Sei sulla pagina 1di 11

Fin de la Sociedad de Gananciales

Artículo 318º.-Fenece el régimen de la sociedad de gananciales:

1.- Por invalidación del matrimonio.

2.- Por separación de cuerpos.

3.- Por divorcio.

4.- Por declaración de ausencia.

5.- Por muerte de uno de los cónyuges.

6.- Por cambio de régimen patrimonial.

Análisis

El fenecimiento de la sociedad de gananciales tiene un doble propósito: poner fin a la sociedad


de gananciales y repartir sus ganancias si las hubiere, después de deducidas las cargas y deudas
sociales.

En consecuencia, el régimen estará vigente, de ordinario, mientras dure el matrimonio, salvo


que convencionalmente se cambie de régimen, o como consecuencia de una sentencia en un
juicio de separación de patrimonios, o se produzca una separación legal.

Por lo tanto, el fin de la sociedad de gananciales deberá ocurrir cuando ya no exista matrimonio,
y no existirá por muerte de uno de los cónyuges, por divorcio o por invalidación del matrimonio.

Algunos supuestos de término de la sociedad debemos considerarlos como ordinarios, tal es el


caso de la muerte de uno de los cónyuges, o extraordinarios, como sería el caso de la ausencia
de un cónyuge.

Habiendo mencionado que la sociedad de gananciales se inicia con el matrimonio, lógico es


entonces que cuando desaparezca el matrimonio termine la sociedad, y en efecto, esta fenece
por muerte de uno de los cónyuges, divorcio o invalidación del matrimonio.

Hay casos excepcionales en que estando aún vigente el matrimonio, termina la sociedad de
gananciales. Ellos son: el cambio de este régimen patrimonial por el de separación de
patrimonios; la separación legal, sea por causal o por separación convencional; y cuando
estamos frente a la declaración judicial de ausencia de uno de los cónyuges, pues con la ausencia
desaparece el fundamento de la comunidad de intereses en la sociedad conyugal.

Ahora bien, los elementos que configuran la ausencia son: la desaparición; el transcurso de dos
años desde las últimas noticias que se tuvo del desaparecido; y la resolución judicial que declara
la ausencia. En lo que atañe a esto último, interesa la fecha de esta resolución, pues con ella se
produce el fin de la sociedad de gananciales. Concluido el régimen, y tal como lo veremos, se
procede a la liquidación de este patrimonio social.

PROCEDIMIENTO DE LIQUIDACION

Consiste en el inventario de todos los bienes, tanto de los propios de cada cónyuge, como de los
sociales. El inventario fuese judicial; no preceptuaba, en cambio, que fuese valorizado; y excluía
de el menaje ordinario de la casa, el cual había de entregarse al cónyuges obre viviente o a la
mujer en los casos de invalidez del matrimonio. El inventario judicial es una diligencia onerosa y
que si ambos cónyuges están de acuerdo en los bienes no hay razón para obligarlos a tal forma
de inventario, el código de 1984 permite que esta diligencia conste de documento privado
confirmas legalizadas, si los cónyuges están de acuerdo; y solo en caso de no lo, dispone que el
inventario sea judicial. La segunda innovación, se advierte la escasa o insuficiente utilidad del
inventario se en él no se deja constancia del valor de cada bien.

Cundo se debe a la muerte de uno de los cónyuges, se explica por una razón de equidad que
pide no despojar de los muebles, enseres o utensilios qué forman el ámbito íntimo del hogar a
quien uso ellos durante su matrimonio con el fallecimiento acaso por largos años.

Precisar que bienes no integran el menaje, los cuales son en la formula enumerativa del código:
los vestidos y objetos de uso personal; el dinero los títulos valores y otro documentos de carácter
patrimonial.

El menaje ordinario se atribuye al cónyuge presente cuando el fenecimiento del régimen de


gananciales se produjo por la declaración de ausencia del otro

La invalidación del matrimonio, de separación de cuerpos y de divorcio; el menaje integra en


inventario y es por consecuencia, materia de partición, pues entonces no obran las razones en
contra reseñada al tratar del caso de muerte o de ausencia.

Una vez formalizado el inventario, se procede a pagar las deudas y obligaciones y cargas sociales;
y solo entonces los cónyuges o ex cónyuges reciben en plenitud de derecho los bienes propios
de cada uno; los bienes propios de ambos cónyuges o es cónyuges responden a prorrata, esto
es la proporción al valor de sus respectivos bienes de las deudas y obligaciones de la sociedad si
no alcanzasen los bienes de esta.

1. Por invalidación del matrimonio

La invalidez del matrimonio deja insubsistente el vínculo matrimonial; consecuentemente, debe


terminar la sociedad de gananciales al no subsistir la institución que le dio origen.

