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C O N T E N I D O
Subcapítulo I
Conciliación y arbitraje
1. Conciliación y arbitraje
2. Disposiciones generales sobre los medios de solución de controversias en la ejecución contractual
3. Conciliación
3.1. Principios que rigen la conciliación
3.2. Materias contractuales conciliables en las contrataciones del Estado
3.3. El acta de conciliación
3.3.1. Contenido del acta de conciliación
3.4. Publicidad del acta de conciliación
4. Arbitraje
4.1. Legitimidad del arbitraje obligatorio
4.2 . Obligatoriedad del arbitraje de derecho
4.3 . El arbitraje ad hoc y arbitraje institucional
4.4 . Responsabilidad en la decisión de ir o no al arbitraje
5. Convenio arbitral
6. Solicitud de arbitraje ad hoc
7. Respuesta de arbitraje ad hoc
8. Excepciones u objeciones
9. Árbitros
10. Impedimentos para ser árbitro
11. Designación residual de árbitro
12. Independencia, imparcialidad y deber de información
13. Recusación
14. Instalación del árbitro único o Tribunal Arbitral
15. De la organización y administración de arbitrajes a cargo del SNA-OSCE
15.1. Antecedentes del SNA-OSCE
15.2. Alcances y principales funciones
15.3. Importancia del SNA-OSCE
15.4 . La subsidiariedad del SNA- OSCE
16. Gastos arbitrales
17. Laudo
17.1. Recurso de anulación del laudo arbitral
17.2. Publicidad del laudo arbitral-administrativo
18. Información que debe remitirse al OSCE
19. Estudios a cargo del OSCE
Subcapítulo II
Junta de Resolución de Disputas
1. La Junta de Resolución de Disputas
1.1. Marco legal de la Junta de Resolución de Disputas
1.2. ¿Cuál es la diferencia entre las Juntas de Resolución de Disputas y el arbitraje?
1.3. Ventajas
1.4. Antecedentes
2. Centros de administración de la Junta de Resolución de Disputas
3. Designación de miembros
4. Actividades de la Junta de Resolución de Disputas
4.1. Características de las JRD
4.2. Tipos de mesas de disputas
4.3. Las principales facultades de las mesas (DAB)
5. Honorarios y gastos de los miembros de la Junta de Resolución de Disputas y retribución del centro
6. Decisiones de la Junta de Resolución de Disputas emitidas y notificadas fuera de plazo
7. Decisiones de la Junta de Resolución de Disputas pendientes a la fecha de recepción total de la obra
8. Las decisiones y su obligatoriedad
9. Sometimiento a arbitraje de una decisión de la Junta de Resolución de Disputas
10. Supuestos especiales de cómputo de plazos de caducidad
Subcapítulo III
Infracciones y sanciones en las contrataciones del Estado
1. Infracciones y sanciones administrativas
1.1. Ejemplos de infracciones pasibles de sanción
2. Potestad sancionadora del Tribunal
2.1. Noción de potestad
2.2. Noción de potestad sancionadora
2.2.1. Noción de la doctrina extranjera
2.2.2. Noción de la doctrina nacional
2.2.3. Noción de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
3. Sanciones a consorcios
4. Obligación de informar sobre supuestas infracciones
5. Procedimiento sancionador
6. Suspensión del procedimiento administrativo sancionador
7. Prescripción
7.1 Suspensión del plazo de prescripción
8. Sanción de multa
8.1. Desistimiento o retiro injustificado de la oferta
8.1.1 Análisis del primer elemento constitutivo de la infracción (constancia material del desisti-
miento o retiro de la oferta)
8.1.2 Análisis del segundo elemento constitutivo de la infracción (ausencia de causa justificada)
8.2. Procedimiento sancionador para la aplicación de multa por desistimiento o retiro injustificado de
la oferta
8.2.1. Antecedentes previos a la imputación de la infracción
8.2.2. Causal justificante para formular desistimiento o retiro de la oferta
8.2.2.1. Sobre la imposibilidad física o jurídica de mantener la oferta ante la entidad
8.2.2.2. Sobre el caso fortuito o fuerza mayor
8.2.3. Planteamiento de los descargos en un procedimiento sancionador
8.2.4. Sobre la posibilidad de aplicación del principio de irretroactividad benigna
8.2.5. Graduación de la sanción
8.3. Procedimiento y efectos del pago de la multa
8.4. Opinión N.º 046-2018/DTN (Obligación del postor de mantener su oferta durante el procedimiento
de selección pese a controversia)
9. Inhabilitación temporal
10. Inhabilitación definitiva
11. Concurso de infracciones
12. Notificación y vigencia de las sanciones
13. Suspensión de las sanciones
14. Recurso de reconsideración
15. Acción contencioso-administrativa
Luis Morante Guerrero
V
Subcapítulo I
Conciliación y arbitraje
1. Conciliación y arbitraje
El artículo 45 del TUO de la Ley de Contrataciones del Estado establece lo
siguiente:
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
45.7. Luego del pago final, las controversias solo pueden estar referidas a vicios
ocultos en bienes, servicios u obras y a las obligaciones previstas en el contrato
que deban cumplirse con posterioridad al pago final. En estos casos, el medio
de solución de controversias se debe iniciar dentro del plazo de treinta (30)
días hábiles conforme a lo señalado en el reglamento.
45.8. En los casos en que resulte de aplicación la Junta de Resolución de Disputas,
pueden ser sometidas a esta todas las controversias que surjan durante la
ejecución de la obra hasta la recepción total de la misma. Las decisiones
emitidas por la Junta de Resolución de Disputas solo pueden ser sometidas
a arbitraje dentro del plazo de treinta (30) días hábiles de recibida la obra.
Las controversias que surjan con posterioridad a dicha recepción pueden ser
sometidas directamente a arbitraje dentro del plazo de treinta (30) días hábiles
conforme a lo señalado en el reglamento.
45.9. Todos los plazos señalados en los numerales precedentes son de caducidad.
45.10. Las controversias se resuelven mediante la aplicación de la Constitución
Política del Perú, de la presente Ley y su reglamento, así como de las normas
de derecho público y las de derecho privado; manteniendo obligatoriamente
este orden de preferencia en la aplicación del derecho. Esta disposición es de
orden público.
45.11. Los medios de solución de controversias previstos en este artículo se rigen
especialmente por lo establecido en la presente Ley y su reglamento, sujetán-
dose supletoriamente a lo dispuesto en las leyes de la materia.
45.12. La conciliación se realiza en un centro de conciliación acreditado por el
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Durante la conciliación o ante
la propuesta de acuerdo conciliatorio, el titular de la Entidad, con el apoyo
de sus dependencias técnicas y legales, realiza el análisis costo-beneficio de
proseguir con la controversia, considerando el costo en tiempo y recursos del
proceso arbitral, la expectativa de éxito de seguir el arbitraje, y la conveniencia
de resolver la controversia en la instancia más temprana posible. En ambos
casos, se puede solicitar opinión de la procuraduría pública correspondiente
o la que haga sus veces.
45.13. Constituye responsabilidad funcional impulsar o proseguir la vía arbitral
cuando el análisis costo-beneficio determina que la posición de la entidad
razonablemente no será acogida en dicha sede. El reglamento establece otros
criterios, parámetros y procedimientos para la toma de decisión de conciliar.
45.14. El arbitraje es de derecho y resuelto por árbitro único o tribunal arbitral inte-
grado por tres (3) miembros.
45.15. El árbitro único y el presidente del tribunal arbitral deben ser necesariamente
abogados, que cuenten con especialización acreditada en derecho adminis-
trativo, arbitraje y contrataciones con el Estado. Los demás integrantes del
tribunal arbitral pueden ser expertos o profesionales en otras materias, de-
biendo necesariamente tener conocimiento en contrataciones con el Estado.
45.16. Para desempeñarse como árbitro designado por el Estado en una institución
arbitral o ad hoc, se requiere estar inscrito en el Registro Nacional de Árbitros
administrado por el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado
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Luis Morante Guerrero
(OSCE) o el que hagas sus veces. Asimismo, para la designación residual del
presidente del Tribunal Arbitral en una institución arbitral o ad hoc, el árbitro
a designarse debe estar inscrito en el referido Registro Nacional de Árbitros.
45.17. El árbitro único o tribunal arbitral constituido para resolver una controversia
derivada de un contrato regido por esta Ley resulta competente, salvo el
supuesto de excepción previsto en el numeral 45.19, para conocer las demás
controversias, susceptibles de ser sometidas a arbitraje, que surjan de la eje-
cución del mismo contrato.
45.18. En ese sentido, cuando exista un arbitraje en curso y surja una nueva contro-
versia derivada del mismo contrato, cualquiera de las partes debe solicitar a
los árbitros la acumulación de las pretensiones a dicho arbitraje, dentro del
plazo de caducidad previsto en el numeral 45.5.
45.19. El árbitro único o el tribunal arbitral acumula las nuevas pretensiones que se
sometan a su conocimiento, siempre que estas sean solicitadas antes de la
conclusión de la etapa probatoria. Excepcionalmente, el árbitro único o el
tribunal arbitral, mediante resolución fundamentada, puede denegar la acumu-
lación solicitada tomando en cuenta la naturaleza de las nuevas pretensiones,
el estado del proceso arbitral y demás circunstancias que estime pertinentes.
45.20. En los casos en que se haya denegado la acumulación de pretensiones, la parte
interesada puede iniciar otro arbitraje dentro del plazo de quince (15) días
hábiles de notificada la denegatoria de la acumulación, siendo este también
un plazo de caducidad.
45.21. El laudo arbitral es inapelable, definitivo y obligatorio para las partes desde
el momento de su notificación, debiéndose notificar a las partes a través del
Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (SEACE) para efecto de
su eficacia. Contra dicho laudo solo cabe interponer recurso de anulación de
acuerdo a lo establecido en el Decreto Legislativo 1071, Decreto Legislativo
que norma el arbitraje o norma que lo sustituya.
45.22. La interposición del recurso de anulación del laudo por el contratista requiere
presentar fianza bancaria solidaria, incondicionada y de realización automá-
tica en favor de la Entidad, conforme al porcentaje que se establece en el
reglamento, con una vigencia no menor a seis (6) meses renovables por todo
el tiempo que dure el trámite del recurso.
45.23. Las entidades solo pueden iniciar la acción judicial de anulación de Laudo
previa autorización del Titular de la Entidad, mediante resolución debida-
mente motivada, bajo responsabilidad, siendo esta facultad indelegable.
Para tal efecto, se realiza el análisis costo-beneficio, considerando el costo
en tiempo y recursos del proceso judicial, la expectativa de éxito de seguir
la anulación. Constituye responsabilidad funcional impulsar la anulación del
laudo arbitral cuando el análisis costo-beneficio determina que la posición
de la entidad razonablemente no puede ser acogida.
45.24. Los procuradores públicos que no interpongan estas acciones no incurren en
responsabilidad.
45.25. Adicionalmente, sin perjuicio de lo señalado, el laudo puede ser anulado a
solicitud de parte si la composición del árbitro único o del tribunal arbitral o si
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
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1 Huergo Lora, Alejandro, “La resolución extrajudicial de conflictos en el Derecho administrativo”, Publicaciones del Real Colegio de España,
Bolonia, 2000, pp. 187. Citado por Baca Oneto, Víctor, “Los medios «alternativos» de solución de conflictos en el Derecho administrativo
peruano (en especial, análisis de la transacción y el arbitraje en la Ley de Contratos y Adquisiciones del Estado)”, [en línea], Lima Arbitration,
N.º 1, 2006, pp. 237.
Disponible en <http://www.limaarbitration.net/LAR1/victor_sebastian_baca_oneto.pdf>.
2 Tornos Más, Joaquín, “Medios complementarios a la resolución judicial de los conflictos administrativos”, en Revista de Administración
Pública 149, N.º 136, enero-abril, 1995, pp. 176. Citado por Baca Oneto, Víctor, “Los medios ‘alternativos’ de solución de conflictos en el
Derecho administrativo peruano (en especial, análisis de la transacción y el arbitraje en la Ley de Contratos y Adquisiciones del Estado)”,
[en línea], Lima Arbitration, N.º 1, 2006, p. 237. Disponible en <http://www.limaarbitration.net/LAR1/victor_sebastian_baca_oneto.pdf>.
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4 Almeida Peña, Feliciano, La conciliación en la Administración de Justucia, Marsol Perú Editores, 1.ª ed., enero, 1997, p. 24.
