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co ahorp la gran masa de la población alemana estaba formada por


la gran burguesía o por el prolet~riado. La~ ?lases medias habÍ~n V. DIALIl:c:nCA DEL DESARROLLO CAPITALISTA
remplazado a la pequeña burguesla y constltUlan el mayor contm·
gente de la población del país, y aquel "terror abyecto" continuaba tan EL DESARROLLO económico, que es fundamentalmente un proceso de in-
vivo como antes, como lo démostraron cabalmente los corifeos del corporación y propagación de nuevas técnicas, entraña modificaciones
nazismo. de tipo estructural, tanto en el sistema de producción como en el de
distribución del ingreso. La forma en que esas modificaciones se hacen
efectivas depende, en buena medida, del grado de flexibilidad del marco
institucional dentro del cual opera la economía, grado de flexibilidad
al cual no es ajena la mayor o menor aptitud de las clases dirigentes
para superar las limitaciones naturales de su horizonte ideológico.
En un sentido .estricto, el desarrollo económico es el proceso de ex-
pansión del sistema productivo que sirve de fundamento a una deter-
minada sociedad. Esa expansión sólo se hace factible cuando actúa
algún mecanismo de autolimitación, que la propia sociedad se impone,
con respecto a la utilización del producto sociaL Esa autolimitación es
condición necesaria para la acumulación de nueva capacidad prodnctiva.
Por otra parte, la ocupación de la nueva capacidad productiva exige
introducir modificaciones en la forma en que la sociedad utiliza el pro-
ducto social.
Hasta el momento en que surgieron las modernas economías plani-
ficadas, en que la. acumulación emana de un acto deliberado de política
económica, la autolimitación que se imponían las sociedades para ex-
pandir la capacidad productiva estuvo siempre ligada a formas de dis-
tribución del ingreso caracterizadas por grandes desigualdades. Ese ré-
gimen de concentración de la rique7.8 coexistió siempre con un sistema
de clases sociales en que grupos minoritados "ontrolaban la propiedad de
los bienes de producción. Así, el control privado de los bienes de pro-
ducción puede ser entendido, desde e! punto de vista económico, como nn
expediente que encontraron las sociedades para autolimitarse en la utili-
zación de! producto social y de este modo abrir paso a la acumulación_
Pero el desarrollo no depende tan sólo de la acumulación. Se funda
igualmente en la fuerza dinámica que surge en las sociedades bajo la
forma de un impulso por mejorar las condiciones de vida. Si el incre-
mento del producto que genera la acumulación permanece concentrado
en las manos de los pequeños grupos dirigentes, el proceso de formación
de capital tiende a alcanzar un punto de saturación. Si el desarrollo
puede proseguir es porque una parte apreciable de ese nuevo producto
~e distribuye entre las masas trabajadoras. Esas masas trabajadoras
tienden a consumir la totalidad de lo que llega a sus manos, y muy
pronto toman conciencia de que están sometidas a un régimen de racio-
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namiento permanente en la satisfacción de sus necesidades. Perciben que ciente hacia el aumento de la participación de los trabajadores en el
el mecanismo de autolimitación que la sociedad se impone a sí misma ingreso social, presión que debería acarrear, por su parte, una re-
opera en forma discriminatoria contra los grupos cuya única fuente
ducCió? de la tasa de acumulación y, por consiguiente, del ritmo de
de ingreso es su propio trabaj o. crecimIento. En consecuencia, la clase capitalista vería reducirse su
En las sociedades capitalistas, es decir, allí donde prevalezca la pro-
inIportancia relativa dentro de la · sociedad con el aumento de la par-
piedad privada de los bienes de producción, el desarrollo se asienta,
ticipación de los trabajadores en el ingreso, y la disminución de la
por consiguiente, en dos fuerzas principales: el impulso a la acumula·
inIportancia estratégica del control de los bienes de producción.
ción (por el cual la minoría dirigente procura limitar el consumo de la
comunidad y al mismo tiempo aument'ar su poder sobre esa colectivi· El' mismo impulso a la acumulación; por lo tante', llevaría en la
fase más avanzada del desarrollo· capitalista, al fortalecimien~o cre-
dad, apropiándose de una parte sustancial de la producción) y el im·
pulso hacia la mej oría de las condiciones de vida, que actúa entre las ciente de la posición de la clase trabajadora en la lucha por la dis-
grandes masas, tanto en el sentido de incorporar plenamente sus activi· tribución del ingreso. Sin embargo, esa tendencia se vio detenida
dades a la economia monetaria, como en el de elevar y diversificar sus porque la tecnología se orientó en el sentido de aumentar indirecta-
mente la oferta de mano de obra. Para servir a los intereses de la
módulos de consumo.
En las primeras fases del desarrollo del capitalismo industrial, ca· cl.a~e ~apitalista ~~e la financiaba, la investigación tecnológica con-
racterizadas por la formación . y ascenso de una DlleVa clase ditigente dI?~ono la evoluclOn d,:. los procesos productivos de manera de per-
que lucha para afirmarse en el poder contra la influencia de grupos mIlIr que la acumulaclOn se mantuviese a un ritnIo suficientemente
dirigentes apoyados en las estructuras precapitalistas, el Íll\pulso acumu· alto como para absorber el ahorro disponible, al mismo tiempo que
lativo constituye la fuerza predominante. Esas etapas se caracterizan anulaba los efectos de la escasez relativa de mano de obra sobre la
por una oferta de mano de obra totalmente elástica, cuyo origen se en· distribución del ingreso.
cuentra en la desorganización de la economía artesanal preexistente. Los En su etapa más avanzada, el desarrollo del capitalismo deriva su
salarios reales no se benefician de la elevación de la productividad, pero · principal impulso dinámico de la agresividad de la masa trabajadora,
la desorganización del sistema de producción artesanal da lugar a la que l~~ha para aumentar su participación en el producto social. Esa
colocación de una producción creciente de tipo capitalista. Las masas agreSIVIdad, que pone en peligro la tasa de ganancia de la clase capita-
trabajadoras desempeñan un papel relativamente secundario en esta fase lista, suscita como reacción el interés por las innovaciones tecnológi-
del desarrollo, cuyo impulso dinámico emana principalmente de la lucha cas que tienden a reducir la demanda de mano de obra por unidad
de la nueva clase dirigente para. ampliar las bases económicas en que de producto. Esas innovaciones tecnológicas SO~ en sí mismas un
asientan su capacidad de dominación. factor generador de desempleo y actúan como fuerza depresiva sobre
En las etapas más avanzadas del desarrollo capitalista el polo diná- la economía. Sin embargo, tal fuerza depresiva tiene un carácter muy
mico tiende a desplazarse hacia el lado de la clase trabajadora. La especial, pues acarrea modificaciones estructurales en la econumía al-
institncionalización de las desigualdades en la distribución del ingreso terando las funciones de producción y reacondicionando los mód~los
asegura una elevada oferta de recursos para la acumulación, cuyas limi- de consumo a través de modific~ciones en los precios relativos. De
taciones se encuentran más bien del lado de la capacidad o aptitud para todos modos, es la acción de la clase trabajadora tendiente a aumen-
efectuar nuevas inversiones que por el lado de la oferta de ahorros. Pero tar su participación en el producto lo que crea las condiciones para
como la oferta de mano de obra, una vez absorbida la mayor parte el avance de la tecnología. A su vez, esto último permite que se man-
de la economía precapitalista, pierde su elasticidad primitiva, la masa tenga una elevada tasa de acumulación, a pesar de la inelasticidad de la
trabajadora asume un papel mucho más importante en la dinámica del oferta de mano de obra.
