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HOSPITAL DEPARTAMENTAL PSIQUIÁTRICO UNIVERSITARIO DEL VALLE

DIAGNOSTICO Y MANEJO DE LA AGITACIÓN PSICOMOTRIZ

CÓDIGO: PRT-TRA-DMA VERSIÓN 01 VIGENCIA: NOVIEMBRE 2017

PRT-TRA-DMA

PROTOCOLO DE
DIAGNOSTICO Y MANEJO DE
LA AGITACIÓN PSICOMOTRIZ

Versión 01

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1. OBJETIVO

Estandarizar el manejo integral e interdisciplinario de la agitación psicomotriz en paciente adulto en el Hospital


Departamental Universitario del Valle.

1.1 OBJETICOS ESPECIFICOS

Establecer los lineamientos técnicos para la prevención, intervención y manejo posterior de una agitación psicomotriz
Establecer las mejores prácticas clínicas que permitan garantizar la seguridad del paciente, los acudientes y personal
asistencial durante y después de un episodio de agitación psicomotriz.

2. ALCANCE

El presente documento establece las pautas de identificación y manejo de situaciones de agitación psicomotriz,
tanto en los aspectos preventivos que reducirían el riesgo de una agitación, la intervención clínica interdisciplinar
del cuadro instaurado y el manejo post agitación. Para el presente protocolo se consideran sujetos de intervención
no solo el paciente en crisis, también sus familiares o acudientes, el personal asistencial que interviene y otros
consultantes presentes durante el evento.

3. CONDICIONES GENERALES

En su construcción se tuvo en cuenta la revisión bibliográfica de literatura actualizada, así como aspectos
experienciales del personal asistencial del Hospital que participa diariamente en este tipo de actos clínicos.

4. TÉRMINOS Y DEFINICIONES

Agitación Psicomotriz: Inquietud excesiva, actividad física sin un propósito que puede ser causada o
exacerbada por dolor, ansiedad o eventos displacenteros (Burk et al, 2014)

Agresividad: Conducta manifiesta que involucra intentos por infringir una estimulación nociva o de tener
actos destructivos hacia otro organismo”. Se diferencian dos tipos de comportamiento agresivo: la
violencia impulsiva y la violencia predatoria o premeditada (Lindenmayer, 2005, p. 116)
No hay una relación directa entre un paciente agitado y la agresividad. No debe establecerse un
sinónimo de ambos términos. (Richmond et al, 2012, p. 24)

Aislamiento: Confinamiento temporal e involuntario de un paciente en un cuarto o área, del cual se


previene físicamente su salida. Puede incluir aislamiento cerrado y no cerrado. No se refiere a
intervenciones de “tiempo-fuera” que puede ser consistente con planes de tratamiento (un tiempo fuera
no debe exceder 1 hora) (Mohr y Lucas, 2010, p. 235)

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Contención farmacológica: Administración de una medicación que es usada para controlar el
comportamiento o el libre movimiento pero que no es parte del régimen diario de medicación de un
paciente (Mohr y Lucas, 2010, p. 235)

Contención física: Aplicación directa de la fuerza física a un paciente, con o sin su permiso, para
restringir su libre movimiento. La fuerza física puede ser humana, con implementos mecánicos o
combinación de estos. La razón para realizar tanto la contención física como el asilamiento es la de
proteger al paciente contra una lesión a sí mismo o a otros, debida a trastornos emocionales o
comportamentales. (Lindenmayer et al, 2005, p. 135)

Contención Verbal: Técnica de comunicación verbal clara y firme dirigida a explorar la causa de la
pérdida de control y la rabia que le acompaña, o en el caso de pacientes confusos o desorientados,
buscar orientarlo con indicaciones repetitivas de donde está, el propósito de la exanimación, la identidad
de las personas que le atienden, tratar de explicar cada procedimiento o acción para minimizar la
malinterpretación por el paciente (Lindenmayer et al, 2005, p. 133 – 134)

Debriefing: Término utilizado en principio en las técnicas de simulación clínica que hace referencia a la
“reflexión guiada que se realiza posteriormente a un escenario de simulación y tiene como objetivo
analizar, dar sentido y aprender de la experiencia vivida…”; (García-Soto, Nazar-Jara, Corvetto-
Aqueveque, 2014, p. 202)

Desescalada: El acto de desescalar verbalmente es una forma de tratamiento en la cual el paciente es


capaz de desarrollar rápidamente sus propios focos internos de control. Otra manera de describirla es
“Ayudar al paciente a calmarse a sí mismo” a través de un esquema colaborativo (Richmond et al, 2012,
p. 18)

5. DESCRIPCIÓN

5. DETERMINANTES QUE PREDISPONEN Y / O PRECIPITAN UNA AGITACIÓN PSICOMOTRIZ

5.1 Propios del paciente

Determinantes Presentación clínica


Intoxicación aguda por cocaína / Taquicardia, pupilas dilatadas, irritabilidad, psicosis de característica
estimulantes esquizofreniforme (puede estar),
Abstinencia a benzodiacepinas Similar a la abstinencia a alcohol, sin muestra de cambios en signos vitales;
/barbitúricos puede presentar un delirium con o sin temblor. Alto riesgo de convulsiones
Disminución y fluctuación en el nivel de conciencia, fluctuación en signos
Delirium vitales, confusión, puede estar irritable o pasivo. Más frecuente en ancianos
o pacientes medicamente enfermos
Todos los signos de delirium con o sin temblor, con o sin alucinaciones,
Delirium tremens
fluctuación intensa de signos vitales, última ingesta de licor 24 a 72 h antes

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Hipoglicemia Alteración mental con sudoración, taquicardia y somnolencia
Niveles alterados de conciencia, confusión, ataxia, puede tener parálisis de
Estados post ictales Tood u otros signos neurológicos residuales, como lenguaje farfullante.
Puede tener señales de mordedura en la lengua o relajación de esfínteres
Psicosis / manía / trastorno Generalmente sin desorientación. Sin alteración del nivel de conciencia, sin
psiquiátrico primario cambios en signos vitales, ver signos psiquiátricos o historia previa de estos
Anormalidad estructural del Varía por lesión, alteración del estado mental con cefalea, déficit neurológico
cerebro focal o deterioro neurológico progresivo
Varía por sustancia, puede llevar a cambios en el estado mental, vigilar las
Emergencia toxicológica
pupilas, sudoración, signos vitales u otros signos médicos
Fuente: tabla 1-1 causas comunes de agitación en una sala de emergencia (Maloy y Malavade, 2010, p.8-9)

5.2 Externos al paciente


• Ingreso involuntario a la institución
• Problemas en la comunicación con familiares y/o acudientes
• Problemas en la comunicación con funcionarios de la institución
• Limitaciones para la movilización, encierro
• Establecimiento de límites estrictos en el servicio – con actividades híper-reguladas durante el día
• Ausencia de actividades ocupacionales durante el internamiento

