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Introducción al método histórico crítico.

Prof.: J-L. Ska.


Alumno: Damián E. Correa

Dt 25,2: Análisis histórico crítico


2

Índice.
pag.
1. Introducción 3
2. Contexto de Dt 25,2 3
3. Principales testimonios de Dt 25,2 4
3.1 Testimonio del Tárgum 5
3.2 Testimonio de la Peshitta y el Pentateuco samaritano 6
3.3 Testimonio griegos 6
4. Valoración de los testimonios. 7
5. Argumentos 9
5.1 A favor de TM 9
5.2 A favor de P957 10
6. Diversidad en la práctica penal 11
7. Conclusión 12
Bibliografía 14
3

1. Introducción
El apóstol Pablo en su defensa ante los corintios (2Cor 11,24) menciona el
castigo recibido por un procedimiento que tendría su origen en Dt 25,1-3. Dos
consideraciones emergen de esta vinculación. En primer lugar, se debe destacar que este
proceso penal parece haber resistido el paso del tiempo. En segundo lugar, esta
pervivencia no implica inmovilidad, al contrario, su historia se complementa con
necesarias modificaciones accidentales1 (en este caso, probablemente motivada por el
deseo de no traspasar la legislación del Dt). En efecto, en toda institución civil o
religiosa que experimenta una prolongada persistencia, es posible registrar
modificaciones accidentales que no comprometen la continuidad fundamental. Sin
embargo, consecuentes con las implicaciones de esta deducción, debemos decir que la
legislación penal de Dt 25,1-3 pudo haber sufrido diversas modificaciones en su historia
y que la innovación testimoniada por 2Cor 11,24, podría reflejar tan sólo una etapa.
En el siguiente trabajo, gracias a un análisis histórico crítico de diversos
testimonios, nos proponemos determinar cuál podría ser la “forma original” de tal
legislación y ofrecer algunos motivos que expliquen las modificaciones secundarias de
algunos testimonios.

2. Contexto de Dt 25,2
El verso a analizar, Dt 25,2, pertenece a una sección que expone diversos casos
de legislación penal y civil (cap. 19-25). Dicha sección no presenta un desarrollo
ordenado y resulta complejo definir bajo un solo título los casos allí presentes. A simple
vista parece un agrupamiento de leyes de temática general2. Uno de los últimos casos
expuestos en esta sección lo constituye el pequeño pasaje comprendido entre los versos
25,1 y 25,4.
Un primer elemento de limitación de la sección Dt 25,1-4 queda señalado con la
fórmula de legislación condicional. La partícula ‫ כי‬en el v.1, vuelve a aparecer en v.5
introduciendo un nuevo argumento en el corpus legislativo3. Esta delimitación, sin
embargo, no se corresponde con una uniformidad temática. Mientras en 25,1-3 se prevé
el castigo sobre un hombre encontrado culpable en un juicio, el v.4 registra la
prohibición de maltrato sobre un animal de trabajo. Evidentemente la temática no

1
Harris presenta otros testimonios que complementan la fuente paulina. “Josephus also refers to the “forty
stripes minus one” (Antiquities 4:238, 248); clearly the later comparable reference in the Mishnaic tractate
Makkot (“Stripes”) reflects practice that dates back at least to the first century A.D”. M. J. HARRIS, The
Second Epistle to the Corinthians. A Commentary on the Greek Text (NICOT; Grand Rapids 2005) 801.
2
cf. D. MARKL, “Deuteronomy”, The Paulist Biblical Commentary (ed. J. E. AGUILAR CHIU et al.) (New
York 2018) 169.
3
Dt 25,5-10 corresponde a la legislación conocida como ley del levirato (del latín levir, cuñado). La
sección precedente involucra una legislación de carácter económico-social (Dt 24,17-22).
4

presenta un desarrollo continuo y el masoreta parece advertir la diferencia insertando el


