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INFORME FINAL

Reducción de la socavación
al pie de pilas de puentes

No. de Registro SIP: 20082519

DIRECTOR:

M. en C. LUCIO FRAGOSO SANDOVAL

PARTICIPANTES:

M. en C. ARTURO BRUNO JÚAREZ LEÓN


M. en C. J. ROBERTO RUIZ Y ZURVIA FLORES
ING. EMILIO TOVAR VALDES
ING. ELIZABETH CATANA HERNÁNDEZ
ING. ARQUIMEDES RAMÍREZ VAZQUEZ

Enero 2009.
INDICE

1. RESUMEN 3

2. INTRODUCCIÓN 3

3. METODOS Y MATERIALES 6

3.1. Definiciones y conceptos previos. 6


3.1.1. Tipos de socavación. 8
3.1.2. La socavación en pilas de puentes. 9

3.2. Revisión de formulaciones existentes 13

3.3. Metodología 18

3.4. Descripción de las instalaciones experimentales a utilizar. 19


3.4.1. Instrumentación. 19

3.4.2. Diseño del experimento. 20


3.4.2.1. Análisis dimensional. 20

3.5. El modelo. 26
3.5.1. Escala del modelo. 29
3.5.2. Características y dimensiones del modelo. 30

3.6. Ensayos. 31
3.6.1. Metodología de los ensayos. 33

3.7. Procesamiento de los datos experimentales y prueba de la


hipótesis. 36
3.7.1. Datos obtenidos en cada ensayo y cálculo de los parámetros
adimensionales. 37

4. RESULTADOS 39

4.1. Validación de la hipótesis. 39

4.2. Determinación de la ecuación que nos permita evaluar la


profundidad de socavación en prototipo, considerando a la
rugosidad de la pila. 40

5. CONCLUSIONES 42

6. IMPACTO 44

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 45
1. RESUMEN.
La erosión al pie de pilas y estribos de puentes y sus terraplenes de aproximación,
corresponde a procesos que si bien ocurren en forma simultánea, para proceder a
su estudio, se tipifican de acuerdo a sus causas y escalas de tiempo como:
erosión por contracción y erosión local debida al flujo turbulento del agua y a
vórtices inducidos por el terraplén y el estribo.

La complejidad de estos fenómenos es muy alta y por ello el estudio de los


procesos erosivos se ha basado históricamente en estudios experimentales, a
partir de los cuales se han desarrollado y publicado las ecuaciones de cálculo
(Laursen, 1960; Maza, 1968; Neill, 1993). Estas experiencias se han realizado
con estribos verticales, con las limitaciones propias de las condiciones de ensayo,
tanto en relación de las escalas de los modelos, los materiales granulares que
forman el lecho y los parámetros hidráulicos posibles de ensayar en canales de
laboratorios.

Los estudios de referencia consideran que la erosión local es función de varios


parámetros hidráulicos del flujo, características y propiedades del material que
conforma el fondo del cauce y la geometría de los terraplenes de aproximación y
los estribos; pero no de la rugosidad que presenta el estribo.

En este proyecto se analizó el comportamiento de la socavación que genere un


cierto flujo de agua en torno a un sistema formado por una pila de puente, en un
canal de arena del Laboratorio de Ingeniería Hidráulica de la ESIA Unida
Zacatenco; a la pila se le fue cambiando la rugosidad para determinar
experimentalmente su influencia en la erosión local que se generó; y así en base a
ensayo – error reducir la erosión local que se generaría en el sistema.

Es evidente la importancia que tiene el poder conocer la magnitud que puede


tener este efecto erosivo en el diseño de cimentaciones poco profundas para
puentes, pues esto podría llevar a la falla total del puente o a la adopción de
profundidades antieconómicas y excesivas de los estribos y de las pilas del
puente. Con los resultados de este proyecto se podrá reducir la profundidad de la
erosión.

2. INTRODUCCION.

En el campo de la ingeniería civil es muy importante poder predecir la


magnitud de la erosión que una corriente dada puede provocar al pie de las
diferentes obras hidráulicas, tales como: puentes, vertedores, bordos, espigones,
obras de toma, muelles, etc.

Cuando se requiere que una vía de comunicación (camino, carretera, ferrocarril) o


una línea de conducción (acueducto), mediante un puente, cruce un río en una
zona donde no es factible, ni física ni económicamente, alcanzar un manto rocoso
en que apoyar las pilas y estribos, el problema que se presenta, es predecir la
magnitud de las erosiones que sufre el fondo del cauce al pie de tales estructuras.

Es evidente que el conocimiento de la magnitud a que puede llegar este efecto


erosivo es de fundamental importancia en el diseño de las cimentaciones poco
profundas para puentes, pues una falla sería de juicio en esta cuestión puede
conllevar a la destrucción total de la estructura o a la adopción de profundidades
antieconómicas y excesivas, que complican seriamente los procedimientos de
construcción.

Puede afirmarse que la mayoría de las fallas de puentes son provocadas por la
socavación local en las pilas, al paso de una avenida; dicha socavación ocasiona
que las pilas queden sin apoyo, se asienten y provoquen la falla de la estructura
(Foto 1).

En 1973, un estudio a nivel nacional, realizado para la Federal Highway


Administration USA (Administración de Carreteras Federales de Estados Unidos
de América) referente a la falla de 383 puentes causada por catastróficas
inundaciones, mostró que el 24% de estas fallas involucraba daño a las pilas y el
72%, daño a los estribos por socavación.1

En 1978, un segundo estudio indicó que la socavación local en pilas de puentes


era un problema de igual magnitud que el de socavación en estribos (Brice y
Blodgett, 1978).

En 1985, 73 puentes fueron destruidos por las avenidas en Pennsylvania, Virginia


y Virginia del Oeste.

La inundación de 1993, en la cuenca del Mississippi, causó 23 fallas; los daños


fueron estimados en 15 millones de dólares USA. Las causas de dichas fallas
fueron: 14 por socavación en estribos, 2 por socavación en pilas, 3 por
socavación tanto en pilas como en estribos, 2 por deslizamiento de taludes
laterales, 1 por carga de sedimentos y 1 por causas desconocidas (Bonilla y
Flores, 2003).

En 1994, por las avenidas provocadas por la tormenta “Alberto”, en Georgia, más
de 500 puentes estatales y privados sufrieron daños por socavación, 31 de los
puentes estatales presentaron de 4 a 6 m de socavación por contracción y
degradación a largo plazo, además de socavación local. El Estado recomendó,
también, que 73 puentes particulares fueran reparados o remplazados. Los daños
fueron estimados en 130 millones de dólares USA.

En México, no se cuenta con estadísticas del número de puentes colapsados, pero


se tiene el conocimiento que en los últimos años se han venido presentando
múltiples fallas en un buen número de puentes que cruzan cauces fluviales de
lechos formados, generalmente, por material no cohesivo, siendo la falla principal
la producida por socavación local al pie de pilas.
Así, por lo anterior se observa la importancia que este tema tiene en la ingeniería
de caminos, ya que si se logra tener mayor precisión en la determinación de la
magnitud de la socavación al pie de pilas ó en el diseño de pilas que reduzcan la
magnitud de ésta, se estará en la posibilidad de construir puentes más estables y
más económicos.

En particular, con el presente trabajo se logró a través de un modelo físico


reducido, que mediante el uso de rugosidad artificial en la superficie de la pila,
reducir la magnitud de la socavación al pie de ellas, por el efecto erosivo del agua
y establecer la metodología para el diseño correspondiente.

Foto 1.1 Puente colapsado por socavación en sus pilas. 2

3.- METODOS Y MATERIALES.

3.1. Definiciones y Conceptos previos.

Socavación.
Se define como el descenso que sufre el fondo del cauce debido al incremento de
la capacidad de la corriente para transportar, por el fondo y en suspensión,
material sólido que constituye el lecho del cauce, fenómeno que generalmente
sucede durante el paso de una avenida.
Socavación “de agua clara”.
Es aquella en la que no existe arrastre de material de fondo, en el flujo aguas
arriba, o el transporte del material sólido se realiza en suspensión a través del foso
o cuenco de socavación.

Socavación “de lecho vivo”.


Es aquella en la que existe arrastre de material del lecho del cauce desde aguas
arriba hasta el sitio de cruce de la estructura.

Socavación total.
Es el resultado de la acción de varios tipos de socavaciones, originadas por
causas distintas.

Movimiento incipiente.
Describe una situación instantánea en que una o varias partículas comienzan a
moverse, pero ello no significa que una vez que se han movido continúen en
movimiento.

Arrastre o transporte incipiente.


Describe una situación instantánea en que una o varias partículas comienzan a
moverse y una vez que se han movido, continúen en movimiento.

Velocidad máxima permisible o no erosiva.


Es la máxima velocidad media del flujo que pueden soportar las partículas de un
cauce sin ser desplazadas o sin provocar erosión; también se conoce como
velocidad crítica o de inicio de arrastre.

Al caer una partícula dentro de un líquido en reposo, su peso sumergido tiende a


equilibrarse con la fuerza que se opone a su caída, o sea, con la fuerza de empuje
que el agua ejerce contra ella. En el instante en que ambas fuerzas se equilibran,
la partícula alcanza su velocidad de caída terminal o final, ya que a partir de ese
instante comienza a caer con velocidad uniforme.

Sedimento.
Se entiende por sedimento a todas las partículas de suelo y roca, de una cuenca,
que son arrastradas y transportadas por una corriente de agua.

Tamaño de la partícula sedimentaria.


De todas las características del sedimento, el tamaño de las partículas que lo
constituyen es una de las más importantes y quizá la más utilizada. El tamaño de
la partícula suele definirse en términos de su volumen, de su velocidad de caída, o
por el tamaño de la abertura de la malla de una criba, o por sus dimensiones tri-
axiales.

Pero el tamaño de las partículas no puede definirse fácilmente con una sola
dimensión, como podría hacerse si ellas fueran esferas o cubos, porque las
partículas naturales tienen muy diversas formas y nunca alcanzan la forma de
esferas. Por tanto, el tamaño de una partícula dependerá de la dimensión que se
mida, según se haya definido, y del procedimiento que se utilice para obtener
dicha medida.

Diámetro nominal de la partícula sedimentaria.


Es el diámetro de una esfera de igual volumen que la partícula de que se trata.

