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TEORIA 1

La nueva sociedad y la consolidación de la economía de mercado


( Romero, jose luis)
La economía de mercado en el periodo de contracción económica que ocurrió desde siglo
XIV hasta la segunda mitad del XV se vio sometida a tensiones de las cuales empezó a
definirse. En medio de estas convulsiones la nueva sociedad se logró diseñar e impuso
sus límites. Quedaron claramente situadas la clase alta, media y popular.
Cuando comenzó nuevamente la expansión económica de mercado, en la mitad del siglo
XV la nueva sociedad había sufrido un cambio. Las altas capas de la burguesía urbana
convertidas en un patriciado local comenzaban a sobrepasar los límites de sus ciudades y
a medida que el mercado crecía el patriciado extendía su influencia y sus ambiciones
económicas-políticas.
Las ciudades fueron los núcleos donde se realizaban todas las operaciones de tráfico de
mercancías y dinero y también fueron los escenarios posibles para la economía de
mercado dónde se confrontaban compradores y vendedores para establecer un precio. Y
así todos estos circuitos económicos repercuten sobre las económicas urbanas y sobre
las economías que se relacionaban con ellas.
La contracción económica que se mencionó anteriormente fue provocada por una crisis
de producción, distribución y consumo que surgió de un proceso previo de la expansión
ocurrida en el siglo XI y el XIII en la que las actividades mercantiles o artesanales
desencadenaron la oferta produciendo una alteración, ya que nadie advertía que estas se
autorregulaban de alguna manera.
Otra razón fundamental fue el debilitamiento de la onda de crecimiento demográfico que
había tonificado desde el siglo XI. El aumento de población fue hasta fines del siglo XIII
que cesó por la ola de epidemias que empezó a asolar a toda europa, estas fueron la
disentería y otras enfermedades contagiosas como la tuberculosis y la viruela provocadas
las pésimas condiciones higiénicas que sufrían las poblaciones urbanas, pero fue la
llamada “peste negra” la que tuvo mayor incidencia demográfica. Entre 1348 y 1351 esta
epidemia proveniente de asia, se extendió hacia toda europa y cobró millones de vidas
que adquirió los caracteres una verdadera catastrofe provocando ademas crisis
psicosociales. Se disminuye el índice de natalidad y el hambre conjunto con las
enfermedades crecieron dislocando especialmente a la vida urbana puesto que las
ciudades fueron las más perjudicadas y la desorganización de los mecanismos
económicos se expandió hacia la distribución provocando escasez en toda clase de
productos. Combinados estos factores, la crisis se hizo visible la despoblación de los
campos y el empequeñecimiento de las ciudades. La crisis de mano de obra acompañó a
la del consumo y ambas a la desarticulación del sistema mercantil.
La crisis engendro enfrentamiento sociales tanto urbanos como rurales que multiplicaron
los efectos de la contracción. además de haber un clima de inseguridad hubieron guerras
internacionales que contribuyeron a profundizar la crisis y modificando el cuadro general
de relaciones económicas, sociales y políticas.
En el cuadro en empobrecimiento general no todos los sectores sufrieron de la misma
manera. Por el contrario la contracción que castigó duramente a los sectores medios y
populares favoreció a la concentración de la riqueza en manos de los sectores altos.
Quienes poseían un capital y supieron utilizarlo habilmente aprovechando las
oportunidades que le ofrecían las convulsiones sociales y políticas , las guerras y sobre
todo el hambre y la escasez. Los jefes de bandas armadas se enriquecian con el saqueo,
los proveedores de los ejércitos se beneficiaron con innumerables negocios ilícitos.
En general, los que cumplian funciones de intermediacion comercial y financiera acusaron
al golpe de la crisis. Pero los que lograron salvarse por el azar o por la hábil utilización de
recursos ilícitos, vieron acrecentar su lucro y aprovecharon la desgracias ajenas. Así se
ensanchó el foso que separaba a los pobre y a los que se empobrecen de lo ricos y de los
que se enriquecian.
Frente a la reducción de consumo, las economías urbanas aprovecharon el incremento de
consumo de las clases altas, renovadas por la inclusión de quienes se enriquecen a favor
de la crisis. La carne se transformó en un producto intensamente solicitado, así como las
especias, los vinos y todo lo que podía transformar una mesa en un alarde de poder y
riqueza. La producción artesanal debió responder a las exigencias. Pero no fue solo el
patriciado y su contorno de nuevos ricos aventureros el que sostuvo a las economías
urbanas. En las clases media buenos burgueses protegidos por sus ahorros pudieron
conservar y acrecentar su poder de compra.
Solo las pequeñas clases medias y los sectores populares fueron, al fin, los que cargaron
con el peso de la contracción, pues esta no afectó al patriciado aunque alguno de sus
miembros pudo personalmente sufrir la crisis.
Sin duda el mercado urbano había descubierto los mecanismos de la oferta y la demanda,
esta regulación automática de los precios por el acuerdo de vendedores y compradores.
Es cierto también que el poder político había tratado de interferir tratando de sacar alguna
ventaja del tráfico comercial, pero la contracción económica provocó que las
corporaciones y el poder político intentan someter el mercado a regulaciones por la
fuerza. Se pretendió regular las modalidades de la producción para asegurar el control de
calidad en defensa tanto del mercado interno como el externo.
Muchas ciudades procuraron regular también la compraventa pero mantuvieron su
jurisdicción sobre la habilitación de ferias y mercados y se preocuparon de la exactitud de
pesas y medidas. En ningún paso de la actividad mercantil quedó sin control a través de
disposiciones diversas y reiteradas que atribuían, unas veces a las corporaciones y otras
veces al poder público como por ejemplo: la función de la policía significaba la inspección
de depósitos y la vigilancia de la calidad y precio.
La generalizada contracción económica pero sobre todo los fenómenos locales y escasez
en determinado momento provocaron aumentos en los precios que obedecían más que
nada a las especulaciones.
Correlativamente los salarios también se vieron sometidos a regulación de las
corporaciones o el poder público. Además también de acuerdo con la oferta y la demanda
de mano de obra, siempre se habian sido manejados, sin embargo en el sector de las
manufacturas e industrias, fue precisamente en ese sector donde más se hizo sentir la
falta de mano de obra como resultado tanto de la crisis demográfica como la de la
contracción económica. Pero el patriciado luego de reaccionar con huelgas o a veces con
actos violentos recuperaron sus fuerzas y retomaron el poder en todas partes,
produciendo que la explosión popular acentuara la diversificación social y la distancia
entre los grupos sociales.
También se fueron desarrollando otras actividades económicas a una escala mayor que
fueron constituidas por empresas de gran capital destinadas a explotar un sector
comercial de alta rentabilidad. La conducción económica siguió su evolución a través de
una cuidadosa contabilidad en la que las sociedades y empresas adquirieron una gran
fuerza en el mercado. La importancia de esa manera de operar fue en el comercio
internacional. Tratados y acuerdos entre estados podían facilitar la tarea de los
mercaderes que se movían en el ámbito internacional. Crecidas sumas de dinero se
movilizaban en este comercio, organizado a través de una vasta red de agentes y
representantes, en comunicación permanente a través de una correspondencia regular
que mantenía al día la información de todos sobre la producción, precios y condiciones de
mercado. Unas de las ciudades más importantes que conformaban esta red fueron:
amberes, brujas, génova y venecia, básicamente esta red se conformaba desde europa
hasta asia.
La apertura de un mercado que se resistía a entrar en la esfera de influencia de un
vigoroso y vecino foco de poder económico solía originar una guerra netamente
comercial. Sólo se requería que un centro de poder económico fuera, al mismo tiempo, un
foco de poder político y militar. Si no era así, podía buscarse o negociarse una alianza.
es. Del mercado urbano se procuró pasar poco a poco a un mercado nacional, y de éste
al ámbito de expansión que el estado nacional estuvo en condiciones de ofrecer, según su
influencia y su pode
Cuando la concentración de capitales y el crecimiento de su volumen sugirió la posibilidad
de aventuras aún más audace, empezaron a explorar nuevas rutas en busca de mercados
o de fuentes de materia primas. Al constituirse los grandes imperios coloniales quedaron
también diseñados áreas políticas y económicas. Pero directa o indirectamente creció
desmesuradamente el ámbito del mercado tradicional europeo imponiendo una nueva
escala a un tipo de actividad económica que, sin embargo, conservó los mismo
caracteres. Después pudieron ser identificados y reconocidos como el capitalismo
mercantilista. (continuar página 10)

EL MODO CAPITALISTA (WOLF, FRAGMENTO) (Teórico nº1)

Según Marx, el modo capitalista nació cuando a la riqueza monetaria se le permitió


comprar fuerza de trabajo. La fuerza de trabajo no es en sí una mercancía creada para
ofrecerse en el mercado. Para que la fuerza de trabajo se ofrezca en venta, el lazo entre
productores y medios de producción deberá romperse definitivamente. Esto significa que
quienes tienen la riqueza deben poder adquirir los medios de producción y negar acceso a
ellos, excepto en sus propios términos, a todos los que quieran operarlos. Y a la inversa,
la gente a quien se niega acceso a los medios de producción debe acercarse a quienes
hoy controlan los medios y negocian la autorización para operarlos. A cambio, reciben
salarios que les permiten pagar por lo que necesitan para sostenerse. Quienes poseen los
medios de producción pueden retener los artículos producidos; y quienes producen las
mercancías deben comprarlas a los dueños de los medios de producción.
En el curso de una jornada de trabajo, los obreros producen más que el costo de
sus salarios; producen un excedente, el cual, dentro de las condiciones del modo
capitalista, pertenece a quien tiene la riqueza, el capitalista.
De dos formas pueden los capitalistas aumentar este excedente; uno es mantener
bajos los salarios o reducirlos al punto más bajo posible. El otro es elevar el nivel del
excedente producido por encima del monto que debe pagarse por fuerza de trabajo,
elevando para ello el rendimiento de los obreros durante un periodo dado de trabajo.
Estos aumentos en la productividad requieren mejoras en la tecnología y en la
organización de la producción.
El modo capitalista tiene tres características entrelazadas: 1) los capitalistas
retienen el control de los medios de producción. 2) a los trabajadores se les niega el
acceso independiente a los medios de producción y deben vender su fuerza de trabajo a
los capitalistas. 3) la maximización de los excedentes producidos por los trabajadores con
los medios de producción de los capitalistas trae consigo “acumulación incesante a la cual
acompañan cambios en los métodos de producción”
La riqueza en manos de quienes la tienen no es capital sino hasta que controla
medios de producción, compra fuerza de trabajo y la pone a trabajar, acrecentando
continuamente los excedentes mediante la intensificación de la productividad merced a
una curva siempre creciente de insumos tecnológicos. Para ello el capitalismo debe
controlar la producción, invadir el proceso productivo y alterar incesantemente las
condiciones mismas de la producción. Mientras la riqueza permanezca siendo externa al
proceso de producción, esta riqueza no es capital.
El modo de producción capitalista se basa en una división de clases. Inicia una
división entre segmentos de la población que producen excedentes y segmentos de la
población que controlan los medios de producción; continuamente recrea tal
diferenciación, y al mismo tiempo diferencia internamente a cada clase.
El crecimiento de este capitalismo se originó en ciertas áreas de Europa y luego se
esparció en otras regiones fuera de Europa. Su crecimiento se debió a su aptitud para
reproducirse a sí mismo en una escala siempre creciente; también se debió a que logró
acuerdos de trabajo con otros modos, a que se atrajo riqueza y gente y las convirtió en
capital y fuerza de trabajo.

En el mundo de 1400, las grandes regiones agrícolas estaban en manos de Estados


basados en la extracción de excedentes por gobernantes políticos o militares, producidos
por productores primarios. Tales Estados representan un modo de producción en el cual,
al productor primario, se le da acceso a los medios de producción, a la vez que, por
medios políticos o militares, se le saca un tributo.
Bajo estas condiciones, el trabajo social es movilizado y encauzado a la
transformación de la naturaleza mediante el ejercicio de poder y dominio, es decir,
mediante un proceso político.

Pierre Bonnassie.Vocabulario básico de la historia medieval


(Teórico nº1)
Podemos distinguir a la edad media en cuatro periodos. Hasta mediados del S. III al S. VII
aproximadamente, continuo el fenómeno del descenso de la población que había
caracterizado el bajo imperio. Entre el S. VII y X se realizó la primera recuperación
manifestada por una multiplicación de hábitats rurales que también produjo la creación de
nuevos hogares urbanos. Entre los S. XI y comienzos del S.XIV, Europa conoció un boom
demográfico, fue la edad de oro de las nuevas ciudades. Después de 1320-1330 y hasta
cerca de 1500, vino una nueva depresión: la crisis del feudalismo se produjo por las
epidemias para empobrecer y despoblar a europa. El fenómeno de creación de ciudades
nuevas se desarrolló a lo largo de seis siglos ( del VIII al XIII).
Antes del año Mil, las ciudades comenzaban a imponer sus presencias, algunas de estas
respondian al factor religioso y la ciudad se formaba en torno a un santuario que acogia a
los peregrinos. Otras nacieron de necesidades estratégicas o deliberadas volantes
políticas: fueron ciudades-fortalezas que a veces accedieron a la categoría de capitales.
Sin embargo en ninguna parte los factores religiosos y estratégicos fueron suficientes
para garantizar el éxito de las ciudades nacientes y en todos los casos aparece la función
económica, así suceden las ferias o el desarrollo de barrios artesanales. Aunque el
objetivo religioso era esencial, todas ellas recibieron privilegios para estimular la actividad
comercial y artesanal. Por fin en muchos casos el auge comercial provocaría por sí mismo
en el S IX y X el nacimiento de ciudades.
Después del año Mil, todo se unió para provocar una aceleración del desarrollo urbano.
La agricultura, en pleno progreso estaba ya en condiciones de nutrir los mercados. Los
intercambios comerciales conocian una rápida expansión y provocan una creciente
demanda de productos artesanales y por fin el empuje demográfico concentraba en los
espacios suburbano todo el exceso de la población rural que no encontraba posibilidades
de emplearse en las roturaciones. Todos estos factores tuvieron como consecuencia un
crecimiento sin precedentes de las ciudades ya existentes. desde los principios del
milenio hasta comienzos del siglo XIV.
Desde el punto de vista marxista, el feudalismo aparece como uno de los estadios
sucesivos por lo que puede o debe pasar toda sociedad en su evolución histórica.
sociedad tribal,esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo. Desde esta perspectiva,
el feudalismo debe ser concebido, a al vez como un modo de producción, ligado a un
cierto desarrollo de las fuerzas productiva, y como el sistema de relaciones de producción
que caracterizan dicha etapa.
En el ámbito económico,la producción de excedentes ya susceptibles de comercialización
permitió el desarrolló del negocio y el crecimiento de las ciudades. A nivel social y político,
la expansión sostuvo con idéntico ímpetu el auge de la sociedad feudal y el nacimiento de
los primeros estados modernos. Incluso el florecimiento artístico de los S. XI al XIII tuvo
parcialmente su origen en el crecimiento agrícola, puesto que permitió mantener y
alimentar los talleres de los artistas que trabajaban con plena dedicación en la
construcción de monumentos.

Clase Práctica nº1: “Genealogía del capitalismo


mercantil”
Los orfebres se convirtieron en banqueros a mediados del siglo xviii en Inglaterra.
La banca se desarrolló mucho antes y estaba conectada especialmente con el comercio
exterior. Incluso en el siglo xviii en Inglaterra se desarrollaron más bancos a partir de
mercaderes que de orfebres.
La industria que emitía fichas metálicas para pagar los salarios, los recaudadores
de impuestos que manejaban fondos públicos, los notarios (escribanos) que
recomendaban inversiones y luego las hacían para otros, y así sucesivamente.
Los primeros mercaderes llevaban los negocios en una especie de trueque.
Vendían bienes en una ciudad a cambio del dinero local, y utilizaban lo conseguido para
comprar bienes en el mismo mercado.
Cuando se desarrolló la letra de cambio se hizo posible que el mercader vendiese
o comprase únicamente en una dirección, a cambio de letras de cambio. En este contexto
por “mercader” entendemos “gran mercader” y por “gran mercader”, a quien trata en el
comercio internacional, no un mayorista o intermediario nacional y sin duda no un
detallista.
El gran mercader tenía que tratar con tipos de cambio extranjeros,letras de
cambio, frecuentemente especulaba con mercancías, y necesitaba en gran medida
conocer idiomas extranjeros. Pero el factor que contribuyó fuertemente a la transición del
comercio a las finanzas fue el deseo de un menor riesgo, menos inquietud y un mayor
status. El tratar con dinero en vez de bienes era más seguro y más cómodo. Y en todas
partes el cambio a través del mar hasta tierra conducía al acceso de los más prósperos
mercaderes a la alta burguesía, y a veces a la aristocracia.
En las épocas medievales el comercio local se llevaba a cabo en mercados, y el
comercio internacional en ferias. Las ferias estaban altamente organizadas, teniendo lugar
a intervalos regulares, dos o cuatro veces al año, en lugares estables y desarrollaron un
procedimiento estricto, tal como nueve días para negociar en telas, once para cuero, dos
semanas para los bienes vendidos a peso, y luego días fijos para pagos. Durante la época
de ferias, los extranjeros recibían la protección del señor feudal.
Cada mercader llevaba un libro en el que anotaba lo que debía ( el vostro) y lo que
le debía a él ( nostro). Cuando llegara la fecha de las liquidaciones, un funcionario de la
feria validaría los derechos y las deudas en el libro del mercader, y efectuaría
cancelaciones para reducir de pagos en moneda. Los saldos no cancelados podían ser
pagados en efectivo, en letras de cambio llevadas a la feria, o en nuevas letras giradas
para pasar el derecho o la deuda a la próxima feria.
También ayudaba inevitablemente a la liquidación de la feria la recepción de un
cargamento de plata u oro, en piezas o lingotes, traído por algún mercader o banquero
para intercambiar por bienes o letras de cambio.
La letra de cambio fue una poderosa innovación de los italianos en el siglo xiii, que
economizó en la necesidad de trueque, de compensar los libros frente a frente ¡, o de
realizar pagos en voluminosas monedas, objetos de valor o en metálico, que eran
vulnerables al robo, mediante la compensación o cancelación de una deuda en una
dirección por una debida en la otra o, más exactamente, por una debida en otra dirección.
La letra en la Edad Media tenía que ser vendida, no descontada, ya que el
descuento implicaba cargar interés, prohibido por la Iglesia de Roma como usura. Sin
embargo, se conseguía el equivalente a un interés, y proporcionaba crédito, al pagar
como norma al comprador de la letra a un tipo de cambio inferior al que el girado pagaba
al portador. No obstante en cada momento en el mercado de cambios, y por tanto no era
predeterminado; la incertidumbre justificaba el “beneficio” del tratante en cambios y
transformaba así el interés, que estaba proscripto.

