Sei sulla pagina 1di 104

Enero-Febrero 2012 § AÑO LIXII § Nº 977 § P.V.P.

7 €

rÍtica

Repaso a nuestros miedos


¿Es el miedo una ¿El miedo se aprende ¿Qué miedos
enfermedad? en la sociedad? genera la crisis?
Manuela Aguilera
editorial

Y tú, ¿a qué tienes miedo?


a mayor parte de los males que le suce- ción de su pérdida. Vivimos en un mundo en
L den al ser humano, le suceden por miedo.
Nuestro corazón está lleno de angustia y
el que podemos perder más porque tenemos
demasiado. En las sociedades tradicionales
desesperanza, vivimos resquebrajados y divi- había grandes miedos pero eran previsibles:
didos por miedos incontables. Cada uno y el hambre, la enfermedad, la guerra. En
cada una conoce los suyos: desde el que te- cambio ahora, generalizando, las fuentes del
me caminar por una calle solitaria, hasta el miedo son más inciertas, sutiles e indeter-
que ve como algo inminente el fin del mun- minadas, lo que ha venido explicándose co-
do, desde el que teme subir solo en el as- mo un mundo más de riesgos que de peli-
censor, hasta el que teme quedarse sin tra- gros. Y el actual incremento del miedo no se
bajo con tres hijos que mantener, desde el debe sólo a que hayan aumentado ciertos
que teme abrir la puerta de su casa por si es riesgos que amenazan a la sociedad, sino a
atacado, hasta la mujer que vive aterroriza- que han aumentado las condiciones de in-
da por las palizas de un marido maltratador, certidumbre en las que discurre la vida con-
desde el que teme no ser reconocido por sus creta de las personas.
cualidades y sus valores, hasta el que no
quiere comprometerse de por vida ni con na- e cualquier forma, el miedo no es ni bue-
die ni con nada porque “a lo mejor no resul-
ta” o “porque toda la vida es demasiado
D no ni malo; todo depende del uso que se
haga de esa pasión humana elemental. Su
tiempo”, desde el que cada mañana teme primera e indispensable función consiste en
salir a la calle por si la policía le pilla “sin garantizar la auto conservación de los indivi-
papeles”, hasta el que ve cómo su vida se duos manteniendo viva en ellos la memoria
desmorona al enfrentarse a la enfermedad... de su vulnerabilidad. Nuestro gran desafío
Nuestro miedo es un fardo que nos empo- consiste en transformarlo en una fuerza
brece, empequeñece y nos consume. Nos constructiva que nos permita conocernos y
parece que el mayor acto de valor al que es- conocer mejor la realidad. Hay que llevarse
tamos convocados es el de perder el miedo bien con nuestros miedos y gestionar esa do-
a la muerte, cuando la tarea más importan- ble dimensión que les caracteriza: pueden
te y más urgente que tenemos entre manos paralizar, pero también organizar estrategias
es perder el miedo a la vida. Para perder el de defensa y construcción. El miedo puede
miedo, por tanto, nunca es imprescindible servir para salir de la pasividad autodestruc-
cambiar aquello que se teme, sino nuestra tiva o conformista y recuperar la fuerza movi-
manera de mirarlo. lizadora contra la adversidad o la catástrofe.
Con este número, la revista Crítica propone
a sociedad en que vivimos, los contextos
L en los que nos movemos, construidos por
nuestros temores, tampoco ayudan, nos re-
a sus lectores ahondar acerca de lo que es el
miedo, los diferentes miedos que nos atena-
zan y cómo superarlos, cuáles son aquellos
velan un mundo problemático y conflictivo.

©
que más nos afectan y cómo nos limitan…
El miedo, ciertamente, es la pasión que es- Para acercarse a la libertad es imprescindi-
tá en el origen de la vida asociada. ¿Cómo es 3
ble orillar nuestros temores, romper sus ata-
posible que en el mundo occidental coinci-
duras. Las ataduras amenazan nuestra liber-
dan en el tiempo una sociedad nunca como
hasta ahora tan segura, con una civilización tad última y primera, esa que reside en
del miedo, que temamos más cuando hay nuestro propio espíritu y lo configura, por-
muchos menos motivos de temor que en que a todos nosotros nos es consustancial la
otras sociedades? Pues quizá porque el há- libertad, tanto, que para ser humano, es for-
bito de la seguridad ha agudizado la percep- zoso ser libre.©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


© RÍTICA
Nº 977 Enero-Febrero 2012
Repaso a nuestros miedos
Periodicidad bimestral
Edita
Fundación Castroverde
Directora
Manuela Aguilera
editorial
Y tú, ¿a qué tienes miedo?
aguilera@revista-critica.com
Maquetación
03 MaNuEla aguilEra

Virginia Fernández Aguinaco


virginia@revista-critica.com de mes a mes
Gloria Bustos
gloria@revista-critica.com
06 NiEvEs saN MartíN

Colaboran en este número actualidad


Concentrar el voto: la carrera por conseguir un candidato
Norberto Alcover, Alfonso Alonso, Beatriz
Becerro de Bengoa, José Carlos Bermejo 08 carMEN FErNÁNdEz aguiNaco
Higuera, Agustín Bravo, Juan Cuberes
Fernández, Paloma Chorot, Carmen
Fernández Aguinaco, Cecilia García,
Antonio Grande, Esther González, Javier monográfico
López, María Dolores López Bravo, Javier
Martínez Cortés, Javier Monje Arenas,
Margarita Olmedo Montes, María Prieto anáLISIS
Ursúa, Xavier Quinzà Lleó, María Jesús
¿Es el miedo una enfermedad?
Ramos, Isabel Romero, Anabel Sáiz Ripoll,
Nieves San Martín, Bonifacio Sandín, 14 BEatriz BEcErro dE BENgoa
María Simón, Joaquín Suárez Bautista,
Rosa M. Valiente, Francisco Vicent La construcción social del miedo.
Galdón.
Consejo editorial
19 ¿El miedo se aprende en la sociedad?
JaviEr MartíNEz cortés
Mercedes Blanchard, Joaquín Campos , Inés El miedo en niños y adolescentes
Gómez, Carmen Llopis, Isabel Romero , rosa M. valiENtE
Mercedes Ruiz-Giménez, Luis Sánchez,
23
BoNiFacio saNdíN
Carlos Esteban. PaloMa chorot
Publicidad El miedo que nos genera la crisis económica
Agustín Bravo
28
Margarita olMEdo MoNtEs
publicidad@revista-critica.com JaviEr MoNJE arENas
Suscripciones Los miedos y preocupaciones de las personas mayores
Isabel Pintor
ipintor@revista-critica.com
33 María dolorEs lóPEz Bravo
Mª Luisa Galve Mysterium Tremendum et fascinans.
mluisagalve@revista-critica.com Miedo y experiencia religiosa
Secretaría 38 XaviEr QuiNzà llEó
Fátima Cáceres
El miedo del ser humano a la muerte
Imprime: MAE 42 José carlos BErMEJo higuEra
Tarifas de suscripción
España: 33 € (IVA incluido) una pRegunTa , quInCe ReSpueSTaS
Extranjero: 40 € 46 ¿A qué tiene miedo la gente de tu entorno?
CRÍTICA
C/ General Oráa, 62 - 1º izq. enfoque
28006 Madrid Tel.: 91 725 92 00
Fax: 91 725 92 09 Bailando con lobos. Miedo humano, horrores
deshumanizadores y la importancia de la letra “A”
Correo electrónico
critica@revista-critica.com 50 aNtoNio graNdE
Nuestros miedos cotidianos
Página web: www.revista-critica.com
Depósito legal: M.- 1538-1958
55 JuaN cuBErEs FErNÁNdEz
El miedo al Apocalipsis o el miedo a nosotros mismos
ISSN: 1131-6497
60 isaBEl roMEro
Miedos comunes en los docentes
64 María PriEto ursúa
Esta Revista ha recibido una ayuda de la Dirección General Terror en la gran pantalla
del Libro, Archivos y Bibliotecas para su difusión en
bibliotecas, centros culturales y universidades de España,
68 cEcilia garcía
para la totalidad de los números editados en el año 2011.
.

DIReCCIoneS ÚTILeS
75 EsthEr goNzÁlEz

ilustración de portada: Vento González


CooRDenaDaS
Afrontar el miedo desde el “Coaching
76 alFoNso aloNso
RepoRTaje
Mujeres y hombres, ¿los mismos miedos?
80 virgiNia FErNÁNdEz aguiNaco
paRa SaBeR MáS
85
DeCáLogo
86 JoaQuíN suÁrEz Bautista
cultura
LITERATuRA
Introducción a la cultura gastronómica
en la literatura juvenil
88 aNaBEl sÁiz riPoll
LIBROS
Tiempo de arena. Inma Chacón
92 María siMóN
Donde no habita el miedo.
federico Mayor Zaragoza/ María Novo
virgiNia FErNÁNdEz aguiNaco
La sociedad informe.
Gérard Imbert
agustíN Bravo

TEATRO
XII festival Escena contemporánea
94 JaviEr lóPEz
Lo único que no puede hacer el teatro es aburrir
María JEsús raMos

CINE
Los descendientes.
The Artist
96 cEcilia garcía
CuLTuRA Y fE. Titanio reluciente
Por una ancianidad bella
99 NorBErto alcovEr
TV
Toledo
100 virgiNia FErNÁNdEz © 5

ARTE
El Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA)
Parnaso del Arte del siglo XX
101 FraNcisco vicENt galdóN
©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012
Nieves San Martín
demesames

LA PRESIÓN
SOBRE
LAS MADRES
LACTANTES
a revista de divulgación científica Nova Ciencia
L dedicó en enero un reportaje a las presiones que
sufren muchas madres durante el periodo de lactancia.
¿Se sienten acosadas las madres lactantes? Ésta es la pre-
gunta clave. La publicación presenta diversas posturas
en torno al argumento. Se hace un análisis de los condi-
cionantes sociales que impiden que la mayoría de las
madres prolonguen la lactancia más allá de la baja por
maternidad.
La leche materna es un producto perfeccionado por
la evolución natural durante millones de años. Es el
mejor alimento que puede recibir el bebé no sólo por materna. Hay marcas que tratan de contrarrestar el boi-
sus propiedades nutricionales, sino también inmunoló- cot de los grupos pro lactancia afirmando que apoyan la
gicas. lactancia natural, cuando la realidad es que se benefi-
La otra cara de la moneda es la promoción de la lac- cian del fracaso de ésta.
tancia artificial que todavía hoy se sigue haciendo en En España están prohibidas prácticas como regalar,
centros de salud, hospitales y farmacias. Según un códi- en los centros sanitarios, muestras de leche artificial y la
go internacional promovido por la ONU y algunas ONG, publicidad de la misma. Una prohibición que no se res-
y firmado por los fabricantes, éstos están obligados a peta siempre, según denuncian organizaciones interna-
advertir en el etiquetado la superioridad de la lactancia cionales que velan por la alimentación infantil.©

GUANTÁNAM0 DE NUNCA ACABAR


Diez años después, el cierre no parece cercano: quedan
allí todavía 171 prisioneros. Cerca de 600 de los 779 dete-
nidos fueron liberados. Ocho presos murieron. Seis se
habrían suicidado. Ante una serie de dificultades –políticas,
de seguridad y legales--, Obama se ha revelado incapaz de
crear el apoyo político para acabar con lo que el diario The
New York Times llamó el “atolladero moral creado por su
predecesor”.
Desde que prometió el cierre, Obama no ha dejado de
dar marcha atrás, afirmando, en mayo de 2009, que algunos
detenidos “no pueden ser acusados, por insuficiencia de
pruebas, pero son un peligro claro para el pueblo estadou-

©D
nidense”. Y prometía trabajar con el Congreso para buscar
un marco legal adecuado que solucionara el problema.
6 En 2009, el Congreso sin embargo ponía límites a la
iez años después del traslado de los veinte primeros transferencia de detenidos de Guantánamo a Estados
prisioneros a la bahía de Guantánamo, al sur de la isla Unidos, incluso para ser juzgados en los tribunales civiles.
de Cuba, este “centro de detención” no se cerró a pesar de Total, que en 2011 el presidente Obama firmó un
las promesas del actual presidente estadounidense durante nuevo decreto autorizando la reanudación de los procesos
su campaña electoral. Barack Obama firmó el 22 de enero en el mismo Guantánamo por tribunales militares, recono-
de 2009, un decreto que preveía el cierre de esta prisión en ciendo implícitamente su fracaso y la prolongación de la
el plazo de un año. negación del derecho a un juicio justo.©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


Nieves San Martín
demesames

“SIN PERIODISTAS
NO HAY EURO: DECEPCIONANTE PERO INEVITABLE
iez años después de la asunción
PERIODISMO” D del euro como moneda única
en Europa, hay quien todavía busca
a Federación de Asociaciones de la equivalencia en pesetas para valo-
L Periodistas de España (FAPE) advierte
en un manifiesto para 2012 que una pro-
rar el precio de un producto. Otro
tanto sucede en los países de nues-
fesión descapitalizada afecta directamen- tro entorno, y no digamos en los que
te a los cimientos de la democracia. se acaban de incorporar a la Unión
Los datos del Observatorio de la Europea.
Crisis de la FAPE, en funcionamiento La desconfianza ante el euro no
desde noviembre de 2008, revelan que el es sólo de los más ancianos, habituados a su moneda nacional. Hay un segundo
número de empleos perdidos en su sec- motivo que tiene que ver con los ingresos. Quienes lo aceptan más fácilmente
tor es de 4.827 a 2 de enero pasado. son los que disfrutan de una mejor situación económica. En cambio, la antipa-
“Los editores han aprovechado, y tía hacia el euro aumenta cuando los ingresos son escasos.
aprovechan la coyuntura para prescin- ¿A qué se debe esta actitud de desconfianza hacia el euro? Responde, dicen
dir de los periodistas más experimenta- los expertos, a una decepción. Cuando se creó, la moneda simbolizaba la cons-
dos –denuncia la FAPE– a fin de susti- trucción de una Europa fuerte, una ciudadanía nueva y un futuro prometedor.
tuirlos con becarios y recién licencia- Todos los países querían coger el tren del euro, para lo que algunos, como
dos, a los que pagan, cuando lo hacen, Italia, tuvieron que pagar un impuesto especial.
Pero, pasados diez años, hay una gran coincidencia en la opinión pública:
se acusa al euro de haber provocado una gran subida de los precios.
“Todo ha aumentado desde la llegada de la moneda europea”, declaraba
Elena, una jubilada eslovaca, al diario francés La Croix. “Lo que costaba cien
pesetas ha pasado a costar un euro”, es decir 160 pesetas, afirmaba María Ánge-
les, una joven madrileña, en el mismo reportaje.
Sin embargo, las estadísticas oficiales desmienten esta impresión. Con esca-
so entusiasmo pero con realismo, una mayoría de europeos se muestran a favor
de la permanencia del euro.©

salarios indignos, imponiéndoles la Ejercer el ¿”derecho”? de tortura


cesión de los derechos de autor”.
La Federación insta al gobierno a n tribunal militar israelí recientemente absolvió a un hombre pales-
tomar conciencia de que el hundimien-
to de la prensa afecta a los cimientos de
U tino tras quedar claro que los interrogadores israelíes ejercieron vio-
lencia física y psíquica para coaccionar su confesión.
la democracia. Considera urgente un Ayman Hamida, residente en Jerusalén Este, fue acusado de delitos
plan de ayudas a la prensa, condiciona- contra la seguridad, en septiembre 2009. La acusación de haber come-
do al mantenimiento del empleo y la tido 17 delitos se basó en una confesión obtenida durante cuarenta días
exclusión de los medios que publican de interrogatorios.
anuncios de prostitución por atentar En el juicio, Hamida pidió retractarse de su confesión porque dijo
contra la dignidad de las personas. haber sido amenazado él y su familia, y haber sido golpeado, escupido,
Reclama una reforma de la Ley de sometido a ahogamiento y privación de comida por sus interrogadores.
Propiedad Intelectual, con el reconoci- En 1987, una comisión gubernamental que examinó los métodos de
miento de los derechos de autor de los
interrogatorio afirmó que el uso continuado de la “fuerza física” era
periodistas y la urgente aprobación de
aceptable.
una ley de transparencia y acceso a la

©
información pública. Doce años después, en 1999, el tribunal supremo israelí prohibió la
Critica las ofertas públicas de tortura de todo tipo y ciertas técnicas de interrogatorio. Aunque en
empleo que no exigen la titulación de situaciones en las que “había que luchar contra el tiempo”, justificaba la 7
periodista y asimismo los concursos de fuerza física. Un portillo abierto a los abusos con los detenidos. De
concesión de licencias basados en inte- hecho, sólo el 15% de los casos se consideran hoy “bombas de tiempo”,
reses políticos. pero la mayoría de los detenidos son torturados porque los servicios de
La FAPE es la primera organización seguridad dicen que es el modo de obtener información de los palestinos.
profesional de periodistas de España La absolución de Hamida por haber sido obtenida su confesión bajo
con 48 asociaciones federadas y 14 vin- tortura, crea un esperanzador precedente para erradicar estas prácticas
culadas que en conjunto © por parte de las fuerzas de seguridad israelíes.©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


actualidad

Concentrar el voto: la carrera


por conseguir un candidato
Carmen Fernández Aguinaco
actualidad
Desde Chicago

Eran muchos, al principio, los que


pensaban arreglar la situación política
y económica de Estados Unidos, a su
propia manera. No necesariamente se
sentían totalmente a gusto en el
partido republicano, pero sabían que
no podrían llegar muy lejos si no se
unían a uno de los partidos, ya que
los candidatos de partidos Mitt Romney
independientes apenas logran colocar
su nombre en el ticket…o ser
reconocidos.

U
na campaña electoral en Estados Unidos
cuesta mucho dinero: hay que montar un
equipo fuerte, unas oficinas, un desplie-
gue de anuncios en medios de comunicación,
viajes, comunicados…Se dice que la campaña
de Obama podría movilizar un billón de dólares.
Pero Obama es sólo uno para todos los posibles
contribuyentes demócratas. El alto número de
candidatos republicanos podría significar una
dispersión de fondos algo mayor. La dispersión
no sólo alcanza a los fondos, sino también a las,
ideas, moderación o extremismo en las posicio- Newt Gingrich
nes, diferencias religiosas y, en última instancia,
votos. Por eso, según la periodista Linda Un punto importante de encuentro-
Feldman, del semanario Christian Science
desencuentro es el de la sanidad, y de

©
Monitor, toda la campaña se podría resumir en
un núcleo: como el deseo más ardiente de los vo- gran importancia en los debates
8 tantes republicanos es derrotar a Obama, van a nacionales. Todos los candidatos
votar con la cabeza más que con el corazón. Es republicanos prometen abolir la ley de
decir, van a votar a quien ofrezca más garantías
de ganar, aunque no sea el que más les guste.
Obama, que, de aplicarse, socializaría
Eran muchos y van desprendiéndose poco a la sanidad en mayor grado que la actual
poco hasta dejar los cuatro fuertes que todavía fuertemente privatizada.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


actualidad

Romney podría no convencer a los más conserva-


dores por, en su opinión, haberse “reinventado”
en varias ocasiones. Si en algún momento defen-
día la opción del aborto o los derechos de los ho-
mosexuales, ahora se proclama pro-vida y defen-
sor del matrimonio matrimonial. Además, es el
autor de la reforma de la sanidad en
Massachussets que se convirtió en el modelo pa-
ra la propuesta de Obama, y eso deja a muchos
conservadores inseguros. Y encima, está su reli-
gión mormona que, para muchos evangélicos, no
es verdadero cristianismo.
Rick Santorum En ciertos temas, como la carga fiscal, la in-
migración, educación o el aborto, las posiciones
de los cuatro están bastante igualadas.
En cuestión de impuestos, todos están de
acuerdo en extender las deducciones de impues-
tos del tiempo de Bush; todos proponen una tasa
fija que se sitúa entre el 15 y el 25% de ingresos
totales. Mitt Romney apoya el ofrecer exenciones
a hogares con menos de 20.000 $ de ingresos al
año. Están de acuerdo, también, en deducir im-
puestos para empresas, modernizar el gobierno y
cortar gastos de gobierno, vetar presupuestos
desequilibrados, fomentar el libre comercio y eli-
minar algunos ministerios (como el de Medio
Ambiente) para ahorrar gastos. A diferencia de
sus tres contendientes, Santorum estuvo siempre
en desacuerdo con los rescates a Wall Street de
Bush y Obama.
En materia de energía, todos ellos apoyarían
Ron Paul una mayor excavación petrolífera y se oponen al
cierre de las centrales nucleares, aunque
están en la carrera: Mitt Romney, Newt Gingrich, Romney también favorece inversiones privadas
Rick Santorum, y Ron Paul. para la energía solar y aeólica. Romney está de
acuerdo, hasta cierto punto, con la teoría del ca-
¿Quiénes son los cuatro rostros lentamiento global por la acción humana, mien-
opuestos a Obama? tras que Gingrich no está seguro y Ron Paul y
Santorum opinan que es una mentira.
Mitt Romney, previamente gobernador de Otro punto importante de encuentro-desen-
Massachussets, considerado moderado en sus cuentro es el de la sanidad, y de gran importan-
posiciones. Newt Gingrich, que fue portavoz de la cia en los debates nacionales. Todos los candida-
oposición en el Congreso en tiempos de Clinton, tos republicanos prometen abolir la ley de
convertido al catolicismo, muy rico, y de posicio- Obama, que socializaría la sanidad en mayor gra-
nes muy conservadoras. Rick Santorum, fervien- do que la actual fuertemente privatizada, aunque
te católico y también favorito de los más conser- fue el propio Romney quien la inventó en su es-

©
vadores, y Ron Paul, ardiente liberal y conserva- tado. Las propuestas de los candidatos como al-
dor en posiciones morales. ternativas son dar opciones a los estados a no
Aunque podría parecer que Romney se con- participar en programas federales, desanimar el 9
sideraba desde el principio como el más fuerte, uso de demandas judiciales por malas prácticas
en algunas de las primarias Newt Gingrich le ha médicas, y promover cuentas de ahorro de salud
tomado la delantera. De todas maneras, Romney y deducciones de impuestos para quienes com-
tiene la posibilidad de aprovecharse de un cam- pren sus propios seguros. Gingrich propone ade-
po dividido y ganar, aunque sea por poco. Pero más reducir los beneficios de Medicare y

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


actualidad

apoyo mayoritario de los dos partidos, la práctica


del plan parece haber tenido más complicacio-
nes, al haberse introducido en algunas ocasiones
una instrucción dirigida a que los niños pasaran
el test más que a un aprendizaje real, y el ajuste
por parte de algunos estados de los standards, lo
cual enmascara el nivel real de educación ya que
lo que en un estado se considera una puntuación
alta, para otro estado puede representar un nivel
mucho más bajo. Paul, fiel a sus posiciones li-
bertarias, propone eliminarla, ofrecer deduccio-
nes de impuestos a familias que sacan a sus hi-
jos de la escuela pública, favoreciendo la escue-
la privada y la educación en casa. Desea, inclu-
so, eliminar el Ministerio de Educación. Gingrich
también favorecería la educación privada y
Santorum defiende un curriculum extremada-
mente conservador, incluyendo la defensa del
creacionismo y la oración en las aulas. Romney,
más moderado en esta posición, promete mante-
ner el ministerio de educación y el programa No
Child Left Behind. Apoya las concertaciones con
escuelas privadas, los exámenes standardizados
a nivel nacional e incentivos para maestros basa-
dos en los resultados obtenidos.

Estados Unidos y
el resto del mundo
Quien herede (o continúe) la presidencia de
Medicaid (los programas de seguridad social pa- Estados Unidos se va a tener que enfrentar con
ra ancianos, jubilados y personas bajo el nivel de gravísimas cuestiones de política exterior. Se ne-
pobreza). Por su parte, Santorum propone pasar cesita alguien con enormes dosis de conocimien-
Medicare a un sistema de subsidios que permita to, sabiduría y prudencia. Uno de esos campos
a los ancianos comprar sus propios seguros. es el de las relaciones con China. No se trata so-
lo de un asunto político, sino de una cuestión
La educación: el núcleo de toda económica de altísima importancia. La relación
promesa de futuro con China siempre ha sido un punto delicado:
por un lado, todos sienten la resistencia a nego-
La educación siempre es un fuerte campo de ciar con un país que tiene un record de derechos
batalla para los políticos. En los últimos tiempos humanos tan penoso; por otro, no hay remedio
la mayoría de los candidatos se han proclamado por la dependencia económica tan grande a la
a sí mismos como “paladines de la educación”, que se ha sometido prácticamente todo el mun-
un problema que parece agravarse cada vez más do. Santorum, sin embargo, considera que
y que se complica con la situación económica, la Estados Unidos tiene la obligación de vencer el
crisis familiar, y la diversidad social y étnica ca- socialismo sin Dios de China y abogaría por una
da vez más en aumento. presencia militar más fuerte en el Mar del Sur de

©
La propuesta de educación de Bush, llamada China. Ron Paul, desde su posición libertaria,
10 No Child Left Behind (que ningún niño se quede defiende el mantenerse al margen de la política
atrás) ha sido muy criticada por algunos, sobre china y continuar las relaciones que comenzó
todo Ron Paul, que opina que fue un desastre. Nixon.
Tal programa legislaba el uso de standards (im- Hay otros temas internacionales de gran al-
puestos por cada estado), niveles de responsabi- cance también, como el Oriente Medio y el terro-
lidad de los maestros y paso al siguiente grado rismo. El primer punto fuerte sería Irán, que a
dependiendo de los resultados. Aunque recibió Santorum, Romney y Gingrich les parece una

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


actualidad

amenaza grave y contra quien actuarían con fuer- La población hispana está creciendo
tes sanciones. Ron Paul, por su parte, eliminaría enormemente y un alto porcentaje adquiere
toda la ayuda exterior, incluida la de Israel.
Opina que un proceso de paz dirigido por la ciudadanía y puede votar. Los candidatos
Estados Unidos es una equivocación, ya que cortejan el voto hispano, pero a menudo muy
Israel es nación soberana y se opondría también torpemente. Saludan en español; recuerdan
a sanciones contra Irán que, en su opinión, sólo repentinamente que tienen un familiar o
agravarían las hostilidades y el deseo de Irán de
utilizar armas nucleares. En materia de terroris-
amigo que habla español… y poco más.
mo, Gingrich, Romney y Santorum apoyan una
acción militar decidida y una “larga guerra” con- país, Romney y Paul no lo tienen tan seguro.
tra el terrorismo. Ron Paul asegura que el ataque Romney es mormón y eso le acarrea la sospecha
al terrorismo es, en sí mismo, una amenaza a las de muchos evangélicos que no consideran la fe
libertades de los ciudadanos americanos. mormona como cristiana.
Propone que todas las tropas regresen a casa in- Pero quizás donde más se la jueguen los can-
mediatamente. didatos es con el voto hispano. La población his-
pana está creciendo enormemente y un alto por-
Cortejando el voto: centaje adquiere la ciudadanía y puede votar.
religión e hispanos Los candidatos cortejan el voto hispano, pero a
menudo muy torpemente. Saludan en español;
Mientras que candidatos como Gingrich o recuerdan repentinamente que tienen un familiar
Santorum en cierto modo buscan el voto de las o amigo que habla español… y poco más. Sus
secciones más religiosamente conservadoras, co- propuestas de políticas de inmigración no están
mo puede ser todo el cinturón bíblico del sur del de acuerdo ni con el sentir popular ni con la doc-
trina social de la Iglesia. Todos, incluyendo los
dos católicos Gingrich y Santorum, están a favor
de un control muy estricto de la frontera incluso
con la sugerencia de construir más kilómetros de
muro, sanciones para quienes emplean a indocu-
mentados, y una oposición visceral a las pro-
puestas de legalización de jóvenes estudiantes
indocumentados (el DREAM Act). El Dream Act
permitiría que jóvenes que llegaron a Estados
Unidos muy pequeños con sus padres indocu-
mentados y que en realidad no conocen otro
país más que éste, pudieran acceder a estudios
universitarios y pasar a engrosar la fuerza laboral.
Sin embargo, hay una gran oposición a esta me-
dida por considerarla casi un premio a una ac-
ción ilegal. Estas posiciones ciertamente no les
van a hacer simpáticos a los amplios sectores de
votantes hispanos, aunque sí les ayuden con los
votantes más ultraconservadores.
Es pronto para saber quién va a ganar la carre-
ra. Hay momentos en que las encuestas favorecen
a Romney, pero en Carolina del Sur Gingrich ganó

©
ampliamente. Gingrich opina, sin embargo que
hay gente incluso en el partido republicano que no
quiere que gane las primarias porque no ofrece 11
tantas garantías de ganar contra Obama… La po-
lítica interna de un partido puede llegar a ser más
complicada que una elección nacional simple. Y
es posible que al final no gane quien más gusta,
sino quien más pueda. No parece muy esperanza-
Catedral de San Patricio en el corazón de Manhattan, Nueva York dor, pero sí bastante realista. ©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


monógráficos CRÍTICA

Repaso a nuestros miedos


Colaboran

Análisis Beatriz Becerro de Bengoa. Psicóloga. Hospital de la Princesa de Madrid.


Javier Martínez Cortés. Sociólogo
Rosa M. Valiente. Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Facultad de Psicología.
Bonifacio Sandín. Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Facultad de Psicología.
Paloma Chorot. Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Facultad de Psicología.
Margarita Olmedo Montes. UNED. Facultad de Psicología.
Dpto. de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos
Javier Monje Arenas Informático. Diputación de Guadalajara
María Dolores López Bravo. Centro Superior de Estudios Universitarios La
Salle (Madrid)
Xavier Quinzá Lleóa. Centro Arrupe de Valencia.
José Carlos Bermejo Higuera. Centro de humanización de la salud.

Enfoque Antonio Grande. Antropólogo. Universidad Alfonso X el Sabio


Juan Cuberes Fernández. Psicólogo. Especialista en Psicopatología y Salud
Isabel Romero. Universidad Pontificia Comillas
María Prieto Ursúa. Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. Universidad
Pontificia Comillas
Cecilia García. Crítica de cine.

Coordenadas Alfonso Alonso. Socio Director de Advanced Strategic Consulting

Reportaje Virginia Fernández Aguinaco ©


13

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero Febreo 2012


análisis

La finalidad de este artículo es facilitar al lector un enfoque


general sobre una de las emociones más primitivas del mundo,
el miedo. Desde su definición, pasando por sus funciones, y los
autores que han estudiado sobre él, y a través de ellos hacer un
recorrido por algunas corrientes.

¿Es el miedo una


enfermedad?
Beatriz Becerro de Bengoa
análisis

E l miedo, por lo que se sabe hasta hoy,


es una de las emociones cuya función
adaptativa ha ayudado a que la es-
pecie siga existiendo. Muchos de vosotros, os
preguntaréis ¿El miedo adaptativo? Por su-
puesto, adaptativo y necesario.
Experimentar miedo ante un animal salvaje
en plena selva, ha supuesto desde nuestros an-

Katie Holmes, protagonista de “No tengas miedo a la oscuridad”


cestros, un salvoconducto para preservar la vi-
da, convirtiéndose en una ventaja en el desa-
rrollo de habilidades para la subsistencia.
Tener miedo en aquel momento, alertaba
al cazador del peligro que corría, de esa forma
poco a poco se fueron perfeccionando las tác-
ticas para enfrentarse a ese peligro o incluso en
algunas ocasiones para la inevitable huida.
Y ¿qué relación hay entre la vida de nues-
tros antepasados y la que llevamos actual-
mente? El mundo evoluciona cada segundo y
van cambiando nuestras costumbres, pero

©
nuestro cuerpo sigue reaccionando de la mis-
ma forma ante los peligros. Hoy por hoy los
14 miedos son muy diferentes a los de nuestros an-
tecesores, ya no nos preocupa el ataque de ani-
males salvajes, o mantener el fuego encendido.
Ahora nos ocupan otros tipos de miedos, des-
de miedo a enfrentarnos a un examen, a hacer
el ridículo en una reunión o a no encontrar tra-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

bajo, además de un sin fin de temores, unos ser evaluado por los demás, fobias específicas,
reales y otros infundados. Algunos lógicos y miedo a situaciones u objetos concretos, o ago-
otros que nos provocan situaciones poco sa- rafobia, es decir, el temor a espacios abiertos,
ludables, llegando a frustrar muchas de las ve- dónde escapar puede resultar difícil en caso de
ces nuestros objetivos. que aparezcan las temidas crisis de angustia.
El miedo es una de las emociones que acom- Los síntomas producidos por este tipo de
paña al hombre en su andadura desde su na- trastornos podrían llegar en algunos casos a
cimiento hasta el último de sus días. Existe un confundirse con los síntomas físicos asociado
sin fin de miedos, miedo al éxito, al fracaso, a a enfermedades de carácter circulatorio, gas-
vivir, a morir, al cambio, a la quietud, a la so- trointestinales, músculo-esqueléticos, respira-
ledad, a la muchedumbre, a la enfermedad, al torios o neurológicos.
rechazo, al futuro, al lado oscuro y sobre to- En muchos casos las fobias suelen asociarse
do miedo a aquello que no conocemos. a alguna experiencia traumática, sin embargo,
En aquellos momentos en los que nos en- esto no siempre es así. Al igual que las expe-
contramos paralizados o perdidos en nuestro riencias traumáticas, no tienen por qué pro-
trabajo, con la familia o las relaciones perso- vocar siempre el desarrollo de una fobia.
nales, es natural, que detrás de esa inquietud
paralizante, se esconda el miedo. ¿Cómo experimenta nuestro cuerpo
Además de los miedos que nos alertan del el miedo?
peligro real, como pueda ser un animal peli- Ante cualquier peligro que nuestra mente
groso, un precipicio o un alerta de fuego, con- detecte, ya sea real o infundado, nuestro ce-
vivimos con miedos irreales o infundados que rebro envía señales de alerta, provocando
pueden llegar a perjudicar en gran medida nues- multitud de cambios fisiológicos en defensa del
tro día a día convirtiéndose en un obstáculo ha- organismo:
cia el bienestar. El corazón aumenta su velocidad de latido
haciendo llegar más sangre a los músculos y al
¿Cuándo comienza a ser insano cerebro. La pupila se dilata y existe una rela-
tener miedo? jación del músculo ciliar. La sudoración au-
Comienza a no ser sano cuando la reacción menta. Existe una excitación de los esfínteres
de miedo se experimenta de forma desmedida y multitud de cambios físicos que suceden co-
e inapropiada dificultando la vida cotidiana. mo respuesta a ese peligro o pseudo-peligro
El componente patológico da lugar a trastor- consumiendo el cuerpo una enorme cantidad
nos de ansiedad, llevando a la persona a de- de energía en ese proceso.
sarrollar fobias sociales, dónde existe el mie-
do ante la exposición directa en la que podría ¿Cuándo comenzamos a sentir
“miedo”?
Según varios estudios, durante el primer
Además de los miedos que nos año son más frecuentes los miedos relaciona-
dos con estímulos intensos o desconocidos, co-
alertan del peligro real, como mo ruidos fuertes y personas extrañas. Hasta
pueda ser un animal los seis años son comunes los relacionados con
peligroso, un precipicio o una animales, tormentas, oscuridad, seres fantás-
alerta de fuego, convivimos ticos como brujas o fantasmas, catástrofes y se-

©
con miedos irreales o paración de los padres. A partir de los seis años
infundados que pueden llegar aparece el miedo al daño físico, al ridículo y,
15
posteriormente, a las enfermedades y acci-
a perjudicar en gran medida dentes, al bajo rendimiento escolar y a las desa-
nuestro día a día venencias entre los padres. De los 12 a los 18
convirtiéndose en un obstáculo años predominan los miedos que tienen que ver
hacia el bienestar. con las relaciones interpersonales y la pérdida
de la autoestima (Echeburúa, 1993; Méndez,

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

Inglés e Hidalgo, 2003)1. Así, los temores de vorado; miedo a la ignorancia, al desconoci-
las personas van aumentando cuando ya son miento, al caos o a la locura.
capaces de comunicarse con el habla, ya que No en vano, los cuentos de la tradición oral
el desarrollo cognitivo se modifica y los mie- de todas las culturas y rincones del mundo nos
dos a daños físicos se convierten en miedos de hablan de personajes indefensos, perdidos,
carácter social (Ramón y Cajal, 2009).2 abandonados o asustados y de los depredadores
y peligros que los acechan.
El miedo y la literatura La literatura nace del miedo y actúa como
Desde que el ser humano inventara los pri- un exorcismo contra el miedo; como advirtió
meros relatos orales de la historia hasta la ac- León Felipe, “el miedo del hombre ha inven-
tualidad, la literatura oral o escrita siempre ha tado todos los cuentos”.3
estado ligada de forma implícita o explícita a El miedo y la ansiedad quizá sean las emo-
los miedos de la humanidad. ciones que han generado mayor cantidad de in-
El acto de escuchar, narrar, leer y escribir vestigaciones y sobre las que se han desarro-
historias es un conjuro contra el miedo: mie- llado un arsenal de técnicas de intervención des-
do a crecer, morir, sufrir, ser abandonado o de- de cualquier orientación teórica en psicología.

