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Índice.
pag.
1. Introducción 3
2. Contexto de Dt 25,2 3
3. Principales testimonios de Dt 25,2 4
3.1 Testimonio del Tárgum 5
3.2 Testimonio de la Peshitta y el Pentateuco samaritano 6
3.3 Testimonio griegos 6
4. Valoración de los testimonios. 7
5. Argumentos 9
5.1 A favor de TM 9
5.2 A favor de P957 10
6. Diversidad en la práctica penal 11
7. Conclusión 12
Bibliografía 14
3
1. Introducción
El apóstol Pablo en su defensa ante los corintios (2Cor 11,24) menciona el
castigo recibido por un procedimiento que tendría su origen en Dt 25,1-3. Dos
consideraciones emergen de esta vinculación. En primer lugar, se debe destacar que este
proceso penal parece haber resistido el paso del tiempo. En segundo lugar, esta
pervivencia no implica inmovilidad, al contrario, su historia se complementa con
necesarias modificaciones accidentales1 (en este caso, probablemente motivada por el
deseo de no traspasar la legislación del Dt). En efecto, en toda institución civil o
religiosa que experimenta una prolongada persistencia, es posible registrar
modificaciones accidentales que no comprometen la continuidad fundamental. Sin
embargo, consecuentes con las implicaciones de esta deducción, debemos decir que la
legislación penal de Dt 25,1-3 pudo haber sufrido diversas modificaciones en su historia
y que la innovación testimoniada por 2Cor 11,24, podría reflejar tan sólo una etapa.
En el siguiente trabajo, gracias a un análisis histórico crítico de diversos
testimonios, nos proponemos determinar cuál podría ser la “forma original” de tal
legislación y ofrecer algunos motivos que expliquen las modificaciones secundarias de
algunos testimonios.
2. Contexto de Dt 25,2
El verso a analizar, Dt 25,2, pertenece a una sección que expone diversos casos
de legislación penal y civil (cap. 19-25). Dicha sección no presenta un desarrollo
ordenado y resulta complejo definir bajo un solo título los casos allí presentes. A simple
vista parece un agrupamiento de leyes de temática general2. Uno de los últimos casos
expuestos en esta sección lo constituye el pequeño pasaje comprendido entre los versos
25,1 y 25,4.
Un primer elemento de limitación de la sección Dt 25,1-4 queda señalado con la
fórmula de legislación condicional. La partícula כיen el v.1, vuelve a aparecer en v.5
introduciendo un nuevo argumento en el corpus legislativo3. Esta delimitación, sin
embargo, no se corresponde con una uniformidad temática. Mientras en 25,1-3 se prevé
el castigo sobre un hombre encontrado culpable en un juicio, el v.4 registra la
prohibición de maltrato sobre un animal de trabajo. Evidentemente la temática no
1
Harris presenta otros testimonios que complementan la fuente paulina. “Josephus also refers to the “forty
stripes minus one” (Antiquities 4:238, 248); clearly the later comparable reference in the Mishnaic tractate
Makkot (“Stripes”) reflects practice that dates back at least to the first century A.D”. M. J. HARRIS, The
Second Epistle to the Corinthians. A Commentary on the Greek Text (NICOT; Grand Rapids 2005) 801.
2
cf. D. MARKL, “Deuteronomy”, The Paulist Biblical Commentary (ed. J. E. AGUILAR CHIU et al.) (New
York 2018) 169.
3
Dt 25,5-10 corresponde a la legislación conocida como ley del levirato (del latín levir, cuñado). La
sección precedente involucra una legislación de carácter económico-social (Dt 24,17-22).
4
4
Tigay hace una agrupación material del material colindante dificilmente sostenible como temática legal:
“involve types of beating: the olive harvesters’ beating of the olive tree (ḥ-b-t, 24:20), the flogging of the
criminal (n-k-h), and the striking of threshing animals with staffs and switches to prod them”. J. H. TIGAY,
Deuteronomy (The JPS Torah Commentary; Philadelphia 1996) 458.
5
“Righteous and wicked are here used in their forensic sense, to signify righteous and wicked, in respect
of the charge of which person is accused”. S. R. DRIVER, A Critical and Exegetical Commentary on
Deuteronomy (ICC; Edinburgh 31978) 279.
