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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

Cuestionamientos previos

Planteamiento del problema de investigación

Objetivo general y específicos

Propuesta metodológica

1. CAPÍTULO I – Marco Teórico

Breve presentación de capítulo.

1.1 Los estudios urbanos desde la Antropología.

1.1.1 Los clásicos y la ciudad.


1.1.2 La Escuela de Chicago.
1.1.3 La Escuela de Manchester y la urbanización de África.
1.1.4 La Escuela de Sociología francesa.

1.2 Las líneas de la antropología urbana de México.

1.2.1 La ciudad vista desde el campo y el campo desde la ciudad.

1.2.2 La ciudad desde los movimientos sociales urbanos y la consolidación del migrante
como urbanita.

1.2.3 La ciudad en el proceso de metropolización y las identidades urbanas.

1.3 Una antropología de las periferias urbanas.

1.3.1 Hacia un concepto de periferia.

1.3.2 Una propuesta de estudio integral desde la antropología


1.3.2.1 La esfera espacial

1.3.2.2 La esfera simbólica

1.3.2.2 Contexto estructural

2. CAPÍTULO II – Contextual

Breve presentación de capítulo

2. 1 La ciudad de Xalapa

2.1.1 Características socioeconómicas

2.1.3 Características geográficas

2.1.3 Breve historia de cómo Xalapa se convirtió en ciudad

2.2 Trazando periferias en la ciudad

2.2.1Propuesta de análisis para los márgenes xalapeños

2.2.2 Panorama general de la periferia hoy en día

2.2.2.1 Periferia Sur

2.2.2.2 Periferia Oeste

2.2.2.3 Periferia Norte

2.2.2.4 Periferia Este

2.3 Las zonas de estudio: Norte y Este.

2.3.1 Xalapa. Una ciudad fragmentada

2.4 El Norte y sus colonias

2.5 El Este y sus fraccionamientos

2.6 Contrastes urbanos


3. CAPÍTULO III VIVIR Y CONSTRUIR LA CIUDAD

Presentación de capítulo

3.1 Los actores del espacio urbano

3.1.1. ¿Quiénes hacen ciudad?

3.1.1.1 El papel de las inmobiliarias y el municipio en el crecimiento de Xalapa

3.1.1.2 La autoconstrucción de la vivienda

3.1.2.3 Desarrolladores Sociales de Vivienda de producción social de vivienda. El


caso de Pobladores A.C.

3.2 Vivir en los márgenes de la ciudad

3.2.1 Aproximaciones a la experiencia urbana

3.2.1.1 La vivienda y el vecindario

3.2.1.2 El abastecimiento y las actividades económicas

3.2.1.3 La movilidad y el posicionamiento en la ciudad

3.2.1.4 Las representaciones: vivir aquí o vivir allá

3.2.2 Las caras de una ciudad: prestigio o discriminación

4. CONCLUSIONES

4.1 Consideraciones finales


4.2 La segregación que se vive en Xalapa

ANEXOS

BIBLIOGRAFÍA
AGRADECIMIENTOS

A mis hermanos Lorena, María Fernanda y Hugo porque sin su cariño y compañía no sería
quien soy.

A mis padres Lucero Vásquez y Hugo Aguilar, por todo el amor y la seguridad que me han
dado.

A Ana Lilia López por los consejos; Ricardo Rivera y Miguel Marenco por cuidar de mi familia.

A mi tía Liliana Fernández, porque su ejemplo ha sido una fuente de inspiración.

A Oscar Arturo Lozano Cruz por acompañarme con mucho amor en este camino y los que
faltan…

A Jorge Luis Solano Uscanga, por guiarme desde el comienzo de mi formación académica y
porque gracias a él, me encuentro en el camino de los estudios urbanos.

A Estela Casados González, por su ayuda en la creación de la estructura de este trabajo, por
sus lecturas y la sincera amistad.

A Hipólito Rodríguez Herrero, por la oportunidad y la confianza brindadas para colaborar en


un proyecto que hoy se consolida en esta tesis.

A Rafael Palma Grayeb, Francisco Sabatini, Arturo Guillaumin y a Fernando Winfield Reyes
por las charlas y los comentarios realizados en distintas fases del proceso de investigación.

A Gilberto Cházaro García por su apoyo con el manejo de bases de datos.

A Luis Sánchez de Pobladores A.C. por su apoyo para la realización de entrevistas.

A las personas y familias entrevistadas porque sin ellas este documento no tendría sabor:

Don Alejandro Flores Huerta, por su excelente narración y confianza.

Bucio Cruz, Álvarez Huesca, Mendoza Aguilar, Mandala González, Colón Escamilla.
A mis queridos antropólogos…

Ozmar Pedroza, por el gusto de haber compartido este viaje antropológico en el que pasamos
a ser más que amigos o colegas, familia.

Irving de Jesús Muñoz, por su amistad sincera y leal (y por haberme salvado la vida).

Mayra Barradas, por los días de CIESAS y por la amistad que sigue sin importar las carreras.

Andrés Cruz, por discriminarme amorosamente por mi color de piel.

David Ayala, por su cariño y apoyo de siempre.

Victoria Ayala, por los días con largas horas de clase.

Nayeli Morales, por compartir proyectos y amistad.

Carlos J. Fernández, por este gusto a las ciudades que tanto compartimos.

Naomi Acevedo, por los días de Mérida, la amistad y los viajes que restan.

Ximena E. Batista, por los ánimos, los proyectos y la amistad.

Roberto González, por ser uno de los pocos poblanos que quiero.

Mario Raúl Martínez, por la paciencia y el apoyo en esos días de Consejería.

A mis amigos no antropólogos…

Cristina López Méndez, por [casi] toda una vida de amistad.

Jonathan Tornero, por los consejos, el apoyo y su cariño ateo.

Efraín Dorantes, por la amistad, las risas y las clases de matemáticas.

Arely León, por haber sido una luz cuando se nublaban las cosas.

Leonardo Cruz, porque siempre está ahí para escucharme.

Arisai Díaz, mi antropóloga arrepentida.

Al apoyo brindado por:

Elizabeth García, Edgar Sánchez, Margarita y Alfredo; por la paciencia y por su trabajo
siempre con una sonrisa.
A la familia Lozano Cruz por los ánimos, el cariño y la confianza.
INTRODUCCIÓN

Uno de los efectos más tangibles de la globalización es la creciente urbanización que se vive
en todas partes y con particular auge en América Latina donde el setenta por ciento de la
población vive en ciudades. No es de extrañarse que también la producción de trabajos sobre
los fenómenos urbanos se haya incrementado y diversificado sus ramas. En el caso de la
Antropología, podemos observar cada vez un mayor interés por las ciudades, integrándose así
estas investigaciones como una de las temáticas relevantes.

En efecto han aumentado los estudios urbanos: sobre lo que pasa en las ciudades y de
las ciudades mismas, de los actores y de la cultura. Se han abordado desde diversas disciplinas,
con diferentes metodologías y hasta en equipos multidisciplinarios. Sin embargo, sea cual sea
el tema que traten y desde la disciplina que se quiera partir, resulta notorio que la mayoría sólo
refieren a ciudades grandes, megalópolis o zonas metropolitanas. Resultado así la existencia
de un vacío teórico sobre las ciudades medias y pequeñas, aun cuando existen más personas
viviendo ellas. Es por ello que es necesario e importante comenzar a entender la manera en
que se vive la experiencia urbana en estos espacios que han sido menos abordados.

Al igual que otros países, México, ha considerado al desarrollo urbano como uno de los
rubros más importantes debido que ha sido asociado con el desarrollo del país. Es así que
actualmente existe una mayor cantidad de población urbana que rural. Este giro se ve
materializado en las políticas públicas, los presupuestos, las instituciones, la infraestructura y
los servicios. Pero también esta transformación ha cambiado la manera en que los habitantes
experimentan su ciudad. Las migraciones del campo a la ciudad desde hace cuatro décadas
provocaron cambios drásticos en las ciudades.

Las periferias forman parte clave de este proceso debido a que se presentan como
espacios ventajosos para poder recibir a la nueva población. Al verse reconfigurado el espacio
los márgenes asumen diferentes especificidades según el uso que los actores le van dado
(habitantes, inmobiliarias, industrias, empresas, el mismo Estado). Asimismo las periferias y el
centro de la ciudad se redefinen y se ponen en funcionamiento de nuevas tecnologías,
actividades y nuevos actores que orientan la dinámica de la ciudad según sus intereses.

Uno de los propósitos de la investigación que a continuación se presenta es contribuir a


llenar ese vacío mencionado anteriormente y así entender cómo diferentes actores urbanos
construyen y viven la ciudad. Aunque es de interés la ciudad como tal, en este documento
solamente se hará un análisis sobre los márgenes de la ciudad de Xalapa. Este municipio se
encuentra ubicado en el centro del Estado de Veracruz y es una de las tantas ciudades del país
que se ha visto reconfigurada por el incremento acelerado de su población. Es importante
mencionar que este trabajo habla de periferias en plural, porque desde el principio se asume
que los márgenes de las ciudades no son en definitiva, homogéneos. Asimismo se tiene en
cuenta la importancia de la dialéctica entre el espacio y la práctica urbana, es así que buscará
dar importancia a los elementos visuales de la ciudad para entenderlos junto con las distintas
experiencias.

En el mejor de los casos para cualquier investigación hay que tener el mayor número de
ángulos posibles, para así entender a profundidad el fenómeno en estudio. Pero en esta ocasión
al no ser posible eso, se eligieron dos zonas que fueran contrastantes entre sí en su
infraestructura y condición socioeconómica. Se trazaron dos polígonos uno al norte conformado
por colonias populares y otro al este de la ciudad que se forma a partir de varios
fraccionamientos de clase media y alta. Ambos comparten la característica de encontrarse
situados lejos de las áreas centrales de Xalapa. Además de entender cómo se vive esa
periferización, será posible tener una idea de cómo se experimenta en los actores la
segregación socio espacial que existe en la ciudad.

A lo largo de estas páginas expondré diversas experiencias urbanas de estos habitantes


periféricos. En el primer capítulo se presentarán las categorías de estudio, algunas propuestas
teóricas para su análisis y las fuentes de información que fueron utilizadas para poder responder
los cuestionamientos centrales de la investigación. Inicialmente se hará una introducción a la
Antropología Urbana y se destacarán sus aportaciones al estudio de los márgenes de la ciudad.
Después expondrá un breve recuento de cómo diversas disciplinas han abordado el concepto
de periferia urbana. Por último se presentará una propuesta sobre la obtención de datos para
esta investigación. La mayor parte de la información proviene de entrevistas, encuestas, bases
de datos oficiales, archivos históricos y de gobierno, mapas, fuentes geográficas de información,
entre otras.

El segundo capítulo es la parte contextual de la investigación y en ese sentido busca dar


un panorama general sobre Xalapa intentando ubicarla como una ciudad media. Asimismo, se
expresarán las principales causas por las cuales es ahora una ciudad que funciona gracias a la
cantidad de servicios que ofrece, razón que explica muchas de las características de la ciudad
como su crecimiento poblacional acelerado, la expansión de la mancha urbana y principalmente
sus contrastes. Para cerrar este capítulo se expondrá la delimitación de las zonas que fueron
estudiadas y ambas serán descritas con sus principales características, haciendo énfasis en la
presentación de sus contrastes. Es muy importante realizar estas observaciones sobre la ciudad
de Xalapa, así para el tercer capítulo podremos contextualizar de mejor manera varios
testimonios que serán presentados.

La experiencia urbana, como se ha mencionado anteriormente, es básicamente el punto


central de esta investigación, lo que más interesa conocer. Pero ¿qué estamos entendiendo por
experiencia urbana? La manera en que los distintos actores urbanos viven, construyen, se
mueven y significan su espacio en la ciudad. En ese sentido se sobreentiende que existe una
multiplicidad de experiencias, así como tan complejo sea el número y la diversidad de actores
y de entornos. El tercer capítulo estará dedicado a indagar en los diferentes rubros que reflejan
la manera en que se experimenta la ciudad: “La vivienda, la zona y los vecinos”, “El entorno
urbano, infraestructura y servicios”, “Abastecimiento y actividades económicas” y “El
posicionamiento y movilidad en la ciudad”. Comentarios de entrevistas, resultados de encuestas
y datos rescatados de los archivos burocráticos del olvido irán intercalándose con diversas
opiniones de autores que han tratado cada una de estas temáticas.

Para finalizar este trabajo se expondrán algunas conclusiones que se han ido elaborando
a lo largo de este proceso de investigación. La médula será la reflexión acerca de la segregación
urbana en Xalapa, es decir, cómo estos contrastes se traducen en fragmentación de los
espacios y por ende cómo afectan las interacciones sociales de distintos actores de la ciudad.

Cuestionamientos previos

Esta investigación ha transformado su planteamiento conforme se profundiza en los resultados


de campo y la documentación teórica. Las preguntas, los objetivos y las zonas de estudio han
cambiado paulatinamente hasta llegar a lo que se presentará aquí. Pese a los muchos cambios,
he de mencionar que el punto central siempre ha sido la periferia urbana de Xalapa. La Línea
de Investigación “Espacio y Poder. El proceso de globalización en el Golfo de México” de la
carrera de Antropología Social de la Universidad Veracruzana (FAUV) es en donde surge este
estudio. Desde hace varios años he mostrado interés por la globalización y sin duda alguna
contemplé que mi trabajo recepcional estuviese dentro de esta temática. Es así que inicialmente
opté por plantear un análisis sobre los efectos de la globalización en las periferias urbanas de
ciudades medias. Más adelante me interesé por la conformación de los actuales márgenes de
Xalapa, intentando explicar sus contrastes. En algún momento después me propuse estudiar
los procesos de glocalización igualmente en el redentor de la ciudad.

Tuve la oportunidad de participar como asistente del proyecto de investigación nivel I en


el trabajo "Redistribución demográfica. Nuevos patrones de pobreza en la geografía
veracruzana" el cual está dirigido por el Dr. Pedro Hipólito Rodríguez Herrero. Dicho proyecto
está financiado por Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Centro de Investigaciones
y Estudios Superiores en Antropología Social del Golfo y que tiene número de registro VER-
2008-C02-109428. Así, la investigación se centró en saber cómo se vive y cómo se construye
la periferia urbana desde y en distintos puntos de la ciudad de Xalapa.

La idea ha sido hacer énfasis en sus contrastes y en la diversidad de actores que


participan en su construcción, pero sobre todo busca exponer la experiencia urbana de los
habitantes de dichas zonas. Aunque pareciera que dejé de lado el tema de la globalización,
resulta que en realidad retomé una de sus manifestaciones más concretas: los problemas de
urbanización. Varios planteamientos fueron desechados, otros modificados pero considero que
casi todos han sido incluídos en diferentes partes del proceso de investigación.

Una parte esencial de la Antropología está en profundizar en la alteridad para así poder
comprender al otro. Como ciudadana xalapeña ¿De qué manera puedo establecer distancias y
diferenciación con otros xalapeños? Esta distinción en los inicios de nuestra disciplina
representó la razón de su existencia, una de las formas de tener autonomía respecto de otras
disciplinas. Sin embargo hoy en día, como científicos sociales en general, no podemos eludir el
hecho que nos encontramos compartiendo un universo de significación, al menos uno muy
general que es el humano.

El antropólogo Esteban Krotz menciona al respecto de la alteridad que “no se trata de la


constatación de que todo ser humano es un individuo único y que siempre se pueden encontrar
algunas diferencias en comparación con cualquier otro ser humano” (Krotz, 1994: 8). No es el
punto busca contrastes nada más porque sí, sino para poder comparar los diferentes universos
de vida y de cierta forma comprenderlos. En el caso de los estudios urbanos, el compartir la
misma ciudad que estamos estudiando representa al menos dos posibilidades. Primeramente
mezclar nuestra experiencia urbana en los supuestos que tengamos, podríamos dar por
sentado muchas cosas que en realidad deben explicarse. Pero por otro lado permitiría entender
gran parte de la dinámica de la ciudad, los puntos relevantes, tener una idea e incluso una
concepción propia de una parte del imaginario urbano que se crea sobre algunas zonas, entre
otras ventajas.

Angela Giglia y Emilio Duhau, estudiosos de la ciudad de México, creen que “el proyecto
antropológico consiste en disolver la alteridad en el sentido de no considerar al Otro como
inaccesible sino asumir que todo lo humano me es accesible” (DUHAU y GIGLIA, 2003:41).
Como sujetos urbanos no podríamos evitar tomar como referente también nuestras propias
experiencias urbanas. Soy de la misma ciudad que estudio y, de alguna manera no puedo dejar
de lado mis vivencias en Xalapa, lo único que me queda de tarea en las siguientes páginas es
ser muy explícita con mis comentarios personales a manera de que el lector pueda
diferenciarlas.

Volviendo al tema de la alteridad, es necesario comentar algunas de las inquietudes que


dieron origen a este trabajo de investigación. En los más de veinte años que he vivido en Xalapa
las mudanzas han sido una constante, sumando casi diez residencias en diferentes domicilios
en la ciudad. Sin embargo cada una de las casas que he habitado se ha encontrado dentro de
lo que podemos considerar áreas centrales de la ciudad. Es decir, podríamos considerar que
siempre he vivido “bien ubicada” como se dice coloquialmente a las viviendas que se encuentran
bien comunicadas y accesibles, pero sobre todo que son céntricas. La movilidad cotidiana de
una persona casi siempre se encuentra determinada por algunos ejes principales: su trabajo o
escuela, sus lugares de abastecimiento y obviamente, su casa. También en ese sentido mi área
flujo o movimiento siempre ha estado también en el área central de Xalapa o en zonas
contiguas.

La mudanza de un familiar muy cercano me llevó a conocer la Colonia Revolución de


esta ciudad. Dicho lugar se encuentra ubicado al norte, a un lado de la salida hacia la Ciudad
de México. Fue en ese momento cuando me percaté de las distancias, de lo mucho que había
crecido Xalapa y sobre todo de las precarias condiciones de vida de muchas personas. Aunque
no es la idea comparar a la manera tradicional la periferia y el centro, sí es la finalidad marcar
la importancia en todo caso de las zonas centrales de la ciudad puesto que históricamente ha
sido un referente importante para la gente. A partir de esta dualidad es que puedo marcar cierta
diferenciación con los xalapeños que viven en las colonias y fraccionamientos periféricos. Es
allí donde encuentro cierta otredad que por su puesto estoy interesada en conocer.

Me queda claro por qué muchas personas aceptan vivir lejos de la ciudad, en este caso
en la zona norte, pues es un lugar que brinda terrenos con bajos costos y rentas baratas. Pero
lo que no podía entender es por qué alguien que si contaba con suficientes recursos económicos
decidía vivir en un lugar como las Ánimas. Ambos lugares se encuentran lejos del centro
histórico. Para ir a cualquier zona es necesario transportarse en automóvil o bien en transporte
público. Con el tráfico de la ciudad tardas al menos una media hora en llegar hasta esos
fraccionamientos o colonias. Conforme se ha desarrollado esta investigación a partir de las
lecturas, de las entrevistas, de los recorridos y de las charlas sobre el tema me he dado cuenta
las razones que la gente tiene para vivir en un lugar o no. En las siguientes páginas las iré
exponiendo y relatando como entendí cada una de ellas.

Planteamiento del problema de investigación

Los estudios de la realidad social se desarrollan a partir de la construcción de una o varias


interrogantes sobre algún fenómenos determinado. Son muchas las ocasiones en que éste se
problematiza para poder resolver y explicar algunas de sus variables. En palabras muy
concretas y generales, éste es un estudio sobre la experiencia urbana de los habitantes
periféricos de la ciudad de Xalapa, el cual engloba varios cuestionamientos. Algunas de las
preguntas han sido y son ¿cómo se vive la periferia de las ciudades medias? ¿Qué es la
experiencia urbana? ¿Qué es una periferia urbana? ¿Existe para los habitantes una periferia
lejana al centro de la ciudad? ¿Quiénes son los principales actores de la construcción de
periferias urbanas? ¿Por qué la periferia no es homogénea? ¿Qué procesos ha tenido para
llegar a tener su actual composición? ¿Cómo estos contrastes se traducen en segregación
socioespacial? La mayoría de estas interrogantes se abordarán como discusiones a lo largo de
este texto. Asimismo varias se han concretado en los siguientes propósitos.

Objetivo general
Conocer la experiencia urbana de los habitantes de las zonas norte y este de la ciudad de
Xalapa, Veracruz. Haciendo énfasis en su condición contrastante y periférica.

Objetivos específicos

• Brindar un breve panorama histórico del crecimiento demográfico y espacial de la ciudad de


Xalapa.
• Hacer una breve revisión del concepto de periferia urbana en México y Latinoamérica
• Hacer un análisis sobre los principales actores sociales que se encuentran construyendo y
viviendo las dos zonas de estudio propuestas.
• Exponer algunos de los puntos principales de la segregación socio espacial en Xalapa

El primer objetivo hace referencia a la construcción de un contexto histórico que enfatice la


manera en que diversos acontecimientos locales y nacionales han propiciado que la ciudad
tenga la dinámica económica y espacial que actualmente se puede observar. Las escenas
principales a considerar serán el giro económico de la ciudad de mitad del siglo XX así como el
crecimiento poblacional y de la mancha urbana a partir de la década de los ochenta del mismo
siglo. El siguiente objetivo se crea dado que, parte central de la investigación es la periferia
urbana, busca realizar un recuento sobre las maneras que existen para abordar este concepto
desde distintas disciplinas pero sobre todo en las sociales y en la Antropología.

Para llevar a cabo el tercer objetivo se tomarán como ejes tres grandes categorías de
actores: los habitantes (familias, en asociaciones de vecinos o colonos, individualmente), a los
constructores (empresas inmobiliarias, a los mismos habitantes en su rol de auto constructores
y a intermediarios) y por último a los agentes de gobierno (instituciones competentes).

La existencia de zonas contrastantes en una ciudad se puede traducir en segregación socio


espacial. En ese sentido el último objetivo de esta investigación es hacer énfasis en cómo se
vive esta segregación entre los habitantes de la periferia xalapeña.

Propuesta metodológica

Los estudios urbanos por naturaleza son multidisciplinarios y por ende es necesario que para
llevarse a cabo se apliquen diversas estrategias y métodos de obtención de datos. La
información que se ha conjugado en esta investigación proviene de diversas fuentes. La
metodología empleada, en ese sentido, es tanto cualitativa como cualitativa.

Como una de las principales fuentes de información han sido empleadas las entrevistas
focalizadas e improvisadas. Básicamente estas se han aplicado a los habitantes de las colonias
y fraccionamientos que se están estudiando. Asimismo tienen la finalidad de indagar por
distintos tópicos de la experiencia urbana los cuales ya han sido mencionados con anterioridad.
Por otro lado se han realizado también encuestas breves que han buscado ampliar los
referentes en cuanto a dicha experiencia. Es así que se ha encuestado a diversos sectores de
la población que pasan por diferentes etapas de vida (juventud, vejez) o bien que no
necesariamente bien ahí pero que tienen un rol importante en las zonas de estudio
(funcionarios, trabajadores y prestadores de servicios). De esa manera no se considera como
actores a los habitantes únicamente sino a una población más compleja.

Para corroborar los datos obtenidos en las entrevistas hemos consultado algunos
archivos de la Dirección Municipal de Desarrollo Urbano así como varias fuentes de información
geográfica y estadística. Por otro lado se gestionó ante el Instituto de Acceso a la Información
los datos referentes a la autorización permisos de construcción de fraccionamiento y/o unidades
habitacionales para las ciudades de Xalapa, Banderilla y Emiliano Zapata considerando que
estos últimos dos se encuentran conurbados y por ende limitan con la periferia municipal.
También han consultado también archivos históricos municipales y estatales que han servido
para reconstruir la historia de Xalapa enfocada a su crecimiento urbano que es de nuestro
interés. Por último, al ser este un estudio urbano que surge desde la Antropología, se ha dado
también prioridad a la observación etnográfica a través de diversos recorridos por las colonias
y fraccionamientos en cuestión. También ha habido observación participante en diversas
reuniones de asociaciones y grupos de colonos vecinos para la gestión de servicios.
CAPÍTULO I

CIUDAD, ANTROPOLOGÍA Y EL ESTUDIO DE LAS PERIFERIAS URBANAS

Presentación

En los estudios urbanos definir lo que es ciudad, así como la delimitación de lo que es urbano
y lo que es rural, fue una de las temáticas más recurrentes. Desde diversas disciplinas se han
establecido diferentes conceptos, juicios y referentes. Pero aunque existen diversos criterios
sobre las urbes, sin no hay algún consenso entre las distintas fuentes que los producen. Y es
que la naturaleza de los estudios urbanos es multidisciplinaria, porque requiere de la
conjugación de distintos métodos y teorías que se complementan entre sí. Los criterios
económicos, demográficos, ecológicos o sociales no son suficientes por sí mismos.

La Antropología al mostrarse en sus estudios tan amplia y diversa, se presta fácilmente


para llevar a cabo investigación sobre la ciudad. Pero la vastedad de la disciplina no es la única
razón. Josepa Cucó apunta que "lo urbano, por su tamaño y complejidad, parece necesitar de
un enfoque triangular consistente en combinar tres métodos distintos pero complementarios:
los métodos históricos, los métodos cuantitativos y el método etnográfico" (Cucó, 2004: 21). Es
entonces que la Antropología tiene un lugar especial en los estudios urbanos al integrar diversos
métodos con los finos detalles de las etnografías.

Hablar de periferias urbanas requiere primeramente tener una noción de lo que se está
entendiendo por ciudad. La tarea de definirlo no es asunto sencillo pues desde hace muchos
siglos han existido las ciudades y sus características han variado a través de los años. ¿Qué
es aquello que hace que una ciudad pueda denominarse como tal? ¿Son semejantes París o
Londres del siglo XIX con las ciudades latinoamericanas de hoy en día? ¿Cómo se ha definido
ciudad en la antropología? Para leer esta investigación con mayor entendimiento del contexto,
en este primer capítulo se presentará una exposición de cómo los estudios urbanos llegaron a
ser abordados por la antropología. Para ello se analizarán algunos antecedentes intentando
mostrar la manera en que han definido el concepto “ciudad” en las ciencias sociales. La idea no
es mostrar una exhaustiva recopilación de cada uno de los autores y sus trabajos, en realidad
el propósito es que el lector entienda cuáles han sido las raíces de las cuales se nutre nuestra
disciplina para entender al fenómeno urbano.
Ligado a ciudad, el concepto central de esta investigación es el de periferia urbana. Éste
ha sido poco definido debido a lo complicado que es su situación al ser un espacio limítrofe así
como por la falta de acuerdo entre las disciplinas para precisar ciudad. Los márgenes urbanos
serán retomados en este estudio como las zonas que se encuentran alejadas del centro
geográfico e histórico. Es importante mencionar en este punto del trabajo que se ha tratado de
respetar hasta donde ha sido posible la delimitación municipal, debido a que lo que nos interesa
es analizar cómo se vive esta periferización en escenarios contrastantes dentro de una misma
ciudad. Con ello no quisiera restar importancia a la condición metropolitana de Xalapa,
simplemente busco profundizar en una situación más particular: la experiencia urbana de esas
personas que viven dentro de un municipio o ciudad pero que se encuentran “casi afuera de
ella”. Ciudadanos que por ley tienen derecho a los beneficios de los distintos servicios
municipales pero que en muchas ocasiones son olvidados por el mismo gobierno.

Como introducción a los contenidos de este capítulo, se expone a continuación una


pequeña reseña de cómo la Antropología pudo incursionar en los estudios urbanos. Esto es con
la finalidad de entender algunas de las carencias que esta subdisciplina ha venido arrastrando
hasta nuestros días.

1.1 LOS ESTUDIOS URBANOS DESDE LA ANTROPOLOGÍA. O DE CÓMO EL


ANTROPÓLOGO LLEGÓ A LA CIUDAD

Los límites de la Antropología son difusos y se trastocan con los de otras áreas del
conocimiento. Es necesario recordar que esta disciplina surge debido a la necesidad que había
por conocer las formas de vida descubiertas en las épocas pre-coloniales. Dichas formas de
vida eran extrañas y distintas para los colonizadores, por lo que varios exploradores y
misioneros se encargaron de estudiarlas. Por supuesto no era entonces una disciplina como
tal, pues carecía de una sólida epistemología. En realidad, el quehacer antropológico no tiene
como finalidad “investigar otras sociedades en busca de lo exótico, sino aventurarse en nuevos
campos de conocimientos para explicar las distintas formas culturales de las sociedades
humanas” (Tejera, 1999: 2).

Actualmente ha diversificado sus estudios, sus objetivos de investigación, escenarios y


metodologías. Pareciera que en su camino son inevitables los cruces con otras disciplinas. En
ese sentido, desde hace algunas décadas, la Antropología se ha adentrado en la producción
de la investigación urbana. Muchos considerarán que llegó tarde a dicho campo de estudios
debido a varias razones que actualmente dejaron algunos vestigios problemáticos. Una de las
principales razones ha sido el encasillamiento en objetos de investigación relacionados con
sociedades sencillas, aisladas y/o indígenas”, de manera que pensar en ciudades era más que
inapropiado, era algo que estaba fuera de nuestros alcances. Desde sus métodos hasta su
esencia, la antropología no parecía tener cabida en las urbes.

Existen varias razones por las cuales la Antropología se trasladó al estudio de fenómenos
urbanos. Primeramente, en la década de los sesenta “una tendencia de los antropólogos por ir
a las ciudades o simplemente permanecer en ellas se hizo realmente pronunciada” (Hannerz,
1986:11). Esto se debió a las grandes migraciones externas e internas que se presentaron tanto
en Europa, Norteamérica y varias ciudades de Latinoamérica, dando como resultado el
engrosamiento de la población urbana de los centros industriales más importantes de aquella
época. Los sujetos de estudio en muchas ocasiones se trasladaron a vivir a las grandes
ciudades y los antropólogos tuvieron que seguir sus pasos para poder continuar con sus
estudios.

En segundo lugar, que el auge de las teorías del desarrollo, las cuales marcaron las
pautas para definir un tercer y primer mundo, tuvieron mucho que ver también con el surgimiento
de la antropología urbana. Los antropólogos que habían estudiado comunidades perdidas,
salvajes y exóticas y que realizaron descripciones de estos “mundos” así como los sociólogos
urbanos de mitad del siglo XX prepararon la escena para que la introducción del “desarrollo
tuviera una concepción puramente funcional”. Es decir, que fuera “concebido como la
transformación de una sociedad tradicional en una moderna” (Escobar, 2007: 36). En ese
sentido los antropólogos estudiaron aspectos que el desarrollo problematizó (y que en casos
creó) como la pobreza, la marginación, el multiculturalismo, la segregación entre otros. Y fue
así como "apareció un nuevo campo del pensamiento y de la experiencia llamado desarrollo,
todo lo cual desembocó en una estrategia para afrontar aquellos problemas." (Escobar, 2007:
23).

Otra de las razones que podemos considerar es la que destaca Ulf Hannerz respecto de
los recursos económicos necesarios para llevar a cabo investigaciones: “parece cada vez más
difícil conseguir financiamiento para hacer trabajo de campo en el extranjero… la antropología
urbana en el propio país puede ser una salida”. Esta situación no es ajena a nuestra realidad,
puesto que se sigue presentando en la actualidad. Cabe mencionar que la otredad que el
antropólogo buscó en sus inicios, ahora la tenía en su propia ciudad a través los inmigrantes de
diversos países, con diferentes formas de vida readaptándose y reinventándose en nuevos
escenarios.

Para llegar a consolidarse como una nueva subdisciplina, la Antropología Urbana tuvo
que recorrer un largo camino. Al respecto, Josepa Cucó, en su libro Antropología Urbana,
menciona las fechas importantes en este proceso de acreditación (Cucó, 2004:16).
Primeramente, el concepto es utilizado en el año de 1963, aunque la autora no menciona de
qué manera o por quién fue acuñado. Cinco años más tarde se publica el primer manual y para
1972 es presentada la primera revista. Pero los primeros trabajos de antropología urbana
comienzan a surgir a partir de la Escuela de Chicago, así como también de la Escuela
Culturalista norteamericana. En estos podemos observar cómo "una antropología enfocada en
el mundo campesino busca en la ciudad, conscientemente o no, aquellas, que hasta hace
algunos años en Italia se llamaba supervivencias precapitalistas en contextos urbano-
industriales"(Signorelli, 1999: 9). Pero antes de ellos están los autores de la teoría social
clásica, quienes aportaron valiosa información e importantes raíces para lo que vendría a
estudiarse posteriormente en todas las ciencias sociales.

1.1.1 Las aportaciones de la teoría social clásica a la Antropología Urbana

Son numerosos e importantes los estudios sociales realizados en el siglo XVIII y XIX que
surgieron para comprender las nuevas sociedades emergentes. Estos a su vez, han servido
como referentes para varias de las investigaciones urbanas en la antropología y en general para
todos los estudios urbanos. Aunque algunos cursos de Antropología urbana o en algunos libros
no se les dedique algún tiempo o espacio, definitivamente son relevantes las obras de autores
de la teoría clásica social como lo fueron Karl Marx, Max Weber y Emile Durkheim. Si bien sus
obras no estuvieron enfocadas específicamente en la ciudad como tal, sus textos contienen
varios comentarios que expresan ideas sobre el fenómeno urbano. Cabe mencionar que,
estudiaron a las primeras ciudades capitalistas e industriales que surgieron a la par del fin del
mundo feudal. En ese sentido sus obras son de vital importancia puesto que reflejan mucho de
los sentires y de las problemáticas que presentaban las sociedades ante este nuevo estilo de
vida.

Sin duda alguna uno de los grandes críticos de la sociedad industrial, fue el filósofo
alemán Karl Marx. Sus escritos, que son verdaderamente extensos y profundos, no hablan de
una manera particular sobre la ciudad. En el Manifiesto del Partido Comunista, que escribió con
su colega Friederich Engels, se expresan explícitamente de ella de la siguiente manera: "La
burguesía somete el campo al imperio de la ciudad. Crea ciudades enormes, intensifica la
población urbana en una fuerte proporción respecto a la campesina y arranca a una parte
considerable de la gente del campo al cretinismo de la vida rural. Y del mismo modo que somete
el campo a la ciudad, somete los pueblos bárbaros y semibárbaros a las naciones civilizadas,
los pueblos campesinos a los pueblos burgueses, el Oriente al Occidente.” (Marx y Engels,
1978:70)

A partir de las palabras anteriores, se entiende a la ciudad como un lugar no sólo diferente
sino también opuesto a las formas de vida rurales y al campo. José Luis Lezama, investigador
y catedrático del Colegio de México, en su revisión a la teoría social sobre la ciudad y el espacio,
considera que Marx “concibe a la ciudad desde la perspectiva de la división del trabajo y de las
contradicciones que de ésta derivan en relación con el campo" (Lezama, 1993:119). En ese
sentido, el campo y la ciudad se van diferenciar según el tipo de actividades económicas que
tengan, entre la predominancia del trabajo industrial o el agrícola, el intelectual o el manual.
Esta noción de contrastar lo rural y lo urbano será un referente constante dentro de la
antropología que irá superándose a lo largo del desarrollo de su teoría urbana.

