Sei sulla pagina 1di 13

LOS NUEVE DONES DEL ESPÍRITU SANTO

Cómo usar y cuáles son los dones del Espíritu Santo. 1 Corintios 12:8-10.

Los dones del Espíritu Santo son manifestaciones específicas, diversas y sobrenaturales para
beneficio del cuerpo de Cristo y desarrollar un evangelismo eficaz.

1. ¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo?:

“Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo
Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro,
el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de
lenguas; y a otro, interpretación de lenguas”, 1 Corintios 12:8-10.

1.1. La naturaleza de los dones del Espíritu Santo y cómo son otorgados:

 El Don del Espíritu del Señor es dado a cada creyente individualmente; el Don es el Espíritu
mismo, Hechos 2:38 “Entonces Pedro les dijo: " Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno
de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del
Espíritu Santo”.
 Los dones del Espíritu Santo son dados a la Iglesia, para el ministerio y la adoración.
 Los dones del Espíritu Santo no son apropiados por fe como la salvación.
 Los dones son concedidos, operando el Espíritu Santo en su soberanía absoluta, 1 Corintios
12:11 “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere”.
 El Espíritu opera por medio de los dones espirituales para provecho mutuo en el Cuerpo de
Cristo, por consecuencia son para ejercicio público y no privado, 1 Corintios 12:7 “Pero a
cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”.

1.2. Los nueve dones del Espíritu Santo están repartidos en tres grupos de acuerdo a su
naturaleza:

 Dones de revelación: Palabra de Sabiduría, Palabra de Ciencia y discernimiento de espíritus.


 Dones de poder: Fe, Milagros y Sanidades.
 Dones de inspiración: Profecía, Géneros de lenguas e Interpretación de Lenguas.

2. LOS DONES DE REVELACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO:

2.1 Palabra de Sabiduría:

Es la revelación sobrenatural por el Espíritu Santo, de propósitos divinos; es la


declaración sobrenatural de la mente y voluntad de Dios. Revela los propósitos e
instrucciones de Dios para los hombres, que vienen de Su conocimiento del futuro.
Ejemplo: Mateo 26:34 “Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo
cante, me negarás tres veces”.
2.1.1. La Palabra de Sabiduría puede ser manifestada:

 Por la voz de Dios.


 En un sueño.
 En una visión.
 Por profecía.

2.2. Palabra de Ciencia:

La Palabra de Ciencia es una revelación de sucesos pasados o presentes, fuera de


nuestro conocimiento natural. Este don se manifiesta para revelar acontecimientos del
pasado al presente.

Un claro ejemplo de esto lo encontramos en Juan 4:16-18 cuando el Señor le dice a la


Samaritana que ha tenido cinco maridos y con el que vivía no era de ella, Juan 4:117-
19 “Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo
marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto
has dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta”.

2.3. Discernimiento de espíritus:

Da compresión sobrenatural, en el dominio de los espíritus, revelando cual es el origen


del espíritu que opera en una persona. Éste don opera enteramente de una manera
sobrenatural y las cosas que revela son del mundo espiritual.

Pablo discernió en el espíritu usando éste don, el origen y naturaleza del espíritu que
operaba en Elimas, Hechos 13:9-10

“Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en
él, dijo: "Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda
justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor?”.

3. LOS DONES DE PODER DEL ESPÍRITU SANTO:

3.1. El don de Fe:

El Don de Fe es dado por Dios, en forma sobrenatural por la operabilidad del Espíritu
Santo, es una fe en lo que parece imposible, por medio de éste don veremos las
sobrenaturalidades de Dios obrando poderosamente.

Esteban, Hechos 6:8 “Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y
señales (milagros) entre el pueblo”. Algunas Biblias traducen que Esteban estaba lleno
de gracia y de poder, pero en el original griego la palabra se utiliza en lugar de gracia
es fe (del griego “pistis”), lo que nos enseña que Esteban estaba lleno de fe y de poder,
y era por medio del don de fe que hacía grandes prodigios y señales dentro del pueblo.

Es muy importante hacer diferencia entre las clases de fe:

 La fe que todo ser humano tiene por naturaleza (aún los incrédulos).
 La fe en dioses o ídolos.
 La fe en Cristo que salva.
 La fe en las promesas de Dios.
 La fe como un Don sobrenatural del Espíritu Santo.

