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Bosquejo I
«Si tienes mucho, da tus bienes, si tienes poco, da tu corazón». Proverbio árabe.
Introducción
Así como este proverbio árabe busca un equilibrio entre la sabiduría y la práctica, entre los
dichos y los hechos; también el libro de Proverbios pretende ese equilibrio. Porque es un libro de
expresión de vida. La misión primordial de Proverbios es detallar de modo notable, memorable y
conciso lo que significa estar enteramente a disposición de Dios.
Leer y meditar en el libro de Proverbios es muy grato. Predicarlo es otra cosa, es difícil.
Dedicarse a la enseñanza de versículo por versículo llevaría semanas. Es mejor, en nuestro caso,
ir estudiándolo por temas. Vale la pena considerar algunos aspectos importantes de lo que es la
literatura sapiencial (a la cual pertenece este libro). Lo siguiente nos ayuda un poco en el estudio
del libro.
Toda persona cristiana debe emprender el estudio y el desarrollo del su carácter cristiano. Las
razones son claras: 1. Nuestra meta es convertirnos conforme a la estatura de la medida de
Cristo. (Ro 8.29; Ef. 4.13) Este aspecto es esencial en la vida cristiana. Proverbios enseña
cómo vivir una santidad personal y práctica. 2. También, nos ayuda a poder discernir el
carácter de otras personas. Área importantísima en la consejería bíblica (Pr 26.5)
Conocer el carácter de las personas que van a ser aconsejadas es clave, pues es muy
diferente aconsejar a una persona sabia que una necia. Así como los padres van conociendo
el carácter de sus hijos y aprenden a disciplinarlos conforme al carácter de cada uno. El
discernimiento del carácter de otros es esencial para prestarles atención. Ya sea evitando un
carácter malvado y violento. (Pr. 1.8-19) No se deben asociar con las personas deshonestas.
(Pr. 29.24) La persona disimuladora no es una buena amistad. (17.9) Los verdaderos amigos
son fieles. (17.17) No fallarán cuando sea necesario reprender. (Pr. 27.5-6)
El carácter santo es imprescindible cuando se está en la busca del cónyuge. (Pr 31.10-31;
21.9,19, 22.24-25)
Proverbios enfatiza la vida práctica. La persona sabia aplica sus conocimientos en una vida
fructífera. Como cristianos debemos practicar lo que conocemos, ya sea en el hogar, en el
trabajo; o cualquier situación donde uno se mueva. (Am. 5.24). En algunos casos, específica,
al comerciante le demanda honestidad. (Pr. 20.10)
A Proverbios le interesa más que las personas sean sabias a que sean «vivas» (en el sentido
de aprovecharse de otros).
La sabiduría tiene su propia dimensión intelectual. Sabiduría es tener una mente aguda y
astuta, es permitir la asimilación y valoración de información para formular un plan de acción.
«Estos proverbios son un manual de entrenamiento, que prepara para entender otros
proverbios, que los expertos o profesionales añadirán; ofrecen una enseñanza dinámica…
ofrecen con frecuencia explicaciones… para comprender los no explicados» Dándose por
medio de aclaraciones, ilustraciones y motivaciones. (L. Alonso Schökel y J. Vilchez Lindez,
Proverbios, Ediciones Cristiandad, 1984. Pág. 154-155)
Una persona puede ser brillante intelectualmente pero puede ser falta de sabiduría (según la
Biblia). En Proverbios 1, la sabiduría se describe como la capacidad de saber o discernir
(Prov. 1.2; cf. v. 4, «discreción», procede de la misma raíz), de aprender (2-4) y de entender
(6). La sabiduría va de lo ético a lo intelectual. Puede discernir la verdad y el error, lo bueno y
lo malo, y de lo bueno lo mejor. La sabiduría debe estar acompañada de la rectitud, la justicia
y la equidad (Pr 1.3). La sabiduría se inicia con el temor al Señor (1.7); saber qué es lo bueno
y practicarlo es resultado de conocer a Dios. (Pr. 22.17-21).
Muchas personas creen que Proverbios es un «talismán divino» para influenciar a la gente y
obtener amigos. Otras piensan es que el medio para ser feliz y próspero, aunque en parte lo
es, pero no es la prioridad. Proverbios nos anima a ser santos y correctos en nuestra manera
de conducirnos. Por eso quien persigue la felicidad como meta, ya tiene problemas, porque no
la encontrará en este libro; la hallarán quienes buscan santidad. Quien trabaja honradamente
le irá bien y dormirá tranquilo. (Véase 2 Ti 3.12)
Dios no quiere veamos en el mundo en color rosado. No, él quiere que lo veamos tal cómo es,
lleno de personas pecadoras, con necesidades. Quiere que veamos al pecado. Proverbios nos
muestra la realidad de la vida. Por ejemplo: Pervirtiendo la justicia cuando se acepta un
soborno (17.23; 29.4); u obtener algo a cambio del soborno. (17.8) Enseña que las riquezas no
proveen la verdadera seguridad (11.4, 28), algunos piensan así. (18.11) Con el dinero se
pueden obtener amigos (19.4, 6), que permanecen hasta que se acaba. (19.7) Viviremos sabia
y correctamente mientras consideremos esta realidad.
Proverbios enseña acerca de la vida porque la base fundamental de ellos son las experiencias
diarias. Esto significa una cantidad de experiencias que han sido asimiladas y elaboradas, y
que se han fusionado para compartirlas. Se puede decir, que estas experiencias son un
proceso de maduración donde el lector está recibiendo el fruto cosechado.
La sabiduría hebrea es el arte del éxito, y Proverbios es una guía para vivir exitosamente. Los
proverbios no son una invención hebrea. El uso de proverbios era común en las civilizaciones
antiguas. Los arqueólogos han descubiertos archivos de documentos de antiguos proverbios en el
Cercano Oriente, en acádico, babilónico (muy similares a los bíblicos). También se han
encontrado en Egipto.
«Proverbio» es la traducción del término hebreo mashal que significa dichos populares, dichos y
sentencias breves, aforismos, enigmas. En el libro de Proverbios lo dominante son las sentencias
y los consejos. (L. Alonso Schökel, págs. 96-97)
Para el predicador Proverbios enseña algo muy práctico: no es necesario decir muchas palabras
para mostrar sabiduría. Ya lo dice el proverbio una imagen habla más que mil palabras. La
brevedad es una de las características de sabiduría. (Pr. 12.23; 15.28; 18.2) Las personas sabias
se caracterizan por economizar palabras, el necio por la abundancia o sacar todo lo que tiene en
su cabeza. Una persona sabia escoge sus palabras. Además de que economiza palabras, las
pule. La función del proverbio es iluminar, que se comprenda. Algunos proverbios tienen sentido
de humor. (26.13) Otros son difíciles de olvidar (11.22) Si se tiene que comunicar algo, debe hacer
con poder y claridad. (16.21 y 23). La respuesta y palabras de la persona sabia deben ser cortas y
dulces. (Pr. 26.4-5).
Proverbios II; El camino se hace al andar
Introducción
Las maldad corre buscando a quien devorar, y no descansa pese a que encuentre. La maldad
está latente y los medios de comunicación lo saben, y dicen hay que aprovecharse.
Si usted ve las películas que se exhiben, notará gran cantidad que tienen que ver con la
violencia. Las revistas y libros de violencia, terror y maldad son muy populares.
Es tan angustiante el grado de maldad actual, que hay países donde la gente se encierra en su
casa como si estuviera en la cárcel, y los delicuentes, andan muy tranquilos por la calle.
¿Por qué se ha llegado a este grado de maldad? ¿Cómo se puede ayudar a controlarla? ¿Qué
papel juega el hogar en esta situación?
¿Cómo puede hablarse del pecado en ambientes donde el orgullo ya no es causa de espanto o
donde incluso se lo alaba y cultiva? ¿Cómo enseñar acerca del pecado allí donde la detallada y
amenazante lista de virtudes y vicios que Pablo propone se ha reducido a causa de la
tolerancia y la intolerancia, respectivamente?
¿Qué puede decir la iglesia cristiana acerca del pecado cuando ella misma ha contribuido a la
violencia? ¡Cómo? Descuidando hablar del pecado, minimizándolo.
Ante tal situación, ¿en qué manera pueda ayudar el estudio de Proverbios a salir de esta
calamidad?
Contexto
Dos peligros dominan los primeros nueve capítulos de Proverbios: la perversidad y la
violencia de hombres malvados, y los ardides de la mujer seductora. Ambos se encuentran en
el capítulo dos de Proverbios. (Léase Pr. 2.12-19)
Proverbios aplica y explica la relación maestro-discípulo; se expresa con la de padre-hijo.
En el discipulado el maestro llega a tener tal autoridad sobre el discípulo, que este se convierte
en su «hijo». Por tal motivo, son constantes las advertencias a tener cuidado con los hombres
violentos, con la maldad, la perversidad. Estas son tan afectivas, y por momentos,
especialmente cuando no se oyen, expresan el dolor de un padre y una madre por el desvío de
sus hijos.
La burla es una de las maneras más recurrentes utilizadas en la niñez. La burla busca destruir
la dignidad humana y con ello despoja a su víctima de una manera especialmente devastadora.
Con ella se desmoraliza al objeto de burla.
Lo atractivo de la violencia
La violencia es atractiva para la juventud, inclusive en aquellos que han crecido en un hogar
cariñoso y comprensivo. Las pandillas de delincuentes juveniles (llámense maras, malandros,
barras, etcétera) son muy atractivas por el poder que otorgan.
Proverbios reconoce y advierte acerca del papel de la perversidad y la violencia que se vive a
diario. Agréguese de los informes de la Organización Mundial de la Salud: la violencia
intrafamiliar es la epidemia número diez en el mundo.
Esta es la época cuando se empieza a preguntar si los valores que se le han enseñado
son los correctos. Los progenitores tienen que animar, impulsar, fortalecer a su hijo para
que no abandone el camino que se trazado y así pueda evitar la maldad que le acecha.
El papel del padre y la madre es preparatorio y preventivo. Se procura evitar que el hijo
tome el camino incorrecto y se asocie con malas personas. Pero a la vez se está
indicando que el hijo es responsable de sus actos
A pesar de la constante dulzura e inocencia que muestran los niños, existe una
inclinación a la necedad y rebeldía en cada uno de ellos. (Véase 22.15)
2. La sabiduría se transmite por los padres. Esta premisa es enfrentada
frecuentemente por los jóvenes. Para muchos, los adultos ya están caducos y
no se les debe prestar atención.
