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Módulo 2

Dinámica funcional de las obligaciones


9. Dinámica funcional de la obligación. Efectos. Tutela satisfactiva del crédito
9.1 Efecto de las obligaciones en general.
9.1.1 Diferencia con los efectos de los contratos: los efectos de las obligaciones son las consecuencias de índole jurídica
que emanan de la relación obligacional, y que se plasman en los distintos medios con los que cuenta el acreedor para
satisfacer su interés, y posibilitar que el deudor ejercite regularmente su derecho y su deber de cumplir.

9.1.2 Tiempo de producción de los efectos:


Inmediato: desde el nacimiento de la obligación.
Diferido: luego de cierto tiempo. Son los casos de obligaciones a plazo.
Instantáneos: ocurren en un solo acto.
De duración: se prolongan en el tiempo.

9.1.3 Entre quiénes se producen los efectos de la obligación


Las partes: deudor y acreedor, no existiendo propagación respecto a los terceros ajenos a la misma.
Sucesores: se les transmiten los derechos de otros. Estos pueden ser:
o Mortis causa o entre vivos según se requiera o no la muerte del transmitente para que operen los efectos.
o Universales o singulares: en el primer caso, cuando se transmite todo el patrimonio; en el segundo, cuando se transmite
un objeto particular.
Terceros: se extiende a estos cuando sea válido el pago realizado por un tercero o cuando existe incorporación de terceros
al contrato, regulado en los arts. 1027 a 1025 a 1030 del Código. Los terceros pueden ser:
o Interesados: poseen un provecho lícito en el cumplimiento de la obligación.
o No interesado: no se perjudica si la prestación no se cumple.

9.2 El contenido del crédito y la deuda


9.2.1 El derecho de crédito: es un verdadero derecho subjetivo del acreedor, que adquiere desde el nacimiento de la
obligación.

9.2.2 La facultad del acreedor:


Tutela satisfactiva: derecho al cumplimiento de la prestación debida.
Tutela conservatoria: es también llamada cautelar o preventiva. Es el conjunto de facultades que tiene el acreedor con el
fin de prevenir incumplimiento futuro del deudor, antes que ocurra.
Tutela resolutoria: tienen lugar en las obligaciones recíprocas, a fin de proteger el interés del contratante cumplidor, a
quien se le permite desligarse de una relación contractual incumplida y recuperar la posibilidad de volver a contratar para
poder satisfacer su interés.
Tutela resarcitoria: incluye todas las cuestiones relacionadas a la prevención y reparación el daño derivado del
incumplimiento obligacional en cualquiera de sus manifestaciones.

9.2.3 Los límites del derecho de crédito:


Naturaleza de la prestación debida: va más allá del derecho del acreedor de pretender que el deudor cumpla.
Principio de buena fe: establece límites al accionar de las partes.
Abuso del derecho: impide el ejercicio del derecho del acreedor contrario al ordenamiento jurídico.
Orden público: importa que las partes no pueden apartarse de las disposiciones que ostentan este carácter.

9.2.4 Deberes y cargas del acreedor:


Cargas: son imperativos del propio interés del sujeto sobre quien pesan, a fin de evadir una consecuencia desfavorable a
sus intereses.
Deberes: son deberes jurídicos en sentido estricto, principalmente de cooperación, como contrapartida de su derecho de
crédito y su incumplimiento acarrean la “mora del acreedor”.

9.2.5 La deuda:
- El deber de cumplir la prestación debida.
- Deberes secundarios de conducta orientados a hacer posible la prestación, son accesorios de la prestación principal.
- Diversos derechos que se le reconocen al deudor, tales como a pagar, liberarse.

9.2.6 Principio “favor debitoris”: implica que en caso de duda acerca de la existencia o inexistencia de la obligación, se
estará por lo último, en virtud de que el deudor es la parte más débil de la relación jurídica. Es una “vía de morigeración
razonable”. En estos casos, la parte débil no es el deudor sino el acreedor, y por ello la modificación Ley 24.240 de
Defensa del Consumidor.
9.3 Tutela Satisfactiva
9.3.1 El cumplimiento: importa la realización de la prestación debida por el deudor, de manera fiel y exacta de acuerdo
con la conducta comprometida, y la consecuente satisfacción del interés del acreedor y liberación del deudor. Es el
desenlace o fin natural de la obligación, nace para ser cumplida. Art. 865 define al pago como “el cumplimiento
específico de la prestación que constituye el objeto de la obligación”.

9.4 El pago:
1. En sentido vulgar: cumplimiento de una obligación de dar sumas de dinero: “voy al bar tomó un café y luego se lo
pago al mozo”.
2. En sentido jurídico amplio: el pago es la extinción por cualquier medio, que libera al deudor, sea el cumplimiento
específico o no de la obligación.
3. En sentido jurídico estricto: cumplimiento de la prestación que hace al objeto de la obligación y que debe ser fiel y
exacto de lo pactado.

9.4.2 Funciones del pago:


Función jurídica: importa la satisfacción del interés del acreedor y la liberación del deudor.
Función económica: es un instrumento para la transformación del patrimonio de ambas partes.

9.4.3 Naturaleza jurídica: en la doctrina nacional, se dividían dos posturas:


Según Pizarro y Vallespinos, es unilateral, ya que requiere la voluntad del deudor solamente,
Para Moisset de Espanés, es bilateral porque se requiere además de la voluntad del deudor, la colaboración del acreedor
como regla general.

9.4.4 Presupuesto y elementos del pago: los elementos del pago son:
1. Sujetos: acreedor debe ser quien recibe el pago sí o sí, el deudor debería ser quien realiza el pago.
2. Objeto: principio de exactitud: identidad, integridad, pago exactamente a lo que me obligué en igual cantidad y
calidad; y también principios de localización y puntualidad.
3. Causa fin: el animus solvendi o la intención de pagar del deudor, recordemos que el pago es un acto jurídico
voluntario.

9.4.5 Legitimación activa: en todos los casos, quien paga es el “solvens”. Para que el pago sea válido, se requiere que
quien lo realice sea una persona con “capacidad para disponer”, art. 879 del Código, del que se deriva que:
1. Deudor: tiene el deber y el derecho de pagar. Puede hacerlo personalmente o por su representaste legal o voluntario,
también pueden pagar los sucesores del deudor.
2. Tercero: asume la calidad de “solvens” o sujeto activo del pago, pues satisface la prestación y desinteresa al acreedor.
Con respecto a esta alternativa, hay que aclarar:
o El tercero es quien no es parte de la relación obligacional (no es deudor ni acreedor).
o Por regla, el acreedor no puede rechazar el pago hecho por un tercero, salvo que la obligación fuere “intuitu personae”.
o El tercero debe pagar con intención de pagar una deuda ajena (voluntad) y debe tener capacidad para disponer.
Existen dos tipos de terceros:
1. Interesado: es la persona a quien el incumplimiento del deudor puede causar un menoscabo patrimonia, se perjudica si
la obligación no se cumple
2. No interesado: no se perjudica con el incumplimiento de la obligación. Podrá pagar sólo si el acreedor voluntariamente
le recibe el pago.
El derecho del tercero a pagar tiene dos límites que surgen del art. 881 del Código:
Si la obligación es “intuitu personae”.
Si ambas partes de la obligación se niegan al pago por el tercero.
Excepción: si es tercero interesado, igualmente puede pagar.
Por otro lado, debemos analizar el caso de la oposición al pago por un tercero, pues pueden darse distintas alternativas:
1. Oposición del acreedor: está obligado a aceptar el pago, salvo obligación “intuitu personae”.
2. Oposición del deudor: no impide ni afecta la eficacia del pago realizado por un tercero, sea interesado o no.
3. Oposición conjunta del acreedor y del deudor: el art. 881 del Código dispone que ante dicho supuesto cesa el derecho
del tercero de pagar, salvo que sea interesado.
Los efectos del pago realizado por un tercero están previstos en el art. 882, el principal efecto es que se satisface el
interés del acreedor, pero no se extingue el crédito.
Relación entre el tercero y el deudor: puede darse:
o pago con asentimiento del deudor: reglas del mandato.
o pago con ignorancia del deudor: reglas de la gestión de negocios.
o pago contra la voluntad del deudor: sólo puede exigir mediante la acción del enriquecimiento sin causa.
Relación entre el tercero y el acreedor: el acreedor no puede negarse a recibir el pago de un tercero.
Relación entre el deudor y el acreedor: el acreedor queda desinteresado, pero no se cancela el crédito ni se libera el
deudor.

