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ESTRUCTURA FUNCIONAL
ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL
Figura 3.1
Ejemplo de un organigrama
ESTRUCTURA FUNCIONAL
En una estructura funcional, las actividades se agrupan por función común del nivel inferior al
superior de la organización. Los ingenieros se encuentran en el departamento de ingeniería y el
vicepresidente de ingeniería es responsable de todas las actividades de ingeniería. Lo mismo ocurre
con marketing, investigación y desarrollo y manufactura.
Conforme este proceso continúa, el resultado es una estructura funcional, es decir, un diseño que
agrupa a los individuos con base en sus habilidades y pericia en común o porque utilizan los mismos
recursos. En B.A.R. and Grille, se agrupó a los meseros y a sus ayudantes en la función comedor, y a
los chefs y al personal de cocina en la función cocina (véase figura 4.1). De manera similar, a los
científicos investigadores de empresas como Amazon.com y Johnson & Johnson se les agrupa en
laboratorios especializados porque utilizan las mismas habilidades y recursos, mientras que a los
contadores se les agrupa en una función contable.
El propietario de un negocio muy pequeño, por ejemplo, tal vez contrate especialistas externos para
manejar la contabilidad y el marketing. Sin embargo, cuando una organización crece en tamaño y
complejidad, normalmente desarrolla esas funciones de forma interna porque resulta más eficiente
manejar la contabilidad y el marketing internamente que contratar a externos. Es así como las
organizaciones se vuelven más complejas a medida que crecen: no sólo desarrollan más funciones,
sino también más especialización dentro de cada función.
Es la tercera marca de mayor venta de helado en Estados Unidos, pero pocos estadounidenses han
escuchado de ella. Lo anterior se debe a que Blue Bell Creameries, cuyas oficinas corporativas se
encuentran en Brenham, Texas, vende su helado únicamente en diecisiete estados, principalmente
del sur. Mantener la distribución limitada “nos permite concentrarnos en producir y vender helado”,
dice Paul Kurse, presidente y CEO, la cuarta generación de los Kruse que dirigen Blue Bell. O, como
dice el lema de la familia, “Es seguro por pulgada, pues es difícil por yarda”.
Hubo una época en que la empresa incluso compraba los paquetes de galletas Oreo a precio de
menudeo (al detalle), abría manualmente cada paquete y vertía las galletas en batidoras para
preparar el sabor Cookies‘n Cream de Blue Bell. Blue Bell vende más de 400 millones de dólares en
helado al año y controla un gran porcentaje del mercado de helado en Texas, Luisiana y Alabama.
Las personas fuera de la región con frecuencia pagan 89 dólares por que se les envíen cuatro medios
galones empacados en hielo seco. A pesar de la demanda, la administración se niega a comprometer
su calidad por expandirse a regiones que no pueden atender satisfactoriamente o crecer tan rápido
que la empresa no pueda capacitar adecuadamente a los empleados en el arte de preparar helado.
Los principales departamentos de Blue Bell son ventas, control de calidad, producción,
mantenimiento y distribución. También hay un departamento de contabilidad y un pequeño grupo
de investigación y desarrollo. La mayoría de los empleados tiene años en la empresa y han adquirido
mucha experiencia en la preparación de helado de calidad. El entorno es estable y la base de clientes
está bien establecida. El único cambio ha sido el incremento en la demanda del helado Blue Bell.
A los empleados más hábiles se les da la responsabilidad de capacitar a los nuevos y son las personas
a quienes se promueve para que se conviertan en supervisores y gerentes. De esta manera, una
organización puede aumentar su rango de habilidades y capacidades. Por ejemplo, Microsoft tiene
ingresos por más de 10 mil millones de dólares anuales, pero sólo 40,000 empleados. Su capacidad
de creación de valor está imbuida en las habilidades de sus empleados y en la manera en que los
agrupa y los organiza para promover y desarrollar sus habilidades.