La presión del grupo puede ser para bien o para mal. (Véase He. 10.24-25)
b. La promesa de lucrar
La segunda tentación se encuentra en 1.14-15, es la obtención de
beneficios materiales por medio de la violencia:
«Ven, une tu suerte a la nuestra y hagamos una bolsa común entre todos”,
tú, hijo mío, no vayas en el camino con ellos, sino aparta tu pie de sus
veredas.» (RV95)
Las fechorías, tales como golpes, amenazas, robo, son las utilizadas para
agenciarse de bienes ajenos. (1:11-12) La estrategia incluye tanto el
esfuerzo individual como el colectivo (una bolsa en común) para obtener
comodidad y prosperidad, si bien hay falta de moral. (1.14) En este caso la
conquista de riquezas se consideran un botín de guerra, como si la
agresión criminal fuera una batalla legítima, coronada con el despojo del
enemigo muerto.
c. Fama y poder
La siguiente tentación es la adquisición de fama y poder por cometer una
fechoría. La juventud quiere poder, no sólo que la vean, quiere hacerse
sentirse. Por tal motivo, se acerca y participa con grupos o personas que le
otorguen importancia.
«En vano es tender una red ante los ojos del ave, pero ellos a su propia
sangre ponen asechanzas, contra sí mismos tienden la trampa. Así son las
sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus
poseedores.» (RV95)
«De nada sirve tender la red a la vista de todos los pájaros, pero aquéllos
acechan su propia vida y acabarán por destruirse a sí mismos. Así
terminan los que van tras ganancias mal habidas; por éstas perderán la
vida.» (NVI)
«Que “en vano se tiende una red a la vista de seres que vuelan”. Sus
insidias serán mortales para ellos, acechan contra sí mismos. Tal es la
suerte de la codicia desmedida, que quita la vida de sueño.» (NBE)
2. Dos de estos versículos (17-18) han sido difíciles de interpretar por los
eruditos bíblicos. Se dan dos interpretaciones posibles: a) «Los
malvados tienden redes al inocente, Dios le da ojos para descubrir la red
y alas para escapar, por tanto, es inútil compartir la suerte de los
perversos.» b) «Los perversos le echan redes seductoras; él, instruido
por sus padres, que le han abierto los ojos, puede descubrir la red…
logra escapar.»
A. La sabiduría pregona
1. La sabiduría personificada por una mujer anda animando para que vivan en
rectitud y honestidad. (1.20-21)
a. La sabiduría lo hace abiertamente por las calles. Lo hace en voz alta. En
las puertas de la ciudad, donde se encuentran los ancianos de la ciudad.
(1.21; ver Rut 4.1s)
b. Los hombres malvados invitan en secreto, escurridizamente. Están al
acecho en los callejones oscuros por la noche. (10-14)
2. El «hijo» mencionado a partir del versículo 8 es joven e inocente, él de los
versículos 22 y 23 no están joven e inocente. El problema aquí es el rechazo
voluntario de la sabiduría. «¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguirán
aferrados a su inexperiencia?¿Hasta cuándo, ustedes los insolentes, se
complacerán en su insolencia?» (22) El inexperto no se encuentra contento
con su situación, pero reacciona. El insolente la desprecia.
B. La sabiduría corrige
1. La sabiduría quiere corrección, desea que le respondan a su reprensión. (1.23)
2. Invita al arrepentimiento. La única manera para que los pecadores se
arrepientan de su maldad es volver a la honestidad.
C. La sabiduría no es natural
1. La sabiduría se tiene que obtener.
La sabiduría por ser de origen sobrenatural (1 Co. 2.6-16), la pueden recibir
quienes abandona la necedad. (1.23) Pero sólo el Espíritu Santo es quien
aclara nuestras mentes e ilumina las Escrituras para lograrlo, y así conocer la
sabiduría divina. (véase Ef.1:17; Col.1:9).
Conclusión
1. En el capítulo 1, se traza el camino de vida en dos maneras: vía sabiduría o vía necedad.
La sabiduría conduce a la paz y a la seguridad, mientras que la necedad lleva a la muerte
y destrucción. La trayectoria de la necedad es el camino de la violencia que busca
beneficios materiales. La otra, de la sabiduría, tiene como base el temor al Dios y el
abandono del mal.
2. Nuestra vieja naturaleza hace que nos inclinemos a la insensatez. Debemos hacer un
alto, y decidir conscientemente seguir el camino de la sabiduría. O se sigue al pecado o
se sigue la sabiduría, el camino de salvación. (Véase Jn. 14.6)
3. Estimado lector, su destino depende de la decisión que tome. El apóstol Juan dijo: «Y
este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo. El
que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.» (1 Jn. 5.11-
12)
4. Solamente hay dos sabidurías: la de Dios y la del hombre pecador. Al hombre pecador la
sabiduría de Dios le parece absurda, porque esta sabiduría otorga salvación. (1 Co. 1.20-
25).
5. Si usted es cristiano, sepa que vivir sabiamente es lo que Dios desea. Quienes le obedecen
son sus seguidores. (Mt. 4.19; 10.38)
6. Si no tiene esperanza, lea el siguiente relato:
«La hilera de lámparas del quirófano arrojaba una luz intensa sobre la paciente mientras
el Dr. Bernard Nathanson examinaba la escena con un acostumbrado ojo clínico…
Pesadas sábanas blancas cubrían el torso de la mujer; sus rodillas estaban dobladas y
sus pies en los estribos de la camilla. Hacía 40 minutos le habían dado un tranquilizante
para disminuir su ansiedad.
Nathanson posicionó el espéculo para mantener abierto el canal vaginal, y luego
administró anestesia local al cuello del útero con una jeringa hipodérmica. Ensanchó el
canal cervical con una varilla de metal e insertó la cureta (un instrumento largo de acero
con anilla de bordes filosos) en la cavidad uterina. El embarazo de la paciente era de
aproximadamente nueve semanas —tiempo suficiente como para que Nathanson
demorara unos o dos minutos adicionales para asegurarse de raspar todo el
revestimiento del útero y juntar el tejido para examinarlo.
Al final de los diez minutos del procedimiento, Nathanson examinó con cuidado los bultos
del tejido sanguinolento sobre la bandeja para asegurarse de que podía ver todas las
partes del feto desmembrado. Satisfecho de que el procedimiento se completó con éxito,
Nathanson desvió la mirada de la camilla, hizo una seña a la enfermera, y se quitó sus
guantes quirúrgicos. Después de arrojarlos en el cesto de basura, se frotó las manos
satisfecho, pero también para sacar de su mente lo ocurrido. Había realizado una buena
labor. Rutinaria, pero una labor en la que uno deseaba mantener estándares elevados.
Caminó unos pasos y miró el rostro de la mujer bajo la sábana blanca.
—Todo está bien—dijo—. Descanse un momento en la sala de recuperación; luego iré a
verla. Alguien la puede llevar a su casa, ¿verdad?
La mujer movió la cabeza asintiendo, pasándose la lengua por su labios resecos.
Nathanson se dirigió a las puertas de vaivén que conducía al área de descanso de los
cirujanos, donde tomaría un momento antes de regresar a la mesa de operaciones para
las pacientes de la tarde. Otro grupo de mujeres aterrorizadas, a menudo desconsoladas.
Nadie observando la escena en el quirófano hubiera podido adivinar que la mujer en la
camilla del hospital era la amante de Nathanson… ni hubieran podido adivinar que él
acababa de abortar a su propio hijo.» (Citado por Charles Colson y Nancy Percey, Y
ahora… ¿Cómo viviremos, Unilit, 1999. pág. 201)
Este médico, a quien se le llamaba «el rey del aborto» participó en 75.000 abortos. ¿Hay
esperanza para tanta maldad?
Sí, en Cristo, este médico se convirtió y hoy es un defensor de la vida.
Proverbios III; Dos mujeres, dos caminos
por Desarrollo Cristiano
Serie de bosquejos basados en el libro de Proverbios.
Introducción
Si alguien le preguntara hoy: «¿Es usted una persona sabia?», ¿qué le respondería?
Mucha gente diría: «Bueno, la verdad es que me gustaría serlo».
Hay gente que cree que los sabios están recluidos en torres de marfil, consideran que la
sabiduría no es más que función del intelecto, o un poder cerebral, que se aplican a asuntos
como los de la filosofía, la teología o la sicología. Hay otros que piensan que una persona sabia
debe ser entrada en años. Y hay quien cree que ser sabio es algo bueno, pero que resultaría
presuntuoso admitirlo. En el fondo, se consideran sabios, pero son reacios a decirlo porque les
preocupa que otros piensen algo raro de ellos.
Si usted se considera una persona sabia, ¿en qué se basa para llegar a esa conclusión?
Contexto
Según el libro de Proverbios hay dos clases de sabiduría. Las dos se encuentran en los
primeros nueve capítulos, son personificadas por dos mujeres: dama Sabiduría y doña Locura.
Esta enseñanza se relacionado con las advertencias del capítulo 1, la búsqueda de sabiduría, y
el tener cuidado de las personas malvadas, perversas y seductoras
El fundamento de la sabiduría se encuentra en Pr. 9.10, que dice: «El temor de Jehová
es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.» Temor en
este versículo quiere decir reverencia a Dios. Las personas que temen a Dios se someten a él.
Entienden hasta cierto punto que Dios todo lo sabe, todo lo puede, está presente en todos los
momentos y por toda la eternidad, y es todo amor; y ellas no lo son. Admiran a Dios, y se
maravillan de él, porque es todo, tiene todo, y controla todo, tiene cuidado, ama, bendice y se
acerca al ser humano. Temer a Dios no es temer el juicio de Dios; es considerar el hecho de
que Dios tiene toda la autoridad para juzgar y perdonar, para mostrar misericordia y para
otorgarnos su gracia abundantemente.
UN CONTRASTE DE CARÁCTER
El tema más destacado de los primeros nueve capítulos es el contraste entre la dama
Sabiduría y doña Locura (2.16-19; 5.1-14; 6.20-35), la dama Sabiduría (1.20-33; 3.13-18; 4.5-9;
8.1-36), o ambas (7.1-4, 5-27; 9.1-6, 13-18). Las dos mujeres personifican las dos clases de
sabiduría. El contraste sigue el patrón padre - hijo, se espera que el padre le indique al hijo que
clase mujer tiene que seguir y cual evitar.
Doña Locura es de carácter adúltero: Doña Locura es adúltera, no es prostituta (2.16), ha
dejado al compañero de su juventud (2.17); el compañero puede reaccionar muy enojado
(6.29-35); ella debe evitar que su cónyuge la encuentre en adulterio. (7.19-20).