Si la sentencia que declara la invalidez del matrimonio, sea por nulidad o por anulabilidad, señala
que ha habido buena fe por parte de ambos cónyuges, éstos conservarán su derecho a los
gananciales y se procederá a la liquidación del régimen como si se tratara de un matrimonio
válido resuelto por divorcio.

Sin embargo, en el supuesto de que solo uno de los cónyuges haya actuado de buena fe, quien
actuó sin ella pierde su derecho a los gananciales. Sobre este particular, Alex Plácido expone que
el Código Civil no ha sido muy explícito respecto al destino de los bienes del cónyuge que actuó
de mala fe. Entendemos, de esta afirmación, que el cónyuge malicioso pierde su derecho a
gananciales, pero no se ha precisado a quién serán entregados los bienes que le correspondía
recibir. Expone, además, dicho autor, que bajo este supuesto "se afirma que los gananciales
corresponden a cada uno de los cónyuges, alno existir en las reglas de liquidación de la sociedad
de gananciales -artículos320 a 324 del Código Civil distinción alguna sobre la situación del
cónyuge de buena fe de la del malicioso".

En el supuesto de que ambos cónyuges hayan actuado de mala fe, el matrimonio será declarado
nulo y no producirá efecto civil alguno, pues este matrimonio se entiende como nulo. En
consecuencia, se tornará inexistente el régimen de sociedad de gananciales y, por ende, ninguno
de los cónyuges tendrá derecho a gananciales. En estos supuestos, se procederá como en los
casos de división y partición de comunidad de bienes, pero solamente si se probara que ha
habido aportes de los cónyuges.
2. Por separación de cuerpos
"La separación de cuerpos (...) pone fin al régimen patrimonial de sociedad de
gananciales (...)"
Artículo 332 Código Civil.
Ésta se produce por las causales enunciadas en el artículo 333, incisos del 1 al13 del
mencionado cuerpo legal; es decir, por:
1) Adulterio
2) Violencia física o psicológica
3) Atentado contrala vida del cónyuge
4) Injuria grave, que haga insoportable la vida en común
5) Abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos años continuos o cuando
la duración sumada de los periodos de abandono exceda a este plazo
6) Conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común
7) Uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de sustancias que puedan
generar toxicomanía
8) La enfermedad grave de transmisión sexual contraída después de la celebración del
matrimonio
9) Homosexualidad sobreviniente al matrimonio
10) Condena por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos años,
impuesta después de la celebración del matrimonio
11) Imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en proceso judicial
12) Separación de hecho de los cónyuges durante un período ininterrumpido de dos
años, o de cuatro años si tuviesen hijos menores de edad. En estos casos no será de
aplicación lo dispuesto en el artículo 335(texto ampliado por el artículo 2 de la Ley NQ
27495 de 6 de julio de 2001)
13) Separación convencional después de transcurridos dos años de la celebración del
matrimonio 1ra disposición modificatoria del Decreto Legislativo N° 768 Y recogida en
el Texto Único Ordenado del Código Procesal Civil).

Basados en la comunidad de intereses entre los cónyuges, es evidente que la sociedad


de gananciales no puede continuar al cesar la vida en común que lo fundamenta. En
consecuencia, producida la separación de cuerpos, se dará por resultado inmediato el
fin del régimen de la sociedad de gananciales, debiendo elaborarse el inventario de los
bienes que formaron parte de la sociedad fenecida. En este caso, tanto el cónyuge
inocente como el culpable conservan su derecho a gananciales; salvo que se acredite la
causal de abandono injustificado del domicilio conyugal, en cuyo caso el culpable pierde
el derecho a gananciales proporcionalmente a la duración de la separación de hecho.

