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Departamento Integración
Profesora: Alicia Marchant Lara
Ed Diferencial: Lemsy Pinilla Rojas
El Diálogo
Un diálogo es una forma de comunicación entre dos o más personas. Si bien aquí las observamos en
su forma escrita, también se llama diálogo a la comunicación oral de la vida cotidiana.
En el teatro, los actores ejecutan oralmente diálogos que encuentran su forma escrita en la literatura
dramática. Los diálogos que escuchamos en el cine y la televisión también tienen su forma escrita
en los guiones.
En otras formas de literatura también encontramos diálogos. Las entrevistas son una forma de
diálogo que suele ocurrir en primer lugar de forma oral y que luego se incluyen de forma escrita en
artículos de libros o revistas. En la literatura de ficción, los diálogos son los momentos en que los
personajes toman la palabra.
Habitualmente los diálogos se marcan con un guión al principio del parlamento de cada persona.
Cuando un personaje termina de hablar, se escribe punto y aparte. También pueden usarse los
guiones para hacer aclaraciones sobre lo que hace el personaje mientras habla. En otros formatos,
como el formato dramático, cada parlamento es precedido por el nombre del personaje que habla
y dos puntos.
Partes de un diálogo
Los diálogos suelen tener un inicio, que suele darse con la función fática del lenguaje, con
saludos o una llamada de atención a la persona con quien quiere establecerse el diálogo.
En los diálogos de la literatura, en cualquiera de sus formas, a continuación suele darse una
introducción al tema que quiere discutirse. Los diálogos de la vida cotidiana, sin embargo,
pueden no tener ninguna temática específica.
Luego del desarrollo del tema que quiere discutirse, los diálogos suelen cerrarse de una
manera específica, como una despedida.
(Doña Francisquita, Comedia lírica en tres actos. Texto de Federico Romero y Guillermo Fernández
Shaw.)
5.– Disculpe.
– Sí, dígame.
– ¿No vio por aquí un perro negro?
– Pasaron varios perros esta mañana.
– Busco uno que tiene un collar color azul.
– Ah, sí, fue en dirección al parque, hace sólo un momento.
– Muchas gracias, hasta luego.
– Hasta luego.
6.Juan: ¿De quién es este paraguas?
Ana: No lo sé, mío no es.
Juan: ¿Alguien olvidó un paraguas en el pasillo?
Alberto: Yo no.
Diana: Yo no.
Juan: ¿Entonces quién lo dejó?
Ana: Margarita estuvo aquí más temprano. Probablemente sea de ella.
Juan: Voy a llamarla para avisarle que está aquí.
7.—Perdonen que venga tan tarde —empezó a decir; y entonces, perdiendo de repente el dominio
de sí misma, se abalanzó corriendo sobre mi esposa, le echó los brazos al cuello y rompió a llorar
sobre su hombro—. ¡Ay, tengo un problema tan grande! —sollozó—. ¡Necesito tanto que alguien me
ayude!
—¡Pero si es Kate Whitney! —dijo mi esposa, alzándole el velo—. ¡Qué susto me has dado, Kate!
Cuando entraste no tenía ni idea de quién eras.
—No sabía qué hacer, así que me vine derecho a verte. Lo mismo de siempre. Las personas en
dificultades acudían a mi mujer como los pájaros a la luz de un faro.
—Has sido muy amable viniendo. Ahora tómate un poco de vino con agua, siéntate cómodamente
y cuéntanoslo todo. ¿O prefieres que mande a James a la cama?
—Oh, no, no. Necesito también el consejo y la ayuda del doctor. Se trata de Isa. No ha vuelto a
casa en dos días. ¡Estoy tan preocupada por él!
10. – ¿Hola?
– Hola, soy Juan.
– Hola, Juan, ¿cómo estás?
– Bien, gracias. ¿Podría hablar con Julia? No consigo comunicarme con su teléfono.
– Me dijo que su teléfono se quedó sin batería. Ya te paso con ella.
– Muchas gracias.
– De nada.