Además, no toma en cuenta a Dios, se olvida de su promesa ante Dios (2.17); también
es bullanguera e ingenua. (9.13) No sólo ella se extravía sino que extravía a las demás
personas. (4.6)
«Come, se limpia la boca y dice: «no he hecho nada malo» (Pr. 30.20, RV 91)
«La mujer infiel se acuesta con otro hombre, luego se baña y dice: “¡Aquí no ha pasado
nada!”» (Pr. 30.20, BLS)
La sabiduría, por otra parte, se personifica como virgen, la que el hijo sabio debe
perseguir, con aquella que él puede tener una sana relación íntima. (Véase 3.15; 4.6-8; 7.4).
«Más preciosa es que las piedras preciosas: ¡nada que puedas desear se puede comparar con
ella!» (Pr. 3.15)
«No la abandones, y ella te guardará, Ámala, y te protegerá. Sabiduría ante todo, ¡adquiere
sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia! Engrandécela, y ella te
engrandecerá; te honrará, si tú la abrazas. (Pr. 4.6-8)
«Di a la sabiduría: “Tú eres mi hermana” y llama parienta a la inteligencia.» (Pr. 7.4)
Ambas persiguen a los hombres con mensajes y métodos diferentes, aun pueden
perseguir a los mismos hombres. La dama Sabiduría advierte a hombres que van en camino a
la destrucción y la locura. (1.24) Ella no dice a hombres lo que desean oír, pero lo que
necesitan oír si se los dice: que van en camino a la muerte. La dama Sabiduría es directa en su
discurso. (8.6-8) Ofrece enseñanza y otorga paz (7.1-2), tiene buenos consejos, prudencia y
valor. (8.14) Ella promete seguridad (1.33), larga vida, riqueza y honra (3.16-17), y, sobre todo,
vida (3.18).
Doña Locura no ayuda a seguir en el camino, tiene el suyo propio (5.6; 9.13), ni advierte
a los hombres, que seguirla es ir a la muerte. (2.18-19; 6.26; 7.22-23; 9.18) Si la dama
Sabiduría apela a la espiritualidad, la locura estimula los impulsos sensuales del sencillo
(simple, inexperto). En ocasiones viste en forma seductora, (7.10) y habla eróticamente sobre
su cama con olores y fragancias. (7.16-17) Ofrece saciar de amor a su víctima.
Mientras que doña Locura puede ofrecer una cierta belleza exterior, no hay seguridad
que esa hermosura sea real. Ella es una mujer que ha estado casada por cierto tiempo, pues
ha dejado al compañero de su juventud. (2.17) Quizás, para atraer a su presa hace gala del
maquillaje; su belleza es aparente. (6.25) Su arma letal no es la belleza sino la lengua:
«La mujer infiel te engaña con palabras suaves y dulces, que al fin de cuentas resultan más
amargas que la hiel y más peligrosas que una espada.» (Pr. 5.3-4, BLS; véase también 2.16;
7.5; 22.14).
Con la adulación atrae a los incautos (inexpertos, sencillos, simples). Tiene la habilidad
de hacer invitaciones elocuentes. (7.14) Ella se dirige directamente al ego de las personas.
(7.15)
«Por eso he salido a encontrarte, buscando con ansia tu rostro, y te he hallado.» (7.15, RV 95)
Doña Locura procura engatusar a cualquier hombre que se le atraviesa porque sabe que
a ellos les gusta que les levanten el ego. La adulación sirve tanto para los hombres como para
las mujeres. (Véase 26.28; 28.23; 29.5) Pero no todos los elogios procuran adular, la mujer
sabia es elogiada por otra razón. (31.31)
Doña Locura es una experta en usar proverbios, sabe seducir a su víctima. Así como lo
sabe seducir, disfruta el hacerlo. (9.17)
«¡No hay nada más sabroso que beber agua robada! ¡No hay pan que sepa tan dulce
como el que se come a escondidas!» (Pr. 9.17; BLS)
Hasta ahora, estas dos mujeres nos han enseñado la importancia de la pureza sexual.
También han mostrado la prioridad de conocer los peligros de no mantenerse puro. Salomón lo
sabía muy bien, en esta área tuvo sus problemas más grandes. En esta área cayó, (1 Re.
11.1s) así como el rey David. (2 Sm 11) Acuérdense de Sansón. (Jue 14-16) ¡Ni que decir! Del
ejemplo del pueblo de Israel. (Nm. 25.1s) Conocer y vivir en pureza sexual es una área
prioritaria para las personas que quieren ser piadosas y sabias.
Nuestros hijos y nuestra hijas deben aprender y esforzarse por mantenerse puros, y a
buscar la clase de persona que será su cónyuge.
El mundo nos modela a doña Locura (Insensatez); con modelos encantadores que nos
anuncian todas las estrategias para seducir con bajeza y adulación. Muchas chicas, en
nuestros días, para ser aprobadas hacen alarde de sus cuerpos, usan ropa provocativa, se
ponen perfumes sensuales, se ofrecen, etcétera. Usando cualquier clase de artificios para
lograr su cometido. (Recomendamos la lectura del libro El pecado, por Cornelius Plantinga Jr.)
Plantinga presenta en forma muy amena la seducción tanto de las mujeres como la de los
hombres, especialmente el papel de las grandes estrellas que los niños, las niñas y los jóvenes
imitan. Estrellas que ven todos los días por televisión. Estrellas que dejan mucho que desear. A
esas ven nuestros niños desde pequeños. Después decimos: ¿Por qué las cosas andan mal?
¿Nosotros les enseñamos principios cristianos?
Pareciera que la mujer sabia no tiene mucha cabida en la juventud de nuestros días.
Según la Palabra de Dios, lo importante es el carácter interno, no lo externo. (Véase 1 Ti 2.9-
10; 1 Pd. 3.1-6) Cuando las mujeres y los hombres cristianos son insensibles con su ropa y su
conducta, pueden causar la caída de otros, tentándole en pensamientos y acciones.
Proverbios debe ser una lectura obligatoria para todas las personas que desean ser
piadosos y que se quieran liberar de la inmoralidad. Proverbios exalta la sabiduría, nos advierte
de los peligros de la insensatez, y el valor de tener un cónyuge santo. (Con el ejemplo de la
mujer virtuosa, 18.22; 19.14; 31.10-31) Proverbios nos anima a que encontremos satisfacción
sexual en nuestro matrimonio. (5.15-23) También advierte la insensatez de darle cabida a los
pensamientos inmorales, los cuales llevan a la vergüenza, depravación y muerte. (Véase 2.18-
19; 5.7-14)
DOS MUJERES, DOS CAMINOS (BOSQUEJO)
Las dos mujeres nos dan lecciones valiosas en el área sexual y en la matrimonial, pero esa no
es la única enseñanza. Ellas nos enseñan dos clases de senderos por los que podemos
caminar:
I. Dos mujeres que son identificadas con dos diferentes caminos a recorrer.
B. La sabiduría libra a la persona del camino del maldad (2.12). Continúa enseñando
acerca del evitar el camino malo (2.13-15) y él de la adúltera. (2.16-22) En estos
versículos (12-22), camino o senda se menciona en ocho ocasiones, tanto para
evitar desviarse de él como no acercarse al de los hombres perversos. En otros
pasajes se vuelven a mencionar ambos caminos. (Véase 3.31; 4.11, 14; 5.21; 6.23;
7.24-27; 8.13, 20; 9.6, 15).
La dama sabiduría busca al joven para casarse, la locura para pasar el rato. La diferencia
entre ambas no es exclusivamente sexual o matrimonial. La diferencia es la clase de vida
que siguen y hacia dónde lleva. Proverbios las describe en forma diferente, a doña
Locura en una forma. (Véase 19.13; 30.23) Y a la virtuosa en otra. (31.10-31). El meollo
es cuál escoger y cuál rechazar. La lección que se aprende tiene que ver con la clase de
cónyuge que se busca.
Puede decirse que Proverbios enseña acerca de una variedad de mujeres, la reacción de
ellas en diferentes ocasiones. Se advierte del cuidado que deben tener las personas para
escoger cónyuge. Pues, hasta un mujer sabia y precavida puede ser agredida o
seducida.
Alguien ha dicho, que la locura puede representar a las personas agresoras (sea hombre
o mujer), pues, está representando el camino de la maldad.
A. La lucha entre la dama Sabiduría y doña Locura es una figura de lenguaje, por eso
no deben tomarse literalmente. (Véase 9.1-6)
B. Muestra de lo que hacen. (capítulo 9). (Este punto tomado de Proverbios, L. Alonso
Schökel, pág. 246). Las dos escogen al mismo público, pero siguen diversas
tácticas y es opuesto su mensaje:
2. La cordura toma la iniciativa para convidar, reparte sus criadas por puntos
estratégicos, donde de ordinario se colocan los pregoneros; de esta manera va
en busca de sus invitados o clientes, espera que sean numerosos y que sean
los que lo necesitan. La dama necedad espera que pasen los transeúntes para
interpelarlos desde su puesto, sin moverse, aunque su casa esté situada en
lugar estratégico, su pregón no se difunde por la ciudad.
3. Parece que la oferta es distinta: una ofrece carne y vino, la otra pan y agua.
Pero lo segundo puede deberse al carácter proverbial de la expresión (véase
20,17) y al valor metafórico de las frases (sentido sexual).
IV. No todas las personas que están en la trayectoria de la locura son violentas
B. Dos opciones
3. Doña Locura personifica un sistema que conduce a los hombres y a las mujeres
a un camino de destrucción. Este sistema escoge a las personas que rechazan
la sabiduría, ofreciéndoles placer constante.
4. San Pablo advierte que evitemos cualquier clase de filosofía que nos conduzca
por el camino del mundo. (Véase Col 2.8) Rechacemos cualquier sistema o
filosofía que no considera a Cristo. Rechacemos cualquier sistema que aboga
por la violencia y la avaricia, e incluso promueve la inmoralidad. (Véase Col
2.20-23)
5. Si usted ha muerto a los principios elementales de este mundo, ¿por qué vive de
acuerdo con ellos?