6VP
Dn = 3 ------- (1)
π

Donde:

V P = Volumen de la partícula
Dn = Diámetro nominal

Este diámetro casi no se emplea en estudios sobre transportes de sedimentos. Se


utiliza preferentemente para definir el tamaño de partículas gruesas, ya que la
medición del volumen de una partícula se hace más difícil y poco práctica, cuanto
más pequeña es la partícula de que se trata (Rico y Del Castillo, 1982).

Diámetro de cribado de la partícula sedimentaria.


Es el tamaño de la abertura de la malla por la cual pasa justamente la partícula.
Se utiliza comúnmente para definir el tamaño de partículas mayores de 0.062 mm,
como las arenas y gravas.

El diámetro de cribado no tiene en cuenta la forma real de los granos ni su


densidad.

Se ha encontrado que el diámetro de cribado es ligeramente menor que el


diámetro nominal, esto es:

Dcribado = 0.90* Dn ------- (2)

Diámetro de sedimentación.
Es el diámetro de una esfera que tiene igual densidad y velocidad de caída que la
partícula de que se trata, al caer ambas en el mismo líquido y a la misma
temperatura.

Diámetro estándar de sedimentación.


Es el diámetro de una esfera cuya densidad relativa es de 2.65 y que tiene la
misma velocidad de caída que la partícula considerada, cuando ambas caen en
agua destilada a 24º C. Los diámetros de sedimentación se emplean comúnmente
para definir el tamaño de partículas muy finas, como las de los limos y arcillas (ley
de Stokes).
Nota:

En problemas relacionados con el transporte de sedimentos, los diámetros de


sedimentación tienen mayor significado físico que los anteriores, ya que en su
determinación influyen la forma y densidad reales de la partícula, así como la
densidad del fluido en que se sedimenta.

El diámetro de cribado y el de sedimentación son los más utilizados en la práctica.


Cuando un material se ha cribado adecuadamente, el diámetro de cribado
corresponde aproximadamente a su diámetro de sedimentación6.

Pila.
Son los apoyos centrales que soportan a los tramos horizontales de un puente.

Tipos de pilas.
Las pilas se denominan de acuerdo con la forma de su sección en planta, como se
indica a continuación:

Pila de nariz triangular

Pila de nariz redondeada

Pila circular

Pila rectangular

Pila rectangular achaflanada

Pila elíptica

Pila lenticular

3.1.1. - Tipos de socavación


En el fondo de la sección de un río por la que cruza una estructura, generalmente
un puente, se pueden presentar cinco tipos diferentes de socavación, cada una
igualmente importante para determinar la profundidad máxima que alcanzará el
fondo del cauce al pie de la estructura:

a) Socavación general.

b) Socavación local.

c) Socavación transversal.
d) Socavación en curvas.

e) Socavación aguas abajo de obras de almacenamiento.

a) Socavación general.
Es la que ocurre en condiciones naturales del cauce, cuando al presentarse una
avenida aumenta la capacidad de la corriente para arrastrar material sólido del
fondo, produciéndose un descenso de este fondo a lo largo de todo el cauce.
Durante el periodo de recesión de la corriente, el material sólido arrastrado desde
aguas arriba es depositado nuevamente, quedando el fondo del cauce con una
elevación media aproximadamente igual a la que tenía antes de ocurrida este tipo
de socavación.

b) Socavación local.
Ocurre cuando se coloca un obstáculo en la trayectoria del flujo, como una pila de
apoyo de un puente, el cual induce la formación de vórtices que provocan la
disminución de la elevación del fondo del cauce, únicamente en la zona alrededor
del obstáculo.

c) Socavación transversal.
Al sufrir cierto estrechamiento un cauce por la construcción, generalmente de un
puente, se provoca un aumento en la velocidad del flujo, debido a la reducción del
área hidráulica original; esto provoca que la corriente arrastre mayor cantidad de
material del fondo y ocurra la socavación transversal.

d) Socavación en curvas.
Con la presencia de una curva en el trayecto del cauce, la corriente socava al lado
exterior de la misma y se forma un flujo helicoidal que tiende a arrastrar al material
sólido del fondo hacia la parte interior de la curva.

e) Socavación aguas abajo de obras de almacenamiento.


Cuando existe una obra de almacenamiento que libera volúmenes considerables
de agua sin material sólido, la corriente liberada produce una socavación que no
se recupera por no haber aportación de material sólido que se deposite.

3.1.2. - LA SOCAVACIÓN EN PILAS DE PUENTES.

3.1.2.1. Socavación local al pie de pilas de puentes.


El mecanismo básico que provoca la socavación local al pie de pilas de puentes
es la formación de vórtices en sus bases (figura 1). Dicho vórtice es el resultado
de una acumulación de agua en la cara aguas arriba del obstáculo y una
subsecuente aceleración del flujo alrededor de la nariz de la pila. La acción del
vórtice remueve material sólido del lecho del río de alrededor de la base de la pila.
La tasa de arrastre de sedimento fuera de la región de la base es mayor que
aquella que introduce sedimentos a dicha zona y, consecuentemente, se
desarrolla un foso de socavación. Mientras la profundidad de dicho foso se
incrementa, la fuerza del vórtice de herradura disminuye, reduciendo de este modo
el transporte de material sólido desde la zona del foso (Figura 1).

Eventualmente, para socavación local “de lecho vivo”, el equilibrio se restablece


cuando la entrada de material sólido al foso es igual al que sale de él, por lo cual
cesa la socavación. Para la socavación “de agua clara”, ésta termina cuando el
esfuerzo de arrastre causado por el vórtice de herradura iguala al esfuerzo crítico
de arrastre que puede soportar la partícula del material sólido que forma el lecho
del cauce.

Adicionalmente al vórtice de herradura alrededor de la base de la pila, existen


vórtices verticales aguas abajo de la pila llamados; “vórtices de estela” (Figura1).

Ambas clases de vórtices causan remoción del material en la base de las pilas.
Sin embargo, la intensidad de los vórtices de estela diminuye rápidamente a
medida que se alejan de la pila hacia aguas abajo, presentándose depósitos de
material de fondo.

3.1.2.2. Factores principales, que afectan a la magnitud de la socavación


local en pilas de puentes.
• Velocidad del flujo de aproximación.

• Tirante.

• Dimensiones de la pila

• Tamaño y granulometría del material del fondo.

• Angulo de ataque de aproximación del flujo con respecto al eje longitudinal


de la pila.

• Forma de la sección en planta de la pila

• Formación de hielo, obstáculos y/o desechos arrastrados.

• Estratigrafía del lecho del cauce.

3.1.2.3. Factor a considerar en el presente trabajo y que se supone también


afecta en la magnitud de la socavación local en pilas de puentes

™ Rugosidad artificial en la superficie de la pila.


3.1.2.4. - Descripción de los factores principales que afectan a la magnitud
de la socavación en pilas.

Velocidad del flujo de aproximación.


Afecta a la profundidad del foso de socavación local. A mayor velocidad, mayor
profundidad del foso. El régimen en el cual se desarrolla el flujo (subcrítico ó
supercrítico) afecta notablemente a la profundidad de socavación, aunque la
mayoría de los datos con que se cuenta en la actualidad, tanto de mediciones en
campo como de estudios de laboratorio, son para flujo subcrítico.

El tirante.
El tirante real, como la velocidad media frente a la pila, son parámetros que
influyen en la profundidad del foso de socavación. Existe un valor límite para la
velocidad, más allá de la cual la profundidad del foso de socavación no progresa
mientras no varíe el tirante. 4

Figura 1. Representación esquemática de la socavación al pie de una pila cilíndrica (Raudkivi, 1986).

El ancho de la pila.
Tiene influencia directa sobre la profundidad del foso. Tanto el ancho de la pila
como la profundidad del foso están directamente relacionados; es decir, a un
aumento en una corresponde un aumento en la otra, aunque existe un límite a
esta proporcionalidad.

Largo de la pila.
El largo de la pila no tiene un efecto apreciable en la profundidad de socavación
mientras que ésta se coloque alineada con la dirección del flujo. Cuando esto no
sucede, el largo de la pila tiene influencia significativa en la profundidad de la
socavación. De hecho, en éste último caso, al duplicar el largo de la pila se
incrementa la profundidad del foso de 30 a 60 %, dependiendo del ángulo de
ataque (Raudikibi y Eterma, 1977).

Tamaño y granulometría del material del fondo.


Las características del material del lecho del río, tales como; tamaño, forma y
cohesión, pueden afectar a la socavación local. Cuando el material del lecho está
en el rango de tamaño de las arenas, existe poca influencia en la profundidad de
socavación. De igual manera, cuando el material es de mayor tamaño pero puede
ser movido por el flujo, o por los vórtices y la turbulencia creados por la pila, no
afecta a la profundidad de socavación máxima, sino sólo el tiempo que tomará en
alcanzarse. Partículas de gran tamaño, como gravas gruesas, guijarros o cantos
rodados pueden proteger o acorazar el foso de socavación.17
Investigaciones realizadas por (Molinas, 1990) muestran que para flujo subcrítico y
un amplio rango de tamaños de material de fondo, cuando la velocidad de
aproximación ( V1 ) del flujo es menor que la velocidad crítica de arrastre ( Vc ) para
D90 del material del lecho, dicho tamaño de partícula reduce la profundidad de
socavación. Richardson21, basado en estos estudios, propuso un factor de
corrección K 4 para la ecuación de socavación en pilas.
El tamaño del material de fondo determina también si la socavación local en una
pila es “de agua clara” o “de lecho vivo”. Fondos de material fino (limos y
arcilla) tendrán profundidades de socavación tan grandes como cauces con fondos
arenosos, aunque sean altamente cohesivos. El efecto de la cohesión se refleja en
el tiempo que toma el foso de socavación en desarrollarse a su máxima
profundidad. Con fondos arenosos, el rango es de horas y puede desarrollarse en
una sola avenida. En material cohesivo tomará más tiempo, cuestión de meses, y
será el resultado de varias avenidas.

Angulo de ataque de aproximación del flujo con respecto a la pila.


Este factor tiene efecto sobre la socavación local, como ya se mencionó en el
punto “Largo de la pila”.

Forma de la sección en planta de la pila.


