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Fecha de publicación 02/06/2010
La sociedad hoy necesita y demanda un ambiente digno para vivir, y el desarrollo económico, debe
ir en pos de esta necesidad. Por esta razón, el tema está siendo abordado a nivel mundial y prueba
de ello es que la Organización Internacional de Estándares estableció la norma internacional de
carácter voluntario ISO 14.000, que vela por la gestión ambiental en las empresas de todo el
mundo.
Las compañías adheridas a esta norma, han comprendido que tienen la obligación ética y el
derecho - en su calidad de agrupación de ciudadanos- de generar y fomentar medidas que
protejan el medio ambiente. De cualquier forma como lo considere necesario, ya sea informando
e instruyendo a sus empleados en el tema, tomando medidas de ahorro energético, reciclando
papelería, evitando la contaminación, entre otras cosas, con el objetivo de ser un real aporte en
términos del cuidado de nuestro entorno natural.
Sin embargo quedan aún miles de compañías que no han asumido un rol en el cuidado del medio
ambiente, ya sea por razones de costo, desgano o poco interés por el tema, dejan de lado un
posible gran aporte como agente efectivo, en otras palabras no toman en cuenta que poseen un
tremendo potencial para hacer una diferencia sustantiva. Por otro lado, dejan pasar una
oportunidad para su propio negocio, pues podrían utilizar esto en beneficio de sus grupos de
interés, por ejemplo reduciendo sus impactos negativos y desarrollando medidas de
responsabilidad social empresarial.
“Tareas tan simples como reciclar papel, reducir el consumo de electricidad, entre otras medidas,
pueden ser de gran utilidad en el cuidado del medio ambiente, lo que debiera ser parte de la
responsabilidad social de las empresas, pues éstas también tienen este deber al ser consumidoras
de recursos naturales”, dice Ricardo Garcés, country manager de Trabajando.com Colombia.
Garcés agrega que “las medidas que las empresas aporten para el desarrollo sostenible, deben ser
también respetadas por cada trabajador, si cada persona se comprometiera a esta causa, se
podrían lograr grandes contribuciones en cuánto a ecología y resguardo del medio ambiente,
gracias a esta gestión colectiva”.
En el marco del día mundial del medio ambiente, que se celebra este domingo 5 de junio,
Trabajando.com hizo un análisis para saber qué ocurre en las empresas en este ámbito.
En diversos países del mundo, las compañías están tomándole el peso a su posible aporte al
cuidado del medio ambiente; sin embargo, no sólo hace falta que éstas se muestren como
responsables frente a sus clientes, socios o competidores, sino que es fundamental que sea real,
en otras palabras, que exista una concientización individual y grupal permanente en las
organizaciones, ya que son el motor de la sociedad moderna.
Es por lo anterior que la preocupación por este tema está siendo abordada a nivel mundial, prueba
de ello es que la Organización Internacional de Estándares estableció la norma de carácter
voluntario ISO 14.000, la que vela por la gestión ambiental en las empresas de todo el mundo.
Las compañías que se han adherido a esta norma han comprendido que tienen la obligación ética
y el derecho - en su calidad de agrupación de ciudadanos- de generar y fomentar medidas que
protejan el medio ambiente. De cualquier forma que considere necesario, ya sea informando e
instruyendo a sus empleados en el tema, tomando medidas de ahorro energético, evitando la
contaminación, entre otras cosas, con el objetivo de ser un real aporte en términos del cuidado de
nuestro entorno natural.
Sin embargo, quedan aún miles de compañías que no han asumido un rol en el cuidado del medio
ambiente, ya sea por razones de costo, desgano o poco interés por el tema, dejan de lado su gran
importancia como agente efectivo, en otras palabras no toman en cuenta que poseen un
tremendo potencial para hacer una diferencia sustantiva. Y por otro lado, dejan pasar una
oportunidad para su propio negocio, pues podrían utilizar esto en beneficio de sus grupos de
interés, por ejemplo, reduciendo sus impactos negativos, desarrollando medidas de
responsabilidad social empresarial.
Alguna de las prácticas que pueden utilizar las empresas para colaborar con el medio ambiente
pueden ser:
• Reducir el consumo de recursos no renovables como son papel, envoltorios, plásticos
• No utilizar aerosoles
• Arreglar, si es posible, los objetos rotos y/o dárselos a otras personas, si pueden seguir siendo
útiles
Álvaro Vargas, gerente general de Trabajando.com Chile, señala que “la sociedad de hoy necesita y
demanda un ambiente digno para vivir, y el desarrollo económico, debe ir en pos de esta
necesidad. Es tan simple como reciclar el papel, reducir el consumo de electricidad, cuidar el agua,
entre muchas otras cosas, cada trabajador puede aportar en ello. No se debe olvidar que las
compañías también consumen recursos naturales”.
05 de junio de 2010 0
En diversos países del mundo, las empresas est án dando el paso a su posible aporte al cuidado del
medio ambiente. Sin embargo, no slo hace falta que ésta se muestre como responsable frente a
sus clientes, socios o competidores, sino que es fundamental que sea real, en otras palabras, que
exista conciencia individual y grupal permanente en las organizaciones, ya que son el motor de la
sociedad moderna.
