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Xama 15-18.

2002-2005: 333-350
Mendoza, Argentina
ISSN 0327-1250

IDENTIFICACIÓN Y FUNCIÓN DE LAS


EDIFICACIONES INCA: EL CASO DE LOS
ACLLAWASI DE LA SIERRA DE PIURA

CÉSAR W. ASTUHUAMÁN GONZÁLES *

RESUMEN

Utilizando un método que permite abordar arqueológicamente los datos contenidos en las
crónicas. con la finalidad de identificar las edificaciones descritas en ellas y su función,
tratamos de caracterizar una de las edificaciones Inca presentes en sus capitales provinciales de
la Sierra de Piura, norte de Perú: el acllawasi. Según los cronistas las acllas estaban dedicadas
casi exclusivamente a hilar, tejer, cocinar y preparar chicha; destacaban por su belleza y
conocimientos del mundo Inca. Nuestras investigaciones reportan que existían dos tipos de
acllawasi en las capitales provinciales, uno asociado al templo al sol y otro de carácter produc-
tivo, en ambos se desarrollaba el culto estatal en las provincias. Se describen las principales
características de su arquitectura y del material cerámico asociado. Estos edificios albergaban a
una de las instituciones y especialistas más importantes que conformaban el Estado Inca, y
cumplían diversas actividades a su servicio, proporcionaban centros de producción de tejidos,
chicha y comida para los banquetes, y una despensa de mujeres jóvenes destinadas a las
ceremonias religiosas y alianzas matrimoniales.

ABSTRACT

This research intends to explore the nature of Inca institutions in Piura highland provinces
through an interdisciplinary study of archaeological evidence and ethnohistoric documentation
and analysis. Each Inca province was managed from a capital - a planned urban center imposed
by Incapower- where the state administratives buildings were built and specialist performed
many administratives and ceremonial duties on behalf of the state, a important institution were
the acllas who lived in the acllawasi. We examine the material culture from two type s of
acllawasi in three provincial capitals and suggest many functions for them, such as productive,
religious and ceremonial, it also pro vides a valuable comparative sample which can be
compared with similar material from other provinces of Tawantinsuyu. This research will
contribute to our broader understanding of institutions that formed the Inca State.

* Arqueólogo. Cátedra de Arqueología e Historia Inca. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. astuhuaman@hotmail.com
334 C. W. ASTUHUAMÁN G.

A las acllas profanadas por el dolor y redimidas por el amor político como una forma de implantar la institución
de las acllacuna con sus patrones de vida, como
INTRODUCCIÓN parte de la política imperial, logrando de este modo
contar con centros de producción de tejidos y chi-
A l producirse la invasión europea, el Imperio
Inca abarcaba gran parte de las actuales repúbli-
cha. Estos acllawasi, que obedecían a una jerarquía,
se construyeron en los siguientes tipos de
cas de Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile. Para
asentamientos Inca:
administrar y manejar los recursos de tan extensos
territorios necesitaron de una magnífica infraestruc-
a) El Cusco, capital del Estado Inca, representa
tura estatal y de eficientes administradores, aquella
el nivel 1 de la jerarquía.
era constituida por el sistema vial y las edificaciones
b) Las capitales provinciales, clasificadas de
asociadas a éste. En los principales asentamientos
acuerdo a la información etnohistórica en:
Inca residían los especialistas del Estado Inca, agru-
b.l) Los "Otros Cusco", eran semejantes al
pados en instituciones, que constituían una de las
Cusco física o simbólicamente, por ejemplo
organizaciones fundamentales del Estado, una de
Tomebamba e Inkawasi. Representan el nivel 2 de
ellas estaba conformada por las acllas. la jerarquía.
b.2) Las "Cabeceras de Provincia", suerte de
La Casa de las Escogidas era un edificio principales capitales provinciales, tales como:
que albergaba a las mamaconas y acllas o escogi- Vilcas, Xauxa, Bombom, Caxamalca, Tomebamba,
das del Estado Inca para desempeñar importantes Latacunga, Quito, Carangui, entre otras según Cieza
actividades al servicio del Imperio. Las acllas esta- ([1553] 1977: 75). Representan el nivel 3 de la
ban dedicadas casi exclusivamente a hilar, tejer, jerarquía.
cocinar y preparar chicha; no debían tener contacto b.3) El resto de capitales provinciales, mencio-
con los hombres, destacaban por su belleza y nadas o no en las crónicas, por ejemplo Mitupampa
conocimientos del mundo Inca. Los cronistas que y Aypate ubicadas en la sierra piurana. Representan
vieron o escucharon los relatos de sus compañeros el nivel 4 de la jerarquía.
compararon el edificio donde vivían las acllas con
un convento, el referente europeo más próximo a
Algunas edificaciones Inca y sus funciones han
ellos, y a sus ocupantes con monjas o abadesas.
sido identificadas en las capitales provinciales, tales
Las referencias que tenemos de dicho edificio son
como kallanka, ushnu, plaza, depósitos y otros.
proporcionadas principalmente por las crónicas,
Gracias a las investigaciones de Zuidema (1968),
pero creemos que es posible identificar el acllawasi
Gasparini y Margolies (1977), Morris (1971, 1999),
en las capitales de los Wamani de la actual Sierra
Kendall (1985), Hyslop (1990), entre otros. Consi-
de Piura y describir las principales características
deramos que es posible comparar los asentamientos
de su arquitectura y la cultura material asociada.
Inca que corresponden al mismo tipo y nivel jerár-
Alberti (1985:557) considera que las acllas
quico y utilizando un método adecuado identificar
conformaban una institución porque:
las edificaciones Inca cuyos ocupantes desempe-
ñaron una función recurrente en las capitales pro-
-Se regían por una serie de normas internas, que
vinciales.
organizaban un tipo de vida y actividad laboral
concreta.
-La transgresión de las normas era sancionada MÉTODO PARA IDENTIFICAR
duramente. UN ACLLAWASI
-Obedecían a directrices que marcaban su iden-
tidad y función dentro del Estado Inca.
-Dependían del Estado para subsistir y renovarse. Nuestro problema radica en que si la Arqueolo-
- Conformaban una red de acllawasi que crecía gía es una disciplina madura e independiente debe-
conforme el Estado Inca expandía sus fronteras. ríamos ser capaces de identificar las edificaciones
Inca, como un acllawasi, solamente a partir de
Los principales acllawasi del Tawantinsuyu se las evidencias arqueológicas y los métodos de la
encontraban en el Cusco, a semejanza de este Arqueología, sin recurrir a la información etno-
edificio se construyeron muchos otros en todo el histórica, pero ¿es esto posible? y ¿debe ser así?
Imperio, pero ya con un fin de tipo económico y
Primero no es posible, pues para reconocer lo
Identificación y función de las edificaciones Inca: el caso de los Acllawasi de la Sierra de Piura 335