Escribieron sobre el miedo


Se han realizado multitud de estudios re-
Los cuentos de la tradición lacionados con el miedo y uno de los nexos, de
oral de todas las culturas todos los estudios y escritos, es su carácter de
hablan de personajes emoción adaptativa. Los budistas hablan de
indefensos, perdidos, miedo positivo y constructivo a aquél que alien-
abandonados o asustados y ta la aspiración espiritual. Por ejemplo, el mie-
do de caer en la ignorancia se transforma en
de los depredadores y peligros constructivo al aspirar a la libertad cultivan-
que les acechan. do la mente y el alma. Ocurre de igual forma
cuando hablamos de miedos negativos que pue-
den tornarse destructivos. Como puede ser una
situación laboral en la que surja un miedo in-
fundado. Realmente no habría nada que temer,
indudablemente ese miedo negativo podría
cambiar nuestro comportamiento en un tono
defensivo, provocando realmente un conflicto.
Desde Platón, Aristóteles, pasando por Ga-
leno, Darwin, Wundt, Watson, Freud y otros mu-
chos autores de nuestro tiempo como Martin Se-
ligman, han sentido curiosidad por el miedo.
Platón, en su obra el Laques o del valor, ex-
pone en el personaje de Sócrates la siguiente fra-
se: “Creemos que las cosas temibles son las que
inspiran miedo, y no temibles las que no lo ins-
piran. El miedo no lo causan, ni las cosas su-

©
cedidas ya, ni las que en el acto suceden, sino
las que se esperan; porque el miedo no es más
16 que la idea de un mal inminente”.
Para Aristóteles “lo que produce miedo no
es para todos lo mismo, o lo que es igual, una
misma cosa será más o menos terrible según
quién la considere, e incluso será terrible por
Ilustración de Gustavo Doré para “Caperucita Roja” de Perrault razones diferentes”.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

Haciendo referencia a los cambios que ex- do, es irracional. En el miedo neurótico, el pe-
perimenta el cuerpo ante el miedo, Galeno ba- ligro no es real y no supone una amenaza pa-
sándose en la tradición hipocrática a la que ra la vida. Es un miedo que se experimenta an-
unía pensamientos de Platón y Aristóteles, es- te algo que no existe. Es por tanto una sensa-
cribió, “Como la tristeza, el miedo provoca un ción revivida con la imaginación. La persona
reflujo del calor vital y de la sangre hacia el co- comienza a experimentar inseguridad. Su pen-
razón, así como el correlativo enfriamiento pe- samiento va más allá, adelantándose a que pue-
riférico. Este movimiento es lento en la triste- da pasarle algo, pero no sabe ni qué le puede
za y rápido en el miedo: el calor vital vuelve en- pasar ni qué es lo que le produce el miedo. Es-
tonces violentamente al corazón, donde se aho- ta experiencia paraliza.
ga a sí mismo. Los efectos también son dife- En la psicología positiva, Martín Seligman
rentes: la tristeza inmoviliza (estupor), el mie- en su teoría del temor preparado, sostiene que
do hace temblar. Como este último deja sin ca- es más fácil aprender unos temores que otros.
lor vital al cerebro, centro de la razón, impo- Seligman cree que estamos preparados por la
sibilita cualquier juicio sensato”.4 evolución para desarrollar con facilidad te-
Charles Darwin,5 expone que “La expre- mores a ciertos estímulos, como serpientes y
sión abierta de una emoción por medio de sig- arañas. Aunque es más probable que otros ob-
nos externos intensifica esa emoción (...) quien jetos comunes como un martillo, un ventilador
no controla los síntomas del miedo acaba ex- eléctrico, un enchufe, etc. causen dolor o da-
perimentando un miedo aun mayor.” ño, es menos probable que se desarrollen fo-
Wundt conocido como el padre de la psi- bias por estos objetos, que por las arañas o ser-
cología, hizo distinciones entre las emociones pientes. El por qué de esto, según Seligman es,
esténicas (alegría, cólera) y las asténicas (gran- que estos estímulos representaban peligros en
des miedos o depresión) siendo las primeras de los inicios de la historia humana, y es la se-
excitación y las segundas de parálisis inmediata. lección natural, la que los ha convertido en es-
Para Watson, perteneciente a la corriente tímulos condicionados muy efectivos.7
del conductismo, el miedo es una de las emo- Igual que aprendemos a tener miedo, po-
ciones elementales junto con la rabia y el amor, demos aprender a no tenerlo.
que define partiendo de los estímulos am- “El miedo es inherente en el ser humano,
bientales que las provocan. Watson concluyó el objetivo no debería ser eliminar el miedo, si-
que las emociones, entre ellas, los miedos hu- no aprender a gestionarlo para convertirlo en
manos, se aprenden por condicionamiento clá- éxito”. ©
sico y son transferidos a otras situaciones si-
milares sin tener que repetir el condiciona-
miento original. Ratificó sus teorías con el fa-
moso experimento del pequeño Albert.6 NOTAS
En el psicoanálisis, Freud escribió sobre la 1. Echeburúa, E. (1993). Trastornos de ansiedad en la infancia.
ansiedad de la realidad, identificándola como Madrid: Pirámide. Méndez, F. X., Inglés, C. J., Hidalgo, M. D.,
García- Fernández, J. M. & Quiles, M. J. (2003). Los miedos en
miedo. Si un sujeto se encuentra en un pozo lle- la infancia y la adolescencia: un estudio descriptivo. Revis-
no de serpientes, experimentará miedo. Freud ta Electrónica de Motivación y Emoción, 6 (13).
2. Ramón y Cajal. (2009). Miedos y temores en la infancia.
pensaba que la angustia se relaciona con el es- 3. Selección y textos a cargo del equipo del Área de Docu-
tado subjetivo abstraído de cualquier objeto, mentación del Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil
y de ASMI. Asociación para la Salud Mental Infantil desde la
mientras que en el miedo la atención está di- Gestación. 2006, Centro de Documentación e Investigación

©
rigida precisamente hacia un objeto. de Literatura Infantil y Juvenil. Puede acceder desde:
www.fundaciongsr.es/pdfs/salamanca/miedos.pdef
Freud, hablaba de dos tipos de miedo. El 4. Galeno, De Causis symptomtum,II, 5 = Kuhn,VII, 191. 17
miedo real y el miedo neurótico. En el prime- 5. La expresión de las emociones en los animales y el hombre,
ro, existe un peligro real, verdadero ante el cual, obra considerada como una de las aportaciones mas im-
portantes en la psicología del siglo XIX.
corre riesgo la integridad de la persona. Po- 6. Watson J.B. y Rayner, R (1920). Conditioned emocional re-
demos decir, que es un miedo racional, que po- action. J. Experim. Psychol., p. 10
7. Dennis Coon. 2005. Fundamentos de psicología. Thomson.
ne a la persona en alerta ante el peligro, y pre- Pág. 242
para al individuo para la huída. El otro mie-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2011


análisis

“El hombre es una caña, la más débil de la naturaleza” –sospechó


Pascal-– “pero es una caña que piensa”.
Esta combinación de debilidad y pensamiento está en la base del
desarrollo de las culturas humanas. El ser humano se sintió
animal amenazado y su cerebro –aún en proceso de desarrollo–
le dijo que podría tratar de protegerse fabricando algo con lo
que defenderse de sus amenazas. Había nacido el homo faber.

La construcción
social del miedo
¿El miedo se aprende en la sociedad?
Javier Martínez Cortés
análisis

L a cultura surgió como necesidad de


proteger de sus peligros a la débil ca-
ña humana. Porque, consciente de su
debilidad, el ser humano había sentido miedo.
Y había encontrado en la cultura –esto es, en
Pero, probablemente muy pronto, los seres
humanos, producto de la evolución, pudieron
comprobar que otras “cañas débiles” seme-
jantes a ellos, eran sin embargo, aún más dé-
biles. Y los instrumentos, que les servían para
©
19

la construcción de artificios mediante su inte- defenderse de los depredadores de otras espe-


ligencia– la defensa para sus miedos. La cultura cies, podían también ser usados contra la
surgió para proteger al ser humano. propia especie.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

Y el ser humano se convirtió en depreda- Así, el miedo se produce siempre en cir-


dor de sus semejantes. La cultura sufría así, vis- cunstancias sociales. Posee un contenido social
ta desde nuestra altura temporal, una perver- e histórico que evoluciona con el desarrollo de
sión. “Homo homini lupus” sentenció Hobbes, las culturas. El miedo participa de la función
ya a millones de años, para justificar el naci- protectora de la vida, aunque a veces no sea
miento del Estado. real sino imaginario. Un miedo prudente –que
solemos denominar “precaución”– constituye
¿Hay un miedo “natural”? una salvaguardia de la existencia. (“Vivir” su-
El miedo está por tanto implícito en la con- pone siempre la prueba existencial de superar
ciencia del ser humano, ante los peligros que no sólo incertidumbres sino miedos).
le amenazan. La vida es esencialmente afir-
mativa y la sostiene el instinto de conservación. El hombre como productor de
Una de las necesidades básicas en toda exis- miedo. Los miedos hoy
tencia es la de seguridad. Toda amenaza a es- Desde la perspectiva de las modernas so-
ta seguridad provoca la reacción espontánea del ciedades ya desarrolladas, nos costó mucho
miedo. En este sentido, el experimentar miedo aceptar la necesidad del miedo. En la sociedad
es un fenómeno que podría considerarse na- de la abundancia, la seguridad tenía que ser
tural. abundante. Ello promocionó el sustancioso fi-
Ahora bien, el motivo por el que se expe- lón económico de las Sociedades de Seguros e
rimenta el miedo es aprendido en el interior de hizo patente la idea de que sugerir algún tipo
la propia cultura. Por ello, nuestros miedos son de miedo (una epidemia vírica) era rentable
tan diferentes. (No son los mismos los miedos puesto que promocionaba la compra de la me-
ante el cáncer que ante la práctica del vudú.) dicación previa.

Más allá de la
esperanza
filosófica y de la
retórica política,
está la
historia –tan
reciente– de
nuestro convulso
siglo XX. Esta
historia produjo
un fundado
miedo a reiterar
los problemas.
Resultaba
indispensable

©
superar con un
destino común
20 los
enfrentamientos
y las muertes.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

Desde siempre, el miedo


de los demás supuso una cuo-
ta de poder (léase “El Prínci-
pe” de Maquiavelo). Pero La producción cultural del miedo (al margen de
ahora, además, proporciona-
ba un negocio. Dentro de lo catástrofes naturales) ha tenido ya un carácter
que puede caber, se apoyaba exponencial. “Cultural” aquí quiere decir: con el
en la idea de una mayor se-
guridad para nuestra salud.
artificio de una técnica cada vez más
Menos inocente, y muy ren- sofisticada, añadida al marketing ideológico
table, incluso en época de cri- sobre “el enemigo”. Ya no hay distancias que
sis económica, es la fabrica-
ción y venta de armas a otros antes separaban a las personas. Hoy conocemos
países. Siempre hay mercado que nuestro planeta está envuelto en violencia y
para ellas: todos los países que
las adquieren, por pobres que
amenazas –explícitas o no– de violencia. Como
sean, lo hacen para propor- si nos poseyera una imagen cainita de lo que es
cionar una mayor seguridad convivir sobre la Tierra.
frente a sus enemigos (a los
que tal vez se piensa atacar).
Este maridaje entre seguridad
y armas agresivas se ha impuesto en nuestra re- tamientos étnicos y religiosos.
tórica occidental. Los anticuados Ministerios La mirada occidental de Hegel, en el siglo
de Guerra se han transmutado en modernos XIX, vio que la Historia universal no se podía
Ministerios de Defensa. considerar un muestrario de la dicha humana.
En la práctica real, con distintas palabras, Pero pensó que la cultura (la de Occidente, cla-
hay una glorificación de la violencia. La pro- ro) evolucionaba hacia la libertad como meta
ducción cultural del miedo (al margen de ca- última.
tástrofes naturales) ha tenido ya un carácter ex- Hoy nos cuesta admitir este horizonte úl-
ponencial. “Cultural” aquí quiere decir: con el timo de Hegel. No es que no hayamos formu-
artificio de una técnica cada vez más sofisticada, lado como derechos “inalienables” los debidos
añadida al marketing ideológico sobre “el ene- a la libertad de la persona. Sin infravalorar la
migo”. Ya no hay distancias que antes sepa- necesidad y la exigencia de esta formulación,
raban a las personas. Hoy conocemos que nues- también en Occidente hemos encontrado fór-
tro planeta está envuelto en violencia y ame- mulas dotadas de nombres respetables para in-
nazas –explícitas o no– de violencia. Como si fringir algunos de esos derechos (no es lícito
nos poseyera una imagen cainita de lo que es ejercer la tortura, pero sí “someter a presión”
convivir sobre la Tierra. a la persona humana).
Más allá de la esperanza filosófica, y de la
El miedo en escenarios menores retórica política, está la historia –tan reciente–
El miedo se puede producir en escenarios de nuestro convulso siglo XX. Europa con sus
menores. Incluso dentro de la familia y la “po- guerras y sus ensayos de exterminio étnico, Ja-
lis”, instrumentos que los seres humanos se die- pón con su experiencia de la bomba atómica…

©
ron para protegerse, aunque en la práctica im- han conocido la difusión de un terror masivo.
pusieran una violencia social, aceptada por mie- Ello produjo un fundado miedo a la reite-
21
do (inferioridad de la mujer, esclavitud). Pero ración de los problemas (es prudente sentir mie-
hoy, en sociedades donde se vive bajo el ideo- dos). Resultaba indispensable superar, con un
grama de la libertad, el miedo adquiere un ca- destino común, los enfrentamientos dramáti-
rácter sangriento. Óiganse las noticias coti- cos y las muertes masivas (literalmente de mi-
dianas sobre “violencia de género” y recuérdese llones de personas). Las potencias vencedoras
la historia de la ex-Yugoslavia con sus enfren- en la guerra del 14 fracasaron en dotar a Eu-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

ropa de una paz duradera (no tuvieron suficiente


miedo). La cultura europea –políticos y econo-
mistas– de la posguerra de 1914, fue una “cul-
tura fracasada”; no fue capaz de prever los fu-
turos problemas que, recrudecidos, volvieron a
reproducirse dos décadas después.
Con esta memoria se produjo un esfuerzo co-
lectivo de los líderes europeos por superar na-
cionalismos. Trataron de crear, por etapas,
una “Unión Europea”, basada en la unión eco-
nómica. El proceso aún está por completar con
medidas políticas cuya ausencia se deja hoy no-
tar. Pero produjo una conciencia de “guerra im-
posible” en Europa, y un auge económico sin
precedentes hasta entonces.
Hoy, en un contexto político y económico
diferente, la crisis financiera y económica (tal vez
más compleja que la crisis de 1927), amenaza
al euro –una moneda sin Estado– y pone en ries-
go la misma Unión Europea.
En esta situación, sería oportuno plantearnos
el tema de los miedos “oportunos” y de las “cul-
turas fracasadas”.

¿Qué es una “cultura fracasada?


Una cultura fracasada es aquella en la que el
sistema de organización social se problematiza
por unas cuestiones que desbordan las solucio-
nes ofrecidas. ¿Podría estarse acercando el Oc-
cidente europeo a este límite? Porque se “cons-
truye” en Europa hoy un tipo de miedo nuevo
para los europeos de los últimos cincuenta
años. Miedo para el que las soluciones ofrecidas
por la clase política dirigente no parece ofrecer
una esperanza tangible. Al menos para las eco- mercados intranquilos” (que se siguen enri-
nomías periféricas de la zona euro. queciendo).
Miedo, no a la guerra, sino más difuso y anó- Es duro poner este final al tema del miedo.
nimo. Un miedo al futuro económico de muy ex- El pesimismo no es la estrella bajo la cual pue-
tensas capas de población. Miedo que se ex- da vivir el individuo sano. Pero tampoco es sa-
tiende al paro masivo, al deterioro creciente de no, incluso es perjudicial a la luz de la Historia,
las condiciones laborales, a la pérdida de la vi- esconder los miedos de la población, traducidos
vienda e incluso a la perspectiva de una pobre- a duras realidades, bajo la capa de la retórica
za vergonzante. política de un mañana venturoso. Y este es el

©
Y ello en sociedades que guardan el recuerdo miedo que en Europa estamos ahora apren-
reciente de una abundancia, en algunos casos cer- diendo. Aunque pensemos que todavía Europa
22 cana al despilfarro, pero que también permitió no es una cultura fracasada.
a muchos el acceso a un estándar de vida de- La “caña débil” de Pascal no es hoy tan dé-
coroso, propio de la clase media–baja. Todo ello bil, desde luego. Pero lo que resulta dudoso an-
se está viniendo abajo aceleradamente. te los resultados es que piense acertadamente so-
Estamos sin signos de bonanza en el hori- bre la posible solución de los problemas que, des-
zonte. El euro sigue enfermo, acosado por “los de hace varios años, la están desbordando.©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

El miedo en niños
y adolescentes
El interés por la investigación de los miedos Rosa M. Valiente
en la infancia y la adolescencia ha adquirido Bonifacio Sandín
una importancia creciente en las últimas Paloma Chorot
décadas por tratarse de fenómenos muy análisis
frecuentes, asociados al desarrollo
infantojuvenil, que pueden perturbar
significativamente sus vidas provocándoles
sufrimiento y siendo la causa de serios
trastornos futuros.

A unque el miedo puede ser conside-


rado como una respuesta normal y
adaptativa, esta también puede ser
desadaptativa y patológica, pudiendo incluso ser
un primer paso en la génesis de otros trastornos
lo es el proceso ontogenético, siendo este in-
cluso más importante por determinar, a nivel
evolutivo, los momentos más vulnerables pa-
ra la adquisición de los miedos. Ciertos mie-
dos, como por ejemplo el temor a la separación
como las fobias y un factor general de vulne- de los padres, pueden favorecer la protección
rabilidad psicopatológica. A continuación co- y el vínculo con los padres durante cierto pe-
mentaremos algunos aspectos relacionados con riodo de la vida del niño. Otros pueden obe-
la naturaleza evolutiva de los miedos, los fac- decer a meros procesos madurativos; p.ej., es
tores de predisposición, y el papel de los facto- probable que ciertos temores aparezcan a me-
res ambientales, tres focos de interés relacionados dida que el niño experimenta cierto desarro-
de forma particularmente relevante con la psi- llo en su capacidad cognitiva para reconocer
copatología de los miedos y fundamentales pa-
ra la comprensión de los miedos normativos y
de los que requieren atención clínica.

Naturaleza evolutiva de los miedos


El miedo tiene un carácter evolutivo por ex-
celencia, tanto desde el punto de vista filoge-
nético como ontogenético. El significado filo-
genético de los miedos denota que el ser hu-
mano está preparado (filogenéticamente) pa-

©
ra asociar fácilmente respuestas de miedo a de-
terminados estímulos y situaciones que pu-
23
dieran significar algún peligro para la super-
vivencia. El temor a esos estímulos es, por tan-
to, un aspecto normal y adaptativo para la es-
pecie (véase Sandín, 1997).
Aunque el aspecto filogenético es impor-
tante en la adquisición de los miedos, también

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

los peligros inherentes a las situaciones po- de género en la experiencia de determinados ti-
tencialmente peligrosas. Por tanto, los miedos pos de miedos (Valiente et al., 2003), y con in-
se van adquiriendo a lo largo del desa-rrollo en dependencia del contexto cultural, las niñas re-
función de las nuevas exigencias y retos de ca- fieren más miedos (tanto en frecuencia como
da etapa evolutiva, de mo- en intensidad) que los niños (Sandín, 1997; San-
do que un miedo determina- dín et al., 1998, Valiente, 2001, Valiente et al.,
do puede ser normal a cier- 2003). Desde el punto de vista clínico, las chi-
tas edades y convertirse cas tienen más del doble de probabilidad que
en patológico en otras. los chicos de desarrollar alguna fobia. Las di-
Algunos autores ferencias de género comienzan a divergir a eda-
han estudiado la evo- des muy tempranas (hacia los 4 años de
lución de los miedos edad), siendo muy manifiestas a partir de los
durante los prime- 6 años.
ros años de vida, Las diferentes fases evolutivas del niño/ado-
encontrando un mar- lescente se asocian de forma más o menos es-
cado patrón evolutivo pecífica a tipos característicos de miedos, que
en los mismos, con por su contenido, parecen reflejar un proceso
notables diferencias continuo de maduración cognitiva a medida
en la frecuencia de que avanzan las etapas (véase Sandín, 1997).
determinados tipos Así, los bebés no suelen experimentar miedo
de miedos en fun- antes de los 6 meses de edad; es a partir de en-
ción de la edad, con máxi- tonces cuando comienzan a expresar miedos
ma incidencia en torno a los 3 evolutivos importantes como los miedos a las
años, de modo que unos tipos alturas, los extraños y la separación. Se ha con-
tienden a desaparecer a partir siderado que estos tres tipos de miedos son in-
de los 6 años (sobre todo al- natos en gran medida. No obstante, su apari-
gunos más específicos, como ción denota un proceso de maduración. Por
el miedo a lo desconocido, a ejemplo, el miedo a las alturas no sólo depen-
las tormentas, a los mons- de de la edad sino también del desarrollo lo-
truos, etc.) y otros tienden a comotor del bebé (esto se ha demostrado con
incrementarse. Además de dar- el fenómeno del acantilado visual, equivalen-
se algunas diferencias te al miedo a las alturas que suele observarse
entre los 4 y los 9 meses). El miedo a la se-
paración tiene un valor adaptativo-evolu-
tivo, así como el miedo a los extraños.
Estos miedos perduran en el inicio de
la niñez, surgiendo además el
miedo a los fenómenos
naturales y a los
pequeños
animales.

©
24

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

En las dos últimas fases dominan los mie- mostrado que los niños y adolescentes que ma-
dos de tipo social, los cuales denotan la pro- nifiestan inhibición conductual poseen eleva-
gresiva inmersión del individuo en el mundo do riesgo de desarrollar algún trastorno de an-
de los adultos; aparecen los miedos relacio- siedad. Existe evidencia de que la inhibición
nados con los aspectos sociales, y muchas fo- conductual posee base genética, es estable en
bias sociales se originan en estas etapas. el tiempo (desde edades muy tempranas), y
Los miedos tienden a extinguirse espontá- constituye un marcador claro de vulnerabili-
neamente a medida que avanza el curso evo- dad a múltiples trastornos de ansiedad (espe-
lutivo del niño. Sin embargo, por alguna razón cialmente fobia social y fobias específicas). La
algunos miedos no desaparecen en ciertos ni- inhibición conductual se ha evaluado funda-
ños o siguen un curso que no se adapta al desa- mentalmente en situaciones de laboratorio, aun-
rrollo natural de estos, pudiendo deberse a di- que también mediante pruebas de autoinfor-
ferencias individuales (p.ej., determinadas ge- me y a través de informes de los padres.
néticamente) que influyen en la adquisición y La afectividad negativa o neuroticismo (y
mantenimiento de tales miedos, o bien a fac- en un aspecto más específico el rasgo de an-
tores ambientales. Podríamos decir que el siedad), al igual que la inhibición conductual,
miedo (patológico) está en función, tanto de ca- es un factor general de vulnerabilidad hacia los
racterísticas constitucionales, como de las va- miedos y los trastornos de ansiedad, y ha sido
riables ambientales que afronta el individuo, asociada a un factor genético general de pre-
lo cual determinará el curso individual de las disposición hacia estos trastornos. Cabría
fobias y los miedos a través del proceso ma- afirmar que la inhibición conductual es una ma-
durativo. Entre los factores constitucionales, nifestación perceptible de la afectividad nega-
existen factores generales, como la inhibición tiva o neuroticismo (una dimensión general del
conductual y el neuroticismo, y factores más temperamento/personalidad). La afectividad ne-
específicos, como la sensibilidad a la ansiedad gativa representa un factor de malestar, con pre-
y la sensibilidad al asco. Los factores ambien- disposición a experimentar sentimientos ne-
tales se plasman fundamentalmente a través de gativos como el disgusto, la ira, la culpa, el mie-
procesos de aprendizaje y mediante factores fa- do, el nerviosismo, la insatisfacción, etc. En
miliares vinculados al apego y los estilos de adultos se asocia al pesimismo, la baja auto-
crianza.

Factores de predisposición
de los miedos
Existen diferentes factores de riesgo o pre-
disposición hacia el miedo que, en último tér-
mino, favorecerían la adquisición del mismo
mediante la intervención de diferentes vías de Las diferentes fases
aprendizaje asociativo. Aunque los factores que evolutivas del
predisponen en el niño el desarrollo y/o man- niño/adolescente se
tenimiento de los miedos pueden ser múltiples
y diversos, por su especial relevancia desea- asocian de forma más o
ríamos resaltar la inhibición conductual y la menos específica a tipos
afectividad negativa, como factores generales, característicos de miedos,

©
y la sensibilidad a la ansiedad y la sensibilidad que por su contenido,
al asco como factores más específicos.
La inhibición conductual es un rasgo tem-
parecen reflejar un proceso 25
peramental que puede observarse temprana- continuo de maduración
mente en algunos niños, y consiste en una ten- cognitiva a medida que
dencia a reaccionar con elevado miedo y re- avanzan las etapas
traimiento en situaciones nuevas o no familiares
(véase Sandín, 1997). La investigación ha de-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

(p.ej., sí es posible afirmar que un niño tenga


miedo a los perros o miedo a hablar en públi-
co porque tenga miedo a los síntomas de an-
siedad). Actualmente se conoce que la eleva-
da sensibilidad a la ansiedad es un claro fac-
tor de vulnerabilidad infantojuvenil hacia los
trastornos de ansiedad y el miedo.
La denominada sensibilidad al asco ha
emergido recientemente como una nueva di-
mensión de vulnerabilidad hacia ciertos tipos
de trastornos de ansiedad, especialmente ha-
cia ciertos miedos y fobias. La sensibilidad al
asco se ha asociado a determinados tipos de
miedos a pequeños animales, conocidos co-
múnmente como “animales asquerosos”, tales
como las arañas, los gusanos, las cucarachas,
las babosas, las culebras y otros animales re-
lacionados con la posible transmisión de su-
ciedad y contaminación. Así mismo, la sensi-
bilidad al asco también parece ser un factor de
vulnerabilidad hacia las fobias del tipo sangre-
inyección-daño. Estas fobias poseen un patrón
de respuesta similar a las reacciones de asco,
i.e., reacciones de aversión, náusea e incremento
estima, la insatisfacción personal (marital, la- de la activación parasimpática (con posible des-
boral y vital), la evaluación negativista de sí mayo). Es probable, por tanto, que algunas
mismo y de los demás y las quejas somáticas, reacciones de miedo impliquen también
lo cual parece indicar que se trata de una di- reacciones de asco (para una revisión, véase
mensión emocional amplia y generalizada de Sandín et al., 2008).
la experiencia subjetiva. Todas estas variables pueden predecir el ni-
La sensibilidad a la ansiedad constituye uno vel de miedos en los niños y adolescentes. Tan-
de los constructos más innovadores en el to la afectividad negativa, como la inhibición
campo de los trastornos de ansiedad. Se defi- conductual y el rasgo de ansiedad son variables
ne como el miedo a los síntomas de ansiedad, que pueden predecir el nivel general de miedos,
miedo que se supone debido a la creencia de si bien la sensibilidad a la ansiedad parece ser
que la ansiedad y sus sensaciones poseen con- una variable de predisposición individual que
secuencias peligrosas o dañinas. No debe con- se relaciona con el nivel de miedos de forma
fundirse con el rasgo de ansiedad (muchas per- más específica que las anteriores variables de
sonas tienen un elevado rasgo de ansiedad, pe- diferencias individuales. Por otra parte, la sen-
ro sin experimentar miedo a los propios sín- sibilidad al asco podría desempeñar un im-
tomas de ansiedad). Un aspecto característico portante papel en relación con los miedos a cier-
de la sensibilidad a la ansiedad es que se tra- tos animales y los relacionados con la sangre,
ta de un “miedo fundamental”, en contraste las heridas y los procedimientos médicos.

©
con otros miedos (no fundamentales o miedos
derivados). Por ejemplo, el miedo a los perros Factores ambientales
26 o el miedo a hablar en público no son miedos Los factores ambientales relacionados con
fundamentales, ya que no dependen de ellos la adquisición o mantenimiento del miedo im-
otros miedos (p.ej., nadie dice que aumenta su plican las diversas experiencias de estrés y fa-
miedo a hablar en público porque tiene mie- miliares vividas por el niño, y pueden relacio-
do a los perros). En cambio, la sensibilidad a narse con sucesos vitales altamente traumáti-
la ansiedad incrementa cualquier otro miedo cos (p.ej., experiencias de victimización, mal-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

trato, etc.), con los estilos de crianza, y con el


apego (p.ej., ciertas formas de apego inseguro
se han asociado a experiencias de victimización
y trastornos de ansiedad; Magaz et al., 2011).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
No obstante, en los niños, al igual que en per-
King, N.J., Hamilton, D.I., y Ollendick, T.H. (1994). Children’s
sonas adultas, el miedo parece adquirirse fun- phobias: a behavioral perspective. Nueva York: Wiley.
damentalmente a través del aprendizaje. Magaz, A., Chorot, P., Sandín, B., Santed, M.A., y Valiente,
R.M. (2011). Estilos de apego y acoso entre iguales (bull-
ying) en adolescentes. Revista de Psicopatología y Psi-
Vías de adquisición de los miedos cología Clínica, 16, 207-221.
Marks, I.M (1969). Fears and phobias. New York: Academ-
en los niños ic Press.
La mayoría de las investigaciones sobre las Rachman, S. (1977).The conditioning theory of fear ac-
quisition: A critical examination. Behaviour Research and
vías de adquisición de los miedos y las fobias Therapy, 15, 375-387.
se han focalizado en adultos, existiendo muy Sandín, B. (1997). Ansiedad, miedos y fobias en niños y ado-
lescentes. Madrid: Dykinson.
pocos estudios realizados con niños y adoles- Sandín, B., Chorot, P., Santed, M.A.,Valiente, R.M., y Olmedo,
centes. Hoy sabemos que, también en los ni- M. (2008). Sensibilidad al asco: Concepto y relación con
los miedos y los trastornos de ansiedad. Revista de Psi-
ños, las experiencias de aprendizaje parecen copatología y Psicología Clínica, 13, 137-158.
constituir la principal ruta implicada en la ad- Sandín, B., Chorot, P., Valiente, R.M., y Santed, M.A. (1998).
Frecuencia e intensidad de los miedos en los niños: Da-
quisición de los miedos. En este sentido, sigue tos normativos. Revista de Psicopatología y Psicología Clí-
nica, 3, 15-25.
siendo válido el clásico modelo de Rachman Valiente, R.M. (2001). Estructura y adquisición de los mie-
(1977) sobre las tres vías de adquisición de los dos en la infancia y en la adolescencia. Madrid: UNED (Te-
sis doctoral).
miedos, según el cual los miedos y fobias pue- Valiente, R.M., Sandín, B., y Chorot, P. (2003). Miedos en la
den adquirirse a través de vías directas (expe- infancia y la adolescencia. Madrid: UNED.
riencias de condicionamiento) o indirectas
(aprendizaje observacional y transmisión de in-
formación).©
análisis

El miedo que
nos genera
la crisis
económica
Margarita Olmedo Montes

análisis
Javier Monje Arenas

A través de estas páginas proponemos una breve reflexión sobre el


miedo que está generando esta crisis que, en los últimos años,
caracteriza la economía de nuestro país y que atañe a la mayoría de los
ciudadanos. Para ello partimos de tres premisas fundamentales que
iremos desglosando, para terminar presentando algunas soluciones que
pueden ser factibles para hacerle frente.

E n primer lugar, cabe señalar que los


miedos jamás duermen, nos acechan
a lo largo de toda nuestra vida. La
segunda premisa parte de la observación de que
los miedos cambian en función de la cultura y
brían sucumbido al ataque de otras especies ani-
males, catástrofes de la naturaleza e incluso
frente a la agresividad de sus congéneres. El
miedo nos permite, incluso actualmente, seguir
vivos, por eso podemos considerarlo no solo
de los tiempos, y la tercera radica en el análi- una emoción negativa, sino también benefac-
sis de cómo estos miedos se canalizan a través tora en cuanto a la protección que nos ofrece.
de la divulgación utilizando los diferentes Pero dado el cariz vertiginoso del mundo
medios de comunicación predominantes en las en que nos desenvolvemos, es tremendamen-
sociedades donde surgen y que denominaremos te complicado determinar a qué debemos te-

©
el “tráfico del miedo”. ner miedo. Incluso dentro de una misma cul-
tura, lo que disparó ayer un miedo generali-
28 Miedo a morir, miedo a vivir zado, mañana podría no tener sentido. No obs-
Con respecto a la primera de las premisas tante, cabría matizar, como ya argumentaba
mencionadas cabe decir que el miedo es una Víctor Frankl en el pasado siglo, que cada épo-
emoción que nos protege, que nos ayuda a so- ca tiene sus miedos característicos, siendo la
brevivir ante las adversidades que nos presen- pérdida de sentido o vacío existencial lo que
ta el ambiente. Sin miedo nuestros ancestros ha predomina en las últimas décadas. Esta frus-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

do no amenazados por el fantasma del paro.


Los que trabajan tienen miedo a perder el tra-
bajo y los que no trabajan tienen miedo a no
encontrar nunca trabajo. Pero, incluso las per-
sonas que no están inmersas en estas conse-
cuencias tan lamentables, se encuentran afec-
tadas por un miedo generalizado en cuanto a
la seguridad económica se refiere. En este sen-
tido, podemos hilar con la tercera cuestión an-
tes mencionada “el tráfico del miedo”.
Los políticos son ya incapaces, como an-
taño, de ofrecernos una visión optimista. Ya no
reparten sueños, ni garantizan la inexistencia
de pesadillas. Cada vez son más los que pier-
den su fe en las ideologías. En los últimos años
estamos atemorizados con una gran alarma “la
crisis económica” cuyo caldo de cultivo se en-
cuentra en los medios de comunicación más
modernos. Internet, prensa escrita y televisión
tración existencial parte, según Frankl, del he- son estupendos divulgadores de este desasosiego
cho de que el ser humano, a diferencia del ani- generalizado. Pero si nos preguntamos acerca
mal, no tiene apenas instintos que le digan lo de las consecuencias de esta crisis económica
que tiene que hacer y, a diferencia de los se- en la vida de un ciudadano medio, la respues-
res humanos del pasado, tampoco tiene tra- ta puede ser difícil. Tenemos desconfianza an-
diciones que le digan lo que debe ser. Vivimos te lo que acontece, pero el miedo es difuso, no
en tiempos de miedo global. Como afirma el concreto. Es por ello que la única cosa a la que
escritor Eduardo Galeano “Quién no tiene debemos tener miedo es al miedo (una reflexión
miedo al hambre, tiene miedo a la comida. Los que ya nos dejó Franklin Delano Roosevelt en
automovilistas tiene miedo a andar y los pea- 1933).
tones a ser atropellados. Es tiempo de miedo… Cierto es que muchos “nuevos ricos” se han
miedo a los ladrones y miedo a la policía, mie- convertido en “nuevos pobres”. La “nueva po-
do a la puerta sin valla, al tiempo sin relojes, al breza” engloba a todos aquellos que perdieron
niño sin televisor, miedo a la multitud, miedo a
la soledad… Miedo a morir, miedo a vivir”.
Lo que está claro, es que el valor predo-
minante entre otros es “la sociedad del bien-
estar” vinculada de forma estrecha a la eco-
nomía, una cuestión ineludible desde las más
diversas esferas, partiendo de las más básicas Lo que distingue a los
como la salud, la vivienda, la educación… has-
ta otras más complejas como la propia auto-
nuevos pobres de los
estima. pobres tradicionales es el
efecto sorpresa, y esto

©
Malestar y crisis económica tiene unas consecuencias
Dadas las circunstancias es factible dedu-
cir el malestar de muchas personas, de familias psicológicas cuyo estudio 29
enteras, envueltas en las penurias económicas se remonta a los años
acontecidas. Son muchos los trabajadores que treinta, tras la Gran
no hace mucho tiempo disfrutaban la citada
“sociedad del bienestar” y que ahora se en- Depresión.
cuentran en una situación paupérrima, cuan-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

ridad. Lo que distingue los nue-


vos pobres de los pobres tradi-
Bases de un consumo ético cionales es el efecto sorpresa, y es-
to tiene unas consecuencias psi-
n Nuestra identidad no depende de lo que tenemos. El consumo com- cológicas cuyo estudio se re-
monta a los años treinta, tras la
pulsivo nos hace creer que lo que tenemos nos identifica.
Gran Depresión. Para empezar,
n La medida del éxito no viene dada por lo que consumimos, por nues- cabe matizar que la causa del de-
tra capacidad de consumo. terioro de la salud mental es el
n La autenticidad de vida está más ligada a la integración personal, desempleo, no pudiéndose con-
al tiempo personal disponible, a la salud, a la amistad, a la fami- siderar una previa salud mental
lia y a otros placeres nada costosos. El consumo compulsivo nos deficitaria la causante de no en-
liga a la lógica del exceso de trabajo, a la carga de tensión, a la contrar trabajo. En función de la
falta de calma para la convivencia, a la hipoteca del presente.
edad, en la franja que va de los 30
a los 50 años, los desempleados
n El consumo depende de nuestro dominio personal sobre nuestras presentan mayor deterioro de
adquisiciones y está ligado a nuestras necesidades. El consumo salud mental. Asimismo, pode-
compulsivo depende de la moda, los reclamos publicitarios y es mos decir que es en los primeros
irracional. meses del desempleo cuando au-
n La austeridad es un estilo de relación con las cosas que las va- menta de forma progresiva el
lora por su uso, las cuida, no abusa. El consumo compulsivo es deterioro.
un estilo de relación descuidado con las cosas, de despilfarro, abu-
El desempleo provoca triste-
za, falta de interés, pensamientos
so, saturación y mal uso.
de indefensión, sentimientos de
n El cambio de un estilo de vida consumista a un estilo de vida de culpabilidad y desprecio hacia
consumo ético aporta mayor conciencia y solidaridad y hace po- uno mismo. La autoestima dis-
sible la reducción de la brecha entre nosotros y los países menos minuye, incrementa la dificultad
desarrollados. para tomar decisiones, y surgen
n La sencillez de vida está al alcance de todo el planeta. El consu- pensamientos de muerte, suici-
mo compulsivo es una ofensa ética. dio… La ansiedad se hace mani-
fiesta a través de problemas de in-
n El consumo responsable va unido a nuestro tiempo interior, a re- somnio, preocupaciones, dificul-
conciliarnos con nuestro cuerpo, a desarrollar nuestra capacidad tades en la atención y la concen-
para contemplar. El consumo compulsivo promueve un concepto tración y conductas de evitación
de felicidad que nos expropia de nuestra humanidad. y escape (se evitan situaciones,
n Cambiar nuestro estilo de consumo es más eficaz para humani- personas y lugares relacionados
zarnos y humanizar nuestro mundo. con el acontecimiento que nos ha
llevado a la crisis: evitamos en-
contrarnos con antiguos com-
pañeros de trabajo, si ahora es-
su trabajo al quebrar la empresa dónde tra- tamos en paro; encontrarnos con el casero, si
bajaban, los que han visto recortadas sus jor- no podemos hacer frente al alquiler; el en-
nadas laborales y el autónomo que entra en una cuentro con amigos a los que hemos pedido

©
espiral de morosidad. Hay que añadir también puntualmente dinero que no podemos devol-
las familias que se separan cuyo nivel de vida ver).
30
se reduce a niveles nunca antes sospechados y Estos síntomas reflejan la reacción de un or-
las parejas que ni se pueden separar por ver- ganismo que ve amenazado su equilibrio inter-
se unidas por el destino a pagar una hipoteca no ante estímulos externos como mecanismos
“hasta que la muerte las separe”. de defensa... Son muchas las ocasiones en que
Todos ellos se han encontrado con una ex- estos cambios de conducta pueden convertirse
periencia de caída libre, sin una red de segu- en patológicos, interfiriendo en la vida cotidiana

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

del individuo y dificultando sus relaciones so- un mayor bienestar a la vez que aumentan sus
ciales y familiares. En la práctica clínica se ha posibilidades de éxito.
encontrado una estrecha relación entre el des- Partiendo de la premisa de que cada caso,
empleo o las dificultades económicas sin más y cada familia víctima de las dificultades eco-
las conductas adictivas, llegándose a concluir que nómicas, tiene unas particularidades que re-
el exceso de ansiedad y tensión, en definitiva de quieren medidas diferentes, y asumiendo que
miedo, favorece las adicciones. El alivio de una algunas circunstancias son tremendamente
preocupación con sustancias químicas resulta desafortunadas, podemos facilitar algunas
muy reforzante y necesita pocos ensayos de pautas que pueden resultar de utilidad para ha-
aprendizaje para que se convierta en una con- cer frente a la crisis.
ducta habitual del sujeto.

