¿Por qué es importante el estudio del hebreo para la carrera de teología?

Bryan Steve Vigil

Aunque los idiomas bíblicos son considerados lenguas muertas, se siguen considerando
todo un desafío para los estudiosos de las Escrituras, porque es a través de estas que
podemos acercarnos aún más, no solo a palabras de esos idiomas, sino a mentalidades y
culturas que son reflejadas en ellas. De allí la importancia del estudio del hebreo.

El hebreo antiguo es considerado una lengua semítica, es decir, que pertenece a todo un
grupo de lenguas del Oriente Medio y Próximo (Babilonia, Siria, Canaán). Junto a esta lengua
viene todo un desarrollo cultural, religioso, político y económico a través de mucho tiempo
y que se ve reflejado en los textos bíblicos.

El estudiante de teología no puede, por ningún motivo, obviar el estudio de este idioma,
porque al hacerlo, no solo pasa por alto expresiones casi exclusivas del idioma, sino toda
una herencia cultural que hay que descubrir en los textos.

Aunque es lógico que no basta con solo aprender a transliterar palabras de un idioma a
otro, sino que es necesario “traducir la cultura” (cosa muy complicada: son miles de años
de diferencia), entendemos que con solo el hecho de poder notar palabras de hebreo nos
hará descubrir la riqueza que envuelve los textos.

Sobre todo, en estos días en que muchos pastores, líderes, servidores de iglesias y maestros
de religión pasan por alto los idiomas originales a la hora de enseñar, es importante que
quienes estudian teología tomen en serio y con dedicación el aprendizaje del hebreo para
que puedan profundizar en el mensaje que la Biblia, como Palabra de Dios, quiere
transmitir.

Pero también es importante que cada estudiante entienda que el estudio de un idioma no
termina con aprenderse un extenso vocabulario, sino con adentrarse al mundo de ese
idioma. Allí está lo complicado. Porque a ese “mundo” no podemos acceder ya, a no ser a
través de otras ramas que se han dedicado a profundizar en este tema.

Por eso es necesario, entonces, que el estudiante de teología no se conforme con

aprenderse unas palabras, sino que, con ayuda de otras herramientas, como la antropología
bíblica, la exégesis, descubra qué pudo significar una palabra o frase en su momento.