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transporte marítimo
Todo el mundo sabe que las cosas pueden ponerse realmente feas en medio del
océano. Ese es el motivo por el que muchos transitorios destacan la importancia de
embalar y cargar de forma segura las mercancías. Pero, teniendo en cuenta que la
naturaleza es impredecible, un envío nunca está totalmente seguro.
Tomar todas las medidas preventivas a tu alcance para que tu carga no resulte
dañada es altamente recomendable. Pero tienes que tener en cuenta que existen
otros factores fuera de tu control. Dos ejemplos rápidos: las condiciones
meteorológicas impredecibles pueden resultar fácilmente en daños y, en el caso de
los envíos de grupaje, el mal embalaje de las mercancías de otros expedidores
puede afectar a la seguridad de las tuyas.
El fuego iniciado a bordo del Maersk Honam a principios de este año es un buen
recordatorio de que, en transporte marítimo internacional, es siempre mejor pasarse
de precavido que quedarse corto. Y ahí es donde entra en juego el seguro de
transporte marítimo.
Los seguros de transporte marítimo no son tan diferentes de los seguros de vida o
salud. Hay una gran variedad de seguros para tu carga y cada uno de ellos tiene
sus propias limitaciones y coberturas. En este artículo, te ofrecemos una visión
general de los tipos más comunes de seguros de transporte marítimo.
Como sugiere su nombre, el seguro de carga terrestre cubre las eventualidades que
puedan tener lugar mientras la carga está siendo transportada por vía terrestre. Es
decir, cubre lo que pueda suceder cuando la carga está a bordo del camión, pero
también cuando es transportada o manipulada por otro tipo de vehículos
especializados.
El seguro de carga marítima cubre la parte del viaje que sucede en el mar (o en el
aire en el caso de transporte aéreo). En contraste con el seguro de transporte
terrestre, su aplicación es internacional.
Cobertura: daños producidos por la carga o descarga del contenedor, mal tiempo,
piratería y otros riesgos.
Los seguros de carga marítima pueden ser renovables o permanentes. Para los
expedidores poco frecuentes, es mejor escoger seguros con políticas de renovación
aplicables a un único viaje. Este tipo de seguros suele ser bastante económico y
puede llegar a ahorrar sumas considerables de dinero. En cuanto a los expedidores
frecuentes, hay seguros con pólizas permanentes que cubren un periodo
determinado de tiempo, independientemente del número de envíos que se realicen.
La cobertura de los seguros de carga puede incluir el transporte por vía terrestre,
marítima, aérea o ferroviaria. Pero hasta qué punto quedas cubierto depende del
tipo de póliza que escojas. En general, los seguros se rigen por las clausulas ICC y
dentro de estas clausulas existen distintos tipos de coberturas que se clasifican en
los niveles A,B y C, siendo las pólizas A las que tienen mayor cobertura.
Seguros a todo riesgo
La cobertura a todo riesgo ofrece una de las mayores coberturas y protege frente a
una amplia gama de factores externos. En general, este tipo de seguros cubre la
mayor parte de daños y pérdidas físicas que se produzcan como resultado de
distintas incidencias externas con las que una mercancía se pueda encontrar. Este
tipo de cobertura se aplica normalmente a lo que las mercancías generales o
aprobadas previamente por las aseguradoras, que son mercancías nuevas y que
no se dañan fácilmente.
Daños producidos por una mala estiba. Los errores cometidos durante la
estiba, incluyendo deficiencias en el embalaje, son una de las principales
causas por las que se producen daños en la carga y no quedan cubiertos por
ningún seguro.
Daños producidos en la carga como resultado de una negligencia. Un
buen ejemplo de negligencia sería enviar productos sensibles al paso del
tiempo a un puerto que es conocido por experimentar constantes retrasos y
congestiones.
Defecto inherente. Se refiere al deterioro de la carga debido a su naturaleza,
en oposición a factores externos. Esto sucede por ejemplo en el caso de
envíos de vino o cerveza, dado que la calidad de estos productos puede
verse alterada por los movimientos y los cambios de temperatura durante el
tránsito.
Rechazo de las aduanas
Abandono de la carga
WSRCC. Estas siglas provienen del inglés war, strikes, riots, and civil
commotions. Es decir, guerras, huelgas, motines y disturbios civiles.
Pérdida de beneficios. No quedan cubiertas las pérdidas de oportunidades
y beneficios derivadas de los daños causados en la carga.