que estamos buscando (un acllawasi) debemos palacios. De estos dos grupos de edificaciones
tener un referente comparativo, un acllawasi pro- elegiremos el primero, específicamente el
totipo (en este caso el del Cusco), y sólo lo cono- acllawasi, y de las cuatro capitales provinciales de
cemos a partir de la información proporcionada por la Sierra de Piura, elegimos a Caxas por ser una de
las crónicas pues sus evidencias materiales se ha- las pocas que permite contrastar diversas fuentes
llan cubiertas por el Convento de Santa Catalina y históricas: crónicas, viajeros, monografías re-
por otros edificios. gionales, investigaciones arqueológicas, entre otras.
Las crónicas nos transmiten el testimonio de
Segundo no creemos que sólo a partir de la quienes estuvieron en Caxas, las otras fuentes
Arqueología podamos identificar un acllawasi, es escritas nos informan de las edificaciones actual-
necesario realizarlo mediante una investigación mente desaparecidas y proporcionan su punto de
interdisciplinaria. La información etnohistórica vista acerca de la función que éstas pudieron haber
debe servirnos para elaborar hipótesis de trabajo, desempeñado. Pero es la Arqueología la ciencia
pues todos los arqueólogos hemos leído crónicas y histórica que puede proporcionar, en este caso, las
planteamos conjeturas a partir de ellas, pero no mejores evidencias que permitan contrastar la
para confirmar con las investigaciones arqueoló- información de las crónicas de los soldados espa-
ñoles.
gicas lo descrito en las crónicas, de lo contrario
iríamos al campo convencidos de lo escrito en las
crónicas y no tendría sentido realiza r la investiga- b) Prospección en una región y tipología de
ción arqueológica. asentamientos: Entre 1994 y 1995 se realizó una
prospección sistemática de la sierra piurana con la
finalidad de elaborar la tesis de licenciatura, reali-
A continuación planteamos un método para
zándose un registro sistemático de las evidencias
tratar dé abordar arqueológicamente los datos con-
arquitectónicas de las edificaciones que integran las
tenidos en las crónicas que nos permitan identificar
capitales provinciales y los planos de las mismas a
las edificaciones descritas en ellas y su función.
escala 1: 2000. En el mes de junio de 1999
a) El área de investigación y la muestra: Del recorrimos el Camino Inca entre el sur del Ecuador
universo de 82 provincias o Wamani, jurisdicciones y el norte de Cajamarca, participando en el proyec-
territoriales del Estado Inca, reportadas por la to La Gran Ruta Inca, que dirigió Ricardo Espinosa.
información etnohistórica para el área correspon- En el mes de agosto de 2000, y a comienzos de
diente al actual Perú (Rowe 1946: 186-192), fueron 2003 nuevamente recorrimos la Sierra de Piura, en
por lo menos cinco los Wamani que los Inca orga- estas dos últimas incursiones pudimos completar,
nizaron en la entonces Selva Alta de Piura, cada corregir o ampliar los planos elaborados entre 1994
cual con su respectiva "capital", de estas cinco y 1995.
capitales una de ellas (Huancabamba) se encuentra La prospección arqueológica en la Sierra de Piura
debajo de la actual ciudad y otra (Calvas) en actual permitió identificar los siguientes tipos de capitales
territorio ecuatoriano. De este modo nuestra provinciales:
muestra es de cuatro capitales provinciales, equi-
valente al 5 % del total de provincias, pues de - "Otros Cusco": Caxas, correspondiente al nivel 2
Huancabamba se conserva la traza del templo del de la jerarquía.
sol y la plaza pero no del acllawasi. Las evidencias - "Cabecera de Provincia": Huancabamba, corres-
de estos asentamientos han sido reportadas prin- pondiente al nivel 3 de la jerarquía.
cipalmente por Mena (1968 [1534]), Xerez (1968 Otras capitales provinciales no mencionadas en
[1534]), Cieza de León (1973 [1550]), las crónicas: Mitupampa y Aypate, representan el
vonHumboldt (1991 [1802]), Polia (1973, 1995), nivel 4 de la jerarquía.
Hocquenghem (1989, 1998) y Astuhuamán (1998,
1999, 2000). c) Contrastación de registros y elección de un
sector de Caxas: A continuación transcribimos,
Para la sierra piurana las edificaciones Inca re- analizamos y contrastamos los registros de los cro-
portadas en las crónicas son: portazgo, acllawasi, nistas, viajeros y exploradores que observaron el
plaza, templo del sol y depósitos. Las edificaciones edificio en mejores condiciones de conservación
que las investigaciones arqueológicas han repor- que nosotros, con la finalidad de identificar qué
tado y que no son mencionadas por los soldados edificio o conjunto de edificios conformaban el
cronistas son: kallanka, usnhu, fuentes o baños y acllawasi.
336 C. W. ASTUHUAMÁN G.

El impresionante asentamiento Inca de Caxas y tejiendo ropa para la hueste de Atabalipa,


se extiende en ambas márgenes del río Rey Inca, sin tener varones, más de los porteros que
ocupando un área de más de dos kilómetros cua- las guardaban , y que a la entrada del pue-
drados (Ver Figura 1), la margen derecha pertenece blo habían ciertos indios ahorcados de los
a la comunidad de Caxas y la otra a la comunidad pies; y supo deste principal que Atabalipa
de La Quinua, ambas pertenecen políticamente a la los mandó matar porque uno de ellos entró
provincia de Huancabamba. Las evidencias arqui- en la casa de las mujeres a dormir con una;
tectónicas se distribuyen altitudinalmente entre los al cual, y a todos los porteros que
2725 y 2850 msnm. consintieron, ahorcó.»

