desde el fondo
LA LEYENDA DEL ALMA MULA COMO REGULADORA DE LA MORALIDAD
EN SANTIAGO DEL ESTERO
CECILIA CANEVARI
_________________________________________________________________________
El objetivo de este trabajo, es abordar las
representaciones sociales que circulan en
torno a la leyenda del Alma Mula en
Santiago del Estero. La misma fue elegida
por ser notablemente regulatoria de la
conducta moral de las mujeres, en
relación con su cuerpo y el ejercicio de su
sexualidad. Se analizará la leyenda desde
su función social, de los conflictos
sociales que expresa, de sus significados
y los motivos por los que continúa
vigente y ejerce control.
En primer lugar se revisaron algunas
versiones de la leyenda publicadas en
diversos textos sobre el tema, se
recopilaron dos noticias periodísticas y
luego se realizaron entrevistas a mujeres
campesinas que narraron sus experiencias
frente a la leyenda y el modo de
reproducción social de la misma.
En Santiago del Estero hay una enorme
variedad de leyendas que continúan
presentes en la cultura tanto urbana como
rural. A los fines de este trabajo se puede
afirmar que hay dos tipos de leyendas,
que pueden diferenciarse fácilmente. Por
un lado están aquellas que son conocidas
por todos y que inclusive pueden ejercer
una fuerza simbólica en la cultura, pero
que nadie o casi nadie cree en la
veracidad del relato “textual”. A modo de
ejemplo, la leyenda del Kakuy narra la
historia dos hermanos que vivían juntos,
y que la hermana mujer no lo atendía al
hermano varón que luego de trabajar todo
el día y llegaba a la casa no tenía la
comida lista. El hermano la hace subir a
un árbol, le corta las ramas. Ella queda
arriba lamentándose y se convierte en un
pájaro que es el Kakuy. Hoy nadie teme
en convertirse en pájaro si no lo cuida a
su hermano. Como esta hay otras
leyendas con estas características como
por ejemplo: la del Pozancón o de la
Mayuj Maman (Madre del Río) y otras.
Por otro lado están aquellas que hoy
tienen vigencia y que ejercen fuerza
simbólica y control sobre los actos dentro
de la cultura. Funcionan como un mito
que se reelabora constantemente y
mantiene un bagaje de concreciones
rituales, a su vez aborda problemas e
intereses de actualidad (Juliano, 1992). Se
convive con ellas, y este es entonces el
caso de la Leyenda del Alma Mula o de la
Leyenda de la Salamanca.
Para hacer este trabajo se eligió trabajar
sobre la del Alma Mula porque es donde
más claramente se expresa el control de la
sexualidad de la mujer.
Como versión “oficial” de esta leyenda se
decidió seleccionar el relato que hace de
la misma Orestes Di Lullo en el libro “El
Folklore en Santiago del Estero”(1943):
L´Alma Mula: esta leyenda se funda en
la creencia de que el alma de los que
mantienen relaciones amorosas íntimas e
ilícitas con un pariente cercano o con un
sacerdote, se pierde o se condena.
Por regla general es la mujer quien sufre
las consecuencias, encarnándose bajo la
forma de una mula, la cual sale de noche
por los callejones, bufando, despidiendo
chispas por los ojos, tascando el freno,
arrastrando las riendas.
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Para salvar a esta alma condenada, hay
que apostarse al paso de la alma mula o
mul´ánima en una encrucijada del
camino y después de sacarle el freno en
plena carrera, “darle un hachazo en la
oreja o en la frente”. Si ha obrado el
milagro, la persona salvada amanece al
día siguiente con una cicatriz en la parte
tocada.
Se la llama mulánima, mala mula o
mujer mula. Hay múltiples
representaciones gráficas del Almamula
y quien más, quien menos, todos tienen
alguna historia para contar. El almamula
puede ser una mula mitad mujer mitad
mula de largas orejas y enormes tetas, de
color marrón o negra. También puede
transformarse en un enorme perro o
chancho que tiene dimensiones y
ferocidad fuera de lo normal.