Figura 6.1
Estructura funcional
Otra ventaja de la estructura funcional es que las personas que se agrupan por habilidades comunes
pueden supervisarse mutuamente y controlar su comportamiento.
Además de los gerentes funcionales, los colegas en la misma función pueden monitorearse y
supervisarse mutuamente y dar seguimiento a sus actividades laborales. La supervisión de los
colegas es especialmente importante cuando el trabajo es complejo y depende de la cooperación;
en esos casos, la supervisión desde arriba resulta muy difícil.
Finalmente, las personas de una función que trabajan muy cerca de otras durante largos periodos
desarrollan normas y valores que les permiten volverse más eficaces en lo que hacen. Se convierten
en integrantes de equipos que se comprometen con las actividades organizacionales. Este
compromiso puede convertirse en una competencia esencial para una organización.
Al principio, todas las empresas se organizan por funciones porque ese desarrollo les permite
manejar un aumento en la especialización y la división de labores de la manera más eficaz. Como en
el caso de Amazon.com, la estructura funcional nutre las competencias esenciales y aumenta la
capacidad de la organización para controlar a sus empleados y recursos. Sin embargo, conforme la
organización continúa creciendo y diferenciándose, la estructura funcional crea nuevos problemas
que a menudo derivan De su éxito: cuando sus habilidades y capacidades aumentan y ésta puede
producir una mejor y más amplia variedad de bienes y servicios, su capacidad de cubrir las
necesidades de su creciente línea de productos se tensa. Por ejemplo, se torna cada vez más difícil
para ventas y marketing proporcionar la atención exhaustiva que requiere. El lanzamiento de
nuevos productos, así que éstos tienden a no funcionar bien. De forma similar, cuantos más clientes
perciben el valor de los productos que una organización crea, su demanda aumenta. La creciente
demanda podría forzar la capacidad de fabricar productos lo suficientemente rápido o que
mantengan una alta calidad uniforme. Aún más, los costos tal vez empiecen a aumentar puesto que
manufactura se ve obligada a incrementar la producción. A su vez, la necesidad de seguir a la cabeza
de la competencia presiona aún más al departamento de investigación y desarrollo o al de ingeniería
para que mejoren la calidad de los productos y aumenten el rango o sofisticación de los mismos,
como la búsqueda de Apple para ofrecer un flujo continuo de nuevos tipos de iPod.
El problema que enfrenta una organización exitosa es cómo mantener el control de las actividades
cada vez más complejas a medida que crece y se distingue. Conforme produce más bienes, se
diversifica geográficamente, o enfrenta una creciente competencia en lucha por los clientes, los
problemas de control obstaculizan la capacidad de los gerentes de coordinar las actividades
organizacionales.
Problemas de comunicación
Cuantas más funciones organizacionales se desarrollan, cada una con su propia jerarquía, se vuelven
cada vez más distantes unas de otras. Desarrollan diferentes orientaciones de subunidades que
provocan problemas de comunicación. Por ejemplo, ventas piensa que el problema principal de la
organización es la necesidad de satisfacer rápidamente las demandas de los clientes para aumentar
los ingresos; manufactura considera que el problema principal es simplificar los productos para
reducir costos, e investigación y desarrollo piensa que el mayor problema es elevar la sofisticación
técnica del producto. Como resultado de tales diferencias de percepción, se desarrollan problemas
de comunicación que reducen el nivel de coordinación y ajuste mutuo entre las funciones y hace
más difícil que la organización responda a las demandas de los clientes y del mercado. Así, la
diferenciación produce problemas de comunicación que las empresas tratan de resolver, en parte,
utilizando mecanismos de integración más complejos.