La forma de la nariz de la pila puede influir hasta en un 20% de la profundidad del
foso de socavación (Masa, 1968). Dando una forma hidrodinámica a la cara aguas
arriba de la pila, se reduce la fuerza del vórtice de herradura, la cual redunda en
una menor profundidad del foso de socavación. Asimismo, si se le da forma
hidrodinámica a la cara aguas abajo de la pila, se reducen los efectos de los
vórtices de estela.
Una pila con nariz rectangular presentará profundidades de socavación 20%
mayores que una pila con nariz angular, y 10% mayores que una pila cilíndrica o
con nariz redondeada. El efecto de la forma es despreciable para ángulos de flujo
mayores de 5° respecto al eje de la pila (Richardson, 1964)

Estratigrafía del lecho del cauce.


La configuración del lecho arenoso de algunos cauces afecta la magnitud de la
socavación local. En cauces con fondos arenosos, la forma del lecho
(configuración), como lo describen (Richardson et al, 1990), puede ser ondulada y
rizada, en dunas, plana o en antidunas.
La configuración del lecho depende de la granulometría de la arena del fondo del
canal, de las características hidráulicas del cauce y de la viscosidad del fluido. La
configuración del fondo podrá cambiar de dunas a fondo plano o antidunas
durante un incremento del gasto en una sola avenida. Podrá asimismo volver a
sus condiciones originales con la disminución del caudal.
De la misma manera, la conformación del fondo podrá verse afectada por un
cambio en la temperatura del agua o en la concentración de sedimento arcilloso
y/o limoso. El tipo de configuración de fondo así como sus cambios afectarán a la
velocidad del flujo, al transporte de sedimentos y, por lo tanto, a la socavación.
Richardson et al, estudió la configuración del lecho en detalle.

Formación de hielo, obstáculos y/o desechos arrastrados.


En algunas ocasiones, el hielo y los despojos de cualquier naturaleza pueden
incrementar el ancho de las pilas, cambiar su forma, incrementar su longitud sobre
el flujo, y con ello provocar que el flujo se sumerja directamente contra el lecho del
cauce. Esto puede provocar un aumento tanto en la socavación local como en la
socavación por contracción; la determinación de la magnitud de dicho incremento,
provocado por el hielo y demás obstáculos, carece de desarrollos teóricos y
prácticos. Las pocas mediciones en campo con que se cuenta en la actualidad
para estas condiciones indican que las profundidades de los fosos de socavación
pueden alcanzar de 3 hasta 10 metros de profundidad.

Rugosidad de la superficie de la pila.


Este factor no está ampliamente estudiado, pues solo (Bonilla y Flores, 2003) la
consideraron en una investigación para una tesis de grado, por lo que
consideramos muy importante continuar su estudio, lo cual, es el objetivo central
del presente trabajo de investigación.

3.2. Revisión de formulaciones existentes.

Métodos para el cálculo de la socavación local en pilas.


Para calcular la profundidad de socavación local, debida a la presencia de las
pilas, existen diferentes métodos clasificados en dos tipos:
1. Métodos basados en datos obtenidos de estudios en modelos físicos
reducidos y
2. Métodos basados en datos obtenidos en observaciones de campo.

En los primeros métodos, se cuenta con los siguientes:


a. Método de Inglis Poona
b. Método de Chabert y Engeldinger
c. Método de Laursen I
d. Método de Laursen II
e. Método de Laursen III
f. Método de Laursen y Toch
g. Método de Chitale
h. Método de Bata
i. Método de Inglis Poona
j. Método de Chabert y Engeldinger
k. Método de Blench
l. Método de Larras
m. Método de Arunachalam
n. Método de Hincu
o. Método de Carstens
p. Método de Maza y Sánchez
q. Método de Shen y otros
r. Método de Coleman
s. Método de Nicollet
t. Método de Field
u. Método de Bonasoundas
v. Método de C.S.U. (Universidad del estado de California, USA)
w. Método de Breusers

Dentro de los segundos métodos, tenemos a los siguientes:


x. Método de Yaroslavtziev
y. Método de Neill
z. Método de Shen y otros
aa. Método de Melville
bb. Método de Norman

De los métodos antes mencionados, se puede anotar que los de Laursen y Toch;
de Maza y Sánchez; de Shen y otros; de la universidad del estados de colorado
“C.S.U.” (por sus siglas en ingles), de Yaroslavtziev y, de Neill, son los métodos
que actualmente más se utilizan; y que ninguno de ellos consideró a la rugosidad
de la pila en sus formulaciones. Aquí solo se describe el método de Laursen y
Toch.

Si el lector desea conocer más sobre los métodos anotados, se le recomienda


remitirse a la bibliografía indicada en las referencias, en especial a la referencia de
(Manforte Ocampo, Arturo M., 1980, “SOCAVACIÓN LOCAL EN PILAS”, Tesis de
Maestría U.N.A.M.

Método de Laursen y Toch.


Laursen y Toch, 1968 , basados en sus experiencias realizadas en el Instituto de
Investigaciones de Hidráulica de Iowa, distinguen dos casos generales; uno
cuando la corriente incide paralelamente al eje de las pilas y otro cuando forma un
cierto ángulo con el mismo.
Proponen cuando la mayor dimensión transversal de la pila está alineada con el
flujo, la ecuación siguiente:
d s = K1 K 2b ------ (3)

Donde :
b = Ancho de la pila, en m
d s = Profundidad de la socavación local abajo del fondo de
aguas arriba, en m.
K1 = Coeficiente que depende de la relación tirante del flujo entre
el ancho de la pila, el que se determina con la gráfica de la
figura 2. 1
K 2 = factor que depende de la forma de la nariz de la pila y se
obtiene de la tabla 1.

Como puede observarse, para Laursen y Toch la socavación depende únicamente


del tirante, ancho de la pila y de la forma de ésta, sin tomar en cuenta la velocidad
y el diámetro del material del fondo. Este se considera únicamente arenoso, por lo
que el método no es aplicable si existen boleos en el cauce.
En el caso de incidir oblicuamente la corriente y formar un ángulo φ con el eje de la
pila, proponen la siguiente ecuación:
d s = K1 K 3b ------ (4)
En donde:
b = Ancho de la pila, en m
d s = Profundidad de la socavación local abajo del fondo de
aguas arriba, en m.
K1 = Coeficiente que depende de la relación tirante del flujo entre
el ancho de la pila, el que se determina con la gráfica de la
figura 2.
K3 = coeficiente que depende del ángulo φ y de la relación “largo
de la pila entre el ancho de la pila”, el que se determina con
la gráfica de la figura 3.

En este caso, como se puede observar, la socavación no depende de la forma de


la nariz de la pila. Laursen y Toch realizaron sus observaciones fijándose en la
socavación máxima que se puede presentar para un tirante dado en la corriente.
Observaron que sin variar el tirante y a pesar de aumentar considerablemente la
velocidad de la corriente, la socavación no progresaba. Según parece, la mayor
socavación es la que les preocupaba y no dan ningún criterio para el caso en que
no exista arrastre en el fondo o en que el arrastre sea menor con un fondo con
rizos o dunas pequeñas. El valor de esa máxima socavación obtenida no se ve
afectada por el diámetro del material del fondo, mientras se trate de arenas. Para
gravas no aclaran si su gráfica puede usarse o no, pero en boleos definitivamente
no es válida.
3.0

ds b
K 1=
b
2.0

do
1.0
ds

d o = Tirante de la corriente.
0 b = Ancho de la pila.
1.0 2.0 3.0 4.0 do 5.0
d s = Profundidad de la erosión.
b

Figura 2. Método de Laursen y Toch. Relación entre la erosión relativa y la profundidad relativa.
Figura 3. Método de Laursen y Toch. Coeficiente de corrección cuando existe un ángulo de incidencia
entre el eje de la pila y la corriente.

Tabla 1.- Coeficientes K2 de corrección que dependen de la forma de la nariz de la pila, aplicables al
método de Laursen y Toch.

COEFICIENTE K2
FORMA DE LA NARIZ
DE SCHNEIBLE

b
RECTANGULAR a
=4 1.00
b

SEMICIRCULAR 0.9

p 2
= 0.81
r 1 r
ELÍPTICA
p
p 3
= 0.75
r 1
p 2
= 0.81
r 1 r
LENTICULAR p

p 3
= 0.69
r 1
Tabla 1 (continua).- Coeficientes K2 de corrección que dependen de la forma de la nariz de la pila,
aplicables al método de Laursen y Toch.

FORMA DE LA NARIZ SEGÚN TISON

b
a
BISELADA =4 0.78
b a

PERFIL a
=4
b

0.75
HIDRODINÁMICO b
a

3.3. Metodología

Con el fin de poder entender y definir el comportamiento de la socavación local en


pilas de puentes, considerando el efecto de la rugosidad artificial de la superficie
de la pila, y poder establecer la base para el análisis y cálculo de la profundidad y
el volumen de la socavación, se consideró la siguiente metodología:

Recopilación bibliográfica y análisis de los métodos existentes sobre socavación


local al pie de pilas de puentes.

Diseño del modelo hidráulico reducido, con base en, las instalaciones, equipo e
instrumental existentes y disponibles en el Laboratorio de Ingeniería Hidráulica de
la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Unidad Zacatenco (ESIA-UZ),del
Instituto Politécnico Nacional, considerando:

a) Dimensiones y características de la instalación (foto 2).

b) Capacidad del equipo de bombeo.

c) Características de los instrumentos y equipo de medición.

d) Dimensiones de la pila.

e) Granulometría del material erosionable.

f) Dimensiones y forma de la rugosidad de la pila.

g) Número de ensayos a efectuar.


h) Duración de los ensayos, y.

i) Selección de los parámetros a intervenir.

j) Construcción del modelo.

k) Calibración del modelo.

l) Ejecución de pruebas y ensayos en el modelo

m) Registro procesamiento y análisis de la información obtenida en cada uno


de los ensayo.

n) Resultados y conclusiones del estudio.

3.4. Descripción de las instalaciones experimentales a utilizar.


La etapa experimental del presente se realizó en las instalaciones del Laboratorio
de Ingeniería Hidráulica de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura,
Unidad Zacatenco (ESIA-UZ), del Instituto Politécnico Nacional.