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3. Conciliación
El artículo 224 del nuevo Reglamento de la Ley de Contrataciones, aprobado
por Decreto Supremo N.º 344-2018-EF, establece lo siguiente:
Artículo 224.- Conciliación
224.1. Las partes pueden pactar la conciliación como mecanismo previo al inicio
de un arbitraje. La conciliación se solicita ante un centro de conciliación
acreditado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos dentro del
plazo de caducidad correspondiente y es llevado a cabo por un conciliador
certificado por dicho Ministerio.
224.2. Bajo responsabilidad, el Titular de la Entidad o el servidor en quien este
haya delegado tal función evalúa la decisión de conciliar o de rechazar la
propuesta de acuerdo conciliatorio considerando criterios de costo beneficio y
ponderando los costos en tiempo y recursos del proceso arbitral, la expectativa
de éxito de seguir el arbitraje y la conveniencia de resolver la controversia a
través de la conciliación. Asimismo, se consideran los riesgos que representa
la controversia en el normal desarrollo de la ejecución contractual, incluyendo
el de no poder alcanzar la finalidad del contrato al no adoptarse un acuerdo
conciliatorio. Dicha evaluación se encuentra contenida en un informe técnico
legal previo debidamente sustentado.
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224.3. De ser necesario contar con una Resolución Autoritativa para arribar a un
acuerdo conciliatorio, el procedimiento conciliatorio se puede suspender hasta
por un plazo de treinta (30) días hábiles. Si ambas partes lo acuerdan, dicho
plazo puede ser ampliado por treinta (30) días hábiles adicionales. Si vencidos
los plazos señalados la Entidad no presenta la Resolución Autoritativa ante
el Centro de Conciliación, se entiende que no existe acuerdo y se concluye
el procedimiento conciliatorio.
224.4. Las Entidades registran las actas de conciliación con acuerdo total o parcial
en el SEACE, dentro del plazo de diez (10) días hábiles de suscritas, bajo
responsabilidad.
224.5. En caso el procedimiento conciliatorio concluya por acuerdo parcial o sin
acuerdo, las partes pueden resolver la controversia en la vía arbitral. En caso
de acuerdo parcial, el arbitraje solo puede versar sobre la parte controvertida.
[El resaltado es nuestro]
5 Vidal Ramirez, Fernando, Manual de Derecho Arbitral 1.ª ed., Gaceta Jurídica, mayo, 2003, p. 26.
6 Vidal Ramirez, Fernando, ob, cit., p. 27.
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4. Arbitraje
El artículo 225 del nuevo Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado
establece lo siguiente:
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8 Cfr. Fundamento N.º 10 de la Sentencia del 9 de marzo del 2006, en el Expediente N.º 6167-2005-PHC/TC.
9 Escaler Bascompte, Ramón, “El arbitraje y su legitimidad constitucional”, en El arbitraje en las distintas áreas del derecho. Primera parte,
vol. 3, Lima: Palestra, noviembre, 2007, pp. 62-63.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
Es decir, no basta que el arbitraje sea la alternativa por excelencia, se debe seguir,
como en todo sistema bien estructurado, un orden, determinados requisitos y
acatar ciertas limitaciones. Lo primero que se pide es que todo asunto llevado
a la vía arbitral no puede contener derechos indisponibles en la controversia,
estos deberán ser además de carácter patrimonial, y, por último se exige el
acuerdo voluntario de las partes en cualquiera fuese su manifestación para
prescindir de la vía judicial y acudir a la vía del arbitraje.
“En efecto, en el marco de un proceso arbitral deben ser respetados los derechos
fundamentales y las garantías procesales y sustanciales que componen el dere-
cho al debido proceso. Del mismo modo, deben ser observados los preceptos
y principios constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que
resulte de las resoluciones del Tribunal Constitucional; así como los precedentes
vinculantes y las sentencias normativas que emita este colegiado, dada su con-
dición de supremo intérprete de la Constitución”10(Las cursivas son nuestras).
Ahondando un poco más en las limitaciones, como nos señala la cita anterior,
el arbitraje como jurisdicción se encontrará sujeto a mandatos constitucionales
al igual que la vía judicial y, asimismo, podrá generar un control difuso arbitral,
tema muy discutido en la doctrina. Detrás de esto se busca sobre todo dar una
protección a los preceptos constitucionales sea cual fuese la forma en que se
imparta justicia, ya que entendemos que la justicia, que es el fin último del
arbitraje, no se encuentra divorciada de los conceptos constitucionales básicos.
“Ello implica que la justicia estatal debe de estar potencialmente abierta a asumir
todo tipo de asuntos, lo que no implica que necesariamente deba resolverlos
todos ellos sin excepción, puesto que cuando las partes en conflicto acuerden
acudir a una vía administrativa alternativa esta será sustentada por la preemi-
nencia de la autonomía de la voluntad”11.
Como señalamos líneas arriba, es imprescindible para acceder a la vía arbitral
que las partes manifiesten su deseo, en cualquiera de sus formas, de excluir su
pendencia de la vía judicial. Dando un ejemplo, en la contratación adminis-
trativa, las partes deben pactar un convenio arbitral; y de no hacerlo, el simple
hecho de allanarse a un sistema que de antemano reconoce la obligatoriedad
del arbitraje en la etapa contractual representa una forma de manifestar la
voluntad, para lo cual se ha normado que el silencio de las partes represente
la aceptación de acudir en cualquier caso a la vía conciliatoria, o en caso de
no llegar a un acuerdo obligatoriamente ir a la vía arbitral.
Entendido todo esto, y para dar un enfoque más administrativo al tema del
arbitraje, es necesario hablar de la relación entre el arbitraje y el contrato ad-
10 Sentencia del 8 de junio del 2006, en el Expediente N.º 01567-2006-PA/TC.
11 Escaler Bascompte, Ramón, “El arbitraje y su legitimidad constitucional”, en El arbitraje en las distintas áreas del derecho. Primera parte,
ob. cit., p. 64.
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[...] que a los asegurados y beneficiarios del SCTR no se les puede imponer obliga-
toriamente el arbitraje, ya que, en principio, el sometimiento a esta jurisdicción
alternativa tiene como fundamento el principio de autonomía de la voluntad,
12 Díaz Madrera, Beatriz, “El arbitraje y el Derecho de la Contratación Pública”. En: El arbitraje en las distintas áreas del derecho. Primera parte,
vol. 3, Palestra, noviembre, 2007, p. 156.
13 En Revista Andaluza de Administración Pública, N.º35, 1999, p. 18. Citado por: DÍAZ MADRERA, Beatriz, “El arbitraje y el Derecho de la
Contratación Pública”. En: El arbitraje en las distintas áreas del derecho. Primera parte, vol. 3, Palestra, noviembre, 2007, p. 156.
14 Escaler Bascompte, Ramón, “El arbitraje y su legitimidad constitucional”. ob. cit., p. 69.
15 Cfr. Fundamento N.º 120 de la Sentencia del 6 de diciembre del 2007, en el Expediente N.º 10063-2006-PA/TC.
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16 Cfr. Fundamento N.º 14 de la Sentencia del 9 de marzo del 2006, en el Expediente N.º 6167-2005-PHC/TC.
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17 Escaler Bascompte, Ramón, “El arbitraje y su legitimidad constitucional”, en El arbitraje en las distintas áreas del Derecho. Primera parte.
ob. cit., p. 72.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
Pero ¿es verdad esta imposición un medio por donde se exterioriza la volun-
tad?; en otras palabras, ¿habrá voluntad sin el consenso de las partes? Nosotros
creemos que sí, al entender que toda persona tiene la posibilidad de contratar
o no contratar con el Estado; y si decide contratar con el Estado, pues conoce
cuáles son las reglas del juego, y al entrar al juego, tácitamente está reconociendo
y manifestando un sometimiento a las reglas. Es impensable que una persona
se inscriba en un concurso y no lea el reglamento del concurso; y peor aún,
que de ingresar al concurso, no acepte las arreglas, pues es entendible que al
participar ya las aceptó. Asimismo, es lícito que cada parte pueda plantear sus
propias reglas para poder proteger su proceso competitivo, eso lo hace cualquier
privado, y en este caso es el Estado quién elige la vía arbitral.
Por lo tanto, encontramos una segunda forma de manifestar la voluntad que
recubre todo espacio vacío que permita deslegitimar el, quizá mal llamado,
“arbitraje obligatorio”. Y exponerlo como una institución enmarcada dentro
de los preceptos constitucionales de nuestro ordenamiento jurídico peruano.
18 Hundskopf Exebio, Oswaldo, “El control difuso en la jurisdicción arbitral”, en Diálogo con la jurisprudencia, Actualidad, Análisis y Crítica
Jurisprudencial, N.º 91, año11, Gaceta Jurídica, Lima, abril, 2006, pp. 17-24.
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establece que tanto el árbitro único y el presidente del Tribunal Arbitral deben
ser necesariamente abogados, que cuenten con especialización acreditada en
derecho administrativo, arbitraje y contracciones del Estado, pudiendo ser los
demás integrantes del tribunal arbitral expertos o profesionales en otras materias,
pero necesariamente con conocimiento en contrataciones del Estado.
Al respecto de la contradicción suscitada entre el arbitraje de derecho de la LGA,
donde todos tienen que ser abogados y el arbitraje de derecho en la Ley de
Contrataciones del Estado donde solo el presidente obligatoriamente debe ser
abogado, mientras que para los demás miembros es facultativo; un sector de la
doctrina afirma que la principal particularidad del arbitraje de derecho no es el
requerimiento de ostentar la profesión de abogado, “sino que la diferenciación
está en la esencia misma del desempeño de la función, puesto que el árbitro de
derecho debe interpretar y aplicar la normativa jurídica, lo que supone conoci-
miento especializado, que no le es exigible al árbitro de conciencia que solo debe
aplicar su leal saber y entender19”. En otras palabras, los arbitrajes de derecho
que se celebran bajo la investidura de la Ley de Contrataciones del Estado no
son realmente de derecho por no ser sus miembros en su totalidad abogados.
Al detenernos un momento y analizar lo expresado anteriormente, se desprende
un término muy importante: la “especialización”, que da lugar a una dura crítica,
objetando que un tribunal híbrido no puede ser un tribunal especializado, sin
embargo, nos preguntamos y preguntamos a los críticos sobre el tema, que será
más especializado, un tribunal de solo abogados o un tribunal con un abogado
y expertos ingenieros al momento de fallar en un caso que versa sobre contratos
de obra. Esta pregunta sienta a la contratación pública como una miscelánea de
contenidos en donde no solo es necesario expertos especializados en normas,
sino también, en obras, servicios, infraestructura, etc., los cuales resolverán los
aspectos técnicos relacionados a su respectiva profesión, que en su defecto un
tribunal de solo abogados no estaría en la posibilidad de resolver tomando en
cuenta aspectos técnicos que por sus limitaciones desconocen.
Esto, a su vez, nos permite plantear dos posturas claras en la doctrina sobre
cuál es la real naturaleza del arbitraje de derecho. La primera afirma la total
incongruencia entre un arbitraje de derecho ejecutado por un tribunal donde
solo el presidente está en la obligación de ostentar la profesión de abogado
y la capacidad de interpretación especializada de la norma, que se cree, solo
poseen los abogados en la materia.
Teniendo en cuenta, además, que se afecta así el principio de la “especialidad”
que garantiza eficiencia en el arbitraje y se incurre en una figura híbrida que
no se ajusta técnicamente a la Ley de Arbitraje; en tanto que el hecho de tener
19 Vidal Ramírez, Fernando, “Manual de Derecho Arbitral”, 1.ª ed., en Gaceta Jurídica, Lima: mayo del 2003, p. 43.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
20 Kundüller Caminiti, Franz, “Obligatoriedad del arbitraje y otros temas de gestión de conflictos en la Ley de Contrataciones y Adquisiciones
del Estado y su reglamento”, en Themis, Revista de Derecho, N.º 39, Lima, 1999, p. 39.
21 Quinta Disposición Complementaria del Decreto Legislativo N.º 1444.
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5. Convenio arbitral
El artículo 226 del nuevo Reglamento de la Ley de Contrataciones aprobado
por Decreto Supremo N.º 344-2018-EF, establece lo siguiente:
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
Centro de Arbitraje del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del
Perú
“Las divergencias de cualquier índole que surjan entre las partes con relación a este contrato,
su interpretación y/o cumplimiento, incluyendo las referidas a su nulidad o validez, incluso las
del convenio arbitral, serán resueltas mediante arbitraje, sometiéndose las partes a la organi-
zación y administración Centro de Arbitraje del Consejo Departamental de Lima del Colegio
de Ingenieros del Perú”.
