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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION Y LA IMPUNIDAD”

E.A.P. CONTABILIDAD

TEMA:

REORGANIZACIÓN DE LAS SOCIEDADES:

TRANSFORMACIÓN. FUSIÓN. ESCISIÓN. OTRAS FORMAS DE

REORGANIZACIÓN.

CURSO: Contabilidad Superior

DOCENTE: Julio Pardavé Brancacho

ALUMNO: Yordy Ramos Jesús

CICLO: 4

HUANUCO-PERU

2019
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Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 2

REORGANIZACIÓN DE LAS SOCIEDADES ..................................................................... 4

INTRODUCCIÓN

Como es sabido actualmente las operaciones económicas que realizan las empresas apuntan a ser

cada vez más dinámicas y a la vez competitivas, por lo que los directivos de estas se preocupan

porque su imagen y posición en el mercado sea cada vez más acentuada; en tal sentido no pueden

estar de lado del llamado proceso de globalización de la economía, el mismo que traza grandes

retos que afrontar.

Por tanto, las pequeñas, medianas y grandes empresas se les hace exigible detectar o identificar

alguna causa o síntoma que estén atentando contra su propio y por ende nos les permita crecer al

ritmo de esta economía globalizada; lo cual amerita la llamada reorganización de las sociedades.

Sin embargo para efectos del presente trabajo de investigación, nos centraremos en dicha

reorganización, pero enfocando el escenario en el que se desenvuelven las grandes empresas o

corporaciones; considerando que los actos que estas realizan tiene indudablemente mayor
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incidencia en los diversos sectores de nuestra economía; aunque no reviste grandeza comparada

con las de otros países.


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REORGANIZACIÓN DE LAS SOCIEDADES

Las corporaciones se reorganizan y reestructuran por varias razones y de diferentes maneras. Al

hacerlo, conllevan cambios importantes en su base patrimonial. Las compañías varían sus

necesidades de organización conforme transcurre el tiempo y aparecen necesidades determinadas

que las obligan a pasar por una reestructuración societaria. Usualmente, la reorganización de una

empresa aborda el componente de eficiencia en un intento de aumentar las ganancias. (Acosta, 1998)

1 TRANSFORMACION DE SOCIEDADES

1.1. DEFINICIONES DOCTRINARIAS

Nuestro ordenamiento legal en vigencia regula el proceso de transformación de sociedades en

forma sucinta y precisa. En tal sentido, comienza por determinar que «la transformación no

entraña cambio de la personalidad jurídica» (Art. 333º).

Más bien Ferrara nos explica lo siguiente:

«... La transformación consiste en la adopción por la sociedad, de un tipo jurídico distinto al

adoptado antes, con la consecuencia de tenerse que someter -en lo sucesivo- al régimen

correspondiente al nuevo tipo, quedando libre de las normas que la regían hasta ese momento.

(Ferrara)

De igual manera, Saúl Argeri define a la transformación del siguiente modo:

«...Adopción por los titulares o accionistas de la sociedad, ajustándose a la Ley y a los

estatutos sociales, de un nuevo tipo societario. Se ha dicho que la transformación no importa la

pérdida de la identidad de la sociedad primitiva, pues sólo cambia su aspecto exterior». (Argeri,

1982)

Respecto de la Trasformación de Sociedades, debemos indicar que en el Derecho – llámese

Ley General de Sociedades- ha existido una revolución con la nueva conceptualización en el

tratamiento del tema, puesto que con la anterior Ley de Sociedades Mercantiles de 1996 se

limitaba la transformación al cambio de una forma societaria a otra de las formas societarias

reconocidas en la ley. En la nueva ley, cualquier persona jurídica se puede convertir en

sociedad y cualquier sociedad en otra forma de persona jurídica, lo cual incluye a las personas
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jurídicas sin fines de lucro. Es decir, se ha abierto la puerta de la transformación más allá del

ámbito societario.

1.2 Objeto de la Transformación

Los socios pueden tomar la decisión de transformar una sociedad como una forma de hacer

empresa; como por ejemplo la transformación de una sociedad colectiva en una sociedad

anónima, o simplemente por razones tributarias.

1.3 Problema de la subsistencia de la persona jurídica

En la doctrina existen diversas apreciaciones respecto a que si la transformación implica la pérdida

o no de la personalidad jurídica de la sociedad.

Al respecto, debemos indicar que en la transformación la personalidad jurídica de la sociedad no

sufre alteración alguna por cuanto como producto de dicha transformación, la misma sociedad es

la que subsiste pero bajo una nueva forma.

1.4 Obligatoriedad de la Transformación

Es un principio en el derecho societario “la autonomía de la voluntad de las partes”, lo que deja

abierta la posibilidad de que los socios puedan elegir entre las múltiples formas societarias a la

que más se ajuste a sus deseos o necesidades empresariales.

 La ley exige algunos requisitos como, por ejemplo:

 De carácter pecuniario: Un capital social mínimo o máximo.

 De carácter subjetivo: limitaciones al número de socios o al tipo e persona jurídica.

 Vinculados a la existencia del ánimo de lucro.

 En ese sentido, la transformación es consecuencia de un acuerdo de voluntades de los

socios o por imposición prevista en la ley por ausencia de algún requisito esencial.

1.5 Consecuencias de la Transformación

a) La trasformación surte efectos frente a terceros desde el momento de la inscripción en el

Registro de Personas Jurídicas.

b) Los socios que los sigan siendo de la sociedad transformada, se someten al régimen jurídico del

nuevo tipo societario.


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c) Las aportaciones a la sociedad transformada se corresponden de manera proporcional a la

participación que tenían en la sociedad de origen y lo mismo sucede con los titulares de

derechos especiales, si los hubiere.

Lo más importante en la transformación de una sociedad es la responsabilidad de los socios y

acreedores. El cambio en el régimen de responsabilidad de los miembros de la sociedad es lo que

puede propiciar, tanto el ejercicio de derecho de separación de los socios, como la posibilidad de

no adoptar el acuerdo si el régimen de responsabilidad al que se someterán los socios va a ser

mucho más severo. Por este motivo, es casi inexistente la transformación de SRL en Sociedades

Colectivas, sin embargo es más frecuente el caso contrario.