9.4.6 Legitimación pasiva: el titular del “ius accipiendi”, es decir, la persona que tiene legitimación pasiva para recibir el
pago, es en principio el acreedor, pues es el titular del derecho de crédito.
El art. 883 del Código sintetiza las diversas alternativas de los sujetos a los que puede realizarse el pago con efecto
extintivo:
Acreedor, o a su cesionario o subrogante: el cesionario es la persona a la cual el acreedor le transmitió el derecho de
crédito; el subrogante es quien sustituya al acreedor, y también están legitimados sus sucesores a título universal o
singular.
A la orden del juez que dispuso el embargo del crédito: si un acreedor del acreedor ante la interposición de una demanda
de pago y solicitud de embargo consiguió que el juez dicté la medida cautelar, el deudor no puede pagarle al acreedor,
sino que debe depositar la deuda a la orden del juez que ordenó aquella.
Al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte: cuando el acreedor haya dado poder, mandato o autorización.
A quien posee el título de crédito extendido al portador, o endosado en blanco: por ejemplo un cheque en el que no se
encuentra identificada la persona que lo cobrará, por ser justamente “al portador” o “en blanco”, recién se determinará al
momento de la presentación para su cobro el día del vencimiento del título.

9.4.7 Efectos que produce el pago a terceros no autorizados: si el deudor cumple con la prestación a un tercero no
autorizado, la regla es que el pago le es inoponible al acreedor, quien conserva su crédito; el deudor podrá repetir el pago
si actuó de buena fe, de lo contrario: “quien paga mal paga dos veces”.
El art. 884 del Código expresamente prevé este supuesto:
-en el caso del inciso c) del artículo 883: si el tercero había sido indicado para recibir el pago, pero de modo parcial y lo
hace totalmente, el acreedor puede reclamar conforme a los términos de la relación interna entre ambos.
-en los casos de los incisos d) y e) del artículo 883: el poseedor del título de crédito, el acreedor reclamará conforme a las
reglas del pago indebido.

9.4.8 Capacidad para recibir pagos: el tercero habilitado para recibir el pago debe tener capacidad de ejercicio de sus
derechos, de lo contrario, rige lo dispuesto en el art. 885 del Código. Negri menciona al incapaz, a quien tiene
restricciones a su capacidad, y específicamente para recibir el pago, a quien se encuentra en un proceso concursal. La
ratificación es la manifestación de voluntad del acreedor mediante la cual convalida lo realizado por quien no tenía
capacidad para recibir el pago.

9.4.9 Objeto del Pago: es el exacto cumplimiento del programa de actuación del deudor, que satisface el interés del
acreedor. Acreedor y deudor se obligaron a algo eso mismo es lo que debe cumplirse. El art. 867 del Código señala que el
objeto del pago debe reunir los requisitos de identidad, integridad, puntualidad y localización.
1. Principio de identidad:¿qué se debe pagar? Es la adecuación cualitativa de lo debido con lo pagado, e implica
confrontar lo pagado con aquello a lo que me obligué. El acreedor no puede ser obligado a recibir y “el deudor no tiene
derecho a cumplir una prestación distinta a la debida”.
2. Principio de integridad:¿Cuánto se debe pagar? En virtud de este el pago debe ser completo, no fraccionado, debe
llevar los intereses y demás accesorios. Ello importa que el acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, salvo que
la ley o un acuerdo de partes lo autorice
3. Principio de puntualidad: tiempo de cumplimiento.
Art. 871 del Código, señala cuándo debe hacerse el pago:
a. si la obligación es de exigibilidad inmediata, en el momento de su nacimiento;
b. si hay un plazo determinado, cierto o incierto, el día de su vencimiento;
c. si el plazo es tácito, en el tiempo en que, según la naturaleza y circunstancias de la obligación, debe cumplirse;
d. si el plazo es indeterminado, en el tiempo que fije el juez.
Art. 872:
o Principio de localización: alude al lugar del pago, aquel donde debe realizarse la prestación.
La regla está dada por el principio de la autonomía de la voluntad que impone pagar en el lugar establecido de manera
expresa o tácita por las partes (art. 873). En el primer supuesto, surgirá del contrato; y en el segundo, de la naturaleza,
circunstancias de la obligación.
Art. 874 establece la siguiente regla y dos excepciones:
o Regla: el lugar de pago es el domicilio del deudor al tiempo del nacimiento de la obligación.
o Excepciones: esta regla no se aplica a las obligaciones:
a) de de dar cosa cierta; el lugar de pago es donde la cosa se encuentra habitualmente.
b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo; lugar de pago es donde debe cumplirse la prestación.
Otros requisitos relacionados:
El pago no puede ser realizado en fraude a los acreedores: de lo contrario, se habilita la acción de ineficacia, que puede
ser individual: se aplicarán las normas de la acción revocatoria; o si es colectiva, las de la Ley concursal 24.522.
El crédito debe encontrarse expedito: que sea disponible por el acreedor, lo que implica que no esté, por ejemplo,
embargado o prendado por sus acreedores por alguna deuda.
Propiedad de la cosa con que se paga: este requisito rige en las obligaciones de dar cosa cierta con el fin de constituir
derechos reales sobre esta. El pago de una cosa que no es de propiedad del deudor impone la aplicación de las reglas de
la compraventa de cosa ajena.

9.4.10 Gastos del pago: todo desembolso necesario tanto para la preparación de la prestación como para su exacto
cumplimiento.

9.4.11 Prueba del pago:


Carga de la prueba: pesa sobre el deudor que alega haber pagado; art. 894 dispone dos reglas según el tipo de obligación
de que se trate:
a. en las de dar y de hacer, sobre quien invoca el pago; b. en las de no hacer, sobre el acreedor que invoca el
incumplimiento.
Objeto de prueba: el cumplimiento de la conducta debida cualitativa y cuantitativamente.
Medios de prueba: implica cómo puedo probar el pago.
Recibo: “es un instrumento público o privado en el que el acreedor reconoce haber recibido la prestación debida”.
Con respecto al recibo se aclara que:
o “El cumplimiento de la obligación confiere al deudor derecho de obtener la constancia de la liberación correspondiente.
El acreedor también puede exigir un recibo que pruebe la recepción”.
o “El deudor puede incluir reservas de derechos en el recibo y el acreedor está obligado a consignarlas. La inclusión de
estas reservas no perjudica los derechos de quien extiende el recibo“.
Finalmente, existen presunciones, “iuris tantum” art. 890:
1. si se otorga un recibo por saldo, quedan canceladas todas las deudas.
2. si se recibe el pago correspondiente a uno de los periodos, están cancelados los anteriores.
3. si se extiende recibo por el pago de la prestación principal, sin los accesorios del crédito, y no se hace reserva, estos
quedan extinguidos;
4. si se debe daño moratorio, y al recibir el pago el acreedor no hace reserva a su respecto, la deuda por ese daño está
extinguida.

9.4.12 Efectos del pago:


Principales: art. 880 del Código: “el pago realizado por el deudor que satisface el interés del acreedor, extingue la
obligación y lo libera”, art. 731 establece que: “el cumplimiento exacto de la obligación confiere al deudor el derecho a
obtener la liberación y el de rechazar las acciones del acreedor”.
Secundarios: se proyectan en las relaciones de las partes con independencia de la función cancelatoria.
El pago como:
1- Acto de reconocimiento: implica que el deudor admita ser deudor.
Requisitos para que tenga plena eficacia probatoria:
o causa de la obligación: contrato de alquiler, por ejemplo.
o el quantum de lo debido (monto).
o tiempo en que fue contraída (importante para la prescripción).
Así, es un acto jurídico declarativo, cuyos efectos son:
o probatorio: para acreditar la relación obligacional.
o acto interruptivo: de la prescripción.
A pesar de que la mora sea automática, conviene antes del vencimiento del plazo intimar al deudor a que cumpla, a lo
que contestará que no paga porque no venció la obligación, pero en ese acto reconoce la existencia de la misma.
2- Acto de consolidación del contrato: si en el contrato estaba la posibilidad de arrepentirse, no podrá realizarse luego del
pago.
3- Importante a los fines de interpretar el contrato: se realiza según la literalidad del contrato, según los usos y
costumbres, pero también según los comportamientos de las partes, y el pago es uno de ellos.
4- Interrumpe la prescripción.
5- Pago como acto de confirmación tácita del acto inválido: Ej.: Contrato celebrado por sujeto con capacidad restringida
para disponer de sus bienes, luego ratificado por quien ejerce el “apoyo” necesario.
Incidentales: se producen con posterioridad al pago, se origina una nueva obligación. Son por ejemplo:
o reembolso de lo pagado por el tercero: que tiene acción contra el deudor originario.
o repetición del pago indebido: el acreedor tiene el deber de restituirlo con más los daños y perjuicios (arts. 1796 y ss.).

