Película: “Lucy” y el sentido de heredar saberes

“Lucy” es un rodaje corto en comparación con otras películas, pero bastante

interesante por varios motivos: A parte de la banda sonora acorde con las escenas,

un buen uso del CG en las partes necesarias (bastante bueno para el año de la

obra) y los actores reconocidos y perfectos para los personajes que les fueron

asignados, es de destacar la forma innovadora entre simple entretenimiento y

enseñanza, es decir, una característica poco vista, una “película-documental” que,

siendo casi pionera en el “género” realiza un trabajo maravilloso para captar la

atención del espectador y generar la empatía con los personajes. Un ejemplo de

ésta mezcla-fusión antes mencionada, se ve en las primeras escenas, cuando se

comparan las decisiones de Lucy con el ratón dudando si agarrar el queso que está

sobre una trampa y, posteriormente, con el leopardo acechando a su presa, sin

mencionar otras escenas que cumplen con una función explicativa poco vista en el

mundo del cine.

La razón por la que me parece de destacar este aspecto de la película, es

porque, en un principio la enseñanza estaba ligada al entretenimiento, el teatro se

realizaba con fines educativos y políticos y el resto de artes no tenían objetivos muy

diferentes. Sin embargo, a lo largo de los años se ha perdido ese interés por usar

los medios audiovisuales para crear o difundir conocimiento, hundiendo más la

sociedad en un simple circo diseñado para mantener dormidas a las masas.

 Por otro lado, probablemente la necesidad de implementar elementos de ficción

en la obra esté influenciada por crear un método de permanencia para que los

espectadores se queden hasta el final en una obra que también aporta conocimiento

para quién la ve, convirtiendo así, de una manera bastante innovadora y creativa,

enseñanza sobre biología y evolución en una película de entretenimiento y ficción.

Es un método bastante efectivo, que está teniendo su auge en los últimos años,

aunque antes haya habido unos pocos expositores de esta forma (si bien con la

fórmula un tanto cambiada), como Garzón, quién implementó la comedia a la

divulgación política, generando así un valor agregado a lo que el resto de noticieros

y demás medios de comunicación ofrecen.

En cuanto a la evolución del ser humano, nos encontramos con una teoría a tener

en cuenta en la vida real: El propósito de la vida es heredar conocimiento. Si bien es

un hecho que está desmentida la idea de que el ser humano sólo usa el 10% de su

capacidad cerebral, aún se le puede sacar provecho a la teoría, pues puede ser

vista como una metáfora, ya que no sabemos cuál es el “límite” máximo para lo que

el humano puede llegar a albergar en su cerebro, aunque eso sí nos referimos al

“humano” como el conjunto de seres de la especie que han existido a lo largo de la

historia, conectados por el conocimiento que se convierte en el más valioso legado

compartido de generación en generación.

Es por esa conexión que ejerce sobre la especie el conocimiento general, que se

han logrado todos los inventos que poseemos hoy en día, cada innovación es un

engranaje en una mesa de herramientas gigante utilizada para crear y crear cosas
cada vez más impresionantes. Es evidente la retroalimentación que ésto logra, en

un ciclo que parece no tener fin.

Por lo anterior, y más, es de resaltar la invitación a la reflexión sobre lo increíble

del humano a la hora de crear cosas, pues en cada época de nuestra historia nos

hemos encontrado con ideas que parecen imposibles, sin embargo, en tiempos

posteriores lo imposible se hace posible. También nos hemos encontrado con

situaciones en dónde la ficción de antaño se hace real en el ahora e incluso, la

realidad ha llegado a superar a la ficción.

En conclusión, la obra nos presenta una propuesta de una mezcla de enseñanza

con entretenimiento que está poco usada a pesar de los buenos resultados que ha

demostrado por medio de los pocos expositores que ha tenido, el humano debe ser

visto como un ser casi divino que, si bien puede llegar a precisar de mucho tiempo

para lograr algo, es seguro que alcanzará sus metas e incluso objetivos

inimaginables, gracias a esa “memoria atemporal” que nos une como especie y que

nos diferencia del resto de animales.

Quién sabe con qué sorpresas nos toparemos en el futuro... Tal vez algún día la

película “Lucy” no sea una obra de ficción.