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Recomendaciones de manejo o control de la enfermedad

Las dificultades en identificar a la enfermedad en su periodo inicial dificultan las


medidas de control, por causa de las confusiones con otras enfermedades como la
mancha parda o las bacterianas, lo que provoca el uso indebido o inadecuado de
fungicidas.
Además, el replanteamiento de la soja de segunda o “zafrita” crea un ambiente
favorable para la sobrevivencia de la enfermedad.
La eliminación de plantas guachas de soja (hospedero alternativo) empleando métodos
de control efectivo (implantando otros cultivos como el trigo, o abonos verdes de
invierno como avena o nabo, entre otros) es muy importante. Asimismo, se recomienda
sembrar materiales de ciclo corto, principalmente en aquellos lugares donde se ha
registrado la aparición de la enfermedad.
También debe considerarse la posibilidad de utilizar fungicidas cuando se visualizan los
primeros síntomas en la planta (principalmente en las hojas inferiores) cuando ocurren
lluvias constantes con temperaturas amenas, principalmente en la etapa de floración.

B. CANCRO DEL TALLO DE LA SOJA.


La dispersión del hongo de un lugar a otro ocurre básicamente a través de residuos de
plantas diseminados durante la cosecha y en la preparación del suelo por medio de
tractores e implementos.
Síntomas.
Los síntomas más notorios se observan en las fases de floración y formación de vainas.
El cancro del tallo se inicia como un pequeño punto negro en la parte inferior del tallo,
que luego evoluciona en lesiones de varios centímetros a lo largo del tallo, cambiando
de color negro a marrón rojizo. En estadios avanzados de la enfermedad, la planta
presenta clorosis entre nervaduras y necrosis de hojas. La médula del tallo muestra una
coloración pardo liliácea.
Manejo y control: Uso de variedades resistentes, tratamiento de semillas, rotación de
cultivos, no utilizar el lupino como abono verde en el invierno, escalonar las épocas de
siembra y evitar las siembras tempranas porque coinciden con las épocas de alta
frecuencia de lluvia.

C. ANTRACNOSIS.
La enfermedad infecta el tallo, hojas, vainas y produce necrosis del peciolo. Los
síntomas se presentan en forma de manchas irregulares de color marrón. Las semillas
provenientes de vainas infectadas presentan necrosis castaño – oscuras con profundas
lesiones.
El hongo sobrevive de un año a otro sobre rastrojos de soja, por lo tanto, en siembra
directa puede producirse muerte de plántulas a los 30 días.
En los tallos y vainas secas aparecen estructuras de color negro que pueden ser
observados a simple vista.
Manejo y control: Rotación de cultivos, mayor espaciamiento entre líneas (50 – 55
cm.) y tratamiento químico de semillas.

D. MANCHA OJO DE RANA.


Los síntomas son observados en las hojas, vainas y semillas.
Las lesiones se inician como pequeñas manchas de color castaño – rojizo, que luego
aumentan de tamaño y se tornan color castaño – claro en el centro y los bordes castaño
– rojizo.
En los tallos se presentan como manchas alargadas con bordes castaño – rojizo con
centro claro. Las semillas presentan manchas de tamaño variable de color pardo a
ceniza. Sobreviven en restos de cultivos en el sistema de siembra directa.
Control: Utilizar variedades resistentes.

E. TIZÓN DEL TALLO Y LA VAINA.


Las plantas al final del ciclo presentan signos de la enfermedad, que son las
puntuaciones negras dispuestas linealmente en los tallos y peciolos y también en las
vainas. El hongo coloniza los restos de cultivo y de esta manera sobrevive al invierno.
Es altamente transmitido por semilla. Los ataques intensos causan la muerte de plantas
antes de completar su ciclo.
El daño es mayor en años lluviosos y calurosos, en las fases iniciales de formación de
vainas y maduración.
Las semillas infectadas son arrugadas y agrietadas, sin brillo y cubiertas de micelios de
color blanquecino.
Manejo y control: Usar semilla sana, tratar químicamente la semilla, cuidar el
espaciamiento y que la densidad sea adecuada.

