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Si, todavía voy al colegio, muchos me consideran una niña, pero lo deje de ser hace mucho.

Por eso
me dejo follar por un desconocido del bus

CONFESIONES, HETERO: GENERAL ON 27 ABRIL, 2018

Hola mi nombre es elizabeth, soy de venezuela y tengo 19 años, tengo un buen cuerpo, mido 1.71
m tengo unos pechos promedio (34B) no pequeños pero tampoco muy grandes, un trasero bastante
grande sólo imaginen que también mis piernas son equivalentes a mi trasero y con vientre plano.
Soy de labios gruesos y ojos negros, cabello negro y tez blanca. En pocas palabras tengo buen
cuerpo pues de niña participaba gimnasia y por ahora sólo la practico.

Bueno esta experiencia me paso cuando viaje a mexico y fue con un señor ya maduro, es alto y
buen cuerpo, tiene unos 44 años él y de nombre Roberto. En el transporte público siempre me han
dado arrimones y así, él no fue la excepción y es así como terminó follándome. Siempre noté que
me observaba y ponía una cara de morbosidad y pues claro siempre que lo veía era cuando yo salía
de clases y entonces iba con falda y se me ven demasiado las piernas y muslos, parezco colegiala
jiji.

Una vez salí de clases y como siempre tome el público que me lleva a casa, el transporte iba muuuy
lleno pero aun así me subí. Vi a el señor que me miró pero esta vez con más morbo, yo no hice
caso, en eso avance a la parte media del camión y él se puso atrás de mí y me pego su bulto, sentí
un gran animal! (más tarde me confeso que se lo había acomodado hacia arriba atorando con el
bóxer). Yo quedé paralizada al sentir eso en mi trasero no supe que hacer y lo primero que hice fue
bajar del transporte, me calentó un poco imaginar eso en mi culo.

Al día siguiente igual salí de clase y tome el público pero esta vez no iba lleno, iba casi vacío como
5 personas pero el señor si iba, él estaba sentado en la parte de atrás, él solo y dos asientos adelante
ya había gente, no sé por qué pero automáticamente me fui a sentar a su lado él también se vio
sorprendido, pero no le detuvo para lo siguiente, el camión avanzaba y yo me ponía nerviosa. Un
momento después vi cómo se acercó la mano al bulto y bajó el cierre de su pantalón y metió su
mano y saco su pene. Éste era enorme una verga gorda! Y demasiado larga! Estaba sin erección
pero se veía enorme! Se veían unos 18 centímetros así acostados. Yo quede más que sorprendida,
paralizada, no sabía qué hacer. Me miró y me tomo de la mano y sólo dijo:

-No seas mal educada, saluda.

-No! Que hace!

Llevo mi mano a su bulto, estaba caliente ese trozo y lo tomé y comencé a acariciarlo, a masajear y
masturbar. Sentía como poco a poco empezó a ponerse dura. Yo me mojé de solo pensar en que
estábamos en un lugar público y que quería ese trozo de carne en mi boca. Llegó el momento de
bajarme pero antes, pase mis dedos por la cabeza de su pene (es enorme) tome con mis dedos un
poco de líquido seminal que ya comenzaba a salir y lo llevé a mi boca, era muy rico, eso le
sorprendió. Me bajé sin decir palabra alguna, llegue a casa a masturbarme pensando en ese trozo.
Me preparé para el día siguiente, saque una tanga y una blusa, no llevé Bra, solamente una blusa y
la camisa de la escuela, así se me notarían mis pezones. Además metí a mi bolso unas zapatillas
negras para la ocasión… Me vería bien puta.
A la mañana siguiente me vestí normal para la escuela con la excepción de en lugar de el Bra me
puse la blusa delgada y con el suéter y la tanga.

Llegando a la escuela noté como algunos compañeros si notaban mis pezones eso me excitó, un
profesor también lo notó, , yo estaba ya muy desesperada por salir y llegó la hora. Salí de clases a la
parada del transporte. Me subí y ahí estaba Roberto, sabía que esta cogida seria inolvidable. Cuando
nos miramos yo le guiñé un ojo esperando a que supiera a que me refería. Me senté en una parte
distinta de donde él iba. Como el camión pasa por donde hay unos moteles, como a dos cuadras de
donde están, me bajé ahí esperando que el igual lo hiciera, yo baje por la parte de adelante y el en la
parte de atrás. Caminé con una poca ventaja, notaba como todos me veían y eso me excitó mucho,
no sabían ellos ni yo la cogidita que me esperaba.

Al llegar a uno de los moteles, entras y luego ellos pasan a cobrar, yo me pasé y vi como el señor se
acercó con quien cobra y pago, parecía que le dijo que no molestara. Yo rápidamente fui a
arreglarme me cambié los zapatos por las zapatillas negras y altas, me quité la camisa escolar y para
terminar me doblé un poco más la falda. Me senté en la cama y crucé mis piernas, ya estaba muy
caliente y mi vagina húmeda delataba. Él entró y yo me paralice! Cerró la puerta, me miro y dijo:

-Así te quería tener perrita -mientras sacaba su bulto- yo sabía que eras una putita que sólo se
ocultaba. Me llamo Roberto y hoy seras mi perrita

-Si papi seré tu perrita pero dame carne! Y me llamo elizabeth

Me acercaba a él gateando y con mi cara de perra en celo. Y sin tocar su verga con mis manos, la
comí, me encantaba ver ese trozo de carne que se veía enorme y sin erección apenas me entraba a la
boca. Me ponía su gran falo en mi cara que la cubría toda y le chupaba sus huevos. A pesar de ello
me atragantaba y poco a poco se ponía dura dentro de mi boca el me levanto la falda y comenzó a
apretar mi culo, cuando ya estaba poniéndose dura su verga, le quite el pantalón y lo tiré a la cama
ahí seguí mamando. Le hacía garganta profunda y le acariciaba los huevos con mi mano, le sostenía
la verga y con mi lengua le tocaba la punta de la cabeza de su pene me daba golpes con la verga
enorme y él solo ponía los ojos en blanco. Ya estando dura me la metí a la boca y el me tomo de la
cabeza y me pegó a su pene a tragarla yo sentía que me ahogaba pero me excitaba más! (Estando
erecta parecía de unos 23cm) después de 10 segundos me soltó y vi cómo se le puso blanca la
cabeza del pene y yo salivaba mas! Lo mire y dijo:

-Que rico mueves la lengua

-Oye! Tienes que devolverme el favor!

Solo rio y me agarro del cabello y me tiró a la cama y dijo:

-Ahora si perra, sabrás lo que es gozar. -mientras bajaba a mi vagina y levantaba la falda-
Mmmm… Pero mira nada más, la putita ya venía preparada que la tanga ya está toda mojada.

Jaló la tanga y esto hizo que el hilo se metiera en mi vagina ya inflamada. Se acercó y lamió mis
labios vaginales ya separados, hizo que me diera como escalofríos pero me calentó todavía más! De
pronto sus manos estaban ya metiéndose por mi blusa y me agarro de los pezones, y los pellizcaba y
yo tenía placer y dolor! Me quito la blusa y el suéter, me dejó con las tetas al aire. De pronto me
volteó y dejo mi culo igual al aire y me hizo a un lado la tanga yo creí que me iba a destrozar mi
ano pero no, esta vez no ;), me siguió lamiendo desde la vagina a mi anito yo gemía porque me
encantaba. Y de pronto se levantó y dijo:

-Cómo soñaba con este momento.

Luego metió su pene entre mi tanga y mi nalga derecha y comenzó a moverse restregando su verga
dura en mi nalga que ya estaba roja de tanta nalgada. Esto me calentó pero me hizo desear más que
grite:

-Ya métela! No seas malo! Ya me tienes ardiendo y solo juegas!

-No comas ansias perra, yo sabré cuando la meto.

De pronto me tomó de las manos y las puso detrás de mí, continuo pasando su verga entre el hilo de
mi tanga y mi culo cuando de pronto hizo el hilo a un lado y acomodó la cabeza de su pene en la
entrada de mi vagina y me agarro de mis brazos (como los policías cuando te van a poner las
esposas) y me la dejo ir muy fuerte! Yo di un gran grito de dolor por como la metió, al menos la
mitad, de un solo golpe, me dejó con ella adentro:

-¿Ya está feliz la perrita?

Solo recuerdo que casi lloraba por la gran embestida y seguí gimiendo fuerte. La dejó adentro un
rato y después comenzó con el mete saca. Yo misma sentía que no me la estaba metiendo toda pero
sabía que no aguantaría. Y me dijo:

-¿Estás lista para que te entre toda?

-Con cuidado, que me partes -casi suplicando-.

-Jajá… ¿Crees que te tratare con cariño? Si eres toda una puta.

Me dio una fuerte nalgada y comenzó a meterla toda, yo sentía que no la aguantaría toda. Me dolía
mucho ¡Me partiría! hasta que sentí que sus huevos tocaron mi vagina. Me soltó los brazos y me
tomó de la cintura, yo del dolor me agarre de las sabanas y también las mordía. Y comenzó con un
fuerte mete y saca. Sus huevos se oían como chocaban con mi culo. Eran un ritmo rápido, a veces se
detenía para sacarla casi toda y dejarme la cabeza adentro y meterla entera con fuerza, eso me dolía
mucho!. Estando metiendo y sacando me dijo:

-Qué lindo ano -acariciando con su dedo índice alrededor de él- hasta dan ganas de partirlo también.