3. Por divorcio
La extinción del vínculo matrimonial por divorcio determina el fenecimiento dela
sociedad de gananciales al desaparecer la causa que originó el surgimiento del régimen.
De acuerdo con el artículo 349 del Código Civil, el divorcio se produce por las causales
señaladas en el artículo 333, incisos 1 al 12 del mencionado cuerpo legal, las mismas
que hemos transcrito en el comentario al inciso anterior. En este caso, el cónyuge
culpable pierde los gananciales que procedan de los bienes propios del inocente -vale
decir, los frutos y productos de aquéllos- y, si bien se demostró la causal de abandono
injustificado del domicilio conyugal, también perderá los gananciales
proporcionalmente a la duración de la separación de hecho.
4. Por declaración de ausencia
El Código Civil define las figuras de desaparición y ausencia. De acuerdo con este cuerpo
legal, la desaparición se produce cuando una persona no se halla lugar de su domicilio y
han transcurrido más de sesenta días sin noticias sobre su paradero. La ausencia, por su
parte, se produce cuando una persona no se halla en el lugar de su domicilio y han
transcurrido dos años sin noticias sobre SU paradero. La ausencia afecta, en mayor
grado que la desaparición, la vida común. La declaración judicial al respecto torna en
permanente esa situación; en consecuencia, al desaparecer el fundamento de la
comunidad de intereses en la sociedad de gananciales, este régimen ya no puede
continuar. En este supuesto, la posesión de los bienes del ausente quedará bajo
lacératela de sus herederos forzosos, quienes asumirán la posesión temporal de
aquellos. Debemos remarcar que no se entrega la propiedad de los bienes, sino la
posesión y administración de ellos, por lo tanto, quien hubiere obtenido la posesión no
podrá enajenar ni gravar los bienes, salvo en casos de necesidad utilidad, previa
autorización judicial.
5. Por muerte de uno de los cónyuges
La muerte física provoca la disolución del vínculo matrimonial y, por tanto, concluye el
régimen de sociedad de gananciales. En el supuesto de muerte presunta, es decir, si se
dan los siguientes supuestos: 1) cuando hayan transcurrido diez años desde las últimas
noticias del desaparecido o cinco si éste tuviere más de ochenta años de edad; 2)cuando
hayan transcurrido dos años si la desaparición se produjo en circunstancias constitutivas
de peligro de muerte; o, 3) cuando exista certeza de la muerte, sin que el cadáver sea
encontrado o reconocido (artículo 63 del Código Civil); los efectos son similares a los
producidos por la muerte física, siendo solo necesaria la declaración de este hecho para
disolver el matrimonio, y -consecuentemente- la sociedad de gananciales. En estos
supuestos, la liquidación de la sociedad de gananciales será previa a la de la herencia el
consorte muerto, pues solo así se podrá saber qué bienes integran la masa hereditaria.
Tratándose de muerte presunta, en el caso de que luego se produzca el reconocimiento
de la existencia del declarado muerto presunto, el matrimonio no se reconstituye,
tampoco la sociedad de gananciales; solo es posible que la persona cuyo reconocimiento
de existencia ha sido declarado, haga valer su derecho a reivindicar sus bienes,
dirigiendo su acción contra los herederos entre los cuales se hubiese practicado la
partición de herencia.
6. Por cambio de régimen patrimonial
Sea que se sustituya convencional o judicialmente el régimen de sociedad de
gananciales por el de separación de patrimonios, y también cuando ello ocurre por
ministerio de la ley, el primero de los regímenes mencionados fenece. Como se sabe, el
régimen patrimonial adoptado por los cónyuges puede sustituirse por su libre decisión,
y de hecho es una figura que se viene adoptando con mayor continuidad. En la vida