signo de la setumah. A pesar de que el criterio temático establece una separación entre
los vv.1-3 y v.4, es posible todavía afirmar la existencia de una relación entre estas dos
legislaciones: se debe evitar la degradación y la falta de respeto, tanto para un culpable
después de un juicio como para un animal que trabaja4. Sin embargo, tal vinculación es
de orden interpretativo. El criterio de delimitación temática es claro y el verso a analizar
se comprende entre los vv 1-3 (de Dt 25).
La estructura de Dt 25,1-3 en el TM corresponde a una legislación jurídica penal
condicional. En primer lugar, la recurrencia de términos específicos en 25,1-2 nos
demuestra claramente que el contexto de la legislación es jurídico. No sólo los términos
‫המשפט‬, ‫ השׁפט‬,‫שׁפטום‬, sino también otros términos ya notados por Driver apoyan esta
afirmación5. Además, los vv. 2-3 indican que la legislación versa sobre la aplicación de
penas. El límite máximo de la pena para un culpable viene establecido en v.3 y dicha
restricción manifiesta una preocupación por la dignidad del culpable, posiblemente
motivada por la conciencia del vínculo familiar6. El centro del proceso penal, posterior
al juicio7, se presenta v. 2. La estructura de este verso corresponde a una frase
condicional y dicha formulación nos permitirá determinar los pasos centrales del
proceso. La prótasis está señalada por una fórmula condicional (‫)אם‬, la apódosis, en
cambio, viene introducida por el primer waw (llamado waw de apódosis8). El segundo
waw establece una división interna de la apódosis. Finalmente, un sintagma nominal
anticipa la limitación cuantitativa del castigo que se explicitará en el verso siguiente
(v.3).
Si bien existen variaciones parciales en la última parte9 de Dt 25,2, las
diferencias textuales que sugieren modificaciones en este proceso se encuentran
especialmente en la apódosis.

3. Principales testimonios de Dt 25,2


La temática jurídica presente en Dt 25,1-3 nos sirve de metáfora para iniciar
nuestro análisis. Con el propósito de determinar cuál de ellos es el más confiable,
comenzaremos convocando a los dos principales testimonios: el TM y la ½ A.

4
Tigay hace una agrupación material del material colindante dificilmente sostenible como temática legal:
“involve types of beating: the olive harvesters’ beating of the olive tree (ḥ-b-t, 24:20), the flogging of the
criminal (n-k-h), and the striking of threshing animals with staffs and switches to prod them”. J. H. TIGAY,
Deuteronomy (The JPS Torah Commentary; Philadelphia 1996) 458.
5
“Righteous and wicked are here used in their forensic sense, to signify righteous and wicked, in respect
of the charge of which person is accused”. S. R. DRIVER, A Critical and Exegetical Commentary on
Deuteronomy (ICC; Edinburgh 31978) 279.
6
Tanto Nelson como Papola (con un matiz más dinámico) notan que el fundamento de la limitación se
deriva del hecho que el culpable todavía es un hermano. cf. R. D. NELSON, Deuteronomy. A Commentary
(OTL; Louisville 2002); G. PAPOLA, Deuteronomio. Intorduzione, traduzione e commento a cura di
Grazia Papola (Nouva versione della Bibbia dai testi antichi 005; Cinisello Balsamo 2011) 273.
7
En efecto, la declaración de inocencia o culpabilidad del v.1 es una introducción jurídica general al
proceso penal y no representa en modo alguno el tema principal.
8
cf. P. JOÜON – T. MURAOKA, A Grammar of Biblical Hebrew (Subsidia biblica 27, Roma 22016) 606.
9
Los principales tárgumim y el codex Vaticanus trasladan el sintagma ‫ בְּ ִמ ְּספָּר‬del TM a la frase siguiente.
5

En nuestro verso, el TM presenta: ‫וְּ הִ ּכָּהּו ֵפטֹהַ ּׁש וְּ הִ פִ ילֹו הָּ ָּרשָּׁ ע הַ ּכֹות ִאם־בִ ן וְּ הָּ יָּה‬
‫בְּ ִמ ְּספָּר ִר ְּשׁעָּתֹו ּכְּ דֵ י לְּ ָּפנָּיו‬. La ½ A, en cambio, traduce: καὶ ἔσται ἐὰν ἄξιος ᾖ πληγῶν ὁ
ἀσεβῶν και καθιεῖς αὐτὸν ἔναντι τῶν κριτῶν καὶ μαστιγώσουσιν αὐτὸν ἐναντίον αὐτῶν
κατὰ τὴν ἀσέβειαν αὐτοῦ ἀριθμῷ. Como hemos señalado, la diferencia principal entre
estos dos testimonios se registra en la apódosis. Por un lado, en la primera parte de la
apódosis, la traducción griega presenta el mandato formulado en segunda persona, en el
TM, en cambio, es el juez quien realiza la acción. Además, la expresión ἔναντι τῶν
κριτῶν en la primera parte de la apódosis no se corresponde con la referencia singular
del TM. En la segunda parte de la apódosis la ½ A y el TM mantienen, cada una, las
propias referencias en sus sintagmas preposicionales: ἐναντίον αὐτῶν para la LXX y
‫ לְּ ָּפנָּיו‬en TM.
Llamativamente, sin embargo, esta diferencia textual no parece ser relevante
para la mayoría de los exégetas. En efecto, una gran parte de estos opta por el TM sin
siquiera mencionar10 la lectura diversa presente en la ½ A. Por nuestra parte, antes de
realizar un examen crítico que pueda dar respuesta a estas diferencias debemos incluir
la afirmación de otros testigos.