3.2. El hacer milagros:

Se muestra por medio de este maravilloso don la sobre naturalidad de Dios en nosotros,
según Hechos 2:22 “Hombres de Israel, escuchen estas palabras: Jesús el Nazareno,
varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios
hizo en medio de ustedes a través de Él, tal como ustedes mismos saben.” de tres
formas: con Maravillas, Prodigios y Señales, los cuales traen consigo una certificación
de Dios.

Por ejemplo Mateo 14:25 “A la cuarta vigilia de la noche (3 a 6 a.m.), Jesús vino a ellos
andando sobre el mar”. Un milagro rompe con las leyes establecidas por la naturaleza);
otro ejemplo es la conversión del agua en vino, Juan 2:9.

3.3. Dones de sanidades:

Este don se manifiesta con el propósito claro y especifico de traer sanidad corporal y lo
vemos repetidamente a través de los cuatro evangelios y el libro de los Hechos de los
Apóstoles.

Al leer 1 Corintios 12:9 “a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidad por el
único Espíritu” Encontramos dones que tiene pluralidad de nombre, por eso podemos
decir que son varios los Dones de Sanidades y no un sólo Don como en el caso de los
demás Dones del Espíritu Santo.

Un creyente que recibe la manifestación de Dios en uno o más de estos Dones, puede
ser usado por Dios en la Sanidad de ciertas enfermedades pero no siempre en todas.

4. LOS DONES DE INSPIRACIÓN (EXPRESIÓN) DEL ESPÍRITU SANTO:

4.1. Profecía:

Al estudiar el Don de Profecía, debe distinguirse bien claramente la diferencia entre el


Don propiamente dicho y el ministerio del profeta, que en la Escritura aparecen bien
diferenciados.

 No debe confundirse el don de profecía con los profetas del Antiguo


Testamento.
 Éste don es nuevo y particular del Nuevo Testamento dado a la iglesia para la
edificación de la misma.
 No debe confundirse la predicación con la profecía, pues se le quita la
sobrenaturalidad al don profético (la predicación proclama, expone la
Escritura, la profecía dice lo que Dios está diciendo).
 La predicación es inspirada, la profecía es sobrenatural.
 Cualquier persona puede poseer el Don de profecía y ser usado por el Señor,
pero esto no quiere decir que en verdad cumple con el ministerio de Profeta,
ejemplo: Hechos 21:8-11“Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, y
entrando en la casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete
(diáconos), nos quedamos con él. Este tenía cuatro hijas vírgenes que
profetizaban. Y deteniéndonos allí varios días, descendió de Judea cierto
profeta llamado Agabo, quien vino a ver nos, y tomando el cinto de Pablo, se
ató las manos y los pies, y dijo: "Así dice el Espíritu Santo: 'Así atarán los Judíos
en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán en manos de los Gentiles”.

Aquí se destacan algunas diferencias: Dios revela que hay mayor autoridad y fuerza en
el oficio que en el don. El escritor de Hechos (Lucas) nos dice que ellas “profetizaban”
(podían hacerlo por el don) pero Agabo era profeta, éste era su ministerio (y es a través
de éste que Dios habla a Pablo).

4.1.1. Beneficios del don:

 Para hablar a los hombres sobrenaturalmente (1ª Corintios 14:3).


 Para edificar a la Iglesia.
 Para exhortar (animar, alentar, confortar, impulsar a seguir un camino) a la Iglesia.
 Para dar consuelo a la Iglesia.
 Para que todos sean enseñados (1ª Corintios 14:31)
 Para convencer al inconverso y manifestar los secretos de su corazón (1ª Corintios
14:21-25).

Pablo indica que el que profetiza es responsable por el uso del don y tiene control sobre
sus usos. Pablo exhorta a que todo sea hecho en orden. Profetizar básicamente significa
hablar por otro, dar un mensaje.

4.2. Diversos géneros de lenguas:

Según indica la Biblia el bautismo en el Espíritu Santo implica una señal: hablar en otras
lenguas según da el Espíritu.