La instalación en la que se construyó el modelo es el canal de arenas, foto 2, de


sección rectangular, de fondo plano, de 16.50 m de largo, 2.00 m de ancho y 0.60
m de profundidad
El suministro del agua al canal se realizó a través de dos tubería, una de 8
pulgadas y otra de 6” de diámetro, controladas con sus válvula de compuerta de
igual diámetro y alimentada desde el tanque elevado de carga constante, que a
su vez es recargado con dos bombas, una de 30 HP y otra de 20; desde la
cisterna de almacenamiento, ubicada abajo de dicho tanque.
El rango del gasto disponible es de: Qmáx = 64.58 l/s y Qmin = 6.50 l/s.

Este rango de gasto cubrió las necesidades para proporcionar las velocidades
requeridas para la reproducción del fenómeno.

3.4.1. Instrumentación.

Instrumentos para medir la profundidad de socavación.


Las medidas de la profundidad del foso de socavación se efectuaron con un
limnímetro de punta, con aproximación de + - 0.10 mm, montado en una barra
tubular, graduada, de aluminio que se apoya sobre dos bases graduadas,
paralelas al flujo y niveladas.

Instrumentos para medir el gasto


El gasto se midió con un vertedor de pared delgada tipo Rehbock, de 0.20 m de
carga máxima, cubriendo el rango de gastos requeridos.
El vertedor se colocó en el canal de retorno, a una distancia de 2 m hacia aguas
abajo de la estructura disipadora de energía. La carga sobre el vertedor se midió
con un limnímetro de gancho, con aproximación a 0.10 mm, instalado dentro del
canal de retorno aguas abajo del vertedor.

Instrumentos para medir el tirante


El tirante se midió con un limnímetro de gancho, con aproximación a 0.10 mm,
colocado en la pared izquierda del canal.

Instrumentos para medir la velocidad


Para medir la velocidad, se utilizo un velocímetro electrónico de mini propela y otro
ultrasónico de efecto doppler.

3.4.2. Diseño del experimento

3.4.2.1. Análisis dimensional.

Teorema π o de Buckingham
Variables asociadas con el fenómeno

La profundidad de socavación local, hs, que es la variable dependiente en este


caso, se puede expresar como función de las variables independientes indicadas
en la tabla 2.

Aplicación del Teorema π o de Buckingham.


Se tiene la siguiente relación homogénea entre las “n” (n = 10), variables
(magnitudes físicas) que intervienen en el fenómeno, indicadas en la tabla 2:

φ (V , d , g ,υ , γ , D, γ S , d S , b, k ) ---- (4.1)
Cada una de las 10 magnitudes físicas anteriores puede ser expresada en
términos de sus “m” ( m = 3) , magnitudes físicas fundamentales: masa “M”,
longitud “L” y tiempo “T”, como se indica en la tabla 2.

La relación de las 10 variables (magnitudes físicas), expresadas en la ecuación 3,


se reduce a la siguiente expresión homogénea, según el teorema de Buckingan:
f (π 1 , π 2 , π 3 ,..., π z ) = 0 - - - - - - - (4.2)
Tabla 2. Variables independientes

ECUACION
GRUPO VARIABLE SIMBOLO DIMENSIONAL

V
Velocidad media ≈LT-1…
d
Tirante * ≈L…
Del flujo
g
Aceleración de la ≈LT-2…
gravedad.

Viscosidad υ ≈L2 T-1…


cinemática.
Del fluido
γ ≈ML-2 T-2…
peso especifico

Diámetro D
Del representativo del ≈L…
material material.
del fondo γS
Variables Peso especifico ** ≈ML-2 T-2…
de frontera b
De las Ancho. ≈L…
característ
icas de la Rugosidad artificial k
≈L…
pila de su superficie.
* Se considera un canal lo suficiente ancho para que la pila no obstruya el flujo, ya que si lo
obstruyera, la socavación total sería la suma de la socavación local y la provocada por la
obstrucción.
** El sedimento es arena de mina debidamente lavada, obtenido en minas que abastecen al Distrito
Federal; el fondo del canal es plano, sin dunas ni rizos, de modo que la rugosidad n (rugosidad del
cauce), depende solo del diámetro representativo del sedimento.

Donde cada parámetro π i es adimensional y definido como el producto entre las


magnitudes físicas, expresión 4.4.
Siendo Z el número de parámetros adimensionales π i y definida como:
Z = n−m ó Z = n−r

Donde:
• n = Número de magnitudes físicas que intervienen en el
fenómeno.

• m = Número de magnitudes físicas fundamentales (masa “M”,


longitud “L” y tiempo “T”).

• r = Rango de la matriz del sistema dimensional (orden del


determinante mayor diferente de cero), generalmente igual a
m.

Sustituyendo valores: n = 10 y m=3


∴ Z = 10 – 3 = 7
Lo que indica, que hay que determinar 7 diferentes parámetros adimensionales π i .
Entonces:
f (π1 ,π 2 ,π 3 ,π 4 ,π5 ,π6 ,π7 ) = 0 - - - - - - - (4.3)
Y cada parámetro adimensional π i expresado en la forma siguiente:
π i = V X d X g X υ X γ X D X γ SX d SX b X k X
1,i 2,i
------- (4.4) 3,i 4,i 5,i 6,i 7 ,i 8,i 9,i 10,i

Ahora, sustituyendo las ecuaciones dimensionales de cada variable (magnitud


física), se tiene:
[π i ] = ⎡⎣ LT −1 ⎤⎦ [ L ] [ L] [ L] [ L] [ L]
x1,i x2,i x3,i x4,i x5,i x6,i x7 ,i x8,i x9,i x10,i
⎡⎣ LT −2 ⎤⎦ ⎡⎣ L2T −1 ⎤⎦ ⎡⎣ ML−2T −2 ⎤⎦ ⎡⎣ ML−2T −2 ⎤⎦

[π i ] = [ L ] [M ] [T ]
x1,i + x2,i + x3,i + 2x 4,i -2 x5,i + x6,i -2 x7 ,i + x8,i + x9,i + x10,i x5,i + x7 ,i - x1,i -2 x3,i -x4,i -2 x5,i -2 x7 ,i

Como la condición para que el parámetro sea adimensional es que los exponentes
de las tres magnitudes físicas fundamentales sean iguales a cero, entonces:
Para L: x1,i + x2,i + x3,i + 2 x4,i − 2 x5,i + x6,i -2 x7,i + x8,i + x9,i + x10,i = 0
Para M: x5,i + x7,i = 0
Para T: - x1,i -2 x3,i -x4,i -2 x5,i -2 x7,i = 0
De este sistema de ecuaciones se observa que el número de incógnitas es mayor
que el número de ecuaciones ( m > n ) , por lo que el sistema es indeterminado,
siendo el grado de indeterminación:
m - n = 10 - 3 = 7
Lo que implica que para resolver el sistema, hay que proporcionar valores a 7 de
las 10 incógnitas.
Con el fin de poder resolver el sistema de ecuaciones tratadas, es conveniente
observar los siguientes puntos (Vergara, 1993):
a) Todas las variables se clasifican en tres grupos: el primero lo forman las que
describen geométricamente las fronteras, el segundo las que describen al flujo
y el tercero las que describen al fluido.

b) Cada parámetro π i , para ser diferente entre sí, deberá contener cierto número
de variables comunes o repetitivas y por lo menos, otra variable diferente.

c) El número de variables repetitivas será igual a n (3) y m − n (7) variables no


repetitivas distribuidas en los m − n (7) parámetros π i .

d) Las variables repetitivas deberán ser independientes entre sí e incluir entre


todas a las n magnitudes físicas fundamentales, así como debe seleccionarse
por lo menos una variable de cada grupo.

e) Si es necesario despejar una variable, ésta no deberá seleccionarse como


repetitiva.

f) Se debe seleccionar como repetitiva a la variable que interesa relacionar con la


variable a despejar.

g) Las variables repetitivas deben conservar su respectivo exponente “ x j ,i ” y las


variables que se distribuyen, denominadas soluciones linealmente
independientes, deberán tener exponente con valor igual a la unidad.

Con apego a lo anterior, se tiene:


Del flujo: la velocidad media; [V ] = ⎡⎣ LT −1 ⎤⎦
Del fluido: peso específico [γ ] = ⎡⎣ ML−2T −2 ⎤⎦
Del medio físico: Rugosidad artificial de la superficie de la pila; [ k ] = [ L ]

Entonces la ecuación de cada parámetro adimensional es:


π1 = V x γ x k x d
1,1 5,1 10,1

π2 =V x γ x kx g
1,2 5,2 10,2

π3 = V x γ x k x υ
1,3 5,3 10,3

π4 =V x γ x kx D
1,4 5,4 10,4

π5 = V x γ x k x γ s
1,5 5,5 10,5

π 6 = V x γ x k x ds
1,6 5,6 10,6

π7 = V x γ x kx b
1,7 5,7 10,7

Ahora, para determinar cada uno de los parámetros adimensionales π i , se


procede a determinar los valores de las “ x j ,i ”:
π 1 = V X γ X k X d ------ (4.5)
1,1 5,1 10,1
[π 1 ] = ⎡⎣V x γ x [ L] [ L]
x1,1 x5,1
d ⎤⎦ = ⎡⎣ LT -1 ⎤⎦
x10,1
1,1 5,1
k
x10,1
⎡⎣ ML-2T -2 ⎤⎦

[π 1 ] = [ L] 5,1 + x10,1 +1
[ M ] [T ]
x -2 x
1,1 x5,1 - x1,1 -2 x5,1

Como los parámetros son adimensionales, los exponentes de cada una de las
magnitudes físicas fundamentales que intervienen en él, deben ser igual a cero,
por lo tanto:
Para L: x1,1 − 2 x5,1 + x10,1 + 1 = 0

Para M: x5,1 = 0

Para T: − x1,1 − 2 x5,1 = 0

Lo que resulta un sistema de ecuaciones determinado, con tres incógnitas y tres


ecuaciones, cuya solución es:
x1,1 = 0 x5,1 = 0 x10,1 = −1
Sustituyendo estos valores en la ecuación 4.5, tenemos:
d
π 1 = V 0 γ 0 k -1 d =
k
Por lo tanto:
d
π1 =
k
π 1 relaciona: la profundidad del flujo con la rugosidad artificial de la superficie de
la pila.
Aplicando el mismo procedimiento, se determinan los π i restantes, obteniendo
como resultado:
kg
π2 = 2
V
π 2 relaciona: las fuerzas de inercia con las fuerzas de gravedad. Nos representa
además, el inverso del cuadrado del número de Froude relacionado a la rugosidad
artificial de la pila.
υ
π3 =
Vk
π 3 relaciona: las fuerzas de inercia con las fuerzas viscosas. Representa también,
al inverso del número del número de Reynolds relacionado a la rugosidad artificial
de la pila.
D
π4 =
k
π 4 relaciona: el diámetro representativo del material del fondo, con la rugosidad
artificial de la superficie de la pila.
γS
π5 =
γ
π 5 relaciona: el peso específico del material del fondo con el peso específico del
fluido, representa el peso específico relativo del material del fondo.
d
π6 = S
k
π 6 relaciona: la profundidad de socavación local al pie de la pila, con la rugosidad
artificial de la superficie de la pila.
b
π7 =
k
π 7 relaciona: el ancho de la pila, con la rugosidad artificial de su superficie. Este
parámetro representa el inverso del valor de la rugosidad relativa “ε” de la pila.