6. ASPECTOS CLÍNICOS DE UNA SITUACION DE AGITACIÓN PSICOMOTRIZ

6.1 Signos físicos, comportamentales y emocionales


• Aumento de la frecuencia respiratoria
• Signos vegetativos
• Alteración del patrón de sueño
• Inquietud motora
• Puños apretados, retorcimiento de manos, golpes de pie, halado de cabello y manipulación de la
ropa o de otros objetos.
• Actividad motora y verbal repetitiva e inapropiada sin un fin establecido
• Tensión en aumento
• Intranquilidad
• Nerviosismo
• Irritabilidad
• Hipersensibilidad a estímulos

Nota: En la escala de Triaje en el servicio de urgencias de la Institución, la presencia de estos síntomas


se clasifican como Triaje rojo y requiere atención inmediata

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A menudo el curso es fluctuante. Cohen-Mansfield and Billig (1986) realizaron una clasificación de la
agitación por subtipos:
• Componente de agresividad física (peleando, destruyendo, lanzando, arrebatando)
• Componente de agresividad verbal (maldiciendo, gritando)
• Componente físico no agresivo (estimulando)
• Componente verbal no agresivo (preguntando constantemente, hablando)

Todos estos bajo la base de un comportamiento que no es considerado apropiado para los estándares
del grupo social de referencia (Lindenmayer, 2005, p.115 -116)

Existen escalas para evaluar la agitación, como la escala BARS (Behavioural Activity Rating Scale)
que tiene los siguientes ítems: (Richmond et al, 2012, p. 20)

1. Dificultad o incapaz de responder


2. Dormido pero responde normalmente al estimulo verbal o al contacto físico
3. Somnoliento, parece sedado
4. Quieto y despierto (nivel normal de actividad)
5. Signos de sobre actividad (física o verbal), se calma con instrucciones
6. Continuamente o extremadamente activo, no requiere contención
7. Violento, requiere contención
Los puntajes 1, 2 y 3 pueden indicar problemas neurológicos o efecto de una sustancia en un paciente
previamente agitado. 4 correspondería a un estado de normalidad, 5 a una agitación leve, 6 a una
agitación moderada y 7 a una agitación severa que implica el uso de contención fisica y farmacológica
lo antes posible.
Se debe registrar en la historia clínica el valor en la escala BARS que se encontró al momento de
iniciar el abordaje.
No se ha encontrado que las escalas estructuradas que existen sean más efectivas que la entrevista
(Stowell et al, 2012, p. 14)

7. INTERVENCIONES PREVENTIVAS DE UNA AGITACIÓN PSICOMOTRIZ

7.1 En la organización de los equipos antes de presentarse situaciones agudas


Rall y Dieckmann (2005) recomiendan considerar puntos claves que permiten focalizar la atención en
factores que pueden mejorar la seguridad del paciente), en éste protocolo se describen los diez
primeros puntos de recomendación:

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a. Conocer el entorno: Conocer previamente el personal y equipos (ubicación de alarmas,
reconocimiento del tipo de alarmas, uso de pitos, etc.) con los que se cuenta, a quien se le
puede pedir ayuda, quien está disponible en diferentes momentos del día, como encontrar
rápidamente a quien nos puede ayudar, cuánto tiempo puede tardar en llegar la ayuda. Con
los equipos hay que tenerlos y saber manejarlos; comprobar regularmente que todo se
encuentra.
b. Anticipar y planificar: Considerar lo que podemos necesitar por adelantado, pensar que podría
resultar difícil y planificar con antelación cada posible dificultad. Esta medida incluye la
necesidad de establecer con anticipación al inicio de un turno, quienes conformarán los
equipos y que posición ocuparán en la misma, esta distribución se realizará teniendo en
cuenta habilidades, condiciones físicas y experiencia.
c. Pedir ayuda pronto: Reconocer las limitaciones, evitar intentar manejarlo solo. Asegurarse de
saber a quién se puede llamar, como hacerlo y como utilizar la ayuda cuando llegue
d. Ejercer liderazgo y saber seguirlo: Todo equipo necesita un líder, que tome el mando,
distribuya tareas y recoja la información. Liderazgo es coordinar y planificar utilizando una
comunicación clara. Seguir el liderazgo significa escuchar lo que dice el líder y hacer lo que
sea necesario, comunicar al líder las preocupaciones en relación a decisiones. Este liderazgo
generalmente recae en algunos miembros del equipo que habitualmente, por sus funciones,
realizan delegación de funciones, pero en ocasiones es necesario que otros miembros del
equipo, en ausencia de los primeros, ejerzan las funciones de líder de manera temporal.
e. Distribuir la carga de trabajo: Una de las tareas principales del líder es distribuir la carga de
trabajo, definir tareas, comprobar que se realizan de manera correcta. Los miembros del
equipo deben buscar activamente todas aquellas tareas que sea necesario hacer, no es un
buen equipo aquel en el que el líder tenga que dirigir cada una de las acciones. En la
construccion de los equipos de contención física, se establecerá de acuerdo a las medidas
antropométricas, quienes intervendran partes del cuerpo específicas (cabeza, miembros
superiores, miembros inferiores)
f. Movilizar todos los recursos disponibles: Conocer con anticipación los conocimientos,
habilidades, puntos fuertes y débiles de los miembros del equipo, así como de los recursos
físicos. Al inicio del turno, debe asignarse al menos un equipo de respuesta que tenga claro
cuales son sus funciones en caso de una agitación
g. Comunicarse eficientemente: Un buen trabajo depende de que todo el equipo este “en la
misma onda”, esto asegura que todo el equipo sabe lo que está pasando, lo que es necesario
hacer y lo que ya está hecho.
h. Utilizar toda la información disponible: Para llegar a un diagnostico correcto es necesario usar
todos los datos disponibles en diferentes fuentes: impresión clínica, signos vitales, información
de la familia o acudientes, historia clínica, etc.
i. Prevenir y manejar todos los errores de fijación: los errores de fijación son errores del modelo
mental que se tiene del paciente o de la situación, que puede llevar a actuar de manera
equivocada. Para evitarlo se indica observar la situación desde un punto de vista diferente, no
sesgado por suposiciones previas erróneas; intentar buscar una segunda opinión de alguien
que no esté implicado, cambiar de perspectiva (mirada) deliberadamente (ejemplo. Un

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funcionario puede tener la idea que si un paciente lo amenaza es porque es un “mal sujeto”,
alguien reprobable socialmente y actuar a la defensiva; si pregunta a otros compañeros o el
medico tratante acerca de este paciente, puede encontrarse que estas amenazas se
relacionan a un trastorno mental severo y que realmente el asunto no está directamente
relacionada con este funcionario)
j. Comprobaciones cruzadas (dobles): correlacionar los datos provenientes de diferentes
fuentes; asegurarse que lo que vio es realmente lo que vio, si hizo realmente lo que pensó
hacer.