Por otro lado, en el libro “La Ideología Alemana”, los autores muestran además, que la
ciudad “es el hecho de la concentración de la población, de los instrumentos de producción,
del capital, de los placeres y de las necesidades” (Marx y Engels, 1973:78). Es entonces la
ciudad, la materialización y la reunión de todo aquello que es necesario para el funcionamiento
del modo de producción capitalista. Estas afirmaciones llevarán a la reflexión sobre el sentido
de la vida en la ciudad en donde pareciera que el hombre tiene la única función de reproducir
este sistema, dejando en segundo plano todo el sentido humano.

Después de Marx, el sociólogo francés Emile Durkheim realizó estudios sobre la


sociedad francesa, la cual se enfrentaba a un París más consolidado como ciudad pero que se
encontraba atravesando varios problemas sociales. En ese contexto, Durkheim ahonda en
diversos conceptos, entre ellos uno de los más útiles a este trabajo es el de morfología social.
Según el doctor en sociología, Edgar Mendoza (2005: 54) quien ha realizado muchos trabajos
relacionados con urbanismo social, considera que Durkheim utilizó el concepto de morfología
social, como “una categoría próxima de una forma de estudiar a los grupos sociales en ciudades
y sus elementos, territorios, ecología, configuración, organización”. Mendoza cita al autor:
“…esta ciencia tiene por objeto la forma exterior y material de la sociedad, proponemos llamarla
de Morfología Social… no debe, pues, limitarse a un análisis descriptivo; ella debe también
explicar. Debe buscar de dónde resulta el hecho de la población concentrarse en ciertos puntos
más que otros, lo que hace que ella sea principalmente urbana o principalmente rural, cuáles
serían las causas que determinan, limitan el desarrollo de las ciudades, etc.”1

Lo anterior pone de manifiesto que para Durkheim la ciudad era una contraparte del
campo. Por otro lado, también está expresando que uno los criterios propios para definir la
ciudad es la densidad demográfica. Dicho aumento de población se produce a partir de la
división del trabajo social la cual conlleva a la existencia de “una organización del espacio que
lleva a un estado con mayor integración social… con sociedades más heterogéneas…
prácticamente sociedades complejas industriales”, explica el revisionista Edgar Mendoza (2005:
57). Evidentemente con la publicación del libro “El Suicidio”, Durkheim encuentra un doble
sentido y función de cada ciudad, en cuanto a que representan el “ámbito que posibilita el
progreso social… y el… deterioro de la condición de la vida humana” (Lezama, 1993, 131).

Max Weber, es el último de los autores de la teoría social clásica que se analizarán en
este apartado, aunque no son los únicos. Weber, también filósofo y economista, se distingue
en la sociología por sus propuestas de tipos ideales de las que se sirvió para analizar diversos
fenómenos. En su tipología de las ciudades (Weber, 1964:938) el autor considera que los
criterios demográficos, espaciales o de especialización económica por sí mismos no son
suficientes para definir una ciudad. En dicho texto el autor considera que si bien las ciudades
concentran diferentes tipos de actividades económicas, casi siempre hay una que predomina y
que da sentido a toda la dinámica urbana, en ese sentido creó una tipología de las ciudades
según su función económica: ciudades productoras, consumidoras, de comerciantes,

1 Durkheim, citado en MENDOZA, 2005: 55.


metropolitanas, entre otras (Lezama, 1993: 126-127) Por otro lado, considera que solamente
“hablaremos de ciudad en sentido económico cuando la población local satisface una parte
esencial de su demanda diaria y en parte esencial también mediante productos que los
habitantes de la localidad o la población de los alrededores producen o adquieren para
colocarlos en el mercado” (Weber, 1964: 940).

Podemos observar en las líneas que escribe Weber, la relación inmediata y dialéctica
entre el mercado y la ciudad. De acuerdo a ello, una urbe ante todo debe funcionar como un
foco, un centro económico que produzca servicios o productos pero que a su vez consuma de
su alrededores ya sean materias primas o bien, mano de obra. Siguiendo a Lezama, la
perspectiva weberiana enmarca a la ciudad como un "escenario del surgimiento de una ética
de carácter racional e individual en el ámbito de la economía” (Lezama, 1993). Por otro lado,
en su tipología de las ciudades intenta crear un recuento de cómo se les ha definido ciudades
y cuáles han sido sus diferentes especificidades. Sin embargo en todo momento está presente
que la “ciudad” propiamente constituida sólo se encuentra en Occidente.

Ninguno de los autores anteriores desarrolló en realidad teoría urbana, pero sí nos
brindan características importantes para la definición del concepto abordado, así como también
nos exponen el panorama en el que surgen estas ciudades que estudiaron. Tanto para Marx
como para Weber y Durkheim, la ciudad se muestra como un escenario donde se lleva a cabo
una serie de fenómenos, transacciones, donde se desarrolla un especial tipo de ética, es el
resultado de una organización económica, social y política específicas y particulares del
capitalismo industrial. Muestran en sus textos una combinación de análisis de los aspectos
micro como las relaciones sociales urbanas, el ciudadano, la conciencia, etc., pero también
toman en cuenta la interacción entre distintas ciudades, la estructura urbana, los procesos de
intercambio, los cuales son aspectos macro del fenómeno urbano.

Sin embargo ninguno de ellos pone mucha atención en la parte física y espacial de una
ciudad, quizá Weber llega a mencionar el cercamiento del territorio como característica de
antiguas urbes. Pero dentro de las propuestas principales de los autores no hay un análisis de
esa territorialidad, de la infraestructura o del diseño urbano. La influencia de los clásicos de la
teoría social se notará en las siguientes escuelas que estudien a la ciudad. Principalmente las
ideas de Karl Marx van a permear en diferentes etapas y en distintas maneras a varios autores
que retomarán partes de su gran obra El Capital. El siguiente apartado se expondrá los trabajos
de algunos académicos de la Escuela de Chicago, la cual tiene una de las más importantes
producciones de sociología urbana.

1.1.2. La Escuela de Chicago y el impacto del crecimiento urbano en la sociedad

Ulf Hannerz se expresa de la Escuela de Chicago como “Una institución local que… ha
desempeñado un papel no menos importante en nuestra comprensión no sólo del Chicago de
principios de siglo2 , sino del urbanismo en general”. La Escuela de Chicago es entendida por
Fernando de Jesús Azpúrua, quien es doctor en ciencias de la educación en Venezuela, como
el “conjunto de trabajos de investigación en el campo de las ciencias sociales realizado por
profesores y estudiantes de la Universidad de Chicago, entre 1915 y 1940" (Azpúrua, 2005:25).
La ciudad de Chicago es actualmente una de las más pobladas de Estados Unidos y en las
primeras décadas del siglo XX presentó un gran crecimiento demógrafico y urbano. Esto se
debió a la llegada de grandes olas de inmigrantes de Europa, de otras partes del país y muchos
de áreas rurales. Las zonas a donde se establecían estos recién llegados se convirtieron en un
problema al ser identificadas “por la pobreza, delincuencia, la falta de servicios educativos, de
salud, altas tasas de fecundidad y mortalidad y otros problemas ligados al carácter de
ciudadanos de segunda al cual fueron relegados” (Lezama, 1993: 185)

En ese contexto, Robert Ezra Park, periodista y catedrático de la Universidad de Chicago,


publica en 1915 su obra titulada La ciudad. Propuesta para la investigación de la conducta
humana en el medio urbano. A partir de esta publicación se comienzan a gestar varios proyectos
de investigación urbana que tenían en particular el interés por reunir información de campo. El
autor considera que la ciudad es más allá de lo que comúnmente reconocemos como tal: la
forma en la que está organizada su estructura, los edificios, los carriles de las calles; Lo anterior
parecer ser simples artefactos que componen una urbe (Park, 1915: 658). Al ser más que eso,
afirma que la ciudad se compone de un orden moral así como de una estructura física, las
cuales se complementan y se modifican en formas muy particulares (Park, 1915:659). En ese
sentido el autor está considerando tanto al espacio físico y su equipamiento como a la
organización social que se están produciendo en una ciudad, tomando siempre en cuenta que
se encuentran en relación dialéctica. Aunque Robert Park logró entender a la ciudad en sus

2 N. del A.: El autor se refiere al Siglo XX.


procesos macro y en otros más específicos, considero que sus estudios tuvieron más énfasis
en los pequeños mundos sociales que se crearon en Chicago. Sin embargo, hay que reconocer
su interés por el urbanismo a gran escala.

Esos “mundos sociales” fueron un temática importante en la obra de Park ya que la


oleada inmigrante así como la actividad industrial tuvieron varios efectos en la organización
espacial de la ciudad. “Lo que queremos conocer sobre los vecindarios, las comunidades
étnicas y las áreas segregadas de la ciudad, que existen dentro o en los bordes de la ciudad es
lo que querríamos saber de otros grupos” (Park, 1915:583)3. El autor enlista variables a estudiar:
su composición, los orígenes de los pobladores, edades, sexos y condición socioeconómica, la
historia del barrio, los liderazgos y la experiencia urbana Dicha información va a servir para
entender la organización cultural de una ciudad “los procesos de segregación establecen
distancias morales que convierten a la ciudad en un mosaico de pequeños mundos que se tocan
pero no se compenetran… esto hace posible que los individuos pasen rápida y fácilmente de
un medio moral a otro” (Park, 1952: 47).

Se puede observar que Robert Park se especializó en el estudio de las minorías urbanas,
de los guetos, los vicios y los problemas que generaban. Este interés fue recurrente en sus
discípulos y en general en muchas de las investigaciones urbanas desde las ciencias sociales,
especialmente en la Antropología. Asimismo, Park encontró que las ciudades eran una especie
de escenario de lucha y de supervivencia, esto debido a la influencia del Darwinismo. Más allá
de la definición de “ciudad” que Park pudiera haber dado, quizá lo que pueda servir más al
estudio urbano serían los puntos que establece para su análisis (Mendoza, 2005:65-67): a) la
organización espacial de la ciudad, b) la organización socioeconómica, c) el control social
establecido por instituciones y d) la composición étnica

Otro de los autores que se retomará de la Escuela de Chicago es Ernest Burgess, quien
fue un sociólogo urbano preocupado en la estructura urbana y el comportamiento de la
población. Burgess es muy conocido por su diagrama ideal de la ciudad. En éste se ilustran “los
procesos típicos de expansión de la ciudad… a través de una serie de círculos concentricos,
los cuales podrían numerarse para designar ambos las zonas sucesivas de extensión urbana y

3 Traducción de la autora. El original: "What we want to know of these neighborhoods, racial communities, and

segregated city areas, existing within or on the outer edge of great cities, is what we want to know of all other social
groups"(Park, 1915: 583)
los tipos de áreas diferenciadas" (Burgess, 1925:50)4. Este diagrama más allá de expresar la
expansión urbana, propone el concepto de ciudad que el autor sostiene. En ese sentido, está
entendiéndola como un proceso histórico de agregación de capas a un territorio que a la vez
son absorbidas e integradas a la dinámica urbana.

En el modelo ideal de ciudad el centro alberga el asentamiento originario de un lugar el


cual se ha convertido en un área comercial. Hacia afuera de ésta existe una transición en donde
se han establecido las industrias ligeras y comercios, seguida de la zona donde habitan los
trabajadores de estas fábricas mencionadas, así como algunos migrantes que han logrado
posicionarse ahí. Después están las zonas residenciales de lujo y algunas viviendas
unifamiliares . Y finalmente está el área suburbana o de los pasajeros, como la llama Burgess.
Ésta se conforma por localidades o fraccionamientos que depende económicamente de las
actividades de la ciudad y que tienen una movilidad cotidiana hacia el centro de ella.

La crítica que hubo hacia este diagrama puede resultar obvia, primeramente porque de
un caso específico (la ciudad de Chicago) creó un esquema general sobre la expansión y otros
procesos urbanos. Hannerz expresa también sus puntos de vista sobre dicho esquema: “parece
presuponer, por ejemplo, una división del trabajo de gran alcance, con muy diversos usos del
terreno y una separación entre la residencia y el trabajo… así como… en ocasiones los
conceptos ecológicos se ven superados tanto por factores culturales como por otros factores
de la conciencia humana.” (Hannerz, 1986: 40-41). Sin embargo, el análisis de Ernest se hace
a partir de un patrón que adquiere un carácter socioespacial y como lo expresa Maurice
Halbwachs sobre la representación concéntrica “ilumina mejor las diversas funciones que ellas
realizan y ayuda a comprender con más claridad las relaciones” (Halbwachs,2004: 224). Su
propuesta a pesar de haber sido arduamente criticada, inspiró a varios autores a crear otros
supuestos de crecimiento sobre los espacios urbanos.

Roderick Mckenzie fue otro de los académicos más prestigiados de aquella época
perteneciente a la Escuela de Chicago, publicó junto con Robert Park y Ernest Burgess el libro
“The City” en donde participó con el artículo titulado “The Ecological Approach to the Study of
the Human Community”. Los tres autores estuvieron fuertemente influenciados por las teorías

4 N. del A.: Traducción de la autora. El texto original es el siguiente: "The typical processes of expansion of the city can

be illustrated, perhaps, by a series of concentric circles, wich may be numbered to designate both the succesive zones
of urban extension and the types of areas differentiated in the process of expansion."
de Charles Darwin y es así que buscaron explicar la evolución de la sociedad con leyes de la
evolución biológica. Mckenzie se centró en explicar cómo una comunidad podría convertirse en
ciudad a través de los procesos de expansión e invasión (Lezama, 1993:50). El primero se
refiere a que al presentarse un aumento cuantitativo en la población se produce uno cualitativo,
los cuales producen diferenciación socio espacial, es decir, segregación urbana. La invasión
por otro lado produce que la ciudad (re) estructure su territorio y a su vez, las “características
de este proceso deciden la suerte económica de las distintas zonas urbanas” (Lezama 1993:51)
La ciudad es entonces el producto del despliegue de las fuerzas opuestas que se enfrentan en
el plano de la competencia por la obtención de los recursos básicos para la existencia humana
(Mckenzie, 1967, 63-64).

Sin duda alguno uno de los exponentes más reconocidos del cuerpo académico de
Chicago, fue Louis Wirth quien buscó interpretar sociológicamente más que a la ciudad en sí, a
el conjunto de conductas sociales que tenían como escenario a la urbe. Es evidente el carácter
que va a imprimir en sus estudios simplemente al leer las primeras hojas de su publicación "El
urbanismo como modo de vida" (1938) en donde expresa que su teoría del urbanismo va a partir
de identificar "los principales rasgos de la vida urbana moderna y sus efectos sobre las
relaciones sociales, la conducta y la personalidad de los habitantes de las grandes ciudades"
(WIRTH, 2005:2).

Wirth estaba sumamente interesado en crear una definición de ciudad que abarcara
aquello que la economía, la psicología y la filosofía habían dejado de lado. Considero que los
criterios demográficos por un lado eran únicamente definiciones “administrativas” que no tenían
consideración de los diversos contextos culturales; sin embargo también tenía en cuenta que
estos no podían ser omitidos puesto que una comunidad urbana se distinguía por ser un gran
agregado de personas. Es así que Wirth llega a establecer que una ciudad podrá ser
denominada así sólo si cumple con ciertos estándares en el tamaño de la población, la densidad
y la multiculturalidad. Y enuncia su definición de la siguiente manera: "Una ciudad puede ser
definida como un establecimiento relativamente grande, denso y permanente de individuos
socialmente heterogéneos" (Wirth, 2005: 6). También se refiere a la ciudad como "el centro de
iniciación y control de la vida económica, política y cultural que ha atraído a su órbita las más
remotas partes del mundo y entrelazados un cosmos de diversas áreas, pueblos y actividades"
(Wirth, 2005:3).
El urbanismo como modo de vida refiere a tres elementos esenciales: la estructura física
con una base demográfica y un orden ecológico, un sistema de organización social y un
conjunto de actitudes. Pero Louis Wirth cuando hablaba de urbanismo, en realidad puso más
énfasis en éste como un contenido social y no en la territorialidad. Y lo reafirmamos pues él
consideró que “la ecología humana constituía una de las tres dimensiones básicas que deben
ser consideradas para elaborar una teoría de la ciudad, las otras dos serían la psicológica y la
social" (Lezama, 1993: 156). Y resulta que ninguna de esas dimensiones están considerando
aspectos físicos que finalmente terminan influyendo en el modo de ser urbano.

A diferencia de la gran mayoría de los contemporáneos tanto de su universidad como de


otras fuentes, Harvey Zorbaugh dedicó una parte de su investigación en el libro “The gold coast
and the slum” a estudiar a las clases sociales más altas de su ciudad. Al respecto Lezama
comenta que “lo más frecuente era que los urbanistas de Chicago estudiaran a los pobres, los
forasteros o los más o menos carentes de reputación” (Lezama, 1993: 58), pero en el caso de
Zorbaugh, fue el primero en estudiar a aquellos que contaban con más recursos económicos y
que por lo mismo vivían en las mejores zonas de la ciudad. De igual manera en este trabajo se
analizó una parte de la periferia urbana que tiene mejor infraestructura y a los actores que la
habitan y la construyen, que por lo general, son quienes detentan mayor poder y tienen más
capacidad adquisitiva en Xalapa.

Para Zorbaugh la ciudad estaba erigida no solamente en la manera en que Burgess la


describió, sino también a través de la combinación de diferentes factores como la red de
transporte, la organización de sus zonas productivas y de comercio, los parques y las avenidas
así como por sus condiciones topográficas. Todo lo anterior “fragmenta a la ciudad en pequeñas
áreas, las cuales podemos llamar como áreas naturales, carentes de planeación y producto
natural del crecimiento de la urbe” (Zorbaugh, 2005: 85)5. El autor investigó las diversas zonas
de la ciudad de Chicago, lo cual convirtió a su trabajo en una de las panorámicas más
interesantes de entonces. Asimismo, creó diversas técnicas para obtener información de los
“ricos” de su sociedad. Los datos obtenidos hicieron más polémica su obra, pues reflejaba la
forma de vida de una sociedad urbana en expansión. Sin embargo no fue más allá en su
reflexión, pareciera que son como indica Ulf Hannerz: “notas etnográficas enviadas a los

5N. del A.: Traducción de la autora. El texto original es el siguiente: All of these break the city up into numerous smaller
areas wich may call natural areas in that they are unplanned, natural product of the city’s growth.
archivos coloniales…que no cumplen, con el ideal malinowskiano de antropólogo profesional”
(Hannerz, 1982: 62).

El último de los autores de la escuela de Chicago que quiero presentar es a Robert


Redfield, debido a su importancia en el establecimiento de la antropología urbana. Redfield
hizo relevantes investigaciones en Yucatán que le permitieron publicar The folk culture of
Yucatán donde expone la relación entre campo y ciudad a través de su concepto el continum
folk-urbano (LEZAMA, 1993:170). Lo anterior tiene que ver con ese proceso de transformación
entre lo comunal y la ciudad, lo que para nosotros es más conocido como las diferencias y
contrastes entre lo rural y lo urbano respectivamente. El cambio sociocultural se iba a presentar
conforme a la cercanía que las sociedades rurales tuvieran con las urbanas (Gonzalez y
Romero, 1999: 212).

La influencia que tuvo Robert Redfield en la antropología fue clara debido a que la base
de sus trabajos era esta dicotomía mencionada anteriormente y porque el estudio de
comunidades ha sido uno de los temas más recurrentes de nuestra disciplina. Según Patricia
Safa y Ana María Portal, ambas antropólogas e investigadoras urbanas, Redfield dejó un
modelo de diferenciación en donde, por un lado, la vida rural se caracterizaba por las relaciones
primarias y la estabilidad; por otro, la vida urbana se definía por las relaciones secundarias y
por una constante transformación (Safa y Portal, 2005: 31-32). Esa dicotomía alimentada tanto
por Wirth como por Redfield, se va a reflejar en muchos de los estudios posteriores. Sin
embargo, las características que marcan para cada uno de los polos no son siempre
correspondientes a lo que Redfield dijo. Podemos observar tantas ciudades medias con zonas
marginales que tienen características más rurales en sus relaciones sociales a pesar de
encontrarse ubicadas en la ciudad. Esta situación se va evidenciar académicamente con
investigaciones sobre las redes de apoyo en la ciudad que en México se realizaron por diversos
antropólogos y sociólogos.

Existen muchas críticas hacia los trabajos de la Escuela de Chicago. Algunos de los que
menciono a continuación fueron señalados por Edgar Mendoza en su libro “Lo urbano y la
ciudad. La importancia de su construcción teórica” (Mendoza, 2005: 85-86). Pese a los modelos
propuestos y supuestamente generales, existía y existe una dificultad teórica para aplicarlos en
otras ciudades. La teoría ecológica de la que se valieron tampoco explica a la ciudad en sí y
resulta más bien descriptiva, el exceso de asemejar los espacios urbanos a un mecanismo
biológico propició ese descuido de explicar puesto que su funcionamiento y otros procesos los
dieron por sentado. De igual forma no tuvieron mucha consideración por exponer las causas
económicas que determinaron los cambios de los grupos sociales. Prevaleció en todos los
investigadores una notoria tendencia por resaltar y estudiar los aspectos negativos de las
sociedades. Básicamente, la ciudad no fue estudiada como un todo sino sólo aquellos puntos
que les interesó remarcar.

De las aportaciones que se le deben está la de haber puesto en marcha la idea de que
los procesos urbanos en realidad están en constante transformación. Con sus etnografías
plasmaron los indicadores de la vida urbana como la movilidad, la interdependencia, la
multiculturalidad y la distancia social, entre otros. Gracias a dichos estudios se logró ampliar la
definición del “ser marginal,” pues ser minoría era una expresión de varios sentidos debido a la
diversidad cultural y social de Chicago. Desde la Antropología Urbana podemos afirmar que
ellos comenzaron el largo camino de la validación del trabajo de campo (o etnográfico) como
un mecanismo de aproximación al conocimiento sobre las ciudades.

1.1.3. La Escuela de Manchester y la urbanización de África

El surgimiento y crecimiento de las ciudades en cualquier territorio siempre implica cambios


drásticos, tanto en el medio ambiente como en la demografía y organización social. Pero los
procesos de urbanización pueden resultar más complejos ante un panorama de colonización.
A finales de la tercera década del siglo XX se fundó en Rodesia del Norte, actualmente Zambia,
el Rhodes Livingstone Institute, el cual surgió para producir investigaciones sobre el cambio
sociocultural que enfrentaban varias de las sociedades africanas ante la industrialización de sus
territorios. Godfrey Wilson, el primer director del instituto, describía dicho panorama: “…Los
pueblos producen su propia comida, construyen sus propias casas sin ayuda de otros y sin
dividir los procesos entre las diferentes familias...”6 (Wilson, 1945:5).

Wilson y su esposa Mónica Hunter realizaron estudios en el centro minero de Broken


Hill y a partir de ello y de otras observaciones en campo, consideraron que el cambio económico
había producido una serie de implicaciones en diferentes campos de la vida de los africanos

6Traducción propia. El texto original en inglés es el siguiente: " Villages usually raise most of their own food, and build
their own houeses without outside help and without dividing the processes among the diferent families.”
como en sus leyes, su distribución, su religión, su parentesco y su relación con el medio
ambiente. Por lo anterior, África se encontraba en un estado de crisis y algún día volvería a su
equilibrio pues éste era el estado normal de las sociedades. Dicha inestabilidad había sido
provocada por “la introducción de una economía industrial de base urbana en una sociedad
rural de agricultura simple” (Hannerz, 1986:145).

Uno de los puntos fuertes del instituto fue la valoración del contacto cultural con el trabajo
de campo. África antes y después de la segunda guerra mundial era claramente un escenario
de fuerte segregación, de hecho hoy en día lo sigue siendo, sin embargo en aquel momento las
diferencias eran legalmente respaldadas.

La ciudades africanas eran entonces un mosaico fragmentado en donde se encontraban


zonas reservadas para africanos que trabajaban para europeos: “áreas dentro de Estados
heterogéneos en donde grupos socialmente inferiores (racial, política y económicamente) viven
separadamente de, pero interrelacionados con, grupos dominantes” (Gluckman, 2003: 34). A
diferencia de Malinowski, quien subrayaba las diferencias culturales para analizar las
sociedades en transición, Max Gluckman insistía en que la sociedad colonial africana “debía ser
considerada como un solo campo social que incluía todo desde la vida y las formas de mando
pueblerinas, aparentemente tradicionales, hasta los funcionarios distritales europeos y las
condiciones de vida en los centros minero del oro en Sudáfrica..." (Hannerz, 1986:150) fue por
ello que propuso una investigación para analizar comparativamente de los desarrollos más
importantes de la región fueran asentamientos rurales, indígenas o modernos.

El antropólogo británico, Aidan Southall realizó recopilaciones de trabajos que


documentaban cómo se estaba viviendo la urbanización en Latinoamérica, Asia y África en la
mitad del siglo XX. Como él mismo expresa, su preocupación era “que las naciones industriales
urbanas más ricas de Occidente se percaten de que el fulminante consumo que han estado
haciendo sobre los recursos del mundo tiene implicaciones para las masas pobres que habitan
naciones no occidentales y para la sociedades cada vez más urbanas de la que estas personas
se sienten irresistiblemente atraídas." 7 (Southall, 1973: 4). En esa lógica de exponer los
diferentes escenarios urbanos Southall realizó un trabajo en donde "dividía a las ciudades en

7 Traducción propia. El fragmento original es el siguiente: "It is important for the richer urban industrial nations of the

West to realize the implications of their galloping consumption of the world's resources for the poor masses of non-
western nations and for the increasingly urban society into which these people are being irresistibly drawn."
dos tipos, A y B, las primeras más antiguas y de lento crecimiento y las segundas como ciudades
nuevas de rápida expansión" (Sierra, 2006: 161).

Por otro lado Clyde Mitchell, realizó un estudio sobre la danza kalela a partir de la cual
interpretó cómo estaba organizada socialmente una ciudad. Si el modelo de organización social
estaba determinado por el sistema industrial y por las leyes, se explica que la capacidad
adquisitiva hubiera desplazado a las relaciones personales como la base de asociación (Clyde,
1946: 48). Fue a partir de la publicación de “Social networks in urban relations”, que el autor
complementó a Southall, estableciendo algunas determinantes a través de las cuales se podían
delinear los tipos urbanos: " Decir que las costumbres son las que rigen la vida social podría ser
una caracterización errónea de la sociedad primitiva y en ningún caso en absoluto podría
concebirse ser aplicado, por ejemplo, a las comunidades urbanas que han emergido
rápidamente en todas partes de África. En ellas las características dominantes son la fuerte
densidad de población, la heterogeneidad étnica, la diferenciación socioeconómica y el alto
grado de movilidad residencial y ocupacional. " 8 (Clyde, 1969:77).

Las investigaciones producidas por la Universidad de Manchester a través del Rhodes


Livingstone Institute tienen la particularidad de haber vivido un contexto colonialista que, aunque
se vivió sin revueltas significativas hasta mediados del siglo XX, culminó con movimientos de
liberación que se dieron en la década de los sesentas. La segregación espacial urbana en las
ciudades o comunidades africanas estaba determinada por factores económicos, sociales y
étnicos principalmente. Una de las herramientas metodológicas más usadas fue el análisis
situacional, el cual es explicado por Guillermo de la Peña como aquel estudio que considera a
la cultura como una expresión idiomática de una situación determinada (Peña, 1993: 22). En
ese sentido, se analizaron las costumbres tribuales en situaciones diferentes las cuales
adquirían también significados distintos.

Estas condiciones le dan entendimiento al énfasis que tuvieron algunos autores por los
temas como tribalismo, relaciones sociales y etnicidad entre otros. Ulf Hannerz (1986: 138)
considera que "aunque sus estudios no ofrecen la riqueza de detalles descriptivos sobre una

8 Traducción propia. El texto original es el siguiente: “To say that custom is king may be a misleading characterization
of primitive society, but in no circumstances at all could it conceivably be applied, say, to the urban communities now
rapidly emerging all over Africa. Here the dominant characteristics - high population density, ethnic heterogeneity,
increasing social and economic differentiation and a high degree of occupational and residential mobility...”
variedad de grupos y escenarios que se encuentra en los de sus colegas de Chicago, son
también importantes por su percepción de problemas de método, conceptualización y análisis."
Sin embargo es importante su revisión para poder comprender los diferentes escenarios en los
que se presentaron los procesos de urbanización no occidental, tal como lo proponía Southall.

1.1.4 La escuela de sociología urbana de Francia 9

Durante los años sesenta y setenta del Siglo XX, se presentó una época de progreso económico
y de urbanización acelerada que después de tres décadas de crecimiento sostenido del
capitalismo central, resultó benéfica para países periféricos como México y Brasil (Hiernaurx,
2004: 13). En Francia esta oleada de urbanización tuvo dos consecuencias principales que van
de la mano. Por un lado, existió una repercusión en el ámbito académico pues se necesitaron
marcos teóricos que permitieran entender y asimilar los procesos de cambio territorial que se
estaban presentando. Por otro de corte más bien político, hubo la necesidad de crear medidas
que regularan este acelerado crecimiento. Ambas necesidades se encuentran relacionadas y
se tradujeron en la vasta obra de reflexiones sobre la ciudad y en el llamado movimiento
planificador. José Luis Lezama menciona al respecto que la planificación y la ciencia de lo
espacial surgieron como un mecanismo mediante el cual se pudo imponer la voluntad del centro
sobre los grupos de poder de la periferia, en donde la teoría sustentó política e ideológicamente
las obras públicas (Lezama, 1993: 243-244).

Hablar de la escuela de Sociología Urbana de Francia se vuelve complejo, pues son


extensas las obras de los autores principales. Sin embargo, en este capítulo se pretende
mencionar a los que competen para esta investigación por razones específicas que se verán
desarrolladas más adelante. En el contexto anteriormente descrito, ubicamos a Maurice
Halbwachs, filósofo y sociólogo francés quien realizó estudios sobre la estructura urbana y su
constitución como una de las consecuencias de la colectividad. Halbwachs se destaca por haber
analizado a las ciudades no sólo desde su morfología sino también desde sus interpretaciones
a partir de la memoria, la cual sólo puede ser colectiva: "cualquier recuerdo aunque sea muy
personal… existe en relación con un conjunto de nociones que nos dominan más que otras, con
personas, grupos, lugares, fechas, palabras y formas de lenguaje, incluso con razonamientos e

9N. del A.: Aunque estamos tratando de crear un acercamiento de las escuelas de la Antropología Urbana, no podemos
dejar de lado los estudios de la sociología puesto que han servido como referente.
ideas, es decir, con toda la vida material y moral de las sociedades de las que hemos formado
parte" (Halbwachs, 2004:18 -19). En ese sentido, considera que son también colectivas las
necesidades que transforman el espacio y por tanto cualquier tipo de planificación sería incapaz
de decidir las estructuras urbanas, al menos en la práctica (Lezama, 1993: 238-239).

No podríamos dejar de lado el pensamiento de Henri Lefebvre, sociólogo, geógrafo y


filósofo marxista, quien escribió diversas obras desde antes de la década de los cincuenta hasta
principios de los noventas del siglo anterior. Lefebvre se refirió al urbanismo, como un asunto
de moda entre los franceses de su época que, aunque se encontraba aparentemente al alcance
de todos, en realidad las cuestiones que eran relativas a la ciudad y a la realidad urbana no
eran del todo conocidas (Lefebvre, 1969:15). Esto implicaba un urbanismo que no expresaba
las verdaderas condiciones de la ciudad y que terminó siendo una mera estrategia o discurso
políticos. Tal es así que en su libro El derecho a la ciudad pone de manifiesto cómo, tanto el
Estado y las Empresas10 de una u otra manera, absorben y suprimen a los espacios urbanos.
El Estado, entendido como un conjunto de instituciones que intentan organizar la vida social y
que a través de los impuestos busca financiar todo el equipamiento de una ciudad (servicios
públicos, parques y áreas verdes, centros de salud, centros de educación). La vivienda y gran
parte de esas funciones se concesionaron a empresas privadas con lo que, de cierta manera,
son ellos los que terminaron condicionando gran parte de la vida urbana. Asimismo Lefebvre
consideró que el espacio había sido arrebatado por las clases dominantes a través del control
de los usos de suelo, de la centralización y la fragmentación (Lezama, 1993, 256).

El derecho a la ciudad se refiere al derecho a contar con todos los servicios,


infraestructura y equipamiento urbanos. Pero además Lefebvre pensó en algo más allá de eso
pues también consideraba que las personas tenemos necesidades antropológicas elaboradas
socialmente que van más allá de los simples productos y bienes materiales consumibles, más
bien son esas necesidades de actividad creadora, de obra, de información, simbolismo e
imaginación, actividades lúdicas en sí. Eso es, cierta necesidad de ciudad y necesidad de vida
urbana (Lefebvre, 1969:123-124). Retomar el control era posible de realizarse a partir de

10N. de la A.: Lefebvre emplea la palaba Empresa, con mayúscula al inicio, para designar a todas las instituciones
comerciales que participan en la construcción inmobiliaria.
plantearse la ciudad “en función de realidades nuevas y no en función de los problemas de Ia
producción industrial” (Lefebvre, 1976: 141).

Sin lugar a duda, el sociólogo español Manuel Castells es uno de los autores más
destacados del urbanismo en las Ciencias Sociales. Su pensamiento ha experimentado varias
etapas, desde una defensa de los supuestos marxistas hasta la propia crítica de ellos, desde el
estudio de las ciudades y los movimientos sociales hasta la comunicación. Las ideas de este
autor representan un parte aguas en los estudios antropológicos puesto que cuestionaron el
enfoque de la tradición culturalista, específicamente el concepto de cultura urbana. Para
Castells, no es que la ciudad tuviera como producto ese conjunto de "valores, actitudes y
comportamientos" que los culturalistas habían descrito arduamente. En realidad se trataba de
una serie de características que resultaban del modo capitalista industrial (Castells, 1979:15-
16). Asimismo consideraba que los rasgos que se englobaban como característicos de la cultura
urbana no eran exclusivos de las ciudades pues también se presentaban en algunas
comunidades rurales (Lezama, 1993:259).

Tampoco quiere decir que haya que caer en determinismos tecnológicos al momento de
definir a la ciudad o a los fenómenos urbanos. La industrialización como proceso se presentó
de diversas formas en el mundo y erróneamente fue asimilado al de urbanización (Castells,
1971:96-98). Son términos y procesos distintos y como indicadores no han crecido
proporcionalmente en todos los países. En América Latina, por ejemplo, se ha presentado en
realidad una hiperurbanización pues existe un desequilibrio grande entre los niveles de
urbanización y los de desarrollo económico. Es decir, la industrialización no le implicó un
crecimiento económico ni una urbanización proporcionales. Esto explica la característica falta
de servicios e infraestructura en los países subdesarrollados, pues se inmovilizaron recursos
capitales que si bien pudieron haberse invertido de manera productiva fueron destinados en
cubrir esas carencias de la población.

