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ADMINISTRATIVO
TRABAJO PRÁCTICO N° 1 – Análisis del fallo Halabi.
D.N.I: 39.884.327
Consignas:
2) Distinga y explique las categorías de derechos que delimita la C.S.J.N en el precedente Halabi.
3) Indique cuáles son los presupuestos que deben verificarse para la procedencia de una acción
colectiva.
5) ¿Por qué se afirma que la Corte Suprema en el fallo en cuestión se excedió en sus facultades?
Desarrollo:
1. Hechos del caso.
El 24 de Febrero de 2009 el Dr. Ernesto Halabi promueve una acción de amparo (Art. 43
C.N; Ley 16.986) reclamando que se declare la inconstitucionalidad de la ley 25.873 de
Telecomunicaciones y de su decreto reglamentario 1563 del año 2004. Dicha normativa
incorporaba a la Ley Nacional de Telecomunicaciones la obligación a los prestadores de servicios
de telecomunicaciones de captar y registrar las comunicaciones que trasmiten para su
observación remota a través de las centrales de monitoreo a requerimiento del Poder Judicial o
del Ministerio Público, debiendo conservar la información por el plazo de 10 años. (Entendiéndose
por telecomunicaciones a “toda transmisión, emisión o recepción de signos, señales, escritos,
imágenes, sonidos o informaciones de cualquier naturaleza, por hilo, cable eléctrico, atmósfera,
radio electricidad, medios ópticos y/u otros medios electromagnéticos, o de cualquier clase
existentes o a crearse en el futuro”).
Lo llamativo a la luz del caso es que su pretensión no se limitó a procurar una tutela para
sus propios intereses sino que, por las características de los derechos en juego (derecho a la
intimidad, inviolabilidad de la correspondencia, secreto profesional letrado-cliente), fue
representativa de los intereses de todos los usuarios de los servicios de telecomunicaciones
como también de todos los abogados en el territorio de la Nación. Posteriormente, el C.P.A.C.F y
la Federación Argentina de Colegios de Abogados se presentaron adhiriendo a los planteos del
actor.
ii. Una ley o un acto que causen gravamen al titular actual de un derecho, que
ostente un interés personal y directo comprometido por el daño a su derecho subjetivo.
D) Ese daño debe originarse en un hecho único que cause una lesión a una pluralidad
relevante de derechos individuales.
E) A su vez, el daño no debe ser un daño diferenciado en cada sujeto, sino que debe
contar con elementos homogéneos dentro de esa pluralidad de sujetos al estar afectado por un
mismo hecho.
F) Que la acción sea interpuesta por los legitimados a tal efecto, a saber:
iii) Las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la
que determinará los requisitos y formas de su organización.
iv) Un supuesto legal adicional, previsto en la ley 24.240, el ministerio público fiscal.
C) La existencia de un planteo que involucre, por sobre los aspectos individuales, cuestiones de
hecho y de derecho que sean comunes y homogéneas a todo el colectivo.
Procesos colectivos que tengan por objeto bienes colectivos (bien colectivo cuya
tutela se persigue, pretensión centrada en la incidencia colectiva del derecho)
Procesos colectivos referentes a intereses individuales homogéneos (causa común
que provoque lesión en los derechos, pretensión focalizada en efectos comunes,
afectación del derecho de acceso a la justicia)
En ambos casos, el actor debe identificar el colectivo (con extrema exactitud), justificar la
representación del colectivo, indicar (si correspondiera) los datos de inscripción en el Registro
Nacional de Asociaciones de Consumidores, denunciar si inició alguna acción distinta que guarde
semejanza en la afectación de los derechos e informar los datos de identificación de la causa,
tribunal y estado procesal; y por último realizar una consulta al Registro Público de Procesos
Colectivos, respecto de la existencia de otro proceso en trámite (a fin de que no existan
sentencias contradictorias ni varios pronunciamientos distintos respecto del caso, además de
motivos de economía procesal, entre otros).
Como es sabido, en nuestro país, las sentencias dictadas solo producen efectos “inter
partes”, es decir, respecto de quienes han revestido el carácter de partes en el juicio (y
eventualmente terceros citados), y no pueden beneficiar ni perjudicar a terceros ajenos a la litis.
Ahora bien, esta regla no puede ser aplicada a sentencias donde estén en juego derechos de
incidencia colectiva, ya que, en tal caso, el mismo instituto de las acciones de clase carecería de
sentido.
Para cerrar, resultaría interesante traer a colación lo expresado por el Dr. Agustín Gordillo
respecto del alcance de los efectos, quien sostuvo que “Del mismo modo, la amplísima
legitimación que existe (…) constituye una fuerza expansiva necesaria de la legitimación en el
ámbito interno, aunque no todos estén todavía dispuestos a admitirlo. Esa amplia legitimación
lleva también, inexorablemente, a que los efectos de la sentencia puedan en definitiva ser erga
omnes.”
En el caso concreto, podemos observar que no existía ninguna ley (sin perjuicio del Art. 43
de la C.N) que versara puntualmente sobre la acción de clases. Mucho menos, le estaba
conferido al Poder Judicial la potestad de otorgar a sus sentencias efectos erga omnes, ya que
como vimos en el presente trabajo, en nuestro país las sentencias tienen un alcance inter partes,
limitadas a las partes y excepcionalmente a los terceros citados.
Ahora bien, a partir de este precedente, la C.S.J.N crea la acción de clases y le da dicho
alcance al efecto de las sentencias. Se abre así una nueva clase de acción en nuestro derecho, la
cual pese a su falta de regulación procesal específica (que la misma C.S.J.N atribuye a la “mora
del legislador”, ya que al no dictar una ley para facilitar el acceso a la justicia, y siendo estos
derechos constitucionales de carácter operativos, es obligación de los jueces darles eficacia),
determina una nítida ampliación del espectro de protección de derechos, principalmente, de los
derechos de la competencia, del usuario/consumidor y del medio ambiente. Algunos autores
sostienen que dado que es la primera oportunidad en la que se delinean los caracteres de la
acción colectiva, y que no existe una reglamentación al respecto, cabe ser menos riguroso a la
hora de evaluar el resto de los recaudos que habrá que exigir en lo sucesivo en procesos de esta
naturaleza.