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DERECHO PROCESAL

ADMINISTRATIVO
TRABAJO PRÁCTICO N° 1 – Análisis del fallo Halabi.

CÁTEDRA: DR. SERGIO FERNANDEZ

COMISIÓN: D3033. MIÉRCOLES 19:00 a 22:00 hs.

ALUMNO/A: GRIECO ORNELLA GIULIANA.

D.N.I: 39.884.327
Consignas:

1) Analice los hechos del fallo Halabi.

2) Distinga y explique las categorías de derechos que delimita la C.S.J.N en el precedente Halabi.

3) Indique cuáles son los presupuestos que deben verificarse para la procedencia de una acción
colectiva.

4) Analice qué efectos tiene la sentencia en un proceso colectivo.

5) ¿Por qué se afirma que la Corte Suprema en el fallo en cuestión se excedió en sus facultades?

Desarrollo:
1. Hechos del caso.

El 24 de Febrero de 2009 el Dr. Ernesto Halabi promueve una acción de amparo (Art. 43
C.N; Ley 16.986) reclamando que se declare la inconstitucionalidad de la ley 25.873 de
Telecomunicaciones y de su decreto reglamentario 1563 del año 2004. Dicha normativa
incorporaba a la Ley Nacional de Telecomunicaciones la obligación a los prestadores de servicios
de telecomunicaciones de captar y registrar las comunicaciones que trasmiten para su
observación remota a través de las centrales de monitoreo a requerimiento del Poder Judicial o
del Ministerio Público, debiendo conservar la información por el plazo de 10 años. (Entendiéndose
por telecomunicaciones a “toda transmisión, emisión o recepción de signos, señales, escritos,
imágenes, sonidos o informaciones de cualquier naturaleza, por hilo, cable eléctrico, atmósfera,
radio electricidad, medios ópticos y/u otros medios electromagnéticos, o de cualquier clase
existentes o a crearse en el futuro”).

La parte actora fundamenta su planteo sosteniendo que las disposiciones de la ley


mencionada supra vulneraba las garantías establecidas en los artículos 18 y 19 de la C.N por
autorizar dichas intervenciones de comunicaciones telefónicas y por internet sin que una ley
delimite en qué casos los organismos se encontraban autorizados a captar las comunicaciones ni
bajo qué justificativos legales podrían hacerlo; y constituía una violación de su derecho a la
privacidad y a la intimidad - en su condición de usuario - y el secreto profesional o derecho/deber
de confidencialidad que, como letrado, posee con sus clientes.

Lo llamativo a la luz del caso es que su pretensión no se limitó a procurar una tutela para
sus propios intereses sino que, por las características de los derechos en juego (derecho a la
intimidad, inviolabilidad de la correspondencia, secreto profesional letrado-cliente), fue
representativa de los intereses de todos los usuarios de los servicios de telecomunicaciones
como también de todos los abogados en el territorio de la Nación. Posteriormente, el C.P.A.C.F y
la Federación Argentina de Colegios de Abogados se presentaron adhiriendo a los planteos del
actor.

El juzgado de primera instancia hizo lugar a la demanda y declaró la inconstitucionalidad


planteada porque:

 Al no haber un debate suficiente previo al dictado de la ley de Telecomunicaciones, las


intervenciones que regulaba dicha ley autorizando e inclusive obligando a las entidades a
registrarlas carecía de toda fundamentación y motivación apropiadas.
 La norma sufría de vaguedad, con motivo de que no quedaba definido en qué situaciones
ni de qué manera podían las prestadoras del servicio captar las comunicaciones sin
autorización previa de juez competente fundado en un caso concreto.
 Se dejaba librado al azar el riesgo de que estas comunicaciones sean utilizadas para fines
distintos a los motivos por los que fue creada dicha ley.
 El poder ejecutivo se había excedido en dictar el decreto 1563/04.

La Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal


confirmó dicho pronunciamiento, fundamentando que existía un interés jurídico concreto en
cabeza del actor como usuario de servicios de telecomunicaciones y en su carácter de abogado;
respecto del amparo sostiene que no existía en otro remedio judicial más y que la cuestión no
requería una mayor amplitud de debate o prueba. Respecto del fondo del asunto adhiere a los
fundamentos de la jueza de primer instancia, agregando que el derecho a la intimidad y la
inviolabilidad de la correspondencia priman sobre situaciones como las que quisiera evitar el
objetivo general de la ley de telecomunicaciones, como por ejemplo ayudar a combatir la
delincuencia. Por último, sobre la legitimación del actor, sostuvo que "no excluía la incidencia
colectiva de la afectación a la luz del 2° párrafo del art. 43 de la Constitución Nacional" por lo que
la sentencia dictada debía "aprovechar a todos los usuarios que no han participado en el
juicio" (Ver ampliado en p.4).

El Estado Nacional interpone recurso extraordinario, invocando arbitrariedad y gravedad


institucional. Impugna y descalifica el efecto erga omnes sosteniendo que para invocarlo era
necesaria la participación del Defensor del Pueblo de la Nación en el proceso.

Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación también confirmó la sentencia


apelada.

2. Categorías de derechos que delimita la Corte en el fallo. Enumeración y explicación.

En el considerando n° 9 del presente, la C.S.J.N sostiene que “En materia de legitimación


procesal corresponde, como primer paso, delimitar con precisión tres categorías de derechos:
individuales, de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos, y de incidencia
colectiva referentes a intereses individuales homogéneos.”

3. Presupuestos que deben verificarse para la procedencia de una acción colectiva.

A) En principio, en todos los supuestos de categorías de derechos vigentes en nuestra


legislación, es imprescindible “prima facie” la comprobación de la existencia de un "caso"
concreto. En nuestro país, a los fines de poner en ejercicio el control de constitucionalidad se
requiere:

i. Un caso concreto. El juez no puede actuar de oficio, requiere que su jurisdicción


sea incitada; y su sentencia se limita a las cuestiones planteadas en el caso específico.

ii. Una ley o un acto que causen gravamen al titular actual de un derecho, que
ostente un interés personal y directo comprometido por el daño a su derecho subjetivo.

B) Existencia de pluralidad de sujetos afectados por este acto o ley.


C) Que la afectación de este derecho subjetivo recaiga sobre bienes de naturaleza
colectiva (es decir, aquellos que no pertenecen a la esfera individual de cada sujeto sino social y
no sean divisibles).

D) Ese daño debe originarse en un hecho único que cause una lesión a una pluralidad
relevante de derechos individuales.

E) A su vez, el daño no debe ser un daño diferenciado en cada sujeto, sino que debe
contar con elementos homogéneos dentro de esa pluralidad de sujetos al estar afectado por un
mismo hecho.

F) Que la acción sea interpuesta por los legitimados a tal efecto, a saber:

i) El afectado: Usuario, vecino, etc.; puede ser un interés moral

ii) el Defensor del Pueblo

iii) Las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la
que determinará los requisitos y formas de su organización.

iv) Un supuesto legal adicional, previsto en la ley 24.240, el ministerio público fiscal.

Según la Secretaría General de Capacitación y Jurisprudencia, dependiente del Ministerio


Público de la Defensa, para que sea viable una acción colectiva debe:

A. Identificarse al grupo o colectivo afectado.

B) Comprobarse la idoneidad de quien pretenda asumir su representación.

C) La existencia de un planteo que involucre, por sobre los aspectos individuales, cuestiones de
hecho y de derecho que sean comunes y homogéneas a todo el colectivo.

D) Debe arbitrarse un procedimiento apto que garantice la adecuada notificación de todas


aquellas personas que pudieran tener un interés en el resultado del litigio y

E) Deben implementarse medidas de publicidad para evitar la multiplicidad o superposición de


procesos colectivos con un mismo objeto a fin de aventar el peligro de que se dicten sentencias
disímiles o contradictorias sobre idénticos puntos. (Cabe aclarar que, a tal fin, en el año 2014 se
creó el Registro Público de Procesos Colectivos por medio de la acordada 32/2014).