La ciudad, para Castells, es un producto histórico tanto en su materialidad física como


en su significado cultural (Lezama, 1993:277). Aunque es una proyección espacial de la
sociedad no es una hoja en blanco que se llena de la acción de los grupos e instituciones. Es
en realidad “el espacio como producto material en relación con otros elementos materiales,
entre ellos los hombres, los cuales contraen determinadas relaciones sociales, que dan al
espacio una forma, una función y una significación social (Castells, 1979:141). El fenómeno
urbano, por otro lado, es “la expresión del sistema de valores en curso en la cultura propia de
un lugar y de una época…exige que se articule en el conjunto de una estructura social, en lugar
de atenerse a la pura correlación empírica entre un contenido cultural y su asiento espacial"
(Castells, 1979, 105-106).

Los años transcurrieron y las ideas de Castells se fueron transformando conforme se fue
involucrando en sus investigaciones, pero definitivamente el hecho que hizo cambiar su
pensamiento fueron las transformaciones tecnológicas del siglo pasado que se acentuaron en
la década de los ochenta. Dichos cambios tuvieron fuertes repercusiones en la organización
social, la economía, las formas urbanas de todo el mundo, el cual se conformó como ahora lo
conocemos. De igual manera, en palabras de Castells, "la nueva sociología urbana se quedó
obsoleta ante su nuevo contexto urbano marcado por las primeras fases de la era de la
información, del mismo modo que la Escuela de Chicago se había quedado obsoleta ante una
sociedad industrial madura” (Castells, 2001:493). Dado que el espacio es una expresión de la
sociedad, al presentarse un cambio en las estructuras de nuestra sociedad, el autor supone que
existen también transformaciones y surgimientos de nuevas formas urbanas. En ese sentido,
considera que las ciudades se encuentran ahora organizadas en tres ejes principales que se
caracterizan por articulaciones y/o oposiciones. En cuanto a su función, está organizada en
torno a la oposición global-local; en términos de significado, se caracteriza por la tensión entre
individuación y comunalismo; en cuanto a su forma espacial, contiene la tensión y articulación
entre el espacio de los flujos y el espacio de los lugares (Castells, 2001:496-499).

1.2 LAS LÍNEAS DE LA ANTROPOLOGÍA URBANA MEXICANA

En el México posrevolucionario la diversidad cultural se entendió como un obstáculo para el


desarrollo económico y para la conformación de la identidad nacional. En ese sentido se
desarrollaron diferentes mecanismos que se conjugaron en un proyecto político de integración
nacional, el cual fue sustentado académicamente por varias disciplinas. Entre ellas se
encontraba la Antropología, la cual “era la ciencia que con mayor autoridad podría proponer
formas de conocer a ese otro, constitutivo de lo propio, con miras a conformar una nación
homogénea" (Portal y Ramírez, 1995: 79). El campo y las comunidades indígenas fueron las
áreas de estudio de los antropólogos mexicanos hasta que en los años treinta de siglo XX se
presentó una gran movilización de población rural hacia las ciudades. Así, los antropólogos se
vieron en la necesidad de seguir a sus sujetos de estudio para ver la manera en que se
integraban en el nuevo escenario.

La idea de este apartado no es realizar una cronología puntual sobre esos estudios, sino
plantear un análisis sobre cuáles han sido las principales líneas temáticas a manera que sea
posible hacer un balance sobre la Antropología Urbana en México. Esto último con la finalidad
de entender la propuesta de investigación planteada por el presente trabajo. Para los fines de
esta investigación, se expondrán tres etapas dentro los estudios urbanos antropológicos que se
diferencian principalmente por sus líneas temáticas y sus enfoques metodológicos más que
teóricos. A continuación se explicarán cada una de ellas.

1.2.1 La ciudad vista desde el campo y el campo desde la ciudad.

Desde los años treinta del siglo veinte, varios fueron los antropólogos se dedicaron a realizar
estudios sobre las diferencias que existían entre las formas de vida en comunidad y entre la
vida urbana misma. Son famosas las obras de Robert Redfield, antropólogo norteamericano
quien comparó precisamente estos tipos de sociedades rurales y urbanas desde una
perspectiva ecologista muy característica de la Escuela de Chicago. A diferencia de Redfield,
Oscar Lewis (antropólogo estadounidense) realizó una investigación acerca una familia
mexicana migrante que recientemente habitaba en una vecindad del centro de la ciudad de
México para después establecerse en la periferia de manera permanente. En discusiones con
Redfield, quien muestra cómo la vida citadina de los migrantes tepoztecos al Distrito Federal se
da sin la desorganización que atribuía a la ciudad (Lewis, 1968).

Vale la pena detenerse a mencionar brevemente el concepto más importante de la obra


de Lewis: cultura de pobreza. Dicho término define, por un lado, a ese “conjunto de actitudes,
normas y valores que determina formas de comportamiento particulares entre los sectores
populares pauperizados” (Nivón y Mantecón, 1993); por otro, lo que intenta expresar Lewis con
ese concepto es ese afán de adaptación y una reacción de los sectores pobres a su situación
marginal. Lewis va a heredar a la antropología mexicana una fuerte tendencia por el estudio de
los grupos en peores condiciones económicas.

Las obras de Oscar Lewis representaron un parte aguas porque dejaron de lado la
discusión sobre la dicotomía de las esferas rural-urbana, para establecerse propiamente en el
estudio dentro de la ciudad. La delimitación espacial de sus áreas de estudio va a marcar el
prototipo de unidades de análisis que a continuación se seguirán estudiando en la Antropología,
es decir los microespacios. Las temáticas estudiadas derivaban de este choque entre dos
sociedades, una campesina y otra citadina. El punto de partida fueron los procesos de
urbanización de la Ciudad de México y de otras ciudades importantes del país (Safa y Portal,
2005: 32). La adaptación cultural, la integración a la economía urbana, cultura de la pobreza,
campesino urbano y marginación son los contenidos que más se van a mencionar en los textos
de estos años. Las unidades analíticas de las investigaciones fueron barrios, vecindades,
comunidades que comenzaron a urbanizarse y algunas colonias periféricas que comenzaron a
formarse en las grandes ciudades11.

Cabe destacar que una de las características más importantes de los actores urbanos de
estos estudios, fue su estatus de informalidad respecto de su vivienda y de sus actividades
económicas: "Los paracaidistas, de origen campesino, pasan a engrosar la enorme masa de
ocupados en la economía informal metropolitana [...] a falta de planificación urbana, son ellos
los que construyen propiamente la ciudad..." (Feixa, 1993: 101). Es decir, que se pone énfasis
en los sujetos que acaban de llegar a la ciudad y se les observa más que como actores urbanos,
como simples sujetos en transición. Por otra parte, esta primera etapa aunque logra desvincular
las esferas rural – urbano, sigue teniendo implícitamente una referencia al campo. Es por ello
que este subtítulo toma su nombre, porque finalmente se sigue estudiando al migrante que
elude inevitablemente al ámbito rural dentro de la ciudad.

1.2.2 La ciudad desde los movimientos sociales urbanos y la consolidación del migrante como
urbanita

Para la década del siglo pasado las principales ciudades de México comienzan a mostrar las
consecuencias del acelerado crecimiento demográfico y geográfico que han tenido, se agudiza
la preocupación por estudiar las condiciones de pobreza y la organización social para sobrevivir
en las grandes urbes. Los antropólogos fueron dejando atrás conceptos de cultura de la
pobreza, campesinos urbanos para referirse ahora a los obreros y colonos (Feixa, 1993: 103-
104). Son desarrollados, a grandes rasgos, estudios de redes sociales de apoyo, el análisis de

11 N. del A.: Por excelencia, en la literatura antropológica urbana de nuestro país, se entiende a las grandes ciudades

como Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey. En algunas ocasiones mencionan también a Puebla.
las reivindicaciones étnicas y de clase, así como los estudios de Antropología del Trabajo y de
los movimientos urbanos. Asimismo, se empiezan a concretar investigaciones desde una
perspectiva marxista que tienen como sujetos de estudio a las clases populares y a sus
asentamientos (Fanny Quintal, 1993: 10), principalmente, y como se seguirá practicando, se da
preferencia por el estudio en la ciudad de México.

Debido a la emergencia de distintos movimientos urbanos, surge la necesidad de estudiar


la vinculación entre territorio y poder, la lucha por un lugar en la ciudad. A su vez, esto permitió
transitar de la visión de la cultura como un conjunto de “consensos y homogeneidades a una de
heterogeneidades y conflicto” (Arias, 1996:8). Por ejemplo, la trayectoria del Movimiento Urbano
Popular (MUP) muestra claramente la transformación de la perspectiva académica, hasta cierto
punto también política, de los sujetos urbanos de los estudios antropológicos.

Es decir, los actores urbanos a los que se están refiriendo las investigaciones de los
sesenta y setentas ya no son esos sujetos en transición, son más bien colonos reclamando los
servicios básicos e infraestructura. Ligado a ello, los estudios sobre antropología del trabajo,
principalmente sobre las condiciones de vida y laborales de los obreros serán parte de las
publicaciones de investigación urbana.

De esa manera, el enfoque culturalista importado de Estados Unidos que hasta entonces
se había validado se critica desde una perspectiva antinorteamericana por lo que se opta por
acercarse a los materiales analíticos británicos (Safa y Portal, 2005: 34-35). Igualmente se
introducen conceptos de la teoría de la dependencia teniendo importante lugar el de la
marginalidad, el cual va a inspirar muchas descripciones etnográficas. Tal es el caso del
reconocido trabajo de Larissa Lomnitz, quien analiza las estrategias de supervivencia de
personas con escasos recursos enfatizando las relaciones horizontales o redes sociales de
apoyo (Arias, 1996: 4).

El problema de los análisis de red es que poco dicen sobre las relaciones de poder y de
las jerarquías de la ciudad. Aunque las temáticas fueron diferentes las unidades de análisis que
fueron poco a poco cambiando a partir del estudio de los movimientos urbanos, los cuales
ayudaron a superar esa categoría micro espacial de los territorios para desplazarse a otros
escenarios de conflicto más amplios.

1.2. La ciudad en el proceso de metropolización y las identidades urbanas


En década de los ochenta del siglo pasado el país sufrió fuertes reconfiguraciones en su
estructura socioeconómica, vivió algunos desastres naturales se vivió la introducción oficial a
un sistema neoliberal económico. Los problemas sociales que ya se presentaba en la ciudad
conllevaron al cuestionamiento sobre la calidad de la vida urbana por no sólo parte de
antropólogos y académicos de varias disciplinas, sino también por los mismos habitantes (Safa
y Portal, 2005: 40).

La reconfiguración nacional implicó los movimientos migratorios del campo a la ciudad


así como también, poco a poco se comienza el tema de las migraciones internacionales se pone
en la mesa de discusión antropológica. Y aunque los procesos migratorios no eran novedad,
surge un cambio de visión sobre ellos en donde se estudian con un doble sentido: desde lo
laboral y desde lo identitario (Nivón, 1997: 75-79). No se desecha la propuesta del estudio
cultural, más bien se enriquece con una visión política sobre estos.

Es importante tener en cuenta que la Ciudad de México fue construyéndose de las


intensas y seguidas oleadas de inmigrantes. En la recta final del siglo XX, quienes llegaron en
tiempos de Oscar Lewis ya se encontraban integrados al espacio urbano de manera que ya
tenían un lugar claro y evidente en la dinámica socioeconómica, aunque fuera en los estratos
bajos. Es de allí que se desprende un interés por conocer las representaciones que surgen del
proceso de apropiación de la ciudad. Comienzan a proliferar estudios sobre las llamadas
culturas urbanas, es decir, diversos grupos que comparten estilos de vida y ambiente; se le da
prioridad al estudio de los jóvenes (Feixa, 1993: 112 – 116). Existe una necesidad por conocer
cuáles son las imágenes, los imaginarios, las identidades y los procesos de simbolización de
territorios urbanos por parte de los diferentes grupos que lo habitan.

A diferencia con las temáticas anteriores, se retoma de manera relevante el estudio de


lo barrial y lo vecinal pero ya no con un dejo nostálgico, ya no se busca en ellas esas similitudes
con la vida en comunidad; ahora lo que se busca es abordar estas unidades analíticas desde
una perspectiva política tomando a la identidad como un elemento de lucha por los intereses
(Safa y Portal, 2005: 51-53).

Por otro lado el sistema de zonas metropolitanas del país, el estudio de identidades
urbanas fronterizas, las prácticas locales que se ligan a las globales, el cambio de visión de
ciudadano a consumidor como propone más adelante Néstor García Canclini, la influencia de
los medios de comunicación en la construcción de lo que entendemos por ciudad y la
modificación de las dinámicas urbanas como lo explica ampliamente Manuel Castells, son
algunos de los tópicos que están gestando una cuarta línea de investigación dentro de la
antropología urbana de México. Desde entonces se fue consolidando una antropología urbana
que se ha nutrido de las escuelas descritas anteriormente y así se han creado una amplia gama
de trabajos sobre los actores urbanos. Sin embargo, como describiré más adelante, si bien las
temáticas y la metodología han cambiado, los actores estudiados y las unidades analíticas
parecen variar poco.

1. 3 UNA ANTROPOLOGÍA DE LAS PERIFERIAS URBANAS

Es justo comenzar a profundizar sobre el tema que aquí nos concierne, para ello este subtítulo
hace alusión al texto de Eduardo Nivón (2005), Hacia una antropología de las periferias urbanas,
por considerarse uno de los más formales y explícitos en el tema de los márgenes de la ciudad
desde la Antropología. A continuación se presenta una propuesta sobre cuáles son los
planteamientos teóricos que permiten entender a las periferias en diversos aspectos.

Es a partir de las críticas y las aportaciones de las anteriores escuelas que se intentará
realizar un estudio balanceado y propio para el tipo de ciudad que esta investigación tiene como
objeto. No es la idea llevar a cabo una revisión sobre las perspectivas que han tenido las
periurbanas, pero sí se pretende presentar un concepto claro y bien definido que no solamente
va considerar lineamientos antropológicos sino también de otras disciplinas a manera de que
funcione como categoría integral.

1.3.1 Hacia un concepto de periferia urbana

Puede ser fácil hablar de periferias porque aparentemente es todo aquello que rodea a un
núcleo central, pero en realidad son pocos los estudios de ciudades que las definen
concretamente. Y es que la periferia urbana puede ser abordada desde distintas disciplinas que
tienen cada una sus propios ángulos, que resultaría demasiado tedioso abordar todos. Más
bien, la idea es intercalar distintas perspectivas dentro de la propuesta que se mostrará más
adelante. Dicha propuesta es primeramente, el esclarecimiento y la acotación del concepto de
periferia urbana, para más adelante poder proponer algunas de las guías que servirán para el
análisis antropológico del concepto.
Primeramente se explicarán cuáles son características que van a permitir entender qué
es la periferia urbana: un esquema sobre los niveles de periferia urbana, su composición interna
heterogénea y su calidad histórica. Para finalizar, se expondrán las dos esferas desde las
cuales se piensa abordar el análisis de la periferia en esta investigación: desde una perspectiva
simbólica y desde otra material (la espacialidad). Lo anterior forma parte del marco teórico que
dará fundamento a la propuesta de investigación de los márgenes de la ciudad de Xalapa, desde
un punto de vista antropológico más integral.

A) Los niveles de la periferia

Existen variedades en los emplazamientos periféricos. No es lo mismo hablar de los poblados


cercanos o pegados a la ciudad que hablar de aquellas colonias que se encuentran dentro de
los límites municipales pero sumamente alejadas del centro histórico-comercial. Aunque aún no
se ha definido, ni para la mayoría de la gente sería evidente que la periferia del Distrito Federal
será muy distinta a la de una ciudad mediana. Los márgenes de las ciudades europeas deben
diferir de los de las ciudades estadounidenses. Lo anterior se debe a que existen distintos tipos
y distintos niveles de periferias urbanas. En general, las delimitaciones espaciales urbanas
están definidas por distintas determinaciones en cada contexto nacional particular. El abanico
de términos, palabras, referencias y conceptos que abordan la periferia urbana puede confundir
más que aclarar. Concretamente, existen situaciones definidas a partir de las formas urbanas
que se estudien y en ese sentido se pueden clasificar tres áreas periféricas distintas las cuales
se esquematizan de la siguiente manera (Precedo Ledo en Entrena, Francisco, 2008: 44).

1) Área suburbana. Primer anillo periférico edificado inmediatamente junto al área central.
2) Área periurbana. Anillo exterior formado por zonas rurales de donde se alimenta de mano
de obra la ciudad.
3) Área rururbana. Zona rural que están influenciada por los modos de vida urbanos de la
región que rodea.

Esta división resulta sumamente pertinente porque describe claramente los tipos de periferia
que puede tener una ciudad, asimismo es útil porque permitirá ir acotando poco a poco el tipo
de periferia a estudiar. Sin embargo, para esta investigación cabe hace unas adaptaciones que
resultan más pertinentes para las ciudades mexicanas:
1. Periferia interna. Primer anillo periférico edificado inmediatamente junto al área central y
otras etapas urbanas consolidadas, sin salirse de los márgenes propiamente administrativos.

2. Periferia metropolitana. Anillo exterior al municipio formado por zonas rurales o urbanas
de donde la ciudad se obtiene trabajadores y materias primas.

3. Área rural. Zona clasificada como rural pero que están influenciada por los modos de vida
urbanos del centro urbano más cercano.

Las confusiones muchas veces se presentan por la adaptación de términos de manera


indistinta. En cuanto al término suburbio, por ejemplo, presenta un doble sentido ya que en los
textos latinoamericanos y españoles, éste se ha asociado más bien a tramas edificadas
marginales y de escasa calidad en su infraestructura (Mas, 1996: 203). El término suburbano
proviene de la literatura anglosajona que hace referencia a esas zonas residenciales a las que
las clases medias se dirigieron aspirando a una mejor calidad de vida, intentando darle la
espalda a los “males de la ciudad” (Nivón, 2005: 151-153).

b) Heterogeneidad: hablar de periferias en plural

Anteriormente se explicó que las periferias podrían ser diferentes enmarcándolas en un


esquema que las dibuja como anillos, como etapas de un proceso de expansión urbana que se
van diferenciando según sus relaciones con el centro de la ciudad. Pero también las periferias
se pueden diferenciar de otra forma. Primero, los usos que se le asignan a los suelos limítrofes
varía; pueden destinarse a proyectos de infraestructuras como campos de golf, centros
comerciales, aeropuertos; si es el caso, también se utilizan para establecer áreas industriales;
pueden destinarse para ciertos tipos de agricultura o ganadería si se trata de periferias un poco
alejadas de la mancha urbana; y en el mayor de los casos los cinturones de la ciudad son
reservados para usos residenciales 12 (habitacionales). Esta investigación está enfocada
principalmente a ese uso residencial de la periferia urbana.

Para Manuel Castells (1979: 216-217), la estructura del espacio residencial está
determinada por los varios aspectos. Dentro de la esfera económica, el espacio es también un

12N. del A.: El término “residencial” en algunas ocasiones puede hacer alusión a un fraccionamiento residencial de
lujo, esto sobre todo es popularizado por empresas inmobiliarias. Sin embargo el término residencial refiere a una
zona de destinada a la vivienda.
producto y opera en función de la capacidad social de los individuos, dando como resultado una
estratificación urbana. Como espacios, las periferias albergan a grupos económicamente
diversos; desde aquellos con una situación económica estable que les permite establecerse en
fraccionamientos cerrados bien acondicionados para vivir, hasta los grupos pobres que se
asientan de manera ilegal suelos que no están aún urbanizados. Cabe hacer explícita esta
aclaración debido a que gran parte de los estudios periurbanos se han enfocado en abordar la
marginalidad, la pobreza y la informalidad. Sin embargo, como explica Eduardo Nivón, hay que
tener en cuenta que “la marginalidad, no es un fenómeno exclusivamente suburbano, ni mucho
menos toda la periferia puede ser clasificada como tal, sus conclusiones no podrían aplicarse a
todo tipo de emplazamiento de los márgenes de la ciudad” (Nivón, 2005: 144).

Aunque las temáticas y los ejes teóricos fueron renovados y transformados, el enfoque de estos
trabajos fue siempre apuntar casi siempre a las poblaciones pobres, desfavorecidas y
subalternas. Es por ello que uno de los objetivos de esta investigación es analizar a la periferia
como una multiplicidad de escenarios, con distintos actores que interfieren en su crecimiento.
Aunque no siempre se pluralice el término periferia, debe quedar sobreentendido que hablamos
de espacios no homogéneos. De manera que resulta necesario iniciar cualquier análisis
partiendo de que la periferia está diferenciada socialmente, se debe ir creando conciencia sobre
la multiplicidad de escenarios y actores urbanos que las periferias contienen.

C) La periferia como un proceso histórico

Lo que se puede denominar periferia hoy en día, seguramente no lo era hace treinta años no lo
era. Los márgenes urbanos son consecuencia del crecimiento de las ciudades; en ese sentido,
la transformación espacial debe entenderse no como un reflejo de la sociedad, sino más bien
como una expresión de la transformación social, es decir, el nuevo mundo urbano responde a
la emergencia de nuevas sociedades (Castells, 2001:493). Hipólito Rodríguez, investigador del
CIESAS-Golfo en México, menciona que al estudiar las periferias urbanas “nos colocamos
frente a espacios de transición, áreas en las cuales es posible apreciar cómo se configura lo
urbano frente a lo rural" (Rodríguez, 1993: 270). Es decir, las periferias se deben abordar como
procesos cambiantes y la tarea es desentrañar su conformación para poder entender sus
condiciones y su papel actual.
Pareciera entonces que las ciudades son procesos históricos que van transformando el
territorio a partir de la organización social. A medida que va creciendo la mancha urbana se
transforman los espacios: las áreas centrales se reconfiguran. A veces la opción para éstas es
ofrecer más servicios o se van vaciando tanto en el número de usos de suelo habitacional o
comercial; las zonas que antes eran limítrofes se encuentran más consolidadas y urbanizadas;
las áreas periféricas nacientes deberán adecuarse para vivir ya sea a través de empresas o a
través de la demanda de los colonos. La función de las periferias, para Isabel Arteaga, es ser
la “parte de la ciudad que absorbe las transformaciones más intensas de la estructura urbana,
función que la diferencia de las áreas centrales o consolidadas” (Arteaga, 2005: 100-101)

1.3.2 Una propuesta de estudio integral desde la antropología

Estamos partiendo de que “la ciudad es una estructura física y material marcada por la
percepción espacial y la acción social de los actores” (BUENO y PÉREZ, 2006: 13). En ese
sentido es clara la existencia de niveles o esferas que contiene no sólo la ciudad sino también
las periferias al ser una parte de ésta. Para llevar a cabo un estudio urbano desde la
Antropología habría que considerar los elementos materiales y la percepción que de ellos se
tenga.

La espacialidad y representaciones, pueden tener muchas interpretaciones así como


distintos niveles de profundización. Se sugiere entonces que por lo menos se tome en cuenta
alguna de sus manifestaciones ya que su dialéctica permite entender de manera más completa
a la ciudad. Para finalizar, todo debe responder a un contexto estructural más amplio, que
permita entender otros procesos, pero principalmente que atienda a comprender la ciudad en
general.

1.3.2.1 La espacialidad

Muchas de las investigaciones antropológicas, desde los trabajos recepcionales de estudiantes


hasta los trabajos de reconocidos académicos, muestran poca importancia por la materialidad
del espacio. Como se pudo notar en el recorrido teórico que se presentó anteriormente, existe
una fuerte tendencia antropológica por analizar la ciudad, a partir de las interpretaciones de
algunos actores y se ha dejado en segundo plano el análisis de la espacialidad. Tal como lo
menciona Eduardo Nivón, “el territorio ha sido el hilo central de los estudios sin que haya existido
una reflexión profunda sobre esta realidad”. Es necesario advertir que es fundamental darle
cabida al espacio entendido como una materialidad.

El entorno físico que rodea a una persona tiene efectos en ella. Son muchas las
experiencias que se tienen con los diferentes elementos que conforman el hábitat urbano: la
sensaciones que se producen al ver un césped bien recortado, caminar junto a un gran edificio,
observar conjuntos de casas pintadas con estridentes colores, esquivar los baches de una calle,
correr en pistas especiales en parques con gran diversidad natural, caminar cuatro cuadras
sobre el lodo, sentarse en bancas especiales para esperar el autobús, entre miles de ejemplos
más. Si bien es cierto que se tienen la capacidad de transformar nuestro medio urbano, es
igualmente verdad que las estructuras nos determinan ciertas conductas y ciertas reacciones.

El medio ambiente también va a fijar determinadas dinámicas urbanas; las ciudades


costeras tienen características muy distintas a las ciudades montañosas de climas fríos. Más
allá de lo evidente, es necesario tomar en cuenta varios factores geográficos como la orografía,
los cuerpos de agua existentes, el clima, entre otros que sean relevantes. Asimismo, aunque
se aborde desde la antropología, es necesario echar un vistazo a los mapas de la ciudad, tratar
de entender su traza urbana, la infraestructura y el equipamiento, las divisiones de uso de
suelo, observar sus vías de comunicación, entre otros puntos.

1.3.2.2 Las representaciones y la percepción

Las ciudades han sido estudiadas por tantas disciplinas lo cual ha resultado en un abanico de
posibilidades de estudio, de enfoques, de métodos, de conceptualizaciones. Pese a toda la
polémica que ha existido respecto del estudio sobre las relaciones, las experiencias y las
imágenes de la ciudad por parte de sus actores, como lo ha hecho la Antropología, resulta un
material sumamente importante para el estudio de las periferias en este caso. Retomando a
Eduardo Nivón, la ciudad no es únicamente un aparato reproductor del sistema económico sino
también es un sistema de relaciones, de dominación, de sentido. Es decir, se debe comprender
la manera en que los diferentes actores urbanos, situados en posiciones socioeconómicas y
culturales organizan su vida en la ciudad; y a la vez cómo estructuran la ciudad a partir de sus
imágenes, interpretaciones y simbolizaciones.
Kevin Lynch considera que “no debemos limitarnos a considerar la ciudad como cosa en
sí, sino la ciudad en cuanto percibida por sus habitantes” (Lynch, 1985: 11). En ese sentido es
ineludible saber si las periferias urbanas son percibidas por los habitantes. Las personas
configuran también su espacio al significarlo. Para ello se necesita profundizar en la
identificación de cuáles son esas imágenes de la ciudad desde la periferia hacia afuera y dentro
de ella.

1.3.2.2 Contexto estructural

Se deben tener ciertas consideraciones con esferas descritas anteriormente. Castells considera
que la ciudad fue dotada de un contenido cultural específico convirtiéndose así en su variable
explicativa y afirma que su análisis no tendrá sentido más que en la medida en que sea referido
a la estructura social a la que pertenece (Castells, 1979: 99-103). Pocos son los materiales
producidos por la Antropología Urbana que logran llegar a este nivel de análisis.

Se cuenta con un gran conjunto de etnografías sobre las culturas urbanas, sobre
microespacios de la ciudad como barrios, colonias y lugares públicos que poco nos dicen sobre
la ciudad en sí. Tampoco se trata de explicar todo el funcionamiento urbano, pero sí de poder
entender algunos de los tantos procesos suceden dentro de las periferias. Este es el reto que
le toca superar a la Antropología Urbana de México, situar las relaciones y las experiencias de
los distintos actores urbanos dentro de la dinámica general de la ciudad (y cuando sea el caso
se puede llevar a niveles macrorregionales).
CAPÍTULO II

XALAPA, UNA CIUDAD CON DIFERENTES ESCENARIOS

Este capítulo, se divide en cuatro secciones que, básicamente, buscan exponer el contexto
general de la zona de estudio. En la primera sección se presentarán algunos rubros generales:
datos geográficos, una breve reseña histórica de la ciudad y por último se abordará su
crecimiento urbano. No es la idea ser demasiado exhaustiva y detallada con los datos
anteriores, en sí lo que se busca es llevar a cabo una descripción de Xalapa que permita al
lector tener una idea de las condiciones económicas, sociales así como una imagen del entorno
urbano.

Durante la segunda sección se llevará a cabo una delimitación de periferia urbana de la


ciudad de Xalapa, valiéndose de las propuestas expuestas en el capítulo uno. En ese sentido,
para la siguiente sección, se procederá a describir ese margen de la ciudad que ya se ha
definido. Asimismo, se expondrán cuáles son las razones de elección de los polígonos a
estudiar y sus características principales. La sección cuatro finaliza dando paso a las preguntas
que quedarán pendientes de responder en el capítulo tres.

2.1 La ciudad de Xalapa

En la zona central del Estado de Veracruz se localiza la ciudad de Xalapa. Cuenta con una
población de 457 614 habitantes según informes del último Censo de Nacional de Población y
Vivienda realizado en el 2010 (INEGI, 2011). La extensión de la mancha urbana de Xalapa es
de aproximadamente 125 km2 considerando los límites estrictamente municipales. Se
encuentra situada en las faldas del cerro de Macuiltepetl y las estribaciones orientales del Cofre
de Perote, en la zona de transición entre la Sierra Madre Oriental y la planicie costera del Golfo
de México. (INEGI, 2006). Colinda con los municipios de Banderilla, Coatepec, Emiliano
Zapata, San Andrés Tlalnehuayocan, Naolinco y Jilotepec. En el mapa I se puede apreciar el
territorio de Xalapa.

2.1.1 Características socioeconómicas


La dinámica económica de la ciudad se encuentra sostenida por el desarrollo de actividades
terciarias principalmente. En comparación con otras ciudades del estado veracruzano, Xalapa
es la que centraliza las funciones políticas, administrativas y culturales (Rodríguez y Palma,
1993). Al ser la capital, alberga los poderes estatales y así es que se constituye como un centro
de atracción debido la prestación de servicios de las diferentes instituciones gubernamentales.
También ofrece una amplia variedad de servicios educativos con gran importancia en el nivel
superior al ser sede de varias universidades y por contar con el campus más grande de la
Universidad Veracruzana. Por otro lado, es bien conocido que Xalapa es una ciudad que ofrece
una amplia gama de servicios culturales entre los que se incluyen presentaciones y enseñanza
de música, danza, teatro y literatura.

Cuenta con escasas industrias (Gomezjara, 1998: 204) entre las que destacan la
fabricación de piezas y estructuras metálicas y de madera, los molinos de nixtamal, fabricación
de pan y pasteles, tostadoras y moledoras de café así como una vieja chocolatera. Eso
propiamente dentro de la ciudad de Xalapa. La actividad agrícola-ganadera consiste
principalmente en la cría de bovinos y en el cultivo de café, caña de azúcar, maíz, naranja,
frijol y plátano (Gomezjara, 1998: 202-205). En los últimos años, el municipio ha buscado
promover a la ciudad como un destino turístico que ofrece distintas ventajas a sus visitantes: la
cercanía con la playa y la montaña, algunos parques ecológicos con actividades de aventura y
deportes extremos. Este proyecto entiende a Xalapa, nuevamente, como una ciudad de paso
en la que se puede descansar, alimentarse y recrearse.

2.1.2 Características geográficas

La zona central del estado está conformada por varias formaciones montañosas entre las que
destacan el Cofre de Perote, en cuya vertiente baja oriental se ubica precisamente la ciudad de
Xalapa (Soto y Gómez, 1993:83). Desde casi cualquier parte alta se puede observar al Cofre
de Perote el cual a veces llega a cubrirse de nieve. Dentro de la mancha urbana, se encuentra
el Cerro de Macuiltepetl el cual cuenta con 1580 msnm (Soto y Gómez, 1993:83). Dicho cerro
se encuentra prácticamente en el centro (geográfico) de la ciudad y tiene en su punta un parque
ecológico en donde se procura la conservación de las zonas que aún no han sido afectadas por
el desarrollo urbano.
Dentro del municipio se encuentran algunos ríos, arroyos y manantiales. Según la
Actualización del Plan de Ordenamiento Urbano de la Zona Conurbada de Xalapa con sus
municipios vecinos (), existen aproximadamente veintiún manantiales registrados por el
ayuntamiento, de los cuales cuatro están inactivos. Algunos de los más conocidos son Los
Tecajetes I y II (ubicados en el parque ecológico del mismo nombre), Techapa, Tatahuicapa,
Barragán, Infiernillo y los que se encuentran ubicados en la calle Clavijero (en las instalaciones
de Cruz Roja Mexicana).

Los manantiales Tecuanapan y Casa de Campo ya se extinguieron. Algunos de estos


manantiales no son conocidos porque se encuentran dentro de casas. Asimismo, el territorio
se encuentra beneficiado por la Cuenca del Río Actopan, el cual nace en la montaña del Cofre
de Perote pasando por la cascada del Descabezadero hasta principiar el Río de Actopan que
desemboca en la Playa de Chacalacas (Gomezjara, 1998: 21-22). Es probable que dicha
cuenca es sea la causa de la existencia de varios de los cuerpos acuáticos que existen en la
región.

Sin lugar a duda, uno de los ríos más importantes para la ciudad es el Río Sedeño, el
cual se forma en el Cofre de Perote y desciende desde el noroeste hasta el noreste. Este río
sirve para delimitar naturalmente la frontera con el municipio de Banderilla (León Fuentes,
2005:45). Al suroeste, se encuentra también los ríos Río Sordo y Pixquiac, así como los arroyos
Santiago, Del Paso y Carneros (López-Moreno y Díaz-Betancourt, 1993: 9).

Gran parte de la región montañosa central del estado posee bosques mesófilos de
montaña o bosques caducifolios, esto refiere a que tiene grandes concentraciones de árboles
como pinos, oyameles, araucarias, hayas y liquidámbares (Gomezjara, 1998 y García Campos,
1993). El particular clima permite la existencia de distintas especie de frutos y flores. En las
casas y los parques de la ciudad se pueden observar desde palmeras, naranjos, helechos,
cafetos, jinicuiles, chayoteras. Es común que en las tierras de los jardines xalapeños se den
matas de epazote, acuyo o hierba santa y hierbabuena. Asimismo, al caminar por las calles de
casi cualquier lugar de la ciudad, es normal ver casas con bugambilias jacarandas, jazmines,
floripondios y rosales (García Campos, 1993:123-132).