“El señor la condena en vida ante tamaña
herejía a que vague por las noches
convertida en mula buscando alguien que
la redima. Aún siendo almamula puede
salvarse si encuentra un hombre corajudo
que le haga frente y le corte un pedazo de
oreja o le haga cualquier incisión de la
que brote sangre. La sangre y la voluntad
de no reincidir en el pecado pueden
salvar a la mujer y a su alma”. 1
El encuentro entre el almamula y su
hombre “salvador” se da siempre después
de las 12 de la noche que es la hora en
que sale y ella busca aterrarlo con sus
gritos. Él no debe mostrar miedo, tiene un
cuchillo de acero en cruz y tiene que
hacerla sangrar.
1
Domínguez, Amalia Beatriz. Leyendas. El
Liberal, 90 años. Santiago del Estero, 1988.
El ciclo de vida del almamula tiene dos
etapas: si el pecado es reciente puede
salvarse, pero si ya pasó mucho tiempo y
nadie la hirió lamentablemente se pierde.
La que está condenada es más mala y
agresiva, echa fuego por la boca, arrastra
cadenas y goza haciendo daño. Su parte
trasera es hueca, se alimenta de corderos
y si alguien la hiere muere
inevitablemente, sin cura.
El Almamula fue noticia de primera
página en El Liberal, que es el diario
principal de la provincia, en el año 1989.
Encontraron un perro grande muerto en
un barrio de la ciudad capital y los
vecinos salieron a denunciar que se
trataba de un almamula que desde hacía
tiempo rondaba por ahí. Se generó un
gran debate, la televisión intervino con su
cuota de sensacionalismo y llevaron a
expertos veterinarios para que ellos
determinen si “eso” era un perro. El
debate instalado en los medios...
”¿Almamula?”, se preguntaba el
periodista en aquella tapa del diario.
En otra oportunidad se vuelve a instalar el
tema en los medios, cuando tres amigos
salen a cazar al monte, matan un chancho
del monte y lo meten en el baúl del auto,
cuando lo van a bajar, se encuentran con
una mujer muerta en el lugar del chancho.
El Departamento Figueroa se encuentra
en la zona centro de la provincia y su
principal característica es que tiene un
alto porcentaje de población campesina y
aislada. Allí se realizaron entrevistas a
dos mujeres de dos comunidades de la
zona y se sostuvo una discusión sobre el
tema en una reunión de uno de los grupos
de mujeres que existen en la zona. Estas
comunidades se encuentran bien aisladas,
se conserva la lengua quichua y las
familias viven del cultivo de algodón y de
los obrajes de carbón.
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Nina de Jumial Grande, que tiene 26 años
cuenta de su experiencia vivida de recién
casada, cuando vivía con sus suegros.
“En un paraje cerca de Campo Gallo, hay
unos hermanos que viven juntos en un
lugar bien alejado en el monte. Todos los
miran con desprecio porque dicen que
tienen relaciones y han tenido varios
hijos.”
“A mi no me gusta ir para ahí, me da
miedo pero como son parientes de mi
marido por no quedar mal a veces vamos.
Ella es una linda mujer grandota y él
también, juntos tienen como siete hijos, la
mayor tiene como veintipico, y dicen que
se fue de la casa porque el padre que es
tío, también quería...acostarse con ella.”
Lo cierto es que cuentan los changos que
habían ido a jugar a la pelota y cuando
volvían, los seguía de cerca un perro
grande y negro, y los seguía por
morderlos. Entonces ellos lo golpearon
con piedras y palos y lo dejaron
lastimado. Al día siguiente supieron por
una vecina que Doña Luisa estaba en
cama sin poder moverse de los dolores,
todo el cuerpo lleno de moretones, y así
supieron que ella es la condenada.
Otra vez los changos volvían del obraje,
de trabajar en un monte lejos, y pasaron
por la casa de la tía y como ya se estaba
haciendo de noche ella les dijo que si se
querían quedar y seguir a la mañana
siguiente, y los changos que estaban
cansados, aceptaron. Tenía colgado en un
árbol alto un cabrito que habían carniado,
y al levantarse la mañana siguiente el
cabrito no estaba y decían se lo habrá
robado un perro, pero los changos
muertos de miedo se fueron y llegando a
la casa avisaron “Doña Luisa si que está
perdida de condenada”.
