento de simplistas
estereotipos, germen de motes y apodos, que se entroncan más con la literatura
que con la compleja realidad humana. Es decir, sin esa componente
fundamental, tendemos a reducir al otro a un mera caricatura
domodeshumanizándolo. Entonces pasa de ser Jorge, nuestro amigo de toda la
vida, a Jorge “el enterado”, “el falso”, “el manipulador” … Etc.
Por otro lado, obstruir ese nexo empático recíproco tan esencial, impide crear
un espacio intersubjetivo, y por consiguiente consensual, imprescindible para
elaborar esa perspectiva común amplia e integradora que les permitiría a ambos
protagonistas avanzar, superándose. Es decir, podemos afirmar también, tal y
como hemos desarrollado anteriormente, que el conflicto surge como
sentimiento de frustración propio ante la incapacidad de superar enfoques
particulares susceptibles de ser complementados y ampliados con otras
perspectivas diferentes, habilitando así estructuras psíquicas más preparadas
para organizar y comprender el mundo.
82
Por otro lado, como sabemos que detrás de cualquier ser humano existe un
punto de vista vinculado, a su vez, inherentemente a un interés que se concreta
en actos orientados hacia el mundo, o bien las intenciones asociadas a tales
propósitos colaboran entre sí fundiéndose en una sola o, por el contrario,
colisionan entre sí compitiendo respectivamente.
83
y les adjudicamos todo tipo de valoraciones prejuiciosas, simplemente para
justificar nuestra actitud, como si uno procediese de otra galaxia genuina
caracterizada por la perfección. Uno piensa que va, por ahí, tranquilamente sin
"meterse con nadie" hasta que alguien nos inoportuna de algún modo
molestándonos.
62 Estamos hablando de conflictos y no de delitos. Lógicamente, en el ámbito penal claro que existe una
víctima y un agresor o infractor. Pero aún así, a veces olvidamos que, detrás de las etiquetas, hay seres
humanos.
84
irreconciliables, compitiendo por convertirse en “reales”, “objetivas” o “legítimas”,
difuminando así todo matiz posible que permita, a su vez, aproximarlas.
85
si fuese el caso del perjuicio ocasionado. Parafraseando a “Silo” apelando al
principio de la acción comprendida, podríamos decir al respecto que: “Harás
desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su última raíz, no cuando
quieras resolverlos”63
63Los Principios de la Acción Válida fueron expuestos en una charla por “Silo” en el año 1973 y después
publicados íntegramente en el libro “Humanizar la Tierra”
65 El Código de Hammurabi es uno de los conjuntos de leyes más antiguos encontrado. Fue escrito en 1750
a. C. por el rey de Babilonia Hammurabi y se basa en la aplicación de la ley del Talión que es la
denominación tradicional de un principio jurídico consistente en imponer un castigo que se identificaba con
el crimen cometido, obteniéndose cierta reciprocidad. La expresión más conocida de la ley del talión se
refleja en el pasaje bíblico "ojo por ojo, diente por diente".
86
esencia, apunta en una dirección diferente y que, en el fondo, no termina de
constituirse como una solución definitiva. Cuando se habla de condena, pena o
castigo: ¿Acaso se logra reparar algo con ello?... O bien estamos apelando a un
mecanismo para permitir expiar culpas o, peor aún, nos estamos refiriendo a un
acto fríamente calculado de despechada revancha colectiva. Sea como fuere,
continuamos inmersos en esa atmósfera judeo-cristiana a la que antes
aludíamos, desde la cual no es posible reconciliación alguna, dado que, lejos de
mejorar la situación, la empeoramos aún más.
Por otro lado, la “justicia restaurativa”, tal cual se la contempla hoy en día, fija
su interés exclusivamente en las “víctimas”… ¿Se puede hablar de “justicia
restaurativa” omitiendo la cuestión de las posibilidades de rehabilitación del reo?
En cualquier caso, detengámonos en el siguiente extracto de una noticia real
publicada en prensa:
66 Noticia fechada el jueves, 14 de septiembre de 2017 en el diario “20 minutos”, edición digital.
87
Consideramos honestamente que la mediación debería adquirir un rol muy
activo al objeto de hallar posibles respuestas a tales interrogantes y asumir un
gran protagonismo a la hora de gestionar las consecuencias derivadas de tales
soluciones.
67 De hecho, el mejor antídoto para no ser interrumpido cuando uno habla es ser breve.
88
nuestras conciencias, existirá únicamente una línea temporal que ordene los
hechos cinematográficamente. Por supuesto, desde un emplazamiento
alternativo, la sucesión de acontecimientos será distinta. Para aquel que le llamó
la atención al otro, el conflicto comenzó cuando le interrumpió. Sin embargo, para
ese otro, el que aquel empezase a extenderse en exceso fue lo que generó, en
realidad, la polémica.
Sería muy normal, por ejemplo, que un profesor adoptase posturas severas
y autoritarias frente a una clase en la que detectase ciertas actitudes rebeldes,
contestatarias o desafiantes y, paradójicamente, sería esa misma posición
concreta, por parte del docente, la que, a su vez inconscientemente, las estaría
fomentando entre su alumnado.
Nos hallamos pues ante una "bomba de relojería" donde, tarde o temprano,
un alumno, por simple despiste, hablará con otro mientras el profesor explica
algún concepto y éste lo percibirá como una falta de respeto hacia su persona,
por lo que, sin ánimo alguno de herir sus sentimientos le mandará callar, no
obstante, de una forma un tanto expeditiva. El estudiante, por su parte,
reaccionará seguramente reprochando lo que él considera una manera
89
excesivamente agresiva de dirigirse hacia él, lo que el profesor interpretará, a su
vez, como un desafío hacia su autoridad y optará por expulsarlo de la clase.
90
de un bloqueo empático previo es muy normal que expongamos nuestras
emociones con una carencia total de asertividad y así le explicamos a nuestro
interlocutor lo que nos ocurre de un modo excesivamente agresivo. Eso es
registrado violentamente por el otro reaccionando, lógicamente, de una manera,
a su vez, defensiva.
Es cierto que poseemos una base biológica con un funcionar similar al resto
de seres vivos y, por consiguiente, aún mantenemos ciertos mecanismos
instintivos de respuesta. Sin embargo, tal hecho nos puede influir, pero en modo
alguno determinar desde el momento en que cualquiera de nosotros, tal y como
hemos observado, puede retardar o diferir qué respuesta dar en un momento
dado, sin necesidad alguna de actuar de un modo inconsciente o automático.
91
refleja con un automatismo adquirido y alojado en esta región del cerebro El
sistema nervioso del ser humano ha ido evolucionando, pero ante una supuesta
amenaza, seguimos, al igual que nuestros antepasados trogloditas,
respondiendo por inercia mecánica de la misma forma:
92
La respuesta de estrés está regulada, en el ser humano, por el sistema
nervioso central (SNC). La participación del SNC en la reacción de alarma ante
una situación de supuesta amenaza o peligro es de crucial importancia dada la
existencia de mecanismos de aprendizaje y memoria, que también dependen del
SNC, que pueden aumentar, disminuir o incluso eliminar la conducta agresiva
asociada.
93
Por consiguiente, expresar lo que nos sucede suele convertirse, en la práctica
diaria, en una especie de exabrupto descontrolado en el que, en vez de
manifestar nuestros sentimientos al otro, se los lanzamos con una ausencia
completa de delicadeza y amabilidad.
- ¡Otra vez llegando tarde!… ¡Qué cara más dura te gastas!... ¡Ya estoy harto
de andar siempre esperándote como un bobo cada vez que quedamos!... ¡Crees
acaso que no tengo cosas mejor que hacer que estar perdiendo el tiempo
plantado como una maceta en plena calle, aguardando a ver si te dignas en
aparecer!".
Si hacemos memoria acerca del caso de nuestro buen amigo, objetivado por
nosotros mediante el personaje del "tardón", es posible que recordemos alguna
ocasión en la que nosotros mismos nos demoramos en llegar a una cita. Si
tomamos por referencia una situación concreta en la que tal circunstancia se dio,
nos daremos cuenta de que aquel día posiblemente teníamos una agenda de lo
más "apretada" por querer asumir todos los compromisos, sin decepcionar a
nadie, y organizamos las diferentes actividades del día sin contemplar márgenes
de ajuste ante posibles accidentes. En tal situación, cualquier imprevisto
acaecido supuso un inevitable retraso por nuestra parte. En general, nadie llega
tarde a propósito y mucho menos con el objetivo de fastidiarnos. Tal y como
venimos observando, en todo conflicto generado en el seno de un determinado
ámbito formado por un conjunto de individuos, los diferentes comportamientos
encajan los unos con los otros. Todos los comportamientos se complementan
94
entre sí formando una estructura compacta, de tal manera que modificando
cualquiera de ellos generamos la necesidad de que los otros también cambien
los suyos y se ensamblen otra vez de una forma diferente. Imaginemos esa
situación tan típica de las oficinas, antes mencionada, en la que un superior
alterado increpa a un subordinado por su falta de eficacia. En el caso de sentimos
avasallados, en algún momento, por alguien que, de modo habitual, se dirige a
nosotros de una manera excesivamente exigente, admitiremos que frente a esa
conducta solemos adoptar defensivamente una actitud justificativa que no hace
sino retroalimentar tan molesto emplazamiento. Si en presencia de esa persona
comenzamos a dejar de quejarnos y protestar, adoptando una actitud más activa,
probablemente deje de presionarnos al carecer ya de sentido sus sucesivos
reproches. Retomaremos esta cuestión más adelante ya que, a partir de esta
idea, es posible desarrollar una estrategia eficaz de resolución de conflictos
personales sin necesidad de que intervengan terceras personas.