9.5 Pago a mejor fortuna: implica que las partes pueden acordar que el deudor no pague en el tiempo que corresponde a
la obligación, sino “cuando pueda o mejore su fortuna”.
Santarelli (2014) destaca que: en el régimen anterior se discutía la naturaleza de esta cláusula, podría considerarse una
condición, dado que el deudor puede o no mejorar en sus condiciones patrimoniales.
En definitiva, el código tomó posición con respecto al debate y consagró que el pago a mejor fortuna consiste en una
modalidad del plazo y no se trata de una condición. La constitución en mora exige para este caso la fijación del plazo e
interpelación por el acreedor; se autoriza al juez fijar el pago en cuotas. En caso de muerte del deudor, al tratarse de una
concesión “intuitu personae” no se traspasa a sus herederos, quienes reciben la deuda como obligación “pura y simple”.

9.6 Pago con beneficio de competencia: es un “derecho que se otorga a ciertos deudores para que paguen lo que
buenamente puedan, según las circunstancias, y hasta que mejoren de fortuna”; el deudor no pueda exigir el pago a
personas cercanas que no se encuentren en condiciones económicas de afrontar la deuda. Colmo destaca que el carácter
humanitario se funda en “el derecho a la subsistencia del pobre deudor, que antes que tener que pagar a sus deudores
tiene que vivir”.
Art. 893, dispone que debe concederse a:
a. sus ascendientes, descendientes y colaterales hasta el segundo grado;
b. a su cónyuge o conviviente;
c. al donante en cuanto a hacerle cumplir la donación.
-Moisset de Espanés, este instituto en la actualidad carece de razón de ser, porque hay otros remedios, por ejemplo, la
inembargabilidad de ciertos bienes, ropas, alimentos, etc. (…) y también de cierta porción de los sueldos…

9.7 Imputación del Pago: conjunto de reglas y principios que dan solución a los problemas que se suscitan entre acreedor
y deudor cuando existen varias obligaciones de la misma naturaleza pendientes de cumplimiento.
Los presupuestos de la imputación del pago son:
Varias obligaciones pendientes de pago.
Que vinculen a las mismas personas.
Que su objeto sea de la misma naturaleza.
Que el pago no sea suficiente para extinguir a todas.

9.7.2 Imputación por el deudor: corresponde al deudor realizar la imputación del pago, es decir, elegir qué obligación
cancela con su pago. Sin embargo, la norma aludida tiene dos limitaciones:
1. De oportunidad: sólo puede elegir hasta el límite del momento del pago.
2. De contenido: la elección debe recaer:
a. Sobre deuda líquida y de plazo vencido.
b. Si adeuda capital e intereses el pago no puede imputarse a la deuda principal sin consentimiento del acreedor.

9.7.3 Imputación por el acreedor: Oportunidad para hacerla. Limitaciones Subsidiariamente, si el deudor no realizó la
imputación del pago al momento de realizarlo, dicha facultad se transmite al acreedor, que puede hacerlo cuando lo
recibe, según las siguientes reglas que manda el art. 901: a. debe imputarlo a alguna de las deudas líquidas y exigibles: tal
como tenía derecho el deudor a hacerlo. b. una vez canceladas totalmente una o varias deudas, puede aplicar el saldo a la
cancelación parcial de cualquiera de las otras. La imputación por el acreedor es una manifestación de voluntad mediante
un acto unilateral recepticia, por el que hace saber al deudor qué deuda considera extinguida con el pago (Negri, 2014).

9.7.4 Imputación legal: cuando ni el deudor ni el acreedor hayan determinado cuál es la obligación que se extinguió, tiene
lugar la imputación legal que concreta el art. 902 del Código, del siguiente modo:
1. “en primer término, a la obligación de plazo vencido más onerosa para el deudor”.
2. “cuando las deudas son igualmente onerosas, el pago se imputa a prorrata”.

9.7.5 Pago a cuenta de capital e intereses: art. 903 si el pago se hace a cuenta de capital e intereses –es decir, es un pago
parcial– y no se precisa su orden, se imputará en primer término a intereses.

10. Tutela satisfactiva: Pizarro y Vallespinos enseñan que la ejecución específica son las vías que el ordenamiento
jurídico le reconoce al acreedor, ante incumplimiento del deudor, para hacer compeler a este a cumplir, mediante:
a) ejecución forzada: exigir compulsivamente un determinado comportamiento del deudor.
b) ejecución por un tercero: satisfacer el interés por otro.

10.1.1 La ejecución forzada: es el conjunto de acciones legales orientadas a alcanzar la satisfacción del interés del
acreedor a través de la realización compulsiva de la prestación”.
Sustancial: art. 730 del Código, se justifica en la garantía de cumplimiento de la que goza el acreedor.
Procesal: basada en la necesidad de utilizar una vía para el cumplimiento coactivo del derecho sustancial.
Sin embargo, la ejecución forzada presenta límites según el tipo de obligación de que se trate:
Obligaciones de dar sumas de dinero: el juez sustituye la voluntad del deudor, mediante el embargo, secuestro y remate
de algún bien de aquel a fin de que el acreedor se asegure de manera suficiente el cobro de la suma adeudada.
Obligaciones de dar cosa cierta: la conducta del deudor es incoercible, pero el bien si lo es, puesto que con auxilio de la
fuerza pública, el juez puede disponer su entrega.
Obligaciones de hacer: el límite es la no violencia sobre la persona del deudor, a no ser que fuese necesaria violencia
contra este.
Obligaciones de no hacer: si todavía le interesa, puede exigir el cumplimiento forzoso.
Ley de Defensa del Consumidor prevista en el art. 10 bis :
a) Exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ello fuera posible;
b) Aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente;
c) Rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo pagado.
No es necesario que el acreedor primero intente la ejecución forzada y luego recién pueda reclamar los daños y
perjuicios, pues si ya perdió interés, por ejemplo, porque la obligación era de plazo esencial –musicalizador en la fiesta
de casamiento–, no será necesario que exija al deudor el cumplimiento sino que directamente puede reclamar los daños.

10.1.2 Ejecución por un tercero: es otra de las opciones de las que dispone el acreedor para conseguir el cumplimiento de
la prestación y satisfacer su interés, siempre que la obligación no sea intuitu personae, es decir, que le sirva que otra
persona distinta al deudor la cumpla en su lugar, a costas de este. También está prevista en el art. 730 inc. b del Código.
1. Obligaciones de dar:
o cosas ciertas en poder del deudor: No es posible, porque la cosa la tiene el deudor.
o Cosas inciertas no fungibles: si es posible porque siguen las reglas del género y son reemplazables.
o Sumas de dinero: si es posible.
2. Obligaciones de hacer: sólo cuando el deudor pueda ser sustituido. No en caso de intuitu personae.
3. Obligaciones de no hacer: muy excepcionalmente un tercero se abstenga, pero podría suceder si le interesa al acreedor.
Pizarro y Vallespinos: la regla es que el acreedor no puede por su sola voluntad sustituir al deudor por un tercero para la
realización de la prestación, con fundamento en el principio de que nadie puede hacer justicia por mano propia.

10.2 Las sanciones conminatorias o astreintes: Los caracteres de las astreintes son:
Conminatorias: son medio de compulsión procesal.
Discrecionales: el juez puede o no aplicarlas y es libre de fijar su cuantía.
Progresivas: aumentan día a día mientras se mantenga el incumplimiento.
No retroactivas: siempre corren para el futuro desde el día en que se disponen.
Revisables: porque dependen de la conducta del sujeto pasivo, el juez puede disminuirlas o dejarlas sin efecto.
Pecuniarias: sólo consisten en sumas de dinero.
Transmisibles: por acto entre vivos o mortis causa.
Ejecutables: una vez firmes, por el procedimiento de ejecución de sentencia.
No son subsidiarias: pueden aplicarse aunque existan otras vías para lograr el cumplimiento de la resolución.
Las condiciones de aplicación de las sanciones conminatorias, según Campagnucci de Caso, son:
-El hecho por el que se impone la penalidad debe ser de cumplimiento posible, pues nadie puede ser obligado a lo
imposible;
-La conducta –incumplimiento de la resolución judicial– debe ser injustificada, obstinada y caprichosa.
-A los fines de la cuantificación, se debe tener en cuenta el caudal económico de quien debe satisfacer la resolución
judicial (art. 804).
Los sujetos de las astreintes son:
Activo: el beneficiario, titular del derecho, en general será el acreedor, pero puede no serlo.
Pasivo: la parte que no cumple, un tercero ajeno al litigio.
Se excluye por expresa manda legal del art. 804 a las autoridades públicas. Las astreintes pueden cesar si el deudor
justifica su comportamiento; Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que se aplican a todo tipo de obligaciones, de
contenido patrimonial, no patrimonial e incluso derivadas del derecho laboral.

