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ESTRATEGIA DE AHORRO PARA BAJOS INGRESOS FAMILIARES

En Consecuencia del restringido modelo económico en Bolivia:


Las brechas que restringen la inversión en Bolivia
LC_Jemio.En la década de los 60, Cheney 1 escribió acerca de las brechas que
restringían el crecimiento económico en los países en desarrollo. El identificaba 2
brechas importantes: la brecha del ahorro, es decir, los países en desarrollo no
generaban suficiente ahorro para financiar mayores niveles de inversión que les
permitiera crecer a tasas más elevadas, la inversión se veía restringida y por lo tanto
la capacidad de la economía de crecer a mayores tasas.
Bolivia ha atravesado en las últimas décadas por períodos donde la brecha ha
limitado claramente la inversión y crecimiento del país. En la década de los 70, los
flujos de financiamiento externo recibidos, hicieron que no existiera una restricción
en la disponibilidad de divisas. Sin embargo, se produjo un boom de consumo, por
lo que fue la brecha del ahorro la que restringió los niveles de inversión. En la
década de los 80, la crisis de la deuda externa impuso al país un fuerte
estrangulamiento externo, por lo que la escasez de divisas para importar bienes de
capital se constituyó en la principal restricción a la inversión y al crecimiento
económico. En la década de los 90, la brecha fiscal alcanzó una mayor
preponderancia, ya que la restringida posición fiscal que experimentó el país redujo
sustancialmente su capacidad de emprender proyectos de infraestructura pública,
que permitieran al sector privado desarrollarse y a la economía en su conjunto
alcanzar mayores tasas de inversión y crecimiento.
El ahorro interno, por ejemplo, se encuentra en niveles cercanos al 26% del PIB, el
superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos en alrededor del 13% del
PIB, el superávit fiscal ha estado en niveles de 4% del PIB en 2006 y 1,8% del PIB
en 2007, y la inversión pública se ha situado en niveles superiores al 10% del
producto. Sin embargo, a pesar de estas condiciones favorables, la inversión
privada sigue en niveles absolutamente bajos, siendo la tasa de inversión total de
solamente 13% del PIB.
Aparentemente, la inversión en Bolivia se encuentra restringida en la actualidad por
una nueva brecha, que tiene mucho más que ver con las expectativas que los
empresarios tienen sobre el clima de negocios actual y futuro existente en Bolivia.
La tasa de inversión en 2007 ha sido solamente de un 12,4% del PIB, insuficiente
para garantizar un crecimiento sostenido a largo plazo. Estas bajas tasas son
explicadas por la situación de incertidumbre política y económica que atraviesa el
país desde hace ya varios años, y que ha desalentado las inversiones del sector
privado, nacional y externo. No existen señales para la inversión en áreas
fundamentales, como los acuerdos comerciales con estados Unidos y Europa, el
respeto a la propiedad privada en los sectores de la agricultura, minería e
hidrocarburos, sobre el papel que le corresponderá al sector privado en sectores de
servicios como electricidad y telecomunicaciones, las prohibiciones a las
exportaciones, etc. Todos estos factores tienden a ahuyentar a potenciales
inversionistas, y por lo tanto disminuyen las perspectivas del país de crecer a tasas
más elevadas.
Estrategias para mejorar las finanzas familiares.

Con una inflación del 11% según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas
(INE), muchas familias deben replantearse algunos hábitos de consumo porque sus
ingresos no alcanzan para comprar los mismos productos que compraban antes.
No obstante, siguiendo algunos lineamientos de ahorro es posible controlar la
economía familiar para no perder calidad de vida.
A grandes rasgos, la economía familiar puede mejorar mucho con solo tres pasos:
crear una plantilla de presupuesto, no gastar en productos innecesarios y fomentar
la comunicación en el hogar.
1. - Establece un presupuesto (con un objetivo a alcanzar): es importante que
se tenga en cuenta tus gastos fijos mensuales para calcular una meta de
ahorro. Realice una hoja de cálculo para tener las cuentas al día. Así, podrás
controlar las cantidades (más o menos elevadas) que puedas guardar.
2. Compara precios y busca ofertas: no es necesario que vaya de un
supermercado a otro mirando los precios (aunque nunca es mala idea).
Puedes preguntar a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo dónde
compran y comparar la relación calidad-precio de los productos.
Probablemente cuando conozca lo que se ahorran los demás, te empieces a
interesar más en lo que te gastas cada mes.
3. Evita las compras por impulso (casi nunca lo necesitas): muchas veces nos
compramos cosas por darnos un capricho bajo el lema “para algo estoy
trabajando”. El consumismo impulsivo es el peor enemigo del ahorro y puede
alterar tu presupuesto sin que te des cuenta. Si no te hace falta
inmediatamente, espera a final de mes e invierte parte de tus ahorros.
Consejo: deja la tarjeta de crédito a buen recaudo. Está para lo que está.
4. Reducir los gastos en casa: puedes ahorrar agua y energía contando con
electrodomésticos eficientes y ecológicos. Lo notarás en tu balance de
facturas. Para mantener la casa en una temperatura idónea reduciendo el
consumo en calefacción o aire acondicionado, recuerda no dejar entrar el
calor en verano y el frío en invierno con buenos cerramientos.
5. Destinar, por ejemplo, un 10 por ciento al ahorro y 5 por ciento para
imprevistos. El primero destinado a proyectos futuros para la familia y el
hogar, y el segundo para afrontar las eventualidades que se vayan a
presentar.
6. Es fundamental la planificación para adecuar el estilo de vida según los
ingresos percibidos.
“La idea es mentalizar al niño y a la familia que el trabajo y el ahorro no solo
genera ingresos para vivir, sino para progresar”, añade.
La incorporación del tema del ahorro en la educación formal, además de
prever que las entidades financieras divulguen y promocionen productos
pensados para este sector.

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