6
Tanto Nelson como Papola (con un matiz más dinámico) notan que el fundamento de la limitación se
deriva del hecho que el culpable todavía es un hermano. cf. R. D. NELSON, Deuteronomy. A Commentary
(OTL; Louisville 2002); G. PAPOLA, Deuteronomio. Intorduzione, traduzione e commento a cura di
Grazia Papola (Nouva versione della Bibbia dai testi antichi 005; Cinisello Balsamo 2011) 273.
7
En efecto, la declaración de inocencia o culpabilidad del v.1 es una introducción jurídica general al
proceso penal y no representa en modo alguno el tema principal.
8
cf. P. JOÜON – T. MURAOKA, A Grammar of Biblical Hebrew (Subsidia biblica 27, Roma 22016) 606.
9
Los principales tárgumim y el codex Vaticanus trasladan el sintagma בְּ ִמ ְּספָּרdel TM a la frase siguiente.
5
En nuestro verso, el TM presenta: וְּ הִ ּכָּהּו ֵפטֹהַ ּׁש וְּ הִ פִ ילֹו הָּ ָּרשָּׁ ע הַ ּכֹות ִאם־בִ ן וְּ הָּ יָּה
בְּ ִמ ְּספָּר ִר ְּשׁעָּתֹו ּכְּ דֵ י לְּ ָּפנָּיו. La ½ A, en cambio, traduce: καὶ ἔσται ἐὰν ἄξιος ᾖ πληγῶν ὁ
ἀσεβῶν και καθιεῖς αὐτὸν ἔναντι τῶν κριτῶν καὶ μαστιγώσουσιν αὐτὸν ἐναντίον αὐτῶν
κατὰ τὴν ἀσέβειαν αὐτοῦ ἀριθμῷ. Como hemos señalado, la diferencia principal entre
estos dos testimonios se registra en la apódosis. Por un lado, en la primera parte de la
apódosis, la traducción griega presenta el mandato formulado en segunda persona, en el
TM, en cambio, es el juez quien realiza la acción. Además, la expresión ἔναντι τῶν
κριτῶν en la primera parte de la apódosis no se corresponde con la referencia singular
del TM. En la segunda parte de la apódosis la ½ A y el TM mantienen, cada una, las
propias referencias en sus sintagmas preposicionales: ἐναντίον αὐτῶν para la LXX y
לְּ ָּפנָּיוen TM.
Llamativamente, sin embargo, esta diferencia textual no parece ser relevante
para la mayoría de los exégetas. En efecto, una gran parte de estos opta por el TM sin
siquiera mencionar10 la lectura diversa presente en la ½ A. Por nuestra parte, antes de
realizar un examen crítico que pueda dar respuesta a estas diferencias debemos incluir
la afirmación de otros testigos.
10
En efecto, entre los comentarios disponibles, sólo Lundbom toma en cuenta el testimonio de la ½ A.
cf. J. R. LUNDBOM, Deuteronomy. A Commentary (Grand Rapids 2013) 697-700; PAPOLA,
Deuteronomio, 272-273; cf. NELSON, Deuteronomy, 293-297; cf. D. L. CHRISTENSEN, Deuteronomy (WB
6b; Dallas 2002) 598-602; cf. TIGAY, Deuteronomy, 458; cf. DRIVER, Deuteronomy, 279-280.
11
“Besides its basic sense of “translate”, the verb tirgēm in rabbinic Hebrew can also mean “to explain”
a biblical verse or a mishnah, where the language of the explanation is the same as the language of the
original text”. P. S., ALEXANDER, “Targum, Targumim”, ABD VI, 320.
12
Wegner, en una breve síntesis, indica las probables dataciones para los diversos Tárgum. El Tárgum
Neofiti se ubicaría entre los s. III-IV d.C. y el Pseudo Jonatan, en su forma actual, se podría datar entre
los s. VII y VIII. d.C. cf. P. D. WEGNER, Guida alla critica testuale della Bibbia. Storia, metodi e risultati.
(Guida alla Bibbia; Cinisello Balsamo, 2009) 210-211.
6
Dt 25,2 presenta al juez que ha hecho descender al culpable y parece observar el castigo.
Una única variante en esta parte de la apódosis se presenta en el Neofiti. Este Tárgum
conjuga el segundo verbo de la apódosis al singular: וימחי. A este respecto debemos
decir que los dos modos de traducción (sea Onkelos, Pseudo-Jonatan, por un lado, como
Neofiti, por otro) son perfectamente posibles si se sigue el texto consonántico de TM13.