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Para finalizar, el último párrafo del artículo comentado establece que “ las par-
tes pueden establecer estipulaciones adicionales o modificatorias del convenio
arbitral, en la medida que no contravengan las disposiciones de la normativa de
contrataciones del Estado”. Esta sección pueden ser interpretada, en términos
generales, en el sentido de que la cláusula de solución de controversias es una
cláusula de libre negociación entre las partes y que, por tanto, no puede en ella
imponerse la voluntad de una de las partes sobre la de la otra, además de no
contravenir el marco jurídico de las contrataciones del Estado.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
• Dentro los diez (10) días hábiles siguientes, contados a partir del día siguiente
de la recepción de la solicitud
• Se debe designar el árbitro, cuando se haya acordado que la controversia
será resuelta por un Tribunal Arbitral; o, en caso de árbitro único, pronun-
ciarse sobre el árbitro propuesto por la otra parte en la solicitud
• Posición o resumen referencial respecto de la controversia y su cuantía
Tanto en el arbitraje institucional como en el ad hoc, la designación del árbitro
por parte de la entidad es aprobada por su titular o por el servidor en quien
este haya delegado tal función; sin perjuicio de la verificación oportuna que
realice la institución arbitral y el contratista, de conformidad con el artículo
230 del nuevo reglamento aprobado por Decreto Supremo N.º 344-2018-EF.
8. Excepciones u objeciones
El artículo 229 del nuevo Reglamento prevé que las excepciones u objeciones
al arbitraje cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia deben
ser resueltas al finalizar la etapa postulatoria y antes que se fijen los puntos
controvertidos del proceso.
Esta inclusión no tiene antecedentes en la normativa de contrataciones y la
razón de su inclusión obedece a que se ha detectado que en algunos procesos
arbitrales, donde fueron interpuestas las excepciones de incompetencia, litis-
pendencia, cosa juzgada, caducidad u otra análoga, el Tribunal Arbitral en vez
de pronunciarse en la etapa pertinente sobre estas excepciones, se reservó el
derecho de analizarlas al momento de laudar, con el único fin de incrementar
el cobro de sus honorarios22.
9. Árbitros
El artículo 230 del nuevo Reglamento de la Ley de Contrataciones establece
lo siguiente:
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Módulo V 39
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
Directivas
• Directiva N.º 018-2017-OSCE/CD, procedimiento de designación residual
de árbitros a cargo del OSCE. Aprobada mediante Resolución N.º 299-
2017-OSCE/PRE de fecha 28 de setiembre del 2017.
• Directiva N.º 017-2017-OSCE/CD, Procedimientos de Inscripción y Reno-
vación en la Nómina de Profesionales aptos para Designación Residual del
OSCE, así como Supuestos de Suspensión y Exclusión. Aprobada mediante
Resolución N.º 296-2017-OSCE/PRE de fecha 28 de setiembre del 2017.
• Directiva N.º 016-2017-OSCE/CD, Procedimiento para la instalación de
Árbitro Único o Tribunal Arbitral Ad Hoc. Aprobada mediante Resolución
N.º 298-2017-OSCE/PRE de fecha 28 de setiembre del 2017.
• Directiva N.º 014-2017-OSCE/CD, Procedimiento de Recusación de Árbi-
tros para Arbitrajes Ad Hoc y Arbitrajes Administrados por el SNA-OSCE.
40 Módulo V
Luis Morante Guerrero
Módulo V 41
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
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23 Resolución N.º 363-2009-OSCE/PRE.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
En este contexto, se entiende que los árbitros, durante el ejercicio de sus fun-
ciones, deben cumplir con lo siguiente:
• Respetar los principios de imparcialidad, independencia y neutralidad.
• No mantener con las partes relaciones personales profesionales o comer-
ciales.
• Cumplir con el Código de Ética y otras reglas que apruebe el OSCE.
• Cumplir con las normas sobre responsabilidad civil y penal establecidas en
la legislación sobre la materia.
• Declarar o informar. Tanto al momento de aceptar como durante las ac-
tuaciones arbitrales, el árbitro debe informar o revelar cualquier hecho o
circunstancia que pueda provocar duda justificada sobre la independencia
imparcialidad. La omisión conlleva a sanción.
El árbitro designado debe presentar una declaración jurada expresa sobre su
idoneidad para ejercer el cargo, señalando que cumple con los requisitos esta-
blecidos en el numeral 45.15 del artículo 45 del TUO de la Ley, así como que
cuenta con la disponibilidad de tiempo suficiente para llevar a cabo el arbitraje
en forma satisfactoria. Sobre el particular, cabe mencionar que el numeral antes
citado establece lo siguiente:
44 Módulo V
Luis Morante Guerrero
13. Recusación
La recusación es el rechazo de las partes en relación a los árbitros designados,
motivado por la desconfianza sobre su idoneidad, imparcialidad o incumpli-
miento de sus deberes funcionales. Al respecto, el artículo 234 establece que
los árbitros pueden ser recusados por las siguientes causas:
1. Cuando se encuentren impedidos conforme el artículo 233. Al respecto, el
numeral 233.3 del artículo 233 del nuevo reglamento precisa que “el árbi-
tro designado presenta una declaración jurada expresa sobre su idoneidad
para ejercer el cargo, señalando que cumple con los requisitos establecidos
en el numeral 45.15 del artículo 45 de la Ley, así como que cuenta con la
disponibilidad de tiempo suficiente para llevar a cabo el arbitraje en forma
satisfactoria”. En ese sentido, el numeral 45.15, indica que “el árbitro único
y el presidente del Tribunal Arbitral deben ser necesariamente abogados,
que cuenten con especialización acreditada en derecho administrativo, ar-
bitraje y contrataciones con el Estado. Los demás integrantes del Tribunal
Arbitral pueden ser expertos o profesionales en otras materias, debiendo
necesariamente tener conocimiento en contrataciones con el Estado”.
2. Cuando no reúnan las calificaciones y exigencias para asumir el encargo
establecidas en la legislación y el convenio arbitral. Por ejemplo, cuando
no sean abogados en el caso de árbitro ad hoc, o presidente del Tribunal
Arbitral, o cuando no cuenten con las especializaciones exigidas en los casos
respectivos, o los conocimientos previos en matera de contrataciones del
Estado.
3. Cuando existan circunstancias que generen dudas justificadas respecto
de su imparcialidad o independencia, siempre que dichas circunstancias
no hayan sido excusadas por las partes en forma oportuna. Por ejemplo,
cuando el árbitro hubiese trabajado meses antes para una de las partes,
o tenga intereses patrimoniales en juego vinculados con la resolución del
arbitraje.
En los arbitrajes ad hoc y en los administrados por el SNA-OSCE, la recusa-
ción es resuelta por el OSCE, en forma definitiva e inimpugnable, conforme
con el procedimiento establecido en la directiva correspondiente, salvo que
las partes hayan acordado que la recusación sea resuelta por una institución
arbitral acreditada.
El trámite de recusación no suspende el arbitraje, salvo cuando se trate de
árbitro único o hayan sido recusados dos (2) o tres (3) árbitros, o cuando lo
disponga el Tribunal Arbitral. Esta norma es aplicable a los arbitrajes ad hoc y
a los arbitrajes institucionales cuando no se haya regulado al respecto.
Módulo V 45
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
46 Módulo V
Luis Morante Guerrero
236.2. Pueden someterse a arbitraje institucional a cargo del SNA-OSCE las con-
troversias que deriven de la ejecución de contratos de bienes y servicios en
general, cuyos valores estimados sean iguales o menores a diez (10) UIT. El
arbitraje ante el SNA-OSCE es iniciado dentro del plazo de caducidad previsto
en el artículo 45 de la Ley, no suspendiéndose en ningún momento por el
tiempo que demore verificar las condiciones habilitantes del sistema.
236.3. El OSCE se encuentra facultado para encargar a otras instituciones públicas,
mediante convenio y de acuerdo a lo establecido en la Directiva correspon-
diente, la organización y administración del régimen institucional de arbitraje
subsidiario a su cargo.
236.4. Dichos arbitrajes están a cargo de un Árbitro Único de acuerdo a lo establecido
en el Reglamento del SNA-OSCE.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
48 Módulo V
Luis Morante Guerrero
De conformidad con el numeral 236.2 del artículo 236 del nuevo Reglamento
de la Ley de Contrataciones, pueden someterse a arbitraje institucional a cargo
del SNA-OSCE las controversias que deriven de la ejecución de contratos de
bienes y servicios en general, cuyos valores estimados sean iguales o menores
a diez (10) UIT. El arbitraje ante el SNA-OSCE es iniciado dentro del plazo de
caducidad previsto en el artículo 45 de la ley, no suspendiéndose en ningún
momento por el tiempo que demore verificar las condiciones habilitantes del
sistema.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
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Luis Morante Guerrero
Al respecto, Jorge Vega Soyer25 señala que “resulta importante destacar que,
según el inciso 4) del artículo 72 de la Ley de Arbitraje, la decisión del Tribunal
Arbitral de terminar las actuaciones ante el incumplimiento de la obligación de
depósito de los anticipos correspondientes no perjudica el convenio arbitral.
Esto implica que nada impide que, una vez que el Tribunal Arbitral decida dar
por terminadas las actuaciones en el proceso arbitral, debido a una falta de
pago de honorarios, cualesquiera de las partes pueda iniciar un nuevo proceso
arbitral, en la medida que, como queda dicho, la situación prevista en el inciso
4) del artículo 72 de la Ley de Arbitraje no afecta al convenio arbitral”.
Conforme con lo expuesto, si el arbitraje concluye por incumplimiento de pago
de los anticipos de honorarios de los árbitros, tal situación no afecta el convenio
arbitral, con lo cual es factible invocar dicho acuerdo para volver a someter a
arbitraje la misma controversia.
Por último, es importante tomar en cuenta la Directiva N.º 021-2016-OSCE/
CD, Tabla de Gastos Arbitrales aplicables a los Arbitrajes Organizados y Admi-
nistrados por el OSCE y los arbitrajes ad hoc.
17. Laudo
El laudo arbitral, puede ser definido como “[…] la decisión dictada por uno o
varios jueces particulares, elegidos por las partes, con arreglo a derecho y al
debido procedimiento, sobre una cuestión o cuestiones determinadas y dentro
del término, establecidos en el compromiso arbitral”26.
Asimismo, “el laudo arbitral constituye la decisión que emite el árbitro y que
resuelve la controversia sometida a su conocimiento. Es la última y, sin duda, la
más importante fase del proceso arbitral. En verdad, toda la institución arbitral
está estructurada para llegar a esta etapa. Asimismo, el laudo arbitral equivale
a una sentencia judicial y puede ejecutarse como tal”27.
Al respecto, el artículo 238 del reglamento establece que “el laudo, así como
sus integraciones, exclusiones, interpretaciones y rectificaciones, es notificado
a través del SEACE (ya no personalmente). El laudo vincula a las partes del
arbitraje, no pudiendo afectar derechos ni facultades legales de personas ni
autoridades ajenas al proceso. El laudo se encuentra motivado, no pudiéndose
pactar en contrario.
25 Vega Soyer, Jorge, Comentarios a la Ley Peruana de Arbitraje, t. I, Instituto Peruano de Arbitraje, 1.ª ed., enero 2011, p. 808.
26 Zwanck, Carlos Alberto, Cfr: la voz “Juicios de árbitros” en Enciclopedia Jurídica Omeba, t. XVII, Buenos Aires: Editorial DRSKILL SA, 1978,
p. 221
27 Gagliero, Silvana Gabriela, “El laudo arbitral: nociones generales”, en <http://www.servilex.com.pe/arbitraje/colaboraciones/el_laudo_ar-
bitral.html>.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
Es responsabilidad del árbitro único o del presidente del Tribunal Arbitral regis-
trar correctamente el laudo en el SEACE, así como sus integraciones, exclusio-
nes, interpretaciones y rectificaciones, conforme a lo dispuesto en el literal a) del
numeral 254.3 del artículo 254 del Reglamento de la Ley de Contrataciones. El
cual señala que es un deber ético “a) registrar el laudo en el SEACE de forma
íntegra y fidedigna, así como sus integraciones, exclusiones, interpretaciones y
rectificaciones, en los casos que corresponda”.