Señalamos las tres principales posibilidades de cambio en la responsabilidad de los socios en

caso de transformación de sociedades:

a) Si la responsabilidad de los socios tanto en la sociedad de origen como en la transformada, no

ha variado, no se plantean problemas.

b) Si en la sociedad de origen la responsabilidad de los socios era limitada y en la sociedad

transformada es ilimitada, los socios responderán ilimitadamente tanto por las deudas sociales

de la sociedad de origen como por las de la sociedad de destino.

c) Si los socios tenían en la sociedad de origen responsabilidad ilimitada y en la sociedad

transformada, la responsabilidad pasa a ser limitada, estos responderán ilimitadamente (solidaria

y personalmente) por las deudas sociales contraídas con anterioridad a la transformación.

La consecuencia principal de la no alteración de la personalidad jurídica durante la transformación

(porque subsiste bajo la nueva forma social) e que para los acreedores sociales, la transformación

no supone novación. (Sancarranco, 2011)

1.6.- LA TRANSFORMACIÓN EN LA DEROGADA LEY GENERAL DE SOCIEDADES

La derogada Ley General de Sociedades establecía que por la transformación, las sociedades

constituidas legalmente podían transformarse en cualquiera de las otras clases de sociedades

consideradas en dicha Ley.


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En ese aspecto radica la novedad del Artículo 333º de la nueva Ley General de Sociedades, el

mismo que permite la adaptación de las sociedades, no solamente a otras formas societarias sino

también a otros tipos de personas jurídicas contempladas en las leyes del Perú.

Ello significa que es perfectamente posible que la sociedad que se transforma pueda adoptar la

forma de una cooperativa, asociación, fundación, comité; etc. y viceversa (por ejemplo una

cooperativa podía transformarse en sociedad anónima).

Sobre el particular Joaquín Garrigues es categórico: «El dato de la conservación de la misma

personalidad jurídica es esencial dentro de nuestro ordenamiento jurídico, para distinguir la

transformación de una sociedad, de aquel otro supuesto que consiste en la disolución de una

compañía y simultánea constitución de otra nueva sociedad con el patrimonio de la sociedad

disuelta, pues en este caso no se conserva la misma personalidad jurídica. (GARRIGUES, 1984)

«...pero aun circunscrita la transformación al mero cambio de forma, sus efectos no se limitan, sin

embargo, al orden puramente externo, ya que la forma decide siempre la interna estructura de la

sociedad, la organización de los poderes en el seno de la misma y la sumisión de sus relaciones

con los socios y con terceros a un régimen jurídico peculiar» (URIA, 1994)

En realidad el texto de la derogada Ley General de Sociedades correspondía al aprobado por la

Ley 16123 en 1966: que fue simplemente perfeccionado para recibir a las sociedades civiles en su

cuerpo normativo en 1985, mediante Decreto Legislativo 311º.

1.7.- EL ACUERDO DE TRANSFORMACION

1.7.1 Requisitos para el acuerdo de transformación:

La transformación, por su gran importancia, exige el cumplimiento estricto de los requisitos que

señala la Ley General de Sociedades y su estatuto, dado que este último será modificado

sustancialmente.

Bajo este orden de ideas, el Artículo 336º de la nueva Ley General de Sociedades, señala que

es indispensable que la transformación se acuerde «...con los requisitos establecidos por la Ley

y el estatuto de la sociedad o de la persona jurídica para la modificación de su pacto social y

estatuto».
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En ese sentido, si se va a transformar una sociedad anónima en otra persona jurídica requerirá

para la validez del acuerdo, que la convocatoria a junta general cuente para su instalación con

«quórum calificado» (concurrencia) de por lo menos dos tercios de las acciones suscritas con

derecho a voto en primera convocatoria y en segunda convocatoria, de por lo menos tres

quintas partes de las acciones suscritas con derecho a voto. (Artículos 126º y 127º de la Ley

General de Sociedades).

1.7.2 De la publicidad del acuerdo:

La publicidad del acuerdo de transformación permite que los socios tengan acceso a la mayor

cantidad de elementos de juicio, que les permita tomar una correcta decisión (según la

conveniencia o inconveniencia de la transformación) acerca de su permanencia en la sociedad

o su separación.

En virtud de ello, la Ley General de Sociedades determina que el acuerdo de transformación

sea publicado por tres veces, con cinco días de intervalo entre cada aviso, con la finalidad de

que los socios puedan ejercer su derecho de separación.

1.7.3 La Escritura Pública:

La transformación tiene un carácter rigurosamente formal, es por ello que verificada la

separación de aquellos socios que ejercieron este derecho o transcurrido el plazo prescrito sin

que hagan uso del mismo, la transformación se formaliza por Escritura Pública que contendrá

la constancia de los avisos mencionados en el punto Nº 1.7.2.

Cabe resaltar, que la sociedad se encuentra obligada a formular un balance de transformación

el día anterior a la fecha del otorgamiento de la Escritura Pública. Ello tiene por objeto que

socios y terceros puedan conocer la situación patrimonial de la sociedad al momento en que la

transformación se realice. No es requisito que este balance sea insertado en la Escritura

Pública.

A diferencia de la Ley General de Sociedades derogada, no se exige la formulación de dos

balances (uno «cerrado al día anterior del acuerdo» y otro «cerrado al día anterior del

otorgamiento de la Escritura Pública»). Sólo es necesario este último y como ya

mencionáramos, no se exige su inserción en la Escritura Pública.


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En relación al tema de la fecha de otorgamiento de la Escritura Pública encontramos que dicho

día se encuentra desubicado en cuanto al efecto de la transformación. En efecto, existe un

desfase entre la fecha de cierre del balance»...al día anterior a la fecha de la Escritura

Pública...» (Art. 341) y la fecha de entrada en vigencia de la transformación. Empero, ¿Qué

sucede con el día del otorgamiento de la Escritura Pública de transformación?. La ley es

categórica, pues sólo entra en vigencia la transformación a partir del día siguiente del

otorgamiento de la Escritura Pública (y supeditada a su inscripción en el Registro Público), de

conformidad con el Artículo 341º; de tal manera que en la práctica ello exigirá que el balance de

cierre se rectifique en su oportunidad para incluir al día de otorgamiento de la Escritura Pública.

La sociedad debe poner el balance a disposición de los socios y de los terceros interesados en

el domicilio social, en un plazo no mayor de treinta días contados a partir de la fecha del

otorgamiento de la Escritura Pública. No obstante señalarse un plazo límite para su

formulación, no se indica cual es el plazo durante el cual debe quedar a disposición de aquella

dicha información. Entendemos que por aplicación analógica de la regla establecida para los

casos de fusión y escisión (otras modalidades de reorganización) este deberá ser «...no menor

de sesenta días luego del plazo máximo para su preparación».