Familias deterioradas
Por otra parte, dado que los problemas eco-
nómicos atañen a la familia estos encuentran
su reflejo en la alteración de las relaciones en-
tre sus miembros. Parece que los hijos de per-
sonas desempleadas también pueden ver afec-
tada su estabilidad emocional aumentando su
estrés y cambios de humor, así como las difi-
cultades escolares y sus tensiones en las rela-
ciones con los compañeros. También se ha en-
contrado alguna relación entre los problemas
económicos y la violencia o malos tratos. No
obstante, el aumento de la tensión familiar no
es siempre una consecuencia directa de este ti-
po de problemas, que actúan más como in-
tensificadores de las relaciones familiares an-
teriores. La familia, en definitiva, puede ser tan-
to origen de tensión como de apoyo social.

Para hacer frente


A pesar de las consecuencias mencionadas,
incuestionablemente vinculadas a la crisis eco-
nómica que nos acontece, desde la psicología
podemos comprender el uso del miedo que nos
provoca y encontrar las herramientas apro-
piadas para responder al mismo.
Aunque la psicología se ha ocupado más de El desempleo provoca
las emociones negativas que de las positivas,
últimamente se está desarrollando la denomi-
tristeza, falta de
nada psicología positiva como una rama in- interés, pensamientos
cluida en su vertiente científica que tiene como
de indefensión,

©
objetivo mejorar la calidad de vida y prevenir
los problemas físicos y mentales. Por ejemplo, sentimientos de 31
es un dato demostrado que las personas opti-
mistas esperan que las cosas salgan bien y con- culpabilidad y
sideran que tienen mayor control sobre la si- desprecio hacia uno
tuación. Este modo de ver las cosas los empuja
a perseverar, a hacer frente a los obstáculos y mismo.
a no rendirse con facilidad, experimentado así,

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

De forma general, podemos decir que an- al mismo, debemos recordar que no sólo de-
te esta coyuntura, nos conviene: bemos vigilar nuestro bolsillo, sino que tam-
l Conservar la calma, no adelantando acon- bién debemos generar una predisposición psi-
tecimientos que nos puedan llevar a incre- cológica y emocional adecuada para poder
mentar nuestro miedo y, por tanto, la fal- afrontarla correctamente, siendo positivos an-
ta de autocontrol. El miedo y la falta de con- te la adversidad.
trol nos incapacita para buscar soluciones. Sería deseable que la nefasta coyuntura eco-
l Planificar las actividades vinculadas a los nómica, que afecta a nivel mundial, traiga con-
gastos. Como ser social el individuo nece- sigo una expansión de la conciencia y que lle-
sita también desarrollar actividades de gue a ser un catalizador del crecimiento per-
ocio que le ayuden a mantener su bienes- sonal de cada individuo en particular, favore-
tar, no se trata de reducir gastos quedán- ciendo el vislumbramiento de la escasa per-
donos metidos en casa. Podemos salir a ce- manencia y caducidad de muchos objetos de
nar a un sitio más barato, ir sólo una vez consumo. La calidad de vida no depende de la
al cine al mes o buscar actividades de ocio cantidad de bienes que podemos adquirir.
al aire libre, más baratas, y que producen Los niveles de felicidad de los países así lo con-
sensaciones de bienestar. Hacer deporte pue- firman.
de ayudar también, los ejercicios que con- Si las circunstancias que nos inhiben al ex-
llevan bajo esfuerzo, favorecen la reducción ceso de consumo logran establecer un nuevo
de la activación fisiológica característica del equilibrio entre la evolución humana y espiri-
miedo. tual y el crecimiento de la economía real de to-
l No exagerar la amenaza. Las personas que dos los países de la tierra, podemos considerar
mejor manejan las situaciones críticas son esta crisis como una oportunidad de cambio.©
aquellas que logran mantener cierta racio-
nalidad en medio de la tensión y el miedo.
Evitar las exageraciones nos ayuda a plan-
tear el problema tal y como es.
l Crear un plan de acción. El miedo será siem- Referencias
pre mayor si no existe un plan para solu-
cionar el problema. Los planes más útiles http://online-psicologo.com/2008/10/16/la-crisis-
economica-aumenta-las-consultas-al-psicologo/
son los realistas. No hay que confiar en la
lotería para salvar nuestra economía. http://www.ayuda-psicologica.info/2008/11/depre-
l No postergar lo inevitable, es decir, estamos sion-ansiedad-y-crisis-econmica.html
en crisis, es una realidad. Si existe una fuen- http://www.parasaber.com/salud/psicologia/au-
te clara de perturbación lo ideal es actuar toayuda/articulo/psicologia-sintomas-crisis-economica-
plan-afrontar-consejos/7647/
para su solución. No dejar las cosas para
mañana. http://www.isabel-larraburu.com/articulos/psicologia-
l Buscar ayuda y comprensión. La tensión se social/243-nuevos-ricos.html?lang=
maneja mejor si existe la sensación subje- http://www.elergonomista.com/desempleo.htm
tiva de apoyo y comprensión por parte de
http://gabinetedepsicologia.com/desempleo-aspectos-
las personas significativas de nuestro en- psicologicos-psicologos-madrid-tres-cantos
torno. Compartir las dificultades ayuda a
superarlas mejor. http://www.yobuscotrabajo.com/padres-desemplead-

©
os-afecta-hijo
l Actuar, los problemas no se resuelven en la
imaginación. Actuar de un modo progresivo http://larioja.fspugt.es/El_miedo_a_perder_el_traba-
32 y sistemático será siempre la mejor mane- jo_la_temporalidad_la_precariedad_y_la_presin_labo-
ra de ayudarse a sí mismo. ral_favorecen_el_estrs_4e4441baea7b4.htm

En definitiva, a pesar de que la crisis eco- J.G. Fouce y L. Muiño (2011). A fondo. Guía del
nómica trae consigo cambios en nuestra for- psicólogo. 3-4
ma de consumo y de las actividades vinculadas

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

Los miedos
y preocupaciones
de las personas
mayores
María Dolores López Bravo
análisis

Que la población mayor está bien ajustada emocionalmente es algo bien constatado
en la investigación gerontológica. Este dato, puesto en relación con otros, genera
una curiosa consecuencia: la denominada “Paradoja del bienestar en la vejez”. Con la
edad, junto al aumento de circunstancias relativas a pérdidas (de parientes, amigos,
funcionamiento físico y roles sociales) se da una estabilidad en las puntuaciones de
diversos indicadores de bienestar psicológico (expresión de emociones positivas,
prevalencia de trastornos depresivos o de ansiedad). Los aspectos explicativos que
se esgrimen para despejar esta paradoja son, entre otros, la mejora de mecanismos
de autorregulación emocional y el carácter gradual y normativo de dichas pérdidas
(Márquez-González, 2008 y Fernández-Ballesteros, 2009).

E l informe Social
del IMSERSO del
2008 recoge algu-
nos datos en esta línea. Por
ejemplo, muestra que, entre
puntuaciones más altas, en
frecuencia y porcentaje. Des-
tacan el sentimiento de feli-
cidad (un 25% declara sen-
tirse feliz todo o casi todo el
dice sentirse relajado todo o
casi todo el tiempo y un
45,2% buena parte del tiem-
po). Entre los sentimientos
negativos los expresados con
©
33

los sentimientos experimen- tiempo y un 40,7% informa menor frecuencia son, por or-
tados por las personas ma- que buena parte del tiempo) den, la ansiedad, la soledad,
yores, los positivos presentan y de tranquilidad (un 18,1% el aburrimiento y la depre-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

sión. Casi siete de cada diez proceso de un envejecimien- siedad generalizada), son
mayores dice no sentir nun- to activo (OMS, 2002). comportamientos comunes
ca o casi nunca ansiedad, un Más concretamente, abor- en la vida diaria de todas las
63,4% soledad, un 55,5% daremos las siguientes cues- personas. Alrededor del 38%
aburrimiento y un 53,6% tiones: qué diferencia existe de población mayor no clí-
dice no sentirse nunca o ca- entre la preocupación nor- nica se preocupa al menos
si nunca deprimido. Estos mal y la patológica, qué pre- una vez al día (Nuevo y cols.
datos positivos nos permiten ocupaciones y miedos son 2004).
denominar la experiencia más frecuentes en el colectivo La investigación concep-
afectiva de la población ma- de personas mayores, qué tualiza la preocupación como
yor como “saludable”. Una efectos tienen ambos sobre la un continuo entre dos polos:
vez que hemos dejado acla- salud general, y qué tipo de re- “patología”-“no patología”.
rado este punto, en este artí- cursos personales se asocian El polo patológico se asocia-
culo, nos centraremos, no con una baja frecuencia de ría a ansiedad elevada, ma-
obstante, en revisar el peso preocupaciones o control de lestar emocional y baja efec-
que tienen los miedos y las las mismas cuando son per- tividad en resolver problemas
preocupaciones en la pobla- sistentes. de la vida cotidiana; en su po-
ción de personas mayores. lo no-patológico la preocu-
Reflexionaremos sobre la Estudio de los pación favorecería la previ-
prevención y el manejo de es- miedos: normalidad sión de amenazas potenciales
tos síntomas cuando inter- versus patología y la preparación para su
fieren de forma negativa en el Las preocupaciones, ade- afrontamiento. Centrémonos
adecuado afrontamiento de más de formar parte de los en este apartado en el terre-
las situaciones y, desde una cuadros patológicos de an- no patológico. ¿Qué preva-
perspectiva más amplia, en el siedad (sobre todo de la an- lencia presentan los trastor-

©
34

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

nos de ansiedad en la pobla-


ción mayor? ¿Qué fobias es-
pecíficas se perfilan como
las más frecuentes?. Los estudios cada vez muestran datos más
Con respecto a la preva- elevados acerca del deseo de las personas
lencia de los trastornos de an- mayores de permanecer en su domicilio
siedad los datos se sitúan en
torno al 6%. Los cuadros
tras la muerte del cónyuge. Las
más frecuentes en esta po- connotaciones sociales negativas
blación son relativos a la an- derivadas del hecho de vivir solo están
siedad generalizada y a las fo- dando paso a otras más positivas, pues
bias específicas. Los datos resulta cada vez más valorada
epidemiológicos muestran socialmente la autonomía personal.
que los trastornos de ansie-
dad no son más prevalentes
entre las personas mayores, etc.) Partiendo de esta cir- en la presencia de esta sinto-
que en otros grupos de edad. cunstancia, la mayoría de matología, es otro de los re-
No obstante, este dato no res- estudios arrojan datos de en- tos de este ámbito de inves-
ta importancia a un proble- tre el 20 y el 85% (Alcalde, tigación.
ma de salud pública que 2010). Sería deseable homo- Otro dato relevante es el
compromete la calidad de geneizar los criterios de me- hecho de que, aproximada-
vida y, en el colectivo de ma- dida para cuantificar mejor el mente, una tercera parte de la
yores, incide de forma direc- problema, y valorar qué tipo población bien subestima o
ta en la autonomía personal. de necesidades son más acu- sobreestima su riesgo de caer-
Profundizar sobre estos cua- ciantes en esta población. se. La trasmisión de infor-
dros es un reto importante de Ello permitiría valorar mejor mación ajustada a la realidad
la investigación gerontoló- las consecuencias negativas sobre el proceso de envejeci-
gica básica y aplicada. sobre la salud, en indicadores miento, tanto relativa a los
como: percepción de auto-efi- factores de riesgo de las caí-
Tipología de miedos cacia, sensación subjetiva de das como a los potenciales y
específicos más bienestar, capacidad funcio- capacidades para compen-
frecuentes en la nal y posibilidad de caerse en sar los mismos favorecería
población mayor un futuro. Aspectos, todos, percepciones más adecuadas
Analicemos algunos da- relacionados con este cuadro en este terreno.
tos sobre los miedos especí- de ansiedad.
ficos más frecuentes sobre los Un dato muy interesante l Miedo a la soledad: Aten-
que informa la población es que el 50% de las personas deremos aquí a los datos del
mayor: que informa de miedo a las Informe IMSERSO 2008.
caídas no ha tenido nunca Los estudios cada vez
l Miedo a las caídas: Los una caída previa. Este resul- muestran datos más elevados
estudios de prevalencia mues- tado puede deberse a la per- acerca del deseo de las per-
tran datos muy variables por cepción de un aumento pro- sonas mayores de permanecer
dos motivos. En primer lugar, gresivo de merma física con en su domicilio tras la muer-

©
esto es debido a la diversidad la edad y también a las con- te del cónyuge. Las connota-
de criterio utilizado para ductas de sobreprotección y ciones sociales negativas de-
35
cuantificar el miedo (de leve alarma por parte de los fa- rivadas del hecho de vivir so-
a intenso); en segundo lugar, miliares más jóvenes que ro- lo están dando paso a otras
a las diferencias en la pobla- dean a la persona mayor. más positivas, pues resulta
ción de referencia (comuni- Valorar, por lo tanto, el peso cada vez más valorada so-
dad, residencias, presencia que los estereotipos negativos cialmente la autonomía per-
de historia previa de caídas, sobre la edad pueden tener, sonal que esta opción supo-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

ne. Aún así, entre el colecti-


vo de personas mayores que
viven solas algunos estudios
han resaltado una mayor fre-
cuencia en los sentimientos de
ansiedad, y, también, desde
un punto de vista cualitativo,
resaltan un aumento del mie-
do a sufrir un accidente o en-
fermedad repentina y a la
muerte en soledad (Iglesias,
2001).

l Miedo a agresiones y ro-


bos: En datos del informe so-
cial del IMSERSO del 2008,
las personas mayores en Es-
paña manifiestan un mayor
sentimiento de inseguridad
que la población de menos
edad, pese a que son víctimas
de agresiones o robos con
menor frecuencia que ésta úl-
tima. Este dato se ha inter-
pretado como uno de los
efectos que podría tener “el
progresivo repliegue al espa-
cio doméstico”; una menor
percepción de control del es-
pacio externo al hogar con-
lleva que éste se perciba co-
mo potencialmente más pe-
ligroso.

Estudios sobre las


preocupaciones en las
personas mayores
La variación en la cuali-
dad y cantidad de preocupa-
ciones en función de la edad
todavía no está suficiente-
mente contrastada. A partir
de los pocos datos con los aspectos socio-evaluativos e Matizando, no obstante, la ti-

©
que se cuenta, se puede con- interpersonales son los con- pología de preocupaciones
cluir que las personas mayo- tenidos más frecuentemente en la población mayor des-
38 res no presentan mayores ni- expresados por la población tacamos, por orden de im-
veles de preocupación que menor de 65 años, frente a portancia, los temas de: sa-
otros grupos de edad. En lo los relativos a la salud y au- lud, familiares, personales,
relativo a la temática motivo tonomía personal en el co- económicas y sociales.
de preocupación, diversos lectivo de mayores de 65 En cualquier caso, los re-
estudios convienen en que los años (Nuevo y cols., 2003). sultados de otras investiga-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

ciones muestran que las per- plicaciones prácticas y hace atención primaria, como por
sonas mayores no perciben necesario seguir apostando el diseño de programas de in-
las preocupaciones como ex- por la formación sobre el tervención más globales. So-
cesivas, negativas o incon- proceso de envejecimiento. bre este segundo aspecto he-
trolables. Es muy interesan- En este sentido, son cada mos enfatizado la importan-
te observar, no obstante, que vez más los programas edu- cia de la educación referida
las personas con puntuacio- cativos que se perfilan con el tanto al propio proceso de
nes altas en preocupación- objeto de mejorar y/o poten- envejecimiento como al au-
rasgo muestran, con respec- ciar las habilidades emocio- mento de habilidades emo-
to a las personas con los va- nales en la población de ma- cionales. ©
lores más bajos en esta va- yor (Márquez y cols., 2010).
riable, puntuaciones más ele-
vadas en número de preocu- Conclusiones
paciones, interferencia de la Hemos analizado los mie- REFERENCIAS
preocupación de la vida co- dos y preocupaciones de las BIBLIOGRÁFICAS
tidiana y tiempo empleado, y personas mayores sobre la Alcalde, P. (2010): Miedo a caerse. Revis-
menor controlabilidad per- base de una visión holística ta Española de Geriatría y Gerontología;
vol.45 núm 01; 45:38-44.
cibida, entre otras variables. de los sentimientos expresa-
Fernández-Ballesteros, R. (2009): Enve-
dos por el colectivo de per- jecimiento Activo. Contribuciones de la
Antídotos contra el sonas mayores. Con ello, Psicología. Madrid, Pirámide.
miedo nuestro objetivo es mostrar Iglesias, J. (2001): Soledad en las perso-
nas mayores. Influencias Personales, Fa-
No sorprenderá a nadie una visión más positiva de la miliares y Sociales. Análisis Cualitativo.
constatar que se han encon- vejez, que rompa estereotipos Observatorio de Personas Mayores. Ins-
tituto de Migraciones y Servicios Socia-
trado correlaciones negativas sociales negativos y que en- les.
entre el grado de preocupa- fatice sus recursos y poten- Instituto de Mayores y Servicios Socia-
ción y el conocimiento sobre ciales. Este objetivo no es in- les –IMSERSO (2008): Informe 2008.
Las personas mayores en España. IM-
la vejez (Nuevo y cols., compatible con el de poner en SERSO. [Fecha de publicación: 2009]
2006). El conocimiento ajus- relieve la existencia de cua- http://www.imserso.es/InterPre-
sent1/groups/imserso/documents/bi-
tado y realista de las propias dros clínicos y sintomatolo- nario/infppmm2008.pdf
capacidades favorece un au- gía sub-clínica de ansiedad Márquez-González, M. (2008): “Emocio-
mento del control percibido sobre los que hay que actuar, nes y envejecimiento”. Madrid, Portal
Mayores, Informes Portal Mayores, nº 84.
y una disminución de la in- tanto por medio de protoco- Lecciones de Gerontología, XVI [Fecha
certidumbre ante la vejez. los que favorezcan su detec- de publicación: 14/05/2008].
http://www.imsersomayores.csic.es/doc-
Esto tiene importantes im- ción desde los servicios de umentos/documentos/marquezemo-
ciones-01.pdf
Márquez, M., Fernández, I., López, B.
(2010): Programas de desarrollo emo-
cional, en L. Bermejo; Envejecimiento Ac-
tivo y Actividades Socioeducativas con
Personas Mayores. Madrid, Panameri-
cana.
Nuevo, R., Montorio, I., Cabrera, I.
(2006): Influencia del conocimiento so-
La variación en la cualidad y cantidad de bre la vejez en la gravedad de la preo-
preocupaciones en función de la edad cupación en personas mayores. Revista
Española de Geriatría y Gerontología.
todavía no está suficientemente

©
Vol.41 núm 02; 41: 111-6.
Nuevo, R., Montorio, I. Márquez, M.,
contrastada. A partir de los pocos datos Izal, M., Losada, A. (2004): Análisis del
37
con los que se cuenta, se puede concluir fenómeno de la preocupación en per-
sonas mayores. International Journal of
que las personas mayores no presentan Clinical and Health Psychology. Vol. 4, Nº
2, pp. 337-355.
mayores niveles de preocupación que Organización Mundial de la Salud –
otros grupos de edad. OMS (2002): Active Aging. Ginebra:
WHO.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

La relación del ser humano con la experiencia religiosa siempre


ha sido un equilibrio inestable, conoce «el temor y el ardor» frente
a lo numinoso de Dios, como reconoce San Agustín, y que se
convertirá en el tremendum et fascinans en la terminología de Rudolf
Otto y en la inquietud de la búsqueda infinita que habita en el corazón
humano. El miedo ha sido siempre uno de los aliados más fieles del
poder. Sea este político o religioso. Es una emoción que paraliza, que
inmoviliza, que resta las energías vitales al ser humano. El pájaro
inmovilizado por la mirada seductora de la cobra es un ejemplo común
en la filosofía oriental que nos ilustra bien sobre esa verdad
esencial que es el núcleo del miedo. El pájaro sigue teniendo alas y las
podría utilizar para escapar del depredador, pero es
precisamente el miedo el que se las inutiliza. El miedo le hace creer
que no puede volar y ello se convierte en su perdición.

Mysterium
Tremendum et
fascinans
Miedo y experiencia religiosa

©
Joseph Wright (1734-1797), “El Vesubio en erupción”

38
Xavier Quinzà Lleó
análisis

L a mirada del poder es como la de


Medusa: petrifica. Todo lo que mi-
ra lo convierte en piedra, lo inmo-
viliza, lo priva del movimiento, imposibilita la

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

vida. La creación de un clima de temor obli- para proteger nuestra libertad y nuestra vida.
ga a las personas a blindarnos frente a los otros. Sin embargo sólo es beneficiosa cuando se en-
Por eso afirma Manuel Castells que el poder cuentra limitada, compensada y complemen-
está en nuestras mentes, que la violencia y la tada por el amor, una pasión confiada que nos
intimidación de nuestros cuerpos se interiori- mantiene abiertos al exterior y al porvenir, a
za mediante el miedo y se alía con las fuerzas la asociación con los otros y a la variación de
oscuras del control político, del poder. nuestro propio ser.
Aislar es la actividad propia de la violen- El amor hace que no temamos sólo por no-
cia del poder: separarnos del mundo, reducir- sotros mismos, sino también por aquellos a
nos a las cuatro paredes de una celda oscura, quienes amamos. Nuestro temor principal ya
romper la comunicación con los próximos, ha- no será el daño que puedan hacernos, sino el
cernos creer que nos han abandonado, que na- que nosotros podamos hacerles, el que todos
die se ocupará ya de nosotros, que estamos de- podamos hacernos unos a otros.
finitivamente solos.
Mysterium Tremendum
Pasión vigilante y pasión confiada: Nada teme más el hombre que ser tocado
el miedo y el amor por lo desconocido. El poder de lo desconoci-
Según Elías Canetti1, el amor y el temor se do no tiene rostro ni identidad, por ello es in-
entremezclan de manera inseparable y ambi- vulnerable a cualquier resistencia humana. Des-
valente en la condición humana. Nuestra vida de el más remoto origen ha crecido en el ser hu-
se encuentra sujeta a esas dos pasiones pri- mano el temor a lo sagrado, más en concreto
mordiales que se oponen entre sí: el miedo y a “ser tocado” por ello. Las formas religiosas
el amor. más elementales se han originado para liberarse
El miedo es una pasión vigilante. La pasión de ese contacto terrible y fascinante, para que
del miedo es el temor a entrar en contacto con no sintiera en su cuerpo o en su mente la ame-
los otros. Consiste en arriesgarnos a perder la naza de ese poder sin rostro ni figura.
integridad física, la identidad anímica, la li- Metamorfosis lo sagrado es el Caos. Pero
bertad de acción y en el límite, la vida misma. el frenético miedo al Caos, que también hoy nos
Lo que se teme de los otros es la violencia, el amenaza, es una enfermedad de la soledad. In-
poder y la muerte. Mediante el temor como pa- teriorizamos el miedo cuando no verificamos
sión vigilante tratamos de perseverar frente a
los otros en el propio ser.
Pero junto a ella aparece el amor como pa-
sión confiada. La pasión del amor, el insacia-
ble deseo de comunión, de contacto, que nos Desde el más remoto origen
lleva a derribar todas las separaciones y a al-
terar todas las repeticiones. Esperamos recibir ha crecido en el ser humano
del otro no la herida, la humillación y la muer- el temor a lo sagrado, más en
te, sino más bien el cuidado, el reconocimien- concreto a “ser tocado” por
to y la vida.
Buscamos la vida no en la separación sino ello. Las formas religiosas
en la comunión, en la identificación con los más elementales se han
otros, en la apertura a sus innumerables for- originado para liberarse de

©
mas de ser y en la alteración constante de nues-
tra propia identidad. La vida ya no consiste en
ese contacto terrible y
fascinante, para que no 39
sobrevivir sino en convivir, ya no desea man-
tenerse a sí misma contra y a costa de los otros, sintiera en su cuerpo o en su
sino más bien, entre y gracias a ellos.
El temor es una pasión vigilante que nos
mente la amenaza de ese
mantiene despiertos y precavidos ante los poder sin rostro ni figura.
males que puedan sobrevenirnos. Es necesario

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

los vínculos que hemos establecido con otros, La ruptura de la confianza básica entre los
si el ser humano ya no está sólo, pierde el mie- seres humanos, la ruptura de la relación es un
do. Por eso religión es re-ligación. mensaje negativo muy intenso, cinco veces más
La forma fundamental de ejercer el poder intenso que un mensaje positivo de comunión.
religioso es atemorizar, pero no solamente de Sólo vencemos al miedo a lo Desconocido jun-
forma violenta y represora, sino de una manera to con otros, desde la comunión que creamos
más sutil; mediante el control de la conciencia, alrededor de ese yo efímero, trémulo, solitario
mediante la invención artificial de que no es- en que se nos ha querido convertir.
tamos conectados con nadie, de que estamos Nos recuerda Andrés Torres Queiruga
solos. Como la mente es una red de relaciones que en la tradición bíblica lo tremendum no
con los otros, aunque no solemos reparar en desaparece del todo, pero cede su lugar al fas-
ello, la eficacia del poder es hacernos creer que cinans. Porque es una proyección de Dios, pe-
estamos desconectados, que estamos sin vín- ro no su realidad. Lo atractivo prevalece, su
culos, aislados. Gracia supera el temor de su santidad terrorí-
fica, fuente de miedo y de te-
rror. Lo maravilloso del mis-
terio encarnado de Dios es su
cercanía amorosa.

Mysterium fascinans
Lo fascinans, lo atrayen-
te del amor gracioso de Dios,
su Gracia, siempre nos afec-
ta aquí y ahora, de modo que
entra en nuestra experiencia
cotidiana, aunque sin dejarse
instrumentalizar, sin dejar de
ser Dios. Siempre en el fondo,
siempre como parte del con-
texto general de nuestra ex-
periencia cotidiana, Dios “se
va acercando” y se entrega a
sí mismo a nosotros. Sin de-
jar de ser Dios, de muchas
maneras se nos acerca y se
nos ofrece.
Hay cosas de este mundo
que son de pensar o de decir.
Hay cosas que tenemos que
razonarlas o describirlas. In-
cluso necesitamos acceder a
ellas a base de explorarlas y
diseccionarlas… Pero para

©
el ser humano hay un miste-
rio que siempre está ahí. Es
40 una Presencia que no pode-
mos pensar o decir, que sólo
podemos ir hacia ella, atra-
vesar la puerta desconocida:
entrar. O en todo caso, que
deberemos dejarnos empa-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

¿Quién es el que hace


verdaderamente libre o esclava la
conciencia del ser humano?
No se puede buscar a Dios al margen de la
realidad que somos, porque la gracia de Dios,
El corazón tiene una facultad es decir, su presencia recreadora en nosotros,
no es un ámbito exclusivo de la interioridad,
para abrirse al Misterio: un sino de toda la realidad en la que vivimos. So-
oído interno que no oye, sino mos “gracia de Dios” en todo y por todo lo
que escucha el silencio, un creado de lo que formamos parte.
Aunque esta experiencia del amor gratui-
tercer ojo que no ve sino que to de Dios siempre está accesible, como un ele-
se daja iluminar, un olfato, un mento de nuestras circunstancias de cada día,
sin embargo no siempre es obvia. Dios per-
gusto del ser interior que nos manece siempre libre para otorgarnos su Don
habita. sorprendente, un don que siempre supera to-
do lo bueno que somos, como criaturas suyas.
Pero la presencia de Dios en todas las media-
ciones es una cercanía absoluta, divina, liber-
tad y amor creador que abarca toda la reali-
dad creada y toda la historia.
par de su luz, de su calor, como si estuviéramos La salvación de Dios está en la línea de to-
tomando el sol. do lo santo, bueno, hermoso y placentero que
Lo fascinans, lo fascinante es una presen- se puede realizar en nuestra historia, pero de
cia que está siempre ahí. Delante de nuestros modo que Dios permanece siempre libre en su
ojos asombrados, en ese horizonte que nos oferta, lo abarca y, a la vez, lo supera. Desde
abarca y nos incita, aunque siempre nos huye. dentro, sin inferirle ninguna violencia, tras-
No se trata de pensar, ni siquiera de decidir. Se ciende toda la historia humana y la supera con
trata de preguntarse qué fuerza llama para sal- su amor activo. Su amor abarca, como reali-
tar sobre la propia sombra, para dejarse des- dad activa, todo lo que somos y todo lo que vi-
lumbrar por lo inédito. El misterio solo se nos vimos.
desvela en el misterio. Hay ocasiones en las que la presencia de
El corazón tiene una facultad para abrir- Dios amor destaca, en las que nos es más fá-
se al Misterio: un oído interno que no oye si- cil darnos cuenta, y otras en que no. No tene-
no que escucha el silencio, un tercer ojo que no mos que rechazar nada, ni huir de las cir-
ve, sino que se deja iluminar, un olfato, un gus- cunstancias de la vida si queremos tener nues-
to del ser interior que nos habita. Unos senti- tra propia experiencia de Dios. Tanto las an-
dos internos que se despiertan ante la Presen- gustias o el temor, como el aburrimiento y el
cia que se nos regala. Cuando Dios toma la pa- gozo o el dolor intenso son ocasiones para ex-
labra sobre nuestra vida no lo hace casi nun- perimentar a Dios.
ca de forma extemporánea o grandiosa. Lo ha- Desde esta convicción, se trata de pregun-
ce con el rumor suave de una brisa tenue. Co- tarnos: ¿qué es lo que impide al corazón del ser
mo Elías en la gruta del Horeb. humano amar en libertad? ¿Cómo vencer los

©
Nosotros no podemos tener ninguna rela- fantasmas que habitan en nosotros y condi-
ción con Dios que no implique una mediación, cionan nuestra libertad para responder al
41
no podemos, desde nosotros, dirigirnos inme- amor gratuito de Dios? ¿Quién es el que hace
diatamente a Dios. Necesitamos de mediacio- verdaderamente libre o esclava la conciencia del
nes simbólicas, existenciales, humanas. Pero ser humano? ©
Dios sí que se relaciona con nosotros de una
1.Tomado y condensado de: A.CAMPILLO, “El enemigo de
forma inmediata, ya que se trata de una rela- la muerte. Poder y responsabilidad en Elías Canetti”, en El
ción del Creador con su criatura. lugar del juicio, Madrid 2009, 51-53

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

El miedo
del ser
humano a
la muerte
José Carlos Bermejo Higuera
análisis

El miedo a la enfermedad y a la muerte son ancestrales. Por mucho


desarrollo científico y tecnológico que se produce en algunas
latitudes de la tierra, traducido en grandes avances sanitarios que
permiten prolongar la vida de
unos pocos, no nos
protegen ni del miedo tas, prolongadas por inter- que el morir es el proceso por
vención médica y tecnología. el que se llega a la muerte. Pe-
ni de la muerte. Pero es posible que nos este- ro no sólo. Acostumbramos
mos distanciando también a a hablar de la muerte cuan-
nivel subjetivo de la expe- do filosofamos, generaliza-
riencia del vivir el morir co- mos, consideramos la finitud
mo última etapa de la vida. de la condición humana…

E s posible que nues-


tros abuelos, que
vivían en más en el
No estaremos muy lejos
de la realidad si describimos
nuestra sociedad como un
Hablamos del morir cuando
tenemos en mente y corazón
un proceso más próximo,

©
ámbito rural, vivieran la tanto tanatofóbica, es decir, más personalizado de seres
muerte y el morir con más caracterizada por un persis- queridos, de pacientes, de
42 naturalidad. Conforme pasa tente, anormal e injustificado nosotros mismos.
el tiempo estamos consi- miedo a la muerte o a morir. Algunos pensadores han
guiendo sustituir vidas más Muerte y morir no son si- pasado a la historia precisa-
cortas y muertes más tem- nónimos. La muerte es la ce- mente por su gran capacidad
pranas y rápidas por vidas sación absoluta de todas las de reflexión sobre la muerte,
más largas y muertes más len- funciones vitales, mientras como es el caso de Sartre.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

Angustia ante la tangible en el propio cuerpo. Es inevitable que la per-


muerte y el morir Se trata de la amenaza de sona enferma se plantee la
El miedo a la muerte tie- la afirmación del ser, produ- pregunta sobre el sentido de
ne mucho que ver con el cida por la conciencia de tener cuanto le está sucediendo y
miedo al cambio, dice Rosa que morir, de estar “herido de sobre el sentido de su vida,
Montero. La inseguridad an- muerte”. Esta conciencia vie- ahora que percibe que se en-
te el cambio se intensifica al ne dada tanto más cuanto más cuentra al final de la misma.
pensar en la muerte como al- se es consciente de la proxi- La enfermedad se convierte
go desconocido, al reflexio- midad de la misma, sea por en una ocasión privilegiada
nar sobre ella como una ame- haber sido informado o por para plantearse la pregunta
naza desbordante, incontro- cuanto se experimenta me- última, la pregunta por el sen-
lable e irreversible. Quizás diante las “pequeñas muer- tido.
con más propiedad podría- tes”, es decir, mediante la ex- Pero de una forma espe-
mos hablar de angustia. periencia de las diversas pér- cialmente dramática surge la
Francisco Alonso-Fer- didas y ante la observación del pregunta por el sentido de la
nández presenta una dife- propio cuerpo. lucha para el enfermo próxi-
renciación del concepto de En el fondo, es la incerti- mo a la muerte. ¿Qué senti-
angustia que me parece inte- dumbre la que está en la ba- do tiene luchar contra una
resante. Se hace eco de otros se del sentimiento de ame- concreta infección o tumor o
que han presentado este te- naza de destrucción, de muer- lo que sea que amenaza la vi-
ma, como Heidegger, Tillich, te. La seguridad del enfermo da, cuando se sabe y se ex-
Kierkegaard, Jaspers. La an- está totalmente herida por es- perimenta que, en el mejor de
gustia normal, como tam- tar sometida a una especie de los casos, según va pasando
bién la patológica, es siempre lotería en la que su vida está el tiempo, la “batalla” está
un presentimiento de la nada, en juego. Está condenado a perdida? A veces estamos
que amenaza al ser de dife- vivir en adelante con una in- ante una experiencia similar,
rentes maneras: certidumbre de fondo. en cierto sentido a la de Sísi-
Esta inseguridad está te- fo, personaje de la mitología
1. En cuanto muerte. Ame- ñida de certeza de que la co- griega que fue castigado con
naza la afirmación óntica del sa no irá bien, de que, en to- la pena de subir una piedra a
ser. Es la angustia existencial do caso, la destrucción del la cima de la montaña, piedra
(que describe especialmente propio ser tendrá lugar, pues que, fatalmente, caía apenas
Heidegger). Surge en el yo se vive la continua reducción llegado a la cima, escena re-
corporal y supone la expe- de las fuerzas e indicadores petida en continuidad sin
riencia de una reducción de la de autonomía. Esta antici- fin. Camus dice del mito:
libertad del sujeto frente a sí pación de la muerte (más “Si este mito es trágico es
mismo. Hace referencia al fu- que la muerte en sí misma) es porque su héroe es conscien-
turo que se hace presente y la que inspira terror. te. (…) Cuando las imágenes
de la tierra están demasiado
2. En cuanto absurdidad de ligadas al recuerdo, cuando el
la existencia. Amenaza la reclamo de la felicidad se
Lo que produce temor afirmación espiritual del hace demasiado intenso, su-
en la mayoría de las hombre con la posibilidad de cede que nace en el corazón

©
falta de sentido. Es la angus- la tristeza: es la victoria de la
personas no es tanto el tia espiritual (que estudia es- piedra misma. El inmenso
hecho de la muerte en 43
pecialmente Tillich). Surge duelo es demasiado pesado.
sí, sino los en el seno de la espiritualidad, Son nuestras noches de Get-
acontecimientos se presenta como un pode- semaní”.
impredecibles previos a roso estímulo para el desa- Ayuda a agravar la situa-
ella. rrollo y la maduración de la ción la conciencia de la pro-
personalidad. funda soledad, es decir, la

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

maldad, es un acontecimien-
to aterrador, algo que exige
pena y castigo.

