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Modelo teórico esfuerzo – deformación para el concreto confinado.

J. B. Mander, M. J. N. Priestley, and R. Park, Fellow, ASCE.


Resumen.

Se desarrolla un modelo de esfuerzo-deformación para concreto sometido a carga de


compresión uniaxial y confinado por refuerzo transversal. La sección de concreto en general
puede contener cualquier tipo de acero de confinamiento: estribos espirales o circulares; o
estribos rectangulares con o sin grapas cruzadas complementarias. Estas grapas cruzadas
pueden o no tener los mismos esfuerzos de confinamiento a lo largo de cada uno de los ejes
transversales. Se utiliza una ecuación única para la ecuación de esfuerzo-deformación. El
modelo permite la carga cíclica e incluye el efecto de la tasa de deformación. La influencia de
varios tipos de confinamiento se tiene en cuenta al definir un esfuerzo de confinamiento lateral
efectivo, que depende de la configuración del refuerzo transversal y longitudinal. Se utiliza un
enfoque de equilibrio de energía para predecir la deformación longitudinal por compresión en el
concreto correspondiente a la primera fractura del refuerzo transversal al igualar la capacidad
de energía de deformación del refuerzo transversal con la energía de deformación almacenada
en el concreto como resultado del confinamiento.
Introducción.

En el diseño sísmico de columnas de edificios y subestructuras de puentes de concreto


reforzado, las regiones de articulaciones plásticas potenciales deben detallarse
cuidadosamente para determinar la ductilidad a fin de garantizar que las sacudidas de grandes
sismos no provoquen el colapso. La ductilidad adecuada de los miembros de marcos de
concreto reforzado también es necesaria para asegurar que pueda ocurrir una distribución de
momentos. La consideración de diseño más importante para la ductilidad en las regiones de las
articulaciones plásticas de las columnas de concreto reforzado es el suministro suficiente del
refuerzo transversal en forma de estribos espirales, circulares o rectangulares de acero, para
confinar el concreto comprimido, para evitar el pandeo de las barras longitudinales, y para evitar
la falla cortante. La falla de anclaje de todos los refuerzos también debe prevenirse.
Las pruebas han demostrado que el confinamiento del concreto mediante arreglos adecuados
de refuerzo transversal da como resultado un aumento significativo tanto en la resistencia como
en la ductilidad del concreto comprimido. En particular, la mejora de la resistencia desde el
confinamiento y la pendiente de la rama descendente de la curva de esfuerzo-deformación del
concreto tienen una influencia considerable en la resistencia a la flexión y la ductilidad de las
columnas de concreto reforzado.
El análisis teórico momento-curvatura para columnas de concreto reforzado, que indica la
resistencia a la flexión y la ductilidad disponibles, se puede realizar siempre que se conozca la
relación esfuerzo-deformación para el concreto y el acero. Los momentos y las curvaturas
asociadas con el aumento de las deformaciones de flexión de la columna pueden calcularse
para diversas cargas axiales de la columna al incrementar la curvatura y satisfacer los requisitos
de compatibilidad de deformación y equilibrio de fuerzas.
El concreto del recubrimiento no estará confinado y eventualmente se volverá ineficaz después
de que se alcance la resistencia a la compresión, pero el núcleo de concreto continuará
soportando esfuerzos a altas deformaciones. Las distribuciones de esfuerzos de compresión
para el núcleo y el concreto de recubrimiento serán las dadas por las relaciones de esfuerzo-
deformación del concreto confinado y no confinado.
El buen confinamiento del núcleo de concreto es esencial para que la columna tenga una
capacidad de rotación plástica razonable para mantener la resistencia a la flexión en curvaturas
altas. En general, cuanto mayor es la carga de compresión axial en la columna, mayor es la
cantidad de refuerzo de confinamiento necesario para lograr un comportamiento dúctil. Esto se
debe a que una carga axial alta significa una gran profundidad del eje neutro, lo que a su vez
significa que la capacidad de flexión de la columna depende más de la contribución de la
distribución del esfuerzo de compresión del concreto.
Claramente, es importante contar con información precisa sobre la curva completa esfuerzo-
deformación del concreto confinado para realizar un análisis momento-curvatura confiable para
evaluar la ductilidad disponible en las columnas con varias configuraciones de refuerzo
transversal. En este artículo, se desarrolla un modelo unificado de esfuerzo-deformación para
el concreto confinado en miembros con secciones circulares o rectangulares, bajo carga estática
o dinámica, ya sea aplicada monótona o cíclicamente. La sección de concreto puede contener
cualquier tipo general de confinamiento, ya sea con estribos espirales, circulares o
rectangulares, con o sin grapas transversales complementarias, que pueden tener o no los
mismos esfuerzos de confinamiento a lo largo de cada uno de los ejes transversales. El modelo
incluye los efectos de la carga cíclica y la tasa de deformación. Los detalles completos del
modelo propuesto se discuten en otra parte (Mander et al. 1984). En un artículo complementario
de Mander et al. (1988), el modelo teórico presentado aquí se compara con los resultados de
un programa experimental de 40 pruebas de compresión axial concéntrica. Este programa
consistió en columnas circulares, cuadradas y rectangulares de concreto reforzado a casi escala
natural, ensayadas a tasas de deformación lenta o rápida (dinámicas), con o sin carga cíclica.
Investigaciones previas acerca del comportamiento y modelado del concreto confinado.
Los primeros investigadores demostraron que la resistencia y la deformación longitudinal
correspondiente a la resistencia del concreto confinado por una presión hidrostática activa de
fluido pueden representarse mediante las siguientes relaciones simples:

