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¿El Proceso Inmediato, vulnera el derecho de defensa?

1. MARCO TEÓRICO

1.1. Concepto y su Tratamiento en el Derecho Comparado


El proceso inmediato es un proceso especial, y además una forma de
simplificación procesal que se fundamenta en los principios de Celeridad
Procesal y Economía Procesal, sustentados en criterios de racionalidad y
eficiencia1.
El antecedente más remoto al proceso inmediato (como proceso
especial) a nivel del derecho comparado lo constituyen: el juicio directo
(guidizzio direttisimo) y el juicio inmediato (guidizzio inmediato), previsto
en el proceso penal italiano. El primero señalado, permite obviar la
audiencia preliminar y poner a disposición del Juez enjuiciador al imputado
cuando se encuentra en flagrancia o cuando existe acuerdo de por medio,
entre el Fiscal y el imputado, para llevar adelante el juicio oral. En tanto que
el segundo, es decir, el “juicio inmediato” procede cuando luego de la
investigación preliminar, resulta evidente la comisión del hecho delictivo, en
cuyo caso se solicita al juez de la investigación preliminar se proceda al
juicio oral. Obviamente que el proceso inmediato regulado en el Código
Procesal Penal peruano, es un procedimiento especial con características
particulares, que permite la omisión de la realización de la etapa intermedia
permitiendo la incoación del juicio oral en forma directa.
Y si nos remitimos al derecho comparado con antecedentes más
próximos, encontramos que en la legislación penal chilena en materia
procesal, se regula la posibilidad de solicitar la incoación de un juicio
inmediato en la audiencia de formalización de la investigación preparatoria
para que se proceda al pase directo al juicio oral; sin embargo, cabe
diferenciar con relación a nuestra legislación peruana que en el referida
legislación extranjera, el juicio inmediato –que para el caso peruano sería el
proceso inmediato- es parte del proceso común y no propiamente un proceso
especial como ocurre en el caso peruano.

1
NEYRA FLORES, José Antonio. Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo II. IDEMSA, Lima, 2015. p. 267
Por su parte, el Código Procesal Penal colombiano, también prevé
la posibilidad de que el Fiscal pueda solicitar el «adelantamiento del juicio»,
cuando de los elementos probatorios obtenidos y de la evidencia física, se
pueda sostener con probabilidad de verdad que la conducta delictiva existió
y que el imputado es autor o partícipe del mismo.
Cabe destacar que en ambas legislaciones extranjeras –chilena y
colombiana-, se establecen en forma previa a la incoación de estos
mecanismos de simplificación procesal, la formalización de la investigación
preparatoria en una audiencia correspondiente; aspecto que es rescatable
debido a que tal exigencia viene a constituir una garantía procesal a favor
del imputado, quien podrá exigir y conocer una adecuada imputación penal
en su contra y podrá ejercer eficazmente su derecho de defensa. Aunado a
ello, es menester resaltar que, ante la falta de formalización de la
investigación preparatoria, probablemente no se encontraría habilitada la
competencia del Juez de la Investigación Preparatoria para dictar alguna
medida de coerción, como la prisión preventiva –por ejemplo-, al ser esta
una medida cautelatoria propiamente dicha; pues, para ello se debe
formalizar la investigación preparatoria y definir previamente el objeto del
proceso.

1.2. Su Regulación en el Perú


Con la vigencia progresiva del Código Procesal Penal de 2004 en el
Perú, este mecanismo de simplificación procesal estuvo regulado con
incoación de carácter facultativo por parte del Ministerio Público, es decir,
este –el proceso inmediato- constituía una alternativa a discreción del
Fiscal; sin embargo, a partir de la vigencia del Decreto Legislativo Nº 1194,
el cual modificó varios artículos del Código Procesal Penal en comento, la
incoación de este proceso especial se ha convertido en «obligatoria».
Esta afirmación permite sostener que estamos ante un «nuevo
proceso inmediato», por las siguientes razones: (i) antes constituía una
alternativa o discreción del Fiscal, quien podía o no incoarlo cuando
concurría cualquiera de los supuestos señalados en la norma procesal,
empero de acuerdo a las nuevas reglas del proceso inmediato, el Fiscal tiene
ya no la facultad sino la obligación de solicitar que se desarrolle el proceso
inmediato en determinados supuestos que iremos desarrollando más
adelante; (ii) asimismo, es menester destacar que este mecanismo de
simplificación procesal –obligatorio- en su regulación normativa modificada
ha sido extendido a nuevos supuestos; pues, además de otros supuestos, el
proceso inmediato será aplicable –en forma obligatoria- a delitos de
incumplimiento de obligación alimentaria (omisión de asistencia familiar) y
de conducción en estado de ebriedad o drogadicción; y por último (iii) viene
a constituir un «nuevo proceso inmediato» porque a efectos de su aplicación
se ha establecido un nuevo procedimiento de audiencias: audiencia de
incoación de proceso inmediato, audiencia de control de acusación y
audiencia de juicio inmediato.