Algunos pacientes, para desviar la atención de su propio sentido de vulnerabilidad, son muy sensibles
en detectar las vulnerabilidades del personal y enfocarse en esto. Para trabajar bien con pacientes
agitados, los miembros del personal deben ser capaces de reconocer y controlar los aspectos
contratransferenciales y sus propias reacciones negativas. Esto incluye comprender sus propias
vulnerabilidades, tendencias a retaliar, argumentar o volverse defensivo en actuaciones con el
paciente. Necesitan también reconocer sus propios límites en la relación con los pacientes agitados.
La característica más importante es una buena actitud, que comienza con una consideración positiva
hacia el paciente y la capacidad de empatía. Reconocer que el paciente tiene una enfermedad
(Richmond et al, 2012, p. 19)

Además de las recomendaciones anteriores y teniendo en cuenta los determinantes que facilitan una
situacion de agitación, se considera pertinente tener actividades ocupacionales estructuradas los fines
de semana, ya que se ha observado que la falta de actividades ocupacionales o de ocio aumentan el
riesgo de agitación durante una hospitalización.

7.2 Con respecto al espacio físico


Mobiliario móvil que permita un acceso flexible y equitativo para el paciente y el personal – la
posibilidad de mover rápidamente un mobiliario de un área puede llevar a producir una ambiente
seguro de manera expedita. En lo posible ubicar los escritorios de consulta externa de manera que no
haya obstaculos que impidan al profesional que atiende al paciente, llegar pronto a una salida. Evitar
la hiper-estimulación sensorial con elementos del ambiente (sonido, color, temperatura) (Richmond et
al, 2012, p. 18-19)

8. MANEJO DE LA AGITACIÓN PSICOMOTRIZ

8.1 Evaluación inicial


Incluye la observación del paciente antes de la entrevista directa, con observación de la interacción
verbal y preverbal con el examinador durante la desescalada. Mientras la desescalada está en
proceso, otro miembro del equipo (enfermero, auxiliar de enfermería, estudiante en práctica por
ejemplo) puede obtener reportes verbales de la familia, paramédicos o policías, o revisar el reporte
escrito que puede traer el paciente. También son importantes las historias clínicas como fuente de
información, para determinar las posibles causas de la agitación. (Stowell et al, 2012, p. 12)

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La evaluación médica de un paciente agitado, como con cualquier paciente que se presenta a un
servicio de urgencias o EPS comienza con la historia, los signos vitales, examen físico - incluye
examen neurológico - y diagnóstico (Nordstrom et al, 2012, p. 5).

Preguntas iniciales clave: ¿Quién es el paciente, cuáles son sus características físicas básicas, cual
es el motivo de consulta? (en el caso de un paciente en el servicio de ambulatorios, o la situación que
lo hace estar hospitalizado en caso de estar en salas de hospitalización); ¿El paciente está molesto
por una situación específica o es parte de un cuadro psicótico o de desorganización?; ¿Hay algún
indicador de la etiología de la agitación, como una enfermedad aparente, olor a alcohol en la
respiración del paciente o un trauma craneano obvio? (Maloy y Malavade, 2010).

Una vez se determina que el paciente no tiene un problema médico agudo, es necesario:
1. Descartar si el paciente tiene un delirium (el paciente con delirium tiene alterado el nivel de
conciencia, compromiso de la orientación, y problemas para lograr o sostener la atención, tiene
discurso perseverante, parece responder a alucinaciones, tiene signos de alteración del lenguaje,
problemas para hablar con algún otro déficit cognitivo).
2. Considerar si el paciente tiene compromiso cognitivo crónico que esté contribuyendo a la agitación;
si tiene historia de lesión cerebral, discapacidad cognitiva, demencia; este tipo de paciente se puede
agitar fácilmente en espacios que no le resulten familiares. Realizar un testeo cognitivo rápido usando
herramientas como el minimental o la escala mental breve, basado en el test de Orientación-Memoria-
Concentración / estos instrumentos no se usan inicialmente hasta que el paciente no esté calmado y
capaz de participar.
3. Considerar si el paciente está intoxicado o en un cuadro de abstinencia. (Historia reciente de uso
de drogas, evaluar síntomas y signos específicos de intoxicación o abstinencia de las principales
drogas)
4. Preguntar si el paciente tiene un cuadro psiquiátrico ya conocido/diagnosticado – preguntar a
familiares, acudientes, si el paciente está solo, tratar de llamar a personas conocidas que aporten
datos
5. Si el paciente no aplica a ninguna de las categorías anteriores, evaluar si presenta signos y
síntomas de manía, depresión, ansiedad. Si se descarta lo anterior pensar en irritación y descontrol
asociado a un trastorno de personalidad. (Stowell et al, 2012)

8.2 Intervención

8.2.1 Contención verbal

Para la agitación leve a moderada, el paciente puede ser calmado con técnicas de desescalada
verbal, y la modificación del medio ambiente (Nordstrom et al, 2012, p. 5). Se ha observado poca
efectividad en la desescalada verbal en pacientes agitados con diagnóstico de trastorno delirante

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Las recomendaciones que realiza el grupo de trabajo de desescalada verbal del Proyecto Beta de la
Asociación Americana de Emergencia Psiquiátrica son las siguientes: ((Richmond et al, 2012, p. 20 –
23)

Guía de desescalada:
La primera recomendación hace referencia a la postura autocritica y reflexiva, que permite al personal
que interviene auto-controlarse y en la medida de lo posible, sentirse seguros cuando se aproximan al
paciente, incluyendo los aspectos preverbales