-me asuste- No por favor! No! Ese aún no! -sabiendo que si me daba por ahí se notaría la cogida
que me dieron, si así ya me asustaba el pensar que me dirían al llegar a casa- Te lo suplico!.

Solo rio y dijo:

-Está bien perrita, pero te los tendrás que tragar -hablando de sus espermas-, y vaya que si tengo
mucho guardado Jaja.
Yo había probado pero nunca tragado :S pero con tal de salvar mi culo…. Acepté.

Siguió dándome en esa posición, yo ya estaba toda caída y me dolía mucho tener esa verga adentro
pero me gustaba. Luego me giró me quitó la tanga y puso mis piernas en sus hombros y me folló
así, las embestidas eran mucho más crueles! Después de un buen rato se detuvo y me dijo:

-Pon tu cabeza en la orilla de la cama.

Eso hice y se acercó y comenzó a follarme por la boca, me ahogaba, mientras me apretaba mis
pechos, eso también me dolía, prácticamente me dejo como trapo en esa cogida. De pronto me
apretó del cuello, me ahogaba y sentí unos pocos chorros tibios en mi garganta, sacó su verga y
comenzó a masturbarse y me dijo:

-Abre la boca puta! Ahhhh…

Y de pronto ya me estaba bañando en leche, era mucha! Salió disparada me llenó la cara mis pechos
y toda! Y por supuesto mi boca igual se llenó, cuando parecía que acababa, metió su falo a mi boca
y metía y sacaba, aún me dejó unos chorros en la garganta.

Me dejó ahí tirada, sólo con la falda y toda llena de leche, me dijo:

-Levántate a bañar, o ¿te vas a ir así? Jaja.

Yo me levante camino a la regadera, sentía como mis piernas temblaban. Me bañé y salí y el ya no
estaba, me dejó una nota diciendo “Algún día te partiré ese hermoso culo”, me fui y llegué a casa,
se veían raros pero no me importó, me fui a mi cama a dormir porque termine exhausta.

pesadilla en el autobus 1

16 marzo, 2018 admin 7 comentarios

9.721 lecturas

(Calificación: 3,50)

Hola buenas noches, lo que les voy a contar me sucedió hace menos de un año cuando salía de mi
jornada estudiantil y me dirigía a mi casa. Mi nombre es marcela tengo 18 años y curso grado 11 de
bachillerato, soy de estatura mediana 1,57, delgada, piel color blanca, cabello negro largo. Mi rostro
es muy dulce y pues para mi edad ya estoy muy bien formada cintura delgada buenas caderas, cola
bien parada piernas firmes. gracias a mis clases de patinaje y natación, mis senos si son algo normal
ni grandes ni chicos.
Mi casa quedaba bastante alejada de mi colegio pues yo vivo en samaria y estudio en un colegio de
Dosquebradas un municipio al lado de Pereira ,mi ciudad natal, era un viernes 6 de la tarde
estábamos en pleno verano yo estaba en mi habitual uniforme de diario camisa tipo polo color beige
y un top por debajo de esta, color blanco, falda color azul no muy larga ni muy corta 4 dedos sobre
mis rodillas y pues ese día lastimosamente por tanto calor decidí no ponerme short y solo llevaba
puestas unas tangas rosadas sami brasileras.
Salí del cole como de costumbre a abordar el bus con mis dos amigas mafe y pao las cuales
tomaban la misma ruta pero Vivian mucho más cerca, el bus tardo un poco en llegar casi 6.30 ya
empezaba a caer el día. Llego nos subimos, esta ves iba más lleno que de costumbre y nos tocó de
pie, aunque no estaba lleno del todo unas cuadras más adelante se empezó llenar mucho más a lo
cual el conductor nos pidió que nos fuéramos mas para atrás para dar espacio y eso hicimos en
medio de nuestra charla y risas.
Un poco más adelante volvió a parar y esta vez ya demasiado lleno el bus se subieron
aproximadamente 7 tipos integrantes de una barra llamada Morgan del equipo de la ciudad, los
chicos tenían cabello largo, muy mal aspecto y encima olían a marihuana. no sé cómo el chofer los
dejo subir? Los hombres subieron haciendo recocha y escandalo pero mis amigas y yo hicimos caso
omiso y seguimos hablando entre nosotras. Se fueron corriendo en medio de la gente hasta llegar
atrás donde estábamos nosotras y a lo que nos vieron dijeron algo como
“ uyyy nos tocó al lado de las fresitas del colegio “
Algo que nos hizo reír un poco
“así si entro a estudiar”
Dijo uno de ellos mientras nos miraba de arriba abajo y los otro reían, todo iba normal piropos de
aquí a allá algo a lo que estamos acostumbradas pero , no prestamos mucha atención. Todo iba
normal hasta que a mafe y a pao les toco bajarse del bus pues ya habían llegado a su destino y yo
quedaba sola, me despedi de ellas y segui ahí prendida de la baranda lateral y uno de ellos se me
acercó y me dijo
“ la dejaron solita bb?”
A lo que yo solo medio mire y sonreí
“aaah pero es mudita mira”
Dijo uno mientras los otros reían y la demás gente parecía indiferente y con algo de incomodidad
por la presencia de los tipos.
De repente uno de ellos dijo en voz suave
“ mucho mejor, asi no jode, esta me toca a mí”
Yo escuche y me puse algo incomoda pero no había forma de moverse, de pronto se fueron
posicionando a mi alrededor algo que si me asusto y me hizo pensar que me iban a robar. En ese
momento sentí como uno de ellos me tomo por la cintura y me dijo al oído.
“es mejor que siga así calladita, mudita y vera que llega a su casita bb”
Yo me puse pálida y mis piernas empezaron a temblar y más aún cuando uno de los que estaba en
frente mío me mostro una navaja, luego sentí que el que me tenía por la cintura puso su mano en mi
cola y con la otra tapo mi boca. Yo solo solté lágrimas y cerré mis ojos.
El tipo luego bajo la mano que tenía sobre mi cola y empezó a levantar mi falda para tocar mis
nalgas solo cubiertas por mis tangas. A lo que me dijo
“uuuff que rico ese culo durito y en tanguitas “
Duro el manoseo un minuto aprox para luego pasar su mano a mi parte de adelante y empezar a
sobar mi vagina sobre mi tanga y luego meter sus dedos por un lado ya tratar de meterlos entre mis
labios vaginales yo solo lloraba y apretaba mis piernas pero, eso no servía de nada solo causaba que
el tipo causara daño en mi bien cuidada y rasurada vagina.
“bueno pues pirobita abra esas patas o la bajamos de acá y nos la culeamos es todos”
Yo entre en shock y moví mi cabeza a los lados y llore más , cedi y abrí mis piernas para que él se
apoderara de mi con sus dedos, empezó a frotarme el clítoris algo que causo que me mojara después
metió uno de sus dedos y al notar que estaba lubricada metió su otro dedo y con tono burlón dijo “
ya estas listica mamasita hora de que sepas que es lo rico” luego soltó mi boca y sentí como se
retiró un poco bajo su cremallera y saco su pene para tomarme de nuevo levantar mi falda, sacar mi
tanga de entre mis nalgas correrla a un lado, hacerme agachar un poco con mis piernas abiertas y
con su otra mano guiar su Berga, ponérmela en la entrada de mi vagina . Sentí como frotaba la
cabeza de su pene en mis labios vaginales .algo que me hizo mojar micho más en medio de mi
angustia. Para luego tomarme por la cintura, hacer un poco de presión e írmela metiendo lentamente
y hasta el fondo lo que hizo pegara un gemido que no se escuchó por el ruido de la gente y la
música del bus.
“que rica y apretada tienes esa cuquita bb, si tuviera más tiempo hasta te la chuparía.”
Sentí como me empezaba a meter y sacar, bombeaba y bombeaba. Yo solo lloraba mientras los
demás delincuentes nos tapaban con sus putas banderas. Sentía como con cada embestida me Abría
más mi casi virgen vagina, luego subió una de sus manos por debajo mi blusa y la llevo hasta mis
senos, los cuales empezó a masajear y apretar al ritmo de sus penetradas. Yo sentía dolor, rabia,
impotencia y nadie se percató o eso pensaba yo.
Empezó a quejarse de placer y a decirme cosas sucias y morbosas como:
– uuffffff que rico es culearte fresita , metértelo por esa chochita tan apretadita es todo un placer bb-
Mientras aceleraba cada vez más sus penetradas, tanto que tuve que agarrarme con fuerza de las
manijas de las sillas para no caerme. El tipo no tenía ni un mínimo de compasión pero, ya en ese
momento solo quería que terminara pero no dentro de mí, y como pude le dije.
– Porrr favorrrr no se venga dentro de mí se lo suplico –
Solo siguió dándome sus embestidas, de pronto me apretó con más fuerza ya mis senos estaban
maltratados y saco su pene de mi vagina y derramo su semen en mis nalgas dejándolas calientes y
llenas de su leche. Me tomo por el cuello y me dijo al oído.
– No te llene esa cuca de leche porque, te portaste muy bien zorrita de colegio mira como me lo
dejaste de escurrido bb-
Me volteo me corrió a besar sin éxito, me hizo mirar su pene ya flácido, subió su pantalón lo
abrocho. En ese momento paro el auto bus y los tipos se bajaron muy rápido, yo medio alcance a
acomodar mi ropa, mis tangas y solo sentía como escurría su semen por mi pierna. Saque una
toallita y trate de limpiarme como pude mientras lloraba en silencio.
Como aun no llegaba y algunos puestos quedaron vacíos, me senté y continúe llorando a un lado de
la ventana. De repente sentí cono alguien se sentó a mi lado y con una vos algo grave me dijo.
– Disculpa niña me percate de lo que te ocurrió, disculpa no haber hecho algo pero, me dio miedo.
Es injusto lo que te hicieron –
Yo mire muy asustada y con mucha vergüenza y note que era un vecino de mi casa, don julio un
hombre ya de unos 50 años viudo , que se la pasaba mirando mucho las niñas del barrio.
Yo solo lo mire y me eche a llorar, el me puso una mano en mi hombro y me abrazo y en ese
momento me dijo al oído.
– Ya cálmate es injusto lo que te hicieron los perros esos, pero, ya lo vamos a solucionar –
Yo solo llore en sus brazos.
Continuara……..

