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Apocalipsis 17

Versículos 3-18

Nos encontramos nuevamente, estimado amigo, amiga oyente para considerar


algunos temas de máxima importancia, acerca de ¡nuestro futuro, de su futuro! El
tiempo, nos parece, transcurre tan deprisa, porque tanto los adultos, los jóvenes e
incluso los niños, todos vivimos al ritmo acelerado y vertiginoso de nuestra
actualidad. Tanto es, que el muy conocido dicho, "el tiempo es oro" se ha hecho
una realidad comprensible, como nunca antes en la historia de nuestro mundo.

A nuestro alrededor hay mucha inseguridad. La mayoría de las noticias, no son


"buenas noticias". ¿Qué nos deparará el futuro a nivel personal, hoy, mañana,
dentro de un año o diez? Algunas personas leen y confían en su horóscopo diario;
otras acuden a adivinos, a la bola de cristal, los posos del café, el peligroso tablero
de la uija, y tantos otros supuestos sistemas de información "paranormal", para
saber el qué, el cómo, el cuándo y el dónde, para tomar decisiones importantes en
sus vidas. Hoy vamos a continuar hablando de un tema fascinante, terrible y sin
embargo, también esperanzador. Continuaremos considerando las profecías del
libro de Apocalipsis, que desvelan el futuro de la Humanidad, y de nuestro planeta
Tierra. Le invitamos a prestar atención, por unos minutos, a unos textos muy
antiguos, pero de plena actualidad.

Habíamos llegado en el programa anterior al capítulo 17 del libro de Apocalipsis, y


para refrescar nuestra memoria, leeremos nuevamente los versículos 3 al 5 de este
capítulo 17 que dicen:
3 Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia
escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. 4 Y
la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras
preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y
de la inmundicia de su fornicación; 5 y en su frente un nombre escrito, un misterio:
BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS
ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

Al regresar a este texto, vamos a resaltar varios detalles significativos de este


pasaje. El apóstol Juan, el autor de estas visiones proféticas, vio a una mujer
sentada sobre una bestia escarlata. Esa gran Bestia ha sido identificada en el
capítulo 13 como el Anticristo, el que llegará a ser el gobernante y dictador
mundial, y el que logrará restaurar el antiguo Imperio Romano, un conjunto de 10
naciones. Llegará al poder mundial de una manera asombrosa, con promesas que
no podrá cumplir; ofrecerá la paz mundial, la justicia universal, y todas las
naciones, fascinadas, atraídas por su carisma y simpatía personal, le apoyarán en
esta supuesta labor social y política. Pero, llegado al poder, el gobernante se
transformará. Será un dictador que perseguirá sola y exclusivamente sus propios
fines y beneficios, instaurando un régimen de terror, especialmente contra aquellos
que cuestionan su proceder.

Hemos visto anteriormente que la mujer en este texto representa un nuevo sistema
religioso universal, una única supuesta" iglesia" que será más una agrupación de
personas y entidades muy diversas, que nombrarán a Dios como "alguien", pero
no con los valores absolutos de Las Sagradas Escrituras. Tampoco predicarán la
salvación gratuita y eterna, ni el perdón de pecados por gracia y fe en Jesucristo y
en Su obra en la cruz. Esa "iglesia falsa" no mencionará que todo hombre tiene
que tomar una decisión a favor o en contra de Dios, que hay una Eternidad con
Dios, o sin Dios. Ese sistema religioso, mundial, establecerá su centro en Roma, la
ciudad sobre las siete colinas. Horacio escribió: "Los dioses miran con favor sobre
las siete colinas". Y Ovidio agregó: "Pero Roma mira alrededor de todo el globo
desde sus siete colinas; el asiento de su imperio y el domicilio de los dioses". San
Agustín, por su parte, lo expresó de la siguiente manera: "Babilonia es una forma
de Roma, y Roma es una Babilonia postrera". La mujer ramera, que significa
"prostituta", es aquí la representación de un sistema religioso único y oficial que
existirá durante la primera parte del período de la Gran Tribulación. Recordemos,
que, por los textos bíblicos que ya vimos anteriormente, ese período de la Gran
Tribulación serán siete años, divididos en dos bloques de unos tres años y medio
aproximadamente. Este período comenzará a partir de un evento desconcertante:
alrededor de todo el planeta y en un mismo instante, desaparecerán millones de
personas; ocurrirá, y el desconcierto será tan grande, como incomprensible. Ese
evento la Biblia lo denomina "el arrebatamiento de la iglesia"; es decir que Dios
quitará, de manera sobrenatural, a aquellas personas que, a Sus ojos, son
creyentes auténticos y fieles a Jesucristo, a quién han aceptado, personalmente, en
sus corazones, como su único Salvador y Señor. No importará su procedencia o a
qué tipo de iglesia asistían. Dios los quitará, los salvará, para que no tengan que
padecer los siguientes siete años bajo el terror de los anunciados y profetizados
juicios justos, que irremisiblemente caerán sobre esta Tierra. La llamada "iglesia
apóstata" universal, comenzará a actuar como una iglesia "sustituta" a partir de
ese evento, y por tres años y medio, será el sistema religioso que dominará y
controlará al reavivado Imperio Romano. Más adelante veremos que el dictador
mundial, en el segundo período, que son los últimos tres años y medio de la Gran
Tribulación, será proclamado como única autoridad política, pero también
espiritual. Como a los antiguos emperadores, se le adorará como un "mesías
encarnado", como a una deidad. El versículo 5 que ya leímos, del capítulo 17 de
Apocalipsis, dice:

. . . . un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y


DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

En el Antiguo Testamento, recordemos, concretamente en el libro de Génesis


capítulo 11, leímos como bajo el rey Nimrod se construyó la Torre de Babel, en un
intento de llegar al Cielo, para estar a la altura de Dios. Allí comenzó la confusión
de lenguas y la dispersión de la gente. Se la considera a Babilonia la cuna y la
fuente de toda religión falsa; la rebelde Babilonia representa en La Biblia, a todos
los credos y las prácticas antagonistas a cualquier cosa relacionada con Dios, Sus
leyes y mandamientos.

La "verdadera" Iglesia de Dios es un misterio que no fue revelado en los tiempos


del Antiguo Testamento. Y la "iglesia" que se menciona en este primer período de
la Gran Tribulación, en Apocalipsis 17, en ningún momento fue llamada "iglesia"
en el Nuevo Testamento. Se la denomina con un término que ilustra su práctica
seudo-religiosa: es llamada ? una ramera, una prostituta, porque se prestará a
alianzas y acuerdos con los poderes políticos y fácticos, incorporando filosofías y
prácticas totalmente contrarias a las leyes éticas, morales y espirituales, diseñados
por el Creador. Porque, recordemos, la "verdadera" Iglesia ya ha dejado la
Tierra, ya se encuentra en el Cielo, en la presencia de Dios. Una buena pregunta
es: y ¿qué sucederá a aquellos que aparentaban ser cristianos, y hasta eran
miembros de alguna iglesia cristiana, pero que fueron "dejados atrás"? Lo hemos
comentado anteriormente: según La Palabra de Dios, todos los que quedaron en la
Tierra y no fueron llevados por Dios al Cielo, en el "arrebatamiento de la Iglesia",
ellos sufrirán el período de la Gran Tribulación. El sistema religioso, que se
llamará a sí mismo "la iglesia global, universal" continuará unos tres años y
medio; al principio actuará bajo la benevolencia del dictador mundial, pero en el
segundo período, durante los últimos tres años y medio de la Gran Tribulación,
también será perseguida, y martirizados aquellos que no aceptarán la auto-
proclamada deidad del Anticristo. Esa iglesia apóstata, la "anti-iglesia" será la
antítesis de la "verdadera Iglesia", la cual es la esposa de Jesucristo. Es el misterio
Babilonia, porque así ha sido denominada, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y
DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

El apóstol Pablo nos dice en su Segunda Epístola a los Tesalonicenses, capítulo 2,


versículo 7: "Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay
quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio."
Continuamos con el versículo 6 de este capítulo 17 de Apocalipsis, leemos:
6Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de
Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.