Sustituyendo estos valores en la relación 4.3, tenemos:


d kg υ D γ d b
f ( , 2 , , , s , s , ) ------ (4.5)
k V Vk k γ k k
Considerando en ésta última expresión lo siguiente(Ref. 3):
a) Cualquier número adimensional π i puede sustituirse por una potencia del
mismo, incluida π −1 . Por ejemplo, π 3 puede remplazarse por π 32 , o π 2 por
1
.
π2

b) Cualquier número adimensional π i puede sustituirse por su producto con


una constante numérica. Por ejemplo, π 1 puede remplazarse por 3π 1 .

c) Cualquier número adimensional π i puede expresarse como función de


otros números π . Por ejemplo: si hay dos números π i , π 1 = f (π 2 ) .

d) El producto de cualesquiera números adimensionales π i puede sustituirse


por otro parámetro adimensional π i .

Aplicando las consideraciones anteriores a la relación 4.5 tenemos:


De acuerdo con la consideración “c”, despejamos el parámetro adimensional que
contiene a la magnitud física de interés, profundidad de socavación “ds”, tenemos:
ds ⎛ d gk υ D γ b ⎞
= f1 ⎜ , 2 , , , S , ⎟ ------- (4.6)
k ⎝ k V Vk k γ k ⎠
Y de acuerdo a las consideraciones “a” y “d”, el producto de los parámetros π 1 y
π 2 , resulta:
d kg dg
π 1 *π 2 =
* = ----------- 4.7
k V2 V2
y
dg - 12 V
( 2) = = Fr ------------ 4.8
V dg
Siendo, la ecuación 4.8, el número de Froude.
Además, como el material del fondo es el mismo en todos los ensayos, los
D γ
parámetros y s pueden eliminarse de la expresión 4.6.
k γ
Y además, aún cuando no existe un acuerdo definitivo en este punto4 , se acepta
en general que el efecto de la viscosidad es mínimo, y por lo tanto, el número de
Reynolds tampoco lo consideramos.
Finalmente, la expresión 4.5 queda en la siguiente forma:
ds b
= f 2 ( Fr , ) ---- 4.8
k k
Ésta última expresión, indica que la profundidad de socavación al pie de una pila,
es función del número de Froude del flujo y del recíproco de la rugosidad relativa
de la pila.

3.5. El Modelo.
El modelo hidráulico se instaló en el canal de arenas, foto 2, y la dimensión del
ancho del canal a utilizar se determinó con base en el rango de gasto disponibles
y en la velocidad crítica de inicio del movimiento del material que simuló el lecho
del cauce.
De acuerdo con el procedimiento siguiente:

a) Determinación del rango de gastos disponibles (calibración de la válvula de


admisión).

b) Determinación de la Granulometría del material del fondo.

c) Determinación de la velocidad crítica de inicio del movimiento del material


del fondo.

d) Obtención del ancho del canal, en la zona de experimentación, tabla 3.

a) Determinación del rango de gastos disponibles.


Para obtener el rango de gasto disponible en la instalación donde se construyó el
modelo, se requirió calibrar la válvula de admisión como se indica a continuación.
Calibración válvula de admisión.
La válvula de admisión se calibró, por el método de aforo volumétrico, utilizando
el propio canal de arenas. Este método consiste en medir el tiempo requerido para
que se llene un recipiente de volumen conocido, dividiendo, posteriormente, dicho
volumen entre el tiempo medido, siendo el resultado de esta operación el gasto.
Este procedimiento se repite varias veces y el promedio de los gastos obtenidos
en cada repetición, es el gasto final.
En nuestro caso, el procedimiento seguido fue el siguiente:
a) Se marcaron en la pared del canal, nivel de inicio y final del volumen a
considerar.

El nivel de inicio se marcó a 15 cm respecto al fondo del canal. Éste nivel fue
suficiente para tener tiempo de abrir la válvula y que el agua no la rebasara, antes
de iniciar el registro del tiempo de llenado.
El nivel final se marcó a 50 cm respecto al fondo del canal. Éste nivel fue
suficiente para tener tiempo de cerrar la válvula de admisión y abrir la válvula
desfogue, sin que el agua rebosara al canal.
b) Se cerró la válvula de desfogue totalmente y se abrió, n vueltas, la válvula de
admisión ( 13 3 vueltas, abertura total).
32

c) Con cronómetro en mano se observó la superficie del agua y, cuando ésta


llegó al nivel de inicio, se empezó a contar el tiempo de llenado hasta que la
superficie alcanzara el nivel final. Éste tiempo se registró en la bitácora del
estudio.

d) Inmediatamente después que el agua alcanzó el nivel final, se cerró la válvula


de admisión y se abrió la válvula de desfogue para vaciar el canal.

e) Con el tiempo obtenido, en el inciso c, y el volumen del tanque comprendido


entre los niveles, de inicio y final, se obtiene el gasto, el cual se registra
también en la bitácora.

f) Se repitió, 4 veces el procedimiento, desde el inciso b hasta el inciso e, para la


misma abertura de la válvula.

g) Se repitió el procedimiento, desde el inciso b, para: 12, 11, 9, 7, 5, 4, 3, 2 y 1


vueltas.

Finalmente, se observó que el rango de gastos es: Qmáx.=64.5 l/s y Qmín.=6.5 l/s.

b) Determinación de la granulometría del material del fondo.


La Granulometría del material seleccionado para representar el fondo erosionable,
se determinó mediante el análisis mecánico.
Los diámetros característicos obtenidos son:

D90 = 1.048 mm
D84 = 0.912 mm
D70 = 0.724 mm
D50 = 0.530 mm
D35 = 0.423 mm
D16 = 0.256 mm
Su peso específico relativo es
γ’=1.302

c) Determinación de la velocidad crítica de inicio del movimiento del material


del fondo.

Éste parámetro es de importancia, ya que cada ensayo, se trabajó en condiciones


de "aguas claras”, por lo que se debe procurar la no aportación de material de
aguas arriba. Esto implica que el flujo debe reproducirse con velocidades
ligeramente inferiores a la velocidad de inicio del movimiento del material.
Para la determinar la velocidad de inicio del movimiento del material del fondo, se
consideró la velocidad obtenida con el criterio siguiente:

Criterio de Lischtvan – Lebediev

Lischtvan – Lebediev (Comisión Nacional de Agua, 2000) Presentan la siguiente


ecuación:
Si d / D ≤ 744.1877

0.1283
⎛d⎞
VC = 1.63⎜ ⎟ ( γ ' −1 )gD - - - - - - - 4.9
⎝D⎠

Si d/D ≥ 744.1877

0.3221
⎛d⎞
VC = 1.63 ⎜ ⎟ (γ '− 1) gD ------- 4.10
⎝D⎠
Donde :
VC = Velocidad máxima permisible, en m/s
d = Profundidad o tirante del flujo, en m
D = Diámetro característico de las partículas que constituyen el cauce, en m
γ’ = Peso especifico relativo de las partículas del cauce
g = Aceleración de la gravedad, en m 2
s

Obteniendo la velocidad teórica igual a:


VS = 0.13 m
s
Segundo, con este valor teórico como base, se calibró el modelo para obtener la
velocidad real de inicio de movimiento, obteniendo una velocidad promedio de
0.22 m/s.
d) Obtención del ancho del canal, en la zona de experimentación.
El ancho del canal para el modelo, que proporcionará aproximadamente la
velocidad crítica de inicio del movimiento y que no produjera efectos de escala y
fenómenos perturbadores ocasionados por el rebote de la estela del agua en la
pared del canal, se determinó considerando: el gasto máximo disponible, la
velocidad crítica promedio de inicio del movimiento (obtenida en la calibración),
Tirante máximo (d = 20 cm) y el principio de continuidad. Se obtuvo el ancho de
1.5 m (Tabla 3 y foto 2).

Tabla 3. Ancho del canal en el modelo.

Ancho d Q V
en m en cm en l/s en m/s
2.00 20 64.50 0.16
1.90 20 64.50 0.17
1.80 20 64.50 0.18
1.70 20 64.50 0.19
1.60 20 64.50 0.20
1.50 20 64.50 0.22
1.40 20 64.50 0.23
1.30 20 64.50 0.25
1.20 20 64.50 0.27
1.10 20 64.50 0.29
1.00 20 64.50 0.32

3.5.1. Escala del modelo


Generalmente la selección de escalas lineales, tanto horizontales, Ex , y verticales
E y , se hace en forma independiente, buscando que el modelo resulte lo más
grande posible (Vergara, 1993), siempre y cuando lo permita el presupuesto, el
espacio, el tiempo, la instrumentación, las rugosidades a reproducir así como la
alimentación de agua. En la selección de escalas es recomendable tomar en
consideración que, durante la operación del modelo, el efecto de escala sea lo
más reducido posible.
El efecto de escala se puede definir como la diferencia resultante entre las
condiciones del modelo y las del prototipo, causadas por la imposibilidad práctica
de lograr que actúen simultáneamente todas las fuerzas del prototipo en el
modelo.
Por lo anterior y, teniendo en cuenta qué en el modelo, se efectúo un estudio de
carácter experimental, se seleccionó la escala de longitudes, EL, de 1 : 20, que
es la mayor escala recomendada, (Vergara, 1993); para este tipo de estudios en
modelos sin distorsión.
Ahora bien, como la socavación al pie de pilas es un fenómeno de flujo a
superficie libre, las fuerzas que predominan en él son: las fuerzas de inercia y
gravedad, por lo que las demás escalas se obtuvieron aplicando el criterio de
Froude, como a continuación se indica.
1 1
EV = E L2 = ( 20 ) 2 = 4.472