Aunque la discusión acerca de la datación del Tárgum permanece abierta, la
presencia de expresiones similares en el NT sugiere una tradición común. En este
sentido, podemos sostener, con cierta seguridad, que la Vorlage del Tárgum testimonia
que la lectura de TM data de los primeros siglos después de Cristo.
13
El texto consonático admitiría que el verbo sea conjugado en plural (ver 2Sam 4,6-7 ) ַו ַיּכֻּהּו. La
conjugación en tercera persona singular, como presenta el Tárgum Neófiti también se encuentra en el
Smr, la SMss . En cambio, la traducción al plural de los tárgumim Onkelos y Pseudo Jonatan coincide con
la presente en la ½ A, y la S.
14
Se cree que se puede datar esta etapa entorno al s.VI d.C. WEGNER, Guida, 340.
15
cf. B. K. WALTKE, “Samaritan Pentateuch”, ABD V, 934.
16
cf. A. E. BROOKE – H. S. J. THACKERAY – N. MCLEAN (ed.), The Old Testament in Greek. According
to the Text of Codex Vaticanus, Supplemented from other Uncial Manuscripts, with a Critical Apparatus
Containing the Variants of the Chief Ancient Authorities for the text of the Septuagint. I. The Octateuch.
(Cambridge 1917) 633.
7
17
Pequeñas porciones de Dt 25,2 se presentan en los rollos del mar muerto (4QDeut f y 4QDeutg).
Independientemente del tamaño, su testimonio no es relevante para la discusión de Dt 25,2.
18
cf. E. WÜRTHEWIN – A. A. FISCHER, The Text of the Old Testament. An Introduction to the Biblia
Hebraica (Grand Rapids 21995), 262
19
cf. C. H. ROBERTS, Two Biblical Papyri in the John Rylands Library Manchester (Manchester 1936)
24.
20
“in lectionibus rarioribus convenit cum codicibus lucianeis”. A. VACCARI, “Fragmentum biblicum
saeculi II ante Christum”, Bib. 17/4 (1936) 504.
21
cf. ROBERTS, Papyri, 38. Hemos usado la fuente en negrita para indicar el texto que Roberts puede
reconocer claramente y que indica con otro signo no disponible.
8
[βη]ς και καθιει αυτον εν[αντιον ] לפניו והפילו הַ ּׁשֹ ֵפט וְּ הִ פִ ילֹוκαὶ καθιεῖς αὐτὸν
ἔναντι τῶν κριτῶν
[αυτ]ου και μαστιγωσιν [αυτον εναντι-] לפניהם והכהו לְּ ָּפנָּיו וְּ הִ ּכָּהּוκαὶ μαστιγώσουσιν
αὐτὸν ἐναντίον αὐτῶν
[ον αυ]των κατα την ασεβε[ιαν αυτου]
22
cf. ROBERTS, Papyri, 43
23
La línea en discusión es recreada por Roberts usando 29 caracteres. Esta cantidad es más cercana a la
cantidad promedio del resto de las líneas (entre 24-27). Si se reformula la línea en discusión con la
expresión [του κριτ]ου o la más breve [κριτ]ου disminuye la probabilidad de ajuste.
24
En el TM con el sustantivo determinado (“el juez”), en P957 (según Roberts) con el pronombre
reflexivo (“delante de sí”).
25
La lectura και καθιει αυτον εναντιον του κριτου, obliga a suponer un sujeto tácito para el verbo.
26
“Le Papyrus 957 donne une troisième personne, comme le TM, mais ne mentionne pas « le juge »
comme sujet”. Cf. M. HARL, Le Deuteronome (La Biblie d’Alexandrie LXX 5; Paris 1992) 270.
9
adjetivo (ἀσεβής) en lugar del participio (ἀσεβῶν) reflejaría una lectura menos refinada
en comparación al resto de los testimonios griegos27.
Sin bien es posible probar con estos argumentos que el P957 representa la lectio
difficilior y la lectio brevior, se debe recordar que estos principios no son automáticos.
El principal argumento viene dado por la lectura que logra explicar del resto de los
testimonios. En este sentido, realizaremos la confrontación de los principales
testimonios: TM apoyado por la mayor parte de los exégetas y el P957, sostenido por
las pruebas presentadas. El codex Vaticanus se verá al final. En esta comparación se
buscará resolver también las diversas lecturas que presentan los dos códices griegos.