95
estableciendo pactos mutuamente satisfactorios? ¿No sería más inteligente, por
nuestra parte, promover preventivamente ese tipo de estrategias de coordinación
conjunta de manera generalizada y ahorrarnos así posteriores controversias?
96
Vivimos en un mundo donde la competitividad, que viene a ser la capacidad
de ganar, vencer o “quedar por encima” del otro, sorpresivamente, se ha
convertido en una virtud. Resulta lógico entonces contemplar la posibilidad de
que nuestra actitud habitual no sea la más adecuada ya que la totalidad de
inercias mentales, automatismos adquiridos e ideas preconcebidas apuntan
justamente en la otra dirección. No asumir esta cuestión previa es lo que, entre
otros factores, nos impide relacionarnos, de un modo correcto, los unos con otros
dado que, lamentablemente, nadie nos educó ni preparó nunca para ello sino,
más bien, para todo lo contrario y es precisamente en ese contexto, donde el
conflicto se expresa como evidencia manifiesta de tal dificultad. Por
consiguiente, deberíamos comenzar a asumir y reconocer, en un sano ejercicio
de autocrítica, exento de culpabilidad, pero sin caer en una cómoda
autocomplacencia, que hemos sido moldeados desde la tierna infancia para
competir y no para cooperar. Atendemos casi siempre a lo que nos diferencia y
separa del otro en vez de considerar todo lo que poseemos en común con él y
tendemos a confrontar nuestros respectivos intereses, intentando imponerlos, en
lugar de complementarlos entre sí integrándolos.
97
tales situaciones, teniendo que contentarse con establecer meros cauces para
evitar así que se descontrolen, acarreando peores consecuencias. No obstante,
entendemos que la mediación sí que contempla seriamente la conveniencia de
reconstruir el deteriorado vínculo existente entre las partes como paso previo
dentro del proceso y es ese particular detalle el que posibilita zanjar del todo
cualquier polémica, colocando a los mediados en una situación final incluso
mejor que la de partida, empleando el conflicto de una manera proactiva,
impulsando, de ese modo, una trasformación que va más allá de los implicados
directamente, pudiendo adquirir una dimensión, incluso, revolucionaria. Es decir,
en nuestra opinión, vivimos inmersos en una humanidad enferma de rancia
competitividad y el conflicto permanente no es sino uno de sus más significativos
síntomas. Frente a tal contingencia la mediación y la resolución de conflictos
constituyen, quizás, el más eficaz de los remedios.
98
En tal situación, no nos cabe otra manera de resolver lo colectivo que
establecer una fría aritmética de intereses particulares que pugnen entre sí por
imponerse unos sobre otros. De ese modo, cuando en el terreno político se
plantean diferentes opciones ideológicas, no se nos ocurre nada mejor que
enfrentarlas entre sí y comprobar cuál de ellas posee un mayor respaldo o
«fuerza». Dada la manifiesta incapacidad de alcanzar acuerdo alguno
debatiendo, las cámaras políticas de representantes no suelen albergar en su
seno demasiadas formaciones políticas para evitar así una ingobernabilidad que
se podría resolver simplemente dialogando. Precisamente, por esa razón
también, todos los sistemas democráticos, a través de sus respectivas leyes
electorales, tienden en general a forzar un bipartidismo alternante a perpetuidad
amparado, a su vez, por el chantaje del «voto útil» y convirtiendo en íntimamente
vergonzante ese supremo acto de expresión de la soberanía popular. De ese
modo, en las democracias actuales, 51 individuos imponen su cosmovisión a los
49 restantes, constituyendo así, parafraseando en parte a Ortega y Gasset 70,
una auténtica dictadura de la mediocridad, antítesis misma de la inteligencia
colectiva, dado que, estadísticamente la excelencia, a diferencia
lamentablemente de la estupidez, suele ser muy exótica.
Solamente así, con la noción de confrontación como telón de fondo del ideario
colectivo, algo tan burdo como la democracia mayoritaria puede aparecer como
el mecanismo más evolucionado que la humanidad haya desarrollado jamás
para conducirse de manera conjunta.
70 La frase exacta que formuló Ortega y Gasset al respecto era: “La democracia no es otra cosa que la
tiranía de la mayoría”.
99
DIVERSIDAD Y BANDOS
Por otro lado, la consecuencia directa de esa miope gestión que realizamos
al respecto son las sociedades actuales fragmentadas en bloques sectoriales
(obreros contra empresarios, padres contra hijos, hombres contra mujeres...
Etc.). Es tan corta la mirada que, careciendo por completo de imaginación,
muchos, en vez de plantearse fórmulas para trascender esa dinámica fratricida,
optan sin embargo por elaborar sesudos modelos interpretativos de la realidad,
a partir de las actuales circunstancias, sentenciando a perpetuidad esta absurda
situación.71
71Clara alusión al marxismo, ideología que se fundamenta básicamente en el conflicto. “La guerra es la
partera de la historia” (Karl Marx)
100
Avanzar como conjunto siempre a partir de disyuntivas del estilo “sí o no”
descompone poco a poco cualquier agrupación humana72 y esa fórmula que
empleamos, de “la mitad más uno”, para sintetizar posteriormente esa inherente
variedad de intereses que previamente hemos articulado de manera arbitraria
mediante simples dicotomías, lejos de resolver la cuestión, polariza a las
poblaciones, generando bandos en permanente tensión.
72
En ese sentido, merece la pena recordar las palabras de Brian Mulldoon: “La tendencia humana natural
a resolver el conflicto eligiendo entre dos posiciones opuestas, puede liberar del desorden interno, pero no
revela la verdad más profunda”.
101
Finalmente, todo ello nos recuerda aquel principio “siloísta” de “negación de
opuestos” que se expresa diciendo: “No importa en que bando te hayan colocado
los acontecimientos, lo importante es que comprendas que tú no has elegido
ningún bando”.73
73Los Principios de la Acción Válida fueron expuestos en una charla por “Silo” en el año 1973 y después
publicados íntegramente en el libro “Humanizar la Tierra”
102
profundos hábitos sociales y formas de vivir. Pero estos compromisos tácitos
adquiridos por los valores, transmitidos y aceptados por la educación y las
costumbres, no bastan. Se necesitan consensos manifiestos y conscientemente
reflexionados y asumidos que vayan tejiendo en el seno de la sociedad una red
de relaciones y espacios de participación para articular proyectos abiertos al
futuro y con objetivos comunes. La validez de cualquier norma ha de ser, por lo
tanto, refrendada permanentemente, reconvirtiendo así toda regla o ley vigente
en acuerdo viable.
74 Margaret Mead fue una antropóloga estadounidense destacada por sus investigaciones etnográficas en
las décadas de los 20 y 30 en Samoa y Nueva Guinea. Fue pionera en cuestionar la visión sexista biologista
que prevalecía en las ciencias sociales, introduciendo ya en 1935 la "idea revolucionaria" de que, por ser la
especie humana enormemente maleable, los papeles y las conductas sexuales varían según los contextos
socioculturales.
75En 1971, un reducido grupo de activistas canadienses formaron una pequeña organización para llevar a
cabo una protesta y evitar así que los Estados Unidos llevara a cabo una segunda prueba nuclear en Alaska.
Ese fue el germen de lo que hoy conocemos como “Greenpeace”.
103
Por consiguiente, las retaguardias de hoy podrían resultar ser las
vanguardias de mañana e impedir su normal desarrollo supondría retrasar el
proceso evolutivo social.
Los momentos más difíciles por los que ha atravesado la humanidad son
precisamente épocas en las que el autoritarismo ha asfixiado cualquier
alternativa de cambio deteniendo con ello el reloj histórico.
104
Por ese motivo, el consenso no constituye solamente una alternativa más a
la hora de tomar decisiones, obviando con ello todo un conjunto de prácticas de
elaboración conjunta que forman parte de dicho proceso, en el que el acuerdo
general final no es sino su expresión última o conclusión. Se trata, en realidad,
de un modo de construcción colectiva en el que los diferentes individuos
cooperan entre sí en lugar de competir con el fin de adoptar acuerdos que, en
definitiva, a todos afectan. Por consiguiente, resulta imprescindible establecer un
ámbito solidario generalizado previo sin el cual dicha síntesis conjunta resultaría
del todo inalcanzable. No es posible debatir una cuestión de cualquier manera y
pretender luego alcanzar un consenso como colofón. Hemos de entender el
consenso más como una forma de trabajo en equipo basada en el intercambio
constructivo de ideas y no en la confrontación de opiniones, tal y como
acostumbramos a proceder con demasiada frecuencia.
105
promovida por el pensamiento único son todos capaces de fraguar acuerdos
unánimes sin constituir por ello un verdadero consenso.
76El «promotor fidei» se encarga, en los procesos de beatificación, de recopilar pruebas en contra del beato
propuesto para ser canonizado. Es una especie de fiscalía divina.
78 Los participantes, todos cómplices menos uno, estaban sentados en la sala de una clase en donde se
les preguntaba si una línea era más larga que otra, cuáles tenían la misma longitud, etc. Los cómplices
habían sido preparados para dar respuestas incorrectas en los tests y determinar si ello influía en las
respuestas del otro estudiante.
106
principal del consenso no es la unanimidad sino la unidad. Goethe decía al
respecto «No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si
marchamos juntos por el mismo camino».