6. La locura (insensatez, necedad) empieza con el rechazo a Dios. Dios nos invita
para que le sigamos. La única manera de obtener sabiduría es por medio de
Jesucristo. (Véase Pr. 3.5-6 y Jn 14.6) Moisés rechazo la locura para buscar la
sensatez. (Véase He. 11.24-26)
Introducción
Una persona sabia manifiesta que lo es por la manera en que usa el dinero, especialmente
cuando tiene abundancia. La sabiduría no se mide por la cantidad de dinero que tenga, sino
por la actitud hacia él, la forma en cómo se ha adquirido, y la manera en qué se usa. El tema
del dinero no es uno de los más importantes, el mismo Señor Jesús lo consideró algo pequeño,
poco. (Lc. 16.10)
El Dr. Larry Burket ha dicho: «La forma en que manejamos nuestro dinero es una demostración
externa de una condición interna». El hermano Burket está diciendo que la forma en que
gastamos nuestro dinero está íntimamente ligada a nuestra escala de valores; y estos valores,
son el fruto directo de nuestro carácter. La manera en que manejamos nuestra vida económica
habla mucho de quiénes somos como personas y de qué es lo realmente valoramos en la vida.
Tratemos de ser sabios en la manera cómo usamos el dinero. Proverbios nos va mostrar
principios para «construir» la casa que Dios quiere, nosotros decidimos si los aceptamos. El
Señor nos ha encomendado una cierta cantidad de días para vivir, una cierta cantidad de
amigos y familia para atender, y un determinado número de bienes materiales (sea pocos o
muchos) que debemos administrar.
D. Un hogar pacífico que abunden en amor y comprensión es mejor que una cuenta
bancaria.
Muchos hogares son sacrificados por el deseo de ganar dinero, a menudo, con el
pretexto de proveer para la familia.
«Más vale comer verduras sazonadas con amor que un festín de carne sazonada
con odio.» (15.17)
«Más vale comer pan duro donde hay concordia que hacer banquete donde hay
discordia.» (17.1)
También, una persona que trata de tener abundancia en forma deshonesta trae
ruina a su hogar.
«El ambicioso acarrea mal sobre su familia; el que aborrece el soborno vivirá.»
(15.27)
Si hay virtudes que son muchas más destacadas que la prosperidad material; ¿Por
qué se le da más relevancia de la que debe tener?
El dinero no provee seguridad. Hay dos razones primarias por las que el dinero no
puede dar seguridad.
Una buena esposa o esposo es un regalo de Dios (Pr 18.22). Una buena esposa o
esposo no puede comprarse, es un regalo otorgado por la gracia de Dios.
«La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente es un
don del Señor.» (19.14)
Conclusión
Principios que encontramos en el libro de Proverbios que nos ayudan a formar nuestra actitud
hacia el dinero:
1. Ni la posesión o la falta de dinero son prueba de estar espiritualmente bien.
Los judíos, contemporáneos del Señor Jesús, tenían la idea, y predicaban que ser
próspero era evidencia de piedad y espiritualidad. Los ricos supusieron que eran ricos
porque eran personas más dignas. Las espiritualidad se medía por la cuenta bancaria,
por la ropa que usaba y lo que tenía.
Sí, la prosperidad, fue el ideal, pero no fue vista como algo que ocurría. El Señor dice
expresamente que la obligación del pueblo es que no haya ningún pobre en medio
de ellos.
«Cuando en alguna de las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te da veas a un
hermano hebreo pobre, no endurezcas tu *corazón ni le cierres tu mano. Antes bien,
tiéndele la mano y préstale generosamente lo que necesite.» (Dt. 15.7-8)
b. El tesoro más grande, según Proverbios, es la sabiduría; que tiene como principio el
«temor al Señor» y la búsqueda constante de su compañía. También nos enseña a
buscar la santidad no la felicidad; nos anima a tener sabiduría no prosperidad. Si la
prosperidad viene, debe venir como felicidad no como un fin en sí mismo. Agur dijo
que el él quería ser sabio no ser rico. (Pr 30.7-9; 15)
¡Ojalá podamos tener más sabiduría que comida! Y que estemos dispuestos a
disciplinar nuestra vida para obtenerla. No tener la prosperidad como meta de
nuestra vida no significa satanizar la abundancia como pecado.
Introducción
Las personas que prefieren juzgar, y no confesar sus pecados concederán, sin embargo,
que cierta acción reprochable fue estúpida, trágica, miope, equivocada, desafortunada, mal
calculada, errónea, lamentable, o fuera de lo establecido. Es como aquel ejecutivo que estafa y
le roba a miles de personas los ahorros de sus vidas. Al ser arrestado, el ejecutivo confiesa que
cometió «un error de juicio» o tuvo un «comportamiento inadecuado». A pesar de los ridículo y
cobarde de su disimulo, el criminal, sin embargo ha admitido de manera importante que hizo
mal: ha admitido que no hizo lo debido, que fue, en una palabra insensato. No aceptará que ha
sido un bribón, pero se siente obligado a aceptar, de hecho, que ha sido un necio.
Por otro lado, pensemos en la Iglesia del Señor, que fue concebida para iluminar. No para
deslumbrar ni para iluminarse a sí misma, sino para actuar como un candelabro, para
manifestar a Cristo. Hoy día, a causa de la necedad, muchas iglesias deslumbran cuando
tienen que iluminar. (Véanse los ejemplos de Apocalipsis 2 y 3)
Hablando de necedad, el sermón del monte previene en cuanto al trato a las demás
personas, especialmente al llamar a alguien con el término necio. (Mt. 5.22) Para el Señor
Jesús tratar a alguien de insensato, es decirle a esa persona que no tiene valor. Tanto así que
lo pone al mismo nivel que el adulterio y el asesinato. Como consecuencia condena la manera
en que se trata a las personas.
Y, ¿entonces? ¿Qué hacemos con las personas necias? ¿Con los cristianos insensatos?
Contexto
El libro de Proverbios nos demuestra cómo discernir y tratar el carácter de las personas
insensatas.
Este estudio nos ayuda a entender y analizar la estrecha relación entre insensatez y
pecado. También, nos muestra como ayudar a las personas que deambulan en la insensatez.
I. La asociación con personas insensatas es imprudente y desagradable.
A. Evite el contagio
«Deja la compañía del necio, pues no hallarás saber en sus labios» (14.7).
B. Asociaciones peligrosas.
Toda persona debe tener cuidado de no casarse con una persona insensata.
No hay peor desgracia. Casarse con una buena persona es de bendición.
(31.10-31) Abigaíl estaba casada con un insensato. (1Sm. 25) El Señor tuvo
misericordia de ella al permitir que Nabal muriera.
«Tan peligroso es que lances piedras al aire, como que a un tonto le des
trabajo en tu casa.» (26.10, BLS)
C. La insensatez es inherente en los niños.
D. Los necios deben ser tratados en forma de diferente que los sabios.
No podemos tratar a todas las personas de la misma manera. Nuestro trato hacia
ellas se debe basar en la clase de carácter que han demostrado.
«Si corriges a los burlones, sólo ganarás que te insulten; si reprendes a los
malvados, sólo te ganarás su desprecio. No reprendas a los burlones, o acabarán
por odiarte; mejor reprende a los sabios, y acabarán por amarte.» (9.7-8, BLS)
«No te pongas al nivel del necio, o resultará que el necio eres tú. Pon al tonto en su
lugar, para que no se crea muy sabio.» (26.4-5, BLS)
«Deseo cumplido es dulce al corazón, para el necio es odioso apartarse del mal»
(13.19).
Apartarse del mal es cosa buena, debería ser dulce al cumplirse, pero es
demasiado pedírselo al necio. El lo encuentra repugnante y prefiere seguir su mal
camino. No es capaz de imaginarse y saborear por anticipado la dulzura que le
traería la buena conducta. Su necedad el condena a seguir su mal camino.
A través del libro de Proverbios, el necio es la contraparte del sabio, así como la
sabiduría se contrapone a la locura. El insensato no posee sabiduría, no puede
obtenerla.
«Labios honrados apacientan a muchos, los necios mueren por falta de juicio»
(10.21; cf. 1.20-33).
«De qué le sirve al necio tener dinero para comprar sensatez si no tiene seso?
(17.16).
El necio no puede ver las cosas como son. Tuerce la realidad por la desviación que
tiene en su vida.
2. El insensato es poco realista en cuanto a la vida. Cree que las cosas son fáciles
de obtener.
4. Podemos construir una ficha del necio en su actitud arrogante. Nótelo en los
siguientes versículos de la versión BLS, esté atento las palabras en cursiva:
Dios se burla de los burlones, pero brinda su ayuda a los humildes. (3.34)
El hijo sabio acepta que su padre lo castigue; el hijo malcriado no permite que
le llamen la atención. (13.1)
Al malcriado no le gusta que nadie lo corrija, ni se junta con los sabios. (15.12)
El tonto sólo aprende a través del castigo; al que es sabio le basta con sólo ser
reprendido. (19.25)
El que sólo piensa en pecar se gana el título de necio. ¡Y nadie los aguanta!
(24.9 )
D. El insensato es indisciplinado.
El necio mira el dominio propio como algo que no vale la pena seguir. Por tal razón,
su vida carece de disciplina.
«Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio pero el necio lo disipa.»
(21.20)
«El hombre sagaz encubre su saber, el insensato grita su necedad.» (12.23, cf.
10.14)
«La lengua sensata destila experiencia, la boca del necio borbota necedades»
(15.2; cf. 18.2,7; 10.8,10)
E. El insensato no es confiable
«Tan peligroso es que lances piedras al aire, como que a un tonto le des
trabajo en tu casa.» (26.10, BLS)
2. No se puede confiar en sus palabras. Las palabras del necio deben ser
siempre aclaradas porque es mentiroso y murmurador.
«Los labios del sensato destilan experiencia, la mente del necio es insensata.»
(15.7, cf. v. 14)
«El necio desprecia la corrección paterna, quien cumple los avisos se hace
cauto.» (15.5).
«Si realmente eres sabio, no presumas de lo que sabes; sólo los tontos se
jactan de su estupidez.» (Pr. 12.23, BLS)
«Al tonto no le interesa aprender sino mostrar lo poco que sabe.» (Pr. 18.2,
BLS)
2. Los labios del necio entran en contienda, y su boca clama por los golpes.
(18.6).
«Los burladores agitan la ciudad, pero los sabios aplacan la ira.» (29.8).
«Al necio le parece bien lo que emprende, pero el sabio atiende al consejo.»
(12.15)
1. Para el necio, nadie es más digno de confianza o sabiduría que él. «El que se
fía de sí mismo es un necio, el que procede con sensatez está a salvo.»
(28.26)
Lo más difícil de enfrentarse con una persona insensata es saber cómo tratarla. Algunas
recomendaciones que ofrece el libro de Proverbios son:
«Deja la compañía del necio, pues no hallarás saber en sus labios.» (14.7).
2. Por otro lado, el necio es peligroso y dañino, debemos evitarlo, como evitar a
una osa que le han robado sus cachorros. (17.12)
B. Manténgase lejos de las personas insensatas.
En ocasiones, no se podrá, pero se debe tratar.
