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SÍNDROME COMPARTIMENTAL

DEFINICÓN
Es un cuadro de gravedad extrema que aparece cuando la presión existente en el interior de un
espacio fascial cerrado aumenta lo suficiente como para ocluir el flujo sanguíneo capilar, con
isquemia de los músculos y nervios contenidos en el compartimiento.

Aponeurosis: es una formación fibrosa propia del extremo de un músculo donde se forma un tendón
expandido. Puede constituir una membrana que recubre a otro músculo o formar un tendón ancho
y aplanado.

Fascia: es una formación fibrosa que cubre o rodea a estructuras anatómicas, entre ellas a músculos,
formándoles una vaina o separándolos en capas o en grupos.

Se describen 2 tipos de síndrome compartimental: el agudo y el crónico, el primero relacionado a


un trauma de alta energía o la presencia de un periodo prolongado de isquemia y a su consiguiente
revascularización, representando un riesgo inminente para la extremidad o incluso para la vida.

El crónico es el aumento transitorio de la presión intracompartimental como consecuencia de


movimientos repetidos o ejercicios físicos. Se da fundamentalmente en el miembro inferior. Se
caracteriza por dolores tipo calambre que aparecen durante el ejercicio físico y ceden con el reposo.

ETIOLOGÍA
Las causas del síndrome compartimental agudo podemos englobarlas en dos grandes grupos:
1. Las que provocan una disminución del compartimiento:
 Vendaje o yeso compresivo.
 Quemaduras y congelaciones
 Cierre incorrecto de celdas aponeuróticas, es decir con excesiva tensión.
 Aplastamiento.
2. Las que provocan un aumento del contenido del compartimiento:
 Acumulación de edema (lesión arterial, trombosis o embolia arterial, cirugía
vascular, ingesta de ergotamina, quemaduras, mordedura de serpiente).
 Acumulación de hematoma (alteraciones de la coagulación, tratamiento
anticoagulante, lesiones vasculares).
 Hemorragias intracompartimental (fracturas, osteotomías).

FISIOPATOLOGÍA
La causa responsable de la lesión inicial produce espasmo, lesión o una oclusión arterial que provoca
isquemia muscular y nerviosa. La isquemia muscular determina la liberación de histamina con el
consiguiente aumento de la permeabilidad capilar, lo que a su vez incrementa el edema
intramuscular y en consecuencia la presión intracompartimental. Los receptores de presión
intramusculares aumentan el vasoespasmo reflejo y el círculo vicioso comienza a cerrarse con mayor
compresión venosa, linfática y capilar.

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