1.3. Supuestos de Aplicación del Proceso Inmediato

El proceso inmediato debe ser incoado de manera obligatoria, cuando:


a. El imputado ha sido sorprendido y detenido en flagrante delito, en
cualquiera de los supuestos señalados en el artículo 259º del Código
Procesal Penal de 2004, modificado por Ley Nº 29569.
b. El imputado ha confesado la comisión del delito, en los términos del
artículo 160º del Código Procesal Penal.
c. Los elementos de convicción acumulados durante las diligencias
preliminares, y previo interrogatorio del imputado, sean evidentes.
d. Cuando se trate de un delito de incumplimiento de obligación
alimentaria (Art. 149º del CP).
e. En casos de delitos de conducción en estado de ebriedad o
drogadicción (Art. 274º del CP).

1.3.1. Supuestos de flagrancia delictiva, según el artículo 259º del


Código Procesal Penal
El artículo 259º del Código Procesal Penal de 2004 ha establecido los
supuestos específicos de flagrancia delictiva, los cuales se configuran
cuando: (i) el agente es descubierto en la realización del hecho punible; (ii)
el agente acaba de cometer el hecho punible y es descubierto; (iii) el agente
ha huido y ha sido identificado durante o inmediatamente después de la
perpetración del hecho punible, sea por el agraviado o por otra persona que
haya presenciado el hecho, o por medio audiovisual, dispositivos o equipos
con cuya tecnología se ha registrado su imagen, y es encontrado dentro de
las veinticuatro (24) horas de producido el hecho punible; (iv) el agente es
encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas después de la perpetración
del delito con efectos o instrumentos procedentes de aquel o que hubieren
sido empleados para cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido
que indiquen su probable autoría o participación en el hecho delictuoso.
Nuestra legislación peruana, en el artículo 259º del Código Procesal Penal,
modificado por Ley Nº 29569, ha recogido tres modalidades de flagrancia
delictiva desarrolladas en la doctrina. A saber:

a) Flagrancia Clásica (strictu sensu), regulada en los numerales 1 y 2 del


artículo en comento, la misma que se manifiesta a través del inicio del iter
criminis o la consumación del delito2. En cualquier de ellos el sujeto es
sorprendido y detenido, no existiendo huida.
b) Cuasi flagrancia (flagrancia material), prevista en el numeral 3 del mismo
artículo. Esta modalidad de flagrancia se configura cuando el sujeto activo
del delito es descubierto por el propio agraviado, por un tercero o su imagen
es registrado en medios audio visuales u otros dispositivos similares, v.gr.
cámaras filmadoras, fotografías, etc., y este –el agente- emprende huida; sin
embargo, su ubicación y aprehensión se produce inmediatamente, dentro
de las veinticuatro (24) horas de producido el hecho punible. A partir de ello
se exige la concurrencia de dos elementos o presupuestos necesarios: la
inmediatez personal y temporal3. Dicho de otra forma, el autor debe ser
descubierto, perseguido y aprehendido, luego de realizar el hecho delictivo.
c) Flagrancia presunta o Presunción Legal de Flagrancia (ex post ipso),
recogida en el numeral 4 del artículo 259º del Código Procesal Penal de
2004. En esta modalidad de flagrancia, el autor en sí no es sorprendido en
la comisión del delito; sin embargo, este es encontrado dentro de las
veinticuatro (24) horas después de la perpetración del delito con efectos o
instrumentos procedentes de aquel o que hubieren sido empleados para
cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su
probable autoría o participación en el hecho delictuoso.