107
acomodándolo al nivel de inmadurez existente, sobre todo porque ello denota
además una manifiesta incapacidad para trabajar en equipo que, de no
resolverse, comprometerá a futuro la dinámica colectiva.
79En realidad, la opinión del que suscribe, es que todos los casos prácticos son de “suma no nula”… Los
que no lo son, suelen ser abstracciones ideales que no se corresponden con ninguna situación real.
108
Presuponiendo igualmente un comportamiento lógico, existiría un «Equilibrio
de Nash» determinado por la metodología conjunta de la negociación y un
«Óptimo de Pareto» identificado por el acuerdo consensuado. Lo primero que
llama poderosamente la atención es que, curiosamente, cuando nos
enfrentamos a la encrucijada de seleccionar la mejor estrategia para adoptar una
decisión conjunta, haciendo un verdadero alarde de irracionalidad, nos
decantamos casi siempre por la votación. Es como si en el caso del «Dilema del
Prisionero» eligiésemos zanjar la cuestión tirando una moneda al aire para ver
quien delata a quién. Si, tal y como hemos advertido con anterioridad, lo
conveniente es decidir entre el «Equilibrio de Nash» o el «Óptimo de Pareto» en
función del grado de confianza existente y se supone que el ámbito objeto de tal
elección es un equipo lo bastante cohesionado como para que su interés se
oriente claramente hacia el bien común, no nos quedará más remedio que asumir
el consenso como la manera más adecuada de conducirse colectivamente en
tales circunstancias. Es más, albergar algún tipo de reserva en ese sentido nos
obligaría a reconocer que el nivel de confianza mutua adquirido, en el seno del
grupo, no es el adecuado ¿Se asociarían ustedes con gente de dudosa lealtad
a los objetivos comunes, sospechosa de conducirse exclusivamente por
intereses particulares? Pues precisamente para prevenir que tal cosa suceda, el
mejor antídoto es decidirlo todo mediante consenso que es donde naufragan los
egoísmos y lo único que sobrevive es el bien común o, en caso contrario, asuman
entonces la cruda realidad de no constituir equipo alguno más allá de ser un
mero agregado de individuos movidos por íntimos y oscuros deseos personales.
109
individuales, como ocurre hoy en día, y asumir el consecuente compromiso
necesario para que alcance a constituirse como referente en cualquier
elaboración colectiva y desarrollar, de ese modo, principios fundamentales que
cimienten una sociedad más justa, humana y libre de conflicto.
Por esa ruta sólo es posible transitar a través de la votación, de las mayorías
más o menos numerosas e, incluso, de la negociación, en la que se continúa,
aunque de una manera más sutil, pujando en contra del otro en aras de
salvaguardar los propios objetivos.
110
No obstante, si aspiramos a trabajar consensuadamente, no queda otro
remedio que desviarnos.
NEGOCIACIÓN(100%)
MAYORÍAAMPLIA(70-90%)
MAYORÍASIMPLE (50%) CONSENSO
CO
NF
RO ÓN
NT CI
AC ERA
IÓ OP
N
CO
111
DINÁMICA ASAMBLEARIA Y MEDIACIÓN
112
El facilitador sirve a la voluntad del grupo. Por consiguiente, en cualquier
momento el equipo puede optar por escoger uno nuevo.
113
emplazamiento de los integrantes de una asamblea es el adecuado, cada cual
ira exponiendo su respectivo punto de vista y será labor del facilitador ir
complementando todos esos enfoques, concretándolos en una propuesta que
recoja la totalidad de sensibilidades manifestadas. Muchas veces alcanzar
consensos se nos antoja más complicado de lo que en realidad es simplemente
porque confundimos posicionamientos con opiniones. Un «no» es una postura o
una elección, pero detrás de esa conclusión personal, existen reservas,
reticencias y temores que conducen a la persona en cuestión a definirse en tal
sentido. Los posicionamientos suelen ser contradictorios, pero no así las
motivaciones, por lo que el facilitador trabajará especialmente con ellas,
considerándolas todas en ese posible acuerdo formulado. Para ello deberá hacer
gala de una significativa cualidad de la que venimos hablando a lo largo del
presente estudio y que denominamos empatía.
“- Facilitador:
114
- Participante 2:
«Opino que la decisión debería adoptarse por consenso entre aquellos que
se postulen...»
- Participante 7:
«Creo que sería mejor que todos rotáramos por ellas obligatoriamente... De
ese modo nadie se identificaría demasiado con su función...»
- Participante 3:
- Participante 7:
- Participante1:
- Facilitador:
115
conforme con la gestión realizada?... En caso contrario, el compañero designado
podría continuar con su labor al entender que es del agrado de todos... ¿Qué les
parece esa solución?».
- Participante 5:
- Facilitador:
- Participante 5:
«No sé... Tal vez si por cada responsable existiese una especie de
ayudante... Minimizaríamos ese efecto.»
- Participante 8:
«¡Claro!... El resto de los miembros del grupo podría rotar libremente a la hora
de desempeñar esos acompañamientos.»
116
Acto seguido, se procederá a discutir el siguiente punto del orden del día
siguiendo un procedimiento similar al descrito.”
117
«no» cerrado e intransigente caben un sinfín de posibilidades más equilibradas
y sutiles del estilo de «sí, pero...» o «no, salvo que...». Si, por ejemplo, se plantea
la supuesta necesidad, por parte de algunos, de cambiar el nombre a
determinadas calles al rendir éstas cierto tributo a algún personaje, según su
opinión, indeseable de la historia. Los defensores de tal postura suelen aducir
sentirse ofendidos ante el aparente homenaje, del todo inmerecido, que supone
que una vía pública lleve su nombre. Los partidarios de mantenerla tal como está
afirmarán que se trata de una figura relevante que, en modo alguno, se debería
ocultar dado que, para bien o para mal, forma parte de nuestro pasado común.
Además, modificar el nombre de una vía pública acarrea no pocos problemas si
consideramos la cantidad de impresos y guías que habría que cambiar. Si
sometemos esta cuestión a votación, conseguiremos, de entrada, fracturar y
tensionar esa comunidad. Por otro lado, «gane» la opción que «gane», el
resultado siempre será que una buena parte de la población seguirá sin sentirse
identificada con la nomenclatura que finalmente le asignemos. Sin embargo, si
atendemos a los sentimientos que albergan ambas posturas, observaremos que,
en absoluto, son incompatibles entre si. Si la calle en cuestión se llamase, por
ejemplo, «Pizarro» y estuviese situada en Lima (Perú), el añadir a la placa una
leyenda en la que pudiera leerse «Colonizador español que exterminó buena
parte del pueblo inca», tal vez pudiera contentar a todas las partes en conflicto.
Si se tratase de decidir si deberíamos instaurar o no la cadena perpetua, las
reservas de los que se manifiestan en contra girarán seguramente en torno al
derecho de reinserción, mientras que los que se muestran a favor, advertirán
sobre la probable existencia de reos que seguro volverán a reincidir en cuanto
terminen de cumplir su condena. Introducir el concepto de penas orientativas
revisables, incluyendo la de perpetuidad, podría, tal vez, satisfacer a todo el
mundo si simultáneamente establecemos un comité interdisciplinar que valore,
cada cierto tiempo, si el preso está o no completamente rehabilitado.
A veces, sin embargo, nos veremos abocados a elegir entre «A» y «B» y, en
tales circunstancias, advertiremos que no existe un mejor o un peor, en definitiva.
A la pregunta de si es mejor «A» o «B», la respuesta inteligente será siempre,
118
«depende...» Por ejemplo, la polémica que suele plantearse entre medicina
tradicional y oficial se resuelve constatando que cada una es mejor que la otra
en según qué circunstancias, al poseer, ambas, campos de actuación
diferenciados y complementarios. Otra posibilidad para resolver este tipo de
disyuntivas, cuando ambas presentan compatibilidades entre sí, es tomar los
elementos positivos de cada propuesta y combinarlos creando una nueva.
Decidir entre Comunismo o Capitalismo nos coloca entre la espada y la pared,
pero: ¿Por qué no aprovechar el interés por la justicia social de uno y la defensa
de la libertad del otro? ¿Por qué no garantizar los derechos y servicios
fundamentales mediante, si fuese estrictamente necesario, una intervención
estatal y dejar el resto de cuestiones a la iniciativa privada?
119
Si nos propusiésemos como objetivo, por ejemplo, construir un puente, tal
vez nos sintiésemos tentados a recurrir a un brillante ingeniero sin más. No
obstante, si hemos de cumplir con ese objetivo de la mejor manera posible
deberíamos atender también a la geología del terreno donde se construirá, la
dinámica fluvial del río que atravesará, la climatología y pluviosidad del lugar, así
como su posible evolución demográfica para poder dimensionarlo de un modo
adecuado añadiendo, además, un análisis previo del posible impacto
medioambiental y paisajístico sin olvidar, a su vez, un preciso estudio de
financiación y un cálculo de costes.
82 Alemaniade hecho emplea el domo salino de Gorleben en Baja Sajonia a una profundidad de 900 metros
para almacenar sus residuos.
120
aislamiento que una estructura salina como esa posee frente a una emisión
radiactiva. Si ampliamos el campo a consideraciones no sólo técnicas o
científicas, tal vez necesitemos también un jurista especializado, un ecologista
experto en esos temas, un médico... Etc.
121
correctamente dado que, lamentablemente, nadie nos educó ni preparó nunca
para ello sino, más bien, para todo lo contrario.
