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Estudio sobre la suspensión provisional y en su caso definitiva en materia de


Amparo, realizado por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Segundo Circuito, en la Queja 48 horas 179/2019. Se transcribe lo conducente.

En principio, dijo que quien acuda a instar el juicio de amparo indirecto debe
ser titular de un derecho subjetivo o bien, aducir que tiene un interés legítimo,
el cual explicó; asimismo, dijo que para que exista ese interés, se requiere la
afectación a la esfera jurídica del gobernado.

Luego citó el contenido del artículo 131 de la Ley de Amparo, así como las
hipótesis que deben cubrirse para que se conceda la suspensión provisional, que
son:

1. Que el quejoso acredite el daño inminente.

2. Que ese daño sea irreparable si no se concede la medida cautelar (o se corra


peligro de que se pierda la materia de la litis de amparo)

3. El interés - social que justifique su otorgamiento.

Respecto del primer elemento, indicó que el daño inminente debe ser actual o bien
que esté por suceder, no puede ser futuro e incierto; en cuanto al segundo, que
la irreparabilidad implique que el estado que guardan las cosas no puede ser
restituido al que tenía antes de la violación del derecho reclamado; por cuanto
hace al tercero, dijo que el máximo tribunal ha sostenido que el orden público e
interés social son nociones íntimamente vinculadas.

Orienta las anteriores consideraciones, la tesis 1aCVIII/2007, de la Primera Sala


de la Suprema CorteJusticia de la Nación, del rubro y texto:
No. Registro: 172517, Tesis aislada, Materia(s): Constitucional, Novena Época,
Instancia: Primera Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Mayo de 2007, Tesis: 1a. CVIII/2007, Página: 793
GARANTÍA A LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA COMPLETA TUTELADA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES.
El derecho fundamental contenido en el referido precepto constitucional implica,
entre otras cosas, el deber de los tribunales de administrar justicia de manera
completa, en atención a los cuestionamientos planteados en los asuntos sometidos
a su consideración, analizando y pronunciándose respecto de cada punto litigioso,
sin que ello signifique que tengan que seguir el orden expuesto por las partes o
que deban contestar argumentos repetitivos, pues los órganos encargados de
dirimir las controversias están en aptitud de precisar las cuestiones a resolver,
lo que puede o no coincidir con la forma o numeración adoptada en los respectivos
planteamientos, y aunque no pueden alterar los hechos ni los puntos debatidos, sí
pueden e incluso deben definirlos, como cuando la redacción de los escritos de
las partes es oscura, deficiente, equívoca o repetitiva. Esto es, los principios
de exhaustividad y congruencia de los fallos judiciales no pueden llegar al
extremo de obligar al juzgador a responder todas las proposiciones, una por una,
aun cuando fueran repetitivas, ya que ello iría en demérito de otras subgarantías
tuteladas por el referido precepto constitucional -como las de prontitud y
expeditez- y del estudio y reflexión de otros asuntos donde los planteamientos
exigen la máxima atención y acuciosidad judicial, pues la garantía a la
impartición de justicia completa se refiere únicamente a que los aspectos
debatidos se resuelvan en su integridad, de manera que sólo deben examinarse y
solucionarse las cuestiones controvertidas que sean necesarias para emitir la
decisión correspondiente.
Amparo directo en revisión 1681/2006. Arfer de la Laguna, S.A. de C.V. 21 de
febrero de 2007. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretaria: Constanza Tort San Román.

Con la finalidad de justificar las calificativas que preceden, es conveniente


referir que la suspensión de los actos reclamados cosntituye una providencia
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cautelar en los procedimientos de amparo, de caracter instrumental, para
preservar la materia del juicio constitucional. Su contenido reviste la forma de
mandato asegurador del cumplimiento y la ejecucion de otra providencia principal
que pudiere ordenar la anulaciòn de la conducta prevista de una autoridad pùblica
, haciendo cesar temporalmente sus efectos obligatorios, mientras se resuelve la
controversia constitucional.

-El objetivo primordial de esa providencia cautelar es, por tanto, mantener viva
la materia del juicio constitucional, impidiendo que el acto que lo motiva, al
consumarse irreparablemente, haga nugatoria para la parte agraviada la
protección de la Justicia Federal, evitando a ésta los perjuicios que la
ejecución del acto que reclama pudiera ocasionarle.

En relación con la suspensión de los actos reclamados en el juicio de amparo, el


artículo 107, fracción X, de la Constitución Federal, en relación con los
numerales 125, 128 y 129 de la Ley de Amparo, ambos ordenamientos en su actual
redacción, establecen lo siguiente:
"Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta
Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los
procedimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases
siguientes:
(…)
X. Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en los casos y mediante
las condiciones que determine la ley reglamentaria, para lo cual el órgano
jurisdiccional de amparo, cuando la naturaleza del acto lo permita, deberá
realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y del interés
social".
"Artículo 125. La suspensión del acto reclamado se decretará de oficio o a
petición del quejoso".
"Artículo 128. Con excepción de los casos en que proceda de oficio, la suspensión
se decretará, en todas las materias, siempre que concurran los requisitos
siguientes:
I. Que la solicite el quejoso; y
II. Que no se siga perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones
de orden público.
La suspensión se tramitará en incidente por separado y por duplicado".
"Artículo 129. Se considerará, entre otros casos, que se siguen perjuicios al
interés social o se contravienen disposiciones de orden público, cuando, de
concederse la suspensión:
I. Continúe el funcionamiento de centros de vicio o de lenocinio, así como de
establecimientos de juegos con apuestas o sorteos;
II. Continúe la producción o el comercio de narcóticos;
III. Se permita la consumación o continuación de delitos o de sus efectos;
IV. Se permita el alza de precios en relación con artículos de primera necesidad
o de consumo necesario;
V. Se impida la ejecución de medidas para combatir epidemias de carácter grave o
el peligro de invasión de enfermedades exóticas en el país;
VI. Se impida la ejecución de campañas contra el alcoholismo y la drogadicción;
VII. Se permita el incumplimiento de las órdenes militares que tengan como
finalidad la defensa de la integridad territorial, la independencia de la
República, la soberanía y seguridad nacional y el auxilio a la población civil,
siempre que el cumplimiento y ejecución de aquellas órdenes estén dirigidas a
quienes pertenecen al régimen castrense;
VIII. Se afecten intereses de menores o incapaces o se les pueda causar trastorno
emocional o psíquico;
IX. Se impida el pago de alimentos;
X. Se permita el ingreso en el país de mercancías cuya introducción esté
prohibida en términos de ley o bien se encuentre en alguno de los supuestos
previstos en el artículo 131, párrafo segundo de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; se incumplan con las normas relativas a regulaciones y
restricciones no arancelarias a la exportación o importación, salvo el caso de
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las cuotas compensatorias, las cuales se apegarán a lo regulado en el artículo
135 de esta Ley; se incumplan con las Normas Oficiales Mexicanas; se afecte la
producción nacional;
XI. Se impidan o interrumpan los procedimientos relativos a la intervención,
revocación, liquidación o quiebra de entidades financieras, y demás actos que
sean impostergables, siempre en protección del público ahorrador para
salvaguardar el sistema de pagos o su estabilidad;
XII. Se impida la continuación del procedimiento de extinción de dominio
previsto en el párrafo segundo del artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. En caso de que el quejoso sea un tercero ajeno al
procedimiento, procederá la suspensión;
XIII. Se impida u obstaculice al Estado la utilización, aprovechamiento o
explotación de los bienes de dominio directo referidos en el artículo 27 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El órgano jurisdiccional de amparo excepcionalmente podrá conceder la suspensión,
aun cuando se trate de los casos previstos en este artículo, si a su juicio con
la negativa de la medida suspensional pueda causarse mayor afectación al interés
social".

De los preceptos legales previamente transcritos, se puede colegir que para que
proceda conceder la suspensión de los actos reclamados, se requiere analizar, por
regla general, los siguientes aspectos:

1) La existencia del acto reclamado

[Al respecto, ver la jurisprudencia 2a./J.5/93 publicada en la página 12, tomo 68


, agosto de 1993, Octava Época de la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, de rubro: “SUSPENSIÓN PROVISIONAL. CUANDO EL QUEJOSO SE OSTENTA COMO
TERCERO EXTRAÑO AL JUICIO Y RECLAMA EL DESPOSEIMIENTO DE UN BIEN INMUEBLE, PUEDE
ACREDITAR SU INTERÉS JURÍDICO INDICIARIA O PRESUNTIVAMENTE”.]

2) Que el acto reclamado, de acuerdo con su naturaleza, sea susceptible de


suspenderse; y,

3) Que se reúnan los requisitos a que alude el artículo 128 de la Ley de Amparo,
esto es, que lo pida el agraviado (el que por supuesto debe acreditar al menos un
interés indiciario para obtener la medida cautelar) y que no se siga perjuicio al
interés social ni se contravengan disposiciones de orden público, momento en el
que simultáneamente se deberá ponderar la apariencia del buen derecho.