Por último, según la acordada 12/2016, también conocida como el Reglamento de


Actuación en procesos colectivos, se impone que en la demanda se deberá precisar, además de
los recaudos del Art. 330 del C.P.C.C.N, una serie de requisitos según se trate de:

 Procesos colectivos que tengan por objeto bienes colectivos (bien colectivo cuya
tutela se persigue, pretensión centrada en la incidencia colectiva del derecho)
 Procesos colectivos referentes a intereses individuales homogéneos (causa común
que provoque lesión en los derechos, pretensión focalizada en efectos comunes,
afectación del derecho de acceso a la justicia)
En ambos casos, el actor debe identificar el colectivo (con extrema exactitud), justificar la
representación del colectivo, indicar (si correspondiera) los datos de inscripción en el Registro
Nacional de Asociaciones de Consumidores, denunciar si inició alguna acción distinta que guarde
semejanza en la afectación de los derechos e informar los datos de identificación de la causa,
tribunal y estado procesal; y por último realizar una consulta al Registro Público de Procesos
Colectivos, respecto de la existencia de otro proceso en trámite (a fin de que no existan
sentencias contradictorias ni varios pronunciamientos distintos respecto del caso, además de
motivos de economía procesal, entre otros).

4. Efectos de la sentencia en un proceso colectivo.

Como es sabido, en nuestro país, las sentencias dictadas solo producen efectos “inter
partes”, es decir, respecto de quienes han revestido el carácter de partes en el juicio (y
eventualmente terceros citados), y no pueden beneficiar ni perjudicar a terceros ajenos a la litis.
Ahora bien, esta regla no puede ser aplicada a sentencias donde estén en juego derechos de
incidencia colectiva, ya que, en tal caso, el mismo instituto de las acciones de clase carecería de
sentido.

Por lo tanto, en este supuesto de las acciones de clase se verifica un cambio en el


concepto tradicional del alcance de los efectos de una sentencia y del alcance de la cosa juzgada,
expandiéndose sus efectos a todos los integrantes de la clase afectada, teniendo la
sentencia, en relación con los mismos, efectos “erga omnes”.

Para cerrar, resultaría interesante traer a colación lo expresado por el Dr. Agustín Gordillo
respecto del alcance de los efectos, quien sostuvo que “Del mismo modo, la amplísima
legitimación que existe (…) constituye una fuerza expansiva necesaria de la legitimación en el
ámbito interno, aunque no todos estén todavía dispuestos a admitirlo. Esa amplia legitimación
lleva también, inexorablemente, a que los efectos de la sentencia puedan en definitiva ser erga
omnes.”

5. Extralimitación de las facultades de la C.S.J.N en el caso.

En virtud del principio republicano de división de poderes, la potestad legislativa


corresponde al poder legislativo, ergo, le está vedado al resto de los poderes dicha facultad (Solo
excepcionalmente, en casos determinados y de urgencia, se le permite al poder ejecutivo
expedirse sobre determinadas cuestiones, limitadas y sometidas a posterior control por parte del
Congreso).

En el caso concreto, podemos observar que no existía ninguna ley (sin perjuicio del Art. 43
de la C.N) que versara puntualmente sobre la acción de clases. Mucho menos, le estaba
conferido al Poder Judicial la potestad de otorgar a sus sentencias efectos erga omnes, ya que
como vimos en el presente trabajo, en nuestro país las sentencias tienen un alcance inter partes,
limitadas a las partes y excepcionalmente a los terceros citados.

Ahora bien, a partir de este precedente, la C.S.J.N crea la acción de clases y le da dicho
alcance al efecto de las sentencias. Se abre así una nueva clase de acción en nuestro derecho, la
cual pese a su falta de regulación procesal específica (que la misma C.S.J.N atribuye a la “mora
del legislador”, ya que al no dictar una ley para facilitar el acceso a la justicia, y siendo estos
derechos constitucionales de carácter operativos, es obligación de los jueces darles eficacia),
determina una nítida ampliación del espectro de protección de derechos, principalmente, de los
derechos de la competencia, del usuario/consumidor y del medio ambiente. Algunos autores
sostienen que dado que es la primera oportunidad en la que se delinean los caracteres de la
acción colectiva, y que no existe una reglamentación al respecto, cabe ser menos riguroso a la
hora de evaluar el resto de los recaudos que habrá que exigir en lo sucesivo en procesos de esta
naturaleza.

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