122
comunicación fluida entre las personas, basada en relaciones de cooperación y
de apoyo mutuo. Se centra en un clima de confianza y de apoyo mutuo entre sus
integrantes, donde los movimientos son de carácter sinérgico. Se verifica que el
todo es mayor al aporte de cada miembro. Todo ello redunda, en última instancia,
en la obtención de mejores resultados. Los equipos son un medio para coordinar
las habilidades humanas y generar con acuerdo respuestas rápidas a problemas
cambiantes y específicos.
123
consolidado, el todo es más que la suma de las partes; su resultado es
sustancialmente distinto a la simple sumatoria del producto de cada miembro. En
el diálogo entre los miembros de un verdadero equipo no sólo se pueden captar
las diferencias, sino también estimular su expresión. Si bien en un entorno de
equipo conviene a veces acentuar lo positivo, los acuerdos, las coincidencias, un
buen ambiente invitará y posibilitará la manifestación de lo que, inicialmente, se
está en desacuerdo.
Por otro lado, esa sinergia generada en los intercambios abiertos propia de
un auténtico trabajo en equipo propicia estados inspirados de conciencia. En
plena hegemonía de la cultura helénica o hebraica y hasta que Freud centró su
origen en el conflicto interno, siempre se ha considerado que este tipo de
manifestaciones poseían, sin embargo, un origen divino. De hecho, inspiración
etimológicamente significa «aliento de Dios». Sea como fuere, la opinión
generalizada respecto a este fenómeno es que su comportamiento resulta ser
absolutamente azaroso. Así, en el arte, suele personificarse en la figura de las
musas que caprichosamente entran y salen del alma humana de un modo
completamente impredecible. Sin embargo, esa supuesta espontánea condición
podría evidenciar, en realidad, un profundo desconocimiento acerca de sus
124
mecanismos de acción, al considerarlo como un proceso derivado
exclusivamente de la genialidad personal.
83 Del libro “¿De dónde vienen las buenas ideas?” de Steven Johnson.
125
Siempre que se habla de inteligencia colectiva, todos se acuerdan de la
famosa anécdota del buey de Galton.84 Esa historia en la que se intenta averiguar
el peso exacto de un cabestro a partir de múltiples estimaciones individuales. Lo
que, en principio, resulta sorprendente del asunto es que, al calcular la media
aritmética de todas esas cantidades, daba como resultado una muy buena
aproximación al dato real. Con ello se intenta demostrar que la «inteligencia
colectiva» o la decisión de un conjunto es más certera que la de cualquier
individuo por si solo. Sin embargo, imaginemos que pintamos una línea vertical
delante de nosotros. Acto seguido, un significativo número de personas lanzan
una moneda cada una intentando situarla sobre la línea.
84 Francis Galton, primo lejano de Darwin, fue un millonario inglés que adquirió fama internacional gracias
a sus conocimientos en el campo de las matemáticas, la antropología, la lingüística y la geografía le harían
ganar gran fama internacional. En 1906, llevó a cabo ese curioso experimento aprovechando su acceso a
una feria ganadera en el Reino Unido.
126
Por supuesto que la inteligencia colectiva existe, pero es un epifenómeno que
precisamente se genera cuando un grupo comienza a trabajar conjuntamente de
manera solidaria, complementaria o integral y no de manera competitiva como
suele suceder. Obviamente, cien pueden ser más inteligentes que uno, pero si
dialogan entre si en vez de discutir sin escucharse para terminar de zanjar la
polémica con una votación. En tal caso, la mayoritaria mediocridad será la que
triunfe y no así la exótica inteligencia.
Por otro lado, encontramos también ejemplos modernos que van desde los
grupos alternativos surgidos a finales de los sesenta al abrigo de Mayo del 68,
pasando por parte del anarquismo español durante la Guerra Civil y llegando a
los movimientos emergentes actuales (15M, Occupy Wall Street, 132...Etc.) en
gran medida tributarios de aquellos otros.
85
En sociología se entiende por sociedad precontractual o de solidaridad mecánica aquella escasamente
estratificada y en la que aún no existe división del trabajo
127
Inglaterra denominado “Sociedad de Amigos” más conocido como Cuáqueros.
En plena reforma protestante, su oposición frontal a la superficialidad ortodoxa
de la Iglesia cristiana de entonces y su clara vocación no violenta les valió
erigirse en blanco de persecuciones que motivaron su exilio norteamericano,
formando allí discretas comunidades agrícolas. Los cuáqueros parten de la idea
de que lo sagrado anida en el corazón de todo ser humano y que, por
consiguiente, la sinergia colectiva consensual motiva estados de iluminación
grupal o individual capaces de conectar con una suerte de verdad divina.
Todo aquel que haya experimentado ese acuerdo final con el que concluye
un consenso habrá sentido, sin duda, esa euforia colectiva, esa especie de
sinérgica comunión cuasimística que se produce cuando todas las piezas
encajan y el grupo deja de ser un agregado de particularidades para convertirse
en una sólida unidad que late bajo un mismo corazón.
128
Sin embargo, observando su comportamiento conjunto podríamos llegar a
intuir cierta interrelación. Seguramente nos llamaría la atención el hecho de que
esos "individuos" no pudieran separarse unos de otros más de una distancia
determinada o bien que ninguno de ellos pudiese girar sobre sí mismo sin
interferir en el resto.
129
encuentra separada y es, generalmente, dominante en comparación con la
conciencia individual.86
87En palabras de Durkheim: ”El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los
miembros de una misma sociedad, forma un sistema determinado que tiene vida propia: podemos llamarlo
conciencia colectiva o común. Es, pues, algo completamente distinto a las conciencias particulares aunque
sólo se realice en los individuos.
130
Por otro lado, desde un enfoque psicológico del asunto, cabría también la
posibilidad de establecer un nuevo paralelismo esta vez con el concepto de
“inconsciente colectivo” desarrollado por el siquiatra suizo Carl Gustav Jung,
discípulo de Freud, que sostiene la existencia de un “lenguaje” común a los seres
humanos de todos los tiempos y lugares del mundo con los que se expresa un
contenido de la psique de carácter transracional. Ello se pone de manifiesto, por
ejemplo, mediante la existencia de mitos comunes entre civilizaciones
desconectadas geográfica y culturalmente entre sí. Estos remanentes atávicos
son definidos por él con el término “arquetipos” y expresan básicamente lo más
profundo en un sentido biológico, pero al mismo tiempo espiritual. Se manifiestan
en fantasías y revelan su presencia sólo por medio de imágenes simbólicas.
Suponen en realidad una tendencia a formar representaciones que afecta
posteriormente de manera emocional a la consciencia. La muerte, los demonios,
dragones y serpientes, círculos y triángulos, las “venus prehistóricas”, el ave
como símbolo de liberación y de trascendencia, la peregrinación, el mito del
héroe y una serie larguísima de otras figuras habitan el inconsciente colectivo y
constantemente acuden a la conciencia de una manera perturbadora al no llegar
a ser integrados y comprendidos completamente por ella.
88Físico ingles especializado en el campo de la Mecánica Cuántica, conoció a Krishnamurti con quien
desarrolló una profunda amistad lo que le llevó a estudiar otras cuestiones tales como el diálogo.
89En palabras de Rupert Sheldrake "Morfo viene de la palabra griega morphe, que significa forma. Los
campos mórficos son campos de forma; campos, patrones o estructuras de orden. Estos campos organizan
131
colectiva, que explicaría también algunos curiosos fenómenos, inducidos sin
interacción directa (resonancia mórfica) relacionados con el concepto de "masa
crítica", tales como el hecho de que los caballos, hace medio siglo solían
lastimarse con las alambradas en los campos y, sin embargo, en ese corto
periodo de tiempo la totalidad de la especie ha “aprendido” a evitar el alambre
de púas.
no solo los campos de organismos vivos sino también de cristales y moléculas. Cada tipo de molécula, cada
proteína, por ejemplo, tiene su propio campo mórfico -un campo de hemoglobina, un campo de insulina,
etc. De igual manera cada tipo de cristal, cada tipo de organismo, cada tipo de instinto o patrón de
comportamiento tiene su campo mórfico. Estos campos son los que ordenan la naturaleza. Hay muchos
tipos de campos porque hay muchos tipos de cosas y patrones en la naturaleza..."
90 La técnica consiste en que el cliente expone su problema al facilitador, que decide cuales son las
personas de su sistema familiar a constelar. No se puede configurar todos los miembros de su sistema
familiar, serian demasiado numerosos: se trata solamente de establecer únicamente aquellos relacionados
con el problema en cuestión. El cliente escoge, entre los asistentes, representantes para los miembros de
su sistema familiar y los sitúa en un espacio determinado. Lo asombroso es que los representantes
comienzan a sentir sensaciones, emociones y pensamientos. Incluso la manera de hablar y moverse,
corresponde a la dinámica relacional y psicológica de las personas que representan: miembros vivos o
muertos del sistema familiar del cliente.
132
También a Jung intentando trascender los límites racionales de la mente
humana zambulléndose en el “inconsciente colectivo”,
¿Acaso no se parecen todos ellos a los sabios ciegos del cuento palpando
su particular pedazo de elefante?
133
FENÓMENOS EMERGENTES Y CAMBIO SOCIAL
91 Aunque de origen aristotélico, el axioma fundamental con el cual se ha identificado con mayor frecuencia
a la escuela psicológica de la Gestalt es "El todo es siempre mayor que la suma de sus partes”
134
Sea como fuere, lo cierto es que la hipótesis reduccionista, hasta ahora
aceptada tácitamente, hace aguas por doquier y nos obliga a una profunda
reflexión acerca de cómo surgen y funcionan determinados sistemas complejos.