Es aplicable, por analogía, la tesis 2a. XXIII/2016 (10a.)3 de la Segunda Sala de


la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de contenido siguiente:

Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, décima época, libro 30, mayo de
2016, tomo II, página 1376. Registro 2011614.

“SUSPENSIÓN DEFINITIVA EN EL JUICIO DE AMPARO. REQUISITOS PARA CONCEDERLA. De los


artículos 107, fracción X, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como 128 y 138 de la Ley de Amparo, se advierte que para conceder
la suspensión definitiva en el juicio de amparo se requiere que: I. Expresamente
la solicite el quejoso; II. Haya certidumbre sobre la existencia de los actos
cuya suspensión se solicita; III. Los actos reclamados sean susceptibles de
suspensión; IV. No se siga perjuicio al interés social ni se contravengan
disposiciones de orden público, según lo dispuesto en el artículo 129 de la
citada Ley y; V. Deba llevarse a cabo un análisis ponderado del caso concreto
bajo la apariencia del buen derecho. Así, sólo de cumplirse todos los requisitos
que anteceden, el órgano jurisdiccional podrá conceder la suspensión definitiva
sujetándola, en su caso, al otorgamiento de la garantía prevista en el artículo
132 de la propia Ley."

En relación con el primer aspecto –la existencia del acto reclamado–, cuando el
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juzgador se pronuncie sobre la medida de manera provisional, dada su naturaleza
basta que quede acreditada la existencia del acto con las manifestaciones o
afirmaciones que el quejoso realice bajo protesta de decir verdad, y tratándose
de la medida definitiva, la existencia del acto debe quedar probada al menos
indiciariamente, ya sea mediante la aceptación que sobre ello realice la
autoridad en el informe previo (de haberse rendido), o bien, que con los medios
de convicción ofrecidos se presuma su existencia.

En cuanto al segundo supuesto –que el acto reclamado, de acuerdo con su


naturaleza, sea susceptible de suspenderse–, es importante enfatizar que el
artículo 107, fracción X, constitucional, dispone que para conceder la suspensión
se tomará en cuenta, entre otros elementos, “la naturaleza de la violación
alegada”, de donde se deriva la obligación de verificar si el acto reclamado es
susceptible de suspenderse.

Sobre este punto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido una serie
de tesis en relación con los actos que acorde con su naturaleza admiten
paralización, de donde se puede obtener que es improcedente conceder la
suspensión respecto de: a) actos negativos, porque sería otorgar a la medida
cautelar efectos restitutorios propios del juicio de amparo4; b) actos consumados
en todas sus consecuencias, porque equivaldría a darle efectos restitutorios a la
suspensión (5); c) actos declarativos sin ejecución; d) actos futuros probables o
inciertos (6); e) actos del proceso legislativo de una ley cuando se llevan a
cabo (7); y f) los efectos de las leyes autoaplicativas que conciernen al
patrimonio del Estado o atañen a las funciones esenciales de éste, así como a las
que tocan a su organización conforme a las bases fundamentales establecidas en la
Constitución (8).

En cambio, son susceptibles de suspenderse: a) actos positivos; b) actos


continuos o continuados (de tracto sucesivo), para que se detengan sus efectos o
no se sigan verificando, evitando que se consumen de forma irreparable (9); c)
actos prohibitivos del ejercicio de un derecho o la continuación de una actividad
, por sus efectos positivos en la persona o en su patrimonio (10); d) actos
negativos con efectos positivos, que por lo regular son aquellos que revocan o
anulan un derecho (11); e) actos declarativos con principio de ejecución (12); f)
actos de inminente realización (13).

4 Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Semanario Judicial de la


Federación, t. XVIII, p. 235, de rubro: “ACTOS NEGATIVOS”.
5 Jurisprudencia 12, Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, t. VI, materia común,
p.13 de rubro: “ACTOS CONSUMADOS. SUSPENSIÓN IMPROCEDENTE”.
6 Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Semanario Judicial
de la Federación, Quinta Época, t.LVIII, p.1902, de rubro: “ACTOS FUTUROS E
INCIERTOS”
7 Jurisprudencia 356, Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, t. I, Materia
Constitucional, p. 409, de rubro: “LEYES SUSPENSIÓN IMPROCEDENTE CONTRA LA
EXPEDICIÓN Y PROMULGACIÓN DE LEYES”.
8 Jurisprudencia 354, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, t. I, materia
constitucional, p. 407, de rubro: “LEYES, SUSPENSIÓN CONTRA LAS, IMPROCEDENTE”.

9 Jurisprudencia 14, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,


Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, t. VI, Materia Común,
p.14, de rubro: “ACTOS DE TRACTO SUSCESIVO”.
10 Tesis 254, Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Apéndice
al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, t. III, materia administrativa,
p. 243, de rubro: “ACTOS PROHIBITIVOS Y NEGATIVOS, DIFERENCIA ENTRE LOS
(EXPLOTACIÓN DE BOSQUES)”
11 Jurisprudencia 17, Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
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Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, t. VI, materia común,
p. 16 de rubro: “ACTOS NEGATIVOS CON EFECTOS POSITIVOS”.
12 Jurisprudencia 15, Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, t. VI, materia común,
p. 14 de rubro: “ACTOS DECLARATIVOS”.
13 Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Semanario Judicial
de la Federación, Quinta Época, p. 5990, de rubro: “ACTOS DE REALIZACIÓN
INMINENTE”.

Ahora bien, la mayor parte de los criterios sobre la suspensión del acto
reclamado, de acuerdo con su naturaleza, datan de la integración de la Quinta
Época, y constituyen tesis casuísticas, que en realidad pueden reagruparse bajo
un solo punto de partida: “los efectos del acto”. Así es, en realidad lo que se
suspende son los efectos del acto, de ahí que si carecen de éstos no hay materia
qué suspender, por el contrario, si los tiene y no se han ejecutado, o bien, se
están ejecutando, el acto puede suspenderse.

En ese orden de ideas, si el acto no es susceptible de paralizarse, la suspensión


solicitada será improcedente con fundamento en el artículo 107, fracción X, de la
Ley de Amparo, sin necesidad de examinar los requisitos de que habla el numeral
128 de la propia disposición, relativos al interés suspensional y que no se siga
perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público.

Posteriormente, superados los elementos que anteceden (existencia del acto y la


naturaleza de éste), el juzgador debe examinar que quien pida la medida
precautoria acredite al menos un interés suspensional para obtener la medida
cautelar y que su concesión no traiga un perjuicio al interés social ni se
contravenga disposiciones de orden público, cuyos postulados de manera
enunciativa y no limitativa se contemplan en el artículo 129 de la ley de la
materia, ponderando, desde luego y de manera simultánea, la apariencia del buen
derecho y el peligro en la demora, en términos del ordinal 138 de la propia
disposición legal.

En este punto, es menester precisar que una de las exigencias legales que deben
colmarse, tratándose de la suspensión del acto reclamado en el juicio de amparo,
es aquella referente a que con su otorgamiento no se contravengan disposiciones
de orden público o se perjudique el interés social.

El orden público y el interés social son nociones íntimamente vinculadas, en la


medida en que el primero tiende al arreglo o composición de la comunidad con la
finalidad de satisfacer necesidades colectivas, de procurar un bienestar o
impedir un mal a la población, mientras que el segundo se traduce en la necesidad
de beneficiar a la sociedad, o bien, evitarle alguna desventaja o trastorno.

Así, el concepto de disposiciones de orden público comprende las normas previstas


en los ordenamientos legales que tienen como fin inmediato y directo tutelar
derechos de la colectividad para evitarle algún trastorno o desventaja o para
procurarle la satisfacción de necesidades o algún provecho o beneficio, y por
interés social debe considerarse el hecho, acto o situación que reporte a la
sociedad una ventaja o provecho, o la satisfacción de una necesidad colectiva, o
bien, le evite un trastorno público.

En vinculación con los razonamientos de mérito, se considera que el orden público


y el interés social se afectan cuando con la suspensión se priva a la
colectividad de un beneficio que le otorgan las leyes o se le infiere un daño que
de otra manera no resentiría.