Como la escala de velocidades es:


EL
EV =
ET
Se tiene, despejando de ésta última ET, que la escala de tiempos es:
1
EL EL
ET = = 1 = EL
2
EV
E L2
1 1
Q ET = E L2 = ( 20 ) 2 = 4.472

de la misma forma, tenemos que la escala de gastos es:


E3 E3 5 5
E Q = L = L1 = E L2 = ( 20 ) 2 = 1788.85
ET
E L2

Por lo que resumiendo tenemos:


E L = 20
EV = 4.472
ET = 4.472 y
EQ = 1788.85

3.5.2. Características y dimensiones del modelo

Con los valores obtenidos, del ancho del canal requerido y de las escalas, se
construyó el modelo, reduciendo el ancho del canal a 1.50 m, construyendo un
foso, transversal al flujo, de 2.00 m de largo y 20 cm de profundidad, relleno con
arena de mina, previamente lavada, y dos transiciones: una, aguas arriba de 2.00
m y otra, aguas a bajo de 1.50 m de longitud. Las transiciones consisten en dos
fosos rellenos de material compactado, terminado hasta 18 cm con un firme de
mortero, y, para completar el espesor de 20 cm, 2 cm de arena.
La geometría y dimensiones de las pilas, que en sí, consistieron propiamente el
modelo, se elaboraron de concreto, de sección circulares de 10 cm de diámetros.
Ésta dimensión se eligió en función del ancho del canal, considerando, de manera
conservadora, que es la mayor permisible para evitar efectos de escala y
fenómenos perturbadores ocasionados por el rebote de la estela del agua en la
pared del canal.
La rugosidad artificial seleccionada para las pilas, fue de ocho tipos, las que a
continuación se indican.
1) Rugosidad No. 1 en pila No. 1, formada por anillos horizontales de sección
transversal semicircular con diámetro de 3.21 mm.

2) Rugosidad No. 3 en pila No. 3, formada por barras perpendiculares de sección


transversal semicircular con diámetro de 3.21 mm.

3) Rugosidad No. 2 en pila No. 2, formada por casquetes esféricos en bajorrelieve


de 13.1 mm de diámetro superficial, profundidad de 2.4 mm y diámetro de la
esfera que lo forma de 20.276 mm, con distribución en cuadro de 15 x 15 mm
por lado (figura 4.3).

4) Rugosidad No. 5 en pila No. 5, formada por casquetes esféricos en bajorrelieve


de 13.1 mm de diámetro superficial, profundidad de 2.4 mm y diámetro de la
esfera que lo forma de 20.276 mm, con distribución en tresbolillo de 15 mm por
lado.

5) Rugosidad No. 6 en pila No. 6, formada por casquetes esféricos en bajorrelieve


de 13.1 mm de diámetro superficial, profundidad de 2.4 mm y diámetro de la
esfera que lo forma de 20.276 mm, Con distribución en cuadro, de 40 x 40 mm
por lado.

6) Rugosidad No. 7 en pila No. 7, formada por casquetes esféricos en bajorrelieve


de 10.00 mm de diámetro superficial, profundidad de 1.06 mm y diámetro de la
esfera que lo forma de 24.64 mm, con distribución, en arreglo a cuadros, de 11
x 11 mm por lado.

7) Rugosidad No. 8 en pila No. 8, formada por casquetes esféricos en bajorrelieve


de 10.00 mm de diámetro superficial, profundidad de 1.06 mm y diámetro de la
esfera que lo forma de 24.64 mm, Con distribución en tresbolillo de 15 mm por
lado.

8) Rugosidad No. 9 en pila No. 9, formada por casquetes esféricos en bajorrelieve


de 15.00 mm de diámetro superficial, profundidad de 3.00 mm y diámetro de la
esfera que lo forma de 21.75 mm, Con distribución, en arreglo a cuadros, de 18
x 18 mm por lado.

3.6 Ensayos.

Una cuestión importante es la del número total de ensayos. Es evidente de que


cuantas más pruebas adecuadas se realicen, mayor es la precisión de las
conclusiones a que se llegue y de las leyes matemáticas que se obtengan. Así que
se eligió un número que fuera representativo utilizando al máximo los recursos
disponibles.
Se efectuaron 30 ensayos; con duración máxima de 90 minutos cada uno, todos
en un modelo de fondo plano y en aguas claras.
Los ensayos se realizaron en dos etapas:

1) Primer etapa: 27 ensayos con 4 pilas de sección circular de 10.0 cm de


diámetro; una con rugosidad natural (lisa) y tres con rugosidad artificial en su
superficie; cinco gastos y cinco tirantes diferentes, como a continuación se
indican:

GASTO TIRANTE No DE
l/s cm ENSAYOS
50 12.5 4
51 15 4
52.6 15 1
55 15 4
15 4
13 2
58
17.5 4
20 4

En este primer grupo, en un proceso de 6 ensayos mínimo por rugosidad


incluyendo la rugosidad natural, los resultados de la profundidad y el volumen de
socavación producidos por las pilas con rugosidad artificial, se compararon contra
los resultados de la pila con rugosidad natural “lisa”, donde se comprueba la
hipótesis y se determina cuál de las tres rugosidades artificiales presenta mayor
reducción en la socavación.
2) Segunda etapa: En esta etapa se efectúan 10 ensayos en 5 pilas de sección
circular de 10.0 cm de diámetro, con el tipo de rugosidad que presenta menor
socavación en la primera etapa de este estudio, pero con 5 arreglos diferentes
(figuras 8 a 12), esto es con el fin de buscar un arreglo de dicha rugosidad que
presente mejores condiciones de reducción de la socavación.
20.276 mm

D = 10.0 cm

15 mm

2.4 mm
13.1 mm

1.31 cm
15 mm
15 mm

15 mm
60.0 cm

13.1 mm
Fig. 4.3 Pila No. 2, Rugosidad
artificial en casquete esférico,
distribución en cuadro

Foto 2. Vista del canal de arenas.

3.6.1. Metodología de los ensayos.

La metodología del estudio de laboratorio se realizó con base a las siguientes dos
consideraciones:
1) Todos los ensayos se efectuaron en condiciones de aguas claras.

2) Con el fin de tener un rango aceptable de valores del número de Froude, se


estableció un mínimo de tres tirantes y cuatro gastos.

De acuerdo con las consideraciones anteriores, la metodología para la ejecución


de cada uno de los ensayos fue:
a) Nivelar: con auxilio de un escantillón y guías metálicas, del lecho
erosionable.

b) Colocar y asegurar la verticalidad, en el centro de la zona de


socavación, la pila modelo.

c) Cerrar completamente la válvula de desfogue.

d) Llenar lentamente el canal, evitando el movimiento del material del


lecho, hasta un tirante de 35 cm.

e) Llenar lentamente el canal, evitando el movimiento del material del


lecho, hasta un tirante de 35 cm.

f) Establecer el gasto de ensayo mediante la manipulación de las


válvulas de admisión y desfogue, manteniendo el tirante de 35 cm
con el fin de evitar velocidades que propicien el movimiento del
material del lecho antes de iniciar el tiempo efectivo del ensayo.

g) Una vez establecido el gasto de ensayo, proceder a establecer el


tirante de ensayo lo más rápido posible, manipulando la válvula de
desfogue.

h) Al llegar al nivel del tirante de ensayo, inicia la cuenta del tiempo de


duración del ensayo (90 minutos).

i) Durante la duración del ensayo, efectuar lecturas del tirante de


ensayo a 10, 45 y 90 minutos, impresión de placas fotográficas y/o
toma de vídeo, mantener el gasto y tirante en un rango de ± 2 l/s y
± 3 mm respectivamente, y tomar nota de las observaciones de
importancia.

j) Al finalizar el tiempo de ensayo: cerrar rápido la válvula de desfogue


e, inmediatamente después cerrar la válvula de admisión y apagar el
equipo de bombeo.

k) Vaciar lentamente el canal, evitando el movimiento del material del


lecho, mediante la manipulación de la válvula de desfogue.

l) Esperar 30 minutos mínimo después de vaciar el canal, con el fin de


que los encharcamiento que puedan quedar se vacíen y la zona de
experimentación quede libre de agua.

m) Una vez completamente libre de agua la zona de experimentación,


se procede a efectuar las mediciones del foso de socavación. como
se indica a continuación:
i. Con auxilio de una tabla de 90 cm X 60 cm, con el fin de
contar con una superficie firme y que nos ayude a evitar
modificar el estado final, después del paso del agua, del lecho
erosionable en la zona de experimentación, nos ubicamos
dentro del canal de arenas y en la vecindad del foso de
socavación.

ii. Apoyados en la tabla arriba mencionada y con auxilio del


limnímetro de punta, se procede a medir la elevación de cada
punto de intersección de una cuadricula imaginaría, que
contiene al foso de socavación y parte del área de deposito,
en especial, en donde se presentan cambios de pendiente.

iii. Ubicando la barra en el cero de las bases graduadas,


desplazándola transversalmente al canal de arenas y, con
ayuda del tornillo del vernier, se coloca suavemente la punta
del limnímetro, sobre el lecho erosionado, en los puntos que
presentan cambios de pendiente, de esta forma se va
midiendo las elevaciones de los puntos de la seccione
transversal 0+000.

iv. Se ubica la barra en la siguiente sección, recorriéndola (2 cm,


4 cm, 5cm) sobre las bases graduadas, según lo exijan los
cambios de nivel resultantes en la zona de experimentación.

v. Con una lupa y una lámpara sorda, se toman las lecturas en el


vernier del limnímetro.

vi. De esta manera se miden, en promedio, 110 puntos en un


área promedio de 60 cm X 60cm y que contiene, desde luego,
al foso de socavación.

vii. De esas elevaciones, se obtiene la elevación mínima que


corresponde a la máxima profundidad de socavación.

viii. Finalmente esta información (elevación de los puntos), se


procesan con los softwares Surfer V.6.04, con los que se
obtiene la configuración y el volumen del foso de socavación
(ver foto 3).