Teórico 2: “Transición del Feudalismo al capitalismo: del


capitalismo mercantil al capitalismo industrial”

En la espiral de la energía
La implantación del capitalismo, la Modernidad y la conexión de América y Afro Eurasia
no tuvo una revolución energética, aunque sí una modificación en la relación social y
económica con la energía.
El capitalismo fosilista surgió como consecuencia de un uso intensivo de la energía fósil
(del carbón, que se utilizaba además de calefacción, como combustible para motores a
vapor) y de un desarrollo técnico que permitió explotar al máximo esta nueva energía.
Esto posibilitó una expansión del mercado capitalista a nivel planetario, con la
interconexión de casi todos los territorios dentro del mundo. También supuso una
profunda transformación de las sociedades, en las que permeó definitivamente la visión
de la Modernidad, con las ideas de progreso y competitividad.
Para esta expansión fueron fundamentales varios factores. Por un lado, las nuevas
capacidades productivas, que permitieron el sometimiento del proletariado y la apertura
de nuevos mercados. Este proceso fue dirigido desde Europa y los nacientes EEUU
Uno de los corolarios más importantes de esta etapa fue un importante crecimiento
demográfico (en las ciudades). Fue en estos espacios donde se focalizaron las
inversiones de capital, los mayores impactos ambientales y donde se estructuró la
resistencia social más fuerte: el movimiento obrero.
Se pueden distinguir tres oleadas en la Revolución Industrial:
1_ Motores de vapor estacionarios y uso masivo del carbón (1787-1814). . Esta primera
etapa no fue de grandes
inventos, sino de aplicación de ideas sencillas con una visión comercial!
2 Motores de vapor móviles (locomotoras y barcos de vapor), desarrollo y fuerte
expansión de la metalurgia del hierro y mejora de las comunicaciones (telégrafo) (1843-
1869).
3_ Electricidad comercial, motor de explosión e inicio de la industria química moderna
(1898-1924). empezó a utilizarse la electricidad en las ciudades y se inició su aplicación
paulatina en la automatización de la producción industria.
El inicio de cada uno de los periodos coincidió con una fase de depresión económica que
incitó la innovación. Todo eso generó un nuevo sistema de trabajo de enorme potencia,
pues combinaba el trabajo humano con diversas máquinas y grupos de máquinas. La
Revolución Industrial combinó el poder de los combustibles fósiles con el de las
máquinas, y ambos, con el del capitalismo. Este uso de las máquinas provocó incremento
en el consumo energético. Con este derroche se consiguió, básicamente, potencia y
capacidad de obtener cantidades mayores de energía
Una separación (ilusoria) de los límites naturales La Revolución Industrial implicó una
nueva relación con la naturaleza, se pasó de la utilización de energía casi en tiempo real a
consumir de forma masiva las reservas condensadas en forma de combustibles fósiles.
Ahora la explotación de recursos naturales y fósiles muy por encima de sus tasas de
renovación. Hasta este momento histórico el dominio de la energía (solar) se producía a
través del control de la tierra y de las personas, durante la Revolución Industrial se
produjo un desacoplamiento entre estos factores, y la tierra pasó a ser una variable
secundaria a nivel energético.
. Un nuevo metabolismo: el industrial La “emancipación” de los ritmos solares permitió,
en primer lugar, un incremento altísimo de la productividad industrial (transformación), lo
que con llevó también aumentos en la producción agrícola y la extracción (apropiación).
Esto transformó todo el metabolismo. Creció la posibilidad de transportar mercancías de
forma rápida y barata a largas distancias (circulación). Tanto la población como su nivel
de utilización de materia y energía aumentaron (consumo). Hubo un aumento de la
urbanización y una disminución del porcentaje de población dedicada a la agricultura,
ocupando un lugar marginal. La función del trabajo humano cambió de forma importante.
El aporte básico de las personas fue dejando de ser su fuerza física y pasó a ser cada vez
más su capacidad intelectual aplicada.
Una nueva concepción del espacio-tiempo
Las mejoras en el transporte fueron fruto del capitalismo fosilista, pero, a su vez,
permitieron su desarrollo por varias razones: i) Hicieron posible la producción a gran
escala y facilitaron el abast. de materias primas. ii) La reducción del precio del transporte
equivalió a más interrelación global. iii) La propia construcción de los nuevos medios de
transporte, como la del ferrocarril. v) La capacidad de transportar mercancías a largas
distancias potenció la división espacial de la producción y el consumo vi) La movilidad
también se convirtió en una diferencia de clase
Nuevas posibilidades para la dominación
Las nuevas herramientas, lejos de suponer una liberación humana, permitieron una
mayor apropiación del trabajo ajeno, que además multiplicó su productividad. La
conversión de energía fósil en mecánica dio unos poderes sin precedentes a las
organizaciones jerárquicas, coercitivas y centralizadas, convirtiéndolas en una empresa
capitalista.En la medida en que la energía que más acaparaban unos estratos sociales,
menos tenían disponible otros. También la sustitución del trabajo humano por
máquinas creó bolsas de personas desempleadas que permitieron al empresariado
bajar los salarios. Otra ventaja a nivel salarial de la industrialización fue que la fuerza
física humana se hizo mucho más irrelevante. Esto permitió la contratación masiva de
mujeres e infantes, a quienes se aplicaron salarios bajos con mayor facilidad. Con el
invento de la iluminación con gas, primero, y eléctrica, después, las jornadas laborales se
pudieron hacer más extensas.
Conforme avanzaba la división del trabajo y el sistema tecno-científico, disminuía la
potencialidad de la mayoría de la población para entender los cambios tecnológicos. En
paralelo, la especialización permitió avances científicos mucho más rápidos, que hicieron
más difícil aún su comprensión.
Una senda de difícil retorno, pero crecientemente inestable
i) En la medida en que las nuevas máquinas requieren mucha energía para su
fabricación, generaron su propio consumo energético desaforado. ii)Una demanda
creciente para los bienes producidos obligo a mantener el flujo de producción. Debía
producir para no colapsar.
¿Por qué se produjo la Revolución Industrial?
La Revolución Industrial se dio en Gran Bretaña porque allí existían los recursos naturales
necesarios, porque había una escasez importante de una fuente energética básica del
metabolismo agrario (madera), porque el capitalismo estaba especialmente desarrollado y
empujaba hacia la competencia creciente y la innovación, y porque existían las
infraestructuras (canales, barcos) e instituciones (Estado fuerte) para dar salida a esa
producción a nivel internacional, las causas iniciales generaron condiciones que
retroalimentaron el proceso. La contención salarial, el aumento de la productividad y la
generación de beneficios, fueron factores clave para el desarrollo del capitalismo.
la contención salarial, el aumento de la productividad y, en definitiva, la generación de
beneficios. A nivel de innovación, el Estado apostó especialmente por la investigación
militar, empujó con fuerza el cambio de la matriz energética. En el resto de sociedades
centrales del sistema-mundo, no hubo condiciones suficientes en un principio.
“libre comercio”(1era etapa del plano productivo y comercial)
La protección arancelaria fue la herramienta financiera más importante, ya que los
Estados tenían capacidades presupuestarias limitadas por: i) la inexistencia de impuestos
sobre la renta en la mayor parte de los países; ii) una capacidad limitada para aplicar
políticas monetarias por los Gobiernos; iii) el escaso control de medios de inversión, ya
que los Estados eran propietarios de pocas instituciones financieras o empresas
industriales.
Una vez que Reino Unido consiguió la hegemonía comercial en 1840, optó por la
liberalización unilateral del comercio, por el “libre comercio”. Esto propició una aceleración
de la interrelación en la economía-mundo. Así, Reino Unido abarató sus costes
domésticos de suministros vitales y, al mismo tiempo, dotó al resto del mundo de medios
de pago para que compraran sus manufacturas, se llevó a cabo a través de acuerdos
bilaterales, que consistían en la aplicación de aranceles entre dos naciones tan bajos
como los que cualquiera de ellas tenía con cualquier otro país. Se forzaron mediante las
armas.
Como consecuencia de los grandes beneficios obtenidos con el comercio mundial de
manufacturas, el capital británico creció de forma importante
Proteccionismo en el Centro y colonización de las Periferias(2da parte)
El proteccionismo requirió de la creación de nuevos mercados donde colocar la
producción nacional ahora fomentada. También necesitaba del control de los territorios
donde se extraían las materias primas indispensables. La expansión también permitió
encontrar nuevos espacios donde colocar el capital excedente que no encontraba forma
de reproducirse en Europa. Y, además, aumentó los gastos militares para la conquista (y
por la creciente tensión intercapitalista), animando con ello la economía. Una
incorporación que significó su conversión en Periferias. Esto se hizo mediante la
conquista directa de los territorios, aunque en su gestión se implicó a las élites locales.
Las circunstancias políticas y la disponibilidad de una gran cantidad de energía hicieron
que la conquista fuese posible y “necesaria”. Lo que creció en estos años fue un
imperialismo plenamente capitalista. Le reportó unos beneficios gigantescos gracias a
crear inmensos mercados cautivos para su producción.
El resumen de todo este apartado es que industrialización, militarismo y capitalismo
fueron de la mano desde el principio, de forma que en esta etapa las lógicas de poder
territorialista y capitalista se retroalimentaron, mostrando que son compatibles. La causa
última es que el capitalismo no requirió únicamente de una “acumulación primitiva”, sino
también una “acumulación por desposesión” continuada. Y, para ello, la expansión a más
territorios y a más ámbitos de la vida fue imprescindible. Una expansión que requirió del
uso de la fuerza. Permitió el control de nuevos mercados y recursos que posibilitaron el
crecimiento incesante de la producción para el sostenimiento del capitalismo. A su vez,
este control aumentó los recursos de todo tipo, que pudieron invertirse en un mayor
desarrollo militar que sostuviese o agrandase las relaciones de dominación. También fue
un elemento muy importante para la universalización del dominio del capitalismo los bajos
precios que ayudaron a derribar “todas las murallas chinas”

Polanyi Karl - La Gran Transformacion. (Teorico nº2)

La reglamentación de los productos alimenticios implicaba la aplicación de métodos tales


como la publicidad obligatoria de las transacciones y la exclusión de intermediarios,
metodo que servia para controlar los comercios. En cuanto al comercio a larga distancia,
la situación era completamente diferente, más estricta se hacía la imposición de su
exclusión de los mercados locales en donde habría podido figurar como importador. Esto
significaba en la práctica que las ciudades suprimian todos los obstáculos posibles para la
formación de este mercado nacional o interior que reclamaba el capitalista mayorista.
En los siglos XV y XVI la acción deliberada del Estado impuso el sistema mercantil del
proteccionismo, destruyó el comercio local e intermunicipal haciendo saltar las barreras
que separaban estos dos tipos de comercio no concurrencial, dejando así el campo libre a
un mercado nacional que ignoraba cada vez más la distinción entre la ciudad y el campo.
Forzando así a los pueblos atrasados de los grandes países agrícolas a organizarse para
el comercio. La política mercantilista suponía que los recursos de todo el territorio
nacional fuesen puestos al servicio de objetivos de poder con miras al exterior.
La etapa siguiente de la historia de la humanidad vivió, como todos sabemos, una
tentativa para establecer un único gran mercado autorregulador. Este es un sistema
económico regido, regulado y orientado únicamente por los mercados. La tarea de
asegurar el orden en la producción y la distribución de bienes es confiada a ese
mecanismo autorregulador. Lo que se espera es que los seres humanos se comporten de
modo que pretendan ganar el máximo dinero posible. La autorregulación implica que toda
la producción está destinada a la venta en el mercado y que todos los ingresos provienen
de ella. Existen, en consecuencia, mercados para todos los elementos de la industria, no
sólo para los bienes sino también para el trabajo, la tierra y el dinero (y se les paga con
salario, renta e interés)

EL MUNDO OCÉANO Y LOS COMIENZOS DE LA HISTORIA


ESTADOUNIDENSE (Práctico nº2)
El acontecimiento que tuvo lugar en 1492, tuvo que ver con el espacio oceánico. En
aquel momento se produjo una redefinición del espacio, y el desplazamiento a través de
los océanos ofreció la posibilidad de extender redes de comercio y comunicación globales
enteramente nuevas.
Las consecuencias de haber descubierto un mundo oceánico modelaron la historia de
todos los continentes. En cada uno surgió un nuevo estilo de vida que influyó en forma
decisiva sobre su desarrollo.
Si bien todas las clases educadas del Renacimiento europeo sabían que la tierra era
esférica, el mundo, según lo entendían entonces, no incluía los océanos. Para el
cristianismo el mundo afroasiático, unido por el mar Mediterráneo, era un “mundo isla”
habitado por los descendientes de Adán y Eva, es decir, por la familia humana. Se creía
que Dios, el tercer día, había ordenado que las aguas se retiraran y dejaran al descubierto
una porción de la superficie de la tierra para uso de los seres humanos. Más allá del
océano se extendía un espacio desconocido, a menudo aterrador. Hasta se lo
consideraba una especie de antimundo.
La importancia posterior del descubrimiento de Colón fue que los seres humanos
pudieron ver por primera vez que la “totalidad de la superficie del globo terráqueo, tanto la
tierra como el mar, es un todo continuo”
Los habitantes de todos los continentes aprendieron a lo largo del siglo que “el mundo
es un océano y todos sus continentes son islas”. La conciencia y la comunicación globales
precedieron a la formación de los Estados Unidos y permitieron su existencia. El almirante
Alfred Thayer Mahan describía que el océano dejó de ser una barrera y se transformó en
“un amplio terreno común, a través del cual los hombres pueden circular en todas
direcciones”.
Pensando que había llegado a las costas asiáticas de un mundo conocido, Colón no
se refería al “nuevo mundo”, aunque a veces utilizaba la expresión “otro mundo”.
A Vespucio se le reconoce por haber sido el primero en advertir las enormes
implicaciones que tendría este nuevo mundo para la cosmología europea. Este se dio
cuenta que había visto cosas muy extrañas. Colón también tenía alguna sospecha de esta
idea. Pero ninguno de ellos comprendió la trascendencia de tal descubrimiento, que no
estaba en la tierra que vieron sino en el océano que la hacía accesible. Ambos pasaron
por alto la revolucionaria transformación del océano, que dejó de ser una barrera para ser
un conector de continentes: un medio para el movimiento global de personas, dinero,
mercancías e ideas. Hacia 1519-1522, la humanidad ya había experimentado plenamente
las dimensiones de este nuevo mundo oceánico: el mundo era global y sus océanos lo
convertían en una unidad.
Vasco da Gama fue recibido, en Calicut, por mercaderes moriscos procedentes de
Túnez que tenían noción del cristianismo y hablaban castellano y genovés. Da Gama ya
sabía de la existencia de Calicut antes de embarcarse, era un centro clave para el
comercio de especias, dirigido por mercaderes musulmanes. Da Gama halló en la región
del océano Indico varias ciudades y una activa vida comercial política.
Una trascendencia histórica mayor en la presencia de da Gama en el océano Índico,
fue su segundo viaje. Este retornó con barcos bien provistos de armamentos y estableció
una regulación militar del océano Índico. Debido a la militarización, el océano pasó a
constituir un lugar de poder tanto como un lugar de movimiento, de modo que se puede
decir que los comienzos del “poder marítimo” fueron en este momento crucial.
Los océanos se transformaron rápidamente en medios para trazar los lineamientos
del poder europeo que, con el tiempo, permitirían establecer una serie de imperios
coloniales en Asia. El poderío marítimo inventado por los portugueses en Asia llegó a ser
una forma dominante del poder estatal. Y la disputa entre los imperios por el comercio
oceánico y el poder naval fue el contexto de la revolución estadounidense y del ulterior
establecimiento de los Estados Unidos como potencia mundial.
El descubrimiento de América y el de un paso hacia las Indias Orientales por el Cabo
de Buena Esperanza son los dos acontecimientos de mayor trascendencia registrados en
la historia de la humanidad. Para Thomas Paine, el gran acontecimiento histórico que tuvo
lugar entre 1400 y 1800 era la interconexión oceánica de los continentes que había
abierto un “nuevo e inextinguible mercado” y prometía transformar el mundo. Smith tenía
claro que el comercio global influiría en Europa, aumentando los “deleites” e impulsando
la “industria”, pero también expresaba su preocupación por el futuro. También admitía y
criticaba la esclavitud y la explotación a que había dado lugar la expansión del comercio.
La relación entre los valores y desarrollos cognitivos europeos y la expansión del
alcance y el comercio marítimos de Europa tuvo un resultado: varios estados-nación
emergentes de Europa se enriquecieron y acrecentaron su poder mientras otros, los
aborígenes y africanos, pagaban un precio terrible.
La principal enfermedad mortal que se llevó desde Europa y exterminó alrededor de
tres cuartos de la población originaria norteamericana y nueve de cada diez aborígenes
del Caribe y del hemisferio sur, fue la sífilis, lo que constituyó el mayor desastre
demográfico humano desde que se tienen registros históricos.
La era de la exploración oceánica fue un tiempo de curiosidad y de apreciación de los
pueblos. Se comparaban y contrastaban las nuevas culturas y hasta se las habitaba
parcialmente. Se aprendían lenguas. La incorporación de un conocimiento cada vez más
formalizado en sus concepciones de la colonización facilitó el saqueo, la esclavitud y
hasta el genocidio.

