Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
net/publication/317658949
CITATIONS READS
0 636
1 author:
Napoleón Franceschi
Universidad Metropolitana, UNIMET
37 PUBLICATIONS 5 CITATIONS
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
All content following this page was uploaded by Napoleón Franceschi on 24 July 2017.
Al exponer nuestras ideas sobre este tema tenemos que plantear que lo poco o mucho que
pudiéramos decir proviene básicamente de nuestra experiencia docente. Esto, aunque pareciera
obvio decirlo, es importante destacarlo, pues no podemos ofrecer mucha argumentación teórica
al respecto.
Consideramos que en estos tiempos de bolivarianismo exacerbado – paradójicamente - se
conoce muy poco y se hace muy poco por conocer el Pensamiento de Simón Bolívar. (Ojalá que
este evento ilumine a muchos que lo necesitan con urgencia)
Y ojalá que, también, se nos perdone la inmodestia, pero cuando uno es testigo de tantas
acciones realizadas en nombre de Bolívar, que son la negación más completa de sus ideas, nos
tenemos que animar y continuar con la prédica en las aulas y en los libros.
En este sentido, y perdonen la auto cita o autopromoción, tenemos dos publicaciones propias:
la obra titulada EL CULTO A LOS HÉROES Y LA FORMACIÓN DE LA NACIÓN
VENEZOLANA (Una visión del problema a partir del estudio del discurso historiográfico
venezolano del período 1830-1883) Caracas, Litho-tip C.A, 1999; así como otra, ya también
publicada, bajo la denominación EL PENSAMIENTO POLÍTICO DEL LIBERTADOR
SIMÓN BOLÍVAR (Formación Intelectual e Ideológica de Simón Bolívar en el Tiempo de la
Ilustración, su Relación con el Carácter Hispánico) Caracas, Vadell-Hermanos Editores, 2001
Pero entremos de una vez por todas en el meollo del problema que nos reúne hoy.
Enseñar <<Pensamiento Bolivariano>> - y esperar que nuestros discípulos aprendan algo de
él - no nos debe llevar a convertir el legado intelectual de Bolívar en algo similar a la <<Palabra
de Dios>>, esa que conocemos como los santos evangelios.
Tampoco merece El Libertador que convirtamos su legado en una nueva versión de aquel
fenómeno desarrollado en la nación China de hace ya más de cuatro décadas, cuando
incesantemente se repetían, como letanías del santo rosario, los pensamientos del camarada Mao
(resumido en el respectivo librito rojo) o como “correctamente” se decía entonces: Los aportes
del “Marxismo-Leninismo-Pensamiento de Mao Tse Tung.”
Aunque no nos consideramos verdaderos - y sobre todo “autorizados” - apologistas de Simón
Bolívar, ni tampoco exegetas de su obra, nos parece que buena parte de los que se acercan al
Pensamiento Bolivariano, bien de manera obligada y sentados en pupitres, o aquellos que lo
hacen libremente por propia voluntad, se les lleva por el camino equivocado cuando se les hace
creer que Bolívar fue algo así como un gran teórico sistemático, un “profesional del
pensamiento” y no más bien (como correctamente se ha planteado) un gran estadista y guerrero
que se vio obligado por sus circunstancias a escribir innumerables y valiosas piezas en forma de
discursos, proclamas, cartas, proyectos constitucionales, artículos de prensa, etc.; para así
interpretar y defender o justificar la causa a la que entregó su vida toda.
En resumidas cuentas, no debe estudiarse el Pensamiento Bolivariano separándolo de lo que
lo puede explicar mejor, esto es, la propia vida y las luchas del pensador, tal como lo planteó
Miguel Acosta Saignes en su obra <<Acción y Utopía del Hombre de las Dificultades>>.
Es por ello que si se debe enseñar y estudiar <<Pensamiento Bolivariano>> debemos hacerlo
a partir de ese duro combatir de Bolívar con su espada en los campos de batalla y también con su
pluma para ganar la opinión de las élites políticas e intelectuales en Venezuela, toda
Hispanoamérica y en los Estados Unidos de América y Europa.