contemporánea es común que el marido y la mujer laboren, percibiendo
remuneraciones independientes entre sí. Los cónyuges se esmeran para obtener
mayores ventajas económicas, por lloque no es extraño que los contrayentes tomen por
opción la celebración de un matrimonio bajo el régimen de separación de patrimonios;
asimismo, durante la vigencia 'del matrimonio, los cónyuges pueden optar por la
modificación del régimen de sociedad de gananciales, sustituyendo el actual por el de
separación de patrimonios. Al respecto, el artículo 296 del Código Civil señala que
"Durante el matrimonio los cónyuges pueden sustituir un régimen por el otro. Para la
validez del convenio son necesarios el otorgamiento de escritura pública y la inscripción
en el registro personal. El nuevo régimen tiene vigencia desde la fecha de su
inscripción”. Los cónyuges suelen optar por esta figura en los casos en que la naturaleza
de sus ocupaciones laborales ponga en riesgo constante el patrimonio de la sociedad
conyugal (por ejemplo grandes inversionistas).
La sustitución del régimen de sociedad de gananciales por el de separación de
patrimonios por orden del juez, se produce cuando uno de los cónyuges abusado las
facultades que le corresponden respecto de los bienes de la sociedad, sea que éste actúe
por dolo o culpa. Igualmente la sustitución judicial del régimen se solicita en el supuesto
de declaración de insolvencia (ver Ley N° 27809, Ley General del Sistema Concursal).
Según sea el caso, puede ser solicitada la insolvencia de uno delos cónyuges o, en el
supuesto de que se haya incumplido con los pagos de deudas sociales, se declarará la
insolvencia de la sociedad conyugal.
La solicitud de insolvencia es solicitada por uno o varios acreedores impagos cuyos
créditos superen en total el equivalente a 50 Hits y por el propio deudor cuando más de
las dos terceras partes del total de sus obligaciones reencuentren vencidas e impagas
por un lapso mayor a 30 días. La insolvencia es declarada cuando: a) el deudor no tiene
la capacidad de pago de sus créditos exigibles y vencidos, en los procesos iniciados a
solicitud de uno o varios acreedores; b) cuando se compruebe que más de las dos
terceras partes del total de sus obligaciones se encuentren vencidas e impagas por un
tiempo mayor a treinta días, en los procesos iniciados a pedido del deudor; c)cuando el
deudor sea requerido para señalar bienes libres de gravámenes, bajo apercibimiento de
ser declarada su insolvencia; d) cuando, en un concurso preventivo, no se apruebe -por
más del 50% de los acreedores reconocidos- el acuerdo global de refinanciamiento
propuesto.
La declaración de insolvencia produce la suspensión de la ejecución de embargos y
demás medidas cautelares sobre bienes, dinero o derechos del insolvente; la suspensión
de todos los procesos judiciales, arbitrales, coactivos de venta extrajudicial en trámite
que se sigan contra el insolvente y que tengan como objeto la ejecución de garantías
reales, embargos o cualquier otra medida ordenada sobre los bienes; la nulidad de los
gravámenes, transferencias y demás actos Y contratos, ya sean a título gratuito u
oneroso, que no se refieran al desarrollo normal de la actividad, que afecten el
patrimonio del insolvente y que hayan sido celebrados por éste dentro de los seis meses
anteriores a la fecha en que presentó su declaración de insolvencia fue emplazado para
acreditar su capacidad de pago. Si se declara la insolvencia de la sociedad conyugal,
forman la masa concursarlos bienes sociales, y ante la falta o insuficiencia de ésta,
ingresarán a la mázalos bienes propios de cada cónyuge para responder a prorrata por
las obligaciones de la sociedad. Si se declara la insolvencia de un cónyuge, formarán la
masa canal sus bienes propios y, de ser el caso, la parte de los de la sociedad conyugal
que le corresponde.