10 dominios o aspectos de la desescalada

1. Respetar el espacio personal - mantener al menos dos brazos de distancia entre usted y el
paciente. Si el paciente pide que se retire el entrevistador del lugar, hacerlo inmediatamente. Tanto
el paciente como el entrevistador deben sentir que nada se interpone entre la salida y ellos
2. No ser provocador - Evitar la escalada iatrogénica. El lenguaje corporal debe indicar que no se
está dispuesto a hacerle daño al paciente, que se va a escuchar. Las manos deben estar visibles,
no cerradas, evitar esconderlas, las rodillas deben estar ligeramente flexionadas, evitar pararse
de frente a un paciente agitado, pararse con un ángulo en el que no parezca que va a ser
confrontado. Es importante una expresión facial de calma, también debe evitarse un contacto
visual intenso y continuo. Debe haber congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. La actitud
es ante todo de respeto hacia el paciente y las personas alrededor, esto incluye evitar volver
jocosa la situación o un trato de extrema familiaridad.
3. Establecer contacto verbal - Solo una persona interactúa verbalmente con el paciente, la primera
persona que entra en contacto con el paciente puede ser la designada para realizar la desescalada
verbal del paciente, si la persona no está entrenada o no se siente capaz de hacerlo, debe
designarse inmediatamente a otra para ello. Muchas personas hablando al tiempo pueden
confundir al paciente y aumentar la escalada agresiva. Es importante que se presente con su titulo
y nombre, explicarle que el papel suyo es mantenerlo seguro y que puede estar seguro de no ser
dañado por usted ni otras personas del servicio. Orientar al paciente en relación a donde está y lo
que se espera de él, preguntar el nombre (Richmond et al, 2012, p. 21)
4. Ser conciso - Use frases cortas y vocabulario simple; de al paciente el tiempo para procesar lo
que se le dijo y para responder, brinde información adicional después. La repetición es esencial
en la desescalada exitosa. Esto implica repetir de manera persistente el mensaje hasta que lo
escuche; esta repetición debe estar combinada con otras habilidades asertivas que involucran
escuchar al paciente y esté de acuerdo con su posición cuando esto sea posible.
5. Identificar deseos y sentimientos - Preguntar que requiere, también hacer saber qué es lo que el
equipo desea
6. Escuchar estrechamente lo que el paciente está diciendo - Tanto en lo verbal como en lo preverbal.
Tratar de entender lo que el otro está diciendo, asumir que es verdad y tratar de imaginar que
sería si esto fuese verdad, esto ayuda a entenderlo y juzgarlo menos.

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7. Acuerde o acuerde el desacuerdo- Siguiendo con el comportamiento empático, hay aspectos de
la posición del paciente con los cuales usted puede estar de acuerdo, por ejemplo este de acuerdo
con principios enunciados “ej. Tiene razón, todos debemos ser tratados con respeto”, esté de
acuerdo con cosas ciertas, esté de acuerdo con probabilidades
8. Establecer normas y límites claros - Establezca unas condiciones básicas de trabajo. Dígale al
paciente que una lesión en el o en otros no es aceptable, incluso puede decir que sería arrestado
y juzgado si agrede a otros. Delimite el espacio en el que usted intenta y desea estar para ayudar
al paciente, haga saber al paciente que él está haciendo sentir incomodo al entrevistador .
Recordarle que el trato respetuoso debe ser en las dos vías. Enseñe al paciente como permanecer
controlado, usando de manera suave la confrontación
9. Ofrecer opciones y optimismo: Las opciones que se le ofrezcan deben ser realistas – nunca
prometa cosas que no puede cumplir. Abordar el tema de los medicamentos, que se deben usar
para calmar no para sedar. Cuando el paciente requiera medicamentos, ofrecer opciones, el
momento en el que se hace es importante, en el primer momento no es indicado mencionarlo,
pregunte al paciente cuando cree el que lo necesita. Luego puede mencionar que cree que sería
beneficioso el medicamento, preguntar al paciente que medicamento le ha ayudado en el pasado.
El último paso es explicarle que dadas las condiciones, le van a aplicar un medicamento de
manera involuntaria
10. Hablar con el paciente y el grupo de trabajo luego del manejo (ver aspectos de manejo post-
agitación)
Consideraciones especiales: Tenga presente situaciones como discapacidades auditivas, dificultades
en la comunicación por ausencia de comprensión del idioma, discapacidades cognitivas severas; en
estos casos utilice de manera alternativa el uso de señas o gesticulaciones así como palabras sencillas
y frases cortas.
En personas que se encuentran armadas o que tengan expresiones claras de violencia sin que estén
asociadas a problemas clínicos, se debe proteger la integridad de los pacientes, acudientes y personal
asistencial, por ello se debe inicialmente despejar el área, se le invita a desarmarse para poder
establecer un dialogo, si el sujeto se niega y expresa su deseo de salir de la institución, debe generarse
un corredor seguro hacia una salida, minimizando el riesgo al sujeto y a terceros. Se debe dar aviso
inmediato a las autoridades para que actúen protegiendo al sujeto y a las personas alrededor. Una
vez se encuentre desarmado, se procederá a realizar la intervención clínica de acuerdo a éste
protocolo.
Nota: Cuando se ha llegado a la conclusión que se requiere una contención física asociada a la
contención verbal, es importante que el miembro del equipo que ha tenido contacto con la familia o
acudientes, los oriente acerca del procedimiento que va a realizarse los conduzca hacia un área donde
puedan esperar a que éste se lleve a cabo.

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8.2.2 Contención física

Indicaciones
Indicado en situaciones de emergencia en la que hay que preservar la seguridad física del paciente,
debe restringirse a pacientes en los que haya un claro riesgo de daño para sí mismo o para otro, se
excluyen como razones para este procedimiento la coerción, el castigo, el disciplinamiento y la
retaliación (Mohr, Lucas, 2010, p.236).

La decisión de restricción debe partir idealmente del psiquiatra tratante, sin embargo en un medio de
emergencias, otro personal calificado puede iniciar la restricción física si el médico no está disponible
inmediatamente (psiquiatra de turno, residente de psiquiatría, enfermero jefe, auxiliar de enfermería).
En caso de iniciar el proceso en ausencia del psiquiatra tratante o de turno, éste debe ser alertado
inmediatamente de la situación para que acuda lo antes posible. Es necesario que quede registrado
en la historia clínica, las situaciones que llevaron al equipo a tomar la decisión de realizar la contención
y el tiempo de duración del mismo.

Contraindicaciones
Está contraindicado en pacientes con inestabilidad física, con delirium y con demencia y los que son
abiertamente suicidas. También debe evitarse en niños que han sido sexualmente abusados (Mohr,
Lucas, 2010, p. 240)

Primer momento de la sujeción

Definición:
El primer contacto físico de la contención donde se limita la movilidad del paciente

Aspectos técnicos:
Requerimientos: Todo personal que tenga contacto directo con los pacientes debe tener
entrenamiento en el manejo apropiado de medidas seguras de contención.
Se requiere 5 personas entrenadas, el personal auxiliar rodea al paciente movilizándose hacia los
lados, la persona que estaba realizando la contención verbal continúa con comunicación verbal con el
paciente, informará al paciente acerca del procedimiento que esta por efectuarse (idealmente este
papel debe ser ejercido por el psiquiatra o por el enfermero, en caso de no contar con este personal,
este papel es asumido por un auxiliar de enfermería) (Mohr, Lucas, 2010, p. 240).

Nota: No se recomienda intentar intervenir físicamente a un paciente agitado si se encuentra solo. Es


necesario siempre activar un método de llamado (alarma – pito) y esperar a tener acompañamiento
de otros auxiliares de enfermería. Solo en casos de extrema necesidad en la que exista riesgo
inminente para la vida, se realizará un abordaje inicial sin apoyo. En todo momento la actitud del
personal es resuelta pero respetuosa, nunca agresiva.