pesadilla en el bus 2
12 mayo, 2018 admin 0 comentarios

5.380 lecturas

(Calificación: 2,77)

Al momento de llegar, ya al sitio donde nos debíamos bajar, el muy amablemente me tomo de la
mano y luego me abrazo por la cintura. Me ayudo a bajar y como aún faltaban algunas cuadras
caminando para llegar a mi casa, me detuvo y me dijo.
– ¿Quieres que te lleve a tu casa y hablemos con tus padres de lo ocurrido? –
Yo un poco más calmada y con mucha vergüenza por lo ocurrido, sólo quería olvidar y borrar mi
fea historia. A lo que le respondí que no.
– no don julio, por favor no, yo solo quiero dejar así. ellos no lo soportarían. –
Mientras temblaba y estaba a punto de entrar en shock de nuevo.
– está bien mi niña pero, en ese estado no puedes llegar a tu casa, mira como estas de des arreglada
y demacrada. Ellos notaran que te paso algo. Por lo menos vamos a mi casa para que te tomes una
aromática y te organices un poco –
Yo me mire y estaba un asco, a lo que le dije que sí.
-Muchas gracias don julio – lo abrace lo vi como un padre. Llegamos a su casa, entramos, todo era
muy bonito y muy organizado. Me sentó en la sala y me dijo que si quería entrara al baño a
organizarme un poco, mientras el preparaba mi aromática.
Yo le pregunte donde quedaba y me señalo al fondo de la casa. Fui me encerré con seguro, me lave
mi cara, saque toallas húmedas intimas de mi bolso me limpie mi vagina y mis piernas, organice mi
uniforme me maquille y me llene de fuerza. Salí fui a la sala pero don julio aún estaba en la cocina,
me dijo: – mi niña si quieres llama a tus padres y les dices que estas acá, ya es tarde y se van a
preocupar. –
Yo le vi mucha lógica y eso me genero más confianza aun en don julio, pero, pensé que si decía
Que estaba en casa de un extraño y más del vecino, me iban a interrogar peor, y no quería que nadie
más supiera.
– No don julio más bien voy a llamar y diré que estoy donde mafe mi amiga , es menos sospechoso

Y de nuevo mi fortaleza cayó al piso y me senté a llorar, él ya llegaba con su aromática, me la dio
se sentó a mi lado y empezó a decirme que me calmara.
– Cálmate mi niña más bien tomate el agüita y llama a tus padres –
Yo me tome el agua y de inmediato llame a mis padres y les dije, que me demoraba un, que estaba
esperando el auto bus porqué me había quedado con mafe haciendo un trabajo. Ellos me dijeron que
no había problema.
– Don julio por favor que nadie se entere se lo suplico, que este sea un secreto. –

Él se paró en frente mío, me tomo de las manos me paro, y me abrazo me dio un beso en la frente y
llevo su boca a mi oído y me dijo:
– Tranquila marcelita lo que te hicieron fue injusto, un hombre de verdad te habría hecho gemir de
placer y te lo hubiera metido por todos tus orificios, pero tranquila yo te voy a enseñar cómo es que
se coge bien rico una hembrita como tú. –
Mientras deslizaba sus manos y se apoderaba de mis nalgas, yo de inmediato me horrorice y me
aparte de él, caí sentada en la silla de la sala pero, cuando fui a incorporarme el mundo empezó a
darme vueltas, lo que hizo que me sentara de nuevo.
– Jajaja veo que ya te hizo efecto la agüita mi vecinita rica, pero tranquila la dosis que te di no te va
a dejar dormir ni mucho menos solo vas a disfrutar de lo que te voy a hacer. –
No sé qué diablos me había dado, pero, a pesar de ser consiente no podía reaccionar, de nuevo
empecé a llorar y le dije:
– No, don julio por favor no me haga más daño –
Él se paró frente a mí, tomo mi rostro con sus manos, me acaricio y me hizo poner de pie. Yo
temblaba y lloraba, mientras el solo me miraba y sonreía.
– tranquila marcelita no te voy a hacer daño. Solo te voy a hacer pasar un rato delicioso y de paso
yo me quito estas ganas que tengo de culearte, me tienes loco nenita –
– por ahora te vas a portar como una niña de casa y me vas a obedecer, arrodíllate…
Y con sus manos me empujo de mis hombros y caí de rodillas, zafo su correa desabrocho su
pantalón y lo bajo junto con sus calzoncillos de viejo. De inmediato dejo ver su Berga a medio parar
y la uso en mi cara.
– Vamos marcelita empieza a chupármela abre la boca –
Yo, lloraba y casi me vomitaba al sentir su olor, pero nada podía hacer mi cuerpo no reaccionaba,
me tomo del pelo y me restregó su pene y de nuevo me ordeno abrir la boca, yo solo obedecí y deje
que metiera su asqueroso pene en mi boca.
– Bien perrita ahora chúpalo, saboréalo, lámelo –
Yo nunca lo había mamado era algo que aún no conocía pero, empecé a meterlo y sacarlo de mi
boca.
– Veo que es tu primera vez mamita, que bien solo hazlo así y usa tu lengua –
Yo solo obedecía y empecé a sentir como su pene crecía y se ponía más duro dentro de mi boca,
tanto que me ahogo y me hizo toser mucho.
– Jajajajajaja, que mal lo haces pero, lograste ponérmelo bien duro, ahora párate –

Y de nuevo con sus manos me levanto de los hombros y me condujo a su habitación. Yo caminaba
como si no coordinara. Pero aun así no entendía como era que le hacía caso en todo. Sin mi
voluntad.
– Ahora quítate la blusa y des abróchate la falda. –
Yo sabía que no debía hacerlo pero, estaba entontada por esa bebida. Y de nuevo solo obedecí y
quite mi blusa quedando solo en mi top blanco.
– Ahora desabróchate la falda-
Me dijo mientras se manoseaba su pene y se saboreaba la boca. Yo zafe el botón de mi falda y baje
la cremallera lo cual hizo que esta callera al piso sin ningún impedimento, quedo solo en mi top y
en mi diminuta tanga.
– que delicia marcelita, esto es justo lo que me imaginaba cada vez que te veía pasar y me
masturbaba pensando en ti y en tu culo bien parado. Ahora voy a eternizar este momento.
Y acto seguido saco una cámara de video y la puso de tal modo que todo en esa habitación fuera
grabado. Yo solo miraba llena de angustia pero, entontecida. Se quitó su camisa y quedo totalmente
desnudo y frente a mí, con su cuerpo escuálido, arrugado, pero con un pene más bien firme y
palpitante.
Se acercó lentamente a mí, tomo mi rostro y empezó a besarme, mordía mes labio y metía su
asquerosa lengua hasta mi garganta. Luego empezó a besar mi cuello, mis hombros y muy
suavemente fue quitando mi top para dejar descubiertas mis téticas. Las tomo con sus carrasposas
manos y las masajeo dándome pequeños pellizcos en mis pezones, para luego chupármelas de tal
manera que se me pusieran muy duras.
– Vez como te gusta marcelita –
Continúo besando mi vientre, bajo a mi ombligo metió su lengua. Yo ya empezaba a reaccionar
pero también sentí muchos corrientosos en mi cuerpo. Continuo descendiendo con su boca y
mientras con sus manos tomaba los bordes de mi tanga para irla bajando y quitándomela, dejo su
cara frente a mi vagina y oliéndola. Me empujo a su cama y haciéndome caer acostada en ella, abrió
mis piernas y metió su cara y de un lengüetazo hizo que nuevamente mi cuerpo se estremeciera.
– Qué maravilla, mi putica hermosa que vagina más preciosa –
Empezó a succionar mi clítoris de tal manera que mi cosita se mojó de inmediato y yo gemí.
– Mmmmm no no no don julio –
El solo metía su lengua se deleitaba con mi vagina, mientras me la chupaba masajeaba mis senos y
lo hizo de tal manera que mi cuerpo me traicionara y causara mi primer orgasmo en la vida. Yo
mordí mis labios y con mis manos agarre las sábanas blancas de su cama.
El solo la chupo más y trago parte de mis líquidos.
– Jajaja, vez como te corriste. Ahora sigue lo mejor –
Yo ya con mi orgasmo pude recuperar mi sentido y mientras fui dimensionando lo que me estaba
pasando, el viejo asqueroso de don julio abría más mis piernas e iba poniendo su pene en la entrada
de mi cosita. Y la metió con tantas ganas, que de un solo taco me la llevo hasta el fondo, yo solo
alcance a gritar y poner mis manos en su pecho para empujarlo pero, él ya me la había empujado a
mí, y bien adentro. Tomo mis manos con la suyas y me las abrió para con su boca apoderarse de mis
tetas.
Mientras lamia mis erectos y duros pezones, seguía con su pene dentro de mí en lo más profundo de
mí, para luego sacarlo muy lentamente y metérmelo de nuevo hasta el fondo. Debo reconocer que
ya estaba resignada y excitada y solo relaje mis manos y deje que mi cadera empezara a moverse al
ritmo de las embestidas de don julio.
– Ves cómo te gusta marcelita, esooo así muévelo así de rico que mi pene se meceré todo el placer
de estar dentro de tu vagina calientica. –
– Don julio por favor no diga más, solo hágamelo y ya déjeme ir –
Empezó a besar mi cuello, eso me volvió más loca, luego beso mi boca y mi instinto de perra llena
de placer me hizo responder también besando su asquerosa boca con olor a tabaco. Siguió
penetrándome con más fuerza y más seguido algo que hizo que de nuevo yo empezara a gemir de
placer.
– Ahhhh ahhhhh uffffff nooooo siiiiiii –
– ¿Te gusta cómo te lo hago mi perrita hermosa?- me decía el viejo
– Siiiii siiiii – yo ya estaba jodida de placer.
– Pero por favor no se venga dentro de mí –
El viejo empezó a empujar más seguido, soltó mis manos y me tomo de los hombros para hacer que
sus embestidas llegaran más hondo, yo solo lo abrace y arañe su espalda pero de placer pues sentía
como con cada penetrada mi nuevo orgasmo brotaba de mí. Mis piernas rodearon su espalda y solo
deje que saliera mi fluido, el siguió y siguió dándome metiéndomela chocando contra mí para de un
momento a otro dejar visear todo su semen acumulado dentro de mí.
– Ahhhhh que ricooooo marcelita mamacita ya eres mía solo mía –
Yo reaccione y le dije que porque lo había hecho porque dentro de mí, y del placer pase de nuevo al
llanto.
– Ya deja de llorar niña que se nota que lo disfrutaste, esas dos corridas que te pegaste solo fueron
de placer. Más bien vístete que ya es tarde, y empieza a planificar porque lo que se viene de hoy en
adelante es mucho mejor- ve preparando ese delicioso culo que la próxima vez te lo voy a meter por
ahí y te lo voy a llenar de leche. Jajaja.-
Como pude tome mis prendas me las puse y me dispuse a salir, mientras él tomaba su cámara de
vídeo y me grababa mientras me vestía he iba saliendo. Y justo antes de llegar a la puerta de salida
me tomo por el cuello, palmoteo mis nalgas y luego me beso a la fuerza diciendo me al oído.
– Ni una palabra de esto a nadie, no sería bueno que este vídeo rotara en las redes. Además eres ya
mi perrita hermosa.
Continuara……