También Xerez redacta en tercera persona, es-


En el caso de los soldados cronistas, ellos re-
cribe " y supo" en vez de "supimos". Tampoco él
gistraron las edificaciones y sus ocupantes aún en
estuvo en Caxas. Diego de Trujillo (1968 [1571]),
funcionamiento. Cristóbal de Mena (1968 [1534])
quien en su vejez escribió su "Relación del Descu-
escribe "La Conquista del Perú llamada la Nueva
brimiento del Reyno del Perú", recuerda así la in-
Castilla", que es el primer documento que presenta
cursión en la que acompañó a Soto:
información acerca de Caxas:

«Cajas, de grandes edificios, y en el esta-


«Llegaron al pueblo que era grande: y en ba un capitán de Atavalipa con más de
unas casas muy altas hallaron mucho mayz: 2.000 indios de guerra, y avia en aquel
y calzado, otras estaban llenas de lana y pueblo tres casas de mujeres recogidas que
mas de quinientas mujeres que no hazian llamaban mamaconas y como entramos, y
otra cosa sino ropas y vino de may: para la sacaron las mujeres de la plaza, que heran
gente de guerra: en aquellas casas havia más de quinientas, y el capitán dió muchas
mucho de aquel vino... El cacique se holgo de ellas a los españoles... »
mucho: y luego abrio una casa de aquellas
que estaba cerrada y puesta guarda por Algunas coincidencias entre las descripciones de
Atabalipa: y saco della quatro o cinco los cronistas soldados, acerca del edificio que
mugeres y diolas al capitan (Hemando de analizamos y sus ocupantes, son: era un edificio
Soto), para que sirviesen a los christianos grande, las mujeres que vivían allí estaban encerra-
en guisar de comer por los caminos,...» das. Afirmado por dos cronistas: elaboraban texti-
les (Mena y Xerez), los españoles sacaron mujeres
Mena regresó a España descontento luego del del edificio (Trujillo y Mena), eran más de
reparto del rescate de Atahualpa en Cajamarca y quinientas mujeres (Mena y Trujillo), el edificio
escribe su crónica denunciando algunos hechos. En tenía guardianes (Mena y Xerez). Afirmado por
su relato apreciamos que redacta en tercera per- sólo un cronista: las mujeres elaboraban chicha
sona, utiliza "llegaron" en lugar de "llegamos", (Mena), sabían cocinar (Mena), era una sola casa
concluimos que él no estuvo en Caxas y que la (Xerez), eran tres casas (Trujillo), Atahualpa castigó
información acerca de ésta le fue proporcionada por a quienes durmieron con las mujeres (Xerez), las
los hombres de Soto. mujeres eran llamadas mamaconas (Trujillo).

Francisco de Xerez, quien era secretario de Otras descripciones posteriores, que parecen
Pizarro, escribe su " Verdadera Relación de la Con- referirse al mismo edificio descrito por los cronistas,
quista del Perú y Provincia de Cuzco llamada la son las siguientes:
Nueva Castilla", una crónica oficial de la conquista,
por ello califica su versión de "verdadera" y Von Humboldt (1991 [1802]: 21), quien propor-
cuestiona algunas informaciones proporcionadas ciona un plano del sector, escribe en su diario de
por Mena. Xerez ([1534] 1968:211) relata que: campo:

«El pueblo de Caxas está en un valle pe- «A la izquierda del río se ve un barrio de
queño entre unas sierras... se halla en una ciudad, donde se reconoce muy bien la
aquel pueblo de Caxas una casa grande, distribución de las calles y las casas. Yo lo
fuerte y cercada de tapias, con sus puertas, he copiado de un dibujo del ciudadano
en la cual estaban muchas mujeres hilando Bonpland. Se reconoce a lo largo del río
Identificación y función de las edificaciones Inca: el caso de los Acllawasi de la Sierra de Piura 337

Figura 1: Plano de Caxas. Elaborado por César Astuhuamán

una muralla con una zanja y dos entradas pequeños cuadrados que ocupan las es-
que corresponden a las calles principales. quinas, de manera que todo forma 96 + 8 =
Las casas están distribuidas en 8 cuadra- 104 casas, colocadas sobre la pendiente de
dos, que están separados por cuatro calles una colina...»
cruzadas y que encajan un gran edificio
que habría sido el del soberano. Cada cua- Algunas precisiones y comparaciones son da-
drado está constituido de 12 pequeñas das a conocer por von Humboldt, en un trabajo
casas simétricamente colocadas, pero cada posterior:
una de las cuales no parece haber sido sino
un solo departamento... El gran edificio del «La ciudad de que tratamos [Caxas] es-
medio tiene dimensiones más extendidas y tuvo, al parecer, emplazada en la pendiente
piedras mejor talladas. Se distingue allí 4 de una colina a márgenes de un riachue-
grandes casas oblongas, separadas por 4 lo, separada aquella de es te por una pared
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con dos aberturas correspondientes a las Nuestras prospecciones arqueológicas, que


dos calles más principales. y que como las permitieron además elaborar un plano de Caxas, des-
demás se cortan en ángulo recto; forman- criben el sector en cuestión de la siguiente manera: se
do ocho cuarteles, cuyas casas son (de) ubica en la pendiente del cerro Achupalla, dando
pórfido y doce el número que corresponde frente al Camino Inca y a una gran explanada,
a cada uno de ellos, o sea noventa y seis encontrándose en la margen izquierda del río Rey
en la parte de la ciudad a que nos referi- Inca. Se trata del sector más grande de Caxas y está
mos. Mejor que casas deben llamarse ha- conformado por 10 unidades arquitectónicas. El
bitaciones, pues la primera de estas voces sector está cercado, casi totalmente, por pircas con-
supone ya idea de muchas piezas que formadas por rocas extraídas de los recintos, esta
comunican entre si y se hallan en un situación se precipitó a partir de 1987 cuando los
mismo recinto, cuando las viviendas de herederos del antiguo propietario parcelaron las tie-
Chulucanas no tienen más que una, a se- rras de esa manera. En las unidades 1, 2, 3, 4, 5 y 6,
mejanza de Herculano.» (von Humboldt los recintos se disponen alrededor de un patio, for-
1968 [1802]: 250-251). mando canchas típicamente Inca, cada una es cer-
cada por un muro perimétrico de planta cuadran-
El R. P. Antzberger (citado en Ramírez gular. Los recintos de la Unidad 7 están adosados
1966: 28) describe lo siguiente: unos a otros, ésta es alargada. Las unidades 8, 9 y
10 están formadas por recintos alargados de casi
«...a la izquierda [del riachuelo], el ca-
90m., se trata de kallankas que dan frente a la
mino atravesaba la ciudad a cuya entrada
plaza rectangular.
se encuentran aún las ruinas de un edifi-
cio al parecer cuartel que podía contener
Las canchas forman dos grupos de tres unida-
numerosa guarnición. El cuartel se com-
des, están dispuestas una detrás de la otra; la Unidad
pone de trentiséis grandes aposentos o sa-
7 es paralela a este ordenamiento, constituyendo un
las, divididos regularmente en tres
tercer grupo. Entre es tas tres hileras existe una
hileras, comprendiendo cada una doce
distancia irregular de separación, que define dos
aposentos iguales y separados unos de
pasadizos alargados que parecen iniciarse en las
otros por pared de piedra.»
aberturas entre las unidades 8, 9 y 10. En el Cuadro
1 se expresan las dimensiones del sector descrito.
Pocos años después Polia estuvo en este sector,
alcanzando a referir lo siguiente: Se emplearon rocas semicanteadas, de tamaño
mediano, en la base de los recintos, de hasta un
«Al otro lado de la quebrada, en la metro de largo, con la parte labrada hacia el suelo.
parte superior de una loma y al frente de la pi- En la parte media de los muros se emplearon rocas
rámide, hemos visitado un vasto complejo de de tamaño pequeño, de hasta 0.50 m. de largo, se
ruinas. Hay varios patios rodeados por cuartos trata de rocas semicanteadas o toscas. El ancho de
los muros varía de 0.7 a 0.9 m., y se conservan
en los cuatro lados y se extienden en toda la
hasta una altura que varía de 0.8 a 1.5 m. No queda
extensión de la altura. Las paredes están cons-
claro si la parte superior del muro estaba con for-
truidas con piedras toscas. Se trata evidente-
mada por roca labrada o si continuaba la roca
mente de complejos habitacionales divididos
semicanteada o tosca, pues la parte superior no se
en núcleos, que responden segura mente a una
conserva, pero me inclino a pensar que la roca la-
división funcional. Tienen mucha semejanza
brada sólo se empleó en la base, pues es más grande
con los complejos de Aypate...» (Polia 1973:71).
y pesada. En la parte inferior de los muros se
empleó la técnica del pircado pero con rocas
Por su parte Hocquenghem (1989:25) señala: semicanteadas; mientras que en la parte media del
muro se utilizó la pirca pero con rocas toscas y
«En la margen izquierda del río, que per- semicanteadas. Por lo general se utilizaron como
tenece al caserío de la Quinua, se ven muy argamasa: barro, paja y rocas pequeñas. Depen-
claramente las bases de un centro ceremonial diendo del largo de los recintos, éstos presentan
incaico importante. Hay plazas con edificios uno o dos accesos que conducen a un patio, alre-
rectangulares y en la falda del cerro se notan dedor del cual se disponen, formando la cancha
los asentamientos de más de veinte casas.» Inca.
Identificación y función de las edificaciones Inca: el caso de los Acllawasi de la Sierra de Piura 339