5. Argumentos
4.1 A favor de TM
Como hemos mencionado, la mayoría de los exegetas se muestran favorables al
TM sin advertir el testimonio de las traducciones griegas. Lundbom es una excepción;
sin embargo, aun registrando la lectura de la ½ A, no se detiene a analizar este testimonio
y su elección a favor del TM se basa en el apoyo del Tárgum28. El apoyo de la literatura
targúmica, sin embargo, presenta la desventaja de representar el testimonio de una zona
geográfica limitada. Aún con el apoyo del Smr, más antiguo que el Tárgum, no se
modifica la debilidad del argumento.
Según la opinión de Wevers29 se podría considerar que el plus que hemos
identificado, no ocurre solo en TM. Con la reconstrucción acorde de P957, [του κριτ]ου,
se podría sostener la dependencia de P957 con respecto a TM, y pensar en una revisión
correctiva en el manuscrito. Sin embargo, ya hemos señalado la dificultad de esta
lectura. Aparte del problema del espacio y del cambio de caso, esta solución (του κριτου)
parece admitir que en P957 se realizó un ajuste parcial solo en la primera parte de la
apódosis (dejando la segunda parte inalterada). Evidentemente tal ajuste no responde a
ninguna lógica. Por el contrario, genera una lectura más difícil. La solución más
razonable es mantener la lectura que Roberts considera segura, y explicar el plus como
un intento de aclaración del TM en función del contexto jurídico (Dt 17,8-13) y del
verbo precedente conjugado al singular.
Otros argumentos para apoyar el TM tampoco logran su objetivo. McCarthy
considera que la LXX, es decir, la mayoría de los testimonios, “represent an attempt to
differentiate between those imposing the sentence and those executing it”30. Tal tipo de
afirmación se fundamenta en el análisis de la segunda parte de la apódosis:
μαστιγώσουσιν αὐτὸν ἐναντίον αὐτῶν. La presencia de un verbo al plural no puede tener
27
cf. J. W. WEVERS, Notes on the Greek Text of Deuteronomy (SCSt 39, Atlanta 1995) 390.
28
LUNDBOM, Deuteronomy, 699.
29
“It represents the same kind of occasional revisionary intrusion in a text copied by Hebrew scribe which
occasionally characterizes 848, written a century after”. J. W. WEVERS. “The Earliest Witness to the LXX
Deuteronomy”, CBQ 39/2 (1977) 242.
30
C. MCCARTHY, Deuteronomy. Prepared by Carmel McCarthy (Deutsche Bibelgesellschaft. BHQ 5;
Stuttgart 2007) 119*.
10
como sujeto la misma referencia del sintagma preposicional. En este sentido, se debe
suponer otros agentes encargados de castigar al culpable y no los jueces señalados en el
v.2. Lamentablemente, la afirmación de la exégeta es parcial. No explica la presencia
del minus en P957, ni tampoco sus cambios de referencias en los sintagmas
preposicionales.
Christenesen, en cambio, sostiene la precedencia de TM en base a criterios
literarios31. Sin embargo, las características estilísticas del texto nada dicen de su
originalidad. Un redactor tardío, si es apto, podría insertar sus modificaciones
ajustándose a moldes y patrones estilísticos.
31
Christensen afirma que “Prosodic analysis support TM”. D. L. CHRISTENSEN, Deuteronomy (WB 6b;
Dallas 2002) 599.
32
cf. MCCARTHY, Deuteronomy, 119*.
33
Wevers cree que el término ἀσεβής era original y que “The impulse towards ασεβων was undoubtedly
stimulated by its occurrence (τοῦ ἀσεβοῦς) in v.1”. J. W. WEVERS, Notes on the Greek Text of
Deuteronomy (SOSt 39; Atlanta 1995) 389.
11
lógica34. Sin embargo, también se podría explicar por una práctica penal diversamente
ejecutada, reflejando de este modo, una variación accidental en la legislación penal.