En buena cuenta, la puesta a disposición del balance permitirá a los socios y a terceros

apreciar la real situación de la sociedad, les permitirá conocer el valor de su patrimonio y

decidir sobre el ejercicio o no de su derecho de separación (Art. 338).

1.7.4 Entrada en vigencia de la transformación:

La Transformación entra en vigencia al día siguiente de la fecha del otorgamiento de la

Escritura Pública. Es menester resaltar, que en tanto el balance de transformación se formula al

día anterior al otorgamiento de la Escritura Pública, apreciamos que la transformación entra en

vigencia al día siguiente del otorgamiento de la misma.

Ello significa que el Balance de transformación no estará considerando el día del otorgamiento

de la Escritura Pública, día que quedará sin reflejo contable, desfasándose el balance en por lo

menos un día. Sobre el particular, nos remitimos a lo ya explicado en el párrafo anterior.

1.7.5 La inscripción del acuerdo de transformación en el Registro:


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Es preciso resaltar que no obstante la transformación entra en vigencia al día siguiente de la

fecha de la Escritura Pública respectiva, la eficacia de esta disposición se encuentra supeditada

a su inscripción en Registro.

La inscripción en el Registro pone fin al proceso de transformación, por lo que el registrador

revisa íntegramente el proceso de transformación durante la calificación del título.

Para el efecto, no solo califica la legalidad de los documentos presentados, sino también tiene

en cuenta «...la capacidad de los otorgantes y la validez del acto, por lo que resulta de ellos, de

sus antecedentes y de los asientos de los registros públicos» (Art. 2011 del Código Civil).

1.8 LA SITUACION DE LOS SOCIOS, LOS ACREEDORES Y LOS TERCEROS QUE TENGAN

DERECHOS EMANADOS DE TÍTULO DISTINTO DE LAS ACCIONES O PARTICIPACIONES EN

EL CAPITAL

Naturalmente al hacer referencia a la transformación de sociedades, debemos considerar a los

«grupos de interés» de la sociedad que pueden ser afectados por un acto tan trascendente como

el que venimos tratando. Estos son los propios socios, los acreedores y los terceros que tengan

derechos emanados de título distinto a las acciones o participaciones en el capital.

1.8.1 La situación de los socios:

Indudablemente la transformación puede modificar la situación jurídica de los socios,

cambiando ciertas reglas de juego corporativas relativas a sus derechos y obligaciones. Ello,

porque su situación no será más la que le correspondía antes de la transformación, sino la que

prevé la ley para el tipo de sociedad o persona jurídica que se adopte.

Para el efecto, la ley valoriza el derecho a la información del socio, que se pretende facilitar a

través de la publicidad que corresponde a la convocatoria a junta general o a los socios para

que formen esta voluntad social5; así como la publicación del acuerdo de transformación y se

complementa con la puesta a disposición del balance de transformación con posterioridad al

otorgamiento de la Escritura Pública (Art. 339).

No obstante lo indicado, la transformación tiene sus limitaciones por ejemplo: no puede

modificar las participaciones de los socios en el capital, salvo que medie su consentimiento.

Expreso o que se deba al ejercicio del derecho de separación.


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1.8.1.1 El Derecho de Separación de los Socios:

Acordada la transformación, lógicamente no se puede obligar a los socios disidentes a

permanecer en la sociedad en contra de su voluntad.

En virtud de ello, la Ley General de Sociedades reconoce el «derecho de separación» el

cual consiste en que el socio que se separa tiene derecho a recibir la participación que le

corresponda en el capital social de la sociedad que se transforma. Sin embargo, de

conformidad con el Artículo 337º de la Ley General de Sociedades, el acuerdo de

transformación entraña el derecho de separación, pero según se encuentra regulado en el

Artículo 200º del mismo cuerpo normativo.

En ese sentido, solo están facultados para ejercer este derecho:

los presentes que se hubieren opuesto en la junta general u órgano equivalente al acto de

transformación dejando constancia en el acta pertinente,

los ilegítimamente privados del derecho a emitir su voto y los titulares de acciones sin

derecho a voto. El derecho de separación se ejerce mediante carta notarial entregada a la

sociedad correspondiente hasta el décimo día posterior contado a partir de la fecha de la

última publicación del acuerdo de transformación (Artículo 3º de la Ley General de

Sociedades).

El Artículo 200º de la Ley General de Sociedades establece los criterios a los que se

sujetará la valorización de las participaciones sociales que se van a reembolsar, así como el

plazo para este efecto (que no deberá exceder de dos meses desde la fecha del ejercicio

del derecho de separación).

1.8.1.2 La Responsabilidad de los Socios:

No cabe pensarse que la transformación pueda servir para la elusión de las reglas de

«responsabilidad» que alcanzan a los socios dentro de un tipo social, prescrito por la Ley

General de Sociedades. En ese sentido, la transformación de una sociedad de

responsabilidad ilimitada (v.gr.: sociedad colectiva) a una de responsabilidad limitada no

libera a los socios en el nuevo tipo social (v. gr.: sociedad anónima), de responder solidaria
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y personalmente con los bienes personales, por las deudas sociales contraídas con

anterioridad a la transformación de la sociedad.

De ese modo, la transformación de la sociedad no puede afectar a los derechos adquiridos

frente a la sociedad y frente a los socios con anterioridad al acuerdo social; salvo, desde

luego, que medie consentimiento de los mismos liberados a los socios.

En ese orden de ideas, la Ley General de Sociedades establece lo siguiente:

« Artículo 334.- (...) La transformación a una sociedad en que la responsabilidad de los

socios es limitada, no afecta la responsabilidad ilimitada que corresponde a estos por las

deudas sociales contraídas antes de la transformación, salvo en el caso de aquellas deudas

cuyo acreedor lo acepte expresamente.»

2.1 FUSION DE SOCIEDADES

2.1.1 DEFINICIONES DOCTRINARIAS

En vista de que nuestro ordenamiento legal vigente define brevemente a la «fusión de

sociedades» en el Artículo 344º de la Nueva Ley General de Sociedades, veremos algunas

definiciones que nos brinda la doctrina, con el fin de apreciar, desde otras perspectivas, los

diversos matices con que se define la fusión:

«... Mediante la fusión, los patrimonios de dos o más sociedades que denominaremos

sociedades fusionantes se unifican en un sólo patrimonio y, consecuentemente, en vez de

coexistir varias personas jurídicas o sujetos de derecho, existirá en lo sucesivo, una sola

persona jurídica o sujeto de derecho que llamaremos sociedad fusionaria.

