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Los trastornos del lenguaje son una dificultad en grado de parcial a totalmente para
poder comunicarse de manera eficaz, la mayoría de veces afectando la compresión
oral y/o también la escrita, por ende interrumpe o impide en muchos casos el
rendimiento académico y por sobretodo la adaptación social de un niño o niña. Sin
embargo en el presente trabajo, hablamos de la afasia en adultos, la cual en casos
no es relevante como al final los adultos ya no tienen por qué tener un rendimiento
académico muchos se despreocupan por ellos. Pero no debe ser así, ya que el
lenguaje es la principal herramienta de comunicación del ser humano, por lo que las
personas adultas también tienen todo el derecho de poder expresarse y comunicar
lo que sienten y necesitan.
En el presente trabajo daremos a conocer dos trastornos del lenguaje como lo son
la afasia y disfasia, que son comprendidos como la incapacidad de comprender o
de expresar una idea, las cuales pueden ser de carácter expresivo o comprensivo.
AFASIA EN ADULTOS
Definición:
Las afasias se definen como un trastorno del lenguaje que está causado por un
daño cerebral. Además las lesiones que suelen causar afasia suelen ser de carácter
focal, por lo que suelen afectar únicamente a una región del cerebro. Las afasias se
dividen en afasias corticales (si la lesión es de la corteza) y subcorticales (si la lesión
es de los núcleos subcorticales). Entre las corticales se hallan la afasia de Broca, la
afasia de Wernicke, la afasia de conducción, la afasia anímica... y entre las
subcorticales se hallan la afasia putaminal (anterior, posterior y global) y la afasia
talámica. La subdivisión en cortical y subcortical nos permite clasificar el 80% de las
afasias, y el 20% restante no están clasificadas porque están causadas por la lesión
simultanea de varias áreas que causan afasia, acumulándose los efectos.
Etiología:
La causa más frecuente de afasia es el daño cerebral que resulta de un accidente
cerebrovascular, es decir, el bloqueo o la rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro.
La falta de suministro de sangre al cerebro produce la muerte de las células
cerebrales o daño en las regiones que controlan el lenguaje.
El daño cerebral producido por una lesión grave en la cabeza, un tumor, una
infección o un proceso degenerativo también produce afasia. En estos casos, la
afasia generalmente ocurre con otros tipos de problemas cognitivos, como
problemas de memoria o confusión. «Afasia progresiva primaria» es el término que
se utiliza para la dificultad del lenguaje que se desarrolla gradualmente. Esto se
debe a la degeneración gradual de las células cerebrales ubicadas en las redes del
lenguaje. En ocasiones, este tipo de afasia avanza a una demencia más
generalizada.
En ocasiones, pueden ocurrir episodios temporales de afasia. Estos episodios
pueden deberse a migrañas, convulsiones o a un accidente isquémico transitorio.
Un accidente isquémico transitorio ocurre cuando se bloquea temporalmente el flujo
de sangre hacia una región del cerebro. Las personas que han sufrido un accidente
isquémico transitorio están expuestas a un mayor riesgo de tener un accidente
cerebrovascular en un futuro cercano.
Sintomatología:
La afasia es signo de alguna otra afección, como un accidente cerebrovascular o un
tumor cerebral.
Las siguientes conductas son frecuentes en personas con afasia:
Hablar en oraciones cortas o incompletas
Decir oraciones sin sentido
Sustituir una palabra o un sonido por otro
Decir palabras irreconocibles
No comprender conversaciones de otras personas
Escribir oraciones sin sentido
Compresión verbal.
En este nivel, habría que evaluar la designación (señalar objetos, partes del
cuerpo, colores, acciones) y el seguimiento de órdenes simples,
semicomplejas y complejas.
Escritura
Lectura
Evaluación no verbal complementaria, evaluación de praxias, gnosias,
funciones cognitivas
Algunos de los test generales de exploración de las afasias más conocidas y
utilizadas, son:
Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias
Batería de las Afasias de Western
Examen Multilingüe de las afasias
Prueba de Minnesota para el Diagnóstico Diferencial de las afasias
Índice Porch de Habilidad Comunicativa (PICA)
Test específicos:
Test de Denominación de Boston
Token test o test de las fichas
Pizzamiglio
Test de las capacidades comunicativas de la vida diaria
Communicative Abilities in Daily Living (CADL)
Pruebas de fluidez verbal (semántica y fonológica)
Protocolo pragmático
Técnicas de Tratamiento:
Si el daño cerebral es leve, la persona puede recuperar las habilidades del lenguaje
sin tratamiento alguno. Sin embargo, la mayoría de las personas se somete a la
terapia del habla y del lenguaje para recuperar sus habilidades y complementar sus
experiencias de comunicación. Actualmente, los investigadores están estudiando el
uso de medicamentos, solos o en combinación con la terapia del habla, para ayudar
a las personas con afasia.
Rehabilitación del lenguaje y del habla
La recuperación de las habilidades del lenguaje suele ser un proceso relativamente
lento. Aunque la mayoría de las personas logra avances importantes, pocas de ellas
recuperan totalmente los niveles de comunicación que tenían antes de la lesión.