10.2.2 Doble regulación procesal y sustantiva: art. 804 del Código Civil y Comercial.

10.2.3 Liquidación y ejecución de las astreintes: las astreintes se establecen en dos etapas:
1. Conminatoria: refiere a la decisión judicial de imponer la condena por la cual se hace saber al incumplidor que se le
aplicará la sanción conminatoria, es decir, el costo de su resistencia (amenaza).
2. Sancionatoria: si el sujeto no cumple con el deber, se hace efectiva imposición de la sanción, actúa como una pena
(efectivización).

10.2.4 Aspectos procesales: Pizarro y Vallespinos (2014) destacan los siguientes aspectos:
-Pueden darse antes de la sentencia y en consecuencia se pueden establecer a través de decreto, auto o sentencia.
-No requiere formalidades especiales, pero la decisión debe estar fundada.
-Corren desde que está firme y ejecutoriada la resolución que las impone.
-La naturaleza de las astreintes no impide que puedan ser declaradas de de oficio según los autores citados, aunque otros
-consideran que debe ser a petición de parte interesada.
-El Código unificado nada dispone al respecto.
-La vigencia de las astreintes se mantiene hasta que el deudor acabe el deber objeto de la intimación o se dicte una nueva
resolución que las modifique o termine.
-Son apelables.
-La decisión que las impone es sentencia definitiva para el recurso extraordinario.

10.3. Acción directa: art. 736 como: “la que compete al acreedor para percibir lo que un tercero debe a su deudor, hasta el
importe del propio crédito”. La ley habilita al acreedor del deudor a demandar directamente al deudor de su deudor,
siempre que se den los requisitos legales, a fin de hacer efectiva su propia acreencia.

10.3.2 Fundamentos:
1. Evitar el enriquecimiento sin causa del deudor.
2. Economía procesal: se evita el desgaste jurisdiccional que importaría la doble demanda.

10.3.3 Caracteres:
Excepcional: porque “sólo procede en los supuestos expresamente previstos por la ley”.
Interpretación restrictiva: en caso de duda no procede, y no es aplicable por analogía (art. 736).
Medio de ejecución: es una forma que tiene el acreedor para satisfacer su crédito de un tercero.

10.3.4 Requisitos: art. 737 del Código:


1. “Un crédito exigible del acreedor contra su propio deudor”: que no esté sujeto a plazo, condición y que sea líquido.
2. “Una deuda correlativa exigible del tercero demandado a favor del deudor”: y que esté subsistente al momento de
entablar la acción.
3. “Homogeneidad de ambos créditos entre sí”.
4. “Ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo anterior a la promoción de la acción directa”.
5. “Citación del deudor a juicio”.

10.3.5 Efectos: art. 738:


1. “la notificación de la demanda causa el embargo del crédito a favor del demandante” ;
2. “el reclamo sólo puede prosperar hasta el monto menor de las dos obligaciones”.
3. “el tercero demandado puede oponer al progreso de la acción todas las defensas que tenga contra su propio acreedor y
contra el demandante”;
4. “el monto percibido por el actor ingresa directamente a su patrimonio”.
5. “el deudor se libera frente a su acreedor en la medida en que corresponda en función del pago efectuado por el
demandado”-

10.3.6 Casos legislados:


10.3.7 Paralelo con la acción subrogatoria:

10.4.1 Acción de Inoponibilidad: son los actos jurídicos válidos de contenido patrimonial, en general se trata de actos de
disposición (compraventa, donación, cesión, permuta).

10.4.2 Remisión a las normas del fraude en el Código Civil y Comercial: arts. 338 a 342 del Código.
La primera de las normas, bajo el título de “Declaración de Inoponibilidad” dispone que: todo acreedor puede solicitar la
declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude de sus derechos.
Los presupuestos para el ejercicio de esta facultad son los previstos en el art. 339:
a. que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor haya actuado con el propósito de
defraudar a futuros acreedores;
b. que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;
c. que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido conocer que el acto provocaba o agravaba la
insolvencia.
La acción de Inoponibilidad no puede oponerse a los acreedores del adquirente que “de buena fe hayan ejecutado los
bienes comprendidos en el acto”. La norma agrega que: la acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos
obtenidos por el acto impugnado sólo procede si adquirió por título gratuito, o si es cómplice en el fraude; la complicidad
se presume si, al momento de contratar, conocía el estado de insolvencia.
La prueba del fraude pesa sobre el acreedor que lo alega, aunque se presume en caso de insolvencia (art. 340). Los
efectos del pedido de Inoponibilidad son regulados en el art. 340 del Código del siguiente modo: el subadquirente de
mala fe responden solidariamente por los daños causados al acreedor que ejerció la acción.
Art. 342 del Código aclara la extensión de la Inoponibilidad, que sólo beneficia al acreedor que promovió la acción, y en
la medida de su crédito.

10.5 La ejecución forzada colectiva: el acreedor puede intentar ejecutar la prestación que el deudor le adeuda en un juicio
en particular, en los que las partes son el acreedor –actor– y el deudor –demandado–, por ejemplo: demanda de
cumplimiento de contrato. Ley 24.522 de Concursos y Quiebras (LCQ), la regla es que los acreedores se encuentran en
pie de igualdad frente al patrimonio del deudor, como consecuencia del principio de la “par conditio creditorum”.
Los procedimientos son:
Concurso preventivo: el estado de insolvencia no es definitivo, tiene por fin lograr un acuerdo entre el concursado y sus
acreedores a fin de cumplir con las prestaciones a su cargo.
Quiebra: el estado es irreversible, se produce el desapoderamiento de pleno derecho de los bienes del deudor.

10.6 Tutela Resolutoria del Crédito: puede ocurrir que el cumplimiento ya no sea posible, en este caso, el acreedor posee
la tutela resolutoria como forma de desvincularse de la obligación, extinguiendo el contrato por esta vía. De esta manera,
el acreedor recupera la posibilidad de realizar un nuevo contrato que le facilite la consecución de su fin; se requiere la
presencia de un contrato bilateral. Esta tutela es denominada por la doctrina “pacto comisorio” y está regulado en los arts.
1083 a 1089 del Código..
El art. 1083 establece una noción de la figura al expresar: una parte tiene la facultad de resolver total o parcialmente el
contrato si la otra parte lo incumple. Pero los derechos de declarar la resolución total o la resolución parcial son
excluyentes, por lo cual, habiendo optado por uno de ellos, no puede ejercer luego el otro.

11. Dinámica de la garantía común. Tutela conservatoria del crédito


11.1 El patrimonio del deudor como garantía común de los acreedores
11.1.1 Definición y fundamentos del principio: el primero fundamenta la “función de garantía común”, sobre la base de
que: todos los bienes del deudor están afectados al cumplimiento de sus obligaciones y constituyen la garantía común de
sus acreedores, con excepción de aquellos que este Código o leyes especiales declaran inembargables o inejecutables.
La norma también señala que en caso de patrimonios especiales –como puede ser un fideicomiso– la garantía de los
acreedores sólo alcanza los bienes que conforman ese patrimonio especial. Art. 743 aclara que aquella está constituida
por “todos los bienes presentes y futuros del deudor; el acreedor puede exigir la venta judicial de los bienes del deudor,
pero sólo en la medida necesaria para satisfacer su crédito” y el principio de la “par conditio creditorum” o de igualdad
entre los acreedores, al establecer que: “Todos los acreedores pueden ejecutar estos bienes en posición igualitaria,
excepto que exista una causa legal de preferencia”, es decir, un privilegio. Por ello:
-El deudor responde con todos sus bienes presentes y futuros.
-Todos los acreedores concurren en situación paritaria frente al patrimonio del deudor.
-Los acreedores están legitimados para satisfacer su interés.