El N.T. enseña que los cristianos no se deben juntar con las personas que se dicen
cristianas y están viviendo en pecado. (1 Co. 5.9-13) A la iglesia se le manda a
echar a los que no aceptan la reprensión y la corrección. (Mt. 18.15-17; 1 Co. 5.5)
Note lo que Pablo le dice a Tito. (Tit. 3.10-11).
Jesús dijo: no debemos echarle las perlas a los cerdos. (Mt. 7.6) Proverbios nos
invita a no enseñar a los necios. (Véase 23.9)
«Ni nieve al verano ni lluvia en la siega, ni honor al necio les va bien» (26.1).
«...responde al necio según su desatino, no se vaya a creer listo.» (26.5).
La reprensión y la corrección son enemigas del necio. Los esfuerzos son en vano.
«Cuando el docto disputa con el necio, uno está en vilo y ríe sin parar» (29.9).
«De la boca del necio brota la soberbia, los labios del sensato lo guardan.» (14.3).
«Los labios del necio provocan riñas, su boca llama a los golpes. La boca del necio
es su ruina, en sus labios se enreda él mismo.» (18.6-7).
«No le va al necio vivir con el lujo; cuánto menos al siervo mandar a los príncipes.»
(19.10).
Estas personas no aprenden por medios de charlas, pero no ignoran el dolor físico.
Hay momentos en que el único método efectivo es la «vara».
«El látigo para el caballo, la brida para el asno, y la vara para la espalda de los
necios.» (26.3).
La persona insensata puede que no aprenda de la disciplina contundente, pero
otras si pueden aprender de las consecuencias de la insensatez.
«Vengan a gozar de mi banquete; beban del vino que he preparado. Si realmente quieren
vivir, déjense de tonterías y actúen con inteligencia.» (9.5-6, BLS)
Conclusión
1. Si admitimos que la insensatez es pecado, debemos darnos por enterados que el pecado es
insensatez. A la vez, debemos estar conscientes que hay momentos en que escogemos
la insensatez. Escoger la necedad es ser insensato, y es afrenta al Señor.
Hay mucha insensatez culpable en maestros y predicadores que prefieren estar a la
moda que ser fieles; padres que prefabrican la vida de un hijo para hacer realidad sus
propios sueños; cristianos sin discernimiento que prefieren la comodidad a la compasión,
es decir, no se les puede molestar para que piensen en los problemas humanos y no se
les puede incitar a sentirlo porque han cerrado la puerta de su corazón.
2. No debemos olvidarnos que el Diablo es príncipe de los necios. (Véase Is. 14.12-15) A
Satanás le gusta el pecado e induce a otros lo practiquen. El Diablo busca hacer tropezar
a las personas (1 Pd. 5.8). Es mentiroso. (1 Ti. 2.14; Ap. 20.3) Es pecador. (1 Jn. 3.8). Es
mentiroso y asesino. (Jn. 844). El acusa a los santos delante de Dios y los calumnia. (Ap.
12.10) Es soberbio y orgullo. (Ez. 28.27; 1 Ti. 3.6) Causa problemas y molestias. Cuando
él intente hacernos algo debemos rechazarle. (Jd. 8-9) Satanás el es príncipe de los
insensatos porque él es insensato.
3. Cada persona debe decidir su forma de actuar. Algunas personas vivirán como sabias, otras
no. Debemos recalcar que el único sendero para salir de la insensatez es Cristo. Se le
tienen que pregonar a aquellas personas que se creen sabias en su propia opinión.
(Véase 1 Co. 3.18-20)
4. Estemos atentos de cristianos se comportan como necios. Los cuales pierden el camino de
la sabiduría siguiendo el camino de la necedad. Acuérdese de David que le quitó la vida y
la esposa a Urías. (Véase 2Sm 11) Y, ¿qué decir de Salomón? La necedad lo llevó al
fracaso. (1Re 11.1-4).
5. Como cristianos debemos dejar al hombre viejo, y revestirnos del nuevo. (Véase Ef. 4.22-32;
Col 3,9-17) En estos dos pasajes se puede notar que al cristiano se le exige que deje las
características que distinguen al necio. Nuestra vieja naturaleza está propensa a vivir
como insensata. El enemigo está en nosotros mismos, nos dice qué hacer. La insensatez
de nuestra vieja naturaleza debe ser disciplinada diligentemente. La única respuesta para
solucionar el problema de insensatez se encuentra en la obra de Cristo en la cruz.
«Luego Jesús les dijo a sus discípulos: «Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen
que olvidarse de hacer su propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a morir en una
cruz y a hacer lo que yo les diga.» (Mt. 16.24, BLS)
Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y
nuestros malos deseos. (Gál. 5:24, BLS)
Introducción
Según un nuevo diccionario de términos políticos a las personas perezosas no
se les debe llamar así, porque eso es desvalorarlas como personas. Mas bien
se les tiene que decir «desposeídas de motivación», suena más bonito.
Pero como dice el refrán: «aunque la mona se vista de seda, mona se queda».
Llamarlas «desposeídas de motivación» es tan divertido como las actitudes del
perezoso frente al trabajo. Uno se ríe, se goza. Se le describe dando vueltas en
la cama; en la cama se mueve para no moverse. (26.14) Sonreímos cuando lo
vemos poniendo la mano en el plato, y apenas puede llevársela a la boca.
(26.15) Y es divertido cuando da sus excusas para no trabajar: «hay un león en
la puerta». (26.13)
Las tareas las puede iniciar pero nunca las termina. Desperdicia
más el tiempo que lo que trabaja.
El perezoso no atrapa presa, pero el diligente ya posee una gran riqueza.
(12.27)
D. El perezoso es insensato.
1. Mientras las personas insensatas no son necesariamente
perezosas, todos los perezosos son insensatos.
«El camino del perezoso está plagado de espinas, pero la senda del justo es
como una calzada.» (15.19).
2. En Proverbios, el perezoso se contrasta con las personas buenas.
Pareciera que el perezoso es malo, mientras la persona buena es
diligente.
a. La diligencia del sabio se contrasta con la pereza del ocioso.
«El perezoso es, para el que lo envía, como el vinagre a los dientes o el
humo a los ojos.» (10.26, DHH)
b. El perezoso carece de cordura.
«Pasé por el campo del perezoso y por el viñedo del hombre falto de seso:
y lo que vi fue un terreno lleno de espinos, con su cerca de piedras
derrumbada. Al ver esto, lo grabé en mi mente; lo vi y aprendí esta lección:
mientras tú sueñas y cabeceas, y te cruzas de brazos para dormir mejor, la
pobreza vendrá y te atacará como un vagabundo armado.» (24.30-34,
DHH)
c. Es sabio en su propia opinión.
«Más vale adquirir sabiduría que oro; más vale entendimiento que plata.»
(26.16, DHH)
d. Es un insensato. Como todos los necios, va en camino a la
destrucción repentina (pero, hasta ahora, imprevista). «La
pobreza vendrá y te atacará como un vagabundo armado.» (20.34, DHH)
«La maldad se cura con golpes y heridas; los golpes hacen sanar la
conciencia.» (20.34, DHH)
B La búsqueda de placer.
1. Será destruido por la satisfacción de sus pasiones que lo dominan.
(Véase Pr. 21.25-26) «El perezoso ambiciona, y nada consigue; el
diligente ve cumplidos sus deseos.» (13.4, NVI)
«El que ama el placer se quedará en la pobreza; el que ama el vino y los
perfumes jamás será rico.» (21.17, NVI)
2. Su deseo es tener una vida fácil, llena de lujos y comodidades.
Está controlado por sus apetitos, sus deseos, que tiene la
disposición de consumir todo lo que se le presente por delante lo
más rápidamente posible. Como no puede negarse a satisfacer
sus deleites, pronto va a la pobreza
C. Es corto de vista.
1. Piensa solamente en el presente. Habla mucho acerca de sus
planes de trabajar pero no los ejecuta. No planea el futuro ni le
preocupa.
«¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere
sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne; con todo, en
el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos.» (Pr.
6.6-8, NVI)
«El que es precavido guarda comida durante el verano; el que duerme durante
la cosecha termina en la vergüenza.» (Pr. 10.5, BLS)
¿Cómo lo hace?
Conclusión
1. Tenemos que admitir, que en ocasiones, actuamos como perezosos,
especialmente cuando no realizamos esas tareas desagradables de la
vida. Tanto en el hogar, el trabajo, el estudio, en la iglesia, debemos
aprender a cumplir con lo importante antes de aquello que nos agrada.
2. Descuidar las tareas cotidianas en la casa es algo obvio en cantidad de
personas. Ya lo dice el dicho: «Casa de herrero cuchillo de palo.» Para los
cristianos donde hay más descuido es en el área de deberes y
obligaciones espirituales. Como cristiano puedo considerar que orar, leer
la Biblia, adorar, dar testimonio de mi fe en Cristo son aspectos
fundamentales pero no puedo ni debo ser un «perezoso» espiritual.
Estas prácticas son importantísimas pero ¿de qué vale si no se cumplen a
cabalidad? ¿Qué sentido tiene? ¿Realmente las cumple cómo debiera?
3. Proverbios no sólo nos llama a prestar atención a la sabiduría, también nos
demanda esfuerzo. (Véase 2.3-5; 3.1-28; 4.1-9)
La iglesia de Corinto era una iglesia carnal e indisciplinada. (1 Co. 3.1-3) A
causa de la falta de disciplina, no podían crecer ni salir de su situación por
culpa de la negación a los placeres de un hermano de la iglesia. Por la
diversión se convirtieron en perezosos espirituales. Pablo les va a llamar
la atención por esa falta de disciplina. (Véase 1 Co. 8 y 10) A ustedes,
¿qué les diría?
4. En el N. T. se hace referencia al carácter perezoso. En Mateo 24, el Señor
Jesús le dice a sus discípulos que estén alertas y preparados en lo
importante de su reino. (Véase Mt. 24.42-43, 50) En el capítulo 25, vuelve
a hacer referencia a la pereza espiritual. La parábola de los talentos
expresa la falta de laboriosidad de uno de los siervos. (Mt. 25.14-30) El
amo lo trata de perezoso por no cumplir con lo mínimo. (Mt. 25.26)
5. El Señor Jesús tuvo un poquito de compasión con los perezosos. Pablo fue
un poco más duro. Indicó que no se debía alimentar a quienes no querían
trabajar. (2 Ts. 3.10) Demandó diligencia y el dominio propio como
requerimiento de la labor diaria de los santos. (Véase Ro. 12.9-16)
También, les pide que despierten ante la venida del Señor. (Véase Ro.