El OSCE implementa, administra y opera el banco de laudos arbitrales que
contiene información relevante del laudo que los árbitros hayan registrado en
el SEACE. Dicha información se publica en el portal institucional del OSCE y
es actualizada trimestralmente, bajo responsabilidad.
52 Módulo V
Luis Morante Guerrero
este caso, es de aplicación supletoria las normas pertinentes del Decreto Legis-
lativo N.º 1071. Entre otras formalidades tenemos lo siguiente:
• Todo laudo deberá constar por escrito y ser firmado por los árbitros, quienes
podrán expresar su opinión discrepante. Cuando haya más de un árbitro,
bastarán las firmas de la mayoría de los miembros o solo la del presidente,
según corresponda, siempre que se manifiesten las razones de la falta de
una o más firmas.
• Para estos efectos, se entenderá que el laudo consta por escrito cuando de
su contenido y firmas quede constancia y sean accesibles para su ulterior
consulta en soporte electrónico, óptico o de otro tipo.
• Se entiende que el árbitro que no firma el laudo ni emite su opinión dis-
crepante se adhiere a la decisión en mayoría o la del presidente, según
corresponda.
• Todo laudo deberá ser motivado, a menos que las partes hayan convenido
algo distinto. Constarán en el laudo la fecha en que ha sido dictado y el
lugar del arbitraje. El laudo se considera dictado en ese lugar.
• El Tribunal Arbitral se pronunciará en el laudo sobre la asunción o distri-
bución de los costos del arbitraje.
Contra el laudo arbitral cabe la posibilidad de interponer un recurso de anula-
ción ante el Poder Judicial.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
28 Zolezzi Ibárcena, Lorenzo, “El arbitraje y su aparente colisión con algunos principios y derechos de la función jurisdiccional”, ponencias del
Congreso Internacional de Arbitraje, primera parte, vol. 5, Palestra, agosto del 2008, p. 109.
29 Ibid., p. 111.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
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Cumplir con dicha obligación legal no solo implica observar los Principios de
Transparencia y Publicidad, propios del Arbitraje Administrativo, sino también
permite al OSCE sistematizar los laudos, identificar tendencias resolutivas
para determinados temas con el objeto de ir construyendo Predictibilidad de
criterios, así como procesar estadísticas relacionadas a la defensa del Estado
en estas controversias, con el objeto de identificar las debilidades de forma
y/o de fondo, e implementar las acciones normativas y de gestión que sean
necesarias para mejorar su posición procesal.
[…] Esta medida pretende disuadir el incumplimiento de las obligaciones de
los árbitros vinculadas, no solo con el deber de actuar imparcialmente y con
independencia, sino de todas las obligaciones legales previstas para dicha
función. En caso de incurrir en dichos supuestos, según la gravedad de la falta
cometida, se podrá sancionar al infractor hasta con una suspensión temporal o
con la inhabilitación permanente para ejercer como árbitro en la resolución de
controversias que se produzcan dentro del marco de la Ley y su Reglamento;
sin perjuicio de separarlo definitivamente del Registro de Árbitros, en caso se
encuentre inscrito30.
30 Rojas Delgado, Magaly, “Principales modificaciones a la Ley de Contrataciones del Estado en materia de arbitraje: algunos alcances de su
motivación”, Arbitraje PUCP, p. 85.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
Subcapítulo II
Junta de Resolución de Disputas
1. La Junta de Resolución de Disputas
Este tema es regulado por el artículo 205 del Reglamento de la Ley de Con-
trataciones del Estado:
Algo vital que toda persona aprende al vincular la sociología con el derecho, es
que la sociedad y sus normas siempre están en constante evolución. La forma
cómo solucionamos nuestros conflictos no es la misma que aquella que usába-
mos hace varios años. En ese ínterin de tiempo creamos nuevas instituciones,
nuevos mecanismos, y adaptamos nuevas posturas y nuevos paradigmas.
Por ello, muy aparte de las explicaciones cotidianas a modo de comentario de
las ya conocidas figuras del derecho administrativo y aquellas detalladas en
la Ley de Contrataciones del Estado y su reglamento, queremos avocarnos a
58 Módulo V
Luis Morante Guerrero
una institución que se podría decir es nueva para nuestro sistema, de la cual
muchos no tienen conocimiento, pero que poco a poco se viene afianzando
no solo en la práctica legal, sino también en las leyes que regulan el mundo de
las contrataciones del Estado.
Esta figura jurídica para la resolución de conflictos se denomina por su origen
“Dispute Boards”, y en nuestra naciente legislación se denomina “Junta de
Resolución de Disputas” (en adelante, JRD). Dicha institución como mencio-
namos forma parte de esta nueva evolución del derecho y del modo en cómo
los actores del mundo jurídico, en específico, de aquellos vinculados por un
contrato de obra, dan solución a sus conflictos.
La JRD es una figura muy relacionada con el arbitraje y en los últimos años
ha tenido gran acogida por todas las bondades que ofrece. Entre ellas saltan
a la vista su utilidad para la resolución célere de los conflictos, que deviene en
un costo menor para los actores involucrados en la resolución de sus disputas.
De este modo, la JRD sirve como mecanismo para evitar que las disputas gene-
ren costos no contemplados en el presupuesto de ejecución de una prestación.
Haciendo uso de un método de solución de controversias novedoso que se
ejecuta necesariamente en el instante previo en que se originó la disputa, sin
necesidad de esperar grandes plazos o la culminación del proceso en arbitraje.
Bajo esta modalidad, se busca llegar a un acuerdo, a través de una etapa pa-
ralela durante la continuación de la prestación, en donde las partes cooperen
de modo que la litis, propiamente dicha, no surja.
Como mencionamos antes, esta figura se usa fundamentalmente en los contra-
tos de obra, habiendo generado excelentes resultados en la mayoría de países
donde se viene ejecutando de forma novedosa durante la última década. Y
hoy, en un país como el nuestro, donde la construcción es una actividad de
vital importancia para nuestra economía, no podíamos permanecer ajenos a los
beneficios que dicha figura ha venido trayendo consigo en los diversos países
donde se viene aplicando.
El éxito de esta figura parte de la necesidad de solucionar el alto índice de
controversias que se generan en torno a los contratos de obra. Si bien todo
conflicto genera ineficiencia, ello empeora cuando no se ha ejecutado una
adecuada política de prevención y control de riesgos, o habiendo sido previs-
tos, no se tomaron las medidas adecuadas para un eficiente control, trayendo
consigo terribles resultados.
Este riesgo se incrementa aún más si tomamos en cuenta la complejidad de la
actividad, la cual conlleva un diverso número de operaciones complejas que
involucran múltiples factores, tanto de infraestructura como humanos.
Módulo V 59
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
Cabe agregar que luego de las modificaciones efectuadas por el Decreto Su-
premo N.º 056-2017-EF, la cuantía mínima para poner emplear la Junta de
Resolución de Disputas ha sido reducida con la finalidad de que contratos de
obras por debajo de los 20 mil hasta los 5,000 mil puedan beneficiarse de este
instrumento.
60 Módulo V
Luis Morante Guerrero
33 Ver <http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-modificaciones-ley-contrataciones-evitara-paralizacion-obras-controversias-511716.
aspx. Publicado por JJN/AQR el 24 de junio del 2014>.
Módulo V 61
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
En ese orden de ideas, y dentro del marco de las necesidades que ofrece el sector
de la construcción, nacen los Dispute Boards como una respuesta eficiente a la
búsqueda de solución de disputas desde la propia industria de la construcción,
la cual tiene como principio rector a la celeridad en la resolución de conflictos en
tiempo real, sin que se deba esperar a que la obra concluya, estableciendo (el Panel
de Expertos) soluciones a través de la emisión de decisiones o recomendaciones
dirigidas a las partes.
El Panel de Expertos se encuentra conformado por personas neutrales que usual-
mente son llamadas Adjudicadores, los cuales deben estar informados continuamente
de la marcha de la obra y tienen la facultad de realizar visitas al lugar de ejecución
de la construcción. Teniendo ello como base, los Adjudicadores ofrecen respaldo
ininterrumpido para la solución de disputas a lo largo de la ejecución de la obra y
buscan que esta no se paralice.
Como se puede observar, la tarea de este Panel de Expertos es variada y la expe-
riencia que se puede obtener de su actuación resulta diversa34.
34 Castillo Freyre, Mario, “Dispute Boards en Latinoamérica: Experiencias y retos”, 1.ª ed., junio del 2014, vol. 23, Lima: Biblioteca de Arbitraje
del Estudio Mario Castillo Freyre, p. 11.
62 Módulo V
Luis Morante Guerrero
1.3. Ventajas
La aplicación de esta modalidad permite atender conflictos contractuales de
manera oportuna y eficiente. Al visitar periódicamente el lugar de la obra, los
adjudicadores saben de primera mano y en tiempo real cuáles son los proble-
mas que esta enfrenta. Además, su presencia crea un clima de confianza que
facilita las negociaciones entre las partes.
Asimismo, sirve como medio consultivo para el avance de la obra, ante prácticas
dudosas que podrían generar un futuro perjuicio, por ejemplo, de darse el caso
que el contratista pueda solicitar la ampliación de un plazo para realizar trabajos
adicionales o un pago adicional para cubrir costos no contemplados al inicio.
Sin la debida asesoría, dicha solicitud puede devenir en una negativa por parte
de los funcionarios públicos, los cuales rechazan estos pedidos por temor a que
la Contraloría General de la República cuestione dicha decisión; sin embargo,
si dicho problema antes de que sea visto por la vía arbitral pudiera ser aclara-
do en el momento mismo de creada la controversia, ello permitiría un avance
continuo de la obra, y un afianzamiento del clima laboral entre las partes que
celebraron el contrato.
1.4. Antecedentes
La Junta de Resolución de Disputas (también conocida como Dispute Board) es
una fórmula que aparece en los años ochenta para favorecer el cumplimiento
de grandes obras de infraestructura dentro de los plazos establecidos, en países
tan diversos como Estados Unidos, Inglaterra y Honduras.
Este mecanismo ha sido aplicado en grandes obras públicas de presupuesto
millonario, como el Eurotúnel (Francia-Reino Unido), el Aeropuerto Interna-
cional de Hong Kong (China), la represa de Katse (Lesoto) o la arteria central
y el túnel de Boston (Estados Unidos). La mayoría de las controversias surgidas
se resolvieron durante su ejecución, sin necesidad de ir a arbitrajes o procesos
judiciales.
Desde hace cuatro años, el CARC-PUCP comenzó a recibir solicitudes de con-
ciliación que contemplaban esta modalidad, en ese entonces desconocida en el
ámbito local. Tras una minuciosa investigación de dos años, el centro publicó
el 2013 el “Reglamento de la Junta de Resolución de Disputas”, primer docu-
mento institucional peruano que reúne las mejores prácticas internacionales
en la materia, y que busca regular las JRD en el país35.
Módulo V 63
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
64 Módulo V
Luis Morante Guerrero
3. Designación de miembros
La plana de las JRD está compuesta por uno o tres miembros imparciales e
independientes –llamados adjudicadores–, que se comprometen a visitar la
obra con regularidad y a realizarle seguimiento de principio a fin. Su designa-
ción es realizada de mutuo acuerdo por las partes o por un centro o institución
que administre mecanismos alternativos de resolución de conflictos; un claro
ejemplo de estos centros es el Centro de Análisis y Resolución de Conflictos
(CARC-PUCP).
En función a ello, cada adjudicador cumple una función tanto consultora
como resolutiva, lo que evita arbitrajes innecesarios. Los adjudicadores son
profesionales en la materia, nacionales o internacionales, de preferencia con
experiencia en el campo de la construcción. Son una mezcla de ingeniero con
abogado y están familiarizados con los documentos contractuales y técnicos
que reciben de las partes36; sin embargo, en materia de contrataciones, tienen
varias limitaciones que son imposibles dejar tomar en cuenta.
Sobre el particular, el artículo 245 del Reglamento señala que “cuando la Junta
de Resolución de Disputas esté integrada por un (1) solo miembro, este es un
ingeniero o arquitecto con conocimiento de la normativa nacional aplicable
al contrato, así como en contrataciones del Estado. En caso esté integrada por
tres (3) miembros, el presidente cuenta con las mismas calificaciones que se
exigen para el miembro único de la Junta de Resolución de Disputas, los demás
miembros son expertos en la ejecución de obras”.