proceso de desarrollo. Cuando la oferta de mano de obra pasó a de- Las clases dirigentes capitalistas, a través del control de los adelantos
pender casi exclusivamente del aumento vegetativo de la población, al tecnológicos y de la orientación del proceso de inversión, conservan las
mismo tiempo que se reducía el número de horas trabajadas por cada posiciones básicas de mando en las sociedades a que pertenecen. Sin
individuo, la acumulación de capital tendió en los países capitalistas embargo, se hallan muy limitadas en el ·empleo de esos instrumentos de
desarrollados a ser dos o tres veces más rápida que el incremento de dominación. Si pasaran por alto esas limitaciones podrían provocar (a
la fuerza de trabajo. Por lo . tanto, cabía esperar una presión ere- través del uso inmoderado de la automatización, por ejemplo) un nivel
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.de desempleo capaz de originar un proceso depresivo que repercutiría de clase no pueden ser superados dentro de un sistema político-j urídico
en forma ampliada sobre sus beneficios. A raíz de esa necesidad de rígido. Los conflictos entre individuos pueden ser r~sueltos dentro de
autolimitarse, las clases dirigentes capitalistas fueron Ileva'!as a aceptar un sistema de arbitraje estabtecido en la Ley, pues siempre existe un
una participación creciente de los líderes de la clase trabajadora en las interés público que está por ,encima de los individuos, y 'el árbitro con-
decisiones económicas, tanto al nivel de las empresas como de la econo- sagrado del interés público es el Estado. ' Pero no puede decirse lo
mía en general. mismo de los conflictos entre clases sociales, pues no sería fácil definir
Las modernas democracias capitalistas son resultado de la evolu- el interés público sin definir independientemente de alguna manera los
ción de las fuerzas que acabamos de esbozar. En ellas los centros de intereses de las clases que forman la sociedad. La solución <le los con-
decisión más importantes están en manos de la clase capitalista, que de· - flictos de clase por imposición de la voluntad de la propia clase capita-
tenta la propiedad de los bienes de producción. A pesar de todo, en lista se fue haciendo cada vez más antisocial, en la medida en que el
última instancia el dinamismo de esas sociedades depende de las aspira- desarrollo pasó a depender del dinamismo y agresividad de la clase tra-
ciones y de la agresividad de las masas trabajadoras, cuya participa- bajadora. Cuanto más se desarrolla la economía capitalista, más repre-
ción en las decisiones politicas es más que nada indirecta. En el plano sentan los intereses de la clase trabajadora a los de la colectividad en
económico, la acción de las masas trabajadoras cunstituye el factor su conjunto_ Y, por consiguiente, la clase capitalista va perdiendo sn
primario de desarrollo, y las clases dirigentes se orientan hacia una. aptitud para interpretar los verdaderos intereses sociales. De ahí que
estrategia defensiva de carácter compensatorio. En periodos de guerra, la huelga se haya transformado en el instrumento fundamental de con-
reconstrucción o rearme, la realidad puede apartarse de ese modelo, vivencia social en la democracia capitalista. En efecto, aun en los
pero tiende nnevamente hacia él una vez superada la ~ase de predomi· Illomentos más difíciles de la última guerra mundial, las democracias ca-
nio de factores no económicos sobre el proceso productIVO. pitalistas más avanzadas apelaron repetidamente a la huelga para resol-
A la interacción de esas fuerzas se debe que, en este tipo de so- ver problemas 'de convivencia social.
ciedad, el ejercicio del poder tienda a autolimitarse. La c!ase capitalista En el plano subjetivo, los antagonismos de clases en las democracias
mantiene su posición de comando a través de un mecamsmo que lleva capitalistas se traducen en una polivalencia ideológica. Surge u,!a
a la sociedad a autolimitar su consumo (proceso de ahorro) en bene- ,coexistencia de ideologías, es decir, de distintas interpretaciones del in-
ficio de grupos minoritarios, lo cual la 'p one en una situación de a~ta. terés 'social y de diversos proyectos con respecto al futuro de la socie-
gonismo con las masas trabajadoras. Por otro lado, éstas, ~n la medIda dad. Se crea así una especie de dualismo cultural, que ningún sistema
en que toman conciencia de clase y reconocen S'l antagomsmo con los educativo consigue eliminar, y que hace las veces de telón de fondo de
grupos capitalistas, ,tratan de aumentar su participación en el J?roducto, esas sociedades. Empero, el dualismo de escalas de valor no excluye
abriendo camino para los cambios estructurales que genera la mtroduc· la eoncienéia de que existen intereses comunes. La afinidad de intereses
ción de nuevas técnicas. Así, la existencia de antagonismos de clases es aflora, en particular, cuando se plantea el problema de la dicotomía
inherente al progreso de crecimíento de este tipo de soci.e,!~d. A esto 'desarrollo-estancamiento. En la etapa del crecimiento todos los pro-
se debe la división espontánea de algunos centros de deClslOn y el me- blemas parecen tener una solución fácil, y en las de estancamiento
canismo de autolimitación en el ejercicio del poder. Aunque es una so- las menores dificultades parecen insuperables. Así, en las etapas de
ciedad dirigida esencialmente por una clase, la democracia capitalista crecimiento los horizontes ideológicos se amplían y los puntos de su-
tiene como característica fundamental esa autolimitación en el ejercicio perposición se multiplican. A pesar de todo, la ambivalencia funda-
del poder. Los intentos de hacerla monolítica o totalitaria en el plano mental está siempre presente, como reflej o del antagonismo de clases;
político han llevado al estancamiento económico o a un desvío en el Eliminarla sería quitar a la sociedad capitalista uno de los factores
proceso de crecimiento, en el cual actúa como polo dinámico la: agresión esenciales para sU dinamismo. Como el desarrollo moderno se realizó
externa u otra finalidad no económica. Yesos desvíos han conducido en el marco del Estado-Nación, a través de la formación y defensa de los
inexorablemente a un callejón sin salida en el plano económico. 'mercados nacionales, los intereses del desarrollo encontraron su máxima
Para poder subsistir como una sociedad que basa su desarrollo expresión política en el nacionalismo, única ideología capaz de integrar
en antagonismos de clases, la democracia capitalista, necesita de cierta plenamen,te los intereses antagónicos de las clases.