92Craig Reynolds es un informático especializado en gráficos y vida artificial. Trabajó en la película Tron
(1982) y en Batman Returns (1992) y es conocido por la creación del programa Boids (1986), un simulador
del comportamiento de una bandada de pájaros.
135
inició lo que conocemos hoy como división del trabajo. Ese "anecdótico" cambio
generó, no obstante, el fenómeno emergente de las ciudades, las civilizaciones
y los imperios. Curiosamente aquellos insectos (hormigas y abejas) que han
desarrollado también, entre sus miembros, una distribución diferenciada de
labores a asumir, han conseguido establecer, a su vez, grandes colonias. Por
otro lado, la diferenciación celular es, a su vez, la responsable de la aparición de
los seres vivos.
136
intereses particulares por la alternativa colaborativa expuesta a lo largo de este
trabajo articulada a partir de la idea de consenso.
Por consiguiente, las únicas críticas serias al respecto suelen referirse a las
dificultades que conlleva su práctica y, colateralmente, al tiempo a emplear en
137
su desarrollo. Ambas cuestiones lógicamente se relacionan entre sí y derivan a
su vez de una simple falta de hábito o costumbre.
138
Hay quienes afirman, a su vez, que el consenso como método solamente
resulta viable en grupos de reducido tamaño y, probablemente, ésta constituya
la dificultad más seria que esgrimen sus detractores frente a la posibilidad de
emplearlo de forma generalizada. No obstante, existiría una posible solución al
problema de construir consensos con grandes números y, tal vez, escenificarla
mediante un ejemplo resulte ser lo más didáctico. Para ello, recurriremos a un
cuento de Tolstoy en el que basaremos la siguiente historia:
Cierto día el alcalde decidió que ya era hora de deshacerse de ella. La última
riada acaecida había erosionado la base tanto que su estabilidad estaba además
en entredicho y cuanto menos había que fragmentarla, Varios ingenieros
estudiaron la cuestión y propusieron, o bien construir un sistema especial
de grúas que arrastraran la piedra, lo que costaría 50.000 euros, o trocearla
primero con explosiones controladas de baja potencia, lo que reduciría el costo a
40.000 euros pero con la contrapartida del ruido, que ocasionaría cierta molestia
en el seno del vecindario.
139
El resultado fue el siguiente:
SÍ = 53%
NO = 47%
- Sería mejor cavar un hoyo junto a ella y, con un simple empujón, enterrarla
porque, de ese modo saldría mucho más barato. (18%)
- Considero que sería mejor pedirle al artista del pueblo que la esculpa
convirtiéndola en una estatua. (4%)
140
- Estoy en contra porque se podría aprovechar para construir un rocódromo
y promover así la práctica deportiva del alpinismo. (3%)
- Considero que sería mejor pedirle al artista del pueblo que la esculpa
convirtiéndola en una estatua. (21%)
- Sería mejor cavar un hoyo junto a ella y, con un simple empujón, enterrarla
porque, de ese modo saldría mucho más barato. (18%)
141
- Podríamos trocearla entre todos, poco a poco, y así no sólo no nos
supondría un gasto deshacernos de ella, sino que, tal vez, obtendríamos
cierto beneficio subastando los trozos ante aquellos que desean
adquirirlos como recuerdo. (15%)
Hablemos con el artista del pueblo para que esculpa una estatua por un lado
de la roca y por el otro construiremos un rocódromo. Para evitar que estorbe y
minimizar así un posible impacto urbanístico, ubicaremos ese conjunto dentro de
una rotonda ajardinada y, finalmente, subastaremos los trozos que le sobren al
escultor para, con el dinero recaudado, financiar toda la obra.
142
la aprobación de la propuesta resultó prácticamente unánime y la armonía
regresó a esa localidad».
Si en lugar de un cuento, el presente relato fuera una fábula, tal vez habría
que extraer alguna interesante y aleccionadora moraleja.
143
fractura en el seno del grupo tan característica de las votaciones que suele
generar, a medio o largo plazo, tensión y descohesión.
HORIZONTALIDAD Y CONSENSO
144
Esta idea parte de una reacción visceral contra la sociedad jerarquizada y
elitista en la que estamos inmersos y contra el habitual control sobre nuestras
vidas que aquella suele conferir a otros,
145
coordinarnos a otra escala, daría ya igual acudir con un enlace que enviar una
grabación o un acta. En cualquier caso, si las imperiosas decisiones por él
adoptadas no fuesen del agrado del conjunto al que representa, siempre existiría
la posibilidad de revocación posterior dado que, en ningún momento, el acuerdo
del equipo con él debería suponer un “cheque en blanco”.
146
particular, de implicarnos personalmente en esa transformación social a la que
estamos apuntando, todo cambio que impulsemos, lógicamente, repercutirá
también en nosotros mismos. Paulatinamente iremos desarrollando una visión
más amplia y adaptada a la realidad circundante por una mayor comprensión de
los fenómenos al ir diluyendo nuestro «ego» en lugar de intentar, de manera
enfermiza, ir perfilando nuestra identidad afirmándonos a cada paso. La
recompensa de trabajar con uno mismo sobre estas cuestiones es precisamente
evolucionar como seres humanos.
147
No obstante, profundizar en dicha cuestión y comenzar a desarrollar una
cultura basada en el diálogo y la complementación de ideas como alternativa a
la tradicional tendencia a discutir y confrontar opiniones de modo dialéctico,
podría posibilitar, a futuro, un revolucionario cambio de paradigma social,
político, cultural y económico.
148
medida, por nuestra cómplice pasividad frente a situaciones previas que son
consideradas bajo el umbral de la "normalidad". Esa anecdótica manera de
presentar tales hechos frente a la opinión pública, consecuente con la necesidad
de escandalizar más que de dar cuenta de lo que acontece, nos hace perder
toda noción de proceso y la conclusión entonces es que la violencia es algo
terrible que le sucede a unos pocos que son incapaces de manejar según que
circunstancias. Nosotros, sin embargo, consideramos que la violencia, en sus
expresiones más folclóricas, constituye el fatal desenlace de una conflictividad
pésimamente gestionada. A su vez, el conflicto ha ser entendido como una
evidente manifestación más de las dificultades que se presentan a la hora de
articular esa diversidad inherente a la condición humana, con el fin coordinar
respuestas conjuntas, guardando una estrecha relación con esa costumbre tan
nuestra de confrontar, competir y discutir en vez de cooperar y dialogar. De igual
modo en que la mediación intenta impedir que el conflicto se judicialice y nos
veamos ya sometidos a soluciones de carácter específicamente punitivo,
nosotros aspiramos a desarrollar herramientas simples y prácticas que permitan
a las personas, en general, manejar de un modo eficaz sus disputas cotidianas
con el fin de que no se generen escaladas incontrolables que culminen con
fatales desenlaces. Consideramos que no hemos de conformarnos con resolver
conflictos ya consumados y con un deterioro significativo en la relación
interpersonal, mediante la intervención de personas ajenas. Resultaría más
interesante, promover pedagógicamente mecanismos simples que nos permitan
gestionar satisfactoriamente nuestras rutinarias polémicas para despejar
cualquier atisbo de tensión en su etapa más incipiente. De ese modo permitimos
además cierto desarrollo personal al corresponsabilizar proactivamente a los
individuos en este asunto, instándoles a intervenir en los estadios iniciales del
conflicto rebajando así el excesivo grado de aceptación que en general se posee
frente a este tipo de hechos.
149
resolución de conflictos, a través de la figura del mediador, pero con la mirada y
la esperanza puesta en que el desarrollo de esta noble labor de asistencia irá
introduciendo paulatinamente, en nuestras sociedades, una nueva cultura del
diálogo y el respeto mutuo… Un resurgir del humanismo, capaz de superar
definitivamente toda forma de violencia asociada actualmente a cualquier
actividad humana.
Al actuar así, lograremos articular una mínima conexión emocional con el otro
que nos permitirá, por un lado, expresar nuestros sentimientos de una manera
agradable en vez de refugiarnos en ellos para después soltarlos con una carga
emocional desmedida y, por otro, no caer en la simpleza de reducir al otro a un
mero personaje deshumanizándolo.
150
intenta evitarle al carecer del valor suficiente como para enfrentarse a la situación
de haberle fallado.”
Por consiguiente, en nuestro caso particular, Miguel Ángel adopta una actitud
agresivamente reprobatoria mientras que Alejandro reacciona de una manera
defensivamente justificativa. Cuanto más reproche Miguel Ángel a Alejandro su
demora, más explicaciones dará este último presentándolas como causas
evidentes de su retraso en el pago.
151
excusa. Sin embargo, desde el punto de vista de Alejandro, Miguel Ángel, algo
obsesionado y con muy poca paciencia, le ha echado en cara el que no le haya
devuelto aún el dinero que le prestó, abochornándole y dándole la impresión de
que le importa más ese dinero que la amistad que existe entre ambos.
"Cierto día, un gran sabio religioso le pidió a Dios que le permitiera ver como
era el Cielo y el Infierno para poder así compartir su experiencia con los demás
hombres.
Dios decidió mostrarle primero el infierno. Era una gran mansión, cuya única
habitación era un largo e infinito comedor. El comedor era tan amplio como una
autopista y al frente de cada comensal estaban servidos los mejores y más
variados manjares. El sabio observó detenidamente sus caras y notó que
estaban enfermos, y famélicos ya que sus cubiertos eran tan largos como remos,
y por más que intentaban estirar sus brazos no alcanzaban a alimentarse.