𝑓′𝑐𝑐 = 𝑓′𝑐𝑜 + 𝑘1 𝑓𝑙 (1)

𝑓𝑙 (2)
𝜀𝑐𝑐 = 𝜀𝑐𝑜 ∙ (1 + 𝑘2 )
𝑓′𝑐𝑜

Donde f’cc y εcc = se refiere al máximo esfuerzo del concreto y la correspondiente deformación,
respectivamente bajo la presión del fluido lateral fl ; f’co y εco igual a la resistencia del concreto
no confinado y la deformación correspondiente, respectivamente; k1 y k2 igual a los coeficientes
que son funciones de la mezcla de concreto y la presión lateral.
Richart et al. (1928) encontraron que los valores promedio de los coeficientes para las pruebas
que realizaron eran k1=4.1 y k2=5 k1. Además, Balmer (1949) descubrió a partir de sus pruebas
que k1 variaba entre 4.5 y 7.0 con un valor promedio de 5.6, los valores más altos ocurren a las
presiones laterales más bajas. Richart et al. (1929) también descubrieron que la resistencia del
concreto con confinamiento activo de la presión lateral (fluido) era aproximadamente la misma
que para el concreto con presión de confinamiento pasivo de espirales circulares de acero
estrechamente espaciadas que causan una presión lateral equivalente.
Diferentes investigadores, como Mander et al. (1984), Scott et al (1982), Sheikh y Uzumeri
(1980) y Vellenas et al. (1977), han llevado a cabo numerosas pruebas en especímenes de
tamaño casi completo y han demostrado que el confinamiento mejora si (1) El refuerzo
transversal se coloca a un espacio relativamente cercano; (2) se incluyen estribos adicionales
complementarios o grapas cruzadas con varias patas que cruzan la sección; (3) las barras
longitudinales están bien distribuidas alrededor del perímetro; (4) se aumenta el volumen de
refuerzo transversal al volumen del núcleo de concreto o la resistencia de fluencia del refuerzo
transversal; y (5) se usan estribos espirales o circulares en lugar de estribos rectangulares y
grapas cruzadas complementarias. Claramente, es importante poder cuantificar estos efectos
del confinamiento en el comportamiento de esfuerzo-deformación del concreto.
El complejo modelo matemático endocrónico desarrollado por Bazant y Bhat (1976, 1977)
parece ser el único modelo constitutivo que describe la respuesta de esfuerzo-deformación bajo
cargas monótonas, cíclicas y dinámicas de concreto confinado o no confinado con cualquier
estado de esfuerzo multiaxial. Sin embargo, los modelos constitutivos endocrónicos se
desarrollaron utilizando datos basados principalmente en pruebas biaxiales y triaxiales con
confinamiento activo proporcionado por medios mecánicos. Por lo tanto, en este estado de
desarrollo, no se puede permitir racionalmente el confinamiento pasivo a partir de las muchas
configuraciones diferentes de refuerzo transversal que son posibles usando varias formas de
estribos y espaciado.
Las primeras investigaciones sobre el comportamiento del concreto reforzado confinado
generalmente se llevaron a cabo en especímenes cargados concéntricamente a pequeña
escala a tasas de deformación cuasi-estáticas. El modelo de esfuerzo-deformación de Kent y
Park (1971) para concreto confinado por refuerzo transversal rectangular se basó en los
resultados de las pruebas de Roy y Sozen (1964) y otros disponibles en ese momento. Este
primer modelo no tomó en cuenta el aumento de la resistencia del concreto, pero si consideró
el aumento de la ductilidad debido al acero de confinamiento rectangular. Más recientemente,
Scott et al. (1982) y Park et al. (1982) ensayaron especímenes a casi escala natural basadas
en la construcción de columnas reales y modificaron las ecuaciones de esfuerzo-deformación
de Kent y Park (1971) para tener en cuenta la mejora de la resistencia y la ductilidad del concreto
debido al confinamiento y el efecto de la tasa de deformación. Las ecuaciones monótonas
esfuerzo-deformación para concreto confinado por refuerzo transversal de forma rectangular
incluyen las propuestas por Vellenas et al. (1977) y Sheikh y Uzumeri (1980). Park y Leslie
(1977), Desayi et al. Propusieron ecuaciones de esfuerzo-deformación para concreto confinado
por refuerzo en espiral. (1978), Ahmad y Shah (1982, 1985), Dilger et al. (1984) y otros.