Los miembros de la Junta de Resolución de Disputas cumplen con los requisitos
que establezca el OSCE mediante directiva.
No obstante, existen impedimentos para actuar como miembro de la Junta de
Resolución de Disputas que coincide con los impedimentos para ser árbitro,
precisados en el artículo 231 del reglamento:
Módulo V 65
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
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Luis Morante Guerrero
37 Castillo Freyre, Mario, “Dispute Boards en Latinoamérica: Experiencias y retos”, ob. cit., p. 11.
Módulo V 67
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
Una de las razones por las cuales se suele justificar la existencia de los Dispute Boards
es que este mecanismo de solución de controversias, a diferencia del arbitraje, es uno
que está adecuado en función a la naturaleza que acompaña a la ejecución de una
obra. Esto es, resulta ser un mecanismo que se adecúa a las exigencias naturales de
conflictividad y de reclamación durante la etapa constructiva. Así, se reconoce en la
ejecución de toda obra, con razón, un ambiente complicado y a veces indudable-
mente pasible de reclamos entre las partes contratantes.
De esta manera; por ejemplo, son pocos (por no decir ninguno) los proyectos de
construcción que se ejecutan conforme a lo planificado, siendo sus variaciones téc-
nicas una práctica habitual. Si el constructor tiene derecho a pagos adicionales por
cambios durante la ejecución de la obra es usual que ello sea motivo de conflictos
que tensionan la relación entre el contratante y el contratista; igualmente los plazos
de ejecución de los proyectos son regularmente insuficientes y los retrasos ocasionan
la aplicación de severas multas.38
38 Figueroa Valdés, Juan Eduardo, “Los Dispute Boards o Paneles Técnicos en los Contratos Internacionales de Construcción”, en Gaceta Jurídica,
año 2010, N.º 364, Santiago de Chile, p. 9.
68 Módulo V
Luis Morante Guerrero
donde los problemas que terminan en arbitraje con el Estado son cada vez más
frecuentes y, aunque más rápidos, también resultan onerosos.
39 La ICC incluye las CDB, por su abreviatura en inglés, que son normalmente Mesas que emiten recomendaciones, y que excepcionalmente
respecto de determinada desavenencia dan una decisión, ante el pedido de una parte, y el silencio o falta de oposición de la otra.
Módulo V 69
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
Esto puede ser establecido, desde el inicio del procedimiento, o una vez
avanzado el mismo, si la Mesa, luego de revisar documentos y los hechos,
cree importante para su decisión, celebrar audiencias. Importante es que se
desligue estas audiencias de los ritos y formalidades de audiencias judiciales
o a las que los abogados se encuentran acostumbrados. Por ello, es requerido
que los abogados que puedan asesorar a las partes, sean abogados con expe-
riencia en los medios alternos de solución de conflictos, para que colaboren
efectivamente con la solución del problema, y no se pretenda buscar el brillo
propio.
La experiencia en El Salvador enseña que de doce Mesas, solo en 4 se llegó
a celebrar audiencias. Esto se relaciona directamente con la clase de conflicto.
Por lo general, si la materia sobre la que se establecen los reclamos es acerca
de diferencias en la interpretación de cláusulas contractuales, no siempre será
necesario celebrar audiencia. En cambio, si hay muchos elementos fácticos
que apreciar, evaluar y sobre los que debe recaer la decisión, es sumamente
recomendable celebrar audiencias.
Además de esta audiencia, puede ser provechoso sostener audiencia inicial
para dejar claramente establecido de parte de la Mesa, las pretensiones de las
partes, y las expectativas que estas se han formado respecto del alcance de la
decisión de la Mesa.
• Resolver con base al Contrato
La tarea de la Mesa es resolver el conflicto, utilizando el contrato. A juicio del que
escribe, si las partes no concedieron expresamente la facultad a los Miembros,
no puede la Mesa utilizar y aplicar criterios de equidad o de justicia, más allá
de los ya incluidos en las cláusulas contractuales. Si el contrato remite a una
ley en particular, a la que se acudirá excepcionalmente y solo si el contrato no
regula o no resuelve una materia, no deberían emitirse decisiones, utilizando
parámetros de equidad, como sucede en los arbitrajes de esta clase.
No cabe hablar de si la Mesa resuelve en base a Derecho o Equidad; es simple,
la Mesa resuelve con base al contrato. Es en el mismo contrato, o en documento
aparte, –el acuerdo de resolución de conflictos–, en el que se consigna el marco
de acción y resolución de la Mesa. Su tarea consistirá por tanto, en analizar si
a la luz del contrato, los reclamos tienen procedencia o no.
• Revisar, dejar sin efecto y modificar cualquier orden o decisión previa del
Ingeniero, Supervisor o Administrador del Contrato
No puede ser de otra forma, pues la Mesa requiere de amplias facultades,
para emitir su decisión. Claro, el límite de estas facultades es el alcance que
las partes le hayan conferido en el acuerdo de resolución de conflictos, o en el
mismo contrato, si fuere el caso. Pero fuera de ello, pueden disponer incluso
contrario a las órdenes emitidas por el Ingeniero o los supervisores, completarlas
o variarlas40.
40 Peñate guzmán, Carlos, “Las Mesas de Resolución de Disputas como mecanismo que viabiliza la continuidad en los proyectos de construcción:
La experiencia en el Salvador. Visto en Castillo Freyre, Mario, “Dispute Boards en Latinoamérica: Experiencias y retos”, 1.ª ed., junio 2014.
vol. 23, Lima: Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre, p. 96.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
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expreso; ii) dicho acuerdo se adopte antes de vencido el plazo original para
notificar la decisión de la junta y antes de que se recepcione la obra”.
Por lo tanto, las partes quedarán habilitadas para el inicio de un arbitraje, en
tanto; por cualquier razón, la JRD no haya podido ser conformada; o si la
JRD no emite su decisión o recomendación en el plazo previsto; o si la JRD
se disuelve antes de la emisión de una decisión o recomendación. En estas
circunstancias, la controversia se resolverá definitivamente mediante arbitraje,
según lo acordado por las partes.
Módulo V 73
Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
notarial otorgando a la otra parte un plazo de siete (7) días para que subsane su
incumplimiento, bajo apercibimiento de resolución. Las partes podrán acordar
otras medidas coercitivas en caso de incumplimiento.
Cualquiera de las partes que se encuentre en desacuerdo total o parcial con
una decisión vinculante debe, dentro de un plazo de siete (7) días de notificada,
enviar a la otra parte y a la JRD una comunicación escrita manifestando las
razones de su desacuerdo y su reserva de someter la controversia a arbitraje.
El arbitraje debe ser iniciado como máximo treinta (30) días luego de notificada
la decisión. En caso que la controversia sea sometida a arbitraje, el Tribunal
Arbitral tendrá plenas facultades para revisar, cuestionar y decidir sobre la con-
troversia, sin estar vinculado o restringido por la Decisión de la JRD. Dentro del
arbitraje, la parte desfavorecida por la decisión podrá demandar el reembolso
de los costos que haya tenido que asumir al cumplir la decisión de la JRD si es
que el Tribunal Arbitral la revoca total o parcialmente.
Si ninguna de las partes comunica por escrito a la otra y a la JRD su desacuerdo
total o parcial con la decisión en el plazo de siete (7) días contados a partir de su
comunicación o si, habiéndolo comunicado, no se inicia el respectivo arbitraje
como máximo treinta (30) días luego de notificada la decisión, la misma pasará
a tener el carácter final y vinculante para las partes, y genera el derecho de la
parte interesada de solicitar su ejecución en la vía arbitral.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
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Subcapítulo III
Infracciones y sanciones en las contrataciones
del Estado
1. Infracciones y sanciones administrativas
Sobre este tema, el artículo 50 del TUO de Ley de Contrataciones establece
lo siguiente:
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Las principales causales por las que se sanciona actualmente a los proveedores,
participantes, postores, contratistas y/o subcontratistas, en orden de recurren-
cia, son los siguientes: i) presentación de documentación falsa o información
inexacta; ii) no mantener vigente su oferta o no suscribir injustificadamente
el contrato; iii) dar lugar a la resolución del contrato por causa atribuible al
contratista; iv) participar en procedimientos de selección o suscribir contratos
o acuerdos de Convenio Marco sin contar con RNP vigente; y v) contratar con
el Estado estando impedido para ello41.
Para evitar ello, es necesario el ejercicio adecuado de la función sancionadora,
que también se constituye en una forma de ejercer supervisión en las contrata-
ciones, aunque con un impacto indirecto en los procedimientos de contratación,
para esto se ha determinado la implementación de sanciones, tales como la
inhabilitación temporal o definitiva, y la multa.
41 Exposición de Motivos del Proyecto de Reglamento de la Ley N.º 30225.
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CONCLUSIONES:
Cuando el literal a) del numeral 51.1 del artículo 51 de la Ley establece que se sanciona-
rá a aquellos postores que no suscriban el contrato “injustificadamente”, se refiere a los
casos en los que el postor omita tal obligación sin mediar justificación o casual eximente
para ello; es decir, cuando tal omisión no se sustente en la imposibilidad física o jurídica
no atribuible a dicho postor, sobrevenida al otorgamiento de la Buena Pro.
El término “injustificadamente” empleado en el literal a) del numeral 51.1 del artículo 51 de
la Ley, implica comprobar la responsabilidad subjetiva del postor a efectos de determinar
si corresponde o no imponerle la respectiva sanción según el numeral 51.2 del referido
artículo; para tal efecto, el Tribunal de Contrataciones del Estado debe evaluar si la omi-
sión de suscribir el contrato se produjo justificadamente o no; es decir, si existió causal
eximente de responsabilidad o no (Opinión N.º 088-2013/DTN).
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f ) de la Ley N.º 27785, existen indicios que el Contratista subcontrató con la Empresa
de Transportes y Construcciones Huarcaya E.I.R.L.
Siendo así, este Colegiado considera necesario disponer el inicio del procedimiento
administrativo sancionador contra la Contratista por la comisión de infracción tipificada
en el literal g) del numeral 51.1 del artículo 51 de la Ley, a efectos de poder realizar las
actuaciones de investigación necesarias a efectos de corroborar lo sustentado en el
Informe de Auditoría N.º 001-2014-2-2178 (Acuerdo N.º 145-2015-TCE-S4).
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44 Espinosa Velázquez, Kenia M. y Ramírez Bejerano. Egil Emilio, “Fundamentos históricos y filosóficos de la potestad sancionadora de la Admi-
nistración Pública”, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, junio del 2009. Recuperado de <www.eumed.net/rev/cccss/04/evrb.htm>
45 Véase en <http://dle.rae.es/srv/fetch?id=Trz0bwV>.
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46 Espinosa Velázquez, Kenia M. y Ramírez Bejerano, Egil Emilio, “Fundamentos históricos y filosóficos de la potestad sancionadora de la Ad-
ministración Pública”, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, junio del 2009, Recuperado de <www.eumed.net/rev/cccss/04/evrb.htm>
47 Idem.
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Por último, y para consolidar una breve mención de nociones sobre la potestad
sancionadora elucubradas por autores extranjeros, resulta imprescindible citar
a Nieto García, quien señala lo siguiente:
[...] la potestad administrativa sancionadora, al igual que la potestad penal de los
jueces y tribunales, forma parte de un genérico ius puniendi del Estado, que es único
aunque luego se subdivide en estas dos manifestaciones [...].
La tesis de la potestad punitiva única del Estado y de sus manifestaciones es suma-
mente ingeniosa, resuelve con suavidad los rechazos ideológicos que inevitablemente
provoca la mera potestad sancionadora de la Administración, y sobre todo, resulta
de gran utilidad en cuanto que sirve para proporcionar al Derecho Administrativo
Sancionador un aparato conceptual y práctico del que hasta ahora carecía. Méritos
y ventajas que no autorizan, sin embargo, a desconocer sus aspectos negativos:
desde el punto de vista teórico la tesis es muy frágil (a cuyo efecto basta pensar en la
existencia de potestades sancionadoras residenciadas en estructuras supraestatales y
en otras no territoriales e incluso no administrativas); mientras que desde el punto de
vista operativo se viene utilizando de forma incongruente en cuanto que se subordina
el ejercicio de la potestad administrativa a las autoridades judiciales) y se le nutre
jurídicamente de los principios del Derecho Penal y de los del Derecho público estatal
como sería lo lógico si se fuera coherente con el presupuesto de partida.