11.1.2 Limitaciones: legalmente impuestos, se definen por bienes que no pueden ser atacados por los acreedores: bienes
inembargables, es decir, los que no pueden ser ejecutados por aquellos. El fundamento de esta limitación se encuentra en
la necesidad de proteger la dignidad de la persona del deudor y permitirle mantener las condiciones mínimas de
subsistencia de él y su familia.
Los bienes que se excluyen del patrimonio del deudor como garantía común son:
1. Art 744:
a. las ropas y muebles de uso indispensable del deudor, de su cónyuge o conviviente, y de sus hijos;
b. los instrumentos necesarios para el ejercicio personal de la profesión, arte u oficio del deudor;
c. los sepulcros afectados a su destino, excepto que se reclame su precio de venta, construcción o reparación;
d. los bienes afectados a cualquier religión reconocida por el Estado;
e. los derechos de usufructo, uso y habitación, así como las servidumbres prediales;
f. las indemnizaciones que corresponden al deudor por daño moral y por daño material;
g. la indemnización por alimentos que corresponde al cónyuge, al conviviente y a los hijos con derecho alimentario;
h. los demás bienes declarados inembargables o excluidos por otras leyes.
2.Art. 243: bienes de particulares afectados a la prestación de un servicio público, como pueden ser colectivos de una
empresa que se utilizan para el servicio público de transporte de los ciudadanos de una ciudad.
3. Protección de la vivienda: art. 244 a 256: se habilita la afectación de un inmueble destinado a vivienda, por su totalidad
o hasta una parte de su valor. La afectación es solicitada por el titular registral, puede ser decidida por un juez. Los
beneficiarios de la afectación son el titular, su cónyuge o conviviente, sus ascendientes y descendientes, y en defecto de
ellos, los pariente colaterales hasta el tercer grado que convivan con el constituyente. Es requisito que al menos uno de
los beneficiarios viva en el inmueble.
4- Pago con beneficio de competencia. Remisión. Véase Unidad 9.

11.1.3. Prioridad del primer embargante: los acreedores concurren en pie de igualdad, la excepción legalmente prevista
consiste en la existencia de una causa de preferencia respecto del crédito del acreedor. El embargo es una medida cautelar
que debe solicitarse judicialmente, que otorga a quien la consiga una preferencia para cobrarse su crédito con garantía
sobre el bien –o suma de dinero– embargado. La norma aclara que si varios acreedores embargan un mismo bien, el
rango se determina por la fecha de la traba, y rige el principio: “primero en el tiempo, mejor en el derecho”.

11.2 Tutela conservatoria del crédito: la tutela conservatoria del crédito es el conjunto de facultades y acciones que el
ordenamiento jurídico atribuye al acreedor en procura de preservar la integridad patrimonial del deudor y prevenir un
eventual incumplimiento. Tiene por objeto conservar el patrimonio del deudor a fin de garantizar el cobro de su crédito.
11.2.2 Medidas de tutela preventiva del crédito en general: son todas aquellas facultades y medidas que tienden a
mantener íntegro el patrimonio del deudor, a fin de que llegado el momento del cumplimiento, pueda satisfacerse el
interés del acreedor, cual es el cumplimiento de la obligación.
Según los efectos que cada una produce, se clasifican en:
1- Medidas cautelares: tienen carácter judicial y están dirigidas a evitar que un determinado bien del deudor salga de su
patrimonio.
-Los requisitos para su procedencia son: verosimilitud en el derecho, peligro en la demora, contracautela o fianza para
asegurar el resarcimiento en caso que resultare improcedente.
-Son medidas cautelas: embargo, inhibición general de bienes, indisponibilidad de un bien, etc.
2- Medidas precautorias: su objetivo es asegurar la existencia y certidumbre del derecho de crédito del acreedor, sin
afectar la integración actual o futura del patrimonio del deudor.
3- Medidas de garantía: ver punto siguiente.
4- Medidas de integración: a fin de mantener o recomponer la solvencia del deudor, restituyendo bienes a su patrimonio.
5- Medidas autosatisfactivas: son urgentes y excepcionales, se solicitan y autorizan judicialmente, y tienen por finalidad
ordenar la satisfacción inmediata del interés del acreedor, aun antes de la sentencia definitiva.

11.3 Medidas de garantía del crédito: son seguridades adicionales por las que el deudor reduce el riesgo de
incumplimiento al acreedor.
Los caracteres de las medidas de garantía son:
Voluntarias: provienen del libre acuerdo de partes (fianza, prenda, hipoteca etc.).
Vinculadas con la prestación principal: son accesorias a esta (fianza, hipoteca), pero pueden no serlo (aval).
A través de la garantía se crea un nuevo derecho a favor del acreedor: que se adiciona al que se quiere asegurar.

11.3.2 Distintos tipos de garantías: reales y personales: las garantías pueden clasificarse en:
1. Las garantías personales le otorgan al acreedor el derecho de ir contra la persona del deudor o un tercero que
compromete su patrimonio para dar seguridad al acreedor.
2. Las garantías específicas se constituyen para asegurar el cumplimiento de un crédito determinado e individualizado,
cuyo riesgo se procura acotar, por ejemplo, fianza en el contrato e locación.
3. Las modernas formas de garantía tienen fundamento en la necesidad de percibir créditos de manera expedita, sin
dilaciones ni costos significativos, habilitan la liquidez inmediata.

11.4 Medidas de compulsión: son facultades que adquiere el acreedor a fin de forzar la voluntad del deudor tendiente a
lograr el cumplimiento de su obligación mediante una “amenaza” –legalmente autorizada– dirigida contra su patrimonio
y obviamente no contra su persona.

11.4.2 La cláusula penal: art. 790 del Código: “La cláusula penal es aquella por la cual una persona, para asegurar el
cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena o multa en caso de retardar o de no ejecutar la obligación”.
Campagnucci de Caso (2014) explica que la cláusula penal puede tener dos funciones:
Compulsiva: implica que su contenido gravoso ejerce una especie de presión psicológica sobre el deudor para que este
cumpla de manera voluntaria la prestación;
Resarcitoria: se trata de una forma práctica de determinar a priori el importe de los daños y perjuicios que derivan del
incumplimiento.
Los caracteres de la cláusula penal se pueden sintetizar, conforme Pizarro y Vallespinos (1999), en los siguientes:
Voluntaria: sólo ante previsión expresa de partes.
Accesoria de la obligación principal: tiene como consecuencia que la nulidad de la obligación principal acarrea la nulidad
de la cláusula penal, y la nulidad de la cláusula penal no acarrea la de la principal.
Excepción: la nulidad de la principal no apareja la de la cláusula penal, si esta fue contraída por un tercero para el
supuesto de nulidad de la principal por falta de capacidad del deudor.
Subsidiaria: en las obligaciones con cláusula penal, lo que se debe principalmente es la prestación de la obligación, por lo
que el deudor no puede pretender liberarse del cumplimiento pagando la cláusula penal.
Condicional: toda vez que su existencia depende de que el deudor no cumpla voluntaria y debidamente con la prestación
principal a su cargo.
Interpretación restrictiva: en caso de duda no procede.
Relativamente inmutable: ya que no se puede reclamar una indemnización mayor, aunque se pruebe que el daño fue
mayor, ni el deudor puede pretender una disminución probando que el daño fue menor.
Definitiva: una vez fijada es exigible, ingresa al patrimonio del acreedor.
Preventiva: las partes la estipularon para prever las consecuencias de la mora o del incumplimiento definitivo.
Del artículo 790 se desprende que las clases de cláusula penal son:
Compensatoria: sustituye el valor económico de la prestación principal (la reemplaza) y los daños y perjuicios.
Moratoria: para el supuesto de retardo imputable al deudor, incumplimiento defectuoso o parcial.
Con respecto al objeto de la pena que se consagra en la cláusula penal, el art. 791 habilita que pueda ser una suma de
dinero o cualquier otra prestación que pueda ser objeto de las obligaciones. El Código prevé expresamente la cláusula
penal que garantiza obligaciones de no hacer, y aclara que “el deudor incurre en la pena desde el momento que ejecuta la
prestación a la cual se obligó a abstenerse”.
Si la cláusula penal es compensatoria, rige el “principio de la no acumulación”, pues la regla es que la pena suple o
reemplaza tanto el cumplimiento específico como la indemnización de los daños y perjuicios, de lo contrario se exigiría
dos veces lo mismo.
La extinción de la cláusula penal puede ocurrir por dos vías:
Directa: por cumplimiento de la cláusula penal. Pago la multa estipulada.
Indirecta: por extinción de la obligación principal –por ser accesoria a esta–. En caso de pago parcial o defectuoso de la
prestación o en lugar o tiempo no pactado, siempre que este sea aceptado por el acreedor, el deudor tiene derecho a una
disminución proporcional de la cláusula penal (art. 798).
En este sentido, Campagnucci de Caso (2014) explica que: si ambos son divisibles, y todos los deudores incumplen se
aplica el efecto del artículo, pero si algunos cumplieron nada deben de la pena por la divisibilidad.
Por su parte, el art. 800 prevé una misma consecuencia: cada uno de los codeudores debe la pena por entero, para dos
supuestos:
- Cláusula penal con objeto indivisibilidad.
- Cláusula penal solidaria, pero con objeto divisible.
Art. 801, establece que la nulidad de la cláusula penal no acarrea la de la obligación principal –consecuencia de que lo
accesorio sigue la suerte de lo principal–. Y por el contrario, la nulidad de la principal sí conlleva la de la cláusula penal,
con excepción de que esta haya sido contraída por un tercero, para garantizar la obligación en caso de falta de capacidad
del deudor.