La resistencia a la flexión y la ductilidad de las secciones confinadas de concreto reforzado


calculadas usando esas ecuaciones de esfuerzo-deformación muestran diferencias. En
particular, las ecuaciones se agrupan en las aplicables al acero de confinamiento de forma
rectangular y las aplicables al acero de confinamiento de forma circular. Es evidente que se
requiere un enfoque unificado aplicable a todas las configuraciones de refuerzo transversal de
forma circular y rectangular, que incluya los efectos de la carga cíclica y la tasa de deformación.
Enfoque unificado esfuerzo-deformación para el concreto confinado con carga monótona
para tasas bajas de deformación.
La ecuación básica para la carga de compresión monótona.

Mander et al. (1984) han propuesto un enfoque unificado de esfuerzo-deformación para


concreto confinado aplicable a refuerzo transversal de forma circular y rectangular. El modelo
de esfuerzo-deformación se ilustra en la figura 1 y se basa en una ecuación sugerida por
Popovics (1973). Para una tasa de deformación baja (cuasi-estática) y una carga monótona, el
esfuerzo de compresión longitudinal del concreto fc viene dada por
𝑓′𝑐𝑐 𝑥𝑟 (3)
𝑓𝑐 =
𝑟 − 1 + 𝑥𝑟
Donde f’cc se refiere a la resistencia a la compresión de concreto confinado (definido más
adelante).
𝜀𝑐 (4)
𝑥=
𝜀𝑐𝑐
Donde εc = deformación longitudinal del concreto comprimido.

𝑓′𝑐𝑐 (5)
𝜀𝑐𝑐 = 𝜀𝑐𝑜 ∙ [1 + 5 ∙ ( − 1)]
𝑓′𝑐𝑜

Fig. 1 Modelo esfuerzo-deformación de concreto confinado y no confinado propuesto para


carga monótona.
Como lo sugiere Richart et al. (1928), donde f’co y εco se refiere a la resistencia del concreto no
confinado y su correspondiente deformación, respectivamente (generalmente se puede suponer
εco = 0.002) y
𝐸𝑐 (6)
𝑟=
𝐸𝑐 − 𝐸𝑠𝑒𝑐
Donde
(7)
𝐸𝑐 = 5,000 ∙ √𝑓 ′𝑐𝑜 (𝑀𝑃𝑎)
Es el módulo de elasticidad tangente del concreto (1 MPa = 145 psi), y
𝑓′𝑐𝑐 (8)
𝐸𝑠𝑒𝑐 =
𝜀𝑐𝑐
Para definir el comportamiento esfuerzo-deformación para el concreto de recubrimiento (fuera
del núcleo de concreto confinado), la parte de la rama que cae en la región donde se supone εc
> 2εco es una línea recta que llega al esfuerzo cero cuando sucede el desprendimiento por
deformación (Spalling strain), εsp.
Presión lateral efectiva de confinamiento y el coeficiente de efectividad del
confinamiento.

Se adopta un enfoque similar al utilizado por Sheikh y Uzumeri (1980) para determinar la presión
efectiva de confinamiento lateral sobre la sección de concreto. La presión transversal máxima
del acero de confinamiento solo se puede ejercer de manera efectiva en esa parte del núcleo
de concreto donde el esfuerzo de confinamiento se ha desarrollado completamente debido a la
acción de arqueo (arching action). Las figs. 2 y 3 muestran la acción de arqueamiento que se
supone que ocurre entre los niveles de estribos de refuerzo circular y rectangular. Situado a la
mitad entre los niveles del refuerzo transversal, el área de concreto ineficazmente confinado
será más grande y el área del núcleo de concreto confinado eficazmente Ae será más pequeña.
Cuando se usa la relación esfuerzo-deformación, la ecuación. 3, para calcular la resistencia y
la ductilidad de las columnas, se supone por conveniencia que el área del concreto confinado
es el área del concreto dentro de las líneas centrales del estribo o espiral perimetral, Acc. Para
permitir el hecho de que Ae <Acc, se considera que la presión de confinamiento lateral efectiva
es

𝑓′𝑙 = 𝑓𝑙 ∙ 𝑘𝑒 (9)

Donde fl es la presión lateral del refuerzo transversal, se supone que se distribuye


uniformemente sobre la superficie del núcleo de concreto;
𝐴𝑒 ( 10 )
𝑘𝑒 =
𝐴𝑐𝑐
Es igual al coeficiente de efectividad del confinamiento; Ae es el área del núcleo de concreto
confinada efectivamente.
𝐴𝑐𝑐 = 𝐴𝑐 ∙ (1 − 𝜌𝑐𝑐 ) ( 10 )

ρcc es la relación del área de refuerzo longitudinal al área del núcleo de la sección; y Ac se refiere
al área del núcleo de la sección delimitada por las líneas centrales del estribo o espiral
perimetral.
Fig. 2 Núcleo efectivamente confinado por refuerzo de estribo circular.