pesadilla en el auto bus 3

13 mayo, 2018 admin 4 comentarios

5.447 lecturas

(Calificación: 3,12)

Yo Salí despavorida de ese lugar, mientras secaba mis lágrimas y arreglaba mi ropa para no levantar
sospechas, pero estaba destrozada por dentro literalmente. Había sido violada dos veces en menos
de dos horas.
Ese día jure que jamás volvería a pasar por el lado de la casa del viejo asqueroso, quería olvidar
todo. Guardaba la esperanza de no volver a saber nada de los tipos del bus ni del depravado de don
julio. Los días fueron pasando y yo empecé a recuperarme del trauma en mi soledad y silencio,
aunque a veces tenia pesadillas siendo violada nuevamente y en ocasiones despertaba llorando o
gritando pero, en otras con mi vagina majada por mis fluido.
No supe más de los tipos del bus, y mucho menos de don julio. Yo volví a ser la misma de antes, la
chica alegre que jugaba por todo y hacia bromas a mis padres, todo estaba mejorando. Termine mi
año de colegio y estaba ya preparando planes con mis papitos para en una semana irnos de
vacaciones a Cartagena y solo esperaba con ansias que mis papitos terminaran su año laboral e
irnos.
Un viernes en la noche como de costumbre, jugaba con mi padre y mi madre a guerra de almohadas
en mi habitación, y sin querer mi padre con un almohadazo que me tiro, derramo una jarra con agua
que tenía en mi mesa de noche y oh sorpresa cayo justo en un toma corriente y esto generó un mini
corto que dejo sin luz mi habitación y de paso la explosión me dio un susto terrible.
– Nooo papi les toco darme posada esta noche, yo sin lámparas no duermo. –
– Tranquila hija mañana mismo te dejo tu habitación como nueva, ya se quien organizara el daño.
Lo siento mi niña hermosa. Saca tu pijama y vente para nuestra habitación. –
– Si marce, dormiremos como en los viejos tiempos – dijo mi madre.
Mientras sacaba mis cosas con mi madre, mi papi se dispuso a llamar a la empresa de energía
supuse yo. Me fui para el baño me cambie m e puse una pijama decente para dormir con ellos y
aliste unos shorts blancos, una blusa también blanca tipo esqueleto que me encantaba porque era
muy fresca, algo escotada y por los lados muy libre pues se podían ver fácilmente parte de mis
senos, obvia mente mi top negro y unas tangas brasileras también negras.
Esa noche estuvimos viendo tele y hablando mientras nos dormimos, como toda hija única, me
acosté en medio de mis padres y como cundo estaba más pequeña pedí a mi padre que me abrazara
y yo abrazar a mi madre. Apagamos las luces la tv y nos dispusimos a dormir. Mi padre me abrazo
y me dijo.
– Hace ya casi tres años que no pasábamos la noche juntos como una familia mi niña hermosa, pero
ya estás tan grande que si me muevo me caigo de la cama. –
– Jajajajajaja . nos echamos a reír todos.
– No seas malo papi, solo es esta noche a demás soy tu niña, jajajaja –
– Siii es verdad ustedes dos son mi vida – dijo mi papi mientras se acomodaba.
Mi mami era muy dormilona y con solo poner la cabeza en la almohada ya estaba dormido, – papi
acaríciame el cabello- , le dije para así dormirme más fácil. El empezó a jugar con mi pelo y luego
de un rato creo que se cansó y puso su mano en mi vientre y empezó a hacerme círculos como lo
hacía, cuando estaba más pequeña. Solo que esta vez yo sentí algo muy diferente a lo que sentía
antes, sentí un calorcito en todo mi cuerpo, que me gusto pero me hizo sentir incomoda.
Me moví un poco para acomodarme pero, por accidente mi cola quedo justo en la entrepierna de mi
padre, lo que hizo que el pegara un pequeño brinco y se le noto la incomodidad.
– De verdad que has crecido hija –
Dijo para disimular y yo reí también para disimular mi calor y nervios .el continuo sobando mi
vientre algo que me hacía subir más el calor y hacia que yo moviera un poco mis nalgas y mi cadera
por las cosquillitas. Empecé a respirar algo fuerte y más cuando sentí que algo empezaba a crecer en
su entrepierna, a lo que el por tratar de disimular hizo un pequeño movimiento y retiro su pene de
mi cola e intento retirar su mano de mi vientre.
Yo para no hacerlo sentir mal fingí que no había sentido nada y tome su mano y lo hice abrazarme
más, algo no muy apropiado pues, su pene estaba ya muy erecto y se acomodó en medio de mis
nalgas, separado solo por mi pantalón pijama y su pantaloneta. El solo se quedó quieto pero, de
pronto continuo sobando mi vientre esta vez un poco más fuerte algo que hizo que se subiera la
blusa de mi pijama y su mano quedara sobre mi abdomen, me halo un poco y me apretó contra el yo
solo sentía que su pene palpitaba en mis nalgas, algo que me hacía respirar más fuerte y aumentaba
mi calor.
Yo seguía haciendo pequeños movimientos con mi cadera y ya sus dedos se hallaban en la pretina
de mi pijama, la cual levanto suavemente y dejo deslizar su mano hasta toparla con el borde de mi
tanga. Esto hizo que me agitara más y empezara a tragar saliva, mientras el indeciso de continuar
movía sus dedos en el borde de mi hilo, recorriéndolo de lado a lado y posando su mano en un
costado de mi cadera para luego levantar la tira de mi tanguita y sobar suavemente parte de mi
nalga, yo solo respiraba fuerte, mordía mis labios y hacia pequeños movimientos.
De pronto llevo su mano a mi parte de adelante y la poso en mi vagina por encima del triángulo de
mi tanga, hizo pequeños círculos en él, y creo que noto que ya estaba mojada, de nuevo saco su
mano y tomo la pretina de mi pijama y empezó a bajármelo por mi costado derecho muy lentamente
yo levante un poco mi cuerpo para que el lado que estaba sobre el colchón saliera con facilidad.
Y fácilmente logro llevarlo hasta mis rodillas, quedando así solo con mi tanga. Luego sentí como
fue bajando su pantaloneta para dejar su pene justo en mi cola y posarlo entre mis nalgas ya a esas
alturas lubricado, acaricio mi cola, mi muslo e inicio un vaivén con su pene entre mis nalgas arriba
y abajo, a ese momento ya quería sentir su pedazo dentro de mí, incline un poco mi culo y levante
mi pierna para ser penetrada, sentí como su mano corrió el hilo de la tanga que estaba entre mi cola
y mi coñito mojado, y mordí mi cobija para no hacer ruido al momento de ser clavada por mi
daddy.
Paso su mano por el medio de mis labios vaginales introdujo un dedo, luego el otro y noto que
podía meterme su pene sin problema. Y justo cuando yo ya me sentía en pleno éxtasis, lista para ser
perforada y sentía como acomodaba su pene entre mis piernas, mi mami pego un pequeño grito
causado por una pesadilla lo que hizo que papi en un movimiento muy rápido acomodara su
pantaloneta y saliera disparado de la habitación.
Yo acomode mi pijama y fingí estar dormida y despertarme con el grito de mami, le pregunte qué
¿qué le pasaba? Pero, ella ni se inmuto y siguió profunda en su sueño. Me senté en l cama, acomode
bien mi pijama y espere un momento a ver si mi papi subía de nuevo. Al ver que no subia pensé en
bajar a buscarlo pero, de un momento a otro me 3ntro un sentimiento de culpa y remordimiento por
lo que había causado.
Pero, al no lograr dejar de sentir el calor que invadía mi cuerpo y las tremendas ganas de ser
penetrada, decidí salir a buscarlo y lo encontré sentado en la sala tomando un vaso de agua y muy
pensativo . Cuando me vio puso el vaso en la mesa de centro, se paró me tomo la cara con ambas
manos, me dio un beso en la frente y me dijo:
– Perdóname me mi niña, esto no debió pasar soy el peor ser del mundo. –
– No papi no digas eso, ya olvidémoslo y vámonos a dormir –
– No hijita, ve tu yo dormiré acá, es mejor evitar. mañana en la noche que llegue de mi viaje te
llevare a comer algo y hablaremos como padre e hija, por ahora ve y hazle compañía a tu madre. –
– Está bien papi descansa, te amo. –
Subí y me acosté llena de vergüenza y al poco tiempo creo me quede dormida. Mi padre al día
siguiente tenía que viajar a otra ciudad hacer una auditoria por lo cual debía madrugar y era
costumbre de mami levantarse a organizarle su ropa despedirlo y luego salir de prisa para el gym, le
encantaba cuidarse y aunque tenía 39 años , parecía de 25. Cara súper linda, cuerpo bien tonificado
unas piernas de infarto y su cola la cual yo había heredado y pues su belleza obvio.
– Hija, marce levántate para que vamos para el gym ya son las 5 am amor. –
– No maa déjame dormir más, tu sabes que yo voy más tarde y además anoche no pude dormir bien
por tus gritos. –
– ¿Gritos? Ah ya seguro alguna de mis pesadillas jajaja. Está bien mi nena , duerme yo ya me voy.