Artículo 319º.- Fin de la sociedad


Para las relaciones entre los cónyuges se considera que el fenecimiento de la sociedad
de gananciales se produce en la fecha de la muerte o de la declaración de muerte
presunta o de ausencia; en la de notificación con la demanda de invalidez del
matrimonio, de divorcio, de separación de cuerpos o de separación judicial de bienes; y
en la fecha de la escritura pública, cuando la separación de bienes se establece de
común acuerdo. En los casos previstos en los incisos 5 y 12 del Artículo 333º, la sociedad
de gananciales fenece desde el momento en que se produce la separación de hecho.
Respecto a terceros, el régimen de sociedad de gananciales se considera fenecido en la
fecha de la inscripción correspondiente en el registro personal.

ANÁLISIS
El contenido de este artículo establece los momentos a partir de los cuales el
fenecimiento de la sociedad de gananciales produce efect0s entre los cónyuges Y frente
a terceros. Si bien la causa común que genera el fenecimiento de la sociedad de
gananciales es la muerte de uno de los cónyuges, sin embargo, conforme a lo tratado
en el comentario anterior, dicho fenecimiento se puede producir por otros supuestos,
tales como la disolución del vínculo matrimonial; la interrupción de la vida en común, a
pesar de mantenerse vigente el vínculo matrimonial; o por decisión de los cónyuges o
imposición de liquidación de la sociedad de gananciales por cambio de régimen, siempre
dentro de la mencionada hipótesis de conservarse el matrimonio. En el supuesto de la
muerte de un cónyuge, la sociedad conyugal se dará por decida a partir del momento
mismo de acontecido el hecho, mientras que en el supuesto de muerte presunta, en la
fecha de su declaración judicial. Asimismo, se declarará fenecida la sociedad conyugal
al notificar la demanda de invalidez de matrimonio, divorcio, separación de cuerpos o
separación judicial de bienes, según sea el caso. En el supuesto de separación de
patrimonios realizada de común acuerdo, es requisito para la validez del convenio y
declarar por fenecida la sociedad de gananciales, el otorgamiento de escritura pública y
su correspondiente inscripción en el Registro Personal. Para los cónyuges, se considera
diluido el vínculo matrimonial y, en consecuencia, fenecido el régimen de sociedad de
gananciales a partir de la fecha de la escritura pública que registre este hecho. En los
supuestos de abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos años continuos
o cuando la duración sumada de los períodos de abandono exceda a este plazo; o en
caso de que se haya producido una separación de hecho de los cónyuges durante un
período ininterrumpido de dos años, o de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos
menores de edad; la sociedad de gananciales se dará por fenecida -para los cónyuges-
desde el momento en que se produce la separación de hecho. En general, para efectos
de terceros, el fenecimiento de la sociedad de gananciales se produce en el momento
de la fecha de la inscripción del hecho pertinente en el Registro Personal. Entendemos
que la norma realiza esta distinción, pues los terceros no tienen la obligación, ni la
posibilidad de conocerlo ocurrido en el interior de las familias ajenas a la suya, y -por
ende-desconoce que se haya producido o que se producirá el fenecimiento de la
sociedad de gananciales. La disolución de la sociedad de gananciales solo surtirá efecto
desde que supone en conocimiento público el hecho en el registro personal de la Oficina
Registral correspondiente, en aplicación del artículo 2012 del Código Civil que expresa:
"Se presume, sin admitirse prueba en contrario, que toda persona tiene conocimiento
del contenido de las inscripciones”. Cabe señalar que el artículo bajo comentario estaría
en una aparente contradicción con el artículo 296. Mientras que el artículo 319 del
Código Civil expresa: “Para las relaciones entre los cónyuges se considera que el
fenecimiento de la sociedad de gananciales se produce (OO.) En la fecha de la escritura
pública, cuando la separación de bienes se establece de común acuerdo". Por su parte
el artículo 296 del mencionado cuerpo legal establece que "Durante el matrimonio, los
cónyuges pueden sustituir un régimen por el otro. Para la validez del convenio son
necesarios el otorgamiento de escritura pública y la inscripción en el registro personal.
El nuevo régimen tiene vigencia desde la fecha de su inscripción”. Consideramos
pertinente anotar la distinción que efectúa el Código Civil respecto del nacimiento del
nuevo régimen patrimonial y los efectos de este acto. Si bien es cierto que el artículo
296 expresa de forma tajante que el nuevo régimen entra en vigencia desde la fecha de
inscripción del mismo en el Registro Personal correspondiente, sin hacer distinción
alguna si tal entrada en vigencia es respecto de los cónyuges, de los terceros, o de
ambos; el artículo319 señala con claridad que la sociedad de gananciales, para efecto
de las relaciones entre los cónyuges, se considera fenecida a partir de la fecha de la
escritura pública en la que consta el acto en mención. Queda claro entonces que la
norma busca producir mayor seguridad jurídica tanto a los cónyuges, respecto a sus
futuras adquisiciones y obligaciones asumidas, entendiendo que éstas no beneficiarán
ni perjudicarán al otro cónyuge; como también a los terceros, entendiendo que ellos
conocerán de la separación de patrimonio solo cuando tal acto sea publicado
explícitamente en un medio de acceso universal, como es la oficina de Registros Públicos
en nuestro país. Como consecuencia del fenecimiento de la sociedad de gananciales se
crea un estado de indivisión pos comunitario que tiene el propósito de mantener
inalterable el patrimonio hasta su liquidación. Desde entonces, deja de ser regido por
las normas de la sociedad de gananciales, para quedar sujeto a las prescripciones de la
copropiedad; aunque seguirán aplicándose los principios rectores para la calificación de
los bienes, los cuales contribuirán también a mantener el estado del patrimonio. Así,
por ejemplo, si se pretende disponer de un bien social durante el tiempo que va desde
el fenecimiento de la sociedad de gananciales hasta su total liquidación, se requerirá el
acuerdo unánime de los cónyuges. En cambio, si se compran bienes en esta etapa, el
carácter propio o social de los mismos dependerá de los fondos empleados para su
adquisición.