1 33.4 26.0 4
2 40.0-42.0 33.0 - 40.0 7
3 47.0 35.0 - 35.5 7
4 50.0-51.0 45.50 - 47.0 8
5 38.0 - 39.0 37.0 - 38.0 4
6 44.0 - 44.5 39.0 - 41.0 8
7 75.0 20.0 - 25.0 18
8 90.0 10.0 1
9 90.0 10.0 1
10 90.0 10.0 1

CUADRO 1: DIMENSIONES DEL SECTOR ANALIZADO

A continuación identificaremos las coinciden- o acllas. Los muros estaban construidos con tapias
cias entre los registros de cronistas, viajeros, ex- (utilizado para cercas en base al barro apisonado) o
ploradores y el nuestro, esta tarea que ya la hemos rocas con argamasa de barro. Los conjuntos de
desarrollado para cada tipo de registro, será con- edificios están conformados por recintos, plazas,
cluida. con las esquinas construidas; estos definen la
cancha (la unidad básica de la arquitectura Inca).
En cuanto a la ubicación de Caxas en general, y Las canchas forman tres hileras, separadas entre sí
del sector investigado en particular, las descrip- por dos espacios alargados o pasadizos.
ciones coinciden en que Caxas se ubica en un valle
pequeño y que aquel se encuentra en la margen Respecto al número de unidades que integran
izquierda de un río (Rey Inca), éste además se halla el sector no existe consenso, una o tres casas se-
próximo a una explanada (plaza) y está situado so- gún los cronistas, nueve conjuntos de edificios
bre una pendiente del terreno (cerro Achupalla). según Humboldt y Antzberger, 10 unidades arqui-
Nuestra primera tarea fue ubicar los espacios am- tectónicas según nosotros, seis de ellas canchas, el
plios sin edificaciones situados en el área central número de recintos que las integran varía entre 4,
del asentamiento, en Caxas existen dos. El 7 y 8. Creemos que una de las canchas que pre-
acllawasi podía ubicarse alrededor de la plaza rec- senta 7 recintos constituye el sector sacralizado, a
tangular o trapezoidal de la capital provincial, a semejanza del que existía en el Coricancha y el
semejanza de lo que ocurría en el Cusco. acllawasi del Cusco. La Unidad 7 es diferente a
las demás, pero en las descripciones antiguas no
Respecto a su extensión, las descripciones se percibe esta diferencia.
coinciden en que el sector, además de homogéneo
al ser considerado una unidad, era muy grande, tal Esta contrastación de descripciones nos per-
vez lo suficiente para que residieran allí más de mitió determinar que en el sector analizado de
quinientas mujeres, cifra que es exagerada. Al exa- Caxas coincidían las descripciones y planteamos
minar el plano completo de Caxas, se percibe que hipotéticamente que sería uno de los acllawasi,
el único conjunto de recintos que presenta coheren- éste fue identificado en nuestro plano del asen-
cia entre sí y que podría albergar a tal cantidad es tamiento y constatamos que guarda mucha seme-
el sector analizado. janza con el plano proporcionado por von Humboldt
(dibujado por Bonpland).
En cuanto a las características arquitectónicas
del sector, éste es taba cercado por un muro dando d) Recolección y análisis de material cerámico:
la apariencia de ser un lugar fortificado o amuralla- Nuestra recolección de fragmentos diagnósticos de
do, con dos entradas controladas por guardianes. El material cerámico se realizó en un terreno de
acceso era restringido hacia el interior, allí vivían cultivo bastante reciente, es decir que no venía
encerradas las mujeres conocidas como macamonas siendo utilizado como chacra más de dos años, si-
340 C. W. ASTUHUAMÁN G.