Antes de profundizar en las diferencias entre TM y el ½ A, queremos notar la
lectura del codex Vaticanus. Si bien el aparato crítico de la edición de Rahlfs – Hanhart
indica un error involuntario, creemos que la sumatoria de modificaciones convergen en
otra explicación. En efecto, además del minus ya señalado, concurren otras
modificaciones que ofrecen paradójicamente una lectura final más clara. En primer
lugar, podemos indicar que se añade una conjunción antes de ἀριθμῷ, desplazando, de
este modo, el sintagma nominal a la frase siguiente. Además, el minus κατὰ τὴν
ἀσέβειαν αὐτοῦ, no se podría explicar como un error involuntario. En efecto, no hay un
soporte textual y el minus es coherente con la formulación del v.2 (que todavía no
menciona la pena). La sumatoria de estas modificaciones y el resultado de una lectura
llana nos sugieren que el traductor lejos de cometer errores involuntarios, modificó su
lectura para ofrecer una versión simplificada de la legislación penal. Uno de los
principios de la crítica textual establece que lectio brevior praestat longiori. Sin
embargo, si se supone una Vorlage ambigua, el traductor podría omitir ciertas
expresiones en la búsqueda de una lectura más llana. En síntesis, por un lado, podemos
afirmar con seguridad que el codex Vaticanus efectuó modificaciones deliberadas. Por
otro lado, en menor grado de certeza, podemos especular que su motivación respondía
al intento de clarificación de una Vorlage ambigua. En este sentido, esta última
consideración podría apoyar indirectamente nuestra elección de la Vorlage de P957
como “texto original”.
34
Wevers estima que es un cambio lógico ya que: “though the Hebrew presupposes one judge, a judgment
of this sort should presuppose a consensus of legal opinion”. WEVERS, Notes, 390.
35
A. ROFÉ, Deuteronomy. Issues and Interpretation (OTSt; London 2002) 105. n.6.
12
penal, registrada al menos en los primeros siglos d. C., que podría explicar la elección
del plus sea en el TM, como en el ½ A.
Otra prueba, complementaria a la presentada por Rofé, que ayuda a comprender
este contexto histórico, la ofrece la literatura targúmica. En Gn 38,15 el Tárgum Neofiti
presenta el juicio de Tamar ante un juez: בידוי יתהון ויהבת יתהון וחמת עיינה ואנהרון
דדיינא. Por el contrario, el mismo proceso es descrito por el Tárgum Pseudo Jonatan
considerando una pluralidad de jueces: יתהון וטלקת יתהון ונסיבת ואשׁכחתנון עיינה ואנהר
דיינייא רגלי קמי.
Si se considera que Dt 25,2 presenta la autoridad ante quien se ejecuta el castigo
podemos decir que TM simplemente presenta un “juez” porque sigue una tradición penal
y el ½ A registra “jueces” porque sigue otra línea procesal. En síntesis, existen
testimonios que permiten constatar diversas prácticas penales y dichas diferencias
pueden explicar el intento de solución de una referencia poco clara.
6 Conclusión
El testimonio más antiguo, el papiro Rylands 957, ofrece un fundamento para
explicar las variantes de TM y de los principales códices griegos. Su lectura, siguiendo
el juicio independiente de Roberts, representa la lectio brevior. Además, la presencia de
un verbo conjugado de forma no esperada, es decir en tercera persona en la apódosis; y
el cambio de la referencia en los sintagmas preposicionales constituyen a la lectura de
P957 como la lectio difficilior. Sobre la hipótesis de una legislación ambigua (por ser la
lectio brevior et difficilior) se entiende la simplificación del codex Vaticanus, y las
modificaciones del TM y el ½ A. La diferencia entre estos dos últimos testimonios, si
bien puede responder a diversos intentos de armonización, se podría explicar en base a
la documentación extra-bíblica. En efecto, ésta nos ofrece un contexto histórico para
explicar las diversas opciones.
No se debe considerar la modificación que se refleja en el castigo de Pablo, como
la única presente en la institución penal de Dt 25,1-3. Este proceso tranquilamente pudo
experimentar, en su larga vida, divergencias en el modo de aplicación. Podemos suponer
que el debate entre las dos posturas que se reflejan en el TM y el ½ A respondió a la
tensión entre garantías procesales y celeridad en la práctica jurídico-penal. Si la lectura
de P957 representa el testimonio más confiable, los testimonios del ½ A y el TM
manifestarían un trabajo redaccional, cada uno correspondiente a un particular
desarrollo de la institución jurídico-penal.
13
Bibliografía