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Desde la biología, un ecosistema es el conjunto de especies de un área

determinada que interactúan entre ellas y con su ambiente. Un ecosistema de


aprendizaje, en consecuencia, es el conjunto de seres (tanto los actores como
los elementos físicos) que intervienen en este proceso e incluye las relaciones
que ocurren entre ellos y con su entorno. En este ecosistema las tecnologías se
incorporan a través de diversos elementos (dispositivos, recurso multimedia,
programas, etc.) que tiene un gran potencial favorecer aprendizaje, movilizando
las relaciones entre los actores y su contexto. De esta manera, se convierte en
un ecosistema digital de aprendizaje.
Imaginemos una clase como un ecosistema digital de aprendizaje. Ahí
encontramos:
• Actores: Son el grupo de estudiantes, uno o más docentes, auxiliares, etc.

• Recursos: Se incluyen tanto los recursos físicos (mesas, sillas, libros, lápices,
pizarra, etc.) como los digitales (tabletas, computadora, proyector, etc.).
 Contexto: Se refiere a un conjunto las características físicas, sociales,
culturales, económicas, etc. del lugar donde interactúan los actores en un
momento específico. El contexto puede ser rural o urbano, puede ser
bilingüe, etc.

 Relaciones: Es la parte más interesante del ecosistema, pues hace


referencia a cómo interactúan los actores entre ellos, con los recursos y
el contexto.
 La noción de ecosistema de aprendizaje nos invita a pensar de manera
sistémica en las múltiples posibilidades de interacción entre todos estos
elementos y, cuando hablamos de ecosistemas digitales, vemos que
estas posibilidades se amplifican y diversifican.

La noción de ecosistema de aprendizaje nos invita a pensar de manera


sistémica en las múltiples posibilidades de interacción entre todos estos
elementos y, cuando hablamos de ecosistemas digitales, vemos que estas
posibilidades se amplifican y diversifican.
Prisma pedagógico.- Veamos cómo el “triángulo pedagógico”, conformado por
el estudiante, el docente y el contenido, se transforma en un “prisma pedagógico
digital” cuando se incorporan las tecnologías:

Cuando introducimos un dispositivo móvil, una tableta digital o una computadora


en clase las relaciones de los actores con los contenidos educativos se
modifican:
La relación entre el estudiante y los contenidos se modifica, pues el estudiante
deja de ser un actor pasivo frente al contenido y ahora tiene la posibilidad de
acceder directamente a recursos como videos, simulaciones y lecturas, así como
a herramientas como procesadores de texto, cámara digital, calculadora, etc. En
este nuevo prisma pedagógico, el contenido digital actúa como mediador del
conocimiento entre estudiantes y docentes.

Al mismo tiempo, la relación entre docente y el contenido también se transforma


pues el docente deja de ser el que posee y distribuye el contenido y, más bien,
puede ser el seleccionador de contenidos y actividades que pone a disposición
de manera personaliza a para los estudiantes, a través de una plataforma, como
un Aula Digital.
Experiencias de aprendizaje y roles en el ecosistema de aprendizaje digital

Los roles tradicionales del docente como proveedor y del estudiante como
receptor se han vuelto obsoletos en el ecosistema de aprendizaje actual. Como
hemos visto en la transformación del prisma pedagógico, ahora, ambos actores
pueden acceder a diversas fuentes y formatos de contenidos.

Por otro lado, los recursos digitales promueven nuevas relaciones entre el
estudiante, el contenido y el docente. En el siguiente gráfico, se ilustra cómo los
estudiantes pueden conectarse individualmente a contenidos digitales, pero
también pueden conectarse entre ellos y generar nuevas prácticas de
intercambio y construcción colaborativa, con la mediación del docente.

¿Qué nuevas experiencias de aprendizaje pueden surgir en este prisma


pedagógico?

Es importante observar que, en este prisma pedagógico digital, las prácticas de


creación individual y de aprendizaje colaborativo tiene nuevas posibilidades con
el apoyo de herramientas que facilitan la comunicación, la gestión de la
información y la creación de contenidos. Con ello, tenemos la oportunidad de
reforzar los recursos con los que el estudiante puede aplicar un nuevo
conocimiento o transformarlo usando aplicaciones digitales. También pueden
entrenarse en la resolución de problemas a través de video juegos o
simulaciones, probando sus propias estrategias, equivocándose y encontrando
nuevas soluciones. Finalmente, las herramientas de comunicación nos permiten
ofrecer ayuda, socializar las experiencias, motivar de manera individualizada o
grupal.

Las prácticas que se pueden crear en este ecosistema enriquecido con TIC
pueden atender de manera más personalizada las necesidades de los
estudiantes, facilitando que un estudiante revise un contenido siguiendo su
propio ritmo, mientras otro estudiante, que alcanzó los aprendizajes esperados,
avanza en la exploración de otros contenidos. Entonces, vemos cómo el acceso
al conocimiento no solo se diversifica y adapta a los ritmos de su usuario,
además pueden manipularlos y transformarlos según sus necesidades.
¿Roles necesitan asumir docentes y estudiantes en el ecosistema de
aprendizaje digital?

La integración de TIC, por sí misma, no introduce ningún cambio sustantivo en


el aprendizaje, a condición que los usuarios tengan la actitud y las competencias
para aprender a aprender en este entorno enriquecido. Por ello, es un requisito
que nos adaptemos y desarrollemos competencias para aprovechar los nuevos
actores, medios y relaciones en el ecosistema de aprendizaje digital.
Este ecosistema requiere que los actores asuman roles activos:

El docente es un diseñador de experiencias, un curador de contenidos y un


mediador de los procesos de aprendizaje de sus estudiantes.
El estudiante es el protagonista de su propio aprendizaje. Debe
responsabilizarse de perseguir sus metas, movilizar sus recursos personales,
monitorear su aprendizaje, en interacción con sus docentes y compañeros.

Para los docentes, implica cambiar un paradigma sobre su rol docente. El


docente deja de ser un transmisor de contenidos para convertirse en un
diseñador y mediador de experiencias de aprendizaje. La exposición pasiva y
memorística de contenido tiene las horas contadas, pues no aporta al desarrollo
de las habilidades del siglo XXI. Sólo desde este rol puede convertir a las TIC en
aliadas que generen situaciones retadoras para sus estudiantes y apoyar su
propio crecimiento personal y profesional.

Así como estudiantes y docentes se ven favorecidos con la incorporación de las


TIC en ecosistema de aprendizaje, también existe otro beneficiado directo: el
aula de clases. Las cuatro paredes del aula rompen sus barreras físicas para
que el aprendizaje sea ubicuo, en cualquier momento y lugar, como ocurre en la
vida cotidiana. La escuela, en este terreno, tiene un espacio para experimentar
y generar propuestas conectadas con la realidad y los intereses de los
estudiantes

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