tuada en la parte posterior del sector analizado. f) Comparación entre los acllawasi de Caxas
Esto implicaba un problema de sustento y Cusco: En la Manzana 11 del Centro Histórico
estratigráfico para nuestra muestra, pues ésta no del Cusco, según la mayoría de cronistas y
provenía de una excavación sino de una recolec- arqueólogos, se hallaba el Acllahuasi o Casa de las
ción de superficie. A una idéntica situación se en- Mujeres Escogidas, las evidencias de esta alargada
frentó D' Altroy (1981: 74) en Hatun Xauxa, quien edificación se encuentran en la calle Loreto (al
concluye que una colección de superficie en una interior y exterior), el Portal Carrizos y en el inte-
chacra de cultivo produciría esencialmente el mis- rior del mismo, así como en Santa Catalina Angos-
mo material que una excavación superficial, pues ta, hacia la calle y en el interior de varias casas, y la
los niveles de deposición no exceden de 30 a 40 calle Arequipa (Paredes 2001: 81-82). Este acllawasi
cm. Esta capa de 30 cm. en la chacra de cultivo de se encontraba en un gran recinto cercado por un
Caxas nos proporcionó material cerámico tardío, muro alto, denominado Hatunkancha, y con una
que incluye tanto cerámica Inca como cerámica lo- sola entrada que daba hacia la plaza, situado en el
lado sureste de la plaza (Hyslop 1990:40; Rowe
cal.
1991:88).
Los fragmentos fueron dibujados, analizados y
clasificados de acuerdo al tipo de vasija al que Garcilaso logró observar el acllawasi del Cuzco
pertenecían. Una de las dificultades que afrontamos y proporciona la siguiente descripción:
al analizar el material cerámico fue distinguir
algunas formas de la cerámica típicamente Inca de "El barrio es el que esta entre las dos calles
la cerámica local tardía, pues previamente a nuestro que salen de la Plaza Mayor y van al con-
trabajo no existía un muestrario de formas cerá- vento de Sancto Domingo, que solía ser casa
micas locales. del Sol...La frente de la casa salía a la Plaza
Mayor entre las dos calles dichas, y las es-
En el Cuadro 2 describimos los tipos de bordes paldas della llegaban a la calle que las atra-
definido s a partir del análisis del material, los viesa de oriente a poniente de manera que
cuatro primeros han podido ser correlacionados con estaba hecha isla entre la plaza y las tres
las formas de vasijas de cerámica Inca registradas calles...Tenían entre otras grandezas de su
en Cusco (Rowe 1944), pero los demás co- edificio una calleja angosta, capaz de dos
rresponden a cerámica local tardía o a formas Inca personas, la cual atravesaba toda la casa.
no decoradas, principalmente vasijas de almace- Tenia la calleja muchos apartados a una
namiento, y por lo tanto no registradas por Rowe. mano y a otra, donde había oficinas de la
casa donde trabajaban las mujeres de servi-
cio. A cada puerta de aquellas había porte-
e) Contrastación de la función de la cerámica
ras de mucho recaudo; en el ultimo aparta-
y datos de las crónicas: La función que dedujimos
do, al fin de la calleja, estaban las mujeres
cumplían las vasijas de cerámica fue contrastada
del Sol, donde no entraba nadie. Tenia la
con los datos proporcionados por los cronistas
casa su puerta principal como las que aca
acerca de las actividades que desarrollaban las
llaman puerta reglar... Al principio de la ca-
acllas: confeccionaban textiles (Mena y Xerez),
lleja, que era la puerta del servicio de la
elaboraban chicha (Mena) y cocinaban (Mena). El
casa, había veinte porteros de ordinario para
dato etnohistórico acerca de la elaboración de tex-
llevar y traer hasta la segunda puerta lo que
tiles no pudo ser contrasta do con las evidencias
en la casa hubiese de entrar y salir. Los por-
materiales registradas, pero si encontramos coin-
teros no podían pasar de la segunda puerta,
cidencias entre las actividades de elaborar y alma-
so pena de la vida…” (Garcilaso 1973 (1609):
cenar chicha, cocinar alimentos, y la muestra de
11-13).
vasijas cerámicas conformada principalmente por j
arras para contener líquidos (A 1, A5), ollas para la
preparación de comida (A4, A6, A15, A20), vasijas Cuando contrastamos las evidencias registra-
grandes destinadas al almacenamiento de chicha o das en el sector analizado de Caxas con la ubica-
productos (Al, A8, A9, A10, A11, A12, A 13, A14, ción y aspectos formales de la Manzana 11, apre-
A16, A 17, A19, A21, A23), keros destinados a las ciamos que, excepto su ubicación frente a una pla-
ofrendas ceremoniales (A3), y recipientes para za, sus características arquitectónicas son distin-
contener y consumir alimentos tales como platos tas. Además existen en las crónicas algunos datos
(A2) y tazones (A 18). aparentemente contradictorios con relación a la
Identificación y función de las edificaciones Inca: el caso de los Acllawasi de la Sierra de Piura 341

TI`PO TAMAÑO DÍÁMETRO DE ESPESOR DE TIPO DE VASIJA FUNCIÓN


DE DE LA ABERTURA IA PARED
BORDE MUESTRA (mn) (mn)
Al 45 60- 280 - urpus, aribalos, jarras Almacenamiento de líquidos
A2 15 90-240 3- 10 platos Contener alimentos
A3 13 90-170 - vaso o kero Contener ofrendas líquidas
A4 41 100 - 300 3 15 ollas de borde angular Cocinar alimentos
A5 10 120-200 5 - 13.5 jarras Contener líquidos
A6 5 120-160 4-8 olla Cocinar alimentos
A7 1 80 4-5 ollita Contener alimentos
A8 4 140-360 6- 18 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A9 5 290-390 9.5-22 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A10 7 230-390 9-18 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A11 3 360-390 12-26 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A12 2 210-360 7-25 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A13 12 330 400 11-19 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A14 7 200 - 350 8- 17 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A15 5 190-250 5-11 olla, cuenco Cocinar alimentos
A16 2 270-360 8-20 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A17 3 200-350 8- 12 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A18 3 160- 350 4-10 tazón, fuente Recipiente de alimentos
A19 4 240 310 7- 15 tazón, vasijas grandes Almacenamiento de
A20 2 90-180 5- 12 olla Cocinar alimentos
A21 2 230-300 9- 18 vasijas grandes Almacenamiento de productos
A22 1 200 4-7 - -
A23 1 290 10- 12 vasijas grandes Almacenamiento de productos

CUADRO 2. LOS TIPOS DE BORDES DE LAS VASUAS Y SU FUNCIÓN

funciones de las acllas, especialmente entre as- orientación noreste de las canchas y pasadizos
pectos sagrados y profanos. También la propuesta que las separan, predominancia del patrón can-
de Kendall (1985) respecto a la existencia de dos cha, presencia de recintos alargados destinados a
tipos de acllawasi a partir de la información depósitos. Nos llamó la atención la ubicación de
etnohistórica, uno de ellos adjunto al Templo del los sectores contrastados, la Manzana 37 frente a
Sol para las acllas consagradas al culto solar y otro la actual calle Romeritos y a un costado del
considerado un lugar de retiro resguardado desti- Coricancha, mientras que el sector analizado de
nado a las acllas del Inca. Ante estas evidencias Caxas se halla frente a una gran plaza de planta
asumimos la posibilidad que existiera no uno sino rectangular. Mientras que la Manzana 11 se en-
dos acllawasi, tanto en el Cusco como en Caxas, y contraba dando frente a la plaza Huacaypata (ac-
nos propusimos identificarlos. Recurrimos nueva- tual plaza principal de Cusco) y próxima a la Man-
mente a la zonificación del Centro Histórico del zana 8 (actual Catedral del Cusco), Paredes (op. cit
Cusco, nos concentramos en la zona central yen la p. 81) plantea que allí se encontraba el Quishuar-
Manzana 37 (Paredes 2001:87-88), en su plano se cancha, que según Bernabé Cobo era un templo
observan varias canchas Inca integradas por recin- mandado a edificar por Pachacutec para adorar una
tos, se ubica entre las manzanas 11 (Acllawasi) y 86 efigie de oro del creador del mundo, Wiracocha.
(Coricancha). Hyslop (1990: 35) y Paredes (2001: En las reconstrucciones isométricas que presenta
71) denominan a la Manzana 37 como Cusikancha. a autora de este templo (Paredes 2001: Gráficos 10
y 14) destaca el patrón escalonado y sobrepuesto de
Procedimos a contrastar los planos y descrip- las terrazas que lo conforman, este edificio es bas-
ciones de la Manzana 37 con el sector analizado de tante semejante a un edificio de Caxas que nosotros
Caxas (Ver Figura 2) y encontramos las siguientes consideramos es el Templo del Sol y próximo a él se
semejanzas: dimensiones, número de recintos, encuentra un sector cercado con un eje de orienta-
Identificación y función de las edificaciones Inca: el caso de los Acllawasi de la Sierra de Piura 342