Pérdidas por impago. Las pérdidas derivadas de impagos quedan
excluidas, incluyendo impagos a proveedores, terminales, etc.
Otros factores externos como terremotos, polución, infecciones, etc.
Dolo. Concepto legal que se refiere a daños ocasionados
intencionadamente.
Al contrario que las pólizas a todo riesgo, las pólizas de riesgos identificados sólo
cubren las pérdidas causadas por las causas específicamente nombradas en la
póliza. Aquí tienes algunos ejemplos de causas que podrían incluirse en este tipo
de póliza:
Avería gruesa
Por norma general, la avería gruesa no queda cubierta con ninguno de los tipos de
seguros de transporte marítimo mencionados anteriormente, sino que necesita ser
específicamente incluida.
Si estás pensando que te puedes saltar esta parte porque estas cosas nunca pasan,
piénsatelo dos veces. De acuerdo con las estadísticas, se producen reclamaciones
por avería gruesa cada 8 años. Puede parecer poco frecuente, pero lo último que
querrías es verte en una situación de avería gruesa sin cobertura, especialmente
teniendo en cuenta que los casos de avería gruesa tardan años en resolverse y
pueden llegar a costar cientos de miles de euros.
Con una cobertura ante averías gruesas, tu proveedor de seguros sería responsable
de pagar la cantidad compensatoria. Sin esta cobertura, serías legalmente
responsable y tendrías que contribuir con tu parte de la compensación.
Otros aspectos importantes a considerar a la hora de contratar un seguro de
transporte marítimo
Otro aspecto fundamental que debes tener en cuenta es que siempre debes
asegurar la carga por el valor real. Piensa que, si se producen daños, el valor de la
carga siempre debe ser justificado a la hora de efectuar la reclamación al seguro.
Este trágico incidente y otros tan recientes como la colisión del Tolten (Hapag-Lloyd)
en Karachi subrayan la importancia de, primero y por encima de todo, la seguridad
de las tripulaciones en el mar. Pero también resaltan la importancia de la seguridad
de las mercancías embarcadas.
Como exportador o importador, la idea de que tus mercancías se encuentren en
medio de las llamas resulta alarmante. Incluso aunque algunos contenedores no
resultasen dañados por el efecto del fuego, podrían resultar igualmente dañados en
el siniestro por otras circunstancias, como por ejemplo el humo. La guardia costera
india ha clasificado el fuego como un incendio de origen químico, lo que reabre el
debate sobre la cuestión del seguro de mercancías, así como sobre la declaración
y la documentación de todas las mercancías, sean estas peligrosas o no.
Por ley, todas las navieras están obligadas a ofrecer un seguro mínimo, pero
se trata de un seguro de cobertura limitada. Como expedidor, puedes y debes
comprar un seguro adicional de la carga para garantizar una protección más
completa para tus mercancías. Este seguro cubriría los posibles daños en la carga
desde que está en el almacén de origen hasta que se encuentra segura en las
manos del consignatario en su destino final.
La lista de estiba de cada buque se prepara en base a los datos que constan en el
manifiesto, donde todos y cada uno de los expedidores cuya carga será
transportada deben declarar qué mercancías contienen sus contenedores. Existen
zonas en los buques preparadas para cargas especiales, como es el caso de las
mercancías IMO. Por eso es de vital importancia declarar con exactitud las
mercancías que se van a transportar.
Dada la enorme cantidad de mercancías que son transportadas por mar, las
aduanas no tienen tiempo suficiente para registrar todos los contenedores y verificar
el contenido de cada carga. De hecho, se estima que tan sólo son inspeccionados
el 2% de todos los contenedores enviados por transporte marítimo.
Los seguros de transporte marítimo varían en función del envío y los nombres de
los diferentes seguros varían en función de cada compañía aseguradora. Pero en
general, todos los seguros de carga deberían cubrir los daños físicos sufridos
en un envío debidos a circunstancias imprevistas, es decir, aquellas fuera del
control del propietario de la carga. Esto se aplica a los casos de accidentes,
naufragios, piratería, etc. Siempre suponiendo que las mercancías hayan sido
empaquetadas correctamente de acuerdo a las necesidades específicas del tipo de
envío.
Contacta con tu transitorio o compañía de seguros para informarte mejor de los tipos
de pólizas de seguros que tienes disponibles para tu próximo envío de transporte
marítimo.
Nota: los retrasos en los buques no quedan cubiertos por los seguros de
transporte marítimo.