Ella es grandota y casi no se le nota
cuando está de encargue, y una vez la
vinieron a buscar a mi suegra (que sabe
atender partos) avisándole que estaba
enferma (en trabajo de parto) y ella no
creía porque hacía poquitos días que la
había visto y no se le notaba. Ella le
mandó a decir que no iba a ir y comentó,
que cuando quiere que vivan me llama y
cuando los quiere matar no me llama. Los
chicos de la casa cuentan cuando se les
muere un hermanito, “cómo le salía
sangre por el ombligo!”, dicen los chicos
y que lo entierran ahí nomás adentro de la
casa. Todos piensan que ella no les ata el
ombligo y los deja morir. Una vez fue al
médico y le preguntó si el padre era su
hermano, porque a la criatura no se le
veían las huellas de los dedos y ella le
dijo que si, y las que estaban afuera (en el
consultorio del médico) escucharon y de
entonces todos saben.”
“Ella es la condenada, pero al hermano
tampoco lo quieren, es gente que no se ve
con nadie, vive lejos y poco se junta con
el resto”. Si bien ella es la condenada, la
culpa también es del hermano.
A las familias que están muy alejadas y
no se comunican e integran con el resto
de la comunidad por lo general les rodea
un misterio que hace que se armen
muchas historias. Las mujeres
coincidieron con que los casos que han
conocido se trató de familias aisladas.
Contaron otro caso de dos hermanos que
quedaron solos cuando murieron sus
padres y se decía que ella era almamula.
Dicen que también hubo un caso de
relaciones de una madre con su hijo por la
zona de Bajo Sequeira, y que “cuando el
viento venía de aquel lado traía los gritos
de la mujer y que después que ella se
murió ya no se sintió más”.
Respecto a la reproducción social de la
leyenda hay una narración que es en el
ámbito familiar y luego se suman todos
los relatos de la zona que son muchos. En
contra de lo que ocurre con otros aspectos
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de la reproducción social en los cuales la
madre es quien transmite a los hijos
tradiciones, prácticas, ritos, en el caso de
esta leyenda la transmisión se daría de la
mano de los padres. ¿Quién te contó la
leyenda? “Mi papá porque a mi mami no
le gusta que nos metan miedo” dijo
Raquel de Invernada sur y luego el grupo
coincidió en que por lo general eran sus
padres los que se la habían contado.
Nadie duda que la Leyenda del Almamula
sea cierta, y realmente se le teme. Y lo
que hay muchos son estudiantes...(en
relación a los que tienen trato con la
Salamanca) que hacen travesuras. Los
estudiantes son todos varones aunque
también se comentó de una mujer que
tenía trato con el diablo.
El relato de la leyenda tiene dos
momentos, tiene una estructura narrativa
bien escueta, sin mucha descripción de
los personajes y quizás por el hecho de
que aborda temas tabú de la vida sexual e
íntima no se detiene en detalles. El primer
momento está dado por las circunstancias
en las que ella queda convertida en un
monstruo y el segundo es la aparición en
escena del héroe que libera a la
condenada de su castigo con su coraje y
tajo certero.
Existen algunas coincidencias entre el
relato de esta leyenda y los relatos de la
mitología clásica.
Este monstruo es una mujer transformada,
cuyo poder radica en el hecho de infundir
miedo. Toda la literatura y las mujeres
entrevistadas están de acuerdo en afirmar
que se trata de una mujer, el varón no
puede ser condenado. La idea de
“condenada” es la de alguien que vaga
cargando la culpa con gran pena y que no
tendrá la oportunidad de llegar al cielo
después de su muerte.
La mula es un animal híbrido cruza de la
yegua con un burro y está privada de la
posibilidad de reproducción. Es símbolo
del trabajo más pesado y bruto y en el
campo es valorada por su fuerza y
capacidad de aguante (se dice “trabaja
como una mula”).