152
Dios decidió entonces mostrarle al sabio el Cielo. El sabio comenzó a
ascender en ese lento trance. Cual no sería su asombro al ver allí la misma
mansión, y al entrar en ella, contemplar la misma habitación con las mismas
dimensiones y características del infierno y servida con los mismos platos
ostentosos…
Observó que los comensales, a pesar de tener los mismos cubiertos que en
el Infierno, se veían saludables, llenos de vigor y felices.
Él sabio preguntó a Dios: Pero: ¿Cómo están aquí tan felices y bien
alimentados y en el Infierno tan tristes y hambrientos?
93
Cuento de origen taoísta
153
Finalmente, analizar el siguiente supuesto ayudará a comprender mejor esta
estrategia de resolución personal de conflictos que estamos planteando:
“Sonia está celosa de una amiga de su marido porque nota que a ella le gusta
él. Hoy una vecina le ha comentado que vio a su marido con ella ayer en una
cafetería y su esposo no le comentó nada al respecto. Efectivamente ayer
Alejandro, marido de Sonia, se encontró casualmente con una amiga suya y se
tomó un café con ella. Decidió no decirle nada a su mujer sobre ese encuentro
porque cada vez que la nombra terminan discutiendo. Al encontrarse ambos en
casa, salta la chispa…”
154
¿Qué le ocurre a Sonia con Alejandro?
La histérica celosa
El infiel mentiroso
155
Recordando alguna vez en la que ella no fue sincera completamente con
alguien al ocultarle parte de la verdad y rememorando los motivos que la llevaron
a actuar así. Extraer de su memoria alguna situación en la que alguien
(posiblemente sus padres) se entrometieron en su vida opinando sobre la
conveniencia o no de mantener según que relaciones reforzaría tal objetivo.
¿Y Alejandro a Sonia?
156
alteras o, cuanto menos, me sueles poner mala cara y, entonces, me siento algo
agobiado... Como si intentases controlar mis relaciones... Dices que se siente
atraída hacia mí y tal vez tengas razón. Sin embargo, esa cuestión no es
importante para mí porque, en definitiva, nada debes temer porque yo estoy
contigo porque te quiero y no deseo estar con ninguna otra.
157
El modelo empático o humanista de mediación que proponemos se halla
plenamente fundamentado a partir de una concepción intersubjetivamente
intencional del hecho humano, que nos induce, de entrada, a cuestionar la
viabilidad estricta del principio de neutralidad, instando a los responsables de
este tipo de procesos a asumir roles, en general, más activos, modificando ese
emplazamiento discreto requerido, en términos de distanciamiento imparcial, por
uno de carácter más ecuánime y sensible. No obstante, esta conducta
aparentemente tan abierta, se hallará, sin embargo, acotada, dado que,
coherentes con esa misma idea de ser humano que defendemos, ese otro
fundamento rector que es la voluntariedad adquiere, si cabe, una dimensión tal
que su invulnerabilidad debería ser entendida casi como un dogma, ya que ese
intento por apropiarse, consciente o inconscientemente, de la intencionalidad del
otro representa, para nosotros, el auténtico detonante de todo conflicto. En la
base misma de tal acto, se manifiesta siempre una significativa anestesia que
inhibe la capacidad mutua de integración emocional sin la cual sería impensable
establecer esa característica cosificación respectiva, completamente
imprescindible, a su vez, para intentar, a continuación, suplantar la voluntad
ajena. Por esa razón nuestra metodología mediadora incide precisamente ahí,
fijando como propósito principal el restablecimiento de ese canal emocional
bloqueado inicialmente, desarticulando con ello toda esa estructura competitiva
inicial y posibilitando así toda controversia.
158
salpique toda relación interpersonal. A su vez, esa mirada amplia y estructural
del asunto propicia un modo integral de asumir el reto de la resolución de
conflictos sin detenerse prioritariamente en aspectos aislados, descuidando
otros y multiplicando así las posibles estrategias concretas cara a afrontar su
superación. Finalmente, los sólidos cimientos lógico-filosóficos sobre los que se
sustenta nos permiten además articular concepciones más precisas referentes a
cómo se originan los conflictos y mediante qué procedimiento se produce la
posterior escalada, así como una mayor comprensión en el uso de las
herramientas con que cuenta cualquier mediador.
159
MÉTODO EMPÁTICO
DE
MEDIACIÓN
160
PRIMERA SESIÓN (INDIVIDUAL) – ANÁLISIS DE SITUACIÓN
161
Plano medio (Relación)
162
RELACIÓN ENTRE LOS ELEMENTOS COMPOSITIVOS EN UN CONFLICTO
RELACIÓN
ENQUISTAMIENTO
POLARIZACIÓN
COMPORTAMIENTO INTERÉS
ESCALADA
INCOMUNICACIÓN
TENSIÓN
COMPENSACIÓN RESPUESTA
REGISTRO ENFOQUE
DESEQUILIBRIO IMPULSO
DISCORDIA ESCALA
SENSACIÓN PERSPECTIVA
RETROALIMENTACIÓN
163
Cuestionario 1:
- ¿Cómo te sientes?
164
Cuestionario 1:
¿Qué pensaste cuando él/ella hizo eso?... ¿Por qué crees que ha
actuado de ese modo?... ¿Qué crees que pretendía obrando así?
165
¿Consideras necesario modificar alguno de esos elementos?
166
ESQUEMA ANALÍTICO DE LA SITUACIÓN CONFLICTIVA
PERSPECTIVA PERSPECTIVA
ESTEREOTIPO ESTEREOTIPO
INTEREÉS
INTEREÉS
HISTORIA COMÚN
SENSACIÓN SENSACIÓN
NECESIDAD
NECESIDAD
ACTITUD ACTITUD
COMPORTAMIENTO
COMPORTAMIENTO
INTERRELACIÓN DE ACTITUDES
COHERENCIA
COHERENCIA
167
Cuestionario 2:
168
SEGUNDA SESIÓN (INDIVIDUAL) – CONEXIÓN EMPÁTICA
Cuestionario 2:
169
que hemos establecido del otro a partir de bloquearnos empáticamente con
respecto a él.
94 Para profundizar en los fundamentos teóricos de esta técnica recomendamos la lectura del libro
“Experiencias Guiadas” de Mario Luís Rodríguez Cobos y “Autoliberación” de Luís Amman en lo relativo a
ejercicios transferenciales.
170
oníricamente toda la escenografía general. Frente a cualquier insistente objeción
por parte del mediado a reconocerse en tales circunstancias, hemos de tener
presente que jamás podría detectar dicha manera de obrar en otro si
previamente tal cosa no se hubiese experimentado personalmente.
171
EXPERIENCIA GUIADA
172
En ese momento comienzo arrepentido a relatar al tribunal aquel suceso (*)
En ese momento alguien, vestido con una túnica blanca, sale de entre la
muchedumbre gritando: ¿Cómo que han escuchado bastante?... ¡Han oído sólo
la parte que les interesa!... ¡Aún hay más!
173
acercándose, también, aquel de la túnica blanca, que soy yo mismo, Al alejarse
de mí, tras sentirme muy unido a él/ella, me doy cuenta de que se ha convertido
en aquel a quién perjudiqué.
174
¿Qué has podido haber hecho que a él/ella le haya molestado?
¿Por qué actuaste de ese modo?... ¿Qué pretendías conseguir con ello?
¿Qué crees que podría pensar él/ella sobre tus intenciones al respecto?
175
TERCERA SESIÓN OPTATIVA (CONJUNTA) - PSICODRAMA
Esta sesión estará indicada en los casos en los que la escalada del conflicto
haya producido un deterioro significativo en la relación entre las partes. Aunque
tras las primeras sesiones es de esperar que la relación se haya restablecido en
gran medida, existen, no obstante, hábitos adquiridos que impiden una
comunicación plenamente amable al haberse producido una excesiva carga
emocional negativa en sus interacciones en los momentos previos al inicio de la
mediación.
El psicodrama, más conocido tal vez por su término homólogo inglés “role
playing” (juego de roles) es una dinámica grupal donde se simula una situación
cotidiana en la que, cada participante representa el papel concreto habitual que
le corresponde. Es decir, el conjunto representa teatralmente dicha circunstancia
como si se tratara de la realidad, asumiendo individualmente cada uno su propio
papel.
A través de esta técnica, afloran las decisiones adoptadas por cada individuo
en dicha situación. Con ello aprenderán a reconocer sus emociones y
sentimientos, así como la conducta que le caracteriza en determinadas
circunstancias. De este modo, se desarrolla la empatía al mejorar la comprensión
que cada participante posee respecto a sí mismo y en relación con los demás.
176
Al mismo tiempo, nos permite mejorar la asertividad, al modificar los roles
empleados, ayudándonos así a resolver conflictos y asumir con responsabilidad
la toma de decisiones, según coinciden en afirmar la mayor parte de los
especialistas.
177
Introducción teórica
Por ejemplo, imaginemos que alguien trata de ser atendido antes que
nosotros cuando, en realidad, hemos llegado antes que él. Normalmente le
diríamos algo parecido a lo siguiente:
“¡Oiga!... ¡No se cuele!... ¡Yo he llegado antes que usted!... ¡Menuda cara se
gasta!... ¡Haga el favor de aguardar a su turno y no sea tan listo!...”
178
“Disculpe… Imagino que no se ha dado cuenta de que yo llegué antes…
Supongo que alguna vez le ha pasado y sabe lo mal que sienta cuando alguien
se intenta colar. Por eso mismo, para evitar malentendidos se lo comento para
que esté más atento y así no tenga problemas ni conmigo ni con nadie”
De ese modo, lograremos una mayor comprensión por parte del otro ya que,
al no ser agresivos con él, no se verá abocado a reaccionar de un modo
defensivo y se hallará en mejor disposición para satisfacer nuestras posibles
necesidades.