EL MUNDO ISLA

Los griegos conocían la mayor parte de este mundo y lo habían representado en


mapas. Fueron ellos quienes denominaron Indias a “todas las tierras situadas al este del
Indo”. Con sus avanzados conocimientos de geometría, calcularon la circunferencia del
globo con notable precisión.
Las dinastías musulmanas impulsaron el comercio mundial y los intercambios
culturales que lo acompañaron. Al participar en este comercio, los europeos reconocían
implícitamente que dependían de los mercaderes musulmanes y que el comercio directo
con Asia prometía enormes riquezas. La ciencia árabe les había dado además los mapas
y la tecnología que luego les permitirán explorar las rutas marítimas posibles hacia
Oriente.
El imperio otomano casi rodeaba por completo el Mediterráneo, pero era básicamente
un imperio de tierra. El comercio otomano con Europa occidental se desplazaba sobre
todo en barcos venecianos o genoveses con rumbo al oeste desde Estambul y otros
puertos otomanos.
Los otomanos no querían asimilar ni reformar las culturas de los grupos minoritarios
dentro del imperio; se sentían satisfechos con poder recaudar impuestos, de los cuales
dependían, en todo el territorio. También consideraban conveniente reclutar como
esclavos al servicio del sultán a los niños varones no musulmanes. Establecieron la “pax
turcica”, la cual permitió que el comercio de caravanas que convergía en Estambul se
extendiera hacia el este en busca de la seda de China; más al sur, en busca de la
pimienta y demás especias del sudeste asiático; hacia el oeste, conectándose con
Europa, principalmente a través de los intermediarios italianos que transportaban
mercancías a lo largo de la costa atlántica y hasta el mar Báltico, mientras de África
llegaban oro y esclavos.
Los centros de riqueza y actividad artística europeos debían su vitalidad a las
relaciones comerciales y culturales con el imperio otomano. El sistema rendía sus frutos,
pero el hecho de que los mercaderes musulmanes obtuvieran tantas riquezas del
comercio era una realidad penosamente evidente para los europeos. Lo cierto es que los
mercaderes de Europa no estaban conformes con esa dependencia; se sentían atrapados
en esa red comercial, aun cuando sacaran provecho de sus tratos con los otomanos y de
sus intercambios con China, que pasaban siempre por manos otomanas.
La expansión europea a través de los océanos fue un sentimiento de debilidad,
marginalidad e inferioridad el que impulsó a los europeos a la invención y la audacia en
alta mar.
El islam contenía muchas sociedades y los dinámicos imperios otomanos y Mughal
estaban alcanzando la cumbre de su poderío. Aun cuando algunos musulmanes perdieran
la Península Ibérica, otros estaban ganando una posición firme en Europa central y
estableciendo el poder otomano en Hungría y Austria.
Génova y Venecia eran bien conocidas y respetadas en el Mediterráneo oriental:
ambas ciudades habían adquirido opulencia conectando el comercio otomano con Europa
occidental. Venecia era el centro del comercio mediterráneo en el siglo XV. Los
venecianos se concentraban en el Mediterráneo oriental y en las rutas de las caravanas
que conducían a él. Los genoveses tras haber sido expulsados de allí, buscaron nuevas
oportunidades y rutas alternativas, primero en el Magreb y luego aventurándose en el
Atlántico.
Los genoveses también proveían a la Corona portuguesa de navegantes
excepcionalmente hábiles, quienes constituían gran parte de la tripulación de los barcos
portugueses que navegaban por las rutas africanas con destino a las Indias. Y cuando los
portugueses iniciaron las plantaciones de caña de azúcar, lo hicieron en colaboración con
los genoveses.
Otro aspecto igualmente importante de aquel momento es que, al invertir en la
producción de azúcar y decidir utilizar esclavos africanos, prepararon el terreno para el
“complejo de las plantaciones” que volvería a transformar a la economía global en los
siglos XVII y XVIII. Esto permitió que las economías del Atlántico norte alcanzaran un
dominio que en el siglo XIX llegaría a ser global.
El mundo mediterráneo perdió su carácter central, y el imperio otomano fue perdiendo
territorios en forma progresiva a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Estas pérdidas abrieron
la posibilidad de fortalecer el centro.

HACIA UN DESTINO GLOBAL

El siglo XIV no fue amable con Europa ni con China. Estas dos regiones del mundo
isla, azotadas por el hambre y la peste, sufrieron devastadoras pérdidas de vida. La peste
desbarató el comercio regular y pronto las rutas por donde circulaban las caravanas
fueron reconocidas como las vías de la Muerte negra. La diseminación de la peste fue una
de las razones por las cuales, en el siglo XV, los europeos comenzaron a buscar
alternativas a las rutas terrestres para llegar a Oriente. Tal vez el mar fuera más seguro.
El líder más probable de la expansión oceánica de comienzos del siglo XV no se
encontraría en Europa, sino en China. Los chinos parecían estar en mejores condiciones
de rodear el globo por mar y establecer un imperio comercial global. Las grandes flotas
chinas eran mucho más poderosas que las de Colón. La política china cambio en 1433:
debido a las modificaciones políticas y fiscales internas, el gobierno dejó de subsidiar las
actividades marítimas, entonces los comerciantes privados concentraron su actividad en
el comercio regional y el transporte en embarcaciones más pequeñas.
A pesar de la reducción de la actividad marítima, China continúo siendo el motor
económico en Asia.
La dinastía Ming fue testigo de la transición hacia una “economía de la plata” a fines
del siglo XV. La plata contribuyó en gran medida al crecimiento de la economía y parece
haber tenido un valor significativo no sólo como un respaldo económico para el estado
sino también como medio de intercambio, lo cual elevó enormemente su precio en China
más que en cualquier otra parte del mundo: entre 1540 y 1640, su valor era allí un ciento
por ciento mayor que en Europa.
El movimiento de plata desde Acapulco hasta Manila impulsó una economía global
construida sobre las rutas marítimas, tanto pacíficas como atlánticas. La plata pasó a ser
la moneda del sistema comercial global y los europeos, sus remunerados intermediarios.
Por consiguiente, el éxito de España en el nuevo mundo dependía, por un lado, de
quitarles el control de las minas de Perú y de México a los indígenas americanos
debilitados por las enfermedades y, por el otro, de las economías asiáticas en expansión.
En 1235, los portugueses habían consolidado un estado moderno y en 1385
generaron lo que Braudel llama una “revolución burguesa” lo cual significó que la
monarquía recientemente establecida se había aliado con la clase mercantil de Portugal,
lo que produjo un estado defensor del mercado.
Los portugueses intentaron encontrar una ruta que esquivara el monopolio de los
venecianos y otomanos en el Mediterráneo y en los recorridos por tierra hacia las Indias.
Esta fue una de las razones que los llevaron a rechazar el ofrecimiento de Colon de
patrocinar su viaje transatlántico. Otro fue que ellos tenían mejores conocimientos
geográficos. Estos creían acertadamente que Colon había errado en su estimación por un
veinte por ciento, error que hacía muy improbable que su plan lo condujera a Asia.
Los portugueses ya habían comprendido que “quien tenga la fuerza de los barcos,
será dueño del comercio de las Indias”. Los logros obtenidos por los portugueses a lo
largo de la costa occidental africana no fueron espectaculares, sino progresivos y
persistentes.
Suele decirse que los europeos se limitaron a establecer enclaves costeros en África
por temor a las enfermedades locales. Sin duda ese fue un factor determinante, pero
también lo fue la fuerza de las organizaciones políticas a las que debieron enfrentarse.
Desde que las ambiciones portuguesas se toparon con los soberanos musulmanes en
la India, los portugueses tuvieron un acceso directo por mar al imperio Mughal y al
comercio con Oriente y, a raíz de ello, monopolizaron el mercado europeo de la pimienta y
demás especias durante más o menos un siglo.
Los portugueses también se adelantaron a otro desarrollo posterior del Atlántico: la
economía del azúcar. Más tarde, los inversores italianos continuaron expandiendo el
cultivo y pronto hubo plantaciones de azúcar en Chipre, Sicilia y el Magreb.

GENTE LLEGADA DEL MAR

La llegada de nuevas personas de un mundo nuevo provocó una sensación similar en


los distintos continentes: todos eran personas llegadas del mar, y los chinos los llamaron
“bárbaros oceánicos”
Los pueblos nativos del hemisferio occidental, los primeros americanos, habían vivido
aislados del mundo isla. Pero, con la llegada de los europeos, se vieron obligados a entrar
en el mundo océano. El nuevo mundo de América, formado a partir del arribo de los
europeos, ofrecía oportunidades para un nuevo comercio y para el intercambio de otros
productos, entre los que se incluían instrumentos de hierro, manufacturas textiles y armas.
También existía la posibilidad de establecer alianzas.
A diferencia del hemisferio occidental, África siempre había formado parte del mundo
isla y participado en forma activa del comercio y las relaciones interculturales con Asia y
Europa. El oro y los esclavos africanos llegaban por diversas rutas a Oriente Medio,
Europa y Asia, pero las comunicaciones entre África subsahariana y el mundo
mediterráneo era limitadas y África ecuatorial occidental estaba situada en la distante
periferia de los imperios comerciales musulmanes. El Atlántico era una barrera para los
africanos, al igual que para los americanos y los europeos. La apertura de los océanos
significó para ellos, como para todos los demás, la aparición de un nuevo mundo.
Cuando los portugueses llegaron a la costa de Guinea, a comienzos del siglo XV, la
geografía del comercio y las configuraciones del contacto cultural se modificaron. La
experiencia del movimiento personal cambio de manera radical: ser pasajero de una
embarcación que surca el océano es por completo diferente de tripular los “barcos del
desierto”. Las naves podían trasladar muchas más mercancías y objetos más grandes
que las caravanas; además, el número de intermediarios se redujo enormemente, así
como la cantidad de jurisdicciones que cobraban impuestos.
Los crecientes cambios asociados al nuevo mundo oceánico tuvieron consecuencias
acumulativas. Ya a comienzos del siglo XVI era evidente que el comercio estaba
transformando no solamente las economías sino también las sociedades implicadas. Y los
cambios se aceleraron. El rey Afonso del Congo, en 1526, a través de una carta dirigida al
rey de Portugal, expresaba el aumento de la corrupción y de la disolución que provocaba
despoblación del país.
Los portugueses se lanzaron al negocio de la trata de esclavos. El comercio de seres
humanos hizo ricos y poderosos a unos pocos mercaderes africanos; gracias a él, la
nobleza del Congo pudo vivir “a lo grande”. Pero lo más importante fue que significó la
miseria y la muerte para millones de africanos dado que debilitó todas las instituciones
sociales.
En 1700 los africanos del mundo atlántico eran tratados como unidades de trabajo
antes que como seres humanos: lo cual limitó de manera trágica la imagen y la
significación de África.
En el siglo XIV, África representaba la riqueza. El continente era conocido por sus
artesanías y había ganado fama por el oro que sostenía los poderosos imperios y las
ciudades cortesanas del interior. La mayor fuente de oro del Mediterráneo era el imperio
Mali.
Los europeos inventaron un nuevo nombre para designar a los africanos, adoptaron
la palabra “negro”. Su consecuencia fue la siguiente: la palabra “Negro” disolvió la
identidad, y el color de la piel reemplazó a la cultura.
Cuando Ámsterdam empleo su riqueza, su aptitud mercantil y su poderío naval para
establecer su presencia en el océano Índico, desplazó a los portugueses del lugar.
El siglo de Portugal fue el XVI y el de Ámsterdam, el XVII. En esta sucesión hay
causalidad: los holandeses desplazaron a los portugueses. Cuando las élites económicas
y políticas de Japón, Birmania, el imperio otomano y Omán dejaron de apoyar a los
portugueses, estos quedaron en una posición vulnerable frente al reto holandés. Los
holandeses comenzaron a comerciar directa y regularmente con Cantón y en 1605
capturaron el fuerte portugués de Malaca y lo transformaron en la primera base de la
Compañía Holandesa de las Indias Orientales. Como en el caso de los portugueses, el
interés que los movía era comercial y no territorial, de modo que establecieron sus
puestos mercantiles sin plantear reivindicaciones de territorio.
Un dato bastante impresionante es la escasa cantidad de europeos que establecieron
y mantuvieron estos primeros “imperios” en las Indias Orientales. Estos primeros imperios
europeos se basaron menos en la fuerza que en la negociación.
Los holandeses valoraban mucho sus intereses en la Indias Orientales, pero el
Atlántico también los atraía. En 1621 se fundó la Compañía Holandesa de las Indias
Occidentales para competir con los portugueses en África y América, sobre todo con la
esperanza de ganar una posición en el comercio de esclavos y en las colonias
azucareras. Los holandeses alcanzaron los dos objetivos.
Francia fue más lento en su avance oceánico. Los franceses querían sobre todo
obtener pieles de animales: primero la marta cibelina, hasta que se exterminaron, y luego
la nutria marina.

¿Por qué la experiencia americana fue tanto más brutal que otros intercambios
interculturales y de mercado de larga distancia y por qué la posesión territorial europea en
la región pasó a ser tan importante y en forma tan rápida? Al parecer hay dos grandes
razones que lo explican. Primero, las Américas parecían estar despobladas o
subpobladas. Esta era una trágica verdad, ya que las primeras enfermedades propagadas
por los europeos las despoblaron sustancialmente y con mayor virulencia desde las islas
del Caribe hacia el sur. Para los europeos, la escasez de población y la falta de
“civilización” legitimaban la conquista y la toma de posesión de los territorios.
Los ingleses tendían a medir tanto la civilización como las pretensiones de propiedad
por la presencia o ausencia de agricultura. Si los indios no cultivaban la tierra, no tenían
ningún derecho a ella. El trabajo agrícola, en Inglaterra, era cosa de hombres; en
América, en cambio, los hombres cazaban. Y los ingleses decidieron no reconocer los
jardines y huertos que cultivaban las mujeres nativas como una forma de agricultura.
La falta de mano de obra para extraer la riqueza del Nuevo Mundo reclamaba
elaborar alguna estrategia para aumentar la población en el territorio, ya fuera por
colonización voluntaria o por la fuerza. La última opción, que adquirió la forma de la
esclavitud racial, se transformó en la principal solución: entre mediados del siglo XV y
mediados del XIX, muchos más africanos que europeos cruzaron el Atlántico hacia las
Américas.
En el siglo XVIII, los europeos exploraron el océano Pacífico con intereses científicos
además de comerciales. El naturalista Malaspina, quien utilizó el modelo de las tres
expediciones realizadas por el capitán James Cook entre 1768 y 1779, reunió abundante
información científica y estableció las islas Guam y Marianas como los puntos focales del
comercio, la ciencia y la navegación en el Pacífico sur. Los descubrimientos que hicieron
Cook y sus acompañantes en las pequeñas islas del Pacífico sur promovieron la
conciencia de los cambios ecológicos.
El tercer viaje de Cook dio a conocer Hawái al mundo atlántico, aproximadamente en
la misma época de la revolución estadounidense. En el siglo XIX Hawái llegó a ser un
centro clave de las comunicaciones de dos grandes emprendimientos: el comercio del
Pacífico y la comprensión científica del mundo océano.
Los asentamientos iniciales en lo que hoy son los Estados Unidos ocurrieron en
Florida, Virginia y Nuevo México y desde los comienzos, el territorio de lo que luego llegó
a ser los Estados Unidos estuvo bañado tanto por el Pacífico como por el Atlántico y
adquirió su forma en virtud de una multiplicidad de procesos históricos. Los primeros
asentamientos solo eran puntos en el mapa de la búsqueda global europea de riqueza y
poder. Para los ingleses, el Nuevo Mundo era nuevo y respondieron a él con
incertidumbre y grandes temores. Fueron los pueblos nativos quienes fijaron el rumbo de
las primeras interacciones: fueron ellos quienes aceptaron la llegada de los ingleses y los
ayudaron a sobrevivir en ese Nuevo mundo que conocían bien.

CRIOLLOS ATLÁNTICOS

El comercio premoderno del mundo isla afroeurasiático estaba configurado por


empresas familiares y una miríada y sucesión de pequeños operadores.
Este modelo no exigía contar con asentamientos importantes ni tampoco con
adquisiciones territoriales, era muy sencillo. Los diversos mercaderes se congregaban en
las ciudades costeras conformando una mezcla absolutamente cosmopolita. Su
“conocimiento local” y los contactos que establecían eran decisivos para el desarrollo del
comercio oceánico de larga distancia
Las empresas oceánicas portuguesas y holandesas no fueron imperios de
asentamientos sino imperios de puestos de avanzada. Los imperios, en esta etapa,
estaban muy dispersos sobre el terreno y eran sumamente informales.
Las investigaciones de años recientes han mostrado que los marineros, familiarizados
con numerosas culturas locales y adaptados cómodamente a ellas, llegaban a convertirse
en hábiles negociadores culturales. A bordo de los barcos se experimentaban muchas
contradicciones. Los marineros vivían en un mundo republicano, pero era un mundo
complejo caracterizado por una estricta jerarquía y por las diferentes instancias de poder y
expectación. La capacidad para interpretar con rapidez las circunstancias locales y
adaptarse a la diferencia colonial eran virtudes desarrolladas y valoradas en alto grado.
Los agentes culturales poliglotas eran de vital importancia, esos agentes eran
africanos o euroafricanos. En 1550, en Lisboa habitaban al menos diez mil africanos, en
su inmensa mayoría esclavos; pero alrededor de mil eran libres y cumplían una variedad
de tareas en las oficinas del gobierno, los hospitales, las casas de los nobles, las granjas
y las tiendas de productos artesanales. A fines del siglo XVI, en la ciudad de México había
una cantidad semejante o tal vez mayor. El océano, también abrió un amplio horizonte
para los africanos en los primeros tiempos.
Aquí hay 2 aspectos que deben destacarse: el primero, es la distribución geográfica
de los africanos, pero tal vez sea aún más importante la diversidad de las experiencias y
los trabajos que realizaban. Una de las grandes diferencias entre la esclavitud practicada
en el Mediterráneo y la esclavitud del sistema de plantaciones atlántico era la uniformidad
de la experiencia de este último.
En el norte de México se instaló una forma distintiva de esclavitud hoy prácticamente
olvidada (que también se estableció en la Argentina). Los aborígenes americanos habían
capturado y esclavizado a sus enemigos durante siglos y las mujeres y los niños eran
entregados en ciertas ocasiones y en otras tomados como botín. Esta forma de
sometimiento era importante no solo por la mano de obra obtenida, sino también por el
prestigio que confería como forma simbólica de honor.
El litoral atlántico mantuvo un modelo de esclavitud distintivo. Antes de que se
estableciera el sistema de plantaciones, la economía mercantil del Atlántico requería y
valoraba a los agentes culturales (africanos y euroafricanos). Estos africanos y
euroafricanos llegaron a ser culturalmente competentes en múltiples contextos.
Acostumbrados a un mundo multilingüe, los africanos desarrollaron aptitudes lingüísticas
excepcionales; no solo aprendieron idiomas europeos, sino que además inventaron su
propio lenguaje criollo.
Antes de que se instaurara la esclavitud en las plantaciones, existía una organización
más compleja: esclavos y personas libres, negros y blancos convivían en un sistema con
fronteras difíciles de definir. En el mundo criollo atlántico, el color de la piel era importante
pero no determinante, lo cual muestra de manera más clara y aguda la contingencia de la
raza como construcción histórica. La esclavitud en el litoral atlántico se asemejó bastante
a la mediterránea, caracterizada por las diversas ocupaciones y las variadas experiencias,
por la posibilidad de una movilidad social ascendente y por una distinción menos marcada
entre blancos y negros, libres y esclavos.
Muchos de los primeros norteamericanos cumplieron una función similar de
intermediarios culturales. Estos agentes culturales necesitaban ser lingüísticamente
flexibles y culturalmente adaptables, además de ser hábiles para los negocios y poseer
una comprensión cosmopolita de los mercados y las mercancías.
Las mercancías del comercio africano que negociaban los agentes culturales en una
comunidad como esa incluían desde productos agrícolas y pescados hasta artículos
textiles y objetos metálicos. Pero en el siglo XVII, con el crecimiento de la economía de
las plantaciones y su insaciable demanda de cuerpos humanos que suministraran mano
de obra, el comercio y la experiencia humana se redujeron.
En esa nueva y brutal economía, las habilidades de los criollos atlánticos perdieron
valor. Los plantadores de las islas azucareras en general preferían comprar esclavos
traídos de África, ya que pensaban que se someterían con mayor facilidad a la disciplina
de las plantaciones. Por esta razón, muchos criollos atlánticos terminaron recluidos en
sociedades marginales de esclavos donde los terratenientes no podían pagar los altos
precios que pagaban los de las islas azucareras del Caribe.