Sin embargo quedan aún miles de compañías que no han asumido un rol
en el cuidado del medio ambiente, ya sea por razones de costo, desgano o
poco interés por el tema, dejan de lado un posible gran aporte como
agente efectivo, en otras palabras no toman en cuenta que poseen un
tremendo potencial para hacer una diferencia sustantiva. Por otro lado,
dejan pasar una oportunidad para su propio negocio, pues podrían utilizar
esto en beneficio de sus grupos de interés, por ejemplo reduciendo sus
impactos negativos y desarrollando medidas de responsabilidad social
empresarial.
Garcés agrega que las medidas que las empresas aporten para el
desarrollo sostenible, deben ser también respetadas por cada trabajador,
si cada persona se comprometiera a esta causa, se podrían lograr grandes
contribuciones en cuánto a ecología y resguardo del medio ambiente,
gracias a esta gestión colectiva.
Norma ISO 14001: Sistema de Gestión AmbientalMedir el impacto ambiental de las actividades de
las empresas es una necesidad en el contexto actual. La norma ISO 14001 estable los requisitos
mínimos para implementar un Sistema de Gestión Ambiental, que es el que proporciona el
denominado «enfoque verde» para el cuidado y la preservación del medioambiente.
Descárgate el e-book: Implantación de los estándares de seguridad alimentaria. Una inversión de
futuro.
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Es importante identificar los aspectos en los que se genera un mayor impacto ambiental y las
posibles soluciones para aminorarlo. Kellogg es una compañía internacional con una larga
trayectoria que tiene muchas acciones en el tema, y por medio de su Informe de Responsabilidad
Corporativa 2014 te compartimos algunas de sus principales estrategias:
Para las empresas que dentro de su logística utilizan algún sistema de transportación, una
iniciativa puede ir encaminada a optimizar su eficiencia ¿cómo?, buscando alternativas para
reducir las emisiones de GEI.
La mayoría de las compañías productoras, principalmente de alimentos utilizan el agua como uno
de sus insumos. Es importante buscar un aprovechamiento más eficiente de este recurso, así como
su ahorro por medio de sistemas tecnológicos o técnicas para evitar el desperdicio.
Todas las empresas generan algún tipo de residuo; además de la eficiencia de recursos es
recomendable tener alguna iniciativa en el tratamiento de los desechos para reducir su impacto,
por medio de técnicas que incluso puedan beneficiar a grupos vulnerables.
Kellogg, con su compromiso por reducir el hambre mundialmente, trabaja para minimizar y
reciclar los desperdicios alimenticios. La compañía logra reciclar el 94% de los residuos como
cartón o metales, el alimenticio se reutiliza en la alimentación del ganado de los productores y el
1% se envía para la recuperación de energía través de la incineración.
Para reducir el impacto al medio ambiente, otra de las iniciativas se puede implementar en el
empaque, recurriendo a materiales más amigables con el medio ambiente.
Durante más de cien años Kellogg ha implementado soluciones de empaque sustentable; desde
1906 las cajas de cereal se hacen con material reciclado. Además como miembros de Foro de
Bienes de Consumo, la marca está comprometida al desempeño de empaques ecológicos para
lograr una deforestación neta igual a cero de los bosques tropicales.
Kellogg busca integrar a sus colaboradores a esta cultura de protección ambiental por
medio de equipos que se encuentren comprometidos con la sustentabilidad. Los equipos,
llamados GoGreen animan a la gente al interior a tomar decisiones más sustentables tanto
dentro como fuera del trabajo. Con el tiempo, tanto instituciones educativas como empresas
y fundaciones sin ánimo de lucro se han fortalecido para fomentar conciencia ambiental.
Deasiris Pérez, rectora del Instituto Educativo Pinar del Río Fe y Alegría, adelanta
actividades de sensibilización con el objetivo de mejorar las condiciones ambientales no
solo de la institución sino de las zonas aledañas que no asumen una postura de
responsabilidad social frente a la importancia de la cultura ambiental.
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Tania Molina, licenciada en Ciencias Naturales, expresa sobre la necesidad de educar a los
estudiantes en el cuidado del medio ambiente, al precisar que son ellos quienes en un futuro
tendrán la responsabilidad del planeta en sus manos. La docente del Colegio Militar Acoolsure
recalca que a través de charlas se les hace ver a los alumnos la problemática del planeta y cómo
afectan los comportamientos de los seres humanos, buscando conciencia de cambio.
“Con pequeñas acciones en casa y en el colegio, los niños contribuyen al cuidado y sostenimiento
del planeta tierra y, sobre todo, para que sepan que estas acciones son las que lograrán grandes
cambios favorables”, dice. Según Molina, con campañas de reciclaje y de siembra de árboles los
estudiantes participan en las jornadas escolares y aportan ideas de concientización ecológica.
Deasiris Pérez, rectora del Instituto Educativo Pinar del Río Fe y Alegría, adelanta
actividades de sensibilización con el objetivo de mejorar las condiciones ambientales no
solo de la institución sino de las zonas aledañas que no asumen una postura de
responsabilidad social frente a la importancia de la cultura ambiental. Con el tiempo, tanto
instituciones educativas como empresas y fundaciones sin ánimo de lucro se han fortalecido
para fomentar conciencia ambiental.
Deasiris Pérez, rectora del Instituto Educativo Pinar del Río Fe y Alegría, adelanta
actividades de sensibilización con el objetivo de mejorar las condiciones ambientales no
solo de la institución sino de las zonas aledañas que no asumen una postura de
responsabilidad social frente a la importancia de la cultura ambiental.