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Es necesaria la coordinación del equipo para este primer momento de la sujeción, a una señal, el
equipo actúa de la siguiente manera: Las dos personas que se encuentran más cercanas a los lados
del paciente se ubican mirando en la misma dirección que el paciente, sujetan miembros superiores
de la siguiente manera, el auxiliar que se encuentre al lado derecho del paciente, toma la muñeca con
su mano derecha y con su mano izquierda sujeta el brazo por encima del codo, limitando de esta
manera la articulación del codo; en tanto que el auxiliar que se encuentra al lado izquierdo sujeta la
muñeca izquierda del paciente con su mano izquierda y la mano derecha sujeta el brazo izquierdo por
encima del codo.

La mayor parte de los pacientes responden a esta maniobra inicial de contención (que siempre va
acompañada de la contención verbal tal como se explicó previamente), de manera que pueda
participar en su traslado a un área segura de reposo. Si este es el caso, los otros tres auxiliares de
enfermería acompañan a los dos auxiliares que están conteniendo los brazos del paciente.
En caso de resistencia se inicia la contención de la cabeza de la siguiente manera:

Un tercer auxiliar se posiciona desde atrás para sujetar la cabeza, el auxiliar queda con su pecho
directamente alineado a la espalda del paciente, ingresa de manera simultánea, su antebrazo de la
extremidad dominante por debajo del mentón, realizando hiperextensión ligera del cuello y su otro
brazo por debajo de la axila del lado contrario y entrelaza las manos, posiciona la pierna del mismo
lado a su brazo dominante entre las piernas del paciente y la pierna del lado contrario a un lado (como
el ancho de los hombros)

La elección del auxiliar que realice la contención de la cabeza debe estar relacionada a las medidas
antropométricas del paciente y del personal presente en el procedimiento, de manera que no se
lesione al paciente o se ponga en riesgo la integridad del equipo. Bajo ninguna circunstancia se
presiona la tráquea del paciente. Tampoco es indicado transportar al paciente mientras se encuentra
inmovilizado desde la cabeza. Es necesario en ese caso traer hacia el paciente alguno de los medios
que cuente la institución para el traslado de paciente, idealmente en silla de ruedas o camilla.

A una señal, los dos auxiliares que sujetan miembros superiores, realizan bloqueo de las piernas sobre
la región poplítea, facilitando la flexión de las piernas, mientras el auxiliar que contiene la cabeza
acompaña el movimiento posicionando el paciente sobre el suelo. De manera que éste queda sentado
sobre la superficie.

Este protocolo no recomienda levantar al paciente desde las piernas para transportarlo. La sujeción
de las piernas tiene como finalidad limitar la movilidad de las piernas contra el piso o contra la superficie
de la camilla o silla de ruedas.

Una vez sentado el paciente, el cuarto y el quinto auxiliar van a realizar la contención de miembros
inferiores de la siguiente manera: cada uno se posiciona dando la espalda al paciente, disponiéndose
a cada lado, de manera simultánea se bloquea la articulación de la rodilla, ubicando la rodilla del
auxiliar entre las piernas del paciente, dejando el dorso del pie sobre el muslo del paciente, al mismo
tiempo ubica una mano por encima de la rodilla y la otra en el tobillo del mismo lado.

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Situaciones especiales:
• En el caso de niños menores de trece años que requieran una contención física, se recomienda
que en este primer momento se utilice la técnica denominada “abrazo terapéutico” que consiste
en ubicarse detrás del niño y apoyar cabeza y tronco sobre el pecho al tiempo con las
extremidades superiores se le rodea, sujetando tronco y extremidades superiores. Esta maniobra
debe sostenerse hasta que se haya obtenido calma en el niño. No está indicada la sujeción
mecanica (con objetos diferentes a la humanidad del profesional) en niños.
• En adultos mayores debe considerarse la fragilidad en piel y sistema osteomuscular, cualquien
contacto físico con un adulto mayor debe evitar los riesgos de fracturas y lesiones.
• En mujeres embarazadas se evitará en lo posible la contención física
• Tenga en consideración situaciones que podrían dificultar la contención como las malformaciones
físicas o la presencia de lesiones fisicas previas

Segundo momento de la sujeción (ubicación en la cama)

Definición:
Es la contención física que implica el uso de implementos mecánicos como inmovilizadores, sabanas,
etc.

Aspectos técnicos:
Requerimientos: Cuatro inmovilizadores de tela (ver anexo) que se dispondrán en muñecas y tobillos.
Otro auxiliar o en su ausencia el enfermero, pondrá los inmovilizadores

Se toma el inmovilizador por la mitad, se ubica sobre la extremidad (muñeca o tobillo) rodeándola,
aplicando un dedo por entre el inmovilizador y la piel del paciente se realiza un doble nudo (nudo
ciego). Es importante evitar apretar el inmovilizador de manera que se forme un torniquete e impida la
libre circulación sanguínea.

Para el traslado a la camilla, o la cama si es el caso, los inmovilizadores de las extremidades inferiores
se anudan de manera temporal cerrando las piernas del paciente. A la orden del auxiliar que se
encuentra inmovilizando la cabeza, se mueve el paciente en bloque sin dejar de realizar el bloqueo a
las articulaciones previamente fijadas. El traslado se realizará al servicio más cercano al sitio de la
agitación, de manera que desde allí se pueda ubicar en una cama y realizar la contención
farmacológica ordenada por un psiquiatra. Los traslados largos ponen en riesgo al paciente y al grupo
que realiza la contención.

Una vez en la cama, se ubica el paciente en posición supino, garantizando que esté ubicado en
posición neutra (posición anatómica), las extremidades inferiores deben tener una apertura similar a
la distancia de los hombros, evitando que el paciente quede en abducción de las extremidades
inferiores. Con las puntas de los inmovilizadores, se sujeta cada extremidad a la cama o camilla con

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doble nudo de manera que la extremidad quede sobre la superficie de la cama. Las puntas de los
inmovilizadores deben quedar fijas lejos del alcance de las manos del paciente para que estas no
puedan ser manipuladas.

No se debe utilizar sabanas u otros objetos para contener el tronco, ya que así se evita la presión en
región axilar que genera riesgo de lesión vascular y nerviosa y además la acción mecánica sobre el
tórax, que podría generar cambios en la presión pulmonar por la restricción mecánica produciendo
incluso atelectasias y un patrón restrictivo mecánico que limitaría la expansión torácica.

Si se utilizan las barandillas laterales en las camillas o camas, comprobar que los espacios sean
mínimos, para evitar que los pacientes queden atrapados, ocasionándose lesiones.