EL COMPLEJO DE LAS PLANTACIONES

El desarrollo de la economía de las plantaciones, que comenzó en el siglo XVI,


produjo una gran transformación en África, en América, en Europa y también en Asia.
La economía atlántica suministraba a los anhelantes consumidores europeos
sustancias moderadamente adictivas como el tabaco y el café, junto con el azúcar. El
sistema de plantaciones atlántico transformó estas tres mercancías en artículos de
consumo generalizado. En el siglo XVIII, el mercado comprador de estos y otros
productos de la economía de las plantaciones parecía ilimitado a medida que Europa se
orientaba progresivamente hacia el consumo. Los inversores prosperaban y el capital
para emprender nuevos desarrollos económicos se acumulaba en las metrópolis. Las
Américas tenían lucrativos cultivos exportables y desarrollaron una sociedad basada en
un sistema de explotación de la mano de obra africana.
Esta nueva economía alcanzó su verdadera dimensión en Brasil, donde los
portugueses primero y luego los holandeses establecieron sus plantaciones de azúcar.
El trabajo en las plantaciones y el comercio de larga distancia trazaron firmes líneas
y distinciones donde antes reinaba la ambigüedad: entre blancos y negros, entre hombres
libres y esclavos, entre europeos y aborígenes.
Puesto que el azúcar no tiene ningún valor nutritivo, no es un cultivo de subsistencia
y tiene una demanda local limitada, con el advenimiento del mercado global, pasó a ser
una materia prima agrícola valiosa.
Hasta que se desarrollaron las plantaciones atlánticas, la producción de azúcar había
sido modesta y se destinaba a un reducido mercado de artículos de lujo. Pero cuando se
establecieron las plantaciones, la calidad y la eficiencia mejoraron y el mercado se
expandió de manera aparentemente ilimitada. La plata, por su parte, viajaba a Asia para
comprar artículos textiles destinados a los mercados europeos y a África para adquirir
esclavos. En el mercado global de esclavos había demandas diferentes pero
complementarias para hombres y mujeres: los varones jóvenes eran requeridos para el
agotador trabajo en los surcos de las plantaciones del Nuevo Mundo; a las muchachas
jóvenes se las apreciaba en África y el mundo mediterráneo como sirvientas y
concubinas.
El sistema de esclavos en las colonias del sur de la Norteamérica británica se
desarrolló en un contexto histórico y geográfico distinto, ya que el suelo y el clima no eran
ideales para el cultivo de la caña.
El principal mercado europeo para el azúcar fue Inglaterra, donde se la usaba para
endulzar el té y el café, bebidas asiáticas que en aquella época se habían popularizado en
las islas británicas. Por lo tanto, los británicos expandieron agresivamente su imperio
azucarero estableciendo o capturando más colonias e importando más esclavos que sus
rivales. Al cabo de un siglo, dominaban el mercado atlántico del azúcar.
La plantación parece haber sido un anticipo de la moderna organización industrial en
varios aspectos: la alta capitalización, la estricta disciplina laboral y la división del trabajo,
el control unificado de la materia prima y del procesamiento, la cuidados programación y
coordinación entre producción y demanda.
En el sur de los Estados Unidos hubo una transición real y consecuente desde el
mundo del litoral atlántico del siglo XVII al posterior sistema de las plantaciones. A fines
del siglo XVII y comienzos del XVIII, los esclavos africanos de las colonias de
Norteamérica “trabajaban más duramente y morían más jóvenes”. Los negros libres
pasaron a ser una rareza y ninguno de ellos, esclavo o libre, podía reclamar la protección
de la ley.
Mientras el mundo de Chesapeake de los criollos atlánticos podía definirse como una
“sociedad con esclavos”, en el siglo XVIII la región se convirtió en una “sociedad
esclavista” basada sobre todo en la esclavitud racial. La plantación se constituyó en un
sitio para “la reconstrucción de la vida africana” donde los esclavos buscaron sostén en
sus recuerdos para desarrollar una cultura africana en América, con sus propias
costumbres, prácticas religiosas y cementerios.

Las diferencias entre la esclavitud del Caribe y la del sur de los Estados Unidos son:
-El porcentaje de esclavos negros en las Indias occidentales era mucho más alto
que en el sur de Norteamérica
-Las plantaciones de azúcar del Caribe tenían un mínimo de 50 esclavos y no era
excepcional la plantación con 200 o 300 trabajadores
-En Estados Unidos, todavía en 1850, casi la mitad de los esclavos continuaba
siendo propiedad de los cultivadores (solían tener 30 cada uno)
-Los plantadores estimaban que lo más conveniente era explotar a los esclavos
hasta la muerte y luego importar otros nuevos
-La población esclava creció en Estados Unidos: en el momento de la
emancipación, la cantidad de personas negras liberadas de la esclavitud en las Indias
Occidentales británicas alcanzaba apenas un tercio del total de los que habían sido
llevados a lo largo de los años, mientras que en los Estados Unidos el número de
esclavos liberados era once veces mayor que el de los originalmente importados.
Lo decisivo fue la abrumadora mayoría de la población negra en relación con la
blanca, lo cual hizo funcionalmente inevitable que los negros ocuparan posiciones
sociales y desarrollaran diversos oficios en la sociedad surgida tras la emancipación. Uno
de los legados de la esclavitud en los Estados Unidos fue que la mayoría blanca se
definiese en oposición a la población negra, oposición que no se dio en el Caribe. Este
fenómeno, Mary Waters lo reconoce como que “la sociedad estadounidense es una
sociedad fundamentalmente racista”.

La declaración de la Independencia, promulgada por las 13 colonias en 1776, marcó


un hito: fue la primera vez que un pueblo reclamó formalmente y con éxito su derecho a
independizarse del poder imperial que lo había gobernado hasta entonces. Las luchas en
el mundo océano crearon las condiciones para establecer una “base separada e igual”. Y
esa fue la propuesta que los revolucionarios “presentaron a un mundo sincero” aquel 4 de
julio.

Teórico 3: La Revolución Industrial. (Eric Hobsbawm)


¿Que significa la frase “ estalló la rev. industrial”? Significa que un día entre 1780 y 1790
se liberó de de sus cadenas al poder productivo de las sociedades humanas, que desde
entonces se hicieron capaces de una constante, rápida y hasta el presente ilimitada
multiplicación de hombres, bienes y servicios.

Empezó con el take off en la década de 1780, podemos afirmar que concluyó con la
construcción del ferrocarril y la creación de una fuerte industria pesada en inglaterra en la
década de 1840.

La solución revolucionaria británica para el problema agrario, terratenientes de mentalidad


comercial monopolizaban la tierra, que era cultivada por arrendatarios que a su vez
empleaban a gente sin tierras o propietarios de pequeñísimas parcelas. Los
arrendamientos rústicos eran muy numerosos y los productos de las granjas dominaban
los mercados: la manufactura se había difundido. La agricultura estaba preparada para
cumplir 3 funciones fundamentales en una era de industrialización:

 Aumentar la producción y la productividad para alimentar a una población no


agraria en rápido y creciente aumento.
 Proporcionar un vasto y ascendente cupo de potenciales reclutas para las
ciudades y las industrias.
 Suministrar un mecanismo para la acumulacion de capital utilizable por los
sectores más modernos de la economía.

El hombre de negocios estaba indudablemente en un proceso de ganar más dinero, la


mayor parte del siglo XVll fue para Europa un periodo de prosperidad y de cómoda
expansión económica. Esta expansión, ayudada por una suave inflación, habría
impulsado a otros países a cruzar el umbral que separa la economía preindustrial de la
industrial.

Las primeras manifestaciones de la R.I ocurrieron en una situación histórica especial, en


la que el crecimiento económico surgía de la decisiones de empresarios privados e
inversiones, regidos por comprar en el mercado más barato para vender mas caro. Se
requerían dos cosas: primero, una industria que ya ofrecía excepcionales retribuciones
para el fabricante que pudiera aumentar rápidamente su producción total, y segundo, un
mercado mundial ampliamente monopolizado por la producción de una sola nación.

El éxito británico demostró lo que podía conseguirse: La técnica británica se podía imitar,
e importarse la habilidad y los capitales ingleses. Gran Bretaña tenía una economía lo
bastante fuerte y un estado lo bastante agresivo para apoderarse de los mercados de sus
competidores. En efecto, las guerras de 1793-1815 eliminaron virtualmente a todos los
rivales en el mundo extra europeo, con la excepción de EE.UU. Además, Gran Bretaña
poseía una industria equipada para acaudillar la revolución industrial en las circunstancias
capitalistas, y un coyuntura económica que se lo permitía: la industria algodonera y la
expansión colonial.

En el siglo XVlll se desarrolló en los puertos coloniales el gran centro de comercio de


esclavos. Durante este periodo, la esclavitud y el algodón marcharon juntos. Los esclavos
africanos se compraban , al menos en parte, con algodón indio. Las plantaciones de las
Indias Occidentales , a donde los esclavos eran llevados, proporcionaban la cantidad de
algodón en bruto suficiente para la industria británica, y en compensación los plantadores
compraban grandes cantidades de algodón elaborado en Manchester.
En términos mercantiles la Revolución Industrial puede considerarse como el triunfo del
mercado exterior sobre el interior. Y dentro la exportaciones, la importancia mayor la
adquirian los mercados coloniales o semicoloniales que la metrópoli tenía en el exterior.

El algodón ofrecía unas perspectivas astronómicas para tener a los negociantes


particulares a emprender la aventura de la Revolución Industrial y una expansión los
suficientemente rápida como para requerir esa revolución.

Pero la fabrica de algodon tenía otras ventajas, toda la materia prima provenía de afuera,
por lo cual su abastecimiento podía aumentarse con los procedimientos utilizados por los
blancos en las colonias.

El camino evidente de la expansión industrial del siglo XVlll era no construir talleres, sino
extender el “Sistema doméstico”, en el que los trabajadores elaboraron el material en
bruto en sus casas, con sus utensilios, recibiendo y entregando de nuevo a los
mercaderes, que estaban a punto de convertirse en empresarios.

En 1830 la algodonera era la única industria británica en la que predominan el taller. Las
fábricas fueron, hasta 1860-1870, casi exclusivamente talleres textiles, co absoluto
predominio de los algodoneros.

Los primeros tropiezos de la economía industrial capitalista se reflejaron en una lentitud


en el crecimientos y en una disminución de la renta nacional británica en dicho periodo.
Esta primera crisis general capitalista tuvo consecuencias; y las más graves fueron
sociales: la transición a la nueva economía creó miseria y descontento, materiales
primordiales de la revolución social. Y en efecto, la Rev. Social estalló en forma de
levantamientos espontáneos de los pobres en las zonas urbanas e industriales y dio
origen a las revoluciones de 1848 y al movimiento cartista. El antagonismo del
proletariado se trataba de que la explotación del trabajo mantuviera las rentas de los
obreros al nivel de subsistencia y esto permitía a los ricos acumular los beneficios de la
industrialización y aumentar sus comodidades.

Parecía hacer ciertos fallos inherentes al proceso económico que amenazaba su principal
razón de ser: la ganancia. Los tres fallos más evidente fueron:

 El ciclo comercial del alza y baja,


 La tendencia de la ganancia a declinar y,
 la disminución de las oportunidades de inversiones provechosas.

Después de 1815 hubo una reducción del margen de ganancias. En primer lugar, la Rev.
Industrial y la competencia causaron una constante y dramática caída en el precio del
artículo terminado, pero no en las diferentes costos de la producción. En segundo lugar,
después de 1815, el ambiente general de los precios era de deflación y no de inflación,
osea, que las ganancias padecían una ligera baja. El retroceso de las ganancias tenía
detenerse o al menos atenuarse. Esto solo podía lograrse reduciendo los costos.

Ninguna economía industrial puede desenvolverse más allá de cierto punto hasta que
posee una adecuada capacidad de bienes de producción. El índice más seguro de
poderío industrial de un país es la cantidad de su producción de hierro y acero.
Durante el siglo XIX el carbón tenía la ventaja de ser la mayor fuente de poderío industrial
del siglo y el más importante combustible doméstico. El crecimiento de las ciudades había
hecho que la explotación de las minas de carbón se extendiera rápidamente desde el
siglo XVI.

Esta inmensa industria era lo suficientemente amplia para estimular la invención básica
que iba a transformar a las principales industrias de mercancías: el ferrocarril. Las minas
requerían máquinas de vapor en grandes cantidades y de gran potencia para su
explotación, también unos eficientes medios de transporte para trasladar las grandes
cantidades de carbón.

Desde el punto de vista económico, su gran coste era su principal ventaja. Su capacidad
para abrir caminos hacia países antes separados del comercio mundial por el alto precio
de los transportes , el gran aumento de la velocidad y el volumen de las comunicaciones
terrestres, iba a ser de la mayor importancia.

Aumentó la producción del hierro y del carbón principalmente por el tendido de las vías.

En las dos primeras generaciones de la Rev. Industrial, las clases ricas acumularon muy
deprisa y en grandes cantidades sus rentas que excedían la posibilidad de gastarlas e
invertirlas. Pero el conjunto de la clase media, era ahorrativo.

Los ferrocarriles lograron resolver todos los problemas del crecimiento económico.

El primer factor de movilizarse y desplegarse fue el trabajo , en una economía industrial


que significaba una disminución de la población agrícola (rural) y un aumento paralelo en
la no agrícola (urbana) y un rápido aumento general de toda la población. Lo cual implica
también un brusco aumento general de toda la población. Lo cual implica también un
brusco aumento en el suministro de alimentos, principalmente agrarios: es decir, “una
revolución agrícola”. Ese cambio agrícola había precedido a la Rev. Industrial haciendo
los primeros pasos del rápido aumento de población.

Pero todo ello se logró por una transformación social más bien que técnica: por la
liquidación de los cultivos comunales medievales con su campos abierto y pastos
comunes (el “ movimiento de cercados”) y de las actitudes anticomerciales respecto a la
tierra.

¿Cómo asegurar la disciplina laboral?

 Todo trabajador tiene que aprender a trabajar de una manera conveniente para la
industria
 Tiene que aprender a adaptarse a los estímulos pecuniarios. Los patronos se
quejaban constantemente de la “indolencia” del trabajador o de su tendencia a
trabajar hasta alcanzar el tradicional salario semanal y luego detenerse.
 El subcontrato o la práctica de hacer de los trabajadores expertos los verdaderos
patronos de sus inexpertos auxiliares.

La solución se encontró estableciendo una disciplina laboral draconiana pero sobre todo
en la práctica de retribuir tan escasamente el trabajador que este necesitaba trabajar
intensamente toda la semana para alcanzar unos salarios mínimos. En las fábricas se
considero a veces más conveniente el empleo de mujeres y niños, más dúctiles y baratos
que los hombres.

El rico siglo XVIII estaba preparado para emplear su dinero en ciertas empresas
beneficiosas para la industrialización, sobre todo en transportes y en minas, de las que los
propietarios obtenían rentas incluso cuando no las explotaban directamente. A fines de
siglo, la política gubernamental estaba fuertemente enlazada a la supremacía de los
negocios.