Miedos ante el morir


Además de la angustia
ante la muerte, las personas
experimentamos miedos más
cotidianos. Miedo a resfriar-
nos (incluso si la muerte es-
tá próxima), miedo a una
nueva infección, a un des-
control de esfínteres…
Son muchos los estudios
que subrayan el hecho de
que lo que produce temor en
la mayoría de las personas no
conciencia del hecho de que mientos de culpa, tampoco es tanto el hecho de la muer-
la muerte no puede ser com- hay que trivializarlos total- te en sí, sino los aconteci-
partida con nadie, que nadie mente. Ante la proximidad de mientos impredecibles pre-
llevará la propia piedra a la la muerte o, en cualquier ca- vios a ella, es decir, el proce-
cima de la montaña, por más so, ante su anticipación en la so de morir y no la muerte
que intente hacerlo. enfermedad, el mosaico emo- misma.
En esta situación de la en- tivo es distinto según haya si- Los miedos más comunes
fermedad, ante la angustia, do el pasado. El modo en que a la muerte, según se suelen
no falta quien recurre a la iro- se muere depende, en no po- repetir como resultados de di-
nía como recurso –presenta- ca medida, de las posibilida- ferentes estudios son funda-
do con frecuencia en las pe- des que la persona ha tenido mentalmente estos:
lículas de guerra– en forma de conseguir sus propias me- l A que vaya a sufrir mucho
de humor negro. tas, de realizarse de manera l A que no vaya a recibir la
plena y sensata, con sentido. atención adecuada
3. En cuanto culpa o con- Y puede comprenderse l A hablar con el ser que-
denación. Amenaza la afir- mejor teniendo en cuenta rido
mación metafísica o religio- que en nuestro inconsciente, l A que su ser querido adi-
sa. La angustia religiosa se la muerte nunca es posible vine su enfermedad
experimenta ante el pecado y con respecto a nosotros mis- l A estar solo con el ser
la posible consiguiente con- mos. Para nuestro incons- querido en el momento
denación. (Ha sido estudiada ciente, es inconcebible ima- de la muerte
especialmente por Kierke- ginar un verdadero final de l A no estar presente cuan-
gaard y Jaspers). nuestra vida aquí en la tierra, do muera el ser querido
Es la angustia en cuanto y si esta vida nuestra tiene
culpa o condenación. La en- que acabar, el final siempre se La muerte, vivida como
fermedad es ocasión de revi- atribuye a una intervención proceso de continuas y acu-

©
sión de la propia vida. Con del mal que viene de fuera. mulativas pérdidas progresi-
frecuencia la propia respon- En términos más simples, en vas, es una experiencia única,
44 sabilidad se siente llamada al nuestro inconsciente sólo po- incluso cuando se ha pasado
banquillo del propio tribunal demos ser matados; nos es in- por otros procesos de pérdi-
en el que, en principio, el en- concebible morir por una das. La muerte, al fin y al ca-
fermo es juez y acusado. causa natural o por vejez. Por bo, es la posibilidad más pe-
Si bien es cierto que no lo tanto, la muerte de por sí, culiar de la vida humana.
hay que exagerar los senti- va asociada a un acto de Podríamos decir que el

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


análisis

miedo a la muerte se conju- muerte, Zygmunt Bauman tística durante el mes de no-
ga en plural. Son miedos an- evoca la lucha de los habi- viembre por las calles, entre
te amenazas concretas y de- tantes de la casa del Gran otras costumbres.
finidas que se van aproxi- Hermano por huir de la ex-
mando o de las que se va ha- pulsión. Sí, estos cuentos mo- El gran tabú de la
ciendo experiencia. Están en rales de nuestro tiempo –di- época contemporánea
relación a los recursos de los ce él– son ensayos públicos de La muerte, tanto la de
que se dispone en la proxi- la muerte. Aldous Huxley se otros como la propia, es una
midad. Por eso, la confianza imaginó un mundo feliz en el de las experiencias más sig-
inspirada por seres queridos, que los niños eran condicio- nificativas y proveedoras de
profesionales y una atención nados, vacunados contra el sentido en la vida de los seres
adecuada, será el mejor an- miedo a la muerte, invitán- humanos, pero a la vez, cons-
tídoto de los mismos. doles a sus golosinas favori- tituye el gran tabú de la épo-
tas, mientras se les congre- ca contemporánea.
¿Exorcizar el miedo? gaba en torno al lecho de También la medicina ha
Si la angustia y los mie- muerte de sus mayores. Nues- considerado tradicionalmen-
dos ante la muerte y el morir tros cuentos morales tratan te la muerte como su princi-
son ancestrales, los mecanis- de vacunarnos contra el mie- pal enemigo. La posible des-
mos de exorcizarlos van cam- do a la muerte, banalizando humanización del pensa-
biando a lo largo de la his- la visión misma de la agonía. miento médico –que cons-
toria, según los contextos y Son ensayos generales de la truimos entre todos– tiende a
las fuentes antropológicas, muerte, disfrazados de ex- configurar la muerte como un
culturales, espirituales… de clusión social, que llevamos fenómeno teóricamente evi-
inspiración. a cabo con la esperanza de table y a considerar el falle-
Sin duda, no es lo mismo que, antes de que la muerte cimiento como un fracaso.
el entorno franciscano de la llegue en su forma más des- Los avances en investigación
hermana muerte del siglo carnada, nos hayamos habi- biomédica y el desarrollo
XIII, que el del ars moriendi, tuado a la banalidad. tecnológico, nunca nos van a
del memento mori en que se Quizás está sucediendo lo conceder la inmortalidad, de
movían en el siglo XV, que la mismo con la difusión y la manera que para la medicina
cultura que se difunde fácil- naturaleza de tantos video- actual, ayudar a los seres
mente en nuestros días. juegos en los que con la humanos a morir en paz ha
En los tiempos que co- muerte se juega y está tan do- comenzado a ser tan impor-
rren, al ilustrar el miedo a la mesticada que pierde su iden- tante como evitar la muerte.
tidad y, por lo mismo, se Esto acontece especialmente
deshumaniza. con el desarrollo de los cui-
Algo semejante puede dados paliativos y su poten-
Los avances en sucedernos con la moda que cial humanizador no solo a fi-
investigación biomédica y el está entrando en nuestro nal de la vida, sino en todo su
desarrollo tecnológico nunca contexto de celebrar la fies- proceso.
ta de Halloween. Pueden ser El surgimiento de la me-
nos van a conceder la ensayos de muerte inocua dicina paliativa está contri-
inmortalidad, de manera que exorcizan la angustia buyendo a resocializar la

©
que, para la medicina ante la muerte real, modos muerte y el morir que, de no
actual, ayudar a los seres de subir el volumen, de dar desarrollarse, cada vez más
45
intensidad a la muerte me- estarán echados del mundo
humanos a morir en paz ha diante la presentación en vi- público y refugiados en el
comenzado a ser tan vo y en directo, pero siempre privado. Pensar en paliativo
importante como evitar la es la de los otros, al estilo de tiene un gran poder humani-
muerte. la cultura mexicana que vis- zador y de esperanza ante el
te esqueletos con belleza ar- morir humano.©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


Una pregunta

¿A qué tiene miedo la


La gente de mi entorno le tiene miedo a aquellas
personas que poseen el poder de alguna determi-
La gente de mi entorno tiene mucho miedo a
nada forma (poder político, poder ideológico, poder
quedarse sin empleo y los que lo han perdido
económico, etc.) ya que son éstas las que manipulan
manifiestan mucha inquietud al hecho de cómo
y controlan a la gente y las que nos han llevado a la
mantener su armonía familiar tras esta situación.
situación en la que estamos hoy en día. El poder,
Posteriormente, se encuentra la situación de miedo
dicen, debe ser del pueblo y para el pueblo sin que
e incertidumbre ante la pérdida de los servicios
ninguno sea más que la persona de al lado.
públicos y, en concreto, hacia la pérdida de
educación pública que responda a todos. La calidad
Manuel García Rodríguez. 25 años. Estudiante y
se va desvaneciendo poco a poco y a los docentes
Monitor de actividades extraescolares
les preocupa cómo responder a las necesidades y
al proceso educativo con la escasez de medios e
instrumentos que se proporcionan. Ante el miedo, La gente de mi entorno y en especial mi familia se
el colectivo sigue luchando pero ¿hasta cuándo se preocupa por la situación laboral y económica en la
podrá seguir reivindicando los derechos que se que nos encontramos y teme que el sistema político
consiguieron? no pueda impulsar mejoras. Sufre al observar que
nos encontramos en una sociedad conformista, poco
María Bonilla. 33 años. dispuesta a reivindicar los derechos adquiridos a lo
Maestra especialista largo del tiempo. En general teme la abstención de
en P.T. en Educación Secundaria. la conducta social, la gestión política española y
determinadas disposiciones europeas que se
adoptan y en particular teme no poder hacer frente
a los gastos derivados de medidas impuestas a nivel
Con carácter general, percibo a mi alrededor –en gubernamental, justificando que se implementan
entornos muy diversos– miedo a la falta de ”para salir de la crisis” como argumento principal.
seguridades, tanto en el ámbito social y laboral
como en las relaciones personales, e incluso en Amalia Beatriz Dueñas Luengo. 27 años.
algunas formas de vivencia religiosa y de Coordinadora de formación del profesorado
pertenencia eclesial. También miedo al compromiso, iberoamericano a distancia..
al “para siempre”, a la definitividad de la entrega. Y
miedo –o quizás, rechazo– a asumir las
consecuencias de los propios actos, a la soledad, al
A quedarse a la intemperie, a no tener apoyos, al
sufrimiento, al aburrimiento, a depender de otros, al
fracaso de aquellos sueños que, en otro tiempo, se
silencio, a la muerte.
habían convertido en proyecto personal. Miedo a
Carmen Peña García. Profesora de la Facultad quedarse “fuera”, a perder el carro de los avances
de Derecho Canónico, U.P. Comillas, Madrid.. tecnológicos, a pasar a ser un/a parado/a más. Miedo
al deterioro físico y, sobre todo, psíquico. Miedo al
dolor, la enfermedad, al sufrimiento; miedo al
rechazo, a sentirse inútil, impotente, prescindible.

Por lo que oigo, leo… creo que mucha gente, ante Raquel Pérez. 41 años.
la situación difícil en la que vivimos, optan por la Licenciada en Estudios Eclesiásticos
seguridad aunque pierdan libertad y derechos. Se
tiene miedo a un futuro incierto, a la soledad, a las

©
limitaciones de la vejez, a la novedad, a los cambios
La gente tiene miedo a un futuro incierto. Tienen
que nos desinstalan… quizás nos convendría leer de
miedo a mostrarse como son, por si caen mal a quien
46 nuevo el libro de E. Fromm “El miedo a la libertad”
consideran amigos. Tienen miedo a perder la estima
para hacernos conscientes de nuestros propios
de los demás. Tienen miedo a perder puestos en la
miedos.
escalada del poder. Tienen miedo a la soledad...
HCG. Profesora de Infantil
África San Román. Profesora de Historia.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


Quince respuestas
a gente de tu entorno?
Tras preguntar a varios amigos y familiares, la gran
mayoría de ellos han coincidido prácticamente en el
mismo tipo de cosas. Lo único que ha variado es el
AndrofobiA, aversión anor-
orden dependiendo de la persona: mal al sexo masculino - Acrofo-
n Enfermedad degenerativa que nos dificulte
valernos por nosotros mismos y que poco a poco biA, horror o vértigo a las alturas -
nos vaya consumiendo.
n Perdida de un familiar querido. Sobre todo si es la
pérdida de un hijo por una madre o padre. Por ley
nosocofobiA, miedo a los
de vida suelen morir antes los padres y
posteriormente los hijos.
hospitales - AgorAfobiA, sensa-
n Falta de recursos económicos para poder
mantener a la familia.
ción anormal de angustia ante los
n Paro
n Inseguridad ciudadana (robo, violación, agresión
espacios abiertos, especialmente
sexual…)
n Miedo al dolor
en plazas y calles amplias -cle-
n Al ridículo
rofobiA, repulsión apasiona-
Félix Ávila Rodríguez. 28 años.
Grado de Magisterio en Educación Infantil
da contra el clero - HomofobiA,
aversión hacia los homosexuales -
cAinolofobiA, miedo a la
novedad - eritrofobiA, te-
rror patológico a ruborizarse -
clAustrofobiA, aversión
patológica a los espacios cerrados
Yo creo que tenemos miedo a perder
lo que (nos creemos) es nuestro. Diría
- fotofobiA, aversión a la luz
que es miedo al “despojo”.
Las especialidades son distintas. Unos tienen miedo
causada por intolerancia del ojo -
a perder el dinero, otros la fama, otros a las
personas que les rodean, otros la salud… ArAcnofobiA, repulsión a las
Y digo “nos creemos”, porque creo que el que es
verdaderamente sabio es consciente de que, en arañas - necrofobiA, fobia a la
realidad, no tiene nada.
En fin, así pienso yo, y esta es mi experiencia. Gente muerte y a los muertos - nicto-
con alarmas en todas las habitaciones, “paparachis”,
fobiA, fobia a la noche y la os-
©
escenas trágicas en una separación, los gimnasios

curidad - XenofobiA, despre-


que se ponen de moda… incluso las guerras. Todo
47
ello está reflejando el miedo que tiene el ser
humano a que le quiten lo que dice que es suyo.
cio a los extranjeros - metrofo-
Mercedes Giménez. Profesora de Pedagogía
Terapéutica en IES biA, miedo a la poesía - fobiA
sociAl, temor a ser juzgado ne-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


Una pregunta
gativamente - dinofobiA, te-
En mi opinión la gente tiene miedo a lo que lo que los demás
mor al vértigo - glosofobiA, te- piensen de nosotros, al qué dirán si hago tal o cual cosa,
tememos el rechazo, el fracaso, ante la situación que tenemos
rror irracional a hablar en público en el mundo actualmente tememos no encontrar un trabajo
estable puesto que el mundo laboral actualmente es altamente
- HemAtofobiA, aversión a la competitivo, a dar una mala imagen de nosotros mismos, a no
llegar a gustar a la gente.
sangre y a las heridas - filofo- Y aunque puede sonar a tontería creo que mucha gente tiene
miedo al amor, miedo a no encontrar a alguien junto a quien
biA, miedo al amor - cAligi- poder envejecer.

nefobiA, miedo a las mujeres Irene Moreno, 21 años. Estudiante de Máster.


Trabaja como dependienta.
hermosas - isopterofobiA,
aversión a las termitas - ritino- Creo que no me equivoco cuando digo que a una gran parte de
las personas de nuestro país (y no sólo de él, sino también de
fobiA, terror a las arrugas - er- otros muchos) lo que más nos preocupa es la actual crisis
económica en la que nos hallamos plenamente inmersos. Yo soy
gofobiA, temor a ir a trabajar - joven, y como tal, aún no tengo que responder por las letras de

selenofobiA, miedo a la Lu-


una hipoteca, ni tengo que preocuparme (afortunadamente) por
la presión de luchar por mantener mi puesto de trabajo. Yo más
bien temo el momento en el que terminada mi carrera
na - teofobiA, miedo a los dio- universitaria deba empezar a buscar mi primer empleo. Si
encuentro algo, aunque tenga un salario mínimo y tenga que
ses o a la religión - bromidrosi- hacer más horas de las que me corresponden, podría darme por
satisfecho. La recesión económica nos puede hacer ver que
fobiA, miedo al olor corporal - hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, nos puede
quitar lo que hasta ahora creíamos asegurado, ya sea la casa en
fAlAcrofobiA, miedo a la cal- la que vivimos, o nuestro porvenir.

vicie - XilofobiA, temor a los ob- Javier Campos. 22 años. Estudiante de ciencias químicas en la
Universidad Complutense de Madrid.
jetos del madera - tAliofobiA,
temor a ser enterrado vivo -
AcluofobiA, fobia a la oscu- Son varios los entornos en los que me muevo y por lo tanto
diferentes los miedos que acechan a la gente de mi alrededor. En
mi entorno profesional mis clientes le temen a los impuestos, a
ridad - cAtAgelofobiA, fobia a las inspecciones de Hacienda, y la bajada de las cifras de

ser ridículo - demofobiA, fobia a rentabilidad de sus negocios.


En mi entorno en la universidad mis compañeros de clase son
mucho más jóvenes que yo y los temores se basan sobre todo
las multitudes - HAptefobiA, fobia en las “calificaciones” obtenidas en las asignaturas cursadas,

a ser tocado - lisofobiA, mie-


todos esperan “aprobar”.
En mi entorno personal los miedos de mis hijos se centran
básicamente en los monstruos que aparecen en los cuentos que
do a la locura - cinofobiA, odio a a veces escuchan o que su pequeña mente “fabrica”; su pequeño

los perros - cAinolofobiA,


mundo no contempla ningún peligro mayor que este.
El resto de personas que tengo cerca, en mi entorno personal,

©
entre las cuales me incluyo, tienen miedo a la enfermedad, al
miedo a la novedad - copitofo- dolor, y a que algo pueda quebrantar el bienestar físico o
48
biA, terror al fracaso - cremio-
psíquico de las personas queridas. Las preocupaciones
económicas ocupan en mi entorno un segundo plano.

fobiA, miedo a la soledad - Ke- Amelia Salgado García. 38 años. Contable asesor de empresas

nofobiA, fobia al vacío - gA-


y estudiante universitaria de Magisterio. Casada y madre de dos
niños (2 y 5 años).

mofobiA, fobia al matrimonio


©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012
Quince respuestas
No tengo pudor de
hablar de mis Mi punto de vista es que el total, ansiedad, angustia
propios miedos. miedo que más nos afecta vital, incluso pánico, que
Desde luego mis y amenaza a los seres nos lleva a tener miedo a:
temores ahora son humanos brota de nuestro n Pérdida del bienestar y
otros, diferentes a interior. falsa seguridad a la que
los que pude sentir Hemos sufrido nos estábamos
en otros momentos un “frenético” ataque a la acostumbrándo.
de mi vida. escala de valores. Se ha n Pérdida de nuestro
Si cierro los ojos y torpedeado la línea de medio de de
pienso en lo más terrible que me pueda pasar, sin flotación de los mismos, subsistencia.
duda es la pérdida de los más cercanos, los más dándoles un sentido n Miedo de las “personas”
queridos, siento un miedo indescriptible cuando equivocado o muy que manejan los
pienso que puedo perderlos, enseguida intento cuestionable, con un giro designios del Mundo.
alejar estos pensamientos. de 180 grados en gran n Impotencia porque son
El miedo a perder el trabajo o el bienestar social es parte de ellos. ellos los que toman las
secundario. La pérdida de un hijo es lo peor que Especialmente aquellos decisiones por nosotros.
puede pasar a una madre, así que pensar eso es lo que forman la base de n Pérdida de la unidad
que realmente me provoca miedo, pánico. ¡Que no convivencia entre las familiar.
tenga que vivir esa experiencia que he tenido! personas. Amor, respeto, n Pérdida de nuestra
Lógicamente, esto trasciende a tener miedo al templanza, generosidad, identidad. ¿Quién soy
sufrimiento que pueda ocasionar estos hechos. humildad… yo?
El miedo a la muerte es un sentimiento ancestral, Por otro lado, no se han n Falta de confianza en
¿por qué nuestra cultura no nos educa para alimentado aquellos nosotros mismos y por
enfrentarnos a la muerte si es el destino de todos valores que dan sentido a lo tanto en los que nos
los que nacemos? Los creyentes aún tienen la nuestra vida: Caridad, fe, rodean.
esperanza de una vida posterior, pero qué pasa con espíritu de superación en n Falta de salud. Temor a
los agnósticos, para los que todo acaba? todo (pero sin dirigirlo contraer algún tipo de
También siento miedo a vivir una catástrofe, un sólo a la competitividad, cáncer y enfermedades
incendio, a caer desde una gran altura, pero son sino como una “disciplina” desconocidas.
miedos controlables, momentáneos y pasajeros. para el crecimiento n Miedo a la
personal, superpoblación. Aparece
Amalia Álvarez. 52 años. desarrollo intelectual, el fantasma de la guerra.
Funcionaria de la Universidad equilibrio emocional y n Miedo al terrorismo,
enriquecimiento venga de donde venga.
espiritual). n Temor ante el fanatismo,
Por el contrario, se la intolerancia de grupos
estimula lo material o incontrolados.
atesorar riquezas. Se dan n Temor ante la
Aunque es un poco atrevido señalar lo que sienten por aceptadas acciones destrucción provocada
o por qué lo sienten los de nuestro alrededor, me faltas de moralidad, del Planeta.
atrevo a indicar que la agente de mi entorno tiene incluso se premia y se da n Temor al Cambio
miedo fundamentalmente a la falta de seguridad por válida cualquier Climático.
física, social y sicológica, en concreto: actitud, con tal de n Falta de confianza en un
n Tiene miedo ante lo que les traerá el futuro, a no conseguir, con celeridad, el futuro más
disponer de los medios económicos para la objetivo en el business esperanzador.
subsistencia propia y de los allegados, a la world. n Miedo por el
posibilidad de perder su trabajo y no encontrar Cuando alguna desconocimiento del Más
pronto otro trabajo digno, a la posibilidad de circunstancia externa Allá.
quedarse sin vivienda. grave trastoca y hace n Miedo a morir.

©
n Tiene miedo a la pérdida de salud, al dolor y, en tambalear lo
menor medida, a la muerte anteriormente expuesto se
n Tiene miedo a no encontrar explicación a lo que 49
produce un galimatías en
le sucede a él o a su entorno, a no tener nuestro interior, nos Pedro Jesús Quiles
respuestas a las grandes cuestiones. quedamos “desnudos”, Amigot. Maestro.
creándosenos una Técnico en una empresa
Javier Poveda. Economista. situación de inseguridad de Zaragoza.
Militante de la HOAC

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

Baila ndo
con lobos
Miedo humano,
horrores
deshumanizadores
y la importancia
de la letra “A”

Antonio Grande
enfoque
Antropólogo.
Universidad Alfonso X el Sabio

En una noche estrellada,


un anciano de la tribu
de los Cherokee estaba
enseñando a sus nietos a
través de cuentos. Les
dijo: “Hay una lucha
dentro de mí, una lucha
terrible entre dos lobos.
Uno de estos lobos
representa el miedo, el
otro el amor. Esta
misma lucha existe
dentro de vosotros y de
todos los demás.
Durante unos segundos,
los nietos se quedaron en
silencio, sin pronunciar
palabra. “Abuelo, cuál
L as emociones, co-
mo dice Elster, son
como el que nos está tocan-
do vivir, es el miedo.

©
de los dos lobos va a “la sustancia de El miedo es algo natural,
ganar?”, preguntó por la vida, aquello que nos man- normal, e incluso hasta po-
50 fin uno de ellos. El tiene despiertos por la noche dríamos decir que bueno, en
anciano le sonrió y que nos hace esperar más tanto que forma parte de los
calmadamente y allá de toda esperanza.” (Els- recursos de los que estamos
respondió: “Aquel que ter, 2011, pag. 29). Y una de dotados para la superviven-
yo decida alimentar”. ellas, la que aparece en los es- cia. Pero el miedo es también
(Pilar Jericó) cenarios de futuros inciertos algo socialmente aprendido,

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

que puede estar excesiva- do se manifiesta en formas res, haciéndonos reaccionar


mente presente y que en al- muy distintas: a la muerte, a con respiración entrecorta-
gunos casos es tóxico para la vida, a la enfermedad, al da, mayor ritmo cardiaco,
nuestra vida. dolor, al abandono, etc. El te- dilatación de los vasos san-
En una sociedad globali- mor puede llegar a ser tan am- guíneos, etc., reacciones que
zada, la inseguridad, el mie- plio como el pensamiento nos nuestro cerebro identifica co-
do, el riesgo han llegado a do- permita dividir las situaciones mo respuestas propias del
minar las conciencias de in- que pueden generar en nos- miedo, convirtiéndolo en sen-
dividuos y colectivos del siglo otros esa emoción y ese sen- timiento, esto es, una evalua-
XXI. Una inseguridad global, timiento tan profundamente ción consciente que hacemos
lo que algunos denominan humanos. Pero lo primero es de la percepción de nuestro es-
“globalización negativa”, cre- hablar sobre la naturaleza tado corporal durante una
ada por la crisis económica, del miedo en sí misma. respuesta emocional.
medioambiental y de seguri- Según neurocientíficos co- El miedo es un senti-
dad a escala planetaria; y mo Antonio Damasio, el mie- miento, y como tal nos sirve
donde desde las radiaciones do es una emoción primaria, para prestar atención a cam-
de los móviles hasta el terro- innata, generada a partir de bios significativos, funcio-
rismo internacional, pasando un estímulo externo que ge- nando como una especie de
por los recortes del Estado de nera un proceso emocional balance consciente de nuestra
Bienestar, de los salarios y del pre-programado en nuestro situación: nos dice cómo van
empleo, nuestra vida parece cerebro, y por lo tanto de ori- yendo las cosas en nuestra vi-
estar rodeada de potenciales gen genético. Eso sí, aunque da, el modo en el que nues-
“lobos” que nos dan miedo. genéticamente somos “mie- tros deseos y expectativas se
dosos” no estamos prepro- encuentran o no con la rea-
El miedo como gramados para tener miedos lidad esperada. Si percibi-
emoción natural y específicos (excepto quizás el mos un peligro que amenaza
sentimiento humano miedo a la caída por la pér- nuestros deseos, lo percibi-
El miedo es el nombre dida de equilibrio). Como di- mos como miedo, y esto ha
que damos a nuestra incerti- ce Damasio, no tenemos mie- sido clave en el incremento de
dumbre: a nuestra ignorancia do genético a los osos o las nuestras oportunidades de
con respecto a la amenaza y serpientes, sino a característi- supervivencia como indivi-
lo que hay que hacer para de- cas genéricas de esos anima- duos y como especie. El nivel
tenerla en seco, o para com- les, como puede ser el tama- de temor adecuado nos en-
batirla, si pararla es algo que ño o el tipo de movimiento, frenta a las dificultades ha-
está ya fuera de nuestro al- que serían las que despertarí- ciéndonos capaces de resolver
cance. (Zygmunt Bauman) an esa reacción emocional la situación, o en su defecto
primaria de miedo que activa nos posibilita alejarnos del
El miedo es uno de los 5 en nuestro cerebro la amíg- peligro.
sentimientos primarios o bá- dala y generan respuestas in- En segundo lugar, como
sicos, junto a la felicidad, la ternas musculares y del hipo- sentimiento, el miedo es una
tristeza, la ira y el asco. El mie- tálamo y los neurotransmiso- experiencia cifrada. Nues-
tros miedos tienen difícil ex-
plicación, porque muchas ve-

©
ces no sabemos de dónde
Nuestro miedos tienen difícil explicación
proceden ni su sentido. De
porque muchas veces no sabemos de dónde ahí que a veces el miedo se 51
proceden ni su sentido. De ahí que a veces el convierta en angustia, un te-
miedo se convierta en angustia, un temor mor generalizado, sin sentido,
generalizado, sin sentido que puede convertirse que puede convertirse en el
en el mayor de los horrores que vivamos. mayor de los horrores que vi-
vamos.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

En tercer lugar, el miedo capacidad de adaptación a un Aunque también puede


es un fenómeno transaccio- entorno nos sirve de termó- ser todo lo contrario, nos
nal en el que se da una cau- metro para medir la intensi- puede bloquear e incapacitar
salidad circular, que no se co- dad de nuestro miedo y nues- para reaccionar ante esos
rresponde con un pensa- tras posibilidades del afron- cambios, impidiéndonos po-
miento lineal por el que pen- tamiento del mismo. ner en juego nuestro poten-
samos que detrás de cada Por último, el sentimien- cial, lo que Pilar Jericó de-
efecto hay una causa. El mie- to de miedo inicia una nueva nomina “miedo tóxico”. Ese
do funciona a modo de vasos tendencia. Nos moviliza, tipo de miedo genera una
comunicantes, en el que uno cambia nuestra atención des- sensación de impotencia, no
de los vasos es el sistema de de lo que estamos haciendo por la propia cualidad o po-
evaluación del sujeto; y el hacia la nueva situación, por der de la amenaza en sí, sino
otro, el peligro real. El desen- lo que el miedo en sí mismo por la incapacidad de res-
cadenante puede en realidad es, por lo tanto, beneficioso, puesta que se cierne como un
entrar por uno u otro, de mo- ya que constituye un meca- abismo entre la amenaza y
do que el nivel de peligro de- nismo de defensa que permi- nuestras reacciones frente a
termina el nivel de miedo; pe- te que respondamos a las si- ella. Un miedo que se con-
ro también al revés: el nivel tuaciones no favorables con vierte en crisis de confianza
de miedo que tengamos de- mayor eficacia. En ese senti- en nosotros mismos (cuando
termina también el nivel de do tendríamos que decir que las amenazas son personales)
peligro que afrontamos: el miedo no es la expresión de o en nuestra propia sociedad
cuanto más miedo tengamos una profunda vulnerabilidad (cuando son amenazas co-
a una situación, más peli- sino más bien el modo de lectivas).
grosa puede resultar para afrontarla. Un miedo equili- El miedo no es, por lo tan-
nosotros, por lo que nuestra brante. to, un sentimiento evidente en

©
52

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

habla del “miedo siempre,


miedo en todas partes”, co-
La intensidad del miedo no es directamente mo algo presente en la vida
proporcional a las características objetivas de la cotidiana de la Europa del si-
amenza, y muchas de esas potenciales amenazas glo XVI, lo que si podríamos
no producen directamente miedo sino que están decir que ha caracterizado al
mediatizadas por ideas, valores y normas miedo antes de la moderni-
culturales que les dan significado. dad es que los miedos esta-
ban asociados a unas ame-
nazas claramente formula-
das: hambre, enfermedad y
sí mismo, sino que tiene detrás hechos culturales. De esa muerte, provocadas por ma-
diferentes motivaciones, por lo manera, las sociedades han las cosechas, epidemias y
que es necesario para aden- construido esquemas cultu- guerras; frente a los cuales la
trarnos en el análisis del mie- rales que instruyen a los in- modernidad prometía ale-
do la exploración de los dife- dividuos sobre cómo res- jarnos de esas catástrofes,
rentes significados sociales ponder a los riesgos relacio- de esas fatalidades que gene-
atribuidos al miedo, y las nados con su seguridad, en- raban miedo.
pautas culturales que gobier- señando las formas de expe- Sin embargo, el contexto
nan el modo como experi- rimentar, mostrar, ocultar o actual es de inseguridad glo-
mentamos, expresamos y manejar nuestros miedos. bal, una “sociedad del ries-
afrontamos el miedo. No obstante, los individuos go” (Ulrich Beck), o del “mie-
las interpretan e internali- do líquido” (Zygmunt Bau-
De la “sociedad del zan de acuerdo con sus rela- man) o de la “inseguridad so-
riesgo” al horror de lo ciones con otras personas, sus cial” (Robert Castel), donde
inmanejable circunstancias y tempera- coexisten grandes miedos,
Hemos tratado de exor- mento. como el terrorismo, el calen-
cizar nuestros temores y he- Por eso, la intensidad del tamiento global, la crisis eco-
mos fracasado en el intento, miedo no es directamente nómica, las epidemias glo-
habiendo sumando durante el proporcional a las caracte- bales; junto con miedos pro-
mismo nuevos horrores a la rísticas objetivas de la ame- ducidos por objetos aparen-
lista total de los que preten- naza, y muchas de esas po- temente inofensivos, como
díamos abordar y ahuyentar tenciales amenazas no pro- la televisión, los móviles, los
antes de empezar. El más ducen directamente miedo, si- auriculares estéreo o los chu-
horrendo de nuevos terrores no que están mediatizadas letones de “vaca loca”.
añadidos es el miedo a ser in- por ideas, valores y normas El miedo implica insegu-
capaces de impedir o conju- culturales que dan significa- ridad del presente e incerti-
gar el hecho mismo de tener do a esa situación y nos in- dumbre sobre el futuro, y su
miedo (Zygmunt Bauman). forman sobre qué se espera carácter más peligroso es
de nosotros ante ella, qué de- cuando se convierte en an-
El miedo es un fenómeno bemos temer y cómo debe- gustia, en sensación de impo-
eminentemente social. Co- mos temerlo. Ese carácter tencia, de falta de control so-
mo decía Norbert Elías, las social y cultural del miedo es bre nuestros problemas, sobre

©
sociedades construyen es- sobre todo evidente cuando nuestros mercados, sobre
quemas o guiones culturales es capaz de generar sensa- nuestras sociedades, sobre
53
que comunican reglas sobre ciones de inseguridad y vul- nuestras políticas, sobre el fu-
los sentimientos y lo que sig- nerabilidad social incluso turo de nuestro planeta. Mie-
nifican, y que sostienen los cuando no existen realmente dos que nuestras obsesiones
miedos como comprensio- esas amenazas. por la seguridad a través de la
nes comúnmente comparti- Aunque algunos histo- ciencia, la tecnología y la po-
das que se asientan como riadores como Lucien Fevre licía no consiguen conjurar.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

Miedos que en algunos concepto de riesgo como ca- En la película “El secreto
casos pueden estarse tradu- tegoría-atributo de individuos de sus ojos” de Juan Jose
ciendo actualmente en an- o colectivos “en riesgo”, que Campanella, hay una escena
gustia social, ese tipo de mie- podría generar en algunos final donde el protagonista
do sin objeto claro que surge casos identidades donde lo (interpretado por Ricardo
en situaciones donde el obje- que predomina, como dice U. Darin) toma entre sus manos
to del miedo es opaco o invi- Beck es el estado de “tengo una nota que escribió al ini-
sible, y conforma “comuni- miedo”, donde la comuni- cio de la historia que se narra,
dades de riesgo compartido”, dad de ansiedad toma el lugar y que tiene escrita una pala-
donde terroristas, especula- de la comunidad de necesi- bra: “ Temo”. Y al igual que
dores y primas de riesgo ame- dades, convirtiendo el miedo había tenido que ir haciendo
nazan a los pueblos y sus go- en algo que configura y cons- durante la escritura de la no-
biernos. Angustia social con- truye nuestra identidad. vela sobre un crimen, con
vertida en lo que Bauman Pero el miedo es una ener- una vieja máquina a la que le
denomina “el horror de lo in- gía que esconde en su fondo falla la tecla de la letra “A”,
manejable”, y que tiene su ori- la valentía, y todos los senti- coge una pluma y escribe, en-
gen en la propia incapacidad mientos positivos que, si los tre la “e” y la “m”, la letra “
de nuestras sociedades para alimentamos, pueden hacer A”, de modo que podemos
gestionar una crisis que cada que nuestra danza con los lo- leer: “TeAmo”. No hay an-
vez parece más inmanejable. bos no sea una danza donde tídoto ante el miedo más efi-
La idea de que somos ob- solo escuchamos la música caz que el amor. Alimenta tu
jeto de amenazas da lugar al del miedo. amor, no tu miedo. ©

Referencias
bibliográficas

Bauman, Zygmunt (2007): Miedo líqui-


do. La sociedad contemporánea y sus
temores. Barcelona, Paidós.
Ben-Ze`ev, Aaron (2001): The Subtetly of
Emotions, Cambridge, MIT Press.
Castel, Robert (2004): La Inseguridad
social. ¿Qué es estar protegido?, Ma-
nantial, Buenos Aires.
Damasio, Antonio (2010): Y el cerebro
creó al hombre. Barcelona. Planeta.
Elias, Norbert (1988): El proceso de la
civilización. Investigaciones sociogené-
ticas y psicogenéticas, México, FCE.

©
Elster, Jon (2001): Sobre las pasiones:
emoción, adicción y conducta humana,
54 Barcelona, Paidós.
Jericó, Pilar (2010): No Miedo, en la em-
presa y en la vida. Barcelona, Alienta
Booket.
(2011): Héroes Cotidianos, Barcelona,
Planeta.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque
El miedo es algo cotidiano, es una emocion muy básica, con la que debemos lidiar
todos los dias. A veces ni siquiera somos conscientes de su presencia. Esto es así,
porque el miedo nos produce tal sensación de terror, de pánico, de vulnerabilidad, que
preferimos olvidarnos de él, enterrarlo, ocultarlo siempre que sea posible.
Si una persona es humillada socialmente en una ocasión, tendrá miedo a que dicha
situación se vuelva a repetir, el verse tan vulnerable, tan débil, tan despreciada por los
demás fue tan desagradable, que ahora buscará los medios para que aquello jamás
pueda volver a ocurrir de nuevo. Así es como nos hacemos las corazas: si soy el mejor
en mi trabajo todo el mundo me va a respetar mucho, nadie me va a tratar mal
porque se me necesita economicamente, entonces puedo estar tranquilo, ya no siento
miedo. Lo mismo ocurre si soy muy inteligente, o tengo mucho dinero, o soy muy
atractivo, o tengo mucho poder en algún otro sentido. Muchas personas que
aparentan gran fortaleza ante los demás lo único que tienen es una gran coraza que
les hace sentirse seguros.