Figura 2: Manzana 37 de Cusco (infra) y sector analizado de Caxas (supra)

ción noreste-suroeste y definido por dos conjun- y escalonadas, encima de ellas se construyeron
tos de recintos dispuestos en torno a un patio, uno recintos, y se accedía a ellos mediante escalinatas
de ellos presenta recintos situados a ambos lados (op. cit. p. 122-126). Ambos sectores de Caxas se
de un pasadizo (Astuhuaman 1998: 119-121). El hallan dispuestos en torno a la plaza de planta
Templo del Sol de Caxas también tiene el mismo trapezoidal de Caxas, a l igual que el ushnu.
eje de orientación que el sector anterior, la
distancia de separación entre ellos es de alrededor La hipótesis que proponemos es que ha-
de 50 m., presenta las siguientes características: brían dos tipos de acllawasi, tanto en el Cusco
utilización de terrazas constructivas sobrepuestas como en Caxas. La Manzana 11 contendría al
Identificación y función de las edificaciones Inca: el caso de los Acllawasi de la Sierra de Piura 343

acllawasi adjunto al Templo de Wiracocha y su culto estatal (Ver Figura3). La Manzana 37 contendría
contraparte en Caxas sería el sector cercado próxi- al acllawasi destinado a las acllas del Inca, que desa-
mo al Temp lo del Sol, este seria el acllawasi desti- rrollaban actividades productivas y era la despensa
nado a las actividades ceremoniales vinculadas al de mujeres jóvenes que el Estado Inca necesitaba

Figura 3: Acllawasi asociado al Templo del Sol; Caxas (supra) y Cusco (infra).
344 C. W. ASTUHUAMÁN G.

para establecer alianzas, allí aunque en menor es- Una gran cancha definida por un gran patio ro-
cala también se habrían desarrollado actividades deado de seis recintos, cuatro de ellos dispuestos en
ceremoniales en el sector sacralizado, su contra- hilera conducen al sector sacralizado.
parte de Caxas sería el sector analizado situado
frente a la plaza de planta rectangular. - El sector sacralizado presenta también siete recin-
to s, en este caso se trata de dos canchas dispuestas
g) Identificación de los acllawasi en otras ca- en tomo a dos pequeños patios. La primera está
pitales provinciales de la Sierra de Piura. definida por cuatro recintos y un patio, a ésta se
accede a través de la gran cancha. La otra es
A continuación identificaremos los acllawasi conformada por tres recintos dispuestos en forma
en las otras capitales provinciales ubicadas en la de U en torno a un patio. Se accede a ella a través
misma región, que no cuentan con información de la cancha anterior.
etnohistórica, para ello utilizaremos el método com-
parativo, pues ya hemos identificado los edilicios Respecto a la cerámica registrada en Mitupampa,
prototipo. Examinaremos los casos de Mitupampa logré examinar dicha colección en el Museo Nacio-
y Aypate. El primero se localiza en las faldas del nal de Antropología, Arqueología e Historia, ésta
cerro Saquir en el caserío de Mitupampa, distrito proviene de varios sectores de Mitupampa. En el
de Sondorillo, al sur de la ciudad de Huancabamba, acllawasi, Polia (1994: 312) reporta fragmentos de
entre los 2700 y 2825 msnm. El segundo se ubica urpu ceremoniales y vasijas de gran tamaño, se-
en las faldas del cerro Aypate, que integra la divi- mejantes a las examinadas en Caxas aunque también
soria de aguas entre las cuencas de los ríos Quiroz se han observado otros tipos de bordes. El análisis de
Maca ra, distrito y provincia de Ayabaca, las evi- una parte de la cerámica registrada en Mitupampa
dencias se distribuyen entre los 2640 y 2875 msnm. (Linares 1992), sugiere que no habría existido
especialización, pues el tratamiento superficial es
La prospección efectuada por Polia (1994: 312) tosco y descuidado, predominando la técnica del
en Mitupampa, permitió elaborar un plano, a partir alisado. Parte de los fragmentos analizados
del cual y de nuestro registro in situ en los años pertenecen al Horizonte Tardío, pero la manufactura
1999 y 2000, fue posible identificar el acllawasi es local; en las edificaciones Inca se habrían
destinado a las acllas del Inca de esta capital pro- empleado vasijas elaboradas con la tradición local,
vincial. Se ubica hacia el Norte del ushnu, es un vinculada a la Selva Alta.
gran recinto de planta ligeramente trapezoidal o
cuadrada con un vano de acceso trapezoidal, tiene
En Mitupampa no encontramos evidencias del
por lo menos 100 metros de lado. Presenta un gran
acllawasi asociado al Templo del Sol y tampoco
patio rodeado de cuatro recintos hacia el norte,
encontramos restos de éste, creemos que en este
dispuestos en hilera en dos pares formando un
caso las actividades ceremoniales habrían sido de-
pasaje entre ellos, y tres al oeste. El pasaje condu-
sarrolladas en el sector sacralizado del acllawasi
ce al patio de una cancha formada por cuatro re-
destinado a las acllas del Inca. La ausencia del
cintos, que a su vez conduce a otra cancha inte-
Templo del Sol en Mitupampa se explicaría por
grada por tres recintos. Polia (1994: 313) y Vega
la presencia de este templo en la cercana
(1990: 8-9) denominan Pukara o Fortaleza a este
Huancabamba (actualmente cubierto por la iglesia),
gran recinto cercado, considerando que se trata
el más grande de la Sierra de Piura, y por la existen-
de la fortaleza mencionada por Cieza para
cia de dos grandes wankas en Mitupampa, deno-
Huancabamba, destinada a acoger un contingente
minadas individualmente el Rey y la Reina, y en
de tropas, asumen también que Mitupampa es
conjunto La Horca de los Incas (Humboldt 1991
Huancabamba, pero creemos que esta edificación
[1802]: 24-25), en tomo a las cuales habrían girado
no tiene las características de un asentamiento
parte de las actividades ceremoniales en Mitupampa.
militar. Comparando este gran recinto con el
acllawasi de Caxas, podemos afirmar que se trata
de un acllawasi pues comparte las siguientes ca- Respecto a los acllawasi de Aypate, uno de ellos
racterísticas arquitectónicas con aquel: se ubica hacia el sur de la plaza, es el sector más
grande y homogéneo de Aypate, está conformado
- Presenta un solo acceso, orientado hacia la plaza. principalmente por canchas, creemos que se trata del
acllawasi destinado a las acllas del Inca. Algunas
- Un muro perimétrico que rodea en sus cuatro la- características arquitectónicas sugieren que el sec-
dos al sector. tor analizado de Aypate fue construido como un to-
Identificación y función de las edificaciones Inca: el caso de los Acllawasi de la Sierra de Piura 345