Cuando las sociedades fusionantes se unifican en una nueva sociedad creada a raíz de la

fusión, el proceso se denomina fusión propia, o por creación, o por constitución, o por

consolidación o por amalgama y exige la constitución de la sociedad fusionaria. (...)

Según autores que defines sobre la fusión de sociedades.

Cuando las sociedades fusionantes se unifican en una de ellas, el proceso se denomina fusión

impropia, o por incorporación o por absorción (...). En ese caso la sociedad fusionaria es a la

vez fusionante y se llama sociedad incorporante, y las restantes sociedades fusionantes se

llaman sociedades incorporadas. (...)» (OTAEGUI, 1981)


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Asimismo, en su obra «La Transmisión de Empresas en España», J.M. Viedma y Jorge Amado

consideran:

«El efecto principal de toda fusión es la transmisión en bloque de los patrimonios de las

sociedades que pretenden fusionarse, y la consiguiente disolución, pero no liquidación, de

todas ellas o de todas menos una (sociedad absorbente). (...)

Esta transmisión en bloque significa la adquisición a título universal del activo y pasivo de todas

las sociedades fusionadas o absorbidas, lo que crea una confusión de patrimonios (...)».

(VIEDMA, 1988)

2.1.2 MODALIDADES DE FUSIÓN DE SOCIEDADES

De conformidad al Artículo 344º de la Nueva Ley General de Sociedades:

«Por la fusión dos o más sociedades se reúnen para formar una sola cumpliendo los requisitos

prescritos por esta ley. Puede adoptar alguna de las siguientes formas:

(1) La fusión de dos o más sociedades para constituir una nueva sociedad

incorporante origina la extinción de la personalidad jurídica de las sociedades

incorporadas y la transmisión en bloque y a título universal de sus patrimonios a la nueva

sociedad; o,

(2) La absorción de una o más sociedades por otra sociedad existente origina la extinción

de la personalidad jurídica de la sociedad o sociedades absorbidas. La sociedad

absorbente asume a título universal y en bloque, los patrimonios de las absorbidas.»

De lo expuesto se infiere que el acto de fusión se puede realizar de cualquiera de estas dos

formas:

Mediante la constitución de una nueva sociedad (Fusión por creación);

Mediante la incorporación de una o más sociedades a otra existente (Fusión por absorción)

2.1.3 SOCIEDADES QUE PUEDEN FUSIONARSE

No existen restricciones legales en cuanto a las sociedades que pueden fusionarse.

En ese sentido, pueden fusionarse sociedades civiles y mercantiles del mismo o distinto

tipo (como por ejemplo una sociedad anónima con otra sociedad anónima, o una sociedad

comercial de responsabilidad limitada con una sociedad colectiva, etc.), y también sociedades
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mercantiles y civiles entre sí (como por ejemplo, una sociedad en comandita por acciones con

una sociedad civil ordinaria).

Adicionalmente, debemos señalar que tampoco existe obstáculo para que la fusión pueda

evolucionar a la Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (E.I.R.L) en cualquier tipo de

sociedad.

2.1.4 ELEMENTOS CARACTERÍSTICOS DE LA FUSION

2.1.4.1 Extinción de las sociedades fusionadas:

En general, la derogada Ley General de Sociedades establecía que por la fusión, sea por

creación de una nueva sociedad o por incorporación de una sociedad a otra, la sociedad

fusionante se disolvía sin liquidarse. La fusión por creación importaba la disolución de todas

las sociedades fusionadas, y la fusión por absorción la disolución de las sociedades

absorbidas, aunque estas disoluciones no conducían por imperio legal a la liquidación.

Ello debido a que el patrimonio de las sociedades disueltas se transmitían a la fusionaria sin

que se realice el activo, ni solventar el pasivo y sin repartir el remanente entre los socios;

como naturalmente debe acontecer en una liquidación. En efecto, se pretendía concluir con

la existencia de una persona jurídica recurriendo a una figura que no era adecuada,

forzándola hasta pretender disolver una sociedad sin que se derive la consecuencia lógica

de la misma: la liquidación; lo que en buena cuenta significaba, distorsionar una categoría

jurídica.

2.1.4.2 Transmisión de patrimonio en bloque:

De acuerdo al Artículo 344º de la Nueva Ley General de Sociedades, por la fusión, la nueva

sociedad o la absorbente, según el caso, asume la transmisión en bloque, y a título

universal de los patrimonios de otras sociedades.

Consiguientemente, el bloque patrimonial de la sociedad fusionada se transmite a la

sociedad fusionante como un todo y en un solo acto. Se trata de una sucesión intervivo a

título universal. Ello significa que la transferencia de derechos y obligaciones se produce sin

necesidad que, para su validez y eficacia, deba atenderse a las formas y requisitos exigibles
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para una transmisión a título singular (considerando los requisitos legales previstos para los

diversos derechos y obligaciones).

La fusionante (incorporante o absorbente) asume el conjunto de derechos y deberes

transmisibles de que era titular la fusionada (incorporada o absorbida) al momento de la

fusión.

2.1.4.3 Excepciones al bloque patrimonial transmisible:

En los casos de fusión de una empresa con una sociedad, la empresa se incorpora en la

sociedad, asumiendo ésta la totalidad del patrimonio de la empresa, la cual se disuelve sin

liquidarse. Sin perjuicio de lo dispuesto en el presente párrafo, serán de aplicación

supletoria las normas pertinentes de la Ley General de Sociedades». Sin embargo existen

ciertos bienes que, por aplicación de los artículos 1218º y 163º del Código Civil (referidos a

los herederos) escapan a la sucesión universal.

Entre estos tenemos:

 Los derechos personalísimos.

 Las obligaciones que la sociedad disuelta debía cumplir personalmente según pacto o

por la índole de la prestación (Artículo 1766º Código Civil).

 Los derechos y obligaciones cuya transmisión prohíbe la Ley; por ejemplo, si la

sociedad disuelta fuera arrendataria, la nueva sociedad o la incorporante no podría

pretender continuar en el uso del bien al amparo del mismo contrato.

 Los derechos y obligaciones cuya transmisión prohíbe el mismo contrato.

Para, Elias Laroza (1999: 922): señala que las fusiones presentan 5 notas esenciales que

son:

 La transmisión en bloque y a titulo universal de los patrimonios de las personas

jurídicas que se extinguen.

 La creación, derivada de la fusión, de un organismo social que, en su conjunto

resultante, es enteramente nuevo, como forma acabada del vínculo entre las

sociedades que participan de la fusión,

La extinción de la personalidad jurídica de las sociedades absorbidas o incorporadas,


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La compenetración o agrupación de los socios y as relaciones jurídicas de todas las

sociedades que intervienen en la fusión, salvo algunos supuestos excepcionales

La variación de la cifra del capital de la sociedad absorbente o incorporante, exceptuando

algunos casos especiales.