Nuestros
miedos
cotidianos
Juan Cuberes Fernández
enfoque
Psicólogo. Especialista en Psicopatología y Salud

N adie percibe el gran miedo que hay


debajo, pero saquémos al gran abo-
gado de su despacho, o al gran em-
presario de su mundo empresarial, pongámosles
en un ambiente que les sea desconocido, en el
El miedo es una cuestión social
El miedo se contagia muy deprisa, es como
un virus. Alguien es herido por otra persona,
y entonces ese alguien se proteje por miedo a
que le puedan volver a herir, pero su sensacion
que no tengan poder ni experiencia alguna, en de miedo se transmite sutilmente a todo aquel
el que no tengan subordinados, ni gente que les con el que se relaciona, porque los demás ven
admire o les tema, y veamos que sucede. En que esa persona tiene miedo, que se protege
realidad las corazas no hacen sino retroali- mucho, que algo le ha pasado que percibe el
mentar el miedo que nos tenemos entre nos- mundo como peligroso, que mira a la gente con

©
otros. Es como si saliéramos a la calle un día desconfianza, que no está tranquilo, y evi-
y viéramos que todo el mundo lleva puesta una dentemente, a ellos mismos les entra miedo de
55
armadura, pues evidentemente temblaríamos verle así. El miedo no es sólo algo individual,
de miedo, porque es obvio que algo peligroso sino una cuestión social. Una sola persona con
tiene que estar ocurriendo, y correríamos a bus- miedo transmite inconscientemente a todos los
car una armadura propia, para no ser los úni- demas que el mundo es un lugar peligroso, que
cos sin protección. Lo mismo ocurre a nivel psi- la gente es peligrosa, y si estás rodeado de per-
cológico. sonas así, tu mismo no puedes evitar tener las

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

otra gente, y así el miedo se extiende expo-


nencialmente. Tenemos miedo unos de otros,
y cuanto mas nos protegemos, cuanto más ce-
demos al miedo, más miedo tenemos, nos dis-
tanciamos, estamos a la defensiva.

Estamos aislados
Nunca antes ha existido una sociedad tan
inmensa como la nuestra, y nunca, a su vez, ha
estado el hombre tan solo en ella. No hay más
que salir a la calle para ver la inmensidad de
las ciudades en las que vivimos, la cantidad de
gente que vive en ella a la cual no conocemos,
la cantidad de casas y edificios, las empresas
enormes, la burocracia impersonal que mane-
jan a las gentes en masa como números, y en
este inmenso océano vive la persona, aislada,
sola, ¿cómo podría esa persona no sentir mie-
do, no sentirse impotente e insegura en ese
mundo? Comparemos por un momento nues-
tra situación con una situacion de guerra. En
la guerra, la vida corre peligro inminente. En
el momento menos esperado el enemigo pue-
de atacar, alguien nos puede disparar, pueden
empezar a caer bombas, existir minas por don-
de pisamos o haber francotiradores escondidos.
El peligro está por todas partes y el miedo se-
ría una constante en una situación tan dra-
mática para la supervivencia. Por otro lado, en
Ante la inmensidad de las la guerra contamos con un bando al que per-
ciudades en las que vivimos, tenecemos, miles y miles de hombres que se jue-
la cantidad de gente que no gan la vida igual que nosotros; para ellos, su
supervivencia es la nuestra, esos hombres de-
conocemos, casas y edificios, penden los unos de los otros, por lo que desa-
empresas enormes, la rrollan intensos sentimientos de compañeris-
burocracia impersonal… la mo, unidad y fidelidad. Nada de lo que le pa-
persona está aislada, sola, se a cualquier soldado es irrelevante, porque
¿cómo podría no sentir todos los demás saben que en cualquier mo-
mento les puede pasar a ellos eso mismo, por
miedo? lo que el respaldo a cualquiera de los miembros
es total, nunca se abandona a nadie y no se du-
mismas sensaciones y a su vez transmitirlas. El da en arriesgar la vida para salvar la de otro
miedo se va diluyendo entre la gente, nos es- compañero. ¡Cuán distinta es nuestra situación

©
forzamos por ocultarlo, por taparlo, pero así habitual! Nosotros estamos ante todo aislados
sólo generamos más miedo. Alguien que ha si- los unos de los otros, cada uno debe arreglár-
56 do intimidado frecuentemente busca intimidar selas por su cuenta y competimos con los otros
a otros para tapar el miedo que ha sentido, tra- por la supervivencia. El sistema económico nos
ta de invertir la situación produciendo miedo determina. Estamos rodeados de personas, de
él, y así se siente seguro y poderoso, niega su comercios, de corporaciones cuyo objetivo fun-
miedo, la cuestión es que esos otros a los que damental es vendernos algo para conseguir ellos
ahora él intimida harán lo mismo a su vez con un beneficio propio. Por mucho que nos

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

ofrezcan cosas que realmente necesitemos, no


podemos evitar saber que su objetivo último
nunca es nuestro bienestar real, sino su propio En la guerra arriesgamos
ánimo de lucro. ¿Cómo no podemos descon- nuestra vida por la persona
fiar y tener miedo en tal situación? Estamos que tenemos a nuestro lado,
siempre pendientes de que nadie nos engañe, pero hoy pasamos al lado de
nos time, nos robe, o se aproveche de nosotros,
porque al fin y al cabo la supervivencia de los un pobre moribundo y ni
otros en nuestra sociedad, se realiza a costa de siquiera estamos dispuestos a
la nuestra. darle unos euros para que
coma. Y así como en la
Todo el mundo tiene miedo
Para sobrevivir en nuestra sociedad, de he-
guerra nos sentimos
cho, uno se debe mantener con miedo, distan- arropados pese a todos los
te, con desconfianza. Nuestro jefe puede ser peligros, en nuestra sociedad
muy bueno con nosotros, el vendedor muy ama- nos sentimos desamparados
ble, los compañeros de trabajo muy cercanos,
pese a tantas seguridades.
¿pero cómo fiarnos de ellos sabiendo que el fin
último de esas personas es al fin y al cabo su
propio beneficio? Sabemos que a la hora de la
verdad mirarán sólo por ellos y raramente por a los otros les vayan mal las cosas, pero sabe-
nosotros. Aprendemos a ser fríos y distantes, mos que esos otros desean lo mismo para nos-
el que es demasiado confiado corre el riesgo de otros y de nuevo sentimos miedo. ¿No es más
dejarse engañar o estafar por cualquiera. Ob- aterradora nuestra situación a la de una si-
servamos este panorama cada dia con terror y tuación de guerra en muchisimos sentidos? En
desolación y todo el mundo tiene miedo. Tra- la guerra arriesgamos nuestra vida por la per-
bajamos, estudiamos, y los demás son nuestros sona que tenemos a nuestro lado, pero hoy pa-
competidores. Si mis compañeros son muy bue- samos al lado de un pobre moribundo y ni si-
nos, eso implica un peligro automático respecto quiera estamos dispuestos a darle unos euros
a mi supervivencia, porque corro el riesgo de para que coma. Y así como en la guerra nos sen-
que los clientes o las empresas les contraten a timos arropados pese a todos los peligros, en
ellos antes que a mí, y que yo me quede en pa- nuestra sociedad nos sentimos desamparados
ro. Por lo tanto, no podemos evitar desear que pese a tantas seguridades.

Miedo cotidiano y
paradójico
El miedo es cotidiano,
llaman a la puerta y sentimos
miedo, quizás sea alguien
que venga a hacer publici-
dad, un desconocido o un ve-
cino. No voy a saber reac-
cionar ni qué decirle, al final

©
acabaré haciendo el ridículo
y la persona pensará que
57
soy idiota o descortés. Qui-
zás sean unos asaltantes o
unos timadores como esos
que se oyen por las noticias.
O quizás sean los hijos del
vecino gastándome una bro-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

ma, pero tengo miedo, no sa-


bría qué hacer ni qué decirles,
antes de salir a decirles nada
mejor llamo a la policía y
que les metan en la cárcel. El
problema es que si llamo a la
policía y al final no hay peli-
gro, pensarán que soy un alar-
mista o un cobarde. Además,
puede que venga uno de esos
policías corruptos que se oyen
a veces por las noticias, o pe-
or, que venga una banda de la-
drones vestidos de policías,
que fingen serlo para intimidar
a las personas. Entonces aca-
baría raptado y torturado.
No me puedo fiar de nadie, si
nos ponemos a pensar en los
peligros potenciales ¿Cómo
estar seguros de nada?
El miedo es paradójico. A
veces nos ayuda a evitar aque- Fotograma de la serie de T.V. “Mujeres deseperadas”
llo que nos podría dañar. Tengo miedo de que- realmente es cuando se afronta, cuando nos da-
darme en paro y busco un trabajo, tengo mie- mos cuenta de esto pierde su gran poder sobre
do de suspender un examen así que me lo es- nosotros.
tudio. Todo esto es efectivo, evita aquello a lo
que temo. Pero ocurre que a veces el miedo ter- Realizar aquello que temes
mina atrayendo hacia nosotros, aquello que Viktor Frankl, psiquiatra, inventó un tra-
precisamente nos da miedo. Por ejemplo, si ten- tamiento muy conocido para este tipo de pro-
go miedo de sonrojarme delante de alguien, ten- blemas, lo llamaba intencion paradójica: hay
go todas las papeletas para que me sonroje de- que hacer intencionadamente aquello que te-
lante de esa persona, justo de esa, y no de otra. mes que te pase, ¡si tienes miedo de sonrojar-
Y cuanto más miedo tenga, cuantos mas es- te lo que tienes que hacer es esforzarte por son-
fuerzos haga para que no me pase, mas posi- rojarte aposta! El mecanismo es el mismo, ya
bilidades habrá de que me ocurra. Es deses- que se trata de perder el miedo a eso tan te-
perante. La solucion en estos casos nunca es mido. Haces adrede aquello que te da tanto
conseguir seguridad, sino tolerar la inseguridad. miedo, y al ver que no es tan terrible, dejas de
Si con otras personas no me sonrojo no es por- tenerle miedo. Pero las cosas no son tan sen-
que tenga la seguridad de que no me va a pa- cillas. Un jugador de futbol falla un penalti por-
sar sino precisamente, porque si me sonroja- que lo tira con miedo, su miedo atrae exacta-
ra, me daría igual, por eso no tengo miedo y mente lo que pretende evitar, habría que ayu-
por eso no me pasa. Un psicólogo que me tra- darle, ¡pero a ver quién le dice que lo que tie-

©
tara este problema, me diría que no evitara el ne que hacer es fallar aposta cuando tire!
sonrojarme delante de esa persona, que me ex- Luego tenemos la cuestión de los enamo-
58 pusiera, que me diera cuenta de que no es tan ramientos. Baste que a una persona le guste una
terrible como yo pensaba, y que así le perdie- mujer, un hombre, para que instantaneamen-
ra el miedo a que me volviera a pasar, solo así te surja el miedo delante de él o ella. Cuando
conseguiría dejar de sonrojarme: porque ya me te gusta alguien, tienes miedo de no gustar al
daría igual que me ocurriera. El miedo siem- otro, por lo que automáticamente ocurre pre-
pre aparenta ser más terrible de lo que luego cisamente eso: estás más inseguro frente a él o

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

ella, no estás cómodo, te muestras patoso, tor- mis amigos, cuando en el fondo lo que tengo
pe, sin confianza. Te muestras de la manera ne- es miedo de quedarme solo. Tengo miedo de
cesaria para no resultar atractivo, para no gus- caer mal a unas personas, así que pienso que
tar a esa persona, y cuanto más y más te gus- son unos tontos, así me protejo del riesgo de
te, cuanto más miedo tengas de no gustarle, caerles mal, como he desvalorizado su opinión
más inseguro estarás y más te ocurrirá esto. La ya les tengo menos miedo. Se habla de un te-
solución, como en el caso del sonrojarse, estaría ma del que yo no tengo ni idea, tengo miedo
en que te diera igual no gustarle a esa perso- a parecer un ignorante, pero digo, o pienso, que
na, si, ¿pero como te va a dar igual si precisa- ese tema es una estupidez y así me cubro las es-
mente te gusta? ¿Cómo vas a aplicar la técni- paldas.
ca de Frankl con esto y vas a esforzarte en no Nos hacemos inconscientes del miedo, no
gustar deliberadamente a esa persona? Y sin queremos verlo, huimos de él, nos protegemos
embargo esto pasa espontáneamente. Hay de él, no queremos saber nada. Luego apare-
personas que se vuelven desagradables con las ce repentinamente en nuestras vidas y nos sor-
personas que les gustan, es un truco. Si me gus- prendemos mucho, porque creíamos ser per-
ta una persona y tengo miedo a no gustarle, sonas muy seguras que nunca antes habian sen-
puedo rechazarla, volverme desagradable, y así tido miedo. El problema es que tapar el mie-
no me arriesgo a intentar gustarle y luego fra- do es lo que hace que éste nos coja luego por
casar. Evitamos sentir miedo, porque es un sen- sorpresa. Cuanto más a los ojos se le mira al
timiento que nos hace sentir vulnerables. Lo miedo, más se le identifica, se hace conscien-
ocultamos, lo tapamos, lo racionalizamos. te y se intenta afrontar y menos poder tiene so-
bre nosotros. Lo contrario es dejarnos invadir
El miedo es una trampa por él, quedar limitados y atrapados.Y es que
Puedo pensar que a mi no me gusta estu- el miedo nos atrapa. En cuanto intentamos pro-
diar, cuando la realidad es que tengo miedo a tegernos ante algo nos hacemos más vulnera-
esforzarme estudiando y fracasar. Puedo pre- bles frente a eso. Por ejemplo alguien tiene mie-
ferir pensar que no me gusta viajar, cuando en do de enfermar, se protege frente a ello, va al
realidad lo que me pasa es que me da miedo médico constantemente, es un maniático de la
montar en avión. Pienso que quiero mucho a salud, de su alimentación, de hacer ejercicio y
dormir bien, pero si todo eso lo hace por mie-
do, no hace más que alimentarlo y se hace ca-
da vez más vulnerable ante él. Cualquier mí-
nimo signo de no tener una salud perfecta le
Basta que a una persona le puede producir pánico porque precisamente es-
guste una mujer, un hombre, tá siempre pendiente de eso. La anoréxica es
para que instantaneamente la persona mas delgada del mundo, y también
la que más miedo tiene a ganar siquiera unos
surja el miedo delante de él o
gramos por temor a parecer gorda, ya que to-
ella. Cuando te gusta alguien, da su vida se centra en alimentar ese miedo pro-
tienes miedo de no gustar al tegiéndose contra él. El vigoréxico es el hom-
otro, por lo que bre super musculado, con terror a no entrenar
automáticamente ocurre un dia y verse como un debilucho, vuelve a ser
precisamente eso: estás más lo mismo. Nos volvemos perfeccionistas para

©
inseguro frente a él o ella, no hacer las cosas bien por miedo a hacerlas mal,
y acabamos angustiadísimos por pequeños de-
estás cómodo, te muestras talles, de nuevo nos hemos hecho demasiado 59
patoso, torpe, sin confianza. vulnerables.
Te muestras de la manera Y es que muchas veces buscando seguridad
necesaria para no resultar acabamos inmersos en lo contrario. El miedo
atractivo. es una trampa. Hay que entenderlo antes de ta-
parlo, hay que conocerlo antes de evitarlo. ©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

El cine apocalíptico llena las


pantallas de los cines en los
últimos años. Mucho más,
en la proximidad de este
fatídico año 2012,
condenado aparentemente,
por la mitología maya, a ser
el último, una vez más, del
planeta Tierra.
La literatura de los últimos
días es más antigua, casi
tanto como la humanidad
misma. Todas las mitologías
y casi todas las religiones
Rutger Hauer encarna al “replicante” Roy Batty en Blade Runner
hablan del final del mundo
igual que hablan de la

El miedo al creación del mismo. Pero


cuando se refieren a ello, lo
hacen para explicar el fin
del ciclo de la vida en la

apocalipsis Tierra, según sus creencias.


En las escatologías míticas
o religiosas, el fin del mundo

o el miedo suele estar asociado a un


juicio o cataclismo final en el
que las diversas

a nosotros representaciones del mal


son vencidas por las del
bien; ya sea para renacer a
un nuevo ciclo vital o

mismos someterse definitivamente a


las fuerzas benéficas.

Isabel Romero
enfoque
Universidad Pontificia Comillas

D esde hace poco


más de un siglo,
vos que abren paso a la re-
flexión sobre el sentido y
torno a finales del siglo XIX
y primeras décadas del XX,

©
la literatura pro- porqué de la existencia, así con las novelas de H.G Wells.
piamente dicha está rotu- como a la expresión metafó- Aunque la mayoría de ellas
60 rando el tema apocalíptico, rica de nuestra condición. no son propiamente apoca-
investigando aspectos pro- lípticas, sí tratan de cambios
piamente humanos, impen- Literatura sociales drásticos y apuntan
sables antes de la aparición apocalíptica a la experiencia del miedo
de estas obras, con resultados Podemos datar el co- provocado por la guerra ali-
verdaderamente significati- mienzo de esta literatura en mentada por los avances

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

científicos e industriales. Su temores subjetivos de sus au- que los Estados o las grandes
obra Un mundo feliz (1932) tores, sino que tratan de pro- corporaciones industriales ad-
ha resultado emblemática en yectar los miedos colectivos quieran cada vez más poder.
este género, aunque la más de su época y el contexto so- Además, el siglo XX es el de
claramente apocalíptica es cio-político en que son con- las guerras más devastadoras
La guerra de los mundos cebidas, ya que estos auto- de la historia y el tiempo en el
(1898). res –como cualquier indivi- que las grandes corporaciones
En esta época, también duo que forma parte de una económicas amenazan con
empiezan a ser patentes los sociedad– interactúan con controlar los estados y las
desastres que generan la co- los problemas que rodean sociedades.
lonización y la explotación su existencia. Por ejemplo, los
indiscriminada de extensos peligros del socialismo de Es- Enemigos unos de los
territorios vírgenes. tado, de la mediocridad ge- otros
Todos estos factores: re- neralizada, del control social, ¿Qué imagen del ser hu-
volución científico-técnica, de la transformación de la de- mano puede generar esta ob-
guerras, desplazamientos ma- mocracia liberal hacia un sis- sesión por el poder, el dinero
sivos de poblaciones, expo- tema totalitario, del consu- y el control que rige esta
liación de recursos, dictadu- mismo y del aislamiento, fue- época? Es imposible no ver
ras… se reflejan en diversas ron observados por algunas reciprocidades entre las trans-
obras literarias que ahora distopías del siglo XX. Una formaciones políticas, eco-
agrupamos bajo el subgéne- buena muestra de ello en el ci- nómicas, sociales y científicas
ro llamado de “ciencia fic- ne es la revolución de las ma- y los relatos anti-utópicos. De
ción” o de “anticipación”, y sas de Metrópolis (Fritz Lang, hecho, esta correspondencia
que tienen como rasgo co- 1927), o la distorsión de la llega hasta nuestros días, tex-
mún la representación de so- memoria histórica y la inteli- tos como La parábola del
ciedades caracterizadas con gencia individual en 1984 náufrago de Delibes o Ensa-
rasgos totalitarios, muchas (G.Orwell, 1948) o en Fah- yo sobre la ceguera de Sara-
veces dominadas por perso- renheit 451 (Ray Bradbury, mago imaginan situaciones
najes tiránicos y sometidas a 1953; F. Truffaut, 1966). en las que transformaciones
su poder mediante propa- Las distopías siempre se fantásticas o una ceguera re-
ganda intrusiva, métodos de contextualizan en la tensión pentina y fuertemente con-
control mental o vital, gracias mercado–Estado, y suelen ha- tagiosa hacen que los ciuda-
a métodos científicos sofisti- cer hincapié en algunos as- danos se vuelvan enemigos
cadísimos, de drogas o repre- pectos determinados de dicha unos de otros, abandonando
sión de cualquier tipo. Esas re- coyuntura. Muestran el lado los convencionalismos so-
presentaciones sociales son oscuro al que podrían desli- ciales y las reglas más ele-
llamadas “distopías”, en con- zarse aquellas sociedades que mentales de convivencia.
traposición a las “utopías”, vi- quisieran llevar al extremo el Tras el final de la Guerra
siones ideales positivas de las progreso científico y técnico, Fría y la caída del Muro, pa-
sociedades. sin tener en cuenta los aspec- recería que el miedo aumen-
tos éticos; las consecuencias de ta en los ciudadanos de las
Los relatos
anti-utópicos

©
Las proyecciones distópicas
se hacen en el futuro (un fu-
turo muchas veces indeter-
El siglo XX es el de las guerras más 61
minado) en el que los autores devastadoras de la historia y el tiempo en el
imaginan unos personajes, que las grandes corporaciones amenazan
pero también metaforizan el con controlar los estados y las sociedades.
presente. Las distopías no se
basan, por lo general, en los

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

sociedades más desarrolla- (Ridley Scott, 1982); Doce bre–máquina y, en conse-


das. En ellas la obsesión por monos (Terry Gilliam, 1995); cuencia, a la pregunta por lo
la seguridad y el miedo a los Gattaca (Andrew Niccol, esencial humano, que no va-
ataques terroristas, a las cons- 1997); Matrix (Wachowski, mos a desarrollar aquí. Por
piraciones de las multinacio- 1999-2002); V de Vengan- ejemplo, Matrix (ya cita-
nales, a la corrupción de los za (James McTeigue, 2006); da); Inteligencia Artificial (Ste-
políticos, las enfermedades Hijos de los hombres (Alfon- ven Spielberg, 2001) o Yo, Ro-
víricas, la delincuencia, la so Cuarón, 2006); La carre- bot (Alex Proyas, 2004). Y
pérdida del puesto de trabajo tera (C. MacCarthy, 2006); (J. otras, las más recientes, a for-
y, no en último lugar, el cam- Hillcoat, 2009); Contagio midables catástrofes naturales,
bio climático y la destruc- (S. Soderbergh, 2011); Falling producidas por el calenta-
ción de la vida en la Tierra, Skies –serie- (S.Spielberg, miento global o el desequili-
han sustituido a la convicción 2010); The Walking Dead brio ecológico, que la huma-
generalizada que todos tuvi- (Robert Kirkman, 2003–F. nidad vive como consecuencia
mos en los años 60 y 70, de Darabont, 2010). Esta última (¿castigo?) de su irresponsa-
que una devastación nuclear también es una serie televisiva, bilidad con el planeta.
acabaría con la humanidad. basada en una novela gráfica,
Esos miedos nutren ahora las producida por la Fox, en la Ante
creaciones distópicas, esbo- que un grupo de personas tra- situaciones límite
zando en ellas sistemas de ta de sobrevivir después de que Voy a referirme más de-
opresión en los que hombres casi toda la humanidad ha talladamente a las tres últimas
y mujeres cumplen un papel perecido víctima de un virus obras citadas más arriba: La
similar al que desempeñan los que los convierte en zombis. carretera y las dos series tele-
peones en un juego de aje- A pesar de que casi todas visivas Falling Skies y The
drez. Quienes los manejan estas historias parten de ac- Walking Dead, que se emiten
tienen una capacidad de con- tuaciones irresponsables, pero actualmente, ambas en su se-
trol inconcebible y frente a totalmente conscientes de los gunda temporada.
ellos no hay posibilidad de seres humanos, algunas de La carretera es una novela
salir triunfantes. esas creaciones pueden pre- post-apocalíptica escrita en
Menciono a continuación, sentar un futuro dantesco co- 2006 por el escritor esta-
las películas que me parecen mo simple escenario para dounidense Cormac Mc-
más significativas en este sen- desarrollar una trama con tin- Carthy, creador de otras como
tido. Además de las ya citadas, tes bélicos o policiacos. Otras No es país para viejos y la tri-
encontramos: Blade Runner aluden a la relación hom- logía de La Frontera. Esta fue

©
62

El actor británico Andrew Lincoln representa al oficial de policía Rick Grimes que encabeza la lucha
por la supervivencia frente a los “Zombies” en The Walking Dead

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

toda la estructura social y el


regreso al agrupamiento en
hordas o tribus que luchan
por la supervivencia más bá-
sica. Sin embargo, el cine
americano vuelve a brindar-
nos la que considero su apor-
tación esencial: el indomable
espíritu de superación de los
personajes que, a pesar de sen-
tirse perdidos y abandonados,
no desesperan de encontrar
una salida. Su terrible expe-
Noah Wyle en el papel del capitán Tom Mason (Protagonista de Falling Skies) con sus riencia les obliga a pregun-
hijos Hal (el actor Drew Roy) y el pequeño Matt (Maxim Knight).
tarse por el sentido de la vida,
galardonada con el Premio dido todos los referentes cul- por la fe y la esperanza, por la
Pulitzer de 2007, además de turales, sociales y religiosos, existencia y la providencia
otros prestigiosos premios. preservar la humanidad y de Dios.
La novela cuenta una his- transmitirla se convierte en Finalmente, Falling Skies
toria, sucedida en un futuro una empresa titánica que el cuenta la historia de un gru-
impredecible, pocos años des- padre acomete a pesar de su po de supervivientes de una
pués de que el planeta hubie- propia oscuridad e incerti- invasión alienígena que, ade-
ra sido devastado por una ca- dumbre. más de destruir la tecnología
tástrofe indeterminada (podría Por otra parte, The Wal- avanzada y los suministros
ser una guerra o accidente nu- king Dead está ambientada en eléctricos, elimina a la gran
clear, o el impacto de un me- la América rural, y narra la mayoría de las fuerzas mili-
teorito). La vida ha desapa- odisea de un grupo de super- tares de todos los países en un
recido de la Tierra. Los hu- vivientes en un mundo, prác- corto espacio de tiempo. Los
manos supervivientes deam- ticamente destruido, en el que extraterrestres capturan a los
bulan agrupados en hordas la humanidad está a punto de niños humanos para some-
caníbales o huyendo de ellas, perecer víctima de una pavo- terlos a su voluntad colocán-
buscando alimentos en con- rosa enfermedad causada por doles en la espalda un yugo de
serva en edificios o pueblos un virus, a consecuencia de la metal dotado de largos cables
ruinosos. La luz del sol no lo- cual, los enfermos mueren, pe- que se introducen en la co-
gra atravesar la capa de nubes. ro, al cabo de unas horas, sus lumna vertebral del porta-
Los días se suceden grises y cuerpos muertos “resucitan” dor. Los grupos de supervi-
helados, salpicados de lluvias a un estado de muerte vi- vientes se parecen a los ma-
o nevadas intempestivas. En viente. En esa situación, los quis franceses y en ellos se vi-
este paisaje desolador, los muertos-vivos se convierten en ven experiencias heroicas jun-
protagonistas del relato son “caminantes” que deambulan to a comportamientos mez-
un padre y su hijo que viajan en grupos caníbales, pues quinos.
hacia el mar, buscando luga- sienten avidez constante por Los protagonistas de estas
res tal vez más cálidos, don- comer carne humana. Por su- historias representan al ciu-

©
de puedan refugiarse por más puesto, la mordedura de esos dadano medio, acostumbrado
tiempo. Tanto la novela como caminantes transmite la en- a vivir cómodamente sin ha-
63
la película transmiten un men- fermedad y el único modo de cerse demasiadas preguntas,
saje estremecedor, pues los acabar con ellos es destro- hasta que una circunstancia
personajes no se ocupan sólo zando sus cerebros. demoledora los saca de sus
de sobrevivir, sino de sobre- De nuevo nos encontra- confortables y átonas vidas
vivir humanamente. En un en- mos con una situación límite para enfrentarlos a las últimas
torno así, donde se han per- que supone la destrucción de preguntas de la existencia. ©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

Miedos
comunes en los
docentes
El miedo es una de las
emociones más básicas
del ser humano y,
como tal, tiene la
función de preparar
para la acción. En
concreto, es la
reacción de nuestro
María Prieto Ursúa
organismo ante
enfoque situaciones que
Facultad de Ciencias Humanas y Sociales
Universidad Pontificia Comillas interpreta como
amenazantes o
peligrosas para
nuestra vida o nuestra integridad. En este tipo de
situaciones, nuestro cuerpo optimiza los recursos necesarios
para defenderse, atacar o salir corriendo: se producen unos
cambios fisiológicos que suponen la paralización de todas las
funciones no imprescindibles para la supervivencia inmediata
(digestiva, reproductora…) y la activación de aquellas que son
más útiles: cogemos más oxígeno, la sangre se concentra en
los grandes grupos musculares, aumenta la tasa cardíaca…

©
64 C omo podemos suponer, por tanto, el
miedo no es un problema en sí mis-
mo. Es una gran ayuda cuando
realmente la situación en que estamos es peli-
grosa. El problema empieza cuando reaccio-
ciones levemente peligrosas con un miedo de
intensidad desproporcionada.
Vamos a revisar en primer lugar cuáles son
los miedos más habituales de los profesores pa-
ra pasar a continuación a un análisis más pro-
namos con miedo a situaciones que interpre- fundo de aquellos que son adaptativos, que in-
tamos como peligrosas cuando en realidad son dican situaciones demandantes a las que te-
inofensivas, o cuando reaccionamos a situa- nemos que dar respuesta, y de aquellos que son

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

injustificados o irracionales, que pueden lle- ra la materia: el más actualizado, el más inte-
varnos a un estado de activación y tensión tan resante, el más relevante…
innecesario como inútil. La segunda categoría de miedos (los rela-
cionados con la evaluación de su trabajo) pue-
Miedos comunes de incluir el miedo a no ser bien valorado por
Los miedos comunes de los profesores, es- los alumnos, padres o compañeros, a que los
pecialmente de aquellos con poca experiencia, alumnos le evalúen negativamente en la en-
pueden agruparse en tres grandes categorías: cuesta anual al profesorado (universitario), a
l Miedos relacionados con la calidad de su tra- que peligre su puesto de trabajo o su carrera
bajo docente, miedo a parecer incompetente ante
l Miedos relacionados con la evaluación de su compañeros y superiores, a no ser apreciado
competencia y su trabajo por los alumnos o compañeros, miedo escéni-
l Miedos relacionados con los “usuarios” de co, nervios por hablar en público, miedo a equi-
su trabajo (alumnos, padres) vocarse al hablar o quedarse en blanco… Es im-
Es interesante observar que la mayoría de portante destacar el miedo a parecer incom-
los miedos se pueden encontrar presentes tan- petente, ya que este miedo, uno de los más fre-
to en profesores universitarios como en otros cuentes, suele llevar al profesor a no compar-
niveles educativos (primaria, secundaria, ba- tir o comunicar sus problemas y dificultades
chillerato, formación profesional, infantil); con compañeros y superiores, lo que aumen-
hay pocos cuya presencia dependa exclusiva- ta la sensación de agobio, incompetencia y so-
mente del nivel educativo que se imparte. ledad. Algunas de las propuestas más nove-
En la primera categoría, la que hemos lla- dosas para la prevención del estrés y burnout
mado miedos relacionados con la calidad del profesional sugieren la creación de la figura de
trabajo, se incluyen miedos como que los es- “tutores” o “mentores” para los profesores más
tudiantes pregunten algo que no sepa contes- jóvenes, de forma que puedan acudir a ellos a
tar, que los alumnos no comprendan la clase, pedir consejo u orientación.
que la clase no esté bien preparada (que falte En la tercera categoría, miedos relaciona-
o sobre tiempo, que las actividades preparadas dos con el comportamiento de los “usuarios”
no sean adecuadas…), que los alumnos no de su trabajo, encontraríamos el miedo a que
aprendan, no conseguir transmitir lo que se de- los alumnos muestren conductas disruptivas o
sea, miedo a ser aburrido, a no saber motivar problemas de comportamiento en clase que no
a los alumnos, a no conseguir que trabajen bien, sepa manejar, miedo a no poder mantener una
miedo a no saber manejar y aprovechar las nue- dinámica adecuada en clase: conseguir atención,
vas tecnologías en clase, miedo a ser injusto al buen comportamiento, etc., miedo a tener al-
tomar decisiones sobre calificaciones y otras gún problema con alumnos, padres o compa-
cuestiones relacionadas con el alumnado, o mie- ñeros que suponga sanción o reprobación, mie-
do a no estar dando el contenido adecuado pa- do a no conseguir el respeto de alumnos, pa-
dres, compañeros y superiores o miedo a no es-
tar integrado en el grupo de compañeros o en
el equipo de trabajo.