Problemas de medición
Para ejercer el control sobre una tarea o actividad, tiene que haber una manera de medirla; de lo
contrario, no existe un punto de referencia para evaluar cómo evoluciona su desempeño. Sin
embargo, a medida que las organizaciones crecen y el número y la complejidad de sus funciones y
productos aumenta, la información necesaria para medir la contribución de cualquier función o
producto a la rentabilidad total resulta difícil de obtener porque el costo de la contribución de cada
función al desarrollo de cada producto es cada vez más difícil de medir. Por ejemplo, uno o más
productos podrían estar haciendo que la empresa pierda dinero, pero los gerentes no están
conscientes de esto porque no pueden destinar los costos funcionales a cada producto por
separado. Por consiguiente, la organización no está utilizando sus recursos de la manera más
efectiva.
Problemas de ubicación.
A medida que una empresa crece, tal vez necesite abrir una tienda y establecer sus instalaciones de
manufactura o ventas en diferentes regiones geográficas para atender mejor a sus clientes. La
extensión geográfica puede presentar un problema de control en una estructura funcional cuando
el control centralizado desde una ubicación geográfica impide que funciones como manufactura,
ventas y otras actividades de apoyo respondan a las necesidades de la región. Una organización con
más de una ubicación debe desarrollar un sistema de control e información que pueda equilibrar la
necesidad de centralizar. La autoridad de la toma de decisiones con la necesidad de descentralizarla
a las operaciones regionales. De hecho, conforme Amazon.com creció, estableció cinco centros
principales de distribución en Estados Unidos, ubicados en Delaware, Nevada, Georgia, Kansas y
Kentucky.
Conforme aumenta el rango y la calidad de los productos de una organización, más clientes se ven
atraídos por ella y presentan diferentes tipos de necesidades. Satisfacerlas y diseñar productos que
se adapten a ellos son dos cuestiones relativamente difíciles en una estructura funcional. Las
funciones como producción, marketing y ventas tienen poca oportunidad de especializarse en las
necesidades de un grupo de clientes en particular; por el contrario, son responsables de dar servicio
al rango completo de productos. Por consiguiente, una organización con una estructura funcional
puede quedarse corta en su capacidad para identificar y satisfacer las necesidades de los clientes,
perdiendo así oportunidades de venta.
Problemas estratégicos
Cuando una organización se vuelve más compleja, los altos directivos tal vez se vean obligados a
dedicar demasiado tiempo a encontrar soluciones para los problemas diarios de coordinación y no
les queda tiempo para los problemas estratégicos de largo plazo que enfrenta la empresa. Por
ejemplo, es probable que estén tan involucrados en resolver Problemas de comunicación e
integración entre funciones que no tengan tiempo de planear el desarrollo de nuevos productos.
Como resultado, la organización pierde la dirección.
A veces, los gerentes pueden resolver los problemas de control asociados con una estructura
funcional, como la comunicación deficiente entre las funciones, rediseñando esa estructura para
aumentar la integración de las mismas (véase figura 6.2). Por ejemplo, un reto organizacional actual
es cómo manejar la relación. Entre ventas y marketing. La figura 6.2A muestra la relación tradicional
entre ellas: cada una es una función separada con su propia jerarquía. Muchas organizaciones han
reconocido la necesidad de alterar este diseño y han combinado estas actividades en una función.
La figura 6.2B muestra esa modificación. Dichos cambios en la estructura funcional mejoran el
control al aumentar la integración entre las funciones.
Figura 6.2 Mejora de la integración en una estructura funcional combinando ventas y marketing
Departamentalización
Una vez que los trabajos se dividen por medio de la especialización del trabajo, deben agruparse
de nuevo para que las tareas comunes que poseen una relación lógica se puedan coordinar. El
fundamento mediante el cual se agrupa las tareas se denomina departamentalización. Toda
organización tiene su forma específica de clasificar y agrupar sus actividades laborales.
La departamentalización, puede ser: Funcional, de acuerdo con las funciones; por Productos,
según el tipo de producto que elabore la organización; Geográfica, según el territorio; por Procesos,
donde las actividades están agrupadas de acuerdo con el flujo de productos o clientes y por último
la departamentalización puede ser por Clientes, que se basa en el tipo particular de clientes que la
organización intenta atraer.