2.1.5 «ETAPA CORPORATIVISTA»

2.1.5.1 Convocatoria a junta general para la aprobación del proyecto de fusión:

La validez del acuerdo de fusión supone además que los socios hayan sido plenamente

informados sobre los alcances del proyecto de fusión.

Para el efecto, se realiza convocatorias a juntas o asambleas generales, de las sociedades

a cuya consideración ha de someterse el acuerdo de fusión. La convocatoria se efectúa

mediante aviso publicado por cada sociedad participante con no menos de diez días de

anticipación a la fecha de celebración de aquella.

En este contexto y desde la publicación del aviso de la convocatoria, cada una de las

sociedades participantes debe poner en su domicilio social a disposición de sus socios,

accionistas, obligacionistas y demás titulares de derechos de crédito o títulos especiales, los

siguientes documentos:

El proyecto de fusión.

Los estados financieros auditados del último ejercicio económico de las sociedades

participantes, en el caso de alguna o algunas sociedades constituidas en el mismo ejercicio

en que se acuerda la fusión, el balance debe ser cerrado el último día del mes previo al de

la aprobación del proyecto de fusión.

El proyecto de pacto social y estatuto de la sociedad incorporante o de las modificaciones

pertinentes al pacto social y estatuto de la sociedad absorbente.

La relación de los principales accionistas, directores y administradores de las sociedades

participantes.

2.1.5.2 Requisitos de la fusión:


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De conformidad con el Artículo 345º de la Nueva Ley General de Sociedades, la fusión debe

acordarse «... con los requisitos y formalidades establecidos por la ley y el estatuto de las

sociedades participantes para la modificación del pacto social y de su estatuto».

En ese sentido, la convocatoria deberá efectuarse con no menos de diez día de anticipación

a la fecha de celebración de la junta, requiriendo para su instalación un «quórum calificado»

(concurrencia) de por lo menos dos tercios de las acciones suscritas con derecho a voto en

la primera convocatoria y en segunda convocatoria, de por lo menos tres quintas partes de

las acciones suscritas con derecho a voto.

De otro lado, es menester resaltar que la Ley General de Sociedades al referirse a los

requisitos y formalidades del proceso de fusión centra su visión fundamentalmente en tres

grupos de interés:

Los socios;

Los acreedores; y

Los titulares de derechos especiales (certificados de suscripción preferente, títulos de

participación y obligaciones representadas en títulos).

En ese sentido, los requisitos que deben cumplirse, no solo tienen por objeto una ade-cuada

reorganización, sino también salvaguardar los derechos de los socios, en particular de los

minoritarios y de terceros como los acreedores, para lo cual cada una de las sociedades

participantes debe cumplir con lo siguiente:

1.- Formulación de un balance general cerrado al día anterior a la fecha de entrada en

vigencia de la fusión.

2.- La sociedad absorbente o incorporante debe formular un balance de apertura el día de

entrada en vigencia de la fusión.

2.1.5.3 Acuerdo de fusión:

La junta general o asamblea de cada una de las sociedades participantes son las

designadas por ley para aprobar el proyecto de fusión con las modificaciones que

expresamente pueda acordar, fijando para el efecto, una fecha común de entrada en

vigencia de la fusión.
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Frente a la junta general, los directores o administradores se encuentran en la obligación de

informar acerca de la adopción de acuerdos que hayan variado significativamente el

patrimonio de las sociedades participantes a partir de la fecha en que se estableció la

relación de canje.

El acuerdo de fusión se adoptará cuando menos por mayoría absoluta de las acciones

suscritas con derecho a voto, y una vez acordada la fusión, está entrará en vigencia en la

fecha fijada en los acuerdos de fusión , empero, está supeditada a la inscripción de dicho

acto en el Registro Público.

2.1.5.4 La Escritura Pública de fusión:

La escritura pública de fusión se otorga una vez vencido el plazo de treinta días, contado a

partir de la fecha de publicación del último aviso de acuerdo de fusión. Esta debe contener:

1. Los acuerdos de juntas generales o asambleas de las sociedades

participantes;

2. El pacto social y estatuto de la nueva sociedad (fusión por creación) las

modificaciones del pacto social y el estatuto de la sociedad absorbente

(fusión por absorción);

3. La fecha de entrada en vigencia de la fusión;

4. La constancia de la publicación de los avisos;

5. Los demás pactos que las sociedades participantes estimen pertinente.

Con la inscripción de la escritura pública de fusión en el Registro se produce la extinción de

las sociedades absorbidas e incorporadas, por consiguiente, se inscriben por su sólo mérito,

en sus respectivos registros, la transferencia de los bienes, derechos y obligaciones

individuales que integran los patrimonios transferidos.

3. LA ESCISION DE SOCIEDADES

3.1 DEFINICIONES DOCTRINARIAS

Julio C. Otaegui define a la escisión en su obra «Fusión y Escisión de Sociedades Comerciales»

de la siguiente manera:
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« (...) La escisión estriba fundamentalmente en el desdoblamiento de una persona jurídica con el

reparto de su patrimonio en varias personas jurídicas, y en el caso de sociedades con la atribución

de los socios de la sociedad escindente del carácter de socios de la sociedad escisionaria.»

(OTAEGUI, Fusión y escisión de Sociedades Comerciales, 1981)

Complementa estas definiciones Rodrigo Uría en su obra «Derecho Mercantil» señalandolo

siguiente:

« (...) Se entiende por escisión: 1. La extinción de una sociedad anónima, con división de todo su

patrimonio en dos o más partes, cada una de las cuales se traspasa en bloque a una sociedad de

nueva creación o es absorbida por una sociedad ya existente. 2. La segregación de una o varias

partes del patrimonio de una sociedad anónima sin extinguirse, traspasando en bloque lo

segregado a una o varias sociedades de nueva creación o ya existentes.» (URIA, Derecho

Mercantil, 1994)

3.2 ELEMENTOS CARACTERÍSTICOS DE LA ESCISIÓN

3.2.1 Cuestión de Terminología:

La Ley General de Sociedades vigente se ha ocupado de uniformizar la terminología empleada

para la calificación de los participantes en el proceso de Escisión.

De esta manera en lo sucesivo, no habrá razón para denominar manera antojadiza y

contradictoria a dichos sujetos, sino que se emplearán los términos de «Sociedad Escindida»

para aquella sociedad que divide la totalidad de su patrimonio en dos o más bloques

patrimoniales o que segrega uno o más bloques patrimoniales.