Los miedos racionales son Origen de los miedos docentes


aquellos que tienen una base o un Con la descripción de los miedos más co-

©
fundamento en datos de la munes que acabamos de mencionar es suficiente
realidad: el profesor hace bien en para darnos cuenta de que pueden estar pre-
65
estar preocupado. Los miedos sentes en el profesor miedos “racionales” y mie-
dos “irracionales”. Los miedos racionales son
irracionales, sin embargo, no se aquellos que tienen una base o un fundamen-
basan en los datos objetivos de la to en datos de la realidad y señalan, por tan-
experiencia del profesor to, una situación problemática real o probable.
Es decir, el profesor hace bien en estar preo-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

El miedo a la
indisciplina, los
comportamientos
disruptivos o las
faltas de respeto
de los alumnos
es común en
docentes de
todos los niveles
educativos,
aunque más
frecuente en
secundaria.

cupado, y el miedo le indica que debe em- peto de los alumnos es común en docentes de
prender una acción para neutralizar el peligro. todos los niveles educativos (aunque más fre-
Los miedos irracionales, sin embargo, no se ba- cuente en secundaria). Pero no tiene el mismo
san en los datos objetivos de la experiencia del significado la presencia de ese miedo en un pro-
profesor (en ocasiones incluso se mantienen “a fesor que se enfrenta cada día a burlas, agre-
pesar” de ellos) y no tienen ninguna función o siones o insultos por parte de sus alumnos y no
utilidad adaptativa. sabe cómo manejarlos o no se siente apoyado
Por ejemplo, el profesor que tiene miedo o por su institución para ejercer una cierta au-
le preocupa no estar dando un contenido ac- toridad, que la presencia de ese miedo en un
tualizado y relevante en su asignatura debería profesor que considera inaceptable cualquier
reflexionar sobre la preparación de la misma; mínima desviación de sus normas de compor-
si realmente está manteniendo unos contenidos tamiento y sanciona todos los comporta-
“antiguos” y hace tiempo que no renueva su mientos que se alejan de ellas (por ejemplo, que
asignatura, sería adecuado que dedicara a ello el pupitre no esté en perfecta línea recta respecto
un tiempo y tomara medidas para evitar que sus a los de su fila).
contenidos acaben siendo irrelevantes; en este Es decir, no es el contenido del miedo en sí,
caso el problema no sería el miedo o la preo- sino su adecuación y proporción con la reali-
cupación, sino la falta de actualización que el dad que cada profesor vive, lo que determina
miedo señala. Pero si es el caso de un profesor que sea preocupante su presencia. Como diji-
que tiene ese mismo miedo, y revisando su pre- mos en la introducción, el problema empieza
paración y dedicación a la asignatura resulta que cuando reaccionamos con miedo a situaciones
dedica varias horas a la semana a leer las últi- que interpretamos como peligrosas cuando en
mas informaciones y estar actualizado en el cam- realidad son inofensivas, o cuando reacciona-
po, pero siempre le parece insuficiente y siem- mos a situaciones levemente peligrosas con un

©
pre se siente inseguro (porque es imposible le- miedo de intensidad desproporcionada.
erlo todo), estaríamos hablando de un miedo El objetivo del trabajo sobre los miedos en
66 “irracional” que tiene un origen distinto a la eva- general no es su eliminación, sino su ajuste y
luación de los datos de la realidad. su control. Es decir, mantener los miedos ra-
Otro ejemplo puede también ayudarnos a cionales mientras nos sirvan de aviso y de im-
entender esta distinción entre miedos racionales pulso para la acción, e intentar eliminar o mi-
e irracionales. El miedo a la indisciplina, los nimizar los miedos irracionales, tan perjudi-
comportamientos disruptivos o las faltas de res- ciales como inútiles.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

El trabajo sobre los miedos bería ser fácil y exigir poco esfuerzo y traba-
irracionales jo por parte del profesor, o centrarse conti-
Una gran mayoría de los miedos irracio- nuamente en lo que debería ser y no es, lo que
nales tienen su origen en el mantenimiento de debería pasar y no pasa, evaluando la realidad
creencias, ideas, exigencias o pensamientos irra- comparándola con una visión idealizada del
cionales. Como dijo Epicteto: “El hombre no mundo docente).
se perturba por causa de las cosas, sino por la Como vemos, mantener una creencia u otra
interpretación que hace de ellas”. Es el signi- marca grandes diferencias en nuestra reacción
ficado que le damos a esa “situación temida” y nuestras emociones. Normalmente no nos pa-
el que la hace temible. ramos a pensar en cuáles son las creencias o las
Por ejemplo, no saber responder a una pre- presuposiciones básicas desde las que nos en-
gunta de un alumno puede ser interpretado de frentamos a la vida o a nuestro trabajo; el ejer-
forma muy distinta; en un caso el profesor pue- cicio de hacerlas explícitas y cuestionarlas es
de pensar que no está obligado a saberlo todo de gran ayuda para aprender a situarnos con
y que entra dentro de lo aceptable que haya al- más tranquilidad ante determinadas situacio-
go que no sepa, y que no pasa nada por bus- nes y a controlar mejor nuestras emociones. (Un
car la respuesta y dársela al alumno otro día. truco: podemos empezar a revisar nuestras fra-
Este profesor no tendrá entre sus miedos el mie- ses o pensamientos que empiezan por “Debe-
do a no saber responder, porque no le parece ría…”, muchas veces son sobre-exigencias
una situación temible ni amenazante. Sin em- autoimpuestas que sólo generan presión y ago-
bargo, otro profesor puede pensar que es ho- bio y no nos ayudan a trabajar con serenidad).
rrible no saber responder, porque eso quiere de- Desafortunadamente, la formación acadé-
cir que es incompetente o que no es buen pro- mica del profesorado no suele incluir ningún
fesor; si nos paramos a buscar el origen de es- tipo de preparación psicológica, ni herra-
ta interpretación, probablemente encontre- mienta alguna de autoconocimiento personal,
mos en este profesor una de las ideas irracio- por lo que los docentes suelen carecer de los re-
nales más comunes en las personas de nuestra cursos y habilidades necesarios para poder ha-
sociedad según el psicólogo Albert Ellis: “pa- cer frente a las exigencias y a las demandas que
ra ser considerado valioso o competente ten- su labor docente les plantea día a día. ©
go que hacer bien todo o no cometer ni un
error”, o “cometer un error es horrible e in-
aceptable y cuestiona mi valor como profe-
sional”.
Existen creencias irracionales habituales en
los profesores que correlacionan directamen-
te con el estrés, por ejemplo las creencias de
inadecuación (mantener un nivel de exigencia REFERENCIAS
demasiado elevado sobre las propias actua- De la Cruz, M. A. y Urdiales, M. C. (1996). Estrés del profe-
ciones, creer que cometer errores o ser valorado sor universitario. Ansiedad y Estrés, 2 (2-3), 261-282.
negativamente por parte de los demás es ho- Flores, M. D. y Fernández-Castro, J. (2004). Creencias de los
profesores y estrés docente en función de la experiencia
rrible y le convierte a uno necesariamente en profesional. Estudios de Psicología, 25 (3), 343-357.
un fracaso, etc.), las creencias sobre las razo- Manas, I., Franco, C. y Justo, E. (2011). Reducción de los ni-
veles de estrés docente y los días de baja laboral por en-
nes del comportamiento de los alumnos (in- fermedad en profesores de Educación Secundaria Obli-

©
terpretar los comportamientos disruptivos co- gatoria a través de un programa de entrenamiento en
mo provocaciones, como consecuencia de la Mindfulness. Clínica y Salud, 22(2), 121-137.
Pinya, C. y Roselló, M.R. (2010). La inserción profesional del 67
propia incapacidad o de factores relacionados docente novel universitario. II Congreso Internacional so-
con el profesor genera emociones muy distin- bre profesorado principiante e inserción profesional a la
docencia. Buenos Aires, Argentina.
tas a cuando se interpretan como consecuen-
Vera, J. (1988). El profesorado principiante (las dificultades de
cia de problemas de los propios alumnos) y cre- los profesores en los primeros años de trabajo en la ense-
encias relacionadas con una baja tolerancia a ñanza). Valencia: Promolibro.
la frustración (creer que la labor docente de-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

Michael Jackson en el vidceoclip Thriller

Drácula,
Frankenstein,
espíritus, asesinos
en serie… El cine
Terror
bebió del terror
desde sus inicios
como séptimo arte.
El miedo y el terror
en la gran
son géneros
capitales en la
historia del cine
como el “western”, el
pantalla
cine negro o el Cecilia García
“thriller”. Su enfoque
evolución a lo largo Crítica de cine
de las décadas se ha
manifestado desde No es cine, pero casi por qué se llega a disfrutar de
los títulos del cine El vídeo de Michael Jack- él en la gran pantalla. Los
mudo como son se ha convertido en una vampiros, el miedo a la os-
Nosferatu a la de las referencias de los curidad, los espíritus, lo so-
sofisticación de El ochenta. En él, el artista sa- brenatural, seres desnatura-
silencio de los lía del cine con su novia des- lizados psíquicamente, zom-
corderos. Y siempre pués de ver una película de te- bis, hombres lobo… Según se

©
ha sido un cine de rror y se desencadenaba una apuntó en una de las edicio-
culto, tanto por su trama al más puro cine clá- nes del Festival de Sitges, es-
68 factura estética sico con los medios tecnoló- pecializado en el género, to-
como por sus
personajes, gicos de los años 80 dirigida das las personas sienten mie-
terriblemente por John Landis, uno de los do y es cuestión de cada cual
humanos. referentes de este género. Ca- saber gestionarlo. El cine se
bría preguntarse por qué el convierte en el catalizador de
miedo resulta tan atractivo, esos miedos cotidianos. Con

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

una diferencia, como apun- terror se caracteriza por su-


taba el investigador de cien- mergir al espectador en la pa-
cias cognitivas Óscar Vila- radoja de vivir a través de los
rroya y la química Eva Los- personajes de la película una
te: “Se llega a disfrutar de la situación natural que se con-
emoción del miedo siempre vierte en excepcional por un
desde una posición de con- elemento externo, o uno in-
trol, como la que transmite el terno que, de repente sale a
cine”. Con todo, hallamos la luz, hasta desencadenar
placer en sensaciones como el una sucesión de situaciones
terror, el desasosiego y la in- no previstas y aparentemen-
certidumbre que procuran te sin explicación.
miles de títulos desde los ini- El cine de terror bebe de
cios del cine. las fuentes de la literatura y de
las supersticiones orales y le-
Género yendas tradicionales que han
cinematográfico sobrevivido a los siglos sin
esencial que sus efectos en el ser hu-
El cine de terror nació mano se desactivasen. La no-
con el cine, insisto. Se con- vela de terror, que tuvo su ma-
virtió rápidamente en un gé- yor esplendor en el siglo XVIII
nero cinematográfico uni- y las tradiciones orales del
versal, no sólo exclusivo de cuento del miedo –desde el
Hollywood, nacido de la am- primitivo “hombre del saco”
Max Shrek en “Nosferatu el vampiro”
bición de provocar pavor, hasta brujas, zombies o vam- (1922), dirigida por F, W, Murnau
miedo, disgusto, incomodi- piros- conforman el corpus de
dad, repugnancia y estados lo que los directores de cine
psicológicos cercanos a las sacaron su materia prima.
crisis de pánico a partir de si- Desde el punto de vista
tuar en una situación apa- técnico, desde los inicios del
rentemente cotidiana alguna séptimo arte, las películas
fuerza, circunstancia o per- de terror se han caracteriza-
sonaje de naturaleza maligna do por una puesta de escena
a menudo de origen sobre- muy singular e identificable:
natural o criminal. El cine de la iluminación, que tiende a

Christopher Lee en “Drácula” (1958)


Jack Nicholson en “El resplandor” (1980), dirigida por Stanley Kubrick dirigida por Terence Fisher

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

Sigourney Weaver es Ellen Ripley en “Alien” (1979), dirigida por Ridley Scott

inspirarse en la pintura ro- mo El silencio de los corde- (Roman Polanski), una mu-
mántica del siglo XIX e in- ros, de Jonathan Denme; El jer gesta un niño en una vi-
cluso en pintores como Tin- resplandor, de Stanley Ku- vienda donde desde su espo-
toretto, Turner o Rembrandt, brick; Tiburón, de Spielberg; so hasta sus vecinos están
que se caracteriza por el uso Encuentros en la tercera fa- conjurados para que el ser
frecuente, casi obsesivo del se, también de Spielberg; que nazca sea una reencar-
claroscuro, hasta llegar al Poltergeist, de Tobe Hoo- nación del demonio; la trans-
contraste y los tonos de pe- per, y El exorcista de William formación del Doctor Jeckyll
numbra, efectos que encuen- Friedkin. y Mr. Hyde que saca a la luz
tran su mejor ejemplo en el Pero es conveniente em- una doble personalidad.
cine expresionista alemán de pezar por el principio, el cine
los años 20, representado de terror tiene muchas rami- El miedo a lo
por Murnau –una de cuyas ficaciones que suelen con- desconocido
obras magnas fue Nosferatu verger pero que es conve- El cine clásico encontró
(1922)– y Fritz Lang, que di- niente despedazarlas desde un filón en el género de te-
rigió un clásico del género co- el cine mudo hasta nuestros rror. En sus inicios tuvo co-
mo M, el vampiro de Düs- días. El miedo hacia lo des- rrespondencia en cintas y pe-
seldorf. Los escenarios más conocido personificado en fi- lículas que buscaban crear in-
recurrentes serán la noche, guras: el conde Drácula, Fran- quietud y miedo en el espec-
los cementerios, la oscuri- kenstein, vampiros, Alien, tador. En 1910, los Edison
dad, la casa abandonada, el Depredador… Estudios produjeron la pri-
castillo, las ruinas, un labo- La pérdida de identidad y mera adaptación del mito de
ratorio lúgubre y un bos- el miedo a la locura: es una Frankenstein. Después llega-
que, aunque en los títulos del temática heredara del siglo ron, en plena época del cine
siglo XX y XXI las cárceles, XX y proyectada en este si- mudo obras maestras como
la soledad de las grandes ciu- glo. Ejemplarizante es La in- El Golem (Paul Wegener,

©
dades, los hospitales tam- vasión de los ladrones de Carl Boese), Drácula de Tod
bién se convertirán en ele- cuerpos (1956), en la que se- Browning y El jorobado de
70 mentos externos para causar res misteriosos se apoderan Notre Dame, de Wallace
miedo. Otro de los elementos de la personalidad de huma- Worsley. Sin duda el director
característicos de este géne- nos normales; El exorcista más importante en los inicios
ro es la importancia de la (William Friedkin), en la que del siglo XX fue el cineasta
banda sonora, como se pue- el diablo se apodera de una alemán F. W. Murnau. Bajo
de comprobar en títulos co- niña; La semilla del diablo la estética del expresionismo

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

filmó títulos capitales del gé- neur. Los años 40 no fueron De Hichcock a Scott
nero como Nosferatu, el singularmente reseñables pa- Mención aparte por su
vampiro (1922), basada en el ra el cine de terror. excelencia cinematográfica
libro Drácula, de Bram Sto- Ya en los años 50 y 60 se merece Alfred Hichcock. El
ker. Éste tílulo ha sido una de antoja imprescindible reseñar genio del suspense se adentró
las referencias más recurren- la contribución al género de como pocos en las entrañas
tes para el género, ya que ha la productora británica Ham- del terror moderno, que se
conocido innumerables adap- mer que a lo largo de estas aparta de las adaptaciones de
taciones, de las que cabe des- dos décadas facturó una ava- clásicos del género para ofre-
tacar Nosferatu, vampiro de lancha de títulos de distinta cer dos obras cumbres como
la noche (1979), del alemán calidad, aunque cabe reseñar Psicosis, en la que por prime-
Herzog y la gótica y delibe- por su factura visual y su ar- ra vez aparece como meca-
radamente romántica Drá- gumento La maldición de nismo generador del miedo un
cula de Bram Stoker (1992), Frankenstein, Drácula y La psicópata y en la que hay
de Francis Ford Coppola. momia. Su director estrella que subrayar en el colmo de la
En la década de los 30 fue fue Terence Fisher. Hammer sugerencia fílmica y en la ca-
para el cine de monstruos de raramente arriesgó con nue- pacidad de generar terror en
naturaleza maligna y tortu- vas tramas y distintos perso- el espectador la inolvidable se-
rada. De nuevo aparece Drá- najes, ya que se ciñó a revi- cuencia de la ducha. Firmó
cula en la celebrada cinta sitar a los clásicos. En Esta- obra maestra del género en
Drácula, de T. Browning, El dos Unidos destaca la pre- Los pájaros, a cuya atmósfe-
doctor Frankenstein, de Ja- sencia de Roger Corman, di- ra de terror contribuyó so-
mes Whale, La momia, de rector de películas de serie B bremanera una banda sonora
Freund, La parada de los al margen de los grandes es- en la que sustituyó la música
monstruos, de Tod Brow- tudios, que hizo unas me- por el intenso y repetitivo
ning y King Kong, de Merian morables adaptaciones de graznido de los pájaros. A la
C. Cooper y Schoedsack. Ca- los clásicos de Edgar Allan década de los 60 también
be subrayar que, a pesar de Poe como La caída de la ca- pertenecen dos títulos sobre-
estar en los inicios del cine sa Usher, El cuervo o La salientes como Suspense, en la
son cintas muy elaboradas máscara de la Muerte Roja. que es capital el terror psico-
desde el punto de vista esté-
tico y también argumental.
Especialmente recomendable
es La parada de los mons-
truos, una cinta que explora
con lucidez y sensibilidad a
los seres humanos distintos y
con un físico deforme que po-
blaban los espectáculos de
circo.
En los años 40, la pro-
ductora Universal produjo
El hombre lobo y secuelas de

©
Frankenstein, pero fue la
RKO quién hizo propio el gé-
71
nero y avaló títulos tan re-
comendables como La mujer
pantera, de Jacques Tour-
neur –una obra maestra sin
discusión–, Yo anduve con un
zombie, también de Tour- Tippi Hedren en “Los pájaros” (1963) dirigida por Hichcock

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

Palma, que adaptó una no-


vela de Stephen King. El cine
de terror de factura italiana
estuvo muy presente en esta
década de la mano de Dario
Argento. Aunque su factura
es algo rudimentaria y sus ar-
gumentos están un poco in-
flados, lo cierto es que tuvo
bastante éxito entre los es-
pectadores títulos como Sus-
piria.
Ridley Scott marcó otra
senda para el género con
Alien en la que el terror y la
ciencia ficción se unen para
llevar al espectador en vo-
Linda Blair en “El Exorcista” (1973) dirigida por William Fredkin landas a una sensación de pá-
nico a partir de la existencia
lógico, y La mansión encan- la estela de Hichcock en Los de un monstruo extraterres-
tada. pájaros, el terror lo desenca- tre que se hace con un car-
En los inicios de los años denan animales que están en guero espacial. La cinta tuvo
0 irrumpió con un gran éxi- la cotidianeidad y que se varias secuelas, todas ellas
to de público y de crítica “El convierten en fieros enemigos protagonizadas por Sigour-
exorcista”, de William Fried- del ser humano. ney Weaver.
kin. Con una banda sonora En esta década también
de Mike Olfield, adentraba al se arrogó un protagonismo Terror adolescente
espectador en una pesadilla imprevisto las cintas que te- Los años 80 están mar-
que tenía como protagonista nían como “leiv motiv” los cados por la producción en
a una niña poseída por el dia- fenómenos paranormales. La serie de películas de terror
blo. A pesar de algunas es- obra cumbre en esos años fue adolescente. Sin ninguna pre-
cenas efectistas es un clásico Carrie, dirigida por Brian de tensión artística, sólo eco-
del género, como también
lo es la más austera formal-
mente La semilla del diablo,
de Roman Polanski, un ejer-
cicio sofisticado de terror
psicológico donde se pasa
más miedo por lo que sugie-
re que por lo que muestra. El
miedo que genera la presen-
cia del diablo, y más aún si se
encarna en un niño, se ex-

©
plotó a conciencia en La pro-
fecía, otro clásico del género.
72 Spielberg también dio
una vuelta de tuerca al géne-
ro con Tiburón. En esta pe-
lícula no son criaturas ma-
lignas y espíritus los deto-
nantes del miedo. Siguiendo Anthony hoplins en “El silencio de los corderos” (1991) dirigida por Jonathan Demme

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


enfoque

nómica, están dirigidas a un


público muy determinado y
con unos argumentos muy
primarios que encuentran su
clímax en escenas muy bási-
cas. Hay que destacar títulos
como Viernes 13, embrión de
una saga de películas que tie-
nen como protagonista a un
asesino que actúa en la os-
curidad, Pesadilla en Elm
Street, firmada por otro es-
pecialista del género como
Wes Craven, Halloween,
Cumpleaños mortal y El mu-
ñeco diabólico. Sin embargo
no todas fueron películas
concebidas exclusivamente Belén Rueda en “El orfanato” (2007) dirigida por Juan Antonio Bayona
para tener éxito en la taqui-
lla. También está presente el dan volvió al cine de vampi- como un director de altura
cine de autor con obras mag- ros con la notable, por dis- creador de atmósferas in-
nas como El resplandor, de tinta, ya que se apartaba de quietantes y perturbadoras
Stanley Kubrick, en la que un algunas coordenadas del gé- con El laberinto del Fauno.
sobreactuado Jack Nichol- nero para avanzar dramáti- En España el género se está
son, encarna a un hombre camente por terrenos insos- revitalizando –tras la década
que es poseído por los habi- pechados, Entrevista con el de los 60 y los 70 en las que
tantes de la mansión que al- vampiro. Paul Naschy fue clave en el
quila para escribir. Algunas En esta década se insistía género del terror patrio con
de sus escenas ponen los pe- en la producción de facilonas sus adaptaciones de El hom-
los de punta y exacerban el películas de terror para ado- bre lobo– con los trabajos de
terror psicológico. El cana- lescentes como Scream y Sé lo Jaume Balagueró, Los sin
diense David Cronemberg que hicisteis el último verano. nombre y REC, Juan Carlos
irrumpió en el género con la Con todo no hay que olvidar Fresnadillo 28 semanas des-
excepcional La mosca, “re- algunas aportaciones dirigi- pués y Juan Antonio Bayona
make” de una cinta de los das a un espectador menos con la premiada El orfanato.
años 50, y la inclasificable, acomodaticio como El sexto Se puede afirmar que el
por su complejidad argu- sentido y Los otros, de Ale- cine de terror goza de una ex-
mental y su poderío visual, jandro Amenábar. celente salud, ya sea desde el
Inseparables. punto de vista comercial,
Los años 90 estuvieron Ciene en español con títulos poco exigentes y
marcados por un fenómeno Los inicios del siglo XXI muy facilones, como por las
cinematográfico de cinco Os- están marcados por la eclo- aportaciones de grandes di-
car: El silencio de los corde- sión del cine de terror de fac- rectores que se han especia-

©
ros, de Jonathan Demme. El tura asiática con cintas como lizado en este género, gene-
personaje de Hannibal Lecter, la japonesa The Ring, la se- rando historias con una bri-
73
un psiquiatra que es un ase- rie Juon o El grito. Desde llante puesta en escena. El ci-
sino en serie, se ha quedado México nos llegó Guillermo ne de terror, como el terror en
grabado a fuego en la mente del Toro que triunfó con sí mismo que sentimos los
de cualquier cinéfilo. Demme Cronos, pinchó en su aven- humanos se ha sofisticado
supo manejar con maestría el tura en Hollywood con Mi- hasta llegar a complejidades
terror psicológico. Neil Jor- mic y se volvió a reivindicar antes nunca imaginadas.©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


Esther González
direccionesútiles
web

MIEDO EN NIÑOS Y MAYORES

l Niños con miedo:


PÁGINAS GENERALES http://urbanext.illinois.edu/nibbles_sp/challenges-
l Miedo y ansiedad: afraid-sp.html¸
http://www.clinicadeansiedad.com/ http://miedospuntocom.wordpress.com/2008/03
/20/el-miedo-en-los-ninos/
l Miedos cotidianos: http://es.globedia.com/ http://www.cesdonbosco.com/revista/articu-
los-miedos-cotidianos
los2007/marzo07/aurorabohorquez.pdf
l Algunos miedos comunes:
Varios artículos con sugerencias de actuación.
al fracaso: http://www.crecimiento-y-bienestar-
emocional.com/miedo-al-fracaso.html#indice; l Miedos nocturnos:
http://www.taringa.net/posts/salud- http://www.pediatraldia.cl/miedo.htm y
bienestar/2010455/_Temor-al-fracaso_-_ http://www.pediatraldia.cl/miedo.htm
Perfeccionista_-Entra_.html Sugerencias para superarlos.

l Miedo a la muerte: l Cuentos para vencer miedo:


http://sanacion.drbonomi.com/art/miedo/ http://cuentosparadormir.com/infantiles/
miedo-a-la-muerte.php; http://www.fluvium.org/ cuento/el-miedo-es-blandito-y-suave
textos/dolor/dol55.htm ; ttp://
www.decidatriunfar.net/2010/12/
l Miedos en la vejez:
vencer-el-miedo-a-morir-deepak-chopra.html
http://www.psiconet.com/tiempo/educacion/index
.htm
l Miedo a crisis económica:
http://www.habitosvitales.com/2008/ Web que trata sobre la ancianidad y como vivirla
12/19/5-consejos-para-superar-el- más adecuadamente.
miedo-en-la-crisis-economica/

FOBIAS
l Diccionario de fobias: http://www.fobias.net/
Página con breves descripciones de cada fobia;
es un amplio catálogo de la mismas.
SUPERAR LOS MIEDOS
l Psicología positiva: http://www.psicologia- l Fobia social:
positiva.com/resiliencia.html http://www.fobiasocial.eu/index.html
Página en que se analizan y consideran diferentes as- Web que ofrece medios, documentos, tratamiento
pectos para vivir una vida superando los miedos sobre este grave problema.

l Revista: l Interesante artículo:


http://www.psicologia-positiva.com/revista.html http://www.cop.es/colegiados/A-
00512/timidez.html
l Vencer los miedos:

©
http://www.unmensajealcorazon.org/angustem.ht
m;
http://www.emmamartinezocana.com/ 75
Cursos, actividades y materiales para el desarrollo
personal como: “Jesús un hombre que venció el
miedo” en la sección de Materiales.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


coordenadas

Afrontar el
miedo desde el
“Coaching”
Alfonso Alonso
coordenadas

Para abordar el miedo


desde el Coaching, hay
primero que definir qué es
E n cada sesión, el coachee elige el tema
de conversación mientras el coach es-
cucha y contribuye con observacio-
nes y preguntas. Este método interactivo crea
transparencia y motiva al coachee para actuar.
El Coaching acelera el avance de los objetivos
el Coaching. Según la del coachee, al proporcionar mayor enfoque y
International Coach conciencia de sus posibilidades de elección. El
Coaching toma como punto de partida la si-
Federation (ICF), el tuación actual del coachee y se centra en lo que
Coaching profesional éste esté dispuesto a hacer para llegar a don-
de le gustaría estar en el futuro, siendo cons-
consiste en una relación cientes de que todo resultado depende de las
intenciones, elecciones y acciones del coachee,
profesional continuada que respaldadas por el esfuerzo del coach y la apli-
ayuda a obtener resultados cación del método de Coaching.
En segundo lugar, definimos el miedo,
extraordinarios en la vida, que según Redorta (2006, pg. 67) “es la emo-
profesión, empresa o ción que se experimenta ante un peligro real
e inminente. El miedo es activado por amena-
negocios de las personas. zas a nuestro bienestar físico o psíquico.”
Mediante el proceso de En una sesión de Coaching, es importan-
te saber los motivos y las motivaciones por las
Coaching, el cliente
©
cuales el coachee siente miedo. Asumiendo que
una fobia no la puede curar un coach. Cuan-
76
(coachee) profundiza en su do un coachee se somete a un proceso de Co-
conocimiento, aumenta su aching, el coach tiene que buscar esos motivos
y motivaciones necesarias para que el coachee
rendimiento y mejora su salga de su “zona de confort” en la que habi-
calidad de vida. ta. O lo que es lo mismo, su forma de vida o
hábitos.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


coordenadas
El coach tiene que entender, por un lado, mayoría de los casos no suelen llegar a produ-
que en un proceso de Coaching, todas las cirse jamás, las que producen un sufrimiento
ideas negativas tienen origen en algún temor, absurdo. Es lo que se denomina como, miedo
éste puede ser, racional o irracional. Y por otro, irracional. O lo que es lo mismo, peligros que
que a la mayoría de las personas les gusta la no son reales basados en estímulos reales.
emoción del riesgo y de desafío. Obviamente, Hay cuatro tipos de representaciones que
el riesgo debe de estar controlado, y el desafío el coachee manifiesta, dichas representaciones
debe ser alcanzable. son respuestas del organismo ante el miedo. A
El miedo en el Coaching, suele estar rela- saber, la emocional, la cognitiva, la conductual
cionado con el miedo a salir de la “zona de con- y la fisiológica. En todo momento el coach tie-
fort”, dicha zona es la que domina el coachee. ne que estar atento a estas señales que el coa-
En este sentido, la zona de confort está fijada chee realiza para que el proceso de Coaching
por pensamientos que limitan, los cuales pa- sea fructífero.
ralizan cualquier tipo de cambio. Se trata de Según Mumford y Diez (2009, pg. 83-85)
la renuncia a tomar decisiones. Si no se toman el coachee tiene cuatro tipos de temores: el fra-
decisiones, no se genera acción, y por ende, no caso, la vergüenza, el rechazo y el triunfo:
hay cambio. l El fracaso, por la preocupación de fallar a
los demás, o no considerarse lo suficiente-
¿A qué tiene miedo el coachee? mente bueno en la realización de algún co-
Tal y como expresa Tolle, (2001, pg. 53) metido.
“La mayor parte del sufrimiento humano es l La vergüenza, por no parecer inútil, estúpi-
innecesario. Es creado por uno mismo mien- do o simplemente por no querer hacer el ri-
tras la mente no observada maneje nuestra dículo.
vida”. Es decir, son las expectativas creadas, l El rechazo, como anhelo de ser amado y
relacionadas con unas consecuencias que en la apreciado. De ahí la necesidad de agradar a
los demás.
l Al triunfo, que aunque parezca extraño, las
Cuando dudamos de nuestra capacidad personas en muchas ocasiones no quieren
para triunfar o suponemos que algo va a destacar, y prefieren ser “como todo el
ir mal, estamos creando una profecía mundo”. Perciben el triunfo como sentirse
aislado… porque los demás te envidian.
autorrealizada: si anticipamos que va a No deja de ser una ironía el saber que para
suceder algo, en realidad estamos mitigar el temor, hay que enfrentarse a él y vi-
ayudando a que suceda. venciarle.

© 77

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


coordenadas
alto. Si esto es así desde la lógica y si, además,
el razonamiento es correcto, ¿por qué el coa-
chee sigue pensando, sintiendo y actuando con
miedo?
La respuesta es simple y sencilla. Pero an-
tes hay que aclarar cómo se pasa del círculo vi-
cioso al círculo virtuoso.
Si el ciclo vicioso consiste en la perdida de
autoestima, confianza y autocreencia, el ciclo
virtuoso es su opuesto. Es decir, consiste en ge-
nerar pensamientos positivos, no extremistas
del tipo “todo o nada”, evitando las genera-
lizaciones y con la visión espacio-temporal pues-
ta en el “aquí y ahora”. Por lo tanto, el coach
tiene que identificar los pensamientos y emo-
ciones que sirvan de acicate para la acción que
conlleve al cambio. Sin embargo, activar el cam-
bio, es muy complicado.
El paso del círculo vicioso al círculo virtuo-
so es la única forma que tiene el coachee de su-
perar el miedo.

¿Por qué el coachee


actúa como actúa?
Gallwey (2010, pg. 124-126) define “la
teoría del surco” en lo que respecta a los há-
¿Cómo puede superar el coachee el bitos, en la que explica que una forma de ac-
miedo? tuación aumenta la probabilidad de que se vuel-
El esquema mental del coachee consiste en va a reproducir dicha actuación. Es decir, las
generar un ciclo o circulo vicioso. Según Ra- pautas, llamadas surcos, tienen tendencia a re-
vier (2005, pg. 222-223) en cita a Linares, cuan- petirse. Y cuanto más se repite la pauta, el sur-
do dudamos de nuestra capacidad para triun- co se hace más profundo. Por tal motivo, es
far o suponemos que algo va a ir mal, estamos muy complejo salir de los “surcos mentales”
creando una profecía autorrealizada: si antici- que son muy profundos. De hecho, un hábito
pamos que va a suceder algo, en realidad es- adquirido es muy difícil de romper. Tanto es así,
tamos ayudando a que suceda. Por desgracia, que el autor comenta que “normalmente la ba-
en los deportistas esto es frecuente. Las profe- talla sólo se gana, si es que se gana, después de
cías autorrealizadas negativas son barreras psi- mucha lucha y frustración, y después de un lar-
cológicas que provocan un círculo vicioso: la go tiempo… es como salir de una zanja. Sin em-
expectativa de fracaso conduce a un fracaso bargo, existe una forma más natural de hacer-
real, lo que rebaja la autoimagen e incremen- lo. Un niño no intenta salirse de un nuevo sur-
ta las perspectivas de fracasos futuros. co, ¡simplemente comienza uno nuevo!
El coach tiene que irrumpir en el ciclo vicio- Además de la teoría del surco, está la que
so, para dar paso al ciclo o círculo virtuoso. define Ariely (2009, pg. 157-159) que es “la
Se trata de hacerle ver al coachee de otra teoría de mantener las puertas abiertas”. Con-
forma, ponerle unas gafas distintas de las que siste en distraerse en alcanzar el principal ob-
actualmente está usando. Descubrirle otra jetivo por estar atento a otras opciones. Se lu-
forma de observar. Demostrarle que no exis- cha por mantener abiertas todas las posibles

©
ten preguntas estúpidas, solamente se trata de opciones, en vez de centrarse en el objetivo. Es
responder a determinadas inquietudes, que son el tipo de pensamiento de: “por si acaso…”.
78 legítimas, pero que no se atreve a preguntar- Tal y como lo expresa el autor, consiste en ir
se a sí mismo porque: o no encuentra la pre- corriendo de aquí para allá entre cosas que po-
gunta, o tiene miedo a responderse. drían ser importantes, para olvidamos de de-
Pensar, sentir y actuar con miedo contínua- dicar el tiempo suficiente a lo que ciertamen-
mente es poco práctico o eficiente. Y además te lo es.
de eso, consume mucha energía, desgasta mu- Como decíamos, pensar, sentir y actuar con-
cho porque el coste emocional que tiene es muy tínuamente con miedo es poco práctico o efi-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


coordenadas
ciente. Sin embargo, el razonamiento del co- En definitiva, el cambio es inevitable, y por
achee consiste en pensar, sentir y actuar con lo tanto, se puede conseguir cambiar. Lo que
miedo “por si acaso” surge algún imprevisto significa, que el coach puede tocar la tecla co-
que descontrole todo lo que estaba “previsto”. rrecta que lleve al coachee a la acción… No es
El coachee evoca el miedo frente al futuro y tarea fácil, pero sí alcanzable.
también frente a sus consecuencias. Lo que re-
troalimenta a su vez ese círculo vicioso. Herramientas del coach para
Nadie tiene la capacidad de anticiparse al ayudar al coachee a superar el
futuro. Lo que sí se pueden hacer son estima- miedo
ciones de futuro teniendo en cuenta, y esto es Para Aranda (2010, pg. 233-241) son im-
lo realmente importante, que los imprevistos prescindibles, y aclara que no únicas, dos tipos
van a surgir. El futuro es incierto. Tratar de an- de herramientas: las personales y las del pro-
ticiparse es bueno, lo que no merece la pena es ceso.
vivir con agonía continuamente por un futu- Las herramientas personales son: Acompa-
ro que ciertamente es desconocido… ¿alguna ñar, Aceptar sin enjuiciar, Confiar en la capa-
persona sabe el día y la hora exacta de cuán- cidad del coachee, Atribuir valor, Focalizar el
do se va a morir? proceso, Otorgar el protagonismo al coachee
y Auto-revisarse.
El concepto de cambio: acompañar Las herramientas del proceso son: Garan-
al coachee a cambiar de surco tizar la confidencialidad, Generar confianza,
Según Launer (2007, pg. 36-38) en cita a Facilitar aprendizaje, Favorecer permisos,
Bateson, hay dos tipos de cambio en las per- Cuestionar, Conversar, Sintonizar la comuni-
sonas. cación, Escuchar empáticamente, Preguntar,
Los cambios de nivel 1 se corresponden con Mantenerse en silencio, Cambiar la perspecti-
la homeostasis. Son aquellos que permiten a un va, Retar a nuevas posibilidades de acción, Mo-
sistema, a un ser vivo, mantener el equilibrio, ver al futuro (en el sentido de hacer cosas di-
su homeostasis, en un entorno dinámico. Las ferentes), Acordar compromisos.
modificaciones se efectúan al nivel de los ele- Con las herramientas adecuadas y un
mentos de un sistema y dependen de la apti- buen coach, se puede ayudar al coachee a su-
tud de éste para efectuar acciones autocorrec- perar el miedo. Éste, suele estar anclado en sus-
tivas sobre los elementos internos y externos pensamientos limitadores y negativos. Y,
que pudieran amenazar su equilibrio. Por tra- además, el coach debe ser consciente del afo-
tarse de acciones a posteriori, hablamos de re- rismo: “no es posible cambiar sin hacer nada
troacción. por cambiar”. ©
El término homeostasis proviene inicialmen-
te de la biología, y, en definitiva, se trataría de
poder cambiarlo todo para que nada cambie.
La característica de los cambios de nivel 2
es que el propio sistema se modifica o resulta
modificado. La autora expone el siguiente ejem-
plo: al acometer una rampa desde un automó- BIBLIOGRAFÍA
vil, el cambio de nivel 1 consistiría en acelerar
el motor. El resultado será que el coche irá cada Ariely, D. (2009). Las trampas del deseo. Cómo contro-
vez más despacio, hasta que el motor se pare. lar los impulsos irracionales que nos llevan al error.
El cambio de nivel 2, por el contrario, consis- Ariel. Barcelona.
Bayón, F. et als. (2010). Coaching Hoy. Teoría general del
tirá en reducir la marcha, cambiando a una más Coaching. Editorial universitaria Ramón Areces. Madrid.
corta, lo cual permitirá al vehículo actuar pro- Gallwey, T. (2010). El juego interior del tenis. 3ª Ed. Si-
gresivamente e ir cogiendo velocidad cuesta arri- rio. Barcelona.

©
ba. Continúa explicando que, en un sistema hu- Launer, V. (2007). Coaching. Un camino hacia nuestros éxi-
tos. Pirámide. Madrid.
mano, para poder efectuar cambios de nivel 2
Mumford, J. y Diez, A. (2009). Coaching para dummies. 79
es necesario modificar las reglas internas de fun- 2ª Ed. Granica. Barcelona.
cionamiento. Para ser efectivo, el cambio de ni- Ravier, L. (2005). Arte y Ciencia del Coaching. Su histo-
vel 2 requiere previamente una nueva visión de ria, filosofía y esencia. Dunken. Buenos Aires.
la realidad, un cambio de premisas, de hipó- Redorta, J. (2006). Emoción y Conflicto. Aprenda a ma-
nejar las emociones. Paidós. Barcelona.
tesis básicas o de presuposiciones. Y también,
Tolle, E. (2001). El poder del Ahora. Un camino hacia la
por supuesto, una revisión estricta de las realización espiritual. Gaia. Madrid.
ideas preconcebidas.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


reportaje

Mujeres y hombres,
¿los mismos miedos?