3.1 Testimonio del Tárgum


Entre los testimonios que podemos presentar para el v. 2 de Dt 25 se encuentra
la literatura targúmica. Ciertamente no se puede decir que esta literatura intente en su
traducción ajustarse al AT11. Sin embargo, para 25,2, los tárgumim más importantes no
presentan expansiones y siguen de cerca una Vorlage idéntica al TM. Aunque es muy
discutible realizar una datación del material targúmico, se cree que el Tárgum Onkelos
es el más antiguo y que su testimonio se corresponde a un periodo comprendido entre
los s. II-V d.C12.
Con respecto a la primera parte de la apódosis, el Pseudo Jonatan traduce
‫דיינא וירבעיניה‬, el Neofiti: ‫ דיינה יתיה וירבע‬y el Onkelos: ‫דַ יָּינָּא וְּ יִ רמֵ ינֵיה‬. En todos estos
casos, el verbo se conjuga en tercera persona y el sujeto se encuentra al final de la frase.
Sólo el Neofiti presenta el complemento objeto separado del verbo, lo cual simplemente
se debe a una elección estilística. La segunda parte de la apódosis también se
corresponde con el TM: ‫לְּ ָּפנָּיו וְּ הִ ּכָּהּו‬. Onkelos traduce ‫קְּ דָּ מֹוהִ י וְּ יַלקֵ ינֵיה‬, Pseudo Jonatan
‫קדמוי וילקיניה‬, Neofiti: ‫קדמוי יתיה וימחי‬. Todos estos tárgumim traducen el sintagma
‫לְּ ָּפנָּיו‬, de la segunda parte de la apódosis, sin modificaciones. El procedimiento penal de

10
En efecto, entre los comentarios disponibles, sólo Lundbom toma en cuenta el testimonio de la ½ A.
cf. J. R. LUNDBOM, Deuteronomy. A Commentary (Grand Rapids 2013) 697-700; PAPOLA,
Deuteronomio, 272-273; cf. NELSON, Deuteronomy, 293-297; cf. D. L. CHRISTENSEN, Deuteronomy (WB
6b; Dallas 2002) 598-602; cf. TIGAY, Deuteronomy, 458; cf. DRIVER, Deuteronomy, 279-280.
11
“Besides its basic sense of “translate”, the verb tirgēm in rabbinic Hebrew can also mean “to explain”
a biblical verse or a mishnah, where the language of the explanation is the same as the language of the
original text”. P. S., ALEXANDER, “Targum, Targumim”, ABD VI, 320.
12
Wegner, en una breve síntesis, indica las probables dataciones para los diversos Tárgum. El Tárgum
Neofiti se ubicaría entre los s. III-IV d.C. y el Pseudo Jonatan, en su forma actual, se podría datar entre
los s. VII y VIII. d.C. cf. P. D. WEGNER, Guida alla critica testuale della Bibbia. Storia, metodi e risultati.
(Guida alla Bibbia; Cinisello Balsamo, 2009) 210-211.
6

Dt 25,2 presenta al juez que ha hecho descender al culpable y parece observar el castigo.
Una única variante en esta parte de la apódosis se presenta en el Neofiti. Este Tárgum
conjuga el segundo verbo de la apódosis al singular: ‫וימחי‬. A este respecto debemos
decir que los dos modos de traducción (sea Onkelos, Pseudo-Jonatan, por un lado, como
Neofiti, por otro) son perfectamente posibles si se sigue el texto consonántico de TM13.
Aunque la discusión acerca de la datación del Tárgum permanece abierta, la
presencia de expresiones similares en el NT sugiere una tradición común. En este
sentido, podemos sostener, con cierta seguridad, que la Vorlage del Tárgum testimonia
que la lectura de TM data de los primeros siglos después de Cristo.