 Éste don se diferencia en que contiene diversos géneros, su operación es una


manifestación sobrenatural como los demás dones, y es público, mientras que
generalmente las lenguas por el bautismo corresponden a un género y son para
la vida de oración personal del creyente.
 Definición: Es una declaración sobrenatural por medio del Espíritu Santo, en
idiomas nunca aprendida por el que habla, ni entendidas generalmente por la
mente del que habla.
 Aunque nuestra traducción contiene dos palabras: “diversos” y “géneros”, en
el griego de la Escritura aparece un solo término “génos” que significa: familia,
nación, linaje, raza.
 La manifestación de éste don es sobrenatural, y su propósito es divino,
ejemplo: Hechos 2:4-12.
 En la manifestación del don, opera la voluntad del hombre, su espíritu y sus
órganos de expresión, pero la mente que opera es la mente de Dios.
4.3. Interpretación de lenguas:

 Siete de los nueve dones se ven en el Antiguo Testamento mientras que dos
corresponden sólo a la dispensación de la gracia: diversos géneros de lenguas
e interpretación de lenguas.
 Son los más relacionados de todos los dones, 1 Corintios 14:27-28 “Si alguien
habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno
interprete. Pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la iglesia y que
hable para sí y para Dios”.
 En verdad, un creyente usado por Dios con este Don de Interpretación de
Lenguas no presta atención a los términos hablados con la lengua desconocida
que interpreta; El simplemente mira a Dios como dependiente directamente
de Él para que le muestre el significado.
 Debemos guardar los Dones de todo intento de reducirlos a un nivel natural. El
Don de Interpretación de Lenguas es sobrenatural y enteramente milagroso.

El estudio y análisis de la obra y persona del Espíritu Santo debe ser para el hijo de Dios una cuestión
de vital y genuino interés, pues esto lo llevará a conocer la revelación de su herencia y victoria en
Jesucristo el Señor.

La Biblia nos dice: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene
de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” 1 Corintios 2:12.

Podemos decir que el ministerio activo del Espíritu Santo de Dios marca la edad o época de la iglesia
como la "Edad del Espíritu Santo", en contraste con el tiempo de los Evangelios en el Nuevo
Testamento que es descrita como la "Era del Hijo de Dios" y el Antiguo Testamento que es llamado
"La era del Padre Celestial".

Podemos entonces concluir que en la medida en que el hijo de Dios se ha apropiado del Espíritu
Santo, en esa medida participa del poder y gloria del Evangelio de Jesucristo el Señor... Te invitamos
a leer más acerca de éste tema en: LA DOCTRINA DEL ESPÍRITU SANTO. (Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria).

Los nueve dones del Espíritu Santo estudio bíblico

Conociendo al Espíritu Santo como nuestro consolador:

Sabemos que para construir una buena amistad se requiere un buen conocimiento mutuo, tiempo,
sinceridad, respeto y un continuo dialogo. Es muy interesante que la Biblia nos enseñe que Abraham
fue llamado amigo de Dios.

En la Actualidad en el creyente mora el Espíritu Santo de Dios y quiere ser también nuestro mejor
amigo. Uno que nos aconseja, enseña, anima y procura que cada día nos acerquemos más a la
voluntad perfecta de Dios. Aquel que nos puede ayudar a ser más como Cristo, él es el bendito
Consolador.

“Entonces Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Consolador (Intercesor) para que esté con ustedes
para siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni Lo ve ni
Lo conoce, pero ustedes sí Lo conocen porque mora con ustedes y estará en ustedes” Juan 14:16-
17.

En primer lugar debemos definir el término Consolador, a la luz del Nuevo Testamento. Consolador
término traducido de la palabra griega “parakletos” que literalmente significa: llamado al lado de
uno, intercesor, abogado, auxiliador, ayudador, consejero.

Podemos ver en el Antiguo Testamento que cuando aparece el término consolador, aparece en
relación con la obra protectora de Dios hacia su pueblo, pero es en el Nuevo Testamento donde se
revela el Consolador, el Espíritu Santo de Dios.