do articulado, pero controlando el acceso al inte- a) Un acceso principal, el cual conduce desde
rior del mismo y hacia algunas canchas, veamos la plaza hacia el sector A, que tiene hasta tres pun-
cuales son: to s de control que restringen el ingreso a otros
sectores. En este caso el acllawasi también pre-
- El encontrarse rodeado de un muro perimétrico, senta un solo acceso como en Mitupampa.
edificado sobre los bordes de las terrazas constructi- b) Una gran cancha, sector A, destinado a las
vas, que separa la plaza del interior del sector. actividades residenciales, domésticas y posiblemente
rituales; tiene su equivalente en las grandes canchas
- La vista de planta del sector es homogénea y del acllawasi de Caxas y Mitupampa.
adopta la forma de una conopa (figura de camélido c) Un sector sacralizado, sector B, definido
hembra sentada y hueca). El sector B define el cuello por siete recintos principales y uno adicional se-
y la cabeza (recinto principal), el sector A forma el cundario, que también está presente en Caxas y
pecho, el sector D constituye el vientre y la parte Mitupampa. Dos hileras formadas cada una por tres
hueca de la conopa, el sector E es la parte posterior recintos, que se dan frente, y otro que destaca por
que está orientada hacia la cumbre del cerro (la posi- sus rocas labradas constituyen los siete recintos
ción sentada del camélido hembra es adoptada cuan- dispuestos en torno a un patio donde se encuentra
do se aparea con el macho). No considero que sea un pozo y una canaleta ceremonial, que contribuyen
casual tanto la forma de camélido como la distribu- a la sacralización del sector.
ción de los sectores que corresponden a las partes d) Sectores de residencia y almacenamiento,
del mismo. Además el acllawasi era habitado por los sectores D y E evidencian diferencias en su
mujeres y es posible que hayan estado dedicadas al interior, estarían destinado a actividades residen-
culto a la prestigiosa deidad que mora en el cerro. ciales, domésticas y de almacenamiento, en este
El apu Aypate es considerado, en la actualidad, último aspecto comparten semejanzas con el sector
como el macho protector y fecundador del ganado. 7 que integra el acllawasi de Caxas situado frente
La forma zoomorfa es apreciada en el acllawasi de a la plaza de planta rectangular.
Aypate, no en todo el asentamiento.
En Aypate si encontramos evidencias del
El control de las rutas de acceso, por las cua- acllawasi asociado al Templo del Sol y también de
les los sectores A y B se vinculan, al igual que los éste, se localizan hacia el este de la cima del cerro
sectores D y E. Aypate. Se trata de un sector de planta rectangular,
en cuyo interior se disponen recintos en forma pa-
Polia (1972, 1995) denomina Ciudadela al ralela o perpendicular al eje norte sur, y con una
acllawasi destinado a las acllas del Inca en Aypate, aparente ausencia de rutas de acceso internas
considerando que se trata de un lugar defensivo a (Astuhuaman 1998: 291-294). Respecto al Templo
semejanza de una fortificación pues considera que e del Sol de Aypate, se sitúa al noroeste del acllawasi
l muro perimétrico es una muralla, y al pasaje que anteriormente descrito, a menos de 50 m. de este, se
restringe el acceso desde la plaza le asigna un rol caracteriza por la utilización de terrazas cons-
defensivo y estratégico. No considero que se trate tructivas dispuestas en forma escalonada, con un eje
de una muralla defensiva con fines estratégicos; central orientado de Este a Oeste, escalinatas de
su altura y su ancho se deben al prestigio de los acceso que conducen hacia la terraza superior
sectores que circundan, no a fines militares, pues (op.cit. p. 297-300).
hacia el noreste la muralla es bastante baja. El ac-
ceso trapezoidal de doble jamba y las rocas que lo LAS FUNCIONES DE LOS
conforman indican la importancia y prestigio de los DOS TIPOS DE ACLLAWASI
sectores situados al trasponerla, a la vez que res-
tringe el acceso; pero no es un fin defensivo el que
Las evidencias registradas en la Sierra de Piura
está detrás.
permiten plantear que existieron dos tipos de
acllawasi: uno próximo al Templo del Sol, destina-
Comparando este gran sector de Aypate (Ver do a las actividades ceremoniales vinculadas al
Figura 4), destinado a las acllas del Inca, con los culto estatal, y otro para las acllas del Inca, donde
acllawasi de Caxas y Mitupampa ya identifica- se desarrollaban actividades productivas y era la
dos, podemos confirmar que se trata de un despensa de mujeres jóvenes que el Estado Inca nece-
acllawasi pues todos ellos comparten las siguientes sitaba para establecer alianzas, allí aunque en me-
características arquitectónicas: nor escala también se habrían desarrollado activi-
346 C. W. ASTUHUAMÁN G.