Entre las calles, los jardines, los terrenos baldíos y las casas se encuentran diversos
animales, entre los más comunes son los perros, gatos, roedores, ardillas y algunas aves como
palomas, gorriones, golondrinas y primaveras. En algunos otros lugares como reservas
ecológicas, arroyos, espacios no construidos y alejados de la ciudad; se pueden encontrar
ranas, salamandras, lagartijas, tortugas de agua dulce y algunas serpientes como la víbora de
cascabel, coralillos y falsos coralillos (Ramírez-Bautista et al, 1993: 194-196). No es común
encontrarlos dentro de la mancha urbana pero sí en Xalapa y sus alrededores (González-
Romero y López-González, 1993: 227-237), animales como tlacuaches, musarañas, tuzas,
conejos, armadillos, cacomixtles y murciélagos. Estos últimos algunas veces se meten en los
húmedos y viejos edificios de la ciudad durante la noche.

Las temperaturas de la ciudad están determinadas por varios factores, entre ellos la
altura de la ciudad (1580 msnm) y la composición de su vegetación. En general, el clima de la
ciudad es templado cuya temperatura anual está comprendida entre los 12° y 18°C (Soto y
Gómez, 1993:84). Sin embargo, debido a la cercanía con las estribaciones del Cofre de Perote,
se ha desarrollado un clima húmedo de neblinas y precipitaciones frecuentes. En dirección
sureste, hacia la costa del estado, la altura comienza a descender y el clima se torna más cálido.
Los datos anteriores demuestran que la transición de ambientes es una de las características y
atractivos principales de este lugar.

2.1.3 Breve historia de cómo Xalapa se perfiló a ser una ciudad

Los orígenes de la ciudad datan del año 1380 cuando grupos teochichimecas, toltecas y
totonacos fundaron cuatro poblados en lo que actualmente es territorio xalapeño (Gómezjara,
1998:51). Los poblados eran Tlalmecapan y Tecuanapan al sur, al norte Xallitic y al oeste
Techapan. Los cuatro se asentaron rodeados de vegetación y manantiales, los cuales le
valieron el nombre náhuatl Xallapan, que significa manantial en la arena (Blázquez, 2004, 51).
Es importante considerar que los lugares de establecimiento de estos poblados es actualmente
una parte de los límites de lo que se denomina centro histórico de la ciudad.

Para el año de 1564, Xalapa, como se nombró después de la castellanización, obtuvo el


título de alcaldía mayor teniendo bajo su jurisdicción a diecinueve pueblos. Sus tierras eran
privilegiadas puesto que su ubicación geográfica le brindaba climas que permitían algunos
cultivos tropicales y la práctica de la ganadería. Asimismo, su posición resultaba conveniente
por situarse entre la costa del golfo y el centro de la Colonia del Virreinato (Blazquez, 2002: 51).
Estas cualidades hicieron rápidamente que el territorio xalapeño cobrara importancia y poder,
se convirtió en un centro de comercio, de transporte, una opción para vivir. Desde su origen se
ha destacó por ser una ciudad de servicios, ofreciendo posada, alimentos, transporte y
recreación a los viajeros que estaban de paso.

En 1720 se inician las Ferias de Xalapa, las cuales eran eventos en donde, a partir de
una disposición de la Corona, se vendían los productos que eran importados de Europa y Asia
y desembarcados en el puerto veracruzano (Amante, 2003: 157. Estas ferias representaron
gran importancia para el desarrollo del entonces pueblo, sin embargo finalizaron en el año de
1788. Por otro lado, las mercedes de tierra y las encomiendas dieron lugar a un grupo reducido
pero importante de hacendados y propietarios de estancias ganaderas y trapiches en la región
de Xalapa (Blázquez, 2002:52-53).

Haciendas como Las Ánimas, Lucas Martín, El Lencero y Molino de Pedreguera datan
en los finales del siglo XVIII, un siglo después estas se asentaron haciendo de Xalapa un pueblo
con dinámica propias a partir de las actividades productivas que ahí se desarrollaron. En 1791,
Xalapa obtuvo el título de Villa. Para estas fechas comenzaba a verse más como la conocemos
ahora, al menos en sus calles más viejas como se puede observar en el mapa II.

Para 1830, Xalapa adquirió el título de ciudad, propiciándose así un desarrollo urbano en
la ciudad en lo que se refiere a la instalación de servicios públicos, construcción de casas,
banquetas y empedrados, seguridad, educación y atención los habitantes (Bermudez, 2004:
51). Durante el siglo XIX se fundan las fábricas del Dique, San Bruno, La Probidad y La Fama,
las cuales introducen a la ciudad en una dinámica industrial misma que se impulsaba en todo
el territorio mexicano (Gomezjara, 1998: 78-79). En 1875 se inaugura el servicio de ferrocarril,
el cual va a conectar a Xalapa con el centro del país y con varios pueblos lo cual corroboró su
importante ubicación geográfica. Diez años más tarde, Xalapa se convierte en la capital de
Veracruz (López-Moreno y Díaz-Betancourt, 1993: 14), desde entonces adquiere poder político
y centralidad en relación con todo el resto del estado.

Durante todo el Porfiriato se presentó un auge de las haciendas y las industrias de la


ciudad, pero después de la Revolución Mexicana las afectaciones agrarias cambiaron el
panorama xalapeño. Para escapar al reparto de tierras, los ex hacendados utilizaron
mecanismos como la repartición de las propiedades entre los hijos y familiares, cambiaron el
giro de las tierras introduciendo ganado y árboles frutales (Santamaría, 2009:183). Sin embargo,
para 1932 se consolida la Reforma Agraria haciendo un hecho la desaparición de las haciendas
y el entonces gobernador del estado solicita la dotación de las tierras para los peones así como
seguridad para todos los agraristas.

Muchos de los ex hacendados en la región central montañosa del estado optaron por el
cultivo de la caña y el café. La venta de éste último fue rentable y dejó grandes ganancias al
país lo cual se tradujo en crecimiento económico y en obras de urbanización para Xalapa. Son
varios los factores que han contribuido al crecimiento demográfico. Pasó de un 29% anual
hasta la década de los sesenta cuando se disparó hasta un 84% (Guevara, 2004: 67).

Años después hubo un deterioro de las actividades agropecuarias, presente ya desde


fines de los setenta, que condujo a la baja rentabilidad del campo veracruzano13. Esto a su vez
conllevó la venta legal o ilegal de terrenos ejidales o comunales cercanos a la ciudad para
convertirlos poco a poco en suelos habitacionales urbanos comerciales. Asimismo, la fundación
de la Escuela Normal Veracruzana en 1886 y la Universidad Veracruzana en 1944, le dan a la
ciudad uno de sus principales atractivos: la oferta educativa. Por último, si se cuenta a toda la
población que acude a esta capital para realizar trámites burocráticos, o bien para quedarse a
laborar en puestos de gobierno. Es notorio que estos cambios han ido impactando en la ciudad
al incrementar su población a lo largo de las décadas.

Desde la década de los sesenta la mancha urbana de la ciudad se extendió de manera


considerable sin orden hacia el norte y hacia el este de manera más planificada, la cantidad de
habitantes también aumentó considerablemente, se pavimentaron muchas avenidas y el
tránsito vehicular se intensificó (Gorbea Soto, 2002: 39). El paisaje xalapeño comenzó a
cambiar gradualmente en los años ochentas del siglo XX debido a la introducción de centros
comerciales, los cuales buscan remplazar, el modo tradicional de la ciudad que daba relevancia
al centro histórico y sus barrios (Amante, 2003, 168-170).

13 N. del A.: El caso del café es sobresaliente pues la caída drástica de los precios internacionales en 1989 afectó

principalmente a pequeños productores, ejidatarios y pequeños propietarios de todas las regiones cafetaleras del
estado. Puede consultarse para saber más: Galván y Méndez, 1992.
La industria textil que existía aún en la década de los cincuenta del siglo XX, fracasó al
no poder competir con las industrias de Orizaba y Puebla. Por otro lado, el incremento de
población ha sido impresionante y se puede observar claramente cómo la mancha urbana ha
tenido que expandirse para poder absorber a toda esa población. Xalapa creció más en los
últimos sesenta años, de lo que creció desde su fundación hasta mitad del siglo anterior, tanto
demográficamente como en su extensión.

Desde su comienzo como villa, logró consolidarse como núcleo urbano gracias a su
posición como punto intermedio en el camino a la ciudad de México (Blazquez, 1994:44). A su
vez, esto definió su carácter terciario, es decir, de servicios y comercios. Actualmente Xalapa
es una de las seis ciudades más importantes de Veracruz y, sin duda alguna, como el referente
más importante de toda la región montañosa central del estado.

Para finalizar, es necesario considerar a Xalapa dentro de un doble marco: como ciudad
media y como zona metropolitana. En México el concepto de ciudad media o intermedia, de
acuerdo la clasificación del Consejo Nacional para la Población sirve para denominar aquellas
ciudades que cuenten con una población mayor de 100, 000 y menor de 1, 000, 000 habitantes
(Consejo Nacional para la Población, 2000). Las ciudades de este tipo tienen influencia en sus
alrededores pues se erigen como centros de atracción hacia otros pueblos y municipios
circunvecinos. Xalapa, tal cual lo señala la historiadora Nelly León Fuentes, "ha sido la ciudad
central de una red de pequeñas ciudades y pueblos/cabeceras municipales, los que a su vez
han administrado a la población de rancherías y congregaciones dispersas en sus cercanías”
(León, 2005:40).

En ese sentido, hay que comenzar esta exposición considerando que, si bien deben
seguir estudiándose los grandes centros urbanos, también es necesario prestar atención a los
otros más pequeños, debido a la relevancia que han ido adquiriendo. Es “a través de estos
centros urbanos pequeños y medios la mayoría su población y amplias capas de la población
rural pueden acceder a unos servicios, a unos bienes e infraestructuras más o menos
especializados” (Bellet y Llop, 2002: 38). El estudio de los márgenes de la ciudad no debe
fraccionar o limitar el conocimiento de la ciudad como tal, por eso es siempre importante
preguntarnos ¿Qué expresa está formación y desarrollo de periferias sobre el resto de la
ciudad? Es precisamente ese contexto el que hay que entender. A continuación se abordará
directamente, el estudio de los márgenes de la ciudad a partir de los lineamientos propuestos
en el marco teórico de esta investigación.

En ese sentido hay que comenzar esta exposición considerando que, si bien deben
seguir, estudiándose los grandes centros urbanos, también es necesario prestar atención a los
otros más pequeños, debido a la relevancia que han ido adquiriendo. Es “a través de estos
centros urbanos pequeños y medios la mayoría su población y amplias capas de la población
rural pueden acceder a unos servicios, a unos bienes e infraestructuras más o menos
especializados” (Bellet y Llop, 2002: 38). El estudio de los márgenes de la ciudad no debe
fraccionar o limitar el conocimiento de la ciudad como tal, por eso es siempre importante
preguntarnos ¿Qué expresa está formación y desarrollo de periferias sobre el resto de la
ciudad? Es precisamente ese contexto el que hay que entender. A continuación se abordará
directamente, el estudio de los márgenes de la ciudad a partir de los lineamientos propuestos
en el marco teórico de esta investigación.

2.2 Trazando periferias en la ciudad

Las periferias urbanas como término y como concepto han sido empleadas en varios medios;
desde los discursos políticos que prometen mejorar la situación de las colonias ubicadas en
estas áreas, en los textos académicos de arquitectos, en los planes de desarrollo urbano, en
innumerables tesis de antropólogos y sociólogos que buscan profundizar en la pobreza y las
formas de vida suburbanas, entre otros.

Existen algunas recopilaciones sobre trabajos de zonas periféricas en donde se detallan


distintos ángulos como los ambientales, los que enfatizan a la pobreza, los que dan cuenta de
las situación de regularización de los suelos y algunos otros que profundizan en las relaciones
que se dan entre sujetos periféricos. Sin embargo, son pocos o casi nulos, los que tienen
precisión espacial pues no señalan su delimitación de periferia urbana. A razón de lo anterior y
antes de comenzar a profundizar a describir las zonas de estudio, es necesario precisar dónde
comienzan y dónde acaban esas periferias en Xalapa.

2.2.1 Propuesta de análisis

Manuel Castells explica que es necesario “superar la oposición ideológica entre la


determinación del espacio por la naturaleza y su modelado por la cultura” (1979:150). Es decir,
es necesario reconocer la especificidad de lo social, sin afirmarlo como una creación voluntaria
sin explicación alguna. En ese sentido, la ciudad es un espacio material en donde se llevan a
cabo diversos procesos económicos que hacen posible el funcionamiento de la misma urbe,
pero también, la ciudad es también lo que sus habitantes perciben, significan y funcionan de
ella. El urbanista estadounidense, Kevin Lynch (1975:9) explica que todos los habitantes
entablan vínculos con una u otra parte donde viven, y que la imagen de este lugar está llena de
recuerdos y significados, tanto las personas como las actividades son tan importantes como las
partes fijas (o materiales).

Al momento de realizar una delimitación de la periferia se consideró esa fusión que


propone Manuel Castells entre los elementos materiales a partir de sus significación social,
partiendo de la idea de que así, las personas configuran y reconfiguran su espacio al darle
funciones y contenidos culturales. Kevin Lynch entiende lo anterior y por ello en sus análisis
urbanísticos ofrece una guía sobre aquellos elementos físicos que nos permiten leer y organizar
la ciudad.

Dichos elementos tienen la cualidad de suscitar una imagen en cualquier observador,


ya sea por sus formas, colores o dimensiones. Los contenidos de las imágenes de la ciudad
pueden ser clasificados en cinco elementos que son sendas, bordes, barrios, nodos y mojones
(Lynch 1985: 61-64). Los primeros dos son los que servirán para definir las periferias xalapeñas.

- Las sendas (Lynch, 1985), son elementos lineales que funcionan como conductos
que organizan y conectan las distintas partes de una ciudad. Dado que las personas
piensan en una lógica de origen-destino, es decir, les gusta saber a dónde los llevan
las sendas. Estos elementos resultan así de gran importancia porque dan al
observador una sensación de su posición en la ciudad siempre que las atraviesa o
cuando las refiere.
- Los bordes son también elementos lineales que sin embargo el observador no usa o
considera sendas. Son los límites entre dos fases o rupturas lineales de la continuidad
y son por lo común, pero no siempre, los límites entre zonas de dos clases diferentes”
(Lynch, 1985: 79).

Las sendas en muchas ocasiones pueden fungir como bordes (Lynch, 1985: 67 y 83). Es
decir, por un lado una senda tiene como función conectar dos sitios de la ciudad, pero, por otro
lado, al impedir el tránsito peatonal pareciera que fragmenta los espacios por donde la vía
atraviesa. Las grandes avenidas tienden, por ejemplo, a dividir los espacios, entre lo que está
antes y después de ellas; las mismas avenidas se vuelven referentes para ubicar grandes zonas
de la ciudad. Cabe recordar la narración de Marshall Berman (1988: 306) respecto a la creación
de una autopista que atravesó un barrio de Nueva York: (165) "Diez minutos por esta ruta, dura
prueba para cualquiera, es algo especialmente horrible para aquellos que recuerdan el Bronx
tal como era antes […] hasta que esta misma autopista atravesó su corazón, haciendo del
Bronx, por encima de todo, un lugar del que hay que salir. Para el autor el distintivo del
urbanismo del siglo XX había sido la autopista, como un medio para separar materiales y
fuerzas humanas (Berman, 1988: 30).

Con lo anterior se busca hacer entender la manera en que ciertas sendas, aunque
comunican y conectan lugares, van partiendo los espacios que quedan laterales a lo largo de
su extensión. Esto sucede de manera que esas mismas sendas se convierten en bordes que
marcan los límites de dos lugares diferentes: el que está antes o el que está después de pasar
la senda. Esto sucede notoria y principalmente con grandes avenidas, con autopistas y vías
férreas. Se sostiene la importancia de las vías de comunicación debido a su relevancia en los
procesos de diferenciación espacial urbana. La identificación de los ejes de vialidad primaria,
en la mayoría de los casos, permite reconocer cuáles son las distintas etapas de crecimiento
urbano (Gobierno del Estado de Veracruz, 2004: 154).

De todas las vías de comunicación que existen en Xalapa, se propone utilizar algunas
avenidas que atraviesan la ciudad, pero que a su vez comunican. En ese sentido son sendas
puesto que conectan distintos puntos de la ciudad. Y, en el otro sentido, también son bordes
pues delimitan áreas o zonas diferentes. La apuesta de esta investigación en lo que refiere al
concepto de periferia urbana, es que las avenidas que fraccionan en mayor medida a esta
capital son: la Av. Lázaro Cárdenas con un tramo de la Carretera Xalapa-Veracruz, la Av. Ruíz
Cortines, el Circuito Presidentes, con algunos trayectos de la calle Bolivia y de la avenida 20 de
noviembre. Esta fragmentación da origen a una periferia urbana en Xalapa

Mapa V. Propuesta de periferia urbana para la ciudad de Xalapa

2.2.2 Periferias de Xalapa


Todas las periferias, de cualquier ciudad, tienen en común solamente un rasgo: su lejanía con
el centro geográfico. Como se explicó anteriormente, en el primer capítulo, las periferias no son
iguales, no son necesariamente marginales14. En Xalapa el crecimiento urbano hacia distintas
direcciones presenta rasgos diferentes, algunas veces asociados a características topográficas,
climáticas y en otras ocasiones tiene que ver con cuestiones históricas. Es por ello que se
presenta una breve descripción sobre los márgenes, esas zonas donde comienza a terminarse
la ciudad. Se utilizó la división municipal de delegaciones para trazar cuatro grandes zonas a
analizar. Aunque se respetó en su mayoría esas fronteras, se realizó una modificación de la
delegación Este con fines de englobar ciertas características socioeconómicas que en este
cuadro de la ciudad se concentran.

2.2.2.1 Características geográficas

Es imprescindible hablar de manera general sobre las características del medio ambiente y de
la condición de los suelos de ciertas zonas, pues esto ayudará a comprender la traza urbana,
es decir, la realidad dinámica de la ciudad expresada en su materialización física (Amante,
2003:115). En el mapa siguiente se pueden apreciar algunas de las principales características
geográficas que afectan directamente a las zonas periféricas de este análisis. La idea de este
apartado es que el lector logre tener un poco más sobre el ambiente en el que se insertan las
viviendas y en el que se desarrollan muchas familias. De igual manera, entienda una idea sobre
la expansión de Xalapa y sus posibles tendencias a partir del análisis breve de algunas
características geográficas.

En el extremo noroeste el paisaje corresponde más bien a lomeríos alargados con pendientes
fuertes. Esta área corresponde al crecimiento urbano que se presenta en dirección con los
límites de Xalapa y los municipios de San Andrés Tlalnelhuayocan, Banderilla y Acajete
(Geissert y Campos, 1993: 71). Desde las casas que se ubican hacia la ciudad de México, al
norte, es notorio el aumento de los metros sobre el nivel del mar; hasta las empinadas calles de
las colonias que se encuentran detrás del Centro de Especialidades Médicas (CEM). Esta zona
es presenta muchas posibilidades de deslaves debido a los suelos arcillosos que son difíciles

14N. de la A.: El sentido de la palabra marginal, aunque refiere a algo periférico entiéndase en este documento como
un término que se emplea para designar aquellas zonas de bajos recursos, segregadas y precarias.
de cimentar y por las pendientes que poseen los terrenos. Desde algunas partes de la ciudad
se pueden ver hacia esta zona pequeños montes semipoblados y poblados de viviendas.

Al este de Xalapa se encuentra la depresión de Chiltoyac, la cual es una estructura de


hundimiento rodeada de pendientes moderadas hasta acantilados, dichas características hacen
de los suelos que se encuentra en esta dirección lugares inestables con suelos superficiales
(Geissert y Campos, 1993: 72). Se puede observar claramente la influencia de esta depresión
en las zonas que se encuentran hacia el noroeste, precisamente en todas las colonias que se
encuentran detrás del centro comercial “Plaza Crystal”. Aunque son varias las colonias y
fraccionamientos que se ubican en esta parte de la ciudad, se les conoce popularmente como
la zona de “El sumidero”, la cual debe su nombre a estas características descritas. El
crecimiento hacia esta dirección de la ciudad se presenta sobre terrenos con pendientes y
suelos arenosos.

Por último, los suelos sureste de la ciudad están conformados por lomeríos planos con
crestas planas y pendientes generalmente moderadas lo cual se traduce en paisajes más llanos
(Geissert y Campos, 1993: 69). Hacia la salida al puerto de Veracruz es visible la reducción de
los terrenos accidentados así como también una temperatura más cálida. Estas características
han sido benéficas para que se presente un desarrollo urbano más planificado. Un gran número
de inmobiliarias han construido fraccionamientos y unidades habitaciones en esta dirección.

2.2.2.2 Características demográficas

Para este apartado cabe hacer algunas acotaciones antes comenzar. Uno de los objetivos
iniciales de esta investigación, en sus primeras fases, fue reunir datos que permitieran construir
un panorama de algunos puntos periféricos de la ciudad. En ese sentido y de manera general
se presentarán algunos datos estadísticos que permitan captar el panorama general de la
periferia hoy en día. Las periferias de las ciudades son los lugares que por excelencia reciben
todo el crecimiento poblacional. Si se considera la delimitación propuesta aquí sobre las
periferias y el centro, se obtienen los siguientes datos.

Cuadro. Población de cada periferia propuesta

Lo anterior expone que casi un 70% de la población se ubica en las periferias menos
equipadas en cuanto servicios, es decir, las que se titularon norte, oeste y sur. Mientras que la
gente que vive en la zona sur son las que cuentan con mejores condiciones de vida en cuanto
a la infraestructura, equipamientos y niveles de ingresos. En las áreas centrales de Xalapa es
en donde se encuentran concentrada el otro 30% restante. En cuanto a los sexos de la
población se observa también que las mujeres son más numerosas en todas las zonas.

2.3 Elección de las zonas de estudio. El norte y el Este

En esta ciudad, así como seguramente sucede en muchas otras, las personas con menos
ingresos económicos tienden a establecerse precisamente en estos bordes. Por esa razón, la
literatura y las investigaciones sobre el tema tienden a resaltar y a mirar únicamente este sentido
marginal de las periferias. Sin embargo no hay que dejar de lado que los emplazamientos
urbanos no pueden ser totalmente calificados como pobres o precarios. Existen también otras
razones por las que algunas personas se asientan lejos de los centros de la ciudad. Es en ese
entender que se eligieron dos polígonos de la ciudad de Xalapa que mostraran escenarios
distintos, a manera de poder extraer un panorama variado y más completo, pero sobre todo
intentado superar ese cliché de que la periferia es siempre marginal.

2.3.1 Xalapa. Una ciudad fragmentada

El Dr. Sergio Amante Haddad ha realizado diversos estudios sobre la ciudad-capital


veracruzana, en uno de ellos propone la existencia de por lo menos tres diferentes escenarios
dentro de Xalapa: la ciudad tradicional, la ciudad moderna y la ciudad marginada (Amante,
2003). La primera corresponde al área del centro histórico, la cual refleja claramente la traza
colonial que se caracterizaba por conjuntar una plaza y/o parque, el gobierno y la iglesia. Esta
zona se ubica en los alrededores de las calles “Enríquez”, “Xalapeños Ilustres” y “Dr. Lucio
Blanco”. Las otras dos ciudades tienen lugar en la década de los sesenta del siglo anterior. En
el caso de la “Xalapa moderna” se conjugan varios elementos como la introducción de centros
comerciales, la construcción fraccionamientos y unidades habitacionales multifamiliares.
(Amante, 2003: 186). Por otro lado, la ciudad marginada se refiere a las zonas periféricas
resultado de los procesos de migración campo-ciudad. Se caracterizan como los lugares de “la
privación, la marginación, del hacinamiento y de la insalubridad” tal cual los describe el autor
(Amante, 2003: 168-170). En el mapa que se muestra a continuación se pueden observar las
zonas propuestas por Sergio Amante.

Mapa VIII. Xalapa, la ciudad fragmentada.


Si se observa el mapa con detenimiento, se puede notar que en los anillos de Xalapa
existe solamente una fracción periférica que presenta características positivas. Sergio Amante
considera estos espacios como correspondientes a distintas etapas, que junto con la ciudad
tradicional, son muestra y expresión de la fragmentación urbana. En ese sentido, se tiene por
un lado “un nuevo tipo de equipamiento urbano […] de una arquitectura uniformizante de acero,
cristal y concreto armado, y sin disimulo claramente al servicio de la racionalidad de la venta en
un mercado que no necesariamente aporta beneficios locales” (Amante, 2003, 174-174). A
diferencia de un área “donde la estructura urbana es indefinida, el valor comercial del suelo es
menor, la tenencia de la tierra tiende a ser irregular […] sin mayores esperanzas de tener acceso
a condiciones salubres de vida, infraestructura, o acceso a los servicios municipales básicos”
(Amante, 2003: 168-170).

De manera similar, Hipólito Rodríguez afirma la existencia de dos tipos de espacios


residenciales, por un lado “se localiza la mayor parte de infraestructura urbana (salud,
recreación, cultura, comercio, servicios bancarios, medios de comunicación), mientras que en
la otra las condiciones de vida se caracterizan por la falta de sanidad y servicios: educación,
drenaje, agua potable, calles pavimentadas, establecimiento de comerciales” (Rodríguez, 1989:
12). Dentro de la Actualización del Plan de Ordenamiento Urbano de la Zona Conurbada de
Xalapa y sus anexas se planeta algo similar a los patrones anteriores. En el periodo que va
desde los sesentas hasta los ochentas, se formó un gran cinturón de pobreza en la ciudad;
desde el Noreste se presentaron invasiones de suelo por parte de grupos inmigrantes que
demandaron vivienda y servicios (Gobierno del Estado de Veracruz-Llave, 2003: 156). Sin
embargo, en el mismo periodo, pero hacia el Este y Sureste la expansión urbana fue de un nivel
económico muy alto con una imagen de desarrollo y bienestar radicalmente opuesta a la
anterior.

Una de las características de las ciudades latinoamericanas y lo entiende como parte de


un fenómeno de segregación urbana socioeconómica. Señala que existe tendencia de los
grupos altos y medios ascendentes a concentrarse en una sola parte de la ciudad, ya sea en el
centro o bien en una dirección de crecimiento definida hacia la periferia; esta última la denomina
“zona de alta renta” (Sabatini, Cáceres y Cerda, 2001: 3-4). Asimismo, es característica “la
conformación de amplias áreas de alojamiento de los grupos pobres, mayoritariamente en la
periferia lejana y mal servida, pero también en sectores deteriorados cercanos al centro”
(Sabatini, Cáceres y Cerda, 2001: 4).

Con los análisis presentados anteriormente se hace evidente que en los halos de la
mancha urbana de Xalapa existen por lo menos dos escenarios diferentes, uno marginado (que
es la gran mayoría) y uno de mayores ingresos y mejores condiciones de hábitat. En ese
sentido, la elección de las zonas de estudio se hizo a partir de dos razones. Primero, uno de los
puntos a defender en este documento es que la periferia urbana de las ciudades no puede
catalogarse como marginal dado que existen diversas realidades. Además si se tienen el mayor
número de casos a estudiar se puede lograr tener un panorama más completo del objetivo
investigado. La segunda razón reside en que no era posible realizar un análisis de la periferia
entera pues hubiese sido necesarios más tiempo y un equipo de personas que apoyaran con la
investigación. La opción más viable fue entonces seleccionar dos muestras que fueran
contrastantes. Por un lado era evidente y obvia la elección de algunos fraccionamientos que se
encuentran hacia el área Este al ser la zona con mejores condiciones (ya descritas). Por otro
lado, para seleccionar una muestra de las periferias pobres se partió de buscar entre las
colonias más desprestigiadas y marginadas.

Son sólo algunas zonas de la ciudad las que se encuentran bien presentes y ubicadas
en la mayoría de los habitantes xalapeños; espacios urbanos que en ocasiones sirven como
referentes y de los cuales se crean historias, ideas y prejuicios. En ese sentido se eligió un
polígono de colonias estratégicas de la zona norte que, si bien no todos los xalapeños conocen
es muy probable que hayan escuchado hablar de ellas. Algunas son las colonias Revolución,
Carolino Anaya, Vasconcelos, Fraccionamiento Lucas Martín, entre otras. Cabe mencionar que
la periferia oeste es la que se observa claramente más precaria en cuanto a servicios, a la
construcción de sus viviendas y al ingreso de sus habitantes, sin embargo, se decidió elegir una
porción de la periferia norte considerando que podría tener más peso simbólico. Una vez
seleccionadas las zonas que había que estudiar, se partió de elegir entre los fraccionamientos
y colonias más conocidos, pues resultaban puntos estratégicos para delinear a través de ellos
dos polígonos a estudiar de manera detallada. Esos barrios fueron La Revolución hacia el norte
y Las Ánimas hacia el sureste de la ciudad. Se llevaron a cabo numerosos recorridos y algunas
entrevistas durante las prácticas de campo realizadas en los años 2011, 2012 y principios del
2013. A continuación se describirán con más detalle ambas periferias.
2.4 EL NORTE Y SUS COLONIAS POPULARES

Las colonias que se fueron abarcadas durante el estudio son aquellas que rodeaban a la Colonia
Revolución, comenzaban desde la Avenida México hasta antes del Camino Antiguo hacia
Naolinco, esto es, hacia el noreste. Hacia el norte, las colonias topan con el Río Sedeño el cual
es una frontera natural de Xalapa pues cruzando el río comienza el municipio de Banderilla. La
mayoría de estos asentamientos urbanos pueden definirse como populares debido a que los
habitantes presentan bajos ingresos económicos, los niveles de educación suelen ser bajos y
alta la disertación de los estudio, las viviendas se encuentran en proceso de consolidarse, la
infraestructura y el equipamiento urbano es escaso. Para tener más clara la ubicación de estas
colonias en el siguiente se expone el polígono de estudio definido.

Para llegar a estas colonias desde el centro de la ciudad, es necesario tomar un autobús
en la calle de Clavijero a la altura de la Arena Xalapa. Son varias las rutas que circulan por la
Avenida Atenas, la cual es la más importante de todas las vías de comunicación que existe en
esta área pues comunica hacia las avenidas México, Xalapa, Lázaro Cárdenas y la carretera
que se dirige hacia México. Del centro a la Av. Atenas el autobús tarda de veinticinco a cuarenta
minutos según lo permita el tráfico vehicular de la ciudad. Si se viaja en auto particular, el
mismo trayecto se puede realizar en quince o veinticinco minutos. Un taxi normal cobraría por
esa corrida entre $25 y $35, pero si se desea llegar a una de las colonias que se encuentran
más lejos de la Atenas, la tarifa podría llegar a ser hasta de $45. Las tarifas de las distintas rutas
de los autobuses, son de $5 para estudiantes o adultos de la tercera edad que muestren
credencial y $8 para el público en general. Es por esa razón que muchas personas prefieren
transportarse en autobús. Los colectivos, que también son conocidos como “combis”, no llegan
hacia esta zona de la ciudad.

Fotografía 4. El autobús de Campo de Tiro que entra por la Revolución

Anteriormente las tierras de estas colonias pertenecieron a la Hacienda de Lucas Martín,


la cual se fundó oficialmente en el año de 1752 y los terrenos que le dieron origen fueron
concedidos por mercedes reales y particulares a lo largos del siglo XVI y XVII, entonces esta
hacienda se encontraba a 5km de lo que se conocía como Xalapa (Gomezjara, 1998: 119). La
hacienda originalmente fue hecha para producir trigo pero después se introdujeron tejidos e
hilados así como algunos cultivos. Aunque tuvo varios propietarios, la hacienda vivió su mejor
época de 1830 a 1890 cuando estuvo en manos de las familias García Teruel, Pasquel y Palma,
Cerdán y Piñero (Gomezjara, 1998: 119); para 1907 su extensión fue de tres mil hectáreas y
registró 200 viviendas para familias de empleados y trabajadores. (Gomezjara, 1998: 120).
Después de la hacienda se crearon varios ejidos como el Macuiltepetl, Lucas Martín y Ejidos de
Banderilla. Actualmente, de la hacienda queda una parte del casco la cual se renta para eventos
sociales y está bardeado. A un costado de éste se encuentra el Fraccionamiento Lucas Martín.

Aunque encontramos todo tipo de viviendas en este polígono, generalmente se observan


casas de una o dos plantas, construidas con materiales permanentes como el cemento, madera
y varillas, tienen sus techos colados, están pintadas con una gran gama de colores (desde los
fuertes hasta los claros, desde los chillones hasta los más serios) y otras más ni siquiera se
encuentran revocadas en sus muros. Es común observar que en algunas ventanas se coloquen
sábanas o plásticos cuando no se les han colocado vidrios o protecciones. Casi todas las
viviendas están pegadas unas con otras y no tienen jardines que las separen con la acera o
entre ellas.

La gran mayoría tiene una característica en común: son viviendas construidas por las
personas que las habitan. En ese sentido, Jan Bazant (2003:17) define una tipología sobre estas
construcciones la cual se esquematiza a partir de algunas de las características señaladas para
cada tipo de vivienda. Al menos las construcciones que se acercan hacia la Avenida Atenas se
pueden catalogar a partir de lo anterior como viviendas progresivas, ya sea en etapa de
expansión, consolidación o acabados. Por el contrario las que más se alejan con dirección hacia
el Río Sedeño son más sencillas e inestables, llegando algunas a describirse como una vivienda
precaria o asentamiento inicial.

Un gran número de calles se encuentra pavimentado, pero por lo general son aquellas
que se encuentran cercas a las avenidas principales o por aquellas en donde pasan los
autobuses. Sin embargo las demás que no se encuentran pavimentadas son polvosas o lodosas
según el clima y en ocasiones son recubiertas con grava y arena que los vecinos compran para
facilitarse el acceso. En el peor de los casos algunas fueron pavimentadas pero, al no tener
buenos materiales de construcción y al no contar con alcantarillas, terminaron por destruirse al
cabo de unos cuantos años.
Los servicios con los que se cuenta en prácticamente toda la zona son electricidad, agua
potable, telefonía celular y pública. Aunque también hay varias rutas de transporte público
(servicio urbano), son pocas las que llegan a meterse en las colonias más alejadas de la avenida
Atenas. Existe poco alumbrado público en las calles que no son principales o muy transitadas;
hay líneas de teléfono disponibles sin embargo, sólo es para aquellos que pueden pagar el
costo de la instalación son los que cuentan con este servicio. El centro de salud pública más
cercano se encuentra en el municipio de Banderilla y es allá a donde mandan a muchos de los
colonos que no cuentan con otro tipo de servicio médico. Existen dos clínicas médicas particular
y varias farmacias que por un pequeño costo ofrecen consultas y medicamentos. Los servicios
que son menos esenciales y por lo tanto, menos contratados son la televisión de paga y las
conexiones a internet.

La mayor parte del uso de la tierra es residencial y una pequeña parte es de uso
comercial, pero aún en menor medida son los espacios públicos de recreación o áreas verdes.
Escasamente, en el polígono trazado se encontraron cinco parques de los cuales tres están
deteriorados. Los parques terminan siendo el espacio de los jóvenes y no de las familias en
general, pues ahí se reúnen varios muchachos durante las tardes. Los otros lugares que
podríamos considerar como recreativos son bares, maquinitas, gimnasios y billares.