Entendemos que para todos resulta difícil reconocer la violencia, aunque sea
de baja intensidad, como propia o próxima. Suele considerarse que los violentos
son los otros o que tales situaciones no tienen que ver con la propia vida. El
mediador ha de tener en cuenta que ésta es una aproximación al tema y que la
mayor comprensión se obtiene, no por explicación reiterada ni forzamiento, sino
sobre todo gracias a la confianza despertada en el mediado al sentir, en todo
momento, que no será juzgado o criticado.
179
2) Preparación de una representación teatral en la que participarán los
concurrentes como actores que tratarán de expresar sus respectivas
situaciones problemáticas
Cada individuo reflexiona sobre cómo debe actuar según su papel habitual
esforzándose por llevarlo a cabo de la mejor manera que le sea posible. A tal
efecto, deberá pensar los argumentos pertinentes y acordes a la situación que le
permita establecer un diálogo concreto que evidencie claramente el conflicto que
se representa.
3) Representación teatral
180
acuerdo de todos, se estimen convenientes para cada protagonista. El mediador
puede intervenir también en esa discusión conjunta aportando opiniones al
respecto y censurando, con especial delicadeza, a quienes se alarguen en sus
comentarios o se salgan de tema, siempre sin que se sientan criticados.
181
6) Conclusiones
182
CUARTA SESIÓN (CONJUNTA) – PERSPECTIVA INTERSUBJETIVA
183
QUINTA SESIÓN (CONJUNTA) – LLUVIA DE IDEAS
184
ESQUEMA COMPLETO DEL PROCESO MEDIADOR
PREMEDIACIÓN
NECESIDAD
SENSACIÓN
INTERÉS ¿QUÉ SUCEDIÓ?
PERSPECTIVA
ACTITUD HISTORIA PERSONAL
COMPORTAMIENTO
COHERENCIA
EXPERIENCIA
RECONEXIÓN EMPATICA GUIADA
RESISTENCIA
RESTABLECER
COMUNICACIÓN
PSICODRAMA
¿? ASERTIVIDAD
HISTORIA COMÚN
LLUVIA DE IDEAS
ACUERDO
185
EJEMPLO PRÁCTICO
DE
MEDIACIÓN
SITUACIÓN CONFLICTIVA
186
PRIMERA SESIÓN (INDIVIDUAL) – ANÁLISIS DE SITUACIÓN
EMPLEADO
187
JEFE
188
Plano medio (Relación)
189
ESQUEMA ANALÍTICO DE LA SITUACIÓN CONFLICTIVA
PERSPECTIVA PERSPECTIVA
Mi empleado no cumple con su trabajo Mi jefe se ha dirigido a mí de un modo
muy agresivo
ESTEREOTIPO ESTEREOTIPO
Vago irresponsable Sargento “chusquero”
INTEREÉS
INTEREÉS
Que el empleado cumpla con su trabajo
Obtener una disculpa por parte de su jefe
HISTORIA COMÚN
NECESIDAD
Confiar en mis empleados y saber que NECESIDAD
cuento con su ayuda en todo momento ACTITUD ACTITUD
Ser tratado con amabilidad y consideración
Expeditiva y Evasiva y
reprobatoria justificativa
COMPORTAMIENTO
COMPORTAMIENTO
Justificarse y no expresar lo que siente por
Presionar al empleado increpándole
temor a posibles represalias laborales
INTERRELACIÓN DE ACTITUDES
190
JEFE EMPLEADO
SEGUNDA SESIÓN (INDIVIDUAL) – CONEXIÓN EMPÁTICA
JEFE
Cuestionario 2:
Un vago irresponsable
Pues eso... Que a veces aparecen imprevistos con los que no contabas
inicialmente...
191
¿Por qué actuaste de ese modo?... ¿Qué pretendías conseguir con ello?
Estaba nervioso porque estamos muy apurados con los plazos... Lo único
que pretendía es que hiciese su trabajo... Para eso le pago...
¿Qué crees que podría pensar él/ella sobre tus intenciones al respecto?
Tal vez piense que soy inflexible... Que no me importan sus explicaciones...
Pero es que lo que me interesa es ver cómo vamos a sacar el trabajo adelante...
Supongo que presionado... Pero es que algo tengo que hacer para que
reaccione... Tengo que estar siempre encima de él para que haga las cosas...
Puede ser que haya sido algo duro con él... Pero es que no se pone en mi
lugar... Yo soy el que finalmente tiene que “dar la cara”...
Puedo intentar ser más amable... Pero siempre que asuma su trabajo sin
necesidad de estar pendiente yo de ello...
192
¿Qué virtudes podrías extraer a partir de tus supuestos defectos?
193
EMPLEADO
Cuestionario 2:
Un sargento “chusquero”
A veces me he puesto un poco “mandón” con mis hijos... Pero siempre fue
por su bien... Para que aprendiesen a ser más responsables...
¿Por qué actuaste de ese modo?... ¿Qué pretendías conseguir con ello?
194
¿Qué crees que podría pensar él/ella sobre tus intenciones al respecto?
Lo único que puedo hacer es planificar mejor las cosas y asumir que no todo
sale siempre como uno espera e intentar poner remedio a esas situaciones...
Más no me es posible...
Un “escaqueado”...
No me gusta agobiarme...
195
TERCERA SESIÓN (CONJUNTA) OPTATIVA - PSICODRAMA
Se escenifican los hechos tal cual sucedieron o suelen suceder con lo cuál
los diálogos expresados serían:
196
- ¿Está por fin listo ese informe que te encargué ayer?
- No he podido aún redactarlo porque me ha surgido un imprevisto… Pero
no se preocupe porque ya mismo me pongo con ello y en cuanto esté,
que será lo antes posible, yo mismo se lo acerco a su mesa…
De ese modo queda desarmada esa actitud de reproche continuado que tanta
tensión estaba produciendo en el empleado…
JEFE A EMPLEADO
EMPLEADO A JEFE
197
su nerviosismo le impide escucharme. Comprendo su decepción y preocupación
al respecto y, créame que nada me gustaría más que complacerle en todo
momento, pero cuando, en ocasiones, no me es posible tal cosa, agradecería
muchísimo que, pese a ello, mantuviese intacta su confianza en mí e intentase
calmarse.
198
CUARTA SESIÓN (CONJUNTA) – PERSPECTIVA INTERSUBJETIVA
PERSPECTIVA INTERSUBJETIVA
199
problema de coordinación mutua hace estallar la chispa. Por otro lado, las
estructuras organizativas de carácter muy piramidal distribuyen
consecuentemente las responsabilidades a afrontar y el margen individual de
maniobra de una manera marcadamente diferencial. Todo ello nos obliga a
aceptar, a veces, una carga laboral excesiva que no siempre es posible asumir
y que, cuando no todo sale según lo calculado, aparecen circunstancias
imprevistas que incrementan el nivel de estrés. En tales situaciones se pierde
toda capacidad asertiva y el reproche se convierte en la manera habitual de
expresar las necesidades desde el nivel jerárquico superior hacia abajo. Ello
genera sentimientos de injusticia que tienden a ser compensados con
justificaciones por parte del personal subalterno que son interpretadas, a su vez,
como meras excusas por el superior, orientándose todo ya hacia una estéril
estrategia de depuración de responsabilidades en lugar de aplicarse ambos en
la búsqueda de soluciones, lo que acelera la tensión hasta el umbral conflictivo.
200
QUINTA SESIÓN (CONJUNTA) – LLUVIA DE IDEAS
EMPLEADO
Yo creo que podría asumir el reto de planificar las tareas con mayor precisión
incorporando protocolos alternativos de actuación en caso de imprevistos.
JEFE
Tal vez sería posible, por mi parte, ampliar los plazos de ejecución de
determinados trabajos no comprometiéndome con los clientes a resolver sus
cuestiones de un modo tan inmediato.
JEFE
201
EMPLEADO
JEFE
Se me ocurre que, tal vez, reunirnos de vez en cuando todos para tratar de
estos temas y mejorar el ambiente general de trabajo sería una muy buena idea...
202
EJEMPLO PRÁCTICO
DE
MEDIACIÓN
SITUACIÓN CONFLICTIVA
Un banco intenta ejecutar una hipoteca por impago de cuotas y el inmueble esta arrendado por
un hermano del propietario que se ha quedado en paro y que por ese motivo no puede abonar
el alquiler, con el cual el dueño, a su vez, hacía frente al crédito.
203
PREAMBULO
204
PRIMERA SESIÓN (INDIVIDUAL) – ANÁLISIS DE SITUACIÓN
Cuestionario 1:
PROPIETARIO
¿Cómo te sientes?
205
¿Qué hiciste al respecto?
Necesitaría cierto margen de confianza, por parte del banco, para poder
saldar la deuda, pero cuando las condiciones económicas lo permitan.
206
ARRENDATARIO
Son unos usureros los del banco y sólo les preocupa cobrar su maldito dinero.
No actuar con decisión frente a un problema tan grave no parece ser una
táctica muy acertada. Es normal sentirse desesperado.
207
¿Consideras necesario modificar alguno de esos elementos?
Que me “eche una mano” en vez de “ponerme una pierna encima” para así
poder salir adelante en esta complicada situación.
208
BANCO
¿Qué piensa el banco sobre eso?... ¿Por qué cree que el cliente ha
actuado de ese modo?... ¿Qué cree que pretendía obrando así?
