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El avance de traducción bíblica

Mientras los franciscanos y otras órdenes religiosas sentaban las bases de su presencia en el
'Nuevo Mundo', la Reforma Protestante iba cobrando fuerza en Europa, impulsando a la vez la
traducción de la Biblia a las lenguas mayoritarias del continente.[27] Sin embargo el interés por
traducción bíblica no marcó un crecimiento significativo hasta 1792 y la publicación del
panfleto An Enquiry on the Obligations of Christians to Use Means for the Conversion of the
Heathen por el autodidacto zapatero inglés, Guillermo Carey, de la ciudad de Northampton. El se
dirigió a Serampore en la India para traducir la Biblia a las lenguas de ese gran país. Para el
movimiento misionero moderno de esa época la traducción bíblica fue un elemento imprescindible
de la misión―la Biblia, misión y traducción iban cogidas de la mano.

Idiomas con Escrituras

El gráfico intenta mostrar el avance de traducción bíblica a lo largo de la historia. En un milenio y


medio se avanzó poco, y con la expansión colonial de España y Portugal (mayormente textos para
la liturgia y el leccionario) y la Reforma Protestante se aumentó la traducción. Sin embargo es
evidente que la 'producción protestante' en esa época no llegó a lenguas no-europeas.

El avance a partir de 1800 se debió al movimiento misionero evangélico en Inglaterra y otros países
(aproximadamente 1780-1850), la creación de Sociedades Bíblicas nacionales, y una nueva fase de
colonización. Mucho después, en las condiciones que resultaron de la Segunda Guerra Mundial,
hubo un nuevo impulso en el movimiento misionero evangélico (sobre todo en Norte América), y
una nueva ola de misioneros de la Iglesia Católica. En las Américas un porcentaje alto de los
misioneros nuevos se dirigieron a los pueblos indígenas de América Latina, y en parte este
fenómeno explica el aumento en traducciones en la segunda mitad del siglo 20.
Acceso a las Escrituras: Actualidad[28]

En lo que se refiere a la población global, por lo menos una porción de la Biblia existe en idiomas
hablados por 93% de la población. A 460 millones de personas, o 4000 mil lenguas, les falta
siquiera una porción―sea impreso o en audio―en su lengua. Sin embargo, el hecho de que las
Escrituras existen en tantos idiomas, no quiere decir que el 93% de los habitantes de este orbe han
escuchado, recibido o leído la Sagrada Escritura en su lengua.[29]

No obstante, la historia de la iglesia nos enseña el rol central de la traducción de la Biblia en la


iglesia y la difusión de la fe cristiana. El poder traducir las Sagradas Escrituras es fundamental a la
misión de la iglesia. Como resultado la iglesia sucesivamente ha cruzado fronteras culturales,
estableciéndose y extendiéndose en nuevos contextos con nueva vitalidad y en formas adecuadas
a esos contextos. Varios medios de comunicación entraron (y entran) en juego: lo oral, el códice, el
manuscrito iluminado, el libro impreso, y ahora los nuevos medios de comunicación.[30]

El cristianismo nace del "primer acto divino de traducción a ser humano y abre paso a una
constante sucesión de nuevas traducciones".[31] Así promociona la traducción y coloca a Dios en
el centro del universo de culturas.[32]Asimismo las Escrituras se vuelven contexto para pueblos y
culturas, que entran y participan en su mundo de significado y experiencia, en el único y
multicultural pueblo de Dios.
En el mundo actual de comunicaciones la forma, naturaleza, modalidad y prioridades de
traducción bíblica pasan por un proceso de refundición, para presentar «la palabra de Dios, que es
viva y permanente».[33]

Fuente: http://www.traducciondelabiblia.org/articulo_principal/#_ftn59

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