Lo antes señalado encuentra apoyo, en los siguientes criterios:

“INTERÉS SOCIAL Y DISPOSICIONES DE ORDEN PÚBLICO. SU APRECIACIÓN. La Suprema


Corte sostiene, como se puede consultar en la tesis 131 del Apéndice de
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jurisprudencia 1917-1965, Sexta Parte, página 238, que si bien la estimación del
orden público en principio corresponde al legislador al dictar una ley, no es
ajeno a la función de los juzgadores apreciar su existencia en los casos
concretos que se les someten para su fallo. El examen de la ejemplificación
que contiene el artículo 124 de la Ley de Amparo para indicar cuándo se sigue
perjuicio al interés social o se contravienen disposiciones de orden público,
revela que se puede razonablemente colegir en términos generales, que se producen
esas situaciones cuando se priva a la colectividad con la suspensión de un
beneficio que le otorgan las leyes, o se les infiere un daño con ella que de otra
manera no resentiría.” (14)

SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO, CONCEPTO DE ORDEN PUBLICO PARA LOS EFECTOS DE LA.
De los tres requisitos que el artículo 124 de la Ley de Amparo establece para que
proceda conceder la suspensión definitiva del acto reclamado, descuella el que se
consigna en segundo término y que consiste en que con ella no se siga perjuicio
al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público. Ahora bien,
no se ha establecido un criterio que defina, concluyentemente, lo que debe
entenderse por interés social y por disposiciones de orden público, cuestión
respecto de la cual la tesis número 131 que aparece en la página 238 del Apéndice
1917-1965 (jurisprudencia común al Pleno y a las Salas), sostiene que si bien la
estimación del orden público en principio corresponde al legislador al dictar una
ley, no es ajeno a la función de los juzgadores apreciar su existencia en
los casos concretos que se les sometan para su fallo; sin embargo, el examen de
la ejemplificación que contiene el precepto aludido para indicar cuándo, entre
otros casos, se sigue ese perjuicio o se realizan esas contravenciones, así como
de los que a su vez señala esta Suprema Corte en su jurisprudencia, revela que se
puede razonablemente colegir, en términos generales, que se producen esas
situaciones cuando con la suspensión se priva a la colectividad de un beneficio
que le otorgan las leyes o se le infiere un daño que de otra manera no resentiría
.” (15).

14 Tesis aislada, Séptima Época, Segunda Sala, Semanario Judicial de la


Federación, 47 Tercera Parte, página 58, registro 818680.
15 Jurisprudencia 8, Séptima Época, Segunda Sala, Informe mil novecientos setenta
y tres, Parte II, página 44, registro 805484.

Aunado a lo anterior, cabe precisar que a fin de proveer respecto de la


suspensión de la ejecución del acto reclamado solicitada en un juicio de amparo
indirecto, debe ponderarse en forma simultánea la apariencia del buen derecho con
el perjuicio al interés social o al orden público, esto es, deben en forma
simultánea sopesarse las consecuencias que la ejecución del acto reclamado
pudiera ocasionar en la esfera jurídica de la parte quejosa para el caso de que
el acto impugnado resultara inconstitucional a la par de la afectación al interés
social y orden público que la suspensión generaría.

Dicho en otras palabras, sin dejar de observar los requisitos plasmados en los
artículos 128 y 139 de la Ley de Amparo, se puede realizar la comprobación de la
apariencia del buen derecho, de modo tal que, de acuerdo con un cálculo de
probabilidades, sea posible anticipar que en la sentencia de amparo pudiera
declararse la inconstitucionalidad del acto reclamado, sin que ello implique
prejuzgar sobre la certeza del derecho, pues éste se resolverá en la sentencia
definitiva en el estudio de fondo del juicio, sin que el otorgamiento de la
medida cautelar permita que se trastoquen el interés social y el orden público,
pues entonces deberá negarse la suspensión, ya que no puede estar el derecho
individual por encima del de la sociedad; además, deberá ponderar el peligro en
la demora, que consiste en la posible frustración de los derechos del solicitante
de la medida, que se pueden concretar como consecuencia de la tardanza en el
dictado de la sentencia.

Lo anterior quedó recogido en la jurisprudencia P./J. 15/96 (16), del pleno de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyo rubro es del tenor siguiente:
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“SUSPENSIÓN. PARA RESOLVER SOBRE ELLA ES FACTIBLE, SIN DEJAR DE OBSERVAR LOS
REQUISITOS CONTENIDOS EN EL ARTÍCULO 124 DE LA LEY DE AMPARO, HACER UNA
APRECIACIÓN DE CARÁCTER PROVISIONAL DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO
. La suspensión de los actos reclamados participa de la naturaleza de una medida
cautelar, cuyos presupuestos son la apariencia del buen derecho y el peligro en
la demora. El primero de ellos se basa en un conocimiento superficial dirigido a
lograr una decisión de mera probabilidad respecto de la existencia del derecho
discutido en el proceso. Dicho requisito aplicado a la suspensión de los actos
reclamados, implica que, para la concesión de la medida, sin dejar de observar
los requisitos contenidos en el artículo 124 de la Ley de Amparo, basta la
comprobación de la apariencia del derecho invocado por el quejoso, de modo tal
que, según un cálculo de probabilidades, sea posible anticipar que en la
sentencia de amparo se declarará la inconstitucionalidad del acto reclamado. Ese
examen encuentra además fundamento en el artículo 107, fracción X, constitucional
, en cuanto establece que para el otorgamiento de la medida suspensional deberá
tomarse en cuenta, entre otros factores, la naturaleza de la violación alegada,
lo que implica que debe atenderse al derecho que se dice violado. Esto es, el
examen de la naturaleza de la violación alegada no sólo comprende el concepto de
violación aducido por el quejoso sino que implica también el hecho o acto que
entraña la violación, considerando sus características y su trascendencia. En
todo caso dicho análisis debe realizarse, sin prejuzgar sobre la certeza del
derecho, es decir, sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los
actos reclamados, ya que esto sólo puede determinarse en la sentencia de amparo
con base en un procedimiento más amplio y con mayor información, teniendo en
cuenta siempre que la determinación tomada en relación con la suspensión no debe
influir en la sentencia de fondo, toda vez que aquélla sólo tiene el carácter de
provisional y se funda en meras hipótesis, y no en la certeza de la existencia de
las pretensiones, en el entendido de que deberá sopesarse con los otros elementos
requeridos para la suspensión, porque si el perjuicio al interés social o al
orden público es mayor a los daños y perjuicios de difícil reparación que pueda
sufrir el quejoso, deberá negarse la suspensión solicitada, ya que la
preservación del orden público o del interés de la sociedad están por encima del
interés particular afectado. Con este proceder, se evita el exceso en el examen
que realice el juzgador, el cual siempre quedará sujeto a las reglas que rigen en
materia de suspensión.

16 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo III, abril


de 1996, página: 16. Registro: 200136

Igualmente apoya lo anterior, el contenido de la jurisprudencia 2ª./J. 204/2009


(17), sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
de contenido siguiente:

17 Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXX,


diciembre de 2009, página: 315.
“SUSPENSIÓN. PARA DECIDIR SOBRE SU OTORGAMIENTO EL JUZGADOR DEBE PONDERAR
SIMULTÁNEAMENTE LA APARIENCIA DEL BUEN DERECHO CON EL PERJUICIO AL INTERÉS SOCIAL
O AL ORDEN PÚBLICO. El Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en la jurisprudencia P./J. 15/96, de rubro: "SUSPENSIÓN. PARA RESOLVER
SOBRE ELLA ES FACTIBLE, SIN DEJAR DE OBSERVAR LOS REQUISITOS CONTENIDOS EN EL
ARTÍCULO 124 DE LA LEY DE AMPARO, HACER UNA APRECIACIÓN DE CARÁCTER PROVISIONAL
DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO.", sostuvo que para el otorgamiento
de la suspensión, sin dejar de observar los requisitos exigidos por el artículo
124 de la Ley de Amparo, basta la comprobación de la apariencia del buen derecho
invocado por el quejoso, de modo que sea posible anticipar que en la sentencia de
amparo se declarará la inconstitucionalidad del acto reclamado, lo que deberá
sopesarse con el perjuicio que pueda ocasionarse al interés social o al orden
público con la concesión de la medida, esto es, si el perjuicio al interés social
o al orden público es mayor a los daños y perjuicios de difícil reparación que
pueda sufrir el quejoso. Conforme a lo anterior, el juzgador debe realizar un
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estudio simultáneo de la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora
con la posible afectación que pueda ocasionarse al orden público o al interés
social con la suspensión del acto reclamado, supuesto contemplado en la fracción
II del referido artículo 124, estudio que debe ser concomitante al no ser posible
considerar aisladamente que un acto pudiera tener un vicio de inconstitucionali-
dad sin compararlo de manera inmediata con el orden público que pueda verse
afectado con su paralización, y sin haberse satisfecho previamente los demás
requisitos legales para el otorgamiento de la medida.”

En ese contexto, cabe precisar que conforme al principio de la apariencia del


buen derecho que debe considerarse al resolver sobre la medida cautelar, es
posible que ante un acto de autoridad que impide el ejercicio de un derecho y que
al prolongarse en el tiempo puede causar un daño irreparable a la parte quejosa,
de estar acreditados los presupuestos previstos en el artículo 128 de la Ley de
Amparo, el resolutor conceda la medida para que se permita el libre ejercicio del
derecho que se paralizó con el acto, lo que implica un adelanto provisional de
los efectos de una hipotética concesión del amparo; sin perjuicio de que, de
negarse la protección constitucional, la autoridad pueda continuar ejecutando el
acto hasta su total cumplimiento.