3.2 Testimonio de la Peshitta y el Pentateuco samaritano


También la Peshitta presenta una Vorlage semejante al TM, tanto en la primera
como en la segunda parte de la apódosis: ‫ܕܝܢܐ ܢܪܡܝܘܗܝ‬ ܿ ‫ܩܕܡܘܗܝ ܘܢܢܓܕܘܢܗ‬. El asíndeton
con la cual la Peshitta introduce la apódosis no representa en absoluto algún tipo de
variante. Por el contrario, es una correcta traducción que respeta la sintaxis de la lengua
target. Observando que el traductor sigue de cerca el TM se debe precisar que la
traducción de este pasaje refleja el primer estadio del texto siriaco. En efecto, el
traductor no parece reportar ningún tipo de influjo proveniente de la LXX14.
Más interesante resulta el acuerdo del Pentateuco samaritano con el TM. El Smr
traduce: ‫לקדמיו וימעינה דיאנה ויפלנה‬. Wegner sostiene que existe un consenso
académico que vincula el Smr con la LXX: ambos pertenecerían a una misma familia
textual. Los acuerdos de Smr con TM se deberían en realidad a la influencia del proto-
TM15. Dejando de lado la discusión de la formación del Smr, parece seguro fijar su
datación en entorno al s. I a.C.

3.3 Testimonios griegos


Para Dt 25, 1-3, el texto ecléctico en la edición de Rahlfs – Hanhart se apoya en
el codex Alexandrinus (s. V d.C). En efecto, por un lado, el codex Sinaiticus no presenta
ninguna lectura y, por otro lado, el codex Vaticanus (s. IV d.C.) contiene omisiones
significativas.
El codex Vaticanus traduce: καὶ ἔσται ἐὰν ἄξιος ᾖ πληγῶν ὁ ἀσεβῶν, καθιεῖς
αὐτὸν ἐναντίον αὐτῶν καί ἀριθμῷ τεσσαράκοντα μαστιγώσουσιν αὐτόν16. La edición
de Rahlfs – Hanhart, en el aparato crítico, sugiere que el minus (ἔναντι τῶν κριτῶν καὶ

13
El texto consonático admitiría que el verbo sea conjugado en plural (ver 2Sam 4,6-7 ‫) ַו ַיּכֻּהּו‬. La
conjugación en tercera persona singular, como presenta el Tárgum Neófiti también se encuentra en el
Smr, la SMss . En cambio, la traducción al plural de los tárgumim Onkelos y Pseudo Jonatan coincide con
la presente en la ½ A, y la S.
14
Se cree que se puede datar esta etapa entorno al s.VI d.C. WEGNER, Guida, 340.
15
cf. B. K. WALTKE, “Samaritan Pentateuch”, ABD V, 934.
16
cf. A. E. BROOKE – H. S. J. THACKERAY – N. MCLEAN (ed.), The Old Testament in Greek. According
to the Text of Codex Vaticanus, Supplemented from other Uncial Manuscripts, with a Critical Apparatus
Containing the Variants of the Chief Ancient Authorities for the text of the Septuagint. I. The Octateuch.
(Cambridge 1917) 633.
7

μαστιγώσουσιν αὐτὸν) se debe a un homoioteleuton. Esta afirmación, que presupone un


error involuntario del copista, no advierte, sin embargo, que la lectura final del codex
Vaticanus resulta más llana.
Un testimonio valioso, apenas tenido en consideración, lo constituye el papiro
Rylands 957 (P957). Este papiro es el testimonio más antiguo que se puede presentar
acerca de la legislación presente en Dt 25,1-317. El manuscrito presumiblemente
proviene de Fayyum18 (Egipto) y fue datado paleográficamente entorno al s. II a.C.19.
El P957 tiene pocas dimensiones y su naturaleza parece ser la de un texto manual. Aparte
de estas características, el testimonio de este manuscrito es significativo por su singular
lectura. Ya en 1936, Vaccari, aunque llegaba a otra conclusión respecto a su origen,
observaba dicha particularidad20. El manuscrito lee: και εσται εαν αξι[ος πληγων ο
ασεβη]ς και καθιει αυτον εν[αντιον αυτ]ου και μαστιγωσιν [αυτον εναντιον αυ]των
κατα την ασεβε[ιαν αυτου]. Si bien el P957 presenta muchos vacíos textuales su
testimonio debe tomarse independientemente. Como demostraremos más adelante, su
lectura no puede reducirse ni al testimonio del TM, ni tampoco al testimonio de los
principales códices griegos.