HISTORIA MÍNIMA DE LA ESCLAVITUD EN AMÉRICA LATINA Y


EN EL CARIBE (Herbert S. Klein, Ben Vinson III) (práctica 3)
El transporte masivo de africanos, que duró dos siglos y medio, se dio por el
Atlántico desde Asia hasta América, con profundas consecuencias en África. Entre 10 y
15 millones de africanos fueron forzados a cruzar el Atlántico; uno o dos millones
murieron en la travesía. Lo importante es que comenzó levemente del s 16 al 18, donde
después del 18 se intensificó exponencialmente el tráfico por la demanda europea de los
productos americanos.
, Aunque unos 2.200.000 esclavos fueron embarcados, estos no llegaron a ser el
rubro principal de exportación africana hasta 1700. En cambio, cuatro quintos del total de
esclavos africanos llegados al Nuevo Mundo fueron transportados en siglo y medio, entre
1700 y mediados del siglo XIX.
Del principio al final hubo portugueses, quienes fueron los que mayor cantidad de
esclavos transportaron. Los ingleses dominaron la trata durante el siglo XVIII. En tercer
lugar, se sitúan los holandeses y luego los franceses. A la cola figuran, por períodos más
o menos cortos, daneses, suecos, alemanes y norteamericanos, pero nunca los
españoles.(lo hacian de forma indirecta)
Para cuidar y alimentar a la carga se siguieron pautas comunes: una combinación de
alimentos africanos con europeos conservados. Arroz, ñame y aceite de palma eran los
comunes. Pero no era lo mejor para su salud, les provocaba disentería la calidad de
alimentos y de agua, una epidemia fatal a bordo. Otras causas de muerte fueron la
viruela, el sarampión y alguna otra enfermedad altamente contagiosa que podían poseer
los pasajeros
Aunque los ingleses incorporaron un médico a la tripulación de los barcos negreros,
su presencia no modificó la incidencia de enfermedades ni aligero la mortalidad de los
africanos a bordo. Una mejor experiencia adquirida de los viajes sobre dieta y la
inoculación contra la viruela, a partir de 1750, explicarían la baja generalizada de la
mortalidad. De 20% antes de 1700, ésta cayó a 5% entre fines del siglo XVIII y comienzos
del XIX.
Los esclavos disponían a bordo de la mitad del espacio asignado a soldados,
emigrantes y penados, y sus instalaciones sanitarias eran las más rudimentarias. El
transporte masivo hacia que el barco esté a tope
Los africanos no salían baratos a los europeos. Por más que el margen de ganancia
fuera alto en relación con el precio pagado en el continente negro, los africanos
controlaban la oferta y exigían mercaderías costosas por los esclavos que vendían. Estos
se pagaban primordialmente en tejidos. Los puertos de Europa que más renombre
adquirieron con la trata fueron: Nantes en Francia y Liverpool en Inglaterra. Detrás de los
tejidos, seguían en importancia el hierro en barras, que los herreros africanos convertían
en herramientas, así como armas y utensilios. Por último, venían tabaco, alcohol y otros
artículos de menor valor.
Traficantes europeos o euroafricanos que conseguían por sí mismos sus
esclavos en el interior los hubo únicamente entre los portugueses; pero incluso a ellos la
mayor parte de los negros esclavizados les llegaban de vendedores o de intermediarios
africanos.
Otro mito que estudios recientes han puesto en entredicho es el del llamado “tráfico
triangular”, según el cual los barcos europeos transportaban de África esclavos a América,
luego a Europa los productos de la colonia y del Viejo Mundo mercaderías para comprar
en África más negros para América. Que según klein no existe. América comerciaba
directamente con áfrica y a su vez, América con Europa comerciaban directamente sin
formar el supuesto triángulo comercial.
La navegación desde África oriental dependía claramente de las condiciones
meteorológicas locales; la de África occidental solía responder más bien a la mayor
demanda en tiempo de zafra. La nacionalidad, el sexo y la edad de los esclavos
expedidos los fijaban sobre todo las condiciones locales en África.
Los europeos, salvo los portugueses de Angola y Mozambique, desconocían la
naturaleza de las sociedades africanas con las que trataban. A los esclavos solía
denominárselos por el puerto de embarque, y no por nación o tribu. La mayoría de los
tratantes no tenía idea de qué ocurría en África pocos kilómetros tierra adentro.
Asimismo, el número de varones y mujeres en una partida de esclavos dependía de
las condiciones de la oferta en África. Aunque el precio variara con el sexo, la diferencia
no explica por qué la proporción fue de dos hombres por mujer. Las esclavas
desempeñaban en las plantaciones prácticamente las mismas labores manuales que sus
pares varones; en las cuadrillas que trabajaban en cafetales, algodonales y cañaverales
solían ser mayoría. En ciertas sociedades africanas se tenía a la mujer en alta estima
porque por ella se adquirían posiciones y relaciones familiares. Las mujeres creaban
vínculos de parentesco y tenían importancia social. Por otra parte, en sociedades
poligínicas, las esclavas eran más baratas que las mujeres libres, y de ahí su demanda..
Por todas estas razones se pagaba más por las mujeres que por los hombres en el
mercado de África.
Tampoco menudearon los niños en la trata. No más de 20% de los emigrantes
africanos pertenecía a este grupo. Como el costo de su transporte era igual al de un
adulto, pero su precio de venta más bajo, los capitanes negros preferían no cargarlos.
Además, los niños eran más apreciados en el mercado interno de África que los varones
adultos.
El desequilibrio por sexo y por edad de los migrantes africanos afectó el crecimiento de
las poblaciones esclavas de América. A las regiones americanas que dependían de un
flujo constante y abundante de esclavos africanos les resultaba difícil mantener e
imposible incrementar el tamaño de su población esclava sin recurrir a más inmigrantes.
Brasil y la América española absorbieron juntos alrededor de dos tercios de los
1.200.000 africanos transportados al Nuevo Mundo en el siglo XVII. Brasil fue la región
americana que recibió al mayor número; a sus costas llegaron unos 6.000 esclavos por
año durante la primera mitad de la centuria, cifra que subió a 9.000 en los 50 años
siguientes.
La trata inglesa y la estadounidense cesaron en 1806. Al suprimir la esclavitud, las
colonias inglesas, en 1834, y las francesas, en 1848, dejaron de importar esclavos. Casi
la totalidad de los 1.900.000 esclavos africanos transportados a partir de 1820 fueron
oficialmente a la América española y portuguesa. Brasil acabó con la trata en 1850, la
más antigua, prolongada y copiosa de América. La armada norteamericana, en apoyo de
las presiones ejercidas por los británicos, acabó, en los años de 1860, con este tráfico de
africanos, el ultimo de América.
La trata se fue desplazando costa abajo en África occidental y con el tiempo alcanzó el
sureste del continente. A la explotación de Senegambia en los siglos XV y XVI siguió un
comercio intenso con la Costa de Oro, Benin y la región congoleña en las que los
portugueses comerciaban primordialmente.
Los franceses se centraron más bien en Senegambia y en el Congo. Los ingleses
mayormente el Congo del norte. Holandeses y portugueses operaron principalmente a
partir de factorías erigidas en tierra africana.
El siglo XIX trajo algunas novedades. Los puertos de Mozambique se abrieron para los
portugueses y algunos tratantes franceses.
(análisis demográfico)Por mucho tiempo las poblaciones esclavas experimentaron en
el Nuevo Mundo tasas de crecimiento natural de signo negativo debido al trato que se les
daba, porque sus condiciones de fertilidad de las esclavas eran óptimas para procrear.
Únicamente en los lugares donde la trata cesó antes que la esclavitud alcanzaron los
esclavos criollos, es decir los nacidos en suelo americano, índices positivos de
crecimiento natural.
Una causa residía en las elevadas tasas de mortalidad. Los inmigrantes africanos
llegados a América, tenían una estructura por edades más envejecida y tasas brutas de
mortalidad superiores a las de los nativos, libres o esclavos. Su tasa de mortalidad era
proporcionalmente alta y distorsionaba la tasa total.
Tampoco dejó de censurarse una supuesta lógica económica de los plantadores que
habrían descartado la reproducción por demasiado costosa, para preferir la importación
de africanos adultos, más “barata”.
Cuando no hubo emigración la población esclava elevó la generación después de la
extinción de la trata atlántica. Estados Unidos y Brasil inauguraron el siglo XIX con un
millón de esclavos cada uno. Luego de 50 años Brasil tenía apenas 1.700.000 esclavos.
Estados Unidos contaba con cuatro millones de esclavos. Estas cifras indican que ambos
países vieron crecer a sus poblaciones africanas originales positivamente por encima de
las cifras del tráfico de esclavos inicial, con la particularidad de que la población negra
norteamericana crecía a un ritmo más rápido.
En obras del siglo XIX se sostenía que la duración media de la vida activa de un
esclavo al empezar su edad adulta no pasaba de los siete años. La esperanza media de
vida para el esclavo nacido en América Latina apenas superaba los 20 años, en contraste
con la del norteamericano, que rondaba los 35. Un blanco de Estados Unidos tenía, en
1850, una esperanza de vida de 40 años; un latinoamericano, menos.
Para los niños esclavos de Brasil, que alcanzaban el primer año de edad, la esperanza
de vida era de 33.5 años; para quienes superaban los cinco, de 38.5. Para las mujeres el
panorama era algo mejor. Solo 27% de ellas moría antes del año de edad y 43% antes de
los cinco. La esperanza de vida para las que sobrevivían el primer año podría alcanzar 34
años de edad y para las que superaban los cinco, 39.
La configuración por sexo y edad del flujo afectó a su vez el crecimiento de las
poblaciones esclavas de América y también, junto con las condiciones económicas
locales, la intensidad y la duración de la trata.

Clase teórica nro: 4 “La Gran Transformación Del S XVIII”


La historiografía sobre las reformas borbónicas se remonta a los años 50 del s xx,
consistió en analizar la amplia legislación metropolitana. Con una perspectiva que miraba
solo una parte de la documentación, el programa reformista de los borbones, que
introdujo cambios sobre el plano comercial fiscal militar y administrativo. Paralelamente la
historiografía francesa se reorientó hacia los problemas económicos-sociales(las
rebeliones, revueltas). Las fuentes utilizadas provenían de archivos nacionales, regionales
y locales de distintos países latinoamericanos. Este enfoque contribuyó a subrayar los
límites de las reformas programadas desde la metrópoli que resultaban del complejo
juego de relaciones.
En estos últimos 15/20 años generalmente se considero el periodo borbónico más amplia
que va desde la segunda mitad del SXVIII hasta la segunda mitad del SXIX.
Sin embargo, en estos últimos 15/20 años se ha intentado establecer la historiografía
entre reformas borbónicas e independencia. Diferente a la relación casi mecánica y
determinista que tenía la historiografía positivista y liberal, que consideraba la
independencia como una reacción a las reformas de los borbones. Las investigaciones lo
creen un proceso más complejo, que no solo se trataba del intento de la corona a
incrementar su control sobre los territorios coloniales, sino que las reformas también
favorecieron a algunos sectores de la sociedad americana.
La perspectiva ofrecida por los estudios sobre los imperios del espacio Atlántico, nos
permite, considerar las reformas en América no como algo distinto del mismo proceso
reformador español, sino como parte integrante de este e incluso un discurso de alcance
europeo. Estos discursos lograron cambiar la imagen política y cultural de la misma
monarquía. Tuvieron un impacto increíble sobre los territorios americanos. Lo cual fue
evidente en el momento de la crisis a partir de 1808.
En la reformulación de las relaciones entre Europa y América, están 2 elementos
entrelazados: por un lado, los efectos de la guerra de los 7 años, y por el otro, la amplia
literatura que se había desarrollado a partir del s XVIII sobre los imperios, como
modernizarlos y mantenerlos. La redefinición de imperio produjo una distinción en la
calidad territorial entre América y Europa
(Escenario internacional)
El periodo que va de la guerra de los 7 años a las guerras napoleónicas fue un periodo
de máxima tensión entre gran bretaña y Francia por el dominio Atlántico y del Océano
Índico, provocó una transformación completa de los equilibrios entre la naturaleza de los
intercambios, las economías(Esp, Port, Hol) y los sistemas coloniales.
El desencadenante de estos cambios fueron las consecuencias de la Guerra de los 7
años, que fue un punto de arranque de la reorganización política, militar y económica de
los sistemas coloniales de todos los países europeos. España se alió a Francia para
luchas contra inglaterra en las fases finales, teniendo así efectos considerables: con
audaces operaciones militares y navales de parte de los ingleses y junto con los
norteamericanos tomaron La Habana (la llave del golfo de méxico) y Manila (puerto de
enlace comercial entre españa y asia)
La caída de estas 2 ciudades( Florida y Luisiana) fue un golpe devastador para el
prestigio y moral de los españoles. A Pesar de la victoria (sobre la guerra de los 7 años)
los ingleses eran conscientes de que era cuestión de tiempo para que Francia y España
unieran sus fuerzas para cuestionar su supremacía.
El problema más importante para los gobiernos británicos y español eran mejorar las
medidas de la defensa imperial, ya que eran deficientes. Se buscaba distribuir los costes y
las obligaciones de la defensa de modo que sean más efectivos. Los Españoles
decidieron reorganizar las milicias locales y ampliarlas,mientras que los ingleses enviaban
ejércitos a América
El proyecto reformador no corcernia sólo el plano militar, sino que abarcaba tambIén los
aspectos comerciales fiscales y políticos. Ya que las posesiones del Caribe (Puerto rico y
Cuba) fueron muy importantes como plazas militares. Pero luego de la guerra de los siete
años hubo un cambio, las plantaciones con esclavos permitió que Cuba y Puerto rico
pasasen en pocos años de ser básicamente enclaves militares con agricultura extensiva y
ganadera a que ocuparan un lugar destacado entre los productores mundiales de azúcar
café y tabaco.
El aspecto crucial del proceso reformista: la negociación entre la burguesía imperial y una
selecta en representación de los intereses criollos para establecer las bases del Pacto
Colonial: la refundación de los derechos sobre los principales renglones de exportación
(azúcar café) a cambio de un conjunto de medidas de liberalización del comercio exterior
y, cuestión fundamental la importación de mano de obra esclava. Esto fue un pilar para la
formación de la economía local y el comercio internacional, libre o con restricciones
monopolistas
Este Pacto Colonial, excluyó a los criollos de los puestos altos del gobierno y atacaron
los privilegios y propiedades de la iglesia, además lograron progresos en el comercio y la
producción, y ciertos cambios en la manera de pensar politica y economica
(De la decadencia a la federación de los imperios)
La rebelión de los colonos americanos podrían hacer caer el imperio británico; debido a
las dificultad de gobernar imperios demasiados extensos (gracias a la conquista) sin
poder ser sólidos. Aparece el ilustracionismo. No se puede mantener una comunidad
verdadera a causa de la distancia. Para la ilustración europea, el hecho de que los
colonos presentes en américa o hubiesen dejado sus tierras de origen y creado nuevas
culturas híbridas constituye el aspecto más destructivo del proceso colonial, muchas
diferencias culturales. Nace el concepto de individuo de este proceso. Marca la diferencia
entre los imperios Ingleses que se creen que viajaban por el hecho de sentirse libres en
vez de los españoles, portugueses y franceses que eran más o menos unos degenerados,
buscaban el oro y la ambición de la plata
(El comercio como factor de Integración)
El imperio ingles, para conservar la expansión ofreció sustituir la conquista con el
comercio. A Partir del siglo 18, se entiende que la verdadera potencia política de las
naciones se funda en la riqueza, la cual no depende del saqueo sino del desarrollo.
Según Campillo, el resultado de poder comerciar era aparte del intercambio de objetos,
una forma de civilización de las sociedades, sin tener que recurrir a la violencia. Pero para
esto era necesario: que la corona cambiase la cultura política de las colonias, en lugar de
explotar y someter a los indígenas tendrían que haber comerciado transformándolos en
vasallos útiles y fieles a la monarquía. El programa de los reformadores españoles
reconocía a los territorios americanos un papel estratégico en el renacimiento de la
potencia española. Aunque había que reconsiderar la relación entre los dominios
europeos y los reinos de las indias. Gracias al comercio se los podía considerar
americano-españoles por primera vez. No solo las reformas favorecieron las
corporaciones de comerciantes americanos (los consulados); demuestran también que la
introducción de intendencias se concretizo más como un proceso de refuerzo de poderes
autónomos que como una centralización de carácter estatista. Incremento los derechos y
privilegios de la elite americana.
Las reformas intentaron integrar los territorios americanos en una nueva idea de imperio,
en la cual la metrópoli se transformaba en nación y las provincias en colonias en un
sistema comercial atlántico. Los americanos podían garantizar el crecimiento económico.
(Nación y Federación) La redefinición de la idea de imperio abrió paso, en España a la
formulación de un nuevo concepto de nación. En el siglo 18, se pensaba gracias a la
ilustración, la nación como una referencia a un espacio estrictamente europeo de virtudes
morales y de identidad civilizadora.
La redefinición de imperio acentuó la distancia entre España y los territorios coloniales. En
las mismas colonias la nueva visión imperial produjo el desarrollo de un discurso patriótico
criollo, por la cual se quiso demostrar que América había tenido Antigüedad equiparable a
la de Europa. Contrario a lo que pensaban los ilustrados europeos.
Este intercambio de ideas y discursos, fue que para los americanos el imperio Español
podía sobrevivir si se transformarse en Federación, pasando de estar fundado en la
dominación y la dependencia, en algo más cercano a una federación que se base en los
principios de una relación fraternal fundada en la identidad del origen, del lenguaje, de las
costumbres sin oposición de intereses.
En españa se llegó a lo mismo, resultando que españa manteniendo sólo a las islas de
Cuba y Puerto rico como bases para el comercio, los restantes territorios sugerían que
debían ser transformados en reinos independientes (virreinatos) sostenidos por una
federación muy blanda gobernada no por el rey, sino por emperador.
(Conclusión: la imposible monarquía nacional)
Estaban conscientes que la monarquía difícilmente estaba dispuesta a renunciar a un
dominio político en nombre de una ganancia económica de largo alcance.
Claramente no se podían considerar ambos (España y América) Como nación ya que
eran muy diferentes entre sí, podrían compartir muchas cosas como un comercio
lucrativo, lo que no podían compartir era un mismo e idéntico sistema constitucional ya
que eran distintos.

Clase Práctica n° 4“El trabajador pobre”


El pobre tenía 3 posibilidades:esforzarse en hacerse burgués, desmoralizarse o rebelarse

-Hacerse burgués, que era técnicamente difícil ya que se necesitaban los recursos o
bienes de capital para poder hacerlo, lo que la mayoría de los trabajadores pobres no
podrían adquirirlos, aparte era desagradable porque entraba en una conducta social de
individualista y malévola La idea de los nuevos empresarios era destruir el orden social y
moral del hombre pobre.

-Desmoralizarse; enfrentados a una crisis que no entendían, mezclados en la inmundicia y


en el frío caían en la existencia precaria, donde empeñaban sus mantas por plata. La
sociedad trataba de huir de sus problemas con adicción al alcoholismo, que fue una
corriente que se extendió por Alemania, Inglaterra y Irlanda en particular en la clase media
y baja. La ciudad avanzaba pero sin ningún plan ni supervisión. Los servicios
fundamentales no le seguían el ritmo. Faltaba la higiene, el agua pública y las viviendas
para los trabajadores. La consecuencia fue de enfermedades por el agua (cólera y tifus,
desde 1830/50).

Esto fue empujando mediante la segregación a la clase baja lejos de la ciudad. En 1848
también les afectó a los ricos lo que hizo plantear una reconstrucción y mejora urbana.
Hubo un desequilibrio mental que condujo al suicidio y también a la prostitución, a los
cultos apocalípticos entre otras cosas, lo que hizo aumentar la criminalidad de las
poblaciones. Todas las conductas de la epoca tenian algo en comun: sentian apatia por la
posibilidad de una acción colectiva, algo que era nuevo en la época.

-La alternativa de la evasión o de la derrota era la rebelión, que casi obligaba a los
trabajadores pobres y al proletariado industrial a la revolución de 1848. La sociedad en
general veía(en 1830/40) y era consciente de lo que estaba sucediendo!. Se sostenia el
pensamiento que la población iba a crecer más de lo que los medios de subsistencia.
La verdadera pobreza pasaba en el campo, donde una mala cosecha significa pasar
hambre, llevándolos a comer patatas o hierbas únicamente, carecían de ropas de cama y
bebían en cuencos de barro. El hambre y la tifus arrasó los campos de flandes y silesia

Lo más sorprendente era la creciente miseria en las ciudades y zonas industriales los
sueldos y jornales disminuían, los alimentos encarecen al igual que el transporte. Las
condiciones de vida y el trabajo urbanos iban a debilitar su salud. Había grandes
diferencias entre la población urbana y la rural, diferencias de salud física (desnutrición
por parte de los rurales) Los niños tenían el doble de probabilidades de sobrevivir en la
zona rural que la urbana por las enfermedad y condiciones existentes.