Esta es la primera vez que Juan, el autor emite un observación tan personal: se
siente verdaderamente asombrado. Él había observado muchas escenas terribles,
dramáticas, pero también asombrosas y sobrecogedoras. Vio las maravillas del
Cielo, escuchó el canto y la música de millones que adoraban y alababan al Señor
Jesucristo, como el Redentor, el Salvador y el Señor, pero también vio las
devastadoras plagas, enfermedades, terremotos, la destrucción y demás juicios,
caer sobre la Tierra, pero ahora expresa su gran asombro. Esa organización que se
denominará a sí misma "iglesia" mundial, universal, es calificada por Dios como
apóstata, promiscua y totalmente alejada de Su Palabra, de los mandamientos y
leyes de Dios. Recordemos que será un sistema compuesto por muchas religiones.
Esta seudo iglesia estará como "ebria" por el poder y el dominio que ha adquirido
en poco tiempo sobre toda la Tierra, causará mucho sufrimiento, hará pasar a los
que acepten a Jesucristo como su Salvador por una durísima persecución
diabólica, e incluso inducirá al martirio a aquellos santos. Esa será la sangre de los
mártires de Jesucristo derramada durante ese período, escribe el apóstol Juan.
Habrá muchas personas que buscarán "el camino, la verdad y la vida", en ese
caótico período de la Tribulación; muchas clamarán a Dios, pero se encontrarán
con que tendrán que ir a Jesucristo primeramente, "porque nadie puede ir al
Padre, sino por mí", dijo el Señor Jesús, en el evangelio de Juan, capítulo 14,
versículo 6. Muchos "casi-creyentes", y otros, que no se dejarán cegar por las
promesas y propuestas del Anticristo y de esa seudo-iglesia universal, recibirán el
perdón de sus pecados, y aceptarán el regalo de la salvación eterna; serán hechos
hijos de Dios, a pesar de los peligros y privaciones a los que se expondrán, por su fe
en Jesucristo.
Al diferenciar el apóstol Juan "la sangre de los santos", de "la sangre de los
mártires de Jesús" creemos que se refiere a los santos de los tiempos del Antiguo
Testamento, y los mártires de Jesús, a los santos del Nuevo Testamento. Esto
indica que el término "Babilonia" implica más que un solo credo o fe; es una
amalgama, la suma de todas las religiones reunidas, que será la religión oficial de
aquellos "dejados atrás", al producirse "el arrebatamiento" de los creyentes fieles
en Jesucristo. Babilonia fue la cuna de idolatría, fue donde comenzó a construirse
la Torre de Babel; todo ese reino fue antagónico contra Dios, y el pueblo judío, el
pueblo de Dios fueron llevados allí en cautiverio, como esclavos; toda la historia
del profeta de Daniel transcurrió en Babilonia, donde Dios le salvó reiteradas
veces, como también a sus tres amigos que no quisieron adorar a la estatua del rey
Nabucodonosor. Continúa Juan su relato en el versículo 7:
7 Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de
la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos.

Hasta ese momento, el apóstol Juan había observado con más detenimiento a la
mujer, a la gran ramera, que es figura de la iglesia universal, pero ahora el ángel le
dará la explicación sobre la gran Bestia. Veamos ahora lo que nos dicen los
versículos 8 al 10 de este capítulo 17 de Apocalipsis:
8 La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición;
y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la
fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era
y no es, y será. 9 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son
siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, 10 y son siete reyes. Cinco de ellos
han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que
dure breve tiempo.

Veremos estos tres tiempos aquí mencionados: la bestia que era, habla del pasado
histórico del Imperio Romano; y no es, se refiere a la condición actual de aquel
imperio fragmentado que ha sido desparramado por las naciones de Europa. "Y
está para subir del abismo", esto indica que volverá a resurgir el Imperio Romano,
instigado y fomentado por el gobernante mundial, quien recibirá una fortaleza
sobrenatural de Satanás, el dragón, o la serpiente antigua, mencionada en el
capítulo 12. Muchos personajes históricos intentaron reunir las piezas de ese
poderoso impero; Carlomagno, Napoleón, Hitler y Mussolini, entre ellos. La gran
Bestia, el Anticristo, lo conseguirá.

Ahora, cuando dice: "La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del
abismo e ir a perdición . . . e ir a perdición" indica la subsiguiente destrucción del
Imperio Romano por la próxima venida de Cristo. La reaparición del Imperio
Romano con gran poder, ganará la admiración del mundo. Las naciones
respetarán y adorarán al Anticristo por su brillantez. Los santos de Dios, que
sobrevivirán en esos días, tendrán la mente del Espíritu Santo, y una comprensión
profunda de las verdades espirituales. Juan escribió en su primera epístola,
capítulo 2, versículo 27: "Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece
en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción
misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha
enseñado, permaneced en él."
La mención de siete reyes. Cinco de ellos han caído es interpretada por algunos
eruditos excelentes, como lo son Newell y Govett, como cinco personajes
gobernantes, y presentan la siguiente lista: "Julio César, fue asesinado. Tiberio fue
envenenado, o ahogado. Calígula, asesinado. Claudio, envenenado, y Nerón se
suicidó. Esos son los cinco reyes y la mención de: "uno es", se cree que es una
referencia al emperador Domiciano, vivo en la época de Juan, pero asesinado unos
años más tarde. "Y el otro aún no ha venido"; esto sería el gobierno del futuro
Anticristo."

