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COLEGIO

“ALBERT EINSTEIN”

ÁREA: EXPRESIÓN Y COMPRENSIÓN


ORAL.

PROFESORA: OLGA MORENO PINEDA.

ESTUDIANTE: FÁTIMA Y. LUNA SALAZAR.

GRADO: 1°

SECCIÓN: “C”

2019
LA ADOLESCENCIA

La adolescencia es un periodo de desarrollo biológico, psicológico, sexual y


social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Es un
periodo vital entre la pubertad y la edad adulta, su rango de duración varía según las
diferentes fuentes y opiniones médicas, científicas y psicológicas, generalmente se
enmarca su inicio entre los 11 y 13 años, y su finalización a los 19 o 21.
Anteriormente, la Organización Mundial de la Salud consideraba la
adolescencia como el período comprendido entre los 10 y 19 años, comprendida
dentro del período de la juventud —entre los 10 y los 24 años—. La pubertad o
adolescencia inicial es la primera fase, comienza normalmente a los 10 años en las
niñas y a los 11 en los niños y llega hasta los 14-15 años. La adolescencia media y
tardía se extiende, hasta los 19 años. A la adolescencia le sigue la juventud plena,
desde los 20 hasta los 24 años.
Algunos psicólogos consideran que la adolescencia abarca hasta los 21 años e
incluso algunos autores han extendido en estudios recientes la adolescencia a los 25
años.

LOS CAMBIOS DE CONDUCTA EN EL ADOLESCENTE

La adolescencia es un nuevo nacimiento, es la entrada una etapa donde se


definirá su personalidad, sus rasgos más humanos, sus esencias. Atender sus
necesidades, comprender el porqué de ciertas conductas, hábitos y altibajos
emocionales nos permitirá afrontar esta etapa con mayor solvencia y seguridad.
La adolescencia es una etapa difícil del ser humano ya que se mezclan
diferentes sentimientos. Está marcada por el fuerte deseo de experimentar situaciones,
pero, en muchos casos, sin querer, conocer, aceptar o asumir los riesgos que pueden
conllevar. En esta etapa del desarrollo del ser humano surgen los primeros conflictos
cuando el adolescente debe tomar decisiones por sí mismo.

1. ¿QUÉ ES UN TRASTORNO DE CONDUCTA?


El trastorno de conducta es una alteración del comportamiento, que a
veces es diagnosticada en la infancia. Se caracterizada por un comportamiento
antisocial que viola las normas y reglas adecuadas para la edad. Por ejemplo:
la irresponsabilidad extrema, el comportamiento trasgresor (como las ausencias
escolares o el escaparse), la violación de los derechos ajenos (robo, por
ejemplo) o la agresión física hacia otro (asalto u otra violación).
Estos comportamientos aparecen principalmente a consecuencia del
contexto donde se desarrolla el adolescente y las características genéticas que
posee. Por ejemplo, las creencias personales o de la familia, el modo de crianza,
la socialización con pares, la educación recibida va a marcar la aparición o no
de los trastornos de conducta; muchos de los cuales confirman la tendencia
natural al cambio que posee el menor.
2. ¿QUÉ TRASTORNOS PRESENTAN LOS ADOLESCENTES?

3. ¿QUÉ PAPEL JUEGA LA FAMILIA?