Con la crisis existente varios negocios comenzaron a cerrar (⅔ partes de los obreros
textiles serían despedidos) y la flor de la clase obrera, es decir la que tiene más
capacidad y conocimientos empezaron a pasar hambre, y lógicamente comenzaron las
protestas

El proletariado estaba algo mejor, pero no era libre, dependia del estricto control por sus
patrones y tenían que trabajar las horas y las condiciones que les imponen soportando
castigos y multas, entrar en la factoría era algo poco mejor que la esclavitud, se trataba de
evitar. En la década de 1830/40 la situación tendió a empeorar. El rico se hacia mas rico
y el pobre cada vez más pobre.

El movimiento obrero proporcionó una respuesta al grito del hombre pobre, lo nuevo en
este movimiento era la conciencia de clase y la ambición de clase. Se requería la
organización y la actividad del movimiento, incito a los trabajadores a pensar en una
sociedad distinta, respetando sus ideas de manera competidora colectivista, “socialista”
con la idea de buscar una alternativa al sistema y tener el sueño de una sociedad libre.

Entre 1828 y 1834 se comenzó a utilizar el concepto de “union general” en las huelgas.
La clase más débil empezó a reconocer el respeto y la igualdad que se merecen, sin
embargo fracasó porque tenía objetivos muy altos, esto ahogó durante medio siglo al
movimiento proletario.

Por el contrario, el Jacobinismo y el radicalismo hacían agitación política por medio de


periódicos y folletos, manifestaciones y motines si eran necesarios. Que han logrado buen
resultado la separación católica y la reforma en 1832 y el control legislativo sobre las
condiciones en las fábricas y el horario de trabajo. La tradición jacobina sacó fuerzas y
una continuidad y solidez para darle características al nuevo proletariado, que no se
mantenían por el mero hecho de ser pobres, sino por el hecho de trabajar juntos en gran
número. Apoyarse los unos en los otros era su vida, la solidaridad era su arma. Esto se
convertía en el rebullir de un ejército que era fuerte y estable. La acción directa de los
amotinados era de destruir maquinas, casas de los ricos o las tiendas, que se reflejaban
por el hambre o las situaciones que puedan sufrir!

Esto fue un frente común de todas las fuerzas y tendencias que representaban a los
trabajadores pobres, con el objetivo de ir en contra de la clase media liberal y contra los
reyes y los aristócratas pensando “esto no puede continuar” Los integrantes no eran
brutos, sino que eran maestros artífices, artesanos independientes y los trabajadores a
domicilio.
El movimiento obrero era una organización de autodefensa y para el trabajador era un
instrumento de combate y a su vez una forma de vida, que los mantiene activos, comunal
colectiva combativa y idealista. Les proporcionaba objetivos y coherencia

REVOLUCIÓN FRANCESA Y REVOLUCIONES HISPÁNICAS:


UNA RELACIÓN COMPLEJA (Teórico nº5)

Hay que separar dos fenómenos que se producen al mismo tiempo y están muy
relacionados, pero que no pueden confundirse: la independencia de las metrópolis y la
revolución.
Tanto si nos referimos a la Independencia como a la revolución es preciso adoptar
una perspectiva global que no separe la Península Ibérica de América, ya que lo
característico de ambos procesos es su simultaneidad y su semejanza. Para explicarlas
es necesario partir de lo que las diferentes regiones tienen en común, la pertenencia a un
único conjunto cultural y político.
¿Por qué el paso a la Modernidad se hizo en el mundo hispánico, como en Francia,
por vía revolucionaria y no por la vía evolutiva que han seguido otros países y de la cual
Inglaterra puede ser considerada como el prototipo? Para comprender la causa por la cual
los países europeos han seguido vías tan diferentes en su marcha hacia la Modernidad,
es necesario examinar las relaciones entre el régimen político, la sociedad y la cultura en
el siglo XVIII. Tanto en Francia como en España, las mutaciones son evidentes en estos
tres campos, pero el problema que se plantea es que esas mutaciones sean compatibles
entre ellas.
La victoria del absolutismo y sus consecuencias es el fenómeno clave del XVIII
francés e ibérico. Esta victoria es una de las salidas posibles de una vieja pugna que
viene de la Europa medieval: la del Estado moderno en formación con las instituciones
representativas de la sociedad: las Cortes en los reinos ibéricos, los Estados Generales
en Francia, el Parlamento en Inglaterra.
La presión del Estado sobre la sociedad y sobre sus instituciones representativas se
acrecienta en los siglos XVI y XVII en todas partes. Como consecuencia, a mediados del
XVII se producen graves crisis políticas en todas las grandes Monarquías. En Inglaterra,
la primera revolución inglesa; en la Monarquía hispánica, las rebeliones de Cataluña y
Portugal y la resistencia de las Cortes castellanas; en Francia, la Fronda. Al concluir estas
crisis, las relaciones entre el poder real y las instituciones representativas del reino son de
tres tipos: victoria del poder del rey en Francia; victoria definitiva del Parlamento, después
de la segunda revolución, en Inglaterra; empate provisional en la Monarquía hispánica de
los Austrias.
A principios del XVM estos tres tipos se reducen a dos. Las nuevas Cortes unitarias
de la Monarquía hispánica no tienen ni representatividad ni funciones que les permitan ser
un freno al crecimiento del poder real. Por su parte, la corona se esfuerza por imponer la
teoría y por difundir el imaginario absolutista y prohíbe la enseñanza de las ideas pactistas
del neo-tomismo español. De ahora en adelante, las dos áreas políticas del siglo están
claramente determinadas: la primera, la inglesa, en la que las instituciones
representativas del reino han triunfado sobre el poder del rey; la segunda constituida por
Francia, España y Portugal, en la que tiende a imponerse el absolutismo real.
El crecimiento del Estado va desplazando cada vez más las funciones y las
competencias de los cuerpos en las que estaba organizada la sociedad. El Estado tiende
a pensar su relación con la sociedad como la relación binaria, y más abstracta, soberano-
súbditos. El centro del nuevo sistema de referencias es la victoria del individuo,
considerado como valor supremo y criterio de referencia con el que deben medirse tanto
las instituciones como los comportamientos. Estas nuevas sociedades son igualitarias, ya
que se establecen con la finalidad de una simple discusión en la que solo cuenta la razón.
En Inglaterra, las elites culturales afectadas por las mutaciones participan en el
ejercicio del poder gracias a las instituciones representativas de tipo antiguo. el proceso
de individuación en curso va a provocar en ella una modernización progresiva de estas
instituciones, paralela a la difusión de la Modernidad cultural. De ahí que en el mundo
anglosajon la evolución hacia las instituciones democráticas modernas sea más lenta que
en el mundo latino, pero que, al mismo tiempo, se haga progresivamente, con un carácter
empírico que evita la ruptura con un pasado del que se conservan muchos elementos.
En Francia y en España, las élites, alejadas de la participación en el poder por el
olvido o la decadencia de las antiguas instituciones representativas, no participan en él
por derecho propio. Sus nuevas formas de sociabilidad y su nueva cultura se construyen
al margen del ejercicio del poder. Este modelo ideal aparece como la proyección a escala
de toda la sociedad de la estructura y del funcionamiento de las nuevas sociabilidades.
Aparece así la imagen de una sociedad contractual e igualitaria, de una nación
homogénea, formada por individuos libremente asociados.

ABSOLUTISMO, ILUSTRACION Y REVOLUCION

Las élites modernas prefirieron escudarse en la autoridad del rey para realizar sus
proyectos de reforma.
En el campo social hay una continuidad evidente entre el reformismo de la Monarquía
absoluta y el del liberalismo posrevolucionario. Ambos quisieron “ilustrar” una sociedad
llena de “ignorancia” y de tradiciones opuestas a la “razón”, someter la Iglesia al Estado,
desamortizar la propiedad, acabar con los privilegios de la nobleza y de los diferentes
cuerpos, instaurar la libertad de comercio y la libre iniciativa económica, disminuir la
autonomía de los municipios, sustituir la educación por la enseñanza de las ciencias
útiles, desarrollar la educación primaria, entre otros.
Una buena parte de las élites modernas de finales del XVM era a la vez ilustrada y
profundamente adicta a un absolutismo que constituía para ellas el instrumento
fundamental de las reformas. Así se explica que los altos funcionarios reales fuesen a
menudo en el mundo hispánico los principales agentes, no solo de la modernización
administrativa, sino también de las nuevas ideas.
El Estado absolutista no podía llegar hasta los últimos límites de la reforma que el
nuevo imaginario exigía, ya que una buena parte de su legitimidad, pertenecía al registro
tradicional. El monarca seguía siendo para él mismo y para una gran parte de sus
súbditos el “señor natural” del reino, colocado en la cúspide de una pirámide de
dignidades y honores. Los vínculos que lo unían a sus súbditos eran pensados, más que
como la relación abstracta entre el súbdito y el soberano, como algo más personal y
tradicional.
En esta época, la Monarquía, para las élites modernas, dejó de ser “Ilustrada”, es
decir, de constituir el motor para la construcción de la nueva sociedad. Las aspiraciones
de las élites modernas y las de los grupos privilegiados coinciden en su deseo de poner
coto a los poderes del rey y del Estado moderno. Coinciden también en el medio de
alcanzar este fin: la convocatoria de la representación tradicional del reino: de los Estados
Generales en Francia; de las Cortes, más tarde, en España.
Se desarrolla así el “constitucionalismo histórico”, en la medida en que la aspiración
al “gobierno libre” se ampara en una reivindicación de las viejas libertades y de la antigua
representación del reino.

DOS LÓGICAS DIFERENTES

En 1789 en Francia y 1808 en el mundo hispánico, la aspiración al “gobierno libre”


toma la forma de una nostalgia de las antiguas instituciones representativas. Esta
nostalgia es para algunos una máscara destinada a legitimar la conquista de una nueva
libertad, para otros tiene un carácter utópico: la vuelta a una Edad de Oro en la que
reinaba la armonía entre el rey y el reino.
Los modernos comparten con los absolutistas la imagen del poder como relación
binaria Estado-individuos, la lucha contra los privilegios de los cuerpos y las tentativas de
homogeneización social. Los absolutistas coinciden con los constitucionalistas históricos
en los fundamentos históricos de la sociedad y en el imaginario de una sociedad formada
por estamentos. Y, en fin, los modernos con los constitucionalistas históricos en el
rechazo del poder absoluto y en la necesidad de una representación de la sociedad. Esta
tripolaridad de las posiciones políticas puede explicar una buena parte de los diferentes
tipos de regímenes del periodo revolucionario y posrevolucionario.
De todas maneras, la alianza entre modernos y constitucionalistas históricos,
fundamental en los orígenes de la revolución, estaba llamada a durar muy poco. La
reivindicación de las viejas instituciones representativas no podía ser una restauración.
Los Estados Generales no se habían reunido en Francia desde 1614 y las Cortes
españolas del XVM eran organismos muy poco representativos y muy controlados. La
vuelta a la Edad de Oro no podía consistir en una restauración, sino en una invención.
La pugna entre la lógica representativa y la lógica de la construcción de un modelo
ideal se encuentra en el centro mismo de la Modernidad de tipo francés y explica tanto su
influencia universal como el tipo de problemas que genera.
En Francia, el hombre se concibe ante todo como individuo, como ciudadano; la
nación, como un pacto voluntario entre estos hombres en el que no caben ni los cuerpos,
ni los estatutos particulares. La nación soberana es libre de darse una nueva ley, la
Constitución, que resulta de un nuevo pacto social, capaz de curar todos los males
sociales y de crear ex nihilo un hombre nuevo y una nueva sociedad.
La Revolución Francesa consiste en una revolución cultural que hace posible la
creación de la política y la aparición de actores nuevos en la vida social y política. La
política moderna nace de la necesidad de obtener la opinión o la voluntad del nuevo
soberano: la nación.
La revolución es una mutación cultural: en las ideas, en el imaginario, en los valores,
en los comportamientos, en las prácticas políticas, pero también en los lenguajes que los
expresan, e incluso en la estética y en la moda. Nuevos lenguajes que manifiestan una
nueva visión del hombre y de la sociedad, pero que son también una pedagogía. La
revolución es pedagogía porque la sociedad no es todavía el pueblo ideal.
La radicalización aparece como una consecuencia del nuevo sistema. Surge de la
pugna dentro de las élites modernas: si la construcción del modelo ideal es posible y
deseable, lógicamente se van imponiendo aquellos que se proclaman más cerca de la
pureza de los principios. La radicalización resulta también de la difusión de las nuevas
referencias en la sociedad a grupos cada vez más bajos. El pueblo conforme al modelo,
se estrecha cada vez más hasta llegar a la época del Comité de Salud Pública, en que
toda la lógica representativa y las garantías del “gobierno libre” han desaparecido.
La situación había llegado a unos límites extremos que era necesario detener el
proceso. El imperio mezclaba la herencia del Estado absolutista con los nuevos principios.
Aunque sus fundamentos fueran diferentes, se vuelve a la estrategia reformista de las
elites ilustradas: apoyarse en la autoridad omnímoda del Estado para transformar
progresivamente la sociedad. Se mantenía la revolucionaria soberanía del pueblo, el
nuevo imaginario del individuo-ciudadano, los términos claves del nuevo lenguaje político,
pero se confiaba en otros medios y en el tiempo para que se convirtieran en realidad.

FRANCIA Y EL MUNDO HISPÁNICO: SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS

Las diferencias entre Francia y el mundo hispánico son tan evidentes como sus
semejanzas.
Las semejanzas se manifiestan en instituciones parecidas, en un universo cultural
análogo y en una evolución política similar, aunque desfasada en el tiempo.
La diferencia más importante afecta al campo religioso. A partir del siglo XVII no hay
en el mundo hispánico minorías religiosas significativas. El catolicismo representa un
elemento esencial de la identidad hispánica, lo que explica que, a diferencia de Francia,
no haya en el primer periodo revolucionario un conflicto religioso y que los nuevos
principios coexistan pacíficamente en las constituciones con la exclusividad otorgada al
catolicismo.
Otra diferencia importante es la estructura plural de la Monarquía. Hasta principios del
siglo XVM, esta sigue estando constituida por reinos diferentes, con sus instituciones
propias, unidos simplemente en la persona del rey.
Faltan también en España una serie de elementos que dieron a la Revolución
Francesa un mayor radicalismo social. No existen en España, en el mismo grado que en
Francia, muchos “derechos feudales”, ni una reacción señorial significativa en vísperas de
la crisis; el sentimiento antinobiliario es también mucho menor. Falta también un bajo
pueblo urbano numeroso y ya en parte afectado por la cultura moderna, como el de París.
También difieren las circunstancias políticas ya que la revolución hispánica se hizo en
buena parte en ausencia del rey y combatiendo en su nombre. El hecho de que las
primeras fases de la revolución tenga lugar al mismo tiempo que se luchaba contra un
enemigo exterior, contribuyó poderosamente a evitar la exasperación de las tensiones
sociales.
El hecho de que la Revolución Francesa preceda en 20 años a las revoluciones
hispánicas añade diferencias complementarias. La más importante es que la Revolución
Francesa no tiene precedentes y por eso su capacidad inventiva es incomparablemente
superior a las que le suceden. Las revoluciones hispánicas dispondrán de todo un acervo
de nuevas referencias (ideas, imaginarios, símbolos, experiencias constitucionales).
La Revolución Francesa modifica las revoluciones posteriores, puesto que los actores
conocen de antemano adónde pueden llevar la lógica revolucionaria. Por esta razón,
también se conoce el paso de 1789 al terror y, luego, al imperio, así como el debate de
ideas. Por eso los revolucionarios hispánicos, obsesionados por un posible terror, cortaran
con lo sano toda sociabilidad o discurso revolucionarios que pudiesen llevar al
jacobinismo, y utilizarán con mucha moderación el lenguaje de la libertad para evitar la
aparición de un nuevo Haití.
Es aquí, en la ausencia de una movilización popular moderna y de fenómenos de tipo
jacobino, donde reside la especificidad mayor de las revoluciones hispánicas.

ECOS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA EN EL MUNDO HISPÁNICO

La proximidad geográfica, los vínculos comerciales muy intensos que unían a los dos
países, la existencia de una constante emigración francesa hacia España y la presencia
de importantes colonias francesas en las principales ciudades españolas (Cádiz)
favorecían la rápida propagación de las noticias y de la propaganda. Lo mismo ocurre en
América. Las regiones más influenciadas son las que están mejor comunicadas: los
puertos y las capitales y las costas próximas al foco revolucionario de las Antillas
francesas.
Los medios sociales más atentos a los acontecimientos franceses fueron las élites
culturales: la alta administración pública, el clero superior, los profesores y estudiantes de
seminarios y universidades, los profesionales, la nobleza española y la aristocracia criolla.
En esta evolución, desempeñaron un papel fundamental la ejecución de Luis XVI y la
persecución religiosa. La persona del rey estaba rodeada de un respeto religioso y
considerada como el vínculo que unía las diversas comunidades políticas de la
Monarquía. La persecución religiosa tomaba aún más los valores supremos de la
sociedad. La campaña de opinión contra la revolución no era sólo la expresión de la
ideología oficial, sino que se apoyaba también en una adhesión popular muy amplia,
reforzada por la experiencia directa y por la presencia en España de numerosos obispos y
sacerdotes franceses inmigrados.
En la guerra de propagandas entre realistas e insurgentes que tendrá lugar más tarde
en América, los enemigos se echan mutuamente en cara la acusación de ser partidarios
de la Revolución Francesa y de su impiedad.
En todas estas reacciones, hay que distinguir también una diferencia entre
generaciones. Los ilustrados de más edad pertenecían a la generación que había puesto
su esperanza en un poder absoluto del monarca que les permitiría realizar las reformas.
Para ellos, la reforma política, para la que el país no estaba todavía preparado, vendría
después de la reforma social. La generación más joven, la que se educó durante la época
revolucionaria, invirtió el orden de prioridades: primero, la reforma política y luego la
reforma social. Fueron los miembros de esta generación los que harían más tarde la
revolución en España.
Las únicas excepciones significativas al carácter minoritario y elitista de las
adhesiones a la revolución fueron, en sociedades esclavistas, las conjuraciones o
levantamientos en que estuvieran implicados negros o pardos. La “libertad de los
franceses” sirve de bandera a las revueltas de esclavos y la igualdad de denominador
común a las de negros libres y pardos y, a veces, a los blancos pobres. Su principal
consecuencia será la gran prudencia de las elites locales cuando se trate de aplicar los
nuevos principios.
Entre las elites, la simpatía por las nuevas referencias ha progresado en la medida en
que se aparecen, en buena parte, como una continuación al proyecto ilustrado. Sin
embargo, el mismo proceso revolucionario francés provoca más desconfianza que
adhesión franca, lo que las lleva a una reflexión de tipo constitucionalista.
Estas actitudes son ya menos claras entre los miembros más jóvenes de las elites, en
los que empieza a predominar el deseo de cambio.