4 Valoración de los testimonios.


Después de presentar los diversos testimonios de Dt 25,1-3 es preciso clarificar
el problema. Como hemos visto, el testimonio del TM está apoyado por diversas
traducciones. Aparte del Targum y la Peshitta que apoyan el TM, sobresale por su
antigüedad, el Smr. La traducción griega, en cambio, como hemos visto, no presenta un
solo testimonio. En este sentido, se deben considerar en principio, tres testimonios:
P957, codex Vaticanus y ½ A.
Limitándonos a la apódosis de Dt 25,2 trataremos de identificar el texto que
pueda dar explicación del resto de variantes. Para tal fin, con la intención de facilitar la
comprensión de la discusión reproducimos a continuación los siguientes testimonios: el
P957 presentado por Roberts21, nuestra hipótesis de su Vorlage, el TM y el ½ A. El
testimonio del codex Vaticanus lo trataremos aparte debido a que presenta
modificaciones que se extienden más allá de la apódosis.

17
Pequeñas porciones de Dt 25,2 se presentan en los rollos del mar muerto (4QDeut f y 4QDeutg).
Independientemente del tamaño, su testimonio no es relevante para la discusión de Dt 25,2.
18
cf. E. WÜRTHEWIN – A. A. FISCHER, The Text of the Old Testament. An Introduction to the Biblia
Hebraica (Grand Rapids 21995), 262
19
cf. C. H. ROBERTS, Two Biblical Papyri in the John Rylands Library Manchester (Manchester 1936)
24.
20
“in lectionibus rarioribus convenit cum codicibus lucianeis”. A. VACCARI, “Fragmentum biblicum
saeculi II ante Christum”, Bib. 17/4 (1936) 504.
21
cf. ROBERTS, Papyri, 38. Hemos usado la fuente en negrita para indicar el texto que Roberts puede
reconocer claramente y que indica con otro signo no disponible.
8

P957 Vorlage P 957 TM ½A


και εσται εαν αξι[ος πληγων ο ασε-]

[βη]ς και καθιει αυτον εν[αντιον ] ‫לפניו והפילו‬ ‫ הַ ּׁשֹ ֵפט וְּ הִ פִ ילֹו‬καὶ καθιεῖς αὐτὸν
ἔναντι τῶν κριτῶν
[αυτ]ου και μαστιγωσιν [αυτον εναντι-] ‫לפניהם והכהו‬ ‫ לְּ ָּפנָּיו וְּ הִ ּכָּהּו‬καὶ μαστιγώσουσιν
αὐτὸν ἐναντίον αὐτῶν
[ον αυ]των κατα την ασεβε[ιαν αυτου]

De la comparación de los testimonios emerge claramente que el P957 es la lectio


brevior y la lectio difficilior. En primer lugar, el papiro Rylands lee la frase de Dt 25,2
con un minus. Roberts cree que no es seguro leer en el papiro: εν[αντιον του κριτ]ου22.
En efecto, a este respecto se debe considerar la limitación del espacio23. Si a pesar de
esta limitación se insiste en la lectura menos segura, dicha lectura no se correspondería
con el TM. Tal traducción alteraría el caso gramatical del sustantivo “juez”, que de un
caso recto pasaría a uno oblicuo. Paradójicamente, lectura que sugiere Roberts es más
cercana a la semántica del TM; el sujeto que realiza la acción viene referido después del
verbo24. En efecto, no hay que suponer otro agente en la acción como lo hace la lectura
menos segura25. Aunque el juicio de Roberts sobre la lectura más segura es
independiente (en tanto que no está interesado en apoyar algún testimonio), su
valoración sólo encuentra recepción en Harl26.
En segundo lugar, al menos por dos motivos, se puede decir que la lectura de
P957 representa la lectio difficilior. El sintagma preposicional de la primera parte de la
apódosis no se corresponde a la segunda parte. En este sentido, se produce un cambio
no sólo en las referencias sino en dinámica del proceso penal. En efecto, si bien la
fórmula se deja sin clarificar, en la primera parte de la apódosis el sujeto del verbo es
singular: και καθιει αυτον εν[…]ου. En la segunda parte de la apódosis, en cambio, el
P957 modifica el número de la referencia anónima. El otro motivo por el cual P957
representa la lectio difficilior viene dado por el verbo que introduce la apódosis: καθιει
(‫)והפילו‬. Tal tipo de conjugación, en tercera persona, representa para la formulación del
Dt, un uso menos común. En efecto, la sección legislativa de Dt 19-25 presenta pocos
casos en donde Moisés expone la legislación de esta forma (Dt 21,15-17; 25, 5-10). En
términos generales la legislación de Dt 19-25 se expresa de manera directa. Finalmente,
se podría apoyar parcialmente este criterio en base a un elemento literario: el uso del