Es necesario que la familia sea consciente que existe un problema y
mantenga dos principios fundamentales: comprensión y firmeza. La primera no
es alianza ni justificación, tampoco minimización del hecho, sino disposición a
escuchar empáticamente. La firmeza, relacionada a manifestar la valoración de
lo sucedido; se condena el hecho o la conducta, y no al adolescente.
La especialista Cecilia Terán, psicóloga del Policlínico, nos da las
siguientes recomendaciones:
 Escucha antes de aconsejar, o de reprochar, prestar atención, con
expresiones neutrales (ajá, ya veo, entiendo, etc.), con actitud propicia,
esperando que el menor exprese todo lo que necesita, además explore
sus ideas.
 ¿Realiza preguntas, de cómo sería él si estuviera en tu lugar como
padre, como haría con un hijo como él? (utiliza tono de voz neutral sin
amenaza ni reclamo), pídele que explique. Guarda silencio así no estés
de acuerdo con lo que expresa.
 Discúlpate y reconoce tus errores con el menor, en un momento
personal, de manera pausada.
 Reconoce tu permisividad o carencias cometidas y señálale como ello
no es útil para una vida favorable. Y que juntos lo modificaran.
 Dile que confías en él o ella para realizar situaciones en conjunto. Dejen
claras las responsabilidades individuales y establezcan reglas.
 Recuerda que la autoridad se gana con admiración no temor.
 Es fácil querer a una persona perfecta, pero aceptar a tu hijo(a), con
sus imperfecciones o diferencias, ello es el verdadero amor que
necesitan. Si has realizado una crianza sin límites y normas, tendrás que
hacerte cargo de reparar lo que sea necesario, para ayudarlo.
 Déjalo crecer, ayúdalo a que asuma las consecuencias de sus
conductas inadecuadas.
 Con paciencia y constancias se modificarán los problemas de
conducta, no es un cambio inmediato
 Recuerda que está en etapa de mayor independencia, por lo tanto
debe asumir responsabilidades que lo preparen a la etapa de juventud.

4. LA BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD EN LA ADOLESCENCIA.


Establecer una identidad personal es la tarea principal durante la etapa
adolescente.

“A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a si


mismas. Pero el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno
cree”.
Thomas Szasz.

De acuerdo con la teoría del desarrollo psicosocial de Erikson, según


la cual la personalidad se desarrollaría por etapas, la adolescencia corresponde
con la conformación de la identidad. Erikson llamó a esta etapa «búsqueda de
la identidad vs. dispersión del rol», y coincide con la crisis de la adolescencia.
La tarea principal de la adolescencia consiste en que el adolescente
adquiera un compromiso de identidad del yo y, en consecuencia, un aumento
de confianza en su autoconcepto. El adolescente necesita confirmar que la
manera de verse a sí mismo tiene continuidad con el pasado y que, además,
encaja con la percepción que tienen los demás de él.
Sin embargo, si el adolescente no logra esto, puede encontrarse al otro
lado de la balanza y sufrir dispersión del rol. Durante la adolescencia, esta lucha
interna de no saber realmente quiénes somos y de no saber si lo que nosotros
creemos que somos encaja con la opinión de los otros, puede originar severos
trastornos de ansiedad.
Para los adolescentes, decidir qué estudios y qué profesión escoger y,
finalmente, qué camino seguir en la vida, genera, sin duda, gran incertidumbre.
En definitiva, las elecciones y decisiones que tomamos conforman el modo en
que nos perciben. Y es que, nuestra identidad se consolida no solo a través de
nuestro autoconcepto, sino también por cómo nos ven los demás.
Por ello, los adolescentes deben saber conocerse a sí mismos y, así,
descubrir lo que les gusta, sus intereses, sus deseos, su forma de estar en el
mundo para, en definitiva, conformar su identidad.

5. ESTEREOTIPOS Y PREJUICIOS DE LA ADOLESCENCIA


Los estereotipos y prejuicios de la adolescencia suponen un factor de
riesgo para la conformación de la identidad, tarea principal de esta etapa.

Comprender el contexto en el que nos encontramos y nuestra sociedad,


en general, puede resultar muy difícil debido a su complejidad. Por esta razón,
se crean una serie de estereotipos y prejuicios que ayudan a explicar y a
simplificar la realidad social. El uso de estereotipos y prejuicios de la
adolescencia es muy frecuente en esta etapa, y hace que sea un factor de riesgo
muy peligroso.