El Señor Jesús enseñó acerca del Consolador:

El Señor Jesús dijo: “el Padre os dará otro Consolador” (el término “otro” es traducido del griego
“allos” que significa otro de la misma clase), vemos que Jesús fue quien estuvo con ellos, les enseñó,
los defendió y guió, ahora anuncia que vendrá otro Consolador, entonces el Espíritu Santo quiere
hacer con nosotros, lo que Jesús hizo con los doce, es decir enseñar, instruir, acompañar, corregir,
guiar, animar, etc.

La palabra “Parakletos” es un término que se usaba en las cortes de justicia griegas para denotar a
un asistente legal, un defensor, un abogado; de ahí, generalmente, el que aboga por la causa de
otro, un intercesor, abogado.

En ciertas ocasiones cuando la persona no tenía con que pagar su defensa, buscaba alguien en su
comunidad con influencia, autoridad y respaldo patrimonial para que lo acompañara y defendiera
en el juicio (por eso dice el versículo bíblico: “para que esté con vosotros para siempre”).

Es fundamental ver que el Señor Jesús utilizó éste término (Consolador) para referirse al Espíritu
Santo cuando estaba sólo con los discípulos, no estaban allí las multitudes que le seguían. Esto
ocurre en la cena del aposento alto. La narración del capítulo trece al diez y siete del Evangelio de
Juan, nos muestra lo ocurrido durante la cena de Jesús con sus discípulos en ese lugar.

Dios requiere intimidad con sus hijos.

La cena para los judíos es un momento de intimidad. Solo estaban Jesús y los once: según Juan
13:26-30, Judas ya se había retirado: Entonces Jesús respondió: "Es aquél a quien Yo le dé el pedazo
de pan que voy a mojar." Y después de mojar el pedazo de pan, lo tomó y se lo dio a Judas, hijo de
Simón Iscariote. Y después de comer el pan, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: "Lo que vas
a hacer, hazlo pronto." Pero ninguno de los que estaban sentados a la mesa entendió por qué le dijo
esto. Porque algunos pensaban que como Judas tenía la bolsa del dinero, Jesús le decía: "Compra lo
que necesitamos para la fiesta," o que diera algo a los pobres. Y Judas, después de recibir el bocado,
salió inmediatamente; y ya era de noche”.

Entonces la revelación del Espíritu Santo como Consolador se da a los once, porque la Escritura dice:
“cosa que ojo no vio, ni oído oyó, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Entonces
concluimos que es revelado en un momento de intimidad con Jesús. La comunión con Dios es
fundamental.
El Señor Jeús se está despidiendo, y les dice: “no os dejaré huérfanos” Juan 14:18. Huérfanos es
traducido del griego “orfanós” que significa: sin padres, afligido, desamparado, persona sin amigos.
Jesús Los hace conscientes que no se quedarán solos, vendrá el otro Consolador, el Espíritu Santo
para instruirlos, acompañarlos, guiarlos y ungirlos en la nueva misión a todas las naciones.

El amor de Dios por sus hijos es tan grande que vino él mismo a salvarnos, y luego viene a morar en
nosotros por el Espíritu Santo. Él anhela darse a conocer y desarrollar una profunda amistad con
cada uno de nosotros, permitamos pues su obra en nuestras vidas.

La poderosa obra del Paracletos

El Señor Jesús no dejo solos a sus discípulos, sino que es envió el Consolador. La obra del Espíritu
Santo de Dios en cada uno de nosotros es maravillosa. Al leer el Libro de los Hechos vemos las cosas
que el Espíritu Santo hizo con ellos, los grandes milagros, maravillas, y señales entre el pueblo.

Pero ante todo, podemos ver las grandes transformaciones de Dios en las vidas de los apóstoles,
por ejemplo el indeciso e inconstante Pedro, no solo se convierte en el líder del avivamiento en
Jerusalén que gano miles de almas para Cristo, sino en un hombre valiente, osado y firme.

“Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas
las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”, Juan 14:26.