La mayoría de las calles de la zona norte de Xalapa tienen problemas de inundaciones


cuando hay temporadas de lluvias fuertes debido a que no existe un buen sistema de drenaje
ni mucho menos colectores pluviales. Es común encontrar casa que tienen pequeños muros en
las puertas de sus casas precisamente para que no se les meta el agua. Algunas calles tienen
muros improvisados con costales de arena o cemento buscando impedir que las lluvias llenen
la calle. Bien dicen que el agua llama al agua y por ello cuando se presentan estas inundaciones
en las calles, pareciera que el Sedeño provoca cierta corriente en esas aguas. Arrastra agua de
lluvia mezclada con agua de caño, con palos, piedras y hasta desechos humanos. Aunado a
que muchas personas conectan sus tuberías hacia el río, a que se le tira basura y agua
jabonosa, el Sedeño se encuentra muy contaminado.

Como se mencionó anteriormente la Avenida Atenas es la principal vía de comunicación


en donde se pueden encontrar muchos comercios. Las personas que viven en la zona norte de
Xalapa, sobre todo en las colonias cercanas a la Revolución, tienen como referente comercial
esta avenida pues ofrece toda clase de servicios y productos. Sólo para darse una idea más
precisa, se realizó un registro sobre los negocios que existen a lo largo de esta esta avenida y
se exponen sus resultados en el cuadro siguiente. A continuación se expone un cuadro que
muestra de manera detallada los giros de cada negocio pues se considera importante que el
lector pueda asir la diversidad comercial de la zona de estudio y sacar sus propias conjeturas.
Cabe aclarar que sólo se tomaron en cuenta los comercios establecidos en locales dejando de
lado a aquellos que se ubican en las calles durante los fines de semana, que es cuando más
actividad comercial.

Es probable que muchos xalapeños hayan oído escuchar sobre el tianguis o el mercado
de la “Revo” que se pone los días domingo. Extendiéndose por las calles (algunas no
pavimentadas) desde las siete u ocho de la mañana comienza a venderse todo tipo de
productos. Comenzando desde la estación de bomberos de que se ubica en la Av. Atenas hasta
el “Tianguis El Moral” que se encuentra sobre la Av. Amazonas, pasando por calles
perpendiculares y paralelas se ubican cientos de puestos que ofrecen alimentos, animales,
ropa, artículos para el hogar, artículos para el cuidado personal, accesorios y herramientas.

El tráfico de los automóviles se vuelve complicado y en muchas ocasiones se bloquea


debido a la gran cantidad de personas que asisten a este mercado. Estos puestos podrían ser
clasificados dentro de lo que comúnmente se llama “tianguis de pulgas” en donde encuentras
compras desde el mandado de la casa o alguna pieza electrónica, en donde se reúnen personas
que ofrecen muchas cosas de desecho y algunas cuantas nuevas, en donde se cobra el piso
(una pequeña extensión de la calle para montar un puesto), en donde acuden muchas personas
a comprar lo que necesitan o lo que se encontraron.

Atrás de la estación de bomberos, en una extensión de aproximadamente tres calles, se


acomodan los puestos de verduras y frutas de la temporada que ofrecen pedacitos de piñas,
manzanas y melón; los de quesos frescos de la región y botellas con miel de abeja; señores
que te ofrecen matas de flores y otras plantas para la casa; las marchantas con hierbas,
remedios y especias para la cocina; algunos puestos con carnes de pollo, res, mariscos,
pescados y otros animales (algunos hasta vivos).

Sobre la avenida y las calles perpendiculares mesas con jabones, shampoos y


desodorantes que se venden más baratos que en los supermercados; puestos con toda clase
accesorios para el celular como cargadores, baterías, micas protectoras y memorias nuevas o
usadas, nuevas o “calientes”15. También encuentras puestos de ropa “para dama, caballero,
niño, niña o maricón” tal como lo anuncian los vendedores de pacas 16 o de prendas de
maquiladoras del centro del país. No tan comunes, pero presentes son los vendedores de
herramientas y refacciones usadas. Algunos acuden a vender a sus animales como pollos,
conejos, cachorros, gatitos, tortugas, peces y a ofrecer peceras, alimentos y accesorios para
las mascotas. Es raro que suceda, pero algunas veces también se regalan estos animales.

Fotografía 6. El mercado de la Revo. Mariana Aguilar Vásquez, 2011.

No pueden faltar las botanas y la comida. Desde los puestos tamales, picadas de salsa,
enchiladas, quesadillas, caldos y toda clase de antojitos hasta los que en carritos se van
moviendo y ofreciendo paletas de hielo, frutas con chile, dulces, hot cakes con lechera, aguas
frescas y tepache. Asimismo esta actividad comercial es aprovechada por los negocios que
están bien establecidos, es decir, en sus locales. Estos abren desde las ocho o nueve de la
mañana y terminan su jornada laboral hasta las nueve o diez de la noche, lo cual es bastante
inusual para ser fin de semana. Dado que las actividades comerciales del centro “mueren” a las
dos o tres de la tarde, resulta ventajoso para los negocios de la Revolución tener un horario
mucho más extenso. Por las razones descritas anteriormente es que este mercado atrae a
muchas personas que asisten aunque vivan lejos. Entre puestos grandes y pequeños, entre
aquellos bien montados con estructuras metálicas o simplemente aquellos con lonas tiradas en
el suelo, este mercado que se pone cada domingo representa una gran fuente de interacción
social, de abastecimiento y de ingreso para muchas familias.

2.5 El ESTE Y SUS FRACCIONAMIENTOS RESIDENCIALES

Al sureste de la ciudad, a un costado de la carretera Xalapa-Veracruz se encuentra el área


urbana conocida como “Las Ánimas”, el mote debe a que se ubica en los terrenos de una ex
hacienda que llevó el mismo nombre. Fundada en el siglo XVIII a 4.5km de lo que entonces se
conocía como Xalapa, la Hacienda del Socorro, mejor conocida como Las Ánimas, se extendía

15N. del A.: Así es como anuncian cuando es de dudosa procedencia o en otras palabras, robado.
16N. del. A.: Se le llama ropa de paca debido a la forma de embalaje que tiene los paquetes de ropa americana que llegan
en cubiertos por sábanas o plásticos amarrados con flejes metálicos. Las prendas pueden ser nuevas o usadas,
generalmente cuando no son nuevas es porque son desechabas de otros países, pero cuando son nuevas provienen de
almacenes que las rematan por ser productos fuera de temporada o con desperfectos.
por aproximadamente 1352 hectáreas. En agosto de 1919 fue comprada por Justo Fernández
González junto con otros predios conocidos como Agua Santa, Las Trancas del Pancho y una
parte pequeña del actual municipio de Estanzuela (Gomezjara, 1998: 117). Entre 1920 y 1929,
las afectaciones agrarias restaron a las hacienda más de 700 hectáreas, de las cuales 200 has
fueron donadas por decisión personal de Justo Félix Fernández (hijo) a sus trabajadores más
allegados y leales (Campos, 2010: 32). En ese sentido los terrenos de su hacienda quedaron
rodeados por un grupo de gente que protegía los ejidos que se cedieron.

La hacienda tuvo un giro en su producción y de ser finca ganadera y cañera, paso a ser
un complejo de producción e industrialización del café en el año de 1932 (Gomezjara, 1998:
118). Gracias a esos cambios, dejó de perder espacio por las afectaciones agrarias pues la
constitución de entonces protegía a los productores cafetaleros por ser quienes generaban
muchos recursos económicos para el país (Campos, 2010: 64).

La Hacienda de las Ánimas se convirtió así, en el beneficio húmedo y seco más grande
e importante de México (Gomezjara, 1998: 119). Aunque comenzaron a construirse residencias
desde los años ochenta del siglo veinte, fue para finales de los noventas que, con la caída del
costo del café, Justo F. Fernández cambió una vez más los giros de sus tierras. Para el 2004
“prácticamente los campos de café como se conocieron para transformarse en nuevos
proyectos de desarrollo inmobiliario y comercial por su magnífica ubicación” (Campos, 2010:
68). La producción de café actualmente es mínima y está en manos de algunos de los
descendientes de Don Justo Fernández.

Las Ánimas en realidad no es una colonia como tal, es más bien un área que se compone
de varios fraccionamientos residenciales y de algunas colonias con familias que perciben un
ingreso de medio a alto. Quizá los fraccionamientos más conocidos son Jardines y Fuentes de
las Ánimas debido a que son los más antiguos y porque rodean a los lagos encausados que
caracterizan a esta lugar. El área elegida para estudiar estaba conformada por distintas colonias
y fraccionamientos los cuales se pueden apreciar en el siguiente cuadro.

Este polígono de estudio fue mayor en extensión por varias razones. Una de ellas es que
la mayoría de las viviendas son más extensas que las de la zona norte, asimismo la traza de
las calles presenta cuadras más amplías. En el cuadro que se muestra a continuación se puede
apreciar cuál fue el polígono de estudio así como los fraccionamientos y colonias elegidos.
Para llegar a esta parte de la ciudad desde el centro en un autobús, es necesario ubicarse
en las paradas que se encuentran en la calle de Allende, detrás del Parque Juárez. El trayecto
tendrá una duración de entre veinticinco y cincuenta minutos dependiendo del tráfico vehicular,
tendrá un costo de $8 pesos o $5 si se cuenta con una credencial de estudiante o de adulto de
la tercera edad. En un taxi el mismo recorrido se hace entre quince y sesenta minutos pero
tendrá un costo que puede variar de los $25 a los $45. Cuando se utiliza un taxi controlado
(radiotaxi) el precio de la corrida aumenta $10. En automóvil particular el tiempo empleado para
ese recorrido durante la noche o cuando hay poco tráfico es en promedio de veinte minutos y
durante el día, cuando las calles son más transitadas, el recorrido puede llegar a durar hasta
una hora.

Es importante mencionar que la ciudad de Xalapa tiene una gran cantidad de


automóviles entre transporte público y particular que, aunados a la mala traza de algunas calles,
hacen que el tráfico sea complicado.17 Asimismo hay que considerar que las familias que viven
en estos fraccionamientos hacen mucho uso de los automóviles particulares.

La mayoría de las viviendas que conforman los fraccionamientos de las Ánimas son de
dimensiones grandes y los colores con los que están pintadas presentan cierta uniformidad. Se
pueden observar tonos similares de blancos, cremas, naranjas mostaza, rojos terracota, cafés
chocolate y cafés claros, amarillos sepia, verdes pistache y azules rey. Asimismo se pueden
apreciar aquellas bardas que se hacen con ladrillos rojos y naranjas con revestimientos
brillantes llamados muros aparentes, los que son hechos con piedra braza de color negro, los
que tienen incrustaciones de lajas de mármol o bien aquellos que son texturizados con pasta.
Las calles están en su mayoría adoquinadas y tienen pequeñas plantas verdes saliéndose entre
adoquín y adoquín, las cuales se alimentan por la humedad del lugar. También se puede
observar que las calles presentan baches y hundimientos propios del desgaste que se da con
el uso del automóvil.

Es notorio el cuidado que se ha tenido con la vegetación del lugar. Varios arbustos y
árboles adornan las entradas de las casas y los camellones de las calles. Existen al menos
cinco parques con que se caracterizan principalmente por tener muchos árboles y flores que

17 Según los estudios del Arq. Gustavo García López, existe una proporción de vehículos por superficie de la mancha
urbana de la ciudad con valor de 1,192 vehículos/Km2. Dicho valor rebasa incluso a la proporción que se presenta en
el Distrito Federal (GARCÍA LÓPEZ, 2001:3-5).
alimentan esa idea de un bosque de niebla. Entre las primeras casas, existen unos lagos que
anteriormente fueron pequeños arroyos que se encausaron cuando se construyó formalmente
el fraccionamiento de las Ánimas. En estos cuerpos de agua de vez en cuando se asoman
algunas tortugas, peces y algunos patos que viven ahí. También, hasta hace unos diez años
hubo un pequeño zoológico que tenía unos cuantos leones, changos, cocodrilos y algunos otros
animales. Sin embargo los problemas económicos de los dueños y el descuido a los animales
hicieron que el parque cerrara sus rejas y el lugar comenzara su deterioro.

Los fraccionamientos se encuentran muy bien equipados en cuanto a servicios se refiere


pues todos cuentan con luz eléctrica, agua, pavimentación, líneas telefónicas, televisión de
paga y existe buena recepción de la telefonía celular. La mayoría de las cerradas cuenta con
seguridad privada y vigilancia y servicios de jardinería. Durante la noche es notable la carencia
de luminarias, no es que no existan pero son pocas y son varios los lugares que necesitan estar
alumbrados. Existe en menor medida telefonía pública y se cuenta con pocas rutas de
transporte urbano. Están bien delimitadas cuáles son las zonas de vivienda y cuáles las de
recreación al igual que las comerciales, existe muy poco traslape. Cuenta con al menos cuatro
parques y lagos además de muchas áreas verdes. Dichos lugares son medianamente
transitados y es común encontrarse a varias personas realizando ejercicio durante las mañanas,
sacando a pasear a sus mascotas y dando la vuelta durante la tarde. Durante la noche, tanto
parques como los paseos de los Lagos se vuelven punto de encuentro para los jóvenes quienes
arriban a estos lugares en automóviles, también sucede esto con algunas tiendas de
autoservicio (principalmente con el Oxxo de Araucarias). En cuanto a otros lugares de
recreación existen un club privado en donde se practican diversos deportes y se llevan a cabo
varios eventos sociales, dos plazas comerciales, billares y pocos centros de diversión nocturna,
entre los que se incluyen bares y el antro más exclusivo de la ciudad.

Las familias de las Ánimas tienen fácil acceso a dos zonas comerciales muy concurridas,
una es la Av. Araucarias y la otra son los establecimientos que se encuentran a lo largo de la
Av. Lázaro Cárdenas y su continuación, la Carretera Xalapa-Veracruz. En dichos lugares se
puede acceder a una gran variedad de negocios que ofrecen varios productos y servicios.
Araucarias es una avenida que se puede transitar fácilmente a pie y que cuenta con locales
donde se encuentran principalmente alimentos preparados, tiendas de autoservicio y estéticas.
Por el contrario, el otro referente comercial es la salida hacia el puerto del estado y tiene grandes
empresas nacionales y transnacionales que ofrecen sus servicios. Desde papelerías con venta
de electrónicos para la oficina y el hogar, restaurantes, agencias de automóviles hasta casinos,
hoteles y oficinas de gobierno.

Es sumamente importante la presencia de dos centros comerciales: Plaza Ánimas y


Plaza Américas, la última siendo la más reconocida y concurrida de la ciudad. Como se sabe,
en los malls se reúne toda clase de comercios como bancos, tiendas departamentales,
restaurantes y tiendas de ropa de muchas marcas prestigiadas. Sin considerar a todos los
locales de las plazas comerciales, se realizó un registro de principales negocios que se ubican
en dichas avenidas. A continuación se expone la información obtenida.

Si se requiere comprar algo puede acudirse a la avenida Araucarias, la cual era


exclusivamente de uso habitacional sin embargo al presentar un gran tránsito vehicular, poco a
poco fue adaptando las casas para convertirse en negocios. Aun se pueden apreciar las
fachadas de las casas casi tapadas por anuncios publicitarios de los comercios. No sólo se
puede notar que existen una gran cantidad de servicios, sino que también se presenta una
especialización de los mismos. Por ejemplo uno puede escoger entre restaurantes de comida
extranjera como italiana, japonesa y china. También es notorio en las múltiples estéticas o
salones de belleza que se especializan en tratamientos faciales, colorimetría, maquillaje
profesional o aplicación de uñas. La Avenida Araucarias es sin duda alguna muy transitada, es
normal que en horas de entrada o salida de espacios laborales y educativos se hagan largas
filas de automóviles.

Otro lugar que sin duda es referente comercial es la Avenida Lázaro Cárdenas al ser
prácticamente una carretera no es un lugar en el que se acostumbre caminar, más bien se llega
en automóvil y se deja el coche en los estacionamientos que tiene cada comercio. Es una
avenida muy transitada por automóviles particulares, autobuses que transportan personas en
la ciudad y a otras ciudades, tráileres y otros camiones de carga. Cuando obscurece el día se
aprecian varios letreros luminosos con publicidad de los mismos comercios que aquí se ubican,
la imagen es un tema muy cuidado. Dentro de los fraccionamientos es poco probable
encontrarse con misceláneas o tiendas pequeñas, sin embargo existe un pequeño súper
mercado en donde puede encontrarse toda clase de productos de despensa básica hasta
algunos de importación como vinos y quesos. Dicho lugar es la única tienda grande autorizada
dentro del fraccionamiento principal de las Ánimas y lleva más de veinte años de servicio.

Las actividades del día comienzan entre las seis y ocho de la mañana entre semana.
Para salir en automóvil sólo existen tres vías, ya sea por Araucarias, a un costado de la Plaza
Ánimas y o a un costado de la Secretaría de Educación de Veracruz. Dicha situación provoca
filas enormes durante las llamadas horas pico, que coinciden con las entradas laborales y a la
escuela, así como a la hora de regreso a la casa que varía entre las tres y ocho de la noche.
Pese a que existe una fuerte circulación de automóviles, es poca la gente que camina por las
calles los fraccionamientos de los cuales su mayoría son trabajadores de la construcción y
empleadas domésticas. Basta con darse una vuelta a las seis de la tarde cerca del cruce de la
Avenida Araucarias y el Paseo de las Palmas para observar cómo llegan camionetas a dejar a
algunos albañiles y cómo van caminando algunas señoras, quienes se apresuran hacia la
carretera federal para tomar sus autobuses de vuelta a casa. Otros de los que llegan a caminar
por los caminos y parques son las personas que gustan de correr y que portan sus ropas
deportivas (pants y tenis) trotan por las aceras escuchando música a través de sus audífonos y
aparatos reproductores de audio.

2.4 Escenarios contrastantes

Una vez expuesta toda la descripción anterior se pueden tener claras las características de
cada una de las zonas de estudio y su contexto mayor que es la ciudad de Xalapa. Lo que hay
que tener contemplado, es que el crecimiento urbano se ha hecho en distintas direcciones y
formas, pero las especificidades de ese desarrollo obedecen a sus condiciones económicas, a
procesos de simbolización, a sus características geográficas y a su historia.

Aunque muchas personas podrían considerar innecesaria esta revisión, es indudable que
los espacios urbanos analizados responden a esos procesos que les dieron las características
que hoy en día presentan. Es sumamente importante tener idea, por ejemplo, sobre los
anteriores usos y dueños de las tierras en donde se han asentado estas colonias y
fraccionamientos.

Asimismo también resulta prioridad conocer los datos demográficos actuales pues sólo
así se cuenta con alguna certeza de las características de su población. En resumen, si bien
los datos estadísticos, geográficos e históricos no hablan por sí mismos, su interpretación es la
que concierne a continuación para que más adelante se pueda profundizar en el terreno
antropológico de esta tesis: la experiencia urbana.

2.6 Iguales pero diferentes: los rasgos principales de la oferta de productos y servicios

Los datos que se expusieron permitieron apreciar la notable existencia de dos zonas
contrastantes de la ciudad. Son varios los rubros en donde se pueden estimar las diferencias
de los modos de vida urbanos. Uno de ellos es el que conjuga las formas de abastecimiento de
los habitantes de las colonias y fraccionamientos. Los Cuadros 4 y 6 nos muestran los productos
y servicios que tienen las avenidas que fungen como referentes comerciales para cada una de
las zonas de estudio.

En cuanto a venta de productos, encontramos en las avenidas registradas,


principalmente la presencia de tiendas que venden alimentos para preparar y bebidas, prendas
de vestir y tiendas especializadas 18 . Las tiendas departamentales y supermercados que se
señalan en la siguiente gráfica del Cuadro 7 abundan más para el Este de la ciudad puesto que
es donde se encuentran dos de las principales plazas comerciales de Xalapa. Sin embargo en
la zona norte existe un reciente supermercado inaugurado en el año 2013, así como dos tiendas
departamentales en donde venden ropa, electrónicos, zapatos y muebles con opción de crédito.

El abastecimiento de comida es para ambas zonas una necesidad a la cual se le da prioridad,


muestra de ello es el considerable número de locales que venden alimentos para preparar y
algunos para acompañar como carnes, frutas y verduras, pan, tortillas, semillas y otros. Aunque
se venden estos productos en las dos zonas, la cantidad y la forma de los negocios que los
ofrecen son distintas. Por ejemplo en la Avenida Atenas existe una mayor venta de carnes,
frutas y verduras, tortillas y pan; varios de estos productos son ofrecidos en pequeñas
misceláneas y abarroteras19. Mientras tanto, la mayoría de estos productos en la zona este son
vendidos en supermercados y tiendas de autoservicio, y la mayoría de alimentos elaborados
que ofrecen son pasteles, postres y panes.

18N. del A.: En esta categoría se englobó a aquellas tiendas que venden un tipo de producto en específico.
19N. del A.: Una abarrotera es una tienda grande en donde se venden productos varios como semillas y cereales a granel,
enlatados, artículos de aseo personal (jabón para el cuerpo y cabello), artículos para la preparación de alimentos
(aceites y mantequillas) y artículos de limpieza del hogar (limpiadores de piso, escobas, jabón para la ropa y los trastes).
Estos productos pueden ser adquiridos tanto en mayoreo como en menudeo.
En la categoría de vestimenta es importante mencionar una considerable presencia de
locales de ropa y accesorios en las zonas cercanas a la Colonia Revolución, en donde casi la
mitad es venta de ropa de pacas americanas, prendas que generalmente se consiguen en el
mercado informal (que no paga impuestos por su importación). En las plazas comerciales del
este de la ciudad en donde existen tiendas de ropa de firmas prestigiadas, mientras que en los
locales de ropa de la Colonia Revolución abunda la ropa fabricada por industrias nacionales de
marcas no muy reconocidas.

Por otro lado, las tiendas especializadas en el caso del Este son en su mayoría
papelerías con venta de electrónicos y otros artículos para las oficinas. Mientras que para la
otra zona de estudio gran número de locales ofrece importaciones chinas (chucherías,
chácharas, regalos). Asimismo es muy relevante la venta de materiales e insumos para distintas
actividades como la construcción y para los salones de belleza, estos expendios no se
encuentran en la Av. Araucarias.

Las categorías de los servicios coinciden en ambas zonas de estudio se puede apreciar
en la gráfica del cuadro 7. Es prioridad entonces el abastecimiento de comida preparada, la
existencia de salones de belleza, los servicios de reparación técnica y la atención médica. Sin
embargo para la zona sureste todos los servicios se muestran más especializados en su oferta.
En lo que refiere a comida, se puede encontrar una gran variedad de tipos de comida de
distintos países entre los que destacan la italiana y japonesa. Mientras que en la zona norte la
mayoría de la comida preparada que se vende en los comercios son pizzas, tortas y yogurth.

Una coincidencia es, la existencia de un número considerable de taquerías, lo que habla


de un consumo, o por lo menos una oferta notable, de tortillas y carne por parte las familias de
ambos lugares. El cuidado de la belleza personal es un hábito que se presenta en ambas
poblaciones, aunque de maneras distintas; por ejemplo, en la Av. Araucarias hay algunas
estéticas que se dedican exclusivamente o especialmente a la aplicación de faciales, de tintes
y uñas plásticas para las manos

. En el caso de las estéticas de la Revolución la mayoría son estéticas que se anuncian


como “unisex” y que brinda servicios diversos en el mismo lugar. Lo mismo ocurre en el ámbito
de la atención médica en donde la zona norte tiene un gran número de farmacias que venden
medicamentos genéricos y que a la vez ofrecen consultas médicas generales. Por el contrario,
los consultorios que se ubican en Araucarias y demás áreas de las Ánimas, son más bien de
médicos especialistas y odontólogos.

Los contrastes se viven en distintos niveles, formas y tiempos. La descripción anterior se


basa en registros, en libros, en bases de datos y en censos que, finalmente resultar ser datos.
Lo importante es en realidad es poder llegar a conocer a las familias, adentrarse en sus
experiencias urbanas. Las dinámicas que se presentan en las distintas partes de la ciudad
conforman distintos modos de vida urbanos, estos modos son los que precisamente hablan de
Xalapa. Conocerlos a fondo podrá permitir entender a la urbe en sí.

La periferia xalapeña, como se expuso en la descripción anterior, tiene paisajes diversos,


historias distintas, suelos y hasta climas variados. Cada uno de los espacios urbanos contiene
un proceso de construcción y representación en donde al asentamiento material se le atribuyen
funciones y significados específicos que hacen de un simple lugar, un espacio social. En ese
sentido, las Ánimas y la Revolución no son sólo partes distintas de la ciudad, sino también
procesos contrarios que han resultado en escenarios contrastantes. Y precisamente se habla
de escenarios porque son espacios de interacción de actores urbanos, quienes construyen y
habitan la periferia de Xalapa; a propósito de ello, a continuación se expondrá un análisis sobre
la experiencia urbana y la construcción de los espacios periféricos.

En ese sentido, las Ánimas y la Revolución no son sólo partes distintas de la ciudad, sino
también procesos contrarios que han resultado en escenarios contrastantes. Y precisamente se
habla de escenarios porque son espacios de interacción de actores urbanos, quienes
construyen y habitan la periferia de Xalapa; a propósito de ello, a continuación se expondrá un
análisis sobre la experiencia urbana y la construcción de los espacios periféricos.
CAPÍTULO III – VIVIR Y CONSTRUIR LA CIUDAD

"Los pobladores, según su posicionamiento socioeconómico y cultural y su ubicación en el


espacio urbano, lo utilizan a través de sus prácticas cotidianas. A través de éstas lo modifican,
lo construyen en forma física y social, se lo apropian y le otorgan sentidos y significados.
(Fuentes Gómez, 2005:12)

En el capítulo anterior fueron asentadas las bases para realizar una delimitación sobre la
periferia urbana de Xalapa y se expuso el panorama actual de la ciudad. Una vez aclarado dicho
contexto, en este capítulo se procederá al desarrollo de dos temas principales. Por un lado se
abordará el proceso de construcción de las periferias, esto es, la manera en que se van creando
los márgenes urbanos y quiénes son los sujetos que participan en dicho evento. En segundo
lugar, no por ello menos relevante, se profundizará sobre cómo se viven las periferias a partir
de un acercamiento a la experiencia urbana de algunas familias que residen en las colonias y
fraccionamientos más alejados del centro de la ciudad.

En el primer apartado se hablará sobre las distintas formas de construcción de las


periferias. Las inmobiliarias son las que tienen un papel importante y evidente en el crecimiento
de la ciudad, pues sus proyectos “desarrolladores” han ensanchado a la mancha urbana. Sin
embargo, gran parte del crecimiento es llevado a cabo en procesos de construcción social de
la vivienda, es decir, por colonos que edifican sus propias casas muchas veces sin intervención
de profesionales de obra. Por otro lado, se hará un breve análisis de los actores
gubernamentales y su función en el desarrollo urbano a partir de exponer cuáles son los medios
por los cuales pueden tener injerencia en este proceso, ya sea a través de sus dependencias,
de los programas de ordenamiento, de los reglamentos u otros. Asimismo se abordará la
participación de algunas asociaciones civiles en la formación de viviendas populares.

Las colonias y fraccionamientos están habitados por familias que tienen una historia, que
entablan relaciones con sus vecinos, que interactúan y se desplazan por toda la ciudad y que
construyen de una u otra forma su entorno urbano. En ese sentido, la segunda parte de este
tercer capítulo estará dedicada al análisis de estas formas de vivir la ciudad periférica. Para este
examen, se parte de que la experiencia urbana se puede explorar a partir de cuatro variables
básicas: la vivienda y el vecindario, la movilidad y posicionamiento en la ciudad, el
abastecimiento y experiencia personal. A partir de fragmentos de entrevistas se expondrá
diversos pasajes de la vida urbana Dichos aspectos no sólo van a complementar la información
expuesta en los mapas, las estadísticas y los registros, sino que van a permitir personificarla.
Para finalizar y como parte de las primeras reflexiones de esta investigación, se empezará a
poner en la mesa un proceso evidente: la segregación socio espacial en Xalapa. La idea no es
exponer explícitamente los contrastes, sino entender esta diversidad determina una dinámica y
una forma urbana.

3.1 ¿QUIÉNES HACEN CIUDAD?

La expresión “construir ciudad” podría remitir a esa idea de que las urbes son constructos
sociales, precisamente por esta cualidad humana de antropizar los espacios, es decir, de
significar, funcionalizar y organizar una ciudad. Sin restarle importancia a esos procesos, este
primer apartado buscará exponer la manera en que algunos actores construyen físicamente
estas obras urbanas. El espacio de una ciudad está conformado por numerosos elementos
tangibles y si se hiciera una lista de ellos, probablemente los que vendrían más rápido a la
mente son las calles, aceras, tuberías, parques, plazas, postes, las escuelas, hospitales,
luminarias, los edificios de gobierno, los autos, casas y las masas de personas.

La mayoría de estos componentes pueden ser contemplados bajo los conceptos de


infraestructura y equipamiento urbano, términos que generalmente son empleados de manera
indistintamente pero que refieren a conceptos distintos. El primero se puede definir como el
conjunto de obras que constituyen los soportes del funcionamiento de las ciudades y que hacen
posible el uso del suelo urbano (Landa, 1976). Entre estos se pueden considerar a los servicios
públicos, al transporte, la vialidad, las vías de conducción de y distribución, entre otros. Por otro
lado, el equipamiento urbano se refiere al conjunto de edificaciones y espacios generalmente
públicos que están destinados para realizar actividades complementarias a la vivienda y el
trabajo (Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, 1978). En este caso se refiere
a los edificios para la comercialización, la educación, la promoción cultural, la salud y otros.

La mayoría de las personas desconoce la manera en que algunos se construyeron y


gestionaron. Las historias de formación y consolidación de colonias y fraccionamientos se van
perdiendo con el tiempo. Cada espacio de la ciudad es diferente, fue creado bajo circunstancias
distintas, algunas fueron planeados y otros no. En ese sentido es que existen diversos actores
que intervienen en la formación de zonas periféricas. Una parte de las viviendas son construidas
por empresas inmobiliarias privadas, algunas fueron creadas a partir de fondos de gobierno
como las unidades habitacionales, pero la gran mayoría han sido gestionadas y construidas por
las mismas personas que las habitan. Existen múltiples situaciones que dan pie al crecimiento
de Xalapa, situaciones en donde intervienen distintos actores quienes se encargan de crear,
gestionar y/o instalar los componentes materiales y funcionales de la ciudad. Los actores
formulan y desarrollan estrategias, es decir, acciones concretas para llevar a cabo sus intereses
o necesidades; Pedro Pírez (1995: 7-10) señala que estas estrategias están en función de las
siguientes razones:

a) Lógica de obtención de ganancia en la producción de la ciudad y en la ciudad.

b) Lógica política.

c) Lógica de la necesidad

El primer inciso hace referencia a las unidades económicas que como particulares o
empresarios producen viviendas o suelo urbano, pero también refiere a la lógica de los actores
que producen capital a partir de sus ventas en la ciudad (como los negocios). En esta
investigación interesa hablar de los primeros, es decir, de los que hacen producción de ciudad.
Por otro lado, la intervención del gobierno a través de sus distintas dependencias y en sus
distintos niveles responde más bien a una lógica de gestión política en donde funciona como
mediador de otros actores que están involucrados en este proceso de producción y crecimiento
urbanos. Existen también quienes actúan en función de una lógica de la necesidad, término que
ejemplifica perfectamente la situación de carencia en la que viven los actores que recurren a
diversos mecanismos para satisfacer la vivienda e infraestructura que necesitan. Según Pírez
estos son quienes, de forma independiente o bajo la forma de asociación, gestionan y auto
producen la ciudad.

Todas estas razones no son propias de un actor en particular, pues se conjugan a través
de las distintas estrategias que cada uno emplea. Las acciones llevadas a cabo determinan de
una u otra manera el desarrollo urbano y por ende las formas de la ciudad. En Xalapa estos
actores tienen nombres, apellidos, cifras e historias. La idea es ahora mostrar algunas de las
investigaciones que se llevaron a cabo para poder comprender la manera en que estos actores
en la ciudad de Xalapa construyen los márgenes de la ciudad, específicamente en los distintos
escenarios de estudio.
3.1.1 El papel de las inmobiliarias y el municipio en el crecimiento de Xalapa

La configuración legal del antiguo régimen agrario fue diseñada para responder a la
problemática de un país que empezaba un proceso de desarrollo industrial y que necesitaba
proteger a una población mayormente rural (Bazant, 2001: 15). Pero al invertirse la población
rural a urbana la política nacional agraria también debía cambiar, fue entonces que se promulgó
la reforma constitucional a la Legislación Agraria del 6 de enero de 1992 la cual, a grandes
rasgos, impactó “en las formas jurídicas de propiedad y posesión territorial, transformando usos
del suelo caracterizados por actividades ligadas a la producción campesina y absorbiendo o
desarticulando asentamientos humanos definidos como localidades rurales” (Rodríguez, Palma
y García, 1993: 289). Uno de los procesos que se desataron con la caída de la productividad
de los campos, fue la posibilidad de construir viviendas en tierras de bajo costo con la condición
de urbanizar estos espacios. En ese sentido, promotores inmobiliarios, fraccionadores o
desarrolladores (como pomposamente se han hecho nombrar) desde hace algunas décadas
han jugado un papel importante para la ciudad de Xalapa.

Guiados por una lógica económica, diversos agentes se encargan de las ventas de
terreno y viviendas, que aunque son mercados diferentes están relacionados. Estas
transacciones se realizan generalmente como procesos apegados a las leyes de desarrollo
urbano y de la propiedad jurídica. En este marco son muchas las empresas que se mueven
para crear proyectos de urbanización que se pueden traducir como la creación de
fraccionamientos residenciales y unidades habitacionales. Los nuevos desarrollos residenciales
se caracterizan principalmente por ser planeados y equipados por parte de sus inversionistas.
Una vez dotados de infraestructura, los nuevos habitantes llegan a habitar las viviendas o bien
a construir sus casas en los terrenos.

Anteriormente, cuando las ciudades comenzaron a crecer y a desbordar sus centros, las
colonias fueron una opción para la vivienda. Correspondieron entonces a un discurso higienista
y modernizador que mostraba rechazo por las zonas céntricas tradicionales por considerarse
sucias y atrasadas (Cabrales y Canosa, 2001: 225). En un discurso y contexto más reciente,
surgieron proyectos de vivienda creados por empresas inmobiliarias que se encargaron de
urbanizar suelos para el establecimiento de fraccionamientos residenciales o de interés social.
Con distintas lógicas, estos fraccionamientos han sido la opción de vivienda para muchas
familias xalapeñas. Tan sólo en el periodo que va desde el año 2000 al 2012 se han autorizado
59 permisos de construcción para fraccionamientos o unidades habitacionales lo que se traduce
en 387 hectáreas de suelos urbanizados y 11 332 nuevas viviendas. En el mapa que se muestra
a continuación se pueden apreciar la ubicación de estos desarrollos.