5.1. ESTEREOTIPOS FRENTE A PREJUICIOS.


Se sabe que los estereotipos y los prejuicios son un reflejo de la
cultura y el momento histórico en el que nos encontramos, y surgen con
el fin de simplificar la sociedad y ajustarse a las normas sociales. Sin
embargo, ¿cuál es la diferencia entre ambos? ¿Cuál de ellos puede
resultar más nocivo?
Por una parte, los estereotipos son un conjunto de creencias que
atribuyen ciertas características a quienes conforman un grupo. Es decir,
se elabora una imagen mental simplificada de un grupo socialmente.
En principio, los estereotipos no tienen por qué resultar negativos
y dañinos como, por ejemplo, «los hombres son fuertes» y «las mujeres
son sensibles«. Sin embargo, incluso estos estereotipos, que no son
inicialmente negativos, pueden suponer un antecedente para la
discriminación, a pesar de que la base no sea una verdad lógica, ya que
se trata de una afirmación construida socialmente.

De hecho, según el psicólogo Gordon Allport, los estereotipos


son creencias exageradas para justificar y racionalizar la conducta en
general e, incluso, las acciones contra personas o grupos sociales.

Por otra parte, los prejuicios son actitudes creadas y aprendidas


de imágenes estereotipadas. Es decir, se trata de juicios con un carácter
esencialmente negativo y sin fundamento que derivarían de un
estereotipo.

5.2. DISCRIMINACIÓN.
Por último, es inevitable hacer referencia a la discriminación, una
conducta extendida socialmente que es estable en el tiempo y que
es aceptada culturalmente, en ocasiones, hacia personas o grupos
estereotipados.
John Dovidio, profesor de psicología y estudios sociales de la
Universidad de Delaware, define la discriminación como
un comportamiento negativo, dirigido hacia los miembros de un exogrupo
hacia el que se mantiene un prejuicio.
Los motivos de discriminación pueden ser muy diversos: por etnia,
orientación sexual, religión, ideología política o por sexo, entre otros. En
un instituto, por ejemplo, un adolescente puede ser discriminado
simplemente por pertenecer a un entorno rural, en vez de a un entorno
urbano como el resto de sus compañeros.

5.3. ¿CUÁL ES LA IMAGEN QUE TENEMOS DE LOS ADOLESCENTES?


La adolescencia es una época que ha sido calificada a raíz de una
serie de tópicos, ya sea por el recuerdo distorsionado que los adultos
conservamos de ella, o por toda la producción literaria y cinematográfica
que ha difundido una imagen de la adolescencia concreta.
La adolescencia es una etapa marcada por una intensa
inestabilidad emocional. Sin embargo, a pesar de los cambios
hormonales y biológicos, este grupo de autores demuestra que el nivel
de inestabilidad que aparece en esta etapa es similar al de otras etapas
del desarrollo.
Los trastornos que aparecen en esta etapa están limitados a ella
y desaparecen en la vida adulta. Para ellos, aunque algunas conductas
como el consumo de drogas o las fobias se manifiesten durante la
adolescencia, aquellos jóvenes que desarrollen estos trastornos
probablemente los mantendrán cuando sean adultos.
La adolescencia como un periodo de conflictos con los padres o
con los adultos, en general, está originado por un conflicto generacional.
Para estos autores, los adolescentes suelen estar de acuerdo con sus
padres en los aspectos fundamentales, y desean mantener relaciones
afectivas con ellos.

“La adolescencia es un nuevo nacimiento, con ella nacen


rasgos humanos más completos y más altos”.
G. Stanley Hall.
5.4. ¿CÓMO INFLUYEN LOS ESTEREOTIPOS Y PREJUICIOS DE LA
ADOLESCENCIA?
Los estereotipos y prejuicios de la adolescencia son muy
peligrosos, ya que ponen en riesgo la tarea principal de esta etapa: la
conformación de la identidad.
El uso abusivo de estereotipos y prejuicios puede desencadenar
en el etiquetaje social. Si continuamente un adolescente recibe opiniones
y calificaciones del entorno sobre él mismo, acabará asumiendo esa
etiqueta y actuará acorde a ella.
Un adolescente que escuche constantemente que es un
irresponsable y un vago, es muy probable que, por ejemplo, se resigne
a sacar malas notas, ya que él se ha concienciado de que no puede
aspirar a ser un estudiante trabajador y responsable.
Las consecuencias de los efectos de los estereotipos y prejuicios
sobre los adolescentes pueden resultar devastadoras: aislamiento,
problemas escolares, abuso de sustancias, etc.
En definitiva, los estereotipos, los prejuicios, el etiquetaje y sus
consecuencias resultan un factor de riesgo grave durante la
adolescencia. En esta etapa, los adolescentes se encuentran en la
búsqueda de su identidad, por lo que todas las influencias sociales que
reciban de su entorno contribuirán a la formación de la misma.