Con frecuencia las organizaciones grandes combinan la mayoría de estas formas de
departamentalización o todas ellas. Se puede dar en cualquier nivel jerárquico de la empresa.
Sirve para atribuir y agrupar actividades diferentes a través de la especialización de los órganos.
Una vez que están establecidos los criterios para departamentalizar hay que analizar cómo
realizarla. La departamentalización está relacionada con el grado de especialización. Así, a mayor
empresa, mayor especialización y departamentalización. Las unidades organizacionales
constituyen los subsistemas del sistema mayor, y generalmente se denominan departamentos,
divisiones, secciones o equipos. La departamentalización es una forma de utilizar la cadena
jerárquica para agrupar personas que ejecuten juntas el trabajo. Existen cinco enfoques de
diseño departamental. Los enfoques tradicionales son la departamentalización funcional, la
divisional y la matricial, en las cuales la cadena jerárquica define agrupaciones departamentales y
relaciones de subordinación a lo largo de la jerarquía. Los dos enfoques contemporáneos son
los equipos y las redes, que surgieron para atender las necesidades de las organizaciones en un
ambiente global muy competitivo.
Cada enfoque departamental sirve un propósito distinto de la organización. La diferencia básica entre
estas diversas estructuras es la manera de agrupar las actividades y a quién se subordinan. Cada
una de éstas tiene sus ventajas y desventajas, y pueden ser buenas alternativas en unas situaciones
y pésimas opciones en otras
Clientes. Está división está basada en la clientela que se emplea en algunos tramos.
En resumen la departamentalización por funciones es la que más se usa pero por no ajustarse al
entorno actual, debe ser complementada con la gestión por procesos que trasciendan las fronteras
de los departamentos y se enfoquen en la excelencia.
Aumentando el nivel de detalle cada organización puede utilizar todos estos tipos de
departamentalización:
En principio sus departamentos en términos de funciones
Sus fábricas en términos de procesos
Sus ventas en regiones geográficas
Cada región geográfica en grupos clientes
Cadena de Mando
No es posible analizar la cadena de mando sin examinar otros tres conceptos: autoridad,
responsabilidad y unidad de mando.
Amplitud de Control
Varios autores reconocieron que el nivel de la organización es una variable de contingencia que
afecta al número de subordinados que puede supervisar un gerente. A medida que un gerente
asciende por la escala jerárquica de la organización, tiene que atender una mayor diversidad de
problemas complejos y mal estructurados, por lo cual los ejecutivos deberán tener un alcance de
control más pequeño que los gerentes del nivel medio y en forma similar, los gerentes de nivel
medio requerirán un alcance más modesto que los supervisores. Cuanto mayor grado de
capacitación y experiencia posean los subordinados, menos supervisión directa necesitan.
Debemos considerar que la amplitud de control es variable. Por este motivo, no solo hay que
considerar el nivel jerárquico, sino también el tipo de organización y la capacidad de reducir el
tiempo que le dedica cada directivo a cada uno de sus subordinados. Los factores fundamentales
para tener una amplitud efectiva son:
1. Capacitación de los subordinados: cuanto mejor sea la capacitación, preparación y
experiencia que tengan los subordinados, menor será el número de relaciones necesarias
con su superior.
2. Claridad de la delegación de autoridad: la delegación de autoridad con claridad y precisión
como síntoma de eficiencia y eficacia de la empresa. Si un gerente delega con total claridad
una tarea bien definida, un subordinado bien capacitado podrá llevarla a cabo sin ningún
problema, requiriendo el mínimo tiempo y atención.
3. Claridad de los planes: si los planes están bien definidos, quienes los ejecuten cuentan con
autoridad suficiente y los empleados entienden lo que se espera de ellos, resultaran
operativos y la demanda por parte de los directivos será baja.