209
forma parte de lo acordado voluntariamente aceptado por él cuando nos solicitó
la concesión del crédito y legalmente contemplado en este tipo de situaciones.
Tal vez se podría articular alguna solución al respecto más satisfactoria para
todos los implicados.
Necesitamos que la gestión este negocio resulte ser lo más rentable posible.
210
De esta primera sesión de análisis de la situación conflictiva extraemos la
siguiente información que presentamos de manera esquemática mediante la
siguiente tabla:
Impotencia, injusticia,
SENSACIモN Incomodidad Rabia y desesperación
ansiedad y preocupación
Defensa de sus
Aguardar a ver si su
COMPORTAMIENTO intereses por la vía Buscar trabajo
hermano lo resuelve
judicial
Algo evasiva
ACTITUD Rígida, fría y hostil Expectante obsesionado en una
única posible solución
Aunque legalmente
El percibir al banco como
tengamos derecho, no Jugársela a una sola
COHERENCIA inflexible cierra toda
nos resulta nada carta no es sensato
posibilidad
agradable
211
de abonar las cuotas para estudiar alguna posible solución, el banco se ve
empujado a adoptar medidas legales que, a su vez, cierran toda posibilidad de
diálogo por ambas partes.
212
SEGUNDA SESIÓN (INDIVIDUAL) – CONEXIÓN EMPÁTICA
Cuestionario 2:
PROPIETARIO
213
¿Qué has hecho que al banco le ha molestado?
¿Por qué actuaste de ese modo?... ¿Qué pretendías conseguir con ello?
Yo no tengo dinero para hacer frente a esos pagos y dependía del alquiler de
mi hermano para ello… Al quedarse él en paro, no he podido responder a ese
compromiso…
Supongo que el banco piensa poco sobre las posibles razones que existan…
De hecho, no creo que conozcan las circunstancias especiales que motivan mi
impago… Imagino que piensan que no pago porque no quiero…
Hasta que no perciba ingresos por alquiler de esa propiedad poco puedo
hacer al respecto…
214
Si fueras un personaje de una novela o de una película: ¿Qué personaje
crees que serías para el banco según tú?... Tú eres un/una…
215
ARRENDATARIO
No creo que fuese capaz jamás de presionar a nadie por dinero… No soy tan
miserable…
216
¿Crees que los empleados de la sucursal del banco no comprometerían
su futuro laboral si no actuasen como lo están haciendo?... ¿Qué pensarían
sus superiores si se negasen a ejecutar sin más la hipoteca?
¿Por qué actuaste de ese modo?... ¿Qué pretendías conseguir con ello?
217
¿Qué es lo que supones que el banco necesita en realidad para poder
sentirse mejor?
Un ocupa…
Me responsabilizo de mi familia…
218
BANCO
Todo lo contrario… Me fastidiaba mucho tener esa deuda pendiente con él…
Era sólo que tardé mucho en poder reunir ese dinero…
219
¿Por qué actuaste de ese modo?... ¿Qué pretendías conseguir con ello?
Supongo que entiende como algo injusto el adoptar por nuestra parte una
medida tan drástica
Me imagino que nos verá como una especie de Goliat que intenta
injustamente aplastarle…
220
¿Qué virtudes podrías extraer a partir de tus supuestos defectos?
221
CUARTA SESIÓN (CONJUNTA) – PERSPECTIVA INTERSUBJETIVA
No me ha sido posible hacer frente a las últimas cuotas del préstamo que
solicité porque mi hermano ha quedado en situación de desempleo y no puede
abonarme el alquiler con el que habitualmente cubro ese gasto y por eso el banco
quiere quitarme mi casa.
HISTORIA COMÚN
Ante el hecho de que un cliente, sin explicación alguna, dejase de abonar las
cuotas correspondientes a un préstamo hipotecario, el banco, siguiendo el
protocolo habitual en estos casos, opta por iniciar la ejecución del inmueble, dado
que constituye el único aval posee sobre el mencionado crédito. Durante ese
222
impago reiterado de mensualidades, dicho cliente no intervino en modo alguno
en la situación suponiendo que las circunstancias que dieron origen a esa
morosidad se resolverían favorablemente en un plazo breve de tiempo, al tener
que ver con que su inquilino, y a la vez hermano, fue despedido súbitamente y
entendiendo que pronto volvería a conseguir un trabajo. El haber planteado esa
salida como única posibilidad y no obtener resultados positivos en ese sentido
ha ocasionado que el problema inicial siga su curso y se agrave complicándolo
todo.
223
QUINTA SESIÓN (CONJUNTA) – LLUVIA DE IDEAS
BANCO
ARRENDATARIO
PROPIETARIO
224
BANCO
ARRENDATARIO
PROPIETARIO
BANCO
PROPIETARIO Y ARRENDATARIO
225
BANCO
Es más... Voy a indagar por ahí... Tal vez exista alguna vacante en alguna
otra sucursal y podamos contratar a tu hermano... No puedo prometer nada al
respecto, pero preguntaré por ahí...
226
ANEXOS
227
TESIS DEL NUEVO HUMANISMO O HUMANISMO UNIVERSALISTA
Por tanto, no se puede suponer una dirección, una razón o un sentido previo
(a la existencia), sin contradecir lo anterior.
228
Inclusive puede negarlo radicalmente mediante el suicidio y la destrucción.
La existencia puede nihilizar al mundo (y, por tanto al cuerpo, a la naturaleza y/o
a la sociedad), o humanizar al mundo.
Tesis 3.1. Es desde la libertad, donde el ser humano elige aceptar o negar
las condiciones sociales en que nace, se desarrolla y muere.
Nadie puede existir sin confrontarse a las condiciones sociales en que vive,
y nadie puede dejar de elegir entre ellas. La no elección entre condiciones, es
también elección. Los resultados de la elección, no confirman ni invalidan tal
hecho.
229
Tesis 4. La contradicción social es producto de la violencia. La apropiación
del todo social por una parte del mismo, es violencia y esa violencia est en la
base de la contradicción y el sufrimiento.
230
Tesis 7. Finalmente, la muerte parece imponer su naturalidad a la
intencionalidad del ser humano y con su facticidad, por ahora ineludible, aparenta
destruir todo futuro y toda libertad. Es la rebelión frente a ese hecho definitivo y
frente a la enfermedad, la desigualdad y la injusticia, lo que da coherencia a la
vida humana. No hay necesidad lógica alguna, dentro de estos planteamientos,
que obligue al ser humano a aceptar el triunfo de lo absurdo de lo natural, sobre
la intencionalidad y la libertad.
Es por ello que las ideologías dominantes, han considerado a los nativos
oprimidos como “naturales”; a los obreros explotados como “fuerza de trabajo”;
a las mujeres relegadas como “procreadoras”; a las razas dominadas como
zoológicamente “inferiores”; a los jóvenes desposeídos de los medios de
producción como sólo proyecto, caricatura, inmadurez de hombres plenos; a los
pueblos latinoamericanos y africanos como evolutivamente incompletos, como
“subdesarrollados”…y así siguiendo.
231
MÉTODO ESTRUCTURAL DINÁMICO95
Pero este Método no parte de los principios de la Lógica clásica, sino de los
Principios que se fundamentan en la observación de los mecanismos del pensar.
Entonces el fundamento de este método no es una idea del “ser”, sino los
mecanismos del pensar, la estructura dinámica del pensar.
95
Extraído de “Teoría y Práctica del Método Estructural Dinámico” de Jorge Pompei y colaboradores
232
o La Pregunta. Donde enunciamos el problema, formulamos la
pregunta y definimos el Objeto de Estudio e Interés.
Pero este problema, para poder ser trabajado, debe ser descrito con claridad,
de modo completo y con la mayor sencillez posible.
233
Este Interés deberá mantenerse presente e inmutable a lo largo de todo el
estudio. Será nuestro Hilo de Ariadna que, como en el mito, nos ayudará a no
perdemos en nuestra incursión.
Una vez resuelto esto, podemos pasar al siguiente momento, que consiste
en el encuadre y análisis y que es el corazón del quehacer metódico.
Lo podrá mirar desde el frente, desde arriba, abajo o desde atrás y desde
cada perspectiva obtendrá una visión diferente.
El Interés es fijo, el Punto de Vista cambia en cada paso de análisis que para
mayor claridad vamos a desarrollar siguiendo un orden que comienza por el
Proceso, continúa con la Relación y culmina con la Composición.
234
Para el segundo análisis y ubicados en un momento de proceso definido,
vamos estudiar la relación dinámica que nuestro objeto entabla con otros
elementos presentes de modo concomitante en el ámbito medio.
Para esto, lo primero que haremos será realizar una descripción prolija de
todo el desarrollo realizado. Luego resumiremos los aspectos más relevantes y
por último luego de relacionar los elementos trabajados, intentaremos elaborar
una síntesis que integre todo lo estudiado.
Esta síntesis implica haber accedido a una nueva visión, una nueva
experiencia del Objeto de Estudio que ahora se nos presenta con una nueva
claridad.
Es de la síntesis del estudio del objeto y con una nueva comprensión, que
podremos encarar la respuesta a la pregunta formulada y que será la conclusión
a la que arribemos. Pero ésta ya no será una simple opinión vertida sin mayor
235
reflexión, sino que será el resultado de pensar, con rigor y de modo integral sobre
el problema que nos habíamos formulado.
Restará por último realizar un Informe Final, que de modo claro y sintético
exprese lo realizado y pueda ser comprendido por un interlocutor que no haya
participado del trabajo realizado.
236
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