F. MILDIO (Peronospora)
Los síntomas de la enfermedad se ven exclusivamente en las hojas y en la semilla. En
las hojas aparecen inicialmente pequeñas puntuaciones amarillas en la parte superior de
las mismas. Posteriormente aumentan de tamaño y se convierten en manchas. En el
envés de las hojas se encuentra el cuerpo de fructificación del hongo, de aspecto
algodonoso, de coloración ceniza, característico del mildio.
Las vainas pueden ser infectadas, resultando en la infección, parcial o total de la
semilla, observándose una costra pulverulenta, que son las esporas del hongo.
Control: Tratamiento de semilla y uso de cultivares resistentes.

G. PUDRICIÓN CARBONOSA DE LA RAÍZ.


Los síntomas típicos aparecen cerca del final del ciclo de la soja. Se observa un
amarillamiento de las hojas, ocurriendo a veces muerte de toda la parte aérea de la
planta.
Las plantas que sufren el ataque de esta enfermedad se debilitan y rápidamente entran
en maduración prematura, afectando negativamente la productividad.
Las plantas afectadas presentan oscurecimiento de la raíz principal y parte inferior del
tallo y la corteza es removida fácilmente.
Control: Uso de la siembra directa para evitar el estrés hídrico, disminuir la población
de plantas por hectárea, aumentar la cobertura en el suelo.

H. MARCHITAMIENTO POR ESCLEROTIUM.


El ataque de éste hongo puede ocurrir antes de la emergencia de la soja y causar la
pudrición de la región del cuello cuando la humedad del suelo y la temperatura son
elevadas. El síntoma que lo caracteriza es la formación del micelio de color blanco
ceniciento.
Control: Evitar alta densidad y usar mayor espaciamiento entre hileras.

I. PUDRICIÓN DE LA RAÍZ Y BASE DEL TALLO. (Rhizoctonia


solani)
Produce muerte de plántulas antes y después de la emergencia, como asimismo muerte
en manchones de plantas adultas, causando disminución de la población y pérdidas de
rendimiento.
La muerte de las plántulas puede producirse a los pocos días de la emergencia,
produciendo lesiones en la base del tallo y en las raíces. La muerte en manchones ocurre
en plantas adultas, en años lluviosos. La planta presenta pudrición radicular de color
castaño – rojizo en la base del tallo.
Control: Para evitar la muerte de plántulas, el tratamiento de semilla y para la muerte
en manchones, manejo del suelo.
J. OIDIO.
Los síntomas se observan principalmente en las hojas, pero puede afectar toda la parte
aérea de la planta. Se presenta como una fina capa pulverulenta de color blanco
ceniciento.
Control: Uso de cultivares resistentes y aplicación de fungicidas foliares.

ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR BACTERIAS.


A. PUSTULA BACTERIANA. (Xanthomonas campestris)
Los síntomas iniciales aparecen como pequeñas manchas de color verde – amarillento,
con el centro elevado, color amarillo paja, que luego se torna necrótico, con un pequeño
halo amarillento y puede diferenciarse del “tizón bacteriano” en los estadios iniciales,
por la presencia de la pústula en el centro de la mancha.
La pústula bacteriana puede causar defoliación y pérdida de rendimiento. La
enfermedad se transmite por semilla y restos de cultivos.
Control: Uso de variedades resistentes.
B. TIZON BACTERIANO
Los primeros síntomas en las hojas aparecen como pequeñas manchas translúcidas, de
aspecto aceitoso, rodeado de un borde verde – amarillento. Las manchas, posteriormente
se vuelven necróticas, de color oscuro en el centro y adquieren un halo amarillo.
Posteriormente las manchas se unen y forman grandes lesiones negras entre las
nervaduras de las hojas, que se rompen por acción del viento. El patógeno se transmite
por semilla y restos de cultivos.
Control: Uso de variedades resistentes.

ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR VIRUS.


MOSAICO COMÚN DE LA SOJA.
Los síntomas más comunes son el arrugamiento y deformación de las hojas, reducción
de altura y formación de líneas amarillas o más verdes y salientes en las hojas.
En las semillas se observan manchas de color marrón.
La enfermedad es transmitida por semilla y por medio de pulgones. Un lote de semilla
que presente más del 10% de semillas con mancha marrón puede no ser viable para su
uso como semilla.
Control: Utilizar semilla libre de mancha café y cultivares resistentes. En el campo se
recomienda eliminar todas las plantas que presentan síntomas de virus.

ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR NEMÁTODOS


A. NEMATODO DE LAS AGALLAS. (Meloidogyne incogniota)
La incidencia del nematodo de las agallas es mayor en condiciones de clima húmedo y
caliente. El síntoma más característico es la presencia de agallas en las raíces infectadas
y la planta sufre de estrés por la falta de nutrientes.
Las plantas infectadas se presentan en manchones y maduran más temprano que las
demás. El control más eficiente es a través de variedades resistentes, pero las mismas
son limitadas. La rotación/ sucesión de cultivos con especies no susceptibles, como el
maíz, algodón sorgo y abonos verdes, como la crotalaria y la mucuna negra son
alternativas para el control de éste nematodo. Las leguminosas como poroto, habilla,
arveja, como así mismo el tomate en sucesión aumentan los daños.
El movimiento de maquinarias e implementos agrícolas de una chacra u otra es una
eficiente forma de diseminación de los nematodos.
Control: Se recomienda la limpieza de las maquinarias e implementos eliminando los
residuos de suelo y de plantas antes de pasar de un área a otra.

B. NEMATODO DEL QUISTE (Heterodera glycines)


Actualmente constituye una seria amenaza para el cultivo de la soja en nuestro país. Las
plantas atacadas aparecen en manchones y mueren prematuramente o presentan
reducción de altura, aborto de flores y vainas; se vuelven cloróticas y presentan
síntomas de deficiencia de manganeso.
En el sistema radicular pueden observarse la presencia típica de pequeños quistes
(huevos de la hembra) que quedan adheridos a la raíz o en el suelo. Los quistes pueden
permanecer viables en el suelo alrededor de 8 años.
La diseminación del nematodo puede ocurrir a través de los equipos agrícolas, semillas
contaminadas que contengan partículas de suelo, por el agua y por los pájaros que
conservan el inóculo en su tracto digestivo.
El nematodo del quiste posee una gama limitada de hospederos como ser habilla, arveja
y el lupino.
Control: Rotación de cultivos, uso de cultivares resistentes y conservación de la
fertilidad del suelo.

16) COSECHA.
Tan pronto se constate el punto de cosecha y que el cultivo se encuentre con tenor de
humedad aceptable para tal operación, se debe proceder a la cosecha lo más
rápidamente posible, pues una vez alcanzado el punto de maduración, la tendencia es la
deterioración de los granos y dehiscencia en intensidad directamente proporcional al
tiempo de permanencia en el campo.
El punto importante para determinar el momento en que se debe iniciar la cosecha es la
humedad del grano. Tanto humedades altas como bajas pueden ocasionar daños
mecánicos en las semillas.
Humedad por encima de 14% exigen del productor infraestructura para el secado ya que
el almacenamiento no puede ser realizado con este porcentaje de humedad. Humedad
por debajo del 12% puede acarrear aumentos drásticos en la pérdida física del producto.
La humedad en torno a 13% es lo más indicado para la cosecha mecánica de la soja.

17) MANEJO Y CONSERVACIÓN DE GRANOS


Al término del trillado de los granos, si éstos están húmedos (más de 13% de humedad)
requieren de secado y limpieza inmediatos. El secado puede llevarse a cabo una pista
(secadero) esparciendo y removiendo los granos continuamente. Por lo general se
requiere exponer dos (2) días al sol en los días secos, para reducir el contenido de
humedad al nivel deseado. El secado también puede hacerse con el empleo de máquinas
secadoras.
La excesiva humedad en los granos almacenados provoca enmohecimiento, aumento de
temperatura y disminución de su valor industrial.
Las impurezas, tales como semillas de malezas y ramitas de soja verde, deben ser
eliminadas antes del almacenamiento, por contener alta humedad, que puede pasar a los
granos de soja. La limpieza se realiza con el empleo de máquinas limpiadoras provistas
de zarandas adecuadas.
El almacenaje puede hacerse a granel, ya sea en silos o depósitos bien ventilados y
secos, embolsados en este último caso.
El almacenamiento en silos requiere un control constante de la temperatura y humedad.
Un contenido de humedad de 11 a 12% con una temperatura de 10ºC provee gran
seguridad a la conservación de los granos. Para el control de estos factores se deben
suministrar aire por medio de ventiladores (anexos a los silos)
La aplicación de estas recomendaciones permitirá la obtención de granos de buena
calidad aptos para su comercialización, a nivel nacional e internacional.

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