Los nueve dones del Espíritu Santo

Veamos la diversidad de la obra del Espíritu Santo como Paracletos o Consolador:

 Acompañamiento: Recordemos que la primera expresión del significado de Consolador, del


griego “Parakletos” es uno que acompaña, que está al lado. El temor que vino sobre los
discípulos al saber que Jesús se iba, es el que viene muchas veces al creyente ante un futuro
incierto, pero así como los discípulos del Señor por el poder del Espíritu Santo avanzaron y
vencieron, nosotros podemos avanzar y vencer todo obstáculo.
 Enseñanza: Juan 14:26 "Pero el Consolador (Intercesor), el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en Mi nombre, Él les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he
dicho”. La frase: “Él os enseñará”, nos quiere decir él hará las veces de maestro, pues es el
enviado de Dios al creyente para que sea instruido. No sólo me revela la Biblia, sino que me
enseña e instruye acerca de la vida en el espíritu, para caminar en victoria. Es nuestro
maestro en el día a día.
 Da testimonio: Juan 15:26 “Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es
decir, el Espíritu de verdad que procede del Padre, El dará testimonio de Mí”. Consideremos
primero el término “testimonio” traducido del griego “marturéo” (raíz de la palabra mártir,
aquí podemos recordar a aquellos que murieron dando testimonio de Cristo), término que
además significa: testificar, ser testigo, afirmar, ratificar, hablar favorablemente, aprobar.
El testimonio del Espíritu Santo a nuestro espíritu humano renacido, requiere silencio,
mansedumbre, anhelo de ser oído (ser percibido en el espíritu), por eso es llamado aquí
también: el Espíritu de verdad, para que el creyente no sea engañado por el padre de
mentira: el diablo. Debemos ser guiados por Dios.
 Santificar y revelar la herencia de Dios en Cristo, Juan 16:8-13 “Y cuando El venga,
convencerá (culpará) al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque no
creen en Mí; de justicia, porque Yo voy al Padre y ustedes no Me verán más; y de juicio,
porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado. "Aún tengo muchas cosas que decirles,
pero ahora no las pueden soportar. "Pero cuando El, el Espíritu de verdad venga, los guiará
a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga,
y les hará saber lo que habrá de venir”.

El Espíritu Santo convence al mundo de su condición pecadora, pero también redarguye al creyente
cuando va por malos caminos. El Espíritu Santo no habla por su propia cuenta, sino que habla lo que
oye decir al Padre y al Hijo, y revela la herencia del Padre para sus hijos.

El Espíritu Santo es el Consolador enviado por el Padre y por el Hijo, ha venido para guiarnos a toda
verdad, para enseñarnos, aconsejarnos y para revelar la herencia de los hijos de Dios en Cristo Jesús.
Todas estas cosas deben llevarnos a valorar los dones del Espíritu Santo y su obra en medio nuestro.

Conociendo al Espíritu Santo

Conocer al Espíritu Santo de Dios es esencial en la vida de cada cristiano. Cuando Pablo llegó a la
ciudad de Éfeso les pregunto a doce discípulos que halló: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando
creísteis? Y ellos dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Que impresionante respuesta.

Pero la pregunta hoy día podía ser: ¿Qué tanto conocemos y sabemos del Espíritu Santo? Somos
templo de él, nos unge y capacita, anhelamos Su presencia en cada reunión y momento de nuestra
vida. Sin embargo ¿tenemos amistad con él? El Espíritu nos anhela celosamente dice la Biblia.

Pablo bautizó aquellos discípulos, luego oró por ellos y entonces hablaron en lenguas y profetizaban
(Hechos 19:6). Es fundamental y necesario conocer al Espíritu de Dios, saber cómo habla y actúa.
Gracias Dios por darnos tu Espíritu Santo.

Lucas 11:13 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”.

Las Sagradas Escrituras nos presentan una amplia variedad de nombres o designaciones en
referencia al Espíritu Santo de Dios, las cuales son muy importantes para la comprensión de Su
naturaleza y el desarrollo de Su obra.

Por ejemplo al Espíritu Santo también se le llama: Espíritu de gracia, Espíritu de verdad, Espíritu de
adopción, Consolador, entre otros. Los títulos y los símbolos del Espíritu Santo nos revelan su
esencia y naturaleza, los títulos nos revelan su persona y los símbolos su obra, su hacer.

El título “Espíritu Santo” expone el carácter moral del Espíritu de Dios. Él es el autor y promotor de
la santidad. A Él ha sido encomendada la obra de ejecutar santidad divina en toda la creación y en
el hombre mismo. Este título “Espíritu Santo” pone el énfasis no sobre la persona divina, sino sobre
el poder transformador, la manifestación y operación del Espíritu Santo en cada persona.