me di la vuelta y me dormí al instante, para despertarme a las 8 de la mañana, ya mi ami había
llegado del gym, se había duchado de nuevo y llevaba puesta una blusa algo parecida a la que yo me
iba a poner pero de color rojo y una falda tipo porrista algo corta.
– Hola mami, ¿cómo te fue? Me voy a duchar. –
– Me fue bien hija y bueno vete a duchar mi niña hermosa –
Me dirigí al a ducha y son el timbre de mi casa, ¿quién podría ser?
– Yo abro nena debe ser el señor de la electricidad –
Me metí al baño de la habitación de mis padres y allí me estuve casi 45 minutos pues era muy
cuidadosa y me encantaba el agua fría para tonificar mi cuerpo. Salí me eche crema corporal me
puse mis tangas negras mi short blanco y mi blusa pero, me dio pereza ponerme el top. Me peine y
Salí a la cocina a buscar a mi mami.
Cuando llegue a la cocina note que no estaba mi madre, entonces Salí a la sala y cuando me dirigía
hacia mi habitación para ver si estaba allá, escuche a mi madre discutiendo con voz llorosa y un
poco alterada, me dirigí a mi habitación y la puerta estaba medio ajustada, pero, cuando iba a entrar
me detuve al escuchar que hablaban de mí.
– Usted como pudo hacerle eso a mi hija, maldito, lo voy a demandar –
– Ella fue la que me busco doña diana, y sería muy triste que usted me demande y que el video y las
fotos que nos tomamos marcelita y yo salgan en las redes, mientras usted me demanda yo ya me
habré ido lejos y solo quedara la reputación de su hija por el suelo, que pesar del vecino la
decepción que se llevara al ver a su hijita porteando como una zorra y con un hombre mucho mayor
que el al cual trajo a su casa a arreglar un daño. –
– Maldito desgraciado la va a pagar muy caro – escuche decir a mi madre
– No vecina como ya le dije todo tiene solución, en usted está, en lo que decida hacer, yo ya le dije
así que. ¿qué espera? –
Yo no podía creer lo que escuchaba, mi cuerpo empezó a temblar, ese no podía ser el viejo
degenerado de don julio, la felicidad en mi rostro se apagó de nuevo y más cuando llena de valor
intente asomarme para dar crédito a lo que oia y vi esa imagen tan terrible . Comprobando que el
que estaba ahí era el viejo ese pero, peor aún al ver sus pantalones en sus tobillos y a mi hermosa
madre de rodillas frente a él, chupando el falo ya erecto del viejo, viendo como lo metía y lo sacaba
de su boca, como lo lamia y a él tomándola de su larga cabellera guiándola en la desgracia mientras
salían lágrimas de los ojos de mi madre.
Yo, petrificada aterrorizada solo veía como el viejo gemía y se deleitaba con la boca de mami. Pero,
peor aún fue ver a otro tipo acercarse con la cámara con que yo había sido grabada haciendo lo
mismo con mi madre. Y mientras don julio ponía a chupar a mi madre el otro instalo la cámara y se
dirigió a mi mami, acabo de levantar su faldita dejándola sobre su cintura y quedando expuesto su
monumental trasero de acero solo cubierto por sus sexis cacheteros de encaje color rojo.
– Pero qué cosa más sabrosa, tu si sabes cómo chuparlo mujer ufff y ese pedazo de culo que tienes ,
con razón marcelita esta tan rica –
El otro tipo empezó a manosear su trasero y lentamente fue bajando sus cacheteros, para dejar su
vagina expuesta y ya con su pene al aire libre, posarse en medio de sus piernas. Arrodillándose
también y tomándola de sus caderas, puso su pene en la entrada de su concha, ya expuesta para irla
penetrando muy lentamente mientras mi madre pegaba un gemido ahogado por el pene de don julio
y se retorcía.
Yo seguía congelada viento como el tipo se lo metía despacio y selo sacaba rápido, para luego de un
tajo clavárselo hasta el fondo, mi madre solo gemía no sé si ya solo de dolor o de placer, luego don
julio saco su pene aun erecto dela boca de mi madre y el otro tipo dejándola de clavar pero, con su
pene erecto también. La hicieron poner de pie.
– Que rica estas, ya es hora de que te lo meta por esas piernas , pero quiero ver tus tetas que se ven
deliciosas vecinita puta –
– Si tío esta vieja ya está gozando y que vagina más deliciosa –
De inmediato quitaron su blusa, y mi madre solo se dejaba. Sentí algo de ira ¿sería que lo
disfrutaba? Al ver sus bien paradas tetas, don julio se abalanzó sobre ellas y se las metió a la boca
para saborearlas y tumbándola sobre mi cama, le abrió las piernas y la penetro de un solo golpe.
Ella solo gemía. Se dejó besar sin ningún problema, empezó a mover su cadera al compás de las
embestidas del viejo así paso unos minutos y de nuevo don julio saco su pene aun erecto y dio paso
a su sobrino,
Él se paró frente a ella, y ella sin más ni menos se sentó en mi cama y sin chistar metió el pene en
su boca como devorando un helado, el viejo reía y el joven gemía y mi madre estaba hecha toda una
puta. Luego el tipo la acostó de nuevo le dio la vuelta le dijo:
– para ese culo que te lo voy a partir –
Y mi madre solo levanto sus nalgas abrió sus piernas y en un gemido dijo:
– si pártemelo bien duro –
El tipo se puso tras ella y fue i poniendo su pene en el orificio y cuando lo logra medio encajar entre
sus nalgas se lo penetro de una lo cual hizo que mi madre gritara de dolor y el de placer. Yo del
grito de mi madre medio reaccione pero, también medio moví la puerta, lo cual hizo ruido a lo que
yo, Salí corriendo antes de ser vista, en medio del llanto y el desconcierto de ver a mi madre
sometida del placer.
Me encerré en la habitación de mis padres y me eche a llorar, a odiar a mi madre por ser tan perra y
caer tan fácil, a mi padre por llamar el viejo y a mí por tonta y no haberlo denunciado. Pensé que
dentro de la casa corría peligro y me decidí a salir y de paso llamar a mi papi y contarle todo, abrí
con cuidado la puerta de la habitación y tome camino a la puerta de salida intente abrir la puerta con
cuidado de no hacer ruido pero, los malditos le habían echado seguro y puesto pasador.
Yo me llene de impaciencia y cuando me iba a devolver a la habitación sentí como una mano tapo
mi boca, mientras otra me tomaba por el abdomen. Sentí morir intente gritar pero no pude, de
inmediato sentí que la mano que estaba en mi abdomen se metió bajo mi blusa y se apodero de mis
senos con gran facilidad por falta de mi top.
– A donde ibas marcelita, veo que estas más rica tus téticas son más grandes y más duras, tengo
buena mano. jajajaja –
– Además hueles delicioso, estas recién bañadita. ¿ acaso sabias que venía a hacerte la visita mi
perrita hermosa? –
Y diciéndome eso al oído, empezó a lamer mi cuello y a manosear mis senos, y sentía como su pene
se frotaba en mi trasero, me recostó contra la puerta y bajo su mano de mis senos a mi entrepierna
por encima de mi short, para luego intentar zafar el botón de este. Yo me llene de valor y mordí su
mano y le di un pisotón, algo que hizo que me soltara de inmediato, y como pude intente salir
corriendo a encerrarme en el primer sitio, por instinto entre a la cocina y cuando iba coger un
cuchillo, sentí una zancadilla y un empujón.
Caí boca abajo en medio de la cocina, me di súper duro en las manos y de inmediato sentí como don
julio callo sobre mí, volteándome del pelo y dándome una bofetada la cual me dejo sonsa y reventó
un poco mi boca.
– Ves cómo te haces pegar puta, ¿te vas a portar bien o te muelo a golpes? Y más vale que te quedes
calladita, porque si no vamos a tener que contarle a tu padre lo putas que son tú y tu mamacita rica,
me entiendes –
– Usted nos violo viejo asqueroso –
– Jajajaja eso no s lo que parece en los videos, recuerda como lo disfrutaste y como lo esta
disfrutando tu madre, ni si quiera se preocupa por ti. Esta allá siendo penetrada por mi sobrino y ni
te recuerda –
Me dijo, mientras me tenía de las manos, a lo que yo le respondí:
– Usted a mí me drogo viejo asqueroso lo mismo debió haber hecho a mi madre –
De inmediato y riéndose se paró y me paro del pelo, y empujándome contra una pared y mirándome
con risa y con placer me contesto:
– Pero mira nada más que rica estas marcelita, esos pantaloncitos cortos te quedan deliciosos y mira
cómo se salen tus senos por las mangas de tu blusa, eres toda una perrita, ya me hacía falta verte. –
Me tomo nuevamente del pelo y me dio vuelta dejándome de espalda contra el, tomo uno de mis
brazos y lo puso en mi espalda y de me llevo hacia la habitación donde estaba mi madre.
– Vamos a ver cómo es que sufre tu madre según tú , como es forzada –
La puerta estaba medio abierta y para que yo no hiciera ruido tapo mi boca con su mano, lo que vi
me destrozo el alma y perdí toda esperanza. Mi madre estaba debajo del tipo en pose de 69, total
mente entregada al placer, estaba hecha toda una guarra, una puta y por mis ojos salieron lágrimas.
Yo no existía para ella en ese momento y el viejo tenía razón eso no parecía una violación.
– Ves cómo lo goza, es toda una puta y una puta muy sabrosa y apretada. Pero no los
interrumpamos se ven muy felices –
Y diciéndome eso al oído, me arrastro a la cocina de nuevo y aprovechando mi estado de
conmoción, rasgo mi blusa dejándome solo en short me recostó a la pared y empezó a lamerlas, a
morderlas a saborearlas mientras con sus manos masajeaba mis nalgas, Lugo zafo el botón de mi
corto, bajo la cremallera y metió una de sus manos dentro de mi tanga para introducir sus dedo en
mis labios vaginales.
Besaba mi cuello y metía y sacaba sus dedos , luego con ambas manos bajo mis apretados shorts se
inclinó frente a mí, para acabarlos de quitar dejándome solo en mis pequeñas tangas negras, ya mi
vagina estaba muy mojada y los fluidos traspasaban mi braguita, me dio un lametazo , me miro y
me dijo.
– Ves como si se podía amorcito que cuerpo más hermoso y que prenda más delicada y provocativa.
ves cómo es que causas que te quiera penetrar. Solo tu tienes la culpa de estar tan buena. Podría
quedarme chupando tu vagina todo el día, pero ,ya te lo quiero meter –
Acto seguido se puso de pie levanto una de mis piernas, corrió mi tanga a un costado dirigió su pene
a la entrada de mi vagina, y me lo metió de un solo golpe mientras bajaba como cerdo. Lamio mi
cara mientras empezaba su mete y saca, no paraba de bombear mi vagina con más y más fuerza. Yo
solo sentía como su pene se apoderaba de mí, nuevamente.
– Ufff ufff siii siii mamacita estas más apretada se nota que nadie más te lo ha clavado yo soy tu
dueño y tu mi puta junto con tu madre –
– Ahora te voy a cumplir lo que te prometí la última vez amorcito –
Y sin darme tiempo a reaccionar, saco su pene dentro de mi vagina, me llevo hasta la barra de la
cocina, me puso sobre ella boca abajo. Reventó mi tanga de un tiro abrió mis piernas y se posó
dentro de mis nalgas puso su mano en mi cara apolándomela contra la mesa de la barra, escupió
varias veces en mi culo. Y cuando yo pude reaccionar.
– Nooo nooo por favor noooo ahí nooo se lo suplicoooo –
Puso la cabeza de su pene en la entrada de mi culito virgen y sin ninguna compasión me lo metió
hasta donde mas pudo por lo estrecho de mi colita.
Aaaaaaaaaayy aaaaay grite de dolor
– Ufffff es verdad eras virgen pero ya no –
Y de otro empujón me lo metió hasta el fondo, desgarrándome y de inmediato sentí como chorreaba
un hilo de sangre entre mis nalgas perdiendo el sentido por unos segundos. Lo dejo unos momentos
dentro de mí solo movía su cadera pero al notar que reaccione lo saco hasta cierta parte y me lo
clavo de nuevo hasta el fondo. Y empezar un bombeo más y más seguido, y con cada embestida yo
solo pujaba y gemía de dolor, mientras el lo hacia de placer.
– Ahhhh ahhh rico mmmm mmmm mmmm siii esto es lo que imagine –
Y fue tanto su placer, que bombeo y bombeo más seguido. Hasta que se vacío por completo dentro
de mi culo. Y en medio de mi dolor y llanto sentí la voz de mi madre también llorando acercarse a
mi empujar a al depravado y abrazarme. Ambos rieron al vernos ahí totalmente desnudas y llenas de
su leche.
– Ni una palabra de esto a nadie, por su bien perras ricas, y ya saben cuándo quieran sexo de verdad
búsquenos. Jajajajaja – se vistieron y se fueron.
Mi madre y yo quedamos en el piso, nos miramos y continuamos llorando nos abrazamos.
– Perdóname hija lo hice para que nadie supiera lo que te paso, pero de nada sirvió ese hijo de puta
se salió con la suya, fui una estúpida –
– Tranquila ma, lo superaremos pero no aguanto el dolor en mi culo, tengo miedo –
Mi madre me cargo me limpio y me llevo a mí a su cama, saco fuerzas de donde pudo se bañó y
salió a comprarme medicina. Hicimos un trato de no contar jamás a mi padre de olvidarlo y de
convencer mi papi que marcháramos a otra ciudad. Y así fue pasaron dos meses y ya estábamos
ubicados en itagui. Todo parecía mejorar
Continuara….