Asimismo, tratándose de quienes acuden al juicio constitucional en defensa de un


interés legítimo, conforme a lo previsto en el artículo 131 (18) de la Ley de
Amparo, además de los requisitos anteriores, deben reunirse los siguientes:

1) Que exista peligro inminente de que se ejecute el acto reclamado con


perjuicios de difícil reparación para el quejoso; y

2) Que se acredite el daño inminente e irreparable a su pretensión en caso de que


se niegue la suspensión.

Todo ello a fin de que el juez de distrito fije la situación en que habrán de
quedar las cosas, tomando las medidas pertinentes para conservar la materia del
amparo hasta la terminación del juicio, sin que ello implique modificar o
restringir derechos ni constituir aquellos que no haya tenido el quejoso antes de
la presentación de la demanda.

18 “Artículo 131. Cuando el quejoso que solicita la suspensión aduzca un interés


legítimo, el órgano jurisdiccional la concederá cuando el quejoso acredite el
daño inminente e irreparable a su pretensión en caso de que se niegue, y el
interés social que justifique su otorgamiento.
En ningún caso, el otorgamiento de la medida cautelar podrá tener por efecto
modificar o restringir derechos ni constituir aquéllos que no haya tenido el
quejoso antes de la presentación de la demanda.”

Entonces, conforme a lo anteriormente expuesto, es factible concluir que para


conceder la suspensión de los actos reclamados en el juicio de amparo, cuando
aquélla se tramita a petición de parte y en particular se aduzca un interés
legítimo, deben verificarse los elementos antes aludidos.

Así es, porque para efectos de la medida suspensional la parte quejosa tendrá que
acreditar cuando menos de manera indiciaria la afectación probable que le causa
el acto reclamado a su interés legítimo, pues para ese momento basta la
comprobación que se obtenga a través de un hecho, circunstancia o documento,
cierto y conocido por virtud del cual, realizando una deducción lógica, el
juzgador de amparo pueda presumir válidamente que quien solicita la medida
cautelar resulta agraviado con el acto reclamado, aunado a que pueda inferir que
efectivamente la ejecución de los actos reclamados le causarán daños y perjuicios
de difícil reparación, situaciones que también podrá observar o apreciar a partir
de los informes previos que, en su caso, las autoridades responsables rindan, así
como, de las pruebas que en su caso llegasen a presentar las partes.
14-06-19 9
En efecto, para el otorgamiento de la suspensión definitiva de los actos
reclamados, en términos del artículo 131 de la Ley de Amparo, tratándose de la
quejosa debe acreditar el daño inminente e irreparable a su pretensión, aunque
sea de manera indiciaria, lo que así debe inferirse, pues si bien la norma no
precisa ese tema, lo cierto es que dado el momento procesal –en que se decide
sobre la suspensión definitiva del acto reclamado–, sería un contrasentido exigir
a la solicitante una prueba plena sobre ello, dado que esas circunstancias, en
todo caso, serán objeto de comprobación en el cuaderno principal; amén de que el
grado de afectación de quien aduce ser titular de un derecho tendrá que ponderar-
se por el juzgador, atendiendo a las circunstancias particulares y especiales del
caso, pues la afectación en su esfera jurídica está condicionada ya sea de manera
directa o en virtud de su especial situación frente al orden jurídico.

Ahora, en el caso de que en un incidente de suspensión relativo al juicio de


amparo se alegue que se afecta un interés legítimo y que se violan derechos
reconocidos en la Constitución Federal, debe examinarse la situación que guarda
el gobernado frente al orden jurídico y la naturaleza del derecho estimado como
violado, para identificar si existe la probable afectación en la esfera jurídica
de la quejosa en sentido amplio (individual o colectiva, calificada, actual, real
y jurídicamente relevante), que puede ser de índole económica, profesional, de
salud pública, medio ambiente o de cualquier otra, siempre que dicho interés esté
garantizado por un derecho objetivo.

De manera que, cuando se alegue una afectación en el interés legítimo, el


juzgador debe realizar un análisis integral de las relaciones jurídicas en que se
encuentran los particulares, siendo en el contexto de este tráfico de relaciones
donde se puede apreciar la afectación, pues en el contexto del interés legítimo,
sí requieren de una afectación personal, pero no directa, sino indirecta. Se
insiste en lo anterior, porque el interés legítimo es un concepto abierto para
que los jueces decidan, en cada caso concreto, si se está en presencia o no de un
acto de autoridad que implique una violación constitucional a los derechos
fundamentales y, en consecuencia, acreditar o no, ya sea el caso, la legitimación
en el juicio de amparo o bien, en la suspensión, el interés suspensional que
asiste al inconforme, siempre partiendo para ello de considerar que tal interés
puede ser personal, individual o colectivo, cuya afectación sea económica,
profesional o de otra índole, pero a condición de que sea un interés propio
distinto del de cualquier otro gobernado, cualificado, actual y real –no
hipotético–; queda entonces a la prudente valoración del operador jurídico
determinar en qué casos y con qué probanzas, la parte quejosa puede acreditar el
probable daño inminente e irreparable que se podría causar con la negativa de la
suspensión en términos del artículo 131 de la Ley de Amparo.

Tal aserto no se contrapone con el criterio sustentado por la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, en el sentido de que la afectación al interés jurídico
debe probarse fehacientemente y no con base en presunciones (19); sin embargo, no
debe pasarse por alto que tal exigencia se refiere al cuaderno principal donde se
tramita el juicio de amparo (fondo del asunto) y no a la suspensión de los actos
reclamados, en cuyo supuesto se ha permitido que el quejoso demuestre indiciaria-
mente que los actos que pretende reclamar lo agravian.

Asimismo, es de señalarse que si el legislador (20) consideró necesario abrir la


puerta al interés legítimo, con la finalidad de ampliar la cantidad de gobernados
que pueden acceder a un procedimiento para defender sus intereses derivado de su
especial situación frente al orden jurídico; resultaría un contrasentido cerrar
esa puerta tratándose, en particular, de la suspensión de los actos reclamados
cuando el quejoso aduzca contar con un interés legítimo, pues exigirle que
demuestre plenamente el daño inminente e irreparable a su pretensión, en caso de
que se niegue la medida cautelar, desde este momento procesal, iría contra el
espíritu del poder reformador de la nueva Ley de Amparo.

Entonces, la introducción de la figura del “interés legítimo” para acceder al


14-06-19 10
amparo –como uno de los cambios importantes en la nueva estructura del juicio de
derechos fundamentales–, deriva de la nueva realidad política y social del país,
del contexto social tan heterogéneo que impera y de la insostenible limitante que
se tenía para tal acceso relacionado con el tipo de interés exigido (derecho
subjetivo), pues con ello se corría el riesgo de negar o impedir el acceso a la
justicia a otro tipo reclamos que tienen sustento y que también afectan derechos
fundamentales.

19 Tal como se dispone en la tesis: “INTERÉS JURÍDICO, AFECTACIÓN DEL. DEBE


PROBARSE FEHACIENTEMENTE. En el juicio de amparo, la afectación del interés
jurídico debe acreditarse en forma fehaciente y no inferirse con base en presun-
ciones”. Época: Octava Época. Registro digital: 206338.
Instancia: Segunda Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Gaceta del Sema-
nario Judicial de la Federación. Núm. 82, Octubre de 1994. Materia(s): Común.
Tesis: 2a./J. 16/94. Página: 17.

