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1. John Locke.

- Fue el primer filósofo que articuló las ideas centrales del empirismo
moderno, según el cual hay muy pocos asuntos que puedan resolverse sin una
cuidadosa y ecuánime consideración de las pruebas obtenidas por medio de los
sentidos.
a. Inicios. John Locke, filósofo del siglo XVII, Conoció la filosofía de Descartes.
Sugirió experimento interesante.
Locke formuló la ideología que acompañaba a la ciencia newtoniana, lo que
favoreció que la actitud empirista formara parte del sentido común de la gente
educada. La misma actitud anti dogmática conformó las influyentes ideas de
Locke respecto a la tolerancia religiosa: como resulta tan difícil saber qué es la
verdad, argumentaba Locke, a la gente se le debería permitir, en la medida de lo
posible, creer lo que elija creer.
El empirismo encontró en él su expositor más hábil y afortunado, y por su
conducto dominó en el pensamiento del siglo XVIII. Así es como él lo explicó:
«Suponga que un hombre nació ciego, que ahora es adulto y que se le enseña a
distinguir un cubo de una esfera mediante el tacto… Suponga que a continuación
que se pone el cubo y la esfera sobre una mesa y que al hombre ciego se le hace
ver. La pregunta es si mediante la vista, antes de tocar las figuras, podrá
distinguirlas y decir cuál es el cubo y cuál es la esfera. Locke evaluó los posibles
resultados de la siguiente manera: «Soy de la opinión de que el hombre ciego no
podría decir con certeza cuál es la esfera y cuál el cubo con solamente verlos;
aunque podría reconocerlos inequívocamente mediante el tacto….”
En la década de 1960 se llevó a cabo este experimento tras operar a personas que
tenían cataratas. Los resultados sólo fueron parcialmente favorables a Locke. Al
recuperar la vista, la gente suele poder diferenciar formas simples con muy poco
entrenamiento. No obstante, estas personas nunca consiguen utilizar sus ojos al
cien por cien. La vista requiere una coordinación con los demás sentidos que
puede ser imposible de adquirir en la edad adulta.
b. Obras. Escribió obras de política, Tratado sobre el gobierno civil, Cartas sobre la
tolerancia, y algunos pensamientos sobre la educación.
La obra más importante de Locke es "El ensayo sobre el entendimiento humano",
publicado en 1690. La obra no sólo representa una minuciosa descripción
funcional del acto de conocimiento ya que adelanta también una división de
las ciencias y campos del saber al tiempo que plasma una viva imagen de la
naturaleza de la razón humana.1 En el libro se encuentran las primeras bases del
denominado empirismo inglés, el cual George Berkeley y, sobre todo, David
Hume llevarían a sus más altas consecuencias.
Locke rechazaba las "ideas innatas" cartesianas y afirmaba que, antes de la
experiencia, el entendimiento se encuentra vacío como una hoja en blanco o como
una tabla rasa. No hay ideas innatas ni en el plano teorético ni en el práctico o
moral. Las cualidades sensibles de los objetos son transmitidas a la mente a través
de los sentidos. Ésta es la primera fuente del conocimiento, la sensación o
experiencia externa. La segunda fuente del conocimiento es la reflexión, o
experiencia interna, que es la percepción que la mente tiene de su propia actividad
mental.
c. Pensamiento. Su pensamiento filosófico es Empirista, parte de una crítica al
innatismo y al racionalismo, todo su pensamiento está dedicado al esfuerzo por
adherirse a la experiencia concreta.
El empirismo afirma que la conciencia humana se halla encerrada en los confines
de la experiencia y que más allá de ellos no hay más que problemas insolubles o
arbitrarias fantasías. Con esto Locke impone una saludable moderación a las
pretensiones de la razón humana. Esto se manifiesta en sus ideas de:
 Afirmación de la libertad individual, en lo político.
 Defensa de la tolerancia religiosa, pues al considerar al hombre libre
quiere garantizarle en el interior el ejercicio de sus efectivas facultades.
 En su meta: la función social del hombre y las tareas concretas que esperan
a éste en la vida.