Efectividad de confinamiento para secciones confinadas por estribos circulares o


espirales.

Si en la Fig. 2 se supone que la acción de arqueamiento ocurre en forma de una parábola de


segundo grado con una pendiente tangente inicial de 45°, el área de un núcleo de concreto
efectivamente confinado a la mitad de entre los niveles de refuerzo transversal es
2 ( 11 )
𝜋 𝑠′ 𝜋 2 𝑠′
𝐴𝑒 = ∙ (𝑑𝑠 − ) = ∙ 𝑑𝑠 ∙ (1 − )
4 2 4 2𝑑𝑠
Donde s’ es el espacio libre vertical entre las barras de los estribos o el espiral. Y ds es el
diámetro del espiral entre centro de barras. También el área del núcleo de concreto es
𝜋 ( 12 )
𝐴𝑐𝑐 = ∙ 𝑑 2 ∙ (1 − 𝜌𝑐𝑐 )
4 𝑠

Por lo tanto, de la ecuación. 10, el coeficiente de efectividad del confinamiento para estribos
circulares es
Fig. 3 Núcleo efectivamente confinado por refuerzo de estribo rectangular.

2 ( 13 )
𝑠′
(1 − 2𝑑 )
𝑠
𝑘𝑒 =
1 − 𝜌𝑐𝑐

Del mismo modo, se puede demostrar que para espirales circulares


𝑠′ ( 14 )
1−
2𝑑𝑠
𝑘𝑒 =
1 − 𝜌𝑐𝑐

La presión de confinamiento lateral se puede encontrar considerando el medio cuerpo confinado


por un estribo espiral o circular. Si la tensión uniforme del estribo desarrollada por el acero
transversal a la fluencia ejerce un esfuerzo lateral uniforme sobre el núcleo de concreto,
entonces el equilibrio de fuerzas requiere que
2𝑓𝑦ℎ 𝐴𝑠𝑝 = 𝑓𝑙 𝑠𝑑𝑠 ( 15 )

Donde fyh = resistencia de fluencia del refuerzo transversal; Asp = área de la barra de refuerzo
transversal; fl = presión de confinamiento lateral sobre el concreto y s = espacio de centro a
centro o inclinación del estribo circular o espiral. Ahora, si ps = relación del volumen de acero
de confinamiento transversal al volumen del núcleo de concreto confinado, entonces
𝐴𝑠 𝜋𝑑𝑠 4𝐴𝑠𝑝 ( 16 )
𝜌𝑠 = 𝜋 2 =
𝑑 𝑠 𝑑𝑠 𝑠
4 𝑠

Sustituyendo la ecuación. 17 en la ecuación. 16 y reordenando da


1 ( 17 )
𝑓𝑙 = ∙𝜌 𝑓
2 𝑠 𝑦ℎ
Por lo tanto, de la ecuación. 9, el esfuerzo de confinamiento lateral efectivo sobre el concreto
es
1 ( 18 )
𝑓′𝑙 = 𝑘𝑒 𝜌𝑠 𝑓𝑦ℎ
2
Donde ke viene dado por las ecuaciones 14 o 15.
Efectividad de confinamiento para secciones de concreto rectangulares confinadas por
estribos rectangulares con o sin grapas.
En la Fig. 3, se supone nuevamente que la acción de arqueo actúa en forma de parábolas de
segundo grado con una pendiente tangente inicial de 45°. El arqueamiento ocurre verticalmente
entre niveles de estribos de barras transversales y horizontalmente entre barras longitudinales.
El área efectivamente confinada del concreto a nivel del estribo se encuentra restando el área
de las parábolas que contienen el concreto ineficazmente confinado. Para una parábola, el área
ineficaz es (wi’)2/6, donde wi’ es la enésima distancia libre entre barras longitudinales
adyacentes (ver Fig. 3). Por lo tanto, el área total plana del núcleo de concreto ineficazmente
confinado al nivel de los estribos cuando hay n barras longitudinales es
𝑛 2 ( 19 )
(𝑤′𝑖 )
𝐴𝑖 = ∑
6
𝑖=1