Figura 4: Acllawasi del Inca; Caxas (supra), Mitupampa y Aypate (infra)


Identificación y función de las edificaciones Inca: el caso de los Acllawasi de la Sierra de Piura 347

dades ceremoniales en el sector sacralizado. allí se desarrollaba el culto imperial en las


provincias, es necesario indicar que el panteón de
Kendall (1985: 130 -131) plantea que las acllas divinidades Inca era integrado en el Cuzco, según
adjuntas a los templos Inca podían habitar en tres Ziolkowski (1997: 85), por siete wakas: Wiracocha,
principales tipos de edificaciones: a) En un dos representaciones del trueno o rayo (atributos de
acllawasi localizado entre el Templo del Sol y el la deidad), y cuatro soles que representan sus cuatro
palacio del Inca en una capital provincial. Las posiciones extremas (dos solsticios y dos equinoccios).
acllas que servían al templo debieron localizarse Por esta razón el número de recintos en el sector
cercanamente a, o aliado de, el Templo del Sol, en sacralizado del acllawasi del Inca en la Sierra
una unidad de máxima privacidad. Presentaba un de Piura es de siete, en otras provincias del
acceso restringido y paredes altas para detener a los Tawantinsuyu también se presentan como elemento
intrusos y una sola entrada oficial con un recinto o diagnóstico siete o catorce recintos, hornacinas o
cuarto para los guardianes. Estas edificaciones eran accesos.
relativamente lujosas, esto incluía un suministro de
agua con baños o fuentes, patios bien iluminado PERSPECIVAS DE IDENTIFICACIÓN EN
para tejer y otras actividades, dormitorios separados. OTRAS PROVINCIAS DEL
Los recintos debieron estar ocupados por diferentes TAWANTINSUYU
rangos y tipos de acllas. El acceso restringido
debió limitar la circulación entre las unidades, Creemos que a partir de la identificación y ca-
especialmente entre los recintos de las acllas racterización de los dos tipos de acllawasi en la
consagradas y las recién iniciadas. También Sierra de Piura estamos contribuyendo a examinar
requerían tener acceso a artículos y ofrendas la identificación y función de las edificaciones en
preparados para el consumo de los ídolos y sacer- otras capitales provinciales del Tawantinsuyu, es-
dotes. Así mismo el acllawasi tenía almacenes para pecialmente de aquellos que pertenezcan a una mis-
la comida y los alimentos crudos, y otros para los ma oleada expansiva del Imperio. Existen diversos
productos como los textiles. b) En algunos recintos reportes arqueológicos y etnohistóricos acerca de
del Templo del Sol, reservado para las acllas acllawasi, que creemos será necesario reevaluar a la
consagradas al Sol, ya sea una sacerdotisa y sus luz de la muestra comparativa obtenida para la
ayudantes. c) En los pequeños retiros para las Sierra de Piura.
acllas consagradas a las wakas y sus representa-
ciones, que estaban anexos a los templos y eran Respecto a su ubicación, en las capitales pro-
relativamente aislados. vinciales, Aibar también considera que los
acllawasi se encontraban separados de los templos
Respecto a las acllas del Inca, éstas fueron edu- del Sol o la Luna, y en otras ocasiones operaban
cadas y mantenidas en retiros (Kendall 1985). El cerca o anexados a éstos debido a las funciones y
acceso era controlado y restringido desde el exte- vinculaciones con la divinidad que tenían las acllas.
rior, mediante muros altos con una sola entrada, lo Aibar (1968) proporciona una relación de
cual aseguraba la completa privacidad y protección asentamientos Inca en los cuales las crónicas in-
de las acllas en las capitales provinciales. Al forman de la existencia de acllawasi: isla La Puna,
interior de cada acllawasi se expresaría la jerarquía Tumibamba, Bahía de Carages, la Tacunga, Tum-
interna de las acllas, evidenciada en las unidades y bes, San Pedro de Lloc, Caxas, Jauja, Pachacamac,
los recintos que las integran, probablemente los Chincha, Pisco, Huarco, Vilcashuamán, Huaman-
status más jóvenes e inferiores de acllas formaron guilla, Huanacuri, Chungará, Copacabana, Isla de
los grupos más grandes. Estos acllawasi presen- Coatí, Aconcagua, Coropuna y Pacajes.
taban amplios espacios para tejer, preparar chicha y
el trabajo artesanal, también para la preparación de Alberti (1986) identifica varios acllawasi a tra-
comida. Así mismo tenían depósitos para alma- vés de la información etnohistórica y arqueológi-
cenar los productos elaborados y la materia prima. ca, incrementando la lista proporcionada por Aibar.
También existen referencias acerca de jardines y Las otras Casas de Escogidas estarían situadas en:
fuentes de agua situados en los patios. Dos canchas Hatun Cañar (Ingapirca), Huancabamba, Cajamarca,
destacan de las demás, una de grandes dimensiones Huánuco, Lunaguaná, Ollantaytambo, Vilcanota,
y otra que denominamos el sector sacralizado, esta Hatun Colla, Isla de la Luna, Isla de Titicaca,
última situada generalmente en un extremo del Cochabamba (Leimebamba), Jatun Huaylas,
acllawasi con un acceso restringido, creemos que Tarmatambo, Paramonga, Huaytará, Ayaviri, entre
348 C. W. ASTUHUAMÁN G.

otros. Alberti encuentra una estrecha relación entre histórica y el análisis de material cultural. Esto ha
la presencia de templos del Solo de la Luna y los permitido abordar arqueológicamente los datos
acllawasi; además se hallan por lo general en contenidos en las crónicas, con la finalidad de iden-
todos los asentamientos considerados "cabecera de tificar las edificaciones descritas en ellas y su fun-
provincia". ción. Nosotros identificamos dos tipos de acllawasi
en tres capitales provinciales Inca y sugerimos las
A partir de las investigaciones arqueológicas se funciones que se desarrollaron allí, tales como pro-
han identificado acllawasi en: Tomebamba, en el ductivas, religiosas y ceremoniales. Obtuvimos una
sector PumaPunga (Idrovo 2000); Huanuco Pam- valiosa muestra comparativa que puede ser utilizada
pa, en el sector V-B-5 (Morris & Thompson 1985), como referente cuando se aborden problemas
aunque Hart-Terré (1964) tiene otra propuesta en similares en otras provincias del Tawantinsuyu.
cuanto a la ubicación del mismo; Ingapirca, secto-
res La Condamine y Pilaloma (Fresco 1987); La existencia de dos tipos de acllawasi refleja
Inkawasi, con dos propuestas de ubicación (Hyslop las nociones andinas de Hanan y Hurin vigente en
1984, 1990) y Hart- Terré (1933); Tambo Colorado el diseño de los asentamientos Inca, y el hecho que
(Urteaga 1939;Zuidema 1968); Isla Coati (Bauer, en ambos se desarrollara separada y simultánea-
Stanish 2003). mente el culto solar y a todo el panteón Inca en las
provincias, expresa el equilibrio y las tensiones exis-
CONCLUSIONES tentes en el aspecto religioso en el Tawantinsuyu y
pone en relieve el rol de las acllas como sa-
Esta investigación ha intentado explorar la na- cerdotisas. La identificación de estas edificaciones
turaleza de las instituciones Inca en la Sierra de en otras provincias permitirá, el entendimiento de
Piura, a través de un estudio interdisciplinario de una de las instituciones más importantes que for-
las evidencias arqueológicas, la documentación maron el Estado Inca y abordar el estudio de otras.

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