12. Dinámica de la garantía común.


12.2 Acción subrogatoria: medida de integración del patrimonio del deudor
12.2.1 Definición: la acción subrogatoria, indirecta u oblicua es un derecho que la ley le concede al acreedor, cuyo
deudor por negligencia o inactividad no ejercita derechos que le son propios, con lo que desmejora su patrimonio, para
exigirlos judicialmente en su nombre. Por medio de esta acción, el acreedor “se coloca en lugar de” –subroga– su deudor
y ejercita sus derechos.

La importancia de esta acción tiene lugar cuando la prestación adeudada son objetos distintos a una suma de dinero, de lo
contrario, es mucho más eficaz obtener el embargo que impide el empobrecimiento del deudor y le concede al acreedor
preferencia de cobro. Ej.: Ana (deudor 1) compra x cantidad de mercadería para su local comercial a Paula (acreedor) por
la suma de $ 5.000. A su vez, Ana le vendió y entregó la mercadería a María (deudor del deudor) por la suma de $ 8.000,
pero no cobró ni realiza ningún acto a fin de exigir el cumplimiento de su deudora, pues adquirió muchas deudas y no
quiere perder esos ingresos pendientes. En consecuencia, la ley le permite a Paula a demandar a María por la deuda que
esta tiene con Ana, y en caso de vencer en juicio, el monto ingresará al patrimonio de Ana, del que luego Paula podrá
cobrar su crédito.

12.2.2 Fundamento de la acción subrogatoria: “el patrimonio del deudor es la prenda común de los acreedores” y “la
responsabilidad universal del deudor”.

12.2.3 Naturaleza Jurídica: se trata de un instituto complejo, que participa de las características de otras instituciones, sin
identificarse plenamente con ellos. Es una representación legal, en interés del representante.

12.2.4 Caracteres de la acción:


Conservatoria: impide el empobrecimiento del patrimonio del deudor.
Individual: la ejerce cualquier acreedor, y cesa cuando se activa el deudor.
Indirecta: el acreedor actúa en representación del deudor cuyos derechos ejerce.
Facultativa: el acreedor puede optar entre esta y otras herramientas que le concede el ordenamiento.
No subsidiaria: de otras vías que tenga el acreedor.
No es de orden público: las partes pueden pactar que el acreedor no podrá ejercer esta acción o restringir su aplicación.
12.2.5 Condiciones de ejercicio:
1. Con respecto al acreedor del subrogante: ser acreedor del deudor, por un crédito cierto, sea o no exigible, incluso
puede accionar si es a plazo o sujeto a condición.
2. Con respecto al deudor subrogado: debe ser inactivo, en el sentido de ser remiso en cobrar el crédito cierto que podría
incrementar su patrimonio.
3. Relativos al objeto: la regla es que el acreedor puede ejercer todos los derechos y acciones del deudor, salvo los
expresamente excluidos por el art. 741:
o los que, “por su naturaleza o por disposición de la ley, solo pueden ser ejercidos por su titular”. Ej.: personalísimos,
extrapatrimoniales como alimentos futuros.
o los “sustraídos de la garantía colectiva de los acreedores”.
o “las meras facultades, excepto que de su ejercicio pueda resultar una mejora en la situación patrimonial del deudor”.

12.2.6 Efectos de la acción subrogatoria con relación al acreedor, al deudor y al tercero:


Entre acreedor subrogante y su deudor subrogado: se produce una sustitución en los derechos, la gestión beneficia al
deudor, pues los bienes ingresan a su patrimonio. El deudor puede recuperar el ejercicio de sus derechos en cualquier
momento y puede disponer libremente de sus bienes.
Efectos entre subrogante y el tercero: la acción subrogatoria no cambio la obligación existente entre el subrogado y el
tercero. La demanda debe ser por el monto que este le debe al subrogado, ni más ni menos.
Efectos entre el subrogado y el tercero: no cambia para nada la relación entre ellos.
Entre el acreedor subrogante y los demás acreedores del deudor subrogado: quien ejerce la acción subrogatoria no
obtiene ningún privilegio respecto del crédito que intenta cobrar del deudor.

12.2.7 Cesación: la acción subrogatoria cesa en cualquier momento por la actividad del deudor que justificaba su
ejercicio, es decir, que el deudor desplaza al acreedor subrogante y actúa por sí mismo, sin que pueda volverse atrás
ninguna etapa procesal.

12.2.8 Aspectos procesales:


-No se requiere autorización previa.
-Entablada la demanda, se requiere la citación a juicio del deudor para que tome intervención.
-Defensas oponibles: art. 742: “Pueden oponerse al acreedor todas las excepciones y causas de extinción de su crédito,
aún cuando provengan de hechos del deudor posteriores a la demanda, siempre que éstos no sean en fraude de los
derechos del acreedor”.
-En caso de cese de la subrogación: el acreedor puede conservar su intervención en el proceso, con distinta participación,
como tercero.
-El juez competente: es el que lo hubiera sido si el propio deudor hubiera iniciado la acción.

12.3 Acción de simulación: tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o
cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o
transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten.
Las clases de simulación se encuentran receptadas en el art. 334 del Código:
Lícita: cuando el acto simulado no perjudica a nadie, es autorizada por la ley.
Ilícita: si el acto es en sí mismo contrario a la ley o si perjudica a terceros. Acarrea la nulidad del acto.
Otra clasificación, según la extensión de la simulación es en:
Absoluta: no hay nada de real en el negocio;
Relativa: sólo alguno de los elementos es simulado.
Los elementos de la simulación que justifican la acción son los siguientes:
1. Es un verdadero acto jurídico.
2. Requiere un acuerdo simulatorio entre las partes, por el que se aparenta o simula la realidad, o se oculta o disimula.
3. No se agota en el acuerdo simulado, se complementa e integra con el negocio disimulado.
4. El fin de la simulación es engañar a terceros, aun cuando no generen perjuicios.
La acción de simulación tiene por fin lograr que el negocio jurídico sea declarado nulo en sede judicial.
Arts. 345 y 336, respectivamente:
Acción entre partes: no procede ningún tipo de acción entre ellas si el acto es ilícito o perjudica a terceros –, excepto si
las partes no pueden conseguir ningún beneficio con el ejercicio de la acción.
Acción de terceros: cuyos derechos o intereses legítimos son afectados por el acto simulado pueden demandar la nulidad.
Los efectos de la acción de simulación están consagrados en el art. 337 del Código. El artículo contempla dos supuestos:
por un lado, cuando el bien que fue objeto de la simulación es ejecutado a pedido de los acreedores del adquirente, y, por
otro, cuando el ficticio titular lo transmite a un tercero. Concretamente, se dispone que la simulación no es oponible a los
acreedores del adquirente simulado que de buena fe hayan ejecutado bienes comprendidos en el acto.
13. Dinámica de la garantía común.
13.1 Derecho de retención: “la facultad conferida al acreedor para rehusar la entrega de la cosa que tiene en su poder en
virtud de un crédito nacido por esa misma cosa, a los fines de garantizarse el cobro del mismo”. El art. 2.587 reza: “Todo
acreedor de una obligación cierta y exigible puede conservar en su poder la cosa que debe restituir al deudor, hasta el
pago de lo que éste le adeude en razón de la cosa. (…)”.
Las funciones que cumple el derecho de retención son dos:
-Medio de garantía.
-Medio de compulsión y constreñimiento indirecto para que el deudor cumpla.

13.1.2 Condiciones de ejercicio:


1. Tenencia de una cosa: cuya tenencia esté en el comercio, y siempre que deba restituirse y pueda ser embargable.
2. Existencia de un crédito contra el acreedor a la restitución: debe ser cierto y exigible. El acreedor que pretende su
ejercicio debe alegar y probar la existencia del crédito, que se encuentra insatisfecho y que guarda conexión con la cosa.
3. Conexión del crédito con la cosa: es preciso que el crédito se haya generado en virtud de la cosa.
- Por su parte, el art. 2.589 aclara que el ejercicio de la retención no requiere autorización judicial ni manifestación previa
del retenedor.