6. LA PRIVACIDAD DE LOS ADOLESCENTES.


En la adolescencia, los jóvenes quieren ser libres e independientes. Así,
desarrollan su identidad. A continuación, te explicamos la importancia de
respetar la privacidad en la adolescencia.

La adolescencia es una etapa complicada, tanto para los jóvenes como


para los padres. Es una época de transición en la que los niños se convierten
en adultos. Por ello, el vínculo entre padres e hijos cambia y es menos
dependiente. Para que esta relación pueda desarrollarse de forma positiva, es
importante respetar la privacidad de los adolescentes.
Los jóvenes quieren sentirse libres. Por tanto, resulta contraproducente
que los padres estén supervisando continuamente lo que hacen sus hijos.

“Quien pierde la intimidad pierde la libertad y además se le pierde el


respeto. Y sin respeto no hay convivencia”.
Miguel Wiñaski.

La privacidad es importante para todas las personas; es un derecho


básico. Pero, en la adolescencia el respeto a la intimidad cobra aún más
relevancia, ya que están creando su propia identidad y personalidad.
Por tanto, los padres deben asumir su papel de guía y apoyo,
manifestando su disposición a escuchar y a prestar ayudar. Además, deben
estar atentos y supervisar las conductas y comportamientos de sus hijos. Pero
sin llegar a atosigarlos. De esta forma, se logra que los adolescentes se
conviertan en personas responsables y con criterio.

«La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre


para que se desarrolle.
María Montessori.

6.1. ¿HASTA QUÉ PUNTO HAY QUE RESPETAR LA PRIVACIDAD DE


LOS ADOLESCENTES?
Los padres tienen que esforzarse en respetar la privacidad de sus
hijos, estableciendo con ellos una relación de confianza. Pero, si los
jóvenes muestran comportamientos extraños o preocupantes, habría que
estar alerta.

Puede que los adolescentes no quieran contar algún problema que


están teniendo. Por ello, en estos casos, hay que actuar e invadir la
intimidad de los adolescentes, para poder ayudarlos y asegurarse de que
no están en peligro.
En definitiva, los padres tienen que estar atentos ante los posibles
problemas graves que los hijos pueden tener durante la adolescencia.
Incluso, consultándolo y poniéndolo en manos de un profesional.
Con los jóvenes hay que intentar hablar diariamente y dialogar
sobre temas relevantes para la vida, sin evitar asuntos delicados o
difíciles. Porque recuerda: lo esencial es mantener una
buena comunicación con los hijos, de modo que sean ellos los que te
cuentan sus problemas y preocupaciones.
Por último, ten en cuenta que la educación y los valores que has
transmitido a tus hijos durante la niñez, les servirán para afrontar la
adolescencia de una forma positiva.

«Confía en tu hijo y en los valores que le has inculcado desde


la infancia.»

7. LA AMISTAD EN LA ADOLESCENCIA.
La amistad en la adolescencia tiene una función básica. Esta es una
etapa de cambios, en la que necesitamos sentir que encajamos socialmente.

La amistad en la adolescencia tiene una función básica. Los humanos


formamos una especie ‘gregaria’, por lo que necesitamos sentir que encajamos
socialmente. Esta necesidad se vuelve más imperiosa durante esta etapa.
Los adolescentes con dificultades para establecer amistades suelen
presentar problemas escolares, de autoestima, de autoconcepto y posibles
desajustes emocionales en la etapa adulta.