La regulación se da por un lado al recluir
a las niñas y las jóvenes al espacio de la
casa, para que no se alejen del rancho y se
metan en el monte. En estas comunidades
existen redes de parentesco bien
extendidas, “aquí somos todos parientes”,
con lo cual hay una necesidad de regular
la sexualidad para garantizar el
intercambio de mujeres que según Levi-
Strauss es el primer acto cultural que
reglamenta la prohibición del incesto.2
El otro aspecto importante de regulación
es el celibato de los sacerdotes católicos,
que al vivir en zonas alejadas se
transforma en un problema para la iglesia.
Sin embargo en Santiago del Estero hay
un alto porcentaje de curas que se casan o
simplemente tienen hijos.
El efecto que produce la leyenda es “un
sentimiento”, es “el interpretante
emocional”, y para este caso es el miedo
irracional, paralizante y desconocido.
Está claro que si la mujer es la que recibe
el castigo, debe ser porque también tiene
la culpa, ella será quien a través de su
cuerpo cargado de pecado habrá seducido
al pobre varón que no puede resistirse y
cae. Si ella dice “no”, será en realidad una
tímida expresión de la resistencia que en
realidad significa “sí”, con el imaginario
sexista de que en realidad a todas las
mujeres “les gusta”. Esta imagen de las
mujeres como culpables del pecado
2
Lamas, Marta. La antropología
feminista y la categoría género.
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masculino y de las desgracias que se
desencadenan es la misma del relato
bíblico de la creación o del mito griego de
Pandora.
A las mujeres y jóvenes depositarias de la
leyenda se les asigna la responsabilidad
de controlar ellas la moral familiar y se
les adjudica la posibilidad de decir “no”
en un juego bastante perverso, por el
valor mismo que ese “no” tiene. O sea
ellas tienen que regular la moralidad ante
un varón para el cual su opinión tiene
poco valor, porque sino ellas recibirán el
castigo de transformarse en monstruo.
El relato expresa las posiciones de la
feminidad y la masculinidad que se
corresponden con las imágenes de
personas activas o pasivas y como dice
Teresa de Lauretis “ la progresión del
discurso narrativo, que especifica e
incluso crea la posición masculina como
perteneciente al sujeto mítico y la de la
posición femenina como la del obstáculo
mítico...” La mujer es el obstáculo, el
motivo de la prohibición, el peligro de la
tentación y a su vez es a quien el varón ha
de salvar en un acto heroico. Al momento
de cometer el pecado, durante el juego de
seducción o en la violación, el personaje
masculino está desdibujado y aparece
finalmente como héroe, en un desafío a la
valentía y a la hombría.
La imagen del varón queda intacta, su
autoridad y poder dentro de una cultura
que defiende los valores y el orden
patriarcales no está alterada. Pareciera
que dentro de esta estructura no
corresponde culpabilizar al que tiene el
poder, sino a quien sufre la dominación y
que también, en muchos casos es la
víctima.
Allí donde no existe regulación de las
normas legales de la sociedad en general,
en la intimidad familiar o el aislamiento
rural, se generan mecanismos para regular
la vida cotidiana de las personas a través
del miedo.
Bibliografía:
- De Lauretis, Teresa. Alicia ya no.
Feminismo, semiótica, cine. Ediciones
Cátedra, Madrid, 1992
- De Lauretis, Teresa. La violencia
retórica. Consideraciones sobre
representación y género. Travesías 2,
Buenos Aires
- Di Lullo, Orestes. El Folklore en
Santiago del Estero. Santiago del
Estero, 1943.
- Domínguez, Amalia Beatriz.
Leyendas. El Liberal, 90 años.
Santiago del Estero, 1988.
- Juliano, Dolores. El juego de las
astucias. Mujer y construcción de
modelos sociales alternativos.
Ediciones Horas y Horas. Madrid,
1992.
- Lamas, Marta. La antropología
feminista y la categoría género.
(copia sin refencia)
- Lami Hernández, José María. Historia
de Santiago del Estero. Tomo II,
Santiago del Estero, 1994.
- Scott, Joan W. El género: una
categoría útil para el análisis
histórico. ( En Historia y género: las
mujeres en la Europa moderna y
contemporánea.) Edicions Alfons El
Magnanim, Barcelona, 1990.
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