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Como primer paso en el uso de la terapia fotodinámica para el tratamiento del cáncer, se inyecta una
sustancia fotosensiblizadora en el torrente sanguíneo. La sustancia es absorbida por células de todo el
cuerpo, pero permanece por más tiempo en las células cancerosas que en las células normales.
Aproximadamente de 24 a 72 horas después de la inyección (1), cuando la mayor parte de la sustancia
ha salido de las células normales pero permanece en las células cancerosas, el tumor se expone a la
luz. El fotosensibilizador en el tumor absorbe la luz y produce una forma activa de oxígeno que destruye
las células cancerosas cercanas (1–3).
Además de eliminar las células cancerosas directamente, la terapia fotodinámica reduce o destruye los
tumores de dos maneras (1–4). El fotosensibilizador puede dañar los vasos sanguíneos del tumor,
evitando de este modo que el cáncer reciba los nutrientes necesarios. La terapia fotodinámica puede
también activar el sistema inmunitario para que ataque a las células cancerosas.
La luz que se usa para la terapia fotodinámica puede provenir de un láser o de otras fuentes (2, 5). La
luz láser puede ser dirigida a través de cables de fibra óptica (fibras delgadas que transmiten luz) para
administrar la luz a áreas dentro del cuerpo (2). Por ejemplo, un cable de fibra óptica puede introducirse
mediante un endoscopio (un tubo delgado con luz que se usa para examinar tejidos en el interior del
cuerpo) en los pulmones o el esófago para tratar el cáncer en estos órganos. Otras fuentes de luz
incluyen diodos emisores de luz (LED), los cuales pueden usarse para tumores en la superficie corporal,
tales como los del cáncer de piel (5).
La terapia fotodinámica normalmente se lleva a cabo como un procedimiento ambulatorio (6). Esta
terapia también se puede repetir y usarse con otros tratamientos,
como cirugía, radiación o quimioterapia (2).
La fotoforesis extracorpórea (ECP) es un tipo de terapia fotodinámica en la cual se usa una máquina
para recoger las células sanguíneas del paciente, tratarlas fuera del cuerpo con una sustancia
fotosensibilizadora, exponerlas a la luz y luego regresarlas al paciente. La Administración de Alimentos
y Medicamentos de EE. UU. (U.S. Food and Drug Administration, FDA) ha aprobado la fotoféresis
extracorpórea para ayudar a disminuir la gravedad de los síntomas causados en la piel por el linfoma
cutáneo de células T que no ha respondido a otros tratamientos. Se están llevando a cabo estudios
para determinar si es posible que la fotoféresis extracorpórea tenga alguna aplicación para otros
cánceres de la sangre y también para ayudar a reducir el rechazo después de los trasplantes.
La luz necesaria para activar la mayoría de los fotosensibilizadores no puede penetrar más de
aproximadamente un tercio de una pulgada de tejido (1 centímetro). Por esta razón, la terapia
fotodinámica normalmente se usa para tratar tumores en la piel o justo por debajo de la misma, o en el
revestimiento de órganos o cavidades internas (3). La terapia fotodinámica es también menos eficaz
para tratar tumores grandes, porque la luz no puede penetrar lo suficiente a través de estos tumores
(2, 3, 6). La terapia fotodinámica es un tratamiento local y por lo general no se puede usar para tratar
el cáncer que se ha diseminado (metastatizado) (6).
¿Tiene la terapia fotodinámica alguna complicación o causa efectos secundarios?
El porfímero sódico hace que la piel y los ojos sean sensibles a la luz durante cerca de 6 semanas
después del tratamiento (1, 3, 6). Por lo tanto, se recomienda a los pacientes evitar la luz solar directa
o la luz artificial intensa durante al menos 6 semanas.
Los fotosensibilizadores tienden a acumularse en los tumores y la luz activadora se concentra en el
tumor. En consecuencia, el daño al tejido sano es mínimo. Sin embargo, la terapia fotodinámica puede
causar quemaduras, inflamación, dolor y cicatrización en el tejido sano cercano (3). Otros efectos
secundarios de la terapia fotodinámica están relacionados con el área que se está tratando. Estos
pueden incluir tos, dificultad para pasar alimentos, dolor de estómago, dolor al respirar o falta de
respiración; estos efectos secundarios suelen ser temporales.
Luego de 1 a 3 días, el medicamento ha abandonado las células saludables pero permanece en las células
cancerosas. Posteriormente el médico dirige una luz hacia estas utilizando un láser u otra fuente de luz.
La luz activa el medicamento para producir un tipo de oxígeno que trata el cáncer al:
Ayudar al sistema que combate las infecciones del cuerpo a atacar el tumor
La luz puede provenir de un láser o de otra fuente. Esta luz a menudo se aplica a través de una sonda
delgada e iluminada que se coloca dentro del cuerpo. Pequeñas fibras en el extremo de la sonda dirigen
la luz a las células cancerosas. La TFD trata cánceres en:
Otro tipo de TFD utiliza una máquina para recolectar la sangre de la persona, que posteriormente se trata
con un medicamento y se expone a la luz. Más tarde la sangre se devuelve a la persona. Esto se utiliza
para tratar los síntomas de un cierto tipo de linfoma.