7.1. PERSONALIDAD EN LA ADOLESCENCIA.


Los adolescentes se encuentran en una constante situación de
indecisión en la que exploran distintas alternativas, incapaces de
mantenerse en ninguna de ellas. Esto los lleva a adoptar creencias y fines
sugeridos o impuestos por otros hasta encontrar los que realmente le
identifiquen.
La adolescencia se puede dividir en tres etapas (edades
orientativas):
 Temprana (10-13 años). Esta etapa se caracteriza por un
marcado egocentrismo. Así, o bien creerá que nadie puede
entenderle, debido a su «especial» forma de ver y actuar en la vida,
o bien puede sentir que es el centro de todas las miradas, actuando
en función de lo que cree que los demás esperan de él.
 Media (14-17 años). En este periodo se hace más evidente el
individualismo: pasa más tiempo a solas. Existe conciencia de riesgo,
pero se tiende a buscar nuevas experiencias, principalmente dentro
de su grupo de iguales. Al tiempo que empieza a preocuparse por las
emociones y sentimientos de los otros.
 Tardía (a partir de los 18). En esta fase se consolida la
personalidad. Es el resultado del proceso vivido.

8. PAPEL DE LA AMISTAD EN LA ADOLESCENCIA.


Al principio de la adolescencia, se inicia un periodo de rebeldía y
comienza un alejamiento del entorno familiar. De esta forma:
- Empieza a cobrar mucha importancia el grupo de iguales.
- Cuestionará los límites impuestos por sus padres, ya que se dará cuenta
de que estos no son perfectos.
- Se inicia la búsqueda de una amistad exclusiva. Surge la figura del
«mejor amigo».
- Idealiza a los pares.
- Aparece cierta presión por conseguir la pertenencia a un grupo.
- Las relaciones se vuelven intensas, principalmente las que involucran a
personas de su mismo sexo.

Conforme va avanzando la adolescencia, la necesidad de identidad con


su grupo de iguales se intensifica. De esta forma, la mayor influencia que recibe
el pubescente viene de su círculo social, tanto para bien, como para mal.
9. SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA.
En la primera etapa de la adolescencia se evidencia una
gran preocupación por su físico y los cambios que se están produciendo en su
cuerpo. Necesitan saber que lo que les ocurre es normal, por lo que se
comparan con los demás. Asimismo, aumenta el impulso sexual y la necesidad
de experimentar y definir su rol de género.
En la siguiente etapa se evidencia una aceptación de su nuevo cuerpo,
surgiendo la necesidad de experimentar sexualmente. Comienza el coqueteo y
se establecen relaciones de pareja, que pueden idealizarse románticamente.
En la etapa final, las relaciones de pareja tienden a volverse más íntimas
y estables. Se basan en intereses compartidos y valores similares.

10. NUEVE MANERAS DE LLAMAR LA ATENCIÓN DURANTE LA


ADOLESCENCIA.
Puede que el adolescente sienta la necesidad de recibir mucha más
atención de la que le damos y ponga en práctica alguna estrategia para
conseguirla. En algunos casos, el recurso que utilizan favorece su presente y
su futuro, mientras que en otros es completamente lo contrario.
Revisemos algunas de las maneras más comunes que tienen los
adolescentes para llamar la atención:

10.1. POSITIVAS:

A. ALTAS CALIFICACIONES.
Esta es una forma muy positiva de llamar la atención. Las
buenas calificaciones repercutirán en su futuro, ya que pueden
ayudar a conseguir un cupo o beca en alguna universidad. Los
jóvenes se sienten muy complacidos por sus logros y ganan con
esto halagos y atención de sus padres.

B. DESEMPEÑO EN ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES.


Muchos jóvenes tienen habilidades para ciertas actividades
fuera del ámbito educativo, como los deportes, la cultura o
la música. Al ver que se destacan, se esfuerzan por ser los
mejores en sus disciplinas y, con ello, ganar atención. Esta es una
excelente alternativa para formar una conducta dedicada a los
buenos hábitos y costumbres.