13.11; 1 Ts. 54-6)
6. Al perezoso se le exige que impida que la vieja naturaleza lo controle.
(Véase Ef. 5.11-16; Col. 3.5-10) Al creyente se le estimula a quitar
aquellas actitudes y prácticas del viejo hombre; y que se revista del nuevo.
(Col. 4.5-6)
7. El ejemplo del perezoso es una advertencia para las personas adictas al
trabajo. Las cuales, por tanto trabajo descuidan lo prioritario para ellas
mismas y su familia. No estoy diciendo que no le pongamos empeño y
ganas a nuestro trabajo, mas bien no descuidemos nuestras obligaciones.
(Ro. 12.11) La persona adicta al trabajo no asume sus responsabilidades
para con su familia (cónyuge e hijos), sus padres, menos con la iglesia. El
trabajo es su «león en el camino».
8. A lo mejor, usted es negligente para cumplir sus responsabilidades
espirituales por otra razón. Tal vez, las descuida por apatía u
holgazanería, o porque no tiene una vida espiritual. A lo mejor, no tiene
vida espiritual porque no ha confiado en Cristo como su Salvador. Los
paisanos de Jesús le preguntaron en una ocasión: «—¿Qué es lo que
Dios quiere que hagamos? Jesús respondió: —Lo único que Dios quiere
es que crean en mí, pues él me envió.» (Jn. 6.28-29) Es la misma
respuesta para usted hoy. ¿Qué decide?
Proverbios VII; Sabiduría en la adquisición y uso del dinero
por Desarrollo Cristiano
Serie de bosquejos basados en el libro de Proverbios.
«Declaró el profeta: “Hemos regresado de la guerra santa menos importante (al jihad al—ásghar) para
pelear la guerra santa más importante (al jihad al—ákbar)”. Le preguntaron: “Oh profeta de Dios,
¿cuál es la guerra más importante? Él contestó: “Es la lucha contra ti mismo”» (Islam Hadith)
Introducción
La forma en que manejamos nuestras finanzas tiene mucho que decir sobre
quiénes somos interiormente como personas: las cosas que valoramos, los principios
que obedecemos y el proceso de pensamiento que seguimos para tomar decisiones.
Necesitamos producir un cambio interior para lograr un cambio exterior.
Las deudas pueden destruir relaciones, y en algunos casos, causar suicidios. La
escasez, en ciertas circunstancias, produce problemas. La medalla se la lleva la
abundancia que provoca separaciones, rompimientos y divorcios.
La manera correcto o incorrecta en el uso de las finanzas es una situación que
abarca tanto a creyentes y como a no creyentes.
Tener dinero no significa ser espiritual; la iglesia de Laodicea nos ilustra es
condición. La prosperidad les había quitado energía y fortaleza espiritual; apatía y
satisfacción personal eran palpables. (Ap 3.17)
En el primer estudio sobre el uso del dinero en el libro de Proverbios nos
centramos en la actitud apropiada hacia la abundancia. Ahora, nos concentraremos en la
instrucción bíblica en lo referente a la adquisición y el uso del dinero.
B. Avaricia.
Pareciera extraño pero la avaricia puede llevar a la pobreza. Muchas
personas que desean tener más, invierten en lugares equivocados, donde
terminan estafados. Para la persona tacaña, el dinero se convierte en un fin y
no en un medio. Ahorrar es una buena práctica, pero debe ser para un fin
bueno.
«Cuando somos honrados, estamos a salvo del mal; pero a los traidores su ambición los
domina.» (11.6, BLS)
«Quien sólo vive pesando en dinero, acabará más pobre de lo que se imagina.» (28.22,
BLS)
El avaro se apura por su fortuna; sin que se entere le llegará la miseria.
Mientras tiene dinero, vive apurado y angustiado por él; cuando lo pierde, le
coge por sorpresa, porque no se había hecho a la idea. Es decir, siempre está
temiendo por su dinero y nunca piensa que se le escapará; piensa que a
fuerza de solicitudes lo tiene asegurado.
C. Impetuosidad.
Las personas codiciosas también son personas impetuosas y despilfarradoras.
La codicia nos hace propensos a tomar todo lo que se aproxime. Proverbios
advierte que la codicia lleva a la pobreza. Una mala decisión puede llevar a
la quiebra. Las personas y grupos que ofrecen ganancias rápidas y
abundantes son las más peligrosas. Esto significa que en economía no vale la
proporción matemática: a más velocidad, más ganancia. Por la eficacia y la
ética se imponen límites. Los planes del diligente llevan a la abundancia.
«Cuando las cosas se piensan bien, el resultado es provechoso. Cuando se hacen a la
carrera, el resultado es desastroso.» (21.5, BLS)
D. Asociaciones indebidas.
Mucho dinero se ha perdido a causa de imprudentes asociaciones. Proverbios
exhorta a esquivar personas que nos llevan a la miseria.
«Querido jovencito, escúchame: ¡no desprecies mis consejos! Apártate de esa mujer y no te
acerques a su casa, o acabarás entregando tu salud y los mejores años de tu vida a gente
cruel y peligrosa; ¡todo tu salario, y el dinero que con tanto esfuerzo te ganaste, irá a parar
en otras manos!» (5.7-10, BLS)
«No te juntes con borrachos ni te hagas amigo de glotones, pues unos y otros acaban en la
ruina.» (23.20-21, BLS)
E. Despilfarro y extravagancia.
Dos factores que llevan a la pobreza inmediata son el despilfarro y la
extravagancia. La falta de satisfacción en lo que te tiene conduce a la
extravagancia. Quien se aficiona al lujo muestra insensatez, como
consecuencia consume su haber, el sensato sabe guardar y administrar.
«En casa del sabio hay riquezas y perfumes; en casa del tonto sólo hay desperdicios.»
(21.20, BLS)
«Si encuentras miel, no comas demasiada; la mucha miel empalaga.» (25.16, BLS)
F. Salir de fiador.
1. Proverbios insiste mucho en evitar salir de fiadores fiar a otra persona.
Por haberlo hecho, se reciben muchas sorpresas desagradables;
especialmente cuando han confianza en quienes se dicen cristianos.
«Querido jovencito, si algún amigo te pide que respondas por él y te comprometas a
pagar sus deudas, no aceptes ese compromiso, pues caerás en la trampa. No dejes que
tu amigo te atrape; ¡mejor ponte a salvo! Te recomiendo que vayas a verlo y le ruegues
que no te comprometa. Que no te agarren de tonto; mejor ponte a salvo, como huyen
del cazador, las aves y los venados.» (6.1-5, BLS)
«Hay que ser muy tonto para salir fiador de otros; ¿por qué pagar deudas ajenas?»
(17.18, BLS)
«No te comprometas a pagar deudas que no sean tuyas, porque si no las pagas te
quedarás en la calle.» (22.26-27)
2. Según Proverbios fiar a otra persona es una locura. (Véase 17.18)
Cuando la situación no se arregla inmediatamente la gente sale
humillada. (Véase Pr. 6.3)
Conclusión
1. Proverbios nos enseña que debemos estar dispuestos a trabajar para disfrutar de
cualquier ganancia. A la vez, indica que Dios es quien nos prospera. Cuando
olvidamos la procedencia de nuestras bendiciones materiales estamos en serios
problemas. Pablo dice que el Señor es quien da abundantemente. (Véase 1 Co.
12.11)
2. Debemos estar convencidos que la ausencia o abundancia material no evidencia
nuestro estado espiritual. (Véase 1 Co. 12.7 y 1 Ti. 6.18-19).
3. Nuestra posesiones materiales tenemos que verlas en términos de la mayordomía
cristiana. (Véase Lv. 25.23) Los problemas se acrecientan cuando creemos que los
bienes materiales son algo nuestro. Dios es soberano, y Él proveedor y sustentador
de todo lo que tenemos.
4. El Señor permite que las finanzas sean un medio para hacernos crecer como cristianos
piadosos y como prueba de nuestra confianza en el Padre.
5. Debemos estar persuadidos de que con el dinero no se puede comprar seguridad, ni
los bienes materiales confieren seguridad en sí mismos. El Señor quiere que
crezcamos por medio del uso de las finanzas. (Véase Dt. 11.10-12; Dt. 9.4-6)
Proverbios VIII; Una buena reputación
por Desarrollo Cristiano
Serie de bosquejos basados en el libro de Proverbios.
«Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y más que oro y plata, la buena reputación..» (22.1)
Introducción
Algunas personas se acordaran de Lindon B. Johnson, fue presidente de los Estados
Unidos, sucesor de John F. Kennedy. También no ignoran las tramas que utilizó para
lograr sus cometidos. Se destacó como un consumado mentiroso, recurrió las mentiras
para herir y denigrar a sus opositores políticos. En 1948 derrotó a Coke Stevenson por
ochenta y siete votos de cerca de un millón. Stevenson era un abogado y ranchero
conservador, sencillo, que se había educado a sí mismo, muy franco, que gozaba de la
admiración de las personas por tener una reputación intachable.
¿Cómo quiere que se acuerden de usted? ¿Qué es lo más importante que se le puede
dejar a nuestros hijos? ¿Valores morales como la bondad, honestidad e integridad? o
¿Bienes materiales (Pr. 19.1)?
Según Proverbios es más importante ser una persona íntegra, honorable, digna; virtudes
que las riquezas no pueden comprar. (Pr. 22.1)
«La mujer bondadosa gana respeto, y el hombre emprendedor gana riquezas.» (Pr.
11.16, BLS)
2. La deshonra es una calamidad para la familia, es difícil vivir con una mala
reputación. La conducta de un hombre obra no sólo en provecho propio,
sino que es una herencia que aprovecha a los hijos.
«Dios bendice a los hijos del hombre honrado, cuando ellos siguen su ejemplo.» (20.7,
BLS)
«En la mente de los malvados sólo hay engaño; entre los que aman la paz
reina la alegría.» (12.20, BLS)
La persona malvada aquí mencionada, es aquella que se especializa en
organizar y realizar males. Al maquinar el mal se opone a promover la paz
con consejos y deliberaciones.
«Al que es mal intencionado nunca le irá bien; al que es mentiroso siempre
le irá mal.» (17.20, BLS)
«Tal vez te sepa muy sabroso ganarte el pan con engaños, pero acabarás
comiendo basura.» (20.17, BLS)
Preguntas de discusión
1. ¿Por qué es mejor tener una buena reputación que riquezas? (22.1)
2. Como cristiano, ¿Por qué es importante tener una buena reputación?
3. ¿Quién honra a las personas?
