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Leidy Tatiana Velásquez Ramírez

CFM, Empirismo
Parcial 1
1. Para entender la distinción entre cualidades primarias y secundarias, tanto metafísicamente
(en relación a sus circunstancias materiales) como perceptualmente (en relación con las ideas
que provocan en la mente) se debe entender, primero, qué diferencia una idea de una cualidad.
Así, Locke afirma: “todo aquello que es objeto inmediato de percepción, de pensamiento o
de entendimiento, a eso llamo idea; y a la potencia para producir cualquier idea en la mente
la llamo cualidad del sujeto en quien reside ese poder” (pp. 112;113 §8). Por lo tanto, la idea
está ligada al proceso perceptual y mental a diferencia de la cualidad que tendrá una
caracterización en la que prima lo corpóreo. Con lo anterior no se quiere formular una
incomunicabilidad entre la producción de la idea en la mente y la cualidad material, esta en
efecto estará dada por la caracterización relacional de la potencia, que es el poder que tiene
una cosa de provocar una reacción por medio del movimiento de partículas en algo que existe
o que pueda existir, en este caso la mente.
Ahora, al momento de diferenciar entre cualidades primarias en relación con la naturaleza
misma de la cualidad advierte que las cualidades primarias son “Aquellas enteramente
inseparables del cuerpo” (p,113 §9). Es decir, que un cuerpo sin solidez, movimiento, forma
y número es ininteligible. Al momento de definir cualidad secundaria, el autor afirma que
“hay cualidades tales que no son nada en los objetos mismos, sino potencias para producir
en nosotros diversas sensaciones por medio de sus cualidades primarias” (Locke, 1999,
p.113, §10). Esto es, las cualidades primarias por estar inseparablemente unidas al objeto no
dependen de una relación entre ellas y un objeto que las perciba, no así con las potencias, que
como ya se dijo poseen un carácter relacional, es decir establecen una relación entre la
potencia y el objeto que la percibe o que puede llegar a percibirla por medio de la relación
en diferentes grados de sus cualidades primarias. Con esto último no se quiere afirmar que la
existencia de las cualidades secundarias recaiga en un proceso mental, es simplemente que
al definirlas se establece que requieren de una posible relación con otra cosa y aun cuando
esta relación no se dé siguen existiendo. Así, solo basta analizar la naturaleza de cada
cualidad para ver que las cualidades secundarias son irreductibles a las cualidades primarias,
ya que las primeras ostentan un carácter relacional doble que no tienen las segundas: relación
de sus cualidades primarias en diversos grados y relación con respecto al objeto sobre el que
actúan.
En el segundo sentido, las cualidades primarias y secundarias se distinguen en la idea que
producen, así “las ideas de las cualidades primarias son semejanzas; no así las ideas de las
cualidades secundarias” (Locke, 1999, p.115, §15), esto es, las cualidades primarias
producen en nosotros ideas de cualidades que realmente existen en los cuerpos, pero no
funciona de la misma manera con las cualidades secundarias, esto se ve mejor a la luz del
siguiente pasaje: “una cosa es percibir y conocer la idea de lo blanco y lo negro, y otra cosa
muy diferente es examinar qué clase de partículas tendrán que ser y cómo deberán estar
dispuestas en la superficie, para que cualquier objeto aparezca como blanco o como negro”
(Locke, 1999, p.111, §2) Es decir, que la potencia configurada por el movimiento de sus
partículas que produce en nosotros las ideas secundarias no se parece en nada a ella misma y
por ello reducir las cualidades secundarias a las ideas que generan es totalmente arbitrario.
Por lo tanto, en ambas diferenciaciones se hace relevante que las cualidades secundarias no
son equiparables ni a las cualidades primarias, por su carácter relacional, ni a sus ideas
producidas, porque no tienen un carácter mental y porque no ostentan ninguna semejanza
con la cualidad propia.
2. Para entender, primero, la relación entre la teoría de identidad personal en Locke y la
esencia nominal y segundo su relación con la esencia real, se tendrá en cuenta la relación
intrínseca de la conciencia con la identidad personal y luego el análisis de la persona como
estando aneja a algún tipo de substancia. Para lo anterior, se definirá, primero, que entiende
Locke por identidad personal. Así, se dice está dada por “un mismo y continuado tener
conciencia” (p.329 §25). Es decir, es un ser consciente que se apercibe. Luego, al definir
esencia nominal dice: “pero como es evidente que las cosas no se ordenan en clases o
especies, bajo ciertos nombres, sino en cuanto se conforman con ciertas ideas abstractas, a
las cuales hemos anexado esos nombres, la esencia de cada clase o genero acaba por no ser
sino la idea abstracta significada por el nombre general” (p. 406 §15). Así, la esencia nominal
depende de la idea con la cual significamos ciertos objetos, que al separarlas de “de todas las
circunstancias de la existencia real” devienen generales.
Entonces, podemos vincular la identidad personal y la esencia nominal de la siguiente
manera: primera: la idea como determinante de la identidad: “como según sea la idea
perteneciente al hombre, así tendrá que ser la identidad” (p.315 §7), hombre en este sentido
se puede cambiar por persona, y así afirmar que tanto es conciente de sí mismo, tiene
memoria y es pensante cae bajo la idea de “persona” y esta es por tanto su identidad.
También, se puede vincular con respecto a su mismidad, al hablar de la conciencia como un
rasgo esencial de toda persona, se esta omitiendo todas sus circunstancias particulares —
espacio y tiempo particulares—, por tanto, se esta haciendo de ella un signo general, eso es:
se está formando una idea abstracta a partir del conjunto de ideas que componen su identidad.
Ahora, al momento de evaluar si la esencia real puede formar parte o no de la identidad
personal se tendría que definir que es la persona y de que manera se relaciona la esencia real
con ella. Así, la identidad personal “subsiste al cambio de substancias”, (p.319, §11) y
además el autor afirma que “concuerdo con que la opinión mas probable es que este tener
conciencia va anejo y es un afecto de una substancia individual inmaterial ”( p.329, §25) lo
que es, que la persona, de las cuatro tipo de existencias posibles a saber: Dios, los espíritus
finitos, los cuerpos y los modos, es un modo, ya que no es en sí una substancia, porque las
puede habitar, es, pareciese, algo aún más básico con el poder de afectarlas, es decir, es una
“dependencia o afección de la substancia” (p.144, § 4). Dejando esto claro, la manera en la
que la esencia real afecta a los modos Locke la hace especifica cuando dice que “la esencia
real y la nominal es la misma en las ideas simples y en los modos” (p.408 §18), por tanto,
tener conciencia seria tanto como la esencia real como la esencia nominal de la persona.
Referencias
Locke, J. 1999. Ensayo sobre el entendimiento Humano. México: FCE.

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