Es muy importante tener presente aquí que la palabra Espíritu es traducida del término griego
“Pneuma” que significa también soplo, aliento, viento; y el término Santo es traducido del griego
“hagios” que también significa: consagrado, dedicado, apartado. Podemos entonces concluir varias
cosas del Espíritu Santo a la luz de estos significados y traducciones:

 Es quien nos inspira a hacer lo correcto delante de Dios.


 Produce dentro de nosotros la conciencia de que estamos consagrados al Señor.
 Genera en el corazón del hijo de Dios el deseo de apartarse de lo que está mal.

Todas estas cosas nos hablan de la obra de Dios en el corazón del creyente que lo lleva a buscar
aquello que agrada al Señor y lo motiva o impulsa para rechazar lo que no está de acuerdo a la
naturaleza pura y limpia del reino de los cielos.

Podemos ver la acción del Espíritu Santo de Dios cuando pensamos en desobedecer al Señor, o
cuando le estamos dando lugar a la tentación, o cuando nuestro corazón ha descuidado su primer
amor por Dios. El Espíritu de Dios levanta su voz en nuestro ser interior haciéndonos experimentar
su testimonio, sentimos rechazo, tristeza, frustración o prevención con aquellas situaciones cuyo
final será doloroso.

Entonces es allí cuando debemos oír su consejo y apartarnos de lo malo. Es pues el Espíritu que el
Padre ha puesto en sus hijos para que caminen en Su voluntad y hagan diferencia entre lo bueno y
lo malo.

El Espíritu Santo de Dios capacita al cristiano para amar en realidad, por eso puede tolerar, perdonar,
interceder de corazón por otros, servir a los demás y alcanzar a otros para Cristo, ante todo amar y
luchar por su familia: “porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5). Vemos una vez más que los nombres del Espíritu
de Dios nos revelan Su naturaleza, esencia y carácter.

Hoy día vemos que los hombres de ciencia se sorprenden ante los descubrimientos y hallazgos de
nueva vida submarina en las profundidades de nuestros océanos; mucho más maravilloso y benéfico
es para el creyente conocer la maravillosa personalidad y obra del Espíritu Santo de Dios. Debemos
procurar el carácter y los dones del Espíritu Santo en nosotros.

¿CÓMO RECONOCER LA VOZ DE DIOS?

“Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo” le dijeron ciertos discípulos a Pablo al llegar a Éfeso.
Es una situación que guarda mucha relación con la realidad de la iglesia hoy día. ¿Qué tanto
conocemos al Espíritu Santo de Dios? ¿Tenemos una verdadera amistad con él? ¿Cuáles son y cómo
funcionan los dones del Espíritu Santo en nuestra vida? ¿Esas manifestaciones del Espíritu están
diseñadas para todos los cristianos? ¿Qué es la unción y cómo usarla para la gloria de Dios? ¿Qué es
la profecía y como examinarla? Es necesario desarrollar una mayor intimidad con el Espíritu Santo y
conocerlo.

Podemos ver por la Biblia que la realidad del Espíritu Santo y su profundo deseo de comunicarse
con el cristiano es una verdad que debe conocer todo hijo de Dios. Conocer la voz y dirección del
Espíritu Santo es esencial para alcanzar los planes del Señor en la tierra. Por eso también dice la
Escritura:

“¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela
celosamente?”

Éste conocimiento y verdad debe despertar en nuestros corazones un mayor deseo por conocer al
Señor, sus secretos, su naturaleza y poder, y guiados por el Espíritu Santo caminar en una nueva
vida espiritual. Los cielos hacen un llamado a tu corazón para caminar con el Señor en otro nivel del
espíritu y ser un instrumento de bendición para muchos otros.

Debemos recordar aquí que cuando Noé vio que las aguas se retiraban de la faz de la tierra envió
una paloma la cual volvió al arca porque no encontró donde descansar. Luego volvió a enviarla y
trajo una rama de olivo en su pico, y por tercera vez la envió y no volvió más. La paloma es símbolo
del Espíritu Santo de Dios y las aguas representan el juicio del Señor sobre nuestro planeta.