8.2.3 Contención farmacológica

El objetivo de usar medicación es calmar al paciente y que este pueda ser evaluado de manera más
precisa por el entrevistador. El punto hasta el cual es apropiada la administración de medicamento,
es cuando el paciente esta calmado, sin inducir sueño, conducta que permite evaluar la causa
subyacente y facilita la participación de su propio tratamiento (Wilson et al, 2012, p. 27). Las medidas
farmacológicas solo se realizan sin las otras medidas han fallado (Mavrogiorgou, Brüne, Juckel, 2011)

Un elemento importante para prescribir medicamentos es establecer un diagnostico provisional como


causa. A menudo no es posible establecer un diagnostico definitivo. El momento de la administración
también es crucial, si se seda tempranamente no será posible establecer una causa posible, y si se
seda tardíamente puede ponerse en riesgo al paciente, al personal o al medio (Wilson et al, 2012, p.
27). La incidencia de interacciones potenciales entre drogas es alta en una población que asiste a un
servicio de urgencias. Es importante determinar que medicamentos están contraindicados en
determinadas condiciones medicas comorbidas. Es necesaria la monitorización incluyendo: signos
vitales, control neurológico. (Mohr, Lucas, 2010, p. 242)

Vía de administración: Se debe ofrecer inicialmente la vía oral (efecto entre 20 y 30 minutos luego de
la toma). Las más prácticas son las tabletas orodispensables, pero no actúan más rápido. La siguiente
opción es la vía intramuscular, esta vía se prefiere cuando el paciente rehúsa el medicamento oral y
la seguridad está en juego, cuando no da espera el rango de inicio de acción para un tratamiento oral
porque la situación es insegura, o el paciente podría perder el control (Maloy y Malavade, 2010, p. 7)

Se consideran cuatro clases generales de medicamentos que han sido estudiados y usados más
frecuentemente para la agitación, incluyendo antipsicóticos de primera y segunda generación,
benzodiacepinas y antihistamínicos. El grupo de trabajo de psicofarmacología del Proyecto Beta de la
Asociación Americana de Emergencia Psiquiátrica, considera que en lo posible el paciente debe estar
involucrado en la selección del tipo y ruta de cualquier medicación. (Wilson et al, 2012, p. 27)

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El uso de antipsicóticos de primera generación:
Tienen la historia más larga en el uso en agitación, se cree que su efecto es debido a la inhibición de
transmisión de dopamina; algunos antipsicóticos de primera generación (típicos) tienen estructuras
similares a GABA, y a altas dosis interactúan con los receptores de GABA (Wilson et al, 2012, p. 27)

El Haloperidol es el medicamento más usado, aunque tiene pocas interacciones, tiene efectos
adversos como: alargamiento del intervalo QTc, torsión de puntas (torsades de pointes TdP) –
especialmente con el uso endovenoso de este medicamento y a altas dosis - Es prudente evitar el
uso endovenoso de Haloperidol, especialmente en pacientes que se encuentran tomando otros
medicamentos que también producen alargamiento del QTc o quien tenga una predisposición física
para el alargamiento del QTc y la TdP (ejemplo hipotiroidismo, hipomagnesemias, hipokalemias)
(Wilson et al, 2012, p. 27 - 28)

Otros efectos adversos: 1. Síntomas disfóricos 2. Extrapiramidalismo agudo como distonías, síndrome
neuroléptico maligno. Estos efectos se reducen cuando los pacientes tratados con la combinación
Haloperidol + Benzodiacepina (En nuestro medio utilizamos Midazolam). Esta combinación también
mostró una reducción más rápida de la agitación. Otra combinación Prometazina + Haloperidol puede
también reducir la incidencia de síntomas extrapiramidales, lo mismo con la Difenhidramina. Sin
embargo, el uso de múltiples medicamentos para el control de la agitación puede incrementar el riesgo
de sobre sedación e interacciones con otros medicamentos. (Wilson et al, 2012, p. 28).

Se considera el Haloperidol primera elección en agitación asociada a intoxicación aguda por alcohol,
en donde sin embargo, las medidas no farmacológicas se prefieren (ejemplo reducir la estimulación
medioambiental) (Wilson et al, 2012, p. 28). No se recomienda el uso de la “impregnación” o
haloperidización rápida, ya que esto incrementa el riesgo de efectos adversos sin ofrecer mayores
beneficios terapéuticos.

El uso de antipsicóticos de segunda generación:


En nuestro medio contamos con Olanzapina y la Ziprasidona en presentación IM, aunque este último
no se recomienda en este protocolo por los problemas que puede generar en la conducción. El
Aripiprazol, la Risperidona y Quetiapina están disponibles en presentación Oral; en todos se ha
encontrado que tienen menos efectos extrapiramidales. Han mostrado que son al menos tan efectivos
como Haloperidol como calmantes, tanto en presentaciones orales como orodispensables.
Excepciones: El Aripiprazol tiene menos eficacia en el uso de pacientes agitados; la Quetiapina, tiene
un riesgo alto de hipotensión ortostatica, especialmente cuando el paciente tiene depleción de
volumen; la Clozapina, solo está aprobada para esquizofrenia resistente y no es un agente de primera
línea. Por lo tanto estos tres medicamentos no están indicados como primera línea en el control de la
agitación (Wilson et al, 2012, p. 28 - 29)

La combinación Olanzapina + Benzodiacepinas, no es recomendada por el laboratorio, especialmente


en pacientes con ingesta de alcohol (Por incremento de la desaturación de oxigeno) (Wilson et al,
2012, p. 29)

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Benzodiacepinas
En pacientes psicóticos puede sedar la paciente pero no ayudar con la causa subyacente; puede ser
útil en pacientes con intoxicación a estimulantes y abstinencia a etanol. Pueden generar depresión
respiratoria o hipotensión (Wilson et al, 2012, p. 29). En el contexto de abstinencia a alcohol, el grupo
de trabajo del Proyecto Beta recomienda el uso de benzodiacepinas y no de antipsicóticos (Wilson et
al, 2012, p. 28)

Recomendaciones generales:
1. El uso de la medicación como un contenedor de movimiento (restricción de movimiento) debe
abolirse. Intentar un diagnostico provisional de la causa más probable de la agitación y usar el
medicamento indicado para ello.
2. Las aproximaciones no farmacológicas como la desescalada verbal y la reducción de la
estimulación medioambiental (cuarto tranquilo, baja luz), podrían intentarse en lo posible antes de
la administración de medicamentos
3. La medicación debe ser usada para calmar el paciente no para sedarlo o inducir sueño
4. Los pacientes deben estar involucrados en el proceso de selección de medicamentos en lo posible
(ejemplo: oral, intramuscular)
5. Si el paciente es capaz de cooperar con toma oral de medicación, debe preferirse esa vía a la
preparación IM.