4. ¿Qué es integridad? ¿Por qué es importante?
5. ¿Qué puede otorgar cómo bendición un padre a sus hijos? (20.7)
6. ¿Qué dice la gente de su honestidad?
7. ¿Es una persona honesta a pesar de que de equivoca?
8. ¿Por qué nuestras acciones son indicación de nuestra integridad o la falta de ella?
(cf. Mt 12.33-35)?
9. ¿Cuál es la meta de una vida de integridad? (4.18)?
10. ¿Tiene usted buena reputación?
Proverbios IX, Parte I; La relación entre Dios y el hombre
por Desarrollo Cristiano
Serie de bosquejos basados en el libro de Probervios.
Introducción
El libro de Proverbios es singular al describir al Señor y al hombre, y la relación entre ambos.
Esta relación es obvia en el proceso comprender la sabiduría bíblica la cual nos sumerge en la
dinámica de desarrollar un carácter santo a partir de una estrecha comunión con Dios. Un
carácter santo se basa en la santidad de Dios. La santidad del Señor se adquiere por medio de
la guía del Espíritu Santo, y el estudio y vivencia de la Palabra de Dios.
Proverbios enfatiza lo qué es la vida práctica, la cual, contribuye a la comprender el carácter de
Dios. No concibe la vida en forma abstracta, más bien habla de cambiar actitudes y acciones.
Ese carácter de Dios es revelado para que la gente lo conozca y lo imite.
En Proverbios el carácter de Dios es revelado en la mejor manera posible para percibir lo que a
Él le gusta y lo que le disgusta.
Proverbios describe a Dios como majestuoso, aquel que todo lo sabe y todo lo puede.
1. Dios conoce las acciones de los hombres, sean buenas o sean malas.
«Nuestros caminos están a la vista del Señor; él examina todas nuestras sendas.» (Pr.
5.21)
«Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando a los buenos y a los malos.» (15.3)
Dios es todopoderoso, nada se escapa de su control. Él es soberano, nadie puede frustrar sus
planes, a tal grado que pone los gobernantes de las naciones.
«En las manos del Señor el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el Señor le ha
trazado.» (21.1).
En la batalla, lo militar tiene su valor y fortaleza; pero por encima de él se afirma el poder
soberano del Señor.
«Se alista al caballo para el día de la batalla, pero la victoria depende del Señor.» (21.31).
«Las suertes se echan sobre la mesa, pero el veredicto proviene del Señor.» (16.33).
La soberanía del Señor es tal, que se manifiesta en las palabras y en los pasos que siguen los
hombres. Uno planea un viaje con precisión de detalles, y se echa a caminar. Desde ese
momento el Señor va acompañando, dirigiendo y afirmando cada paso del hombre.
«El hombre propone y Dios dispone.» (16.1).
«El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor.» (16.9).
El Señor está a cargo de su creación. A tal grado, que nunca perderá el control de ella.
Ninguna criatura ni en el cielo ni en la tierra se le puede enfrentar.
«No hay habilidad ni hay prudencia ni hay consejo frente al Señor.» (21.30, NBE).
La bondad infinita y la grandeza de Dios están muy lejos del alcance del hombre. Tanto que
nunca podrá entender o conocer al Señor al menos que este lo busque y se revele, e inicie una
relación estrecha.
«Soy el más ignorante de todos los hombres; no hay en mí discernimiento humano. No he
adquirido sabiduría, ni tengo conocimiento del Dios santo. ¿Quién ha subido a los cielos y
descendido de ellos?» (30.2-4)
El conocimiento de Dios es tan relevante que el hombre no podrá entenderse a sí mismo sin Él.
El hombre ha de poner todo su esfuerzo y empeño, pero siempre contando con Dios, quien en
última instancia señala el camino y decide la suerte.
«Los pasos del hombre los dirige el Señor. ¿Cómo puede el hombre entender su propio
camino?» (20.24).
Dios ha elegido estar íntimamente vinculado en los asuntos de los hombres. Como decía
alguien «Él está presente y no está callado». Quiere acercarse tanto que está pendiente aún de
pequeños detalles como las pesas sean exactas.
«Las pesas y las balanzas justas son del Señor; todas las medidas son hechura suya.» (16.11)
¿Quién se ocupa del pobre indefenso y abandonado? 19.7 responde, Dios, «cuida a los
huérfanos y defiende a las viudas» (Sal. 68.5, BLS), puede ocuparse directamente del
desvalido. Comúnmente lo hace moviendo a piedad el corazón de los hombres. Y eso lo puede
hacer con una sentencia en su Palabra. (Véase Dt. 15.1-11) Este pasaje indica que Dios carga
con la deuda, sale garante, y paga con su bendición. (Dt. 15.11)
«En el día de la ira de nada sirve ser rico, pero la justicia libra de la muerte.» (11.4)
El sentido es: cuando llega el momento de rendir cuentas ante un juez, de nada valdrán las
riquezas, porque no aceptará soborno el juez imparcial, el juez que sabe indignarse frente a la
injusticia y sentenciar según el sentido de «indignación». Lo que vale es la inocencia del
honrado. que Dios juzgará a las personas por sus hechos. (Véase 11.21; 17.5; 19.5; 28.20).
«Pues aunque digas, "Yo no lo sabía", ¿no habrá de darse cuenta el que pesa los corazones?
¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida?» (24.12)
Ya hemos dicho que hasta el malvado tiene un propósito en los planes divinos. (Pr. 16.4)
También dice que el juicio de las personas malvadas será conforme a lo que merecen. (Véase
Gál. 6.7)
«El que es justo obtiene la vida; el que persigue el mal se encamina a la muerte.» (11.19)
«Cada uno se sacia del fruto de sus labios, y de la obra de sus manos recibe su recompensa.»
(12.14)
«El que lleva a los justos por el mal camino,
caerá en su propia trampa; pero los íntegros heredarán el bien.» (28.10; compárese con
14.14,32)
Esto tiene que ver con la doctrina bíblica de la retribución, cada persona recibe lo que se ha
ganado. Los malvados recibirán lo que se merecer, la bendición del justo es diferente.
Lo que está diciendo 28.10, es que aquellas personas que se encuentran en puesto de
autoridad: rey, gobernante, sacerdote, profeta, pastor, apóstol, anciano; recibirán lo que se
merecen. Es todo un proceso que va encadenado: el corruptor se hunde, los que se mantienen
íntegros (no se dejan extraviar) heredan los bienes de Dios. Al Creador le molesta la maldad de
su pueblo:
«¡Pobre pueblo mío, oprimido por niños y gobernado por mujeres! ¡Pobre pueblo mío,
extraviado por tus guías, que tuercen el curso de tu senda!» (Is. 3.12)
«La cabeza son los ancianos y la gente de alto rango; la cola son los profetas, maestros de
mentiras.» (Is. 9.15)
«Algo insólito he observado entre los profetas de Samaria: profetizaron en nombre de Baal, y
descarriaron a mi pueblo Israel.» (Jr. 23.13)
«Esto es lo que dice el Señor contra ustedes, profetas que descarrían a mi pueblo: "Con el
estómago lleno, invitan a la paz; con el vientre vacío, declaran la guerra…".» (Miq. 3.5)
Proverbios dice que Dios busca a las personas. A pesar, de que aquellas personas que pecan
van a enfrentarse a Él como juez. Dios ama al pecador y quiere que se arrepienta. (Véase
Ezequiel 18.1-32) Él desea tener una relación estrecha con quienes le aman. (Véanse Pr. 11.1;
3.32; 12.22; 15.8, 9, 26; 16.5; 17.15; 20.10, 23) Las personas justas obtienen vida por la gracia
de Dios no por sus propios méritos.
«Porque el Señor aborrece al perverso, pero al íntegro le brinda su amistad.» (3.32)
Al considera Proverbios 9.5-6 como una invitación de Dios a cenar, podemos notar una
estrecha semejanza a la invitación de Apocalipsis 3.20. Ambos pasajes indican Su deseo de
tener una relación muy cercana con su pueblo.
Dios ha permitido que los hombres le conozcan porque se ha revelado desde la creación.
(Véase Pr. 3.19-20; 8.22-31). Dios puede conocido por medio de la enseñanza de las personas
sabias. (Pr. 2.1-11) Pero sobre todo se revela en su Santa Palabra. (Pr. 3.5-6)
Proverbios X, Parte I; Cómo seducir a un inexperto
por Desarrollo Cristiano
Serie de bosquejos basados en el libro de Proverbios
Introducción
Hay una gran diferencia entre ser sencillo (o inexperto) y ser estúpido. Cuando se piensa en
una persona sencilla, sin experiencia; comúnmente se hace alusión a ella como alguien tonto.
Una amiga misionera en Guinea Bissau, Africa Occidental, dice que por su inexperiencia con el
idioma de la nación, ha pasado malos ratos por la burla de los niños. Estos le repiten
constantemente «no puede hablar, no puede hablar» Esto es un poco frustrante porque ella
tiene más de cuarenta años. Pero está convencida que tiene que aprender el idioma; su
llamado la ha ayudado a sobreponerse a la burla.
Cuando se habla de una persona sencilla o inexperta nos estamos refiriendo a aquella que se
encuentra en proceso de maduración, en una etapa del desarrollo. Diríamos en la adolescencia
de la vida. Pueden serlo tanto un niño, un adolescente, como un adulto que no ha madurado.
Una persona sencilla es alguien vulnerable e incauto. Este es un período crítico de la vida.
Proverbios nos va a ayudar a cómo dirigir en el proceso de maduración, a una persona sencilla
o inexperta.
El término que en Proverbios se refiere al simple tiene como sinónimos en español incauto,
ingenuo, sencillo, inexperto, inocente. Las diferentes versiones de la Biblia en español usan
esta terminología, una de ellas usa la palabra jovencitos para indicar sencillez
«Para enseñar sagacidad al ingenuo, saber y reflexión al muchacho.» (Pr. 1.4, NBE)
Las instrucciones de este verso se dirigen al muchacho que todavía no ha adquirido
experiencia, que es ingenuo, inexperto, inmaduro, ligero. Es una persona que tiene la
capacidad natural para aprender: si se dedica al estudio y asimila estas máximas, pasará
un día a la categoría de sabio.
«Vi entre los muchachos imprudentes a uno más imprudente que otros.» (Pr. 7.7, BLS)
«El que es sabio lo demuestra en que piensa bien lo que hace, pero el tonto
vive engañado por su propia estupidez.» (Pr. 14.8, BLS)
Por un lado, doña Locura intenta desviar a los ingenuos de su camino. (Pr. 7.6-26;
9.13-18) Por el otro, la dama Sabiduría llama al ingenuo para que observe los
peligros que le rodean. (Véase 1.20-33; 8.1-36; 9.1-6) La solución es dejar la locura
y a huir de la mujer malvada, y se le anima a cambiar de modo de vida. (Véase Pr.