Del mismo modo, queda establecido que se hablará de «Sociedades beneficiarias» cuando se

haga referencia a las sociedades creadas o pre-existentes, para la recepción de los

mencionados bloques patrimoniales.

3.2.2 El Bloque Patrimonial:

Cabe precisar, que con ocasión de regular la escisión en la nueva Ley General de Sociedades,

se introduce el concepto de bloque patrimonial:

1. Un activo o conjunto de activos de la sociedad escindida;


20

2. El conjunto de uno o más activos y uno o mas pasivos de la sociedad

escindida;

3. Un fondo empresarial.

En resumen: un activo, un activo y un pasivo, varios activos, varios activos y un pasivo, varios

activos y varios pasivos, aunque no se contempla el caso de pasivos solamente. Cuando los

activos o activos y pasivos se hallan afectados a un fin económico; vale decir organizados para

una explotación económica eficiente, tendremos un «fondo empresarial».

Podemos apreciar, que en la actualidad no debemos asumir que por la escisión deba

transferirse necesariamente a la sociedad o sociedades beneficiarias «fondos empresariales» o

«unidades de producción» organizadas, concepción tradicional de la escisión bajo la cual se

producían estos procesos.

3.2.3 Motivaciones de la escisión:

En vista de que en la actual Ley General de Sociedades se encuentra definida la figura de la

escisión, podemos mencionar algunas de sus motivaciones:

La solución de posibles conflictos internos entre los diferentes grupos de socios de la

sociedad.

La solución a un crecimiento exagerado e imprudente de las unidades o conjuntos

empresariales.

La especialización de las varias actividades que puede realizar la empresa separándolas a

través de unidades económicas diferentes.

La descentralización de las actividades realizadas por la sociedad en diversas áreas

geográficas.

En ese orden de ideas, no se pretende señalar que estas sean las motivaciones más

importantes para la escisión, pero no cabe duda que son las más comunes.

3.2.4 La situación de los socios de la sociedad escindida:

La escisión se caracteriza por reconocer el derecho de los socios (de las sociedades

escindidas) a recibir acciones o participaciones, como accionistas o socios, de las sociedades

beneficiarias (sean sociedades nuevas o absorbentes en su caso).


21

La atribución de acciones o participaciones de las sociedades beneficiarias, será directamente

proporcional a las participaciones sociales o acciones que mantenían los socios en la sociedad

escindida, salvo que se pacte lo contrario.

Cabe precisar, que mantener el estatus social puede resultar de importancia para el socio,

tanto para su posterior participación en los beneficios como para futuras tomas de

decisiones que determinen el futuro de la sociedad.

3.3 ETAPA CORPORATIVA

3.3.1 Convocatoria a la junta general para la aprobación del proyecto de escisión:

El acuerdo de escisión supone que los socios hayan sido informados sobre el contenido del

proyecto de escisión. En buena cuenta, el acuerdo de escisión será válido en tanto los socios

hubiesen sido previamente informados sobre los alcances de dicho proyecto.

Para efectos de la convocatoria, debe cumplirse con poner a disposición de los socios,

accionistas, obligacionistas y demás titulares de derechos los siguientes documentos:

 El proyecto de escisión.

 Los estados financieros auditados del último ejercicio de las sociedades participantes.

Aquellas que se hubiesen constituido en el mismo ejercicio en que se acuerda la escisión

presentarán un balance auditado cerrado al último día del mes previo al de aprobación del

proyecto;

 El proyecto de modificación del pacto social y estatuto de la sociedad escindida y el

proyecto de pacto social y estatuto de la nueva sociedad beneficiaria (en caso de

segregación); o, si se trata de escisión por absorción, las modificaciones que se introduzcan

en los pactos sociales o estatutos de las sociedades beneficiarias de los bloques

patrimoniales; y

 la relación de los principales socios, de los directores y de los administradores de las

sociedades participantes.

3.3.2 Requisitos de la escisión:


22

El Artículo 370º de la Ley General de Sociedades señala que la escisión debe acordarse «...

con los mismos requisitos establecidos por la ley y el estatuto de las sociedades participantes

para la modificación de su pactos social y estatuto»

En ese orden de ideas, los requisitos que se han de cumplir para el perfeccionamiento de la

escisión son los siguientes:

1.- Formulación de un balance de escisión cerrado por cada sociedad participante el día

anterior al fijado como fecha de entrada en vigencia de la escisión.

Los balances deben formularse dentro del plazo máximo de treinta días, contado a partir de la

fecha de la entrada en vigencia de la escisión, estos deben ser aprobados por el directorio

respectivo o por el gerente.

Cabe resaltar, que no se requiere la inserción de los balances de escisión en la escritura

pública correspondiente.

2.- La publicidad del acuerdo. El acuerdo debe ser publicado por tres veces, con cinco días de

intervalo entre cada aviso.

3.- Debe ponerse en conocimiento de SUNAT la adopción del acuerdo de escisión total o

división.

4.- Reembolso de participaciones o acciones a los socios que cumplan con las requisitos

necesarios para hacer valer su derecho de separación.

5.- Resolver los conflictos que se presenten por el ejercicio del derecho de oposición por parte

de algunos acreedores.

3.3.3 Acuerdo de escisión:

Para la toma del acuerdo de escisión, es indispensable la información que deben proporcionar

los directores o quienes hagan las veces de aquellos, acerca de cualquier variación significativa

del patrimonio de las sociedades participantes desde la fecha en que se estableció la relación

de canje de acuerdo al proyecto de fusión.

Al igual que señaláramos en el proceso de fusión, la convocatoria deberá efectuarse con no

menos de diez días de anticipación a la fecha de celebración de la junta, requiriendo para su

instalación un «quórum calificado» (concurrencia) de por lo menos dos tercios de las acciones
23

suscritas con derecho a voto en la primera convocatoria y, en segunda convocatoria, de por lo

menos tres quintas partes de las acciones suscritas con derecho a voto.

3.3.4 La escritura pública de escisión:

La escritura pública de escisión se otorga una vez vencido el plazo de treinta días que señala la

Ley contado desde la fecha de publicación del último aviso del acuerdo.

La escritura pública de escisión contiene:

Art. 3.- Las sociedades que se disuelven deberán comunicar el acuerdo respectivo a la

Dirección General de Contribuciones, dentro de los 10 días útiles siguientes a la fecha del

acuerdo (...)