4. Uso de estándares objetivos: para asegurarse el cumplimiento de la planificación, se
deben haber diseñado el sistema de control y los estándares que será medidos. Si estos
últimos son consistentes, se puede evidenciar cualquier desviación.
5. Técnicas de comunicación: no es lo mismo comunicar cada plan, instrucción, regla u
orden de forma verbal que por medio de un manual.
6. Cantidad de contacto personal necesario: hay muchas situaciones que demandan el
contacto directo como, temas de índole política, estratégica y el caso de las evaluaciones
de los empleados para las cuales es conveniente que sus resultados se comuniquen
personalmente. El grado de contacto dependerá mucho del tipo de trabajo que se realice
y del nivel jerárquico en el que se encuentre el directivo.
Una forma de lograr la integración en una organización es mediante la amplitud de control.
El concepto de especialización del trabajo puede ser rastreado un par de siglos en el pasado hasta la
exposición de Adam Smith sobre la división del trabajo y su conclusión de que está contribuía a
incrementar la productividad del empleado.
Hoy empleamos el término especialización del trabajo, o división del trabajo, para describir el
grado en que las tareas de una organización están divididas en trabajos separados. El aspecto
esencial de la especialización del trabajo es que en ella no se asigna la realización de todo un
trabajo a un solo individuo, sino que se divide en varios pasos, cada uno de los cuales es llevado
a cabo por una persona diferente. Los empleados se especializan individualmente en una sola
parte de determinada actividad, y no en la actividad completa.
La división del trabajo, implica también la solidaridad humana, puesto que obliga a todos los hombres
a auxiliarse mutuamente; así el sastre, por ejemplo, necesita la cooperación del tintorero, del
dibujante, del tejedor, del ganadero, del agricultor, de los fabricantes de herramientas, y, en fin,
de muchos hombres.
La historia de la división del trabajo confirma esta aserción; los primeros hombres procuraron
bastarse a sí mismos, cazando, pescando, fabricando sus armas y confeccionando sus vestidos;
pero al brotar la civilización se multiplicaron los productos y se sucedieron los cambios, y entonces
nació la división del trabajo, según las profesiones, pues hubo ya clases de cazadores,
pescadores, pastores, labradores, artesanos y mercaderes; con el tiempo, la civilización fue
desarrollándose y las profesiones subdividiéndose, no cesó aquí la división del trabajo, pues como
la fabricación de cada objeto requiere una larga serie de procedimientos, cada obrero se aplicó a
una sola operación, y hubo en una misma fábrica, forjadores, laminadores, niqueladores, etc.
En la fabricación de agujas, se cuentan ciento veinte operaciones, si cada obrero tuviera que
practicarlas todas, sólo produciría al día una docena de agujas, y sin embargo, hay fábrica que con
un corto número de hombres, teniendo distribuidas dichas operaciones, produce 100.000 agujas
diarias. No hay pues ramo de industria donde no se acreciente la producción con la asociación de
esfuerzos, por medio de la divisibilidad del trabajo. Se atribuyen, sin embargo, a la división del
trabajo, ventajas y desventajas.
1. Especialización Vertical: Es la diferenciación del trabajo entre los órganos ejecutores por
nivel de autoridad, jerarquía o cadena de mando. La especialización vertical desdobla al
organismo en varios niveles jerárquicos, es decir, aumenta las funciones y por consecuencia
las tareas; lo cual especializa la supervisión ejercida.
Esta diferenciación está representada por el número de niveles que posee la organización. Podemos
encontrar estructuras altas o planas. A medida que aumenta la diferenciación horizontal, se
incrementa la vertical.
Puede haber baja o alta complejidad horizontal. Mientras aumenta la especialización, se incrementa
la diferenciación horizontal.
A la vez que una organización ejerce la diferenciación, debe integrar las actividades y conjuntos de
tareas realizadas de una forma coordinada. Esta coordinación se denomina integración y es la
responsabilidad principal de las personas.