flexibilidad institucional. Por su propia naturaleza, los antagonismos A causa de la multiplicidad de ideologías y de la autolimitación en el
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ejercIcIO del poder, las democracias capitalistas son sociedades en El marco institucional en que se apoya el capitalismo posee raíces
que, por regla general, se abre un vasto ámbito a la acción del indivi_ profundas, .exteI)didas por todo .el proceso .hi~tórico de la cul~ur~ ~oder­
duo. La libertad individual puede asumir formas avanzadas y dar lu- na. Así, la Idea de que las relaCIOnes economlCas deben ser dIScIphnadas
gar a la acción creadora del hombre en altísimo grado. Sin embargo, por normas generales, y que la interferencia del Estado en esas nornI8S
en razón del propio clinIa de conflicto ide.ológico, sólo ocasionalmente la debe tener límites, encontró apoyo en la filosofía del derecho natural de
acción creadora del individuo se proyecta en el plano de la construc- inalienabilidad de los derechos fundamentales del hombre. El derecho
ción social. La evolución social marcha en forma más o menos anár- de propiedad, considerado "inalienable", y que sirvió de piedra angu-
quica, por aproximaciones sucesivas, bajo la influencia de conflictos lar a la organización social capitalista, constituye el lazo entre los dos
sociales sometidos a diversas formas de arbitraje, y los organismos esquemas ideológicos. Cabe reconocer que ese vínculo permitió que se
legislativos actúan en la estela de las tensiones sociales o guiados por _consolidase la aspiración fundamental, llevada de la cultura griega a la
intereses más o menos ocultos de grupos minoritarios. europea, de que los ciudadanos deben obediencia a las leyes y no a
Como por una parte exigen del marco institucional una rigidez su- los gobernantes, que están igualmente sometidos a las leyes . . Con todo,
ficiente para afianzar un réginIen de privilegios de clases y por la otra nO es menos cierto que la lucha por las libertades cívicas (cuyo prinIer
necesitan que el mismo tenga bastante flexibilidad para permitir cambios punto de apoyo fueran las Ieinvindicaciones de libertad de creencias
estructurales constantes en su sistema económico, la evolución política religiosas y que hacia el fin de! siglo XVIII tomó gran inIpulso al entron-
de las democracias capitalistas se ha traducido siempre en próceso. carse en la Revolución norteamericana con la aspiración de i~pen­
históricos complicados e inciertos. En países como los anglosaj ones, dencia nacional) al vincularse en el siglo XIX allaissez-faire económico
donde formas de gobiernos representativos de grupos de creciente hete- permitió al capitalismo amparar un réginIen de privilegios de clase con
rogeneidad social tuvieron una evolución precoz, el marco institucional el mismo escudo ideológico e institucional preparado en un esfuerzo
presentó una mayor aptitud para adaptarse al complejo juego de las multisecular para protejer los derechos fundamentales de la persona
luchas de clases. Pero allí donde la tradición bizantina del derecho codi- hwnana.
ficado inIprimió mayor rigidez al marco institucional, o donde las c'on· La autocontención en el ejercicio del poder, que indicamos como
diciones históricas permitieron la persistencia de formas de poder auto- algo esencial de la manera de actuar de la democracia capitalista, tam-
crático, la democracia capitalista evolucionó a través de repetidos poco seria fácil de explicar fuera del contexto de la evolución histórica
periodos de tensiones institucionales, en que se fueron alternando ensa- europea. En efecto, los gobiernos representativos modernos tienen sus
yos de gobiernos representativos, más o menos frustrados, con periodos raíces en la lucha de las oligarquías feudales por el poder. Esa lucha,
de dictaduras de grupos minoritarios de la clase capitalista y ocasionales que se halla en la base de 'la formación del Estado nacional moderno,
eclosiones revolucionarias de resultados casi siempre inciertos. se resolvió en Europa, en la casi totalidad de los casos, a través de la
De todos modos, una constante de la evolución política de las demo- constitución de gobiernos nacionales autocráticos. En casos especiales,
cracias capitalistas ha sido la doble tendencia a aumentar y reducir al no obstante, llevó a la división del poder. En Inglaterra, por ejemplo, la
mismo tiempo las funciones del Estado. Aumentarlas como órgano existencia, desde comienzos del siglo XIII, de un Parlamento que repre-
prestador de servicios, consecuencia sobre todo de la urbanización y sentaba la nobleza y limitaba el poder del Rey en el cobro de impues-
del surginIiento de una sociedad de masas con crecientes problemas de tos y en el mantenimiento de ej ércitos, creó las condiciones apropiadas
organización. Reducirlas en cuanto hace a su interferencia con los pro- para una evolución política precoz. A pesar de los altibajos de la
cesos de producción y distribución del ingreso social. Por un lado se lucha entre el Poder Real y el Parlamento, en Ing¡laterra se había con-
impulsó la tendencia a la hipertrofia del gobierno como instrumento de solidado un sistema de gobierno representativo un siglo antes de la
la acción del Estado, lo cual condujo a la formación de las gigantescas Revolución francesa. No es que el pueblo estuviese representado en ese
burocracias modernas; por el otro prevaleció el punto de vista según gobierno, elegido por el pequeño sector de la población que detentaba los
e! cual las actividades económicas deben disciplinarse por mecanismos privilegios; especialmente los de propiedad. Pero no cabe duda de que,
automáticos preservados de la influencia directa del gobierno, sin lo para una parte de la población, se había consolidado el principio de
cual no se podría alcanzar la máxima racionalidad en la aplicación de que no hay gobierno sin leyes y de que éstas se fundan en la voluntad
recursos de disponibilidad limitada. de quienes a ellas se someten. La misión del siglo XIX consistiría en
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ampliar las bases de esa representación, .en una tendencia hacia la De esta forma se abre camino al debate y a la identificación de deno-
versalidad del sufragio que llevaría a la formación de las actuales de- minadores comunes que permitirán sumar fuerzas capaces de imponer
mocracias capitalistas. una solución que dañe lo menos posible el marco institucional. Pero
La fragmentación del poder económico entre grupos rivales, por UDa este camino se hace accesible sólo cuando los grupos económicos y
parte, y los conflictos entre. clases sociales, por la otra -ambos hechos sociales de mayor significación alcanzan un alta representatividad en el
inherentes a las democracias capitalistas-- crearon condiciones favora_ gobierno. Cuando es limitada o insuficiente, se restringe mucho la ap-
bles para que en ellas se consolidaran gobiernos de carácter represen_ titud del gobierno para captar oportunamente aquellas tensiones socia-
tativo. En la fase más avanzada de su evolución, cuando la clase tra- les a t~avés de su órgano político principal, que es el legislativo. En
bajadora pasó a desempeñar un papel dinámico fundamental para el este caso, hay que esperar que se produzcan eclosiones de fuerzas repri-
desarrollo, se hizo imprescindible dotar a los centros de decisión polí- midas, que lleven a soluciones políticas extralegales.