REVOLUCIÓN ESPAÑOLA Y REVOLUCIONES AMERICANAS

La abdicación forzada de Fernando VII en Bayona solo es aceptada realmente por


una parte de las elites, aquellas a las que el nuevo régimen puede permitir una reforma de
la Monarquía de acuerdo con los principios revolucionarios pero sin revolución. El resto de
las elites y sobre todo la sociedad rechazan la nueva dinastía. Los levantamientos contra
los franceses y la formación de juntas insurreccionales se suceden en mayo-junio de 1808
en toda España. El patriotismo desempeña un gran papel pero también tiene una
considerable significación el rechazo de la Francia revolucionaria en su desprecio hacia la
legitimidad historia del rey y su antideralismo.
Sin embargo, la resistencia contra Napoleón, va a ser la que dé origen a la revolución
en el mundo hispánico.
¿Por qué este extraño fenómeno, en el que los patriotas que se oponen al heredero de
la Francia revolucionaria, son los mismos que van a realizar una revolución inspirada en la
francesa?. Al desaparecer la legitimidad real y al rechazar la del intruso, no quedaba a la
resistencia española y a la lealtad americana más camino para justificar su acción que
apelar a la soberanía del reino, del pueblo o de la nación.
La formación de juntas en España desde los primeros momentos del levantamiento
era una forma improvisada de representación de la sociedad, la afirmación de una
legitimidad contraria a la del invasor y de las autoridades que lo habían reconocido. Pero
esas primeras juntas, por su representatividad imperfecta, no podían dar una legitimidad
definitiva a los poderes provisionales de la resistencia. Por eso, desde las primeras
semanas del levantamiento, la petición de Juntas generales, Congreso o Cortes fue
universal.
Sin embargo, estas tentativas parciales no podían dar al conjunto de la Monarquía un
poder único e indiscutible. Aunque su legitimidad fuese reconocida tanto por los
españoles como por los americanos, tenía una legitimidad precaria en la medida en que
surgía de la delegación de hs juntas insurreccionales españolas. Unos meses más tarde
(luego de la formación de la Junta central, en mayo de 1809, la Junta Central toma la
decisión de convocar las Cortes y lanza al mismo tiempo una consulta general sobre la
manera de reunirlas y los fines de su reunión. El debate público sobre la representación
se intensifica y adquiere un carácter oficial.
Las Cortes serán una restauración de las viejas instituciones, con la representación
de los reinos y estamentos o una Asamblea nacional única de representantes de la
nación. El debate francés de la convocación de los Estados Generales y de sus primeras
reuniones hasta la formación de la Asamblea nacional se repite en el mundo hispánico de
1808 a 1810.
Como en Francia, también se da primero una coalición entre los constitucionalistas
históricos y los revolucionarios para conseguir la convocatoria de las Cortes. Se de luego
una pugna entre ellos sobre quién debe ser representado y sobre las modalidades de
reunión y de voto. Al igual que en Francia, la victoria de los revolucionarios era una
consecuencia de la imposible restauración, sin cambios, de las antiguas Cortes. El hecho
de que Jovelianos propusiera dotarlas, según el modelo inglés, de dos cámaras (lo que no
tenía ningún precedente en las instituciones tradicionales hispánicas) mostraba bien la
debilidad del argumento de la tradición y las ambigüedades de los constitucionalistas
históricos.
El segundo tema planteaba pública y tajantemente el peligroso problema de la
igualdad entre españoles y americanos que venía de la época de la Conquista, se había
manifestado a menudo en querellas sobre los cargos públicos y ahora adquiría una
importancia crucial. El problema era también la identidad misma de las Indias. ¿Qué eran
éstas, reinos de pleno derecho, reinos subordinados o colonias? Era también un problema
muy practico y muy urgente, pues de él dependía la existencia en América de juntas
semejantes a las de la Península. El rechazo práctico por parte de los peninsulares de la
igualdad proclamada será la causa esencial de la Independencia de América.
Es a partir de 1808, cuando el mundo hispánico se lanza a su vez a un proceso
revolucionario que tiene extraordinarias semejanzas con el de la Revolución Francesa. Es
entonces cuando las nuevas referencias que ésta había construido se difunden
masivamente, en primer lugar, en España y después en América. En la Península, con el
hundimiento del Estado absolutista en 1808, desaparecen también las limitaciones a la
libertad de prensa en el campo político. Una verdadera avalancha de impresos de todo
tipo, entre los cuales se encuentra una multitud de periódicos, se extiende por toda la
Península.
En América estas condiciones de libertad de prensa no existen aún y sigue actuando
la censura; pero el debate peninsular atraviesa el Atlántico gracias a los folletos y gacetas
llegados de la Península, contra los cuales nada pueden las autoridades, ni siquiera las
más opuestas a las nuevas opiniones.
América, con temor de ser dejada de lado en la reforma de la Monarquía, participa
en el debate de la Península y es entonces cuando la mutación cultural de la Francia
revolucionaria llega masivamente a ella, pero en español y públicamente, por intermedio
de la Península. El número de los que se habían adherido a las nuevas referencias crece
continuamente durante todo este periodo. Aunque siguen siendo aún una minoría dentro
de una sociedad extremadamente tradicional, esos grupos comprenden ya a la mayoría
de los miembros más jóvenes de las elites culturales; ellos serán el motor de la
revolución.
La revolución misma seguirá los pasos de la Revolución Francesa, no sólo a causa
de la analogía ya descrita de los sistemas políticos, sino también porque era bien
conocida de las elites y servía de modelo y de contramodelo a sus reflexiones.
La vía francesa domina: adopción del nuevo imaginario social, ruptura con las viejas
“leyes fundamentales”, la constituciones vista como pacto fundador de una nueva
sociedad, proyectos educativos para crear el hombre nuevo, etc.
En esta mutación cultural, las élites americanas siguen al principio la evolución de
las de España. Después, las tensiones antiguas y las más recientes, originadas por el
debate sobre la igualdad entre España y América, conducen a las primeras insurrecciones
y a la guerra civil.
Las regiones leales (Nueva España, América Central, Perú) evolucionan siguiendo
los diversos episodios del liberalismo español. La modernidad política en esta área viene
sobre todo de la Península a través de la constitución, de las leyes, de las prácticas
políticas.
En las regiones insurgentes, la ruptura se justifica primero con un discurso pactista
en el que se encuentran muchos de los elementos del constitucionalismo histórico. Las
elites insurgentes van más allá que los liberales españoles. En la búsqueda de principios
y de símbolos que les ayuden a subrayar su especificidad se adopta el nuevo sistema de
referencias, puesto que ya no existe aquí el elemento de tradicionalismo que es el rey en
España y en la América realista. A fin de fundar una nueva identidad, se adoptan
rápidamente el lenguaje, los símbolos y la iconográfica, las fiestas y ceremonias, las
sociabilidades y las instituciones de la Francia revolucionaria.
Estas cuestiones hace que la época de la Independencia sea un periodo de gran
creatividad en todos estos campos. Los viajes a Francia, la emigración a América de
militares, intelectuales o políticos después de la caída del Imperio, la publicación de
múltiples obras francesas hace que se produzca entonces la incorporación cultural de
Hispanoamérica a Francia.

ESPECIFICIDADES Y PROBLEMAS AMERICANOS

En España, la vuelta del rey en 1814 y el apoyo popular que recibió, le permitió abolir
la Constitución y restaurar la Monarquía absoluta. En Francia, el reinado de Luis XVIII,
aunque era un retorno a la antigua legitimidad, conservó muchos de los principios y
medidas de la revolución, ya que los cambios producidos eran demasiado importantes
para que se pudiese volver a un statu quo anterior.
Hispanoamérica ocupa un lugar singular en el área latina. En efecto, cuando toda
Europa había vuelto a regímenes monárquicos e incluso absolutistas, sólo los países
hispanoamericanos continuaban siendo repúblicas y poseyendo constituciones y
libertades modernas. Al romper el vínculo con la Península, también se rompía el vínculo
con el rey, es decir, con la legitimidad histórica. No quedaba entonces más vía para
legitimar el poder que la moderna soberanía del pueblo. Por eso, toda instauración de una
Monarquía fracasará en América, aun cuando una buena parte de las élites estuviese
tentada en algunas épocas por esta solución.
La distancia entre las élites y la sociedad no es propia solamente de
Hispanoamérica, sino de todos los países que han seguido la vía de la Modernidad de
ruptura, pero sus dimensiones son aquí mucho mayores. De esta situación surgen una
serie de problemas no resueltos que ejercen una enorme influencia durante toda la época
contemporánea y más particularmente en el siglo XIX
El primero, propio de la América hispánica, es la desintegración territorial. Lo que
existía eran comunidades políticas de tipo antiguo, cuyo vínculo principal era la común
pertenencia a la misma corona y su unión con el soberano. Sus élites modernas habían
traducido una cohesión de tipo antiguo en la nación moderna, pero nada impedía a otras
élites repetir la misma transposición y erigir su comunidad en una nueva “nación”.
Los otros problemas son análogos a los de la Europa latina. La nueva legitimidad
está basada en la soberanía del pueblo, pero por su imaginario, por sus valores, sus
vínculos y comportamientos, la sociedad sigue siendo tradicional.
Los pronunciamientos, los golpes de estado o los levantamientos desempeñan en
estos sistemas políticos el papel que las elecciones no pueden desempeñar: el cambio de
los gobiernos.
Para colmar el abismo cultural que separa las élites del resto de la sociedad, los
medios utilizados son diversos: legislación para suprimir toda traza de los cuerpos
antiguos aún existentes, creación de la nación moderna por medio de la historia, los
símbolos y la iconografía, proyectos educativos para formar el ciudadano
Todos estos problemas no son específicos de América Latina, sino comunes también
a Francia y a los demás países latinos a los que su tradición institucional y su cultura
condujeron al tipo de paso a la Modernidad que Francia fue la primera en seguir.
El principal de estos problemas es, la concurrencia entre la lógica representativa y la
de la construcción de un mundo ideal. La lógica representativa triunfó definitivamente en
Francia con la III República, casi 100 años después de la Revolución Francesa.

Práctica 5: “Historia del agro Argentino”


En el s. 18 en el actual territorio argentino, se podía dividir en 2 grandes periodos de
acuerdo a la evolución de sus coyunturas económicas y agrarias. Desde mediados del
siglo las reformas borbónicas iban a tener efectos notables en las colonias.
Durante la primera mitad del siglo fue una continuación del estancamiento del periodo
previo, la crisis de la minería de Potosí, que afectó al sector de la economía agraria: la
producción de mulas (además hay que tener en cuenta la sucesión de buenas o malas
cosechas, el aspecto demográfico o la situación de las fronteras indígenas)
Pero hacia mediados del siglo 18, empiezan a manifestarse cambios importantes de las
regiones del territorio argentino, algunas de ellas son:
-El renacer de la minería de Potosí - Conflictos políticos y sociales q afectan los mercados
-Pacificación en las fronteras indígenas - La expulsión de los jesuitas - La promulgación
del comercio libre
Con el Mando de Carlos III (España) se emprenden iniciativas para retomar el control
político de las colonias, alejando a las elites locales de la administración del Estado, para
favorecer el crecimiento (de la minería) y en consecuencia que permitieran aumentar los
ingresos del Estado con los impuestos.
También fue importante la defensa de los portugueses que estaban ubicados en Brasil y
eran un peligro para el sur
-La minería comienza a producir enormes cantidades, gracias al abasto de insumos
imprescindibles a bajo precio, se reduce el impuesto inicial a la producción minera a la
mitad, la provisión de mano de obra barato. Aunque en los 80 los productores reciben
señales que producirían trastornos, los levantamientos en Perú harían caer su demanda y
pronuncia la gran crisis que unos años después desencadena el proceso revolucionario.
-Por el otro lado una relativa pacificación de las fronteras indígenas permite en
algunas regiones una cierta expansión y la formación de nuevas estancias ganaderas
(Mendoza) Aunque después haya una ofensiva indígena pudo volver al equilibrio.
Situaciones similares ocurrieron en Santa fe, Corrientes, Chaco y más tarde Buenos
Aires.
-También influyó el desarrollo agrario la expulsión de los jesuitas, ya que ocupaban
grandes superficies como la de Tucuman o Salta por ejemplo.
-Surgieron los efectos políticos de la creación del Virreinato de la Plata en 1776 y dos
años después el comercio libre: Trajeron efectos positivos para las regiones litorales,
estos reciben bienes manufacturados de mejor calidad y más barato que de otras
regiones, así como veían estimular la economía ganadera, es decir que crecía el comercio
de cueros y sus derivados y a su vez los saldos exportables sin grandes costos
adicionales.
Por el contrario las economías del interior competían mal con las importaciones y eso les
llevó a una aguda crisis. Como por ejemplo Mendoza y San Juan, que la producción de
vino mendocina fue reemplazada por el aguardiente sanjuanino.
En los años 40 del s 19 la valorización de la lana en bruto por la demanda internacional va
a comenzar a incentivar la muerte de esta actividad doméstica mercantil, convirtiendo
familias en vendedoras de lana o peones en estancia laneras.
Hubo una crisis de mulas, la que produjo una verdadero conflicto social general, afectó a
centenares o miles de pequeños productores que viven de criar mulas para subsistir. La
forma de evitar el problema fue en el s 18 Emigrar en grandes cantidades temporal o
definitivamente.
Buenos Aires como capital del nuevo virreinato refuerza su papel articulador de todo el
espacio y su magnitud demográfica haciéndola el mercado más preciado de las regiones.
A fines de la colonia la agricultura del trigo era casi tan importante como la ganadería del
vacuno. La producción familiar era la forma predominante en cualquiera de los rubros.
Había grandes diferencias: en la campaña porteña el trigo era fundamental para
abastecer ese voraz mercado urbano y la pequeña producción tenía un predominio
indiscutido por las escasas y modestas estancias, producían mulas que se enviaban al
Alto Perú, y más al sur se criaban vacunos para abastecer la demanda de Buenos Aires.
La Banda oriental era la productora de cueros. Todo se debía a la fertilidad de las tierras
de Buenos Aires
Este crecimiento demográfico significa un incremento de los mercados locales de
importante magnitud, lo cual favorece una salida a la producción agraria en el propio
lugar.
Además, el joven hijo de un campesino que ya no podía ser alimentado por los recursos
propios de la familia podía tentar su suerte en las estancias de la región, aunque no
significa armonía. Existía conflictos por alguna tierra, por alguna costumbre.
La economía del virreinato rioplatense sigue girando alrededor de los centros mineros
andinos, generando un espacio económico en el cual las distintas regiones tienden a
especializarse en la producción de sus bienes. Una buena parte de ese dinero tiende a
concentrarse en manos de los grandes comerciantes de buenos aires que la envían hacia
Europa en busca de “los efectos de Castilla”.
Por otro lado, junto a los bienes que cada región produce para exportar a sus vecinos,
(perú chile) cada una de ella trata también de satisfacer la producción de los elementos de
subsistencia. Sus alimentos para abastecer sus mercados locales. (tratan de no ir al
mercado) La contracara de esta estrategia más o menos general son los mercados muy
limitados, ya que casi todos consumen lo que producen. A excepción del litoral, donde los
campesinos parecen haber estados vinculados con el intercambio mercantil, vendiendo
sus excedentes y adquiriendo diversos bienes que los transportes fluviales y maritimos
podían conseguir a precios más razonables
La economía de Buenos Aires que concentra máximos beneficios del sistema, seguía
exportando metales preciosos producidos en los antes y recogidos por sus comerciantes
a lo largo del virreinato. A cambio de ello reintroducen bienes europeos para distribuir por
todo ese mismo espacio. Las Elite de Buenos Aires eran comerciantes que poco les
importaban los terrenos, se enfocan en los negocios o aspectos urbanos. Las formas de
acceso a las propiedades igualmente seguían siendo como el periodo colonial, a
excepción de las mercedes de tierra gratuitas se deben comprobar denunciadolas y
probando que son aptas para la producción, el resto le pertenecía a la Corona.
En cuanto a los sistemas de trabajos, la diversidad también es regla, la esclavitud de
africanos siguen plenamente vigente, y en algunas regiones cumplen papeles
significativos(9%) o la servidumbre indígena. También en algunas regiones se recurrieron
a empleos asalariados y por el otro el derecho al uso de la tierra a cambio de ciertas
prestaciones laborales.
Por último, en cuanto al crecimiento de las economías agrarias regionales, la
recuperación de la minería altoperuana así como una demanda de bienes ganaderos u
otros desde chile y el peso de algunos mercados internos permiten sostener la producción
de muchas regiones que no lograron incluirla en el circuito que parte de los puertos de Bs
as y Montevideo. El diezmo agrario creció en casi todo el territorio, lo cual refleja un
incremento real de la producción que pagaba ese tributo. Y aunque las tasas de
crecimiento eran diversas casi todas las regiones parecen ir al mismo sentido.

Teórico n° 6 La historia económica de las jóvenes repúblicas


independientes

Independencia, reformas liberales y revoluciones industriales (contexto)

La independencia de las colonias, generaron otros efectos como la independencia de las


13 colonias norteamericanas, la revolución francesa y las guerras napoleónica.

el profundo proceso de cambio tecnológico puede estilizarse en tres paradigmas


diferentes. Primero, la mecanización basada en el uso del hierro, el uso de la energía
hidráulica y la construcción de canales fueron las tecnologías de la revolución
industrial. 2do la utilización masiva de la máquina a vapor, el desarrollo de los
ferrocarriles y la utilización de la máquina-herramienta. 3ro el uso del acero para el
transporte y la ingeniería pesada y la utilización de la electricidad.