Al incorporar la influencia de las áreas ineficaces en la elevación (Fig. 3), el área efectiva del
núcleo de concreto confinado en la mitad entre los niveles de estribos del refuerzo transversal
es

Donde bc y dc = dimensiones del núcleo a las líneas centrales del estribo perimetral en las
direcciones x e y, respectivamente, donde bc> dc. Además, el área del núcleo de concreto
encerrada por los estribos perimetrales está dada por la ecuación. 11. Por lo tanto, a partir de
la ecuación 10, el coeficiente de efectividad del confinamiento para estribos rectangulares es

Es posible que los miembros rectangulares de concreto reforzado tengan diferentes cantidades
de acero de confinamiento transversal en las direcciones x e y. Estos pueden expresarse como
Y

Donde Asx y Asy = el área total de barras transversales que se colocan en las direcciones x e y,
respectivamente (ver Fig. 3). El esfuerzo lateral de confinamiento sobre el concreto (fuerza total
de barra transversal dividida por el área vertical del concreto confinado) se da en la dirección x
como

Y en la dirección y como

De la ecuación 9, el esfuerzo lateral de confinamiento efectivo en la dirección X y Y son

Donde ke se da en la ecuación 22.


Resistencia a compresión del concreto confinado, f’cc.

Para determinar la resistencia a la compresión del concreto confinado f'cc, se utiliza un modelo
constitutivo que involucra una superficie de resistencia máxima especificada para esfuerzos
multiaxiales de compresión. Se adopta la superficie de falla multiaxial de "cinco parámetros"
descrita por William y Warnke (1975), ya que proporciona una excelente concordancia con los
datos de una prueba triaxial. Aquí se adopta la superficie de resistencia máxima calculada
basada en las pruebas triaxiales de Schickert y Winkler (1977). Elwi y Murray (1979) dieron
detalles de los cálculos.
La solución general del criterio de falla multiaxial en términos de los dos esfuerzos de
confinamiento lateral se presenta en la Fig. 4. Cuando el núcleo de concreto confinado se coloca
en compresión triaxial con esfuerzos de confinamiento lateral efectivos iguales f’ l de espirales o
estribos circulares, puede ser demostrado que la resistencia a la compresión confinada dada
es:
Donde f'co = resistencia a la compresión del concreto no confinado; y f’t viene dado por la
ecuación 19.

Figura 4 Determinación de resistencia confinada a partir de esfuerzos de confinamiento


laterales para secciones rectangulares.

Como ejemplo numérico, considere una columna con una resistencia no confinada f’co = 30 MPa
(4,350 psi) y esfuerzos confinados dadas por las ecuaciones. 28 y 29 de f’ ly = 2.7 MPa (390 psi)
y f’lx = 5.1 MPa (740 psi). Luego, siguiendo la línea de puntos en la Fig. 4, se encuentra que la
resistencia a la compresión del concreto confinado es f’cc = 1.65 x 30 = 49.5 MPa (7,170 psi).
Carga monótona a la tensión.
Se supone una relación lineal esfuerzo-deformación en tensión hasta la resistencia a la tensión,
siempre que no se haya excedido la resistencia a la tensión. El esfuerzo longitudinal fc viene
dado por

De lo contrario

Donde Ec = módulo de elasticidad tangente del concreto dado por la ecuación 8; εc =


deformación longitudinal del concreto a la tensión; y f't= resistencia a la tensión del concreto.
Relación esfuerzo-deformación para carga cíclica a tasas de deformación lenta

Se supone que la curva monótona de esfuerzo-deformación de carga forma una envolvente


para la respuesta cíclica de esfuerzo-deformación de carga. Es decir, se supone que la curva
monótona es la curva envolvente. Este fue el caso en dos estudios de Sinha et al. -1964 y
Karsan y Jirsa -1969 para pruebas en especímenes de concreto no confinado (simple). Los
resultados de la prueba para concreto confinado por Mander et al. -1984 muestra que esta
suposición también es razonable para especímenes de concreto reforzado.
Rama de descarga

La descarga del concreto puede ocurrir desde la porción de compresión o tensión de la curva
envolvente esfuerzo-deformación de la siguiente manera:
Descarga a Compresión

La figura 5 muestra una curva de esfuerzo-deformación que incluye una rama de descarga. Para
establecer una curva de esfuerzo-deformación reversible a partir de la curva de carga de
compresión dada por la ecuación. 3, se debe determinar una deformación plástica εpl basada
en la coordenada en el punto de inversión (εun / fun) en la descarga. El procedimiento adoptado
aquí es similar al enfoque utilizado por Takiguchi et al. (1976) pero modificado para que sea
adecuado tanto para concreto confinado como no confinado. La deformación plástica εpI se
encuentra en la pendiente de la secante de descarga como se muestra en la figura 5, que a su
vez depende de la deformación εa en la intersección de la tangente inicial y las pendientes de
la secante de descarga plástica. La deformación εa está dada por