20 En la exposición de motivos de la iniciativa presentada por la Cámara de


Senadores, en relación con la figura del “interés legítimo”, se expuso lo
siguiente:
“… Interés legítimo: Desde la entrada en vigor de la Ley de Amparo vigente hasta
la actualidad, en nuestro país ha regido la regla que establece que para el
inicio del juicio de amparo es necesaria la existencia de un interés jurídico
identificado con el derecho subjetivo.
Como consecuencia de lo anterior, ahora el contexto social es heterogéneo y cuen-
ta con multiplicidad de demandas que requieren ser atenidas. En estas condiciones
nuevas, es insostenible exigir un interés jurídico para acudir al juicio de
amparo, pues se corre el riesgo de negar o impedir el acceso a la justicia a
reclamos con sustento.
En consonancia con la realidad política y social del país, se vuelve indispensa-
ble explorar un sistema que permita abrir nuevas posibilidades de impugnación. La
institución que se pretende regular en el cuerpo de la ley es conocida como inte-
rés legítimo. Este tipo de interés cuenta con un desarrollo amplio en el derecho
comparado y en nuestro orden jurídico existen antecedentes del mismo (en materia
administrativa, por ejemplo).
En la citada reforma a nuestra Carta Magna se introdujo al texto constitucional
el interés legítimo en los términos siguientes: "Se prevé que para efectos del
juicio de amparo tendrá el carácter de 'parte agraviada' aquella persona que
aduzca ser titular de un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo,
siempre que alegue que el acto reclamado viola los derechos reconocidos por esta
Constitución y con ello se afecte su esfera jurídica, ya sea de manera directa o
en virtud de su especial situación frente al orden jurídico".
Resulta claro que el interés legítimo (y esto se comparte ampliamente con la
Comisión) permite constituir como quejoso en el amparo a aquella persona que
resulte afectada por un acto en virtud de, o la afectación directa a, un derecho
reconocido por el orden jurídico (interés jurídico) o, cuando el acto de autori-
dad no afecte ese derecho pero sí la situación jurídica derivada del propio
orden jurídico. Por su amplitud, este criterio de legitimación debe ser conside-
rado a la luz de todas las hipótesis que puedan llegar a presentarse en el
juicio. Por ello, se propone acotarlo tratándose de los actos o resoluciones
provenientes de los tribunales judiciales, administrativos o del trabajo. (…)”.
Asimismo, en el Dictamen de las Comisiones Unidas de Justicia, de Gobernación y
de Estudios Legislativos, del Senado de la República, en sesión del cinco de
octubre de dos mil once, en relación con la figura del “interés legítimo”, se
determinó lo siguiente:
“… Interés legítimo
La Ley de Amparo vigente, desde su entrada en vigor, ha dispuesto que para la
promoción del juicio de amparo se requiere de la existencia de un interés
jurídico identificado con un derecho subjetivo correlativo que ha sido posible-
mente trasgredido.
El concepto de ‘interés jurídico’ tenía justificada su existencia en un entorno
de homogeneidad social.
14-06-19 11
Sin embargo, la transición democrática, la globalización y otros factores han
traído por consecuencia que el contexto social en el que nos relacionamos sea
heterogéneo y que exista una pluralidad de demandas que requieren ser procesadas
y atendidos. En estas condiciones nuevas, es insostenible limitar el acceso al
amparo sólo mediante un interés jurídico, pues se corre el riesgo de negar o
impedir el acceso a la justicia a otro tipo de reclamos que tienen sustento y se
afectan a los derechos humanos de las personas.
En consonancia con la realidad política y social del país, se vuelve indispensa-
ble encontrar un sistema que permita abrir nuevas posibilidades de impugnación.
La institución que se pretende regular en el cuerpo del proyecto de Ley de
Amparo es conocida como interés legítimo. Este tipo de interés cuenta con un
desarrollo amplio en el derecho comparado, en nuestro orden jurídico existen
antecedentes normativos del mismo, así como un desarrollo jurisprudencial del
tema, de forma particular en materia administrativa.
En efecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado a través de
diversos criterios jurisprudenciales que el interés jurídico tiene una connota-
ción diversa a la del legítimo, pues mientras el primero requiere que se acredi-
te la afectación a un derecho subjetivo, el segundo supone únicamente la
existencia de un interés cualificado respecto de la legalidad de los actos
impugnados, interés que proviene de la afectación a la esfera jurídica del
individuo, ya sea directa o derivada de su situación particular respecto del
orden jurídico.
De lo anteriormente señalado se desprende que el interés legítimo tiene como
finalidad ampliar la cantidad de gobernados que pueden acceder a un procedimien-
to para defender sus intereses. El ensanchamiento de la puerta de entrada al
sistema de justicia constitucional es una de las claves que motivaron la
previsión del interés legítimo. Ello estriba en que pueden existir actos de
autoridad que resulten violatorios de los derechos fundamentales, pero que en
virtud de la exigencia de un interés jurídico queden sin ser juzgados y sancio-
nados.
Ahora bien, en nuestro concepto, el interés legítimo permite constituir como
quejoso en el amparo a aquella persona que resulte afectada por un acto en
virtud de la afectación directa a un derecho reconocido por el orden jurídico
–interés jurídico– o, cuando el acto de autoridad no afecte ese derecho pero sí
la situación jurídica derivada del propio orden jurídico.
Tal como fue referido en párrafos anteriores, en la reforma aprobada por el
Congreso de la Unión a nuestra Carta Magna se introdujo al texto constitucional
el interés legítimo. En el dictamen de las Comisiones dictaminadoras del Senado
se señaló que para efectos del juicio de amparo tendrá el carácter de ´parte
agraviada´ aquella persona que aduzca ser titular de un derecho o de un interés
legítimo individual o colectivo, siempre que alegue que el acto reclamado viola
los derechos reconocidos por esta Constitución y con ello se afecte su esfera
jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial situación frente
al orden jurídico.
En consecuencia, se reformó el artículo 107 fracción I de la Constitución en los
siguientes términos:
‘Artículo 107. (Se transcribe)’
Con el objetivo de desarrollar en la legislación secundaria este cambio, se
estima adecuado prever la siguiente disposición en el artículo 5º de la Ley de
Amparo, mismo que se apunta enseguida:
‘Artículo 5º. (Se transcribe).’
El concepto tradicional de interés jurídico no se compadece con las exigencias
de una sociedad moderna, ni responde a los retos del derecho público contemporá-
neo. Para responder dicha problemática, en esta nueva ley de amparo se propone
el establecimiento del interés legítimo. Esta figura ha tenido un importante
desarrollo en la doctrina más prestigiada del derecho público contemporáneo y en
el derecho comparado.
La incorporación del interés legítimo se traducirá en enormes ventajas para los
gobernados, quienes estarían en posibilidad de defender su esfera jurídica con
una amplitud acorde a los tiempos que vive el país. Del mismo modo, el interés
legítimo fortalecerá al estado de derecho al incluir en el ámbito de control
14-06-19 12
constitucional sectores que hoy están ajenos de control jurisdiccional.
La comprensión del interés legítimo no es fácil dentro de los esquemas en los
que se ha desenvuelto el juicio de amparo mexicano desde finales del siglo XIX
hasta la fecha. Es necesario, como sucede con múltiples de los avances conteni-
dos en la ley, abrir la mente de novedosas categoría y a una forma más democrá-
tica de entender el papel del control de la constitucionalidad de las libertades
. Se trata de poner el énfasis en el control sobre el ejercicio del poder; de
privilegiar la vigencia plena de los derechos fundamentales frente al abuso de
la autoridad; se trata, en suma, de superar el modelo que sirvió a sistemas
autoritarios para avanzar hacia un nuevo paradigma que coadyuve al fortaleci-
miento de un estado democrático.
El interés Legítimo, cuyo desarrollo más importante se ha dado en el ámbito del
derecho administrativo, consiste en una legitimación intermedia entre el interés
jurídico y el interés simple. Así, no se exige la afectación de un derecho
subjetivo, pero tampoco se trata de que cualquier persona esté legitimada para
promover el amparo con el fin de exigir que se cumplan las normas administrati-
vas, con lo que se convertiría en una especie de acción popular.
El presupuesto del interés legítimo es la existencia de normas que imponen una
conducta obligatoria de la administración pública, pero la obligación no se
corresponde con el derecho subjetivo de que sean titulares determinados particu-
lares, a pesar de que sí se afecte su esfera jurídica. En efecto, puede haber
gobernados para los que la observancia o no de este tipo de normas de la adminis
tración pública resulte una ventaja o desventaja de modo particular (especial,
diferente) respecto de los demás. Esto puede ocurrir por dos razones, en primer
lugar, puede ser el resultado de la particular posición de hecho en que alguna
persona se encuentre, que la hace más sensible que otras frente a un determinado
acto administrativo; en segundo lugar, puede ser el resultado de que ciertos
particulares sean los destinatarios del acto administrativo que se discute. Ésta
es la noción del interés legítimo. Es decir, que ciertos gobernados puedan tener
un interés cualificado respecto de la legalidad de determinados actos administra
tivos. La posibilidad de acudir al amparo mediante el interés legítimo abre
enormes oportunidades de control de actos de la administración pública que,
hasta ahora, sólo en algunos casos es factible proteger.
El interés legítimo no requiere de la afectación a un derecho subjetivo, aunque
sí a la esfera jurídico entendida en sentido amplio. Esta ofensa a los derechos
de los gobernados puede ser directa o puede comprender el agravio derivado de
una situación que tenga el quejoso en el orden jurídico.
La ley establece la procedencia del juicio de amparo en ambos supuestos, ante la
afectación directa o frente al perjuicio derivado de la particular posición del
quejoso.
En atención a lo expuesto, en el proyecto se prevé que podrá promover el juicio
de amparo quien aduce ser titular de un derecho o de un interés legítimo,
siempre que el acto reclamado vicie los derechos previstos en el artículo
primero y con ello se afecte real y actualmente su esfera jurídica de manera
directa, o en virtud de su especial situación frente al orden jurídico.
A través de la incorporación del concepto de interés legítimo en los términos
arriba indicados, se protege a los gobernados de afectaciones a sus derechos
subjetivos, pero además frente a violaciones a su esfera jurídica que no lesio-
nan intereses jurídicos, ya sea de manera directa o indirecta, debió en este úl-
timo caso, a su peculiar situación en el orden jurídico; así también se tutelar
los llamados intereses difusos o colectivos.
El interés legítimo incorporado en la ley es un concepto abierto, para que los
jueces decidan en cada caso concreto si se está o no en presencia de un acto de
autoridad que implique una violación constitucional o a los derechos humanos
referidos en el artículo primero de la ley y, en consecuencia, acreditar o no la
legitimación en el juicio de amparo.
En cualquier caso, es importante puntualizar algunos aspectos que dibujen los
elementos del concepto en cuestión.