tica de un grado de flexibilidad que sólo podía alcanzarse mediante En la casi totalidad de las democracias capitalistas, las transforma-
gobiernos representativos de grandes sectores de la población. El avan- ciones de mayor significación del marco institucional han sido realiza-
ce del sufragio universal, inevitable en las condiciones de urbanización das por procesos políticos extralegales, es decir, por movimientos revo-
impuestas por el desarrollo industrial, permitió esa, ampliación de las lucionarios. Estos movimientos, en general, son resultado de rupturas
bases de la representación política. Sin embargo, las clases dirig~ntes que se producen dentro de las clases dirigentes, y constituyen, en la
trataron de defender sus posiciones dando mayor rigidez a los elementos mayoría de los casos, una forma de precipitar transformaciones inevi-
fundamentales del marco institucional. De esta manera, las "Constitu- tables, previniendo un agravamiento mayor de las tensiones sociales,
ciones", concebidas anteriormente como salvaguardas de las libertades lo cual podría provocar cambios de mayor profundidad en la estructura
cívicas y como normas de la organización del Estado tendientes a im- social y poner en peligro la posición de aquellas clases. De esta manera,
pedir el abuso de quienes ejercen el gobierno, pasaron a incorporar en los movimientos revolucionarios se entrelazan y muchas veces se apo-
todos los privilegios de las clases dirigentes_ · Así, por regla general, yan mutuamente fuerzas que están orientadas a quitar obstáculos para el
el sufragio universal avanzó paralelamente con la codificación y mayo~ desarrollo de la sociedad, con otras que tienden a entorpecer un pro-
detalle de las constituciones, con lo cual se restringía sustancialmente ceso auténtico de democratización. Así, al mismo tiempo que se con-
el poder de legislar, al mismo tiempo que se permitía su democratiza: siguen ciertas conquistas sociales, se limita por otros medios la re-
ción. En el derecho norteamericano, trasplantado al Brasil en una presentatividad popular en el gobierno. Como esta reducción de la
versión mitigada, la capacidad para reconocer la "constitucionalidad" representatividad del gobierno tendrá consecuencias en todo el proceso
de una innovación legal es privativa del poder judicial, por necesidad el social, reduciendo la flexibilidad institucional y deteniendo el acceso a
más vinculado a la clase dirigente, y además excluido de los meca- otras conquistas sociales, el avance logrado por el camino revolucionario
nisIDos de representación. habrá sido sólo aparente.
El problema fundamental de las democracias capitalistas, en la etapa La evolución dentro de un marco institucional y las soluciones extra-
de incorporación de las masas trabajadoras al proceso político, cob- legales se alternan en el .desarrollo de las sociedades capitalistas, y estas
siste en permitir el avance de la representación popular sin que eso variaciones constituyen un problema complej o, que sólo puede compren-
comprometa :el marco institucional básico en que se amparan los privi- derse dentro de un contexto histórico particular_ En primer lugar, es
legios de la clase dirigente. El manejo de este problema exige un~ necesario tomar en cuenta que las dos aspiraciones supremas del hom-
.g ran habilidad política a los líderes. de esa clase. N o es que se corra bre moderno en el plano político las libertades cívicas que amparan al
el riesgo de un abandono espontáneo de posiciones privilegiadas, cosa ciudadano contra toda forma de poder arbitrario y el gobierno re-
que históricamente no se conoce, sino por la tendencia a adoptar posi- presentativo de base popular que afianza aquellas libertades y abre el
ciones rígidas que pueden crear obstticulos para el desarrollo de la campo de las conquistas sociales- traducen un proceso histórico que '
sociedad. trasciende al capitalismo. Si bien es verdad que la estructura de la so-
Cuanto más amplia sea la base de un gobierno representativo, más ciedad capitalista, con su fragmentación de los centros de decisión,
estará éste en condiciones de captar las tensiones sociales creadas por permitió que se consolidaran aquellas aspiraciones, no es menos cierto
los obstáculos al desarrollo y de traducirlas en un lenguaje político. que la rigidez del marco institucional, que ha llevado con frecuencia
, ,
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a soluciones extralegales, constituyó en muchos casos un fuerte impe- la nueva maquinaria estatal, en expansión creciente, amplió la influen-
dimento para el proceso de democratización. Bastaría comparar la evo- cia de,1a Administración, transformándola en un nuevo poder capaz
lución del capitalismo industrial en Inglaterra y Alemania, países en de condicionar el comportamiento de los órganos políticos en importan-
que se dio con sumo vigor, para inferir cuán independiente puede ser tes sectores. Esa maquinaria burocrática con profundas ramificaciones
del desarrollo económico propiamente dicho el avance de las libertades en el sistema económico, establecida por un gobierno controlado por
cívicas y del sistema representativo de gobierno. una reducida clase dirigente, pasó a representar 'un poderoso factor de
Existe cierta evidencia histórica de que, allí donde una cierta expe- defensa del status qua. De esta manera se reducía la eficacia política
riencia del gobierno representativo existió con anterioridad a la Revo- del sistema representativo de gobierno mucho antes de qlle el progreso
lución industrial, o coexistió con ella en sus inicios, el marco institucio- de la representatividad hubiese permitido la plena democratización de
nal ofreció una mayor flexibilidad, y ello permitió que el desarrollo las bases del poder político. En síntesis, la fase de avance de la demo-
económico se realizara sin provocar grandes rupturas en el sistema o cratización, característica de la época del predominio de los órganos
político. Aparentemente, también en estos casos fue donde más pro- representativos dentro del gobierno, fue sustituida por otra de masifica-
gresó el proceso de democratización. Por otra parte, cuando el capita- ción, en que las disputas politicas se restringen a cuestiones secundarias
lismo industrial penetró en sociedades que prácticamente desconocían y las decisiones fundamentales se adoptan al nivel administrativo.
los gobiernos representativos, el desarrollo económico causó rápidas La etapa superior de burocratización de las democracias capitalistas
rupturas en el proceso político, a través de movimientos en que se com- no representa necesariamente un retroceso con respecto a las conquistas
binaban elementos revolucionarios y contrarrevolucionarios. En este políticas fundamentales alcanzadas anteriormente. El poder administra-
caso los progresos del proceso de democratización, es decir, de conso- tivo es esencialmente conservador, pues obedece a normas impersonales
lidación de las aspiraciones políticas básicas a que se ha hecho refe- más o menos inmutables. Esa inercia encierra un cierto elemento de
rencia, fueron mucho más limitados. autocontención, que dificulta aun las incursiones de arbitrariedad de los
Sin embargo, aun en' las condiciones históricas más favorables el gobernantes. De esta manera, las conquistas obtenidas por la ciudada-
régimen capitalista no conduce necesariamente a la consecución del des- nía encuentran un cierto tipo de protección en el poder administrativo.
arrollo económico conjugado con una democratización progresiva de las Por otro lado, la forma sutil como se realiza la expansión de los entes
bases del poder político. Y esto por motivos enraizados en la propia administrativos favorece la preservación de los órganos representativos
dinámica interna de ese régimen. En efecto, el proceso económico, en con todo su ritual, y éstos se adaptan a las nuevas realidades del ejer-
,l a fase más avanzada del capitalismo, exige la actuación progresiva de cicio del Poder. La plena masificación y burocratización de una socie-
agentes de decisión centralizadores, como requisito imprescindible para dad capitalista deberá significar la incorporación definitiva en la
el mantenimiento de la estabilidad en condiciones de desarrollo. Por estructura social del sistema de privilegios defendido por la clase diri-
ello, las antiguas economías de ·lais..ez-jaire tendieron a ser sustituidas gente. Estos privilegios pasarían a ser considerados como un dato
por otras formas "mixtas", en que el Estado controla indirectamente a priori en una escala de valores sociales indisputada.