“Todo su pensamiento, entonces, es fruto de ese enfoque en que se renuncia a toda
pretensión metafísica y a todo intento de ir más allá de aquella realidad dentro de
la cual el hombre vive y funciona efectivamente”. (Abagnano y Visalbergui)
Este filósofo inglés quería entender cuáles son efectivamente las capacidades
humanas, mediante el estudio de los límites propios del hombre. En su
investigación gnoseológica, parte de Descartes y afirma la primera limitación
diciendo: las Ideas se derivan exclusivamente de la experiencia. Esto es, no son
fruto de una espontaneidad creadora del intelecto humano, sino de su pasividad
ante la realidad. La realidad puede ser interna (el YO) o externa (las cosas
naturales) por lo tanto las ideas pueden proceder de una u otra de estas realidades.
Denomina ideas de reflexión si surgen del sentido interno, por ejemplo: el
pensamiento, la duda, el raciocinio, el conocimiento, la voluntad, es decir todas
las operaciones de la mente; e ideas de sensación (o simplemente sensación) si
provienen del sentido externo, por ejemplo: amarillo, calor, dureza, amargor, etc.
Contra los llamados platónicos argumenta que las ideas innatas no existen porque
no son pensadas. Así Locke es fiel al principio cartesiano de que tener una idea
significa percibirla, es decir, ser consciente de ella. De ese principio se sirve para
la crítica de las ideas innatas, por ejemplo para ser efectiva una idea innata
entonces todos los hombres deberían tenerlas, inclusive los niños y los idiotas. Por
lo que está seguro de que nuestro conocimiento proviene de las ideas y a su vez
las ideas de nuestra experiencia.
“Todo aquello que la mente percibe en sí misma, o todo aquello que es el objeto
inmediato de percepción, de pensamiento o de entendimiento, a eso llamo idea; y
a la potencia para producir cualquier idea en la mente, llamo cualidad del sujeto
en quien reside ese poder. Así, una bola de nieve tiene la potencia de producir en
nosotros las ideas de blanco, frío y redondo; a esas potencias para producir en
nosotros esas ideas, en cuanto que están en la bola de nieve, las llamo cualidades;
y en cuanto son sensaciones o percepciones en nuestro entendimiento, las llamo
ideas; de las cuales ideas, si algunas veces hablo como estando en las cosas
mismas, quiero que se me entienda que significan esas cualidades en los objetos
que producen esas ideas en nosotros”.
(LOCKE. Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro segundo. Cap. VIII, § 8).
Encuentra, entonces, que las ideas pueden ser simples o complejas. Las primeras
provienen de la experiencia y las segundas son producidas por el intelecto
mediante la combinación de ideas simples, “pero ningún intelecto puede inventar
o crear una nueva idea simple, esto es, no derivada de la experiencia, así como
tampoco puede destruir ninguna idea simple una vez adquirida.
“La mente estando abastecida, como ya he declarado, de un gran número de ideas
simples que le llegan por vía de nuestros sentidos, según se encuentran en las cosas
exteriores, o por vía de la reflexión sobre sus propias operaciones, advierte,
además, que un cierto número de esas ideas simples siempre van juntas; y que
presumiéndose que pertenecen a una sola cosa, se les designa, así unidas, por un
solo nombre, ya que las palabras se acomodan a la aprehensión común, y su
utilidad consiste en expeditar la expresión de las ideas. De allí viene que, por
inadvertencia, propendemos a hablar y a considerar lo que en realidad constituye
una complicación de ideas juntas, como si se tratase de una idea simple. Porque,
como ya he dicho, al no imaginarnos de qué manera puedan subsistir por sí mismas
esas ideas simples, nos acostumbramos a suponer algún sustrato donde subsistan
y de donde resultan; el cual, por lo tanto, llamamos substancia"
(LOCKE, Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro segundo. Cap. XXIII, §
1).