Los acuerdos de las juntas generales o asambleas de las sociedades participantes;

Los requisitos legales del pacto social y del estatuto de las nuevas sociedades;

Las modificaciones del pacto social, del estatuto y del capital social de las sociedades

participantes en la escisión en su caso;

La fecha de entrada en vigencia de la escisión;

La constancia de haber cumplido con los requisitos de publicación;

Los demás pactos que las sociedades participantes estimen pertinentes. (Acosta, Catedra -

Espíritu del Derecho, 1998)

4. DISOLUCIÓN, LIQUIDACIÓN Y EXTINCIÓN DE SOCIEDADES

Resulta innegable la necesidad de modificar nuestra antigua Ley General de Sociedades (ALGS), ello

producto de los importantes cambios que ha experimentado nuestro país en los últimos años y, en

especial por la dinámica propia del Derecho Comercial y específicamente del Derecho Societario.

Si bien es cierto, que en torno al tratamiento del tema de la disolución y liquidación de sociedades no

se han presentado modificaciones drásticas, es de resaltar entre otros aspectos que son materia del

presente análisis, que la nueva Ley General de Sociedades (NLGS) ha precisado con claridad

meridiana las tres etapas de este proceso relativo al decaimiento de la sociedad: (1º) la disolución,

(2º) la liquidación y (3º) la extinción de sociedades.

4.1 Disolución
24

Como lo señala el maestro Ulises Montoya Manfredi1, la disolución de la sociedad produce la

cesación del contrato y al mismo tiempo la extinción de la relación social, en el sentido que los

socios ya no están obligados a perseguir el fin común con medios comunes, sino que están

autorizados a pretender la restitución en dinero o en especies de sus respectivas aportaciones.

Además, por la disolución la sociedad queda imposibilitada de realizar nuevas operaciones, salvo

que sean estrictamente necesarias para el proceso liquidatorio, y la totalidad de su patrimonio no

puede disponerse sino hasta que se concluya con el pago a los acreedores, surgiendo así el

derecho preferencial de éstos frente a los socios. Los socios tendrán derecho a la cuota parte del

remanente social, sólo y únicamente cuando se haya cumplido con pagar a la totalidad de

acreedores.

Cuando se presentan o configuran las causales de disolución previstas en la ley, corresponde al

directorio, a cualquier socio, administrador o gerente convocar a junta general, a fin que se adopte

el acuerdo de disolución. En el caso de la Sociedad Anónima, cualquier socio, director o gerente

puede solicitar al Directorio la convocatoria de la junta general. En el supuesto que la junta general

no se reúna, o si reunida, ésta no adopta el acuerdo de disolución o lo que corresponda, según

sea el caso, cualquier socio, administrador, director o gerente puede solicitar al juez del domicilio

social que declare la disolución de la sociedad.

4.2 Causales de Disolución

La Nueva Ley General de Sociedades, regula en primer lugar las causas de disolución aplicables a

todas las clases de sociedades, y luego las causas especiales aplicables específicamente a las

sociedades colectivas y en comandita.

El artículo 407º de la NLGS regula las causales que inciden en todas las clases de sociedades.

El inciso 1º contempla el vencimiento del plazo de duración como causal de disolución. La

conclusión del plazo de duración de la sociedad como causa de disolución, opera de pleno

derecho (ipso jure) y no requiere de inscripción en los Registros Públicos, toda vez que el acto de

constitución o el acuerdo posterior de socios, estableció anteladamente la vigencia de la sociedad,

y al encontrarse registralmente inscrito existe la publicidad requerida frente a terceros. El maestro


25

Ulises Montoya Manfredi2, señala en relación a esta causal que el cumplimiento del plazo importa

inexorablemente el tránsito a la liquidación de la sociedad.

El inciso 2º considera como causal de disolución la conclusión del objeto social, la imposibilidad

manifiesta de realizarlo o su no realización durante un período prolongado. El objeto social es el fin

perseguido por la sociedad. Si se dio cumplimiento al fin para el cual nació la sociedad, o si dicho

fin se hace imposible de cumplir, la sociedad ya no tendrá razón de ser ni existir, al haberse

agotado su objeto social, debiendo en consecuencia determinarse su disolución.

El inciso 3º, considera como causal de disolución aplicable a todas las sociedades la continuada

inactividad de la junta general. La anterior Ley General de Sociedades, consideraba esta causal de

disolución únicamente para las Sociedades Anónimas. La continuada inactividad como causal de

disolución deberá ser determinada, en cada caso, por los socios, toda vez que la ley no cuantifica

dicho período de tiempo. Cabe anotar como referencia, lo establecido en la Décima Disposición

Transitoria de la ley, la cual dispone que «se presume la extinción de toda sociedad mercantil o

civil que no ha inscrito acto societario alguno en los diez años precedentes a la publicación de esta

ley. El Registro cancelará la inscripción (...)». entre otros.

El inciso 9º establece que las sociedades se pueden disolver por cualquier otra causa establecida

en la ley, o prevista en el pacto social, el estatuto, o convenio de socios registrado ante la

sociedad. La ley puede establecer causales de disolución distintas a las establecidas en la Ley

General de Sociedades, es el caso de aquellas contenidas en la Ley de Bancos y en la Ley de

Administradoras de Fondos de Pensiones, por citar algunas. Como sabemos los Bancos, así como

las Administradoras de Fondos de Pensiones, deben constituirse necesariamente como

sociedades anónimas, siéndoles, por ende, de aplicación la Ley General de Sociedades; sin

embargo las disposiciones legales que regulan a estas instituciones, establecen reglas especiales

dentro de las cuales se encuentran algunas causales de disolución, además de las contenidas en

el artículo 407º de la NLGS.

4.2.1 Causales Especiales de Disolución

El artículo 408º de la NLGS regula las causales especiales de disolución aplicables

exclusivamente a las sociedades colectivas o en comandita.


26

La Sociedad Colectiva, se disuelve, además de las causales generales establecidas en el

artículo 407º de la NLGS, por muerte o incapacidad sobreviniente de uno de los socios, salvo

que el pacto social establezca que la sociedad puede continuar con los herederos del socio

fallecido o entre los demás socios.

La Sociedad en Comandita Simple se disuelve, además de las causales generales establecidas

en el artículo 407º de la NLGS, cuando no quede ningún socio comanditario o ningún socio

colectivo, salvo que dentro de los seis meses se restituya al socio faltante. La Sociedad en

Comandita por Acciones se disuelve, además, si cesan en su cargo todos los administradores,

y éstos no son sustituidos dentro del término de seis meses.