La Biblia nos enseña como el Espíritu vino sobre Jesús en su bautismo en forma de paloma porque
halló donde reposar, y luego por la obra del Señor Jesús en la cruz fue derramado el Espíritu sobre
los ciento veinte que se habían arrepentido. Hoy día el Espíritu Santo sigue derramándose sobre
todo aquel que cree que Jesucristo es el Señor y Salvador. Somos templo o morada del Espíritu de
Dios y por eso es fundamental conocer todo lo que nos sea posible acerca de Aquel que mora en
nuestro ser.

El Señor no cambia y por eso lo que el Espíritu Santo de Dios hizo ayer, quiere seguir haciéndolo
hoy. Él quiere derramar de su poder sobre los hijos de Dios y conducir la iglesia hacia los diseños y
planes del Señor. El Espíritu Santo sigue hablando hoy, conoceremos su voz y dirección en la íntima
amistad o comunión con él.

¿Cómo identificar la voz del Señor?

Dios ha querido siempre guiar a cada uno de sus hijos, lamentablemente éstos terminan tomando
sus propias decisiones y siguiendo su propio sendero. Esto lo vemos desde el comienzo de la
humanidad, cuando Adán a pesar de conocer la voluntad de Dios hizo según su propio corazón.
Ahora el Señor ha enviado su Santo Espíritu para hablarnos y guiarnos. La pregunta es ¿Cómo
reconocer la voz o dirección del Espíritu Santo? Veamos algunos fundamentos:

Por creación divina el ser humano puede percibir tres voces: La voz de Dios. La voz del diablo y su
propia voz (la voz humana).

¿Cómo reconocer o discernir la voz divina?

 Mediante las Sagradas Escrituras, Salmo 119:105. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y
lumbrera a mi camino.”

La historia nos enseña que las lámparas de los hebreos en aquel tiempo eran construidas en
diferentes materiales desde el barro hasta el mismo oro, pero todas estas funcionaban con el mismo
combustible: aceite de olivas (punto muy significativo al considerar que éste es símbolo del Espíritu
Santo).

Por supuesto, cómo es lógico la lámpara no se requiere de día, pues todo es claro y fácilmente se
identifica. Cuando aparece la noche (figura de tinieblas) usamos entonces la lámpara. La Palabra de
Dios es lámpara e ilumina nuestro camino, cuando aparecen las tinieblas es necesario iluminar el
camino para seguir, las tinieblas (espirituales) son despejadas mediante la luz de la lámpara, esto es
la Palabra de Dios equipada con aceite de olivas (es decir la unción y poder del Espíritu Santo de
Dios).
 Es confirmada a través de la paz del Señor (1 Corintios 14:33, Colosenses 3:15).“pues Dios
no es Dios de confusión, sino de paz” “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones”

Dios confirma su buena voluntad impartiendo a nuestro corazón su paz, aquella que sobrepasa todo
entendimiento, esa paz interior nos asegura que estamos avanzando hacia la voluntad del Señor.
Por eso no es bueno tomar decisiones en momentos de afán o ansiedad, más bien debemos
procurar la calma en el corazón y permitir que “la paz de Dios gobierne nuestros corazones”.

 No te apresures (Proverbios 25:8; 21:5). “No entres apresuradamente en pleito, no sea que
no sepas qué hacer al fin, después que tu prójimo te haya avergonzado”

“Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se apresura
alocadamente, de cierto va a la pobreza”

El Señor Jesús mismo nos lo enseña: “No os afanéis”. La ansiedad y el afán pueden llevarnos a tomar
malas decisiones y afectar no sólo nuestra vida sino la de nuestra familia, y provocar graves daños
para nuestro futuro. No debemos tampoco ser pasivos en extremo sino prudentes y caminar en los
tiempos de Dios.

d) Déjate guiar por el amor del Señor (1 Cor. 13:13 y 14:1).

“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”
“Seguid el amor”.

Esto nos permite concluir que nuestras decisiones no deben ser impulsadas o motivadas por la ira,
el enojo, el resentimiento, los deseos de venganza, o por la soberbia.

e) El testimonio del Espíritu Santo en nuestro corazón es fundamental (Romanos 8:14, 16).

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” “El Espíritu mismo
da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”.