1.3.2. La confesión del imputado como supuesto de procedencia


del proceso inmediato
En principio cabe señalar que la confesión, no es sino la declaración
auto inculpatoria del imputado, la cual debe ser sincera y espontánea,
prestada libremente en presencia de su abogado defensor, observando todas

2
CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal: Teoría y Práctica de su Implementación. Palestra, Lima,
2009. p. 280.
3
SANCHEZ VELARDE, Pablo. El Nuevo Proceso Penal. IDEMSA, Lima, 2009. p 47.
las garantías procesales; además, tal declaración debe producirse en el
estado normal de las facultades psíquicas del imputado4.
Aunado a ello, debe verificarse la existencia de elementos de prueba
periféricos que corroboren su autoincriminación; pues, no sería razonable
ni objetivo, tampoco admisible, que el Fiscal postule un proceso inmediato
únicamente con sola la autoinculpación del imputado.
1.3.3. La existencia de elementos de convicción evidentes, como
supuesto de procedencia del proceso inmediato
Los «elementos de convicción» no son sino aquellos medios de prueba
consistentes en documentos, registros, indicios, evidencias, declaraciones,
etc., recabados durante la investigación fiscal y/o policial, que todos juntos,
generan convicción en el Fiscal o Juez para estimar razonablemente la
comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del
mismo5. Y estos –elementos de convicción- serán «evidentes» cuando la
fuerza probatoria de cada uno de estos permita sostener una imputación
penal seria.

1.3.4. El delito de incumplimiento de prestación alimentaria


(omisión de asistencia familiar, Art. 149º del Código Penal), como
supuesto de procedencia del proceso inmediato
La incoación del proceso inmediato frente al delito de incumplimiento
de prestación alimentaria, se funda en lo innecesario de realizar actos de
investigación. Cabe recordar que en este delito, fundamentalmente, lo que
se requiere es: (i) verificar la existencia de una sentencia judicial en la que
esté establecida la obligación de prestar alimentos; (ii) que exista una
liquidación de pensiones de alimentos devengados debidamente aprobada
por el juez de la causa en el proceso de alimentos; y (iii) verificar la
existencia del requerimiento de pago del monto liquidado, en un
determinado plazo, bajo apercibimiento de remitirse copias de los actuados
procesales al Ministerio Público para el inicio del proceso penal por el delito
de incumplimiento de prestación de alimentos u omisión de asistencia
familiar, el cual –el requerimiento de pago- debe estar debidamente
notificado al obligado. En lo demás, a efectos de postular el quantum de la
pena, será necesario recabar los informes de antecedentes penales, para

4
ANGULO ARANA, Pedro. La Investigación del Delito en el Nuevo Código Procesal Penal. Gaceta Jurídica, Lima,
2006. p. 153.
5
AMORETTI PACHAS, Mario. Violaciones al Debido Proceso Penal. Grijley, Lima, 2007. p. 127.
cuyo efecto y otros, será necesario aperturar investigación preliminar por
un plazo razonable que estimamos no debe superar los treinta días.

1.3.5. El delito de conducción en estado de ebriedad o


drogadicción (Art. 274º del Código Penal), como supuesto de
procedencia del proceso inmediato
Este viene a constituir un delito contra la seguridad pública que
consiste en conducir, operar o maniobrar un vehículo motorizado bajo los
efectos del alcohol o estupefacientes, cuyos elementos de su configuración
deben ser verificados conforme al tipo penal contenido en el artículo 274º
del Código Penal6.
1.4. El Derecho de Defensa en el Nuevo Código Procesal Penal
Este derecho se extiende, como bien señala el código, a todo estado y
grado del procedimiento, incluso la investigación Fiscal y diligencias
preliminares. Por ello la constitución en su artículo 139ª inciso 14
“establece que son principios y derechos de la función jurisdiccional que toda
persona debe ser informada, inmediatamente y por escrito, de las razones o
causas de su detención”, la cual no solo puede ser efectuada por el juez
penal sino también la policía. Obviamente que la defensa se actuara en la
forma y oportunidad que prescribe la ley, en concordancia con la
Constitución, los tratados internacionales de derechos humanos y la
jurisprudencia vinculante.
El derecho de defensa es un derecho que da vida a las demás garantías
del proceso penal, ya que gracias al ejerció oportuno de este se puede hacer
efectivo el derecho al juez legal, la independencia judicial, la licitud de la
prueba etc. Es decir, sin este derecho, los otros derechos o garantías serian
pura quimera7.
Así, podemos afirmar que un proceso no puede considerarse como
respetuoso de la persona si no se le permite la posibilidad de presentar sus
argumentos, estrategia y elementos de respaldo jurídico necesarios. Así la
defensa también es un derecho-regla de la tutela procesal efectiva, al operar
como factor de legitimidad de la acusación y de la sanción penal.
Se aprecia así que esta materialmente dirigido a garantizar la
posibilidad de ambas partes procesales de alegar y probar cuanto
consideren preciso para la defensa de sus intereses y derechos, en posición
de igualdad recíproca, ello implica el derecho a ser informado de la