Otros expositores bíblicos dicen que los reyes representan a grandes potencias
mundiales: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia, Roma y el futuro Imperio
Romano reavivado.

Continuemos leyendo los versículos 11 al 14 de este capítulo 17 de Apocalipsis:


11La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la
perdición. 12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han
recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con
la bestia. 13 Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad
a la bestia. 14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es
Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y
fieles.

Juan escucha la explicación del ángel: "Es también el octavo, y es de entre los
siete." Esto relaciona al Anticristo con el regreso del restaurado Imperio Romano.
Es la octava cabeza en estos siete, pero aun así es uno de los siete, al restaurar la
última forma de gobierno a Roma. "Los diez cuernos", lo mencionamos
anteriormente, serán diez naciones, y son los mismos que describe el profeta
Daniel, en el capítulo 7, versículo 7.

La Bestia generalmente significa el Imperio Romano, pero también es la última, o


la octava cabeza, es decir, el emperador, como persona, como individuo, a aquel
que será el Anticristo. Cuando él llegue al poder, ya lo vimos en las profecías de
Daniel, capítulo 7, el Anticristo, el pequeño cuerno, dominará a tres cuernos, es
decir, a tres reyes.

Leamos los versículos 15 al 18 de este capítulo 17 de Apocalipsis:


15Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos,
muchedumbres, naciones y lenguas. 16 Y los diez cuernos que viste en la bestia,
éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus
carnes, y la quemarán con fuego; 17 porque Dios ha puesto en sus corazones el
ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se
cumplan las palabras de Dios. 18 Y la mujer que has visto es la gran ciudad que
reina sobre los reyes de la tierra.

La ramera, este gran sistema religioso que dominará con mucho poder sobre los
pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas durante los primeros tres años y
medio de la Tribulación, caerá en desgracia, y poco a poco, será aborrecida,
relegada y desprovista de su autoridad por el Anticristo y los reyes;
Los diez cuernos, que representan a los diez reyes, y que gobernarán sobre las
diferentes divisiones del Imperio Romano, ellos entregarán sus reinos a la Bestia.
Este hecho solidificará al reavivado Imperio Romano y le permitirá a la Bestia, el
carismático líder prometedor de paz, estabilidad y justicia, es decir, el Anticristo,
elevarse a sí mismo como un dictador mundial. Por un período el Anticristo estará
dispuesto, por conveniencia, a compartir su lugar de poder y exaltación con "la
ramera", la iglesia universal, ese conglomerado de filosofías, pensamientos y
prácticas que reunirá a todas las religiones y sectas bajo su auspicio. Los diez reyes
se unirán al Anticristo para destruir el poder de esta "iglesia. El Anticristo no sólo
quebrantará su pacto con Israel, sino que también romperá su relación con la
iglesia apóstata de una forma violenta y cruel.

La falsa iglesia será destruida por el Anticristo. En esto, el Anticristo y sus diez
aliados cumplirán las profecías de la Palabra de Dios. Dios, muchas veces ha
permitido que sus enemigos ocupen una posición que al final impulsará Sus
propósitos y proyectos, cumpliendo así Su perfecto plan en la historia de la
Humanidad. El profeta Isaías, en el capítulo 10 nos ofrece un claro ejemplo de
cómo Dios usó a los asirios, para cumplir Su propósito. De la misma manera, el
emperador César Augusto dictó la ley de empadronamiento para recaudar los
impuestos, que obligó a la virgen María y a José a viajar hasta la pequeña aldea de
Belén, para que se cumpliesen las profecías de la Escritura.

Eliminado el sistema religioso de la falsa iglesia apóstata, el camino quedará libre,


y con la ayuda de su Falso Profeta, el Anticristo logrará ser aclamado y adorado en
todo el mundo.

El final de la iglesia apóstata será terrible, pero justo. Sin embargo, esto no
mejorará la situación espiritual, porque entonces comenzará el período más
tenebroso para la historia del mundo; el reino mundial y la religión del Anticristo
serán la hora más oscura que la Tierra haya conocido jamás.

Vamos a detenernos aquí por hoy, y continuaremos con este mismo interesante
tema en nuestro próximo estudio, al cual le invitamos muy cordialmente. ¡Que
Dios bendiga Su Palabra, y la haga florecer, en cada corazón que busca el camino,
la verdad, y la vida!

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