Mapa X. Crecimiento inmobiliario de la última década en Xalapa

Claramente se puede apreciar que es la periferia la que está recibiendo este nuevo
crecimiento urbano, especialmente la zona sureste la cual cuenta con 48 fraccionamientos tan
sólo aceptados como se indicó, del 2000 a la fecha. La zona de estudio que se encuentra en
esta dirección presenta un evidente desarrollo inmobiliario que además de ser fuerte, constituye
la única modalidad de crecimiento que se promueve en el polígono. Cuenta con 29
fraccionamientos residenciales y medios los cuales engloban a 6659 viviendas que se crearon
en 340 hectáreas. El fraccionamiento Monte Magno es el más numeroso en cuanto a lotes
autorizados, pues está preparado para albergar 1584 casas o terrenos. Cabe mencionar que
de esos 59 nuevos sólo uno no se encuentra en la periferia de la ciudad. Este es el caso del
Fraccionamiento Real del Centro, que con el nombre exalta su ubicación entre las Avenidas
Murillo Vidal y Xalapeños Ilustres dentro del fraccionamiento Ensueño.

Foto. 10 Fraccionamiento Real del Centro

En Xalapa, uno de las primeras áreas creadas con estos fines fue el Fraccionamiento
Veracruz, el cual está ubicado a un costado de la Avenida Manuel Ávila Camacho y fue creado
en la década de los cincuenta del siglo anterior. Posteriormente, para la década de los setenta
del siglo anterior, comenzó a crearse un desarrollo inmobiliario en los terrenos que
pertenecieron a la Hacienda de Las Ánimas. El desarrollo de estos complejos responde
precisamente a una lógica de valorización del suelo urbano en la cual se busca mediante
diversos mecanismos aumentar lo más posible los precios de venta de los terrenos. Justo en
esta zona (sureste), donde se ubican precisamente algunos de los fraccionamientos que fueron
estudiados, se ha experimentado el desarrollo urbano más importante de la ciudad y en donde
los terrenos han adquirido los mayores precios del mercado inmobiliario (Suárez, 2012: 25

Sin duda alguna la creación de estos fraccionamientos no sería posible sin la autorización
del municipio, por lo que en ese sentido las lógicas política y la de obtención de ganancias se
mezclan para crear ciudad. Según el Reglamento de Desarrollo Urbano de Xalapa en su
capítulo II, artículo 5, fracción única que refiere a los ordenamientos urbanos, toda actividad de
ocupación y utilización del suelo o vía pública, ya sea eventual o permanente (con
construcciones) requerirán para ser autorizadas un dictamen previo de trazos, usos y destinos
emitido por la Dirección de Desarrollo Urbano. Esa es una de las tantas funciones que cumple
esta dependencia así como también la atención de asuntos ciudadanos, es decir, la resolución
de problemas que tengan que ver precisamente con este uso de suelos, proyectos urbanos y
permisos y supervisión de los procesos de construcción de obras (cualesquiera que sean). En
la siguiente tabla se pueden observar los fraccionamientos autorizados del año 2000 a la fecha
en esta área, dicha información fue proporcionada por la Dirección de Desarrollo Urbano de
Xalapa a través del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información en el año 2012.

Cuadro 10. Fraccionamientos autorizados para la zona Este de Xalapa.

Específicamente se solicitaron los fraccionamientos y/o unidades habitacionales que


habían sido autorizados en dicho periodo, el nombre de la empresa constructora, la ubicación
del desarrollo, el área permitida para edificar así como el número de viviendas o fracciones que
tenían. Todos los datos a excepción de los nombres de las empresas fueron cedidos, sin
embargo, a partir de la investigación de Elisa Suárez (2012: 104) se puede saber que las
inmobiliarias involucradas en ese crecimiento son Inmobiliaria Jardines de las Ánimas,
Desarrollo Los Riegos, Grupo CHECA, Inmobiliaria FERCHE y Constructora AMSA: dichos
conglomerados pertenecen a la familia descendiente de Justo Fernández la cual se emparentó
con familias poderosas, con recursos económicos como los Ávila Camacho y los Fernández.

“Supimos que estaban vendiendo terrenos aquí y fuimos a ver a la inmobiliaria. Y


sí efectivamente tenían por ahí algunos terrenos y nos gustó uno. Pero ahora esa
inmobiliaria ya no existe, ya no está. Me parece que se llamaba pues Las Ánimas
precisamente. Era de, se supone que de los dueños originales, los Fernández, o
sea de Don Justo.” (José Álvarez, Fracc. Jardines de las Ánimas, 2013)20

Anteriormente no existían tantas inmobiliarias que fraccionaran, equiparan y vendieran


los terrenos de las zona de la ex Hacienda de las Ánimas, eran escasos fraccionamientos
privados que se encontraban ahí. Rodrigo López Tavera, quien vivió en el Fraccionamiento

20Entrevista realizada a José Álvarez, quien es un hombre adulto actualmente pensionado que vive en las Ánimas
junto con su esposa, su hija y su nieto.
Jardines y Fuentes Ánimas durante veinte años comentó un poco sobre la manera en que sus
padres llegaron a vivir a ese fraccionamiento.

“Primero fueron las casa del lago y luego las del parque. Era la única casa de la
calle y todo lo demás eran cafetales. La compra fue hecha con la inmobiliaria.” [Se
le pregunta cuál fue la inmobiliaria que les vendió] “No, con LA inmobiliaria, porque
no era, no es como ahora que hay más oferta. Era una la inmobiliaria que vendía
los terrenos de las Ánimas.” (Rodrigo López Tavera, Fracc. Jardines de las
Ánimas, 2013).21

El fragmento anterior indica efectivamente era una la inmobiliaria que se encargaba de


la venta de casas y terrenos en los fraccionamientos construidos inmediatamente detrás de lo
que hoy es Plaza Ánimas, es decir, de las viviendas y terrenos más inmediatos a la carretera
federal. Hoy en día se cuenta con una gran oferta de fraccionamientos, cada uno ha buscado
ensalzar sus cualidades con slogans como los que anuncia el corporativo FERCHE en su sitio
online 22 : “Monte Magno. Simplemente magnífico”, “Reserva de las Ánimas Residencial.
Exclusividad y seguridad”, “El Vergel Ánimas Residencial. Naturaleza en esplendor”,
“Montecristo Complejo Residencial. Privacidad y belleza”, por mencionar algunos.

En su mayoría, los fraccionamientos ubicados al sureste de la ciudad, son proyectos que


buscan distar con la ciudad por un lado, para escapar de la conglomeración caótica de las
ciudades y también para hacer evidentes las diferencias sociales. Se anuncian de diversas
maneras y con distintas frases que describen, según la empresa, el modo de vida que
representan: espectaculares en las plazas comerciales, páginas de internet, logotipos y
anuncios en los diarios.

Fotografía 8. Publicidad inmobiliaria en Plaza Américas

Estos complejos, según los autores Cabrales y Canosa (2001: 227) tienen las siguientes
características. Primero, subyace en ellos esa pretensión de separarse de la ciudad
preexistente (específicamente del centro y todas las áreas tradicionales). Por otro lado

21Entrevista realizada a Rodrigo López Tavera en febrero de 2013.


22Página online del Grupo Corporativo Fernández Chedraui (FERCHE) sobre el completo Bosque de las Ánimas que se
divide en seis proyectos diferentes. Consultada en febrero de 2013.
http://www.bosquedelasanimas.com.mx/proyectos.html
promueven un modelo mono funcional del uso del suelo, es decir, que intentan preservar una
homogeneidad habitacional sin mezclar espacios comerciales u otros. En tercer lugar, afirman
el énfasis en la calidad de vida que pueden ofrecer las viviendas y el medio ambiente, de allí la
idea de contar con áreas verdes y cuerpos de agua llamativos.

Cuadro 10. Logotipos de los proyectos inmobiliarios del grupo FERCHE

En una entrevista con el director de Desarrollo Urbano de Xalapa, el arquitecto Antonio


Ochoa Acosta comentó que desde su punto de vista no se está haciendo ciudad
necesariamente con estos nuevos desarrollos, este comentario choca con lo la publicidad que
anuncian las empresas.

“No se piensa en hacer ciudad, se piensa en vender lotes, en vender terrenos, en vender
la tierra. Hay un urbanista que dice que así como pasamos a los pollos de engorda
pasamos también a los terrenos de engorda donde cada quien tiene su propio terreno, lo
va habilitando y se hace un lote y lo vende. Se hace de dinero y lo va a ir maquillando,
lo va a ir haciendo crecer y luego lo vendo más caro y más caro. Pero no se piensa en
hacer ciudad que es distinto. Hacer ciudad es distinto, bueno yo voy a poner mi desarrollo
aquí pero junto tengo una zona comercial, tengo una zona habitacional entonces voy a
ver de qué manera se conectan por si los vecinos se quieren conectar se conecten a esta
vía, eso es algo que no le va a gustar a él pero sí tiene que dejarlo planeado. Ese es un
cambio de mentalidad que tienen que tener precisamente los fraccionadores y los
grandes desarrollos.” 23

Si se regresa al mapa anterior (Mapa X) se pueden ubicar la gran cantidad de desarrollos


creados hasta la fecha mayoritariamente en el Sur y Este de Xalapa. TERMINAR

Sin embargo también es notoria la ausencia de fraccionamientos o complejos como estos en la


mayor parte de la periferia urbana. Esto quiere decir que existen otras modalidades de
crecimiento en la ciudad, en ese sentido, la otra gran parte responde a lógicas diferentes, en
este caso, a la lógica de la necesidad.

23 Entrevista realizada personalmente a Antonio Ochoa Acosta en junio de 2011.


3.1.2 La autoconstrucción, las colonias populares y los sobrevivientes del movimiento urbano
popular

La baja rentabilidad de los suelos agrarios, en Veracruz así como en otros estados,
Particularmente en el estado de Veracruz, conllevó a la venta legal o ilegal de terrenos ejidales
o comunales cercanos a la ciudad para convertirlos poco a poco en suelos habitacionales
urbanos comerciales. Tal como lo narra Bazant, los campesinos que tenían tierras próximas a
la ciudad encontraron atractivo dejar de cultivar sus parcelas para especular con ellas,
vendiendo suelos baratos destinadas, casi siempre, a la población de bajos ingresos (Bazant,
2001:18). La autoconstrucción del hábitat fue, como lo indica Samuel Jaramillo (2012: 44), una
respuesta lógica ante las condiciones de los pobres urbanos pues en la búsqueda de
alojamiento su principal problema es la escasez de recursos monetarios. La autoproducción de
la vivienda se define en México como “el proceso de gestión de suelo, con construcción y
distribución de vivienda bajo el control directo de sus usuarios de forma individual o colectiva,
la cual puede desarrollarse mediante la contratación de terceros o por medio de procesos de
autoconstrucción.”24

En Xalapa, desde la década de los setentas se presentó una fuerte migración del campo.
La adquisición de tierra a bajos costos fue opción para quienes deseaban adquirir un espacio
en la ciudad. Alejandro Juárez Huerta, un hombre que rebasa la mayoría de edad, originario del
municipio veracruzano de Jalacingo, anteriormente representante de la Colonia Revolución por
parte de la “Unidad de Colonos, Inquilinos y Solicitantes de Vivienda de Veracruz” (UCISV -
VER), mejor conocido como Don Alex narra un poco sobre cómo fue su llegada a Xalapa en el
año de 1966.

“Bueno llegamos a vivir aquí porque carecíamos de terreno. Estábamos lo que


comúnmente se conoce como arrimados en el barrio de San Bruno, en un terreno
de un tío que finalmente se adjudicó ese terreno. Nosotros estábamos viviendo en
el terreno de mi abuelito, era mi abuelito quien nos había dado la autorización de
que viviéramos ahí.

24 Ley de Vivienda, Artículo 4, Fracción I.


Pero como en todo problema siempre hay un abusado, mi tío era el que se
encargaba de llevar los pagos con el propietario de la parcela, deslindó que no
tenía familia y que el terreno era de él. Entons’ el propietario hizo la escritura a
nombre de él. Cuando él escrituró su terreno, él y su mujer nos empezaron a tratar
mal […] Y mi abuelo en aquel entonces todavía agarró y les dijo a mi papá y a su
otra hija que vendía unos terrenos por acá por este rumbo.

Todo esto era sólido, puro potrero, con pura galera para ordeñar. Pero que
a mi abuelo le vendían terreno porque lo conocía quien tenía la comisión de vender
los lotes. Y le dijo a mi papá y a mi tía, que si querían que vinieran a ver los
terrenos y que él les iba a dar el enganche para cada uno de los terrenos y
después que cada uno de ellos fuera pagándole los abonos al que vendía.” 25

El problema va más allá de la ilegalidad o no de los procesos de compra-venta de


terrenos ejidales pues el problema físico real que se originó fue el ensanchamiento de las
ciudades. Este crecimiento se puede traducir, para la mayoría de los casos, en la adherencia
de suelos que estaban nula o escasamente dotados de infraestructura y equipamiento urbanos.
La carencia de servicios urbanos como agua potable y luz eléctrica fue una situación a la que
se enfrentaron muchas de las colonias populares que actualmente se encuentran en todo el
norte de la ciudad de Xalapa (también algunas al suroeste). Es importante tener en cuenta los
procesos de autoconstrucción de viviendas porque implican generalmente la edificación
también del entorno humano. Es decir, que la gente que construye sus casas con sus propios
medios (muchas veces también con su mano de obra) suele también gestionar o poner de sus
bolsillos para la instalación de servicios como pavimentación, tomas de agua, luminarias y
drenaje. Carolina Mandala narraba un poco de la gestión de servicios hace veinte años.

“Por lo menos a mi papá le tocó formar parte del comité del Drenaje y mi vecina le tocó
ser parte del patronato. Pero era el problema que los de abajo quería primero y los de
acá arriba también. Entonces vinieron y nos dijeron que nos poníamos de acuerdo o se
saltaban la calle y no habría drenaje en esta calle. Tuvieron que ponerse de acuerdo para
hacer las ollas. Cada calle se organizaba para que se pusiera el drenaje […] Parece que
les daban material para lo que era el drenaje, material para la pavimentación y la gente

25 Entrevista personal llevada a cabo en febrero de 2013.


tenía que poner lo de las banquetas. Entonces ya ahí se cooperaban y sí, reunieron lo
que era para el drenaje y la pavimentación. Después ya cada quien con sus banquetas
pero sí tardaron porque había unos que no querían pagar. Pero sí juntaron, al final se
apoyaron.”

Si se considera que en el país existen un 65% de la población que tiene su casa a través
de procesos de producción social de vivienda, tal como lo indica el “Estado actual de la vivienda
en México” (Fundación CIDOC y SIF, 2011:30), resulta entonces que un gran porcentaje de las
ciudades está siendo construido a partir de criterios no. Si además se considera que de esa
porción, un 33% de la producción la hacen auto constructores, gente que habita y construye sus
casas sin orientación profesional, se puede entender la manera en que han crecido las ciudades
del país: a partir de las necesidades y posibilidades de las familias. Esta manera de adquirir
patrimonio se lleva a cabo de manera paulatina y progresiva lo cual “es muy importante para
diferir los pagos -al financiamiento, al que tienen poco acceso- y se adapta muy bien a las
situaciones cambiantes de disponibilidad de ahorros y de fuerza de trabajo dado que su
actividad laboral es esporádica” (Jaramillo, 2012: 44).

Cuadro 11. PV en MX

3.1.2.1 Desarrolladores Sociales de Vivienda: el caso de Pobladores A.C.

Más ampliamente, la producción social de la vivienda (PSV) es entendida en México como


“aquella que se realiza bajo el control de autoproductores y autoconstructores que operan sin
fines de lucro y que se orienta prioritariamente a atender las necesidades habitacionales de la
población de bajos ingresos, incluye aquella que se realiza por procedimientos autogestivos y
solidarios que dan prioridad al valor de uso de la vivienda por sobre la definición mercantil,
mezclando recursos, procedimientos constructivos y tecnologías con base en sus propias
necesidades y su capacidad de gestión y toma de decisiones.” 26

En este país existen diversas asociaciones que se acreditan como desarrolladores


sociales de vivienda, los cuales fungen como gestores, realizadores o como financiamiento para
proyectos en donde esta autoconstrucción es asistida por profesionales calificados. En este

26 Ley de Vivienda, Artículo 4, Fracción XVIII.


proceso su busca que las familias sean constantes en la creación o el mejoramiento de sus
viviendas. Promueven cursos de capacitación técnica y jurídica, todo se busca hacer dentro de
los márgenes de la Ley a manera de poder promover recursos económicos para las familias y
para la asociación misma.

En esa lógica de promoción existe en Xalapa una asociación que antiguamente surgió
con el Movimiento Urbano Popular (MUP) que se presentó en la ciudad desde la década de los
ochenta. Sin entrar en detalles de su formación y su desarrollo, cabe simplemente decir que
este movimiento fue la razón de existir de muchas dependencias actuales de los municipios,
específicamente aquellas que tienen que ver con asentamientos humanos. Enfocados más bien
hacia los pobladores urbanos desprotegidos, desprovistos de vivienda, en situaciones de
irregularidad y con situación económica precaria. La UCISV-VER nace en agosto de 1984 con
el proyecto de construir el espacio urbano-ecológico y popular a través de la lucha por la
vivienda y por mejores condiciones de vida para los trabajadores (Robles, 2009: 81- 82).

Actualmente el nombre de la asociación cambió a “Pobladores” con el slogan “Habitar


construyendo” y se han constituido como una asociación civil. Su planta de dirigentes ha sido
renovada y se conservan todavía algunos de los anteriores militantes de esta organización,
como Don Alejandro Flores Huerta quien vive en la Colonia Revolución narra un poco de las
razones por las que ha participado en ésta asociación civil…

“Sí, más bien nos tocó, me tocó, el proceso de regularización del terreno. Pero eso
ya, de alguna manera, me tocó vivirlo ya dentro de las filas de esta asociación civil.
Porque también, quiero dejar claro, que uno de los antecedentes por los que yo
entré a esa asociación civil es porque teníamos problemas con los terrenos
precisamente. El Gobierno del Estado pensaba desalojarnos a los que vivíamos en
ésta área, porque decía que éramos, gente que estábamos viviendo ilegalmente,
pero pues nosotros le compramos a los ejidatarios. Y los ejidatarios cuando le
vendieron todo el ejido al Gobierno del estado y nos vendieron hasta a nosotros y
el Gobierno ya no nos quería respetar como gente que ya vivíamos en el ejido.

Entonces me tocó a mí encabezar una lucha fuerte, todavía no pertenecía a la


organización, pero una lucha muy fuerte. Tuve que escribir documentos a la
Reforma Agraria, a la Presidencia de la República, a la Comisión para la
Regularización de la Tenencia de la Tierra, denunciando que nosotros ya éramos
un asentamiento humano, que aunque la ley catalogaba como irregular, pero que
nosotros ya lo habíamos comprado o sea, al ejidatario, que eso para ellos no era
ninguna, ningún falso lo que les decíamos puesto que ellos sabían que estaban
vendiendo el ejido porque ya no producía. Y el Gobierno del Estado en su deseo
de querernos desalojar nos dijo que ninguna ley nos protegía y de todos modos nos
iba a lanzar.

Como a los veinte días de que mandé los escritos, recibí la respuesta de la
Reforma Agraria y de la Presidencia de la República donde me decían que lo que
yo había hecho en escribirles a ellos era un paso muy importante y un paso firme
puesto que los terrenos eran federales, no eran de Gobierno del Estado. Que por
lo tanto si yo era ilegal o nosotros éramos ilegales viviendo el ejido pus’ el Gobierno
también estaba cayendo en una ilegalidad queriendo comprar el ejido sabiendo que
eran terrenos federales. Y que en todo momento que yo quisiera el apoyo de la
Presidencia de la República, que me lo brindarían.

En el mismo sentido me contestó la Reforma Agraria. Y CORETT me dijo más de


alguna manera, más suave para nosotros, porque dijo -dentro de nuestro, nuestras
reglas de operación tenemos que el terreno es de quien lo vive. Cuando vamos a
regularizar un terreno, le damos preferencia a quien lo vive, no a quien tenga un
documento y no vive el terreno. Sólo a quien lo vive, si ustedes lo viven, cuenten
con todo nuestro apoyo para que se lleve a cabo la regularización-. Te estoy
hablando de 1980 y la regularización, la regularización se llevó en el 92.

Y bueno, tuve amenazas de muerte por parte del Estado. No directamente,


sabemos que no lo hace él pero sí sus colaboradores me amenazaron de que a la
mejor iba a ir sobre algún accidente en la carretera. Y que bueno, pues que tenían
mucho gusto de haberme conocido, que ya me habían conocido y que sabían quién
era yo, que me cuidara demasiado. Entonces ese fue mi proceso de esa colonia,
me defendí a mi capacidad porque estaba yo muy joven. Apenas había yo, de
alguna manera rebasado la mayoría de edad, pero ya me inclinaba por luchar por
mi colonia, pa’ principiar.”
El MUP contribuyó a la sociedad urbana tres aspectos fundamentales para su organización
como civiles, según Fidel Robles (2009: 53)

a) La práctica de la democracia directa para la atención de sus asuntos.


b) La gestión social ante dependencias gubernamentales.
c) En la cristalización de una conciencia de transformación social.

Conclusiones de acá

Las estrategias constituyen una formalización de la acción de los actores urbanos. Son una
perspectiva de su comportamiento que supone que portan un sentido o significación.

3.2 Vivir en los márgenes de la ciudad

“La noción de experiencia puede considerarse como el lado dinámico de la cultura, o


como una forma de ver a la cultura urbana en su concreta actualización por parte de
diferentes sujetos y sus múltiples maneras de vivir y de ser parte de la metrópoli." (Duhau
y Giglia, 2008)

La ciudad por sí sola es una mezcla heterogénea en todos los aspectos que se quieran apreciar:
cada parte de la ciudad cuenta historias diferentes; los urbanitas son diversos en su género,
edades, actividades y orígenes; son distintas las formas en que ha sido gestionado cada
equipamiento e infraestructura, la ciudad está compuesta y tiene vida gracias a las diferentes
actividades económicas que ahí se desarrollan; tiene usos de suelo diferentes que a veces se
traslapan, entre otras maneras en las que se diversifica. Cuando se habla de la experiencia
urbana hay que tener bien claro que ésta tampoco es homogénea pues cada persona prueba
la ciudad desde su punto de vista, con su propio paladar urbano. Los sabores, es decir, las
sensaciones respecto a la vida citadina son igualmente diversas. En ese sentido es que se debe
hablar de experiencias urbanas en plural que generalmente cuentan con algunas situaciones
similares que responden a la razón de habitar la misma ciudad y que incluso se presentan
también experiencias similares en ciudades más grandes.
Entendida como una conjugación de las prácticas urbanas y de los contextos espaciales,
la experiencia urbana es un concepto que permite explorar diversos rubros de la vida en la
ciudad y que a su vez permite entender el proceso de creación de un orden socioespacial
urbano. Los elementos físicos de un lugar provocan sensaciones para quien los aprecia, para
quien los toca, para quien los usa. La visión, el tacto y el olfato son sentidos que permiten tener
un acercamiento con nuestro medio ambiente. Sobre esa línea el orden espacial, las texturas
de un suelo y los olores de un lugar pueden llevar a crear alguna imagen e incluso alguna idea
sobre una zona específica. Si la ciudad surge de la conjugación de una organización social
asentada sobre un espacio que la modifica y que a su vez, la misma sociedad lo reconfigura,
no se puede esperar que todo sus habitantes posean la misma percepción de la ciudad. Un
poblador de una colonia popular de Xalapa no comparte necesariamente la misma visión de su
ciudad que un poblador del centro histórico, simplemente considerando que sus
posicionamientos geográficos son distintos. Eso es una realidad, incluso sin contar que las
diferencias materiales y sociales de cada barrio son notorias.

3.2.1 Aproximaciones a la experiencia urbana

La experiencia urbana no es solamente un cúmulo de sensaciones, sentires, percepciones,


ideas, mitos, imágenes o representaciones; es también un proceso que está determinado por
el tipo de hábitat urbano. Entre espacio y experiencia existe una dialéctica debido a que la
materialidad de la ciudad puede determinar de una u otra manera las prácticas sociales de los
individuos que la habitan. Inversamente, como ya se expuso en el apartado anterior, las
prácticas sociales también determinan, transforman e incluso crean ciudad (en su aspecto más
físico).

Emilio Duhau y Angela Giglia (2008: 21) consideran que “no se trata de postular una
relación mecánica o determinista entre la organización del espacio y las prácticas urbanas, pero
sí de resaltar y razonar sobre los nexos existentes entre estas dos dimensiones de la realidad".
Igualmente consideran que hay una correspondencia entre cada forma de producción espacial,
de organización y de apropiación, entre el uso del espacio urbano (Duhau y Giglia, 2008:25).
Es decir, están suponiendo que algunas prácticas cotidianas son indicadores de la manera en
que se organiza la ciudad así como también dicen algo sobre el posicionamiento socioespacial
de quienes las llevan a cabo, cabe preguntarse en Xalapa ¿Cuáles son esas prácticas? ¿A qué
lugares están refiriendo? Es importante su análisis porque las prácticas van a expresar las
capacidades, limitaciones, posibilidades y la imaginación de la gente para vivir su ciudad.

A continuación, a partir de cuatro rubros esenciales que se han considerado como


aquellos que permiten hacer una exploración sobre las experiencia urbana periférica. La
información que se presentará incluye varios fragmentos de entrevistas que se realizaron a
habitantes de los polígonos de estudio presentados con anterioridad. Será importante que en
su desarrollo, el lector logre captar los contrastes expuestos. Asimismo es necesario advertir
que al inicio de cada subtítulo se hacen algunas anotaciones sobre prácticas que tendrán
sentido para muchos de los xalapeños o de los que han vivido en dicha ciudad, esto con el fin
de ser ilustrativos sobre el tipo de prácticas que dan indicadores de cada rubro. Muchas de
estas actividades surgieron en los comentarios de las entrevistas realizadas.

3.2.2 Vivienda y vecinos, colonia y fraccionamiento.

Conocer a tus vecinos desde hace veinte años. Llegar del pueblo a vivir a Xalapa para estudiar
o trabajar. Enojarte porque enlodaste tus zapatos mientras caminabas a la parada del autobús.
Enojarte por el tráfico de la Avenida Araucarias. Construir tu casa con ayuda de un maestro de
obra. Comprar un terreno a la inmobiliaria. Molestarte porque tu calle ya es muy transitada.
Molestarte porque tu calle no ha sido pavimentada. Tener olores desagradables en tu patio
porque los vecinos crían pollos y cerdos. Organizarte con los vecinos para ir a municipio a ver
cómo va lo de la introducción de drenaje en la avenida. Pedirle al jefe de manzana que te expida
una constancia de que eres madre soltera para conseguir un apoyo. Organizarte con tus vecinos
para vigilar entre todos sus casas y contratar un policía. Acordar el monto mensual que se
cooperará para los servicios de jardinería. Pelearte con tu vecino porque construyó sobre tu
terreno. Tener miedo de los jóvenes que se drogan en el parque de la próxima esquina. Sentir
incertidumbre por no saber a qué se dedica el vecino de enfrente, el que tiene la casa grande y
dos camionetas.

Anteriormente, en el capítulo I y II, se afirmó que el crecimiento urbano se ha producido


esencialmente por los inmigrantes del campo. En Xalapa existió una importante oleada de
migración que va de los años setenta a los ochenta del siglo XX. Es por ello que resulta
importante darse una idea cómo se fueron insertando en el contexto urbano xalapeño, los
movimientos domiciliarios que hicieron y las razones que tuvieron para elegir vivir en un lugar.
A partir de diversas entrevistas realizadas en un periodo de dos años, se registraron los
testimonios de varias de familias que habitan ambas zonas de estudio. La idea de aplicar un
cuestionario fue explorar sobre distintas dimensiones de la experiencia urbana. Las
interrogantes se intercalaron a manera de tener una charla más fluida con los abordados.

3.2.2.1 El arribo a la ciudad

Carolina Mandala es una mujer de 39 años de edad que vive con su esposo, su padre y sus
dos hijos en una casa de la Colonia Revolución. Ella tiene una estética en su domicilio y a
través de esta ella obtiene ingresos para su familia. Su esposo trabaja como asalariado sin
prestaciones, su hijo mayor de edad ha dejado de estudiar y ahora trabaja. E l más pequeño de
la casa asiste al kínder que está a unas cuadras de su casa y el abuelo ya no trabaja. Carolina
es originaria de Tatatila, un pequeño municipio que colinda con Tlacolulan y Altotonga, en la
zona central montañosa del Estado de Veracruz. Es un pueblo frío de apenas cinco mil
habitantes según el último censo de población. La familia Mandala González llegó a vivir a
Xalapa hace 33 años, o sea a principios de la década de los ochenta del siglo XX. Carolina
cuenta un poco sobre su arribo a la ciudad…

“Pues lo que pasa es que mis hermanos los mayores se vinieron a vivir para acá.
Poco a poco ellos quería traerse a toda la familia y pues empezaron con los
hermanos para que fuéramos a la escuela. Como ibas terminando allá porque
nada más hay para secundaria entonces a cómo iban terminando, supuestamente
para la prepa nos venían trayendo. Ya después se trajeron a mis papás y ya una
de mis hermanas les construyó la casa aquí en la colonia […] ¡Uy! ¡Dios padre!
Yo no me acuerdo del año pero imagínate que llegamos y eran bien poquitas
casas. Cruzabas cada cuadra, te ibas cruzando veinte cuadras para allá [señala
hacia la Avenida Atenas Veracruzana] y no había casas, no había gente entonces.
Llegaba hasta aquí la casa y de ahí para la vía todo era baldío [señala la dirección
contraria más hacia la carretera México-Xalapa]. “Y sí, cuando llegamos era
bastante deprimente, era como un ranchito, se veía como un ranchito realmente.
Casas aquí y por allá, de madera, unas todavía con humo, así de lo de antes. Ya
nada que ver cómo está ahorita. Imagínate cómo estaba. […] El terreno, de hecho
se lo compraron a mi vecino que la herencia de él creo que fue de aquí a lo que
es su casa y en un momento que él necesito dinero, él la ofreció. Para esto ya
vivía un hermano aquí cerca, entonces él se enteró cuando puso aquí que se
vendía. Le aviso a mi hermana y ya lo compraron. Él tenía bien los papeles porque
había sido herencia. Cuando se compró el terreno yo todavía estaba en el rancho
y veníamos los fines de semana de visita y yo me tenía que regresar porque tenía
la escuela. Lo veíamos así como un potrero. Cuando ellos lo compraron lo tenían
baldío y ya pasaron unos años para que lo empezaran a construir. Ese tiempo que
lo construyeron fue cuando rentamos en la Avenida [se refiere a la Avenida
Atenas] para que construyeran aquí.”

Madgalena Hernández es una señora que vive en la Avenida Palmas (ver fotografía 5) justo en
el límite de la Colonia El Moral y la México. La señora Hernández vive con su familia ahí desde
hace más de 25 años, lo cual es bastante pues es una zona bastante alejada de la carretera
Xalapa-México, es decir, ella fue una de las primeras habitantes de estas colonias cuando
todavía no estaban regularizadas. Magdalena hace toda clase antojitos como empanadas,
tostadas, garnachas, picadas, tamales y también hace chicharrones preparados (con
mayonesa, queso, pollo y chile). A sus 65 años, esta mujer ofrece su comida en la cochera de
su casa desde hace más de 15 años y es ayudada por sus hijas y a veces por sus pequeñas
nietas. Su historia la cuenta mejor ella…

“Bueno era yo de Chiconquiaco pero ya me vine a vivir a Xalapa hace como 25


años, fíjese que no me acuerdo que año era. Aquí vivo con mi esposo y mi hija ‘la
Elsa’ y las niñas [las niñas son sus dos nietas]. Me dedico a los antojitos y hago
tortillas a veces que me encargan […] Lo que pasa es que a mi esposo se le murió
su papá yo creo que sentía feo, entonces vendimos el terreno y nos venimos para
acá. Primero llegamos a vivir a la calle Valentín Canalizo, allá por la Carlos A.
Carillo. Ya después compramos aquí. Aquí no había casas había puro potrero, ya
después hicimos la casa y nos venimos a vivir aquí […] Mi esposo desde que llegó,
pues ese trabaja de ayudante y mis hijos se fueron a Estados Unidos, tiene como
ocho o nueve años, pero sí seguimos en contacto con ellos. Luego nos hablan por
teléfono y también a veces nos mandan lo que van pudiendo.
En otro extremo de la ciudad, en la salida hacia el puerto de Veracruz muy cerca de la
Torre Ánimas vive Sergio Bucio de la Cruz, un joven de 24 años de edad que llegó a vivir a
Xalapa hace nueve años. Actualmente estudia la carrera de Médico Cirujano por parte de la
Universidad Veracruzana y vive en una casa que está en el Fraccionamiento Valle Rubí Ánimas
con sus dos padres y sus dos hermanas (quienes también estudian). Sergio vivió en el Distrito
Federal (de donde es originario), en Oaxaca capital y en Michoacán. Antes de llegar a su actual
domicilio, vivió en el fraccionamiento Indeco Ánimas muy cerca de donde reside ahora. Esta es
un poco de la historia de su llegada a Xalapa…

“Venimos aquí por el trabajo de mi papá. Aquí en Xalapa es donde vio más
oportunidades para su negocio, para su profesión. Entonces ya nos trasladamos
todos aquí […] La razón de elegir este lugar fue aparentemente por comodidad,
porque está un poco menos transitado. Y un poco, aparentemente, por más
privacidad, aparentemente […] Desde que llegué pues ha habido más
construcciones, más vecinos. Poco a poco en mi calle otros tres vecinos a lo largo
de estos nueve años. Antes había como cinco casa nada más en mi calle. Pero
se hizo la construcción del tribunal, además recientemente se está haciendo la
construcción de un hotel. Se han hecho varios hoteles, como dos me parece […]
Esta era como una zona límite, pero ya se ha expandido bastante más hacia la
periferia.”