Foto 3. Imagen procesada en el software “Surfer Win 32 versión 6.04”


3.7. - Procesamiento de los datos experimentales y prueba de la
hipótesis

3.7.1. Metodología.
La metodología que se siguió en el procesamiento de los datos experimentales, se
estableció en base a los objetivos de la investigación; recordando, estos son:

1) Entender y definir el comportamiento de la socavación local en pilas de


puentes, considerando la incorporación de rugosidad artificial en la
superficie de la pila.

2) Comprobar de manera experimental la hipótesis “Mediante el uso de


rugosidad artificial apropiada en la superficie de la pila, la profundidad
y el volumen de la socavación local al pie de ella, se reducen”.

3) Establecer, dentro del rango de estudio, la base para el análisis y cálculo de


la profundidad de la socavación local al pie de pilas de puentes, que
contemple el efecto de la rugosidad de la superficie de la pila, ya que en las
teorías y métodos existentes no se había considerado.

Foto 4 Fotografía tomada antes del inicio del ensayo

La metodología que se siguió para el procesamiento de los datos observados en


cada ensayo, es la siguiente:
a) Registro de la carga hidráulica de la estructura aforadora para la
determinación del gasto definido en cada ensayo.

b) Registro de la profundidad del flujo a los 10, 40 y 80 minutos de cada


ensayo, con el fin de obtener un promedio de éste, dentro de los
límites y tolerancias preestablecidas.

c) Toma de fotografías, por lo menos, antes (fondo no socavado) y


después del tránsito de la corriente (fondo socavado); a manera de
ejemplo ver fotos 4 y 5.

d) Medición del foso de socavación como se indicó en 3.4.1.

e) Con los datos obtenidos en el inciso anterior, se determinó la


profundidad de socavación y, con el apoyo del software “Surfer Win
32 versión 6.04” (foto No. 3), se dibujó la configuración, en planta y
en tercera dimensión del foso resultante de la socavación de cada
ensayo.

f) Con el mismo software, se calculan: el volumen y, el área en


proyección horizontal, del foso de socavación de cada ensayo, tabla
3).

g) Con los datos obtenidos hasta el inciso f y con el apoyo del programa
de cómputo Excel, se elaboraron las tablas y cálculos para la
comprobación de la hipótesis, base de este trabajo (tablas 4 y 5)

h) Cálculos de los parámetros adimensionales que influyen en el


fenómeno, determinados previamente mediante el análisis
dimensional, con el apoyo del programa de cómputo Excel (tabla 3).

i) Después de la obtención de los parámetros adimensionales, el paso


siguiente fue la determinación de la o las ecuaciones que nos
permitan inferir la profundidad de socavación en prototipo, dentro de
las limitaciones y rangos considerados en la investigación.

3.7.1 Datos obtenidos en cada ensayo y cálculo de los parámetros


adimensionales.
Los datos obtenidos en cada ensayo y la obtención de los parámetros
adimensionales que influyen en el fenómeno, se muestran en la siguiente tabla.
% de reducción de la
socavación respecto

socavación respecto
Rugosidad k en mm

Socavación "ds" en

Volumen socavado
Rugosidad Número

% de reducción del
Número de Fr de la
Número de Fr del
Velocidad media
Gasto "Q" en l/s
Profundidad del
flujo “d” en cm

Profundidad de

a la pila base

a la pila base
volumen de
Ensayo No.

"V" en m/s

Flujo

Pila

cm
Observacio

1 1 15.15 58.00 0.26 3.2100 0.21 0.26 8.57 3.92 3998.3 5.90 Rugosidad en cana
2 2 15.14 58.00 0.26 0.2915 0.21 0.26 8.07 9.53 3171.6 25.40 Rugosidad en casquete esféri
3 3 15.00 58.00 0.26 3.2100 0.21 0.26 8.86 0.67 3906.8 8.10 Rugosidad en can
4 4 15.00 58.00 0.26 0 0.21 0.26 8.92 0.00 4249.6 0.00 Rugosidad Natural (Li

5 4 17.50 58.00 0.22 0 0.17 0.22 6.25 0.00 1717.9 0.00 Rugosidad Natural (Li
6 2 17.42 58.00 0.22 0.2915 0.17 0.22 5.77 7.68 1281.8 25.40 Rugosidad en casquete esféri
7 1 17.47 59.06 0.23 3.2100 0.17 0.22 5.30 15.20 1222.3 28.90 Rugosidad en cana
8 3 17.49 58.38 0.22 3.2100 0.17 0.22 5.97 4.48 1412.6 17.80 Rugosidad en can

9 4 20.00 58.06 0.19 0 0.14 0.20 3.50 0.00 617.3 0.00 Rugosidad Natural (Li
10 2 20.05 58.38 0.19 0.2915 0.14 0.20 2.97 15.14 405.9 34.20 Rugosidad en casquete esféri
11 1. 20.05 58.38 0.19 3.2100 0.14 0.20 3.20 8.57 383.4 37.90 Rugosidad en cana
12 3 20.08 58.63 0.19 3.2100 0.14 0.20 3.26 6.86 441.8 28.40 Rugosidad en can

13 4 15.00 51.55 0.23 0 0.19 0.23 6.45 0.00 1804.01 0.00 Rugosidad Natural (Li
15 1 15.04 51.61 0.23 3.2100 0.19 0.23 5.99 7.13 1551.74 14.00 Rugosidad en cana
16 2 15.01 52.05 0.23 0.2915 0.19 0.23 6.17 4.34 1500.24 16.80 Rugosidad en casquete esféri
17 3 14.99 51.67 0.23 3.2100 0.19 0.23 6.32 2.02 1683.43 6.70 Rugosidad en can

18 4 15.08 57.68 0.26 0 0.21 0.26 9.04 0.00 3911.29 0.00 Rugosidad Natural (Li

14 2 15.03 55.67 0.25 0.2915 0.20 0.25 7.22 17.30 2254.16 40.40 Rugosidad en casquete esféri
19 1 15.07 55.80 0.25 3.2100 0.20 0.25 8.03 8.02 3133.25 17.10 Rugosidad en cana
20 4 15.02 55.86 0.25 0 0.20 0.25 8.73 0.00 3780.75 0.00 Rugosidad Natural (Li
21 3 15.03 55.05 0.24 3.2100 0.20 0.25 7.86 9.97 2836.45 25.00 Rugosidad en can

22 4 12.54 50.85 0.27 0 0.24 0.27 9.07 0.00 4170.27 0.00 Rugosidad Natural (Li
23 2 12.42 49.53 0.27 0.2915 0.24 0.27 8.62 4.96 3781.54 9.30 Rugosidad en casquete esféri
24 1 12.48 49.78 0.27 3.2100 0.24 0.27 8.94 1.43 4169.47 0.00 Rugosidad en cana
25 3 12.50 49.97 0.27 3.2100 0.24 0.27 9.08 -0.11 4264.72 -2.30 Rugosidad en can

26 4 12.98 58.63 0.30 0 0.27 0.30 10.70 0.00 6471.75 0.00 Rugosidad Natural (Li
27 2 12.91 58.25 0.30 0.2915 0.27 0.30 10.13 5.33 6232.89 3.70 Rugosidad en casquete esféri

28 5 15.04 58.06 0.26 0.4488 0.21 0.26 8.52 4.48 3864.2 9.10 Rugosidad en casquete esfér
29 5 15.03 51.17 0.23 0.4488 0.19 0.23 6.41 0.62 1803.67 0.00 Rugosidad en casquete esfér
30 6 14.90 57.87 0.26 0.0410 0.21 0.26 8.94 -0.22 4124.68 2.90 Rugosidad en casquete esfér

31 7 14.99 58.06 0.26 0.1695 0.21 0.26 8.58 3.81 3715.83 12.60 Rugosidad en casquete esfér
32 7 17.50 58.06 0.22 0.1695 0.17 0.22 6.64 -6.24 1833.1 -6.70 Rugosidad en casquete esfér
33 7 12.50 58.06 0.31 0.1695 0.28 0.31 10.70 3.68 7066.01 3.69 Rugosidad en casquete esfér

34 8 15.00 58.06 0.26 0.1404 0.21 0.26 9.43 -5.72 4835.52 -13.80 Rugosidad en casquete esfér
35 8 17.50 58.06 0.22 0.1404 0.17 0.22 7.13 -14.08 2288.73 -33.20 Rugosidad en casquete esfér

36 9 17.50 58.06 0.22 0.3559 0.17 0.22 6.64 -6.24 1719.57 -0.10 Rugosidad en casquete esfér
37 9 15.00 58.06 0.26 0.3559 0.21 0.26 9.24 -3.59 3958.18 6.90 Rugosidad en casquete esfér
Foto 5. Fotografía tomada después del ensayo, en ella se observa la socavación producida por el flujo al pie de la pila.

4. RESULTADOS
4.1 Validación de la hipótesis.
A continuación se presenta un resumen de los resultados de la profundidad de
socavación, para validar la hipótesis del proyecto, ver tabla 4 y 5.

Tabla 4. Profundidad de socavación


Valor de la
Valor promedio de la profundidad de profundidad de
socavación en la pila con rugosidad Comparación socavación en la pila
artificial con rugosidad
natural
Rugosidad en canal hor. 6.67 < 7.15
h i l
Rugosidad en casquete 6.47 < 7.15
fé i
Rugosidad en canal vertical 6.89 < 7.15

Tabla 5. Volumen de socavación


Valor del volumen de
Valor promedio del volumen de
socavación en la pila
socavación en la pila con rugosidad Comparación
con rugosidad
artificial
natural
Rugosidad en canal hor. 2409.73 < 2723.29
h i
Rugosidadl en casquete 2065.33 < 2723.29
fé i
Rugosidad en canal vertical 2424.30 < 2723.29
y entonces la hipótesis se presenta en la siguiente forma:
H 0: μ A < μ B

Donde:

μ A es el promedio de la profundidad y el volumen de la socavación al pie de la


pila con rugosidad artificial apropiada en su superficie.

μ B es el promedio de la profundidad y el volumen de la socavación local al pie de


la pila con rugosidad natural (lisa)

Con esto, como podemos constatar en los resultados registrados en las 2 tablas
anteriores (4 y 5), como buenos indicadores, dentro de las limitaciones y alcances de
este trabajo, de que la Hipótesis:

“Mediante el uso de rugosidad artificial apropiada en la superficie de la pila, la


profundidad y el volumen de la socavación local al pie de ella, se reducen”.