22
cf. ROBERTS, Papyri, 43
23
La línea en discusión es recreada por Roberts usando 29 caracteres. Esta cantidad es más cercana a la
cantidad promedio del resto de las líneas (entre 24-27). Si se reformula la línea en discusión con la
expresión [του κριτ]ου o la más breve [κριτ]ου disminuye la probabilidad de ajuste.
24
En el TM con el sustantivo determinado (“el juez”), en P957 (según Roberts) con el pronombre
reflexivo (“delante de sí”).
25
La lectura και καθιει αυτον εναντιον του κριτου, obliga a suponer un sujeto tácito para el verbo.
26
“Le Papyrus 957 donne une troisième personne, comme le TM, mais ne mentionne pas « le juge »
comme sujet”. Cf. M. HARL, Le Deuteronome (La Biblie d’Alexandrie LXX 5; Paris 1992) 270.
9

adjetivo (ἀσεβής) en lugar del participio (ἀσεβῶν) reflejaría una lectura menos refinada
en comparación al resto de los testimonios griegos27.
Sin bien es posible probar con estos argumentos que el P957 representa la lectio
difficilior y la lectio brevior, se debe recordar que estos principios no son automáticos.
El principal argumento viene dado por la lectura que logra explicar del resto de los
testimonios. En este sentido, realizaremos la confrontación de los principales
testimonios: TM apoyado por la mayor parte de los exégetas y el P957, sostenido por
las pruebas presentadas. El codex Vaticanus se verá al final. En esta comparación se
buscará resolver también las diversas lecturas que presentan los dos códices griegos.

5. Argumentos

4.1 A favor de TM
Como hemos mencionado, la mayoría de los exegetas se muestran favorables al
TM sin advertir el testimonio de las traducciones griegas. Lundbom es una excepción;
sin embargo, aun registrando la lectura de la ½ A, no se detiene a analizar este testimonio
y su elección a favor del TM se basa en el apoyo del Tárgum28. El apoyo de la literatura
targúmica, sin embargo, presenta la desventaja de representar el testimonio de una zona
geográfica limitada. Aún con el apoyo del Smr, más antiguo que el Tárgum, no se
modifica la debilidad del argumento.
Según la opinión de Wevers29 se podría considerar que el plus que hemos
identificado, no ocurre solo en TM. Con la reconstrucción acorde de P957, [του κριτ]ου,
se podría sostener la dependencia de P957 con respecto a TM, y pensar en una revisión
correctiva en el manuscrito. Sin embargo, ya hemos señalado la dificultad de esta
lectura. Aparte del problema del espacio y del cambio de caso, esta solución (του κριτου)
parece admitir que en P957 se realizó un ajuste parcial solo en la primera parte de la
apódosis (dejando la segunda parte inalterada). Evidentemente tal ajuste no responde a
ninguna lógica. Por el contrario, genera una lectura más difícil. La solución más
razonable es mantener la lectura que Roberts considera segura, y explicar el plus como
un intento de aclaración del TM en función del contexto jurídico (Dt 17,8-13) y del
verbo precedente conjugado al singular.
Otros argumentos para apoyar el TM tampoco logran su objetivo. McCarthy
considera que la LXX, es decir, la mayoría de los testimonios, “represent an attempt to
differentiate between those imposing the sentence and those executing it”30. Tal tipo de
afirmación se fundamenta en el análisis de la segunda parte de la apódosis:
μαστιγώσουσιν αὐτὸν ἐναντίον αὐτῶν. La presencia de un verbo al plural no puede tener

27
cf. J. W. WEVERS, Notes on the Greek Text of Deuteronomy (SCSt 39, Atlanta 1995) 390.
28
LUNDBOM, Deuteronomy, 699.
29
“It represents the same kind of occasional revisionary intrusion in a text copied by Hebrew scribe which
occasionally characterizes 848, written a century after”. J. W. WEVERS. “The Earliest Witness to the LXX
Deuteronomy”, CBQ 39/2 (1977) 242.
30
C. MCCARTHY, Deuteronomy. Prepared by Carmel McCarthy (Deutsche Bibelgesellschaft. BHQ 5;
Stuttgart 2007) 119*.
10

como sujeto la misma referencia del sintagma preposicional. En este sentido, se debe
suponer otros agentes encargados de castigar al culpable y no los jueces señalados en el
v.2. Lamentablemente, la afirmación de la exégeta es parcial. No explica la presencia
del minus en P957, ni tampoco sus cambios de referencias en los sintagmas
preposicionales.
Christenesen, en cambio, sostiene la precedencia de TM en base a criterios
literarios31. Sin embargo, las características estilísticas del texto nada dicen de su
originalidad. Un redactor tardío, si es apto, podría insertar sus modificaciones
ajustándose a moldes y patrones estilísticos.