Follada en el metro

Categoría: Sexo en publico Comentarios: 5 Visto: 295745 veces

Ajustar texto: + -Publicado el 14/06/2013, por: Anonimo

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7:15 am una mañana mas en el metro y ya iba atrasada al colegio, lo siento no me presentado me
llamo Lilian, tengo 18 años y curso el último año de secundaria, físicamente tengo que decir que
soy algo pequeña, mido 1, 55 mts. pero con un cuerpo de envidia, trasero grande, senos bastante
deseables, cintura pequeñita, pelo negro, largo y ondulado, ojos cafés, casi negros como la misma
noche, bueno ya se harán una idea. Bueno como les estaba contando recién estaba en el anden del
metro cuando debería estar casi llegando al cole, me subí al primer metro que paró, no podía
regodearme esperando un metro mas vació, apenas caí en él, quedé pegada a la puerta sin manera de
poder arreglarme, sinceramente ni siquiera cabía un alfiler ahí, lo bueno de eso es que no pararía en
varias estaciones mas, debido a que era un metro expres. No había pasado mas de dos minutos
cuando sentí a alguien que me tocó el trasero intenté mirar quien era ese pervertido pero no pude
ver a nadie sospecho, en realidad todos eran sospechosos, intenté acomodarme para que no
sucediera de nuevo pero era imposible, en ese instante sentí que una mano se hacía camino hasta mi
zona intima, rosando mis muslos, intenté moverme nuevamente para apartarme de él pero mi
movimiento hizo que llegara mas rápido a lo que buscaba mi apertura, comenzó a frotar su mano en
mi vagina por encima de mi ropa interior, a esas alturas mi cuerpo me estaba traicionando ya estaba
toda mojada y no podía evitar sentirme excitada , sus movimientos al principio eran lentos pero al
sentir que comenzaba a excitarme comenzó hacerlo brusco y rápido, mi cuerpo era una maquina sin
control, mis senos estaban tan duros que estaba empezando a pensar que rompería los vidrios de la
puerta con la presión que hacían, me levantó la falda esta mi cintura y me bajó los calzones con
gran espertía quise apartarme de él pero estaba tan caliente, me acerqué mas aun a la puerta él me
siguió pegándose a mí, sentí su miembro en mi trasero estaba durisimo y se notaba bastante grande
lo tomé en mi mano y comencé a frotarlo, yo también lo quería hacer «sufrir» él apartó mi mano de
su pene y lo acercó a mi abertura, sentía su aliento en mi oído, estaba jadeando y por supuesto yo
también, quería solamente que me lo metiera pero le dije: » No lo metas» pero no me hizo caso su
pene se hizo camino dentro de mi O DIOS MIO ERA ENORME NO TERMINABA NUNCA DE
METERLO de mi boca salió un grito ahogado el me metió los dedos a la boca para que no emitiera
ruido alguno, su pene quedó dentro de mi inmóvil por unos momentos para que me acostumbrara a
él, luego comenzó a sacarlo una y otra vez sin compasión ERA FANTÁSTICO no me importaba
que al lado estuviera lleno de personas y quería gemir como la perra que me sentía en ese momento,
mi útero comenzó a contraerse una y otra vez sabía que me venía no podía contenerlo, no tenía
como sostenerme mis piernas me fallarían, no pude aguantarlo más me vine como nunca lo había
hecho ni siquiera sabía que tuviera tanto liquido en mi interior, él un segundo mas tarde se vino
dentro de mi con una explosión sin igual OOOO NO PODÍA SER MEJOR su semen era espeso y
tibio sentía como una parte bajaba por mi entrepiernas, sacó su pene flácido de mi , no pude no
sentirme vacía, me subí mis calzones y cuando lo hice toque un poco de su semen de mi pierna, me
chupe el dedo saboreando con gran anhelo. Sentí que se apoyaba en mi y me susurró: «Eres una
verdadera puta, si quieres más llámame acá está mi numero» me puso una tarjeta entre mis senos.
Bueno si quieren saber si lo llamé o no pongan sus comentarios quizás también les cuente como fue
mi primera vez y con quien fue. Espero que les haya gustado.