a) No es un mero interés por la legalidad de la actuación de la autoridad;


requiere de la existencia de un interés personal, individual o colectivo, que de
14-06-19 13
prosperar la acción se traduce en un beneficio jurídico a favor del accionante.

b) Está garantizado por el derecho objetivo, pero no da lugar a un derecho


subjetivo, no hay potestad frente a otro.

c) Debe haber una afectación a la esfera jurídica en sentido amplio, ya sea


económica, profesional o de otra índole. Lo contrario es la acción popular, en
la cual no se requiere afectación alguna a la esfera jurídica.

d)Los titulares tienen un interés propio distinto del de cualquier otro goberna-
do, consistente en que los poderes públicos actúen de acuerdo con el ordenamien-
to cuando con motivo de la persecución de fines de carácter general incidan en
el ámbito de ese interés propio.

e) Se trata de un interés cualificado, actual y real no potencial o hipotético.


En suma, es un interés jurídicamente relevante.

f) La anulación produce efectos positivos o negativos en la esfera jurídica del


gobernado.

Por último, es importante destacar que en tratándose de procesos sigue subsisti-


endo la necesidad del interés jurídico, entendido corro derecho subjetivo, en
razón de que sería inconveniente que en un juicio donde hay dos partes que están
litigando con idéntico interés, venga un tercero a obstaculizar el ejercicio de
sus derecho, con lo cual se crearía un caos ante la imposibilidad de que se
ejecutaran las decisiones judiciales. Por ello, se hace la diferenciación entre
lo que son procedimientos judiciales para los cuales se exige interés jurídico y
los demás actos para cuya impugnación basta el interés legítimo.
(…)” .

De ahí que el interés legítimo constituya una institución jurídica que permite
nuevas posibilidades de impugnación, la cual es diferente a la del interés jurí-
dico, pues éste requiere que se acredite la afectación a un derecho subjetivo,
mientras que aquél supone únicamente la existencia de un interés cualificado
respecto de la legalidad de los actos impugnados, cuyo interés proviene de la
afectación a la esfera jurídica del individuo, ya sea directa o derivada de su
situación particular respecto del orden jurídico.

En ese sentido, el interés legítimo permite que más gobernados puedan acceder a
un procedimiento para defender sus intereses, derivado de la existencia de actos
de autoridad que resulten violatorios de los derechos fundamentales. Por tanto,
resulta plenamente justificado que para el otorgamiento de la suspensión de los
actos reclamados, en términos del artículo 131 de la Ley de Amparo, baste que el
quejoso acredite indiciariamente el daño inminente e irreparable a su pretensión
en caso de que se niegue, y la demostración del interés social que justifique su
otorgamiento; pues de lo contrario, esto es, de exigirle que lo acredite plena-
mente, cuando en dicha etapa procesal no se cuenta con los elementos suficientes
para ello, sería hacer nugatorios los fines para los cuales se introdujo la
institución jurídica del interés legítimo.

En la inteligencia de que tal demostración indiciaria implicará que se tome como


base un hecho, circunstancia o documento, cierto y conocido por virtud del cual,
realizando una deducción lógica, el juzgador de amparo pueda presumir válida-
mente que quien solicita la medida cautelar resultará agraviado, además de que
se pueda inferir que efectivamente la ejecución de los actos reclamados le
causará perjuicios de difícil reparación, derivado de su especial situación
frente al orden jurídico, lo que implicará, necesariamente, se insiste, la valo-
ración que haga el juzgador en cada caso concreto, de los elementos probatorios
que se hubieren allegado; sin que el otorgamiento de dicha medida cautelar pueda
tener por efecto modificar o restringir derechos ni constituir aquellos que no
haya tenido antes de la presentación de la demanda, tal como se prevé en el
14-06-19 14
segundo párrafo del artículo 131 en examen, ponderando además para ello, la
apariencia del buen derecho y del interés social, y sobre todo, que de conce-
derse la suspensión no se cause perjuicio al interés social, ni se contravengan
disposiciones de orden público.

Lo anterior es así, porque la suspensión de los actos reclamados participa de la


naturaleza de una medida cautelar cuyos presupuestos son la apariencia del buen
derecho y el peligro en la demora, por lo que la presentación de la demanda,
conjuntamente con los elementos de prueba para establecer indiciariamente que el
acto reclamado podría causarle un daño inminente e irreparable a su pretensión,
en caso de negarle la suspensión, lo que configura ese interés legítimo, al dar
certeza, en un cálculo de probabilidades, de que efectivamente existe peligro
inminente de que se ejecute tal acto reclamado con perjuicios de difícil
reparación para el inconforme.

Lo que llevará al juzgador a ordenar que las cosas se mantengan en el estado que
guarden, hasta que se notifique a la autoridad responsable la sentencia que
hubiera causado ejecutoria en el sumario constitucional, tomando las medidas que
estime convenientes para que no se defrauden derechos de terceros y se eviten
perjuicios a los interesados, hasta donde sea posible, ni quede sin materia el
juicio de amparo.

Descrito el marco jurídico y jurisprudencial antes señalado, este tribunal


colegiado llega a la conclusión de que para conceder la suspensión de los actos
reclamados, –cuando se alegue un interés jurídico– debe verificarse: (I) la
existencia del acto reclamado, (II) que de acuerdo con su naturaleza, éste sea
susceptible de suspenderse; y (III) que se encuentren satisfechos los requisitos
que establecen los artículos 128 y 129 de la Ley de Amparo, esto es, que lo pida
el agraviado (el que por supuesto debe acreditar al menos un interés indiciario
para obtener la medida cautelar) y que no se siga perjuicio al interés social ni
se contravengan disposiciones de orden público, momento en el que simultáneamen-
te se deberá ponderar la apariencia del buen derecho; y, finalmente, cuando se
aduzca acudir a juicio en defensa de un interés legítimo, en términos del
numeral 131 de la aludida ley reglamentaria, se exige el acreditamiento del daño
inminente e irreparable a su pretensión en caso de que se niegue la suspensión.

JURISPRUDENCIAS CITADAS EN EL ESTUDIO:

Octava Época, Registro: 206395 Instancia: Segunda Sala, Jurisprudencia, Fuente:


Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, 68, Agosto de 1993, Materia(s):
Común, Tesis: 2a./J. 5/93, Página: 12.
SUSPENSION PROVISIONAL. PARA DECIDIR SOBRE SU PROCEDENCIA, DEBE ATENDERSE A LAS
MANIFESTACIONES DEL QUEJOSO RESPECTO DE LA CERTIDUMBRE DEL ACTO RECLAMADO. Para
decidir sobre la procedencia o no de la suspensión provisional, los Jueces de
Distrito deben atender a las manifestaciones del quejoso hechas en su demanda
bajo protesta de decir verdad, cuando se duele de que existe peligro inminente
de que se ejecute, en su perjuicio, el acto reclamado, ya que, por regla general
, son los únicos elementos con que cuenta para resolver sobre la solicitud de
concesión de la medida cautelar, sin que proceda hacer conjeturas sobre la
improbable realización de los actos que el quejoso da por hecho se pretenden
ejecutar en su contra, pues para resolver sobre la suspensión provisional, el
juez debe partir del supuesto, comprobado o no, de que la totalidad de los actos
reclamados son ciertos. Ello sin perjuicio de analizar si en el caso concreto se
cumplen o no los requisitos previstos en el artículo 124 de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis. Varios 34/91. Entre las sustentadas por el Segundo y
Tercer Tribunales Colegiados en Materia Administrativa del Primer Circuito. 11
de enero de 1993. Cinco votos. Ponente: Carlos de Silva Nava. Secretario:
Maximiliano Toral Pérez. Tesis de Jurisprudencia 5/93. Aprobada por la Segunda
Sala de este alto Tribunal, en sesión privada de veintiocho de junio de mil
novecientos noventa y tres, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: Presidente Noé Castañón León, Atanasio González Martínez, Carlos de
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Silva Nava, José Manuel Villagordoa Lozano y Fausta Moreno Flores.Nota: Esta
tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917
-1995, Tomo VI, Materia Común, Primera Parte, tesis 528, página 347.