Medicamento Dosis inicial mg T máximo Puede repetirse Dosis max. en 24 h


ORAL
1. Haloperidol 5 mg 30 – 60 min 15 min 20 mg
2. Risperidona 2 mg 1h 2h 6 mg
3. Olanzapina 5 – 10 mg 6h 2h 20 mg
4. Clonazepam 0,5 – 2 mg 20 – 30 min 12 h 6 mg
5. Lorazepam 2 mg 20 – 30 min 2h 12 mg
6. Difenhidramina 50 mg 30 min 12 h 100 mg
INTRAMUSCULAR
1. Haloperidol 5 mg 30 – 60 min 15 min 20 mg
2. Midazolam 5 - 10 mg 15- 20 min 6h 15 mg
3. Olanzapina 10 mg 15 – 45 min 20 min 30 mg
Adaptada de Tabla Medicamentos recomendados en el tratamiento de agitación (Wilson et al, 2012,
p. 30)

Manejo en situaciones específicas:


Agitación debida a intoxicación:
1. Drogas: especialmente estimulantes: usar benzodiacepinas como primera línea. En pacientes
usuarios de anfetaminas que desarrollan síntomas psicóticos, se recomienda el uso de
antipsicóticos de segunda generación + Benzodiacepinas

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2. Alcohol: en lo posible evitar el uso de medicamentos, si se requieren, evitar las
benzodiacepinas. Se usa Haloperidol. Los antipsicóticos de segunda línea no tienen suficiente
evidencia. En pacientes con abstinencia a alcohol, con uso crónico de alcohol, en delirium,
tratarlo (uso benzodiacepinas)
Agitación debida a enfermedad psiquiátrica:
1. Para agitación relacionada a psicosis, con enfermedad conocida, se prefieren los
antipsicóticos sobre las benzodiacepinas
2. Si el paciente acepta la medicación oral, la evidencia más fuerte la tiene la Risperidona oral.
Si el paciente no coopera, se prefiere el uso de Haloperidol u Olanzapina IM
3. Si la dosis inicial es insuficiente para controlar la agitación, se prefiere la adición de una
Benzodiacepina o el mismo antipsicótico o un segundo antipsicótico
Agitación por una causa desconocida o compleja (más de una causa):
1. En paciente sin delirios agitado, con etiología no clara, sin evidencia sintomática de psicosis
(delirios, alucinaciones), se recomienda Benzodiacepinas como primera línea
Poblaciones especiales:
1. Embarazadas: La mejor práctica es el uso de antipsicóticos como el Haloperidol.
2. Geriátrica: Tratar la causa subyacente, por los riesgos de efectos adversos o interacciones
3. Niños y adolescentes: Risperidona a dosis bajas

9. INTERVENCIONES POSTERIORES A LA INTERVENCIÓN DE LA AGITACIÓN PSICOMOTRIZ

9.1 Observación del paciente: (Incluyendo la regla de una hora)

La contención mecánica, como cualquier procedimiento, tiene riesgos potenciales que incluyen:
lesiones en plexos nerviosos, riesgos de trombo embolismo, fracturas, luxaciones, bronco aspiración,
lesiones isquémicas, contracturas isquémicas de los músculos de manos cuando los tiempos de
sujeción son largos, asfixia y muerte súbita; por ello un miembro del equipo debe ser asignado para
observar al paciente continuamente para signos de estrés físico.

Los miembros del equipo nunca deben hacer caso omiso de las quejas del paciente o explicarlo como
elementos de manipulación. Cuando un paciente este inmovilizado o aislado, debe haber una
permanente monitorización cara a cara. Luego de la primera hora puede ser monitorizado por video
cámaras. Debe haber una monitorización cada 15 minutos- asegurando que el paciente este
confortable, lo que significa que signos vitales, rango de movimiento, alineación del cuerpo, circulación,
necesidad de ir al baño o hidratación estén satisfechas.

Esta situación de contención debería ser documentada, en la historia clínica. Al pasar una hora, debe
reevaluarse cara a cara el paciente, con el fin de evaluar la necesidad de continuar las medidas. (Mohr
y Lucas, 2010, p. 249- 250) En caso de sobrepasar la hora de contención, el auxiliar debe vigilar la

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posible presencia de tos o secreciones, hacer claping y cambios posturales si es necesario, se debe
elevar la parte superior de la cama para evitar complicaciones respiratorias. Evaluar pulsos periféricos
y perfusión, vigilar que al nivel de los inmovilizadores no se forme áreas de lesión cutánea y/o articular.
Nunca una contención debe exceder las 8 horas. En casos de inmovilización de más de 6 horas
considerar el uso de anticoagulación profiláctica.

Si el paciente requirió medidas farmacológicas, debe documentarse el nivel de sedación al que se


lleva el paciente, para ello utilizar la escala de sedación de Ramsay (ya utilizada previamente en el
protocolo institucional de sedación endovenosa)

Escala de sedación de Ramsay


1 Paciente ansioso y agitado
2 Paciente colaborador, orientado y tranquilo
3 Paciente dormido, que obedece a órdenes
4 Paciente dormido, con respuesta a estímulos auditivos intensos
5 Paciente dormido, con respuestas mínimas a estímulos
6 Paciente dormido, sin respuesta a estímulos

Si la sedación no ha permitido un nivel de tranquilidad que lleve al paciente a un nivel 2 de la escala


de Ramsay, el auxiliar encargado de la vigilancia del paciente dará aviso al psiquiatra de turno para
que se tomen nuevas medidas (verbales y/o farmacológicas)

La finalización del episodio restrictivo tendrá lugar tras la valoración conjunta del psiquiatra y la
enfermera responsable del paciente, esto se hará de forma progresiva a medida que aumente el
autocontrol. Lo habitual es proceder a una supresión gradual, pasando primero de una contención total
a una parcial y después a la supresión total, explicando en todo momento el procedimiento al paciente
y a la familia

10. Intervención verbal al paciente:

Después de una intervención involuntaria con un paciente agitado, es responsabilidad del médico que
ordeno la intervención, restaurar la relación terapéutica y aliviar la naturaleza traumática de la
intervención coercitiva y disminuir el riesgo de violencia adicional.

Comience por explicar que la intervención fue necesaria, lleve al paciente a ver su perspectiva. Explore
alternativas de manejo de la agresión si volviese a presentarse. Enseñe al paciente como expresar
apropiadamente la rabia canalizándola, explicar cómo los medicamentos pueden ayudarle a prevenir
actos de violencia (Richmond et al, 2012, p. 23)

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10.1 Intervención verbal a familiares, otras personas presentes:

Identifique al familiar o acudiente que observo el incidente, direcciónelo a un espacio calmado, hable
con estos, explicando las maniobras realizadas y el procedimiento a seguir. Indique que la contención
mecánica (si se produjo) va a ser una medida temporal y que el paciente será reevaluado
posteriormente.