Inventario valorizado de bienes sociales


Artículo 320º.- Fenecida la sociedad de gananciales, se procede de inmediato a la
formación del inventario valorizado de todos los bienes. El inventario puede formularse
en documento privado con firmas legalizadas, si ambos cónyuges o sus herederos están
de acuerdo. En caso contrario el inventario se hace judicialmente. No se incluye en el
inventario el menaje ordinario del hogar en los casos del Artículo 318º, incisos 4 y 5, en
que corresponde al cónyuge del ausente o al sobreviviente.
ANÁLISIS
Producido el fenecimiento de la sociedad de gananciales debe liquidarse el patrimonio.
La primera operación es la realización de un inventario valorizado que comprenderá los
bienes propios y sociales, como activo, y las obligaciones sociales, cargas y deudas
comunes, como pasivo. Hay que tener en cuenta que de acuerdo con el artículo 302 del
Código Civil, son considerados bienes propios: los que cada cónyuge aporte al iniciarse
el régimen de sociedad de gananciales; los que adquiera durante la vigencia dedico
régimen a título oneroso, cuando la causa de adquisición ha precedido aquélla; los que
adquiera durante la vigencia del régimen a título gratuito; la indemnización por
accidentes o por seguros de vida, de daños personales o de enfermedades, deducidas
las primas pagadas con bienes de la sociedad; los derechos de autor e inventor; los
libros, instrumentos y útiles para el ejercicio de la profesión o trabajo, salvo que sean
accesorios de una empresa que no tenga la calidad de bien propio; las acciones y las
participaciones de sociedades que se distribuyan gratuitamente ente los socios por
revaluación del patrimonio social, cuando esas acciones o participaciones sean bien
propio; la renta vitalicia a título gratuito y la convenida a título oneroso cuando la
contraprestación constituye bien propio; y los vestidos y objetos de uso personal, así
como los diplomas, condecoraciones, correspondencia y recuerdos de familia por su
parte, el artículo 310 del Código Civil enunciados como bienes sociales los no
comprendidos en el artículo 302, incluso los que cualquiera de los cónyuges adquiera
por su trabajo, industria o profesión, así como los frutos y productos de todos los bienes
propios y de la sociedad y las rentas de los derechos de autor e inventor.
Si los cónyuges están de acuerdo, el inventario puede realizarse extrajudicialmente,
bastando solo un documento privado con las firmas legalizadas de ambos cónyuges. El
inventario es una diligencia onerosa, y si ambos cónyuges están dispuestos a efectuar
una liquidación seria y real respecto de los bienes, no hay razón para obligarlos a realizar
el inventario por vía judicial. Sin embargo, de existir disconformidad respecto a la
naturaleza de los bienes o el valor de los mismos, se realizará el inventario en la vía
judicial; donde se podrá litigar sobre la calidad de los bienes y su valorización. En este
caso, el inventario se lleva a cabo en la vía y por las normas del proceso no contencioso,
ante el juez de paz letrado competente o ante el juez civil, de acuerdo con la estimación
patrimonial de los bienes. Si esta estimación arroja una suma mayor a cincuenta
Unidades de Referencia Procesal, el proceso será ventilado por el juez civil; si la
estimación es menor al monto indicado, el inventario se llevará a cabo ante el Juzgado
de Paz Letrado. En el inventario se comprenderán además los bienes de uso doméstico,
a fin de ser distribuidos entre los cónyuges o sus herederos forzosos. Sin embargo, en el
supuesto de que el fenecimiento de la sociedad de gananciales se produzca por
declaración de ausencia o por muerte de uno de los cónyuges, el menaje ordinario del
hogar no se incluye en el inventario y será entregado directamente al cónyuge del
ausente o al sobreviviente de ser el caso. En el primer supuesto la posibilidad de regreso
del ausente sustenta que continúen en poder del cónyuge presente tales bienes, pues
se facilitará la reconstrucción del hogar. En el segundo supuesto, la vinculación íntima
por el uso personal durante una comunidad de vida explica que los bienes domésticos
queden en poder del viudo.

Bienes excluidos del menaje


Artículo 321º.- El menaje ordinario del hogar no comprende:
1.- Los vestidos y objetos de uso personal.
2.- El dinero.
3.- Los títulos valores y otros documentos de carácter patrimonial.
4.- Las joyas.
5.- Las medallas, condecoraciones, diplomas y otras distinciones.
6.- Las armas.
7.- Los instrumentos de uso profesional u ocupacional.
8.- Las colecciones científicas o artísticas.
9.- Los bienes culturales-históricos.
10.- Los libros, archivos y sus contenedores.
11.- Los vehículos motorizados.
12.- En general, los objetos que no son de uso doméstico.

ANÁLISIS
El menaje ordinario del hogar comprende todos los bienes muebles de uso doméstico,
destinados a satisfacer las necesidades inmediatas de la familia. De la lectura del artículo
321 puede observarse que el legislador del Código Civil ha optado por el sentido
negativo, es decir por indicar qué bienes no integran el menaje ordinario del hogar, en
lugar de señalar cuáles lo conforman. La precisión de carácter negativo supone la
determinación de los bienes que no están dirigidos a la finalidad antes indicada -que es
la de servir de medio directo o indirecto para satisfacer las necesidades inmediatas y
ordinarias de la familia-, no obstante que muchos de los bienes contenidos en la relación
del artículo 321 suelen encontrarse dentro del hogar, y algunos de ellos son utilizados
por los miembros de la familia en su vida cotidiana. Sobre el particular, cabe señalar que
ninguna otra norma del ordenamiento nacional precisa qué bienes son los que integran
el menaje ordinario del hogar. Por el contrario, al igual de lo que ocurre con el artículo
321, el Reglamento de Equipaje y Menaje de Casa, aprobado por Decreto Supremo N°
59-95-EF de 4 de abril de 1995, siguiendo el mismo criterio negativo del Código Civil,
señala que en ningún caso será considerado como equipaje o menaje de casa lo
siguiente (artículo 2):
a) Los vehículos, automóviles, casas rodantes, remolques, embarcaciones, aeroplanos y
armas, incluso si son para la práctica de algún deporte
b) Las semillas, plantas y sus subproductos o derivados, los cuales deberán someterse
previamente a su ingreso al país a las regulaciones desanidad vegetal.
c) Los bienes de interés histórico, arqueológico, artístico y cultural de la Nación, los
cuales podrán salir del país previa autorización expresa del organismo competente y de
acuerdo con los dispositivos legales vigentes.
d) Las plantas y animales de nuestra flora y fauna silvestre, así como sus subproductos
y derivados, los cuales requerirán para su salida del país dela autorización de la Dirección
General Forestal y de Fauna del Ministerio de Agricultura.