Una jovencita en el metro bastante caliente y que me tuve que terminar follando

HETERO: GENERAL ON 18 ABRIL, 2017

Esto ocurrió en el metro de Madrid hace unos meses. El andén estaba lleno de gente, un día de esos
en los que hay que entrar a presión. Me fijé en una chica muy jovencita, morena, no muy alta,
llevaba una falda muy cortita, un manjarcito, aparentaba unos 18 años, melena larga, culo firme y
apretado, piernas deliciosa, tetas en punta. Varios chicos se colocaron a su lado. «Joder, demasiada
competencia», pensé. Yo soy un sesentón, regordete, poco atractivo para un yogurín tan apetecible.
Me concentré en mi libro electrónico. Cuando llegó el metro, entré al vagón entre empujones. La
chica jovencita se escurrió a un rincón del vagón, aprisionada por uno de los chavales. Yo quedé a
su derecha y me dediqué a vigilarlos. Me gusta observar. El chico estaba salido. Ella, de espaldas,
se apretaba contra la puerta del fondo. Yo permanecí firme, deteniendo con mi espalda la avalancha
de gente.
Enseguida noté como la mano del chico caía a la cintura de la muchacha y luego se colocaba en su
culo, se lo acarició. Su polla debía de estar restregándose contra el muslo de ella. «Chico listo»,
pensé. Ella no decía nada, ni siquiera cuando el jovencito levantó su faldita y metió la mano debajo
de su braguita. Se dejaba hacer. Después vi como el chico se separaba, se bajaba la cremallera del
pantalón y se sacaba la polla. Ella seguía callada, con la mano del chico acariciándole la raja del
culo y su polla dura buscando arrimarse a su chochete. Me puse cachondo, vale, ¿lo comprendéis?
Decidí intervenir. Le di un golpecito en la espalda al chico y me dirigí a la chica como si la
conociera de toda la vista.

—Hombre, Vane, qué tal estás, cómo va el metro hoy, madre mía.

Ella levantó la cabeza y me miró muy sorprendida, pero yo no la dejé reponerse. Me acerqué mucho
a ella y le hablé al oído, muy cerquita, para que solo me escucharan ella y el chico.

—¿No te estará molestando este jovencito? –le pregunté.

El chico se puso rojo como un tomate.

—Yo no estoy haciendo nada, le juro…

—¿Y eso?

Le señalé la polla que salía de su bragueta y la falda de la chica que también estaba levantada por la
parte de delante. Llevaba un tanguita verde.

—Le juro que no he hecho nada, yo ya me iba.

Toco en la espalda del viajero que estaba detrás de nosotros y le pidió paso para salir. En un
momento había desaparecido de nuestra vista. La chica seguía sin decir nada. Yo me coloqué en el
lugar que había dejado el chico, puse mi mano izquierda en su tanquita verde, la derecha en su
culete y mi polla en la cadera.

—¿Qué hace? –me dijo muy bajito, como con miedo a que la escucharan.

No dije nada. Metí su mano dentro de su tanguita y mi dedo corazón se introdujo hasta acariciar su
clítoris. Estaba húmeda. Noté que suspiraba. El chico había hecho bien su trabajo. «Gracias,
chavalito», pensé.

—Yo sí voy a hacer que te corras y no ese niñato —susurré en su oído.

Cogí su mano y la hice que agarrara mi polla por encima del pantalón. La moví arriba y abajo.

—Tengo que salir –me dijo.

—Espérate una estación más y te puedo llevar a un sitio muy tranquilo.

—No, no, por favor.

Mi mano acariciaba sus labios vaginales y su clítoris.


—Vente conmigo un ratito y verás que bien lo pasamos, te va a gustar mucho.

—No sé, usted es muy mayor.

Ella tenía que salir pero no se movía. El tren cerró sus puertas y siguió su camino. Pensé que ya
estaba en mis manos. La miré, un yogurín, hacía muchos años que no me había follado una chica
como esa. Noté el deseo en sus ojos. El tren llegó a la siguiente estación. Le di la mano a la chica.

—Vamos a salir.

Me siguió como hipnotizada. Cuando salimos de la estación hizo un intento de soltarse de mí.

—Vamos a charlar un momento, ¿cómo te llamas?

—Ana. Sólo un momento, ¿eh?

La llevé a una casa abandonada que estaba a la salida de la estación, la utilizaban algunos chicos del
barrio para follar, tenía hasta un camastro medio roto.

—¿Qué vamos a hacer ahí?

—Hablar tranquilamente.

La empujé dentro. No se resistió.

—¿Qué quiere? –me preguntó.

—Vas muy sexy con esa faldita blanca tan cortita, ¿te gusta excitar a los hombres?

—No, no es que visto así.

—Pues al chico del metro le has puesto cachondo y a mí también. Mira.

Me abrí la cremallera y saqué mi polla. Es ancha y larga, 20 cm. Ella se quedó mirando muy
fijamente.

—Eres un guarro.

—Sí. Muy guarro. ¿Sabes lo que voy a hacer ahora?

—¿Qué?

Saqué la lengua y se la enseñé.

—Quiero meter esta lengua en tu culito. ¿Tienes novio?

—No.

—¿Has follado alguna vez?

—Solo dos veces, con un chico del colegio.


Ella se había sentado en un sofá que estaba debajo de una ventana. Yo me puse a su lado y la
acaricie los muslos.

—Ponte de espaldas, que te voy a dar un pequeño masaje.

—Me tengo que ir. voy a llegar muy tarde a casa.

Pensé que hay mujeres a las que hay que entretenerlas hablando de otras cosas mientras las vas
desnudando. Esta era una de ellas,

—Soy un buen masajista, ya lo verás.

—No te creo.

Pero ella ya estaba de espaldas en el sofá, con su culazo en pompa como yo la había pedido.

—Seguro que te masturbas muchas veces.

—Sí, sí, eso sí.

—¿Con películas porno?

—Algunas veces.

—¿Y en qué piensas?

—No lo sé, qué preguntas me haces.

Le bajé las bragas hasta la rodilla. Mi mano acarició su culete. Puse la palma en su rabadilla y mi
dedo corazón acarició su ano. Después lo fui subiendo desde atrás para disfrutar de su chochete. Sus
jugos mojaban mi mano entera.

—¿Cuántos años tienes?

—18.

—¿De dónde venías a esta hora?

—Trabajo en una tienda de electrodómesticos. ¿Qué me estás haciendo?

Mientras continuábamos hablando, le había metido el dedo en el culo. Eso me vuelve loco. Desde
que la vi en la estación pensé que sería una delicia meter un dedito en ese culito. Y ahí estaba yo,
cumpliendo mi fantasía.

—¿Nunca te han acariciado así el culete?

—No, no.

—Nunca es tarde para empezar, Anita. Los dos juntos podemos aprender muchas cosas.

— ¿Qué cosas?
—Yo tengo muchas experiencias, me han pasado muchas aventuras, te puedo contar mis historias.
¿Eres morbosa?

—No sé.

— Seguro que sí.

Tenía que hablar y hablar, ese era mi plan. Puse mi polla en su culo, entre los dos carrillos, me
aplastaba contra ella. Mis manos hurgaban en su chochete, jugaban con su clítoris, entraban y salían
en su vagina.

—¿No te gusta?

—¡Ay, ay! ¡Qué me haces!

La hice darse la vuelta con las piernas muy abiertas. Estaba con los ojos cerrados como soñandio.

—¿Te han comido el chocho alguna vez?

—No, no, nunca.

—Dime que quieres que te lo coma.

—No, no, por favor, qué guarro eres.

—Dímelo.

Mis dedos se movían en su chumino y ella gemia.