13.1.3 Caracteres:
Legal: nace de la ley, la cual establece sus condiciones de ejercicio.
Accesorio: depende del crédito que está garantizando.
Facultativo: el acreedor no está obligado a ejercerlo.
No subsidiario: su ejercicio es indiferente de que el acreedor posea o no otras vías de reclamo.
Indivisible: el pago parcial no importa la extinción parcial de este derecho, y el acreedor puede conservar la cosa
retenida. A. 2592: “se ejerce sobre la totalidad de la cosa cualquiera sea la proporción del crédito adeudada al retenedor”.
Transmisible: tanto por acto entre vivos como mortis causa.
Sustituible: el juez puede autorizar que la cosa objeto del derecho de retención sea sustituida por una garantía suficiente.

13.1.4 Derechos y obligaciones del retenedor: art. 2590:


1. “Ejercer todas las acciones de que dispone para la conservación y percepción de su crédito, y las que protegen su
posesión o tenencia con la cosa retenida”.
2. “Percibir un canon por el depósito, desde que intima al deudor a pagar y a recibir la cosa, con resultado negativo”.
3. Finalmente: “Percibir los frutos naturales de la cosa retenida, pero no está obligado a hacerlo. Si opta por percibirlos,
debe dar aviso al deudor. En este caso, puede disponer de ellos, debiendo imputar su producido en primer término a los
intereses del crédito y el excedente al capital”.
Art. 2591:
1. “No usar la cosa retenida, excepto pacto en contrario, en el que se pueden determinar los alcances de dicho uso,
inclusive en lo relativo a los frutos”.
2. “Conservar la cosa y efectuar las mejoras necesarias a costa del deudor”.
3. “Restituir la cosa al concluir la retención y rendir cuentas al deudor de cuanto hubiera percibido en concepto de
frutos”.

13.1.5 Derechos y deberes del deudor propietario de la cosa:


A) Derechos:
1. A ejercer el derecho de propiedad sobre la cosa.
2. A la restitución de la cosa.
3. A oponerse al resurgimiento de la retención en caso de restitución o abandono voluntario del retenedor.
B) Deberes del deudor:
1. Cumplir con la deuda que generó la retención.
2. Abstenerse de turbar la retención.
3. Indemnizar al retenedor por los gastos de conservación, mejoras necesarias y los originados por el depósito.

13.1.6 Efectos del derecho de retención: art. 2592 del Código:


a. “se ejerce sobre toda la cosa cualquiera sea la proporción del crédito adeudada al retenedor”.
b. “se transmite con el crédito al cual accede”.
c. “no impide al deudor el ejercicio de las facultades de administración o disposición de la cosa que le corresponden, pero
el retenedor no está obligado a entregarla hasta ser satisfecho su crédito”.
d. “no impide el embargo y subasta judicial de la cosa retenida, por otros acreedores o por el propio retenedor. En estos
casos, el derecho del retenedor se traslada al precio obtenido en la subasta, con el privilegio correspondiente”.
f. “en caso de concurso o quiebra del acreedor de la restitución, la retención queda sujeta a la legislación pertinente”.
13.1.7 Extinción: art. 2593:
1. “extinción del crédito garantizado”.
2. “pérdida total de la cosa retenida”.
3. “renuncia”: manifestación expresa del acreedor, voluntariedad, de no ejercer el derecho.
4. “entrega o abandono voluntario de la cosa”.
5. “confusión de las calidades de retenedor y propietario de la cosa, excepto disposición legal en contrario”.
6. “falta de cumplimiento de las obligaciones del retenedor o si incurre en abuso de su derecho”.

13.1.8 Transmisibilidad: art 2592, dispone que la facultad de retener se transmite con el crédito al cual accede, lo que se
fundamenta en el hecho de ser accesoria a él.

13.1.9 Posibilidad de sustitución: el juez puede autorizar que la cosa objeto del derecho de retención sea sustituida por
una garantía suficiente, lo que deberá analizar y valorar en el caso concreto.

13.1.10 El privilegio de retenedor en el Código Civil y Comercial en la Ley de Concursos y Quiebras Nº 24.522: por su
parte, la LCQ dispone en el art. 131: La quiebra suspende el ejercicio del derecho de retención sobre bienes susceptibles
de desapoderamiento, los que deben entregarse al síndico, sin perjuicio del privilegio dispuesto por el artículo 241, inciso
5. Cesada la quiebra antes de la enajenación del bien continúa el ejercicio del derecho de retención, debiéndose restituir
los bienes al acreedor, a costa del deudor.

13.2 Privilegios: mientras el patrimonio del deudor tenga suficientes bienes para pagar sus deudas, no se justifica que un
acreedor, aun cuando tenga un privilegio, interfiera en la ejecución de un bien por otro acreedor. Pizarro y Vallespinos
(2014) destacan que el privilegio es objetivo, pues no está determinado por la persona del acreedor, sino que son
concedidos por ley en función de la naturaleza del crédito que se hace prevalecer. Ej.: indemnizatorios, laborales,
alimentarios, etc. El Código define a los privilegios en el art. 2573: “Privilegio es la calidad que corresponde a un crédito
de ser pagado con preferencia a otro…”.

13.2.2 Método del Código Civil y Comercial: Libro Sexto: “Disposiciones comunes a los derechos reales y personales”,
Título II: “Privilegios”, Capítulo 1 consagra las “Disposiciones generales”, y luego en el Capítulo 2 se establecen los
“Privilegios especiales”. Cabe destacar que el Código Civil establecía un régimen complejo, con clasificaciones y reglas
que colisionaban en algunos casos con las normas de la ley de Concursos y Quiebras.
En definitiva, tenemos básicamente dos regímenes que regulan los privilegios:
Código Civil y Comercial: sólo define los privilegios especiales que rigen en los procesos de ejecución individual;
Ley 24.522 de Concursos y Quiebras: regula los privilegios generales y especiales para procesos colectivos –incluso para
sucesorios.

13.2.3 Caracteres:
De creación legal exclusiva: sólo pueden ser previstos por ley, por seguridad jurídica (art. 2574).
Excepcionales: constituyen una excepción al principio de la igualdad de los acreedores.
Restrictivos: no se extienden “a los intereses, ni a las costas, ni a otros accesorios del crédito, excepto disposición legal
expresa en contrario”.
Inseparabilidad del crédito: no pueden ser separados del crédito que garantizan, pues son una calidad de este.
Objetividad: existen independientemente del sujeto que no interesa a los fines de la creación del privilegio.
Accesoriedad: dependen del crédito que garantizan.
Indivisibilidad: art. 2576: “son indivisibles en cuanto al crédito y en cuanto al asiento, independientemente de la
divisibilidad del asiento o del crédito”. Esto produce dos consecuencias:
1. el pago parcial no lo extingue;
2. si se pierde o deteriora parcialmente la cosa asiento del privilegio, este subsiste parcialmente sobre lo que se mantiene.
Transmisibilidad: art. 2576: “la transmisión del crédito incluye la de su privilegio”.

13.2.4 El asiento del privilegio: art. 2573: “es el bien o conjunto de bienes sobre cuyo producido recae el privilegio”, al
disponer que este: (…) puede ejercitarse mientras la cosa afectada al privilegio permanece en el patrimonio del deudor,
excepto disposición legal en contrario y el supuesto de subrogación real en los casos que la ley admite. El privilegio no
puede ser ejercido sobre cosas inembargables declaradas tales por la ley.
Iturbe (2012) explica que como el privilegio puede: (…) ejercitarse mientras la cosa afectada permanece en el patrimonio
del deudor, excepto disposición legal en contrario y el supuesto de subrogación real en los casos que la ley lo prevea de
tal forma.

13.2.5 Subrogación real: el asiento del privilegio es sustituido por otros bienes que ingresan al patrimonio del deudor en
reemplazo de la cosa que constituía el asiento originariamente; cabe aclarar que sólo procede en caso de privilegios
especiales, en la que se reemplaza la cosa.
13.2.6 Naturaleza jurídica: “cualidad del crédito”.

13.2.7 Legítimas causas de preferencia y privilegios:

13.2.8 Fuente legal: sólo pueden ser creados por ley. El art. 2.374 expresamente consagra el origen legal de los
privilegios, y aclara que el deudor no puede crear a favor del acreedor un derecho para ser pagado con preferencia a otro,
sino del modo que la ley lo establece, lo que hace referencia a la posibilidad del deudor de constituir derechos reales de
garantía, como prenda e hipoteca, que le conceden privilegios al acreedor.