Jerarquía Administrativa.
Este concepto también llamado Jerarquización, o inclusive Principio Escalar, es secuela del principio
de división del trabajo, y debido a la pluralidad de funciones impuestas por la especialización
requiere del desdoblamiento de la función de mando, cuya misión es dirigir las actividades para que
cumplan en armonía sus respectivas misiones, es decir, que su función es garantizar que las personas
ejecuten sus tareas y deberes de manera eficiente y eficaz.
Por lo anterior, es necesario que la organización posea una estructura jerárquica, por orden de
rango, grado o importancia, para dirigir las operaciones de los niveles subordinados, es decir,
que la organización cuente con cierto número de niveles de administración para que pueda
garantizar la realización de las tareas y el alcance de sus objetivos. Estos niveles de administración
o jerárquicos son el conjunto de órganos agrupados de acuerdo con el grado de autoridad y
responsabilidad que posean, independientemente de la función que realicen.
La Autoridad es el poder formal y legítimo de una persona para tomar decisiones, dar órdenes y
asignar recursos para alcanzar los objetivos organizacionales esperados, es decir, es el poder y
derecho de mandar a otros para que ejecuten o dejen de ejecutar algo, y a la vez exigir su
obediencia, con amabilidad, buscando que la acción sea adecuada para el logro de los objetivos
de la empresa. La Autoridad cuenta con tres principales características:
Pero no hay que olvidar que existen diversos tipos o manifestaciones de autoridad dentro de
un organismo social, entre estas se encuentran: la Autoridad Formal, la Autoridad Operativa, la
Autoridad Técnica y la Autoridad Personal. Las dos primeras son de orden jurídico, forman el poder
o autoridad propiamente dicha; las dos últimas forman más bien la autoridad moral que dan el
prestigio, los conocimientos, etcétera, que deben fortalecer y complementar a las dos primeras.
Pero el tipo de Autoridad que le interesa al Proceso de Organización es la Autoridad Formal, que
es la se definió anteriormente. Pero la Autoridad Formal puede ser de dos tipos: Autoridad Lineal
o Autoridad Funcional, ya sea que se ejerza exclusivamente por un jefe sobre una persona o grupo
de trabajo, o por varios jefes que manden en el mismo grupo, cada uno para funciones distintas.
Delegación.
a. Delegar la tarea completa. El administrador debe delegar una tarea entera a una sola
persona, y no dividirla y fragmentarla entre varias personas.
b. Seleccionar a la persona adecuada. No todas las personas tienen las mismas capacidades y
motivaciones. Se deben de identificar a los subordinados que tomaron decisiones
independientes en el pasado y que muestren deseos de asumir responsabilidades.
c. Delegar responsabilidad y autoridad. Asignar tareas y funciones no es delegar
completamente. El individuo debe responsabilizarse de la ejecución de la tarea, y la
autoridad para desempeñarla de la manera que juzgue mejor.
d. Proporcionar información adecuada. Para que la delegación sea exitosa, debe darse
información acerca de qué, cómo, cuándo, dónde, quién y por qué. El individuo debe de
comprender con claridad la tarea y conocer los resultados esperados.
e. Mantener retroalimentación. Retroalimentación significa abrir líneas directas de
comunicación entre las preguntas del subordinado y proporcionar la orientación, sin ejercer
demasiado control.
f. Evaluar y recompensar el desempeño. Al finalizar la tarea, el administrador debe evaluar los
resultados, y no los métodos empleados. Cuando los resultados no cumplan las expectativas,
el administrador debe analizar los errores y afrontar las consecuencias. Cuando se cumplan
o sobrepasen las expectativas, se debe de recompensar al subordinado por el trabajo bien
hecho, con estímulos psicológicos y sociales, como recompensas financieras, cumplidos y
delegación de nuevas actividades.