Sei sulla pagina 1di 2

ESTOY LLAMADO A SER MAS QUE UN VENCEDOR

El adorador debe parecerse al Adorado: Cuando fijo mi atención en Dios, me doy cuenta que es
mucho mucho mas grande y poderoso de lo que me podría imaginar, mi pensamiento humano no
puede ni siquiera alcanzar a imaginar cuan grande es la estatura espiritual de Mi Señor, y mucho
menos cuan Santo es; pero es necesario que intente someter mis propios conceptos de santidad
para que Él mismo se refleje en mi ser, debo tratar de actuar a semejanza de Mi Señor… y cuando
eso pasa estoy haciendo la obra de Dios en mi, lo que soy no podría ni tan siquiera parecerse un
poco a la santidad del Padre Eterno, pero Él mismo me manda a que lo intente con todas mis
fuerzas, con todo mi ser para así ser irreprensible e irreprochable ante los hombres, pero mas que
todo ante Él, ya que estoy tratando (entiéndase tratando como intentando de corazón todo todo el
tiempo de hacer la tarea) con todo lo que soy de imitarlo en su semejanza pues por la misma fui
creado. Génesis 1:26, 5:1, 5:3.

Cuando pensamos en que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios… pensamos en algo
meramente físico, pero hay un poco mas de profundidad en ello, ya que Dios nos hizo desde un
comienzo inocentes de todo pecado como Él lo es pero mas que ello, ignorantes de ese pecado, si
bien Dios no es ignorante del pecado pero es ajeno a Él, ya que nada que tenga que ver con
pecado tiene que ver con Dios, y Él desea que pase lo mismo con nosotros, cuando Dios nos dice
en Mateo 19:14 que dejemos que los niños lleguen a Él, es por que de su inocencia pero mas que
de la misma, habla de su ignorancia por el pecado… llegarán al reino de los cielos, pues atrás en
Mateo 18:3 nos da a entender que deberemos imitar la conducta inocente e ingenua de los niños
para entrar en su Precioso Reino.

Ahora bien, si miramos el otro lado de la hoja, nos encontramos con que los que no están
obedeciendo los mandatos de Dios; no se parecen a Él, mas se parecen a lo que adoran… o eso
sugiere Dios en su palabra Salmos 115:5-8, y yo le creo a Mi Señor. Por lo tanto he ahí una prueba
más de que debemos parecernos a quien adoramos… y tú… ¿a quien te pareces?

Pensando en todo lo anterior… Dios a permitido ciertas pruebas en nuestras vidas, eso a veces nos
impacienta, o nos pone tristes, sin consuelo y hasta a veces nos sentimos en derrota, querámoslo o
no admitirlo; eso pasa, pero hay algo que se nos ha olvidado recordar, valga la redundancia, y es
que si nos parecemos a Dios como ya se ha dicho… entonces; ¿Dios estuvo en derrota en algún
momento?... sé que la respuesta es: No. Por lo mismo si tenemos pruebas en nuestra vida es por
que tenemos que salir mas que vencedores de las mismas, Dios es mas que vencedor; un vencedor
es alguien que ha luchado una batalla o varias y ha salido victorioso, pero DIOS ES MAS QUE
VENCEDOR, y nos ha dicho en su palabra que nosotros somos mas que vencedores, por los mismo
usted… quien lee esto en este momento es una persona mas que vencedora, es hecho a imagen y
semejanza de Dios, del mismo que creo los cielos y la tierra, del mismo que creo cada cosa que hay
en el mundo, del mismo que envió a su único Hijo y lo dio en sacrificio por usted y por mi, pero
para demostrar que es Dios y que hay mas vida en otro lugar… usted se parece y debe parecerse al
Dios vencedor que levantó a Jesús de los muertos, usted es hijo de ese Dios y por tal motivo no
puede dudar de que tiene sus capacidades, pues en usted habita el Espíritu Santo del mismo Dios,
es que usted tiene todo, todo para ser mas que vencedor… ahora bien… ¿por qué no hecha mano
de la vida eterna para ganar?... 1 Timoteo 6:12. En la cita anterior también se habla de la buena
batalla, sabemos que hay dos clases de batallas, unas que son las malas que son las que no se
deben pelear, como los pleitos internos en el hogar, defender una mentira, defender la honestidad
o cuando alguien habla mal de mí y muchas otras mas… ¿acaso no es mejor creerle a la Palabra de
Dios?, Él me esta diciendo que es necesario que pelee la batalla pero me habla de la buena batalla
de la fe, es importante que seamos humildes y que por el contrario, aparte de no pelear esas malas
batallas es mejor sufrir el agravio y poner la otra mejilla como lo dice Mi Señor en Mateo 5:39;
¿pero como peleo la buena batalla de la fe?, es sencillo, lo que sabemos es que debemos orar y
orar, ayunar y orar, así es que se gana la buena batalla de la fe, intercediendo por el que me
ofende, pidiendo por el que lastima mi ser y doblando mis rodillas para que Dios actúe en esa
persona, ya que es la única forma de ganar la buena batalla de la fe, entonces por que resistirnos a
ello; pero hemos de tener en cuenta que en el momento de pelear esa batalla empezamos esa
guerra espiritual y que cuando en momentos sentimos que la oración se va para otro lado…
entonces es que nuestra batalla ha empezado, el enemigo pone cualquier cosa para que nos
alejemos de la oración y cuando eso pasa… cuando dejamos que la oración que es la conversación
que tenemos con Dios se pierda; entonces el enemigo ha ganado esa batalla de fe, pero cuando
volvemos a la conversación con Dios, empezamos a ganar la batalla y el mismo enemigo empieza a
temblar por que sabe que contra eso no puede, y es que no puede, eso es ganar esa batalla.

Cuando empiezo a orar: Es necesario que haya reparado todos los inconvenientes por lo menos en
mi hogar, ya que Dios me dice en su palabra que mi oración tendrá estorbo si no los reparo
atendiendo bien mi hogar, o a mi esposa… 1 Pedro 3:7, pues una casa dividida en si misma nunca
prospera. De esta forma también me preparo antes de mi oración sabiendo que MI ORACIÓN ES
UNA ORACIÓN QUE GANA BATALLAS, si no tengo esto claro; entonces mi oración no tendrá mucho
efecto o no lo tendrá en absoluto, todo de acuerdo a la voluntad de Mi Señor; pero citando la
palabra en medio de mi oración también consigo ganar esa batalla, puesto que esa palabra es
puesta ahí también con ese fin, el de ayudarme en todo momento y sobre todo cuando libro esa
buena batalla, debo ser consiente de que mi boca es una boca de bendición y por ende toda
palabra que profiera debe bendecir en todo momento, más no orar por alguna mala causa ya que
esta no es la fe que Dios desea de nosotros, y cuando ore, verbalizo en la palabra la bendición
sobre mi vida así este pasando por un momento duro en alguno de los aspectos que la rodean,
ahora; la fe y la palabra van juntas y por tal motivo es necesario que la pronuncie, pronuncio la
palabra de fe pero también es necesario que la viva, ya que mi comportamiento es una forma de
adoración a Mi Dios y el vivirla también es una batalla que debo ganar, si tengo la fe de hacerlo
entonces lo lograré, es la batalla de la fe.

Una cosa para tener en cuenta: LA BATALLA ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO SE LIBRA EN LA TIERRA.

QUE MI SEÑOR Y DIOS AÑADA SABIDURÍA A SU SANTA PALABRA EN NUESTROS CORAZONES PARA
PODER ENTENDERLA Y AL MISMO TIEMPO VIVIRLA… AMÉN.

Potrebbero piacerti anche