A pesar de que el mencionado reglamento se refiere específicamente al equipaje y


menaje de casa que porten los viajeros con pasaporte o documento oficial a su entrada
o salida del país (artículo 1), dicha norma contiene la siguiente definición de menaje de
casa: "Menaje de casa: conjunto de muebles y enseres del hogar, nuevos o usados, de
propiedad del viajero o del viajero y su familia, en caso de unidad familiar" (artículo 34,
Glosario de Términos).Por otro lado, puede afirmarse que el artículo 321 del Código Civil
ha sido redactado con la finalidad de defender a los herederos del cónyuge fallecido
ausente. En efecto, es un supuesto muy común en nuestro medio que durante la
vigencia de la sociedad de gananciales los cónyuges solo adquieran bienes de uso
común, los mismos que de ser considerados como parte del menaje ordinario del hogar,
podrían quedarse en propiedad del cónyuge sobreviviente, afectándose de este modo
los derechos de los demás herederos. De esta manera, resulta conveniente la
enumeración de los bienes que se excluyen del menaje ordinario, pues así quedarán
como parte de él solo los bienes que sirven a las necesidades básicas de la familia, tales
como electrodomésticos, utensilios de cocina, lecho conyugal, etc. Asimismo, sería
impensable hacer un listado de los bienes que conforman el menaje ordinario, tomando
en consideración la enorme cantidad de objetos domésticos que suelen emplearse
cotidianamente en el hogar; no solo sería anti técnico, sino que de hecho podrían
obviarse muchos bienes. Sin embargo, el hecho de enumerar -como lo hace el artículo
321-los bienes que no forman parte del menaje ordinario, también produce el mismo
efecto; es decir, dejar denunciar algunos bienes que a pesar de haber sido adquiridos
para el uso y disfrute de todos los miembros del hogar, no deben ser incluidos en el
menaje ordinario. Entre los dos sistemas, de todos modos resulta más conveniente el
adoptado por el artículo 321 del Código, el mismo que, por lo demás, contiene una regla
genérica en el inciso 12, según la cual "el menaje ordinario del hogar no comprende (...)
en general, los objetos que no son de uso doméstico”, estableciendo así una pauta para
la interpretación de la norma. Es pertinente agregar que entre los bienes excluidos del
menaje ordinario del hogar, a que se contrae el artículo bajo comentario, se hallan
bienes propios década cónyuge Y bienes sociales, los mismos que al formar parte del
inventario deberán considerarse cada cual de acuerdo con su naturaleza. Así, por
ejemplo, los vestidos y objetos de uso personal, las medallas, condecoraciones, dimas,
los instrumentos de uso profesional u ocupacional, entre otros, suelen ser bienes
propios de cada cónyuge; mientras que el dinero, joyas, vehículos motorizados, entre
otros, suelen ser bienes sociales, salvo queso demuestre lo contrario. Por último, cabe
mencionar que lo más conveniente con relación a la calificación de los bienes como
pertenecientes o no al menaje ordinario del hogar, sería que el juez evalúe la situación
en cada caso concreto, a fin de determinar -de acuerdo a las circunstancias- si para
efectos de la liquidación de una sociedad de gananciales en particular, los bienes
sociales deben o no ser excluidos del inventario valorizado.

Liquidación de la sociedad de gananciales


Artículo 322º.- Realizado el inventario, se pagan las obligaciones sociales y las cargas y
después se reintegra a cada cónyuge los bienes propios que quedaren.