El testimonio del Espíritu Santo es aquella voz interior o “pequeños toques” en nuestro corazón
mediante los cuales el Espíritu nos dice que hacer o nos advierte de los peligros y enemigos. A través
del testimonio interior Dios nos dice sí o no y de ésta manera podemos comprobar cuál es Su buena
voluntad, agradable y perfecta.

Reflexionemos en nuestra composición:

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27) “Entonces dijo Dios: Hagamos al
hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las
aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y
creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”

Nuestro Dios es Espíritu, y precisamente por esto el ser humano es un espíritu con cuerpo, más que
un cuerpo con espíritu. Entonces el ser humano ha sido diseñado por Dios para ser más espiritual
que físico o sensual (guiado por los sentidos). Por eso la Escritura nos dice: “porque por fe andamos,
y no por vista”. También por eso vemos que Adán tenía plena comunión con Dios y Su presencia se
paseaba por el huerto al aire del día (Génesis 3:8).
El ser humano es un criatura tripartita, y cada una de sus partes tiene la facultad de la comunicación
(1 Tesalonicenses 5:23) “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

Dios es trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, por eso el hombre creado a su imagen y semejanza está
compuesto también por tres partes y cada una de ellas ha sido equipada por el Señor para
comunicarse:

1) La voz del espíritu es la conciencia,

2) La voz del alma es el razonamiento,

3) La voz del cuerpo está en los sentidos.

El cuerpo está compuesto básicamente por: Nueve sistemas (muscular, óseo, respiratorio, digestivo,
excretor…). Sus elementos constitutivos son: hidrógeno, oxígeno, carbono, nitrógeno, calcio,
fósforo, cloro, potasio, hierro, silicio, azufre, magnesio, otros.

Es muy interesante tener en cuenta que estos componentes o materiales se encuentran en la tierra,
y debe ser así ya que: “el hombre fue hecho del polvo de la tierra”. Entonces el ser humano por
diseño tiene la capacidad de comunicarse con la tierra, esto era necesario pues le fue entregada
para administrarla.

Su comunicación con el exterior se da a través de los sentidos.

El alma está compuesta por la mente, las emociones y la voluntad. El alma es el asiento de nuestros
afectos y decisiones. Por eso la Biblia nos anima a rendir nuestra alma a Dios completamente: Una
mente renovada por la palabra de Dios, unas emociones gobernadas por la madurez del espíritu y
una voluntad sometida al señorío de Cristo.

El espíritu humano realiza en esencia tres funciones:

a) La intuición: esto es recibir el conocimiento claro e instantáneo, sin participación del


razonamiento, que llega al espíritu humano por el Espíritu Santo. 1 Cor. 2:9–12 “sino como está
escrito: "cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que
dios ha preparado para los que lo aman" Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el
Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. Porque entre los hombres, ¿quién conoce
los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce
los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios”.

b) La comunión: es la facultad del espíritu nacido de nuevo para comunicarse con Dios, es allí donde
puedes hablarle y escuchar su voz. Es más que comunicación, esto es intimidad con el Señor. Juan
4:23-24 “Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que Lo adoren. "Dios es espíritu,
y los que Lo adoran deben adorar en espíritu y en verdad”. También léase Mateo 26:41.

c) La conciencia: esta es la facultad del espíritu para corregir y reprender la desobediencia en nuestro
corazón. Entonces la conciencia es el espacio donde el Señor expresa su santidad; es donde el
Espíritu Santo deja escuchar su voz corrigiendo al hijo de Dios. Romanos 9:1 “Digo la verdad en
Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo”, también léase 2
Corintios 1:12.

Según Juan 14:26 y 16:12-15, el Espíritu de Dios quiere y tiene muchísimas cosas que enseñarnos.
Debemos crecer en la comunión con Él, y por su gran amor, quiere guiarnos en victoria y hacia sus
bendiciones.

"Aún tengo muchas cosas que decirles, pero ahora no las pueden soportar. "Pero cuando El, el
Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino
que hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. "El Me glorificará, porque
tomará de lo Mío y se lo hará saber a ustedes. "Todo lo que tiene el Padre es Mío; por eso dije que
Él toma de lo Mío y se lo hará saber a ustedes”. Juan 16:12-15.

Potrebbero piacerti anche