Asimismo, debe tenerse en cuenta que esas miles de páginas que salieron del intelecto de
Bolívar tenían un doble ascendiente: las ideas de la Ilustración y el ancestral trasfondo hispánico.
Partiendo de esta base: Bolívar digno y típico hijo del mundo hispánico y del entorno
intelectual ilustrado y revolucionario de su época - asumimos entonces – el reto de enseñar sus
ideas, cuya vigencia se reconoce todavía.
¿Enseñar a quién?
Todo lo dicho hasta ahora ha abordado el problema en términos muy generales. Sin embargo,
cuando nos preguntamos lo siguiente: ¿Enseñar Pensamiento Bolivariano a quién? Tenemos que
decir que se abre otro gran abanico de posibles respuestas.
Primeramente, si sólo se tratara del problema de la enseñanza del Pensamiento Bolivariano en
el ámbito de las universidades y otras instituciones de educación superior sería sencillo ofrecer
un consejo: Se debe abordar el estudio sistemático del Pensamiento Bolivariano a partir de sus
documentos fundamentales, y hacerlo, en dinámicos seminarios de investigación.
No obstante, si se trata más bien de enseñar el Pensamiento Bolivariano en nuestra Educación
Básica (por ejemplo) los métodos, estrategias y recursos para la enseñanza y el aprendizaje
necesariamente serán los pertinentes para ese nivel. Y ellos no serían muy diferentes a los que se
utilizan en la enseñanza de la Historia y las otras Ciencias Sociales.
Aunque no es el momento de resumir acá todo lo que se plantea en el curso “Teoría y
Práctica de la Enseñanza de la Historia” que hemos ofrecido en la <<Maestría en Educación
Mención Enseñanza de la Historia>> es conveniente que lo recuerden especialmente aquellos
que deban hacerlo, esto es, enseñar lo que el currículo oficial de noveno grado denomina
<<Cátedra Bolivariana>>.
Para enseñar en el nivel de Educación Básica a niños que se acercan a Bolívar, o un poco más
tarde, cuando ya adolescentes se topan una vez más con él, al ser obligados a tomar el curso de
Cátedra Bolivariana, debe el docente tener presente que, en general, abordar las ideas de El
Libertador, de manera aislada, en frío y encerradas en una campana de cristal, es muy poco
recomendable, pero mucho más, cuando de enseñar niños y adolescentes se trata.
Si se quiere que nuestros niños y adolescentes aprendan algo sobre el ideario bolivariano,
primero debemos acercarlos al propio Bolívar de “carne y hueso”, tal como lo definió Francisco
Herrera Luque.
Logrado ese primer acercamiento, podemos intentar el examen de ese otro aspecto, un tanto más
abstracto y de difícil comprensión para todos aquellos que apenas se abren camino en las
operaciones intelectuales formales.
Además, para estudiar el Pensamiento Bolivariano en cualquier nivel de la enseñanza, y
especialmente cuando se hace con niños y adolescentes, no debe caerse en eso que Medina Rubio
planteó en su ensayo “Del Uso y Abuso de los Documentos Históricos en la Enseñanza Media”.
El <<documentalismo>> o el uso desmesurado o inadecuado de documentos es tan preocupante
como otros vicios presentes en las aulas: “apuntismo”, manualismo, caletre, verbalismo,
dogmatismo, etc.
******************************
******************************
Muchas gracias a todos por oír estas reflexiones de un maestro que le ha dedicado buena parte de
su existencia profesional a estudiar la vida y obra intelectual de Bolívar, y fundamentalmente a
enseñarla de la mejor manera que ha podido.
______________________
n.a. Las notas iniciales de esta exposición las utilizó el autor ante un auditorio estudiantil de un
colegio universitario. Cagua, Estado Aragua: 11-07-2001