ANÁLISIS
El régimen de sociedad de gananciales está conformado tanto por el activo como por el
pasivo; dentro del pasivo ubicamos las obligaciones y las cargas sociales. Además es
menester diferenciar las deudas asumidas por la sociedad conyugal de aquéllas propias
de cada cónyuge. La formación del inventario permitirá conocer las obligaciones sociales
y las personales de cada cónyuge. De las primeras responden los bienes sociales y,
subsidiariamente, los propios de cada cónyuge, a prorrata. Las segundas serán pagadas
por cada consorte directamente; en tal sentido, el presente dispositivo establece la regla
que aquéllas serán preferentemente atendidas respecto de éstas. De otro lado y a pesar
de la fórmula textual, las cargas sociales serán pagadas antes de las deudas comunes
por la finalidad que aquéllas persiguen: se tratado obligaciones contraídas para
satisfacer las necesidades ordinarias de la familia y proveer a la conservación de su
patrimonio. Son cargas de la sociedad, de conformidad con el Código Civil:
1) El sostenimiento de la familia y la educación de los hijos comunes;
2) Los alimentos que uno de los cónyuges esté obligado por ley a dar a otras personas;
3) El importe de lo donado o prometido a los hijos comunes por ambos cónyuges;
4) Las mejoras necesarias y las reparaciones de mera conservación o mantenimiento
hechas en los predios propios, así como las retribuciones y tributos que los afecten;
5) Las mejoras útiles y de recreo que la sociedad decida introducir en bienes propios de
uno de los cónyuges con consentimiento de éste;
6) Las mejoras y reparaciones realizadas en los bienes sociales, así como los tributos y
retribuciones que los afecten;
7) Los atrasos créditos devengados de las obligaciones a que estuviesen afectos tanto
los bienes propios como los sociales, cualquiera que sea la época a que correspondan;
8) Las cargas que pesan sobre los usufructuarios respecto delos bienes propios de cada
cónyuge; y,
9) Los gastos que cause la administración de la sociedad.
Son obligaciones sociales todas aquellas deudas asumidas por los cónyuges frente a
terceros con el fin de obtener un bienestar a favor de la sociedad conyugal. Por tal
motivo, al haberse asumido obligaciones con el consecuente beneficio obtenido a favor
de ambos cónyuges, este pago se hace efectivo con los bienes que conforman la misma
sociedad conyugal. En el supuesto que las deudas asumidas por la sociedad conyugal,
no alcancen a ser canceladas con los bienes sociales, los cónyuges deberán cumplir con
las obligaciones asumidas, con sus correspondientes bienes propios. Al momento de
realizar el inventario y hacer una descripción de las cargas y obligaciones de la sociedad,
los cónyuges deberán considerar un orden estricto de prioridades, colocando en primer
rango las obligaciones o cargas de-mayor importancia. Solo luego de haber cancelado
todas las deudas sociales, se podrá establecer el convenio de repartición de los bienes
sobrantes, produciéndose así una transferencia de propiedad. No se trata de una mutua
transferencia de derechos, sino de una transferencia de propiedad que realiza la
sociedad de gananciales, que se está liquidando, a favor de uno de los cónyuges
(PLÁCIDO). De esta manera, los bienes propios de cada cónyuge que quedaran serán
entregados a sus propietarios para que éstos cumplan con sus obligaciones personales.

Gananciales
Artículo 323º.- Son gananciales los bienes remanentes después de efectuados los actos
indicados en el Artículo 322º.
Los gananciales se dividen por mitad entre ambos cónyuges o sus respectivos herederos.
Cuando la sociedad de gananciales ha fenecido por muerte o declaración de ausencia
de uno de los cónyuges, el otro tiene preferencia para la adjudicación de la casa en que
habita la familia y del establecimiento agrícola, artesanal, industrial o comercial de
carácter familiar, con la obligación de reintegrar el exceso de valor, si lo hubiera.

ANÁLISIS
1. Distribución de los Gananciales
Este dispositivo determina la condición que corresponde al remanente de losbienes
sociales que queda después de efectuada la liquidación del régimen: losgananciales
son el saldo patrimonial que, debido a la comunidad de esfuerzo yde vida de los
cónyuges, se dividen por mitad entre ambos o sus respectivosherederos.Se
comprueba que no gobierna nuestro sistema un principio rector de
ordeneconómico basado en la proporcionalidad de los aportes de los cónyuges
pararecibir los gananciales. Por el contrario, se subordina esa relación patrimonial
aun igual trato y a un mismo derecho para uno y otro cónyuge,
atribuyéndolesidéntica participación.De otro lado y con el propósito de reducir al
máximo los desajustes, muchasveces dramáticos, que la muerte o la ausencia de
uno de los cónyugesocasiona en la vida del otro, en la parte final del artículo 323 del
Código Civil sereconoce el derecho del cónyuge del ausente o del sobreviviente a
serpreferido para la adjudicación de la casa en que habita la familia y
delestablecimiento agrícola, artesanal, industrial o comercial de carácter
familiar;con la obligación de reintegrar el exceso de valor, si lo hubiera.La
adjudicación se realizará con cargo a los gananciales que le corresponderánde la
liquidación y, en caso de muerte de uno de los cónyuges, respecto a susderechos
por concepto de legítima; de tal manera que el reintegro del excesode valor se
realizará con bienes propios del beneficiado.

Potrebbero piacerti anche