Figura 5 Curvas Esfuerzo-Deformación para rama de descarga y determinación de deformación


εpl de la deformación común εa
Takiguchi y et al. (1976) usó a = 0.1175 en la ecuación. 31 para concreto liso. En esta
investigación, se encontró que este valor para el coeficiente “a” no era adecuado tanto para
concreto confinado como no confinado y fue reemplazado por el mayor de

La deformación plástica en la línea secante entre εa y εun viene dada por

Se supone que la curva de descarga que se muestra en la figura 5 se define como una forma
modificada de la ecuación. 3, a saber

En el cual

Y donde Eu = módulo inicial de elasticidad al inicio de la descarga y viene dado por

Donde

Los coeficientes a, b y c en las ecuaciones. 32, 40 y 41 fueron evaluados por prueba y error
para dar el "mejor ajuste" de la relación supuesta esfuerzo-deformación (Ec. 35) a las curvas de
descarga experimental seleccionadas.
Las curvas experimentales utilizadas fueron tomadas de Karson y Jirsa (1969) y Sinha et al.
(1964) para concreto no confinado, y de Mander et al. (1984) para concreto reforzado confinado.

Si la inversión de deformación ocurre desde una rama de recarga en lugar de las curvas
envolventes como se supone, entonces el nivel actual de deformación plástica εpI todavía se
usa.
Descarga a tensión

Moria y Kaku (1975) han investigado el efecto de la precarga en compresión sobre la resistencia
a la tensión del concreto. Con base en los resultados de sus pruebas, el supuesto deterioro en
la resistencia a la tensión debido a los antecedentes de deformación por compresión previa se
idealizó como se muestra en la figura 6.

FIGURA. 6. Supuesto deterioro en la resistencia de tensión del concreto debido a la carga de


compresión anterior.

Al descargar de la rama compresiva, se obtiene la resistencia a la tensión:

Si εpI < εcc entonces ft=0. Así la relación esfuerzo-deformación se vuelve


Donde

Cuando la deformación de tensión en la resistencia de tensión es excedida, es decir, εc > (εt, -


εpl), las grietas se abren y se supone que la resistencia a la tensión del concreto para todas las
cargas posteriores es cero.
Rama de recarga
La figura 7 muestra las curvas de esfuerzo-deformación, incluidas las ramas de descarga y
recarga. Las coordenadas del punto de recarga (εro, fro) pueden ser de la curva de descarga o
del estado agrietado en el que εro = (εpl – εt,) y fro = 0, como se muestra en la Fig. 7. Una relación
esfuerzo-deformación lineal se supone entre εro y εun con una magnitud de esfuerzo actualizado
para tener en cuenta la degradación cíclica. Se supone que la ecuación da el nuevo punto de
esfuerzo (fnew)

Los mismos datos experimentales utilizados para calibrar la ecuación. 46 fueron usados para
las ecuaciones. 32-41.
Se utiliza una curva de transición parabólica entre la relación lineal.

Figura 7. Curvas esfuerzo-deformación para recarga de rama.


Donde

Y la curva monótona de esfuerzo-deformación (Ec. 3) devuelve la coordenada (εre, fre). Se


supone que la deformación de retorno común (εre) viene dada por la siguiente ecuación

Donde Er es obtenido por la ecuación 48


La curva de transición parabólica se describe luego por

Donde

Ere y fre = el módulo tangente del punto de retorno común y el esfuerzo determinado a partir de
la deformación de retorno, εre, utilizando la relación esfuerzo-deformación monótona (Ec. 3),
respectivamente.
Efecto de la tasa de deformación en la relación esfuerzo-deformación.

El concreto exhibe un aumento significativo tanto en la resistencia como en la rigidez cuando se


carga a una velocidad de deformación aumentada. Watstein (1953), Bresler y Bertero (1975),
Scott et al., Han informado datos experimentales sobre las propiedades del concreto sometido
a altas tasas de deformación. (1982), Ahmad y Shah (1985), Dilger et al. (1984) y otros.
Las relaciones esfuerzo-deformación dadas por las ecuaciones. 3-52 se han escrito para tasas
de deformación lentas (cuasi-estáticas). Sin embargo, estas ecuaciones también se aplicarán
al concreto cargado a altas tasas de deformación, siempre que los parámetros de control f´co,
Ec y Eco del concreto no confinado se modifiquen para aplicar la tasa de deformación relevante
εc.
Las relaciones para la dependencia de la velocidad de deformación de estos parámetros,
establecidas por Mander et al. (1984) de los resultados experimentales, son los siguientes.
Resistencia dinámica

Donde f'co = la resistencia a la compresión cuasi-estática del concreto y


Donde εc = tasa de deformación en s-1; y f´co está en MPa (1 MPa = 145 psi). El factor de
aumento dinámico Df se encontró por análisis de regresión de los resultados experimentales de
Watstein (1953) en especímenes de concreto simple de diferentes resistencias. La figura 8
muestra una gráfica de la ecuación 54 en comparación con los resultados experimentales para
dos resistencias de concreto. Los datos limitados sobre grandes especímenes de concreto
probados por los escritores proporcionaron un buen acuerdo.