importantes sectores de la producción, orienta, en parte, la tecnología y ,Por lo tanto, el problema fundamental que se plantea es el siguiente:
conduce indirectamente las inversiones del sector privado. Así, a la ten- ¿cómo evitar que la burocratización y la masificación se anticipen al
dencia que antes señalamos a la ampliación del aparato del Estado como proceso de democratización efectiva y lo frustren? En otras palabras:
prestador de servicios, se agrega esta otra directamente ligada al pro- ¿ cómo dar al gobierno una plena eficacia representativa antes de que
ceso económico. la clase dirigente actual protej a su constelación de privilegios con la
El crecimiento inusitado del aparato estatal en las sociedades capi- muralla infranqueable del poder administrativo y reduzca el proceso
talistas, ocurrido principalmente a partir de la primera Guerra Mundial, político a un simple juego formal? Una solución positiva de este pro-
tuvo lugar en una época en que el control del gobierno permanecía, en blema parecería exigir una aceleración del proceso político que es in-
la casi totalidad de los ¿asas, en manos de una limitada clase dirigente compatible con el grado de flexibilidad del marco institucional de los
unida en torno de una constelación de privilegios. El proceso de demo- regímenes capitalistas. Por otra parte, la salida revolucionaria ha llevado
cratización de las bases del poder politico, que todavía estaba en sus inexorablemente al 'retroceso político. En una sociedad de cla.e'. ca-
comienzos, pasó a enfrentar obstáculos de un nuevo tipo. Sucedió que racterizada por una ambivalencia ideológica, éste tiene que ser. por
¡.
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definición, 1U1 problema de solución indetenninada. El choque entre


esas posiciones irreductibles es lo que crea las condiciones concretas
que determinarán la solución históricamente viable. VI. PROYECCIONES POLfTICAS DEL SUBDESARROLLO
Las actuales estructuras subdesarrolladas constituyen un caso espe-
cial dentro de la evolución capitalista. En este caso laeconomia que EL SUBDESARROLLO debe entenderse, antes que nada, como un problema
existía con anterioridad al proceso de industrialización era de tipo co· que Se .plantea en términos de estructura social. El hecho de que .sus
lonial, lo cual significa la dOniinacIón por grupos dirige~tes sometidos a aspectos económicos sean los más estudiados y conocidos constituye
una "alienación" de tipo ptolemaico, o sea una incapacIdad estructural simplemente una confirmación de las tesis general de que los factores
para percibir cuál es la posición propia en un sistema de fuerzas. Por económicos desempeñan casi siempre un papeL predominante en el pro-
otro lado, la tecnología que absorben esas economías no deriva de su ceso de desarrollo social. Así, la caracterización del subdesarrollo en
evolución económica interna; pues es trasplantada de sistemas mucho términos estrictamente económicos no sólo es tarea más sencilla, sino
más avanzados. Como la industrialización está orientada principalmente también un método perfectamente legítimo para acercarse a una primera
hacia la sustitución de importaCiones, el trasplante de la tecnología se formulación del problema. No obstante, sería totalmente erróneo es-
hace en función de la estructura de precios del sector inIportador y no perar que los economistas, con los instrumentos de análisis propios de
del conjunto de la economía. De esta manera, la inversión puede oriep- sU disciplina, pudiesen agotar este campo de investigación, en el cual
tarse de tal modo que cree desempleo, aunque existan grandes masas se plantean aspectos importantes que deben ser abordados desde el punto
subempleadas dentro y fuera de la economía monetaria. Así se explica .de vista de la sociología y de la ciencia política. Pensar en el subdes-
que las estructuras subdesarrolladas actuales constituyan economías poco arrollo como un problema de ingreso por habitante constituye, sin
dinámicas, con fuertes inIpulsos internos al estancamiento. Las con- · embargo, una dé las obsesiones de nuestra época, que crea graves refle-
diciones que tienden a transformar a las masas trabajadoras en un sector jos negativos para una comprensión global del problema en el plano
dinámico sólo se configuran muy lentamente. La organización de la masa histórico. Cupo a los economistas la labor extraordinaria de desbrozar
trabajadora, a ejemplo de lo que ocurre con la asinIilación de la tecno- ese campo de la investigación social, pero ya no es posible seguir apo-
logía, refleja criterios sectoriales y no la evolución del conjunto de la. ~ yándose en ellos solamente para orientarse con seguridad en esta com-
fuerzas productivo.s. La lucha para aumentar sti participación en el pro- · pleja materia. Así, seguimos hablando de planificación económica como
ducto no es con <lucida por el conjunto de ·las masas trabajadoras y sí si se tratase de un problema de opción entre técnicas elaboradas por
por grupos minoritarios que ocupan posiciones estratégicas. Ello per- competentes economistas, cuando la planificación presupone la formu-
mite que la clase capitalista transfiera la presión al conjunto de la masa .lación de una política y una determinada actitud con respecto al grado
consumidora; y así las propias masas trabajadoras pagan los aumentos ·de racionalidad que se desea alcanzar en materia de política económica.
de salarios de los grupos privilegiados, sin que ello perjudique la par- Ahora bien: no cabe pensar en política si no es en razón de los factores
ticipación de la clase capitalista en el producto. Como el crecimiento que condicionan el ejercicio del poder, lo cual exige superar los "mod-"-
de estas economías depende básicamente de la acción de los grupos los analíticos" y abordar la actividad humana concreta dentro de una
responsables del proceso acumulativo, las condiciones históricas que realidad histórica.