C. CARIÑOSOS Y PARTICIPATIVOS.
Algunos chicos sienten la necesidad de expresar sus
sentimientos hacia las demás personas. Son abiertos y no se
cohíben al dar a conocer sus pensamientos e inquietudes; les
agradan las reuniones familiares y siempre tratan de involucrar a
sus amistades. Asimismo, estos adolescentes están atentos a
aquellos jóvenes que se sienten solos y prestan su ayuda
incondicional. Esta es su forma de lograr que más miradas se
centren en ellos.

D. ACTIVOS EN LA ECOLOGÍA.
En la edad de la adolescencia, muchos se sienten atraídos
por la conservación del medio ambiente, así como también por
ayudar y proteger a los animales. Por eso, suelen formar
campañas para recaudar fondos, hacer limpieza de alguna plaza
o realizan siembras de árboles
En muchas ocasiones, estos chicos crecen con inspiración
ecológica y se dedican a la preservación de la fauna y la flora en
la adultez.

“Si no encuentran la contención de su familia, entonces los


jóvenes recurren a otro grupo de personas no idóneas o adoptan
actitudes negativas para llamar la atención”.

10.2. NEGATIVAS:

E. TRASTORNO ALIMENTICIO.
Una de las maneras de llamar la atención en la
adolescencia es un drástico cambio en el peso corporal para
despertar la curiosidad de las personas que lo rodean. Muchos no
saben las consecuencias que esto trae consigo y lo difícil que
suele ser la recuperación.
Si tenemos sospecha de que esto ocurre en casa,
debemos llevar al joven a la brevedad con un psicólogo y un
nutricionista. De no tomar medidas inmediatas, las consecuencias
para su salud podrían llegar a ser graves.

F. CONSUMO DE ALCOHOL, CIGARRILLOS Y DROGAS.


Es el camino más común y dañino que suelen tomar los
adolescentes. Para generar algún tipo de respuesta de parte de su
familia o cualquier adulto, muchos jóvenes incurren en
experimentar con este tipo de vicio muy difícil de dejar.
En estos casos, vale más una sincera conversación y el
apoyo que las represiones, ya que estas últimas potenciarán su
rebeldía.

G. INTENTO DE SUICIDIO.
Cuando los chicos se sienten abandonados por sus
familiares y amigos, el suicidio puede ser una salida extrema que
busquen para llamar la atención. Sin dudas, se trata de una
situación sumamente delicada; se deben detectar las señales de
su depresión y actuar de manera preventiva. La ayuda psicológica
de parte de un profesional es fundamental en estos casos.
H. ESCAPAR DE CASA.
Escapar de casa es una de las maneras de llamar la
atención en la adolescencia más populares. Al sentirse
incomprendidos por sus padres, los jóvenes piensan que es mejor
estar con aquellos que sí tienen voluntad de complacer sus
deseos. Por lo general, los chicos se van a casa de otros amigos
o con la pareja que tienen en el momento.

I. AGRESIVIDAD, REBELDÍA.
En muchas ocasiones, los adolescentes se muestran
agresivos o rebeldes con sus padres; les llevan la contraria,
contestan mal, no cumplen con sus obligaciones y toman una
actitud desafiante ante alguna orden que se les imponga.
En estos casos, hay que dedicar tiempo para conversar con
el joven y hacerle entender el porqué de las cosas. Con
frecuencia, este tipo de conductas con el tiempo pueden llevarlos
a cometer actos delictivos o ilegales.
Es sabido que no es nada fácil ser padres, en especial
cuando los hijos buscan llamar la atención durante la
adolescencia. Debemos procurar que ellos crezcan sanos, tanto
física como psicológicamente. Para lograrlo, se debe invertir
tiempo de calidad con ellos y ofrecerles mucho cariño y
comprensión; así, comenzaremos a recorrer el camino para formar
a un adolescente feliz.

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