Sei sulla pagina 1di 1

Es ideal escribir sobre algo que conocemos, que alcance posee un escritor

empapado en aguas de sabiduría y que respeto, o relevancia, se debe a unas


buenas líneas. La sociedad religiosa del Palo Monte (N’kunia N’finda) es un culto
que tiene adeptos y seguidores en gran parte del mundo, su contenido espiritual
más resaltante está situado en Latinoamérica, justo en donde se inicia como
Cabildo Religioso luego de la trata esclavista y los procesos de cruzadas
Europeas hacia el territorio local. Un gran grupo de personas fue desplazado
desde África hasta Islas como Cuba, Trinidad y Tobago, Puerto Rico, Republica
Dominicana y Haití, de allí se propagaron al resto de América y hago hincapié en
Venezuela.

No se conoce una fecha exacta en la cual, el Cubano, Joaquín Pou (Tata


Macho) llega a Venezuela, sin embargo se conoce que en la década de los 80’s
llega el caballero N’gangulero con su M’paka Zarabanda al territorio nacional en
donde se activa religiosamente y conforma la casa de N’kunia N’finda más grande
y conocida de todo el país. Se sitúa en la localidad de Cúa en el Estado Miranda,
muy cerca del actual Terminal rural de transporte terrestre. Conocida como la casa
de la Ceiba, fue establecido el Munanzo de Macho, en donde se exalta el
majestuoso Siete Rayo con el que trabajaba en suelo Cueño. Frente a su casa,
alquilado, vivió “Antonio Patillaga”, quien fuere ahijado y compadre de Joaquín
hasta la desaparición física de este ultimo en el año 2000. Antonio Gutierrez, mi
abuelo N’ganga del linaje de mi Yaya, conformó un gran pueblo religioso que hoy
por hoy se mantiene tan vivo como la sangre que corre por mis venas.

¡Que excelencia! Arriba N’kisi es el poder de la excelencia y el


empoderamiento de la verdad, una casa que viene de la conjugación de Kimbiza y
Briyumba, pero que contiene los tratados más puros provenientes del África
misma. Cuba concentra fuertes energías, sin embargo ha alterado muchas
verdades procedimentales y Joaquín, elocuentemente, investigó a tal punto de la
obtención de grandes tratados Congos. En Venezuela jamás se vio un Lucero
Prima, pero Pou lo fundamentó, como se hacía a la vieja escuela con la Kiyumba
de un Chivo que fuera sido entregado a Zarabanda, cargada y consagrada sobre
un caldero que, a posteriori, sería ingresado dentro de una cazuela para que tenga
una fundamentación mucho más óptima.

De una forma muy inusual el Blanco se volvió Congo y el Congo podía ser
Blanco. Imposible en el inicio litúrgico de la Regla Bantú, sin embargo actualmente
es popular ser así. La bendición del Congo es tan fuerte que nace en un vocablo
Medio Oriental. N’sala Malekun pa’ mi N’ganga. Cheche n’kuenda arriba N’ganga,
mi n’fumbe no es facenda.

Potrebbero piacerti anche