13.2.9 Renuncia y postergación: art. 2575 del Código: El acreedor puede renunciar a su privilegio. El acreedor y el
deudor pueden convenir la postergación de los derechos del acreedor respecto de otras deudas presentes o futuras; en tal
caso, los créditos subordinados se rigen por las cláusulas convenidas, siempre que no afecten derechos de terceros. El
privilegio del crédito laboral no es renunciable, ni postergable. Padilla señala que si bien el deudor no puede crear
privilegios, si puede convenir con el acreedor la “postergación”. La renuncia se admite, pues se trata de una preferencia
que favorece al acreedor, y se admite por ser un derecho disponible.

13.2.10 Extensión: art. 2.577 del CCC es claro y resuelve definitivamente la cuestión al establecer que los privilegios
sólo alcanzan al crédito al que otorgan preferencia de cobro, y no se extienden a los intereses, costas, ni otros accesorios,
excepto disposición legal en contrario.

13.2.11 Cómputo: 2.578 determina el modo de contar el tiempo en los casos de privilegios que se conceden por lapsos de
tiempo, como el de los trabajadores, que es por seis meses.

13.2.12 Procesos universales y privilegios generales: arts. 2579 a 2581, y son una consecuencia de lo analizado en la
metodología de los privilegios.

3.2.13 Extinción: puede ocurrir por dos medios:


Directo: sólo se extingue el privilegio, no el crédito. Son medios de este tipo: renuncia, pérdida o destrucción total.
Indirecto: por extinción del crédito al que conceden preferencia. Puede ser por cualquiera de los modos extintivos
previstos en el Código: pago, compensación, confusión, etc.

13.3 Clasificación de los privilegios:


13.3.2 Privilegios generales y especiales:

13.3.3 Los privilegios especiales en el Código Civil y Comercial: art. 2.582 del Código:
a. los gastos hechos para la construcción, mejora o conservación de una cosa, sobre esta.
b. los créditos por remuneraciones debidas al trabajador por seis meses y los provenientes de indemnizaciones por
accidentes de trabajo, antigüedad o despido, falta de preaviso y fondo de desempleo.
c. los impuestos, tasas y contribuciones de mejoras que se aplican particularmente a determinados bienes,
d. lo adeudado al retenedor por razón de la cosa retenida,
e. los créditos garantizados con hipoteca, anticresis, prenda con o sin desplazamiento, warrant y los correspondientes a
debentures y obligaciones negociables con garantía especial o flotante;
f. los privilegios establecidos en la Ley de Navegación, el Código Aeronáutico, la Ley de Entidades Financieras, la Ley
de Seguros y el Código de Minería.
La extensión de los privilegios especiales sigue la regla antes expuesta, art. 2583:
1. “los intereses por dos años contados a partir de la mora, de los créditos laborales mencionados en el inciso b) del
artículo 2.582”.
2. “los intereses correspondientes a los dos años anteriores a la ejecución y los que corran durante el juicio,
correspondientes a los créditos mencionados en el inciso e) del artículo 2.582”: hipoteca, prenda, warrants, anticresis,
debentures, obligaciones negociables con garantía especial o flotante.
3. “las costas correspondientes a los créditos enumerados en los incisos b) y e) del artículo 2582”: laborales y del artículo
anterior;
4. “los créditos mencionados en el inciso f) del artículo 2582, cuya extensión se rige por los respectivos ordenamientos”:
Art. 2584 “El privilegio especial se traslada de pleno derecho sobre los importes que sustituyen los bienes sobre los que
recae, sea por indemnización, precio o cualquier otro concepto que permite la subrogación real”. Esto implica, por
ejemplo, que si se vende el automotor sobre el que recaía el asiento de la prenda, el valor que ingresa al patrimonio del
deudor en su lugar queda afectado por idéntico privilegio especial; lo mismo ocurriría si el automotor es robado, y el
propietario recibe una indemnización de la compañía aseguradora.
Es importante tener presente que cualquier acreedor con crédito con privilegio especial, antes de cobrar el producido del
bien asiento del privilegio, se verá afectado por la disminución correspondiente a la denominada “reserva de gastos” del
art. 2581.
De conformidad a esta norma, antes de pagarle al acreedor se deberá realizar la reserva de gastos para pagar:
1. Gastos de su conservación, custodia, administración y realización.
2. Gastos y los honorarios generados por las diligencias y tramitaciones llevadas a cabo sobre el bien y en interés del
acreedor.

13.3.4 Clasificación de los privilegios en la Ley de Concursos y Quiebras 24.522: se ocupa de la regulación de los
privilegios en el Capítulo I, del Título IV. Los créditos con privilegio en el concurso mantienen tal calidad en caso de
quiebra. Se trata de un sistema cerrado, pues, de acuerdo con el art. 239, sólo se aplican los privilegios previstos en esa
ley, a excepción de los tres casos expresamente consagrados: Ley de Entidades Financieras, Seguros y Código
Aeronáutico.
Los créditos en caso de concurso o quiebra se dividen en:
Gastos de conservación y justicia: son los créditos contra la masa: que es una entidad ideal que se forma una vez que el
fallido o concursado es desapoderado de sus bienes.
Créditos contra el deudor: son anteriores a la apertura del concurso o la quiebra, y pueden ser de tres tipos:
1. Con privilegio especial: art. 241 LCQ:
o Gastos hechos para la construcción, mejora o conservación de una cosa;
o Remuneraciones debidas al trabajador por 6 meses; indemnizaciones por accidente de trabajo, antigüedad, despido,
falta de preaviso o fondo de desempleo;
o Impuestos y tasas que se aplican particularmente a determinados bienes;
o Créditos garantizados con hipoteca, prenda, warrants;
o Créditos de leyes especiales.
2. Con privilegio general: art. 246 LCQ: son satisfechos con la mitad del total de los bienes del deudor, excluidos los que
constituyan créditos con privilegio especial y gastos de conservación y justicia. Son:
o Remuneraciones y subsidios familiares debidos al trabajador por 6 meses, indemnizaciones de accidentes de trabajo,
antigüedad, despido, falta de preaviso o fondo de desempleo, vacaciones, SAC;
3. Créditos quirografarios: art. 248 LCQ: son los que no tienen ningún privilegio, y comprende a los que:
o Nacen como tales.
o Devienen en tales: en el caso del remanente cuando no se alcanza a cubrir el monto total del privilegio.

13.4 Conflicto de Privilegios: tiene lugar cuando el patrimonio del deudor no alcanza para cubrir la totalidad de sus
deudas, y concurren diferentes acreedores con privilegios de diferente categoría, clase o rango, que impone la necesidad
de determinar, entre los créditos privilegiados, cuál prevalece o cuál es el orden para pagar; (art. 2.586) el último inciso
dispone: “si concurren créditos comprendidos en un mismo inciso y sobre idénticos bienes, se liquidan a prorrata”, lo que
importa que con el producido se pagará en partes iguales a todos los acreedores.
Sin embargo, también dispone excepciones a la primera regla que tienen lugar en los casos:
1. los créditos mencionados en el inciso f) del artículo 2.582 tienen el orden previsto en sus respectivos ordenamientos:
hace referencia a los creados por otras leyes especiales (Navegación, Seguros, etc.);
2. el crédito del retenedor prevalece sobre los créditos con privilegio especial si la retención comienza a ser ejercida antes
de nacer los créditos privilegiados: aplicación de la regla: primero en el tiempo, mejor en el derecho;
3. el privilegio de los créditos con garantía real prevalece sobre los créditos fiscales;
4. los créditos fiscales y los derivados de la construcción, mejora o conservación, incluidos los créditos por expensas
comunes en la propiedad horizontal, prevalecen sobre los créditos laborales posteriores a su nacimiento;
5. los créditos con garantía real prevalecen sobre los créditos laborales.

13.4.2 Conflicto entre acreedores con privilegios especiales en la Ley de Concursos y Quiebras 24.522:
1. Gastos de conservación y justicia: primero los del art. 244 (por ejecución de bienes asiento de privilegios especiales) y
luego los del art. 240 (demás gastos generales del concurso o quiebra).
2. Privilegios especiales: art. 241.
3. Luego de pagados los anteriores, el remanente se divide en dos para pagar:
a. con el 50%: a los créditos con privilegio general.
b. con el otro 50%: a los créditos quirografarios y a los que quedaron sin pagar de los casos anteriores.

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