Con esto se podría entender que Locke equipara experiencia y conocimiento, pero
para él hay una distinción, decía que la experiencia proporciona el material del
conocimiento, pero no es el conocimiento mismo. El conocimiento tiene que ver
únicamente con ideas, porque el único objeto posible de nuestro intelecto es la
idea, pero no se reduce a las ideas. El conocimiento consiste en percibir un
acuerdo o un desacuerdo de las ideas entre sí. Como tal puede ser de dos clases:
conocimiento intuitivo y conocimiento demostrativo. El primero es cuando el
desacuerdo o acuerdo se percibe inmediatamente y en virtud de las ideas mismas,
sin la intervención de otras ideas. El segundo conocimiento es cuando el acuerdo
o desacuerdo entre dos ideas no es percibido inmediatamente, sino que se pone en
evidencia mediante el empleo de ideas intermedias, denominadas pruebas.
Además para Locke un conocimiento es verdadero sólo cuando existe
conformidad entre las ideas y la realidad de las cosas.
Para Locke el origen del conocimiento es la experiencia, para lo cual el afirma:
"Todo cuanto la mente percibe en sí misma o es objeto inmediato de percepción,
de pensamiento o de entendimiento, a todo esto llamo yo idea." Para él, idea es
todo aquello que pienso y percibo o lo que en nuestra época llamamos vivencia.
La percepción puede ser de dos clases: "Percepción externa mediante los sentidos
o sensaciones, y percepción interna de estados psíquicos o reflexión." Estas dos
operan juntas.
También hay dos clases de ideas: simples y compuestas. Las simples llegan
directas de un solo sentido o de varios al mismo tiempo, así como pueden llegar
tanto de la sensación como de la reflexión, o juntas. Las ideas complejas son el
resultado de la actividad de la mente. Las ideas simples dejan huella en la mente,
es ésta la razón por la cual no pueden cambiarse. Las ideas complejas están
fundadas en la memoria.
"El empirismo de Locke limita la posibilidad de conocer, especialmente en lo que
se refiere a la metafísica. Con él empieza esta desconfianza en la facultad
cognoscitiva, que culminará en el escepticismo de Hume y obligará a Kant a
plantear de un modo central el problema de la validez y posibilidad de un
conocimiento racional."
Algunos filósofos han dicho que existen ciertos conocimientos en forma innata,
es decir, que están en nuestra mente y no son fruto de la experiencia. “Pero según
Locke, esto es una gran falsedad porque todo conocimiento se adquiere a través
del uso de las facultades naturales."
La afirmación central de Locke respecto al conocimiento es que no existen las
ideas innatas. Con ello pretende afirmar dos cosas: la primera es que es preciso
incorporar las creencias a través de la experiencia del mundo. La segunda es que,
cuando uno nace no tiene conceptos en la mente. Muchos filósofos habían
asumido que los conceptos más básicos, como la idea de que una cosa es idéntica
a sí misma, formaban parte del mecanismo pensante de la mente. Locke
argumentó que incluso esos conceptos tenían que ser adquiridos: al nacer, la
mente es una tabula rusa, una pizarra en blanca.
En su Ensayo sobre el conocimiento humano (1689). Locke proporcionó una serie
de razones para negar la existencia de las ideas innatas. Señaló que los niños,
asimilan los principios abstractos contenidos en conceptos básicos hasta que
alguien se los enseña. Los niños de dos años no dicen que «cada cosa es idéntica
a sí misma» o «que cuatro ángulos rectos forman una circunferencia completas.
Tampoco los recién nacido» parecen albergar en su mente ningún tipo de concepto
porque, de hecho, no parecen pensar.
En cuanto ideas sobre las propiedades de los objetos, como su forma, peso y
solidez, Locke argumentaba que en la mente de los adultos sofisticados se
producen complejas combinaciones de ideas. La idea de una forma triangular, por
ejemplo, se basa, en parte, en el aspecto que tiene diversos objetos triangulares
vistos desde distintos ángulos; en parte, en la sensación que producen, y en parte,
en la experiencia de caminar por rutas triangulares. Sólo combinando todo lo
interior la persona puede hacerse una idea de lo que es un triángulo.

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