permitieron el surgimiento de estos grupos y dentro de las cuales actúan En las estructuras sociales subdesarrolladas, por el simple hecho de
deben ser estudi"das caso por caso, si se pretende identificar las posibi- · que los factores de producción de oferta inelástica (particularmente la
lidades de crecimiento de una determinada sociedad de estructura eco- tierra) tienen una importancia relativamente mayor, la división social
nómica subdesarrollada dentro de la dinámica del capitalismo. del trabajo y la propiedad privada de los bienes de producción se re-
flej an en una marcada diferenciación de clases.. En efecto, los países
subdesarrollados, en la casi totalidad de los casos, son fundamentalmente
agrícolas; vale decir, la gran masa de su población está formada por
campesinos, que se contraponen a una minoría de latifundistas y co-
merciantes. Esa nítida diferenciación social en nada contribuye, sin em-
hargo, a la formación de una conciencia de clase. Como ya observara
Marx, "la población agrícola, por el hecho de estar esparcida en una
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DIAL~CTICA DEL DESARROLLO PROYECCIONES POLlTICAS DEL SUBDESARROLLO 79
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vasta superficie y por la dificultad que tiene de encontrar la base para Si se observa una estructura social subdesarrollada en su conjunto,
un entendimiento, jamás emprende un movimiento independiente".l La pueden identificarse dos factores capaces de prestarle dinamismo: los
razón de ser de esa frágil conciencia de clase de los campesinos es muy conflictos internos del sector capitalista y las tensiones generadas entre
sencilla. En la economía agrícola, especialmente allí donde prevalecen éste y la economía preexistente. Hay aspectos importantes de esas Ín-
formas feudales o semifeudales, los antagonismos de intereses entre la. . terrelaciones que caracterizan el proceso de desarrollo de una estructura
clases no desempeñan un papel relevante. Como la cosecha depende de . dual. Así, el desarrollo del sector capitalista se realiza principalmente
factores meteorológicos, a éstos se atribuye la responsabilidad de la exis- a través de la absorción de factores tomados de la economía preexis-
tencia de años buenos y malos. Dondequiera que se introduce el régimen tente y, siempre que esto convenga a los capitalistas, por la absorción
del asalariado agrícola, éste surge como un gran progreso, pues repre- de nuevas técnicas. Esa posibilidad de soluciones alternativas wloca a la
senta, casi siempre, una notoria mej ora del salario real con respecto clase capitalista en una situación particularmente privilegiada con res-
a la situación anterior y beneficia tan sólo a una parte de la población pecto a los trabajadores industriales. En efecto, la existencia · de una
agrícola. Así como el artesano urbano que se proletarizaba tenía con· gran reserva de mano de obra a disposición de los capitalistas constituye
ciencia de haber descendido socialmente, así el pequeño aparcero rurai upa . fuerza qu". inhibe todo el proceso de la lucha de clases. De este
que consigue un trabajo asalariado piensa haber ascendido. . modo, e! sector capitalista de las economías subdesarrolladas suele pre-
La importancia relativa de la tierra como factor de producción y la sentar escaso dinamismo, pues la clase dirigente se acostumbra a obtener
"paz social" que predominó tradicionalmente en los campos,con res- elevadas tasas de utilidad que jamás son realmente puestas en jaque por
pecto a lo que ocurre en las ciudades, dieron siempre a la clase lati- la lucha de clases. A este hecho se debe que en muchas economías sub-
tundista una grim ascendencia política en los países subdesarrollados. desarrolladas el sector capitalista se mantenga prácticamente estacio-
En estas condiciones, el Estado tiende a asumir gran parte de las carac- nario, alcanzando aquella misma paz social que caracteriza a la vieja
terísticas de instrumento de dominación de una clase. Aun así, sería agricultura feudal, sinónimo de estancamiento y ya calificada por al-
erróneo ver en él aquella "fuerza de represión" a que tantas veces se guien como. "la paz de los sepulcros". Un buen ejemplo de esta situación
refiriera Engels. Para que el Estado llegue a transformarse en una era el parque de la industria textil del Nordeste de Brasil, establecido
fuerza de represión, como muchas veces ocurre, es necesario, antes que a fines del siglo pasado, que en nada se diferenciaba de la industria
nada, que la lucha de clases asuma una gran importancia en esa so- azucarera, por los métodos paterna listas que utilizaba.
ciedad. Y no es esto lo que se observa en los países subdesarrollados, N o pretendemos abordar aquí directamente el problema del creci-
particularmente en su sector agrario, base principal del poder político miento de una economía subdesarrollada, pero conviene recordar que
en tales sociedades. en las primeras fases de ese crecimiento la acción de factores exógenos
Pero lo que conceptuamos como subdesarrollo no es tanto la exis- desempeña un pape! fundamental, a través del sector exportador. El
tencia de una economía fundamentalmente agraria, en cuyo caso ten- impulso dado por ese sector de crecimiento inducido tiene una importan-
dríamos tan sólo una economía atrasada, sino más bien la presencia de cia decisiva para el desarrollo de la "cuña" capitalista, tanto en lo
un dualismo estructural. Éste se origina cuando en una economía agríco- . que respecta a las actividades vinculadas a las exportaciones como a las
la atrasada, determinadas condiciones históricas propician la introduc- vinculadas con el mercado interior. Interesaba señalar aquí el men-
ción de una clase de cuña de economía típicamente capitalista, y se crea guado dinamismo interno de una economía dual, como consecuencia de
un d",equilibrio, al nivel de los factores, para utilizar la terminología de las características propias de su sector capitalista. Sin embargo, las
los economistas, con reflej os en toda la estructura social. Las condicio- rel.miones de ese sector con la economía agrícola preexistente van mucho
nes que crea el dualismo estructural difícilmente pueden explicarse con más allá que la mera transferencia de mano de obra_ El crecimiento
un modelo de equilibrio estable. En este caso el esquema dinámico de de la demanda de productos agrícolas en las zonas urbanas, generada
causación acumulativa elaborado por Myrdal tiene una eficácia expli- por el desarrollo del ~ector capitalista, tiene necesariamente un fuerte
cativa mucho mayor. Dada la existencia de dos formas de remunera- efecto en el sector rural, sometido ya a una succión permanente de
ción del trabaj o, de dos tecnologías de niveles extremadamente diversos, mano de obra. Se crea así una presión sobre el sector rural que tiende
de dos concepciones de organización de la producción, la economía dual · 8 dividirlo, pasando una parte de sus actividades bajo el dominio di-
es intrínsecamente inestable. recto de empresarios capitalistas. Esto produce una situación de ines-
tabilidad para la antigua clase latifundista, la cual procura apoyarse
1 Revolución r Contrarrevolución en Alemania, loco cit., p. 15.
DlAlÉCTICA DEL DESARROLLO PROYECCIONES POLíTICAS DEL SUBDESARROLLO 81

en las instituciones políticas para defender sus privilegios. En la me- inestabilidad interna de la clase dirigente conlleva una gran valoriza.
dida en que se reduce la estabilidad de la antigua estructura social, ción de las posiciones de mando. Frente al librecambismo de los expor-
mayor importancia asume la lucha por el poder; y ésta, por regla ge- tadores y del sector agrícola en general, el capitalismo interior necesita
neral, . pasa a ser un nuevo factor, y de significación considerable, de de una fuerte protección estatal para sobrevivir. El sector agrícola, pre-
esa misma inestabilidad . s~onado por el núcleo capitalista, necesita de un fuerte apoyo crediti-
. En un país de economía subdesarrollada la clase dirigente tiende a cIO para mantenerse, apoyo que sólo el Estado puede darle. El sector
diferenciarse en tres sectores principales : el primitivo núcleo latifundista, exportador nece~ita una infraestructura de servicios básicos para poder
el grupo que representa los intereses ligados al comercio exterior (siem· establecerse; y esto exige una participación estatal decisiva. El veloz
pre con fuertes · vínculos foráneos) y el grupo capitalista que se apoya crec~iento del ~p.arato estatal, conjugado con el crecimiento de la pro-
básicamente en el mercado interior. El primer grupo se presenta, en ducclOn de serVICIOS en general en las zonas urbanas, que deriva en
general, como librecambista y antiestatal, es decir, contrario a toda buena parte de la concentración del mgreso, se refleja en una fuerte
modificación del status qua, que imagina tendría que venir por vía de expansión de las clases medias asalariadas concentradas en las áreas
la acción estatal. El segundo grupo también es librecambista, pero su urbanas, con repercusiones significativas en el plano político.
liberalismo está matizado por ciertas restricciones, ya que este grupo En síntesis, la estructura 's9cial que corresponde a una economía dual
aprende desde temprano a utilizar el aparato del Estado para defender presenta los siguientes lineamientos generales: primero está la clase diri-
sus negocios externos. El tercer grupo es proteccionista y en muchos gente, formada por diversos grupos de intereses en muchos aspectos
aspectos estatal, pues procura utilizar el aparato estatal, a través de la antagónicos e incapacitada para formular un proyecto de desarrollo na-
política crediticia, cambiaria y de otros medios, para transferir recursos cional, pero con el monopolio indisputado del poder. Más ábajo tene-
en beneficio propio. Las discrepancias entre estos grupos no son muy mos una gran masa de asalariados urbanos, empleados en el sector
distintas de las que se observaban en Europa, en la época de la implan- terciario, que es más un estrato social que una clase propiamente dicha.