Uno de los fraccionamientos más conocidos y de los nuevos desarrollos de las Ánimas
es Monte Magno. Se encuentra pasando los cafetales del Boulevard Europa, después del
Residencial La Marquesa. También cuenta con entrada por la calle de la Central de Abastos
que dirige hacia la carretera Xalapa-Veracruz. Próximamente este fraccionamiento contará con
una plaza comercial interna. Es muy exclusivo aunque no cerrado pues se puede acceder a él
sin registrarse. Luz Elena Colón es una mujer de 50 años que lleva dos años viviendo en este
lugar junto con su esposo y sus dos hijos pequeños. Hace seis años que vive en Xalapa pero
antes residía en la Colonia Ferrer Guardia, en el barrio de San Bruno…

“Soy originaria de Tamaulipas y en Xalapa tengo viviendo aproximadamente seis


años […] Construimos la casa, somos propietarios, compramos el terreno y se
construyó. Tiene dos años que nos mudamos ahí, pero ya tiene 3 años de que se
compró el terreno y de ahí pasaron los meses y ya se comenzó a construir y duró
aproximadamente un año el proceso […] Compramos a la inmobiliaria que está
ahí en la Torre Ánimas. Nos gustó el lugar y como nosotros siempre estábamos
pensando por los niños tener un área verde, porque son como unos 5 metros los
que hay de área verde. Fue por eso, el motivo fue ese. Porque por acá, por el
centro del Xalapa pues está muy cotizado todo esto y casi no hay. Y bueno
también rumbo a la salida hacia de Veracruz y rumbo a la salida de Banderilla
también está creciendo mucho. Y bueno yo en lo personal dije que me gustaba
más rumbo a la salida de Veracruz, fue esa una de las razones también… Había
crédito pero pues te suben en intereses y como nosotros ya teníamos algún dinero
juntado pues cuando lo adquirimos así hasta nos dieron un 10% de descuento que
es con lo que casi pagamos lo del notario, ya ves que hay que llevarlo para hacer
las escrituras más que nada […] El metro cuadrado en esa zona sale en $3500.
¡Nombre! Hay un fraccionamiento que está ahí dentro de la Marquesa, dentro del
fraccionamiento y te venden en $5000 pesos el metro cuadrado, pero porque es
porque es un fraccionamiento que está cerrado, que tiene casa club, que tiene un
río por dentro. Eso supimos cuando estuvimos investigando.”

3.2.2.2 Construir el hogar

La vivienda ha sido una de las grandes temáticas de la arquitectura y el urbanismo. Su estudio


ha sido también un referente para los indicadores de la calidad de la vida en las ciudades a
través del registro del número de cuartos, el número de focos, los servicios (agua, drenaje y
luz), los materiales de construcción, la superficie, el número de plantas, los acabados y la
fachada, entre otras características más. Manuel Castells (1979:179) considera que la vivienda
es un bien diferenciado: en su calidad (equipamiento, tipo de construcción), en su forma
(individual, colectiva, objeto arquitectura) y en su estatuto institucional (sin título, en renta, en
propiedad). Según el autor, estas características de la vivienda determinan de una u otra
manera a sus ocupantes.

Cuadro 12. Clasificación de las viviendas según el Plan de Desarrollo Urbano de Xalapa

El Plan de Desarrollo Urbano de Xalapa (Gobierno del Estado de Veracruz, 2005)


presenta una clasificación de las viviendas de la ciudad. Aunque no se muestra en dicho plan
qué criterios utilizaron para hacer esa tipología, es claro que debieron ser relativos a los
materiales de la casa y a la infraestructura que le rodea. La producción de la vivienda resulta
de tres elementos que son la adquisición del terreno, los materiales y la construcción (Castells,
1979: 184). Los rasgos técnicos de una casa nos brindan datos sobre las formas de vida y sobre
las personas mismas, pero también resulta necesario conocer los procesos de construcción, es
decir, la historia detrás de los materiales de obra. Las anécdotas son diversas, pues las formas
de significar y utilizar los espacios de la casa, la colonia o el fraccionamiento son distintas.

“Construimos con préstamo a diez años. Nos prestaron 400 y luego con los fondos
de ahorro de casi 8 años le fuimos metiendo piso y cuartos y todo lo que
necesitaba. Sí, con los 400 fue el terreno. Ya luego con los fondos de ahorro le
fuimos metiendo piso, herrería, las recámaras porque no había ni puertas. (Luz
Ofelia Huesca, Fracc. Jardines de las Ánimas, 2012).

Compramos el terreno y como al año juntamos maderita y nos venimos a vivir.


Pura madera de uso porque no teníamos para comprar nueva. Como mi papá
siempre era en sus oficios albañil, luego andaba trabajando por el centro y veía
las casas antiguas que quitaban algunas, vigas todavía buenas aunque se veían
podridas pero muy buenas. De ese tipo de madera fuimos comprando para hacer
la casa. Y compramos teja de barro y echamos techo de teja a un solo cuarto de
seis por cuatro y ahí nos vinimos a vivir todos. Así fue la primera casita. (Don
Alejandro Flores Huerta, Colonia Revolución, 2013).

Los procesos de construcción de sus viviendas y entornos son distintos, mientras que en
las colonias populares las personas van construyendo no sólo su casa sino también realizan la
gestión de servicios básicos. Los fraccionamientos y colonias de la zona Este se encuentran,
de una u otra forma, mejor equipados en cuanto a servicios que los de la zona Norte. Esta
situación por sí sola habla de desigualdad urbana la cual resulta evidente en Xalapa, pero si se
enfoca con una lente más nítida, como si fuese una imagen, se podrán ver otros detalles.

3.2.2.3 Organización vecinal

Los desarrolladores inmobiliarios tienen la obligación de dotar de infraestructura necesaria a los


fraccionamientos que construyen, esto ahorra a sus clientes esos largos procesos de gestión
de servicios. En el contexto de las colonias populares la constante los pobladores soliciten la
dotación agua y electricidad, la pavimentación y el drenaje a las autoridades a través de alguna
representación de vecinos que haga los trámites. La organización vecinal permite que los
colonos tengan la oportunidad de conocerse y de coordinarse para tomar decisiones que a
todos les incumben y, en dado caso, llevar a cabo alguna gestión. A su vez, esto crea cierta
identificación con el barrio, colonia o fraccionamiento.

Pero, las formas de relacionarse son diferentes en ambas zonas de estudio,


precisamente porque las necesidades de asociarse tienen propósitos y formas diversas. No es
lo mismo pertenecer a una asociación de vecinos de un fraccionamiento que organizarse para
construir una calle con los materiales que el municipio mandará. Patricia Safa (1998:130)
considera que la identidad vecinal hace referencia a los estilos de vida los cuales se construyen
a través de lo cotidiano y es por ello que el estudio de las relaciones con los vecinos resulta
necesaria para profundizar sobre la experiencia urbana.

Fotografía 10. Junta de vecinos en la zona norte

Ricardo Hernández es un hombre de edad avanzada que vive en la colonia Moral junto con su
esposa que es psicóloga. De joven, se dedicaba a la mecánica automotriz para la empresa Ford
y actualmente es pensionado. Ricardo tiene ya trece años viviendo en la colonia y ha buscado
formasde resolver los problemas con su calle, la cual está destruida (Fotografía 5). Este
fragmento es una parte de la historia de la gestión que se encuentran realizando él y sus
vecinos…

Cuando yo llegué aquí en el 2000 la calle ya estaba pavimentada la calle. Bueno,


tenía asfalto porque no era pavimento […] Así fue que por primera vez encontré
la calle pavimentada. Al cabo de los tres años, cuatro años, la calle fue deteriorada
por rompimientos de aguas potables para meter líneas a domicilio. Y desde
entonces la calle quedó destruida hasta la fecha no le han podido hacer nada […]
Yo soy presidente patronal para la pavimentación de la calle desde el año de 2004.
Inicié como presidente patronal comunicándole las anomalías que se encontraban
en la calle, por ejemplo, anteriormente cuando estaba el presidente Escobar,
Ricardo Ahued, David Velázquez Chedraui y hoy actualmente la licenciada
Elizabeth Morales que es la que pues esperemos que ella cumpla con lo prometido
que hizo aquí en las colonias en zona norte en la colonia del Moral y la colonia
México. Eso sería lo más importante, lo más interesante aquí en la colonia porque
lo demás pues contamos: con línea telefónica, alumbrado público, agua potable,
drenaje y nada más.27

La gestión de servicios es diversa en sus estrategias pero casi siempre en las siguientes
formas las cuales narra perfectamente Don Alejandro Flores quien a su vez las cuenta tal como
se las indicó Guillermo Rodríguez, quien entonces era el creador de UCISV-VER y actualmente
es uno de los que encabeza en la dirección de Pobladores A.C.

Llegó Memo28 aquí y nos hizo la propuesta de que el drenaje había tres maneras
de ejecutarlo. La primera, que nosotros podíamos cooperar y pagar todo el costo
del drenaje. La otra es que nosotros dijéramos al gobierno que estábamos
dispuestos a poner la mano de obra y que él nos dieran el asesoramiento técnico
y los materiales. Y una tercera, si no queríamos pagar nada ni invertir nada pues
había que hacer gestión con el gobierno y es la más tardada […] Si ustedes pagan,
inmediatamente les dan el proyecto. Si ustedes dicen que el gobierno ponga el
material y la asesoría y ustedes la mano de obra, se va a tarde un poquito pero a
la mejor sí se los hacen. Pero si quieren que todo les salga sin costo, eso va a
llevar años. (Don Alejandro Juárez Huerta, Col. Revolución, 2013).

Con dicho testimonio se puede crear una tipología de las formas de gestión de
servicios: a) A través de los recursos de los pobladores; b) Con la cooperación
coordinada entre gobierno, quien sustenta el material y la asesoría, y entre los
interesados colonos quienes ponen la mano de obra; c) Cuando el gobierno se encarga
de todo el proyecto; d) Cuando empresarios son los que dotan de servicios como en el
caso de los fraccionamientos.

3.2.3 Prácticas de consumo urbano. El abastecimiento de alimentos, ropa y servicios de salud.

Comprar ropa en los almacenes del centro. Comprar la despensa en un supermercado.


Esperar el mercado del domingo para comprar una chamarra de las pacas. Comprar una
blusa en el local de la avenida que trae ropa de Tlaxcala. Asistir a los miércoles de frutas

27 Entrevista con Ricardo Hernández de la colonia México realizada en el 2011.


28 N. de la A.: Se refiere a Guillermo Rodríguez.
de Chedrahui. Viajar al DF para comprar ropa cada año. Comprar un cuarto de queso en
la tiendita de la esquina Adquirir un suéter en el Salón Bazar. Comprar un paquete de
pescado importado en Sams. Ir el fin de semana al Asadero Cien o a la Plaza San
Mgarcos de Plaza Américas. Comer pollos los miércoles porque es cuando te regalan
medio más o comprar pollo congelado en el súper o comprarle pollo a la señora que se
pone junto a la tortillería. Comprar una reja de tomates en la central de abastos. Comprar
tortillas en el Oxxo de la avenida. Comprar zapatos en un Coppel pagando más por ellos
pero en mensualidades.

Independientemente de las capacidades adquisitivas, en la ciudad todas las personas realizan


compras de diversos productos y servicios, ya sea en menor o mayor medida. Generalmente
se compra lo que se puede y no lo que se quiere, se compra lo que se encuentra y no lo que se
esperaba, pero finalmente se realizan compras. El consumo de artículos se distribuye en
modalidades informales y formales, las cuales muestran significativa relación con el estrato
socioespacial del consumidor (Duhau y Giglia, 2008:473). Una característica de la vida urbana
es el acceso a una oferta basta de artículos que en zonas rurales no es tan amplía:

Pues a mí sí me gusta vivir aquí, me gusta más que cuando estaba allá. Me gusta
porque aquí está todo fácil, gasta uno más dinero pero está más bonito. Cosas
que luego quiere uno comprar, si te gustan los zapatos o que vas a hacer cosas
para comer y agarras una cosa y agarras otra. Y ya cuando vas a pagar pues
llevas un chingo de dinero de todas las cosas que quieres. A mí sí gusta vivir aquí,
ni me choco ni nada. Me gusta más aquí que a donde yo vivía antes. (Magdalena
Hernández, colonia México y Moral, 2011)

El consumo es uno de los grandes atractivos de las urbes, tal es así que mucha gente
es la que se desplaza para realizar sus compras. Inclusive, la gente que vive en ciudades
medias o pequeñas, se transporta a la Ciudad de México para encontrar productos que en sus
lugares no se ofrecen. En el capítulo anterior se expusieron dos registros que muestran la oferta
de servicios y de productos que existe en las principales avenidas que fungen como referentes
comerciales para las familias que viven en las dos zonas de estudio. Sin embargo no siempre
se consume lo predecible, es decir, lo que se tiene más cerca. Por esa razón en las entrevistas
se cuestionó a las familias sobre sus compras, específicamente, sobre los alimentos y el vestido,
asimismo se incluyeron los servicios de salud por ser considerados esenciales para la vida.

3.2.3.1 Detrás del vestido: la elección y la posibilidad de comprar ropa

La ropa es uno de los elementos que se utilizan no solamente para protegernos del medio
ambiente pues también cubre necesidades de otro tipo. A lo largo de los años las prendas han
sido empleadas para externalizar gustos y para diferenciarse de las otras personas o de otros
sectores de la sociedad. Sin caer en determinismos, es verdad que al ser una práctica de
consumo, puede arrojar datos sobre la capacidad adquisitiva, los mapas mentales de la ciudad,
los referentes comerciales de las familias y también, sobre la posición socio espacial de las
personas. Ante la pregunta ¿a dónde va tu familia o tú cuando se tienen que comprar ropa o
zapatos? Fue interesante la multiplicidad de reacciones y de respuestas la cuales valen la pena
mencionar.

“Para comprar cosas de ropa pues normalmente al centro. Pues ya ves que
también ahora está allá lo de Plaza Américas y si no es al centro ps se van allá.
Normalmente ropa o calzado es lo que se compra por allá.” (Don Artemio, Col.
Revolución, 2013)

“No mi reina, me estás preguntando demasiados lujos. A mis hijas cuando les
compro, procuro comprar a crédito y lo pago a crédito […] Les compro en Liverpool
que tiene meses sin intereses y es así como puedo hacer el gasto. Cuando hay
meses sin intereses y que yo puedo, no siempre porque no es un sueldo que no
nos alcance para hacer ese tipo de gastos.” (Elsa Mendoza, Fracc. Jardines de
las Ánimas, 2011)

“Pues, generalmente voy al DF […] Ropa y ese tipo de cosas pues, en ocasiones,
cuando tengo que comprar algo aquí, pues en Liverpool, en ocasiones.” (Sergio
Bucio, Fracc. Rubí Ánimas, 2013

“Esa es una pregunta difícil ¿no? Por ejemplo la ropa es algo como que no decido
tanto yo, sino, bueno sí lo decido totalmente yo. No me gusta ir a las grandes
tiendas a comprar ropa. Antes sí me agradaba un poco pero ahora prefiero como
más bien, buscar piezas únicas o que sean parte de alguna colección y que estén
hechas a medida. Trato de ir a lugares alternativos como boutiques alternativas
como la Luciérnaga grifa o a los Mil amores o a Marabunta. He ido también, o sea
también obtengo mi ropa en Pull and Bear, en Zara, de la marca Inditex pero
también de otras cosas como Paco Rabbane, Calvin Klein. Pero me gusta más
comprar cosas que se vean diferentes. Trato de que siempre que salgo de viaje,
comprar algo de ropa, una prenda, un accesorio. Por ejemplo estos que traigo
ahora los compré en allá en la Lagunilla. Y buscar cosas baratas, bueno bonito y
barato […] Más que por el lugar o por el renombre, me gusta la prenda. (Rodrigo
López, Fracc. Jardines y Fuentes de las Ánimas, 2013)

“Cuando se compra ropa pues van y se compran a las ofertas en los almacenes.
No van a una boutique así en especial. Tratan de buscar lo más barato que hay.
Los zapatos, por ejemplo ahorita mi hermana que vende zapatos por catálogo y
está haciendo tandas de zapatos, pues ahí le entramos a la tanda todos.” (Don
Alejandro Flores, Col. Revolución, 2011).

Pues mira casi todo hay en la avenida pero lo que pasa es que depende porque
vamos y hay solamente dos locales que tienen ropa ¿cómo te explico? Buena
¿me entiendes? Porque sí hay mucha ropa pero a veces la calidad no es
realmente buena. Luego decimos mira te compras luego un pantalón de $200 pero
te dura dos meses. Y ya te compras uno de $500 y lo lavas y lo lavas y ahí está.
Siempre he pensado en eso entonces decimos pues ya mejor algo más carito,
entonces ya salimos de la colonia. Pero si ya es algo como pues ya una blusa
fresca como para que yo ande en la casa, como una camiseta, pues la compramos
en la avenida, ahí en las pacas. Pero casi no, si queremos ropa y ya sabes que
vas a hacer el gasto pues salimos al centro por ejemplo. O te vuelvo a repetir, en
Plaza Crystal en alguna tienda de ahí. (Carolina Mandala, Col. Revolución, 2013).

3.2.3.2 La compra de los sagrados alimentos: de la tiendita de la esquina a los grandes


comercios.

La comida es un tema basto que abarca una multiplicidad de significados, procesos y


momentos; desde la obtención de comestibles, su preparación y su ingestión. La forma en que
se lleva a cabo cada uno de esos momentos varía por diversas razones y resulta, primeramente,
en las distintas comidas y finalmente en diferentes prácticas de consumo alimentario. Consumo
no entendido como la ingestión, sino más bien en su sentido más economicista: el acto de
comprar alimentos. La compra de los alimentos está relacionada directamente con el
abastecimiento de cada parte de la urbe, es decir, a un referente espacial. En ese sentido Duhau
y Giglia (2008:470) sostienen que las prácticas de consumo tienden a circunscribirse al espacio
de proximidad, o al menos a lugares tan próximos y a atenerse a una economía de la movilidad
que consiste en conseguir las cosas con el menor esfuerzo y en el menor tiempo posible”.

La comida que se prepara implica la compra de varios alimentos y aditamentos. Desde


las carnes, las verduras y la fruta, el aceite, las semillas, el pan, las tortillas, entre otros; cada
uno de esos productos es vendido en diferentes modalidades. Por ejemplo, los microcomercios
como las tienditas o misceláneas y mini súperes con las formas de comercio tradicionales en
este México y se define como “establecimientos con venta de diversos productos tales como
alimentos enlatados o envasados, jugos y néctares, bebidas gaseosas, artículos de limpieza,
lácteos, dulces y frituras, carnes frías, vinos y licores, entre otros (SAT, 2005). Los dueños son
considerados como comerciantes menores, quienes también tienen historias:

Mira lo que pasa es que mis hermanos eran albañiles, los dos eran albañiles
cuando se vinieron del pueblo. Entonces uno de ellos de plano decía ‘No y no. A
mí no me gusta y lo voy a hacer porque no tengo otra cosa, pero en cuanto tenga
demás yo me salgo de aquí’.

Entonces tardó como tres años cuando él estaba aquí trabajando de albañil
cuando un tío le ofreció que tenía una tienda allá por el gimnasio Omega y quería
que le ayudara a atenderla. Y mi hermano le ayudó, entonces haz de cuenta que
le gustó a mi hermano lo del negocio. La tienda la tenían sus hijos y gastaban
mucho dinero, cuando mi hermano la atendió pues la levantó y eso a mi tío le
gustó y le dijo ‘Oye tú tienes casta para tener un negocio’. Entonces le paga y el
guardaba, le pagaba y le guardaba.

Él quería poner una tienda grande y él encontraba que en otros lugares donde ya
está muy poblado ya no se podía porque ya había tiendas. Quería un terreno y
estaba muy caro, entonces mi hermana le dijo ‘¿Sabes qué? Búscate una orilla,
tiene que haber una orilla de la ciudad. Anduvieron viendo debajo de Jardines de
Xalapa, toda esa zona que también estaba igual pero no les gustaba que los
terrenos estaban muy en declive todos.

Llegaron aquí y le gustó que estaba parejo y todo, preguntaron el precio de los
terrenos y como te digo que no podían valer tanto lo encontró bastante barato. Lo
encontró y él decidió venir a poner la tienda aquí para ver cómo funcionaba. Y
resultó que vendía bastante, entonces le dijo a mi tío que muchas gracias pero
que ya había puesto su negocio y que él venía para acá.”

Por otro lado están también los súper mercados que generalmente pertenecen a grandes
cadenas nacionales como Chedraui o Comercial Mexicana así como empresas transnacionales
como Walmart y Aurrera. Estas cadenas comerciales en sus modalidades globalizadas se han
ido incorporando en las áreas de los sectores populares complementándose con otras
modalidades más tradicionales de comercio sean formales o informales (Duhau y Giglia, 2008:
498). Los mismos consumidores son quienes realizan esta combinación de puntos de
abastecimiento, en muchas ocasiones transportándose para buscar ahorros en su economía o
bien, en búsqueda de algo específico.

“Mira si es verdura yo siempre voy a la avenida. Pero si es que tengo que comprar
pollo, frijoles, arroz o qué se yo, como mis hermanos tienen tiendas acá cerquitas
pues si no es con uno, vamos con otro. Pero realmente hacemos las compras más
con ellos. A Chedraui Museo, siempre vamos a museo porque nos queda más
cerquita ese y luego por las bolsas. Te digo que viajamos en carro pero si traemos
mucho pues ya en taxi, te digo, pero lo que menos podemos ocupar un taxi.”
(Carolina Mandala, Col. Revolución, 2013).

“Allá29 cuando teníamos que comprar comida, pues usualmente íbamos al


mercado, al de Pomona los martes. Y al Chedraui y a Superama por las cosas
que no había en el mercado, a Costco […] Cerca de mi casa pues a la tienda que
es como emblemática de ahí que ha estado ahí siempre, desde hace treinta años
pues como basics ¿no? Como vino, queso, pan, tortillas. Como cosas por las que

29N. de la A.: Rodrigo López Tavera vivió durante 20 años en el Fracc. Jardines y Fuentes de las Ánimas y se ha
mudado a una zona central de la ciudad por razones de comodidad, pues sus estudios los realiza en la Facultad de
Artes de la Universidad Veracruzana.
pasas, lo de la tiendita. O sea vienes de estar trabajando o en la escuela todo el
día y pues pasas por un vino o un queso. Y encontrabas todo, claro […]

Creo que sí hacía falta una tienda ahí, una de 24 horas. Pero no sé por la
naturaleza de fraccionamiento y del espacio qué tan conveniente sea. Porque hay
un Oxxo cerca y supongamos que en mitad de la noche pues los chavos no van a
querer ir al centro, van a querer estar cerca de sus casas para dormir pronto. Yo
veo que esas tiendas se vuelven lugares donde la gente va a alcoholizarse ahí.
Yo creo que por eso se cuidó que no hubiera 24 horas cerca.” (Rodrigo López,
Fracc. Jardines y Fuentes de las Ánimas, 2013).

Para comprar pues vamos a Chedraui o a Superama. O está la tiendita de aquí


del español, el mini súper. Pero la verdad me da más flojera ir a la tiendita que al
Cheraui porque luego no hay donde estacionarse y todo. Pero sí está surtidísimo,
surtidísimo, o sea sí te saca del apuro. (Luz Ofelia Huesca, Fracc. Jardines y
Fuentes de las Ánimas, 2012)

Fotografía 10. Minisuper Las Ánimas

La comida preparada, que fue considerada como un servicio, tiene otras modalidades.
Como se pudo apreciar en el segundo capítulo, los restaurantes o los establecimientos que
ofrecen comida ya preparada tienden a ser muy especializados en la zona este. A diferencia la
Avenida Atenas y en general la zona norte, aunque cuenta con una gran variedad y cantidad
de comercios, presenta menos especialización en sus comercios y por ello mucha gente tiene
que asistir a otros lugares a buscar comida o productos especiales.

Solamente que hay cosas que a veces a uno se le antojan que pues por la colonia
o eso pues hay gente que no compra eso ¿Qué te hablo? Pues qué se yo,
mayonesa con quesito o esas cosas, pues ya vamos al súper que es donde lo
vamos a encontrar […]

Casi siempre cuando comemos fuera, vamos a Plaza Crystal, la mayoría. Pero
hay veces que te quieres dar como el relax de comerte algo rico en un lugar bien,
porque también nos gusta trabajar bien para precisamente poder darnos un lujillo,
pues ya nos vamos a Plaza Américas. Y normalmente ahí pues nos vamos a la
Plaza San Marcos y pues ahí. Estamos un rato, llegamos y consumimos y ya
después vámonos. Pero pues la verdad es caro, entonces no lo hacemos tan
seguido. A nosotros nos gustaría pero imagínate, tampoco se puede.”

3.2.3.1 Los servicios de salud. Entre doctores Simi, clínicas y homeópatas te veas...

La salud es uno de los indicadores básicos de calidad de vida más importantes de las urbes
pues si la población está enferma” no va a funcionar igual la dinámica urbana. La afiliación a
servicios médicos es hoy en día uno de los rubros que menos se dan abasto en el país. Contar
o no con un seguro médico, sea particular o público, brinda información no sólo de la situación
socieconómica sino también de los estilos de vida y de las desigualdades de la ciudad.

Yo la verdad voy con homeópata, yo soy natural, así me gusta. Y mis papás
también cuentan con el seguro. Mi mamá si ha llegado a ocupar el servicio por mi
papá que trabajó toda la vida en el banco. Y también están la homeopatía. (Elsa
Mendonza, Fracc. Jardines y fuentes de las Ánimas, 2011)

Mire pus’ es que le hacen un montón de publicidad que hasta a veces uno aunque
ya tiene experiencia se la llega uno a creer. Me apunté en el Seguro Popular
pensando en que ‘deveras’ era la gran cosa pero me creerá que llevo como 8
recetas que me ha dado el doctor y que no encuentro una medicina que me la den
en el Seguro Popular. Siempre me dicen “venga tal día” y le ponen al reverso de
la receta pendiente esto, pendiente lo otro. Llevo como 6 recetas con pendiente
de esa medicina que me la dieron precisamente para una cuestión de los
problemas de mi riñón. (Alejandro Juárez, Col. Revolución, 2011)

¿Servicio médico? Claro, el del seguro social, ese del IMSS […] Usualmente sí lo
ocupo, sí usamos el seguro. Y cuando no, vamos como con medicina alternativa.
(Rodrigo López, Fracc. Jardines y Fuentes de las Ánimas, 2013)

Mira lo que pasa es esto, que sí tenemos el seguro pero como hemos tenido malas
experiencias con algún vecino o con algún familiar que llegaron y no los atendieron
pues uno nunca sabe cuándo te van a atender bien. Siempre nos hemos puesto
algo en la cabeza ‘Vamos a seguirlo pagando por alguna operación de alguien y
nada más. Sino mira, corremos al particular, aquí en la avenida en las farmacias
del Ahorro o qué se yo.

Entonces de repente pues encontramos que para un dolor de garganta pues


vamos con este doctor. Pero el pequeñito se nos enfermaba mucho de gripa,
entonces era de ir, pero pasaba un mes y teníamos que ir de nuevo. Entonces sí
vamos con este doctor, en vez de irnos a sentar al seguro, ir hasta Banderilla y
ya. Mi esposo es el que tenía el seguro, pero después dejó de trabajar con el señor
este y nosotros pues preguntamos allá y nos dijeron que lo siguiéramos pagando.
Entonces ya nosotros es que lo estamos pagando.” (Carolina Mandala, Col.
Revolución, 2013).

No, no tenemos servicio médico. Cuando hay que ir al doctor a ver algo vamos
con particulares que están dispersos, o sea y cada quien tiene su doctor (Sergio
Bucio, Fracc. Valle Rubí, 2013).

En los testimonios se puede apreciar varias cosas. Por un lado hay una necesidad por parte de
sectores populares, en este caso de las colonias del Norte, de contar con una filiación a un
servicio médico público pues se aprecia y se entiende de su parte la seguridad que ello les
brinda. En el caso de los sectores más acomodados no hay la misma apreciación respecto de
esos mismos seguros médicos, pues hay la capacidad para optar por otras opciones como
medina alternativa o doctores particulares. Sin embargo, ambos sectores de la población hace
uso de las farmacias que ofrecen consultas médicas.

3.2.4 La movilidad cotidiana y el mapa mental de la ciudad

Tomar un radio taxi o caminar cinco cuadras para tomar el autobús en la Avenida.
Caminar hacia tu casa y oficina. Quejarte de los baches de la Araucarias. No usar el
autobús porque no conoces las rutas. Salir del trabajo y esperar tomar el último autobús.
Quejarte por el tráfico de Xalapa. Ir al centro a comprar ropa. Tener miedo de perderte
en alguna colonia que no conoces. Tener desconfianza de los taxis por la noche. Ir al
centro a las galerías de arte. No tener donde estacionar tus automóviles. No saber qué
existe después de Lázaro Cárdenas con dirección hacia el este. Que los coches te
empapen de agua cuando llueve y vas caminando. Pegarte en la cabeza en los colectivos
porque son muy estrechos, tener desconfianza de los taxis por la noche, no tomar mucho
por miedo a que te toque alcoholímetro.

La movilidad, en su sentido más técnico es el acto de desplazarse de un punto A hacia un punto


B. En la realidad es un proceso que se complejiza por varios factores. La movilidad cotidiana
en la ciudad se refiere a está constituida por los movimientos específicos de las personas que
realizados todos los días sirven para llevar a cabo sus actividades de forma satisfactoria, es
decir, son los desplazamientos habituales de los ciudadanos dentro de sus ejes de vida
(Fernández Álvarez, 2013: 9). En la anterior definición, el eje de vida hace referencia a los
espacios en donde los individuos trabajan, estudian o viven, en otras palabras, la escuela, la
casa y la oficina. Sin embargo también hay movimientos que se hacen también con otros
propósitos como el esparcimiento, el abastecimiento, visitas familiares y otros.

El conjunto de todos estos movimientos con sus diversas finalidades configuran una
suerte de cartografía urbana personal, la cual se forma a partir de las imágenes y experiencias.
En palabras de Amos Rapoport (1978: 119) “las imágenes se consideran así como aquellas
partes de la realidad conocidas a través de una experiencia directa o indirecta”. De esa manera
se construye un perímetro que permite posicionarse al individuo dentro de una ciudad y de esa
manera aprehender su entorno. Sin embargo, los pobladores urbanos al simplificar el problema
de selección espacial usualmente sólo terminan relacionándose con una fracción de todas las
posibilidades que ofrece la ciudad y se produce así una imagen y un particular imaginario
urbanos (Fuentes Gómez, 2005:54).

3.2.4.1 El transporte público: taxis, radiotaxis, autobuses, camiones, pasajes, servicios, urbanos
y carros.

En esta investigación el interés estuvo enfocado hacia la manera en que las personas se
transportan, para qué actividades y hacia qué lugares. Asimismo, se le dio especial importancia
al transporte público no sólo por ser uno de los medios más utilizados por la población, sino
porque sus rutas participan de este proceso de configuración urbana espacial. Las respuestas
de las personas refirieron a sus experiencias con los traslados y a sus anécdotas de cómo
llegaron las rutas de transporte en sus zonas de vivienda.

El autobús llegó un 6 de enero de 1981. Fue la primera, el primer servicio que


entró y curiosamente fue el 6 de enero, que el mismo autobús que entró pues
después lo renovaron por un carro nuevo, metieron un carro nuevo y le pusieron
precisamente –Regalo de Reyes-. (Alejandro Juárez, Col. Revolución, 2011)

Eventualmente ocupé muchas veces el autobús. Las rutas no estaba bien, para
nada, de hecho por eso comencé a usar más el coche porque siempre he tenido
la idea de que si vamos a contaminar pues contaminemos todos juntos. Pero las
rutas no me convenían del todo porque tenía que dar mucha vuelta el camión a
cortos, o sea, daba muchas vueltas el camión que igual sí eran necesarias para
atender a la población pero no del todo […] El mal estado de las unidades, en toda
la ciudad el transporte público está hecho trisas y además contamina mucho.
Incluso sin ocuparlo me molesta o sea, ir en el coche o caminado y oler el humo
es muy molesto (Rodrigo López, Fracc. Jardines y Fuentes de las Ánimas, 2013)

En el autobús casi siempre. No tenemos carro y solamente, realmente el taxi lo


ocupamos cuando tenemos prisa y nos quedan veinte minutos para estar allá pues
ya tomamos un taxi. Pero normalmente estamos tomando el autobús cuando
salimos. Te digo, mi esposo descansa y yo cierro la estética, entonces así ya sé
que vamos con todo el tiempo del mundo. Solamente para presiones que ya
tenemos que estar allá pues ya tomamos el taxi.

Pero del autobús mira que es como todo, si vas tranquilo te das cuenta que ahí
viene un carro y ahí viene otro y otro y otro. La cosa es que cuando vas a trabajar
o tienes algo que hacer y no llevas tiempo parece que te dicen ‘Hoy no va el carro’.
Y esos cinco minutos que no pasa el carro no son cierto porque es uno el que
lleva la presión. Entonces es cuando sientes que tarda el carro (Carolina Mandala,
Col. Revolución, 2013).

Lo he ocupado, el transporte público o sea los camiones, pero se necesitan que


ya arreglen los camiones porque hasta miedo da subirse a los camiones de que
los frenos y todo. Por ahí me han dicho que son unos salvajes, porque la gente
que tiene que son dueños de los camiones debería de pensar más en las personas
y no en su bienestar económico. Pone en riesgo la vida de los que van, aparte que
son unos salvajes. Todo el tiempo, entre taxis y ente camiones el servicio urbano
es un problema porque existen accidentes todos los días. (Elsa Mendoza, Fracc.
Jardines de las Ánimas, 2011).

Intento no utilizar el transporte público, pero cuando ya no me queda de otra, sí,


lo utilizo… Es muy malo el servicio de ese autobús porque hay mucha gente que
espera el servicio y claro, cuando yo vivía en Araucarias era el único que podía
tomar y tenía que esperarme 40 minutos. Entonces si tú llegabas un minuto
después de que pasara el autobús, ahí tenías que estar esperando. Y de regreso
igual…

Lo que no me gusta es pues el que es difícil luego llegar, transportarse. Como ya


es zona federal en caso de tomar taxis ya cobra más. Los taxis de la calle, los que
no son radio taxis cobran lo que se les antoja. […] Un radio taxi pues cobra como
35 pesos de aquí al centro… Generalmente, o sea, a la escuela bueno es siempre
en automóvil o en taxis por ejemplo […] Tuve otras experiencias en el autobús que
ya por eso intento evitarlo pues ya me asaltaron, bajándome de un autobús a
donde me dirigía. (Sergio Bucio, Las Ánimas, 2013).

3.2.4.2 Los automóviles particulares y el tráfico de la ciudad

“Así como los cuerpos humanos pueden caer en situaciones de arteriosclerosis por el
taponamiento de sus arterias vitales, así las ciudades pueden caer en situaciones de parálisis
por el embotellamiento de las venas que permiten circular a sus habitantes. Xalapa es hoy
víctima del colesterol urbano” (Rodríguez, 2012: 5). La cita anterior es una metáfora de lo que
pasa en la vida cotidiana de esta capital. Se cuenta con un alto parque vehicular y con calles
muy estrechas que de manera muy torpe se dan abasto para todo el flujo de automóviles que
transita a diario, aunado a la mala traza y planeación precaria, el resultado es un tráfico muy
pesado y lento.