Quinta Época, Registro: 283008, Instancia: Pleno, Tesis Aislada, Fuente:


Semanario Judicial de la Federación, XVIII, Materia(s): Común, Tesis: Página:235
ACTOS NEGATIVOS. Contra ellos es improcedente conceder la suspensión, porque
sería tanto como darle efectos restitutorios, que sólo son propios de la
sentencia que en definitiva conceda el amparo.
Amparo administrativo. Revisión del incidente de suspensión. Costales Julio. 4
de febrero de 1926. Unanimidad de nueve votos. La publicación no menciona el
nombre del ponente.

Quinta Época, Registro: 917546, Instancia: Primera Sala, Jurisprudencia, Fuente:


Apéndice 2000, Tomo VI, Común, Jurisprudencia SCJN, Materia(s): Común, Tesis: 12
Página: 13.
Genealogía:
APÉNDICE AL TOMO XXXVI-19 PG. 67.
APÉNDICE AL TOMO L-7 PG. 15.
APÉNDICE AL TOMO LXIV-6 PG. 15.
APÉNDICE AL TOMO LXXVI-27 PG. 77.
APÉNDICE AL TOMO XCVII-29 PG. 90.
APÉNDICE '54: TESIS 32 PG. 90.
APÉNDICE '65: TESIS 9 PG. 34.
APÉNDICE '75: TESIS 9 PG. 21.
APÉNDICE '85: TESIS 13 PG. 30.
APÉNDICE '88: TESIS 64 PG. 109.
APÉNDICE '95: TESIS 1090 PG. 756.
ACTOS CONSUMADOS. SUSPENSIÓN IMPROCEDENTE.- Contra los actos consumados es
improcedente conceder la suspensión, pues equivaldría a darle efectos restituto-
rios, los cuales son propios de la sentencia definitiva que en el amparo se
pronuncie.
Quinta Época:
Amparo en revisión 4574/38.-Villarreal Antonio.- 14 de noviembre de 1938.-Cinco
votos.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo en revisión 1263/38.- Bruska Alicia y coagraviados.- 14 de noviembre de
1938.-Cinco votos.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo en revisión 1115/38.-Hill América y coagraviados.-14 de noviembre de 1938
.-Cinco votos.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo en revisión 4580/38.-Oropeza Vargas Juana.-14 de noviembre de 1938.-Cinco
votos.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo en revisión 4578/38.-Pérez Atanasio.-14 de noviembre de 1938.-Cinco votos
.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Apéndice 1917-95, Tomo VI, Tercera Parte, página 756, Primera Sala, tesis 1090.

Quinta Época, Registro: 310177, Instancia: Primera Sala, Tesis Aislada, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación, LVIII, Materia(s): Común, Tesis: Página:
1902.
ACTOS FUTUROS E INCIERTOS. Contra ellos es improcedente conceder la suspensión.
Amparo administrativo. Revisión del incidente de suspensión 4574/38. Villarroel
Antonio. 14 de noviembre de 1938. Unanimidad de cinco votos. La publicación no
menciona el nombre del ponente.

Quinta Época, Registro: 900356, Instancia: Segunda Sala, Jurisprudencia, Fuente:


Apéndice 2000, Tomo I, Const., Jurisprudencia SCJN, Materia(s): Constitucional
Tesis: 356. Página: 409.
Genealogía:
APENDICE AL TOMO XXXVI NO APA PG.
APENDICE AL TOMO L NO APA PG.
APENDICE AL TOMO LXIV NO APA PG.
APENDICE AL TOMO LXXVI 587 PG. 933
14-06-19 16
APENDICE AL TOMO XCVII 659 PG. 1185
APENDICE '54: TESIS 648 PG. 1155
APENDICE '65: TESIS 128 PG. 235
APENDICE '75: TESIS 127 PG. 219
APENDICE '85: TESIS 186 PG. 303
APENDICE '88: TESIS 1103 PG. 1775
APENDICE '95: TESIS 1135 PG. 781
LEYES, SUSPENSIÓN IMPROCEDENTE CONTRA EXPEDICIÓN Y PROMULGACIÓN DE LAS.- No pue-
de concederse la suspensión contra la promulgación y expedición de las leyes,
si aquéllas ya se llevaron a cabo.
Quinta Época:
Amparo en revisión 7239/35.- Burns Ellen.-19 de febrero de 1936.-Unanimidad de
cuatro votos.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo en revisión 3586/39.- Cervera Lara José y coags.-11 de agosto de 1939.-
Cinco votos.-Relator: José M. Truchuelo.
Amparo en revisión 5773/39.-Montes Alberto.-24 de octubre de 1939.-Cinco votos.-
La publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo en revisión 5361/41.- Canobbio de Carrillo María Luisa y coags.- 17 de
enero de 1942.-Unanimidad de cuatro votos.-La publicación no menciona el nombre
del ponente.
Amparo en revisión 1865/42.- Pérez Antonio.- 6 de junio de 1942.-Unanimidad de
cuatro votos.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Apéndice 1917-95, Tomo VI, Segunda Parte, página 781, Segunda Sala, tesis 1135.

Quinta Época, Registro: 900354, Instancia: Pleno, Jurisprudencia, Fuente: Apéndi


ce 2000, Tomo I, Const., Jurisprudencia SCJN, Materia(s): Constitucional, Tesis:
354, Página: 407.
Genealogía:
APENDICE AL TOMO XXXVI NO APA PG.
APENDICE AL TOMO L NO APA PG.
APENDICE AL TOMO LXIV NO APA PG.
APENDICE AL TOMO LXXVI 578 PG. 926
APENDICE AL TOMO XCVII 650 PG. 1177
APENDICE '54: TESIS 647 PG. 1154
APENDICE '65: TESIS 127 PG. 235
APENDICE '75: TESIS 126 PG. 219
APENDICE '85: TESIS 184 PG. 302
APENDICE '88: TESIS 1101 PG. 1774
APENDICE '95: TESIS 1133 PG. 780
LEYES, SUSPENSIÓN CONTRA LAS, IMPROCEDENTE.- Las leyes que arreglan el patrimo-
nio del Estado o atañen a las funciones esenciales del mismo, así como las que
tocan a su organización conforme a las bases fundamentales establecidas por la
Constitución, o que interesan de un modo directo a la comunidad, no pueden ser
materia de suspensión, por lo que toca a sus efectos.
Quinta Época:
Tomo II, pág. 1192. Amparo en revisión.- Duarte Enrique.-18 de abril de 1918.-
Mayoría de nueve votos.- Disidentes: Alberto M. González y José M. Truchuelo.-La
publicación no menciona el nombre del ponente.
Tomo II, pág. 1192. Amparo en revisión.-Gavito vda. de Amavíscar Encarnación.-18
de abril de 1918.-Mayoría de nueve votos.-Disidentes: Alberto M. González y José
M. Truchuelo.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Tomo II, pág. 1192. Amparo en revisión.-"Hijos de Ángel Díaz Rubín".-18 de abril
de 1918.- Mayoría de nueve votos.- Disidentes: Alberto M. González y José M.
Truchuelo.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Tomo II, pág. 1192. Amparo en revisión.- Julio Ferrer, S. en C.- 18 de abril de
1918.- Mayoría de nueve votos.- Disidentes: Alberto M. González y José M.
Truchuelo.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Tomo II, pág. 1192. Amparo en revisión.-Valentín Alonso y Compañía.-18 de abril
de 1918.- Mayoría de nueve votos.- Disidentes: Alberto M. González y José M.
Truchuelo.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Apéndice 1917-1995, Tomo VI, Primera Parte, página 780, Pleno, tesis 1133.
14-06-19 17

Quinta Época, Registro: 917548, Instancia: Pleno, Jurisprudencia, Fuente: Apén-


dice 2000, Tomo VI, Común, Jurisprudencia SCJN, Materia(s): Común Tesis: 14,
Página: 14 .
Genealogía:
APÉNDICE AL TOMO XXXVI 28 PG. 79
APÉNDICE AL TOMO L 13 PG. 21
APÉNDICE AL TOMO LXIV 12 PG. 21
APÉNDICE AL TOMO LXXVI 35 PG. 87
APÉNDICE AL TOMO XCVII 38 PG. 104
APÉNDICE '54: TESIS 41 PG. 104
APÉNDICE '65: TESIS 18 PG. 48
APÉNDICE '75: TESIS 18 PG. 34
APÉNDICE '85: TESIS 16 PG. 33
APÉNDICE '88: TESIS 67 PG. 112
APÉNDICE '95: TESIS 1092 PG. 757
ACTOS DE TRACTO SUCESIVO.- Tratándose de hechos continuos, procede conceder la
suspensión en los términos de la ley, para el efecto de que aquéllos no sigan
verificándose y no queden irreparablemente consumados los actos que se reclaman.
Quinta Época:
Tomo VII, pág. 1439. Queja.- Juez Primero de lo Civil de la capital.- 20 de
noviembre de 1920.- Unanimidad de diez votos.- La publicación no menciona el
nombre del ponente.
Amparo en revisión 259/21.- García José del Carmen y coagraviados.-4 de marzo de
1921.- Unanimidad de nueve votos.- La publicación no menciona el nombre del
ponente.
Amparo en revisión 323/25.- Alamán Valentín.-16 de abril de 1925.-Mayoría de
siete votos.- Disidentes: Manuel Padilla, Sabino M. Olea y Salvador Urbina.- La
publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo en revisión 366/26.- Barbosa Antonio E.-4 de marzo de 1926.-Unanimidad de
diez votos.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo en revisión 1967/25.- Mexican Gulf Oil Company, S.A.-16 de noviembre de
1926.- Mayoría de ocho votos.- Disidente: Sabino M. Olea.- La publicación no
menciona el nombre del ponente.
Apéndice 1917-1995, Tomo VI, Tercera Parte, página 757, Pleno, tesis 1092.