Virginia Fernández Aguinaco


reportaje

Se me ocurrió, al comenzar a pensar en este artículo, que sería bueno


hacer una pequeña encuesta entre varones y mujeres. Nada científica
pues no contaba con más de diez participantes de cada sexo y además no
soy socióloga ni experta. Al menos, me dije, tendré algún dato real…
¿Real? Pues no, por una razón patentada por el “Doctor House”: todos
mienten. Y sospecho que ellos más que ellas.

ay miedos que la nada, algo, moderadamente, que añadieran otros miedos

H mayoría de los va-


rones no reconoce-
rá aunque la encuesta sea
bastante, mucho, muchísi-
mo. Y los ítems fueron los si-
guientes: Muerte, Infierno,
–la lista podría ser intermina-
ble– sentidos por ellos o por
personas de su entorno.
anónima y con garantía bajo Enfermedad propia, Enferme- Como supondrán los lec-
juramento de que su nombre dad de alguien cercano (hijo, tores, mis encuestados forman
no aparecerá escrito en nin- pareja, padres…) Que me parte del círculo familiar o
guna parte. Y hay miedos abandone mi pareja, No ser amistoso más o menos cerca-
sentidos por las mujeres y re- querido (o valorado o apre- no, lo cual me ha permitido,
conocidos con alguna reticen- ciado), El paro, El fracaso la- en algunos casos, ir más allá

©
cia. De cuáles son esos mie- boral, Impotencia sexual o –sin llegar al tercer grado por
dos y en qué son diferentes, frigidez, Hacer el ridículo, El un mínimo de prudencia– y
80 trataremos, pese a todo, a dolor físico, La soledad, Al- ahondar un poco en ciertos
partir de esas respuestas. gunos animales, Lo descono- miedos y en sus causas.
cido y misterioso, Las catás- Aunque no he consegui-
La encuesta trofes naturales, Ser asaltado, do la sinceridad total e inclu-
Constaba de dieciséis Hablar en público, Conducir, so puedo sospechar que algu-
ítems que había que calificar Viajar en avión. Se invitaba nos han mentido con desca-
de 0 a 5 con la valoración: además, a los encuestados, a ro, este experimento, llamé-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2011


reportaje
moslo sociológico, me ha roso el estar muertos”. Tam- de huida. No pensar en la
dado pretexto para discurrir bién Epicuro se considera libe- muerte, eludir los duelos o ha-
a mi manera, escasamente rado del miedo a la muerte cerlos lo más breves que sea
científica, y aventurar alguna aunque por razones bien dis- posible. Aquí también en-
conclusión, desde luego bas- tintas. Para éste “mientras so- cuentro una forma masculina
tante personal. mos, la muerte no es, y cuan- y otra femenina de afrontar
do la muerte es, ya no somos”. las situaciones. Perdonen los
Diferentes matices en Ingenioso pero insuficiente. varones: creo que las mujeres,
el mismo miedo Porque los seres humanos so- generalmente, expresan y ver-
La muerte asusta por igual mos capaces de anticipar y de balizan mejor su dolor y no
a varones y a mujeres. Ellos y prever la propia muerte – y por huyen tanto.
ellas puntúan alto o muy alto tanto “somos ante la muerte”–
este miedo básico. Un miedo y además presenciamos la Miedos que no se
que para algunos está en el muerte de otros seres queridos reconocen
origen de la religión y qué, y esto sí es un acontecimiento En el item sobre impoten-
desde luego recorre toda la que afecta muy dolorosamen- cia/frigidez coinciden mujeres
historia del pensamiento oc- te a nuestra vida. y hombres: lo puntúan en
cidental. Santayana dice que ¿Dónde está la diferencia nada o en poco. Es decir,
un buen proceder para cali- de matiz? Pues, según mis re- que no hay miedo a, digámos-
brar la fuerza de una filoso- ferencias, para ellos el miedo lo así, “fracasar” en los mo-
fía es examinar lo que piensa se fija más en el aspecto del no mentos “muy íntimos”. Sin
sobre la muerte. Pero, mucho ser. Una especie de vértigo de embargo, si se teclea en Go-
antes, Sócrates y Platón con- la razón producido por la ogle “miedo a la impotencia
sideraron la filosofía como aterradora sensación de vacío sexual” nos encontramos con
meditación y preparación experimentada ante la nada. el nada despreciable número
para la muerte. En el diálogo En ellas es más el miedo al do- de un millón cuatrocientas mil
platónico Fedon (Sobre el lor de la separación irrevoca- entradas. Cierto que en bue-
alma) Sócrates condenado a ble: no ver, no abrazar, no es- na parte de ellas no hay más
morir, entretiene sus últimas tar, en definitiva, con aquellos que paparruchas. Pero debe
horas conversando con sus a quienes se ama. de ser un asunto al que los va-
amigos sobre la inmortalidad Claro que unos y otras rones –y supongo que tam-
en la que cree. Esta creencia li- comparten actitudes si son bién las féminas– le dan cier-
bera del miedo y así, afirma: creyentes. En este caso, el ta importancia. Y, según los
“los que filosofan en el recto miedo que se reconoce está psicólogos, produce una an-
sentido de la palabra se ejerci- muy mitigado por la esperan- siedad que aumenta el proble-
tan en morir y son los hombres za en otra vida. En los no cre- ma. En resumen, resumidísi-
a quienes resulta menos teme- yentes más bien la actitud es mo: muchos varones tienen
este miedo y procuran ocul-
tarlo. ¿Y ellas? Pues no llego
a nada muy concluyente. Me
parece que no es asunto que
esté en el centro de sus preo-
cupaciones ya que haciendo la
misma prueba con Google
sólo aparecen setenta mil en-

©
tradas y en las que he podido
consultar más bien parece
81
que la frigidez es el resultado
de otros miedos o traumas an-
teriores.
Lo que resulta bastante
evidente es que la relación se-
xual provoca bastantes te-
mores –o por lo menos cier-
to estado de ansiedad– en la
mayoría de las personas. Los
antropólogo, psicólogos y de-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


reportaje
más estudiosos del comporta-
miento humano aducen múl-
tiples causas, desde atavismos
provenientes del modo de
vida de los lejanos primates
antecesores del homo sapiens,
hasta prácticas más o menos
perversas de nuestra hiperse-
xualizada cultura, pasando
por tabúes, mitos y prohibi-
ciones religiosas. Todo tiene
una explicación y quizá la
más sencilla sea el miedo a lo
diferente, que por cierto, no
incluí en los ítems… O a ex-
ponerse de forma bastante
inerme ante el otro. Una de
mis amables colaboradoras,
ya fuera de las puntuaciones
de la encuesta, me explica:
“En realidad no lo sé. Recuer-
do que la primera vez, y de
esto ya hace bastantes años,
estaba temblando. Supongo
que tenía miedo al dolor físi-
co, pero también a decepcio- fierno o lo creen vacío –sólo sobre todo a su propia digni-
nar, a meterme en un lío, a sería una posibilidad lógica si dad. Ninguna de estas trans-
quedarme embarazada, a re- se afirma la existencia de un gresiones, sin embargo, es
sultar torpe y ridícula. Que- “cielo”– o piensan que, en considerada acreedora de un
ría a mi pareja, pero no esta- todo caso estaría reservado castigo eterno… Del mismo
ba nada segura de ser corres- para grandes criminales y no modo cuando habla de algu-
pondida por lo menos en el para la gente corriente. Lo nos parientes o amigos falle-
grado en que me parecía que más curioso es que alguno, cidos a los que califica de ma-
me estaba comprometiendo cuya formación ha sido cató- nera muy poco misericordio-
yo. Son muchas cosas. Aún lica, admite sin demasiado ru- sa, descarta por completo la
ahora –llevamos juntos casi bor lo que un confesor escu- posibilidad de la condena-
veinte años– a veces siento charía como pecados graves: ción definitiva… Prevalece la
algo de aprensión o de que él serias imprudencias al condu- idea de un Dios muy condes-
note mucho mi desgana y se cir hasta poner en peligro a cendiente y de una justicia
sienta herido. Desde luego otros y a uno mismo, alguna sólo aplicada en casos muy
hay días en los que preferiría pequeña estafa o chapuza la- extremos.
salir corriendo…” boral no tan pequeña (lo que Claro que lo comentado
una conciencia no muy refina- más arriba es la casi confesión
¿Y del infierno, qué? da calificaría como robo), de uno y los otros no se han
Pues nada, porque resul- relaciones extramatrimonia- pronunciado, pero tengo la
ta que es una creencia –para les… por no hablar, además impresión de que es el crite-
los católicos un artículo de fe– de las múltiples omisiones en rio de los demás. Esto puede

©
muy debilitada en nuestros el amor al prójimo, de lo no no significar gran cosa, dado
días. Quienes han respondido explicitado pero que salta a la lo exiguo de la muestra. En
82 a mis preguntas manifiestan vista: faltar minuciosa y repe- todo caso, consulten a su al-
un miedo muy real a la muer- tidamente a los tres primeros rededor sobre el temor al in-
te, pero parecen bastante im- mandamientos. Mi interlo- fierno. Creo que coincidirá en
pávidos ante la posibilidad del cutor manifiesta cierto pesar buena parte con mi aprecia-
juicio y la condena tras aque- aunque no percibe que hayan ción. Y en esto mujeres y
lla. Buena gente, por lo que sido ofensas a Dios, sino a hombres me han respondido
conozco, o no creen en el in- quien pudo recibir el daño y igual: no hay miedo. La dife-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2011


reportaje

rencia, que intuyo más que y en que no quieren preocupa- hombres. Hay grados de
constato, es que para las mu- ciones más allá de llegar a fin aprensión y gente más procli-
jeres la idea de un Dios Padre de mes. Mucho menos movi- ve a la alarma ante cualquier
se compagina mal con el in- lizarse o prever de algún modo síntoma interpretado en tér-
fierno y para los hombres es lo que pueda pasar. “Si tal ocu- minos dramáticos. Pero mis
difícil admitir que sus culpas rre –me dice una de las muje- encuestados no son hipocon-
sean tan graves como para res– o bien nos vamos todos a dríacos, así que es un ítem que
merecerlo, porque cada uno freir espárragos o bien sobre- se queda sin comentario.
de ellos se ve como “majete”. viven algunos y allá se las
Observen porque el matiz es apañen”. “¿Y si eres tú una de El ridículo
interesante: la opinión en las supervivientes”. “Pues ya Aunque lo niegan o pre-
ellas se basa en el otro, es de- veremos, ahora la catástrofe es tenden no darle importan-
cir en el Otro, en ellos en sí que van a subir el impuesto de cia, a los varones les produ-
mismos. la vivienda, por si no estuvié- ce pavor hacer el ridículo
ramos ya bastante ahogados. –salvo cuando van pasados de
Catástrofes cósmicas, ¿No te parezco superviviente copas– y para ellos “hacer el
el fin del mundo con lo que tengo que estirar los ridículo” es una posibilidad en
Estos asuntos tienen en euros para mantener a mi fa- casi cualquier circunstancia y
común el formar parte del milia?” (Le digo que sí, musi- situación: la relación íntima,
imaginario de la ciencia fic- to una disculpa y me retiro: no el lapsus en una alocución, el
ción. Aquí el miedo es mode- habrá más preguntas sobre el quedarse en blanco, el tropie-
rado. A fin de cuentas he pre- particular). zo en la calle, el demostrar
guntado a personas más preo- Y si las catástrofes no torpeza, o cobardía o indeci-
cupadas por resolver el día a producen demasiado miedo sión, ser patoso, equivocar
día que por cosas de este tipo. ¿por qué los medios, sobre una dirección, confundir a
Es verdad que la televisión y todo el cine y la televisión, son una persona con otra… el lis-
los medios nos han acercado recurrentes en esta especie tado es interminable, pero
extraordinariamente aconteci- de milenarismo? Pues a lo me- podría resumirse en una ex-
mientos que parecían muy le- jor porque es un género que presión bastante típicamente
janos y que ahora lo son me- vende y porque ver catástro- masculina: “no estar a la al-
nos. Tsunamis, terremotos, fes “de cine” –es decir como tura de las circunstancias”.
inundaciones, alteraciones en imágenes en la pantalla– las ¿Les suena? Es favorita de los
el clima, anomalías en el me- distancia lo suficiente como políticos y de algunos depor-

Aunque lo niegan o pretenden no darle


importancia, a los varones les produce pavor el
ridículo y, para ellos, “hacer el ridículo” es una
posibilidad en casi cualquier circunstancia o
situación…

dio ambiente, contaminación, para no considerarlas reales y tistas o aficionados… Tengo

©
riesgo nuclear… Pero los que próximas, incluso cuando se para mí que a las mayoría de
rellenaron mi encuesta po- trata de sucesos que están las mujeres “no estar a la al-
niendo una crucecita en cada ocurriendo en el momento. tura de las circunstancias” nos 83
puntuación, no están excesiva- La enfermedad, que en al- importa un bledo y que hacer
mente impresionados. No se si gunos casos es una catástro- el ridículo no forma parte de
porque identifican estos fe- fe personal, sólo produce nuestro motivos de ansiedad
nómenos con el cine de cien- miedo cuando se tiene alguna o temor… generalmente. Na-
cia ficción… Coinciden en experiencia propia o cercana, turalmente, para ellos recono-
que lo importante es el ahora tanto en mujeres como en cer este miedo sería otro

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


reportaje

modo de hacer el temido ri- el no ser apreciado o valora-


dículo, así que no lo puntú- do, ellas se inclinan por la so-
an, pero refinando el interro- ledad. Es decir, que ellas pre-
gatorio constato que ellos fieren el menosprecio al
consideran como ocasiones abandono. Y ellos no toleran
ridículas muchísimas más –o toleran con mucho sufri-
que las que aprecian ellas. miento– la falta de valoración
Las mujeres a las que he y el menoscabo de su imagen.
preguntado apenas han Por lo menos es lo que deduz-
apuntado –y con dudas– co de estas observaciones
cosas como “que se rompa un tanto apresuradas.
la cremallera y se te caiga la
falda en público, por ejem- Otros miedos
plo” y alguna más casi siem- Todos, mujeres y hom-
pre relativa al aspecto físico. bres, temen a lo desconoci-
Puede ser un asunto de do, aunque ellos son más re-
educación. ¿Han observado nuentes a reconocerlo. To-
esa costumbre, cada vez más dos tienen miedo a la oscu-
extendida, de dirigirse a los ridad, los lugares extraños,
niños, hasta a los de guarde- las amenazas inconcretas…
ría, con el término “campe- Todos tienen miedo al dolor
ón”? Yo sí y también que no físico o moral, pero para
he oído nunca recibir, por ellos esto último tiene unos
ejemplo, a una nena en la es- matices que se dan menos en
cuela infantil con el saludo: mujeres.
“qué tal campeona”. Más Sin embargo hay un mie-
bien se les dice “muñeca”, do –en las mujeres más lla-
“princesa”, “chiquitina”. mativo– que es el que produ-
Será una elucubración un cen ciertos animales, espe-
tanto gratuita, pero parece cialmente arácnidos, rato-
que de un campeón se espe- nes, serpientes… Algunos
ra el triunfo en cualquier antropólogos sitúan el ori-
actividad y de una muñeca gen de esta repulsión teme-
sólo que sea bonita. Según es- rosa en el cuidado de las
tas expectativas, se com- crías. Así, las madres desa-
prende que para ellos “estar rrollaron un instinto de de-
a la altura” sea muy impor- fensa al comprobar que de-
tante y que para ellas resul- terminadas picaduras o mor-
te bastante indiferente. Asun- deduras, más que el ataque
to de educación y asunto de de grandes fieras, podía pro-
cultura, tal vez. La literatu- ducir enfermedad o la muer-
ra y el cine presentan con fre- te en sus retoños. Si no es
cuencia el tipo del “perde- cierto, es bastante plausible
dor”, mientras que rara vez y quien escribe esto experi-
el de “perdedora”. O, a lo menta un terror mucho más
mejor, es que la mujer “es” histérico ante un ratoncillo
más consistentemente “en sí de campo que ante un do-

©
misma” y el varón “es” “en berman, que también da
84 los otros” en tanto en cuan- miedo, las cosas como son.
to es reconocido. En fin, hasta aquí hemos
Hay cierta similitud con llegado en este reportaje-mi-
lo anterior en el tema del niencuesta, que ha sido un
afecto o de las relaciones. divertimento mucho más
Mientras que ellos señalan que una investigación, espe-
más como motivo de temor ro que sugerente. ©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2011


parasabermás
EL PODER DEL MIEDO
¿Dónde guardamos nuestros
temores cotidianos?
Jorge L. Tizón HÉROES COTIDIANOS
Milenio. Lleida, 2011 Descubre el valor que llevas
dentro
El miedo se ha convertido en uno de los Pilar Jericó
sentimientos dominantes en la sociedad Planeta. Barcelona, 2010
actual. Tanto el temor que nace de las
circunstancias colectivas (calamidades
climatológicas, guerras o crisis económi- Hay personas corrientes que se convier-
cas galopantes) como el que surge de ten en ejemplo de entereza y asumen el
nuestro interior, especialmente del cerebro (fobia, ansiedad, te- protagonismo de su vida en situaciones
rror, angustia, pánico, incertidumbre). El profesor Tizón aborda complicadas comprometiéndose con al-
en el presente libro, de manera rigurosa pero comprensible pa- go más que con ellos mismos. Son aque-
ra cualquier lector, la naturaleza y el poder del miedo. Intenta si- llos que siguen adelante a pesar de las dificultades en vez de ha-
tuar cada uno de los temores en su contexto justo, para mostrar bitar en la queja o el lamento, personas que aprovechan las si-
dónde guardamos nuestros miedos y tratar de explicarnos cómo tuaciones límite como lanzadera para una transformación y
gestionarlos en nuestra vida cotidiana. Una vez identificados, ejercen una influencia positiva en su entorno. Ellos son los au-
pueden perder fuerza y, sobre todo, pueden quedar atenuados o ténticos héroes cotidianos, anónimos para la historia, pero ins-
neutralizados por terapias y enfoques basados en la inteligencia piradores para quienes tienen el privilegio de estar a su alrede-
emocional. Con bisturí preciso, el doctor Tizón describe y pone dor. A lo largo de sus páginas se explica cómo afrontar la llama-
las bases para que cada persona pueda vivir sin miedo. da, superar la negación y el miedo, y aprender a crear una nue-
va realidad de uno mismo.
10 SOLUCIONES SENCILLAS
CONTRA EL PÁNICO
Martin M., Antony y Randi E. ANSIEDAD SOCIAL.
Mc Cabe Manual práctico para
Ediciones Obelisco. superar el miedo
Barcelona, 2009 María Nieves Guerrero.
Gloria María Roldán Maldonado
No están mal las fórmulas y soluciones
Ediciones Pirámide.
que los autores aportan para combatir el
Madrid, 2009
pánico: una prolija serie de ejercicios muy
bien planeados… de muy difícil ejecu-
ción. Tengo la impresión de que si alguien tiene la paciencia, la El temor a la valoración negativa por
fuerza de voluntad, el tesón y la autodisciplina necesarios para parte de los demás es un problema que
llevar a cabo el proceso que se plantea… realmente es dudoso interfiere seriamente en las relaciones laborales. Este libro pre-
que sea un tipo al que acometen ataques de pánico. En fin, es tende poner a disposición de aquellos que padecen este miedo
una opinión. social los mejores recursos con que actualmente se cuenta para
superarlos. En la primera parte se abordan aspectos conceptua-
les del transtorno y su evaluación y tratamiento. En la segunda
PROTOCOLO PARA LA se describen las técnicas y habilidades de terapia cognitiva que
INTERVENCIÓN EN ADOLESCENTES hay que poner en juego para superar el miedo social. Útil para
CON FOBIA SOCIAL terapeutas, pero también para quienes quieran aprender a ser
José Olivares Rodríguez más felices consigo mismos y con los demás.
(Dir. y coord.)
Ediciones Pirámide.
Madrid, 2005 ¡MAMÁ TENGO MIEDO!
La fobia social se ha convertido en un pro- Jean Luc Aubert y Christiane
blema que afecta a más del 8% de los ado- Doubovy
lescentes, según algunas estimaciones. Este Ediciones Gedisa.
Barcelona, 2002

©
problema, además de ser una causa de fracaso académico, puede
acarrear la posterior aparición de problemas en el adulto en sus re-
laciones sociales y laborales y también en la salud. El protocolo Con cierta frecuencia, la causa de los mie-
que presenta en esta obra el Doctor Olivares es un programa de dos en los niños hay que buscarla en la 85
interevención diseñado específicamente para la detección y el tra- ansiedad y el estrés de los padres. Con
tamiento del problema. Ha sido aplicado con notable éxito en el una variada muestra de casos, incluyendo
ámbito de la comunidad murciana e integra una de las dos líneas algunos históricos o literarios, como el de
de investigación que se están llevando a cabo en todo el mundo.El Flaubert, los autores muestran cómo en-
seguimiento a largo plazo de los logros del programa muestra su tender los estados de ansiedad y cómo controlar y superar sus
estabilidad temporal en la mayor parte de los casos tratados. manifestaciones patológicas.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


Joaquín Suárez Bautista
decálogo

LOS MIEDOS
DE SIEMPRE
alteran, alertan y desencadenan
señales, advertencias, alarmas
cavilan, sospechan y recelan

1 Miedos infantiles.
“Lo vi en el cine: el niño, en la película, descubre que tiene miedo y se alegra.
No de tenerlo sino de haber aprendido que a lo que siente se le llama miedo.
O que la palabra miedo que tantas veces ha oído, es eso que ahora lo sacude.”
(del poema de Cèlia Sànchez-Mústich, “Interior de palabra”)
Cuando descubrimos la emoción del miedo, la sensación de pasar miedo.
Miedos que nos hacen menos incautos y confiados ante posibles peligros.

2
Miedos inducidos.
“Vivimos una sensación inducida de peligro constante. Tenemos que templar
nuestros miedos infundados antes de que nos destruyan. Y, por supuesto,
dar crédito al miedo real, porque es el que nos libra del peligro.”
(Barry Glassner, “La cultura del miedo”)
Hacen que nos sintamos más vulnerables y fácilmente manipulables por el poder.
Pasamos por todos los aros sin rechistar “por nuestra seguridad”, nos dicen.

3
Miedos que nos asaltan.
“Miedo de mirar el fondo... miedo de doblar la esquina... miedo de quedarse en
la oscuridad... miedo de pasar en blanco... miedo de cruzar la línea... miedo de
encontrarse solo... miedo de perder las riendas... miedo de vagar sin rumbo...
miedo de arrugar la frente... miedo de encarar... miedo de caer... miedo de
ilusionarse... miedo de perder la vez... miedo de salirse de la raya...
Miedo que da miedo del miedo que da.”
(canta Pedro Guerra en “Miedo”)
Miedo al miedo agazapado al acecho en el sótano de nuestra propia mollera.
Miedos justificados o razonables, y miedos imaginarios o desproporcionados.

Mundo sin miedo.

4
©
“Sin miedo, lo malo se nos va volviendo bueno.
Sin miedo a la locura, sin miedo a sonreír.
86 Sin miedo sientes que la suerte está contigo.
Sin miedo las manos se nos llenan de deseos.”
(canta Rosana en “Sin miedo”)
¿Cómo sería un mundo sin miedo: sin miedo a expresarse, a ser uno mismo,
sin miedo a lo desconocido, al diferente, sin miedo a Dios ni al diablo?

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


decálogo

5
Miedo de mí, miedo del otro.
“Ciego guiando a otro ciego. Miedo que es el origen de la desconfianza, de la
maldad, pérdida de la fe, burla y almena. Sí, la peor cuña: la de la misma madera.
Toca este cuerpo de mujer, y temblarás, al besarlo sobre todo,
porque el cuerpo da miedo al contemplarlo y aún más si se le ama,
por tan desconocido. Y aún más si se entra en él y en él se oye
la disciplina de las estrellas, ahí, en el sobaco sudoroso, en los lunares
centelleantes junto al sexo.”
(del poema de Claudio Rodríguez “Cantata del miedo”)
Miedo de los cuerpos a ser invadidos, violentados, desposeídos de alma, profanados.
Miedo a ofender y a ser ofendido, miedo a perder el control y a hacer el ridículo.

6
Miedo en el fondo.
“Nos equivocaremos pocas veces si atribuimos las acciones extremas a la vanidad;
las mediocres, al hábito; y las mezquinas, al miedo.”
(Nietzsche, “Humano, demasiado humano”)
La vanidad, el miedo al rechazo. El hábito, el miedo al cambio. Siempre el miedo.
Nos movemos por miedo y nos quedamos parados por miedo. Y no lo reconocemos.

7
Sobreponerse al miedo.
“–¿Y qué puede hacer para superar el miedo?
–No debe correr. Debe desafiar a su miedo. Debe estar lleno de miedo,
pero no debe detenerse.”
(Carlos Castaneda, “Las enseñanzas de Don Juan”)
Pasar del miedo que paraliza a la audacia que no es temeridad insensata.
La imaginación juega con nosotros y nos juega malas pasadas.

8
Hacer frente al miedo.
“¿Qué sucede cuando uno está asustado ? La reacción obvia es huir del miedo de
muchas maneras. Y nuestra mente está llena de escapatorias. Para comprender el
miedo no huyáis por medio de la represión, la dominación, la creencia, la virtud…”
(Krishnamurti, “Acción espontánea”)
Más bien tratando de entenderlo (origen y consecuencias) y desactivarlo enfrentándome
a él, ateniéndome sólo a los hechos que lo causan, no al temor que siento.

Desinstalarse del miedo.

9 “La violencia es el miedo a los ideales de los demás.”

Renunciar a atemorizar a nadie y no dejarse amedrentar por nadie. Es decir,


(Gandhi)

©
no entrar en la dinámica del miedo: amenazas, intimidación, chantaje, coacción.
87

10
Religión sin miedos.
“¿Por qué tenéis miedo? ¡Hombres de poca fe!”
(Evangelio según san Mateo)
Ah, la religión del miedo, que amenaza con castigos y recompensa con premios,
la que siempre está culpabilizando y suplicando perdón, esa es otra.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


literatura Anabel Sáiz Ripoll
Doctora en Filología
Profesora IES Jaume I (Salou)

Introducción
a la cultura gastronómica
en la literatura juvenil
La literatura juvenil y la comida se interrelacionan frecuentemente. Así, todos
sabemos qué es una comida “pantagruélica” o recordamos la ceremonia del té
en casa del sombrerero loco de Alicia y podemos identificar al personaje
glotón y distinguirlo del sibarita, por ejemplo. Alrededor de una buena mesa
se pueden fraguar conspiraciones y motines.

L
a literatura infantil y juvenil no es
ajena al tema de la nutrición. No
puede serlo puesto que su público
está aprendiendo a adoptar hábitos alimen-
tarios y, gracias a los modelos literarios,
puede encontrarlos. Ahora bien, es mucho
más frecuente encontrar ejemplos literarios
relacionados con la alimentación en la lite-
ratura infantil que en el juvenil. Incluso, en
la literatura tradicional se habla de que “te
va a comer el lobo”, por ejemplo, o se dice
eso de “y comieron perdices”.
Este preámbulo nos sirve para enfocar el
tema que estamos tratando: la nutrición y la
alimentación y todo lo relacionado con las
mismas. Alimentarse –bien o mal–, cocinar,
tener buenos o malos hábitos, sentir predi-
lección por un determinado alimento… son
aspectos relacionados con la vida y, por lo
tanto, aparecen en la literatura juvenil.

©
88
La cocina y la dieta
Mediterránea
No es frecuente que la cocina o las afi-
ciones culinarias aparezcan en la literatura
juvenil. Carlos Romeu es uno de los auto-
res que mejor trabaja la comida y la alimen-
tación. Tristán, su personaje más recurren-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


te, con seguridad, es el reflejo
literatura
del autor y en él se evidencian
sus gustos gastronómicos.
Tristán opina, y por su boca
quizás lo haga Romeu que:
“Más allá del Mediterráneo,
solo China sabe cocinar. Las
demás culturas tienen un plato
o dos y el resto es puro pienso”
Llamadme Federico es otro
título relacionado muy de cerca
con la cocina y con la dieta me-
diterránea, ya que Damián-Fe-
derico ha de ocuparse de la co-
cina del pesquero y no lo hace
nada mal por cierto. Tres rece-
tas son las estrellas de Llamad-
me Federico, una la “sípia amb
pèssols”, otra el “suquet de
peix” y otra la langosta a la
brasa. Las tres son algo más
que recetas puesto que le per-
miten a Federico salir de su en-
simismamiento y reencontrarse
para sentirse a gusto consigo
mismo y dejar de ser “el chico
invisible”. Eso sí, Romeu de-
fiende los platos caseros frente
a la cocina rápida y basura y la
dieta Mediterránea es la que
tiene todos sus afectos. sufre bulimia y nadie, en su ce: “En mi casa están todos
A veces, pasando a otra au- casa, se da cuenta. Susana, en desquiciados. Mis hermanas me
tora, una receta es el desencade- Billete de ida y vuelta, de Gem- gritan, aunque ya no las escu-
nante de la historia como ocu- ma Lienas, muestra con toda cho. Les fastidia que me coma
rre con el famoso “jarabe de crudeza la cara amarga de la todo lo que hay en los armarios
rosas” que Ana Alcolea descri- bulimia. Espido Freire en Cuan- de la cocina y que cuando se le-
be con todo lujo de detalles en do comer es un infierno. Confe- vantan por las mañanas no
sus dos novelas El medallón siones de una bulímica, nos ha- quede nada para desayunar. Mi
perdido y El retrato de Carlota. bla de esa enfermedad en pri- madre ha llegado a esconder la
mera persona, puesto que ella comida debajo de las camas,
Desórdenes la sufrió. sujeta a la parte de abajo, pero
alimenticios La anorexia es una de las yo acabo encontrándola. No
Los desórdenes alimenti- enfermedades relacionadas con puedo evitarlo, por las noches
cios son un motivo de preocu- los trastornos de la alimenta- siempre necesito comer”.
pación para padres, educadores ción, mejor descritas en la no- Carlos Puerto, por su parte,
y médicos y, por supuesto, para velística dedicada a la juventud trabaja con extrema sensibili-
los escritores. Las historias des- y que, a juzgar por la cantidad dad este tema en dos libros ex-
tinadas a los adolescentes de títulos que la abordan, más cepcionales: Mi tigre es lluvia y

©
cuando abordan enfermedades preocupa. Las chicas de alam- Rosas blancas para Claudia.
tan graves como la bulimia y la bre, de Sierra i Fabra, precisa- Brontë, en Románticos.co,
anorexia se llenan de dramatis- mente, reciben este nombre por de Tino Pertierra, establece un 89
mo y seriedad. No en balde son su extrema delgadez, obligato- contacto por correo electrónico
enfermedades que minan el ria en el mundo de la moda. con Merlín y los dos, poco a
alma de quienes las padecen. Sara, en Sara y la anorexia, poco, van desvelando sus pro-
Así, en La serpiente de cristal, de Nieves Mesón, empieza por blemas. Merlín ayudará a Bron-
de Fernando Claudín, Lorena comer menos y quitarse el dul- të a superar su anorexia, aun-

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


literatura
que para ello tenga que reabrir su La obesidad es también un
propia caja de los truenos. trastorno que sufren algunos de
Cristina, en ¡Hoy he decidido los personajes de la literatura ju-
dejar de comer!, de Cristina Trilla, venil. Así, en El Granate de Ama-
comprueba ella misma las secuelas rilis, de Carmen Gómez Ojea o en
de no comer, aunque aún no es Diferencias, de Madeleine George.
consciente del problema. A Cristi- En varios textos, sobre todos
na le cuesta mucho salir adelante, infantiles, aparece la alusión al
aunque es capaz de ver con clari- consumo de las llamadas chuche-
rías que nada aportan a la buena
nutrición.

La alimentación en la
novela histórica
En muchas novelas de base his-
tórica, las referencias a la alimenta-
ción y a las costumbres de la épo-
ca son primordiales. Luz Álvarez,
por ejemplo, en Alba de Montnegre
describe el mercado de Toledo en el
S. XV y lo hace con todo lujo de
detalles, entre los que no faltan as-
pectos gastronómicos: “Aquí se
vendía aceite de oliva de Valencia,
dulces vinos de Alicante, grana
para teñir los paños…; pilas de al-
heña triturada en polvo fino, que
usaban las musulmanas para teñir-
se el pelo y la piel; enormes sacos
que abrían sus bocas rebosantes de
pimentón, dulce y picante, para la
cercana matanza del cerdo en San
Martín; carneros gordos, lanudos;
pilas de lana cardada ya sin su ove-
ja… Más allá se desparramaban ce-
bollas, ajos secos, nabos y puerros,
coles para los caldos, potajes y so-
pas que muy pronto el invierno
castellano pediría sobre las mesas;
los primeros membrillos de la tem-
porada y las castañas recién cogi-
das, que, asadas en la lumbre o co-
cidas en leche, se daban de comer a
las niñas delicadas, a los niños des-
dad al final y decir: “Mi vida no ganados, a los viejos desdentados y
será mi familia ni mi trabajo ni mi a los enfermos faltos de apetito.”
pareja, y trataré de decidir sin de- No faltan otros ejemplos en tí-
jarme llevar por los miedos. Quie- tulos como en Aquellas costas de

©
ro que mi vida sea muchas cosas Inglaterra, de Blanca Sanz, o en
pero, por encima de todo, quiero Dos gramos de plomo, de María
90 estar ahí para disfrutarlas”. A So- Blanca Ballester e, incluso, en la
nia, en La foto de Portobello, de recientísima La misteriosa fragua
Vicente Muñoz Puelles, le pasa de Vulcano, de Jorge M. Juárez,
algo parecido: no sabe muy bien si en donde uno de los jóvenes per-
quiere curarse o no porque se sien- sonajes añora la “olla podrida” de
te vacía su madre.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


hubo un revuelo entre los ma-
literatura
como los alimentos que llega-
La cocina como
descubrimiento sai. El guerrero empuñó el sa- ron de América que Carlos Vi-
personal ble. El jefe masai hizo aspa- llanes en La otra orilla enume-
No faltan en la literatura vientos, invocando a su dios. ra perfectamente o la relación
juvenil obras en las que la co- “–Es una ofensa para ellos glotona con la comida que tie-
cina supone un descubrimien- que no bebas –dijo Sofía–. Los nen algunos personajes, como
to personal y un reconocimien- masai adoran a sus rebaños. Cándida, en Frena, Cándida,
to de lo que se come en otros Para ellos los bueyes, las vacas frena, de Maite Carranza o la
lugares. Marisa López Soria, y las ovejas son lo más sagra- problemática que supone el al-
en Bicicletas blancas describe do, después de Ngai, su dios. cohol en Las siete muertes del
como el protagonista conoce la Si no te lo tomas nos castiga- Gato, de Alfredo Gómez Cer-
cocina holandesa en Amster- rán a todos.” dá o, sin duda, el valor simbó-
dam y se deleita con ella. lico de la comida. Los autores
Gustavo Baell, en La niña Los problemas para y autoras, como hemos visto,
colombiana, alude a las arepas encontrar alimento adoptan varios puntos de vis-
y al café; pero no solo eso, sino El hambre o los problemas ta, comprometido, meramente
que la protagonista, en su par- para subsistir son también te- informativo, casual, irónico o
ticular periplo, tiene ocasión mas habituales en la literatura lúdico, entre otros. Así, se
de conocer el congrio cubano juvenil. Abdel, de Enrique comprometen profundamente
o el tajín y el té a la menta ma- Páez, sobrevive en unas condi- cuando se centran en las enfer-
rroquí. ciones deplorables. En esta medades alimentarias, como
Care Santos, en La ruta ocasión se trata de un inmi- no podría ser de otra manera.
del huracán, describe así, en grante que ha llegado ilegal- En una época en que el culto al
palabras de la joven protago- mente a la Península. No obs- cuerpo parece no tener medi-
nista, el descubrimiento de las tante, también hay referencias da, está bien que alguien dé to-
pupusas de El Salvador: “Las a las penalidades que se vivie- ques de atención para que se
pupusas están mejor que las ron en la Guerra Civil como en imponga la sensatez y la litera-
hamburguesas. Para que te ha- La perrona, de Vicente Muñoz tura juvenil tiene un buen pa-
gas una idea aproximada, una Puelles; sin olvidar el estraper- pel en este sentido.
pupusa es un redondel pareci- lo: “–El verano es malo –dijo La relación entre alimenta-
do al pan de pita libanés, sólo Patro–. En invierno la gente se ción y literatura creemos que
que más duro y un poco tosta- mete la comida en los dobladi- ha de llevarse a las aulas para
do, porque se asan sobre una llos del abrigo, en las bufan- tratar de ofrecer buenos mode-
plancha. Saben al maíz con das… cosas así. Ahora, en los para nuestros jóvenes. Mu-
que amasan, y pueden estar re- cambio, si vas muy abrigado se chas son las actividades que se
llenas de (atención, ahora te te nota, aunque la policía hace pueden realizar y que, sin
voy a dar una lección de “sal- bastante la vista gorda por la duda, revertirán en la buena
vadoreñismo”): queso, queso parte que les toca, porque o es- nutrición de los chicos y chicas
con loroco, chicharrón o re- tán sobornados o ellos mismos y también, por qué no, en la
vuelto. Te preguntarás qué es se benefician del estraperlo. creación de lectores.©
el loroco”. Por aquí verá a muchas emba-
A menudo, las costumbres razadas –pronunció la última
de un lugar no son las propias, palabra con retintín.
pero hay que aprender a respe- -¿No lo están?
tarlas como ocurre en El em- -¡Qué va! Debajo de cada barri- 1. Para conocer otros textos relacio-
brujo de Chalbi, de Fernando ga hay un saco de arroz o de nados con el tema se puede mirar:
Claudín, donde los masai ayu- garbanzos o de lo que sea. http://delaliteraturajuvenil
alescuines.blogspot.com/
dan a un grupo de jóvenes oc- Mire.”

©
cidentales con la sangre de sus 2. Así, queremos recomendar un pro-
reses mezclada con la leche: “A Tema para llevar a yecto educativo, del cual forma-
mos parte, en el que el docente, el 91
Kiko esa pasta de sangre y le- las aulas alumno o el lector ocasional en-
che le daba verdadera repug- Son muchos los títulos contrarán un sinfín de textos rela-
nancia. Debía ingerirla, lo sa- que, por falta de espacio, se cionados con la literatura y el arte,
bía, pero los escrúpulos pare- han quedado fuera de este es- en general. Se trata de:
http://delaliteraturaales
cían más fuertes. Rechazó el tudio y varios los temas que cuines.blogspot.com/p/presenta-
cuenco, sintiendo arcadas, y podríamos haber mencionado cio.html.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


libros
NARRATIVA María Simón

C
on Tiempo de arena se cum- con Mariana. Y la tercera, Alejan-
ple el deseo de la autora de dra, que marca el momento en que
que por fin se distinga su es-
tilo literario del de su hermana ge-
ya la mujer puede aspirar a estudios
superiores –llegará a ser y ejercer de TIEMPO DE
mela Dulce, conocida novelista fa- abogada–, y que intenta mantener
llecida en 2003. Inma se compro- viva la relación familiar, sobre todo ARENA
metió a dar vida a un personaje por proteger a su sobrina Xisca, jo-
sobre el que su hermana se había ven débil y sometida a su madre Inma Chacón
documentado y pensaba escribir hasta límites insospechados. Planeta 2011
antes de su grave y rápida enferme- Precisamente son esos límites
dad, una princesa azteca llegada a los que dan origen al misterio de la
España unida a un conquistador es- desaparición de unos niños recién
pañol. Y fruto de ese compromiso nacidos, punto de partida de la in-
es la primera novela de Inma, La triga que va a atravesar toda la no-
princesa india. El éxito conseguido vela. Parece que la autora refleja
dio un giro copernicano a su crea- un hecho familiar real, no infre-
ción literaria, descubrió lo que su cuente en aquellas épocas, los hijos
hermana le había comentado antes de madre soltera eran arrancados de
de morir: “Inma, cuando escribas, la madre nada más nacer por el qué
vas a saber lo que es vivir y no te dirán y no se volvía a saber de ellos.
conformarás con sobrevivir”, y con- Junto a la lucha por los dere-
fiesa que tras cuatro novelas publi- chos de la mujer otros temas aso-
cadas ”ha descubierto una intensi- man a lo largo del relato: el auge de
dad de vida insospechada, y que la las logias masónicas, sus ritos, muy
narrativa es una aventura fascinan- bien documentados por cierto, y,
te que va viviendo el autor: descu- cómo no, su organización clara-
brir mundos nuevos y sentimientos mente machista donde también un
nuevos”. hermano maestro velaba por la mu-
Se podría decir que Tiempo de jer que aspiraba a formar parte de la
arena es una novela de mujeres y logia femenina, la llamada “maso-
en pro de la mujer. Se sitúa a fina- nería de adopción”.
les del XIX y principios del XX, La acción se desarrolla funda-
cuando la mujer no tenía derecho mentalmente en Toledo en dos pla-
ni a la educación ni al trabajo, y de- nos de tiempo, hacia 1930 en tiem-
bía estar tutelada por un hombre de po real, y desde 1986 en flash-back.
la familia, el padre o el marido, del Son interesantes las pinceladas his-
cual necesitaba permiso para todo. tórico -políticas, sociales, culturales
Y por otra parte las protagonis- de esos años por bien documenta-
tas son cuatro mujeres, tres herma- das –no en vano ha dedicado cua-
nas, Mariana, Munda y Alejandra, y tro años a su preparación–, y mejor
la hija de Mariana, Xisca. Las tres recreadas.
hermanas son mujeres fuertes y con Y puede sorprender, si no se ha
tres personalidades muy distintas. leído previamente la novela de
Aquí es donde merece la autora un Inma Chacón Las Filipinianas, la re-
aplauso especial por conseguir dibu- lación con Filipinas y filipinos, sus
jar tan certeramente sus distintas psi- avatares en esos años, sus persona-
cologías y modos de enfocar la rea- jes, muchos de los cuales aparecen
lidad. La mayor, Mariana, encorseta- de nuevo en Tiempo de arena.