El intenso uso de los automóviles es una de las consecuencias, y de las causas, del
crecimiento urbano porque al “acortar” las distancias, las personas pueden establecerse en
lugares cada vez más lejanos a los cascos centrales de la ciudad. El uso de automóviles
particulares por parte de clases medias y altas es realmente impresionante, específicamente en
Xalapa pues a pesar de que existe un gran número de transporte público, principalmente taxis,
sigue habiendo una cantidad de autos por cada familia para su uso personal.
Esos fraccionamientos, siento que no los planearon bien porque por
ejemplo, la calle donde yo vivo se convirtió en la calle de paso de un montón de
fraccionamientos… La calle donde yo vivía, que era una calle muy tranquila, que
era donde yo jugaba con los vecinos se volvió súper transitada. Ya no podías estar
ahí. De hecho donde yo vivía en los últimos veinte años, o sea bueno, yo tuve
coche mucho tiempo. Cuando era adolescente como a los 16 cuando lo empecé
a ocupar, no tenía tantos problemas para estacionarme o para entrar a mi casa.
Pero ya las últimas veces, o sea, el último tiempo sí, fue más problemático porque
pues vive más gente atrás.” (Rodrigo López, Fracc. Jardines y Fuentes de las
Ánimas, 2013).

Ahora está casi todo poblado y hay momentos caóticos, sobre todo el tráfico
vehicular. Como de cinco años se ha agravado porque hay muchas escuelas para
acá arriba y para acceder a ellas pues aunque no es la única entrada, ésta es la
mejor. Y las otras no las usan, ésta ya está muy maltratada. O sea sí es fácil llegar
pero el problema, nuevamente es el tráfico y luego te tienes que echar unas
colonononas. (José Álvarez, Fracc. Fuentes de las Ánimas, 2012)

Siento que ha crecido mucho la ciudad y el tránsito ¡Uf! […] Antes, hace
veintitantos años, o sea lo que yo hacía en 10 minutos. Yo estaba del centro a las
Ánimas en 10 minutos ahora hacemos media hora, yo creo. (Elsa Mendoza,
Jardines y Fuentes de las Ánimas, 2011).

3.2.4.3 El teatro, el café, el parque, el mall y otros lugares a donde se va a pasear

Llevar a los niños al cine a ver la película animada nueva, sacar la bici para que los niños
la usen en los berros, ir por una nieve a Coatepec, salir de antro cada fin de semana, ir
a una cantina cada sábado, desayunar en el hotel Xalapa con las amigas, echarse una
picada en la Rotonda, correr por los Tecajetes o la USBI, aprovechar cada puente para
ir la playa más cercana, visitar los fines de semana a los abuelos, reunirse cada sábado
por la tarde para el rosario, asistir cada viernes al concierto de la Sinfónica de Xalapa,
aprovechar los tours de cine alternativo que se realizan cada año, asistir a los talleres de
las ferias del libro del IVEC y la UV, pasear por Plaza Américas los fines de semana,
asistir a los fandangos u obras teatrales que se presentan en las galerías del centro,
tomarse un café en un Bola de Oro, echarse un pulque en Las glorias del torero, tomarse
una cerveza en la Malta, festejar tu cumpleaños en Classico, hacer reuniones con amigos
en tu casa, caminar por la niebla de Xalapa, subirte a la tirolesa del Macuiltepetl.

Las formas de divertirse, relajarse y distraerse de cada persona son diferentes pero muchas
veces se identifican según el posicionamiento social y espacial que se tienen en la ciudad. Las
prácticas urbanas referentes al entretenimiento resultan sumamente interesantes porque
podrían considerarse como una actividad no elemental, como una necesidad falsa pues en
“teoría” no es algo que necesitemos para vivir. La idea de explorar esas dimensiones de la
recreación en la ciudad implica acercarse a los gustos y preferencias de la sociedad, lo cual lo
vuelve un asunto un tanto morboso. Sin embargo, el chiste no es husmear las distintas prácticas
urbanas sino más bien entender que esas formas de diversión implican también sus
posibilidades o no de poder realizar algunas actividades.

“Mira a nosotros nos gusta salir mucho a los parques de diversión porque
siempre llevas el niño ¿Entiendes? Entonces por él hacemos que vamos al Parque
Juárez, o vamos al Cerro o aquí por Banderilla que hay un parque que tiene
muchos juegos de niños, siempre buscamos. Pero a mi esposo y a mí nos gusta
salir a donde hay agua, las albercas o el mar. Nos gusta ir más para esos lugares.
Y bueno, cuando se trata de no darle gusto al niño o a nosotros y yo no cociné,
pues vamos a comer a alguna plaza. Casi siempre es a alguna plaza.” (Carolina
Mandala, colonia Revolución, 2013)

“Yo iba al parque, porque el parque quedaba cerca de mi casa. Y es un


parque muy padre porque corre un canal por en medio. Ahí iba a divertirme cuando
era más pequeño. Y sí cuando ya tenía como doce o trece años pues sí iba al
centro comercial, al cine […] Ya más grande, cuando me volví más adolescente
como a los quince, más bien ya todo era en el centro.Como a los trece que dejé
de ir tanto a malls, pues comencé a ir al Callejón del Diamante, Enríquez, el parque
Júarez, toda la zona histórica, Los Berros, Los Lagos, como todo ese radio. Y pues
mis papás, van al teatro, al cine, a comer, a algún concierto. Pues tú sabes que la
mayoría de esa actividad como alternativa o cultural en Xalapa es en el centro. Es
como algo muy característico, todo se mueve en el centro.” (Rodrigo López, Fracc.
Jardines y Fuentes de las Ánimas, 2013).

“Por ejemplo para cuando voy al centro, pues nada más para ir de compras, para
distraerme un poco de la colonia y para un paseo normal que se amerita ya al
llegar a la edad avanzada. Pero hacia Plaza Américas, Las Ánimas pues va uno
únicamente de paseo.” (Ricardo Rivera, Col. El Moral, 2011)

“Plaza Américas es nuestro paseo, allí encontramos todo y vamos a tomar un


café.” (José Álvarez, Fracc. Jardines y Fuentes de las Ánimas, 2012).

[Cuando sale a sus reuniones ¿Ha ido hacia Plaza Américas, Plaza Ánimas?] Pero
nada más paso, paso. Así que diga yo que me meta yo, a ver los comercios o
tratar de ver si voy a comprar algo porque como voy en taxi, entons’ el taxi se pasa
derecho y me sale más caro, ya sería otro costo. (Alejandro Júarez, Zona Norte,
2011)

No cabe duda que tanto las plazas como el centro histórico son algunos de los lugares en donde
se pueden encontrar actividades para realizar. Las plazas, por un lado, son esos espacios
privados en donde se pueden realizar compras, comer, caminar, tomar un café, acceder a
servicios, todo ello brindado cierta sensación de seguridad. El centro conjuga casi las mismas
actividades de consumo, servicios y entretenimiento para las personas. Sin embargo, son
distintos los grupos de Esta situación es sumamente interesante porque muestra claramente la
polarización de la población urbana. Mientras que para unos, el centro es un lugar en el que
pueden distraerse, disfrutar de las compras y por ahí divertirse, para otras personas es algo
muy diferente.

“Es muy enfadoso. Si pienso y relaciono que tengo que ir al centro, se me hace
de lo más tedioso. No me dan ganas de ir, por el tráfico, porque está muy sucio.
O sea no me agrada, visualmente y en muchos sentidos no me agrada. […] O
sea igual y hay lugares muy específicos por ejemplo locales específicos que ya
adentro ya dices pues ya me olvido de lo que hay afuera. Pero simplemente
pensar por ejemplo que tengo que ir a hacer un, que me quedé de ver con alguien
en el centro, tomar un café. Simplemente en cómo llegar, o sea pensar en el
transporte, que el transporte público es muy malo ¿no? Con el calor, luego están
mal ventilados. Luego está la seguridad, no traen cinturones. Obviamente no
pueden traer cinturones pues de seguridad, ni siquiera traen respaldo para el
cuello, cómo manejan. La seguridad aparte de los asaltantes, todo eso, el calor.
El tráfico, que aparte ahorita está hecho un caos, no dan ganas de salir allá. Todo
eso y luego llegar y luego tener que volver a desplazarte y esperar otro tanto en
camión. O sea, son como dos horas de transporte entre ida y venida muy
desagradables, la experiencia es muy desagradable.” (Sergio Bucio, Fracc. Valle
Rubí Ánimas, 2013)

“El urbano no pasaba por aquí ¡Uy! Tardó muchos años, aquí no pasaba nada,
tardó un chingo, no sé cuántos años pero muchos. Aquí no había nada y yo tenía
uno que andar caminando a todos lados y era un lodacero bien cochino. Así se
ponía antes, ahorita ya está bonito pero antes ¡Uy no! Ahorita ya está muy
habitadita. (Magdalena Hernández, colonia El Moral, 2011).

“La verdad es que no es necesario que vayamos al centro, no hay a que ir. Si
vamos es por necesidad cuando hay que ir a pagar que la luz, el agua o algún
servicio. Pero creo que ya ahora los jubilados podemos pagar por aquí en la plaza.
Si vamos al centro es mejor ir al autobús […] Cuando se va, pues es a librerías
pero sobre todo a municipio pero son anuales los pagos que te decía yo hace un
rato. Vamos aquí a las librerías de Xalapeños Ilustres y sobre todo a las Úrsulo
Galván. Al centro recreativo el que está en Insurgentes y a la Galería, la
contemporánea, la galería. Y la verdad es que eso es todo […] Está cerca el
centro, la verdad está cerca pero pues la cosa es cómo nos movemos, es un caos,
es tráfico ya está horrible.” (José Álvarez, Fracc. Jardines y Fuentes de las
Ánimas, 2012).

3.2.5 Dime dónde vives y te diré quién eres: representaciones en la ciudad

La ciudad es también un terreno donde se ponen en juego los poderes de los diferentes
actores, donde se llevan a cabo diversos mecanismos que hacen claras esas diferencias. En
Xalapa, ya quedó demostrado que la zona este tiene claros contrastes con la zona norte (y
básicamente con todas las demás porque las Ánimas es la que cuenta con mejor
infraestructura). Las imágenes que se tienen sobre las distintas zonas de la ciudad son
construidas a partir de lo que escuchamos, de lo que vemos en los diarios, de lo que vemos
y, en el mejor de los casos, porque se ha tenido alguna experiencia cercana de familiares que
vivan ahí. Habitar algunas zonas de la ciudad para algunos representa prestigio pero para
otros representa marginación.

“Cuando cambió mi percepción del mundo y pues ya no iba tanto al mall y empecé
a ir al centro, como que ya no me latía tanto la idea de vivir allá. Sobre todo porque
tú cuando empiezas a moverte con la gente y te pregunta en dónde vives y tú
dices “No pues vivo en las Ánimas”, sí es un poco gregario en ese sentido. Porque
te dicen “Ah no. Tú eres fresa”. O sea sí hay cierta marginalidad a la gente de
otras clases sociales, por así decirlo, así contundentemente. O sea “No puedes
llevarte con nosotros porque eres muy fresa”. De repente empiezas a darte cuenta
que eso no es lo que importa para llevarte con alguien, sino otros valores. Las
reacciones más comunes que escuché “¡Uy qué fresa!” así como “¡Popof!” y esas
cosas. Pero también decían como “Pues invítame una chela ¿no? , invítame a
comer, cómprame un coche” no sé, cosas así. De cierta manera yo entiendo que
nadie está justificado para juzgar a una persona, aunque todos podemos hacerlo
¿no? Pero de cierta manera yo entiendo que la sociedad esté herida, si existen
clases sociales es porque hay un rencor de clases. Si la gente no se sintiera mal
por ser rica, o ufana por ser rica y mal por ser pobre; no existirían las clases
sociales, bueno desde mi punto de vista. No está justificado cuando tratas de ser
buena persona. Si eres como mamón y prepotente está muy justificado que te
digan así.” (Rodrigo López, fraccionamiento Jardines y Fuentes de las Ánimas,
2013).

“¡Ay no! Pues la Revolución es lo peor. Vamos al parque Juárez y yo le digo a mi


esposo ¡Ay pinche payaso” porque el payaso de ahí que hace un sentadero de
gente, que será pues yo creo que la mitad de Xalapa yo creo que van ahí y están
escuchandolo. Y el payaso midice “Ay es que me acabo de subir al carro y pues
ya veo que van unos pelos parados y que llevan unos machetes de fuera” y
entonces nos pregunta “¿En qué carro creen que voy? Y toda la gente, TODA,
grita ¡En el de la Revo! Y yo digo ¡Ay maldito payaso! Luego empezó a caminar
así como vago y dice “A ver ¿de qué colonia soy? “¡De la Revo!” [Responde la
gente según su narración]. Y dice luego “No, no, no. Yo me subí a un carro que
iba para la Revo y se echaron uno que apestaba”. O sea ¿si me entiendes? Mucha
gente, mucha gente te lo juro me ha dicho que ha tenido trabas para las escuelas
porque le preguntan “¿De dónde viene?” “De la Revo” responde y le dicen “¡Ay
no, no, no de allá! Y yo le digo a mi esposo que nosotros le escuchamos hablar al
payaso y parece un chiste todo lo que ellos están allí hablando pero como
personas nos afecta a algunos. Porque para mí no es un lujo que yo vaya a pedir
un trabajo y que me digan “¡Ay no! Si eres de la Revo pues no porque allá matan
a guarachazos.” (Carolina Mandala, colonia Revolución, 2013).

“Pues creo que el que todo mundo hemos escuchado, como que ovación, como
admiración por vivir en esta zona, aunque no le veo la razón pero bueno. Pues ya
es muy prejuicioso, te hacen un ruido extraño […] Solamente por la zona se
empiezan a generar conceptos de la persona y se generan muchos conceptos. Y
ya me ha tocado que muchas veces me catalogan dentro de un estatus, incluso,
socioeconómico del que realmente soy.” (Sergio Bucio, fraccionamiento Valle
Rubí Ánimas, 2013).

3.2.5.1 Lo que me gusta de vivir aquí y lo que me asusta: los problemas de inseguridad

Además de las reacciones de los demás, el sentir que se tiene hacia el lugar donde se vive se
forma también a partir de otros hechos. Rapoport explica que "cualquier área residencial puede
evaluarse de diferente modo por diferentes grupos sociales; gente de afuera puede verlo
negativo, mientras que los residentes pueden verlo como agradable y útil". Los comentarios que
las demás personas pueden tener sobre la zona en donde se habita, son diferentes aunque no
por ello independientes, de las ideas o sensaciones que el colono experimente. Esto es
propiamente la manera en que saboreamos y como cualquier degustación puede ser agradable
o no.

Pues yo he visto y es algo que me molestó mucho de esa zona es que la gente se
lleva más bien por la imagen. Dudo que mucha gente pueda sostener sus trenes
de vida o la imagen que tienen sin estar endeudados. Mucha gente vive del crédito
y hace su imagen a partir de su identidad y su vida a partir del crédito y de lo que
puede comprar con él. Pero mucha gente no tiene dinero, sólo tiene como la
avidez de construirse una imagen. (Rodrigo López, Zona este, 2013).
Lo que más me gusta de vivir aquí es la tranquilidad y pues eso es todo, el
ambiente también. Lo que no me gusta pues es la cuestión de la calle y de la
colonia pues que desgraciadamente todavía hay muchos animales, muchos
perros, muchos caballos, muchas veces pasa el ganado por aquí. También no me
gusta la contaminación, los excrementos de las personas mayores, borracheras,
drogadictos. Todo eso es lo que a mí no gusta de esta colonia. (Ricardo Rivera,
Zona Norte, 2011)

El Estado de Veracruz está atravesando por una situación en donde la seguridad es un


tema delicado, el propio país también se encuentra vulnerable ante la presencia de
grupos de delincuencia organizada. La inseguridad y la violencia son temas que todos
los días son protagonistas de los diarios y los noticieros. Xalapa se ha visto también
como el escenario de algunos enfrentamientos armados lo cual ha causado, por lo menos
en los últimos cinco años, un ambiente tenso.

Incluso aquí en mi casa no me siento seguro, dentro de ella no me siento seguro


[…] Se han metido a robar a las casas. Cuando estaban construyendo aquí los
albañiles se robaron material de aquí, cuando estaban construyendo la de
enfrente se robaron la de enfrente los mismos de aquí. Te digo, aparte lo que te
comentaba que se han metido a muchas casas a robar, etcétera. […] Hay un
servicio de seguridad aquí, dizque de veladores pero no se me hace muy
confiable porque, te cuento muy rápidamente, casi siempre pitan, están con el
timbre. Yo me duermo casi siempre a las dos o tres de la mañana y algunas
veces escuchas el timbre y otras veces no. Escuchas cuando van a venir a
cobrar, coincide que días antes y alguna vez, pero nunca pasan. (Sergio Bucio,
Zona Este, 2011).

Yo estoy consciente, o sea yo sé que la colonia es peligrosa. En la mañana no


pero en la noche si tú sales pues ya sabes también a lo que vas. Y yo escucho
a la gente allá fuera y sé que están diciendo la verdad. O sea, si yo voy a otra
colonia y oigo que hablan de la Revolución feo pues yo sé que sí. Que sí hay
vagos, que sí hay drogadictos, que sí hay quienes roban.

[¿Y no exageran en lo que dicen?]


¡No! Se quedan cortos [risas]. Mira yo luego voy con mi hijo y me dice “Mira es
que vende ahí la ropa, namás aviéntale cien pesos ahí y ya sabes lo que te tiene
que vender porque no llegaste a pedirle nada.” Hay también una señora que
tiene maquinitas y llegan los niños y chavos ¿Tú te imaginas que un drogadicto
esté jugando máquinas? Pero pues dices bueno está jugando máquinas pero
mentira, porque la señora tiene ahí hacia atrás y le compran. Empiezas a
escuchar y ver cosas y sabes que se quedan cortas las personas cuando hablan
de la colonia. Es difícil la colonia y solamente tienes que aprender que así es y
a andar.
CONCLUSIONES

De primera instancia, las ciencias sociales se diferencian de las ciencias duras por tener
“objetos” de estudio de distinta naturaleza; la Antropología precisamente no tiene objetos, sino
sujetos de investigación. Las metodologías no pueden ser las mismas para las humanidades
que para las ciencias naturales, empezando por saber que no es posible controlar los
escenarios de la sociedad para realizar experimentos, como sí es posible hacerlo con algunos
materiales. La realidad social también se desvanece en el aire y por ello es difícil pensar en
contenerla, es más coherente saber que sólo se puede conocer una parte de ella. En ese
sentido, realizar un proceso de investigación que concluya en un documento llamado tesis
tendría que replantearse algunas cosas.

Esta investigación comenzó con la idea de estudiar las periferias urbanas, como ya se
mencionaba desde las primeras páginas. En su planteamiento hubo una serie de interrogantes
las cuales dieron pie a la elaboración de un objeto de estudio y a unos objetivos concretos:
analizar cómo es que se construían y se vivían los márgenes de Xalapa. Para llegar a dicho
propósito hubo que resolver y hacer explícito qué debía comprenderse por el concepto de
ciudad y posteriormente el de periferia urbana.

En ese entendido, se realizó una propuesta conceptual y algunas consideraciones sobre


la construcción no sólo del objeto teórico, sino también de su delimitación física y espacial. Para
dicho cometido se emplearon algunos conceptos de Precedo Ledo y Kevin Lynch para
demostrar la ubicación y en dado caso, la existencia de una periferia urbana en Xalapa. Una
vez delimitado dicho espacio urbano se procedió a analizar quiénes son los actores que
intervienen en su construcción material.

Sin embargo, una de las preocupaciones era también comprobar si las personas que
habitan estos emplazamientos eran conscientes de su ubicación periférica. El concepto que
permitió llevar a cabo dicho análisis fue el de experiencia urbana. Es así que a través de la
recopilación de diversos testimonios se expresaron algunas dimensiones del vivir en los
márgenes, por un lado hicieron evidente la distancia con las áreas centrales de la ciudad y por
otro, mostraron que hay una clara diferenciación socioeconómica de los espacios en Xalapa.
Esta última situación de una u otra manera ya era explícita desde el momento en que se
eligieron dos zonas contrastantes. Pero, más allá de las diferencias o de realizar una mera
comparación es necesario poner en la mesa que estas desigualdades indican otros procesos
más amplios: hablan de la segregación sociespacial que viven muchos xalapeños.

Dar por sentado desde un inicio la existencia de este fenómeno urbano, a manera más
bien de hipótesis, sería deshonesto pues en realidad fue algo que se visualizó conforme
avanzaban los análisis. Incluirlo ahora no le quita peso científico ni menor validez a la tesis,
pero sí amerita hablar un poco sobre lo que implica el fenómeno en sí, sus modalidades y
características. Para llegar a ello, ahora se recapitularán los principales resultados de este
proyecto de investigación.

Construyendo ciudad: actores implicados en el crecimiento urbano de Xalapa

No es lo mismo hablar de los márgenes xalapeños del siglo XX a los de ahora, pero tampoco
es necesario ir tan lejos pues la periferia de hace veinte años ya es muy diferente a la actual.
Se pudo apreciar este crecimiento no sólo desde la demografía sino también en los testimonios
de las personas quienes notan cambios considerables en sus entornos. En las mismas prácticas
de campo fue visible realizadas hace dos años y para concluir esta investigación hubo que
regresar a las colonias y los fraccionamientos. La sorpresa fue encontrarse con nuevas
construcciones, más comercios y servicios, aunque poca infraestructura o equipamientos.

Todo esto implica que los procesos de poblamiento, expansión de la mancha,


urbanización de los suelos así como también los de edificación de viviendas y establecimientos
comerciales tienen como resultado el crecimiento urbano. Todos esos momentos son llevados
a cabo por actores que ejecutan acciones y que emplean estrategias en búsqueda de sus
intereses que aunque son personales, terminan contribuyendo a un proyecto colectivo que es
llamado ciudad. En concreto, en Xalapa existen cinco actores que tienen que ver directamente
con la construcción material de las periferias.

Primero, las familias o los colonos que desarrollan sus casas; las empresas inmobiliarias
de las cuales tienen gran peso las que hicieron los fraccionamientos del este; las direcciones
de Desarrollo Urbano de Xalapa y Obras Públicas que se adscriben al municipio; los pequeños,
medianos y grandes empresarios quienes permiten el abastecimiento principalmente de
alimentos, vestido y servicios a la población; y en menor medida los desarrolladores sociales
de vivienda.
Son las familias mismas las que constituyen a algunos de los principales actores del
crecimiento de la ciudad. Casi tres cuartas partes del crecimiento periférico de esta ciudad se
están llevando a cabo en una modalidad no planeada, de construcciones progresivas y de
urbanización negociada. Las personas que llegan a habitar una colonia de reciente fundación
(o que ellos mismos crean), además de construir sus viviendas, también gestionan los servicios
y hasta el equipamiento necesarios. Una vez que los espacios urbanos se consolidad, a través
de este mismo proceso se crearán nuevos márgenes. En Xalapa esta situación se presenta
especialmente en la periferia oeste y norte de la ciudad, considerando las delimitaciones que
aquí se establecieron.

En un caso diferente, algunas partes de la periferia sur se encuentran algunos


fraccionamientos construidos por empresas inmobiliarias y bien equipadas. Pero
exclusivamente es en la periferia este el área donde se está presentando de manera casi
uniforme una modalidad de crecimiento planeada, aunque ello no quiere decir que sea la
correcta o la más adecuada para ciudad. Las desarrolladoras de los nuevos fraccionamientos
que ocupan lo que anteriormente fue la Hacienda de las Ánimas, pertenecen a la familia
Fernández-Chedraui. En la actualidad esos terrenos y fraccionamientos son los que tienen
mayor plusvalía en la ciudad.

La creación y establecimiento de estos lugares residenciales no sería posible sin el


consentimiento de la Dirección de Desarrollo Urbano de Xalapa, la cual es responsable de la
autorización para llevar a cabo cualquier construcción dentro de la ciudad. Pareciera que la
preocupación esencial de esta dependencia del municipio es dedicarse a la regularización de
los procesos de construcción, claro está, simplemente en el trámite burocrático. Es decir, no
existe mayor interés por conocer ni las historias ni las verdaderas condiciones en las que las
personas tanto de fraccionamientos residenciales como de colonias populares viven la ciudad
que supuestamente vigilan.

La Dirección de Obras Públicas de Xalapa tiene que ver con la autorización de los
equipamientos y la dotación de infraestructura en la ciudad. Sin embargo la mayor parte de su
participación depende de los colonos quienes se organizan para llevar a cabo las propuestas,
para hacer trámites y para estar insistiendo en este proceso. Los comités de las colonias fungen
como un tipo de actor que vincula tanto a vecinos como a las autoridades.
Aunque no se expuso tal cual, otro de los actores que se encuentra relacionado en el
crecimiento de la periferia de esta ciudad, es el que está constituido por empresas particulares.
En el caso de ambas zonas de estudio existe una gran concentración de comercios y servicios
en sus avenidas principales. Esta tercerización de los suelos urbanos ha propiciado que las
periferias este y norte tengan un gran crecimiento tanto demográfico como en extensión, pues
al facilitar a sus habitantes una oferta comercial es lógico que más personas tengan gusto por
establecerse en esas áreas.

Hacia la salida a Veracruz ha habido un acomodo de empresas transnacionales, lo cual


expresa cierta estabilidad socioeconómica y el poder adquisitivo suficiente con los que cuenta
la zona Este. En la Avenida Atenas, las colonias de las que se rodea tienen otro tipo de
consumos que, no exenta a las transnacionales pero que se compone por una mayor variedad
de negocios. Allí abundan los comercios informales que conviven con varias cadenas
nacionales, entre las que cabe destacar El Monte de Piedad, Chedraui, Oxxo y Farmacias del
Ahorro.

En México, son escasos los desarrolladores sociales de vivienda acreditados. Xalapa


tiene la fortuna de ser la base donde opera la organización Pobladores A.C. que en otro
momento fue la Unión de Colonos, Inquilinos y Solicitantes de Vivienda de Veracruz. Aunque el
movimiento urbano popular como se presentó en otras décadas ya no existe en la actualidad,
la presencia de organizaciones no lucrativas como ésta, permiten a una pequeña parte de la
población obtener una mejor vivienda. Una casa que por lo menos tiene alguna supervisión
técnica. Quizá si las autoridades, especialmente las direcciones municipales ya mencionadas,
se comprometieran en verdad por resolver las condiciones de vida urbana y no tanto en cumplir
con trámites burocráticos, seguro que habría un crecimiento de la ciudad menos marginal.

Los actores descritos tienen lógicas diferentes pero no por ello peleadas. Como se pudo
observar, existe una gran interacción entre ellos y una negociación entre sus interés. Con
tiempos y estrategias diferentes, los actores logran llevar a cabo sus planes propiciando así
cambios en su entorno urbano. Sin embargo, las consecuencias de pensar todas estas acciones
de manera no coordinada han propiciado que el desarrollo urbano de Xalapa se salga de las
manos de cualquiera de ellos y se conforme dentro de una dinámica más amplia en donde la
espontaneidad y la corrupción son las que dirigen el crecimiento.
Hipólito Rodríguez (2012) habla ya del colesterol urbano como uno de los padecimientos
que están afectando a Xalapa haciendo referencia al pesado tráfico de la ciudad. El director de
Desarrollo Urbano, José Antonio Ochoa comentó en una entrevista realizada en el 2011 que
Xalapa no es una ciudad que crezca sino que engorda y que como toda gordura, puede llegar
a ser mórbida. Siguiendo la línea de las analogías se podría agregar que en realidad la ciudad
efectivamente se ha crecido en hacia el sureste pero ha engordado en su zona norte.

Los centros y las periferias

Hablar de la periferia urbana inevitablemente nos remite a pensar y de cierta forma también a
validar la existencia de un centro que es referente. Más allá de la geografía urbana es evidente
la distancia entre los fraccionamientos y las colonias que se analizaron hacia el centro de
Xalapa. Ese centro que históricamente se ha formado como un punto comercial que conjuga
los poderes administrativos. En ese sentido se presentan dos situaciones de fragmentación
espacial, la primera tiene que ver con cierta independencia de las áreas periféricas estudiadas
con el centro. La segunda habla más bien de una diferenciación en el uso de los espacios
centrales.

Tanto las Ánimas como la Revolución, llamándoles así para identificar este y norte
respectivamente, cuentan con una gran oferta de servicios la cual representa que las personas
que viven en esas áreas no tengan necesidad de acudir periódicamente al centro de la ciudad
para llevar a cabo sus actividades cotidianas. Podría afirmarse que se conforman como nuevos
centros urbanos en Xalapa. No solamente esto es claro para los colonos de ambas zonas sino
que también lo es para muchos otros xalapeños que no viven ahí como pudo apreciarse en los
testimonios analizados.

Eso no quiere decir que el centro deje de ser funcional como ha sucedido en otras
ciudades del mundo ante la globalización, caso cercano es el puerto de Veracruz. En realidad
en Xalapa ha habido una reconfiguración del centro a partir de los usos que se le dan. Hay una
clara división entre un centro popular, al cual acuden los estratos bajos y medios de la ciudad
para abastecerse de productos principalmente. Este centro se puede identificar por la clase de
comercios que presenta, se ubicaría a partir de la calle Júarez hasta la Avenida 20 de
noviembre.
Inmediatamente debajo de este polígono está el centro histórico, un espacio central que
contiene varios edificios que son considerados patrimonio histórico y que alberga varias tiendas
departamentales y a un supermercado. Asimismo es en donde se reúnen los espacios culturales
como galerías, cafés alternativos, escenarios, foros entre otros. Las calles del centro histórico
son parte del paseo obligado para los turísticas, el centro popular no. Es en esta zona a donde
acuden más las clases medias altas y altas de la sociedad cuando llegan a asistir al centro.

Vivir aquí o vivir allá. Procesos de segregación en una ciudad media

El esquema básico de la segregación en las ciudades latinoamericanas (Sabatini, Cáceres y


Cerda: 2001: 23-24) se puede resumir en algunos puntos concretos de los cuales se retoman
los siguientes:

a) Una marcada concentración espacial de los grupos altos y los medios ascendentes, en el
extremo en una sola zona de la ciudad con vértice en el Centro histórico y una dirección de
crecimiento definida hacia la periferia llamaremos a esta zona “barrio de alta renta”

b) La conformación de amplias áreas de alojamiento de los grupos pobres, mayoritariamente


en la periferia lejana y mal servida, pero también en sectores deteriorados cercanos al Centro.

Cabe preguntarse entonces ¿A qué obedece la segregación en Xalapa? Y como en toda


ciudad la respuesta tiene que ver con el poder adquisitivo para poder acceder a terrenos o
viviendas. Las personas que cuentan con el dinero suficiente o el acceso a un crédito pueden
instalarse en las mejores zonas de la ciudad, esto es, con suelos más estables, mejor
comunicadas, aquellas bien equipadas y dotadas de servicios. La gente que no cuenta con esa
posibilidad aquí en Xalapa tiene dos opciones: rentar o conseguir un terreno en sitios alejados,
de difícil acceso y con carencias en su infraestructura.

Existe una suerte de patrón entre los orígenes con la actual ubicación de los migrantes
de la ciudad de Xalapa. En los fragmentos de entrevistas se puede apreciar que las personas
que vienen de poblados o pequeños municipios ha llegado a asentarse a las zonas periféricas
más precarias de la ciudad a diferencia de aquella gente que proviene de ciudades –muy-
grandes como el Distrito Federal quienes se acomodan en las zonas de mayor plusvalía. Esta
procedencia está totalmente ligada a la percepción y al sentir de las personas. Muchas de las
personas que vivían en colonias populares y que eran originarias de algún pueblo, consideraban
su vivienda y su vecindario como un lugar agradable. Algunas personas que provenían de
ciudades grandes lamentaban que Xalapa esté presentando problemas que antes vivieron en
esas ciudades.

Asimismo factores como la preparación educativa y las modalidades de las actividades


económicas se relacionan con esa ubicación de los sectores en distintas partes de la ciudad.
La mayoría de las familias entrevistadas que vivían en la zona norte de la ciudad, en colonias
populares, estaban insertadas en mercados informales de trabajo, muchas veces temporales y
sin seguridades sociales como servicio médico o jubilación. Gran parte de los entrevistados
fueron los jefes de familia quienes contaban con un grado de preparación nulo o técnico.
Algunos de los hijos de estas personas se encontraban realizando estudios profesionales pero
era una cantidad pequeña A diferencia de la zona norte, en las Ánimas la mayoría de los hijos
de los entrevistados o los mismos entrevistados se dedican a la escuela mientras que los
adultos que llevan los gastos de la casa tenían un empleo bien pagado o por lo menos estable.

Pendientes

Es casi imposible querer aprehender las variadas dimensiones de la experiencia urbana pues
esta es muy amplia y diversa como los mismos habitantes de una ciudad. Sin embargo, el
esfuerzo aquí presentado puede servir de guía para hacer análisis en otras ciudades o al menos
como un punto de partida. Hace falta explorar otros temas pero algunos de los pueden
estudiarse y que no fueron abordados son las formas de alimentación según la ubicación
espacial en la ciudad, el impacto de los partidos en las colonias populares y la multiplicidad de
asociaciones religiosas.

Por otro lado, en cuanto al crecimiento de la ciudad de Xalapa es necesario realizar


estudios que hablen sobre los fraccionamientos de interés social los cuales son parte importante
de las modalidades de vivienda y que están conformando una buena parte del crecimiento de
la ciudad. Principalmente los desarrollos que se están construyendo al sur de la ciudad como
Santa Rosa, Las Fuentes, Lomas Verdes. Asimismo hay que explorar la experiencia urbana de
habitantes de unidades habitacionales ya consolidados como Agua Santa I y II, Jardines de
Xalapa, Xalapa 200 y nuevo Xalapa. Estas formas de vivir la ciudad tienen otras variables, otras
historias, otros actores y seguramente estrategias diferentes. Sin embargo todas forman parte
de la ciudad.
Finalmente es necesario mencionar que es necesaria la producción de análisis
antropológicos sobre las ciudades medias y pequeñas, pues gran parte de la población de
México vive en este tipo de lugares. Pese a ello siguen prevaleciendo los estudios sobre las
megalópolis del país, lo cual no está mal pero implica que se hay una parte de la película sobre
la experiencia urbana que se está dejando de lado. Sin escenas tan importantes no se entiende
la película en sí y omitiendo a la población de ciudades medianas no se entiende el fenómeno
urbano como tal. Lo urbano es consecuencia de la ciudad y la ciudad es consecuencia de la
cultura. La cultura es exclusiva de la condición humana, que a su vez es posible gracias a
procesos de la biológicos (es decir, de la naturaleza). En ese sentido es que esta disciplina tiene
cabida especial en los estudios urbanos pues a partir de ella se puede llegar a este tipo de
reflexiones más integrales de la realidad social que sea.
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