Quinta Época, Registro: 911819, Instancia: Segunda Sala, Tesis Aislada, Fuente:
Apéndice 2000, Tomo III, Administrativa, P.R. SCJN, Materia(s): Suspensión (ADM)
Tesis: 254, Página: 243.
Genealogía:
Semanario Judicial de la Federación, Quinta Época, Tomo LVIII, página 3284,
Segunda Sala.
ACTOS PROHIBITIVOS Y ACTOS NEGATIVOS, DIFERENCIA ENTRE LOS (EXPLOTACIÓN DE
BOSQUES).- Si se reclama en amparo la resolución de un delegado forestal de Caza
y Pesca, en el sentido de suspender al quejoso un permiso de explotación de
bosques y el uso de guías forestales, hasta que las autoridades correspondientes
resuelvan en definitiva el litigio que existe entre el permisionario y otra
persona, respecto a los terrenos en que se hace la explotación, no se trata de
actos negativos, sino de actos prohibitivos, puesto que los primeros consisten
en rehusarse a hacer algo o a otorgar un permiso, una concesión o un derecho a
que se cree acreedor el demandante; y los actos prohibitivos se caracterizan, en
términos generales, por el hecho de que la autoridad impide al demandante, el
ejercicio de un derecho o la continuación de una actividad a que está dedicado,
siendo susceptibles de suspenderse, en virtud de que tienen efectos de carácter
positivo sobre la persona y el patrimonio del quejoso, como sucede en el caso,
puesto que el delegado forestal de Caza y Pesca, por medio de la suspensión de
las guías y licencias forestales, impide al quejoso la continuación de sus
trabajos; y la suspensión debe concederse, mediante fianza, para garantizar los
daños y perjuicios que pudieran ocasionarse al tercero perjudicado.
Amparo administrativo. Revisión del incidente de suspensión 3743/38.-Septién
Carlos.- 10 de diciembre de 1938.- Unanimidad de cuatro votos.-Ausente: Rodolfo
14-06-19 18
Chávez.-La publicación no menciona el nombre del ponente.
Semanario Judicial de la Federación, Quinta Época, Tomo LVIII, página 3284,
Segunda Sala.

Quinta Época, Registro: 917551, Instancia: Primera Sala, Jurisprudencia, Fuente:


Apéndice 2000, Tomo VI, Común, Jurisprudencia SCJN, Materia(s): Común Tesis: 17,
Página: 16.
Genealogía:
APÉNDICE AL TOMO XXXVI-36 G. 92
APÉNDICE AL TOMO L-17 G. 27
APÉNDICE AL TOMO LXIV-16 G. 27
APÉNDICE AL TOMO LXXVI-42 G. 100
APÉNDICE AL TOMO XCVII-45 G. 116
APÉNDICE '54: TESIS 47 G. 115
APÉNDICE '65: TESIS 22 G. 55
APÉNDICE '75: TESIS 22 G. 42
APÉNDICE '85: TESIS 25 G. 47
APÉNDICE '88: TESIS 76 G. 124
APÉNDICE '95: TESIS 1095 G. 759
ACTOS NEGATIVOS CON EFECTOS POSITIVOS. SUSPENSIÓN.- Si los actos contra los que
se pide amparo, aunque aparentemente negativos, tienen efectos positivos,
procede conceder contra ellos la suspensión, dentro de los términos previstos
por la Ley de Amparo.
Quinta Época:
Amparo penal. Revisión del incidente de suspensión 231/25.-Letayf Antonio.-20 de
febrero de 1925.-Unanimidad de nueve votos.-La publicación no menciona el nombre
del ponente.
Amparo civil. Revisión del incidente de suspensión 3573/25.- Molina Herrera
Dionisio.-11 de febrero de 1926.- Unanimidad de nueve votos.-La publicación no
menciona el nombre del ponente.
Amparo civil. Revisión del incidente de suspensión 877/30.-Castillero Carlos.-22
de noviembre de 1930.- Mayoría de tres votos.- La publicación no menciona el
nombre del ponente.
Amparo administrativo. Revisión del incidente de suspensión 497/31.-Casso y Mier
Vicente de.- 13 de marzo de 1931.- Unanimidad de cuatro votos.-La publicación no
menciona el nombre del ponente.
Amparo civil. Revisión del incidente de suspensión 3776/30.- Velázquez de León
Domingo.- 4 de julio de 1931.- Unanimidad de cuatro votos.- La publicación no
menciona el nombre del ponente.
Apéndice 1917-95, Tomo VI, Tercera Parte, página 759, Primera Sala, tesis 1095.

Quinta Época, Registro: 917549, Instancia: Primera Sala, Jurisprudencia, Fuente:


Apéndice 2000, Tomo VI, Común, Jurisprudencia SCJN, Materia(s): Común, Tesis: 15
Página: 14.
Genealogía:
APÉNDICE AL TOMO XXXVI NO APA PG.
APÉNDICE AL TOMO L NO APA PG.
APÉNDICE AL TOMO LXIV NO APA PG.
APÉNDICE AL TOMO LXXVI 30 PG. 82
APÉNDICE AL TOMO XCVII 32 PG. 96
APÉNDICE '54: TESIS 35 PG. 96
APÉNDICE '65: TESIS 12 PG. 40
APÉNDICE '75: TESIS 12 PG. 26
APÉNDICE '85: TESIS 17 PG. 36
APÉNDICE '88: TESIS 68 PG. 114
APÉNDICE '95: TESIS 1093 PG. 757
ACTOS DECLARATIVOS.- Cuando los actos declarativos llevan en sí mismos un
principio de ejecución, procede contra ellos la suspensión en los términos de la
ley.
Quinta Época:
Amparo administrativo. Revisión del incidente de suspensión 3826/29.-Urrutia
14-06-19 19
Tomás.-24 de enero de 1931.-Mayoría de cuatro votos.-Disidente: Carlos Salcedo.-
La publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo en materia de trabajo. Revisión del incidente de suspensión 1074/35.-
Banco Nacional de México, S.A.- 3 de junio de 1935.- Mayoría de cuatro votos.-
Disidente y Relator: Xavier Icaza.
Amparo civil. Revisión del incidente de suspensión 862/41.-García Padilla Víctor
.-28 de abril de 1941.-Unanimidad de cuatro votos.-La publicación no menciona el
nombre del ponente.
Amparo civil. Revisión del incidente de suspensión 1024/42.- Trujillo viuda de
González Enriqueta.- 13 de junio de 1942.- Unanimidad de cuatro votos.- La
publicación no menciona el nombre del ponente.
Amparo civil. Revisión del incidente de suspensión 2262/42.- Pellandini Alberto
P.-13 de junio de 1942.- Unanimidad de cuatro votos.- La publicación no menciona
el nombre del ponente.
Apéndice 1917-95, Tomo VI, Tercera Parte, página 757, Primera Sala, tesis 1093.

Quinta Época, Registro: 326348, Instancia: Segunda Sala, Tesis Aislada, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación, LXXIII, Materia(s): Común, Tesis: Página:
5990.
ACTOS DE INMINENTE REALIZACION. Si no se trata de actos futuros e inciertos,
sino de actos de inminente realización, no es correcto, para negar la suspensión
, aplicar la jurisprudencia que respecto de actos de aquella naturaleza, ha
venido sustentando este Alto Tribunal.
Amparo administrativo. Revisión del incidente de suspensión 2628/40. "Productos
de Harina", S. A. 9 de septiembre de 1942. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:
Manuel Bartlett Bautista. Relator: Gabino Fraga.

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