Parece necesario, por tanto, introducir en la postura dominante no pocas correcciones:
unas de carácter sistemático-operativo (como la vinculación directa del Derecho Ad-
ministrativo Sancionador al Derecho público estatal) y otras de carácter conceptual,
centradas en la recuperación de la fibra administrativa del Derecho Administrativo
Sancionador que, como su mismo nombre indica, es en primer término Derecho
administrativo, enfatizando particularmente el hecho de que la potestad sanciona-
dora es un anejo de la potestad o competencia material que actúa de matriz. Lo
que significa que no es necesario remontarse siquiera al Derecho público estatal, ni
existe una subordinación por naturaleza al Derecho Penal sino que esta es meramente
coyuntural y técnica: el Derecho Administrativo Sancionador toma en préstamo los
instrumentos que le proporciona el Derecho Penal sencillamente porque le son útiles
por causa de su maduración más avanzada y de su superioridad teórica48.
48 Nieto García, Alejandro, Derecho Administrativo Sancionador, Editorial Tecnos, 2.a reimpresión 2008, Madrid. pp. 85 y 86.
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[...] la potestad sancionadora regula las facultades de las entidades para establecer
infracciones administrativas y las consecuentes sanciones a imponerse a los admi-
nistrados51.
49 Guzmán Napurí, Christian, Manual del Procedimiento Administrativo General, Pacífico Editores, Lima, 2013, pp. 653 y 654.
50 Morón Urbina, Juan Carlos, Comentarios a la nueva Ley del Procedimiento Administrativo General, Gaceta Jurídica, Lima, 2007, p. 629.
51 Exp. N.º 1182-2005-PA/TC.
52 Exp. N.º 01873-2009-PA/TC.
53 Exp. N.º 01873-2009-PA/TC.
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54 Exp. N.º 1182-2005-PA/TC.
55 Exp. N.º 1182-2005-PA/TC.
56 Es una expresión latina utilizada para referirse a la facultad sancionadora del Estado. De forma desglosada encontramos por un lado
que, la expresión “ius” equivale a decir “derecho”, mientras que la expresión “puniendi” equivale a “castigar” y por tanto se puede traducir
literalmente como derecho a penar o derecho a sancionar. La expresión se utiliza siempre en referencia al Estado frente a los ciudadanos.
57 Staff Gaceta Jurídica. La responsabilidad Administrativa y el principio del non bis in ídem, Acuerdo Plenario N.º 01-2013-CG/TSRA. Admi-
nistración Pública & Control N.º 1. Enero 2014. Editorial Gaceta Jurídica, p. 7.
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3. Sanciones a consorcios
El artículo 258 del nuevo Reglamento de la Ley de Contrataciones establece
lo siguiente:
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k) Registrarse como participantes, presentar propuestas o suscribir contratos o Acuerdos Marco sin contar con inscripción vigente
en el Registro Nacional de Proveedores (RNP) o suscribir contratos por montos mayores a su capacidad libre de contratación, o en
especialidades distintas a las autorizadas por el Registro Nacional de Proveedores (RNP).
[...]”.
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5. Procedimiento sancionador
El derecho administrativo sancionador tiene su punto de partida en lo que
podríamos llamar “la “potestad inspectora de la Administración y que consiste
en la prerrogativa de la Administración de verificar, con todos los medios a su
alcance, que los sujetos obligados se adecuen a las normas.61”
“El Estado inspector tiene el deber indelegable de garantizar el ejercicio de los
derechos a unos y a otros. Ello se multiplica geométricamente y permite la vida
en libertad. Pero el Estado debe controlar sin coartar, desnaturalizar, alterar o
extinguir los derechos. El poder del Estado de limitar a la libertad tiene también
sus limitaciones, dadas por la legalidad, por la que el Estado se ajusta a los que
impone el orden jurídico: Constitución, ley y reglamento, y la razonabilidad,
59 Opinión N.º 003-2012/DTN.
60 Opinión N.º 037-2014/DTN.
61 Santiago Tawil, Guido, Procedimiento administrativo, 1.ª ed., Argentina: Editorial Abeledo Perrot, 2009, p. 513.
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62 Dromi, Roberto, Derecho administrativo, t. II, 1.ª ed. peruana, Editorial Gaceta Jurídica y Editorial Ciudad Argentina, Perú, 2005, pp. 92 y 93.
63 Santiago Tawil, Guido. ob. cit., p. 510.
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El primer supuesto se refiere al caso en que exista una medida cautelar dictada
por la autoridad judicial que lo disponga, a través de un mandato judicial vigen-
te y debidamente notificado al OSCE, en cuyo caso las acciones del Tribunal
estarán destinadas a dar cumplimiento el mandato judicial.
El segundo, a solicitud de parte o de oficio, cuando el Tribunal considere que,
para la determinación de responsabilidad, es necesario contar, previamente,
con decisión arbitral o judicial.
La entidad, bajo responsabilidad, debe comunicar al Tribunal la conclusión del
arbitraje o del proceso judicial, remitiendo el documento correspondiente en un
plazo no mayor a cinco (5) días hábiles de notificado con el acto que declara
la conclusión del proceso.
El plazo de suspensión del procedimiento dará lugar a la suspensión del plazo
de prescripción.
7. Prescripción
El artículo 262 del Reglamento de la Ley de Contrataciones establece lo si-
guiente:
64 Según definición de la STS española de 7 de julio del 2003, Sala de lo Militar (Ar. 6186).
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que cuando pasa largo tiempo sin interponer una determinada sanción, re-
gularmente, el tiempo modifica las circunstancias causantes de la infracción
y desaparece la clara asociación entre el hecho y la sanción principal; de este
modo, los cambios, legislativos, personales, circunstanciales, y los detalles
respecto a la persecución y a la defensa de la persona, en razón del tiempo,
tornan dificultoso, inviable y hasta atentatorio al derecho de defensa de abrir
o proseguir con el procedimiento sancionador.
La prescripción puede ser entendida de diversas maneras, como la imposibili-
dad sobrevenida de sancionar una infracción administrativa (prescripción de la
infracción) o de ejecutar o exigir el cumplimiento de una sanción ya impuesta
(prescripción de la sanción), por el mero transcurso de un lapso determinado.
De este modo, los plazos de prescripción generados en los procesos adminis-
trativos sancionadores (PAS), pueden ser de 2 tipos:
• Prescripción de la acción administrativa, para perseguir la conducta repro-
chable.
• Prescripción de la facultad de la administración para exigir el cumplimiento
de una sanción ya impuesta en un procedimiento administrativo sanciona-
dor, contado desde el día en que se notifica la interposición de la sanción.
El plazo original establecido para que opere la prescripción de la potestad san-
cionadora ha quedado fijado en cuatro años desde la comisión de la infracción
(infracciones instantáneas) o desde que cesó (infracciones continuadas).
Conviene recordar que nada tienen que ver entre sí, por tanto, los institutos de
la prescripción de la infracción y la caducidad65 del procedimiento sancionador
más allá de la dependencia, en ambos casos, del transcurso del tiempo. La
caducidad se configura como una más de las reglas procedimentales marcadas
a la Administración en su actuar, mientras la prescripción comporta el límite
temporal a partir del cual la pretensión punitiva de la Administración se consi-
dera inconveniente para los intereses generales.
La caducidad obedece al cómo se llevó la actuación administrativa, mientras
la prescripción determina el hasta cuándo. Ahora bien, la distinción entre am-
bas figuras no conlleva su absoluta independencia, en especial, y como ya se
indicó, respecto a la interrupción y reanudación del plazo de prescripción por
un expediente caducado.
La prescripción de la acción sancionadora también se encuentra relacionada
con la infracción y sanción en todos los ámbitos del derecho administrativo,
vinculada incluso con leyes especiales, de allí que si una ley especial en materia
65 La caducidad es un modo de extinguir derechos por su no uso. Lee todo en: Diferencia entre prescripción y caducidad. La guía de Derecho
Recuperado en <http://derecho.laguia2000.com/parte-general/diferencia-entre-prescripcion-y-caducidad#ixzz34pDGYWxh>.
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66 Aguado I Cudola, Vincen, Prescripción y caducidad en el ejercicio de potestades administrativas, Madrid: Editorial Marcial Pons.,1999,
pp. 28 y 29.
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Hecha la precisión, conviene señalar que el inciso 3) del artículo 233 de la Ley
N.º 27444 [norma de superior jerarquía a las disposiciones del Reglamento Discipli-
nario aprobado por Resolución N.º 032-2000-CNM, y en vigor a la fecha de apertura
de la investigación en febrero del 2002] dispone que los administrados plantean
la excepción por vía de defensa. Por tanto, queda claro que la excepción de pres-
cripción no opera de pleno derecho, sino a instancia de parte por vía de defensa67.
67 Exp. N.º 2627-2004-AA/TC
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8. Sanción de multa
El artículo 25768 del nuevo Reglamento del TUO de la Ley de Contrataciones
aprobado por el Decreto Supremo N.º 344-2018-EF establece que el Tribunal
de Contrataciones del Estado (a través de sus diferentes salas) tiene “la facultad
de imponer las sanciones a que se refiere el artículo 50 de la Ley a proveedores,
participantes, postores, contratistas, subcontratistas y profesionales que se des-
empeñan como residente o supervisor de obra, según corresponda, así como
a las entidades cuando actúen como tales, por infracción a las disposiciones
contenidas en la ley y el reglamento, reside exclusivamente en el Tribunal”.
Las sanciones que aplica el Tribunal de Contrataciones, de conformidad con el
numeral 20.4 del artículo 5069 del nuevo sin perjuicio de las responsabilidades
civiles o penales por la misma infracción, son:
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n) Presentar cuestionamientos maliciosos o manifiestamente infundados al pliego de absolución de consultas y/u observaciones.”
(*) RECTIFICADO POR FE DE ERRATAS
50.2. Para los casos a que se refiere el literal a) del numeral 5.1. del artículo 5, solo son aplicables las infracciones previstas en los literales
c), i), j) y k) del numeral 50.1 del artículo 50.
50.3. La responsabilidad derivada de las infracciones previstas en este artículo es objetiva, salvo en aquellos tipos infractores previsto en
los literales a), b), h), y n) del numeral 50.1. del artículo 50.
50.4. Las sanciones que aplica el Tribunal de Contrataciones del Estado, sin perjuicio de las responsabilidades civiles o penales por la
misma infracción, son:
a) Multa: Es la obligación pecuniaria generada para el infractor de pagar en favor del Organismo Supervisor de las Contra-
taciones del Estado (OSCE), un monto económico no menor del cinco por ciento (5 %) ni mayor al quince por ciento (15 %)
de la oferta económica o del contrato, según corresponda, el cual no puede ser inferior a una (1) UIT, por la comisión de las
infracciones establecidas en los literales a), b), d), e), k), l), m) y n) Si no se puede determinar el monto de la oferta económica
o del contrato se impone una multa entre cinco (5) y quince (15) UIT. La resolución que imponga la multa establece como
medida cautelar la suspensión del derecho de participar en cualquier procedimiento de selección, procedimientos para
implementar o extender la vigencia de los Catálogos Electrónicos de Acuerdo Marco y de contratar con el Estado, en tanto no
sea pagada por el infractor, por un plazo no menor a tres (3) meses ni mayor a dieciocho (18) meses. El periodo de suspensión
dispuesto por la medida cautelar a que se hace referencia, no se considera para el cómputo de la inhabilitación definitiva.
Esta sanción es también aplicable a las Entidades cuando actúen como proveedores conforme a Ley, por la comisión de
cualquiera de las infracciones previstas en el presente artículo.
b) Inhabilitación temporal: Consiste en la privación, por un periodo determinado del ejercicio del derecho a participar en
procedimientos de selección, procedimientos para implementar o extender la vigencia de los Catálogos Electrónicos de
Acuerdo Marco y de contratar con el Estado. Esta inhabilitación es no menor de tres (3) meses ni mayor de treinta y seis (36)
meses ante la comisión de las infracciones establecidas en los literales c), f), g), h) e i) y en caso de reincidencia en la infracción
prevista en los literales m) y n). En el caso de la infracción prevista en el literal j), esta inhabilitación es no menor de treinta y
seis (36) meses ni mayor de sesenta (60) meses.
c) Inhabilitación definitiva: Consiste en la privación permanente del ejercicio del derecho a participar en cualquier procedimiento
de selección y procedimientos para implementar o extender la vigencia de los Catálogos Electrónicos de Acuerdo Marco y
de contratar con el Estado. Esta sanción se aplica al proveedor que en los últimos cuatro (4) años ya se le hubiera impuesto
más de dos (2) sanciones de inhabilitación temporal que, en conjunto, sumen más de treinta y seis (36) meses, o que reincida
en la infracción prevista en el literal j), en cuyo caso la inhabilitación definitiva se aplica directamente.