1.23; 2.1-11; 3.1-26; 4.1-27)
Siempre hay esperanza para el ingenuo. Las personas ingenuas no necesitan
pecar para conocer la maldad, ellas puedan aprender de las faltas de otras
personas:
«Cuando un maestro las explica, hasta la gente sencilla las entiende.» (Sal.
119.130, BLS).
Introducción
Hay una gran diferencia entre ser sencillo (o inexperto) y ser estúpido. Cuando se piensa en
una persona sencilla, sin experiencia; comúnmente se hace alusión a ella como alguien tonto.
Una amiga misionera en Guinea Bissau, Africa Occidental, dice que por su inexperiencia con el
idioma de la nación, ha pasado malos ratos por la burla de los niños. Estos le repiten
constantemente «no puede hablar, no puede hablar» Esto es un poco frustrante porque ella
tiene más de cuarenta años. Pero está convencida que tiene que aprender el idioma; su
llamado la ha ayudado a sobreponerse a la burla.
Cuando se habla de una persona sencilla o inexperta nos estamos refiriendo a aquella que se
encuentra en proceso de maduración, en una etapa del desarrollo. Diríamos en la adolescencia
de la vida. Pueden ser tanto un niño, un adolescente, como un adulto que no ha madurado.
Una persona sencilla es alguien vulnerable e incauto. Este es un período crítico de la vida.
Proverbios nos va a ayudar a cómo dirigir en el proceso de maduración, a una persona sencilla
o inexperta.
El término que en Proverbios se refiere al simple tiene como sinónimos en español incauto,
ingenuo, sencillo, inexperto, inocente. Las diferentes versiones de la Biblia en español usan
esta terminología, una de ellas usa la palabra jovencitos para indicar sencillez.
Ser sencillo es como tener espinillas en la adolescencia, algo normal. En Proverbios existe una
estrecha relación entre ser sencillo (simple, inexperto, ingenuo) con la juventud, la gente se
detiene a mirarlos.
«Para enseñar sagacidad al ingenuo, saber y reflexión al muchacho.» (Pr. 1.4, NBE)
«Vi entre los muchachos imprudentes a uno más imprudente que otros.» (Pr. 7.7, BLS)
Cada persona pasa por una etapa de inexperiencia. Es como la adolescencia, todas las
personas la tienen que pasar. Ser sencillo no es pecado porque se está en un proceso de
crecimiento. Pero el mantenerse en un estado de inmadurez voluntario, si es pecado porque
esta se puede convertir en carnalidad. (Véase 1 Cor. 3)
Según Pablo permanecer en la niñez espiritual, o crecer en madurez es voluntario. Uno decide
si queda en esa etapa.
El padre sabe que tiene que enseñar a su «hijo» a salir de la etapa de inexperiencia, también
conoce que su «hijo» debe decidir caminar a la manera del sabio, o seguir a las personas
malvadas en el camino de la insensatez. El cambio se produce por una decisión consciente.
(Pr. 1.10, 15, 22-23) La sabiduría viene por la decisión de abandonar la locura y perseguir la
sabiduría como un preciado tesoro.
Salir de la juventud no significa eliminación de los problemas. Doña Locura anda poniendo
trampas y tentaciones en el camino para los incautos. Pablo le advierte a Timoteo sobre los
peligros de la juventud. (Véase 1 Ti. 4.12; 5.1-2; 6.11) También advierte a las personas
mayores a tomar el camino de la sensatez. (Tito 2.2-5)
Carecen de sabiduría (Sal. 19.7), conocimiento y discreción (Pr. 1.4), entendimiento (Sal.
119.130; Pr. 9.4, 16), y juicio (Pr. 7.7). No analizan críticamente lo que le dicen otros. Según
Proverbios no tienen cautela.
«La gente tonta cree todo lo que le dicen; la gente sabia piensa bien antes de actuar.» (Pr.
14.15, BLS)
«El que es inteligente ve el peligro y lo evita; el que es tonto sigue adelante y sufre las
consecuencias.» (Pr. 22.3, BLS, véase 27.12)
Además, de ser ingenuos e ignorantes, los sencillos se desvían hacia la insensatez. Diríamos
que tienden a la maldad y a la destrucción, lo que los lleva a tropezar constantemente.
«El que es sabio lo demuestra en que piensa bien lo que hace, pero el tonto vive engañado por
su propia estupidez.» (Pr. 14.8, BLS)
Así como en la naturaleza sale adelante el más fuerte por aprovecharse de la ingenuidad y
vulnerabilidad del más débil. En esa misma forma se aprovechan del ingenuo. Es frecuente que
sea víctima de personas malvadas, tanto codiciosas como violentas. (Véase Pr. 1.10-19) La
gente malvada anda como depredadora buscando a los chicos y a las chicas ingenuas. (Véase
7.6-27; 9.13-18)
Claro que hay esperanza para el ingenuo que ha caído en los ardides de doña Locura. La
sencillez (o ingenuidad) es una etapa en el crecimiento y el desarrollo de los jóvenes. También
forma parte del proceso de desarrollo de las personas sabias que han logrado pasar con éxito.
Esto último no implica la falta de dificultades. A pesar de la lucha saldrán más fortalecidos y
experimentados.
Por un lado, doña Locura intenta desviar a los ingenuos de su camino. (Pr. 7.6-26; 9.13-18) Por
el otro, la dama Sabiduría llama al ingenuo para que observe los peligros que le rodean.
(Véase 1.20-33; 8.1-36; 9.1-6) La solución es dejar la locura y a huir de la mujer malvada, y se
le anima a cambiar de modo de vida. (Véase Pr. 1.23; 2.1-11; 3.1-26; 4.1-27)
Siempre hay esperanza para el ingenuo. Las personas ingenuas no necesitan pecar para
conocer la maldad, ellas puedan aprender de las faltas de otras personas:
«La ley de Dios es perfecta, y nos da nueva vida. Sus mandatos son dignos de confianza, pues
dan sabiduría a los jóvenes.» (Sal. 19.7, BLS).
«Cuando un maestro las explica, hasta la gente sencilla las entiende.» (Sal. 119.130, BLS).
«Querido jovencito, ten presente lo que te digo y obedece mis mandamientos. Cúmplelos, y
vivirás; grábalos en tu mente, nunca te olvides de ellos. Cuida mis enseñanzas como a tu
propia vida. Hazte hermano de la sabiduría; hazte amigo del conocimiento, y te librará de la
mujer que te engaña con sus palabras y le es infiel a su esposo.» (Pr. 7.1-5, BLS).
El ingenuo (inexperto) siempre estará enfrentándose con muchos peligros que no se van a
quitar por sí mismos. La sabiduría advertirá en el momento preciso del peligro e indicará el
camino a seguir. La mismas Escrituras han sido provistas para hacernos sabios. El Señor le
proporciona ayuda al inexperto que le teme. El inexperto tendrá la misma clase de tentaciones
que tienen las demás personas porque Dios le ha provisto una salida. (Véase 1 Cor. 10.13).
Proverbios XI, Parte 2; Cómo seducir a un inexperto
por Desarrollo Cristiano
Serie de bosquejos basados en el libro de Proverbios.
A. Las personas sencillas no caen en las garras de la seducción por lo qué es sino
por su carácter.
Si la persona sencilla cae, no es porque el sencillo tiene que caer, según Pr 7.7,
habían otras personas inexpertas, que se encontraban allí y no cayeron. La dama
sabiduría sabe que allí hay una persona más accesible a caer.
Una persona sencilla o inexperta es una presa fácil por la vulnerabilidad que tiene.
Pues, cuando debe escoger, se decide por la maldad.
Esta situación caracteriza a muchas personas que piensan que pueden estar muy
cerca de las llamas sin quemarse. Un refrán dice: «Quien busca encuentra.» Así le
pasa a la persona inexperta. Muchas personas jóvenes andan en busca de
aventuras por el deseo de obtener cierta experiencia. El problema se encuentra en
que buscan la experiencia en lugares equivocados, y la quieren obtener en el
tiempo que todavía no les corresponde. Podría decirse que buscan y no buscan,
quieren encontrar algo para lo cual todavía no se están preparados; no esperan los
resultados de su atrevimiento.
Las consecuencias son tan graves, que no puede tratarse de un acto ocasional.
Algo mucho más grave tiene presente el maestro. A estas consecuencias se podría
llegar: acostumbrarse a practicar actos que debilitan el cuerpo y el espíritu, a
perder rápidamente dinero, la ira de un marido vengativo amparado en la ley. Son
efectos ya expuestos o indicados en capítulos anteriores (Pr 5.5s, 10s, 23; 6.26,
32-35). No disminuye la gravedad, si acaso la aumenta, el rasgo es irónico de un
joven invitado a comer de la víctima y convertido en víctima.
El mismo va a cerrar el portillo del matadero «se va detrás de ella» (Pr 7.22a, NBE)
Erradamente dio un paseo por la ciudad en el lugar y momento equivocado. Doña
Locura andaba apurada y lo encontró, le hace una propuesto y aquel acepta, no
quiso huir. Ella lo tentó, él aceptó. Ella lo aduló, a él le gustó. Ella le aseguró que
tendría una buena noche, sensual y segura, él le creyó.
Conclusión
1. Las personas inexpertas caen, no por lo que son, sino por las decisiones que toman. En el
caso del sencillo, por elegir mal, descuidar la Palabra y la sabiduría de Dios. Realmente no
valoró las enseñanzas que le inculcaron.
2. En ocasiones, pareciera que no existe peligro en ciertas situaciones pero ahí está, y
debemos tener cuidado por los sitios en que andamos.
3. Si usted camina en insensatez, debe cambiar es forma de vida y buscar el camino que
lleva a los senderos de Dios.
4. El descuidado de la relación con Dios es resultado de sentirse satisfecho y gozar
prosperidad. (Véase Dt 6.10-19) La iglesia de Efeso descuidó su primer amor y tuvo
consecuencias de su osadía. (Véase Ap 2.4) ¿Dónde se encuentra la iglesia de Efeso hoy?
Piensa como el pecado enredo poco a poco a David por descuidar sus responsabilidades.
(Véase 2 Sm 11-12)
5. El libro de Proverbios nos enseña a valor la sabiduría, y a ser diligentes y devotos en
nuestro andar como sabios.