tación del capitalismo industrial, entre aristocracia rural, gran burgue- Sigue la clase de los trabajadores industriales, que no llega a repre-
sía financiera y gran burguesía industrial. Pero mientras que en la senta; más de una décima parte de la población activa del país, pero
Europa del siglo XIX la auténtica lucha de clases entre asalariados y ca· consbtuye su sector más homogéneo. Y por último viene la masa cam-
pitalistas crecía en importancia y condicionaba todo el proceso social, pesina, a cuyas características ya nos hemos referido. Debido a la
en las estructuras subdesarrolladas no ocurre lo mismo. La ausencia ausencia de auténticas luchas de clases, en el sentido estricto que carac-
de un auténtico desafío dentro de la propia estructura subdesarrollada teriza a ia economía capitalista, el proceso de formación de una con-
hace que los grupos dominantes no superen SU falta de capacidad para ciencia de clase entre los trabajadores tiende a ser extremadamente
buscar soluciones a sus contradicciones internas, lo cual repercute do lento. Ahora bien: la ideología propia de la clase trabajadora se forma
manera adversa en el desarrollo social. Así, el grupo latifundista, que precisamente a través de ese proceso de toma de conciencia de clase,
controla buena parte del poder político a través de las bases rurales, aunque en esa elaboración puedan ejercer influencia decisiva los datos
y que actúa como fuerza depresiva sobre el proceso de desarrollo, puede de la experiencia histórica de otros pueblos y la contribución interpre-
conservar por mucho tiempo una influencia dominante. Del mismo tativa de los intelectuales. En muchos países subdesarrollados, y el
modo, los intereses externos ligados al sector exportador pueden impe- Brasil es un buen ejemplo, un prolongado proceso inflacionario contri-
dir, en beneficio propio el crecimiento del mercado interior sin que buye a desnaturalizar las características originales de las luchas de
esto provoque mayores reacciones dentro del mismo sistema económico. clases. En efecto, en una situación inflacionaria las alzas de salarios
/ d en mteresar
pue • tanto a patronos como a empleados, pues se admite que
He aquí cómo la notoria tendencia al estancamiento que caracteriza a
muchas de las actuales economías subdesarrolladas tiene profundas raíces en última instancia quien pagará será el consumidor. Hasta qué punto
en las estructuras sociales. el consumidor pagará o no el nuevo precio es una decisión que queda
Cabe llamar la atención hacia un último punto en esta caracterización en manos del Estado, que controla el sistema crediticio. Así, más
de las estructuras subdesarrolladas: la importancia extraordinaria que importante que luchar contra los trabajadores que presionen por aumen-
tiende a asumir en ellas el Estado. Además de las múltiples razones' tós de salarios nominales, es tener el control de los centros de decisión
que en los tiempos actuales inducen al crecimiento de los aparatos esta' que comandan el sistema de crédito.
tales, independientemente del grado de desarrollo, debe destacarse que la El proceso político en un país subdesarrollado de las características
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PROYECCIONES POLlTICAS DEL SUBDESARROLLO 83
indicadas tiende a presentarse bajo la forma de una lucha permanente
por el poder entre los grupO$ que componen la clase dominante, debido las querellas internas de la clase dirigente, también se reduce la im-
a la importancia extraordinaria que tiene el control del aparato estatal. p.o~ancia d.el pueblo como ma.sa de m~niobra. Para consolidar su po-
Al no existir en el sistema un proceso endógeno capaz de provocar la s~c~on, el d,ctador pue,de .consld~rar mas efectivo "promover" su pres-
formación de una conciencia de clase en la masa trabajadora industrial, tIgIO en la masa a traves de una mtensa propaganda, que acompaña con
este grupo permanece tan asequible como los asalariados de clase media la c?ncesión parsimoniosa d~ favores, con el fin de realzar su impor-
a la acción de las ideologías de las clases dominantes, al servicio de tanCIa. Desde el, punto de vIsta del desarrollo social, esos periodos de
sus facciones internas en pugna. Tales ideologías, que se conocen baj o "gobiernos fuertes" tienen efectos sumamente negativos. La clase traba-
la forma genérica de populismo, tienen como lenguaje común aquello jadora deja de obtener conquistas para recibir de arriba. a modo de
que en el siglo XIX se llamara "socialismo utópico" y cuya esencia se dádiva todo . aquello que le corresponde por el propio Interés de la
encuentra en especular con formas de redistribución del producto so- sociedad en su conjunto. Por otra parte, la mayor rigidez de la es-
cial, sin preocuparse de la organización de la producción. El peligro tructura social reduce la posibilidad de que los conflictos sociales endó-
del populismo deriva de que efectivamente logra provocar una redistri- genos de una economía capitalista puedan ejercer su fuerza renovadora
bución del ingreso en favor de ciertos grupos y en desmedro de otros, I~ cual repercute negativamente sobre el desarrollo. Casos hay en que ei
aunque no sea más <Jue durante un periodo limitado de tiempo. De esta dIctador, por lejos que esté de la idea de modificar la estructura social
manera constituye un arma poderosa en las manos de una fracción de no obtiene dentro de la misma clase dirigente el apoyo necesario par~
la clase dirigente contra otras. En un periodo de inflación, cuando el consolidarse. Necesitará entonces trasplantar las técnicas populistas a
crédito asume una enorme importancia, esa arma puede golpear muy un régimen dictatorial, utilizando al pueblo como masa de maniobra para
duro. En la politica populista el pueblo (clases asalariadas y otras de presionar a los grupos dirigentes recalcitrantes. &ta es la forma de
bajos ingresos) siempre es utilizado como masa de maniobra, para po~ulismo más perj ud!c.ial que pueda darse desde el punto de vista
asustar a los adversarios y permitir la toma de posiciones claves. Con SOCIal, pues al no permItIr que la masa trabajadora se organice en torno
todo, las victorias ocasionales se obtienen a costa de favore:! concedidos de un programa propio, la conduce hacia un remedo de lucha de clases
a unos grupos y de promesas hechas a otros. La inflación, que permite cuya seriedad no es mayor que la de un espectáculo de circo romano.