4.3 Liquidación

Una vez disuelta la sociedad, se da inicio a lo que hemos denominado la segunda etapa del

proceso (iniciado con la aparición de una de las causales de disolución y que concluye con la

extinción de la sociedad), la liquidación.

El proceso de liquidación se puede definir como un conjunto de operaciones o actos que deben

realizarse en la sociedad que ha sido declarada en disolución, tendientes a la realización de su

activo, al pago de su pasivo, y la distribución entre los socios del remanente del patrimonio social,

si es que lo hubiere3.

Como lo hemos anotado líneas arriba y de acuerdo a lo preceptuado por el artículo 413º de la

NLGS, la sociedad disuelta conserva su personalidad jurídica mientras dura el proceso de

liquidación y hasta que se inscriba la extinción de la sociedad en los Registros Públicos, debiendo

añadir a su razón o denominación social la frase «en liquidación».

De la misma manera, desde el momento mismo en que se acuerda la disolución, cesa la

representación de los directores, administradores, gerentes y representantes de la sociedad,

asumiendo tales funciones los liquidadores, de conformidad con la ley, el estatuto, el pacto social,

los convenios entre accionistas inscritos ante la sociedad y los acuerdos de la junta general. Cabe

destacar que los directores, administradores, gerentes y representantes de la sociedad cesados

en sus cargos, pueden ser requeridos por los liquidadores a fin que proporcionen la información y

documentación necesaria para el proceso liquidatorio.


27

4.3.1 Designación y Funciones de los Liquidadores

De acuerdo a lo señalado en el artículo 414º de la NLGS los liquidadores son designados,

según sea el caso, por la junta general, por los socios o por el juez, salvo que el estatuto, el

pacto social o los convenios entre los accionistas debidamente inscritos ante la sociedad lo

hubiesen hecho, o que la ley disponga cosa distinta. El número de liquidadores debe ser

necesariamente impar.

En relación al número de liquidadores, si bien la ley se refiere a éste en sentido plural,

estimamos que no existe impedimento legal alguno para que una sola persona natural o

jurídica realice las funciones de liquidador, por cuanto la ley en relación a este tema no

establece un número mínimo, como sí lo hace el artículo 144º de la NLGS para el caso de los

directores (mínimo tres). Por lo demás, esta duda se disipa con la lectura del artículo 421º de la

NLGS, cuando al referirse a la solicitud de extinción de la sociedad, señala que ésta se

presenta mediante recurso firmado por el o los liquidadores.

Son también funciones de los liquidadores, la formulación del inventario, los estados financieros

y las cuentas a la fecha en que se inicia la liquidación; requerir la participación de los

representantes cesantes; llevar y custodiar los libros y correspondencia de la sociedad; velar

por la integridad del patrimonio de la sociedad; realizar las operaciones pendientes y las

nuevas necesarias para la marcha del proceso liquidatorio; transferir a título oneroso los bienes

sociales; exigir el pago de los créditos y dividendos pasivos existentes al iniciarse la liquidación;

concertar transacciones y asumir compromisos convenientes al proceso liquidatorio; pagar a

los acreedores de la sociedad; y convocar a la junta general, cuando lo estimen necesario o así

lo disponga la ley, el estatuto, el pacto social, los convenios celebrados entre los accionistas

inscritos ante la sociedad o por disposición de la junta general.

4.3.2 Distribución del haber social

Una vez aprobado el balance final de liquidación y los demás documentos exigidos por la ley,

los liquidadores procederán a distribuir el haber social remanente, única y exclusivamente si se

ha cumplido con pagar a todos los acreedores de la sociedad, o en su defecto, se ha

consignado el importe de sus créditos en una empresa bancaria o financiera del sistema
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financiero nacional. El artículo 420º de la NLGS detalla las reglas por las cuales los

liquidadores deben proceder a distribuir el haber social entre los socios, una vez pagados los

créditos de los acreedores.

5. Extinción

Concluido el proceso de liquidación (o realizada la liquidación), es obligación de los liquidadores

inscribir la extinción de la sociedad en los Registros Públicos, mediante una solicitud, en la cual se

debe indicar la forma como se ha dividido el haber social, la distribución del remanente, y las

consignaciones efectuadas (en caso que los acreedores no hubieran cobrado sus créditos),

acompañando la publicación del balance final de liquidación.

Al momento de inscribir la extinción de la sociedad, se debe señalar el nombre y domicilio de la

persona que custodiará los libros y la documentación social.

El artículo 422º de la NLGS establece el derecho de los acreedores para hacer valer sus créditos

luego de extinguida la sociedad. En el caso de la sociedad colectiva, los acreedores

Podrán hacer valer sus créditos frente a los socios. Los acreedores de las sociedades anónimas, de

las sociedades en comandita simple y en comandita por acciones (se ha omitido a la Sociedad

Comercial de Responsabilidad Limitada), podrán hacer valer sus créditos frente a los accionistas o

socios, hasta por el monto de la suma recibida por éstos como consecuencia de la liquidación. Si la

falta de pago se debió a culpa de los liquidadores, los acreedores podrán hacer valer sus créditos

frente a éstos.

El derecho de los acreedores para hacer valer sus créditos frente a los socios, accionistas o

liquidadores, según sea el caso, caduca a los dos años desde la inscripción de la extinción de la

sociedad.

Finalmente consideramos importante precisar que, la extinción de la sociedad conforme a las

disposiciones establecidas en los artículos 421º y 422º de la NLGS, procede única y exclusivamente

cuando se han pagado los créditos de todos los acreedores.

Empero, si durante la tramitación del proceso de liquidación se agotan los activos quedando

acreedores impagos, los liquidadores deberán solicitar al Juez Especializado en lo Civil de la sede

social de la sociedad la declaración judicial de quiebra de conformidad con lo prescrito en los artículos
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88º, 89º y 90º del Decreto Legislativo 845 - Ley de Reestructuración Patrimonial. En este caso, el juez

previo verificación de la extinción del patrimonio, a partir del balance final de liquidación, sin más

trámite declarará la quiebra y la extinción de la sociedad, así como la incobrabilidad de sus deudas. El

auto que declara la quiebra y la extinción de la sociedad, deberá publicarse en el Diario Oficial «El

Peruano» por dos días consecutivos e inscribirse en los Registros Públicos.

La función de los liquidadores termina con la inscripción de la extinción de la sociedad en los

Registros Públicos. Una vez ejecutoriado el auto que declara la quiebra, se da por concluido el

proceso y el juez ordena su archivamiento definitivo, emitiendo los certificados de incobrabilidad a

todos los acreedores impagos. (Navea, 1998)

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