50.5. La inhabilitación o multa que se imponga no exime de la obligación de cumplir con los contratos ya suscritos a la fecha en que la
sanción queda firme.
50.6. El reglamento establece las reglas del procedimiento sancionador, los mecanismos de cobro de la multa impuesta, las formas de
aplicar sanciones a consorcios, la gradualidad y proporcionalidad de la imposición de la sanción y demás reglas necesarias. En el
caso de consorcio, la sanción recae sobre el integrante que haya incurrido en alguna o algunas de las infracciones tipificadas en el
numeral 50.1 del artículo 50; tratándose de declaraciones juradas y toda información presentada en el procedimiento de selección,
solo involucra a la propia situación de cada integrante.
50.7. Las infracciones establecidas en la presente norma para efectos de las sanciones prescriben a los tres (3) años conforme a lo señalado
en el reglamento. Tratándose de documentación falsa la sanción prescribe a los siete (7) años de cometida.
50.8. Cuando para la determinación de responsabilidad, sea necesario contar, previamente, con decisión judicial o arbitral, el plazo
de prescripción se suspende por el periodo que dure dicho proceso jurisdiccional. Asimismo, el plazo de prescripción se suspende
cuando el Poder Judicial ordene la suspensión del procedimiento sancionador.
50.9. Las sanciones se publican en el Registro Nacional de Proveedores (RNP). La publicación de los sancionados incluye información de
los socios o titulares y de los integrantes de los órganos de administración, así como el récord de sanciones de los últimos cuatro (4)
años, de conformidad con el procedimiento previsto en el reglamento.
50.10. Son criterios de graduación de la sanción, aún por debajo del mínimo previsto, la ausencia de intencionalidad del infractor, la
inexistencia o grado mínimo de daño a la entidad, el reconocimiento de la infracción antes que sea detectada, la ausencia de
sanciones anteriores, la conducta correcta dentro del procedimiento sancionador, y la adopción e implementación, después de la
comisión de la infracción y antes del inicio del procedimiento sancionador de un modelo de prevención debidamente certificado,
adecuado a su naturaleza, riesgos, necesidades y características de la contratación estatal, consistente en medidas de vigilancia y
control idóneas para prevenir actos indebidos y conflictos de interés o para reducir significativamente el riesgo de su comisión. El
Tribunal debe motivar su decisión de graduar la sanción.
50.11. La graduación de la sanción por debajo del mínimo prevista en el numeral anterior no procede en el caso de los literales c), d), j), l)
y n) del numeral 50.1 del artículo 50.
50.12. En caso de reorganización societaria el Tribunal inicia o prosigue el procedimiento administrativo sancionador contra la persona
jurídica que haya surgido de dicha reorganización, la que debe asumir las consecuencias de la responsabilidad administrativa en
caso el Tribunal determine su existencia.
50.13. Los profesionales sancionados por incurrir en la infracción establecida en el literal e) del numeral 50.1 del artículo 50, no pueden
integrar el plantel de profesionales propuestos ni participar brindando servicios en un contrato con el Estado, mientras la sanción
se encuentre pendiente de cumplimiento. En caso de advertirse el incumplimiento de esta disposición la propuesta debe ser desca-
lificada.
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puede ser inferior a una (1) UIT, por la comisión de las infracciones establecidas
en los literales a), b), d), e), k), l), m) y n) Si no se puede determinar el monto
de la oferta económica o del contrato se impone una multa entre cinco (5) y
quince (15) UIT. La resolución que imponga la multa establece como medida
cautelar la suspensión del derecho de participar en cualquier procedimiento
de selección, procedimientos para implementar o extender la vigencia de los
Catálogos Electrónicos de Acuerdo Marco y de contratar con el Estado, en
tanto no sea pagada por el infractor, por un plazo no menor a tres (3) meses
ni mayor a dieciocho (18) meses. El periodo de suspensión dispuesto por la
medida cautelar a que se hace referencia, no se considera para el cómputo de
la inhabilitación definitiva. Esta sanción es también aplicable a las Entidades
cuando actúen como proveedores conforme a Ley, por la comisión de cual-
quiera de las infracciones previstas en el presente artículo.
b) Inhabilitación temporal: Consiste en la privación, por un periodo determinado
del ejercicio del derecho a participar en procedimientos de selección, procedi-
mientos para implementar o extender la vigencia de los Catálogos Electrónicos
de Acuerdo Marco y de contratar con el Estado. Esta inhabilitación es no
menor de tres (3) meses ni mayor de treinta y seis (36) meses ante la comisión
de las infracciones establecidas en los literales c), f ), g), h) e i) y en caso de
reincidencia en la infracción prevista en los literales m) y n). En el caso de la
infracción prevista en el literal j), esta inhabilitación es no menor de treinta y
seis (36) meses ni mayor de sesenta (60) meses.
c) Inhabilitación definitiva: Consiste en la privación permanente del ejercicio del
derecho a participar en cualquier procedimiento de selección y procedimien-
tos para implementar o extender la vigencia de los Catálogos Electrónicos de
Acuerdo Marco y de contratar con el Estado. Esta sanción se aplica al proveedor
que en los últimos cuatro (4) años ya se le hubiera impuesto más de dos (2)
sanciones de inhabilitación temporal que, en conjunto, sumen más de treinta
y seis (36) meses, o que reincida en la infracción prevista en el literal j), en
cuyo caso la inhabilitación definitiva se aplica directamente.
De la lectura del numeral citado, se colige que la multa –sanción que trataremos
en este artículo– solo es aplicable ante la comisión de las infracciones estable-
cidas en los literales a), b), d), e), k), l), m) y n) del numeral 50.1 del artículo
50 del TUO de la Ley, siendo estas infracciones las siguientes:
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108 Módulo V
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en el literal a) del numeral 50.1. del artículo 50 de la Ley, existiendo mérito para
imponerle la correspondiente sanción administrativa”.
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ser sancionados, a cumplir las normas en función de los beneficios que tales
actos les proporcionen.
Dentro de este contexto, el Tribunal debe determinar la sanción a imponer al
adjudicatario, considerando los siguientes criterios:
a) Naturaleza de la infracción: desde el momento en que el postor presentó
su oferta, quedó obligado a cumplir con las disposiciones previstas en la
normativa contratación pública y en las bases, resultando una de estas la
obligación de mantener su oferta durante el procedimiento de selección.
b) Ausencia de intencionalidad del infractor: de la información obrante en el
expediente administrativo, se busca apreciar elementos objetivos que per-
mitan determinar la ausencia de intencionalidad del infractor en la comisión
de la infracción, toda vez que, se desistió de la misma. Este criterio busca
dar mayor énfasis y rigor a la severidad de las sanciones que se desprendan
de infracciones en donde la conducta haya sido dolosa o premeditada. La
inclusión de la intencionalidad del infractor como elemento para graduar la
sanción es coherente con el criterio de responsabilidad objetiva. En efecto,
para graduar la sanción a imponerse –y no para determinar la existencia
de una infracción– se considerará la intencionalidad del infractor. En otras
palabras, solo al momento de la sanción –esto es, cuando ya se determinó
una conducta infractora– deberá valorarse el factor subjetivo derivado del
nivel de participación de la voluntad del agente en la conducta que causó
el daño: presencia de error inducido por la administración o dolo.
c) Daño causado: debe tenerse en cuenta que situaciones como esta, oca-
sionan una demora en el cumplimiento de las metas programadas por la
entidad, y, por ende, redundan en perjuicio del interés público.
Por ejemplo, en este caso el Tribunal deberá analizar el sobrecosto que
debe asumir la entidad al tener que contratar con el postor en el siguiente
orden de prelación, por un monto ofertado mayor al ofrecido por el postor
ganador que desistió de su oferta.
d) El reconocimiento de la infracción cometida antes de que sea detectada: se
debe verificar conforme a la documentación obrante en el expediente, la
presencia de documento alguno de parte del adjudicatario en donde haya
reconocido su responsabilidad en la comisión de la infracción antes que
fuera detectada.
e) Antecedentes de sanción o sanciones impuestas por el Tribunal: de confor-
midad con la información obrante en el Registro Nacional de Proveedores,
se debe analizar si el adjudicatario no cuenta con antecedentes de haber
sido sancionado por el Tribunal.
114 Módulo V
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[...]
6.1 El procedimiento para la ejecución de la sanción de multa:
El procedimiento para la ejecución de la sanción de multa establecido en la
presente Directiva contiene los actos necesarios para extinguir la obligación de
pago de la multa impuesta por el TCE mediante resolución firme, así como los
plazos aplicables y las obligaciones y responsabilidades de quienes participan
en el mismo.
La obligación de pago de la multa impuesta se extingue al día hábil siguiente
de haberse verificado el depósito respectivo al OSCE o al día siguiente de
transcurrido el periodo máximo de suspensión por falta de pago previsto como
medida cautelar, según lo dispuesto por el artículo 263 del Reglamento.
El procedimiento tiene las siguientes etapas:
a) El registro de la multa;
b) La comunicación del pago de la multa;
c) La verificación del pago;
d) La suspensión del proveedor; y
e) El levantamiento de la suspensión del proveedor.
6.2. Registro de la multa
El procedimiento para la ejecución de la sanción de multa se inicia con el re-
gistro en el SITCE de la resolución que impone la sanción, luego de que esta
haya quedado firme por haber transcurrido el plazo de cinco (5) días hábiles
sin que se haya interpuesto el recurso de reconsideración contra esta, o porque,
habiéndose presentado el recurso, este fue desestimado.
6.3. Comunicación del pago de la multa
El proveedor sancionado debe pagar el monto íntegro de la multa y comunicar
al OSCE dicho pago, adjuntando el comprobante original respectivo. En caso
no notifique el pago al OSCE dentro de los siete (7) días hábiles siguientes
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ANEXO N.º 1
COMUNICACIÓN DE PAGO DE MULTA
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
72 En la etapa de “admisión” el comité de selección verifica la presentación de los documentos requeridos en el artículo 31 del Reglamento –de
acuerdo al objeto de la contratación-, y determina si las ofertas responden a las características y/o requisitos funcionales, y condiciones
de las Especificaciones Técnicas, Términos de Referencia o Expediente Técnico de Obra, según corresponda, especificados en las bases. De
no cumplir con lo requerido la oferta se considera no admitida.
73 La etapa de “precalificación” tiene como finalidad preseleccionar a los proveedores con calificaciones suficientes para ejecutar contratos
de ejecución de obra convocados por licitación con precalificación, cuando el valor referencial sea igual o superior a veinte millones de
Soles (S/ 20,000,000.00).
74 Respecto a la etapa de “evaluación”, debe precisarse que esta tiene por objeto asignar el puntaje a las ofertas - según los factores de eva-
luación enunciados en las bases- para determinar cuál de ellas tiene el mejor puntaje, y establecer el orden de prelación de las mismas.
75 La etapa de “calificación” corresponde al momento en que la Entidad verifica si los postores cuentan con las capacidades necesarias para
ejecutar las prestaciones que requiere contratar, de acuerdo a los requisitos que se indiquen en los documentos del procedimiento de
selección, conforme a los documentos estándar aprobados por el OSCE según el método de contratación correspondiente.
76 Conforme a lo dispuesto en el artículo 39 del Reglamento.
77 En concordancia con lo señalado en el literal e) del artículo 2 de la Ley.
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artículo 114 del Reglamento; esto es, por razones de recorte presupuestal correspon-
diente al objeto materia del procedimiento de selección, por norma expresa o porque
desaparezca la necesidad, debidamente acreditada.78
De esta manera, en la medida que no haya ocurrido alguno de los eventos (antes cita-
dos) que originara la culminación del procedimiento de selección –es decir, mientras no
haya culminado dicho procedimiento–, los postores seguirán estando comprometidos
a mantener su oferta.
2.1.4. Sin perjuicio de lo expuesto, tomando en consideración el tenor de la consulta
planteada, debe indicarse que la interposición de un recurso de apelación (por
ejemplo, el que cuestiona un acto en virtud del cual se descalifica la oferta del
único postor de un procedimiento de selección) no constituye un hecho que pro-
duzca la culminación de un procedimiento de selección, sino que –como efecto-
deja en suspenso dicho procedimiento, conforme a lo establecido en el artículo
98 del Reglamento.