—Por favor, por favor.

—Dime que quieres que te coma el chocho.

—Ay, ay, por favor, por favor, sólo un poquito.

—Un poquito, ¿qué?

—Por favor, por favor, cómeme un poquito el chochito.

Mi boca se posó primero sobre su ombligo, sin prisas, voluptuosa, después hizo circulitos sobre su
monte de Venus mientras mis dedos entraban y salían en su vagina. Mi lengua era un diablo
caliente. Llegó a su chochete, lamió sus labios superiores, lamió la entrada de su vagina.

—¡Ay, ay, ay, eso me vuelve loca.

Agarré su clítoris con mis labios, succioné muy suavemente mientras dos de mis dedos entraban en
su vagina, me la follé con los dos dedos. Dentro, fuera, dentro, fuera. Ella se derretía.

—Por favor, por favor, no te pares.

Con mi lengua lamí y lamí su clítoris. Ella enloquecía.


—Me estoy corriendo, ay, ay, que bien lo haces.

—Ahora dime que quieres que te folle.

—No, no, otro día. Se me está haciendo muy tarde.

Pero mi polla estaba pidiendo su ración. Mi polla tenía vida propia y quería unirse a la fiesta

—Le acerqué la polla a la cara.

—¡Ay, ay, qué grande, qué grande!.

La acarició, se la metió en la boca.

—¡Qué rica! —gritó.

En ese momento descubrí que la encantaba chupar. Me la chupaba desesperadamente. Pensé que la
chica iba a dar mucho juego. Mis amigos jubilados, Manolo y Esteban, iban a dar saltos de alegría
cuando se la presentase.

—Ahora dime que quieres que te folle.

Tuve que hacer esfuerzos para sacarle la polla de la boca, porque se aferraba a ella con un frenesí
que yo nunca había visto.

—Sí, sí, quiero que me folles, fóllame mucho, todo lo que quieras. Fóllame.

La había hecho levantarse. La llevé contra una pared. Quería metérsela allí, contra el muro blanco y
desconchado. Era un poco más alta que yo. Puse mi polla en la entrada de su vagina mientras con
mi dedo sobaba su clítoris.

—Así, así.

Empujé un poquito y noté su gritito. Le metí la puntita, solo la puntita.

—Por favor, por favor, métemela toda, toda entera.

Cuando empujé con fuerza gritó como si la estuviera matando de placer.

—Así, así, por favor, no te pares.

Lloraba mientras yo me movía como un caballo loco.

—¡Toma, polla, toma, polla!

—Sí, sí. Más, más, no acabes nunca.

Se corrió y se corrió hasta que yo no pude más. Fue un polvo salvaje, monumental. Hacía tanto
tiempo que no me follaba a una mujer joven como ella, así que derramé el semen acumulado
durante muchos años. Ella estaba exhausta. Yo quería más, ese culo me seguía obsesionando, ese
culito virgen para mí. Nos vestimos. Cuando salimos a la calle ya había anochecido.
—Si quieres te llevo a casa en mi coche, lo tengo aparcado aquí al lado.

—Vale.

Mi coche estaba solitario en el aparcamiento de la estación. Supe lo que quería hacer. Cuando
llegamos al coche le dije que se quitase las bragas. Ella lo hizo. Le pedí que se tumbase en el
asiento al lado del conductor, con las piernas fuera y el culo en pompa.

—¿Qué quieres hacer?

—Ya lo verás.

—No, no, el culete, no, otro día.

No la hice caso, ya sabía que siempre decía que no. Acerté, Se tumbó en el asiento con las piernas
fuera del coche y el culo en pompa. Le levanté la falda y me quedé mirando ese culete. Era un
manjar. Le besé entre los dos carrillos, le lamí la rabadilla, le fui lamiendo y lamiendo hasta llegar a
su ano.

—Eres un guarro.

—¿No te gusta?

—Sí, sí, me gusta mucho.

Metí la lengua en su ano, se lo chupé con ansia, luego mi lengua entró y salió en su ano, me follé su
culete con mi lengua ardiente, volví a tocarla el clítoris y se encendió otra vez.

—¡Ay, ay, por favor!

Puse mi polla en su culo, se la restregué de arriba abajo, así estuve a punto de correrme pero me
aguanté. Entonces la puse directamente en su ano.

—No, no, me vas a hacer daño.

—Sólo un poquito.

—Por favor, solo un poquito.

Metí la punta, el capullo, muy suavemente, sin apretar. Estaba estrechito, nadie había entrado allí.
Apreté un poquito más.

—¡Ay, ay! No, no.

No llegué a metérsela del todo, ya habrá tiempo, me corrí como un crío. La llevé en coche hasta su
casa. Ella iba tiritando. La dejé a dos manzanas. No quería que me vieran con ella. Apunté su
teléfono en mi móvil y le hice una llamada para que tuviera el mío.

—Tenemos que vernos más a menudo. Quiero presentarte a dos amigos.

—No sé, no sé.


—Lo vas a pasar muy bien.

—No sé, no sé.

Ella siempre decía que no, ya lo había comprobado.

Tres días después sonó mi móvil y era ella.

—¿Y si me vienes a buscar hoy a la estación como el otro día? –me propuso.

—Vale. Iré con mi amigo Manolo.

—Prefiero que vengas solo.

Pero me llevé a Manolo, una obra de caridad, lleva más de diez años sin tocar un chochete. Cuando
vio a Ana, con su minifalda, esperando en la estación, estuvo a punto de correrse en los pantalones.
Peri esa historia, quizá os la cuente otro día.

Relato xxx de como fui cogida en el metro por un extraño

Hola, soy Lety y hoy les voy a platicar de una experiencia muy excitante que me sucedió hace unos
años.

En ese entonces yo trabajaba por Chapultepec asi que diario tomaba el metro, aunque como siempre
me gustaba vestirme prvovocadora con minifalda, vestidos o mayones.

Me encantaba irme no en el exclusivo de mujeres si no en donde van los hombres porque


increíblemente iba mas comoda ya que con eso del abuso muchos me daban suficiente espacio,
aunque aveces no faltaba el que me arrimaba su paquete o el que me toqueteaba.

Nunca tuve problema con eso pues siempre he dicho que para eso es, pero en una ocasión algo
inusual sucedió.

Subí en la estación Pantitlán, ese dia llevaba una minifalda negra de olanes, mis botas y mi
chamarra de mezclilla. Era inevitable que me voltearan a ver ya que cada caminar mi faldita
dejaba ver mas que mis piernas ?.

Me encantaba ver las miradas de hombres y mujeres, en cuanto abordé el vagón se subio un tipo de
unos 26 a 30 años, un poco feo y gordillo pero bueno no era el primero que veia así.
Ilustración relato cogida en el metro

Él se subió detrás de mi, poco a poco comenzó a pegarse a mi, sentia como sus piernas rozaban
con las mias y como la gente sube y sube terminamos en la parte de la escalera de emergencia. Para
su buena suerte el quedó pegado en la escalera y yo enfrente de él.

Sentía como me arrimaba su verga, que al principio no me pareció pero bueno aun faltaba mucho
para que bajara asi que decidi no hacer nada y disfrutar el roce, pero no fue solo roce!

Sentí como sus manos comenzaron a tocar mis piernas y como poco a poco me encoxaba mas en
el, yo miraba a mi alrededor pero toda la gente seguia en lo suyo. De repente el muy descarado
subió su mano a mis nalgas, las comenzó a acariciar, yo no decia nada, no quería que nadie se diera
cuenta.

Él al notar que no decía nada, mas me repegaba su miembro, sentia como se le ponia dura, eso
comenzó a excitarme, los movimientos del tren ayudaban a sentir mas rico.

El pasó su mano hacia el frente y comenzó a acariciarme mi vagina, sus dedos acariciaban mi
clitoris mientras yo me mordia los labios, me hizo a un lado mi tanga y comenzó a meter sus dedos,
jugaba con ellos dentro de mi vagina.

Yo observaba a mi alrededor una y otra vez, me masturbaba rico, yo comencé a escurrir en ese
entonces, sacó sus manos, me hizo para delante y sentí como su miembro ya estaba fuera de su
pantalón. Hizo a un lado mi tanga, con su pierna me abrió las mias y senti como me empezó a
penetrar, su verga entraba fácil ya que estaba muy húmeda, sentia una verga no tan grande pero si
gruesa, me dolia un poco pero se sentia riquisismo.

– Estás buensimaa, que rico aprietas mami!

Me susurró al oido mientras me agarraba de la cintura y me penetraba lentamente.

Yo suspiraba, no queria jadear ni gritar, había mucha gente, pero increíblemente nadie se daba
cuenta. Siguió penetrandome, yo movia un poco mi cadera para sentirla mejor, cerraba los ojos y
con mi mano lo empujaba mas a mi, aunque solo estabamos en esa pose, se sentia rico.

De pronto sentí como su pene comenzó a inflarse y en eso senti como me llenaba de leche, el me
pellizcaba la cintura y yo cerraba los ojos, mientras el se venia dentro de mi.
– Uff que rico nena, gracias por dejarme cogerte!
– Dejame, ya me tengo que bajar!

Suspiré y me bajé del vagón, no miré atrás y seguí mi camino. Al subir a la avenida pasé al baño
público ya que su semen me escurría, me limpié y me fui al trabajo.

Bueno amigos espero les haya gustado, besos a todos!

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