6
SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal Parte Especial. Tomo IV. Grijley, Lima, 2013. p. 279
7
ORÉ GUARDIA, Arsenio. Manual de Derecho Procesal Penal. Tomo II. Reforma, Lima, 2014. p. 320.
imputación para poder ejercer la defensa más adecuada a los intereses del
imputado, por lo que esa información que debe ser puesta en conocimiento
es aquella referida fundamentalmente al objeto del proceso, el cual no se
identifica con la calificación jurídica, sino con el hecho individualizado con
contenido penal.
El Código Procesal Penal reconoce expresamente el derecho a la
defensa como uno de sus principios fundamentales en el artículo IX del
Título Preliminar “toda persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se
le informe de sus derechos, a que se le comunique de inmediato y
detalladamente la imputación formulada en su contra, y a ser asistida por un
abogado defensor de su elección o, en su caso, por un Abogado de oficio,
desde que es citada o detenido por la autoridad.” El proceso penal garantiza
el ejercicio de los derechos que corresponden a la persona agraviada por el
delito.
Según el Art. IX del Título Preliminar del código procesal penal, el derecho
de defensa implica los siguientes derechos para la persona involucrada en
un delito:
 A que se le informe de sus derechos.
Por tanto se tiene que al detenido, al imputado, al investigado o
acusado se le debe de informar de los derechos que le asisten como
tal. Siendo así, el código señala que toda persona tiene derecho
inviolable e irrestricto a que se le informe de sus derechos.

 A que se le comunique la imputación en su contra.


El detenido, investigado y acusado tiene derecho a que las autoridades
competentes les comuniquen la imputación que recae en su contra.
El Art. 71.2 del nuevo código prescribe que “Los jueces, los fiscales o
la policía nacional deben hacer saber al imputado de manera
inmediata y comprensible, que tiene derecho a conocer los cargos
formulados en su contra y, en caso de detención, a que se le exprese
la causa o motivo de dicha medida, entregándole la orden de detención
girada en su contra, cuando corresponda.

En el caso del detenido el Art. 139 Inc.15) de la constitución prescribe


que toda persona debe ser informada, inmediatamente y por escrito,
de las razones o causas de su detención. La causa de la detención
debe consistir en una comunicación clara, precisa y oportuna.
 A ser asistido por abogado defensor.
El imputado tiene derecho a ser asistido por un abogado defensor de
su elección o, en su caso, por un abogado de oficio, Desde que es
citado o detenido por la autoridad. Ello no quiere decir que el
imputado siempre va a ser asistido por un abogado, sino solo cuando
los altos fines de la justicia lo requieran o cuando el propio imputado
lo solicite y la ley se lo permita.

El derecho a ser asistido por un abogado defensor implica que este


debe actuar en los hechos que se imputan y en sus consecuencias
jurídicas. Su participación tiende a que su defendido sea investigado
y juzgado con las garantías de un debido proceso y que en la
tramitación de este se expidan las resoluciones judiciales pertinentes.
El abogado defensor no solo ayuda con sus conocimientos jurídicos
especializados en la resolución del conflicto sino que también
representa al imputado a lo largo de todo el proceso, salvo en el caso
que la ley procesal demanda la participación directa del imputado.

 A tener un tiempo razonable para la defensa.


El imputado durante la investigación y el juicio debe contar con el
tiempo necesario o razonable para contar su defensa, el tiempo
razonable dependerá de la gravedad del delito, las dificultades para
obtener evidencias a favor de la defensa, en número de personas
acusadas en el mismo proceso y la novedad u originalidad de los
problemas jurídicos que se requiere examinar, etc.