Figura 8. Factores de aumento dinámico Df para permitir efectos de la tasa de deformación en


la resistencia.
Rigidez dinámica

Donde Ec= módulo de elasticidad cuasi-elástico; y


Donde εc= tasa de deformación en s-1; y f´co = la resistencia a la compresión cuasi-estática del
concreto en MPa (1 MPa = 145 psi). El factor de aumento dinámico D E se encontró por análisis
de regresión de los resultados experimentales de Watstein (1953). La figura 9 muestra una
gráfica de la ecuación. 56 en comparación con los resultados para dos resistencias de concreto.

Figura 9 Factores de aumento dinámico DE para permitir efectos de la tasa de deformación


sobre la rigidez.
Deformación dinámica en el esfuerzo máximo (pico)

Donde εco = deformación cuasi-estática en el esfuerzo máximo; y

Los resultados de los experimentos de varios investigadores parecen no mostrar consenso


sobre el valor de la deformación en el esfuerzo pico para altas tasas de deformación. La
ecuación 58 se derivó suponiendo que el trabajo realizado sobre el concreto para lograr su
resistencia es constante, independientemente de la tasa de deformación. Generalmente se
obtiene un buen acuerdo con la mayoría de los resultados observados.
La figura 10 muestra los resultados típicos obtenidos de la aplicación de las ecuaciones. 53-58
para predecir la curva de esfuerzo-deformación del concreto a velocidades de deformación altas
y bajas.
Se verá que un aumento en la velocidad de deformación da como resultado un aumento en la
resistencia f’cc y la rigidez inicial Ec, y una disminución de la deformación en el esfuerzo pico
εcc. También hay un aumento en la inclinación de la curva descendente de la rama, de modo
que la curva dinámica se aproxima a la curva cuasiestática a altas tensiones.
Figura 10. Efecto de la tasa de deformación sobre la relación esfuerzo-deformación monótona
para el concreto.
Como un ejemplo de la influencia de las ecuaciones. 53-58, considere concreto de resistencia
no confinada f'co = 30 MPa (4,350 psi) probado a una tasa de deformación de 1% / seg. Las
ecuaciones 53 y 54 predicen un aumento de la fuerza del 27%, las ecuaciones 55 y 56 predicen
un aumento de rigidez inicial también del 27%, y las Ecuaciones 57 y 58 predicen una reducción
de la deformación en el esfuerzo pico del 13%.
Deformación última del concreto a compresión
Para calcular la capacidad de rotación máxima disponible en una articulación plástica en un
miembro de flexión de concreto reforzado, es necesario poder predecir la deformación de
compresión última del concreto εcu. El trabajo experimental inicial sobre la deformabilidad del
concreto comprimido en miembros de concreto reforzado por varios investigadores resultó en
el desarrollo de varias ecuaciones empíricas para εcu. Un resumen de algunas de esas
ecuaciones iniciales para εcu se da en Park y Paulay (1975).
Recientemente Scott et al. (1982) han propuesto que la deformación por compresión del
concreto ultima se defina como la deformación longitudinal en la que se produce la primera
fractura del estribo, ya que esa deformación puede considerarse como el final de la región útil
de la curva de esfuerzo-deformación para el núcleo de concreto confinado. Después de la
fractura del primer estribo, hay una caída repentina en la capacidad de carga de compresión del
núcleo de concreto debido a la reducción del confinamiento, y también hay una pérdida de
restricción de pandeo para las barras longitudinales comprimidas.
Posteriormente, Mander et al. (1984) propuso un método racional para predecir la deformación
de compresión longitudinal del concreto en la primera fractura del estribo basada en un enfoque
de equilibrio de energía.
En este enfoque, se considera que la ductilidad adicional disponible cuando los miembros de
concreto están confinados se debe a la energía almacenada en el refuerzo transversal.
Considere las curvas de esfuerzo-deformación para el concreto no confinado y confinado que
se muestran en la Fig. 1. El área debajo de cada curva representa la energía de deformación
total por unidad de volumen requerida para "fallar" el concreto.
El aumento de la energía de deformación en caso de fallo resultante del confinamiento (que se
muestra sombreado en la figura 1 solo puede ser proporcionado por la capacidad de energía de
deformación del refuerzo de confinamiento a medida que fluye en tensión. Al igualar la
capacidad de energía de deformación máxima del refuerzo de confinamiento por unidad de
volumen de núcleo de concreto (Ush) con la diferencia en el área entre las curvas de esfuerzo-
deformación de concreto confinada (Ucc) y no confinada (Uco), más energía adicional requerida
para mantener la fluencia en el acero longitudinal en compresión (Usc), se puede calcular la
deformación longitudinal del concreto a compresión correspondiente a la fractura del estribo.
Así