©
da y empeñada en mantener el El estilo de este relato es enor-
estatus sin posibilidad de evolución. memente ágil. Se dosifican las
92 Munda, la segunda, progresista y pistas que nos van llevando al de-
perteneciente a la incipiente maso- senlace, manteniendo un creciente
nería femenina, que reclama mejo- interés. Coincidimos con la autora
ras sociales para los obreros, para las en que esta novela marca un hito
trabajadoras de las fábricas (aún no en la madurez de su estilo. Sigamos Inma Chacón
se esperaba la ley de la silla que lle- con atención sus futuras produccio-
garía años más tarde), enfrentada nes.©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


libros
ENSAYO
LA SOCIEDAD INFORME
Posmodernidad, ambivalencia
DONDE NO y juego con los límites
HABITA EL Gérard Imbert
MIEDO Icaria 2010
a sociedad informe es la evolución
Federico Mayor L lógica del pensamiento ensayístico de
su autor: Gerárd Imbert, quien a través de
Zaragoza
María Novo sus anteriores obras, como, La tentación
del suicidio (2005), El transformismo tele-
Edicciones visivo (2008), Cine e imaginarios sociales
Litoral 2011 (2010), entre otras, ya nos aportó una
serie de pinceladas de lo que, en ésta su
última obra, es una imagen de una socie-
dad ambivalente, hipervisible y en todos
sus límites sin forma en la cual vivimos
actualmente y en la que luchamos por
D e Mayor Zaragoza son bien cono-
cidas sus preocupaciones en pro
de la paz y los Derechos Humanos,
comprender por qué es como es.
La violencia, los medios de comuni-
tanto en su etapa de Director de la cación, el cine, Internet… sirven a Gérard para argumentar su
UNESCO como en posteriores enco- visión a través de las manifestaciones y el uso que la sociedad
miendas de carácter humanitario. Ac- hace de estos elementos para sentenciar, en un ordenado discur-
tualmente preside la Comisión Interna- so, un retrato que cuanto menos inquietará a los lectores por su
cional para la abolición de la pena de contundencia y por su afilada visión clínica.
muerte, entre otros nombramientos. ¿Podemos no estar de acuerdo en que vivimos en una socie-
Algo menos conocida es su obra dad informe? Es una conclusión a la que llegará cada lector tras
poética, muy abundante sin embargo e viajar a través de las páginas de esta obra.
igualmente con los mismos motivos de Aunque es innegable discutir ciertas realidades expuestas:
inspiración. “La voz del poeta tiene vivimos en una sociedad que se diluye, que cada vez es más líqui-
mucho que decir ante estas realidades” da, entendiendo esto como resultado de un desmoronamiento del
dicen los autores en el prólogo de sistema ideológico que hasta ahora orientaba nuestras conductas,
“Donde no habite el miedo”. Realida- cuyos fines se pierden en un turbio océano de interrogantes.
des de amor y fraternidad y también de Otro término que se repite a lo largo de este ensayo es el de
violencia, injusticia y exclusión… la ambivalencia, entendida como esa forma de moverse la socie-
Esta obra, exquisitamente editada dad posmoderna occidental en espacios contrarios a ellos mis-
por ediciones Litoral, ha sido com- mos sin que esto se viva como algo contradictorio, y es que nos
puesta por este autor y por María Novo movemos en los límites, lo que construye una sociedad que cam-
Villaverde autora también de las ilus- bia fácilmente de opinión, una sociedad en tensión, efímera.
traciones. “Donde no habite el mie- Nos desplazamos entre contrarios, lo público y lo privado,

libros
do”, es un diálogo poético que aborda lo cercano enfrentado a lo lejano, el placer contra el dolor, lo
la situación de crisis global que sufre social frente a lo íntimo… y lo hacemos con una saturación de
el planeta y que afecta a nuestra histo- información que dota de una porosidad e hipersensibilidad que
ria personal y colectiva. desembocan en que la humanidad no emplee símbolos, sino
Ambos cuentan cómo, en estos iconos.
tiempos de pérdida de valores, domina- Creando una colectividad que se rige por el deseo como
dos por los mercados, hay que alzar la una figura constantemente insatisfecha, con todo al alcance de
voz y actuar. Una secuencia de poemas la mano pero perdiendo la percepción de conquista de lo dese-
a dos voces, en los que, aunque en el ado. Una sociedad adolescente que asume la contradicción
prólogo Mayor Zaragoza afirma que la como estilo de vida o como nueva norma. Que lo quiere todo
porque no puede, o se niega, a elegir nada.

©
poesía es el arte de sugerir, ninguno de
los problemas a los que los autores son Todo ello, muy probablemente, a causa de la crisis de los
grandes discursos: político, económico, ideológico, proyectos
sensibles queda sugerido, sino abierta- 93
mente explícito. © colectivos, que ha provocado una pérdida del sentido de la trans-
cendencia, lo que dificulta la consecución de nuestra historia.
Virginia Fernández Aguinaco Si alguna de estas ideas, o todas ellas, le inquietan o dan res-
puesta a las preguntas que nos hacemos como individuo enfren-
tado al otro y a la sociedad, sin duda, La sociedad informe es
para usted.
Agustín Bravo

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


teatro
Javier López

T ras las festividades navide-


ñas, los empachos de tu-
rrón y roscón, el derroche
nados se mostrarán en una mara-
tón el día 4 de febrero en el mis-
mo Price. Y obviamente hay tea-
XII FESTIVAL
de los regalos y viajes a ver a la
familia, Madrid vuelve a ser la
tro, no mucho, pero selecciona-
do. Me gustaría destacar “Yo en ESCENA
ciudad abierta pero no rebosan- el Futuro” del director, autor, ci-
te que suele ser. neasta y profesor bonaerense Fe- CONTEMPORÁNEA
Y tras las festividades navide- derico León. Un espectáculo que
ñas, y como cada año, se progra- se ha representado en Bruselas,
ma el Festival de Escena Contem- Buenos Aires, Avignon, Praga y
poránea en el que tenemos la muchas otras ciudades europeas.
oportunidad de adentrarnos len- Nunca llegó a Madrid en su mo-
tamente en lo que algunos lla- mento, pero ahora el autor ha de-
man “la minoría de la minoría”. cidido volver a acercarse a ella
Durante algo más de tres sema- con una videograbación del es-
nas, Madrid decora sus teatros de treno en Bruselas que irá acom-
compañías que luchan por en- pañada de una pieza teatral pre-
contrar un hueco donde normal- via a la proyección. Y más teatro
mente no lo tienen. Se les llama como “Black Tie” de Rimini Pro-
de ese modo por el teatro que tokoll en La Casa Encendida, bor-
proponen, ese teatro fronterizo, deando con el teatro documental
experimental, aventurero, que se alemán donde una actriz alema-
atreve o pretende crear nuevas na nacida en Corea cuenta la ex-
fórmulas, nuevas narrativas. Un periencia de su vida que obtuvo
teatro más poético, más limítro- al investigar su adopción.
fe, más libre. El tipo de teatro Una gran idea de este año
que esquiva aquello que ya he- son los talleres abiertos a los pro-
mos visto, el teatro que decide fesionales al igual que la idea de
no encontrar sino que buscar for- Cartografía, una librería que sir-
mas. ve a su vez de punto de docu-
En esta edición, la duodéci- mentación en la Librería Tipos
ma, los podremos disfrutar de es- Infames donde nos podremos
pectáculos diseñados aquí y más acercar a las referencias de los
allá de nuestras fronteras. Algu- propios autores que participan en XII FESTIVAL DE ESCENA
CONTEMPORÁNEA
nos son de danza como “Impreg- el festival, así como a libros edi-
Del 26 de enero al 17 de febrero.
naciones de la Srta. Nieve y Gui- tados por el propio festival e in-
tarra” de Mónica Valenciano que cluso performances como la que Espacios: Teatro Pradillo, Sala
abrirá la sala Pradillo. Un espec- estrena la bailarina y coreógrafa Cuarta Pared, DT Espacio Escéni-
táculo del que ya pudimos ver un Elena Alonso con el título de co, Teatro Lagrada, Sala Triángulo,
avance videográfico en la ante- “Book Room” el día de la inau- Sala Cambaleo en Aranjuez, La
rior edición y que ahora recupe- guración. Casa Encendida, Centro 2deMayo,
ra de su estreno en 2007 del Fes- En otras ocasiones me han Teatro Circo Price, Museo Reina
tival LP de Barcelona. Hay tam- leído reclamar un mayor espacio Sofía, La Tabacalera, Garaje Lumiè-
bién espectáculos circenses, muy para este tipo de creación artísti- re, El Matadero, Círculo de Bellas

©
esperados por éste que les escri- ca en nuestro país. Un tipo de Artes, Cineteca, Off Limits, Espacio
be, en particular una idea pro- lenguaje escénico que en Europa Menosuno, Librería Tipos Infames.
94 mocionada junto al Circo Price disfruta de un consolidado y
para el que durante el otoño se prestigioso circuito pero que es Comunidad de Madrid.
convocaron a todo tipo de com- inexistente aquí. Este es uno de
pañías de cualquier origen a que los pocos sitios, y sinceramente, http://escenacontemporanea.com/
presentaran nuevas propuestas no creo que en las actuales cir- 2012
para proyectos de investigación cunstancias dure mucho. Disfru-
en circo y cuyos trabajos seleccio- temos de sus últimas veces.©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


teatro
María Jesús Ramos
Barcelona
A UN LUSTRO DE DISTANCIA
Lo único que no puede hacer el teatro es aburrir

E
sta frase que corre por el mundo escénico, El gran escenario de la Sala Grande del Teatre
me viene a la memoria después de ver y dis- Nacional se presta admirablemente al juego de te-
frutar del último montaje de EGOS teatre. lones, deslizamientos, cambios… entre los que se
Conocí a este grupo en el año 2007, casi al mueven continuamente, a veces a un ritmo frené-
comienzo de la temporada del Versus Teatre, po- tico, actores y músicos. La iluminación, el sonido,
niendo en escena su muy particular versión de la coreografía, las caracterizaciones y el vestuario,
una opereta de Gilbert y Sullivan. Acabo de diver- sobre todo los sombreros de las señoras, multipli-
tirme con ellos en el Teatre Nacional de Catalun- can el tono divertido y mordaz de la historia.
ya, con su particularísima versión, en clave musi- Espléndida Lali Camps en su doble papel, e
cal, del cuento de Oscar Wilde, El crimen de Lord inolvidable Toni Sans como el quiromántico ver-
Arthur Savile. ¡Qué carrera llevan estos chicos! sátil y omnipresente en el que lo ha convertido
Y qué fidelidad a la formación del grupo. Las esta versión. Un buen trabajo de equipo, bien ac-
mismas personas que gestaron el primer espectá- tuado, bien cantado.
culo como un taller de final de carrera en el Ins- Me queda en el recuerdo la frase que Oscar
tituto del Teatro, en la modalidad de teatro musi- Wilde pone en boca del protagonista: El mundo
cal y que se lanzaron despues a los escenarios, es un escenario, pero los papeles de la obra es-
son los mismos nombres que forman el núcleo de tán mal repartidos.
este último espectáculo. Sólo una variante: Fran-
cesc Mora, pianista y único músico en Rudigore,
ahora se ve acompañado por ocho músicos más.
La primera obra: Ruddigore o la nissaga ma-
leïda (Rudigore o la saga maldita), fue subtitulada
por sus autores, Gilbert y Sullivan, en su estreno
londinense a finales del siglo XIX, como Opereta
sobrenatural. Estrenada en noviembre de 2007 en
el Versus Teatre y repuesta, debido a su éxito de
boca a oreja, en abril, cuenta la tremenda histo-
ria de una maldición que obliga al heredero de
una noble familia a matar a una persona al día
para no morir él de horrible muerte. En clave iró-

teatro
nico-tremendista se convierte en un auténtico di-
vertimento que no deja, como se dice, “títere con
cabeza”.
Casi cinco años después, El crim de Lord Ar- El crimen de Lord Arthur Savile
thur Savile, vuelve a reunir a Anna Alborch, Lali
Camps, Rubèn Montañá, Albert Mora, Maria San-
tallusia, Toni Sans y Francesc Mora (piano y direc-
ción musical), con José María Segura en la direc-
ción escénica.
Oscar Wilde cargó este cuento corto con toda
la ironía y crítica que le eran habituales al juzgar
a la sociedad de su país y de su tiempo: sus jue-

©
gos de doble moral, prejuicios y supersticiones.
Esos apenas diez minutos de lectura se convierten
en manos de EGOS teatre, en un musical moder- 95
no y dinámico de más de dos horas de duración.
La tragedia de Lord Arthur a quien un quiro-
mántico de moda predice que matará a un parien-
te, se convierte en una loca y disparatada historia
de intentos criminales fallidos y a contra-reloj, a fin
de cumplir “su destino” antes de su boda. Ruddigore o la saga maldita

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


cine
Cecilia García

LOS
D
irector singular, Alexan- Comedia negra, drama hu-
der Payne no entiende su mano, “Los descendientes” es
oficio acuciado por la im-
periosa necesidad de rodar una
una cinta tremendamente gene-
rosa con el espectador: es didác- DESCENDIENTES
película cada año para estar en tica sin que se note, entretenida,
el “quién es quién” de la indus- desbordante e ingeniosa, mordaz Director:
tria. Todo lo contrario: rueda en ocasiones, en otras tremenda- Alexandrer Payne
cuando tiene algo que contar y mente sentimental sin llegar al
por cierto lo cuenta magnífica- sentimentalismo. Y la gran virtud
mente. de Payne es ofrecernos todo ese Intérpretes: George Clooney,
Desde la sobresaliente “Entre abrumador abanico de virtudes Shailene Woodley
copas” habíamos perdido la pis- desde la mayor sencillez narrati-
ta de este director siempre reco- va. Su naturalidad es la mejor
mendable. Ahora vuelve con herencia de un director mayús-
“Los descendientes” en la que de culo que, sin embargo, no se da
nuevo habla de lo que más le importancia. Esta cinta huele a
gusta: la condición humana no Oscar y, sin los pronósticos no
sometida a experiencias extraor- fallan, se llevará un buen puña-
dinarias y sí a una rutina que do de ellos. Hay que destacar el
descubre al individuo como es: magnífico trabajo de George
deliciosamente imperfecto. A ve- Clooney, un actor con aroma
ces heroico, otras cobarde, unas clásico, al que ningún papel le
leal en otras ocasiones incohe- viene grande. Clooney presta su
rente y, en la mayoría de las oca- humanidad a un personaje com-
siones, tremendamente perdido plejo que él moldea sin aspa-
en cuento a su relación con él vientos. Gran actor para una
mismo y con el mundo. gran película. ©
El desencadenante de la tra-
ma de “Los descendientes” es el
accidente que sufre la esposa del
protagonista. Éste, aún sin supe-
rar el desconcierto al saber que
está en coma, decide recuperar
la relación con sus hijas. Este es-
bozo es la invitación a adentrar-
nos en la condición humana de
un hombre devastado, que acu-
mula deudas vitales consigo mis-
mo y con su entorno, que duda,
que es aparentemente incapaz
de resolver los conflictos que se
le van amontonando como si se
empeñaran en recordarle su fra-
gilidad, a él, que antes del acci-
dente parecía tan sólido en sus

©
imperfecciones. Y la familia se
nos revela como un campo de
96 minas en el que no es fácil ges-
tionar los problemas de los hijos
provocados por situaciones que
también comparte, o ha compar-
tido el padre que ahora parece
incapaz de ofrecer una hoja de George Clooney, Shailene Woodley
ruta mínimamente solvente. y Amara Miller

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


cine
Cecilia García

THE
E
n 2012, ¿puede una película perfecto. El director respeta la
muda llevar a espectadores a textura de las películas de cine
las salas, convirtiéndose en mudo, su ritmo, la sobreactua-
un éxito de crítica y de público? ción de los actores, demasiado ARTIST
Rotundamente sí, aunque pare- generosos gestualmente, la foto-
ciese improbable. Desde su pri- grafía… Es un pequeño tesoro,
mera proyección en el Festival de quizás el más inesperado de esta
cine de Cannes, los críticos salu- temporada. Dicen que se conver-
daron “The Artist” como una de tirá en la gran sorpresa de los Os- Director: Michel Hazanavicius.
las películas más importantes de car al ganar el de Mejor Película
este curso cinematográfico, un y quizá Mejor Fotografía y Mejor Intérpretes: Jean Dujardin,
guiño a los cinéfilos y amantes Actor y Actriz. No sorprendería, Bérenice Beijo.
del cine y un nada desdeñable Guardín se metamorfosea en una
ejercicio de nostalgia sobre los estrella del cine mudo con una
inicios del cine, la inocencia que eficacia que parece sacado de
destilaban sus películas y el tre- cualquier película de Hollywood
mendo drama que se cernió so- de aquella época. Está siempre
bre algunos actores que fueron entonado y preciso, con una so-
incapaces de transitar la evolu- breactuación voluntaria por
ción del cine mudo al sonoro. cuanto es la que precisa su per-
Hazanavicius no ha inventa- sonaje. Betijo está más plana, su
do nada nuevo. No es un co- interpretación es más predecible
pión, sí un aplicado estudioso de y no tiene el carisma de su com-
cómo se rodaban las películas en pañero. Poco importa ante una
la época del cine mudo para re- cinta que no emplaza a ver el
producir sus clichés, las tramas, cine desde la sencillez para en-
los personajes y, al tiempo, ofre- tender su complejidad.©
cer una cinta moderna por su vo-
cación de clásico. “The Artist”
nos cuenta la decadencia de un
cómico de éxito en Hollywood,
una estrella total que tiene el
mundo en sus manos, hasta que,
por terquedad y orgullo, se resis-
te a que el público conozca su

cine
voz. Esto le llevará a una bajada
a los infiernos en la que sólo es
redimido por el amor. El argu-
mento no puede ser más simple
y conocido. Sin embargo, ¿por
qué nos sorprendemos en cada
escena? Porque devuelve al es-
pectador a su infancia, al mundo
de los cuentos, a una inocencia
un punto cursi que ya es imposi-

©
ble de encontrar. Tiene todo lo
que un espectador virgen puede
pedir a una película: risas, lágri- 97
mas, romance, comedia, dra-
ma… nada falta y nada sobra en
esta producción tan valiente
como arriesgada.
Este homenaje al cine mudo
Jean Dujardin, Bérenice Beijo
de los años 20 es técnicamente

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


cultura y fe: titanio reluciente
Norberto Alcover

L os pasados días festivos con


que se cierra un año y arran-
ca otro, me han hecho reco-
nectar con una serie de personas
Significa que nuestra fe es como
el maravilloso museo bilbaíno,
ejecutado en titanio puro y duro,
pero que necesita de la luz del
ancianas que forman parte de mi sol para que reluzca en toda su
propia familia, pero también de insuperable belleza. El titanio so-
POR UNA otras. Esas personas que han
constituido el fundamento de
lamente muestra lo que guarda
en su interior si la luminosidad
ANCIANIDAD nuestra sociedad durante años y
años, que nos han preparado las
del astro rey se proyecta sobre el
metal valiosísimo. De la misma
BELLA plataformas sobre las que discu-
rrimos y que, mejor o peor, esto
forma nuestra fe cristiana sola-
mente muestra toda su potencia-
ya es secundario, se han esforza- lidad de belleza histórica en la
do por vivir según sus concien- medida en que el sol de la cul-
cias de ciudadanos y tal vez cre- tura ambiental se desploma so-
yentes honrados y honestos. Han bre el conjunto de su realidad. El
hecho historia, recibida, a su vez, dogma se hace cercano cuando
de generaciones anteriores, y así se inculturiza. Jesucristo se hace
hasta el comienzo del tiempo hu- comprensible, sin perder un ápi-
mano. Las cosas son así. Las que- ce de su misteridad, cuando el
jas sobran. Los ancianos y ancia- tiempo y el espacio se proyectan
nas son, casi sin excepción, vene- sobre su persona. El titanio de la
rables, admirables y, sobre todo, fe se torna reluciente mediante
bellos y bellas. Permítanme que la luz de la cultura. De esto va
me explique. esta sección, reconozco que un
Muchas veces evitamos, de tanto extraña.
forma espontánea y por cansan- La ancianidad es parte de
cio, honrar a estas personas que nuestra fe. No en vano, estos
ya han descrito su parábola vital hombres y mujeres ancianos
y están en el terreno prodigioso, nos la trasmitieron, a su mane-
pero tal vez costoso, que les pre- ra, como estamos haciendo
para para la definitiva plenitud. nosotros con las generaciones
Tal es la muerte. Están en el ahí venideras. Nuestra fe está en
de nuestras casas y de nuestra so- deuda permanente con ellos y
ciedad. Parece que las soporta- ellas porque, en definitiva,
mos, incluso que nos vemos obli- nuestra fe son ellos mismos, sin
gados a atenderlas con grave de- escapatoria posible. Pues bien,
trimento de nuestro tiempo tanto para que la ancianidad reluzca
laboral como personal. Maldita y muestre el esplendor de su
ley de dependencia que se ha ve- belleza, se hace necesario que
nido abajo por la maldita crisis desplomemos sobre ella la lu-
que nos agobia. De nuevo tantos minosidad del amor, hasta el
ancianos y ancianas recaen sobre punto de que la “cultura del
nuestros hombros a todos los abrazo” produzca la emergen-
efectos, y nos asustamos ante el cia de “la esperanza escondi-

©
pedrusco que oscila sobre sus vi- da”, tantas veces anulada y os-
das. Ellos y ellas lo perciben y te curecida por la distancia y el
98 confiesan, entre lágrimas, sentir- menosprecio. Hay que luchar,
se tan inútiles como sobrantes en desde la venturosa abnegación,
la feria de la vida. Nada comen- porque la ancianidad experi-
tan en voz alta. En susurros, lo mente una vida de titanio relu-
dejan caer. Y te duele un montón. ciente, desde un soberano acto
Esta sección se titula desde de fe en la suprema divinidad
el comienzo titanio reluciente. de la belleza. Por ahí.©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


televisión
Virginia Fernández

TOLEDO

L
a expresión de “alta referida a los automóviles y el derecho romano adoptado
gama”, que, dicho sea de poco más. Para uno de los pro- por Alfonso X en las Siete Parti-
paso, me parece algo ridí- ductores de Toledo “alta gama” das y Sancho se rebeló contra su
cula, hasta ahora la había oído puede aplicarse a las produc- padre. Pues bien en la serie San-
ciones de televisión, como esta cho es el mayor, y de otro matri-
misma serie histórica. Puede monio anterior (que nunca tuvo
que esté en lo cierto si por ello lugar según la historia). Este es el
se entiende presupuesto cuan- error más grave, pero hay otros
tioso, buena ambientación, ex- y más que irán apareciendo
celente selección de espacios cuando avancen los capítulos.
abiertos, abundante número de Los guionistas son hijos de
extras y figurantes y riqueza de su tiempo. Quiero decir que tie-
vestuario y atrezzo. Además, nen la mentalidad, los tópicos y
claro está, de un reparto de al- los mitos vigentes en este mo-
gunas campanillas aunque no mento en España. Al menos en
del todo afortunado. buena parte de la población.
Si del guión se trata, diría Así que en el relato de malos y
que tanto da que sea la corte to- buenos son buenos los partida-

televisión
Juan Diego en Alfonso X ledana de Alfonso X el Sabio rios de la paz, naturalmente.
como la España prerromana o el Me reí bastante con una frase
siglo XVII en China, o cualquier que suena escasamente medie-
lugar del mundo en cualquier val pero que el noble caballero
época pasada… La cosa es pre- leal dice con enorme convic-
sentar unos caracteres definidos: ción: la convivencia entre anti-
el buen rey y su devota esposa guos enemigos es frágil y pro-
(o no tanto) deseosos de paz y blemática, pero merece la pena
bienestar para su pueblo, el hijo intentarla, tal que Patxi López ,
algo tarambana y aficionado a pongamos por caso. Los malos,
los enredos amorosos pero bue- por supuesto se oponen a la
na gente, el otro hijo celoso del paz y son intransigentes. ¿Adi-
primero y lleno de ambición, el vinan quiénes? Pues sí, el noble
Patricia Rico en Violante fiel caballero, recto y justo hasta acaudalado que se ha enrique-
el heroísmo, el joven galán, la cido con la guerra (¿De qué me
mora guapísima y bastante libe- suena esto?) y ¡faltaría más! …
rada, los malos… La realidad de el Arzobispo.
la historia no importa mucho: Una observación sobre los
los hijos de Alfonso X, según las protagonistas: El actor Eduard

©
crónicas fueron el infante Don Farelo, que encarna al leal Ro-
Fernando y el infante Sancho, drigo Pérez de Ayala se come a 99
ambos hijos de Violante, esposa todos los demás, mientras que
legítima del Rey Sabio. El mayor Juan Diego como Alfonso X, en
Fernando murió prematuramen- mi opinión, no termina de en-
te dejando un lío sucesorio al cajar en el papel.
entrar en conflicto el derecho En resumen: entretenido cu-
Maxi Iglesias es Martín Pérez de Ayala consuetudinario castellano con lebrón de “alta gama”. ©

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


©
100

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


arte
Francisco Vicent Galdón

EL MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE ALICANTE


(MACA), PARNASO DEL ARTE DEL SIGLO XX
A menos de una año de su apertura, ya que fue
inaugurado el pasado 22 de marzo de 2001,
el Museo de Arte Contemporáneo de Alican-
lección Arte Siglo XX, Colección Juana Francés y
Colección Eusebio Sempere. Del número total de
obras, en la Colección Permanente se exhiben de
te, conocido como MACA, ha logrado abrirse un manera rotatoria una selección que, por un lado,
merecido espacio entre las más reconocidas institu- permite a lo largo del tiempo dar a conocer toda la
ciones museísticas de nuestro país y, como es ob- colección y, por otro, la óptima conservación de las
vio, no motivado por su larga trayectoria sino debi- piezas. De ahí, que el visitar este Museo resulte
do al prestigio, a la calidad y procedencia de sus siempre interesante y novedoso al hallar, periódica-
colecciones. El MACA es heredero directo del an- mente, en cada visita expuestas nuevas piezas. Así,
terior Museo de La Asegurada, institución surgida de la Colección Arte Siglo XX, ubicada en la prime-
entonces gracias a la iniciativa del prestigioso artis- ra planta, de sus 177 piezas, que abarcan de los
ta alicantino, Eusebio Sempere, quien para hacer años 20 a los 80 del pasado siglo, sólo se muestran
posible dicho museo donó a Alicante toda su colec- una selección de 76 ya que como hemos comenta-
ción. Esta generosa y singular donación se vio enri- do es rotatoria. En este conjunto hay obras repre-
quecida años después con los fondos procedentes sentativas de todos los estilos o corrientes plásticas
del importante legado que la pintora, Juana Fran- surgidas en el siglo XX, entre las que figuran obras
cés, hizo también a su ciudad en 1990. Con lo que cinéticas, expresionistas, abstractas, geométricas,
con este patrimonio y el que el Ayuntamiento ali- surrealistas y constructivistas de Agam, Arp, Bacon,
cantino ha ido adquiriendo desde 1997, el MACA Dalí, Delaunay, Gargallo, Giacometti, Gris, Braque,
cuenta con la importante colección que hoy cono- Calder, Chagall, Canogar, Chillida, Kandinsky, Le
cemos. Fondos que se exhiben y guardan en el con- Parc, Matta, Millares, Miró, Picasso, Rauschenberg,
junto arquitectónico conformado por la Casa de La Saura, Sempere, Serrano, Sobrino, Soto, Tàpies, en-
Asegurada, un edificio de 1685, y el nuevo que per- tre otros importantes nombres de exponentes plás-
mite ampliar los espacios tanto expositivos perma- ticos del siglo XX. Todas estas piezas fueron dona-
nentes y temporales como los destinados a biblio- das por Eusebio Sempere.
teca, almacenes, salón de actos y otros usos y que En la segunda planta, localizamos la Colección
dispone de un total de más de 4.600 m2 de super- Juana Francés, de la que, de su donación de más
ficie construida, distribuida en cuatro plantas y dos de un centenar de obras, se exhiben 28 piezas muy
sótanos. El MACA, por la heterogénea reunión de representativas de sus distintas etapas entre las que
lenguajes plásticos, se constituye en parnaso del figuran pinturas, dibujos, cajas, torres y grabados
arte del siglo XX. que definen su evolución y trayectoria dentro del
informalismo abstracto. En la tercera, encontramos
Colecciones instalada la Colección Eusebio Sempere, conjunto
El conjunto total de piezas que integran el patrimo- que consta de 575 obras, entre pinturas, esculturas,
nio artístico del MECA alicantino, consta de cerca dibujos y grabados, de las que se muestras 45 pie-

arte
de 900 obras de arte entre pinturas, esculturas, di- zas que presentan las distintas facetas y evolución
bujos y obra gráfica. Piezas que se reparten entre os del artista dentro de la abstracción geométrica y de
tres conjuntos de los que se nutre este Museo: Co- la corriente óptico cinética.©

©101

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


exposiciones

Joan Miró. La masía David Teniers. Paisaje con gitanos.

Rubens, Brueghel, Lorena. hasta ahora y es que, además de mostrar una completa
El paisaje nórdico en el Prado selección de piezas representativas de cada una de las
etapas de Miró, mediante estas obras, atendiendo a la
temática, al significado o al simbolismo que se despren-
D esde hace unos años, obras importantes de nuestra
primera pinacoteca vienen itinerando por distintas
instituciones de las comunidades autónomas, mostran-
de de cada composición, se evidencia el compromiso
del artista con el tiempo que le tocó vivir y con su país.
do piezas relevantes de sus colecciones. Es el caso de Son unas 170 piezas, entre pinturas, esculturas y obras
esta exposición que visita Santiago y que está centrada sobre papel, las que se exhiben de modo cronológico,
temáticamente en mostrar aquellas obras de artistas que por lo que hacen posible seguir la evolución de Miró
se inspiraron en el paisaje nórdico para ambientar o de- desde sus orígenes hasta el momento final de su crea-
corar sus composiciones. De ahí, que al reunir la mues- ción. Así, en los inicios del artista, se aprecia la influen-
tra 52 pinturas, presente una interesante y atractiva va- cia de corrientes plásticas como el Fauvismo, Cubismo
riedad de estilos y de perspectivas sobre las diferentes y Dadaísmo. Siguiendo la obra expuesta nos adentramos
tipologías del paisaje que surgieron a lo largo del siglo en su personal Surrealismo, movimiento cuyo manifies-
XVII de manos de artistas como: Rubens, Brueghel el to acató y sus planteamientos aplicó a cada uno de sus
Viejo, Lorena, Teniers y Snayers, entre otros. Visiones trabajos plásticos, ya fueran figurativos o abstractos. Su
concebidas en tierras de Flandes y Holanda y que pre- lenguaje surrealista, con el paso de los años, se iría en-
sentan el paisaje como un género pictórico indepen- riqueciendo o nutriendo de elementos, símbolos o sig-
diente, de gran auge y consolidado que ofrece una muy nos propios del Primitivismo y de culturas orientales, a
variada tipología al plasmar visiones de bosques, de los que añade o aporta una magia o mitología persona-
montañas, de la vida campestre, de jardines palaciegos, les. Si observamos, al contemplar las distintas facetas del
de parajes nevados, de playas, marinas, puertos y ríos artista reunidas en esta magna y grata exposición, gran
e incluso de lugares exóticos y tierras lejanas. Viendo parte de la obra de Miro posee una deliciosa cualidad
esta selección de piezas procedentes del Museo del lúdica en sí misma que con el tiempo fue dando entra-
Prado, al margen de su calidad, comprobaremos cuán da a una imaginería más sombría, salvaje y dura, inspi-
variada y evocadora se presta a ser la temática de pai- rada por el drama de la Guerra Civil y sus consecuen-
sajes, que aquí se muestra estructurado atendiendo las cias en la población. En la obra de los años 50 hasta el

©
distintas tipologías que plasman los artistas.© final de sus días, hallamos un Miró plenamente centra-
Fundación Novacaixagalicia, Santiago de Compostela, do en la investigación técnica y matérica. En las últimas
102 hasta el 26 de febrero. décadas de su creación, además de pintura, escultura y
dibujos, se adentrará en la cerámica, en los murales y
Joan Miró. La escalera de la evasión vidrieras y, de manera especial, en trabajar activamen-
te las técnicas del aguafuerte y la litografía de las que
también hay ejemplos en esta exposición que reúne cer-
P or estos días se viene exhibiendo en la Fundación
Joan Miró de Barcelona quizá una de las más impor-
tantes muestras que de este artista se hayan celebrado
ca de 60 años de creación.©
Fundación Joan Miró, Barcelona, hasta el 18 de marzo.

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012


exposiciones
El Hermitage en el Prado Berthe Morisot. La pintora impresionista

A ún continúa en el Prado la espléndida muestra de


piezas procedentes del Hermitage, que por su rele-
vancia, dan idea al visitante de la gran variedad y rique-
L a pintora francesa, Berthe Morisot, muy vinculada al
grupo de artistas impresionistas, se muestra en el
Thyssen-Bornemisza un selecto conjunto de obras, entre
za que atesora el más importante museo de Rusia. A tra- óleos, pasteles, acuarelas, dibujos y grabados proceden-
vés de 180 obras es posible imaginar las magníficas y ex- tes del Museo Marmottan Monet de París. Berthe Mori-
cepcionales piezas que componen cada una de las sot, como podemos percibir por estas obras, vemos que
diversas colecciones con que cuenta este gran museo. cultivó de pleno los modos o maneras impresionistas. De
Trabajos que abarcan desde la arqueología, la pintura y hecho, toda su creación se identifica con esta corriente,
la escultura, hasta las artes decorativas, los trajes de épo- a la que, además de frecuentar, se halló muy vinculada
ca y el mobiliario. Obras todas, que desde una cuidada por el hecho de ser Berthe cuñada de Manet y además
selección, nos dan idea del exquisito y refinado gusto de posar como modelo para varios artistas. Volviendo a las
sus originarios propietarios y mecenas, los zares. Ade- obras aquí expuestas que nos ocupan, descubrimos la
más esta selección, según está configurada e instalada variedad temática cultivada por Morisot, pintora que, en
en el Prado, logra adentrarnos en los orígenes y en la his- cierto modo, quedó un tanto ensombrecida por la enor-
toria del Hermitage, como palacio y como museo. La me producción y proyección que lograron sus colegas
muestra se inicia con los retratos de sus propietarios y impresionistas, auque el hecho de ser mujer nunca le im-
ocupantes, los emperadores Pedro I, Catalina II y Nico- pidió que participara en las grandes exposiciones y sa-
lás I. A continuación, mediante los nueve apartados en lones de pintura de la época. En su creación vemos que
que se estructura la exposición, podemos ver un cuida- trabaja con igual soltura el paisaje, la figura, el retrato,
do conjunto de piezas arqueológicas de tribus nómadas las escenas campestres y de interior y los asuntos inti-
de la estepa rusa y otras de la cultura griega. Le sigue mistas por lo que, ante tanta diversidad de asuntos, la vi-
una espléndida selección de pinturas, esculturas y dibu- sita a la exposición resulta muy amena. En los trazos pre-
jos que sirven de repaso al arte europeo desde el Rena- sentes en la obra de Morisot, en la cromática y en la luz
cimiento hasta las vanguardias, a través de obras de Ti- que hallamos en sus composiciones, rasgos o alicientes
ziano, Caravaggio, Ribera, Velázquez, Rembrandt, Du- indiscutiblemente impresionistas, todo es libertad, es vi-
rero, Rubens, Ingres, Cézanne, Renoir, Gauguin, Picasso, gor y es poesía. Lo mismo en las pinturas de estudio que
Matisse, Kandinsky y Malevich. El esplendor de la corte en las realizadas al aire libre, la pintora manifiesta una
rusa se percibe a través del mobiliario, de las joyas, ves- enorme espontaneidad y una soltura excepcional en el
tidos, artes decorativas y orfebrería presentes en esta im- dibujo y en el color. Su técnica es delicada y sensual
portante exposición de obligada visita que reúne obras pero también de pincelada impetuosa y gestual, lo que
maestras del Hermitage.© lleva a desvelarnos, en parte, su exquisita y bien forjada
Museo del Prado, Madrid, hasta el 25 de marzo. personalidad. Sin duda, por la calidad de obra, ésta es
una exposición de obligada visita.©
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, hasta el 12 de febrero

arte

©103

Matisse. Conversación Berthe Morisot. En el Baile

©RÍTICA ❙ Nº 977 ❙ Enero-Febrero 2012

Potrebbero piacerti anche