Esto proceso de aceleración del cambio tecnológico, del que las potencias coloniales
americanas apenas si participaron marginalmente, provoco el nuevo pacto colonial, la
idea era transladar el capitalismo a las colonias.

Con las reformas borbónicas se produjo un proceso de revitalización económica,


crecimiento y creciente integración de las colonias a la economía mundial, permitiendo
que las élites locales vislumbraran las posibilidades que abrían los cambios tecnológicos,
productivos y comerciales antes referidos

posteriormente, el proceso decisivo fue la independencia de las nuevas repúblicas y la


dolorosa, lenta y compleja construcción de los estados nacionales, que aparte estaban
influidos por la derrota de España, dejando un vacio en america para aprovechar.

Desde lo social hubo procesos fueron: 1) las reformas liberales, que consistieron en la
expropiación de las tierras de la Iglesia, la privatización de una parte importante de las
tierras públicas y la distribución como propiedad individual de las tierras de las
comunidades indígenas; 2) la abolición de la esclavitud, y 3) la expansión en áreas de
frontera.

La herencia colonial y las luchas de la independencia

Hubo un estancamiento de las regiones de Latinoamérica, a excepción de las regiones


con mayor desarrollo económico a fines de la colonia eran aquellas que podían producir
metales preciosos como México y Perú, además en las zonas costeras y vías de
navegación, lo que facilitaba las exportaciones y favorecía la producción.

Este declive tenía que ver con la trama institucional del régimen colonial, tres aspectos
fueron particularmente dañinos: el riesgo político debido a la imprevisibilidad en la toma
de decisiones; los altos costos a de los derechos de propiedad, los impuestos; y la falta de
inversiones en bienes públicos, recursos humanos e infraestructura. Los poderes
coloniales ofrecían muy pocos bienes públicos, los servicios sociales estaban en manos
de la iglesia, y los de infraestructura en las mano de los consulados del comercio.

Con respecto a la desigualdad como herencia colonial, muestra un claro atraso relativo de
América Latina en relación al Atlántico Norte en términos de desigualdad en derechos
civiles y capital humano, desde la distribución de la riqueza no parecía tan desigual hasta
fines del s XIX

Las reformas promovieron, una expansión y multiplicación territorial, integrando nuevos


actores, diversificando productos y regiones y estatizando instancias antes sometidas a la
gestión corporativa. Como resultado, se fortaleció la capacidad extractiva de la corona. Al
desatarse el ciclo de las guerras europeas, que se transformó en una voracidad fiscal
para el mantenimiento de la guerra, quedando subordinada a ello toda la política colonial.

Las luchas de la independencia

El ciclo de la independencia se extendió por un período de aproximadamente 16 años,


desde 1808 hasta la batalla de Ayacucho en 1824. Las guerras que estuvieron asociadas
a este proceso en America dejaron como saldo una gran destrucción de recursos
humanos y materiales (las muertes y los costos de la guerra).

Sin embargo, en el propio desarrollo de la guerra encontramos ya importantes elementos


de diferenciación: La resistencia imperial fue mayor, y la radicalización republicana e
independentista de las élites fue mucho menor. En esos territorios, la lucha por la
independencia avanzó mucho más lentamente, con contradicciones más fuertes y a la
larga con costos sociales y económicos mucho más marcados. Por el contrario, en las
zonas más periféricas de la estructura colonial, el proceso fue más rápido y expeditivo.
Así es que el Río de la Plata se constituyó en una base bastante sólida de la revolución

El desempeño de las jóvenes repúblicas

En los historiadores todavía es un tema a discutir el desarrollo económico de estas


sociedades, con contradicciones y suposiciones. Algunos suponían un
estancamiento(Halperin) y luego “la Independencia ofreció dos grandes ventajas: el libre
comercio y el acceso a los mercados internacionales de capital , que a largo plazo crearon
oportunidades para el avance económico, pero también acarreó toda una serie de
desventajas” (bulmer) “los altos niveles de violencia, la inestabilidad política, la
balcanización económica y las políticas anti-comerciales, todos esos factores sabotearon
el crecimiento económico y redujeron las capacidades del Estado”(Bates)

Como comparamos? Un elemento importante a tener en cuenta es el de las expectativas


que abrían los procesos de independencia en relación a los potenciales que mostraba la
economía latinoamericana. Y mucho de ello tenía que ver con los logros y limitaciones de
las reformas borbónicas y pombalinas. La América Latina había mostrado tener riquezas
naturales, poblaciones y culturas precolombinas (mayores que américa del norte) y veían
en el Imperio español y luso una barrera importante a su propio desarrollo.

Para la América Latina, entonces, la independencia estaba atada a las ideas de progreso,
por lo tanto el desempeño se lo debe comparar con el de aquellas naciones a las que se
pretendía emular y con America del norte

Población

La dinámica poblacional habla de la capacidad de un territorio de atraer, alimentar y


reproducir más cantidad de gente. Desde este punto de vista, la población de América
Latina creció a un ritmo relativamente importante, del 1,3% anual, entre 1820 y 1870. El
de 1870-1913, el desempeño habría de aumentar al 1,7% anual.

Las regiones que fueron el centro del imperio colonial español se enfrentan a una muy
pobre dinámica demográfica, con tasas de crecimiento inferiores al 1%. Las regiones
tropicales y costeras, (orientadas fuertemente a los cultivos de exportación) prácticamente
duplicaron el ritmo de crecimiento de la población del primer grupo, aunque mostraron
también una tendencia a la desaceleración en 1850—70. En el grupo de las regiones de
nuevo asentamiento son Argentina y Uruguay los que muestran un crecimiento
demográfico mayor (con fuertes diferencias en el interior)

entonces las tendencias poblacionales en la etapa final de la era colonial, como una fuerte
expansión de la economía atlántica y del Caribe, a expensas de las zonas montañosas y
mineras que fueron el centro de la economía colonial

Exportaciones

G1: (Colombia, mexico, peru) ; G2: (Brasil, Cuba y Venezuela) : G3 : (Argentina, chile)

Empecemos por constatar cuáles eran los niveles de las exportaciones per cápita. A lo
largo de todo el período 1830-1870, el Grupo 1 es el que muestra niveles más bajos, a
una distancia importante de los otros dos grupos. El Grupo 3 es el que siempre muestra
los niveles más altos. El Grupo 2 está más cerca del 3 que del 1. Entre 1800 y 1830 el
crecimiento de las exportaciones fue frustrante dadas las expectativas que se tenían con
el libre comercio. Constatamos que las exportaciones crecen a diferentes ritmos el Grupo
3 crecen más que cualquiera del Grupo 2, y todos los del Grupo 2 crecen más que
cualquiera del Grupo 1 (el crecimiento demográfico también siguió ese
orden)Resumiendo, entre 1800 y 1870 el crecimiento de las exportaciones per cápita el
1,3% anual y entre 1830 y 1870, superado el impacto negativo de las guerras de
independencia, el ritmo de crecimiento de las exportaciones per cápita se eleva al 2,2%
anual.

PIB y Producción para el Mercado Interno

Existen importantes diferencias en el PIB per cápita de los diferentes grupos, de manera
similar, a la de las exportaciones per cápita. El Grupo 3 también muestra un desempeño
superior en términos de crecimiento del mercado interno. Sin embargo, hacia 1820 el
Grupo 1 no es el peor en términos de PIB per cápita, sino que su lugar lo ocupan las
economías tropicales predominantemente esclavistas. Hacia 1870, el PIB per cápita de
los países del Grupo 3 más que duplicaba al del Grupo 1; por lo que en 1870 el Grupo 1
quedó en el último lugar, aunque a poca distancia del Grupo 2. (las economías más ricas
son las que crecen más, en términos per cápita y mayor crecimiento de la población) El
crecimiento del grupo 1 esta estancada, el 2 tiene leve mejora y el 3 mejora
considerablemente.

El caso de las economías esclavistas es llamativo: estas economías tienen los mayores
coeficientes de apertura, pero no tienen mayores PIB per cápita ni exportaciones, lo que
demuestra la pequeñez de su mercado interno,el bajo nivel de vida de sus habitantes.

México y Venezuela mostrarían un mejor desempeño hasta aproximadamente 1850 y


luego un notorio deterioro en el caso de México y un estancamiento en Venezuela. Por el
contrario, Brasil, Chile, Cuba, y de manera más moderada Colombia, aceleran el
crecimiento a partir de mediados de siglo.

El caso de Brasil también es uno que combina estancamiento y diversidad regional. Si


bien es cierto que la población crece rápidamente, a casi el 2% anual, en términos per
cápita el desempeño aparece como una experiencia frustrante

Colombia presenta un proceso contracción durante los años de la guerra de


independencia y un estancamiento hasta 1850 signado por el colapso de la producción de
oro del Pacífico Pero este período fue sucedido por una expansión desde mediados de
siglo y hasta comienzos de la década de 1880 basada en una diversificación de las
exportaciones.

Hacia el final de la era colonial, tanto Córdoba como Jujuy y Salta, nudo de la economía
del Potosí, como Buenos Aires, con un desarrollo incipiente basado en la ganadería,
mostraron buenos y relativamente similares desempeños demográficos y económicos.
Ambas regiones luego cambiaron de maneras muy diferentes. Córdoba sufrió el impacto
de la caída de la economía minera del Potosí sobre sus exportaciones de mulas. Por el
contrario, Buenos Aires experimentó una importante expansión de su superficie ganadera,
a la que pobló de ganado con una densidad mucho mayor a la de Córdoba. Por otra parte,
la provincia de Entre Ríos muestra claramente el fuerte impacto que las guerras de
independencia y las guerras civiles tuvieron sobre la producción, aunque después pudo
remontar no alcanzo a buenos aires.

Las enormes disparidades entre estas economías también pueden apreciarse a través de
sus contribuciones a los ingresos fiscales. La Provincia de Buenos Aires respondía por el
82% de la recaudación total, y sumando el Litoral se llega al 93%. Es decir que el otro
40% de la población aportaba solamente un magro 7% de la recaudación fiscal.

En tanto los términos de intercambio mejoraban por la caída de los precios


manufactureros, el comercio exportador e importador floreció, alimentando así cierta
expansión fiscal basada principalmente en la recaudación aduanera.

El debilitamiento de la economía de la plata tuvo un efecto depresivo sobre la producción


de las haciendas orientadas a proveer de insumos a aquél sector, por lo que fue reforzado
por un proteccionismo muy radical. A su vez, las actividades más orientadas a la
exportación de la zona costera sufrieron los problemas de la progresiva disolución del
sistema esclavista en el que estaban basadas

Este proceso también fue acompañado de transformaciones sectoriales: una importante


penetración de comerciantes extranjeros, la expansión de una moderna industria textil, la
renovación tecnológica y organizativa de la industria azucarera. Los conflictos que
aparecieron a partir de mediados de la década de 1850 tuvieron una carácter más
profundo, tanto por su descentralización y difusión en el amplio espacio rural,como por la
profundización de las divisiones político-ideológicas entre el radicalismo liberal y
conservadurismo, el republicanismo y las visiones monárquicas

Existen 2 ejes que veremos a continuación. En el primero las interpretaciones oscilan


entre el énfasis en la continuidad con el viejo orden colonial y en los cambios que, se
fueron produciendo. En el 2do al cual giran las consideraciones de tipo geográfico,
tecnológico y comercial

Las transformaciones institucionales: continuidad y cambio 1ER EJE


Las corrientes neo-institucionalistas entienden que las instituciones establecidas en la
época colonial han mantenido un equilibrio de largo plazo, en el que las élites han
conservado cuotas importantes de poder, reproduciendo desigualdades originales, tanto
en el plano político como económico, obteniendo como resultado una escasa formación
de capital humano y una muy baja propensión a la innovación. Las élites lograron
mantener y reproducir las viejas relaciones jerárquicas económicas, sociales y políticas.
Estos enfoques han puesto un énfasis casi excluyente en las instituciones nacionales,
quitándole trascendencia a las llamadas relaciones de dependencia internacional, por lo
que el fin de la era colonial y el surgimiento de un nuevo orden internacional no habrían
generado quiebres que ameriten un esfuerzo interpretativo.
Con la alusión a la existencia de un nuevo “pacto colonial” , que basa su dominio no
necesariamente en el control político directo, sino en el de las fuerzas económicas,
tecnológicas, financieras y comerciales, a través de las cuáles también ejerce una fuerte
influencia política, como una forma de garantizar la hegemonía comercial británica en la
región y así extraer el excedente de la producción.
América Latina no sólo fue incapaz de colgarse de la revolución Industrial, sino que
tampoco experimentó una revolución agraria como la europea de los siglos anteriores, da
una imagen de estancamiento pero también de cambio, porque se habla de un nuevo
equilibrio
La creación de los nuevos estados, sus constituciones y la fiscalidad
La destrucción del orden colonial dejó a América Latina enfrentada a la necesidad de
construir nuevas unidades estatales a partir de estructuras económicas poco integradas,
con escasez de recursos y con delimitaciones muy poco obvias. A su vez, esos procesos
de conformación de unidades nacionales se desplegaron en medio de involucramientos
internacionales más o menos explícitos. Se trata de un proceso claramente no anticipable
y no sorprendente, ya que la revolución, fue en buena medida el resultado de un vacío de
poder generado por la ocupación francesa de la penísula ibérica. Halperin destaca la
aparición de la violencia como un rasgo de la sociedad independiente, que contrastaba
con la aparentemente segura vida colonial, queda como un desborde militar y como
una garantía de que la expansión democrática tendría sus límites. Puede notarse el
incremento progresivo de los conflictos civiles
Las reformas liberales
Se produce por una parte la sustitución de los viejos sectores comerciales por nuevos
agentes vinculados a las nuevas potencias, entre los que predominaban los ingleses, que
literalmente invadieron las ciudades latinoamericanas y se hicieron del control de los
principales circuitos comerciales. Los sectores terratenientes, se van transformando en la
base del nuevo poder político, se redefinieron los de derechos de propiedad, en los que el
surgimiento de las nuevas élites políticas y militares se entrelazó fuertemente con la
formación del poder terrateniente.
El vínculo entre independencia y revolución social fue poco nítido y en algunos casos en
que lo hubo, su éxito fue revertido, como fue el caso de la revolución artiguista en la
Banda Oriental del río Uruguay. La necesidad de llevar adelante reformas judiciales y de
la ley comercial que sustituyeran los obsoletos códigos coloniales encontró un continente
sumamente desprovisto de personas calificadas para la labor, además de faltos de un
encuadre constitucional general y de experiencia en la labor legislativa parlamentaria. En
medio de disputas político-ideológicas las reformas liberales avanzaron muy lentamente y
puede decirse que culminan siendo un proceso que toma forma recién pasada la mitad
del siglo. El acceso a la tierra pasará cada vez por el acceso al poder político-militar por
lo que el cambio más importante fue el otorgamiento cada vez más activo de títulos de
propiedad sobre tierras públicas, que favoreció a los grandes propietarios. Esta
heterogeneidad generó evidentes dificultades para conformar un verdadero mercado de
tierras. Esto se debió a la falta de legitimidad de los gobiernos, la debilidad de los estados
para mantener sistemas de registro y de control efectivo para hacer cumplir los derechos
de propiedad
La abolición de la esclavitud
Sin despreciar, el peso de factores ideológicos y éticos, el proceso de abolición de la
esclavitud es un proceso de transformaciones de las relaciones sociales en el que el
trabajo libre (asalariado e independiente) tiende a desplazar a la esclavitud por mostrase
económica y socialmente superior. El proceso depende tanto del desarrollo del
capitalismo fuera de América Latina, de la propia expansión de los sectores más
modernos en la economía latinoamericana y también de la importancia que la esclavitud
tenía en las sociedades coloniales. El tráfico de esclavos fue prohibido y se decretó la
libertad de vientres en las primeras décadas posteriores a la Independencia en la gran
mayoría de los países. Estas dos medidas permitían iniciar el desmonte de la esclavitud
pero al mismo tiempo posponer los costos fiscales de las indemnizaciones.
En todos los casos donde la Independencia involucró lucha militar, la abolición fue más
temprana, porque los efectos que tuvo la movilizacion de los esclavos para ambos bandos
en conflicto les dio la promesa de la libertad y por la propia desorganización económica
que dejó la guerra.
Geografía, tecnología y comercio 2 EJE
La geografía, la dotación de recursos, las distancias y las vías de navegación, vinculado a
las tecnologías existentes en cada momento, fueron determinantes muy importantes de
las posibles respuestas económicas de las diferentes regiones latinoamericanas.La
economía del centro colonial estuvo vinculada a la extracción de metales, que dada su
alta relación valor-peso hacían rentable el transporte a través de grandes distancias y
accidentes geográficos.
La globalización en la que se encuadró la conquista de América y la instauración del
régimen colonial, si bien se basó en indudables avances tecnológicos, su carácter fue
más bien geopolítico y estuvo claramente determinado por la conquista y la violencia. La
revolución industrial puso en marcha una sucesión de cambios tecnológicos que habrían
de afectar radicalmente los transportes principalmente en dos planos: la navegación a
vapor(conquistó el transporte fluvial y en mares interno) y el ferrocarril.
Durante las primeras décadas de introducción de la navegación a vapor, su costo aún
relativamente alto las limitaba al transporte de bienes de alta relación valor-peso, como
metales preciosos y otras mercaderías suntuarias, pasajeros y correspondencia. Recién
en la década de 1870 puede decirse que el transporte a vapor había absorbido la totalidad
del tráfico naviero. Con respecto al ferrocarril, se empezó a utilizarlo en el 1830. Su
extensión masiva fue en 1870, donde se conecto de costa a costa y se empezo a utilizar
en paises latinoamericanos.
Es posible sostener que el impacto de la segunda revolución industrial en América Latina,
y en particular en lo que tiene que ver con las tecnologías de transporte y las posibilidades
que le abría para incrementar su participación en la economía mundial, fue sumamente
débil y experimentó un muy marcado retraso en comparación con su difusión en el mundo
industrializado de la época.
la expansión de la frontera podía producirse o bien para generar espacios económicos de
autoconsumo, o bien articulados a otros mercados exportadores, esos sí cercanos a las
costas, o con acceso a mano de obra particularmente barata o productores de bienes de
alto valor-peso. Esto explica con el deterioro de la economía minera y el declive colonial,
la economía de América Latina se vuelca a las costa Atlántica,desde fines del período
colonial.
El rol de la geografía, la dotación de recursos, las posibilidades de comercio y la
tecnología aplicada, no puede ser tratado de manera independiente de los entornos
sociales, políticos e institucionales.

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