4.2. Determinación de la ecuación que nos permitan evaluar la profundidad


de socavación en prototipo, considerando a la rugosidad de la pila.
Se tomó como base los resultados obtenidos en cada ensayo de la pila con la
rugosidad que presentó la menor socavación, siendo esta la “pila 2” con rugosidad en
casquete esférico y con distribución en cuadro (Foto 4 y 5).

Para ello se utilizaron las siguientes técnicas:

• Regresión lineal múltiple

• Alteración de escalas con regresión lineal.

Con la técnica de regresión lineal múltiple se realizaron cuatro intentos y uno con la
técnica de Alteración de escalas con regresión lineal, cuyo coeficiente de correlación
fue superior a los obtenidos a través de la primera técnica, por los que solo
describiremos, esta última.

Alteración de escalas
La alteración de escalas, como por ejemplo, el uso de escalas logarítmicas fue
necesaria para la búsqueda de un mejor ajuste de los datos.

Para la aplicación de este método, también, nos auxiliamos con el programa de


cómputo SPSS V 8 para Windows, obteniendo la siguiente ecuación:
Tabla de datos para la correlación.

Ensayo No. FR del flujo k d dS


2 0.21 0.001925 1.614
6 0.17 0.001666 1.154
10 0.138 0.001925 0.594
14 0.203 0.001939 1.444
16 0.191 0.001942 1.234
23 0.241 0.002347 1.724
27 0.267 0.001464 2.026

Teniendo como ecuación resultante la siguiente:

k
d S = log FR4.765 − 110.839 + 4.95 ------- 5
d

La cual presentó un coeficiente de regresión muy aceptable, siendo este:

R 2 = 0.98

Donde:

d S = Profundidad de socavación en m, medido a partir del fondo original del


cauce.

V
FR = Número de Froude del flujo: FR =
gd

d = Profundidad del flujo (tirante) en m.

k = Rugosidad artificial de la superficie de la pila en m.

m
V = Velocidad del flujo en .
s

m
g = Aceleración de la gravedad en
s2

En la ecuación 5, observamos que el parámetro adimensional que relaciona a la


rugosidad de la pila con la profundidad del flujo, tiene influencia en la reducción de la
profundidad de socavación del orden del 6 %, comparado con la reducción promedio
obtenida en este estudio, por influencia de la rugosidad en casquete esférico, que fue
del 8.7 %, respecto a la pila de rugosidad natural. Podemos decir, que la ecuación es
bastante aceptable, considerando a las limitaciones del estudio, pues el 2.7 % no
representado en esta ecuación, se deben a factores físicos no detectados en el
experimento.

5. CONCLUSIONES
Las conclusiones de mayor relevancia del presente trabajo de investigación se indican a
continuación:
1. Como se demuestra en el capitulo 4, siendo ésta una de las conclusiones más
importantes, la profundidad y el volumen de socavación, relativamente en base al
número de ensayos realizados, si se reducen mediante el uso de rugosidad
artificial en la superficie de la pila.

2. Se observa que el crecimiento del foso de socavación presenta prácticamente


tres etapas en su evolución: la primera, durante los primeros 15 minutos de
ensayo, el crecimiento del foso de socavación es con una velocidad muy notoria.
Enseguida, entre los 20 y 50 minutos de ensayo, el aumento del foso de
socavación se desarrolla gradualmente, con una velocidad perceptible al ojo
humano: y finalmente, entre los 50 y 60 minutos en adelante, alcanza un estado
casi estable en el que la velocidad de socavación es muy pequeña, difícil de
apreciar.

3. De las pilas con rugosidad artificial estudiadas, desde luego comparando sus
resultados con los de la pila con rugosidad natural (Rugosidad número 4), la que
presento menores profundidades y volúmenes de socavación, en la mayoría de
los ensayos, fue la pila con rugosidad número 2 (casquete esférico con arreglo
en cuadro), ver tabla 4 y 5 y foto 4.

4. La reducción de la profundidad de socavación, que se obtuvo con la pila de


rugosidad número 2, respecto a la pila con rugosidad número 4 (natural), es del
orden del 4.34 % al 17.3 %, con media del 9.18 % y mediana de 7.68 %

5. Las ecuaciones obtenidas para calcular la profundidad de socavación se basaron


en los resultados de la pila que presento la menor profundidad de socavación,
pila con rugosidad número 2 (casquete esférico con arreglo en cuadro).

6. De las ecuaciones para el cálculo de la profundidad de socavación obtenidas, se


observó que la variable de mayor influencia es el número de Froude y, en una
proporción del orden del 6%, específicamente en la ecuación 5.5, el parámetro
adimensional de la rugosidad relativa respecto a la profundidad del flujo.

7. Lo observado en la ecuación 5, respecto a la influencia del parámetro


adimensional de la rugosidad relativa respecto a la profundidad del flujo en la
profundidad de socavación, que es del orden del 6 %, si comparamos este valor
con la reducción promedio de la profundidad de socavación (9.18 %), y a la
demostración de que la hipótesis, objetivo central de este trabajo, es verdadera,
podemos asegurar que dicha ecuación contempla de manera satisfactoria, dentro
de las limitaciones de este trabajo, el efecto de la rugosidad en la reducción de la
profundidad de socavación.

8. Como la forma geométrica de todas las pilas ensayadas es circular , esta forma,
el ancho que proyecta en cualquier dirección es el mismo y, considerando que
los métodos actualmente usados para el cálculo de la profundidad de socavación
contemplan, principalmente, la forma geométrica de la pila y su alineación
respecto al flujo, decimos que la reducción media obtenida (9.18 %) con la pila
de rugosidad número 2 (casquete esférico con arreglo en cuadro), es comparable
con las pilas de forma geométrica más aerodinámica que la circular (elíptica,
lenticular y triangular), siempre y cuando estén estas alineadas con la dirección
del flujo, que presentan los métodos de: Laursen y Toch; U.S.C. (Colorado State
University) y Yaroslavtziev. Podemos concluir que utilizando rugosidad artificial
en la superficie de las pilas de forma geométrica circular, rompemos el efecto de
forma y dirección del flujo, pues serán tan eficientes como las pilas de sección
más aerodinámica alineadas con la dirección del flujo, en especial, respecto a la
pila de nariz triangular que es la más utilizada actualmente.

9. Debido a las limitaciones económicas en que se desarrolló el presente trabajo de


investigación, no fue posible tener una mayor variedad de elementos por
combinar, como:

o Arenas de diferentes diámetros de granos.

o Mayor número de pilas con diferentes rugosidades y formas geométricas.

o Ampliar el rango de velocidades, tirantes y del número Froude.

o Y desde luego, no fue posible efectuar un número mayor de ensayos y


observaciones como se hubiera deseado.

5.2. Recomendaciones
De lo anterior se recomienda:
1. Con base en este trabajo, como un buen indicador de que efectivamente la
profundidad y el volumen de socavación se reducen al pie de una pila mediante
el uso de rugosidad artificial, buscar fuentes de financiamiento para continuar
con la investigación, incrementando el número de ensayos, aumentar los
diferentes arreglos de la distribución de la rugosidad artificial y ensayar con
secciones de pilas diferentes a la circular, para lograr obtener un método de
cálculo con base más firme.
2. Las ecuaciones obtenidas, como pueden constatar, están limitadas por la
cantidad de datos disponibles para su deducción, las cuales es necesario
rectificarlas o ratificarlas mediante los resultados y datos que se obtengan en la
continuación de esta investigación.

3. Respecto a la eficiencia en la reducción de la profundidad de la socavación de la


pila con rugosidad # 2 (casquete esférico con arreglo en cuadro), comparada con
la eficiencia de las pilas de forma geométrica más aerodinámica, se hace la
misma recomendación anterior, es necesario rectificarla o ratificarla mediante los
resultados y datos que se obtengan en la continuación de esta investigación.

4. Debido a que es difícil conseguir fuentes de financiamiento, y si la investigación


se continúa en las limitaciones económicas con que se desarrollo este trabajo,
recomiendo que los siguientes trabajos al respecto, estén enfocados de la
siguiente manera:

a. Como segunda etapa, se ensayen rugosidades en alto relieve y pilas de


sección circular (pudiendo iniciar con la inversa de la rugosidad que en
este trabajo presentó las mejores condiciones).

b. Tercer etapa, proponer otras formas de rugosidad (en cruz, en cono


truncado, etc) y continuar con la sección circular de la pila.

c. Cuarta etapa, experimentar con la rugosidad que hayan dado mejor


resultado en pilas de forma geométrica aerodinámica más usadas
(elíptica, nariz triangular y lenticular).

d. Como segunda fase y con las mismas etapas anteriores, recomiendo que
en esta fase se varié el tamaño del diámetro de la arena.

e. Como tercera fase recomiendo se enfoquen las observaciones a la


trayectoria de las partículas del sedimento y del fluido.

6. IMPACTO

Por lo antes expuesto se puede indicar, que la realización del proyecto tendrá un gran
impacto, pues sus resultados podrán utilizarse en una amplia forma, dentro de la
docencia y de la investigación; en el desarrollo de anteproyectos y proyectos de
puentes, en el diseño de sus pilas y cimentaciones, para garantizar que éstas no sean
alcanzadas por la socavación que pudiera generar alguna avenida.; cuyo campo acción
es muy grande y de gran importancia para nuestro país.

Lo anterior se comprende mejor, al considerar que a través de este proyecto se


desarrolló material didáctico que podrán ser aplicadas en materias de la Maestría en
Ingeniería Civil en el área de Hidráulica y de la Licenciatura de Ingeniería Civil, que se
imparten en nuestra Escuela, así como también, se implementó una metodología de
evaluación de la socavación al pie de pilas de puente, considerando su rugosidad. La
cual se podrá aplicar en el diseño de pilas de puentes.

Referencias Bibliográficas

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BRIDGES”, Vol. 1 y 2, FHWA/RD-78-162 Y 163, Federal Highway Administration, U.S. Department of
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Ferrocarriles y Autopistas, Volumen 2, Editorial LIMUSA

Bonilla, G. R. y Flores R. J. L.. “Tesis de Maestría “Reducción de la socavación al pie de pilas de


Puentes”, ESIA Unidad ZACATENCO, del IPN, 2003.

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Laursen, E. M., 1960, “Scour at bridge crossings”, Journal Hydraulic División, American Society of Civil
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