Para la afasia, la terapia del habla y del lenguaje intenta mejorar la capacidad de
comunicación al recuperar la mayor parte del lenguaje posible; y, a la vez, enseña
la forma de compensar las habilidades del lenguaje perdidas y de hallar otros
métodos para comunicarse.
Terapia:
Comienza pronto. Algunos estudios indican que la terapia es más efectiva
cuando comienza poco después de la lesión cerebral.
A menudo es efectiva en grupos. En un entorno grupal, las personas con
afasia pueden probar sus habilidades de comunicación en un ambiente
seguro. Los participantes pueden practicar algunas actividades, como iniciar
conversaciones, hablar en turnos, aclarar malentendidos y rearmar
conversaciones que han fracasado por completo.
Puede consistir en el uso de computadoras. El uso de terapia asistida por
computadora puede ser especialmente útil para volver a aprender los verbos
y los sonidos de las palabras (fonemas).
DISFASIA EN NIÑOS
Definición:
La disfasia o también llamado trastorno específico del lenguaje se define como
una alteración en el desarrollo del lenguaje que se da sin verse afectados los demás
factores evolutivos. Se trata de una alteración en el lenguaje que se manifiesta
desde el inicio del desarrollo lingüístico, que aparece con retraso y afecta a la
persona de forma duradera ya sea con menor o mayor gravedad. Así pues, se
considera una dificultad innata de la persona. Además, la disfasia se considera una
afectación específica del lenguaje ya que no se justifica por ningún déficit sensorial,
motriz, intelectual o socioemocional, sino que es un trastorno único y exclusivo del
procesamiento del lenguaje.
A pesar de que la disfasia sea una afectación específica del lenguaje, también
puede coexistir con otros trastornos, como por ejemplo, con discapacidad
intelectual, trastorno del espectro autista, entre otros. Por lo que es importante
diferenciar el origen de las variables que afectan a la persona, es decir, diferenciar
los aspectos y dificultades estrictamente lingüísticas de las demás variables que son
debidas a otro trastorno distinto a la disfasia.
Etiología:
La disfasia tener diferentes orígenes. Las causas de la disfasia que podemos
encontrar son:
Traumatismos o golpes en determinadas zonas del cerebro.
Tumor cerebral.
Causas de la disfasia originadas en el momento del parto (por ejemplo, falta
de oxígeno al nacer, traumatismos cerebrales en el parto, entre otros).
Enfermedades infecciosas que afectan al cerebro.
Factores genéticos y hereditarios.
Otra de las causas de la disfasia son las alteraciones en los órganos que
intervienen en la emisión del lenguaje.
Causas ambientales: se refieren a la influencia negativa en el desarrollo
emocional y afectivo por parte del entorno familiar, social, cultural y natural
de la persona.
Sintomatología:
Existen una serie de síntomas, que son los que aparecen con más frecuencia y que
son los relacionados con la expresión y comprensión del lenguaje:
Omisión de elementos gramaticales a la hora de organizar una frase.
En ocasiones suelen manifestar pocas intenciones de comunicarse con los
demás.
Pobreza de vocabulario.
Dificultad para utilizar los pronombres personales.
No suelen utilizar preposiciones y conjunciones.
Los verbos los suelen emplear en infinitivo.
Dificultad en la adquisición de los morfemas como el género, número y
morfemas verbales.
Alteración de la comprensión, pudiendo parecer en ocasiones, sordos.
Dificultad para recordar y repetir frases largas.
Reaccionan muy bien a los apoyos no verbales y por ello la utilización de
gestos les ayuda mucho.
Repetición de palabras sin saber su significado.
Con frecuencia estos síntomas van acompañados de otros síntomas como:
Alteraciones de estructuración espacial y temporal.
Dificultades en las praxias orofaciales: movimientos que intervienen en la
articulación de los fonemas.
Alteraciones del ritmo.
Dificultades psicomotoras: retraso en las destrezas motoras, lateralidad poco
definida o adquisición tardía de la lateralidad.
Déficit de atención e hiperactividad.
Problemas de discriminación auditiva: tienden a confundir unos sonidos con
otros o a no identificar determinados sonidos que sabemos son familiares
para el niño.
Alteraciones en la memoria auditiva: capacidad del niño para retener y
reproducir una serie de números o palabras emitidas verbalmente.
Técnicas de evaluación:
La detección precoz de cualquier alteración es fundamental y un paso previo para
una intervención adecuada. Pero eso no implica alarmarse innecesariamente,
viendo trastornos en procesos madurativos normales.
El conocimiento de cómo se produce el desarrollo normal del lenguaje y la
observación en contextos naturales, son los elementos más útiles para
detectar problemas comunicativos o lingüísticos.
En las observaciones se ha de tener en cuenta:
El lenguaje que utiliza el alumno.
Los usos comunicativos.
El tipo de interlocutores que busca.
Quién inicia la interacción, cuándo, para qué y cómo se lleva a cabo.
Situaciones y contextos que favorecen las interacciones.
Las funciones comunicativas que subyacen a las mismas.