 A ejercer su autodefensa.
La autodefensa “es la que se realiza mediante manifestaciones que el
imputado puede hacer en el proceso, declarando cuantas veces sea
necesario (tanto en la instrucción como en el juicio) siempre que sus
declaraciones sean pertinentes “. Por nuestra parte consideramos que
la autodefensa conocida también como defensa material o
intervención directa del imputado está encaminada a que este haga
valer por sí mismo los derechos que le reconocen los tratados
internacionales, la constitución y las leyes, desde la investigación
preliminar es el único hasta la culminación del proceso. Ya sea
solicitando su libertad, la absolución o pena mínima, en caso de
condena.

 A intervenir en la Actividad Probatoria.


El imputado tiene la facultad para intervenir, en plena igualdad, en la
actividad probatoria; y, en las condiciones previstas por la Ley, a
utilizar los medios de prueba pertinentes. La intervención del
imputado la puede realizar personalmente o a través de su abogado
defensor. Si la realiza personalmente puede solicitar la admisión de
pruebas. Frente a esto, el Juez decidirá su admisión mediante auto
especialmente motivado, y solo podrá limitar los medios de prueba
cuando resulten manifiestamente sobreabundantes o de imposible
consecución (art. 155.2 CPP). Si la realiza a través de su abogado
defensor, el código garantiza a este una serie de derechos para
intervenir en la actividad probatoria, especialmente: recurrir a la
asistencia reservada de un experto en ciencia, técnica o arte durante
el desarrollo de una diligencia, siempre que sus conocimientos sean
requeridos para mejor defender y a aportar los medios de
investigación y de prueba que estimen pertinentes (art. 84. Incs. 3 y
5).

2. JUSTIFICACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


Con esta modificatoria lo que se está haciendo es convertir un proceso
especial (excepcional) en la regla, y al proceso común (regla) en la excepción.
La Ley reemplaza al Fiscal. La acción penal ya no se ejercita por el fiscal,
es la Ley quien ordena el ejercicio de la acción penal. Se vulnera los
principios de autonomía y titularidad de la acción penal (Art. 158 y 159 de
la Constitución Política), respecto de la función del fiscal de diseñar la
estrategia de investigación penal.
Ante la expectativa del proceso inmediato la sociedad califica de
arbitrario este proceso por:

 Aplicación de penas desproporcionadas.


 Vulneración de las garantías procesales (derecho de defensa).
3. HIPÓTESIS

 La desproporcionalidad de la pena no es atribuible al proceso


inmediato sino a la norma material. El tema de las
desproporcionalidad de las penas, no es un problema del proceso
inmediato, sino de los tipos penales que desarrollo el derecho penal
parte especial.

 La violación de garantías procesales no es atribuible al proceso


inmediato, sino a los operadores jurídicos. La constante violación
de las garantías procesales no es culpa del proceso inmediato, sino la
falta de capacitación por parte del fiscal, juez y el abogado defensor.

El Nuevo Proceso inmediato exige a jueces y fiscales adecuadamente


capacitados, policías y abogados, igualmente capacitados. Pues, si
tenemos un Fiscal adecuadamente capacitado, este operador jurídico
en su condición de defensor de la legalidad, regido por el Principio de
Objetividad, en el momento de calificar los actuados, con
responsabilidad determinará si en un caso concreto concurren o no
alguno de los supuestos de aplicación del proceso inmediato; el
efectivo policial realizará cada diligencia preliminar con respeto a los
derechos procesales elementales del intervenido.

Por su parte, el juez también capacitado hará un control exhaustivo


del requerimiento de incoación del proceso inmediato. A su turno, el
abogado defensor del imputado, basado en el Principio de
Contradicción, también coadyuvará en el control del requerimiento de
incoación del proceso inmediato postulado por el Ministerio Público.

 La aplicación del proceso inmediato está sujeta normativamente


a diversos controles. El proceso inmediato pasa por diferentes filtros:
Se sustenta en audiencia la determinación del proceso inmediato y la
acusación ante el juez de investigación preparatoria, se desarrolla el
juicio oral ante juzgado colegido o unipersonal.

 El proceso inmediato es una política criminal. El problema de la


carga procesal afecta a todos los sistemas judiciales del mundo,
siendo la respuesta intuitiva la del “juicio rápido”, sin embargo, por
muy buena intención que se tenga, muchas veces la respuesta no es
la más adecuada.

4. OBJETIVOS
5. FUENTES DE INFORMACIÓN
6. CONCLUSIONES
7. RECOMENDACIONES
8. BIBLIOGRAFÍA

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