4.2 A favor de P957


Acertadamente (al menos en la expresión material), McCarthy considera que las
variaciones son debidas a la dificultad de comprender la legislación32. En este sentido,
P957, precisamente en razón de ser la lectio brevior y la lectio difficilior, es el testimonio
que ofrece un fundamento para las posibles modificaciones33.
TM buscaría solucionar la falta de claridad identificando explícitamente el
primer sujeto de la apódosis conforme a la conjugación del verbo: ‫וְּ הִ פִ ילֹו‬. Como hemos
señalado, este tipo de conjugación representa la lectio difficilior. La estrategia de
clarificación, adoptada por TM mediante la inserción de un plus en tercera persona,
evidentemente responde al contexto inmediato. Por un lado, el contexto forense ya fue
indicado anteriormente. Por otro lado, el sujeto de un verbo al singular, debería ser
‫הַ ֹשׁפֵט‬. Por último, la modificación del sintagma preposicional (‫ )לְּ ָּפנָּיו‬en la segunda
parte de la apódosis evita el cambio de referencia (como sucede en P957). De este modo,
manteniendo una misma referencia, se crea un proceso más claro.
El ½ A (como la mayoría de los otros testimonios de la LXX) altera, en armonía
con la legislación deuteronomista, la conjugación del verbo καθιει. Este primer paso
permite ajustar la referencia del primer sintagma preposicional. Desligado de su verbo,
el sintagma se puede modificar a favor de otra referencia (ἔναντι τῶν κριτῶν).
Posiblemente, para esta modificación, se ha tenido en consideración que el v.1 parece
sugerir una corte jurídica. Además, parece claro que el ½ A utiliza la misma estrategia
del TM. En efecto, realiza modificaciones en la referencia de los sintagmas
preposicionales de la apódosis con el propósito de mantener una continuidad en la
dinámica.
El uso de una referencia en plural (ἔναντι τῶν κριτῶν… ἐναντίον αὐτῶν) por
parte del ½ A contrasta con la elección presente en el TM. Es posible que la elección
del códice griego responda a un intento de armonización con el v.1 o a una solución

31
Christensen afirma que “Prosodic analysis support TM”. D. L. CHRISTENSEN, Deuteronomy (WB 6b;
Dallas 2002) 599.
32
cf. MCCARTHY, Deuteronomy, 119*.
33
Wevers cree que el término ἀσεβής era original y que “The impulse towards ασεβων was undoubtedly
stimulated by its occurrence (τοῦ ἀσεβοῦς) in v.1”. J. W. WEVERS, Notes on the Greek Text of
Deuteronomy (SOSt 39; Atlanta 1995) 389.
11

lógica34. Sin embargo, también se podría explicar por una práctica penal diversamente
ejecutada, reflejando de este modo, una variación accidental en la legislación penal.
Antes de profundizar en las diferencias entre TM y el ½ A, queremos notar la
lectura del codex Vaticanus. Si bien el aparato crítico de la edición de Rahlfs – Hanhart
indica un error involuntario, creemos que la sumatoria de modificaciones convergen en
otra explicación. En efecto, además del minus ya señalado, concurren otras
modificaciones que ofrecen paradójicamente una lectura final más clara. En primer
lugar, podemos indicar que se añade una conjunción antes de ἀριθμῷ, desplazando, de
este modo, el sintagma nominal a la frase siguiente. Además, el minus κατὰ τὴν
ἀσέβειαν αὐτοῦ, no se podría explicar como un error involuntario. En efecto, no hay un
soporte textual y el minus es coherente con la formulación del v.2 (que todavía no
menciona la pena). La sumatoria de estas modificaciones y el resultado de una lectura
llana nos sugieren que el traductor lejos de cometer errores involuntarios, modificó su
lectura para ofrecer una versión simplificada de la legislación penal. Uno de los
principios de la crítica textual establece que lectio brevior praestat longiori. Sin
embargo, si se supone una Vorlage ambigua, el traductor podría omitir ciertas
expresiones en la búsqueda de una lectura más llana. En síntesis, por un lado, podemos
afirmar con seguridad que el codex Vaticanus efectuó modificaciones deliberadas. Por
otro lado, en menor grado de certeza, podemos especular que su motivación respondía
al intento de clarificación de una Vorlage ambigua. En este sentido, esta última
consideración podría apoyar indirectamente nuestra elección de la Vorlage de P957
como “texto original”.