dar favores con una mano y quitarlos con la otra, abre enormes posi- ' En un país subdesarrollado, todo "gobierno fuerte" creado por un
bilidades a la acción populista. La consecuencia más grave del popu- golpe de Estado tiende necesariamente hacia la derecha, por más que
lismo, desde el punto de vista del desarrollo eocial, reside en el hecho haya surgido con propósitos diferentes ·en el espíritu de algunos de
de que desorienta a los trabajadores, incapacitándolos para distinguir IUS aut~res. Por el hecho mismo de haber sido resultado de un golpe,
sus propios intereses. Como observara el mismo Lenin: "los demagogos ese gobIerno deberá apoyarse en la maquinaria existente para alcanzar
son los peores enemigos de la clase obrera. Los peores precisamente alguna eficacia inmediata. Sin esa eficacia inmediata, ese "gobierno
porque excitan los malos instintos de las masas y hacen que a los tra- fuerte" se debilitará; es decir, perderá el apoyo de la opinión pública
bajadores no desarrollados les resulte imposible reconocer a sus ene- que necesita para mantener el mínimo de legítimidad sin el cual no
migos, que se presentan, y a veces sinceramente, con su amigos".2: podrá sobrevivir. Por otra parte, sólo es viable a corto plazo precisa-
En determinadas condiciones, el juego populista puede tornarse su- mente aquello que se puede hacer utilizando 10$ métodos conocidos y
mamente peligroso para la propia clase dirigente, cuando las masas los ~str?IDentos disponibles de inmediato. En realidad, los gobiernos
presionan por ' mayores reinvindicaciones o exigen el cumplimiento de constItutIdos por procesos extralegales, aunque se digan "fuertes", son
promesas formuladas en periodos de excitación electoral. Esas circuns- sumamente débiles en su etapa inicial y adquieren fuerza en la medida
tancias favorecen los golpes de Estado de individuos audaces que se en que van pactando con los intereses constituidos y con los grupos or-
ponen al frente de minorías dentro de las propias clases dirigentes. ganizados que detentan alguna parcela del poder. Tales pactos se hacen
Surgen asi las conocidas dictaduras de los países subdesarrollados, de al principio para ganar tiempo, y finalmente se hacen porque los ob-
duración más o menos larga, cuya finalidad principal es dar mayor esta- jetivos iniciales se perdieron de vista, quedando tan sólo el deseo de
bilidad a la estructura social y consolidar las posiciones de la clase conservar el poder.
dirigente, bajo el predominio de alguna de sus facciones. ' Reducidas La consecución y mantenimiento de un régimen democrático abierto,
en que las clases asalariadas pueden organizarse para luchar por obje-
2 "¿Qué hacer?", op. cit., p. 75.
tivos propios, debe ser considerada como condición necesaria para el
DIALtcrICA DEL DESARROLLO PROYECCIONES POLlTICAS DEL SUBDESARROLLO 85

desarrollo social de un país subdesarrollado. Sólo a partir de este punto que resultó sumamente eficaz para conseguir obj etivos definidos pos-
cabe pensar en una acción política para. el. desarrollo; pues el populís· teriormente en el marco "legal". La organización de la masa para
mo podrá superarse únicamente con mOVImIentos surgId?s d~!'tro d,e.las actuar dentro del juego de la lucha de clases se hasa en objetivos que
propias clases asalariadas y conducentes a su autodelermmaclOn pohtica. definirse en términos racionales, es decir, que deben parecer
En efecto al madurar la conciencia de la clase trabajadora y al defi- viables a los trabajadores en función de los medios que se estén movi-
nirse con' nitidez sus objetivos reales, el populismo podrá, al cabo de lizando. Sin embargo, no puede decirse lo mismo con respecto a la
cierto tiempo, transformarse en arma contra los mismos <j:ue lo ~san. organización de una masa que permanece marginada de la actividad
Las conquistas obtenidas por la clase trabajadora a Iraves del J.uego política. En este cá.o, puede ser necesario apelar a mitos sorelianos,
del populismo, si son legítimas y están orientadas por una estratep.a de y cierta razón , asistía a J uliao cuando hablaba a los campesinos de
largo plazo, podrán violentar posiciones básicas de las clases dIng~n, "guerrilla" y de una "nueva Sierra Maestra". Estos mitos les parecían
tes y crear situaciones irreversibles en un sentido de desarrollo SOCIal. -mucho más reales y viables que el aumento de salarios ,q ue llegaron
En repetidas ocasiones la experiencia del Brasil ha sido ilustrativa a este a obtener posteriormente.
respecto. El Congreso Nacional, a pesar de estar dominado por los sec- El objetivo político a lograr , en los países subdesarrollados --és
tores más retrógrados de las clasés dirigentes, ha votado leyes de pro- decir, el objetivo cuya consecución asegurará un desarrollo económico
funda signific!,ción social (como lo fueron, recientemente, el estatuto más rápido en una sociedad democrática pluralista-, consiste en crear
del trabajador rural y la reglamentación de la remesa de utilidades al las condiciones para que los asalariados urbanos y la masa campesina
exterior), bajo la presión de ~n juego populísta que lo an:astró a nI.()- tengan una participación directa en el proceso' de formación del poder.
mentos de pánico. No caJ..e duda de que todas esas conquIstas podran En el caso brasileño, las actuales clases dirigentes no representan más
ser ocasionalmente destruidas por un paso en fa~o, y que ese paso que una fracción de la población con actividad política. En épocas pa-
puede ser facilitado por la carencia de un con::,cimie."t? por parte de las sadas, esa fracción se confundía con la nación entera, en la medida en
clases trabajadoras con respecto a 8US propIOS objetivos, al colocarse que ésta estaba constituida por la pequeña minoría de la poblacíón
incondicionalmente a "remolque" de los liderazgos populistas. para la cual la actividad política tenía algún significado, o , cuyo com-
Si es fundamental mantener un régimen democrático abierto para la . portamiento podía tener alguna importancia para los destinos del país.
acción de las clases asalariadas úrbana., no lo es menos extender ese Hoy en día el comportamiento de la masa trabajadora urbana y rural
régimen político a la inmensa masa campesina. .En la ~ayoría de los tiene una importancia fundamental para el Jesarrollo económico y
países subdesarrollados, y tal es el caso del Brasil, la SO~I~da~ .llamada ' social del país, lo , cual significa que ese comportamiento debe incor-
democrática permanece prácticamente cerrada a la partIcIpaclOn ~e la porarse al proceso político. Tal ampliaci6n de las bases políticas es
Ulasa campesina. Excluida del derecho de voto por un analfabetIsmo esencial para que el proceso de transformaciones sociales que ya está en
inevitable en las presentes condiciones económico-sociales, esa inmensa curso de realización- tome sU rumbo definitivo con el mínimo costo para
masa casi no participa de la vida política del país. Con respecto. a la colectividad. No cabe duda alguna que para nosotros se ha abierto
la acción política en una sociedad cerrada de esta na~raleza . Le~m una época de revolución social. Resta saber si ese proceso revoluciona-
afirmó con bastante razón: "Esa lucha debe ser organlZada ,&'gUl.en- rio se desarrollará bajo la forma de actividad práctica' crítica o como
do to¿1J$ la" reglas del arte, por profesionales de la acción revolu- la tragedia de, un pueblo que no encontró su destino.
cionaria." I Felizmente para el proceso revolucionario brasileño, la
masa campesina no está aislada: puede contar con el apoyo efectivo de
organizaciones urbanas que amplían ~us . fuerzas para ,!na acción más
eficaz que el simple uso de la violencia_ ' Pero en la medIda en que pre-
valezcan las actuales discriminaciones políticas'contra la masa campe-
sina, es de esperar que en más de una contingencia se recurra a
técnicas rel'olucionarias de tipo leninista, y en ciert!'s casos con real efi-
cacia. El mOl'imiento de las ligas campesinas constituye un b.uen ejem-
plo de acción política organizada eon mira. a una acción rel'olucionaria
• ¡bid., p. 265_

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