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Los curas obreros por antonomasia -los llamados entonces así- fueron una
realidad de mediados del siglo XX que se propuso en Francia y, desde allí, se
extendió a otros países, sobre todo latinos. Tal como se definió esa opción en
sus orígenes franceses, se partía de la base -explícita- de que el socialismo era
el sistema político y económico más adecuado al cristianismo. Se pensaba,
además, que los curas no sólo tenían que estar a disposición de cualquier
persona, sino que la mejor manera de conseguirlo era que fuesen ellos mismos
una persona como otra cualquiera y que, para lograrlo en relación con los
obreros, bueno era hacerse obrero en el sentido más estricto: seguir diciendo
misa, pero colgar la sotana y ponerse un mono, buscar trabajo a jornal y
ganarse el pan de esa forma. Todo eso suscitó enseguida un problema, y es
que se comprobó que un cura que se ponía a trabajar en una fábrica no podía
atender la parroquia como lo había hecho hasta entonces.
En mi opinión pienso que los curas obreros intentaron palpar la realidad que
vive un obrero adentrándose en su mundo. Dedicar una parte de su tiempo a
estos trabajos dejando de lado lo que le imponían las doctrinas religiosas que
según mi punto de vista debían haber respetado pues siguieron el camino del
sacerdocio, el cual tiene obligaciones que deben ser cumplidas sin
cuestionamientos. La idea me pareció buena pero va en contra de lo que
imponen las obligaciones sacerdotales. El hecho de trabajar como obreros
implicaba dejar de lado su tiempo al servicio de los fieles en sus iglesias, lo
cual no debe ser asi pues se les encarga el cuidado de las ovejas.
En las primeras sesiones la Curia romana intentó imponer sus puntos de vista
centralizadores y orden del día, pero se encontró con una fuerte resistencia, la
mayoría de los padres conciliares deseaban una renovación en profundidad de
la Iglesia. Así surgió el choque entre una tendencia conservadora y otra
renovadora, aunque el enfrentamiento no era nuevo en la historia de los
concilios, ya que en Trento se puede detectar la posición conservadora del
episcopado italiano y la renovadora del español y en el Concilio Vaticano I una
minoría de los padres conciliares llega a abandonar el aula conciliar para no
votar la Constitución que definía la infalibilidad pontificia; la Curia intento hacer
prevalecer un principio de autoridad y de unanimidad, pero el papa no lo
admitió: “Un Concilio no es un grupo de monjes cantando a coro”, se dice que
comentó, con su humor de aldeano, sonriendo. Con el apoyo del papa
quedaron canonizadas todas las discusiones y todas las tensiones como algo
lógico y normal. Además, el borrador final de las reformas cuyo texto debía ser
aprobado por la asamblea, solo la curia conocía su contenido y las 200 mil
copias habían sido impresas en la imprenta del Vaticano en total secreto en
latín, idioma que no era conocido por todos. Hubo presiones para realizar
traducciones del mismo. La curia romana y la secretaria del concilio no querían
que hubiera traducciones simultaneas dado que tampoco estaban bien
equipados para ello pero la realidad era que querían contar con una ventaja
manteniéndolo en latín, con el fin de limitar los debates en un idioma que no
todos los obispos entendían bien, pero la maniobra resulto un fracaso porque
poco a poco los padres conciliares empezaron a intercambiar ideas,
organizaron comités y multiplican sus contactos. La curia se ve desbordada y al
concluir la primera sesión el monopolio del poder de la administración romana
llega a su fin
5) ¿En qué cuestiones hubo una rápida coincidencia entre los Padres
Conciliares?
- “no voy a hablar de Dios como una idea, sino de la vida de mi vida, del amor
de mi vida”
Hay muchos sitios donde la religión no se fue nunca a diferencia del retorno en
Europa, por lo tanto tenemos la responsabilidad todos de registrar lo que se
nos esta proponiendo desde las ciencias humanas y de preguntarnos
justamente como esa experiencia religiosa, ese retorno a lo sagrado tiene que
ver con la razón del hombre para que sea humano, porque si no tiene que ver
con la razón y si no cumple la razón, no es humano y no nos interesa.
Todos presentimos, tenemos esa cuestión “algo habrá”. ¿Se le puede dar
nombre a eso que todos oscuramente presentimos? Y Habría que hacernos la
pregunta si ese Dios ha querido desvelar su nombre. Y lo ha hecho como el
logos razón y como caritas como amor y podemos citar características de Dios
como: amor e inteligibilidad razón.