Sustituyendo en ecuación 59 obtenemos

Donde ps = relación del volumen de refuerzo transversal al volumen del núcleo de concreto; Acc
= área del núcleo de concreto, fs, y εs = esfuerzo y deformación en el refuerzo transversal; εsf =
deformación por fractura del refuerzo transversal; fc y εc = esfuerzo y deformación a compresión
longitudinal del concreto; εcu = deformación de compresión longitudinal ultima del concreto; pcc
= relación del volumen del refuerzo longitudinal al volumen del núcleo de concreto, fsl = esfuerzo
en el refuerzo longitudinal; y εsp = deformación por desprendimiento de concreto no confinado.
En el primer término en el lado izquierdo de la ecuación. 60, la expresión

Es el área total bajo la curva de esfuerzo-deformación para el refuerzo transversal hasta la


deformación por fractura εsf . Los resultados de las pruebas realizadas por Mander et al. (1984)
en Nueva Zelanda en el refuerzo de grado 275 (fy> 40 ksi) y grado 380 (fy y 55 ksi) de varios
diámetros de barra indica que Usf es efectivamente independiente del tamaño de barra o límite
elástico, y puede tomarse (dentro de ± 10 %) como

Para este acero dispuesto entre 0.24 y 0.29.


Para el último término en el lado derecho de la ecuación. 60, se requiere el área bajo la curva
de esfuerzo-deformación para concreto no confinado.
De los análisis de los datos medidos de un rango de especímenes de concreto simple se
encontró que el área bajo la curva de esfuerzo-deformación para el concreto no confinado puede
aproximarse como
Donde f'co = resistencia a la compresión cuasiestática del concreto en MPa (1 MPa = 145 psi).
Así, la ecuación 61 se simplifica a

Con un conocimiento de f´c de la ecuación. 3 y fsl en función de la deformación longitudinal, la


deformación por compresión longitudinal del concreto εcu, en la etapa de la primera fractura del
refuerzo transversal puede resolverse numéricamente utilizando la ecuación. 64)
CONCLUSIONES

El desarrollo del modelo analítico de esfuerzo-deformación para concreto confinado lleva a las
siguientes conclusiones:
1. Los miembros de concreto reforzado con fuerzas de compresión axial pueden confinarse
usando acero transversal para mejorar la resistencia y la ductilidad del miembro. Para una
configuración de refuerzo transversal particular, los esfuerzos de confinamiento efectivos f'lx y
f'ly en las direcciones “x” y “y” se pueden calcular a partir del refuerzo transversal y un coeficiente
de confinamiento efectivo ke que define el área del núcleo de concreto efectivamente confinado
teniendo en cuenta la Acción de arqueo que ocurre entre los estribos transversales y entre las
barras longitudinales.
2. Un criterio de resistencia máxima de "cinco parámetros" utiliza los esfuerzos de confinamiento
efectivos para determinar la resistencia confinada del concreto f’cc en el área de resistencia
ultima. Se supone que el aumento de la deformación a la resistencia última εCC es
aproximadamente cinco veces el aumento de la resistencia.
3. La forma de la curva de esfuerzo-deformación para el concreto confinado se puede expresar
en términos de una relación uniaxial simple sugerida por Popovics y solo requiere tres
parámetros de control (f'cc, εCC y Ec). Las curvas de descarga y recarga se pueden desarrollar
para una respuesta de carga cíclica.
4. Se puede incorporar un margen para la respuesta dinámica en el modelado de esfuerzo-
deformación modificando los parámetros concretos cuasiestáticos (f’cc, εCC, Ec) mediante
factores de aumento dinámico que se utilizan posteriormente en el modelo de esfuerzo-
deformación.
5. La deformación ultima por compresión del concreto de una sección, definida como la
deformación en la que se produce la fractura del primer estribo, puede determinarse trazando
el trabajo realizado sobre el concreto confinado y el acero longitudinal cuando se deforma en
compresión. En este enfoque de equilibrio de energía, cuando el trabajo realizado excede la
energía de deformación disponible del acero transversal, se produce la fractura del estribo y se
puede considerar que la sección ha alcanzado su deformación final.
6. La utilidad del modelo presentado en este documento será evidente cuando se compara con
el comportamiento observado de miembros de concreto de refuerzo confinado bajo carga cíclica
dinámica. Dichos estudios se informan en un documento complementario (Mander et al. 1988).

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