En ese orden de ideas, la resolución dictada por el Tribunal de Contrataciones
del Estado que resuelve dicho recurso de apelación –y que agota la vía admi-
nistrativa– debe ser cumplida por las partes, sin calificarla, y bajo sus propios
términos. Así, de conformidad con lo establecido en el numeral 107.2 del artículo
107 del Reglamento, “Cuando la Entidad no cumpla con lo dispuesto en una
resolución del Tribunal, se comunica tal hecho a la Contraloría General de la
República, sin perjuicio de la responsabilidad que pueda corresponder al Titular
de la Entidad”. (El subrayado es agregado).
En esa medida, según el ejemplo antes planteado, si en virtud de la resolución
dictada por Tribunal de Contrataciones del Estado se ordenara a una Entidad a
admitir y calificar la oferta de un postor, esta deberá cumplir dicha resolución (en
caso contrario, su incumplimiento será comunicado a la Contraloría General de la
República, sin perjuicio de las responsabilidades que se deriven de ello); por su
parte, para tal efecto, el postor deberá mantener su oferta (tal como se señaló
precedentemente, hasta la culminación del procedimiento de selección), siendo
que, según el literal a) del numeral 50.1 del artículo 50 de la Ley, “Desistirse o
retirar injustificadamente su propuesta” constituye una infracción que origina la
aplicación de una sanción por parte del Tribunal de Contrataciones del Estado.
Sobre el particular, debe indicarse que el cumplimiento de sus respectivas obliga-
ciones de cara al desarrollo del procedimiento de selección, tanto de la Entidad
como del postor, es lo esperado a efectos de procurar la efectiva y oportuna
satisfacción de los intereses públicos que subyace a la contratación; no obstante
ello, la normativa de contrataciones del Estado prevé determinados supuestos
ante los cuales no es posible culminar dicho proceso de contratación.
En ese mismo sentido, el literal a) del numeral 50.1 del artículo 50 de la Ley,
antes citado, prevé que la decisión injustificada del postor de desistirse o retirar
su propuesta, constituye una infracción que origina la aplicación de una sanción
por parte del Tribunal de Contrataciones del Estado; de lo cual se desprende que
la decisión del postor de retirar su propuesta, basada en un evento que le impida
cumplir con su deber de mantenerla hasta la culminación del procedimiento de
selección (como por ejemplo, ante un “caso fortuito o fuerza mayor”79), puede
estar justificada, y por tanto, podría no configurar una conducta sancionable; as-
pecto que corresponde ser evaluado, sobre la base de cada caso en concreto,
por el propio Tribunal.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
2.2. “¿Resulta legal y constitucionalmente válido que el único postor deje sin efecto
su oferta en el marco de un proceso de contratación estatal y que tal decisión
no le genere perjuicio o sanción alguna, debido a que la Entidad Estatal corres-
pondiente se muestra renuente por más de tres (03) meses a cumplir el mandato
del Tribunal de Contrataciones del Estado de admitir y calificar la referida oferta,
emitido a consecuencia de la resolución favorable de un recurso administrativo de
apelación interpuesto por el referido postor?” (Sic).
Tal como se indicó al absolver la consulta anterior, en el marco de lo dispuesto por la
normativa de contrataciones del Estado –que constituye el régimen general de contrata-
ción pública que reconoce la Constitución–, la propuesta de un postor debe mantener-
se hasta la culminación del procedimiento de selección, a fin de garantizar la efectiva
y oportuna satisfacción del interés público que subyace a la contratación; salvo que
ocurra algún evento que le impida al postor mantenerla, y que justifique su decisión de
retirar su propuesta antes del término de dicho procedimiento; lo cual corresponde ser
evaluado por el Tribunal de Contrataciones del Estado, sobre la base del caso en
concreto, a efectos de determinar si tal decisión constituye o no una infracción
que, consecuentemente, origine la aplicación de una sanción al postor.
3. CONCLUSIÓN
En el marco de lo dispuesto por la normativa de contrataciones del Estado, la propuesta
de un postor debe mantenerse hasta la culminación del procedimiento de selección, a
fin de garantizar la efectiva y oportuna satisfacción del interés público que subyace a la
contratación; salvo que ocurra algún evento que le impida al postor mantenerla, y que
justifique su decisión de retirar su propuesta antes del término de dicho procedimiento;
lo cual corresponde ser evaluado por el Tribunal de Contrataciones del Estado, sobre
la base del caso en concreto, a efectos de determinar si tal decisión constituye o no
una infracción que, consecuentemente, origine la aplicación de una sanción al postor.
Jesús María, 9 de abril de 2018
9. Inhabilitación temporal
De conformidad con el literal b) del numeral 50.4 del artículo 50 del TUO de
la Ley de Contrataciones, la inhabilitación temporal “consiste en la privación,
por un periodo determinado del ejercicio del derecho a participar en procedi-
mientos de selección, procedimientos para implementar o extender la vigencia
de los catálogos electrónicos de Acuerdo Marco y de contratar con el Estado.
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Esta inhabilitación es no menor de tres (3) meses ni mayor de treinta y seis (36)
meses ante la comisión de las infracciones establecidas en los literales c), f ), g),
h) e i) y en caso de reincidencia en la infracción prevista en los literales m) y
n). En el caso de la infracción prevista en el literal j), esta inhabilitación es no
menor de treinta y seis (36) meses ni mayor de sesenta (60) meses”.
El numeral 50.4 del artículo 50 del TUO de la Ley N.º 30225 establece como
una de las sanciones que aplica el Tribunal de Contrataciones del Estado, sin
perjuicio de las responsabilidades civiles o penales por la misma infracción, a la:
c) Inhabilitación definitiva: esta sanción consiste “en la privación permanente
del ejercicio del derecho a participar en cualquier procedimiento de selección
y procedimientos para implementar o extender la vigencia de los catálogos
electrónicos de Acuerdo Marco y de contratar con el Estado. Esta sanción se
aplica al proveedor que en los últimos cuatro (4) anos ya se le hubiera impuesto
más de dos (2) sanciones de inhabilitación temporal que, en conjunto, sumen
más de treinta y seis (36) meses, o que reincida en la infracción prevista en
el literal j), en cuyo caso la inhabilitación definitiva se aplica directamente. La
inhabilitación o multa que se imponga no exime de la obligación de cumplir
con los contratos ya suscritos a la fecha en que la sanción queda firme”.
Esta sanción se aplica al proveedor en los siguiente términos:
a) Al proveedor a quien en los últimos cuatro (4) años se le hubiera impuesto más de
dos (2) sanciones de inhabilitación temporal que, en conjunto, sumen más de treinta
y seis (36) meses. Las sanciones pueden ser por distintos tipos de infracciones.
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Medios de solución de controversias en la etapa de ejecución contractual / Módulo V
b) Por la reincidencia en la infracción prevista en el literal j) del numeral 50.1. del artículo
50 de la Ley, para cuyo caso se requiere que la nueva infracción se produzca cuando
el proveedor haya sido previamente sancionado por el Tribunal con inhabilitación
temporal.
c) Al proveedor que ya fue sancionado con inhabilitación definitiva. (Este último
incorporado en el nuevo Reglamento de la Ley de Contrataciones aprobado por
Decreto Supremo N.º 344-2018-EF).
Para los casos antes mencionados, se requiere que haya una resolución firme
de parte del Tribunal, y no basta con el mero inicio del procedimiento admi-
nistrativo sancionador.
80 Vergaray Béjar, Verónica y Gómez Apac,Hugo, “La potestad sancionadora y los principios del procedimiento sancionador”, ob. cit., p. 423.
81 Morón Urbina, Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General, cit., p. 714.
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82 El Tribunal Constitucional ha establecido la necesidad de la plenitud del cargo en los términos siguientes:
“El derecho de defensa constituye un derecho fundamental de naturaleza procesal que conforma el ámbito del debido proceso. En cuanto
derecho fundamental se proyecta como principio de interdicción de ocasionarse indefensión y como principio de contradicción de los actos
procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes de un proceso o de un tercero con interés.
En el presente caso, el Tribunal Constitucional estima que se ha lesionado el derecho de defensa en la medida en que la omisión de proveer
el informe de la comisión que sustentaba la sanción propuesta no permitió que el demandante conociera los exactos términos de la forma
en que el órgano investigador había analizado los cargos atribuidos y su responsabilidad en las infracciones imputadas. Solo conociendo
estos aspectos, el demandante podía ejercer su derecho de defensa de manera idónea y eficaz. Idónea en cuanto era la forma apropiada
o indicada, no existiendo otra a través de la cual podía ilustrar al órgano que debía imponer la sanción y, así, controvertir o contradecir
ante aquel –en cuanto órgano decisorio– los cargos efectuados por el órgano que se hizo del procedimiento de investigación. Y, eficaz, por
cuanto el propósito de impedir indefensión frente al criterio asumido por el órgano investigador (Comisión y Jefe de la Oficina General de
Control Interno del Poder Judicial) se alcanzaba solo conociendo la conclusión final que aquél asumía en el citado informe.
Debe destacarse singularmente este extremo, dado que no es lo mismo que el procesado controvierta y ejerza su derecho de defensa ante el
órgano investigador, como efectivamente ocurrió en este caso, que si efectúa el descargo respecto a la acusación no ante el referido órgano,
sino ante el órgano que ha de aplicar o resolver la sanción. Esto crearía, además una situación de desigualdad de fondo incompatible
con el debido proceso, porque el procesado está en desventaja respecto a la Administración, puesto que no puede ilustrar o controvertir,
directamente, frente al órgano sancionador los cargos del informe. El órgano resolutor solo conoce la apreciación de los hechos por parte
del órgano investigador, sin que, respecto a ello, el procesado haya podido ejercer su derecho de defensa.
El derecho de defensa constituye un derecho fundamental de naturaleza procesal que conforma el ámbito del debido proceso, y se proyecta
como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las partes de un
proceso o de un tercero con interés”. (EXP. N.º 1003-98-AA/TC).
“En el presente caso, el Tribunal Constitucional estima que se ha lesionado el derecho de defensa del recurrente en la medida en que la
omisión de proveer la información que sustentaba los hallazgos que se le imputan no le permitió conocer los términos en que el órgano
investigador había analizado los cargos atribuidos y su responsabilidad en las infracciones imputadas. Solo conociendo estos aspectos,
el demandante podía ejercer su derecho de defensa de manera idónea y eficaz. (EXP. N.º 1199-2003-AA/TC)”.
83 Tesis del Tribunal Constitucional sustentada en sus STC Exp. N.os 10003-98-AA/TC, 0649-2002-AA/TC y 2659-2004-AA.
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iv. Cuando la Administración formula cargos por unas razones y luego basa su
decisión definitiva en hechos distintos o en una nueva calificación legal de
los hechos a los que sirvieron de base a la formulación previa de los cargos.
No es legítimo que la Administración pueda, producto de la instrucción,
sancionar al administrado con respecto a hechos que no se ha defendido,
ni por cargos que no han sido los advertidos con anterioridad84.
Asimismo, el artículo materia de comentario establece que en caso el OSCE
disponga el establecimiento de casillas electrónicas, la notificación se lleva a
cabo conforme con las disposiciones que se aprueben para estos efectos.
Los actos que emita el Tribunal durante el procedimiento administrativo san-
cionador, se notifican a través del mecanismo electrónico implementado en el
portal institucional del OSCE, siendo responsabilidad del presunto infractor
el permanente seguimiento del procedimiento sancionador a través de dicho
medio electrónico, de conformidad con lo dispuesto en artículo 49 de la Ley.
Al respecto, este artículo establece lo siguiente:
84 Tesis del Tribunal Constitucional sustentada en su STC recaída en el Exp. N.º 618-2000-AA/TC, donde estableció que:
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86 Constitución de 1993:
“Artículo 148.- Las resoluciones administrativas que causan estado son susceptibles de impugnación mediante la acción contencioso-
administrativa”.
87 No obstante, la cosa juzgada no es absolutamente inmutable. En circunstancias muy especiales cabe la revisión de un proceso judicial, en
particular mediante el empleo de dos mecanismos: la nulidad de cosa juzgada fraudulenta y el amparo contra resoluciones judiciales que
no hayan emanado de un procedimiento regular.
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