5 Diversidad en la práctica penal.


Como hemos indicado, el plus presente en el ½ A difiere del plus del TM. La
inserción del plus en el texto griego está posibilitada por la modificación en la
conjugación del verbo por el cual se introduce la apódosis. El TM mantiene la referencia
introducida en la primera parte de la apódosis modificando el segundo sintagma
preposicional. Esta diferencia de proceso penal puede explicarse de diversas maneras:
por el contexto, por el deseo de no vincular a los jueces con el castigo o por la evolución
de la institución jurídica. Sin embargo, esta última hipótesis presenta la ventaja de
encontrar apoyo en la literatura extrabíblica.
Rofé, en un estudio sobre el desarrollo judicial en el Dt35, reporta dos testimonios
que dan cuenta de una divergencia en el proceso judicial. Por un lado, Flavio Josefo
describe la presencia de 7 jueces en las cortes provinciales (Ant IV, 214), por otro lado,
se testimonia la prohibición rabínica de cortes con un solo juez. Evidentemente si se
prohíbe una práctica es porque esta práctica se realiza en alguna medida. En efecto, los
testimonios presentados por Rofé manifiestan una divergencia en el proceso jurídico-

34
Wevers estima que es un cambio lógico ya que: “though the Hebrew presupposes one judge, a judgment
of this sort should presuppose a consensus of legal opinion”. WEVERS, Notes, 390.
35
A. ROFÉ, Deuteronomy. Issues and Interpretation (OTSt; London 2002) 105. n.6.
12

penal, registrada al menos en los primeros siglos d. C., que podría explicar la elección
del plus sea en el TM, como en el ½ A.
Otra prueba, complementaria a la presentada por Rofé, que ayuda a comprender
este contexto histórico, la ofrece la literatura targúmica. En Gn 38,15 el Tárgum Neofiti
presenta el juicio de Tamar ante un juez: ‫בידוי יתהון ויהבת יתהון וחמת עיינה ואנהרון‬
‫דדיינא‬. Por el contrario, el mismo proceso es descrito por el Tárgum Pseudo Jonatan
considerando una pluralidad de jueces: ‫יתהון וטלקת יתהון ונסיבת ואשׁכחתנון עיינה ואנהר‬
‫דיינייא רגלי קמי‬.
Si se considera que Dt 25,2 presenta la autoridad ante quien se ejecuta el castigo
podemos decir que TM simplemente presenta un “juez” porque sigue una tradición penal
y el ½ A registra “jueces” porque sigue otra línea procesal. En síntesis, existen
testimonios que permiten constatar diversas prácticas penales y dichas diferencias
pueden explicar el intento de solución de una referencia poco clara.

6 Conclusión
El testimonio más antiguo, el papiro Rylands 957, ofrece un fundamento para
explicar las variantes de TM y de los principales códices griegos. Su lectura, siguiendo
el juicio independiente de Roberts, representa la lectio brevior. Además, la presencia de
un verbo conjugado de forma no esperada, es decir en tercera persona en la apódosis; y
el cambio de la referencia en los sintagmas preposicionales constituyen a la lectura de
P957 como la lectio difficilior. Sobre la hipótesis de una legislación ambigua (por ser la
lectio brevior et difficilior) se entiende la simplificación del codex Vaticanus, y las
modificaciones del TM y el ½ A. La diferencia entre estos dos últimos testimonios, si
bien puede responder a diversos intentos de armonización, se podría explicar en base a
la documentación extra-bíblica. En efecto, ésta nos ofrece un contexto histórico para
explicar las diversas opciones.
No se debe considerar la modificación que se refleja en el castigo de Pablo, como
la única presente en la institución penal de Dt 25,1-3. Este proceso tranquilamente pudo
experimentar, en su larga vida, divergencias en el modo de aplicación. Podemos suponer
que el debate entre las dos posturas que se reflejan en el TM y el ½ A respondió a la
tensión entre garantías procesales y celeridad en la práctica jurídico-penal. Si la lectura
de P957 representa el testimonio más confiable, los testimonios del ½ A y el TM
manifestarían un trabajo redaccional, cada uno correspondiente a un particular
desarrollo de la institución jurídico-penal.
13

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