Observe y tranquilice a otros pacientes y/o visitantes que presenciaron la situación e invítelos a
despejar el área donde será dispuesto el paciente que ha sido intervenido en la crisis. Prevenga
posibles agitaciones en otros pacientes. Evite intervenciones coercitivas.

10. 2 Intervención al equipo terapéutico – Debriefing:

Realizar un debriefing antes de terminar el turno, luego del incidente que incluyó al paciente y al grupo
de trabajo. Esta reflexión es guiada por un coordinador (que puede ser el psiquiatra o el enfermero del
servicio), con participación de los miembros del equipo que intervino en la contención de la agitación
(Rall, Dieckmann, 2005, p. 31)

Objetivos:
1. La observación del rendimiento (actuación durante el caso clínico) - Rendimiento ideal (basado en
los objetivos y guía del protocolo) vs Rendimiento observado (que se hizo/dijo, que resultados se
obtuvo de lo que se hizo/dijo)
2. Dar retroalimentación y explora la razón de la deficiencia en el rendimiento, utilizando la técnica:
Previsualizar – anticipar el tema de discusión relacionado con el objetivo. Persuasión + indagación:
“yo observé…”, “Yo pienso…”, “Me pregunto…”
3. Cerrar las deficiencias mediante discusión y enseñanza - Previsualizar: “hablamos de formas de
abordar…”, Discutir soluciones “¿Qué ha funcionado?”- Pequeña charla para proporcionar
información (conocimiento) necesaria.
El facilitador o coordinador del debriefing acuerda con los participantes la confidencialidad y respeto
de las opiniones de todos, ayuda a los participantes a entender el contexto y aprender de la
experiencia, animando la reflexión sobre decisiones y pensamientos, con un papel activo de todos los
participantes (Rall, Dieckmann, 2005, p. 35)

Se realiza en tres fases:


1. Exploración de reacciones: relajar el ambiente y preparar a los participantes para la reflexión
(emociones, hechos)
2. Comprensión: analizar y aplicar, explorar – indagar el punto de vista de los participantes sobre lo
ocurrido, discusión y enseñanza – ayudar a los participantes a descubrir nuevas perspectivas,
interpretaciones y habilidades, generalizar y aplicar – los conceptos aprendidos a situaciones
reales
3. Síntesis: exponer las lecciones aprendidas para uso futuro: que dio resultado, que se podría
modificar para la próxima ocasión, o principales mensajes para llevar

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Dentro del plan de manejo y las notas de enfermería, deben quedar registradas las actividades post-
agitación, tanto las dirigidas al paciente y familiares, como las realizadas con el grupo terapéutico.

11. ALGORITMOS

11.1 Evaluación psiquiátrica de paciente agitado

Se Presenta el Paciente

Triage
Historia breve si es posible

Desescala Ofrecer Evaluación Inicial y Examen Mental

Determinar la Categoria

No
No No

Otras Causas:
Delirium Otra Alteración Intoxicación Cuadro Psicótico
Ansiedad, Depresión, Rabia

Si Si Si Si
Si

Evaluación Medica breve para


descartar condición Medica Aguda

Si
No Evaluación psiquiátrica y
tratamiento , si está intoxicado
Evaluación Medica Exhaustiva y
Fisicamente monitorizar hasta que este
Tratamiento suficientemente sobrio para
evaluarlo

Fuente: Figura - Algoritmo para evaluación psiquiátrica de paciente agitado (Stowell et al, 2012, p. 13)

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11.2 Manejo farmacológico de acuerdo a la situación asociada

Basado en la respuesta clínica se


requiere medicación

Agitación asociada con Delirum Agitación debido a Intoxicación

Agitación asociada a Agitación Indiferenciada o


psicosis en paciente con presentación completa
Trastorno Mental conocido

Sin sospecha de Con sospecha de Depresores del SNC


Estimulantes del SNC
Abstinencia a BZD o OH Abstinencia BZD o OH (ej. OH)

Identificar una causa Sin evidencia psicotica


1. BZD Oral Evitar BZD en lo posible igual manejo que en
medica subyacente 1. AP oral 2 G
Lorazepam 1 - 2 mg abstinencias
Clordiazepoxido 50 mg Risperidona 2 mg
Evitar BZD 1. AP oral 1 G Olanzapina 10 mg
Diazepam 5 - 10 mg Haloperidol 2 - 10 mg Con psicosis evidente igual
1. AP oral 2G 2. AP oral 1 G manejo de cuadro psicotico
2. BZD Parenteral 2. AP parenteral 1 G primario
Risperidona 2 mg Haloperidol 2 - 10 mg con
Lorazepam 1 - 2 mg Haloperidol 2 - 10 mg
Olanzapina 5 - 10 mg IM o EV BZD

2. AP oral 1 G 3. AP IM 2 G
Haloperidol - bajas dosis* Olanzapina 10 mg
Ziprasidona 10 - 20 mg
3. AP IM 2 G
Olanzapina 10 mg 4. AP parenteral 1 G
Ziprasidona 10 - 20 mg Haloperidol 2 - 10 mg con
BZD
4. AP pareneral 1 G
Haloperidol doso bajas* ++ si un AP solo no
IM o EV (con monitoreo funciona adecuadamente
ECG) adicionar
Lorazepam 1 - 2mg (Vo,
* Alta evidencia que dosis IM)
encima de 3 mg día en
pacientes con Delirium se
asocia a
extrapiramidalismo

Fuente: Adaptado de Protocolo para tratamiento de la agitación. (Wilson et al, 2012, p. 31)

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12. ELEMENTOS LEGALES RELACIONADOS AL MANEJO DE LA AGITACIÓN PSICOMOTRIZ

La Ley 1616 de 2013 (Ley de Salud Mental) en su artículo 6 apela a la Constitución Política de Colombia y a la
Ley General de Seguridad Social en Salud, además de la Declaración de Lisboa de la Asociación Médica
Mundial y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad entre otros instrumentos
internacionales, para la salvaguarda de los derechos civiles de las personas con cualquier tipo de sufrimiento
mental.
Por ello para el cumplimiento de éste Protocolo se tendrá como principios los siguientes parágrafos enunciados
en el artículo mencionado de dicha Ley:
Los pacientes que requieran atención en una situación de agitación psicomotriz tienen derecho a recibir:
atención humanizada, a recibir información clara, oportuna, veraz y completa de las circunstancias relacionadas
con su estado de salud, diagnóstico, tratamiento y pronóstico, a que las intervenciones sean las menos
restrictivas de las libertades individuales de acuerdo a la Ley vigente, a exigir que sea tenido en cuenta el
consentimiento informado para recibir el tratamiento o el de la persona que la Ley designe. (Art. 6, Ley 1616 de
2016)

13. BIBLIOGRAFÍA

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VERSIÓN DESCRIPCIÓN DEL CAMBIO FECHA DE VIGENCIA


01 Creación del documento Noviembre 2017

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